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jueves, 17 de julio de 2014

Albatros en Malvinas

Nido de “Albatros” en Puerto Argentino
Por Mariano Agostini - Conflicto de Malvinas



El título y foto de encabezado de esta nota parece aludir a las grandes aves marinas de la familia "Diomedeidae" que pueden encontrarse en el Atlántico Sur y más precisamente en las Islas Malvinas, pero es sólo en apariencia, refiere en realidad a los cuadros de la “Agrupación Albatros” (AGAL) de la Prefectura Naval Argentina (PNA) que fueron desplegados al Teatro de Operaciones insular participando directamente en el conflicto bélico que tuvo lugar entre abril y junio de 1982.

Tras el desembarco y recuperación de las Islas Malvinas del 2 de abril de 1982, el Prefecto Burlando, a cargo de la Jefatura de la AGAL, convocó a cinco (5) de sus subordinados a fin de darles las instrucciones correspondientes para una nueva misión: la instalación de una Dependencia de Prefectura en las islas recientemente reincorporadas al territorio nacional. Una rápida división de tareas para atender las necesidades básicas de una delegación de este tipo, obligó a los efectivos a realizar un repaso acelerado de las normas, reglamentaciones y procedimientos vigentes.
El pequeño grupo AGAL abordó el 13 de abril un avión de transporte Short Skyvan, del Departamento de Aviación de la Institución, en el Aeroparque Jorge Newbery que, escalas mediante, los depositó en Comodoro Rivadavia dos días después. Al día siguiente, 16 de abril, un avión Fokker de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) fue el encargado de trasladarlos a las islas realizando un vuelo directo entre Comodoro Rivadavia y Puerto Argentino. En el mismo vuelo viajó el Prefecto Martínez Loydi quien fuera designado por la superioridad como Jefe de la flamante Prefectura Islas Malvinas (En rigor de verdad era una avanzada de la Institución ya que la dependencia no había sido aún formalmente instituida)

Los “Albatros” se trasladaron con su equipo y armamento hacia la zona del Muelle de la Gobernación, lugar de atraque elegido para los guardacostas GC-82 “Islas Malvinas” y GC-83 “Río Iguazú” que habían llegado apenas tres días antes. Luego de una calurosa recepción y bienvenida de parte de los tripulantes de los guardacostas, muchos de ellos compañeros de promoción, los "Albatros" pusieron manos a la obra, mostrando su espíritu inquieto. En un espacio ubicado entre la bajada al muelle y la vía costera Ross Road armaron sus carpas “canadienses” y comenzaron a cavar pozos de zorro con el fin de darse protección, asegurar la zona y brindarle seguridad a los dos guardacostas (GC) apostados en el muelle. Este accionar, que parecía algo desmesurado para esos días, motivó que el Prefecto Martinez Loydi expresara espontáneamente "¡Estos infantes! Siempre haciendo pozos...", lo que fue retrucado por los Albatros que, rápidos de reflejos, le contestaron "No se preocupe Jefe, ya va a ver loss útiles que nos van a ser..."



Los muelles de Puerto Argentino (Fuente: aposmalvinas.com.ar)

Cuadros de la Agrupación Albatros (AGAL) desplegados en Malvinas:
Cabo Primero de Seguridad Carlos Raúl Vallejos
Cabo Segundo de Seguridad Jorge Omar Cárdenas
Cabo Segundo de Seguridad Miguel Angel Taborda
Cabo Segundo de Seguridad Julio Argentino Vargas
Cabo Segundo de Seguridad Sergio Omar Matassa



Histórica foto del pequeño grupo de "Albatros" en Malvinas

Los “Albatros” eran los encargados de las tareas de amarre y desamarre de los GC en el Muelle de la Gobernación de Puerto Argentino, y colaboraban permanentemente con sus tripulaciones, que sabían reconocerles su tarea gratificándolos con las apreciadas duchas y comidas de abordo.

Pero no sólo sus tareas se limitaron a la "seguridad en el terreno" sino que fueron incorporándose, a medida la situación bélica se agravaba, a las navegaciones realizadas por los GC, sobre todo las realizadas en horario nocturno. Esta presencia de los “Albatros” a bordo de los guardacostas era muy apreciada por los “navales” que se sentían más protegidos al contar con “potencia de fuego” extra. Valoraban además el profesionalismo y el excelente adiestramiento de sus camaradas.

 
Albatros y Comandos navegan en un bote de goma frente al GC-82 "Islas Malvinas"

Los “Albatros” contaban con fusiles FAL y allí en las islas consiguieron hacerse de los dispositivos lanzagranadas (y sus correspondientes proyectiles) para adosar en sus bocas. Los FAL parecían mucho más fiables y efectivos que los fusiles SAFN 49 de 7,62mm y los subfusiles Halcón de 9mm armamento portátil de las dotaciones de los guardacostas.

Aún así, los “Albatros” no se quedaron quietos ni conformes, e idearon nuevos implementos, como defensas armadas con bolsas de arena para las cubiertas de los GC (que carecían de cualquier tipo de blindaje y resultaban muy vulnerables a los proyectiles) y cargas subácuas para “combatir” la posible infiltración o golpes comando de buzos de las fuerzas especiales británicas en la rada de Puerto Argentino. Estas últimas eran cargas explosivas de confección casera que se lanzaban en forma manual desde la borda de los GC y detonaban bajo la superficie del agua. La onda expansiva que producían al detonar parecía ser lo suficientemente letal para cualquier comando enemigo que osara incursionar buceando por la zona, ya que se sentía con fuerza y estruendosamente en el interior de los cascos de los GC.


El guardacostas GC-82 "Islas Malvinas" en el Muelle de la Gobernación

Hacia el final de las hostilidades se realizaron también gestiones para conseguir misiles antiaéreos portátiles SA-7 "Strela-2" y aumentar la capacidad de defensa ante ataques aéreos, pero las mismas resultaron infructuosas.

Dado que la vida a la “intemperie” en Malvinas no era para nada confortable ni recomendable se procuraron “refugio” en un arranchado galpón ubicado en el muelle, de unos 10 metros de largo, que sirvió de paliativo al hostil clima isleño.

El 1º de mayo fue la confirmación del “estado de guerra” y si bien los ataques se concentraron en la zona del aeropuerto en Puerto Argentino nadie fue ajeno a las explosiones, el ruido de los antiaéreos repeliendo la agresión y el sonido de los Harriers y Vulcans arremetiendo por primera vez contra las defensas argentinas. Por suerte para los prefecturianos apostados en el muelle de la Gobernación el cañoneo naval y los bombardeos raramente sucedían directamente sobre la capital malvinense.



 GC-83 "Río Iguazú" en plena maniobra de atraque

Ese mismo día la Prefectura Naval tuvo su primer baja al resultar herido el Cabo Segundo Antonio Grigolatto tras ser atacado el GC-82 “Islas Malvinas” por un helicóptero Sea King de la Royal Navy. A partir de ese ataque siempre se sumó a la dotación de los guardacostas algún "Albatros" para dar mayor seguridad, en una decisión más emparentada con lo psicológico que con el aporte efectivo material.

El 21 de mayo se encomendó a Prefectura la misión de transportar hasta Darwin-Pradera de Ganso un contingente de 19 efectivos del Grupo de Artillería Aerotransportado 4 del Ejército Argentino junto con dos (2) de sus piezas, los obuses de campaña Oto Melara de 105mm. Averiado uno de los ejes del GC-82 "Islas Malvinas" (lo que reducía su capacidad propulsora al 50%), la misión recayó sobre el GC-83 "Río Iguazú". El "Albatros" designado para abordar el guardacostas y brindar seguridad durante la travesía fue el Jefe de Grupo, Cabo Primero Carlos Vallejos. Mientras éste se disponía desamarrar al GC-83 del muelle en la oscuridad de la noche (acentuada por la orden de oscurecimiento de Puerto Argentino), se dió el alerta roja por bombardeo naval. Vallejos pasó entonces su fusil FAL a uno de los tripulantes y dió unos pasos a tientas mientras el GC se separaba lentamente del muelle. En medio de la confusión patinó en la superficie helada del muelle y cayó al agua con su equipo de combate liviano. Inmediatamente se dió el aviso a viva voz de "hombre al agua" y se ordenó la detención de los motores para evitar que las hélices lo succionaran. Después de unos segundos de desesperados esfuerzos del "Albatros" por salir a superficie, logró finalmente aferrarse a uno de los pilotes del muelle y asomar su cabeza para respirar. Es en ese instante donde es ubicado e izado por la tripulación recibiendo en forma inmediata y sobre cubierta los primeros auxilios. Todavía afectado por temblores y la hipotermia a causa del frío, Vallejos fue desafectado de la misión.

Nunca olvidará su experiencia, no sólo por lo mencionado, sino porque al día siguiente el GC-83 "Río Iguazú" es atacado en el Seno Choiseul por aviones Sea Harrier, resultando gravamento dañado y sufriendo una baja mortal, la del Cabo Segundo Julio Omar Benítez. Un sentimiento de culpa por "no haber estado allí" brindando protección a sus camaradas acompaña a este "Albatros" hasta nuestros días.



1. Armado de carga explosiva "antibuzo" de fabricación casera


2. "Albatros" posicionados en una de las bandas del GC para el lanzamiento de cargas


3. La carga es lanzada al agua sobre las zonas donde se presume puede actuar los buzos


4. La carga cae al agua y explosiona bajo la superficie
(Fuente: imágenes extraídas del video "Prefectura en Malvinas")

A pesar de que se conocían los reveses sufridos en el campo de batalla y se convivía a diario con los ataques británicos (sobre todo por cañoneo naval) la noticia de la rendición no dejó de sorprender a los “Albatros” y demás hombres de la Prefectura Naval. La última "misión de guerra" sería justamente el 14 de junio transportando efectivos de refuerzo de las Compañías de Comandos del Ejército Argentino a la Península Camber, y luego evacuando a la totalidad del personal militar destacado allí entre el que se contaban efectivos de la Infantería de Marina, de Artillería Antiaérea y de los mencionados Comandos.



El GC-82 "Islas Malvinas" transportando tropas

Una vez consumada la rendición se le ordenó a los prefecturianos (incluidos los "Albatros") permanecer a bordo del guardacostas GC-82 "Islas Malvinas". El día 16 de junio se hicieron presentes allí efectivos británicos para hacerse cargo de la embarcación. En ese momento se hizo entrega de las armas –previamente desactivadas y/o inutilizadas- y luego de un protocolar saludo y arriado del pabellón nacional del GC, fueron trasladados a unos galpones frente a las instalaciones de la Falkland Islands Company (FIC).

Poco después embarcaron sin ser advertidos por los efectivos británicos en el buque auxiliar tipo supply “Yehuín” (que hacía el transbordo de heridos desde los muelles de Puerto Argentino hacia los buques hospital) que los depositó en el rompehielos –transformado en buque hospital para la ocasión- ARA “Almirante Irízar” (Q-5) en el cual pudieron realizar el cruce al Continente. Antes de que llegaran a hacer puerto un helicóptero que despegó del buque de la Armada los llevó directamente a Comodoro Rivadavia.



VGM Sergio Matassa, Cabo Segundo AGAL en 1982.

Era el fin de la guerra para los "Albatros" que a pesar de no haber experimentado bajas mortales ni heridos de consideración, regresaban con cicatrices en su alma por el resultado adverso de un conflicto que nunca imaginaron vivenciar. Como diría en la posguerra el VGM AGAL Sergio Matassa "Al pabellón lo arriamos con profunda congoja, pero con el sentimiento del deber cumplido. Con la dignidad de haber puesto nuestro vida al servicio de la Patria"


Fuentes:
prefecturanaval.gov.ar
Prefectura en Malvinas. Círculo de Suboficiales de la PNA. 1997
Prefectura Naval Argentina en Malvinas. Video de youtube.com (ARA202)
Los Tigres de Mar. Jorge Muñoz. Ediciones Cruz del Sur. 1985
Otras

sábado, 1 de marzo de 2014

El minado naval de Puerto Argentino

Minado naval de las vias de acceso a Puerto Argentino

Introducción 

Luego de que un contingente de fuerzas argentinas desembarcara en las Malvinas el día 2 de abril de 1982, y reestableciera la soberanía argentina sobre las islas, se emitió la orden de operaciones 888/82"S" que determinaba el minado naval defensivo de las vias de acceso a la capital de las Islas Malvinas. 

El plan de minado confeccionado por el mando naval argentino tenía el objetivo de evitar la aproximación de submarinos enemigos e impedir de esta manera el desembarco de buzos tácticos o comandos anfibios desde dichas unidades a Puerto Groussac y a las playas ubicadas al sur del cabo San Felipe, estableciendo el sembrado de cuatro campos de minas, que de norte a sur se denominarían: "Campo 3", "Tommie 1", "Tommie 2" y "Campo 4"; situados los dos primeros al norte del cabo San Felipe y los dos últimos al sur del mismo. 

En la práctica, los campos "Tommie 1" y "Tommie 2" se conformaron con un pequeño lote de minas de orinque transportadas por el ARA Bahía Buen Suceso; pero los campos 3 y 4 no se llegaron a sembrar por falta de minas; pues el segundo lote, que era mas numeroso e incluía minas magnéticas, se embarcó en el buque ELMA Córdoba, el cuál nunca llegó a las Malvinas. 

Por motivos análogos tampoco se ejecutó el plan diseñado para el minado de ambas entradas del estrecho de San Carlos ni tampoco se hizo el minado de la isla San Pedro (Georgias del Sur). 

Asimismo, luego del desembarco británico en San Carlos, se planificó un minado aéreo ofensivo en la entrada norte del estrecho de San Carlos, que no pudo concretarse por no haber más disponibilidad de aviones Neptune, los únicos que podrían haberlo realizado. 

 
Croquis de los campos minados navales para bloquear los accesos a Puerto Argentino
(Los campos 3 y 4 no llegaron a sembrarse)
 

La utilidad o no de los campos de minas "Tommie 1" y "Tommie 2" es de difícil evaluación; pero debe notarse que los británicos no intentaron ninguna operación anfibia de desembarco de tropas por esas vias de acceso a Puerto Argentino. 
Sólo tras la caída de la plaza, y con los mapas de minado provistos por los argentinos a la vista, los buques ingleses se atrevieron a ingresar a las aguas cercanas a la capital del archipiélago. 

Ejecución del minado naval defensivo 


El ARA Bahía Buen Suceso llegó a la capital de las islas el día 11 de abril de 1982, transportando 22 minas de orinque, modelo argentino 1925; y también llevando dos plataformas diseñadas para sembrar minas usando las grúas de los buques. 

Dichas plataformas se habían fabricado en el Taller de Armas de la Base Naval de Puerto Belgrano, tenían forma de jaula y en su interior se colocaba cada mina naval a sembrar. La jaula poseía un dispositivo, que se accionaba mediante un cable de acero y gancho disparador, para provocar su apertura cuando se la situaba en posición, y así obtener la consiguiente caída de la mina sobre el mar. 

Las 22 minas eran del tipo "de contacto", se habían construido en la década de 1940 y su parte activa constaba de una esfera de hierro con 7 protuberancias de plomo conocidas como cabezas de contacto o cuernos, en cuyo interior existían sendas ampolletas de vidrio llenas con un electrólito líquido especial. 

 
Vista de una mina de orinque, modelo argentino 1925, exhibida en el Museo Naval de la Nación
Fuente: Daniel G. Gionco
 

Si el casco de un buque golpeaba un cuerno, se rompía su ampolleta interna y el líquido se derramaba sobre las placas de una pila de zinc-carbón que carecía del correspondiente electrólito líquido. Así, al caer éste en el espacio interplacas, se activaba la pila, se generaba una tensión eléctrica y se energizaba un circuito que provocaba la detonación de la espoleta, con la inmediata explosión de la mina naval. 

Este modelo de mina pesaba unos 800 kg, incluía 150 kg de TNT fundido y tenía un cable (orinque) que unía a la parte esférica de la mina con un peso muerto con forma de cubo, que servía para anclarla al fondo del mar. 
Dicho peso muerto era de 180 kg, poseía 4 pequeñas ruedas en su base, tenía un carrete sobre el que se arrollaba el orinque y contaba con un complejo dispositivo para un ajuste preciso de la profundidad a la que quedaría sumergida la parte esférica de la mina. 

Asimismo la mina tenía un mecanismo de seguro que la desactivaba cuando no existía ninguna tensión mecánica en el orinque; y también poseía otro sistema de seguro basado en una pieza soluble, que mantenía a la mina desactivada hasta que la misma permaneciese sumergida en el mar por un lapso superior a los 30 minutos, y entonces, la pieza de seguro se disolviese. 
Para mayor seguridad de manipuleo, los cuernos de la mina estaban mecánicamente protegidos mediante capuchones de bronce, que sólo se quitaban un momento antes del sembrado de la misma. 

Como no se disponía de ningún buque diseñado específicamente para ejecutar el minado naval defensivo en las aguas circundantes a Puerto Argentino, se debió recurrir a los buques mayores del Apostadero Naval Malvinas; aunque éstos no contasen con todos los dispositivos necesarios para realizar la tarea con precisión, por ser básicamente unidades de transporte naval. 

Dado que los guinches del ARA Bahía Buen Suceso no permitían mover con soltura a las minas de orinque a fondear, se seleccionó al ARA Isla de los Estados para efectuar la misión de minado. 
Así, luego del traspaso de minas entre ambos buques del Apostadero, el ARA Isla de los Estados realizó el sembrado de los campos de minas, entre los días 15 y 17 de abril, con la colaboración del Forrest. 

Durante la difícil tarea de minado nocturno, el ARA Isla de los Estados navegaba en total silencio sobre la línea de profundidad de 60 metros, mientras que el Forrest lo hacía paralelamente a él, a unos 4 km mar adentro, donde la profundidad ya era de 120 metros y permitía una amplia libertad de maniobra a los submarinos enemigos que pudieran incursionar en la zona. 

El Forrest, además de ayudar a situar la posición de las minas, fundamentalmente operaba como cortinador acústico antitorpedos; para lo cual se pusieron en marcha todos sus motores, se colgaron cadenas en las bandas que golpeaban el casco con el movimiento de la nave, se encendieron las dos sondas para producir interferencias y se ordenó a la tripulación que martillara el casco para atraer hacia sí los posibles ataques con torpedos destinados al buque minador, con el consiguiente peligro que provocaba esa ruidosa acción de señuelo. 

Tampoco el ARA Isla de los Estados estuvo libre de riesgos. Durante el sembrado de la primera mina, la presencia de vientos de más de 25 nudos y un "mar 4" llevó a que el buque experimentara fuertes rolidos, que impidieron que el dispositivo de apertura de la jaula funcionase correctamente cuando se situó sobre el mar mediante la grúa central de la nave. 
Entonces, cuando la mina fué llevada de regreso hacia la bodega del buque, la jaula se abrió inesperadamente, y la mina cayó desde una decena de metros hasta chocar contra el piso de la bodega, donde estaban las restantes 21 minas y varios integrantes del Apostadero. 

Un comprensible silencio de muerte siguió las alternativas del incidente, pero el funcionamiento correcto de los mecanismos de seguro impidió que se produjese una gran explosión, que hubiese destruído completamente el buque. 
Inmediatamente el teniente González Llanos y los suboficiales Bertorello y Ledesma procedieron a abrir la tapa de registro de la mina y desconectaron los 2 cables del circuito detonador de la espoleta; realizando esta acción más para tranquilizar a la tripulación del buque que para cubrir una real necesidad de seguridad. 

Descartada esa primera mina, que quedó inutilizada, se resolvió modificar el método de sembrado. Entonces cerca de la popa del ARA Isla de los Estados, y sobre su banda de estribor, se soldaron dos rieles "en V" sobre los que se apoyarían las 4 ruedas de la base de cada mina a sembrar. 

Los rieles estaban inclinados, partían desde la tapa de una de las bodegas para terminar unos metros más allá de la borda y tenían un par de cáncamos o anillas en la zona mas elevada, que servían para retener la mina mediante la atadura de sendos cabos. 
Cuando desde el puente se hacía sonar una campana para ordenar la liberación de la mina, se cortaban los cabos mediante navajas marineras y la mina se deslizaba por los rieles, hasta caer al mar. 

Usando el improvisado pero efectivo sistema de rieles, en la jornada siguiente se sembraron las restantes 21 minas sin mayores problemas, siguiendo una línea a 9 km de la costa y con un espaciamiento de 450 metros entre sí, que era mucho mayor que el valor mínimo de 37 metros aconsejado en los manuales, en virtud de la reducida disponibilidad de minas que había en las islas. 

Tras las tensionantes jornadas del sembrado de las minas modelo argentino 1925, el Forrest y las restantes unidades menores del Apostadero Naval Malvinas se utilizaron para el guiado de los buques a través de los campos minados que protegían el acceso a Puerto Argentino, con la ayuda de las cartas naúticas en las que se había marcado la posición de cada mina fondeada. 

Es de notar que los campos "Tommie 1" y "Tommie 2" no se completaron con una segunda línea de minas magnéticas a 18 km de la costa como se había previsto, por las carencias materiales señaladas anteriormente. 

Finalmente cabe señalar que esta operación es considerada como la primera acción bélica de fondeo de minas navales activadas en la historia de la Armada Argentina, y que en el sembrado de dichas minas participaron los siguientes integrantes del Apostadero Naval Malvinas: 

GRADO 

NOMBRE Y APELLIDO 

CCCB 

Alois Esteban PAYAROLA. 
TNCB 

Horacio GONZÁLEZ LLANOS 
SSAS 

Ovidio Néstor BERTORELLO 
SSAS 

Juan Carlos LEDESMA 
CPAS 

Miguel Ángel SOSA 
CSAS 

Adolfo Elías JURADO 
CSAS 

Eduardo José RIVERO 
CC62 

Héctor Daniel BERRO 
CC62 

Julio Alberto CASAS PARERA 
CC62 

Ernesto Antonio GULLÁ 

Apostadero Malvinas

domingo, 22 de diciembre de 2013

Defensa de Puerto Argentino: Minado naval de Puerto Argentino

Minado naval de las vías de acceso a Puerto Argentino


Luego de que un contingente de fuerzas argentinas desembarcara en las Malvinas el día 2 de abril de 1982, y reestableciera la soberanía argentina sobre las islas, se emitió la orden de operaciones 888/82 "S" que determinaba el minado naval defensivo de las vías de acceso a la capital de las Islas Malvinas.
El plan de minado confeccionado por el mando naval argentino tenía el objetivo de evitar la aproximación de submarinos enemigos e impedir de esta manera el desembarco de buzos tácticos o comandos anfibios desde dichas unidades a Puerto Groussac y a las playas ubicadas al sur del cabo San Felipe, estableciendo el sembrado de cuatro campos de minas, que de norte a sur se denominarían: "Campo 3", "Tommie 1", "Tommie 2" y "Campo 4"; situados los dos primeros al norte del cabo San Felipe y los dos últimos al sur del mismo.



En la práctica, los campos "Tommie 1" y "Tommie 2" se conformaron con un pequeño lote de minas de orinque transportadas por el ARA Bahía Buen Suceso; pero los campos 3 y 4 no se llegaron a sembrar por falta de minas; pues el segundo lote, que era mas numeroso e incluía minas magnéticas, se embarcó en el buque ELMA Córdoba, el cuál no llegaria a las Malvinas. Por motivos análogos tampoco se ejecutó el plan diseñado para el minado de ambas entradas del estrecho de San Carlos ni tampoco se hizo el minado de la isla San Pedro (Georgias del Sur).
Asimismo, luego del desembarco británico en San Carlos, se planificó un minado aéreo ofensivo en la entrada norte del estrecho de San Carlos, que no pudo concretarse por no haber más disponibilidad de aviones Neptune, los únicos que podrían haberlo realizado esa labor.




Foto: Corte de una mina antibuque Orinque

Temor Británico

La utilidad o no de los campos de minas "Tommie 1" y "Tommie 2" es de difícil evaluación; pero debe notarse que los británicos no intentaron ninguna operación anfibia de desembarco de tropas por esas vias de acceso a Puerto Argentino.Sólo tras la caída de la plaza, y con los mapas de minado provistos por los argentinos a la vista, los buques ingleses se atrevieron a ingresar a las aguas cercanas a la capital del archipiélago.


Foto: El ARA Bahía Buen Suceso en el Apostadero Naval Malvinas

Foto: Apostadero Naval Malvinas

Ejecución del minado naval defensivo

El ARA Bahía Buen Suceso llegó a la capital de las islas el día 11 de abril de 1982, transportando 22 minas de orinque, modelo argentino 1925; y también llevando dos plataformas diseñadas para sembrar minas usando las grúas de los buques.Dichas plataformas se habían fabricado en el Taller de Armas de la Base Naval de Puerto Belgrano, tenían forma de jaula y en su interior se colocaba cada mina naval a sembrar. La jaula poseía un dispositivo, que se accionaba mediante un cable de acero y gancho disparador, para provocar su apertura cuando se la situaba en posición, y así obtener la consiguiente caída de la mina sobre el mar.


Mina de orinque, modelo argentino 1925, exhibida en el Museo Naval de la Nación

Las Minas de orinque

Las 22 minas eran del tipo "de contacto", se habían construido en la década de 1940 y su parte activa constaba de una esfera de hierro con 7 protuberancias de plomo conocidas como cabezas de contacto o cuernos, en cuyo interior existían sendas ampolletas de vidrio llenas con un electrólito líquido especial.Si el casco de un buque golpeaba un cuerno, se rompía su ampolleta interna y el líquido se derramaba sobre las placas de una pila de zinc-carbón que carecía del correspondiente electrólito líquido. Así, al caer éste en el espacio interplacas, se activaba la pila, se generaba una tensión eléctrica y se energizaba un circuito que provocaba la detonación de la espoleta, con la inmediata explosión de la mina naval.



Foto: Un Ingeniero británico tratando de llegar a una mina argentina de Orinque.Guerra de Malvinas 1982.

Foto: Una mina de Orinque argentina es capturada por los británicos para ser desarmada.Guerra de Malvinas 1982. El comandante inglés Bernie Bruen desactiva una mina Argentina de Orinque antes de ser remolcada a la costa.





Este modelo de mina pesaba unos 800 kg, incluía 150 kg de TNT fundido y tenía un cable (orinque) que unía a la parte esférica de la mina con un peso muerto con forma de cubo, que servía para anclarla al fondo del mar.
Dicho peso muerto era de 180 kg, poseía 4 pequeñas ruedas en su base, tenía un carrete sobre el que se arrollaba el orinque y contaba con un complejo dispositivo para un ajuste preciso de la profundidad a la que quedaría sumergida la parte esférica de la mina. Asimismo la mina tenía un mecanismo de seguro que la desactivaba cuando no existía ninguna tensión mecánica en el orinque; y también poseía otro sistema de seguro basado en una pieza soluble, que mantenía a la mina desactivada hasta que la misma permaneciese sumergida en el mar por un lapso superior a los 30 minutos, y entonces, la pieza de seguro se disolviese.Para mayor seguridad de manipuleo, los cuernos de la mina estaban mecánicamente protegidos mediante capuchones de bronce, que sólo se quitaban un momento antes del sembrado de la misma.



Foto: El ex Teniente Inglés Martyn Holloway que fuese capitán del HMS Cordella, uno de cinco barcos de pesca que fueron rapidamente transformados por los británicos, para tareas de desminado durante la guerra de Malvinas.

Es de notar que los campos "Tommie 1" y "Tommie 2" no se completaron con una segunda línea de minas magnéticas a 18 km de la costa como se había previsto, por las carencias materiales señaladas anteriormente.
Finalmente cabe señalar que esta operación es considerada como la primera acción bélica de fondeo de minas navales activadas en la historia de la Armada Argentina.


Taringa