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miércoles, 27 de julio de 2022

Gran Malvina: El médico de Puerto Howard

Fue a la guerra como personal de sanidad, luchó para salvar a los heridos y sus últimas palabras fueron para Malvinas

El pasado 31 de octubre falleció víctima de un ACV, Gilberto Boles Pereda, que en la guerra se desempeñó como odontólogo en Puerto Yapeyú. Como el resto del Regimiento de Infantería 5, padeció el aislamiento y la falta de insumos, carencias que supo suplir con su predisposición para el hacer el bien, que fue su conducta de vida. El conmovedor video que grabó minutos antes de su muerte


Por Adrián Pignatelli || Infobae
La entrevista que hizo el Teniente Coronel VGM Boles Pereda se realizó  en el marco de “Malvinas 40 años” para registrar testimonios para un libro de la Sanidad Militar en Malvinas (Video editado y cedido por el Ejército Argentino)

Cuando había un bombardeo inglés, el personal médico del modesto puesto sanitario del Regimiento de Infantería 5 se transformaba. Ese espacioso salón de cinco por diez metros, de paredes de chapa, que en los tiempos de paz los socios del Port Howard Social Club lo usaban para reunirse, tomar cerveza y pasar el tiempo, era literalmente agujereado como un queso gruyere por las esquirlas de los explosivos.

Los heridos argentinos -que por las dudas se colocaban el casco- no salían de su asombro por la automática reacción de médicos y enfermeros que dejaban de lado la parsimonia de las escasas horas de tranquilidad, iban y venían, se internaban en el campo en la búsqueda de heridos, muchas veces en la inmensidad de la noche, conscientes que los segundos eran valiosos, y que podía significar la vida o la muerte para alguien que necesitase asistencia.

Gilberto Boles Pereda estuvo en la guerra como teniente primero odontólogo, en Puerto Yapeyú, con el Regimiento 5.

Uno de los que se transformaba era el teniente primero Gilberto Alejandro Boles Pereda, odontólogo, 29 años, que en uno de sus bolsillos conservaba la típica pieza de extracción de dientes. Fue el único implemento con el que contó, que ni supo cómo había llegado a su bolsillo.

El buque Córdoba, que debía llevarles todo lo necesario para la atención médica, retrasó su partida por un choque en el puerto y cuando quiso zarpar, el bloqueo inglés se lo impidió. Desde que los ingleses establecieron la cabeza de playa en San Carlos, los efectivos de la fuerza de tareas cuya cabeza visible era el Regimiento 5, asentada en Puerto Yapeyú, en la isla Gran Malvina, fueron los aislados entre los aislados, como gustan aún describirse.

Boles Pereda, que hacía poco se había recibido, que no le dijo a su madre maestra y a su papá farmacéutico que iba a la guerra, sino que les avisó desde las islas, que se negó a volver para que no le sellasen el pasaporte, que su devoción por la religión lo hacía cuidar el costado espiritual y afectivo de los soldados, falleció el pasado 31 de octubre, después de estar tres meses internado luego de sufrir un ACV.

Se descompuso inmediatamente después de dejar grabado su testimonio de su papel en la guerra.

Desde las islas, Boles Pereda escribió varias cartas. Pedía perdón por la letra chica, decía que lo hacía para poder contar más. (Gentileza Familia Boles Pereda)

Porteño, nacido el 25 de octubre de 1952, fanático de San Lorenzo y del Turismo Carretera, y que los domingos no se perdía una carrera, hace un poco más de treinta años que, a partir de ayudar en una mudanza, había conocido a su esposa, Patricia.

Tendrían a Catalina, ahora de 30 años, terapista ocupacional; Juan Pablo, de 27, un radiólogo que lleva el nombre en honor al Papa polaco; sigue Keila, de 25, a punto de recibirse de maestra jardinera; Mateo, de 18, terminando el secundario, que aún no tiene decidido qué estudiar y Milagros, de 12. Ella fue adoptada cuando tenía 11 meses, y el nombre se lo pusieron las enfermeras al nacer, porque estuvo muy delicada de salud. Con todos ellos dialogó Infobae, a escasas horas de haber despedido a su padre.

Las voces de sus hijos suenan claras a través del auricular y esperan que uno termine de hablar para otro acotar. “Para él, Malvinas fue su gran orgullo. Hablaba en la familia sobre la guerra pero no contaba detalles duros. Participaba de desfiles y asistía a las conmemoraciones del 2 de abril. Siempre se negó a viajar a las islas mientras tuviera que dejarse sellar el pasaporte. ‘Si es mi país, cómo voy a dejar que hagan eso’, cuentan los hijos.

En la soledad de Puerto Yapeyú. Boles Pereda es el segundo desde la izquierda. En el otro extremo, parado, el capellán (Fotografía "Malvinas. Puerto Yapeyú 1982. La historia de la fuerza de tareas Yapeyú durante la campaña del Atlántico Sur, de Roberto Malatesta)

En las cartas que escribió desde las islas y que la familia conserva como tesoro, pedía perdón por la letra chiquita, pero era porque quería escribir mucho. Las firmaba con un “para todos un beso grande y un abrazo de su Gilbertito”.

“En los momentos de mayor peligro, es como que el miedo desaparece; lo que pesa más es la responsabilidad que teníamos sobre los soldados”, explica Emilio Samyn Ducó, por entonces subteniente de dicha unidad. “Con los médicos ocurría lo mismo. Estando herido me sorprendía verlos trabajar, como cuando salían como una flecha a buscar heridos, sin reparar en el peligro”.

Boles Pereda era una persona extremadamente humilde, pero de carácter fuerte y exigente, según recuerdan. “Eran de los que sabían imponerse, pero para hacer el bien”.

Recorría los catres donde estaban los soldados heridos para levantarles el ánimo. Grande fue su desconsuelo cuando descubrió que el soldado chaqueño Gerónimo Maciel, al que debieron amputarle un brazo, respiraba muy mal, y los médicos no pudieron evitar el paro cardíaco y falleció. “Sentí mucho dolor e impotencia”, confesaría años después. Siempre recordó el detalle del perro que aullaba cuando lo enterraron.

Primero desde la izquierda, Gilberto Boles Pereda posa en Puerto Yapeyú, junto a personal de la Compañía de Sanidad 3. (Del libro "Malvinas. Puerto Yapeyú 1982. La historia de la Fuerza de Tareas Yapeyú durante la campaña del Atlántico Sur, de Roberto Malatesta)

Llevó un registro día por día de lo vivido en las islas, que incluían desde el santo y seña que debían usar hasta los estados del tiempo. Poseía una memoria prodigiosa, tenía presente el rostro de cada uno de los soldados. Roberto Malatesta, quien lo entrevistó para su libro “Malvinas. Puerto Yapeyú 1982″, contó que la emoción a veces le impedía continuar el relato. “Se notaba que la guerra lo había marcado mucho”, le dijo el autor a Infobae.

Por sobre todo, era muy creyente. Cuando al capellán del regimiento Nicolás Solnyczny se quedó sin hostias, fue Boles quien encontró la solución. Se las arregló para canjear con los kelpers del lugar un poco de harina. La mezcló con agua, hizo una masa que estiró lo más que pudo para dejarla fina. La cortaba con una tapa de remedios y la cocinaba en el aparato que se usaba para la esterilización del instrumental. Y los heridos pudieron comulgar.

El decía que el día más triste fue cuando vio cuando arriaron la bandera argentina.

Los hijos remarcan que era callado y un tanto reservado en reuniones y que no importaba el lugar donde fueran, siempre se encontraba con gente conocida. Y que era muy recto y honrado y dedicado al trabajo. Le gustaba escuchar tangos aunque en el consultorio, para que sus pacientes se sintiesen tranquilos, ponía música mantra. Había pacientes que tenía tanto en el Hospital Militar de Campo de Mayo como en la clínica privada donde trabajaba por la tarde, que solo aceptaban atenderse con él. Era habitual que al final del día se apareciera en la casa con vinos o chocolates que ellos le regalaban.

Remitente Islas Malvinas. Uno de los tantos sobres con las cartas que la familia atesora (Gentileza familia Boles Pereda)

Durante la pandemia, cuando la cuarentena era estricta, solía concurrir a las terapias intensivas a dar la eucaristía a los enfermos, ya que su condición de Ministro de la Eucaristía así se lo permitía. “Si Dios y la Virgen quiere…”, solía repetir como una muletilla.

Era culto y formado y, medio en serio y medio en broma, en la familia lo desafiaban a anotarse en algún programa de preguntas y respuestas, ya que los paseos que realizaban eran casi visitas guiadas con comentarios y acotaciones de los lugares por los que pasaban.

Se las arreglaba para llevar y traer a sus hijos. “Es nuestro Uber”. Con la hija más chica se divertían asomados al balcón, saludando a los colectivos que pasaban. Era deportista y corría maratones. “Hoy es un día ideal para la práctica del deporte”, solía decir.

Hace tiempo que Silvia Barrera, que en la guerra se desempeñó como instrumentadora quirúrgica, y Paula Baruja, profesora y licenciada en enfermería -en el marco de un proyecto de investigación de la licenciatura en enfermería del Colegio Militar de la Nación-, están registrando en video testimonios de veteranos de Malvinas que hayan pertenecido a Sanidad y especialmente sobre la Compañía de Sanidad 3, que pertenecía a la Brigada 3, de los que hay escasos registros de su desempeño en el conflicto. Todo el material lo volcarán en el documental “Heridas de guerra”. Costó convencerlo a Boles Pereda, que el año pasado se había retirado con el grado de teniente coronel, porque nunca había hablado de esa manera y siempre estaba complicado con los horarios. Sus recuerdos eran valiosos para reconstruir la movilización y el despliegue del puesto principal de socorro de esa brigada. Finalmente accedió.

Las grabaciones se hicieron en el Salón Belgrano del edificio del Estado Mayor del Ejército. El miércoles 28 de julio, aparte de Boles, estaba invitado el cirujano Horacio Quirós Taua.

En un ambiente donde había poca luz, de pronto se escuchó a alguien tropezándose con las sillas. Era Boles que se desplomaba. Llamaron una ambulancia y Paula Baruja lo acompañó en el vehículo. Camino al Hospital Militar Central, él le tomó la mano y le dijo que estaba feliz por haber podido contar lo que había vivido en las islas.

Esas serían sus últimas palabras.

La última fotografía. A punto de dar testimonio para un documental sobre la participación del personal de Sanidad durante el conflicto armado (Gentileza Silvia Barrera y Paula Baruja)

Estuvo tres meses internado y los médicos, sorprendidos, dijeron que la peleó como un guerrero. Cuando la familia lo visitaba y le hablaba, él respondía con gestos. Su hija Catalina relata que cuando le pasaron la Marcha de Malvinas movía la cabeza, los ojos y los labios. Falleció el 31 de octubre.

Lo sepultaron en el cementerio de la Chacarita, donde se dieron cita su familia, sus amigos y sus compañeros. El responso quedó a cargo del padre Santiago, del que se había hecho muy amigo, y en un momento se quebró en medio de la plegaria. Conmovió a los presentes los golpecitos que Milagros, su hija menor, le dio al féretro, acompañado por un “papá, te amo”, frase que resume, ni más ni menos, la vida de un hombre bueno.

martes, 6 de abril de 2021

Desenterrando al Capitán John Hamilton (SAS)

Desentierro en Gran Malvina

El Oficial Médico Andy Prosser trabaja en el cementerio de Howard (isla Gran Malvina) para desenterrar el cuerpo del Capitán John Hamilton (SAS) quien fuera abatido en combate.

sábado, 16 de enero de 2021

Período colonial: Port Egmont / Puerto de la Cruzada / Poil de la Croisade

Port Egmont / Puerto de la Cruzada / Poil de la Croisade




Port Egmont (español: Puerto de la Cruzada; francés: Poil de la Croisade) fue el primer asentamiento británico en las Islas Malvinas, en la Isla Saunders frente a Gran Malvina, y lleva el nombre del Conde de Egmont.


Ubicación de Port Egmont

Topónimo



Detalles de un mapa de Port Egmont en 1770 por Carrington Bowles.

El nombre original del asentamiento era Jason's Town y el término Port Egmont se refería al cuerpo de agua comprendido por Saunders Island, Keppel Island y la isla principal de West Falkland. [1] Fort George era la pequeña guarnición establecida cerca. [2] Los detalles del asentamiento se incluyen en un mapa dibujado por Carrington Bowles y publicado por primera vez en 1770; sólo queda una copia conocida.

Historia



Carta de MacBride, la ruta del barco representada es la del HMS Jason en 1766

Port Egmont fue establecido el 25 de enero de 1765, por una expedición dirigida por el comodoro John Byron que constaba de los barcos HMS Dolphin, HMS Tamar y HMS Florida. La expedición dejó un abrevadero y un huerto.

Otra expedición llegó alrededor de un año después, en enero de 1766, liderada por el capitán John MacBride, con los barcos HMS Jason, HMS Carcass y HMS Experiment, que dan nombre a la isla Carcass y las islas Jason. Esto fue para asegurar la posesión, y McBride ordenó que uno de los barcos se quedara en Port Egmont y desarrollara el asentamiento, lo que resultó en varios edificios permanentes y una guarnición. MacBride, al mando del HMS Jason, llevó a cabo el primer levantamiento hidrográfico de las Malvinas en 1766 y descubrió varias islas menores, incluidas Weddell, Beaver y New Islands en el extremo suroeste del archipiélago. El gráfico basado en esa encuesta fue uno de los más precisos para su época. MacBride también realizó las primeras observaciones meteorológicas sistemáticas en las Malvinas. En enero y febrero, el termómetro en Port Egmont subió a 59 ° F (15 ° C), pero no más; en agosto, una vez bajó a 20 ° F (−7 ° C), pero rara vez fue inferior a 32 ° F (0 ° C).

Los siguientes años resultaron en reclamos contradictorios con los franceses y españoles, y los británicos utilizaron Port Egmont como base para su reclamo. A principios de 1770, el comandante español Don Juan Ignacio de Madariaga visitó brevemente Port Egmont. Regresó de Argentina el 10 de junio con cinco barcos armados y 1400 soldados que obligaron a los británicos a abandonar Port Egmont.

En 1771, tras amenazas de guerra con España, la colonia fue reestablecida por el Capitán John Stott con los barcos HMS Juno, HMS Hound y HMS Florida, este último en la fundación del asentamiento original. El puerto se convirtió en una parada importante para los barcos que recorrían el Cabo de Hornos.

En 1774, Gran Bretaña abandonó muchas de sus guarniciones en el extranjero por razones económicas y Port Egmont no fue una excepción, y en 1776, las fuerzas británicas se fueron. En los años siguientes, la colonia fue tomada por los marineros, hasta que en 1780 fue finalmente destruida por orden de las autoridades españolas.

jueves, 5 de septiembre de 2019

Historia: Unas islas muy disputadas

Islas en disputa - Las muchas batallas por las Islas Malvinas

Military History Now


La batalla de las Islas Malvinas de 1914.

Una flotilla de buques de guerra, con varios cientos de tropas, es enviada desde Argentina. El objetivo es expulsar a todos y cada uno de los habitantes británicos de las disputadas Islas Malvinas, que se encuentran a 300 millas de la costa este de Sudamérica. Las islas deben ser tomadas, incluso si eso significa guerra.

Si bien esto se parece mucho a los eventos que precipitaron el conflicto de 1982 entre el Reino Unido y la junta militar que gobernaba Argentina en ese momento, en realidad son los movimientos de apertura del poco conocido Falklands Affair de 1770, una crisis internacional que casi llega a su fin. provocó una guerra europea entre Gran Bretaña y España en 1770.

Historia de las Malvinas

Si bien se pensaba que los nativos de la Patagonia habían visitado las Malvinas en siglos anteriores (esto se discute, vea los comentarios a continuación), fue un marino holandés quien fue el primer europeo en explorar el pequeño archipiélago rocoso en 1600. Sebald De Weert fue nombrado el pequeño grupo de Islas para sí mismo - él las llamó los Sebalds.

Noventa años después, el capitán de un barco inglés llamado The Welfare buscaría refugio de las tormentas en el sonido entre las dos islas más grandes de la cadena. Nombró las tranquilas aguas entre las masas de tierra en honor al jefe del Almirantazgo de la época, el vizconde de Falkland. Las propias islas pronto se dieron a conocer a los británicos como las Malvinas.

Ningún europeo habitaría en las Malvinas hasta que un héroe militar de Francia llamado Louis Antoine de Bougainville estableció una colonia allí en 1764. Tras la derrota de su país en América del Norte en la Guerra de la India francesa, Bougainville supervisó el asentamiento de Port Louis en Gran Malvina. El año siguiente, ajeno a la pequeña colonia francesa que ya estaba en su lugar, los británicos construyeron su propia base en la isla Soledad, llamada Port Egmont, y emitieron un reclamo a toda la cadena de islas para el Rey George.


Se construye la crisis

En 1767, los franceses transfirieron el control de Port Louis a España, que le cambió el nombre a Puerto Soledad. Los españoles administraron el asentamiento desde su sede del poder colonial en Buenos Aires. Casi inmediatamente, España reclamó a toda la cadena y ordenó a los británicos que se retiraran. Los británicos recíprocamente exigieron a España que se marchara. Aislados y lejos de las aguas del hogar, los británicos tenían pocos recursos para presionar sus demandas; Los españoles, por su parte, reunieron una fuerza de invasión de 1400 hombres y cinco buques de guerra: Industria, Santa Bárbara, Santa Catalina, Santa Rosa y Andaluz. Un coronel con el nombre de Don Antonio Gutiérrez fue colocado al mando de la fuerza y ​​la expedición se estableció a fines de mayo de 1770. Para el 10 de junio, llegó a las aguas de Port Egmont.

Disparos

El comandante británico, George Farmer, y su pequeña sección de revestimientos habían fortificado la base con una casa de bloques de madera y una batería de ocho libras de 12 libras, pero no fue suficiente cuando los españoles aterrizaron inesperadamente sus soldados en la isla. La guarnición británica intercambió disparos con las tropas españolas que marcharon en el asentamiento. Los españoles devolvieron el fuego. Reconociendo que su pobre guarnición era superada en número, Farmer se rindió a la base. Dentro de tres semanas, la guarnición británica y los colonos civiles fueron cargados en barcos y enviados a casa a Inglaterra.

Miedo a la guerra

Las noticias del ataque incendiaron la opinión pública británica y vieron a Londres muy cerca de declarar la guerra a España. Las hostilidades abiertas podrían muy bien haber seguido, si no fuera por la negativa de Francia a respaldar a España. Después de haber concluido recientemente la larga y costosa Guerra de los Siete Años con Gran Bretaña, la corona francesa estaba ansiosa por evitar más peleas con su enemigo a través del Canal. España se vio obligada a tragarse su orgullo y pedir disculpas a Londres, declarando que el gobernador de Buenos Aires se había mudado a las Malvinas sin órdenes de su país. Para 1772, la Union Jack estaba volando una vez más sobre Port Egmont en la Gran Malvina, pero los españoles mantuvieron el control de la isla oriental.

Gran Bretaña retiró sus fuerzas dos años después. Todo lo que quedaba de la presencia anglosajona era una pequeña placa de metal que declaraba a las Islas Malvinas como propiedad del Reino Unido. España retiró su guarnición de las islas en 1806. Un marcador en su lado del archipiélago anunció el reclamo de España a toda la cadena.

Las islas fueron bastante por décadas, pero esa no sería la última vez que las Malvinas aparecerían en las páginas de la historia.
  • En 1820, un corsario estadounidense llamado David Jewett buscó refugio para reparar su heroína dañada en las Malvinas. Con licencia del gobierno de los recién independientes Estados Unidos de América del Sur, que luego se convertiría en Argentina, Jewett reclamó las islas para sus empleadores en Buenos Aires. Fue un evento que tendría terribles consecuencias 162 años después.
  • En 1828, un comerciante de 36 años de Hamburgo llamado Louis Vernet establecería un puesto de pesca comercial, caza de focas y ganado en el lado este de las Malvinas. El gobierno de Argentina, emocionado ante la perspectiva de colonos no británicos que ocupaban las islas, nombró a Vernet como gobernador. Pero el comerciante siempre astuto también obtuvo la aprobación de Londres para instalarse en las islas remotas. Los británicos estaban igualmente felices de ver que las islas se desarrollaron y asentaron. En 1831, Vernet se apoderó de tres barcos pesqueros estadounidenses por sobrepasar una cuota de sellado que él mismo impuso para las islas. Vernet arrestó a uno de los patrones estadounidenses y lo acompañó a Buenos Aires para ser juzgado. En su ausencia, el buque de guerra Lexington de los Estados Unidos atacó el asentamiento y arrestó a siete administradores por cargos de piratería. Al encontrar solo a colonos empobrecidos y mal alimentados, el comandante de la expedición estadounidense ordenó a sus marineros e infantes de marina que retiraran a los habitantes y los devolvieran a Sudamérica.
  • Después de años de estar vacío, el ejército británico volvió a ocupar las islas en 1840, estableciendo una instalación portuaria para el transporte transoceánico. Se convertiría en un punto de referencia vital para la Royal Navy durante las próximas décadas.
  • La guerra volvería a las aguas cercanas a las Malvinas en 1914, cuando la Flota Asiática Imperial de Kaiser llegó a las islas en diciembre para apoderarse y destruir las instalaciones portuarias británicas allí. Cuando los cruceros alemanes Scharnhorst, Gneisenau, Nurnburg, Dresden y Leipzig, junto con tres embarcaciones de apoyo se acercaron a Port Stanley, los barcos de la Royal Navy tendidos a la espera emboscaron a los asaltantes. Los acorazados Invincible e Inflexible junto con los cruceros Cornwall, Kent y Carnavon y los cruceros ligeros Bristol y Glasgow atacaron a la flota alemana, hundiendo a todos los cruceros enemigos y dos de las naves de apoyo. Cerca de 2.000 alemanes murieron en la batalla, incluido el almirante Maximilian von Spee. Fue un desastre absoluto para el Kaiser. Las bajas británicas fueron sorprendentemente ligeras: no se perdieron barcos, 10 marineros murieron.
  • Durante la década de 1960, Argentina comenzó a presionar su reclamo histórico a las Islas Falkland, a las que llama Las Malvinas. Esperando en vano buscar alguna forma o reparación en las Naciones Unidas, las relaciones entre Buenos Aires y Londres se tornaron tormentosas a lo largo de los años setenta. En 1982, la dictadura militar de Argentina trató de distraer a los ciudadanos del empeoramiento de la situación económica doméstica al tomar las islas. El movimiento llevó a una guerra con Gran Bretaña que costó la vida a casi 1000 personas. Las tensiones persisten entre los dos países sobre las islas.
  • En enero de este año, el primer ministro británico, David Cameron, aseguró a los votantes que su país lucharía para aferrarse a las Islas Malvinas. El presidente argentino ha acusado a Londres de colonialismo.

jueves, 22 de marzo de 2018

Glover capturado y listo para ser llevado al continente

Glover capturado y atendido médicamente

Foto de Sapucay de Malvinas


Foto rara y muy buena del piloto británico Jeff Glover quien un 21 de Mayo fue derribado en Puerto Yapeyu en la isla Gran Malvina, siempre se habló de que el causante del derribo fue el misil Blowpipe lanzado por nuestros Comandos pero la realidad es un poco mas compleja, en el lugar estaban los muchachos del RI 5 y todos los días veían como los aviones enemigos los atacaban casi siempre desde el mismo lugar, se determinó entonces "esperarlos" y así mismo sucedió, cuando pasó el avión de Glover los soldados hicieron con sus fusiles fuego nutrido sobre el avión el cual recibió numerosos impactos que el mismo Piloto cuenta con precisión, esto desestabiliza el avión y reduce la velocidad ante lo cual queda servido para el lanzamiento del Blowpipe que explotando muy cerca de la aeronave produce su derribo, aquí no intentamos decir fue de uno o del otro, solo queremos que el merito que tuvieron los soldados al disparar sus armas sea reconocido, Glover fue atendido por la gente de sanidad en especial la muchachada del Dr Reale de Curuzú Cuatiá, en la foto se lo ve salir todavía con vendajes, de ahí en más comenzaría su derrotero de 7 semanas prisionero llegando a estar en el Chamical La Rioja por un tiempo.

martes, 27 de enero de 2015

Geografía: Geología y costas

Malvinas / Geografía

CesCem Corrientes

Ubicación geográfica

El Archipiélago de las Isla Malvinas se encuentra geográficamente situado frente al litoral patagónico-fueguino (costas continental de la República Argentina), en la misma latitud que Río Gallegos (Capital de la provincia de Santa Cruz), sobre el mismo paralelo que pasa por la capital de las Islas (Puerto Argentino) y aproximadamente a 787 Km de distancia de esa población, a 705 Km de Río Grande, a 960 Km de Comodoro Rivadavia, a 1800 Km de Buenos Aires, a 2700 km de la ciudad de Corrientes (Capital de la Provincia Argentina del mismo nombre) y mas de 12.700 Km a Londres.
La Patagonia Argentina es el territorio continental más próximo al archipiélago. Un punto próximo a costa soberana es el Cabo San Juan de Salvamento ubicado en la Isla de los Estados, que dista 346 Km del Cabo Belgrano ubicado en la costa sudoccidental de la Gran Malvina.
Se vincula al continente por alzarse sobre la misma plataforma continental submarina, que es un zócalo no mayor de 170 metros de profundidad conocida como Mar Epicontinental Argentino, mas allá de este comienza el talud continental, el que rápidamente se hunde a más de 1.000 metros de profundidad.
Las Islas Malvinas están situadas entre los paralelos de 50º58' y 52º56' latitud sur, y los meridianos de 57º42' y 61º26' longitud oeste de Greenwich, en el atlántico sur al este de la patagonia argentina con una extensión de Este a Oeste (latitud) de 250 Km y de Norte a Sur (longitud) de 125 Km.
Consta de dos islas mayores y alrededor de estas hay 200 mas pequeñas e Islotes, quince islas tienen mas de 20 km² y el resto son de menor tamaño. Sumadas todas ellas dan una superficie total aproximada de 11.718 km².
Las Islas Soledad y Gran Malvina son las mayores y ocupan un 70% del archipiélago.
La Isla Soledad ubicada al Este y de mayor tamaño, tiene una superficie de 6.350 km², la Isla Gran Malvina esta ubicada al Oeste y tiene una superficie de 4.500 km² separadas por el Estrecho de San Carlos de aproximadamente 90 Km de largo por un ancho que varia entre los 4 Km y 30 Km.
Otras Islas de menor tamaño que se destacan son: La Isla San José tercera en tamaño de unos 270 km², se encuentra en la parte sudoeste de la Gran Malvina y próxima a ella, la Isla Vigía y la Isla Trinidad de 120 km², la Isla Borbón al norte de unos 100 km², la Isla Bouganville de 60 km², Isla Águila de 55 km², Isla San Rafael de 50 km², existen también nueve islas más que están entre los 20 y 45 km², otras tres que están entre los 7 km² y 18 km² y el resto son islas pequeñas, rocas e islotes que suman un total de 80 km² aproximadamente. Separadas del archipiélago a unos 26 km. al sur de las Islas Leones Marinos, se encuentra la Isla Beauchêsne, cuya superficie es de aproximadamente 1,5 km².

Aspectos Geológicos

El Archipiélago de la Islas Malvinas, geológicamente, es parte de la Patagonia, están unidas al continente por una elevada meseta submarina.
Las regiones bajas de las Malvinas están compuestas de arcillas, pizarra y arenisca blanda, mientras que en las zonas montañosas predomina la arenisca dura y la cuarcita blanca.
También se ha encontrado galena con un alto porcentaje de plata, enormes depósitos de turba y la arena, fina y blanca, que es apropiada para la fabricación de vidrio.
En el cabo Belgrano, en el extremo meridional de la Isla Gran Malvina, se han encontrado rocas muy antiguas, afloramientos de una formación de tiempos precámbricos, que también aparecen en las mesetas patagónicas, la presencia de estas rocas habla de un origen común.
Sobre esa base de rocas antiguas se desarrollan sedimentos tanto de origen marino como continental. La cubierta de sedimentos del Paleozoico predominante en las Malvinas son del mismo origen que el sistema de sierras llamado Patagónides, como la sierra de San Bernardo, en el centro de la provincia de Chubut.
También hay semejanzas entre algunos sectores de las Malvinas y los estratos sedimentados que se desarrollan en sierra de la Ventana, en la provincia de Buenos Aires, y el norte de la Patagonia.
En las islas hay rasgos de erosión glaciar que también se encuentran en las sierras australes de Buenos Aires.
La Patagonia, el mar Argentino y las islas Malvinas constituyen una unidad geológica homogénea.
Relieve
Posee un relieve "maduro", es decir, aplanado por un largo proceso de erosión, está constituido por planicies accidentadas, con asomos rocosos que constituyen el tipo de relieve predominante, como la muy extensa que forma la porción meridional de la isla Soledad.
Algunas serranías recorren las dos islas principales y se proyectan hasta los archipiélagos periféricos. Por ser montañas viejas son bajas, con formas generalmente redondeadas, aunque algunas fracturas le han otorgado aspereza a las cumbres en ciertos parajes.

Foto: Cerro Alberdi
La isla Soledad (Malvina oriental) está dividida por dos profundos fiordos y atravesada al norte por una cadena de serranías denominadas Alturas Rivadavia, se caracteriza en lo general por la presencia de cerros bajos, las serranías se extienden desde la Bahía de la Anunciación, donde se halla Puerto Argentino, hacia el Oeste hasta alcanzar el estrecho de San Carlos, la máxima altura es el cerro Alberdi con 705 m sobre el nivel del mar y se destacan el cerro Rivadavia de unos 627 m, el monte Simón 594 y el cerro Kent 458 m . El resto de la isla son tierras bajas y onduladas que forman pantanos y pastizales.
La Gran Malvina (Malvina occidental), es una isla montañosa, especialmente en su parte oriental, donde se encuentran las Montes Hornby. Estas montañas se extienden paralelas al estrecho de San Carlos y su máxima altura es el Monte Independencia, con 700 m sobre el nivel del mar.
En general, se trata de un relieve que presenta todas las características de un intenso y prolongado desgaste erosivo. Llama la atención, asimismo, la presencia de bloques de piedra que habrían sido arrastrados por la fusión de los glaciares a través de los lechos de antiguos ríos hoy desecados. Son los llamados ríos de piedra.

Las Costas


Las Islas Malvinas tienen un sorprendente desarrollo de costas, con un contorno pronunciadamente recortado y grandes bahías alargadas que llegan casi a seccionar a las islas mayores como la Bahía Choiseul, en la Isla Soledad, se interna desde la costa oriental hasta acercarse a solo 3 Km. del Estrecho de San Carlos. Muchas bahías pequeñas dependientes de las grandes multiplican las articulaciones de la costa. Estas bahías, especialmente las de la Isla Soledad, constituyen excelentes puertos.
Foto: Puerto Argentino
Sobre el estrecho San Carlos acantilados de gran altura forman el límite algo menos articulado de las dos islas.
Gran cantidad de islas e islotes acompañan el recortado contorno de las islas mayores.
Las costas son muy irregulares; por momentos altos y escarpados, alternando con trechos de playa de arena blanca muy fina.

Los Ríos

En Malvinas no existen verdaderos ríos si una elevada cantidad de pequeñas corrientes de corto recorrido y de caudal sostenido todo el año y otros tantos intermitentes.
Los dos principales "ríos" se caracterizan por tener un cauce muy ancho que nace en las serranías y desemboca en el océano, su lecho presenta abundantes rocas de diversos tamaños.
En la Isla Soledad, cerca de Puerto Argentino, desemboca el arroyo Caprichoso y más al sur hay un cauce denominado Fitzroy.
Existen también pequeñas masas de agua, almacenadas en cavidades naturales de las planicies y "ríos de piedra",que son tipos de accidentes geográficos exclusivos de estas islas, el mas importante se encuentra en Darwin y tiene una extensión aproximada de 4000 metros. de largo por 500 metros de ancho.
 Ríos de piedra Foto: río de piedra

"El río de piedra consiste en un cauce fluvial que puede tener hasta un km. y medio de ancho; se extiende generalmente desde las laderas peñascosas de la serranía hasta sumergirse en el océano. En su lecho se acomodan desordenadamente bloques angulosos de peñascos de distinto tamaño; alcanzan un espesor considerable que no permiten ver el fondo, pero se oye el rumor del agua de un arroyo bajo las piedras. Estos constituyen una forma fósil del relieve, pues de acuerdo con la teoría más aceptable sobre su origen es que han sido generados en los períodos clasiarios por factores que en la actualidad no subsisten"

El Clima

Las Malvinas tienen un clima frío y húmedo que procede de carácter típicamente oceánico, lo cual puede reconocerse por la reducida amplitud anual de la temperatura. Además, ventoso, casi nunca se registran días de calma, los vientos más frecuentes son los del oeste, noroeste y sudoeste, siendo raros los del este y adquieren singular violencia.
Las Islas están dentro de una masa de agua cuyos límites en el sur y en el norte varían de 3°C a 10°C en invierno y de 4°C o 6°C a 14°C en verano. La línea máxima de hielo marítimo llega en agosto y septiembre a 273 km. al sureste del archipiélago, pero el límite medio en noviembre y diciembre es de 455 km. al sureste. La corriente de Malvinas es una enorme masa líquida en movimiento que rodea las islas y lleva las aguas hacia el norte. Su velocidad es de 1,9 km/h.
La temperatura anual ronda los 6°C., Enero y Febrero poseen un promedio de 10°C. Julio de -2°C.
Temperaturas excepcionales son 24°C en enero y -11°C en junio.
Hay 54 días de promedio en que se presentan nieblas.
En cuanto a las lluvias, la precipitaciones son muy frecuentes, un promedio de 250 días por año y del orden de los 600 mm anuales, distribuidas de la siguiente manera: moderadas en verano y otoño; escasas en invierno y primavera.
Son abundantes las lloviznas y las escarchas nocturnas.
Los temporales fríos de lluvia y granizo, y sobre todo las nevadas, son elementos típicos del clima de las islas.
Generalmente las nevadas duran alrededor de cinco días y dejan sobre la superficie de las islas una capa de nieve que rara vez supera los 40 centímetros de espesor.
Por lo común, el desarrollo de una nevada tiene características particulares: luego de cuatro o cinco días de nieve y lluvia sobreviene un período de corta bonanza, para luego continuar el mal tiempo por otro lapso de cinco días, aproximadamente.
Si bien no hay gran diferencia entre el clima de ambas islas, es más apacible el de la Isla Soledad por hallarse más protegida de los vientos del Oeste por el sistema montañoso de ambas. Es por tal razón que en la parte oriental de dicha isla se ha concentrado el grueso de la población y de la actividad del archipiélago.