Malvinas - El último combate aéreo
Este puede ser considerado, probablemente, el último "dog fight" verdadero de los pilotos de combate argentinos. Las razones de esta afirmación: a partir de aquel momento, cada vez que los pilotos argentinos eran atacados por los SeaHarrier, y sabiendo que no tenia sentido enfrentar a la combinación SeaHarrier / Sidewinder, evitaron el combate aéreo.
Por el Licenciado Pablo Calcaterra
Diagramas preparados por la Licenciada Marta Inés Gallo
Transcurría el 21 de mayo a la tarde. Dos oleadas de aviones de ataque argentinos ya habían intentado destruir la cabecera de playa que la Task Force trataba de establecer en San Carlos.
Como apoyo a las primeras misiones, 2 escuadrillas de tres Mirage-V Dagger cada una (indicativos Laucha y Ratón), operando desde San Julián tenían que atacar con un minuto de intervalo el objetivo que se había establecido.
Los Ratones eran el Capitán Guillermo Donadille (C-403), Mayor Gustavo Piuma Justo (C-404) y el Primer Teniente Jorge Senn (C-407).
Piuma tuvo problemas durante el arranque del motor de su avión, así que las Lauchas salieron adelante luego de recibir autorización de Donadille.
Una vez que el problema fue resuelto, volaron derecho hacia el área del objetivo porque estaba al borde de su autonomía.
Cerca de 80 millas náuticas de las islas, los tres Dagger volaban rozando las olas, y a pesar de que los M-V no tenían equipos de navegación, basados en la brújula y velocidad llegaron a las islas solo 20 segundos más tarde de lo previsto.
Antes de llegar a la Gran Malvina escucharon al controlador aéreo decir que que había gran actividad de Harrier en el Estrecho de San Carlos.
Volando sobre Gran Malvina, los aviones abrieron su formación. Los tres estaban ahora en una sola línea de frente, lado a lado, a 600 metros de distancia. Donadille en el centro, Piuma a la izquierda y Senn a la derecha, controlando el espacio a su alrededor.
Estacionados en su área de patrulla bajo el control del HMS Brillant, Sharky Ward (Commander of 801 Sqn) y su numeral Steve Thomas, volaban en circuitos paralelos y, sin saberlo, sobre la ruta de aproximación de los Dagger.
El tiempo cambió, las nubes estaban de 300 metros, por lo que los pilotos argentinos tuvieron que levantar sus visores oscuros. A tres minutos del blanco, con el estrecho ya a la vista y habiendo acelerado a 500 nudos en vuelo a baja altura, Senn le advirtió a sus compañeros: “¡Cuidado, un avión a la derecha!”.
Senn había visto a Thomas pasando de derecha a izquierda, cruzando sobre los Dagger. Donadille miró en esa dirección y vio un avión sobrepasando la línea a 50 metros de altura y 400 metros a la derecha de Senn. Por su perfil y color, pensó que era un A4B, pero no, volaba más rápido que los Dagger.
En ese momento, Piuma trepó con máxima potencia sabiendo que la altura le daría la ventaja en un combate aéreo, y que desde esa posición podría proteger la cola de sus dos compañeros.
Cuando los dos Harrier, volando en circuitos paralelos, viraron al norte, Thomas miró abajo detrás de su cola y vio dos formas triangulares volando bajo y hacia el Este. Por eso es que Senn dijo que los Harrier no los habían avisto, ya que Thomas sólo vio a los Argentinos cuando estaba sobre ellos y no cuando todavía estaba a su derecha, casi a punto de cruzar su trayectoria. Thomas le avisó a Ward e inmediatamente se dio a la caza, cambiando su altura en velocidad para tratar de alcanzar a los aviones argentinos.
En ese instante, el avión oscuro que Donadille había visto (Ward) viró a la izquierda y lo pudo ver en planta. Se dio cuenta inmediatamente que era un Sea Harrier. El líder de los ratones ordeno: “Eyectar las cargas y enfrentarlo, no nos vio” pero Senn estaba mirando al avión de Thomas y no se dio cuenta de que el avión que Donadille veía era a Ward, virando para colocarse a la cola del numeral.
Donadille ordenó secamente: “Eyecten las cargas, maldición y rompa a la derecha”. Senn hizo lo que se le ordenaba. Thomas ya los había visto y Ward viraba en una manera que lo iba a colocar en la cola de Senn antes de que Donadille lo pudiera evitar, por lo que en la desesperación, Donadille disparó sus cañones en la dirección general de Ward. Este dijo luego que estaba sorprendido de que los enemigos se quedaban a pelear en lugar de seguir con su ataque o volver al continente. En ese momento, Donadille estaba a 90 grados de Ward.
La panza del Dagger se iluminó con los disparos de 30 mm. Ward rompió a su izquierda., volando de frente a los dos Dagger con Donadille arriba y Senn abajo.
Habiendo observado que no tenía trazadoras para apuntar mejor, Donadille picó hacia Ward que se venia de frente, disparando, esta vez, adelante del Harrier, que si cruzaba la línea de fuego, podría recibir algún impacto de 30 mm. Concentrado en su mira, Ward voló 400 metros más allá y debajo de Donadille. Tan bajo que se pensó que tal vez el Harrier se había estrellado. Donadille empezó a trepar, luchando por la inercia de su avión con los tanques internos llenos de combustible, evitando impactar con el terreno con escasos 5 a 10 metros de altura.
En ese momento, sin que Donadille lo supiera, Thomas se colocó en su cola. Piuma todavía estaba trepando y Senn estaba virando muy cerrado hacia la derecha. Cuando Donadille empezó a trepar, se encontró con Senn en su camino. Para evitar chocar contra el otro Dagger que tenía ahora estelas de condensación en las alas, Donadille se vio forzado a virar a la izquierda en posición invertida pasando muy cerca de su numeral.
Unos segundos mas tarde, virando otra vez hacia la derecha tratando de ver que había pasado con el Harrier al que había cañoneado, Donadille recibió el impacto del primer misil de Thomas.
El herido Dagger entró en «porpoise» (movimientos bruscos para arriba y abajo) y a unos metros del suelo entró en tirabuzón chato. Sin control de su avión, Donadille se eyectó y en pocos segundos tocaba el suelo. A unos 500 metros de él, su Dagger se estrelló y estalló en llamas.
Para este momento, Piuma había nivelado su avión y pudo ver a dos Harrier tratando de colocarse a la cola de Senn, quien ahora había invertido su viraje ya que trataba de enfrentar la amenaza que sabía estaba detrás de él. Ward, que hizo un viraje tan cerrado realmente sorprendió a Piuma (una de las grandes ventajas del Harrier) y el otro, Thomas, estaba a unos 700 metros y debajo a 90 grados de la cola del Dagger. El misil dejó el ala izquierda del avión de Thomas y Piuma le gritó a Senn que cierre, pero el Sidewinder cubrió la distancia rápidamente y el C-407 fue impactado arriba del ala izquierda, cerca de la cola.
Piuma llamó a Donadille, pero no recibió respuesta. Entonces vio al segundo Harrier (Ward) virando suavemente hacia la izquierda, debajo de él y a unos 40 metros del suelo. El último piloto argentino picó sobre Ward que no sospechaba nada. Piuma se metió dentro del viraje de Ward y a 600 metros de distancia y 30 grados de la cola levemente arriba del Harrier, disparó una larga ráfaga con los cañones. El Harrier se metió en un valle y Piuma pensó que el inglés no se le iba a escapar.
En ese momento, estaba con 450 nudos y 40 metros del suelo. Vio un piloto colgado del paracaídas (Senn). En ese instante, Piuma sintió una gran explosión en su avión y se eyectó cuando sintió el calor del avión en llamas (esto fue extraído del video oficial de FAA donde Piuma relata el combate). Ward y Thomas dicen que vieron un Dagger volando bajo hacia el Noreste. Se metió debajo y atrás de la cola del Dagger y disparó su misil. El avión se destruyó en el suelo luego de explotar.
Tres Dagger fueron derribados y daños potenciales a la Task Force fueron evitados. En este día, de los 7 buques de guerra que entraron en el estrecho, 5 fueron dañados (HMS Ardent que se hundió al día siguiente, HMS Antrim y Argonaut seriamente dañados y forzados a dejar el teatro de operaciones, HMS Brillant y Broadsword). Sólo dos días más tarde los aviones argentinos empezaron a dañar a los buques de transporte, pero para ese entonces era demasiado tarde para cambiar las cosas.
Después de volver a la patrulla, los dos pilotos de Harrier se perdieron de vista. Ward temía que Thomas hubiera sido derribado porque no respondía a sus llamados por radio. Cuando aterrizó en el Invencible, Ward se encontró con Thomas quien acababa de aterrizar. Su avión había sido dañado por 3 proyectiles que pegaron en su compartimiento de electrónica en la zona de la cola.
Los pilotos argentinos pasaron la noche a la intemperie. Piuma herido y casi sin poder caminar, Donadille con su vista afectada y Senn en buen estado físico. Pasarían entre uno y dos días en el terreno antes de ser rescatados por fuerzas argentinas, para luego regresar al continente en uno de los tantos vuelos de los C-130 de la FAA que rompían diariamente el bloqueo.
Su rescate es otra interesante historia…
Publicado por Fundación Malvinas
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domingo, 21 de julio de 2013
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