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lunes, 16 de septiembre de 2024

Claromecó y su rol en el espionaje a las comunicaciones británicas

“Si nos captan la señal, bombardean”: el pueblo que “pinchó” las comunicaciones inglesas durante Malvinas

martes, 21 de noviembre de 2023

En venta la heroica isla Bordón

 

Una de las Islas Malvinas más bellas e históricas ya está a la venta

nancy bilyeau

Es una isla remota de playas de arena blanca, pingüinos y leones marinos, el lugar de un importante punto de inflexión en la Guerra de las Malvinas, y está a la venta.

Pebble Island, que cubre casi 40 millas cuadradas y mide 22 millas de largo por cuatro millas en su parte más ancha, será puesta en el mercado por su propietario privado.

La isla está siendo vendida por los antepasados ​​de un comerciante llamado John Markham Dean que la compró al gobierno británico en 1869, según The Week.

IA 58 “Pucará” dañado en Pebble Island, 1982 Foto de Ken Griffiths CC BY-SA 3.0

Claire Harris, descendiente de Dean, es la última de la familia en vivir y cultivar la isla a tiempo completo. “Su descendiente, Claire Harris, no ha podido encontrar a nadie que valore la isla, por lo que buscará ofertas cuando salga al mercado este año”, informó el Times .

Ubicación de la isla Pebble (de los guijarros)/Isla Bordón

Harris dijo en una entrevista: “ Mi padre administró la isla desde el Reino Unido durante muchos años y siente pasión por el lugar, al igual que mi esposo, yo y la mayoría de los demás miembros de nuestra familia extendida. He estado administrando la propiedad durante los últimos diez años y es porque ni yo ni mis hermanas, o nuestros siete hijos, estamos ahora en condiciones de mantenerla en funcionamiento que hemos decidido, muy tristemente, vender.

Imagen satelital de Pebble Island en las Islas Malvinas

Continuó: “Muchos dirían que Pebble es el más hermoso de las Malvinas porque es variado, con tres colinas, playas, acantilados y lagos”.

Cualquier persona interesada en la isla en el archipiélago de las Malvinas necesitará una licencia del gobierno.

El territorio británico de ultramar en el suroeste del Océano Atlántico cuenta con muchos tipos diferentes de flora y fauna, incluidos cinco tipos diferentes de pingüinos y 6.000 ovejas.

También es reconocida como un "Área Importante para las Aves" (IBA) según lo designado por BirdLife International, reconociendo la gran cantidad de aves raras que viven allí.

Un portavoz del Gobierno de las Islas Malvinas le dijo a MailOnline: “Es imposible estimar el valor porque las islas se venden muy raramente. El valor dependería de quién lo compre y de lo que quiera hacer con él”.

Cualquier extranjero que busque comprar tierras en las Islas Malvinas tendría que obtener una licencia del Gobierno de las Islas Malvinas para "asegurarse de que son adecuados y sus intenciones son adecuadas".

Embarcadero utilizado por los visitantes que llegan por mar al territorio ocupado de Puerto Argentino, capital de las Islas Malvinas.

Para muchos, su historia es bastante destacable.

La Guerra de las Malvinas fue un breve conflicto en 1982 por el control de las islas. Argentina reclamó la soberanía, con las islas a 300 millas al este de su costa. Pero Gran Bretaña se había apoderado de las islas en 1833, convirtiéndolas en una colonia remota, y rechazó los reclamos de Argentina del siglo XX.

La arena blanca y colinas cubiertas de hierba en la típica playa de las Malvinas. Incluso hay un pingüino de Magallanes caminando entre las algas varadas en la playa. mis cajas de luz:

Una junta militar argentina lanzó una invasión de las islas. Criticada por abusos contra los derechos humanos, la junta supuestamente buscó unir al pueblo argentino detrás de este movimiento patriótico.

Para abril de ese año, Argentina tenía 10.000 soldados en las Malvinas. Sin embargo, el gobierno británico de Margaret Thatcher reivindicó sus derechos. Los países europeos respaldaron a Gran Bretaña, mientras que muchos gobiernos latinoamericanos estaban del lado de Argentina.

Pebble Island luego dio un paso adelante en la historia militar.

Agua turquesa y playas blancas de la Isla Malvina Este. Cielo azul y nubes blancas esponjosas.

“La isla fue el sitio de un ataque fundamental durante la Guerra de las Malvinas, en la que los británicos se enfrentaron a las fuerzas argentinas por el control del archipiélago”, informó The Week. “Un equipo SAS de 45 efectivos lanzó una incursión en una base aérea en Pebble el 14 de mayo de 1982 que resultó en la destrucción de 11 aviones argentinos”.

Los británicos lograron desembarcar en el resto de las Malvinas. Después de algunos combates, las fuerzas argentinas se rindieron el 14 de junio. El país dijo más tarde que alrededor de 650 murieron durante la guerra. Gran Bretaña perdió 255 hombres.

Al año siguiente, Margaret Thatcher disfrutó de una victoria aplastante en las urnas, y muchos dijeron que su agresividad por la Guerra de las Malvinas le había proporcionado el apoyo popular que necesitaba para ganar las elecciones.


viernes, 29 de septiembre de 2023

¿Qué opina el Mundo de los derechos argentinos sobre las islas?

Según cada país, ¿a quién pertenecen las islas? Argentina o UK?

sábado, 26 de agosto de 2023

Cambio en la opinión pública británica sobre Malvinas: ¿En serio?

La opinión de los británicos sobre Malvinas

Buenos Aires, Londres y una histórica oportunidad


Por Roberto García Moritán || Infobae



 
Una calle de las Islas Malvinas

Encuestas recientes reflejan que la opinión de los británicos sobre las Islas Malvinas dio un giro
La diplomacia tiene la oportunidad de empezar a superar diferencias entre Buenos Aires y Londres en torno de las Islas Malvinas, Sándwich del Sur y Georgias del Sur. De acuerdo a dos encuestas del Reino Unido (Politics Polls por Twitter y YouGov Poll, realizada en Inglaterra, Gales y Escocia), se podría interpretar que las animosidades post conflicto han quedado en el pasado. Mientras que el primer sondeo de opinión muestra un amplio reconocimiento que los archipiélagos pertenecen a la Argentina, la segunda encuesta refleja que a un 54% de los británicos no les afectaría que las islas dejaran de continuar bajo dominio del Reino Unido (solo un 34% insistió en mantener la colonia). Un 16% se manifestó por la transferencia de la soberanía y sólo un 10% de los encuestados a favor de la autodeterminación.

En el mismo sentido, una tercera encuesta on line del Daily Express, refleja que la población del Reino Unido tendrían un enfoque tolerante incluso respecto a la nomenclatura argentina de las Islas del Atlántico Sur. Un 72% considera apropiado el uso del nombre de Islas Malvinas en lugar de la denominación británica Falklands Islands.

Los relevamientos de opinión pública estarían dejando en evidencia una reevaluación de la sociedad británica sobre la legitimidad, resabios e incluso excesos del sistema colonial. El Rey Carlos III, por ejemplo, ha puesto a disposición los archivos reales para una investigación sobre el papel imperialista, esclavista y colonialista de la monarquía británica.

Este incipiente revisionismo es interesante para el análisis en virtud de que documentos desclasificados del Foreign Office han revelado que uno de los argumentos utilizados en el pasado para negarse a negociar con Argentina (conforme a las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas) ha sido la preocupación a una eventual reacción negativa de la opinión pública. Esos mismos archivos gubernamentales señalan, según un artículo publicado en The Guardian, que el temor mediático de Downing Street fue la causa que frustró distintas posibilidades concretas para la transferencia a la Argentina de la soberanía de las Islas Malvinas (Memorándum de Entendimiento de 1968 y otras iniciativas diplomáticas consideradas en la década de 1970).

En la actualidad, el juego de intereses a contrapelo de la opinión pública parece repetirse por empresas británicas involucradas en la exploración y explotación de yacimientos de hidrocarburos en aguas circundantes a las Islas Malvinas, para evitar la reanudación de un diálogo bilateral más constructivo. No es de extrañar que así sea. Los antecedentes diplomáticos muestran que fueron esas mismas empresas las que lograron en el año 2000 vaciar de contenido a la Comisión de Hidrocarburos del Atlántico Sudoccidental y, posteriormente, promover la adopción de medidas unilaterales que socavaron el concepto de colaboración de la Declaración Conjunta de Cooperación sobre Actividades Costa Afuera en el Atlántico Sudoccidental (1995) en un área especial de 21.000 km2 situada al sudoeste de las Islas Malvinas.

Pese a la avidez de los petroleros de mantener el statu quo colonial en el Atlántico Sur, en particular que excluya cualquier cooperación con Argentina, los sondeos de opinión acentúan que es hora que la diplomacia se imponga. A cuatro décadas del fin de la guerra, la opinión pública británica transmite que ya no hay espacio para la intransigencia. En ese contexto, Argentina y el Reino Unido deberían asumir con mayor responsabilidad sus obligaciones conforme la Carta de las Naciones Unidas. También aprovechar las experiencias del pasado para impulsar una nueva atmósfera entre Buenos Aires y Londres en torno de la cuestión Malvinas.

sábado, 12 de agosto de 2023

Georgias del Sur: Foto de Grytviken de noche

Grytviken y la vía Láctea


La Vía Láctea sobre el asentamiento de Grytviken en la isla San Pedro, y sobre el viejo buque ballenero encallado Petrel.


martes, 27 de junio de 2023

Scouts bahienses visitan las islas

Homenaje y emoción bahienses para estar más cerca de las Islas Malvinas

Martín Goslino, Omar Mansilla, José Luis Méndez y Maximiliano Cortés son amigos. Y scouts. Cuentan una historia reciente en la tierra reclamada y esperan ser imitados.


Martín Goslino (izq.) y Omar Mansilla, en La Nueva. / Fotos: gentileza Goslino, Mansilla, Méndez y Cortés y Pablo Presti-LN.
La Nueva

“(…) Después de haber recorrido toda la pampa argentina, haremos un campamento en nuestras Islas Malvinas (…)”.

La canción se llama Levántate montañero. Y retumba —con el agregado alusivo tras la guerra— en los campamentos scouts. Fue la génesis.

“Lo repetimos, casi sin pensarlo en profundidad, durante mucho tiempo hasta que un día dijimos: ‘Tenemos que concretarlo’. Hicimos campamento en miles de lugares recorriendo todos los paisajes posibles con scouts, con amigos, con familiares y con conocidos. Pero nunca en Malvinas, que es también nuestro territorio”.

Lo dice Martín Goslino, quien junto a Omar Mansilla, José Luis Méndez y Maximiliano Cortés —todos con formación scout— concretaron el sueño de ir a las Islas Malvinas y visitar los sitios emblemáticos que referencian el conflicto armado de nuestro país con el Reino Unido, acaecido entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982.

Regresaron con las expectativas cubiertas (y más); con emociones que se acrecientan —y revalorizan— con el paso del tiempo y, especialmente, por haber cumplido los objetivos.

Omar Mansilla (izq), Martín Goslino, Maximiliano Cortés y José Méndez, en el aeropuerto de Río Gallegos.

“El primer mensaje es que se puede ir. Lo digo porque hay gente que cree que no, que por ser argentinos nos pedirán más requisitos y demás. No es así”, agrega Goslino.

“Lo segundo es para no olvidar. Y, justamente, una forma de hacerlo es viajar y saber de qué se trata. Estar, conocer y hablar con la gente de allá es una manera de malvinizar, porque si no nos apartamos cada vez más desde lo cultural”, explica.

“Lo que vivimos no lo podemos olvidar”, añade Mansilla.

“La guerra de Malvinas es un tema; pero la soberanía es otro. Si nos abocamos a esto, no nos tenemos que olvidar de lo que pasó, de quienes participaron y de quienes quedaron”, sostiene.

Ambos admiten que fueron con la idea de rendir honores a nuestros héroes, pero que allá (“todo fue diferente”) los desbordó la emoción.

La previa

“¿Cuándo planeamos el viaje? En 2017. Lo decidimos de firme y comenzamos a averiguar cómo hacerlo”, cuenta Mansilla.

“Al principio fue muy arduo y, en verdad, no conseguimos casi nada de información para avanzar. Y justo apareció la pandemia por el COVID”, agrega Goslino.

“En Malvinas hay scouts. Entendíamos que la hermandad iba a estar por encima del conflicto, pero no hubo eco. Incluso, la última respuesta fue muy dura y tajante en el sentido de que no sigamos por ese lado. Resultó decepcionante pero, en realidad, desafiante”, expresa.

Martín Goslino es scout desde 1983.

“En contrapartida, encontramos a otra gente de allá que nos ayudó a concretar el sueño. Nos brindaron todo para no tener obstáculos de ningún tipo”, afirma Goslino.

El gobierno local británico posee una completa página del área de turismo. Allí aparecen todos los operadores habilitados para alojamientos, excursiones y demás.

“Nos comunicamos con varias agencias por la disponibilidad y los costos. Unos nunca respondieron y otros dijeron que tenían lugar. Nos dieron para las fechas que les habíamos pedido y nos pasaron los detalles”, indica.

El grupo ingresó a las Islas Malvinas como turistas comunes y corrientes.

El lugar de alojamiento de los scouts, 7 Marmont Row (antiguo The Ship Hotel).

Compraron los tickets aéreos luego de averiguar en distintas páginas web y, al final, cerraron el tramo Bahía Blanca-Río Gallegos y, desde allí, a Malvinas.

“La única complejidad, por decirlo de alguna manera, es que se trata de un vuelo que se realiza cada 7 días. Es decir, esa era la ventana para estar en las Malvinas”, comenta Goslino.

Al existir una sola operación semanal (de la compañía LATAM), si por razones climáticas el avión no puede salir en el día asignado hay que esperar 7 días más. En este caso, no fue necesario.

En la actualidad hay una única línea comercial aérea: Punta Arenas-Islas Malvinas, que sale desde Santiago de Chile. Se concreta todas las semanas, pero un sábado al mes pasa por Río Gallegos antes de llegar a Puerto Argentino. Y a la semana siguiente vuelve por Río Gallegos y sigue la ruta. Fuera de este programa, para arribar a las Malvinas al vuelo hay que tomarlo en Punta Arenas. O en Santiago de Chile.

Excursión por Yorke Bay y Gipsy Cove. Al fondo, Puerto Argentino.

“Finalmente alquilamos la casa de una joven malvinense llamada Ailie. Y ahí elegimos a un residente chileno, Julio, como guía de turismo. Ellos eran nuestros referentes y siempre estuvimos comunicación”, explica Mansilla.

Toda la familia de Ailie, que transita la séptima generación en Malvinas, está relacionada al turismo. Su hermano, Dan, hace excursiones outdoors.

“Dan nos alquiló bicicletas y salimos a recorrer varios lugares. Luego también nos llevó a la excursión en kayaks, que fue la última tarde antes de regresar”, relata.

Goslino, Mansilla, Méndez y Cortés salieron de nuestra ciudad el viernes 10 de febrero último. A las islas llegaron al día siguiente, desde donde retornaron el sábado 18. El domingo 19 se encontraban otra vez en casa.

El viaje

“La preparación nos fue cargando de adrenalina y de ansiedad”, comenta Goslino.

“Cuando llegamos al aeropuerto militar de Mount Pleasant (MPN) todo era frío y hasta hostil. No era Ezeiza, claramente”, agrega Mansilla.

En Río Gallegos subieron unas 50 personas, para completar casi la totalidad del Airbus 320 de 174 plazas (162 en economy). El vuelo tuvo una duración de casi 1h45m hasta la Isla Soledad, a 48 kilómetros de Puerto Argentino.

“Tomamos un colectivo, llegamos a la hermosa casa alquilada y hasta nos recibieron con escones. Ahí nomás calentamos agua, cargamos el termo y cruzamos la calle.

Recién llegados, en la rambla ubicada fuente a la casa alquilada.

La vista era increíble y, en un momento, nos encontramos tomando mate sentados sobre la rambla, en la costanera. Nos miramos y nos dimos cuenta: estábamos en Malvinas. ¡No lo podíamos creer!”, relata Goslino.

Excepto el primer día, el frío y (a veces) el viento se apoderaron de las jornadas siguientes.

“No hay campings, ni lugares para acampar. Pensamos en hacer un vivac, pero al final concluimos de que era muy complejo, ya que se advertiría nuestra ausencia en la casa y, eventualmente, alguien se podría preocupar y nos saldría a buscar. Esa es nuestra deuda pendiente: la de cumplir con Levántate montañero”, cuenta Mansilla.

El recuerdo

La visita al cementerio de Darwin —donde se encuentran los soldados argentinos caídos en combate— contuvo el momento de mayor emotividad para los scouts. Hasta allí llegaron con Julio.

“Cuando entramos a los galpones de la estancia de Goose Green (NdR: Pradera del Ganso) nos explicaron qué sucedió cuando llegaron los soldados argentinos y, luego, qué pasó cuando los ingleses retomaron el lugar”, dice Goslino.

“La experiencia se hizo aún más fuerte porque pudimos estar solos, los cuatro, por un largo momento. La excursión dura una hora y media, pero Julio estuvo tres horas, afuera, en el auto, esperando que nosotros hiciéramos todo lo que teníamos que hacer”, agrega.

“Fue un momento íntimo. Hubo mucho respeto. Ahí cantamos Levántate montañero”, dice Mansilla. Sucedió en el mediodía del martes 14 de febrero.

El homenaje en el cementerio de Darwin.

“El cementerio se encuentra en un lugar estratégico. ¿Por qué? Porque no lo ve nadie; está escondido a la vista de quienes transitan. No es casual, claro”, añade.

“¿Una conexión? Descuento que algunos de los caídos fueron scouts. Seguro”, reflexiona.

El cura párroco de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes de Bahía Blanca, Darío Nicoloff, se reunió con los viajeros antes de partir y les entregó unos rosarios.

Debían ser dejados en las cruces blancas donde dice: Soldado argentino sólo conocido por Dios.

“Queríamos rendir un homenaje. Lo hicimos; lo sentimos. No se puede contar en palabras”, comenta Mansilla, sin ocultar la emoción más allá de los ojos vidriosos.

Monte Longdon. Aún se aprecian las balas de fusil.

El paso por Monte Longdon, en el campo de batalla más encarnizado y trágico de la guerra del 82, fue estremecedor.

“Estuvimos en trincheras donde, aún, existen pozos de zorro hechos por nuestros colimbas. Uno no puede dejar de imaginarlos conviviendo allí. Y aún nos siguen cayendo las fichas (sic). No sé hasta cuándo”, amplía.

“Fue impactante caminar entre los agujeros de las bombas; parecía que estábamos en una realidad virtual”, señala Goslino.

“Hay muchos restos de elementos de la guerra. No se puede tocar nada y mucho menos llevarse algo. Lo cierto es que ahí ya ni crecen los yuyos”, añade.

Las excursiones

Por cuenta propia, los scouts realizaron tres excursiones de trekking. Una a Monte Longdon; otra al faro de Pembroke y la última hacia una playa del sur llamada Lake Point.

También recorrieron varias veces las calles de Puerto Argentino.

“La vida es como en Bahía Blanca. Fuimos al supermercado a hacer compras y nos atendieron muy bien. También hicimos consultas en la comisaría para gestionar unas fotos y siempre fueron muy respetuosos”, cuenta Goslino.

“¿Militares? No. En Puerto Argentino no los vimos; sólo había policías. En el aeropuerto de Mount Pleasant, que está un poco antes de Darwin, a casi una hora de donde estábamos, sí había”, agrega.

“¿Observados? En algún lo sentimos, pero lo cierto es que nadie nos vino a preguntar nada. En realidad, saben todo respecto de quienes llegan a la isla”, cuenta Mansilla.

“No se obstaculiza nada y uno puede andar por donde se le ocurra, más allá de algunos sectores donde el acceso está vedado por razones de seguridad ante la eventual presencia de minas”, admite Goslino.

Omar Mansilla es scout desde 1987.

“Por eso nosotros aclaramos que el argentino que va como turista no tiene ningún problema. Ahora, en el aeropuerto nos habían notificado que no podíamos hacer manifestaciones con banderas, remeras o uniformes argentinos. Esas eran las reglas y nosotros las respetamos a rajatabla. Porque, además, somos scouts”, asegura.

Los viajeros coincidieron en las Malvinas con argentinos, pero estaban con otro formato de visita. Era un contingente, de alrededor de 15 personas, de una empresa de turismo que trabaja directamente desde Buenos Aires. Se alojaron en Pradera del Ganso, cerca del cementerio.

Amistad, respeto e historias de héroes

—¿Se cumplieron las expectativas previas?

—Maximiliano Cortés: “Sí, desde lo paisajístico hasta lo emocional. No pensé que me iba a encontrar con sitios tan lindos. Había subestimado la belleza del lugar y pensaba encontrar algo monótono. Hay montes muy hermosos, playas de arena blanca y un mar de color turquesa. El pueblo es muy prolijo. Por otro lado, realizar bicicleteadas y canotaje en las islas es algo que ni siquiera me animé a soñar. Las actividades superaron lo que me pude imaginar cuando planeamos esta aventura. Además, tiene un plus hacerlo con amigos”.

Remada entre olas, islotes, bancos de algas, delfines, lobos marinos y aves.

—José Luis Méndez: “Sí. La idea de este viaje venía desde hace muchos años y haberlo concretado es toda una alegría, que se hace exponencial por hacerlo con amigos. Ir a las Malvinas es algo que no está muy divulgado y eso lo hace un destino poco fácil de llegar para particulares. Es un lugar que te sorprende por su belleza natural, y por nuestra vida scout, las actividades al aire libre hicieron que sea una vivencia inolvidable”.

—¿Cuál fue el momento más emotivo?

—MC: “La primera caminata por Monte Longdon; fue realmente emocionante. Sentir el viento frío, y no helado como sintieron en ese momento los combatientes; ver los agujeros en la tierra, producto de las bombas, y restos de armas y de utensilios utilizados hace tantos años fue un shock. Es imposible estar ahí y no empatizar con los soldados. Es decir, uno ahí cree entender qué fue lo que pasó pero, al mismo tiempo —estábamos bien abrigados, con calor, bien comidos y por propia elección—, sabe que es imposible sentir algo cercano a lo que vivieron ellos. Sin dudas, el cementerio argentino tiene todo un entorno de emoción y de respeto; es indescriptible. Sólo hay que estar y sentirlo. No vale la pena tratar de entender; hay que sentir y respetar. Otro momento que se repetía siempre en mi cabeza era mirar Google Maps y caer en la cuenta de dónde estábamos”.

—JLM: “Las emociones estuvieron presentes en todo momento. Cuando estábamos por llegar y, al reconocer punta Esperanza (NdR: Hope Point) desde el aire, comencé a movilizarme. También haber podido estar en el cementerio argentino de Darwin fue algo especial. El clima hostil, por el viento y por el frío de un par de días, nos hizo pensar lo que debieron soportar (los soldados) durante el conflicto. Sin dudas, fue algo extremo”.

—¿Cuál es el mensaje que quieren transmitir tras esta experiencia?

—MC: “Que es un lugar muy bello. Lleno de historias buenas, malas y de héroes, que nunca tendrían que haber pasado, pero que sucedieron y merecen nuestro respeto. Y que es un lugar al que todos podemos ir pero, por favor, vayamos respetando la historia de quienes estuvieron y de quienes están”.
—JLM: “Es un sitio que hay que ir a conocer, permitirse y dejarse sorprender. Y con respeto, ya que se puede vivenciar tranquilamente”.

¿Cuánto cuesta ir a las Islas Malvinas?

En total, y por todo concepto, el viaje de Goslino, Mansilla, Méndez y Cortés costó alrededor de 8.000 dólares.

Hay una salvedad: la mayoría de esos U$S 2.000 (cada uno) se considera a un cambio de tipo oficial, ya que Islas Malvinas es territorio nacional y los gastos con tarjetas de crédito no incluyen las actuales cargas impositivas. En el tour, esta alternativa se pudo aplicar a todas las compras realizadas —con tarjeta— en distintos lugares de Puerto Argentino, desde supermercados, gastronomía, alojamiento y excursiones.

En el caso de la moneda local, la corriente de uso es la libra.

La Iglesia de Cristo, en Ross Road, se consagró en 1892 y es la catedral anglicana más austral del mundo.

¿Requisitos para ingresar? Hay que tener el pasaporte al día; exhibir el vuelo de regreso (no se puede viajar con el pasaje abierto); reserva de alojamiento y dinero para consumir en esa semana (que puede justificarse con la presentación de la tarjeta de crédito).

Un punto importante: si se cancela el vuelo de regreso al continente hay que prever los consumos por una semana más (existe sólo una operación cada 7 días). En este sentido, la tarjeta es indispensable.

Las autoridades exigen un seguro médico con evacuación aérea hacia el continente que, en este caso, es a la ciudad chilena de Punta Arenas. Es decir, se deben ampliar las coberturas convencionales.

¿Visa de ingreso? No se necesita. En Migraciones sólo requieren las respuestas habituales a los formularios que se completan en el avión antes de arribar a las Malvinas. Es decir, como cualquier turista que visita otro país.

Los protagonistas

—José Luis Méndez es ingeniero químico por la UNS. Tiene 45 años. Nació en Coronel Pringles y vivió en Bahía Blanca entre 1996 y 2011. Desde entonces reside en Rincón de los Sauces y es scout desde 1985.

—Maximiliano Cortés es licenciado en Computación por la UNS. Tiene 49 años. Nació en Bahía Blanca y reside en Tandil desde 2012. Es scout desde 1980.

—Omar Mansilla es comerciante y tiene 72 años. Nació en Comodoro Rivadavia, pero reside en Bahía Blanca desde 1956. Explorador de Don Bosco en su niñez, es scout desde 1987.

—Martín Goslino es licenciado en Economía por la UNS. Tiene 48 años. Nació (y reside) en Bahía Blanca. Es scout desde 1983.

lunes, 6 de febrero de 2023

Ayuda civil: Las 24 horas de las Malvinas

La noche negra de Cacho Fontana y Pinky: “Las 24 horas de las Malvinas”, donaciones millonarias y lingotes de oro

El sábado 8 de mayo de 1982 se puso en marcha un programa especial para juntar donaciones para el Fondo Patriótico Malvinas. Gente anónima y todos los famosos -desde Maradona, Mirtha Legrand a Moria y Olmedo- dejaron autos de alta gama, cheques, pinturas y joyas para ayudar en la guerra. La “lista negra” en la que entraron los conductores y las sospechas del destino de lo recaudado

Presentación de "Las 24 horas de Malvinas", por Pinky y Cacho Fontana

En los días de los enfrentamientos por las islas Malvinas con el Reino Unido, en la Argentina se dieron tres hechos que manifestaron el solidario respaldo de amplios sectores de la sociedad en favor del gobierno de facto de la Junta Militar. El primero lo marcó la abigarrada concurrencia a la Plaza de Mayo, el 10 de abril de 1982. El segundo fue cuando un importante sector de la clase política, gremial y empresaria salió al exterior a trazar un panegírico acerca de las supuestas intenciones argentinas en la recuperación de las disputadas islas. El tercero resultó “Las 24 horas de las Malvinas” para el Fondo Patriótico Argentino, en donde el estudio mayor de ATC resultó empequeñecido por la notable concurrencia que se presentó a colaborar económicamente con las Fuerzas Armadas.

Aceptando un marco de disenso con el relato, los hechos se dieron de la siguiente manera:

Lidia Elsa “Pinky” Satragno era en 1982, a pesar de su mediana edad, una suerte de Reina Madre de la televisión argentina. Para mayo de ese año llevaba varios lustros en el aire. Era tan emblemática como el Negro Brizuela Méndez, Héctor Coire o Pipo Mancera. Pero muy poca gente conocía que estaba atravesando una terrible enfermedad que le afectaba la piel, desde la barbilla a los talones. El tratamiento era importado y muy riguroso porque la enfermedad era poco común. “Un día, mientras permanecía internada y a oscuras por los fuertes dolores de cabeza que me provocaban los remedios, se abrió la puerta de mi habitación y apareció Jorge “Cacho” Fontana, me recordó muchos años más tarde. Lo habían dejado pasar porque era Fontana, “sino no entraba.” Esto ocurrió:

Fontana: —Pinky, me tenés que ayudar. Me piden que transmita un programa durante 24 horas para levantarle el alma a la sociedad.

Pinky: —¿No ves cómo estoy? No tengo fuerzas.

Fontana: —Si vos no me acompañas yo solo no puedo, te necesito a mi lado.

Pinky estaba internada cuando Cacho Fontana llegó para contarle del programa y decirle "te necesito". Ella pidió una junta médica para que la autorizaran a ir y poder acompañarlo

Ese “te necesito” no era el pedido de un simple amigo sino de alguien más que un amigo, si se tiene en cuenta la columna de chimentos de la televisión que publicó la contratapa de Crónica del 26 de mayo de 1982. Héctor Ricardo García sabía de qué hablaba cuando publicó que “se viene hablando de íntima amistad” entre Pinky y Fontana, “el enfático”, y que “el tiempo explicitará todo”. La conversación no duro demasiado, lo imponía el ambiente y la situación de la paciente. Cuando “Cacho” Fontana se retiro, a los pocos minutos aparecieron Leonardo y Gastón, los hijos de Satragno con Raúl Lavié.

—Mamá ¿qué te piden?, pregunto uno de sus hijos.

—Que haga un programa de 24 horas para los chicos que están en las Malvinas. Contesté que no puedo.

—Mamá: ¿Lo vamos a dejar solo a Mariano? No te olvides que está en las Islas.

Mariano era un gran amigo de Leonardo que había sido destinado con su unidad militar a la zona de guerra. Leonardo Lavié –de la misma promoción—no fue incorporado porque un accidente en su mano derecha, que le afecto los tendones, lo dejo inhabilitado para utilizar armas.

Cuando estaba en el aire, Pinky recién se enteró que el programa tenía la intención de juntar donaciones para el Fondo Patriótico Malvinas Argentinas

Después de esta conversación, Pinky llamó a su médico de cabecera y este formó una junta de médicos. En principio todos se negaron a que participara, pero como la vieron tan entusiasmada aceptaron. Tres días antes de ir al canal le suspendieron todos los remedios. “Tomalo como una licencia”, le dijo el médico jefe. “Te vamos a poner una sala de cuidados en un lugar cercano al estudio de televisión”. Ella lució ropa que tapaban sus brazos y polleras largas. A las 20.30 horas del sábado 8 de mayo se puso en marcha “Las 24 horas de las Malvinas” y duró hasta las 20.30 del domingo, justo en las horas en que el Reino Unido ampliaba la zona de bloqueo alrededor de las islas, con la consecuente protesta argentina en las Naciones Unidas.

Cacho y Pinky abrieron el programa en la calle y desde allí se dirigieron, seguidos por las cámaras, al estudio mayor de Argentina Televisora Color (ATC). Cuando estaba en el aire, Pinky recién se enteró que el programa tenía la intención de juntar donaciones para el Fondo Patriótico Malvinas Argentinas. Junto con los conductores y todos los que se acercaron, el programa se mantuvo durante todo un día y en algunos momentos se transmitió al exterior. Todos colaboraron. Varios fueron los productores: desde Santo Biasatti a Marta Tedeschi, entre tantos.

"Las 24 horas de Malvinas", donaciones anónimas y presentaciones de Susana Giménez, Andrea del Boca

En esas 24 horas, de buena fe, la gente se agolpó en la avenida Figueroa Alcorta y Tagle para donar dinero en efectivo, cheques, oro de todo tipo para ser fundido, obras de arte, piezas históricas (la copa bautismal de Jorge Newbery), joyas y hasta un Mercedes Benz dorado regalado por la rutilante Moria Casán.

Osvaldo Ardiles, Diego Maradona se presentaron ante las cámaras y Daniel Passarella (anunció una donación por parte de la selección de 100 millones de pesos nuevos, un partido y su recaudación). Además, el representante de Maradona, Jorge Cyterszpiler, también entregó otro cheque por 100 millones. La histórica Pierina Dealessi, la actriz que había hecho reír a todo un pueblo (en Fúlmine, por ejemplo), se sacó los aros de su madre y entrego un tapado delante las cámaras.

En esas 24 horas, de buena fe, la gente se agolpó en la avenida Figueroa Alcorta y Tagle para donar dinero en efectivo, cheques, oro de todo tipo para ser fundido, obras de arte, piezas históricas y joyas

Concurrieron desde los más humildes e ignorados a los más conocidos: Mirta Legrand, Amalia Lacroze de Fortabat, Susana Giménez, Edmundo Rivero, Norma Aleandro, Mariano Mores y su hijo Nito, Libertad Lamarque (un prendedor de oro), Carlos Alberto Reutemann, Tito Lectoure, Alberto Olmedo, Carlos Monzón, Graciela Dufau, Amelia Bence, Lolita Torres, Edmundo Sanders, Silvio Soldán (llevó el LP de oro de Carlos Torres Vila), Luis Tasca, Liliana López Foresi, Andrea Del Boca, Jorge Porcel, Santiago Gómez Cou, Tato Bores, Aldo Cammarota, Haydeé “la Chona” Padilla, etc, etc.

Al mismo tiempo, un centenar de telefonistas (muchos actores se ofrecieron para atender) recibían llamados desde el interior ofreciendo donaciones. Anunciado con anticipación, en un momento una banda militar ejecutó el Himno Nacional y se dijo que en las rutas los camineros dejaron de manejar para entonarlo, bajar del vehículo o escucharlo y la gente se agolpó en las plazas. Se podría decir que “el país entero” se detuvo unos minutos.

Cuando el programa terminó, Pinky fue nuevamente internada y se mantuvo tres días sin dormir

Luego, mientras tocaba la Marcha de las Malvinas la fanfarria del Regimiento de Granaderos, y llevaban 13 horas en el aire, el canciller Nicanor Costa Méndez hizo una entrada triunfal en el estudio mayor de ATC, secundado por algunos diplomáticos (Erhart del Campo y Gustavo Figueroa entre otros). Como si las tropas argentinas estuvieran cerca de la victoria: el gran público no sabía realmente lo que ocurría en las Malvinas.

Cuando el programa terminó, Pinky fue nuevamente internada y se mantuvo tres días sin dormir. Por esa experiencia ella pasó meses más tarde (diciembre de 1983) a integrar una suerte de “index” (lista negra) en los canales de televisión. Y tardo varios años más en curar su enfermedad.

Con respecto al Fondo Patriótico, La Nación del 9 de junio de 1982 (página 7), informó que se habían realizado más de 75.000 contribuciones en el Banco de la Nación Argentina sobrepasando los 500.000 millones de pesos, incluidas las contribuciones en joyas y monedas.

El 8 de mayo de 1982, Satragno y Fontana realizaron 24 horas por Malvinas, un programa que buscaba juntar fondos para ayudar a los combatientes. “Fue idea mía, no del gobierno”, aseguró Fontana

El Secretario de Hacienda, Manuel Solanet, hizo un primer informe: hasta ese día se realizaron transferencias por 338.206,3 millones, de los cuales 4.000 millones fueron a la gobernación de las islas Malvinas y 111.402,1 millones de pesos a cada una de las fuerzas armadas.

El 14 de junio, a las 14 horas, mientras se realizaban los últimos enfrentamientos armados en Puerto Argentino, en el salón de remates del Banco Ciudad de Buenos Aires, comenzó el remate de 300 lotes “que incluían objetos de las más variadas especies: ropa, libros, alhajas, pieles, electrodomésticos, platería, juguetes, antigüedades, cuadros, artefactos electrónicos, etc”, relató La Nación del día siguiente en su página 6. Las subastas continuaron todos los días hábiles hasta el 25 de junio y los martilleros fueron Del Río, Herrero, Marano y Vaini. La institución no cobró comisión por las ventas ni percibió el impuesto al valor agregado. Lo más llamativo que se remató esa jornada fue el óleo “Actividad en el puerto” de Benito Quinquela Martín.

Una vez que los cañones se silenciaron en las Islas Malvinas, algunos medios comenzaron a preguntar en voz alta qué destino había tenido todo lo recaudado en el Fondo Patriótico Malvinas Argentinas. Los militares por lo general no sabían explicar nada, dando pie a que muchos se imaginaran que algún general, almirante o brigadier se lo hubiera llevado a su casa. No fue así.

Párrafo final del acta de constatación y recibo de los bienes donados

Una de las actas (hay otras) daba a conocer el destino de las donaciones.

BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA: ACTA DE CONSTATACIÓN Y DE RECIBO DE DINERO.

“En la Ciudad de Buenos Aires Capital de la República Argentina, siendo las 10 horas 45 minutos del día cinco de noviembre de 1982. Yo Teófilo Guillermo Viana Escribano Jefe del Departamento Notarial del Banco de la Nación Argentina me constituí en la Casa de la Moneda sita en la calle Avenida Antártida Argentina Nº 1385 acompañado de los Funcionarios del Banco de la Nación Argentina, señores Alfredo Ángel LOPEZ, (C.I. Nº 2.771.282 P.F.) Sr. Rodolfo PEREZ, (C.I. Nº 2.795.728 P.F.) Sr. Arturo Ángel PAZ (C. I. Nº 3.756.075 P. F.) y Sr. Pedro José GRANDI (c. i. 4.411.964 P. F.) a los efectos de pesar y recibir el oro fundido y refinado proveniente de Donaciones para el Fondo Patriótico Malvinas Argentinas. En dicha Institución somos recibidos por Funcionarios de Casa de la Moneda señores Carlos Oscar ROCO L. E. 4.018.503; Sr. Raúl Armando BARGIOLA (L. E. 4.084.618); Sr. Pedro Simón ANDRADA (L.E. 6.942.964), Sr. Bernabe ASCON (D.N.I. 4.040.757), todos los comparecientes son de estado civil casados de nacionalidad Argentinos mayores y de mi conocimiento. A continuación en sector Laboratorio Químico sito en el segundo piso de dicho edificio se procede al recuento y pesaje del oro que se entrega, operación que se realiza con la presencia de visación de todos los comparecientes y del suscripto y arroja el siguiente resultado: 118 lingotes y una lámina con un peso total de ciento trece kilogramos, novecientos veinticuatro gramos, ocho décimas (118 Kgs. 924 grs., coma décimas) que son recibidos por los señores Alfredo Ángel López, Rodolfo Pérez, Arturo Ángel Paz y Pedro José Grandi, quienes en este acto en nombre y representación del Banco de la Nación Argentina otorgan el mas suficiente recibo procediendo a su embolso y traslado al Departamento del Tesoro de dicho Banco. Se deja constancia que (sigue al dorso). El oro entregado y recibido de denomina “Oro título 999. No siendo para mas dejo levantada esta acta siendo las 17 horas, la que previa lectura que le di firman los comparecientes al igual que el detalle del pesaje que se formaliza por acto separado, de conformidad, acta que se desarrolla en un solo e ininterrumpido acto en el lugar y fecha indicados ut supra.”

El ex Secretario de Hacienda Manuel Solanet dirá en su libro Notas sobre la guerra de Malvinas que hasta el 30 de julio de 1982 el Fondo recolectó 767.483 millones de pesos, equivalentes a 54 millones de dólares. Y observó: “Es mucho si se considera que provino de donaciones privadas. Es poco si se tiene en cuenta que apenas hubiera alcanzado para comprar sólo un avión Mirage con su equipamiento”.