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viernes, 13 de enero de 2023

Diplomacia: Relaciones chileno-británicas

Relaciones Chile-Reino Unido


 

Las relaciones británico-chilenas son las relaciones exteriores entre el Reino Unido y Chile . Los dos países mantienen fuertes lazos culturales, ya que la cultura chilena se anglicanizó un poco después de la independencia, y desde entonces ha visto muchas inversiones mutuas. Las visitas estándar, en los términos que aplica cada país, permiten visitantes y estudios de corta duración, sin necesidad de una visa de viaje avalada en un pasaporte.


Relaciones chileno-británicas



El presidente Sebastián Piñera y el primer ministro David Cameron en el número 10 de Downing Street en 2010.

Se destacan los territorios vecinos en el Atlántico Sur y el Pacífico. El territorio de ultramar de las Islas Malvinas del Reino Unido está cerca de la provincia chilena de Tierra del Fuego y la comuna de Cabo de Hornos . Las Islas Pitcairn están cerca de la Isla de Pascua .

A medida que se han construido más bases en la Antártida basada en la investigación, una de las del Reino Unido se ha convertido en la Base Antártica Teniente Luis Carvajal Villaroel de Chile.


Historia


 
El presidente chileno Sebastián Piñera y su esposa se reunieron con la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham en 2010

Inglaterra jugó un papel importante en la historia de Chile . Según A History of the British Presence in Chile de William Edmundson , 2009, Chile tenía la misma jefa de estado que Inglaterra en el siglo XVI, la reina María I. Cuando se casó con Felipe II , él todavía era un príncipe, por lo que el rey de España, Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico , lo nombró a él y a María rey y reina de Chile ., así como de Inglaterra, Irlanda, Nápoles y Jerusalén. María se convirtió en tal desde su matrimonio en 1554 hasta la coronación de su esposo como Rey de España en 1556, cuando Chile pasó a formar parte de las posesiones de los españoles. Aunque no hay constancia ni evidencia que sustente la afirmación de que Felipe fue nombrado 'Rey de Chile', aún permanece como anécdota conocida en el país.

A lo largo del período colonial chileno, los buques de guerra británicos en tiempos de guerra, corsarios ocasionales y, en tiempos de paz , piratas británicos y coloniales , forajidos, en riesgo de ser ejecutados por partes neutrales, hostigaron a las ricas autoridades españolas en Chile saqueando sus barcos. En tiempos de paz, los barcos comerciales privados de ambos imperios traían bienes de necesidad mutua. Las fuerzas británicas y mapuche se aliaron para deponer el dominio español en el país. Gran Bretaña ayudó a los chilenos en la lucha por la independencia en la década de 1810, encabezada por Lord Cochrane. El Almirante Británico Lord Cochrane fue el primer comandante de la Armada de Chile que luchó en la Guerra de Independencia de Chile.y cinco buques de la Armada de Chile han sido nombrados en su honor.

A principios de la década de 1910, Gran Bretaña vendió un acorazado súper acorazado Almirante Latorre a Chile. Aunque retenido por la Royal Navy durante la guerra, el barco fue entregado después y sirvió como buque insignia de la Armada de Chile durante muchas décadas a partir de entonces. En la era moderna, la Armada de Chile y la Royal Navy mantienen una estrecha relación con una ex fragata británica Tipo 22 y tres Fragatas Tipo 23 en servicio chileno.

Durante la Guerra de las Malvinas en 1982, con el conflicto del Beagle aún pendiente , Chile y Colombia se convirtieron en los únicos países latinoamericanos en abstenerse de votar en el TIAR (al igual que Estados Unidos y Trinidad y Tobago ). Chile proporcionó al Reino Unido información limitada pero significativa. Sir Lawrence Freedman describe en detalle la posición chilena en su libro The Official History of the Falklands Campaign. 


  

lunes, 20 de diciembre de 2021

Inteligencia: La caída del Canberra chileno en 1984

El día que la aviación argentina derribó en secreto un avión chileno





La caída del Camberra de la FACh "342" sucedió el día 25 de Mayo de 1984.
Lo sucedido con ése Canberra de reconocimiento es uno de los temas más oscuros de los últimos tiempos.
Se sabe que la FACh realizaba varios vuelos en la zona de Tierra del Fuego y Santa Cruz ingresando a nuestro espacio aéreo sin ningún inconveniente. Aparentemente consideraron que ése día por ser fiesta nacional, el escuadrón Mirage estaría más relajado en Gallegos y todo parece indicar que el Camberra se adentró más de la cuenta. Al ser detectado por el radar de Gallegos, se ordenó el despegue de dos Mirage.
A partir de ése momento pocos saben qué sucedió en realidad.
Los PR.Mk9 disponían de un avanzado sistema de alerta radar, estimandose que los pilotos chilenos al ser detectados por Gallegos y sabiendo que había Mirage cerca, decidieron regresar hacia Chile haciendo un escape en vuelo rasante para evitar que los Mirage pudieran detectarlo. Todo indica que durante ése escape a máxima potencia colisionaron con un cerro o la ladera de un cerro. Convengamos que los pilotos de la FACh tenían muy poca experiencia en éste tipo de aeronave y que no tenían mucho entrenamiento para volar a muy baja altitud entre montañas ya que el punto fuerte del Camberra era su buen techo operativo.
Que ambos tripulantes hayan perdido la vida indica que el orígen de la pérdida del avión fue algo súbito e imprevisto que no les dió tiempo a iniciar la secuencia de eyección. Es por ello que se descarta un posible derribo por parte de nuestros Mirage.
Y sí que hicimos algo. Los Mirage despegaron. Esa fue la respuesta y causa del derribo
Algun jefe de la Fuerza Aérea Argentina comentó que en ambos días Argentina entró en combate contra Chile y para evitar CONSTERNACIÓN a nivel nacional en AMBOS PAISES se decidió mantener estos echos en el mas absoluto SECRETO pues las reacciones políticas y populares podrían empujar a ambos paises a una guerra

lunes, 10 de febrero de 2020

Malvinas: La operación Mikado en la versión rusa

Malvinas: las aventuras de las fuerzas especiales británicas en la Patagonia

Revista Militar (original en ruso)




La operación Mikado planeada por los británicos durante la Guerra de Malvinas a veces se menciona brevemente en fuentes rusas. En 1979, Argentina ordenó en Francia, entre otras armas y misiles Exocet. En abril de 1982, los argentinos, según el vendedor, la compañía francesa Aerospatiale, lograron obtener cinco de esos misiles antibuque, que se almacenaron en la base aérea argentina del Río Grande en Tierra del Fuego. El 4 de mayo, el cohete Exocet dañó severamente al destructor Sheffield, que luego se hundió. Este incidente impresionó a los británicos. Según la inteligencia británica, el 13 de mayo, los argentinos tenían tres cohetes listos para usar, y era urgente resolver el problema con ellos. Para destruir misiles y aviones argentinos, se desarrolló la operación "Mikado".

El plan original de ataque al Río Grande incluía el uso de un par de Hércules C-130 con 50-55 fuerzas especiales británicas SAS a bordo. Se suponía que los Hércules saldrían volando de una base aérea en la Isla Ascensión en el Atlántico y, disfrazándose de C-130 argentinos, se sentarían audaz y abiertamente en Río Grande. Después de aterrizar, los atacantes, en teoría, atacarían hasta que los argentinas se quedaran sin aviones y destruyeran todo a su paso, incluido los Exocet. Después de completar la misión, el Hércules despegaría y se dirigiría a la base de Punta Arenas en Chile, o sería volado y los comandos caminarían hacia la frontera chilena.

Como parte del Mikado, se desarrolló una operación de reconocimiento por separado, Christmas Pudding, que es poco conocida en Rusia, y los detalles de los participantes directos se filtraron a la prensa británica solo esta primavera. El propósito de la operación es establecer la vigilancia de la base de Río Grande, recopilar información y prepararse para la fase principal del Mikado.

Los combatientes del SAS (Escuadrón B, 22 Regimiento SAS) de su base en el Reino Unido volaron al Atlántico. Luego, desde la Isla Ascensión en el Atlántico sur en las Hekules, fueron desembarcados en el océano y recogidos por el portaaviones Invencible. En los primeros minutos del 18 de mayo, un helicóptero Sea King con ocho cazas SAS despegó del Invencible. Después del despegue, el helicóptero de repente descubrió en su camino una plataforma de producción de gas en alta mar, que era conocida por todos, excepto por la inteligencia británica. La plataforma tuvo que volar y perder tiempo. Al final resultó que más tarde, el buque de guerra argentino vio un helicóptero, pero no abrió fuego, por temor a dañar la plataforma.

Después de varias horas de volar en la densa niebla sobre Argentina, el helicóptero se perdió y aterrizó. Otras versiones de lo que sucedió divergen. El piloto del helicóptero afirmó que, a pesar de la visibilidad casi nula, hizo todo bien, y el aterrizaje fue claramente en el lugar planificado, y el comandante del grupo SAS decidió que habían aterrizado en el lugar equivocado. Después de una breve reunión, discutiendo con los pilotos y con el temor de que el helicóptero hubiera sido visto y aterrizado en el área equivocada, se decidió que la operación se canceló y el helicóptero volaba a Chile. Dos soldados que ya habían aterrizado fueron conducidos de regreso por el comandante del grupo a un helicóptero.

La frontera entre Argentina y Chile fue cruzada en helicóptero, los combatientes de las fuerzas especiales aterrizaron en la costa sur de la Bahía Inutil por razones de seguridad.

El helicóptero fue a la base aérea chilena en Punta Arenas. Al no llegar a la base, la tripulación (3 personas) según el plan era destruir el automóvil. Decidimos hacer todo en silencio. Se sentaron, hicieron agujeros en el helicóptero, pero el primer intento de inundación no funcionó. Durante el próximo aterrizaje, el helicóptero se estrelló en la playa. La tripulación voló un helicóptero, se escondió durante 8 días en el suelo y luego se fue por su propia cuenta a Punta Arenas, donde el 25 de mayo se entregó al ejército y las autoridades locales. La tripulación del helicóptero fue transportada a Santiago, donde los pilotos dieron una sensacional conferencia de prensa internacional.

Al mismo tiempo, los soldados desembarcados de las fuerzas especiales estaban probando su destino. El equipo de Spenaz finalmente decidió que cumplirían su misión y se fueron al Río Grande. En sus manos tenían dos tarjetas emitidas en Inglaterra: una hoja rasgada del atlas de la escuela de los años 30 y una tarjeta argentina del año 43 con el sello de la biblioteca de la Universidad de Cambridge de 1967. Río Grande no se indicó en estos mapas. No había mapas a bordo del portaaviones, como esperaba el comandante del grupo. El grupo tampoco tenía suficientes provisiones para una batería de larga duración y dispositivos de visión nocturna.

Al amanecer del 18 de mayo, el grupo contactó y recibió órdenes de continuar la operación. En este punto, uno de los luchadores tenía fiebre alta. El comandante del grupo decidió esperar. El estado de ánimo general estaba deprimido. Las personas tenían la sensación de que ya habían sido canceladas y abandonadas a sus propios dispositivos.

El 19 y 20 de mayo, el grupo yacía en sacos de dormir bajo redes de camuflaje entre las pampas nevadas al aire libre, se sacudió por el frío y esperó a que el soldado se recuperara.

En la noche del 20 de mayo, comenzaron a moverse, pero quedaban unas 10 millas hasta la frontera con Argentina, y otras 30 millas tuvieron que ser cubiertas desde la frontera a lo largo del territorio enemigo hasta Río Grande. No era realista sin comida extra.

El 21 de mayo, durante una sesión de comunicación, se les ordenó llegar a cierto punto de evacuación, donde uno de los oficiales de SAS que ya estaba en Chile tuvo que esperarlos. Después de una sesión de comunicación, el walkie-talkie, que estaba mojado mientras aún aterrizaba en el Atlántico, falló.

El 22 de mayo, el grupo llegó al lugar designado, pero no se encontró con nadie. Los soldados esperaron otros tres días, gastando un suministro de alimentos que ya era deficiente.

El 26 de mayo, el comandante del grupo y otro luchador, dejando a las fuerzas principales y tomando sus pistolas, decidieron ir a la ciudad chilena de Porvenir. Se las arreglaron para detener el camión en el suelo y llegar rápidamente a Porvenir, desde donde hicieron una llamada desde la única cabina telefónica al cónsul británico. El cónsul estaba horrorizado, sin saber que se estaba llevando a cabo una operación especial, y aconsejó a las fuerzas especiales que se rindieran a las autoridades. Fue otro golpe a la moral. Y en la tarde del mismo día, el comandante del grupo y su luchador tropezaron inesperadamente en la taberna con tres de sus colegas de SAS, que no intentaron llegar al punto de evacuación por razones desconocidas. La sorpresa de los participantes del "Pastel de Navidad" no conocía límites.

El 30 de mayo, el grupo se cambió a ropa de civil y, con mayor secreto, fue enviado desde Porvenir a Santiago.

El 8 de junio, se les ordenó regresar a casa.

La carrera del comandante del grupo había terminado. Fue acusado de negarse a aterrizar durante el primer aterrizaje y robó un helicóptero en Chile, en lugar de realizar la operación. El comandante renunció a las fuerzas armadas británicas y hasta hace poco mantuvo la boca cerrada, pero en marzo de 2014 decidió contar la historia de las aventuras de SAS en la Patagonia durante la Guerra de las Malvinas.

Este episodio es el único intento confirmado por los británicos para llevar a cabo operaciones terrestres directamente en el continente de Argentina en esa guerra.

Los argentinos, sin embargo, tienen su propia visión de esta historia. Según ellos, los soldados argentinos lograron subirse a un helicóptero desde armas pequeñas al sur de Río Gallegos, lo que obligó a los británicos a cambiar su ruta de vuelo, llegar a territorio chileno y estrellarse bajo Punta Arenas.

En realidad, el fracaso de la operación preparatoria "Christmas Pudding" puso fin a la operación principal "Mikado", que recibió el sobrenombre de "Sure Death", por las críticas y la negativa a realizar lo que muchos soldados británicos perdieron sus puestos y el servicio militar.

Y el 25 de mayo, mientras el SAS se congelaba las bolas en las estepas patagónicas, los argentinos golpearon el Atlantic Conveyor, que se hundió unos días después, con dos misiles Exocet.

viernes, 3 de enero de 2020

Canallas: Más detalles de la ayuda trasandina al Imperio Británico

La polémica ayuda de Chile a Inglaterra en la Guerra de Las Malvinas

En 1982, luego de enterarse del movimiento de tropas argentinas en la Patagonia y de un pacto secreto entre Argentina, Perú y Bolivia para atacar Chile, el (r) general chileno de la Fach, Fernando Matthei, decidió contactarse con militares británicos para ofrecer ayuda militar a los ingleses.


Jorge Fuentes || Guioteca

El rol que jugó Chile en la guerra de Las Malvinas es, según varios entendidos, más importante de lo que en su momento se comentó. Según una biografía inglesa de la fallecida y famosa primera ministra Margaret Thatcher, escrita por Charles Moore, ésta estaba impresionada por el nivel de apoyo internacional que había acumulado desde la invasión argentina a las islas. “Primero, encubiertamente, llegó Chile, cuya disputa con Argentina sobre el Canal de Beagle lo había hecho hipersensible ante la agresión argentina. Incluso, antes de que la invasión se completara, Chile ofreció a Reino Unido el uso de sus puertos. De ahí en adelante las tareas de inteligencia y la cooperación logística fueron constantes. Para el 6 de abril, Santiago ya había “ofrecido” los servicios de su fuerza aérea y naval, todo ello autorizado por el dictador Augusto Pinochet”.

Para graficar la buena relación que Pinochet logró con la “Dama de Hierro”, Moore agrega que “en 1998 él fue detenido en Londres como resultado del intento de un juez español por extraditarlo y que se enfrentara a los cargos por crímenes como tortura y asesinato. Lady Thatcher protestó vehementemente contra este tratamiento”.



General Fernando Matthei.

La famosa “Dama de Hierro” aseguraría en ese mismo momento que, sin la ayuda clave de Chile, la guerra de Malvinas no hubiese sido fácil de ganar. “Tenemos una enorme deuda”, dijo Tatcher. Lord Edward Cecil Parkinson, ex miembro del gabinete de la primera ministra, también dijo posteriormente que Chile fue un aliado que prestó importante ayuda a su país durante el conflicto con Argentina. El mismo Parkinson aseguró que la decisión de Inglaterra de hundir el buque argentino “General Belgrano” el 2 de mayo de 1982 se tomó con información de la armada Argentina que fue interceptada por Chile y entregada al Reino Unido.

Pero fue el (r) general de la Fuerza Aérea de Chile, FACH, Fernando Matthei Aubel, el encargado de develar en 1999 en una entrevista un secreto a voces que se mantuvo oculto durante más de década y media. “Yo hice todo lo posible para que Argentina perdiera la Guerra de las Malvinas”, aseguró el general chileno.

Matthei, quien fue agregado militar en Londres entre 1971 y 1974, detalló que “Chile no tuvo nada que ver en las Malvinas. Fui yo, por mi cuenta. Toda la nación argentina puede estar resentida conmigo”. Matthei aseguró haber tomado la iniciativa luego que recibiera informes de un gran movimiento de las tropas argentinas en la Patagonia, algo que los ingleses desconocían por completo. “Llegó a Chile por aquel entonces el wing commander Sidney Edwards y negociamos la entrega de aviones, misiles antiaéreos y radares a cambio de información. ¿Si hablé con Pinochet? Sí, pero fui lo suficientemente vago para que él se desentendiera si algo andaba mal. Los apoyamos con monitoreo permanente, radares y escuchas con dispositivos electrónicos”.

Matthei justificó su decisión tras escuchar las palabras del dictador argentino Leopoldo Galtieri, quien aseguró públicamente a sus compatriotas que “las islas Malvinas era el primer paso y que el siguiente era la recuperación de los otros terrenos. Además, el contexto era diferente al actual. En aquel momento las relaciones entre la Argentina y Chile atravesaban momentos críticos, a partir de las diferencias que había entre ambos países en torno de los límites fronterizos, que fueron zanjados con el Tratado de los Hielos Continentales en 1991″.

El pacto de Argentina, Perú y Bolivia para atacar a Chile

Hugh Bicheno, un ex agente del MI6 (el mítico servicio de inteligencia exterior británico), y quien realizó misiones en Londres, Buenos Aires y Centroamérica, en su libro “Al filo de la navaja: La historia no oficial de la guerra de Malvinas”, exculpa a Margaret Tatcher y Augusto Pinochet de una supuesta alianza “contranatura” entre una democracia y una dictadura, afirmando que, en este caso, el enemigo común de ambos era la dictadura argentina de Leopoldo Galtieri, a su juicio, mucho peor que la chilena.

Bicheno, incluso, va mucho más lejos, pues asegura que existía un acuerdo “secreto” entre Argentina, Perú y Bolivia para atacar a Chile. “El general (R) Fernando Matthei confirmó en 1999 la colaboración de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) con los británicos. El declaró que no quiso involucrar a Pinochet en los detalles operativos, pero evidentemente contó con su beneplácito. Lo del pacto argentino-peruano-boliviano ya lo sabía, pero salió a flote en la prensa de Buenos Aires durante el intento de agresión argentino contra Chile sobre las islas Nueva, Picton y Lennox, en 1979”, aseguró Bicheno.

El ex agente británico aseguró también que “Thatcher no tuvo lazos con Pinochet durante la guerra. Las FF.AA. chilenas dieron ayuda voluntaria, porque si Argentina hubiese tenido éxito en las Malvinas, Chile hubiera sido el próximo objetivo. Había un acuerdo militar “secreto” entre Argentina, Perú y Bolivia para atacar a Chile, y eso todo el mundo lo sabía. Perú incluso le proporcionó material bélico a Argentina durante el conflicto. Thatcher demostró una poco común integridad al agradecer a Pinochet por la ayuda que él le ofreció. La victoria británica derribó una dictadura militar argentina que buscaba el genocidio y, en efecto dominó, derribó otra en Bolivia, la de Luis García Meza, que tenía el apoyo de la Junta argentina”.

viernes, 14 de junio de 2019

Malvinas: Opción 13, el plan de bombardeo británico de ciudades argentinas desde Chile

"Opción 13": el plan secreto de los ingleses para bombardear Buenos Aires durante la guerra de Malvinas 

La información desclasificada en los archivos británicos revela que existieron planes para lanzar las bombas de los aviones Vulcan sobre la capital. “Ataque a blancos seleccionados en el Continente”, dicen los documentos que detallan las estrategias que se iban perfeccionando o descartando según la evolución del conflicto. La "Opción 13" nunca llegó a materializarse, pero la amenaza jugó un importante papel en la guerra psicológica


Por Alejandro Amendolara  | Infobae


 
El documento secreto del ministerio de Defensa británico con el plan de las operaciones para los aviones Vulcano,, elegidos para bombardear Buenos Aires y otros blancos del continente


Ante la inminencia de una acción militar argentina sobre las islas Malvinas, alertados por los servicios de inteligencia propios y de EE.UU., en una reunión en el Ministerio de Defensa británico en Whitehall, se asumió que nada podía hacerse en el corto plazo para impedirla. En esos momentos, la flota de desembarco argentina aún se encontraba en navegación hacia su objetivo final: la recuperación de las Islas Malvinas.

Eran las 14.00 horas del 31 de marzo de 1982, en la Sala 5301 del edificio del Ministerio de Defensa, cuando se inició el estudio de sanciones y represalias para el supuesto que se concretara la amenaza. En la minuta de esa reunión, se incluyó como posible represalia contra Argentina, que la Real Fuerza Aérea realizara ataques aéreos "sobre ciudades argentinas o a buques en el mar, que tendrían que ser lanzados desde la isla de Ascensión. Sin el apoyo de aviones cisternas, debido a la distancia involucrada en la aproximación, la aeronave tendría que aterrizar para completar la misión en el continente sudamericano, posiblemente Montevideo o Santiago. En consecuencia, en el probable supuesto de negativa en el uso de aeródromos en América del Sur, los ataques sobre blancos argentinos no son factibles".

Para entonces, el ministro de Defensa John Nott ya había ordenado la zarpada de un submarino nuclear hacia el Atlántico Sur, y el alistamiento de dos más. La Marina Real (Royal Navy) desempolvó los planes de contingencia para Malvinas y colocó en alerta a la flota, mientras que la Real Fuerza Aérea (RAF) apresuradamente preparó un plan para bombardear objetivos en Argentina.


La Operación Rosario: 2 de abril de 1982, la Argentina recupera las islas Malvinas

En la reunión de Jefes de Estado Mayor de las fuerzas armadas británicas del 2 de abril a las 15.10 horas de Londres (+3 respecto de Buenos Aires), se discutió la "posibilidad de obtener asistencia de potenciales aliados, particularmente Chile, y en menor medida Brasil", para el empleo de bases aéreas en América del Sur, y se encomendó al Foreign Office para "obtener autorización para el uso de aeródromos en Chile, si se intentara desplegar aviones de la RAF dentro del alcance operacional de las islas Malvinas".

En ese mismo momento, en el Atlántico Sur, se cumplían las etapas finales de la Operación Rosario, que culminarían con la evacuación del Gobernador Rex Hunt y la dotación de Royal Marines de las islas.

A las 9 de la mañana del 3 de abril, se realizó una nueva reunión de Jefes de Estado Mayor para evaluar los acontecimientos ocurridos desde el día anterior. En su transcurso se informó que Chile había recibido una solicitud argentina para que no reabasteciera buques y aeronaves del Reino Unido en ruta hacia las Islas Malvinas, y que Brasil no brindaría instalaciones o asistencia a las fuerzas británicas comprometidas en operaciones contra los argentinos.

No obstante el intenso despliegue diplomático británico, el 4 de abril, el Foreign Office debió informar a los jefes militares que la mayoría de los países sudamericanos habían expresado su apoyo a la Argentina. Pero la embajada británica en Santiago de Chile había comunicado que "existía la posibilidad de apoyo chileno" (Telegrama N° 66 del 3 de abril 82), por lo que se decidió que debían continuar los esfuerzos para determinar la posibilidad de usar aeródromos en ese país.

La RAF echaría mano a los viejos bombarderos Avro Vulcan, cuyo retiro gradual del servicio se encontraba a medio completar cuando estalló la crisis. A pesar de tantos años asignados a operaciones para ataques con cargas nucleares a baja altura dentro de la OTAN, con su gran alcance y capacidad para llevar una importante carga de bombas convencionales, resultaba ideal para la tarea.

Desde comienzos de la década del 70, no habían ejercitado su capacidad de bombardeo convencional ni el reabastecimiento en vuelo, por lo que resultaba indispensable el entrenamiento de las tripulaciones y capacidades de las aeronaves, previo a su despliegue a la Isla de Ascensión.

Las distancias hacia objetivos en Argentina eran más de lo que podía lograr el avión, por lo que –además de sucesivos reabastecimientos en vuelo-, resultaba vital obtener permisos de sobrevuelo y eventual aterrizaje en países sudamericanos para que el bombardeo sea efectivo.

 
Avión Avro Vulcan B.2 utilizado por la Real Fuerza Aérea para cumplir operaciones en el Atlántico Sur. Esta aeronave, matrícula XM597, cumplió misiones sobre Malvinas con misiles antirradar “Shrike” norteamericanos

Se encomendó al Foreign Office obtener esos permisos para sobrevolar Brasil, Perú, Bolivia, Paraguay y Uruguay, y así asegurar la aproximación aérea para incursionar sobre territorio argentino. Las Cancillerías de estos países negaron en forma inmediata los permisos a los británicos.

Quedaba aún abierta la opción de operar desde Chile. Las horas pasaban y la planificación comenzó a contemplar el envío de aviones Vulcan para operar desde bases trasandinas, para lo cual tendrían que trazar una ruta de vuelo desde su base en Gran Bretaña hasta Santiago/Punta Arenas. Ante las negativas de sobrevuelo sobre América del Sur, se debió delinear una ruta que implicaba cruzar el Atlántico Norte, sobrevolar Estados Unidos, y llegar a Chile desde el Pacífico.

Con estas premisas, el 8 de abril se emitió el primer borrador titulado "Operaciones de Vulcan contra Argentina desde Ascensión", para utilizar estos bombarderos contra blancos en Argentina. El concepto de la operación sería el siguiente:
  1. Los Vulcan a gran altura, particularmente de día, serían extremadamente vulnerables a las fuerzas de defensa conocidas. Se recomienda que las operaciones deberían ser contempladas solo de noche y a baja altura. El bombardeo sería realizado por radar, y en consecuencia, los blancos deberían ser de área más que de naturaleza puntual; poblados, aeródromos e instalaciones portuarias serían esa mejor opción.
  2. La distancia extrema desde Ascensión, aún a Buenos Aires con regreso a Ascensión, requeriría el apoyo de 7 aviones cisterna Víctor para un único Vulcan cargando solo 7 bombas de 1.000 libras. Las misiones desde Ascensión hacia blancos en o alrededor de Buenos Aires y la recuperación a la base más cercana con capacidad para Vulcan en Chile, que es Santiago, sería de todos modos considerablemente más efectiva en costo. El requerimiento de cisternas sería de xx Víctor para cada Vulcan; el último reabastecimiento sería realizado apenas antes de las últimas luces a gran altura con una penetración del espacio aéreo argentino realizado en la oscuridad y a bajo nivel.
  3. Una vez en Santiago, los Vulcan proveerán un blanco muy vulnerable para misiones ofensivas de apoyo. De todos modos, desde esta base podrían realizarse ataques convencionales a bajo nivel, y sin recurso de AAR (Reabastecimiento en Vuelo). Sin embargo, se requeriría un sustancial soporte terrestre en términos de hombres y equipamiento para apoyar operaciones sostenidas.

El informe concluía que "Un despliegue hacia Ascensión y una operación única por cada avión desde Ascensión, es una propuesta factible. La capacidad máxima de 56 bombas de 1.000 libras es, sin embargo, de escasa significación real, pero el rápido y despliegue abierto de los Vulcan a Ascensión con sondas de reabastecimiento visibles, Víctor cisterna aparcados a lo largo y anunciando que cada Vulcan es capaz de cargar 21 bombas de 1.000 libras, debe imponer una amenaza real y significativa a Argentina –si ellos creen que tenemos la voluntad de emplearlos".

 
Primer borrador del 8 de abril de 1982. “Operaciones de Vulcan contra Argentina desde Ascensión”

Una consulta informal entre oficiales aeronáuticos de Gran Bretaña y Chile, dio como resultado que John Heath, embajador británico en Santiago de Chile informara, por Telegrama Secreto N°89 del 9 de abril, que "el General López, Jefe de Operaciones de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), ha pasado el mensaje vía Griffin para expresar que la FACH se encuentra ansiosa por ayudarnos y expectante de tener que recibir aeronaves británicas en emergencia, por ejemplo, dañadas en combate".

Pero, previendo una represalia argentina sobre los aeródromos chilenos, la ayuda tendría sus condiciones, por lo que el mensaje proseguía: "En razón de la debilidad de la defensa aérea en los aeródromos del sur, especialmente Punta Arenas y Balmaceda, la FACH necesita urgentemente lo siguiente, en anticipación de un posible ataque argentino: a) 4 ó 5 unidades antiaéreas móviles Bofors 40/70 (usadas); b) 2 unidades de Bloodhound".


Vulcans y Nimrods en la isla Ascensión

La urgencia resultaba ser tal, que Heath aclaró en el telegrama que "la FACH estaría lista para comprarlos inmediatamente por contrato comercial y a precio normal, y enviar mañana un C-130 al Reino Unido si fuera necesario para recogerlos. Como no tienen experiencia en unidades Bloodhound en particular, la FACH estaría lista para recibir expertos británicos vestidos sin insignias para operar las unidades, lo que será normal para contratos comerciales similares para armamento nuevo".

El diplomático británico solicitó respuesta inmediata sobre estas posibilidades y requerimientos para poder contar con información para la reunión del 12 de abril, a la que lo había convocado el Comandante en Jefe de la FACH, general del aire Fernando Matthei Aubel, en la cual "seguramente se levantará el tema".

"... el General López, Jefe de Operaciones de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), ha pasado el mensaje vía Griffin para expresar que la FACH se encuentra ansiosa por ayudarnos y expectante de tener que recibir aeronaves británicas en emergencia, por ejemplo, dañadas en combate".


El mensaje era música para los oídos de los oficiales aeronáuticos británicos. Contarían con una base a pocos cientos de kilómetros de las bases argentinas, y la factibilidad de la opción de bombardear Buenos Aires comenzaba a tomar forma.

Pero el general Augusto Pinochet dejó en claro a sus Jefes de Estado Mayor, que no autorizaría que los británicos iniciaran operaciones militares contra Argentina desde territorio chileno, por temor a provocar a "un vecino inestable". A pesar de ello, no habría problemas en recibir en aeródromos chilenos aeronaves británicas "en emergencia".

 
Telegrama Secreto N°89 del 9 de abril de 1982 del embajador británico en Santiago de Chile. “La FACH se encuentra ansiosa por ayudarnos y expectante de tener que recibir aeronaves británicas en emergencia, por ejemplo, dañadas en combate”

El Jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Terence Lewin, encomendó la preparación de un documento de trabajo estableciendo las opciones para la Operación Corporate. Siguiendo sus instrucciones, y tras la consulta a cada una de las fuerzas armadas, al ministerio de Defensa, y al Foreign Office, se confeccionó un listado de opciones, que se dividía entre aquellas que se encontraban en curso y las que quedarían disponibles para su futura consideración. Se pretendió formular una graduación en orden ascendente de acuerdo al impacto político-militar de cada una, en base a apreciaciones eminentemente subjetivas, que se revisarían y eventualmente se modificarían a medida que evolucionara la situación.

Entre las opciones futuras, bajo el título "Ataque a blancos seleccionados en Argentina Continental" se encontraba la "Opción 13", bajo la cual se fijaba el objetivo y las circunstancias que se consideraban operarían a favor y en contra de la iniciativa.

Entre los primeras, se señalaban la obtención de la sorpresa; la reducción de la efectividad de la Fuerza Aérea Argentina; la posibilidad de aferrar la defensa aérea argentina en forma remota al área del conflicto. Las desventajas serían las repercusiones internacionales; el cuestionamiento de la legalidad de los ataques; la justificación directa para aplicar represalias contra expatriados británicos en Argentina, entre otras.

Contando con nuevos datos y estimaciones, el 10 de abril se introdujeron modificaciones a la planificación. Se concluyó en el informe que "un despliegue hacia Ascensión, y un solo vuelo saliendo de Ascensión por cada uno de los ocho Vulcan a fin de atacar blancos en los alrededores de Buenos Aires, es una proposición factible. La capacidad de 168 bombas de 1.000 libras es significativa, a pesar de la limitada precisión de los Vulcan operando de noche en misión convencional".

Se insistía con el aspecto psicológico que la maniobra pudiera causar entre los argentinos: "el despliegue rápido y abierto de los Vulcan a Ascensión, con sondas de reabastecimiento visibles, y los Víctor cisterna aparcados a su lado, constituirá una amenaza real y significativa a Argentina –si están convencidos que tenemos la voluntad de emplearlos".

En paralelo se confeccionó un informe con los posibles blancos de carácter económico en territorio argentino, apuntando principalmente a campos y refinerías petrolíferas; yacimientos y sistemas de gasoductos, sobre nudos de las redes ferroviarias, y el sistema de carreteras, y de sus efectos para el esfuerzo militar y sobre la población.

 

En la reunión del Gabinete de Guerra del mediodía del viernes 16 de abril, presidida por Margaret Thatcher, se discutió la filtración a la prensa sobre el reacondicionamiento de los aviones Vulcan y su capacidad para llegar a blancos sobre territorio continental argentino

La isla de Ascensión se encontraba en medio del Océano Atlántico, y lejos de los ojos argentinos. Había que difundir los preparativos de las misiones de bombardeo, y que los mandos militares y opinión pública argentina tomaran conocimiento de ellos. Pero ¿cómo se lograría?

Cumpliendo directivas del Gabinete británico, el 11 de abril de 1982 se constituyó el Grupo de Proyectos Especiales, bajo la dirección del Coronel T.S. Sneyd, en el ámbito del Ministerio de Defensa, para la preparación y promulgación de las operaciones de decepción y propaganda. Sus planes serían implementados por el Servicio Secreto de Inteligencia y por el Foreign Office.

El arte del engaño o decepción, es tan antiguo como la guerra misma. En las operaciones militares convencionales, los comandantes no solo deben motivar a sus tropas, sino también buscar afectar la del enemigo. La propaganda, como elemento crucial de las acciones psicológicas, debe basarse en información que resulte creíble para el enemigo.

Apenas dos días después de los desembarcos argentinos en Malvinas, el 4 de abril, el periodista Jon Connell, del Sunday Times, realizó un análisis sobre las distintas opciones militares para "recapturar las Falklands", expresando que "una posibilidad, por supuesto, sería no atacar las Islas Falklands sino Argentina misma –sus bases militares y navales costeras".

Los cuadros comparativos de las fuerzas de ambos países mostraban un claro desbalance a favor de Argentina en el número de medios aéreos. La opinión pública británica comenzaba a preocuparse sobre el éxito de la fuerza de tareas.

En la reunión del Gabinete de Guerra del mediodía del viernes 16 de abril, presidida por Margaret Thatcher, se discutió la filtración a la prensa sobre el reacondicionamiento de los aviones Vulcan y su capacidad para llegar a blancos sobre territorio continental argentino.

La noticia sería publicada el próximo domingo en el Sunday Express en primera plana. A pesar que el acta de la reunión refleja la lamentación por no haber logrado detener la filtración, los asistentes concluyeron que "si bien en realidad no hay intención de atacar el continente argentino, podría existir alguna ventaja militar si los argentinos lo temieran".

Ese mismo domingo 18 de abril, la portada del Sunday Express titulaba "Los Vulcan listos para golpear Argentina". La nota, firmada por Michael Toner, relataba con detalle el alistamiento de los bombarderos y de su despliegue al Atlántico Sur, y que si bien no estarían equipados con bombas nucleares, "tendrán la capacidad para destruir cada aeródromo y puerto naval argentino", y que "si los Vulcan eran empleados adecuadamente, toda la estructura militar argentina podría ser destruida".



El periodista reconocía en su nota que la decisión de utilizar los Vulcan contra Argentina "puede ser un resultado del trabajo de 'operaciones psicológicas'" dentro del Ministerio de Defensa. "Un poco conocido grupo de expertos ha estado trabajando horas extras para desalentar y desestabilizar la opinión militar en Argentina". Tal vez, al decirlo, Toner reconocía implícitamente su participación en la acción de propaganda. Su nota contenía detalles similares a la planificación del 10 de abril, y que el Gabinete ahora había considerado oportuno que llegara a oídos argentinos.

Toner concluyó describiendo la amenaza en términos inequívocos: "No hay duda que la mera amenaza de operaciones de Vulcan aterrorizará a cualquier experto en Argentina que conozca lo que pueden hacer estos aviones. Pueden destruir cualquier blanco virtualmente a voluntad. Solo con ese hecho, se le podría prácticamente garantizar inmunidad a la flota británica en el Atlántico Sur contra ataques aéreos argentinos".

La acción psicológica ya había dado su puntapié inicial. La noticia, tomada por las agencias internacionales, fue replicada profusamente en los medios británicos y argentinos durante los días siguientes. La "diplomacia de cañoneras" hacía una nueva demostración de lo que estaba en condiciones de hacer.

 
“Por qué deberíamos bombardear Argentina”, declaraciones de Winston Churchill (nieto), en el periódico The Sun, el 23 de abril de 1982

Fue el vocero del Partido Conservador, el parlamentario Winston Churchill, nieto del famoso primer ministro británico, quien, en una nota publicada por el periódico The Sun el 23 de abril, bajo el título "Por qué deberíamos bombardear Argentina", justificaba las acciones sobre el continente ante la amenaza de la aviación argentina operando desde sus bases en el litoral Atlántico contra la fuerza de tareas británica.


El fin de un Vulcan si hubiese sido interceptado por los Mirage III

Expresaba Churchill: "Un factor adicional evidente, que hasta ahora podría haber sido pasado por alto por la Junta, es la capacidad de la fuerza de bombarderos Vulcan de la RAF para eliminar –si fuera necesario-, todas las bases aéreas argentinas clave en el continente con un único ataque sincronizado al estilo israelí. Desde bases en el Atlántico Sur los Vulcan tienen el alcance y la capacidad para hacer cráteres en las pistas con bombas convencionales y destruir en tierra la mayor parte de la Fuerza Aérea Argentina con bombas de racimo… Eliminar a la Fuerza Aérea Argentina con un golpe rápido y devastador, garantizaría la victoria para la Fuerza de Tareas, y aseguraría un mínimo de bajas británicas".

Si bien las fuerzas argentinas estaban tomando las medidas adecuadas para la defensa del territorio argentino, de sus bases aéreas y de las instalaciones estratégicas en el territorio nacional, también comenzaron a actuar las organizaciones de Defensa Civil y las delegaciones locales de la Cruz Roja Argentina.

Pero la reacción más pintoresca fue la del Semanario Tal Cual, en su edición del 23 de abril, que esbozó una serie de interrogantes y respuestas ante "estos momentos de tensión e incertidumbre que vive el país", con recomendaciones prácticas ante un bombardeo de la ciudad de Buenos Aires.
  • Si [la guerra] llega al continente ¿llegará a Buenos Aires? – Si es una guerra abierta entre los dos países, puede ser bombardeada tanto Buenos Aires como Londres o cualquier ciudad.
  • Si llega a Buenos Aires ¿se construirán refugios? – Seguramente, ya que no serán suficientes los refugios naturales (sótanos especiales, subterráneos, etc.)
  • ¿Hay que evacuar la ciudad? – Esta posibilidad se atenderá únicamente si existiese un ataque con invasión a Buenos Aires.
  • En caso de bombardeo, ¿qué hay que hacer? – Los miembros de la Defensa Civil instruirán a la población a su debido tiempo, por todos los medios de información que están a su alcance (radio, TV, etc.).
  • ¿Cuáles son los refugios para bombardeo? – Los naturales, las construcciones de hormigón armado que estén bajo la superficie. Subterráneos, garajes subterráneos, sótanos de grandes edificios (el Barolo en Avenida de Mayo al 1300, tiene sótano anti-bombardeo).

El 4 de mayo de 1982, el destructor HMS Sheffield fue alcanzado por uno de los dos misiles Exocet lanzado por los Super Etendard. La opción de bombardear Buenos Aires se diluía y los ingleses se concentraron en las Bases Aéreas

En Buenos Aires la guerra todavía parecía muy lejana, y se confiaba en una solución pacífica del conflicto. No había necesidad de buscar refugio o prestar atención a las prevenciones. En cambio, en las principales ciudades del sur argentino, en donde eran incesantes los movimientos de tropas y armamentos, las autoridades y la población habían tomado completa conciencia de la eventualidad de un ataque, realizando ejercicios de oscurecimiento y simulacros de evacuación a refugios y medidas de protección ante bombardeos.

En el atardecer del 30 de abril, llegó a los comandantes argentinos el aviso del despegue de aviones Vulcan y Víctor cisternas desde la Isla de Ascensión, apreciándose que tendrían como destino el litoral continental.

Los soviéticos habían desplegado un buque "científico" para que navegara en proximidades de la isla, por lo que presumiblemente fue quien dio el alerta ante semejante movimiento de aviones. Sin embargo, el rumbo tomado por los atacantes sería Malvinas.

A las 4.40 de la madrugada del 1° de mayo se efectivizaba la amenaza del Vulcan, lanzando sobre la pista del aeropuerto la cantidad de 21 bombas de 1.000 libras, de las cuales solo una impactó en forma efectiva, rápidamente reparándose los daños. Se iniciaban así las misiones denominadas "Black Buck" por los británicos.

Con el desarrollo de las operaciones militares, y el acceso a mayor información de inteligencia, la "Opción 13" continuó reformulándose. El 4 de mayo de 1982, el destructor HMS Sheffield fue alcanzado por uno de los dos misiles Exocet lanzado por un par de aviones Super Etendard que operaban desde la Base Aeronaval de Río Grande, en Tierra del Fuego.

La opción de bombardear Buenos Aires se diluía de las planificaciones, que ahora se concentraron principalmente sobre las Bases Aéreas Militares en el sur del continente. En cada oportunidad en que la flota británica recibía un golpe certero de la aviación argentina, se ajustaban las planificaciones ante la presión parlamentaria y de la opinión pública.

No obstante, la idea de bombardear Buenos Aires, que había surgido aún antes del 2 de abril y descartada a medida que evolucionaban las operaciones, recobró vigencia el 13 de mayo, pero para una nueva acción psicológica.

 
Recorte del periódico “Daily Express” del 19 de abril de 1982, con la especulación de los posibles blancos en territorio continental argentino.

Previo a los desembarcos británicos en San Carlos, en la isla Soledad, la aviación argentina basada en tierra era considerada como la principal amenaza para el establecimiento de una cabeza de playa segura.

El Grupo de Proyectos Especiales realizó una propuesta para "pasar el rumor por medios discretos no atribuibles que se están planificando ataques diurnos con bombarderos Vulcan contra blancos al norte en el continente, previos a cualquier desembarco principal en las Islas Malvinas". Con ello se intentaría reducir la cantidad de aviones atacantes en el área de operaciones de Malvinas, replegando algunos elementos hacia los aeródromos en el norte.

De todos modos, para que fuera efectivo, el rumor debía resultar creíble y atractivo para los mandos argentinos, el Grupo consideró que "si se difundiera que los ataques están siendo cambiados a horas diurnas, ello podría motivar a la Fuerza Aérea Argentina a buscar activamente el enfrentamiento a fin de lograr una victoria prestigiosa derribando un Vulcan. Indicando que los ataques serán realizados contra una instalación grande de combustible cerca de Buenos Aires, una opción creíble, se espera que atraiga algunos cazas al norte".

El Coronel T.S. Sneyd, finaliza su informe expresando: "Se recomienda que se otorgue autorización para emplear medios discretos y no atribuibles para informar a las autoridades argentinas que aviones Vulcan van a atacar instalaciones de combustible en el área de Buenos Aires a la luz del día en el futuro cercano. Se destacará que el cambio a bombardeo en horas diurnas es a fin de lograr mayor precisión y así reducir bajas civiles".

Las consecuencias políticas de una acción británica sobre el continente condicionaron cualquier ataque de estas características. Argentina encontraba apoyo en el ámbito de la Organización de Estados Americanos, y siempre quedaba latente la posibilidad de regionalizar el conflicto. Era un riesgo que Gran Bretaña no pretendía asumir. Había justificado su reacción militar en el principio de legítima defensa del Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas y en la Resolución 502 del Consejo de Seguridad, por lo que un ataque abierto sobre el continente parecía innecesario, y ello pondría en peligro la legalidad de sus acciones.



Siempre existió la posibilidad de que Gran Bretaña pudiera fracasar en su objetivo militar primario en las Islas Malvinas, y que la Fuerza de Tareas fuera humillada. Fue así que, hasta el final del conflicto nunca se descartó la idea de estos ataques sobre el continente, ni se suspendieron las planificaciones.

La opción quedaría reservada para cuando las necesidades operativas militares así lo requirieran, siempre que justificara el medio empleado, y se soportara la condena internacional. La "Opción 13", de "Ataques a blancos seleccionados en Argentina Continental", siempre estuvo sobre la mesa de planificación, a la espera de obtener luz verde en el Gabinete de Guerra.

El bombardeo de la ciudad de Buenos Aires permaneció vigente en la mente de los planificadores británicos como también en el diseño de las acciones de guerra psicológica.

Cumplidos 37 años de que Charly García compusiera la canción "No bombardeen Buenos Aires", ahora sabemos que su plegaria no fue ficción.

jueves, 30 de agosto de 2018

FFG: clase Leander

Fragata clase Leander


Wikipedia




HMS Apollo

La clase Leander, o fragatas tipo 12M, que comprende veintiséis buques, fue una de las clases de fragata más numerosas y de larga vida en la historia moderna de la Royal Navy. La clase se construyó en tres tandas entre 1959 y 1973. Tuvo un perfil público inusualmente alto, debido a la popular serie dramática de televisión de la BBC, Warship. La silueta de Leander se convirtió en sinónimo de la Royal Navy durante la década de 1960 hasta la década de 1980. A partir de febrero de 2015, solo sobreviven dos fragatas de la clase Leander, que prestan servicio en la Armada Ecuatoriana. El diseño de Leander o sus derivados se construyeron para otras armadas:

Royal New Zealand Navy como clase Leander
Armada de Chile: clase Condell
Royal Australian Navy: clase River
Armada india: clase Nilgiri
Royal Netherlands Navy: clase Van Speijk

Clase
Nombre:Leander class
Operadores:
  •  Royal Navy
  •  Indian Navy
  •  Royal New Zealand Navy
  •  Arnada de Chilea
  •  Royal Netherlands Navy
  •  Pakistan Navy
  •  Armada de Ecuador
  •  Indonesian Navy
Preceded by:
  • Rothesay class
  • Salisbury class
  • Leopard class
  • Tribal class
Succeeded by:Type 21 frigate
Subclasses:
  • Condell class
  • River class
  • Nilgiri class
  • Van Speijk class
In comisión:1963–
Completado:26
Retirados:26 (3 como corales artificiales, 2 como blancos)
Características generales
Tipo:Fragata
Desplazamiento:
  • 2,350 tons standard, eslora ampliada 2,500 tons (luego 2,790 tons) standard
  • 2,860 tons a plena carga, eslora ampliada 2,962 tons (luego 3,300 tons) a plena carga
Longitud:113.4 metros 
Eslora:12.5 metros, eslora ampliada 13.1 metros 
Calado:4.5 metros normal, 5.5 metros, eslora ampliada 5.5 metros (luego 5.8 metros de profundidad 
Propulsión:2 calderas de combustible Babcock & Wilcox, que impulsan turbinas a vapor, 22,370 kilowatts (30,000 hp), 2 palas
Velocidad:27 nudos (50 km/h; 31 mph)
Alcance:7,400 kilómetros (4,600 mi; 4,000 nmi) a 15 nudos (28 km/h; 17 mph)
Tripulación:260
Sistemas de sensores y procesamiento:
  • Radar:
  • Type 965 (radar de alerta aérea removido durante la conversión Ikara , Type 992 Q, Type 903, Type 974/978
  • Sonar:
  • Type 162, 184, 199, & luego el type 2031 sonar de arrastre de matriz
Armamento:
  • Inicial:
  • 2 × cañones de 4.5 pulg (1 × montajes dobles Mk6)
  • 1 × lanzador SAM Seacat 
  • 2 × 20mm guns (single mountings)
  • 2 × cañones 40mm Mk VII Bofors (montaje simple) inicialmente en los primeros 7 en vez de los Seacat & cañones de 20mm 
  • 1 × mortero ASW Limbo 
  • Batch 1 - Ikara:
  • 1 × Ikara Anti submarine missile Launcher
  • 2 × Seacat surface-to-air missile Launchers
  • 2 × cañones de 40mm - montajes simples 
  • 2 × triple 324 mm (12.75) STWS-1 tubes for Mk 46 and Stingray ASW torpedoes
  • 1 × Limbo ASW Mortar
  • Batch 2 - Exocet/Seacat:
  • 4 × MM.38 Exocet anti ship missile launchers
  • 3 × Seacat surface-to-air missile launchers
  • 2 × 40mm guns - single mountings
  • 2 × triple 324 mm (12.75 inch) STWS-1 tubes for Mk 46 and Stingray ASW torpedoes
  • Batch 3 - Exocet/Seawolf:
  • 4 × MM.38 Exocet anti ship missile launchers
  • 1 × sextuple GWS.25 launcher with 30 sea wolf SAMS
  • 2 × 20mm AA guns
  • 2 × triple 324 mm (12.75) STWS-1 tubes for Mk 46 and Stingray ASW torpedoes
Aircraft carried:
  • Inicial y Batch 1:
  • 1 × helicóptero Westland Wasp ASW 
  • Batch 2 y Batch 3:
  • 1 × helicóptero Westland Lynx HAS.Mk 2 ASW 

Diseño

La política adoptada por la Royal Navy durante la década de 1950 de adquirir distintos tipos de fragatas diseñadas para funciones especializadas (es decir, dirección antisubmarina, antiaérea y de aeronaves) había resultado insatisfactoria. A pesar de que los propios diseños habían demostrado ser exitosos, la falta de estandarización entre las diferentes clases condujo a un aumento en los costos durante la construcción y también en el mantenimiento una vez que los barcos entraron en operación. Además, no siempre fue posible tener los barcos con las capacidades requeridas disponibles para una tarea específica. El primer paso hacia la creación de una fragata de propósito general llegó con la clase Tribal Type 81 que se ordenó inicialmente en 1956; sin embargo, estos barcos fueron diseñados principalmente para operar en los trópicos y carecían de la velocidad y el armamento requeridos para los compromisos británicos de la OTAN.



El 7 de marzo de 1960, el Lord Civil del Almirantazgo C. Ian Orr-Ewing declaró que las "fragatas antisubmarinas clase 12 de Whitby están demostrando ser particularmente exitosas ... y hemos decidido explotar sus buenas cualidades en una forma mejorada y nave más versátil. Este tipo 12 mejorado se conocerá como la clase Leander. La maquinaria de turbina de casco y de vapor será sustancialmente la misma que la de Whitbys. Las principales características nuevas planeadas son un radar de advertencia de aire de largo alcance, el Seacat anti-radar. misiles guiados por aeronaves, equipos mejorados de detección antisubmarina y un helicóptero liviano armado con torpedos de retorno. También introduciremos el aire acondicionado y mejores condiciones de vida ". [5] La edición de 1963 de los barcos de combate de Jane lo describió como" principalmente anti- -submarino pero flexible y multiuso ".

La clase Leander tiene el mismo casco y sustancialmente la misma maquinaria de turbina de vapor que la clase Whitby, pero tiene un diseño revisado y avanzado y cumplirá un rol compuesto de dirección antisubmarina, antiaérea y aérea. Las armas de 40 mm eventualmente serán reemplazadas por los lanzadores Seacat de aire-aire. Los barcos están equipados con VDS (Variable Depth Sonar), anteriormente conocido como inmersión asdic.
- Jane's Fighting Ships,
La diferencia entre los Leanders (Tipo 12M) y los Whitbys (Tipo 12) era muy obvio que el alcázar escalonado del Tipo 12 se había eliminado, lo que daba como resultado una cubierta nivelada, con la excepción del castillo de proa elevado. La superestructura se había combinado en un solo bloque en el centro del barco y el nuevo diseño del puente proporcionaba una mejor visibilidad. Se proporcionaron un hangar y una cubierta de vuelo para el helicóptero antisubmarino ligero Westland Wasp, que aún se encontraba en la etapa de prototipo cuando se ordenaron los primeros barcos. El barco tenía aire acondicionado en todas partes y no había ojos de buey para mejorar la defensa nuclear, biológica y química. A los barcos se les dio todos los nombres de personajes de la mitología clásica que previamente habían sido entregados a los cruceros de la Royal Navy.

La variante de caldera Y160 utilizada en Batch 3 Leanders (como Jupiter) también incorporó equipos de atomización de vapor en el suministro de combustible para que el combustible diesel que entraba en las calderas a través de los tres quemadores principales se atomizara en un fino rocío para una mejor eficiencia de llama. Algunos barcos con Calderas Y100 también se convirtieron en atomización de vapor, HMS Cleopatra fue uno de ellos. La temperatura de sobrecalentamiento del Y160 fue controlada manualmente por el pequeño oficial de la sala de calderas del reloj entre 750-850 ° F (399-454 ° C) y el vapor suministrado a las turbinas principales estaba a una presión de 550 psi (3,800 kPa) . Las fragatas de la clase Leander tenían calderas Babcock & Wilcox pero de un diseño más convencional de dos tambores, un tambor de agua y un tambor de vapor, muy parecido a una caldera Yarrow sin el segundo tambor de agua. El tambor de agua estaba desplazado hacia un lado y debajo del horno y el tambor de vapor. Las dos calderas instaladas fueron 'entregadas' con el tambor de agua a bordo en ambos. Muchos Leanders tenían seis hornos de quemadores (conocidos como Cinco Calderas y Media Calderas) y la producción variaba al alterar la cantidad de quemadores en uso.


Perfil de HMNZS Canterbury tal como apareció en el momento de la puesta en marcha. Tenga en cuenta los cañones Bofors de 40 mm en lugar de los misiles Seacat.

Vista aérea de HMS Penelope en 1970, que muestra el diseño original de la clase antes de la conversión.

Lote 3, conversión Seawolf / Exocet


Andromeda, una conversión de Seawolf, en 1990

La conversión de Seawolf dio a los misiles antibuque Exocet de las Leanders de manga ancha en lugar del montaje de 4.5 pulgadas, un sistema de misiles Seawolf en lugar de Seacat, Sonar 2016 y la capacidad de operar el helicóptero Lynx. Todos los sistemas de radar fueron eliminados y reemplazados por los radares Tipo 967, 968, 975 y 910. Solo cinco de los Leanders de manga ancha se convirtieron para llevar Seawolf debido a los costos (£ 70 millones por cada reacondicionamiento) y, como una consideración menor, para retener algunos barcos capaces de apoyo de fuego naval.


Lote 3A conversión a Seawolf
CódigoBuqueComisionadoLugarInicioTerminación planeadaTerminación realCostot
F57Andromeda2 Diciembre 1968Devonport3 enero 1978 6 Febrero 1981 £59,990,000
F75Charybdis2 Junio 1969Devonport25 Junio 1979Junio 1982 16 Julio 1982 £61,581,000 
F60Jupiter9 Agosto 1969Devonport28 enero 1980Julio 1983 14 Octubre 1983†£68,348,000
F58Hermione11 Julio 1969Chatham/Devonport14 enero 1980Enero 1983 8 Diciembre 1983†£79,692,000
F71Scylla12 Febrero 1970Devonport 10 Noviembre 1980Septiembre 1983Diciembre 1984†£79,278,000]


Lote 2 TA y Lote 1B: conversiones de sonar de matriz remolcada 

En 1981 el Almirantazgo dijo que tenían la intención de dedicar "recursos sustanciales para mejorar la efectividad de los sensores y las armas antisubmarinas ... Esto incluye el nuevo sistema de arrastre remolcado pasivo que esperamos introducir en servicio el próximo año".



Argonaut, una conversión lote 2 equipada con un conjunto de sonar remolcado y Exocet, en 1985. Tenga en cuenta la plataforma en la popa añadida en la conversión de arrastre remolcado en 1982-83.

El antiguo destructor Matapan y la fragata Lowestoft se usaron para probar prototipos en 1978-81. Se planeó instalarlos en conversiones Rothesay, pero esto no fue posible debido a huelgas industriales. La programación luego hizo que fuera más fácil colocarlos a bordo de cuatro de los Leanders de Batch II. "La compensación de las 70 toneladas adicionales de peso superior incluía la reducción de los lanzadores Exocet. Este interesante cuarteto debía haber sido seguido por cinco Batch III Leanders, pero este último no cumplió con las cancelaciones de Nott. Un quinto Leander, el HMS Arethusa portador de Ikara, fue equipado con un conjunto remolcado en 1985, el año en que el buque de prueba de arrastre arrastrado Lowestoft fue retirado del servicio".

El Almirante Sir Julian Oswald le dijo al Comité de Defensa en 1989, "para capitalizar el realmente emocionante e importante desarrollo de las matrices remolcadas, tuvimos que llevarlas al mar tan pronto como pudimos. La única opción sensata y rentable para nosotros fue tomar algunos barcos relativamente antiguos, los Leanders, y convertirlos rápidamente en remolcados. Lo hemos logrado con gran éxito, y las patrullas en tiempo de paz han logrado algunos resultados notables, pero ha habido un precio que pagar porque de la edad de esos barcos ".

En general, "a medida que un barco envejece, tiende a volverse más ruidoso: el casco y también el sistema de propulsión". En la misma reunión del Comité de Defensa, Oswald habló "para contrarrestar la presunción de que los barcos más viejos se vuelven más ruidosos. Eso no es necesariamente cierto y no es verdad, en mi experiencia, en el caso de los Leanders porque la comprensión del ruido generado por el barco está mejorando el tiempo y nuestras técnicas para contrarrestarlo están mejorando -nuestro monitoreo de ruido, etc.- por lo que, a pesar de que estos barcos están envejeciendo, en muchos casos están logrando mejorar su rendimiento con respecto al ruido de los buques". El Capitán Geoffrey Biggs dijo que "los Leanders son extraordinariamente silenciosos en su funcionamiento y nuestra experiencia ha sido que han hecho excelentes plataformas de arrastre a pesar de que en realidad no han tenido el programa de arrastre remolcado para comenzar. Realmente funcionan muy bien. "

Cinco naves se convirtieron para usar la matriz remolcada Waverley Tipo 2031 (I) (búsqueda pasiva de muy baja frecuencia). Ellos fueron los siguientes:

SerialNombreComisionadoModificación cuando sonar de arrastre ajustado
InicioCompletado
Batch 2A Exocet Leander (Batch 2TA)
F42Phoebe15 Abril 1966 Febrero 1981 Julio 1982 
F28Cleopatra4 Enero 1966 Enero 1982Abril 1983
F56Argonaut17 Agosto 1967Agosto 1982Noviembre 1983
F40Sirius15 Junio 1966Abril 1985Diciembre 1985
Batch 1B Ikara Leander
F38Arethusa24 Noviembre 1965Mayo 1985Febrero 1986


Servicio en la Royal Navy

Los barcos funcionaron excelentemente en el servicio de la Royal Navy, con niveles de ruido relativamente bajos, proporcionando el sonar remolcado 2031 (I) montado durante la década de 1970 un alcance de más de 100 millas, mejor que el del sonar 2031 (Z) más avanzado cuando se instaló en el Tipo 22 clase. Sin embargo, todos los Leanders del servicio de la Royal Navy fueron retirados a principios de la década de 1990 debido al diseño envejecido de los barcos y al gran número de tripulantes. Scylla fue hundida el 27 de marzo de 2004 como un arrecife artificial en Cornualles, diez años después de su clausura en 1994.

Costos operativos

PeríodoCosto operativoQué incluye
1972–73£250,000Costo de mantenimiento anual promedio por buque para las fragatas de la clase Leander
1980–81£6 millCosto actual promedio para un reacondicionamiento normal de una fragata clase Leander.
1981–82£6.8 mill"a precios medios de 1981-82 e incluidos los costos de las aeronaves asociadas, pero excluyendo los costos de reacondicionamientos importantes."
1985–86£6.5 millEl costo promedio de funcionamiento y mantenimiento de una fragata de clase Leander durante un año.
1987–88£3.8 millLos costos operativos anuales promedio, a los precios del año financiero 1987-88 de una fragata de la clase Leander.
Estos costos incluyen personal, combustible, repuestos, etc., y servicios de soporte administrativo, pero excluyen la construcción nueva, el equipo de capital y los costos de reparación de reparación.

Servicio en el extranjero

Las fragatas de la clase Leander también se exportaron con éxito para prestar servicio en la Marina Real de Nueva Zelanda y la Armada de Chile; en este último fueron designados como la clase Condell. Más fragatas fueron modeladas en las fragatas de clase Leander y fueron construidas bajo licencia en Australia como la clase River para la Royal Australian Navy, India como la clase Nilgiri y los Países Bajos como la clase Van Speijk. Los barcos de la Royal Navy se vendieron a las armadas de Chile, Ecuador y Nueva Zelanda (Bacchante se convirtió en HMNZS Wellington y Dido en HMNZS Southland), India y Pakistán.



A partir de 1986, los seis barcos de la clase Van Speijk se vendieron a la marina de guerra indonesia y se renombró la clase de Ahmad Yani, que todavía está en el servicio. Pakistán desmanteló la última de sus fragatas de la clase Leander, Zulfiqar, en enero de 2007, India desmanteló su último Leander el 24 de mayo de 2012.

HMNZS Canterbury, la última fragata de clase Leander impulsada por turbina de vapor en la Royal Navy de Nueva Zelanda, fue retirada de servicio en Auckland el 31 de marzo de 2005 después de 33 años de servicio operativo. En 2006 se anunció que el barco se hundiría como una atracción de buceo en la Bahía de las Islas, y esto se llevó a cabo el 3 de noviembre de 2007 en Deep Water Cove.


Royal Navy
SerialNombreComisionadoReformas mayoresDestino
Batch 1 (conversión Ikara)
F109Leander27 Marzo 1963 [6]Sunk as target 1989
F104Dido18 Septiembre 1963A Nueva Zelanda como HMNZS Southland 1983, se pagó en 1995 y se vendió para chatarra. Se remolcó a Filipinas para que le quitaran las calderas para una plantación de caucho. Luego remolcado a Goa Beach, India, para desguace.
F114Ajax10 Diciembre 1963Desguazado 1988
F10Aurora9 Abril 1964Desguazado 1990
F18Galatea25 Abril 1964 Hundido como blanco 1988
F15Euryalus16 Septiembre 1964Vendido para desguace 1990
F39Naiad15 Marzo 1965 Hundido com blanco 1990
F38Arethusa24 Noviembre 1965 Hundido com blanco 1991
Batch 2 (conversión a Exocet)
F127Penelope31 Octubre 1963A Ecuador 1991 como Presidente Eloy Alfaro y luego desguazado.
F28Cleopatra4 Enero 1966Vendido para desguace 1993
F42Phoebe15 Abril 1966Vendido para desguace 1992
F45Minerva14 Mayo 1966 Vendido para desguace 1993
F40Sirius15 Junio 1966Hundido como blanco 1998
F56Argonaut17 Agosto 1967Vendido para desguace 1995
F47Danae7 Septiembre 1967A Ecuador en 1991 como Morán Valverde. Fue decomisionado en 2008, y puesto a la venta en Diciembre 2009 y desguazado 2010/11 en Andec Dock, Ecuador.[49]
Batch 2
F52Juno18 July 1967 [8]Sold for scrap 1994
Batch 3A / broad-beamed Leander (conversión a Sea Wolf)
F75Charybdis2 Junio 1969 Hundido como blanco 1993
F58Hermione11 Julio 1969Vendido para desguace 1997
F60Jupiter9 Agosto 1969Vendido para desguace 1997
F57Andromeda2 Diciembre 1968A India en 1995 como buque de entrenamiento Krishna. Decomisionado 24 Mayo 2012.
F71Scylla12 Febrero 1970Hundido como coral artificial en Whitsand Bay 2004
Batch 3B / broad-beamed Leander
F69Bacchante17 Octubre 1969 A New Zealand 1982 como Wellington, hundido como coral artificial en Wellington Harbour 2005
F12Achilles9 Julio 1970A Chile 1990 como Ministro Zenteno, en reserva desde 2006. Al garete por un tsunami y hundido, 2010
F16Diomede2 Abril 1971Reajustes extensivos entre 1991 y 1993.A Pakistan 1988 as Shamsher, retired pre-2007 to salvage spare parts for Zulfiqar.
F70Apollo28 Mayo 1972Reajustes extensivos entre 1991 y 1993.A Pakistan 1988 como Zulfiquar, retirado del servicio paquiistaní 4 enero 2007. Hundido como blanco 12 Marzo 2010
F72Ariadne10 Febrero 1973A Chile 1992 como General Baquedano, hundido como blanco 2004