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martes, 2 de enero de 2024

2 de enero de 1833: El inicio de la usurpación

La usurpación inglesa de Malvinas: sin disparar un solo tiro y en apenas 15 minutos

Hace 190 años Gran Bretaña ocupó las islas. Una fragata de guerra inglesa impuso su poderío sobre una guarnición mínima. Fueron obligados a arriar la bandera argentina


Con la goleta Sarandí, el comandante Pinedo había llegado a las islas. Las circunstancias lo llevarían a ser la autoridad máxima en el archipiélago

Ese miércoles 2 de enero de 1833 por la mañana había aparecido en Port Louis -45 kilómetros al norte de Puerto Argentino- el buque de guerra Clio, de bandera británica.

Lo primero que atinó a preguntar el gobernador interino José María Pinedo al capitán inglés John James Onslow es si había guerra entre Buenos Aires e Inglaterra. En definitiva, vivir en las islas lo había sometido a un alto grado de aislamiento en el que las noticias llegaban con meses de retraso, cuando llegaban.

La pregunta de Pinedo fue formulada luego que Onslow le informase que llegaba con órdenes superiores de tomar posesión del archipiélago, y que lo hacía en nombre del rey Guillermo IV.

Onslow obedecía órdenes de la estación naval de su país, asentada en Brasil. Allí había llegado el mensaje de Inglaterra de que el monarca vería con agrado el envío de un buque a las islas y que ejerciese la soberanía y su custodia. Sus instrucciones incluían la construcción de un fuerte, y que tal vez podría usarse los restos de la fortificación española de 1774. En caso de encontrarse con habitantes ingleses, debía censarlos.

Solo un caserío. Así se veían las islas Malvinas en los tiempos de la usurpación

Con sus órdenes precisas, Onslow partió de Rio de Janeiro el 29 de noviembre. El 20 de diciembre ingresó a Puerto Egmont. En las ruinas que allí encontró, el 23 izó la bandera con una inscripción en la que anunciaba la presencia del buque Clio con el propósito de ejercer la soberanía.

Fue recorriendo la costa sin hallar pobladores y así el 2 llegó a la altura de Puerto Luis, y ancló en la bahía.

La fragata británica Clío, que inició la usurpación del archipiélago en 1833

El inglés le confirmó al sorprendido Pinedo que no había guerra y lo intimó a que arriase la bandera argentina, que retirase sus fuerzas y que abandonase las tierras. En caso de encontrar resistencia, tenía la orden de actuar con la violencia necesaria.

Pinedo, de 38 años, teniente coronel de la marina, era un veterano de las guerras de la independencia y de la del Brasil. Desde octubre de 1829, como comandante de la Sarandí había llegado a las islas en 1832 llevando al gobernador interino, el francés José Francisco Mestivier, ya que Luis Vernet se hallaba en Buenos Aires. El 30 de noviembre, luego de un motín, Mestivier sería asesinado y Pinedo quedaría como gobernador interino.

Pintura que recrea lo que era Puerto Luis en la época de Vernet y Pinedo

El comandante inglés ordenó arriar la bandera argentina y que las fuerzas se retirasen. Ante el ultimátum, Pinedo reunió a sus oficiales, la mayoría eran ingleses, salvo cuatro marineros y seis muchachos “capaces de nada”, según declaró en Buenos Aires; de sus 14 soldados, había tres ingleses, según remarcaría más tarde. El teniente graduado Roberto Elliot lo desmintió en parte al afirmar que todos eran norteamericanos salvo el piloto práctico, que sí era británico.

A las cuatro de la tarde, Pinedo los reunió a todos. Propuso resistir, aunque sea por diez días, se produjese un milagro y llegasen refuerzos de Buenos Aires. Todos estuvieron de acuerdo menos Breman, el piloto práctico, que cumpliría con su tarea pero sin disparar contra sus connacionales.

Se ordenó zafarrancho de combate, y con el mayor de los sigilos se cargó la artillería con bala y con metralla. Se repartieron armas y municiones a la tropa de tierra y a los colonos. Hasta se armó a los detenidos por el crimen de Mestivier. Elliot diría que “no hubo uno solo que no concurriese gustoso a desempeñar la parte que le tocaba”.

Decidió ganar tiempo. A las diez de la noche envió al buque inglés al teniente primero Mason y al propio Breman para comunicarle a Onslow que resistirían. Pero el mensaje no pudo ser entregado, ya que el capitán estaba durmiendo y no se lo podía molestar.

Portada del primer reclamo de la diplomacia argentina a Gran Bretaña

Pinedo repartió las municiones entre sus 44 hombres. La única nave de la que disponía era la goleta Sarandí, imposible hacerle frente a un buque de guerra, que la triplicaba en número de cañones y de hombres.

Decidió ir él a la Clío, y tampoco fue recibido. Comprendió que cualquier tipo de resistencia sería inútil.

El jueves 3 por la mañana embarcó a la tropa. Dejó en tierra al capataz Juan Simón al cuidado de la bandera argentina, que aún flameaba en el mástil. A las 9 aparecieron tres botes con ingleses. Se dirigieron al caserío, instalaron un nuevo mástil e izaron la bandera británica. Luego, Pinedo desde su barco vio como un oficial, acompañado por un soldado, arriaba la argentina y se la alcanzaba al buque.

El 4 de enero, a las cuatro de la tarde, sin haber disparado un solo tiro, Pinedo dejó las islas. Ese atardecer divisó por última vez las costas de Malvinas.

El 14 Onslow también partió rumbo al Río de la Plata. Dejó encomendado al despensero irlandés William Dickson -el súbdito más respetable que encontró y que originariamente había sido contratado por Vernet- que todos los domingos izase la bandera o bien lo hiciese en presencia de algún buque.

El 15 de enero la Sarandí recaló en el puerto de Buenos Aires. “¡Viva la Fuerza!” tituló la Gaceta Mercantil, comentando que la ocupación había sido hecha “por el derecho del más fuerte” y que Pinedo había tenido que ceder ante “la razón de los cañones”.

Pinedo sería sometido a una corte marcial. Se defendió argumentando que no tenía instrucciones sobre cómo proceder en caso de ser atacado. Entre fusilarlo y expulsarlo, se decidió por lo último, pero por irregularidades en el proceso, el fallo fue anulado y meses después reincorporado pero en el ejército. Fallecería en 1885.

Manuel Vicente Maza instruyó a Manuel Moreno, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario en Gran Bretaña a “refirmar la protesta presentada oportunamente en Buenos Aires”. El primer alegato de defensa de los derechos argentinos Moreno –”una memoria de protesta”- lo presentó el 17 de junio de 1833 al vizconde Palmerston. Fue un documento muy importante por el número de detallados antecedentes que reafirmaban la soberanía argentina. Al día siguiente hizo publicar en el Times un comunicado del gobierno argentino, y mandó traducir la protesta al inglés y al francés.

Fueron unos fatídicos quince minutos, que es lo que duró el cambio de banderas, con redobles de tambores incluidos. Se dice que el comandante inglés ni siquiera habría pisado tierra malvinera. Aprovechó el viento favorable y dejó las islas. De esos quince minutos pasaron 190 años.

martes, 21 de noviembre de 2023

En venta la heroica isla Bordón

 

Una de las Islas Malvinas más bellas e históricas ya está a la venta

nancy bilyeau

Es una isla remota de playas de arena blanca, pingüinos y leones marinos, el lugar de un importante punto de inflexión en la Guerra de las Malvinas, y está a la venta.

Pebble Island, que cubre casi 40 millas cuadradas y mide 22 millas de largo por cuatro millas en su parte más ancha, será puesta en el mercado por su propietario privado.

La isla está siendo vendida por los antepasados ​​de un comerciante llamado John Markham Dean que la compró al gobierno británico en 1869, según The Week.

IA 58 “Pucará” dañado en Pebble Island, 1982 Foto de Ken Griffiths CC BY-SA 3.0

Claire Harris, descendiente de Dean, es la última de la familia en vivir y cultivar la isla a tiempo completo. “Su descendiente, Claire Harris, no ha podido encontrar a nadie que valore la isla, por lo que buscará ofertas cuando salga al mercado este año”, informó el Times .

Ubicación de la isla Pebble (de los guijarros)/Isla Bordón

Harris dijo en una entrevista: “ Mi padre administró la isla desde el Reino Unido durante muchos años y siente pasión por el lugar, al igual que mi esposo, yo y la mayoría de los demás miembros de nuestra familia extendida. He estado administrando la propiedad durante los últimos diez años y es porque ni yo ni mis hermanas, o nuestros siete hijos, estamos ahora en condiciones de mantenerla en funcionamiento que hemos decidido, muy tristemente, vender.

Imagen satelital de Pebble Island en las Islas Malvinas

Continuó: “Muchos dirían que Pebble es el más hermoso de las Malvinas porque es variado, con tres colinas, playas, acantilados y lagos”.

Cualquier persona interesada en la isla en el archipiélago de las Malvinas necesitará una licencia del gobierno.

El territorio británico de ultramar en el suroeste del Océano Atlántico cuenta con muchos tipos diferentes de flora y fauna, incluidos cinco tipos diferentes de pingüinos y 6.000 ovejas.

También es reconocida como un "Área Importante para las Aves" (IBA) según lo designado por BirdLife International, reconociendo la gran cantidad de aves raras que viven allí.

Un portavoz del Gobierno de las Islas Malvinas le dijo a MailOnline: “Es imposible estimar el valor porque las islas se venden muy raramente. El valor dependería de quién lo compre y de lo que quiera hacer con él”.

Cualquier extranjero que busque comprar tierras en las Islas Malvinas tendría que obtener una licencia del Gobierno de las Islas Malvinas para "asegurarse de que son adecuados y sus intenciones son adecuadas".

Embarcadero utilizado por los visitantes que llegan por mar al territorio ocupado de Puerto Argentino, capital de las Islas Malvinas.

Para muchos, su historia es bastante destacable.

La Guerra de las Malvinas fue un breve conflicto en 1982 por el control de las islas. Argentina reclamó la soberanía, con las islas a 300 millas al este de su costa. Pero Gran Bretaña se había apoderado de las islas en 1833, convirtiéndolas en una colonia remota, y rechazó los reclamos de Argentina del siglo XX.

La arena blanca y colinas cubiertas de hierba en la típica playa de las Malvinas. Incluso hay un pingüino de Magallanes caminando entre las algas varadas en la playa. mis cajas de luz:

Una junta militar argentina lanzó una invasión de las islas. Criticada por abusos contra los derechos humanos, la junta supuestamente buscó unir al pueblo argentino detrás de este movimiento patriótico.

Para abril de ese año, Argentina tenía 10.000 soldados en las Malvinas. Sin embargo, el gobierno británico de Margaret Thatcher reivindicó sus derechos. Los países europeos respaldaron a Gran Bretaña, mientras que muchos gobiernos latinoamericanos estaban del lado de Argentina.

Pebble Island luego dio un paso adelante en la historia militar.

Agua turquesa y playas blancas de la Isla Malvina Este. Cielo azul y nubes blancas esponjosas.

“La isla fue el sitio de un ataque fundamental durante la Guerra de las Malvinas, en la que los británicos se enfrentaron a las fuerzas argentinas por el control del archipiélago”, informó The Week. “Un equipo SAS de 45 efectivos lanzó una incursión en una base aérea en Pebble el 14 de mayo de 1982 que resultó en la destrucción de 11 aviones argentinos”.

Los británicos lograron desembarcar en el resto de las Malvinas. Después de algunos combates, las fuerzas argentinas se rindieron el 14 de junio. El país dijo más tarde que alrededor de 650 murieron durante la guerra. Gran Bretaña perdió 255 hombres.

Al año siguiente, Margaret Thatcher disfrutó de una victoria aplastante en las urnas, y muchos dijeron que su agresividad por la Guerra de las Malvinas le había proporcionado el apoyo popular que necesitaba para ganar las elecciones.


martes, 27 de junio de 2023

Scouts bahienses visitan las islas

Homenaje y emoción bahienses para estar más cerca de las Islas Malvinas

Martín Goslino, Omar Mansilla, José Luis Méndez y Maximiliano Cortés son amigos. Y scouts. Cuentan una historia reciente en la tierra reclamada y esperan ser imitados.


Martín Goslino (izq.) y Omar Mansilla, en La Nueva. / Fotos: gentileza Goslino, Mansilla, Méndez y Cortés y Pablo Presti-LN.
La Nueva

“(…) Después de haber recorrido toda la pampa argentina, haremos un campamento en nuestras Islas Malvinas (…)”.

La canción se llama Levántate montañero. Y retumba —con el agregado alusivo tras la guerra— en los campamentos scouts. Fue la génesis.

“Lo repetimos, casi sin pensarlo en profundidad, durante mucho tiempo hasta que un día dijimos: ‘Tenemos que concretarlo’. Hicimos campamento en miles de lugares recorriendo todos los paisajes posibles con scouts, con amigos, con familiares y con conocidos. Pero nunca en Malvinas, que es también nuestro territorio”.

Lo dice Martín Goslino, quien junto a Omar Mansilla, José Luis Méndez y Maximiliano Cortés —todos con formación scout— concretaron el sueño de ir a las Islas Malvinas y visitar los sitios emblemáticos que referencian el conflicto armado de nuestro país con el Reino Unido, acaecido entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982.

Regresaron con las expectativas cubiertas (y más); con emociones que se acrecientan —y revalorizan— con el paso del tiempo y, especialmente, por haber cumplido los objetivos.

Omar Mansilla (izq), Martín Goslino, Maximiliano Cortés y José Méndez, en el aeropuerto de Río Gallegos.

“El primer mensaje es que se puede ir. Lo digo porque hay gente que cree que no, que por ser argentinos nos pedirán más requisitos y demás. No es así”, agrega Goslino.

“Lo segundo es para no olvidar. Y, justamente, una forma de hacerlo es viajar y saber de qué se trata. Estar, conocer y hablar con la gente de allá es una manera de malvinizar, porque si no nos apartamos cada vez más desde lo cultural”, explica.

“Lo que vivimos no lo podemos olvidar”, añade Mansilla.

“La guerra de Malvinas es un tema; pero la soberanía es otro. Si nos abocamos a esto, no nos tenemos que olvidar de lo que pasó, de quienes participaron y de quienes quedaron”, sostiene.

Ambos admiten que fueron con la idea de rendir honores a nuestros héroes, pero que allá (“todo fue diferente”) los desbordó la emoción.

La previa

“¿Cuándo planeamos el viaje? En 2017. Lo decidimos de firme y comenzamos a averiguar cómo hacerlo”, cuenta Mansilla.

“Al principio fue muy arduo y, en verdad, no conseguimos casi nada de información para avanzar. Y justo apareció la pandemia por el COVID”, agrega Goslino.

“En Malvinas hay scouts. Entendíamos que la hermandad iba a estar por encima del conflicto, pero no hubo eco. Incluso, la última respuesta fue muy dura y tajante en el sentido de que no sigamos por ese lado. Resultó decepcionante pero, en realidad, desafiante”, expresa.

Martín Goslino es scout desde 1983.

“En contrapartida, encontramos a otra gente de allá que nos ayudó a concretar el sueño. Nos brindaron todo para no tener obstáculos de ningún tipo”, afirma Goslino.

El gobierno local británico posee una completa página del área de turismo. Allí aparecen todos los operadores habilitados para alojamientos, excursiones y demás.

“Nos comunicamos con varias agencias por la disponibilidad y los costos. Unos nunca respondieron y otros dijeron que tenían lugar. Nos dieron para las fechas que les habíamos pedido y nos pasaron los detalles”, indica.

El grupo ingresó a las Islas Malvinas como turistas comunes y corrientes.

El lugar de alojamiento de los scouts, 7 Marmont Row (antiguo The Ship Hotel).

Compraron los tickets aéreos luego de averiguar en distintas páginas web y, al final, cerraron el tramo Bahía Blanca-Río Gallegos y, desde allí, a Malvinas.

“La única complejidad, por decirlo de alguna manera, es que se trata de un vuelo que se realiza cada 7 días. Es decir, esa era la ventana para estar en las Malvinas”, comenta Goslino.

Al existir una sola operación semanal (de la compañía LATAM), si por razones climáticas el avión no puede salir en el día asignado hay que esperar 7 días más. En este caso, no fue necesario.

En la actualidad hay una única línea comercial aérea: Punta Arenas-Islas Malvinas, que sale desde Santiago de Chile. Se concreta todas las semanas, pero un sábado al mes pasa por Río Gallegos antes de llegar a Puerto Argentino. Y a la semana siguiente vuelve por Río Gallegos y sigue la ruta. Fuera de este programa, para arribar a las Malvinas al vuelo hay que tomarlo en Punta Arenas. O en Santiago de Chile.

Excursión por Yorke Bay y Gipsy Cove. Al fondo, Puerto Argentino.

“Finalmente alquilamos la casa de una joven malvinense llamada Ailie. Y ahí elegimos a un residente chileno, Julio, como guía de turismo. Ellos eran nuestros referentes y siempre estuvimos comunicación”, explica Mansilla.

Toda la familia de Ailie, que transita la séptima generación en Malvinas, está relacionada al turismo. Su hermano, Dan, hace excursiones outdoors.

“Dan nos alquiló bicicletas y salimos a recorrer varios lugares. Luego también nos llevó a la excursión en kayaks, que fue la última tarde antes de regresar”, relata.

Goslino, Mansilla, Méndez y Cortés salieron de nuestra ciudad el viernes 10 de febrero último. A las islas llegaron al día siguiente, desde donde retornaron el sábado 18. El domingo 19 se encontraban otra vez en casa.

El viaje

“La preparación nos fue cargando de adrenalina y de ansiedad”, comenta Goslino.

“Cuando llegamos al aeropuerto militar de Mount Pleasant (MPN) todo era frío y hasta hostil. No era Ezeiza, claramente”, agrega Mansilla.

En Río Gallegos subieron unas 50 personas, para completar casi la totalidad del Airbus 320 de 174 plazas (162 en economy). El vuelo tuvo una duración de casi 1h45m hasta la Isla Soledad, a 48 kilómetros de Puerto Argentino.

“Tomamos un colectivo, llegamos a la hermosa casa alquilada y hasta nos recibieron con escones. Ahí nomás calentamos agua, cargamos el termo y cruzamos la calle.

Recién llegados, en la rambla ubicada fuente a la casa alquilada.

La vista era increíble y, en un momento, nos encontramos tomando mate sentados sobre la rambla, en la costanera. Nos miramos y nos dimos cuenta: estábamos en Malvinas. ¡No lo podíamos creer!”, relata Goslino.

Excepto el primer día, el frío y (a veces) el viento se apoderaron de las jornadas siguientes.

“No hay campings, ni lugares para acampar. Pensamos en hacer un vivac, pero al final concluimos de que era muy complejo, ya que se advertiría nuestra ausencia en la casa y, eventualmente, alguien se podría preocupar y nos saldría a buscar. Esa es nuestra deuda pendiente: la de cumplir con Levántate montañero”, cuenta Mansilla.

El recuerdo

La visita al cementerio de Darwin —donde se encuentran los soldados argentinos caídos en combate— contuvo el momento de mayor emotividad para los scouts. Hasta allí llegaron con Julio.

“Cuando entramos a los galpones de la estancia de Goose Green (NdR: Pradera del Ganso) nos explicaron qué sucedió cuando llegaron los soldados argentinos y, luego, qué pasó cuando los ingleses retomaron el lugar”, dice Goslino.

“La experiencia se hizo aún más fuerte porque pudimos estar solos, los cuatro, por un largo momento. La excursión dura una hora y media, pero Julio estuvo tres horas, afuera, en el auto, esperando que nosotros hiciéramos todo lo que teníamos que hacer”, agrega.

“Fue un momento íntimo. Hubo mucho respeto. Ahí cantamos Levántate montañero”, dice Mansilla. Sucedió en el mediodía del martes 14 de febrero.

El homenaje en el cementerio de Darwin.

“El cementerio se encuentra en un lugar estratégico. ¿Por qué? Porque no lo ve nadie; está escondido a la vista de quienes transitan. No es casual, claro”, añade.

“¿Una conexión? Descuento que algunos de los caídos fueron scouts. Seguro”, reflexiona.

El cura párroco de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes de Bahía Blanca, Darío Nicoloff, se reunió con los viajeros antes de partir y les entregó unos rosarios.

Debían ser dejados en las cruces blancas donde dice: Soldado argentino sólo conocido por Dios.

“Queríamos rendir un homenaje. Lo hicimos; lo sentimos. No se puede contar en palabras”, comenta Mansilla, sin ocultar la emoción más allá de los ojos vidriosos.

Monte Longdon. Aún se aprecian las balas de fusil.

El paso por Monte Longdon, en el campo de batalla más encarnizado y trágico de la guerra del 82, fue estremecedor.

“Estuvimos en trincheras donde, aún, existen pozos de zorro hechos por nuestros colimbas. Uno no puede dejar de imaginarlos conviviendo allí. Y aún nos siguen cayendo las fichas (sic). No sé hasta cuándo”, amplía.

“Fue impactante caminar entre los agujeros de las bombas; parecía que estábamos en una realidad virtual”, señala Goslino.

“Hay muchos restos de elementos de la guerra. No se puede tocar nada y mucho menos llevarse algo. Lo cierto es que ahí ya ni crecen los yuyos”, añade.

Las excursiones

Por cuenta propia, los scouts realizaron tres excursiones de trekking. Una a Monte Longdon; otra al faro de Pembroke y la última hacia una playa del sur llamada Lake Point.

También recorrieron varias veces las calles de Puerto Argentino.

“La vida es como en Bahía Blanca. Fuimos al supermercado a hacer compras y nos atendieron muy bien. También hicimos consultas en la comisaría para gestionar unas fotos y siempre fueron muy respetuosos”, cuenta Goslino.

“¿Militares? No. En Puerto Argentino no los vimos; sólo había policías. En el aeropuerto de Mount Pleasant, que está un poco antes de Darwin, a casi una hora de donde estábamos, sí había”, agrega.

“¿Observados? En algún lo sentimos, pero lo cierto es que nadie nos vino a preguntar nada. En realidad, saben todo respecto de quienes llegan a la isla”, cuenta Mansilla.

“No se obstaculiza nada y uno puede andar por donde se le ocurra, más allá de algunos sectores donde el acceso está vedado por razones de seguridad ante la eventual presencia de minas”, admite Goslino.

Omar Mansilla es scout desde 1987.

“Por eso nosotros aclaramos que el argentino que va como turista no tiene ningún problema. Ahora, en el aeropuerto nos habían notificado que no podíamos hacer manifestaciones con banderas, remeras o uniformes argentinos. Esas eran las reglas y nosotros las respetamos a rajatabla. Porque, además, somos scouts”, asegura.

Los viajeros coincidieron en las Malvinas con argentinos, pero estaban con otro formato de visita. Era un contingente, de alrededor de 15 personas, de una empresa de turismo que trabaja directamente desde Buenos Aires. Se alojaron en Pradera del Ganso, cerca del cementerio.

Amistad, respeto e historias de héroes

—¿Se cumplieron las expectativas previas?

—Maximiliano Cortés: “Sí, desde lo paisajístico hasta lo emocional. No pensé que me iba a encontrar con sitios tan lindos. Había subestimado la belleza del lugar y pensaba encontrar algo monótono. Hay montes muy hermosos, playas de arena blanca y un mar de color turquesa. El pueblo es muy prolijo. Por otro lado, realizar bicicleteadas y canotaje en las islas es algo que ni siquiera me animé a soñar. Las actividades superaron lo que me pude imaginar cuando planeamos esta aventura. Además, tiene un plus hacerlo con amigos”.

Remada entre olas, islotes, bancos de algas, delfines, lobos marinos y aves.

—José Luis Méndez: “Sí. La idea de este viaje venía desde hace muchos años y haberlo concretado es toda una alegría, que se hace exponencial por hacerlo con amigos. Ir a las Malvinas es algo que no está muy divulgado y eso lo hace un destino poco fácil de llegar para particulares. Es un lugar que te sorprende por su belleza natural, y por nuestra vida scout, las actividades al aire libre hicieron que sea una vivencia inolvidable”.

—¿Cuál fue el momento más emotivo?

—MC: “La primera caminata por Monte Longdon; fue realmente emocionante. Sentir el viento frío, y no helado como sintieron en ese momento los combatientes; ver los agujeros en la tierra, producto de las bombas, y restos de armas y de utensilios utilizados hace tantos años fue un shock. Es imposible estar ahí y no empatizar con los soldados. Es decir, uno ahí cree entender qué fue lo que pasó pero, al mismo tiempo —estábamos bien abrigados, con calor, bien comidos y por propia elección—, sabe que es imposible sentir algo cercano a lo que vivieron ellos. Sin dudas, el cementerio argentino tiene todo un entorno de emoción y de respeto; es indescriptible. Sólo hay que estar y sentirlo. No vale la pena tratar de entender; hay que sentir y respetar. Otro momento que se repetía siempre en mi cabeza era mirar Google Maps y caer en la cuenta de dónde estábamos”.

—JLM: “Las emociones estuvieron presentes en todo momento. Cuando estábamos por llegar y, al reconocer punta Esperanza (NdR: Hope Point) desde el aire, comencé a movilizarme. También haber podido estar en el cementerio argentino de Darwin fue algo especial. El clima hostil, por el viento y por el frío de un par de días, nos hizo pensar lo que debieron soportar (los soldados) durante el conflicto. Sin dudas, fue algo extremo”.

—¿Cuál es el mensaje que quieren transmitir tras esta experiencia?

—MC: “Que es un lugar muy bello. Lleno de historias buenas, malas y de héroes, que nunca tendrían que haber pasado, pero que sucedieron y merecen nuestro respeto. Y que es un lugar al que todos podemos ir pero, por favor, vayamos respetando la historia de quienes estuvieron y de quienes están”.
—JLM: “Es un sitio que hay que ir a conocer, permitirse y dejarse sorprender. Y con respeto, ya que se puede vivenciar tranquilamente”.

¿Cuánto cuesta ir a las Islas Malvinas?

En total, y por todo concepto, el viaje de Goslino, Mansilla, Méndez y Cortés costó alrededor de 8.000 dólares.

Hay una salvedad: la mayoría de esos U$S 2.000 (cada uno) se considera a un cambio de tipo oficial, ya que Islas Malvinas es territorio nacional y los gastos con tarjetas de crédito no incluyen las actuales cargas impositivas. En el tour, esta alternativa se pudo aplicar a todas las compras realizadas —con tarjeta— en distintos lugares de Puerto Argentino, desde supermercados, gastronomía, alojamiento y excursiones.

En el caso de la moneda local, la corriente de uso es la libra.

La Iglesia de Cristo, en Ross Road, se consagró en 1892 y es la catedral anglicana más austral del mundo.

¿Requisitos para ingresar? Hay que tener el pasaporte al día; exhibir el vuelo de regreso (no se puede viajar con el pasaje abierto); reserva de alojamiento y dinero para consumir en esa semana (que puede justificarse con la presentación de la tarjeta de crédito).

Un punto importante: si se cancela el vuelo de regreso al continente hay que prever los consumos por una semana más (existe sólo una operación cada 7 días). En este sentido, la tarjeta es indispensable.

Las autoridades exigen un seguro médico con evacuación aérea hacia el continente que, en este caso, es a la ciudad chilena de Punta Arenas. Es decir, se deben ampliar las coberturas convencionales.

¿Visa de ingreso? No se necesita. En Migraciones sólo requieren las respuestas habituales a los formularios que se completan en el avión antes de arribar a las Malvinas. Es decir, como cualquier turista que visita otro país.

Los protagonistas

—José Luis Méndez es ingeniero químico por la UNS. Tiene 45 años. Nació en Coronel Pringles y vivió en Bahía Blanca entre 1996 y 2011. Desde entonces reside en Rincón de los Sauces y es scout desde 1985.

—Maximiliano Cortés es licenciado en Computación por la UNS. Tiene 49 años. Nació en Bahía Blanca y reside en Tandil desde 2012. Es scout desde 1980.

—Omar Mansilla es comerciante y tiene 72 años. Nació en Comodoro Rivadavia, pero reside en Bahía Blanca desde 1956. Explorador de Don Bosco en su niñez, es scout desde 1987.

—Martín Goslino es licenciado en Economía por la UNS. Tiene 48 años. Nació (y reside) en Bahía Blanca. Es scout desde 1983.

jueves, 15 de septiembre de 2022

La ocupación de 1833 y la estrategia global

La ocupación de Malvinas en 1833 y la estrategia global

Para la Corona británica, este punto era estratégico para el control de la navegación transoceánica a través del Estrecho de Magallanes


Por Rosendo Fraga || Infobae


Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría

Monumento con el mapa de las Islas Malvinas, en la ciudad de Ushuaia (Argentina). EFE/Leo La Valle

El despliegue del Reino Unido en el Hemisferio Sur se inicia en 1786, cuando Australia pasa a integrar el Imperio Británico. Desde años anteriores, la presencia de particulares británicos en la gran isla era constante. Esta modalidad -que los particulares explorasen y se instalaran luego como adelanto de la presencia estatal- se generaliza en la expansión británica en el siglo XVIII.

La incorporación de Australia al Imperio Británico tiene un antecedente muy concreto: diez años antes Londres había perdido sus colonias en Norteamérica. Esto había implicado una serie de perjuicios, desde el comercio y la navegación del Atlántico, hasta la suspensión de la instalación de colonias penales, en las cuales se utilizaba a los presos como política de ocupación territorial del Imperio.

Diecinueve años después, en 1805, tiene lugar el segundo paso. Una expedición naval británica a las órdenes de William Popham, ocupa la colonia holandesa de El Cabo, el extremo austral de África. Holanda era para ese entonces aliado de la Francia napoleónica, y Gran Bretaña, en guerra con ella, utilizó este argumento para ocupar esta estratégica posición.

En este caso, Popham recibe de comerciantes ingleses información sobre la situación económica y militar del Virreinato del Río de la Plata. Ello lo decide a ejecutar un plan preexistente de tomar dos colonias españolas -España también estaba en guerra con Gran Bretaña- Buenos Aires y Valparaíso, dos posiciones claves en el Hemisferio Sur. La derrota en Buenos Aires y el hecho de que España pasa a ser aliada británica en las Guerras Napoleónicas, cambia la estrategia británica y se suspende la tercera incursión sobre Buenos Aires.

En 1833 se produce la ocupación de las Islas Malvinas. Como en los casos anteriores, las actividades de particulares británicos la preceden. Este punto estratégico tenía que ver con el control de la navegación transoceánica a través del Estrecho de Magallanes.

La corbeta británica Clío el 2 de enero de 1833 arribó a las islas Malvinas.

En 1840, Nueva Zelanda pasa a formar parte del Imperio Británico. Ello sucede 44 años después de que Australia se incorporase al Imperio. El procedimiento fue similar: estuvo asistida por particulares británicos que precedieron la ocupación estatal.

En 1865 se instala una colonia galesa en la costa patagónica de Argentina. La Patagonia es en ese momento -como lo enseñaban los mismos manuales de geografía que se usaban en las escuelas- una “res nullius”, es decir una tierra de nadie, como habían sido Australia y Nueva Zelanda. De acuerdo a la circunstancias, desde Malvinas había un punto británico privado desde el cual podía realizarse una expansión y ocupación.

Pero entre 1880 y 1885, Argentina ocupa la Patagonia. Ese mismo año, el Presidente Julio Argentino Roca inicia el reclamo anual de Argentina por la soberanía sobre las Islas Malvinas, que se ha repetido sin interrupción desde entonces. Fue la culminación de la expansión territorial argentina hacia el sur.

En 1902, el escocés William Speirs Bruce, explora la tierra antártica -la cual Rusia había descubierto como Estado en 1820- y establece una instalación permanente en la Isla Laurie. Es el momento en que expediciones europeas como la noruega que rescata el Estado argentino, mostraban el interés por la región. Bruce, siguiendo el modelo británico de que la presencia privada se anticipe a la estatal, intenta en 1903 transferir su instalación al gobierno británico a cambio de una compensación económica. La Corona rechaza la oferta, considerando que no tendría sentido ni económico ni político formalizar una presencia en una región tan lejana, a la cual no veía significación estratégica.

El Perito Moreno estaba entonces como agregado en la embajada argentina en Londres. Teniendo conocimiento de la gestión de Bruce, informa directamente al presidente argentino, que era Roca en su segundo mandato. El gobierno argentino toma la propuesta de Bruce y la acepta. En febrero de 1904 firma el decreto por el cual la Argentina extiende su soberanía a la Antártida a partir de la instalación de la Isla Laurie.

En marzo, en el mismo barco de Bruce que va a retirar sus efectos y pertenencias, una comisión de seis funcionarios del Ministerio de Agricultura ocupa las instalaciones y enarbola la bandera argentina por primera vez en la Antártida. Todos ellos envían cartas al Ministerio y sus familias, para que el sello de correo que llevaban fuera la primera acción soberana del Estado argentino en esa lejana región.

El Reino Unido será el segundo país en tener una instalación permanente en la Antártida. Lo hace en 1940 y no por motivos estratégicos, sino militares: en el marco de la Segunda Guerra Mundial, la Armada alemana había navegado por los mares antárticos. Cabe recordar que tanto en la primera como en la segunda Guerra Mundial, tuvieron lugar importantes batallas navales entre alemanes y británicos en torno a las Malvinas.

jueves, 23 de enero de 2020

PBI per cápita de las Malvinas bajo ocupación es el más alto del mundo

Malvinas tiene el PBI per cápita más alto del planeta 

Es por el auge de la pesca y la exportación de crudo, que se prevé alcance su apogeo en 2019. Un análisis arrojó que hoy, desde el punto de vista económico, los "kelpers" son prácticamente "autónomos".



EL PBI MÁS ALTO. Por lejos, las Islas Malvinas poseen hoy el mayor monto per cápita del mundo.

InfoFueguina

Las Islas Malvinas, territorio perteneciente a Tierra del Fuego AIAS, poseen el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita más alto del mundo, con un ingreso anual de US$ 122.000, más del doble de los Estados Unidos de Norteamérica, con US$ 57.000.

Según un análisis del economista y periodista Julián Guarino, de Ámbito Financiero, los 3400 "kelpers" -habitantes de la isla- gozan en los últimos años de un crecimiento exponencial en su actividad económica, potenciada por el auge de la pesca y la exploración de los yacimientos petrolíferos en sus aguas.

Tal es así, que en los últimos cinco años, el PBI creció a un ritmo descomunal, a un promedio del 11 por ciento anual. Para ilustrarlo mejor: en 2013, la cifra era de US$ 77.000 per cápita y en 2016, superó los US$120.000.

En términos ictícolas -industria de la pesca- la situación no podría ser más benévola. El informe detalla que los isleños capitalizan con la concesión de 230 licencias concedidas a buques de bandera española, coreana y taiwanesa, extracciones de más de 200.000 toneladas anuales de pescado.

Por último, si se compara el PBI per cápita actual de Malvinas con el de países enteros, cuyos recursos fuertes son el petróleo y el gas, la diferencia sigue siendo asombrosa. Noruega y Qatar concentran una cifra de US$ 100.000 y U$S 94.000 respectivamente. En tanto, el Principado de Mónaco, arrojó una cifra de US$ 105.000.

En el peor de los casos, de quitarse los recursos obtenidos por la pesca y la exploración de hidrocarburos, el PBI per cápita de los malvinenses rondaría los US$ 48.000, similar al que poseen países como Austria o Japón.

sábado, 30 de noviembre de 2019

Malvinas bajo ocupación: Detalles de Puerto Argentino hoy

La estatua de Margaret Thatcher, la cárcel con 10 presos y otras particularidades desconocidas de las Islas Malvinas

El recorrido por el archipiélago y el contacto con los isleños, permitió conocer detalles peculiares del estilo de vida y una mirada tan opuesta como impactante respecto a la guerra de 1982 (Enviado especial)
Por Joaquín Cavanna Infobae
jcavanna@infobae.com



El busto está ubicado a pocos metros del monumento a los caídos británicos, y sobre el inicio de la calle que también lleva su nombre, Thatcher Road

La estatua de Margaret Thatcher

Si hay un lugar en el mundo en el que Margaret Thatcher es venerada y tratada como un prócer es en las Islas Malvinas. La “Dama de Hierro” posee una estatua, pero de bronce, en pleno corazón de Puerto Argentino. Ubicado a pocos metros del monumento a los caídos británicos, y sobre el inicio de la calle que también lleva su nombre, Thatcher Road, se erige el busto.

Fue presentado el 10 de junio, conocido en las Islas como el Día Thatcher, de 2015. Su creador fue un escultor local llamado Steve Massam, quien hizo el trabajo ad honorem y el monumento se presenta junto a una frase emitida por la entonces primera ministra británica al momento de la Guerra de Malvinas: “Ellos son pocos en los números, pero tienen el derecho a vivir en paz, de elegir su propio estilo de vida y lealtad”.

Como si fuera poco, en uno de los pasillos de la Casa del Gobernador de Malvinas existe la llamada "Puerta Thatcher" y dentro de la misma residencia está colgado un cuadro con su foto.

“Ella fue la única que nos escuchó en un momento de la historia de nuestras islas que nos parecían tener olvidados. Fue nuestra salvadora”, le dijo a Infobae Patty, una comerciante de 45 años, que a las seis de la mañana de cada día sale a correr de un extremo a otro de la avenida principal de Puerto Argentino, Ross Road.

La Argentina, siempre presente

En una de las calles, al este de la Isla Soledad, se levantó un inmenso mástil, donde los diferentes visitantes a las Malvinas colgaron unos carteles de madera con referencia a sus países o ciudades de origen. Cada tabla posee uno de sus bordes en punta, la cual indica hacia qué punto cardinal se encuentra su lugar de origen.

 
“Ojos de Campo. Taller de Fotografía para Chicos. San Andrés de Giles 1.930 km”, dice una de las tantas maderas en forma de flecha

Hay señales de Italia, Dinamarca, Francia, Argentina, Madrid, hasta Santiago del Estero. Sin embargo, la más llamativa fue realizada en San Andrés de Giles, una localidad de 3.200 habitantes: en la tabla se puede leer la inscripción: “Ojos de Campo. Taller de Fotografía para Chicos. San Andrés de Giles 1.930 km”. Ese cartel fue realizado y enviado por decenas de chicos que forman parte del taller fotográfico, en el cual no sólo aprenden ese arte, sino que reivindican la soberanía argentina.

La cárcel con un puñado de presos

Una característica clásica de los pequeños pueblos. Entre los poco más de 2.500 habitantes de Puerto Argentino, los crímenes y los delitos parecen pertenecer al terreno de la ficción. La comisaría y la cárcel de la capital de las Islas Malvinas aparentan ser dos pequeñas oficinas de paredes de maderas y lámparas con luces cálidas. Así, desde el Gobierno de las Islas se informó que en la prisión solo hay diez personas detenidas. Algunos pocos cometieron robos y la mayoría de los encarcelados fueron privados de su libertad por protagonizar incidentes en la vía pública debido a diversos cuadros de ebriedad.


La estación de policía y el edificio de la nueva cárcel, que se inauguró en 2009

La guerra, en los otros ojos

Resultan inevitables el shock y la incomodidad para cada visitante argentino al momento de toparse con las expresiones de los residentes en las Islas respecto a la guerra de 1982. Posiblemente, uno de los espacios de mayor contrapunto y de una más profunda carga emocional se vivió dentro del Museo Histórico de las Islas.

Dentro del pequeño establecimiento se diseñó y presentó una sala especial dedicada al punto de vista de los residentes en las Islas respecto al conflicto bélico que mantuvieron Argentina y Gran Bretaña entre abril y junio de 1982.


Sala temática del Museo Histórico de las Islas

“1982 en nuestra propia historia”, es el título de la sala temática y refleja nada menos que el punto de vista de los residentes de las Islas Malvinas desde el momento de la llegada de los militares argentinos al archipiélago y hasta el final del conflicto bélico.

El espacio está decorado con decenas de fotos, entre las que se destacan algunas imágenes tomadas por los residentes dentro de sus casas al momento del ingreso de los tanques argentinos. También se expuso la imagen de un panfleto presuntamente repartido por el ejército argentino a los locales con el fin de entablar un vínculo durante el comienzo de la guerra.

Así y todo, el registro de mayor impacto emocional es un documental expuesto en una pantalla gigante y titulado “Esta es nuestra historia”. Durante más de 15 minutos se muestran imágenes y fotos de la guerra y, de manera constante, se escuchan los testimonios de los residentes civiles locales y sus respectivas experiencias. El video finaliza con la ya famosa imagen de los soldados argentinos en plena rendición, con sus 18 y 19 años y sus débiles estados físicos, mientras se escuchan en simultáneo las palabras de alegría y alivio de los residentes locales por haber ganado la guerra y puesto fin al conflicto bélico.

Uno de los cuatro periodistas argentinos que viajó a las Malvinas en el vuelo de Latam de San Pablo-Córdoba-Malvinas es un ex combatiente. Regresó al archipiélago por primera vez desde su participación en la guerra. Ese preciso final del documental lo hizo quebrarse en un llanto desconsolado.

El coleccionista de huesos

Al sur de la ciudad de Puerto Argentino hay una residencia muy particular. Se trata del domicilio de Mike Butcher, quien se encargó durante años de coleccionar, limpiar y montar los esqueletos de diferentes tipos de ballenas de la zona. Y lo hizo en el patio de su casa.

El “coleccionista de huesos” expuso al menos cuatro variedades de esqueletos de diferentes tipos de ballenas en el simulado jardín delantero de su hogar.


El jardín de Mike Butcher

Sin la necesidad de convertir su domicilio en un museo natural, Butcher no tuvo mejor idea que colgar un cartel en una de las vallas de madera de la entrada y poner una lata sin tapa en el suelo. Allí, pide a los visitantes que dejen limosna para que él pueda persistir en la práctica de su hobby.

 
Monumento formando un arco con huesos de costillas de ballena

Así y todo, la casa de Butcher no es la única que expone los restos óseos de los cetáceos. En el jardín delantero de la Catedral de Puerto Argentino se erige un monumento formado por una especie de arco con huesos de costillas de ballena. La costumbre en las Islas es que aquellos matrimonios que se casaron dentro de la Catedral se introduzcan debajo de esos huesos para tomarse las primeras fotos como recién casados.

Antonina, la primera argentina en declarar su lealtad a la corona británica

Cerca del extremo este de la calle Ross Road se encuentra el cementerio de Puerto Argentino. Allí, entre la turba típica del terreno malvinense y las tumbas desgastadas y las cruces de piedra torcidas y caídas sobre el terreno, se destaca una lápida de mármol. Es nueva. No tiene más de diez años instalada allí. Sin embargo, la persona que yace debajo perdió la vida en 1869.

La dedicación y el cuidado de la lápida confirmaron que la difunta homenajeada es una especie de heroína para los residentes en las Islas.

Se trata de Antonina Roxa, que nació en la provincia de Salta en 1807, en ese entonces perteneciente al Virreinato del Río de La Plata y quien, según muchos historiadores, fue la primera persona no británica de las Islas Malvinas en declarar su lealtad a la Corona inglesa, en 1841.

 
La lápida de Antonina Roxa (Fotos: Infobae)

Se decía que era una suerte de “princesa”, al ser la hija de un jefe aborigen salteño. Llegó a las Malvinas en 1824 junto a una treintena de gauchos. “Roxa” formó parte de la delegación de Luis Vernet, el primer gobernador-comandante argentino en las Islas. Ya para 1829, Vernet nombraría a Antonina como ama de llaves de la residencia familiar y sede de gobierno y comadrona oficial del poblado.

Sin embargo, con la invasión británica de 1831, la historia de ese grupo de gauchos cambió para siempre. Mientras la mayoría de la población optó por abandonar la Isla ante la llegada del Imperio Británico, “Roxa” decidió permanecer allí. Fue una de las 14 personas de la comitiva de Vernet que se quedó en las Malvinas.

Con el pasar de los años, afianzó su relación con los británicos y hasta se convirtió en una especie de médica de la ciudad. También reforzó su perfil empresarial: llegó a poseer decenas de animales y se adueñó de un campo de unas 2.428 hectáreas. Murió a los 62 años, víctima de un cáncer.

Casi cien años después, los entre 10 y 15 argentinos residentes en las Islas Malvinas optaron por adoptar un perfil extremadamente bajo.

Infobae se contactó con dos argentinos residentes en la capital malvinense (y ambos casados con ciudadanas nacidas en las Islas). Ninguno quiso brindar su testimonio. Temían represalias tanto en las redes por parte de sus compatriotas, como en su propio lugar de residencia, por los compañeros de trabajo o del barrio.

viernes, 30 de agosto de 2019

Malvinas y el eterno objetivo de volver (a cualquier costo)

Las Malvinas: “Las llaves de los mares del sur”





El 2 de abril de 1982, la Argentina tomó posesión de las Islas Malvinas, territorio usurpado por los ingleses en 1833. La ocupación dio comienzo a una guerra que concluiría dos meses más tarde -el 14 de junio de 1982- con más de 650 muertos del lado argentino y más de 250 muertos, de las fuerzas armadas inglesas. Argentina perdió la guerra, pero sigue reclamando por vías diplomáticas los legítimos derechos sobre el territorio usurpado por la fuerza.

En octubre de 1829, el gobernador de Buenos Aires Juan José Viamonte había prohibido sin éxito la pesca y captura de ballenas, porque el gobernador de las islas no tenía barcos ni elementos para hacer cumplir la reglamentación. Dos años después, Juan Manuel de Rosas reemplazó esta reglamentación por un impuesto a los buques pesqueros, pero tampoco esta vez logró efectivizarse la ley.
Ante el incremento de la pesca y la caza indiscriminada, el gobernador de las islas Luis Vernet resolvió apresar a tres balleneros norteamericanos que cargaban pieles de foca sin permiso. El 28 de diciembre de 1831, el capitán Silas Duncan, de la fragata estadounidense Lexington, desembarcó en Puerto Soledad, atacó sus instalaciones, destrozó la artillería, quemó la pólvora y tomó prisioneros a seis oficiales argentinos.

El gobierno de Buenos Aires reaccionó enérgicamente y Rosas le pidió al ministro de Relaciones Exteriores de Buenos Aires, Manuel Vicente Maza, que presentara una protesta formal ante Washington. El cónsul yanqui, Slacum y el encargado de negocios Bayles fueron declarados personas no gratas y expulsados del país. Pero antes de partir, avisaron al ministro inglés que las islas estaban desguarnecidas invitando a los hijos de Su Graciosa Majestad a invadir las islas.
El 2 de enero de 1833 se presentó en Malvinas la corbeta inglesa Clio cuyo comandante, el capitán John James Onslow, expulsó por la fuerza a las tropas argentinas. El 15 de enero el ministro Maza reclamó por el atropello ante el ministro inglés, Philip Gore.
Desde entonces, nuestro país ha reclamado el reconocimiento de los legítimos derechos sobre ese territorio. La guerra iniciada en 1982 fue el manotazo de ahogado que la dictadura agonizante, intentó dar a fin de perpetuarse en el poder. Reproducimos a continuación diversos testimonios recogidos por Fermín Chávez en la revista Crisis, publicada en 1975.
Los testimonios registran desde la toma de posesión por parte de España en el siglo XVIII, hasta las opiniones de José Hernández y Domingo Faustino Sarmiento, pasando por el decreto de Martín Rodríguez sobre la organización política en “las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar Atlántico”, la posesión pública en nombre del gobierno de Buenos Aires, una denuncia de las pretensiones inglesas realizada por Manuel Moreno casi un año antes de la usurpación, una entrada de la enciclopedia británica sosteniendo que las islas “son esencialmente una parte de la Patagonia” y otros testimonios.
Fuente: Fermín Chávez, Revista Crisis, 1975.

Francia devuelve puerto Luis, 1767

“Toma de posesión de nuestro establecimiento de las Malvinas por los españoles. El 1º de abril entregué nuestro establecimiento a los españoles que tomaron posesión de él enarbolando la bandera de España, que desde tierra y desde los navíos saludaron con veintiún cañonazos a la salida y a la puesta del sol.”
Louis-Antoine de Bougainville 1

El consejo de Vértiz al rey

“¿Qué más da decir que Vértiz aconsejó el abandono de las Malvinas y que Floridablanca se opuso, como revelan los papeles de Simancas? ¿Y qué agregaría exponer cómo ciertas reparticiones públicas argentinas aconsejaron lo mismo, con respecto de las Oreadas, y que Yrigoyen, en su primera presidencia (1916-1922), ordenó perentoriamente la permanencia de la base?”
Diego Luis Molinari 2

David Jewett, ejercicio de soberanía

“Tal era la situación jurídica cuando la Argentina, después de declarar su independencia, vuelve a ocupar las Malvinas. El 6 de noviembre de 1820 David Jewett, comandante de la Heroína, tomó posesión de las islas en nombre del gobierno de las Provincias Unidas de Sudamérica.”
Ricardo Zorraquín Becú 3

Jewett entra en Puerto Soledad, 1820

“En esta situación entré en la bahía de este puerto el 27 de octubre, al cerrarse el día. No pudiendo alcanzar el puerto, y hallando el paraje propio para echar ancla, mandé que se efectuase, estando entonces a cosa de diez millas del antiguo pueblo de la Soledad. Al día siguiente, pasé en el bote a explorar qué recursos nos ofreciese este lugar, como única esperanza de salvar de una disolución inmediata, puedo decir, a los sobrevivientes de las desgracias que, por la mala calidad y escasez de los víveres, y la falta total de legumbres y de carne fresca, se hallaban reducidos al borde de la desesperación.”
David Jewett 4

Ejercicio de dominio en Islas Malvinas

Buenos Aires, junio 10 de 1829.
“(…) el gobierno ha acordado y decreta:
Art. 1. — Las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar Atlántico serán regidas por un comandante político y militar, nombrado inmediatamente por el gobierno de la República.
Art. 2. — La residencia del comandante político y militar será en la Isla de la Soledad, y en ella se establecerá una batería, bajo el pabellón de la República.

Art. 3. — El comandante político y militar hará observar por la población de dichas islas las leyes de la República, y cuidará en sus costas de la ejecución de los reglamentos sobre pesca de anfibios.”
Martin Rodríguez 5

Del diario de Luis Vernet

“Domingo 30 de agosto de 1829. Buen tiempo, con algunos chubasquitos de agua. Neblina por la mañana temprano y luego claro, y después volvió a nublar y a llover un poco. Viento N.E. Pusimos la bandera de la patria y tiramos veintiún cañonazos, y tomamos posesión públicamente, y en nombre del gobierno de Buenos Aires, de esta isla.”
Luis Vernet 6

Del diario de la señora Vernet

“Puerto de la Soledad. Domingo 30 de agosto de 1829. Muy buen día de Santa Rosa de Lima (Patrona de América), y por lo que determinó Vernet tomar hoy posesión de las islas en nombre del gobierno de Buenos Aires. A las 12 se reunieron los habitantes. Se enarboló la bandera nacional, a cuyo tiempo se tiraron veintiún cañonazos. Repitiéndose sin cesar: ‘¡Viva la Patria!’. Puse a cada uno en el sombrero cintas de los dos colores que distinguen a nuestra bandera.”
María Sáez de Vernet 7

Se prepara el asalto

“Hace algún tiempo hablamos del derecho que reclama el gobierno de Buenos Aires a las islas Malvinas, y por avisos recientes parece que se persiste en esta pretensión. Un buque de tránsito llamado el Superior, que tocó en Puerto Luis por víveres, fue tomado por Vernet, que se titula gobernador; la tripulación fue puesta en arresto, tratada con mucha inhumanidad y dejada con muy pocos víveres para subsistir. Al fin, fue remitida al Río de Janeiro. Una embarcación armada salió también de Puerto Luis en persecución de otro buque que se decía hallarse en otras islas. El gobierno americano está dispuesto a poner término a estos ultrajes.”
Morning Herald, Londres, 2-2-1832 8

Objeto del complot

“El objeto de aquel complot se dirige a que el gobierno inglés reclame la soberanía y posesión de aquellas islas; obtenido lo cual, sea o no con el consentimiento del gobierno de la República, a que evidentemente pertenecen, esperan en calidad de ingleses dividirse grandes mercedes, especular sobre la venta de terrenos a unas segundas manos y, en fin, desalojar al Sr. Vernet y sus colonos.”
Manuel Moreno, 25-2-1832 9

Un míster Thwaites

“Luego que empezaron a verse las ventajas con que se había establecido el Sr. Vernet, en una de ellas con permiso y autorización del gobierno de la República; luego que se tocaron los provechos que se derivaban del ganado que existe en ellas; que se demostró la aptitud a la agricultura de un clima propio y saludable (…), se formó un complot entre algunos ingleses residentes en Buenos Aires, a cuya cabeza, o al menos como agente, según demostraré, se ha puesto un Mr. Thwaites, hermano de uno de los propietarios del Morning Herald, que hace tiempo existe en Buenos Aires con poca fortuna…”
Manuel Moreno, 25-2-1832 10

La intriga urdida en Londres

“Por una persona de confianza que he hecho acercar a los dueños del Morning Herald me he confirmado en los detalles de esta intriga que tengo antes manifestado.”
Manuel Moreno, 21-3-1832 11

Carne con cuero en las Malvinas

“Era admirable contemplar la destreza con que el gaucho se movía ágilmente detrás de la bestia hasta que al fin logró darle un corte fatal en el principal tendón de la pata trasera… Cortó varios trozos de carne, con piel y todo, pero sin hueso, en cantidad suficiente para nuestra expedición. Entonces marchamos a caballo al sitio en que habíamos de dormir y tuvimos de cena ‘carne con cuero’, esto es, carne asada con su piel. Es un bocado tan superior a la carne de vaca ordinaria como el venado lo es al cordero. Se puso encima de las brasas un gran trozo circular sacado del cuarto trasero, con el pellejo hacia abajo, en forma de plato, de suerte que no perdió nada de la sustancia.”
Charles Darwin, 1833-3412

Los objetivos británicos

“Pero, ¿la protesta es suficiente por sí sola para producir la restitución?… de ningún modo. Tenemos que suponer que la Inglaterra ha sido impulsada a este paso por vastas miras de un inmenso interés; y éstas son cabalmente las que a la república conviene balancear y cruzar.
“(…) Si no me equivoco, dos son los motivos primordiales de aquella conducta; el primero: apoderarse de un punto de observación importante sobre el segundo canal para el comercio del mundo con los establecimientos de la India, y con la Gran China. Esta situación facilita a la Inglaterra una ventaja decisiva sobre las demás naciones después de ser dueña como lo es del Cabo de Buena Esperanza.
“(…) El segundo es: tomar las llaves de los mares del Sur para hacerse señora del comercio del pacífico.”
Tomás Guido. 21-1-1833 13

Retomar las Malvinas

“Yo me atrevo a indicar como el mejor modo, el más pronto y que ahorraría tiempo, gastos y los incalculables males de una guerra formal, a la par, que no haríamos sino poner en ejercicio la reivindicación de nuestra soberanía, y es retomar las Malvinas. Este proyecto exige rapidez en su ejecución. Con aprestar en quince días, si fuese posible, dos buques de fuerza y dos transportes con quinientos hombres, bien provistos de pertrechos de guerra, guardar un sigilo impenetrable de su objeto, y despacharlo con pliego cerrado, para que se abra en determinada altura, y se obre con arreglo a las “instrucciones’, producirá el inapreciado resultado de recuperar y fortificar las Malvinas.”
José Francisco de Ugarteche, 28-1-1833 14

Son una parte de la Patagonia

“Las islas Falkland son esencialmente una parte de la Patagonia, con la cual se hallan unidas por una elevada plataforma submarina.”
Encyclopadia Britannica 15

Derechos perfectos

“Perseverantemente atiende el gobierno los incontestables derechos perfectos de la República al territorio de las Malvinas.”
Juan Manuel de Rosas, 1845 16

Incontestables derechos

“Invariablemente sostiene el gobierno de la Confederación los incontestables derechos de la República al territorio de las islas Malvinas.”
Juan Manuel de Rosas. 1848 17

Programa de exámenes

El programa de exámenes del Federal de Niñas incluye el tema “Confederación Argentina, 17 Provincias, Tarija, Paraguay, las islas Malvinas y Patagones que los Geógrafos Europeos segregan indebidamente del territorio de la Provincia de de Buenos Aires”.
La Gaceta Mercantil, 1847 18

Colegio republicano federal

“Estos exámenes son públicos: tienen lugar anualmente durante ocho días consecutivos, mañana, tarde y noche y versan sobre todas las materias de la enseñanza (…) Así, una de las cuestiones más largamente tratadas en el programa de geografía es ésta: ‘Demostración de los derechos perfectos de la Confederación Argentina sobre el Paraguay, sobre la costa patagónica y las islas Malvinas; derechos injustamente rebatidos y desconocidos por las potencias europeas’.”
Alfred de Brossard 19

Una obra abultada

“Después que usted en la memoria que está escribiendo, haya presentado los títulos de soberanía de la Confederación Argentina sobre toda la parte austral del continente americano hasta el Cabo de Hornos, debe ocuparse de tratar la cuestión de derecho, sobre la prescripción de esos títulos, o derechos que pueda alegar el gobierno de Chile, por la actual no ocupación de parte de esta República y hacerlo con toda la extensión que demanda su importancia, aun cuando en ella se ocupe un tiempo mayor y haga salir una obra abultada.”
Juan Manuel de Rosas a Pedro de Angelis, 1848 20

Pretensiones de Buenos Aires

“Instruyan a Mr. Southern que intente verificar cuál es la extensión hacia el sur y el estrecho de Magallanes y Patagonia meridional, sobre la cual las pretensiones de Buenos Aires o sus actuales autoridades puede inferirse que alcanzan; y, en su opinión, cuál sería la actitud que adoptaría el gobierno de Rosas, acerca de cualquier proyecto para establecer una colonia inglesa, así fuese bajo la soberanía británica, o no, en la Patagonia meridional.”
Lord Palmerston, 1850 21

Con el mayor recelo

“Mi Lord. En respuesta a su despacho número 27, señalado como ‘confidencial’, tengo el honor de informar a V.S. que el gobierno argentino pretende la soberanía de todo el territorio al sur de Buenos Aires hasta el Cabo de Hornos, y que mira con el mayor recelo aún los establecimientos temporarios que se fijan ocasionalmente en dichas costas por los pescadores de lobos y recolectores de guano.”
Mr. Southern. 1850 22

Una grita general

Tengo el honor de incluir dos extractos del Mensaje del General Rosas a la Legislatura de 1849, por los que percibirá V.S. la naturaleza de las pretensiones de este gobierno. Puedo agregar que la mínima tentativa de establecerse desafiando estas pretensiones será seguida por una grita general, que podría llegar a destruir las presentes relaciones amistosas.”
Mr. Southern, 1850 23

Una opinión llamativa

“Pero no sería éste el cargo más grave que habría que hacer a la diplomacia norteamericana, y por el que debiera dar una reparación su gobierno, sino el de la pérdida de las islas Malvinas, poseídas en justo título por España durante cuarenta años, y por la República Argentina durante veinte; puesto que fueron fuerzas norteamericanas las que las despoblaron; y las doctrinas del ministro Baylies las que indujeron a Inglaterra a apoderarse de ellas.”
Domingo F. Sarmiento, 1866 24

Importancia incuestionable

“La importancia de las Islas Malvinas es incuestionable. Su proximidad a la costa Sud de nuestro territorio, sus inmejorables puertos para el comercio y navegación de aquellas costas, el valioso ramo de la pesca, la cría de ganados vacuno y lanar, para la cual se prestan maravillosamente sus fertilísimos campos, con ricas aguadas permanentes, todas éstas son ventajas reconocidas por los que han visitado dichas Islas.”
José Hernández, 1869 25

Los norteamericanos

“En 1831 fueron apresados en las islas tres buques norteamericanos que habían reincidido en la pesca de anfibios contra los terminantes reglamentos que debía hacer observar la autoridad de aquella jurisdicción.
“(…) A consecuencia de ese apresamiento el comandante de un buque de guerra norteamericano, destruyó la floreciente colonia de la isla Soledad, y ese hecho injustificable fue precisamente lo que indujo a Inglaterra a apoderarse de las Malvinas, consumando ese atentado contra la integridad territorial de la Nación Argentina, cuya soberanía sobre aquellas islas había sido siempre respetada.”
José Hernández, 1869 26

Referencias:

1 Louis Antoine de Bougainville, Voyage autour du monde, París, 1771.
2 Diego Luis Molinari, Orígenes de la frontera austral argentino-chilena, Patagonia, Islas Malvinas y Antártida,Buenos Aires, 1961.
3 Ricardo Zorraquín Becú, Los derechos argentinos sobre las islas Malvinas, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 1964.
4 Mario D. Tesler, Expedición de David Jewett a las islas Malvinas 1820-1821, Santa Fe, 1968.
5 Pedro Rivas, Lecturas históricas según el orden de las principales efemérides argentinas para el uso diario de las Escuelas, Barcelona, 1884.
6 José Luis Muñoz Azpiri, Historia completa de las Malvinas, Buenos Aires, 1966
7 Ibídem.
8 Ibídem.
9 Ibídem.
10 Ibídem.
11 Ibídem.
12 Charles Darwin, Journal of researches into the natural history and geology of the countries visited during the voyage of H. M. S. Beagle round the world, Londres, 1839.
13 José Luis Muñoz Azpiri, op.cit.
14 Ibídem.
15 Encyclopedia Britannica, t. IX.
16 Mensajes a la Legislatura, años 18451 y 1848.
17 Mensajes a la Legislatura, años 18451 y 1848.
18 La Gaceta Mercantil, Buenos Aires, 25 de octubre de 1847.
19 Alfred de Brossard; Considerations historiques et politiques sur les Républiques de la Plata dans leurs rapports avec la France et l’Anglaterre, París, 1850.
20 Diego Luis Molinari, op. cit.
21 Ibídem.
22 Ibídem.
23 Ibídem.
24 José Luis Muñoz Azpiri, op.cit.
25 El Río de la Plata, Buenos Aires, 26 de noviembre de 1869.
26 El Río de la Plata, Buenos Aires, 26 de noviembre de 1869.