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domingo, 8 de septiembre de 2024

Hipótesis del conflicto del Reino Unido sobre el escenario de Malvinas

Hipótesis del conflicto del Reino Unido sobre el escenario de Malvinas



El escenario Malvinas/Antártida es un teatro geopolítico complejo que involucra reclamos históricos, intereses militares estratégicos y explotación potencial de recursos. Las principales hipótesis del conflicto en esta región giran en torno a las disputas de soberanía sobre las Islas Malvinas y los reclamos territoriales antárticos más amplios, los cuales han sido durante mucho tiempo fuentes de tensión entre el Reino Unido y Argentina.

El Reino Unido ha mantenido una sólida presencia militar en las Malvinas para disuadir posibles amenazas y garantizar la defensa de las islas. La Royal Air Force (RAF) opera desde el Mount Pleasant Complex, que está equipado con 4 aviones Eurofighter Typhoon para la superioridad aérea y la defensa aérea. Estos aviones cuentan con el apoyo de aviones cisterna de reabastecimiento de combustible y aviones de transporte para garantizar capacidades operativas de largo alcance. Además, la RAF proporciona cobertura de radar y apoyo de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) para mantener el conocimiento de la situación en la región.

La Royal Navy (RN) también juega un papel fundamental en la defensa de las Malvinas y los espacios marítimos circundantes. La presencia de una patrullera, a menudo una patrullera de alta mar de clase River, garantiza una vigilancia marítima constante y el cumplimiento de la soberanía. El Servicio de Submarinos de la RN proporciona una capa adicional de disuasión y defensa con despliegues periódicos de submarinos de propulsión nuclear (SSN) en el Atlántico Sur. Estos submarinos son capaces de realizar vigilancia encubierta y, si es necesario, lanzar ataques de precisión.

El Ejército Británico (BA) mantiene una guarnición permanente en las Islas Malvinas, compuesta por una compañía de infantería y elementos de apoyo, incluidos ingenieros y unidades logísticas. Esta fuerza terrestre es responsable de defender la infraestructura clave y responder a cualquier posible amenaza terrestre. Regularmente realizan ejercicios de entrenamiento para mantenerse preparados para una variedad de escenarios, incluidos asaltos anfibios y operaciones de contrainsurgencia.

A la luz de un posible rearme argentino, los planes de contingencia del ejército del Reino Unido se actualizan continuamente para tener en cuenta las nuevas capacidades que Argentina pueda adquirir. La compra de fragatas FREMM mejoraría significativamente las capacidades de combate de superficie de la Armada Argentina, lo que representaría una mayor amenaza para las operaciones marítimas británicas. Estas fragatas, equipadas con sistemas avanzados de guerra antiaérea, antisuperficie y antisubmarina, requerirían que la RN aumentara sus propios esfuerzos de guerra antisubmarina (ASW) y potencialmente desplegara activos de superficie adicionales para contrarrestar esta amenaza.

La adquisición de aviones de combate F-16 Fighting Falcon por parte de Argentina marcaría una mejora sustancial en las capacidades de su fuerza aérea, desafiando la superioridad aérea que actualmente ostentan los Eurofighter Typhoons de la RAF. El Reino Unido probablemente respondería mejorando su postura de defensa aérea, posiblemente desplegando Typhoons adicionales o considerando la integración de sistemas avanzados de defensa aérea para garantizar un dominio aéreo continuo.

La inversión de Argentina en vehículos blindados Stryker 8x8 mejoraría la movilidad y efectividad de combate de sus fuerzas terrestres, lo que requeriría una revisión de las estrategias de defensa terrestre de la BA. Es posible que el Reino Unido necesite reforzar su guarnición con unidades blindadas adicionales o aumentar la frecuencia y escala de los ejercicios conjuntos para garantizar la preparación contra un adversario más capaz.

La posible adquisición de una plataforma de aterrizaje (LPD) clase San Giorgio u otra similar por parte de Argentina mejoraría sus capacidades de asalto anfibio, generando preocupaciones sobre una posible operación de aterrizaje a gran escala. La RN y la BA necesitarían garantizar medidas sólidas de defensa costera y mantener capacidades de respuesta rápida para contrarrestar cualquier amenaza anfibia.

Por último, la adquisición de nuevos submarinos diésel-eléctricos (SSK) por parte de Argentina desafiaría el dominio submarino de la RN en la región. Estos submarinos requerirían mayores esfuerzos ASW, posiblemente incluyendo el despliegue de fragatas adicionales y aviones de patrulla marítima equipados con sensores y armamento ASW avanzados.

El Reino Unido se prepara para contingencias en el escenario Malvinas/Antártida mediante una combinación de fuerzas aéreas, marítimas y terrestres, todas coordinadas para garantizar una postura de defensa integral. El potencial rearme de Argentina con plataformas avanzadas como fragatas FREMM, F-16 Falcons, Stryker 8x8, LPD clase San Giorgio y nuevos SSK alteraría significativamente el equilibrio estratégico, lo que llevaría al Reino Unido a adaptar sus planes y mejorar su ejército. capacidades para mantener una postura creíble de disuasión y defensa en el Atlántico Sur.

 

El Reino Unido evalúa varias hipótesis de conflicto en torno al escenario de las Islas Malvinas para prepararse ante posibles amenazas y asegurar la defensa de las islas. Estas hipótesis tienen en cuenta tensiones históricas, intereses geopolíticos y capacidades militares. Estas son algunas de las principales hipótesis de conflicto consideradas por el Reino Unido:

1. Renovados reclamos argentinos y acción militar

  • Escenario: Argentina renueva sus reclamos de soberanía sobre las Islas Malvinas y decide emprender acciones militares para afirmar el control.
  • Consideraciones: Contexto histórico de la Guerra de Malvinas de 1982, capacidades militares argentinas actuales, clima político en Argentina y apoyo diplomático internacional para ambos bandos.

2. Aumento de las tensiones regionales

  • Escenario: Las crecientes tensiones en la región del Atlántico Sur que involucran a otros países sudamericanos podrían afectar indirectamente a las Islas Malvinas.
  • Consideraciones: Alianzas y política regional, el papel de organizaciones regionales como Mercosur y el posible apoyo u oposición de los países vecinos..

3. Conflicto económico o impulsado por recursos

  • Escenario: La competencia por los recursos naturales, como los derechos de pesca o las posibles reservas de petróleo alrededor de las Islas Malvinas, genera conflictos.
  • Consideraciones: Intereses económicos tanto del Reino Unido como de Argentina, el derecho marítimo internacional y la participación de corporaciones multinacionales.

4. Guerra híbrida y cibernética

  • Escenario: Se utilizan formas no tradicionales de conflicto, como ataques cibernéticos, campañas de desinformación o presión económica, para desestabilizar el control del Reino Unido sobre las Islas Malvinas. Recuerde el lector que ya el Reino Unido usó la plataforma Facebook para generar campañas dirigidas desde la inteligencia británica hacia el público argentino para desmalvinizar. Este proceso duró varios años y solo salió a la luz porque hackers lo hicieron público.
  • Consideraciones: La capacidad de los actores estatales y no estatales para llevar a cabo operaciones cibernéticas, la resiliencia de la infraestructura crítica en las Malvinas y la gestión de la percepción pública.

5. Presiones diplomáticas internacionales

  • Escenario: Argentina, con apoyo de otros países, ejerce presión diplomática en foros internacionales para desafiar la soberanía del Reino Unido sobre las Islas Malvinas.
  • Consideraciones: El papel de las Naciones Unidas, la influencia de las principales potencias como Estados Unidos y China, y el potencial de sanciones o resoluciones internacionales.

6. Factores políticos y económicos internos del Reino Unido

  • Escenario: Los desafíos políticos o económicos internos dentro del Reino Unido afectan su capacidad para proyectar poder y mantener una fuerte defensa de las Islas Malvinas.
  • Consideraciones: Restricciones presupuestarias de defensa, voluntad política, creciente islamismo, opinión pública y el impacto de otros compromisos internacionales.

7. Desarrollos estratégicos imprevistos

  • Escenario: Los cambios inesperados en el entorno estratégico global, como nuevas alianzas o conflictos en otros lugares, cambian el enfoque y los recursos del Reino Unido..
  • Consideraciones: Tendencias geopolíticas globales, amenazas emergentes y prioridades estratégicas del Reino Unido.

Mitigación y preparación

  • Presencia militar: Mantener una presencia militar sólida en las islas, incluida una guarnición, sistemas de defensa aérea y activos navales..
  • Esfuerzos diplomáticos: Participar en continuos esfuerzos diplomáticos para obtener apoyo internacional para la soberanía del Reino Unido sobre las Malvinas..
  • Inteligencia y Vigilancia: Mejorar las capacidades de inteligencia y vigilancia para detectar y disuadir amenazas potenciales de manera temprana.
  • Desarrollo de infraestructura: Invertir en infraestructura crítica para satisfacer las necesidades civiles y militares en las islas..
  • Alianzas y Asociaciones: Fortalecer las alianzas, particularmente con los socios de la OTAN, para garantizar una respuesta de seguridad colectiva si es necesario..

Estas hipótesis de conflicto y sus correspondientes consideraciones reflejan el enfoque integral del Reino Unido para salvaguardar las Islas Malvinas ocupadas contra una variedad de amenazas potenciales..


Recopilación de Esteban McLaren

viernes, 18 de septiembre de 2020

Análisis en previsión de nuevos conflictos

Islas Malvinas / Faklands. En previsión de un nuevo conflicto

Revista Militar  (original en ruso)




Este año se cumple el trigésimo aniversario del conflicto armado de las Malvinas, que fue, de hecho, la última apuesta del dictador argentino Leopoldo Galtieri, un intento desesperado de mantener el poder frente a una catástrofe económica inminente.


El resultado de la aventura fue la gran derrota de Argentina, el dictador perdió sus poderes, la cuenta de pérdidas ascendió a aproximadamente mil personas en ambos lados, sin contar las enormes pérdidas materiales (para normalizar la vida en las islas, se necesitaron neutralizar aproximadamente 15 mil minas, así como una gran cantidad de municiones sin explotar y otros artículos peligrosos )

La ciencia militar se enriqueció con la primera experiencia militar exitosa en el uso de aviones de despegue y aterrizaje vertical. "Harriers" y "Sea Harriers" realizaron cerca de dos docenas de batallas victoriosas sin una sola pérdida. También se obtuvo evidencia de la importancia decisiva del uso de submarinos en las batallas navales: el único submarino británico, que hundió el crucero General Belgrano, bloqueó todas las acciones adicionales de la flota argentina.

Un escritor y publicista argentino escribió un poema en memoria de los argentinos y británicos caídos, en el que calificó el conflicto como "La batalla de los dos hombres calvos por el peine".

El cepillo para el cabello resultó ser dorado. En 2010, el Reino Unido comenzó las operaciones de perforación en alta mar cerca de las islas desafortunadas.

Por supuesto, las Islas Malvinas tienen una importancia considerable en sí mismas: esto no es solo un obstáculo en el camino desde el Océano Pacífico hasta el Atlántico, que le brinda la oportunidad de controlar las aguas del Atlántico, sino también la forma más cercana de desarrollar la riqueza de la Antártida, que tanto Argentina como Gran Bretaña reclaman. Pero el agravamiento del conflicto alrededor de las islas comenzó precisamente con el descubrimiento de campos petroleros.

En respuesta al inicio de la exploración petrolera, Argentina anunció que todos los barcos que se dirigen a las Islas Malvinas (por lo tanto, en protesta, siguen siendo llamados opositores al dominio británico, manteniendo la tradición española), deben obtener el consentimiento previo de Buenos Airos. En respuesta, el Reino Unido realizó pruebas militares cerca de las Islas Malvinas en octubre de ese año. El indignado gobierno de Argentina envió una protesta a la ONU, reprochando a Gran Bretaña por la reactivación de la política colonial y la violación de los acuerdos internacionales sobre el uso pacífico de las aguas del sur del Atlántico.

Desde entonces, la situación alrededor de las islas se está calentando constantemente. La presidenta argentina, Christina Kirchner, anunció el regreso de las Malvinas a la jurisdicción argentina como el principal objetivo de su política exterior. Esta vez, el gobierno argentino ha elegido métodos relativamente pacíficos para resolver el problema, pero está actuando de manera bastante activa en tres direcciones a la vez.

La tarea principal: conseguir el apoyo de los vecinos de la región, de hecho, ya se ha completado. En la cumbre del MERCOSUR (Mercado Común de América del Sur) celebrada a fines del año pasado, se llegó a un acuerdo para bloquear las islas. Se prohibió la entrada a los puertos de los países del Mercosur a los barcos que enarbolan pabellones de las Islas Malvinas (un símbolo de la presencia de Gran Bretaña en el extranjero). Argentina recibió el apoyo de casi todos los países de la región, incluido Chile (hace treinta años, el dictador Pinochet apoyó a Gran Bretaña).

Cabe señalar que en Londres no esperaban bloqueos, como lo demuestra el llamamiento indignado de Jeremy Brown, Jefe del Departamento Latinoamericano del Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido, a los gobiernos de Uruguay, Brasil y Paraguay, en el que calificó la decisión del Mercosur como una política de acoso e intimidación.

El primer ministro británico, David Cameron, en su mensaje de Navidad a los isleños calificó las políticas argentinas como contraproducentes y políticamente injustificadas, prometiendo una vez más que Gran Bretaña nunca se sentaría en la mesa de negociaciones de las islas hasta que los habitantes del archipiélago expresen ese deseo.

Sin lugar a dudas, si el bloqueo tiene éxito, el Reino Unido tendrá grandes problemas.

La segunda área de actividad del Gobierno de Argentina fue la formación de una opinión positiva de la comunidad mundial.

En los últimos años, se ha hecho todo lo posible para limpiar las manchas de los regímenes militares de la reputación del país. Continúan los juicios de alto perfil de criminales políticos del pasado. Entonces, en 2010, 82 años condenado por asesinato, tortura y secuestro del general Reynaldo Bignone, de 82 años, el ex comandante de la base militar Campo de Mayo, que recibió la sombría gloria del campo de tortura para los opositores al régimen.

El presidente Krishner está haciendo campaña activamente en varios foros, principalmente en la ONU, promoviendo activamente su posición. Estas acciones también han tenido bastante éxito.

Por ejemplo, Estados Unidos, que anteriormente tenía una posición categóricamente pro británica, hoy es indiferente (Washington reconoce el poder británico sobre las islas, pero expresó su deseo de no interferir en la disputa). Por supuesto, la pregunta sigue siendo cuánto puede confiar en tal posición. Estados Unidos más de una vez "filtró" a sus antiguos aliados, pero solo en los casos en que fue beneficioso para ellos.

Y, finalmente, la tercera dirección, bastante prometedora, es la promoción del tema en la ONU.

¿Cuán realistas son los reclamos de Argentina? Hay una contradicción de dos leyes. Por un lado, las tierras, por regla general, pertenecen a los descubridores, por otro, se aplica el principio del derecho de autodeterminación de la nación.

Con respecto a la apertura de las Islas Malvinas / Malvinas, aquí las opiniones de Argentina y Gran Bretaña difieren. Los argentinos fechan el descubrimiento en 1520 y lo atribuyen al capitán español Esteban Gómez (Argentina es el sucesor de España), y los británicos confían en que el corsario inglés John Davis descubrió las Islas Malvinas en 1592.

Al darse cuenta de la debilidad de su posición, el Reino Unido celebró varios referéndums en las islas, cuyo resultado no planteó dudas, ya que la población de las islas son descendientes de inmigrantes del Reino Unido.

Conociendo los numerosos precedentes cuando el derecho internacional demostró ser impotente para resolver este tipo de conflicto, es bastante difícil predecir una decisión de la ONU.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Conoce a tu enemigo: La Royal Navy en el siglo 21


El Royal Navy - Siglo 21

Weapons and Warfare



Este artículo considera cómo la Royal Navy (RN) del Reino Unido (UK) ha evolucionado desde que terminó la Guerra Fría y cómo es probable que cambie en el futuro. En 1991, la RN era la tercera marina más poderosa del mundo, después de la Armada de los EE. UU. y la recién formada Armada Rusa. El servicio también seguía beneficiándose del prestigio de su éxito en la Guerra de las Malvinas de 1982. Si bien se esperaba que el "dividendo de la paz" exigido por el público y los políticos significaría una reducción en el tamaño de la RN, nadie anticipó que se producirían recortes casi en forma anual durante los próximos veinticinco años. Los gastos de defensa del Reino Unido disminuyeron del 4,1 por ciento del PIB en 1990/91 a c. 2.0 por ciento en 2015/16. El RN sufrió desproporcionadamente; excluyendo a los submarinos de disuasión nuclear, perdió alrededor de dos tercios de su potencia de primera línea durante el período. Las armadas de China, Francia e India, posiblemente todas han superado a las RN en tamaño y capacidades.

Sin duda, el RN actual se encuentra en un punto bajo en número, fuerza relativa y, quizás, incluso en su moral y prestigio institucional. La Marina de los EE. UU. Se ha preocupado abiertamente por la disminución de la capacidad de una armada que ha sido durante mucho tiempo su principal socio en armas.

ESTRATEGIA, POLITICA Y DINERO

La "reducción de tamaño" de la RN entre 1990 y 2015 está marcada por la publicación de una serie de documentos del gobierno sobre "Documentos Blancos", el Ministerio de Defensa (MOD) y diversas estrategias; todo destinado a guiar el cambio de misión, metas y objetivos de la RN. Teóricamente, las capacidades marítimas requeridas y los niveles de fuerza podrían identificarse y proporcionarse. Sin embargo, esto nunca ocurrió ya que la financiación necesaria no estaba disponible. Muchos describieron en detalle todos los desafíos de seguridad marítima que enfrenta el Reino Unido, pero luego anunciaron recortes a la RN. Los más influyentes de estos documentos, en orden cronológico, fueron:

1990: Opciones para el cambio: durante la mayor parte de la Guerra Fría, el contexto estratégico estaba claro: solo había una amenaza potencial significativa, la Unión Soviética y sus aliados del Pacto de Varsovia. Como resultado, las prioridades de defensa del Reino Unido se seleccionaron casi por sí mismas en los años 70 y 80. Para la RN, se centró en proporcionar disuasión nuclear a Gran Bretaña, contribuyendo a las fuerzas marítimas de la OTAN en el Atlántico este y en el Canal y protegiendo las aguas y los puertos domésticos. Cualquier cosa que no apoyara estas misiones siempre fue cuestionada, un ejemplo notable fue el desmantelamiento planificado de la patrulla de hielo Endurance en 1982, que alentó a Argentina a invadir las Islas Falkland. La única presencia importante fuera del área fue la Patrulla de Armilla en el Golfo Arábigo; esto consistió en varias fragatas y destructores para ayudar a proteger a los buques mercantes del Reino Unido y los Aliados durante la Guerra de Irak-Irán de los años 80.

En 1989 cayó el Muro de Berlín y la Guerra Fría estaba terminando. La necesidad de responder al entorno estratégico cambiante y aprovechar las oportunidades de ahorro de costos impulsó la revisión de Opciones para el Cambio, publicada en julio de 1990. Un documento poco ambicioso, cuyo objetivo declarado era el de las Fuerzas Armadas "más pequeñas pero mejores". Para el RN esto significaba:
  • Una reducción de personal (entrenado y no entrenado) de 63,000 a 60,000.
  • Reducir el número de fragatas y destructores en servicio de "unos cincuenta" (en realidad cuarenta y ocho) a cuarenta.
  • Reducir el número de submarinos de ataque nuclear (SSN) a doce, con cinco barcos viejos retirándose pronto.
  • Limitar el número de submarinos convencionales (SSK) a las cuatro clases de Upholder que ya se están construyendo; los restantes barcos de la clase Oberon serían retirados sin reemplazo.
  • El portaaviones (tres carros ligeros de clase Invencible con el avión de combate / ataque Sea Harrier) y las fuerzas anfibias (principalmente dos barcos de asalto de clase Sin Miedo) estaban intactos.

La RN tuvo un buen desempeño en la Primera Guerra del Golfo de 1990-1, pero tuvo una notable falta de influencia en el comando y la conducción de las operaciones, tal vez una señal de lo que vendrá. En 1991 se anunció una nueva reducción de 5.000 efectivos navales. Dos años más tarde, más cortes vieron:
  • El número de fragatas y destructores reducido a treinta y cinco.
  • La eliminación de doce barrenderos de la clase "Río" operados por la Reserva Naval Real.
  • El retiro del servicio de los cuatro nuevos SSK clase Upholder, en última instancia, vendidos a Canadá. Esto significaba que la RN ahora solo operaría submarinos nucleares.

1994: Primera línea de frente: El estudio de los costos de defensa: El estudio de los costos de defensa fue una evaluación adicional del gasto, y tenía la intención de mantener la fuerza de combate de las fuerzas armadas al tiempo que logra ahorros significativos en los costos de apoyo. En la práctica, los ahorros de costos logrados en la "cola" fueron menores a los esperados, mientras que la reducción en el apoyo logístico impactó seriamente la efectividad de la RN. La disminución en el número de personal continuó, con la expectativa de que los servicios navales se reducirían a 44,000 en 1999.

Ninguna de las opciones para el cambio o la primera línea redefinió el rol del RN; Se centraron esencialmente en reducir el presupuesto de defensa. El principal tema estratégico de la política de defensa del Reino Unido seguía siendo eurocéntrico, y el MOD intentó mantener fuerzas equilibradas simplemente cortando todo un poco.

Al carecer de la dirección del gobierno, los oficiales superiores de la RN tenían, por defecto, una libertad sustancial para desarrollar nuevos conceptos estratégicos. Documentos como los Fundamentos de la Doctrina Marítima Británica (publicados en 1995) y la Contribución Marítima a Operaciones Conjuntas (1998) tuvieron un impacto considerable más allá del servicio. El concepto de guerra expedicionaria fuera del área de la OTAN comenzó a ganar fuerza. Los habilitadores esenciales para esto serían nuevos buques anfibios (ya aceptados por el gobierno) y nuevos portaaviones (aún no aceptados, y potencialmente controversiales dado su costo). La RN aprovechó todas las oportunidades para demostrar la flexibilidad operacional y la efectividad de incluso los portaaviones pequeños. En los años 1993–5, el RN mantuvo una aerolínea en el Adriático, ayudando a imponer la zona de exclusión aérea sobre Bosnia. La RN también desplegó regularmente un grupo de tareas de transporte en el Golfo Arábigo, en apoyo de las sanciones contra Irak.

1998: La Revisión de Defensa Estratégica (DEG): En mayo de 1997 se eligió un nuevo gobierno laborista comprometido con una revisión de la política de defensa. Esto sería un ejercicio de política exterior en lugar de reducción de costos, con el objetivo declarado de que las fuerzas británicas Actuar como una 'fuerza para el bien' en el mundo.

Cuando se publicó el SDR en julio de 1998, quedó claro que las nuevas ideas de RN a menudo habían prevalecido. La revisión aceptó que en un mundo de inciertas amenazas multicéntricas, era necesario crear fuerzas expedicionarias desplegables capaces de operaciones a distancias considerables del Reino Unido. Una de las principales decisiones de SDR fue adquirir dos nuevos portaaviones grandes para que funcionen como bases aéreas móviles que operan aviones de ataque; otro fue en gran medida para mejorar la capacidad estratégica de transporte aéreo y marítimo. También estableció una Fuerza de Reacción Rápida Conjunta (JRRF, por sus siglas en inglés) que brindaría un conjunto de fuerzas de alta capacidad de fácil acceso y despliegue rápido de los tres Servicios. En otras iniciativas, el SDR creó un Comando Conjunto de Helicópteros, que incorporó escuadrones de helicópteros del Ejército Británico, Royal Air Force (RAF) y RN; y una fuerza combinada RAF / RN Harrier y Sea Harrier (Joint Force 2000, más tarde renombrada como Joint Force Harrier).

En línea con el énfasis en el rápido despliegue, la SDR exigía que la RN cambiara su enfoque de la guerra en alta mar en el Atlántico Norte para forzar la proyección y las operaciones cerca de la costa (litoral) en todo el mundo. Las operaciones en aguas poco profundas en aguas del Reino Unido también recibieron menos importancia. Sin embargo, hubo pocos cambios inmediatos en la composición de la RN, que mantuvo la responsabilidad de mantener la disuasión nuclear independiente del Reino Unido. Pequeños cortes en los niveles de fuerza incluidos:
  • Una reducción en destructores y fragatas de treinta y cinco a treinta y dos.
  • Una disminución en los números de SSN de doce a diez (pero todos equipados con misiles de crucero Tomahawk).
  • Una modesta caída en personal naval.
Además de los nuevos portaaviones, SDR comprometió al gobierno a construir nuevos submarinos, destructores, fragatas, buques anfibios y auxiliares, así como a comprar un "Futuro Portador Aéreo" (más tarde denominado Avión de Combate Conjunto, o JCA).

La validez del pensamiento de SDR se reivindicó cuando, en 2000, el Reino Unido intervino decisivamente en la guerra civil en Sierra Leona para apoyar a su gobierno. El RN impresionó al reunir rápidamente un importante grupo de trabajo en alta mar. Esto incluía el portaaviones ligero Illustrious y las naves del Grupo Anfibio Preparado, centrado en el portaaviones de helicópteros Ocean.

2002: Nuevo capítulo de la Revisión de Defensa Estratégica: el 11 de septiembre de 2001, el grupo terrorista Al Qaeda lanzó una serie devastadora de ataques terroristas contra los Estados Unidos de América. Aunque no está claro de inmediato, esto también tendría un efecto devastador en la RN.

A finales de 2001, el Reino Unido realizó un importante ejercicio en Omán, "Saif Sareea II", para demostrar el concepto JRRF. La RN se comprometió con no menos de veintiún naves navales, incluidas de nuevo Ilustres y Océano. Si bien fue un éxito, el ejercicio se vio empañado por el inicio de las operaciones militares estadounidenses y, pronto, británicas contra Al Qaeda y los talibanes en Afganistán.

En febrero de 2002, el MOD anunció inesperadamente que sus Sea Harrier serían retirados del servicio en abril de 2006. Joint Force Harrier (JFH) operaría solo a partir de entonces aviones Harrier de propiedad de la RAF. La razón dada fue que el Sea Harrier requería costosas actualizaciones para seguir siendo efectivas, lo que no podría justificarse dado que la aeronave sería reemplazada a partir de 2012 por la JCA (una fecha que se ha deslizado hasta finales de 2018). También se decidió evaluar si el SDR seguía siendo adecuado "para hacer frente a las amenazas enfrentadas".

La Revisión de Defensa Estratégica resultante: Un Nuevo Capítulo, publicado en julio de 2002, concluyó que las decisiones de los DEG habían sido ampliamente correctas, pero que se necesitaban cambios en la asignación de la inversión, por ejemplo a la recopilación de inteligencia, la capacidad centrada en la red ... la movilidad mejorada y el poder de fuego para fuerzas más ligeras de despliegue más rápido, alojamiento temporal para tropas y operaciones nocturnas '. Preocupante para el RN, no fue mencionado una vez en el documento. A finales de 2002, la fragata Sheffield fue pagada sin reemplazo.

2003: Seguridad en un mundo cambiante: en mayo de 2003, la Royal Navy y Royal Marines contribuyeron significativamente a la Segunda Guerra del Golfo, la invasión de Irak. Una gran fuerza de barcos fue liderada por el portador ligero Ark Royal (que opera como un portaaviones) y Ocean. Un éxito particular fue la incautación de la península de Al Faw por parte de 3 brigadas de comando.

Al final del año, el MOD publicó un Libro Blanco que revisaba nuevamente aspectos del SDR. Afirmó que "el Reino Unido seguirá participando activamente en áreas potenciales de inestabilidad en Europa, el Cercano Oriente, el norte de África y el Golfo, y en sus alrededores. Pero debemos ampliar nuestra capacidad para proyectar la fuerza más allá de lo previsto en la SDR. En particular, el potencial de inestabilidad y crisis que se producen en el África subsahariana y el sur de Asia, y la amenaza más amplia del terrorismo internacional, requerirán que ambos nos involucremos de manera proactiva en la prevención de conflictos y que estemos listos para contribuir al apoyo a la paz a corto plazo. -Operaciones terroristas.

Desafortunadamente, esta política no se pudo alinear con la realidad inmediata de las operaciones militares costosas en Afganistán e Irak, y la necesidad de nuevos equipos para apoyarlos. Como no había fondos adicionales disponibles, los recortes debían hacerse en otros lugares. En consecuencia, el documento también dijo: "Algunos de nuestros buques [navales] más antiguos contribuyen menos al patrón de operaciones que prevemos, y será necesario reducir su número". En la práctica, esto significó:
  • La retirada de tres destructores Tipo 42 y tres fragatas Tipo 23 casi nuevas; Este último vendido a Chile.
  • El desmantelamiento de seis buques de contramedidas de minas.
  • La pérdida de más SSN, que en última instancia redujo la fuerza a siete barcos.
  • Reducciones en la construcción naval planificada, particularmente la cancelación de cuatro de los doce destructores Tipo 45 planeados (otros dos fueron cancelados en 2008).
  • Una reducción de 1,500 en el número de personal capacitado a 36,000.

La única compensación fue que el documento confirmó: "La introducción de los dos nuevos portaaviones [la clase Queen Elizabeth, o QEC] ... a principios de la próxima década". El Libro Blanco también establece las funciones futuras de cada uno de los servicios; en la esfera marítima hizo hincapié en los misiles de ataque terrestre y en los barcos anfibios para proyectar el poder en tierra.

A mediados de 2005, el RN se había reducido a veinticinco fragatas y destructores, en un contexto de aumento de las demandas operativas en lugar de disminuir. El operador Invincible fue retirado del servicio operativo en mayo de 2005, cinco años antes de lo que se había previsto anteriormente.

2006: The Future Navy Vision: para 2006, la RN se enfrentó a la realidad de que su estrategia expedicionaria estaba hecha trizas, sus planes internos eran irrealizables y que corría el peligro de que se la considerara militarmente irrelevante. Uno de los dos portaaviones restantes todavía se mantuvo operativo en el rol de ataque, pero su cabina de vuelo solía estar vacía de aviones de ala fija mientras JFH se estiraba manteniendo un escuadrón en Afganistán. Los barcos anfibios de nueva construcción estaban siendo utilizados para otras tareas, ya que los Royal Marines se habían comprometido con Afganistán. Si bien hasta 5.000 efectivos navales se encontraban en Afganistán e Irak con 3 Brigadas de Comandos, JFH, Comando Conjunto de Helicópteros y otras formaciones, esto no se reconoció públicamente.

En 2006, la RN intentó ponerse de pie publicando su propia visión para el futuro. Fue redactado bajo la dirección del Almirante Sir Jonathon Band, el Primer Señor del Mar, quien escribió: "Gran Bretaña es una nación marítima principalmente cuyo pueblo continuará confiando en el uso sin obstáculos del mar para su seguridad, prosperidad y bienestar. El mundo se enfrenta a un entorno global incierto, rápidamente cambiante y competitivo en las primeras décadas del siglo XXI. Mi visión contempla una Royal Navy que ... contribuirá vital y decisivamente a la seguridad del Reino Unido, a la preservación del orden internacional en el mar y a la promoción de nuestros valores e intereses nacionales en el mundo en general. "La visión requería una marina de guerra capaz. de la Proyección de la Fuerza Marítima (el empleo del poder militar en el mar y contra la tierra) y la Seguridad Marítima (la defensa de la tierra natal del Reino Unido y los territorios soberanos), habilitada por la Maniobra Marítima (acceso marítimo).

El documento afirmó además, "Una flota ampliamente equilibrada representa el medio más eficaz para ofrecer esta capacidad, tanto en el país como en el extranjero, así como una garantía razonable contra lo inesperado. Esto significa que proyectaremos y mantendremos Grupos de Tareas de Ataques Anfibios y Portaaviones al mismo tiempo ... [También] nuestra Flota debe tener suficiente flexibilidad y tamaño para desplegar naves individuales y submarinos en tareas sostenidas e independientes de forma rutinaria, con el potencial y la capacidad para cambiar Rápido para combatir y agrupar operaciones.

El documento Future Navy Vision ha resistido bien el paso del tiempo pero, desafortunadamente, también se ha ignorado en gran medida dados los desarrollos posteriores.

2010: Revisión estratégica de defensa y seguridad - SDSR 2010: SDSR 2010, publicado el 19 de octubre de 2015, fue una revisión apresurada por parte de un nuevo gobierno de coalición conservador / liberal demócrata, realizado en el contexto de la depresión económica y un 'agujero negro' proyectado de 38 mil millones de libras En el presupuesto de equipos. En contraste con la nueva Estrategia de Seguridad Nacional (NSS) publicada el día anterior, el enfoque de SDSR 2010 fue en ahorros financieros inmediatos; una comisión parlamentaria no podría encontrar más tarde evidencia de pensamiento estratégico en el documento.

Para el RN, el resultado fue poco menos que un desastre. Las decisiones que lo afectaron incluyeron:
  • Poner en servicio solo uno de los dos nuevos transportistas de la clase Queen Elizabeth; el otro se colocaría en reserva o se vendería (la revisión consideró seriamente la cancelación de los buques; sin embargo, esto habría costado más que completarlos).
  • El Joint Force Harrier se disolvería y el buque insignia de la RN y la única aerolínea operacional de ala fija, Ark Royal, será desarmada.
  • Cuatro fragatas Tipo 22 serían retiradas, dejando una fuerza de escolta de solo seis destructores y trece fragatas.
  • Tres barcos RFA serían retirados del servicio.
  • El proyecto de reemplazo de la aeronave de patrulla marítima (MPA) Nimrod MR4A de la RAF fue rechazado.
  • El personal naval entrenado se reduciría de 35,000 a 30,000 para el 2015.

SDSR declaró que para 2020, la Royal Navy estaría estructurada para proporcionar:
  • Defensa marítima del Reino Unido y los Territorios de Ultramar, incluido el Atlántico Sur.
  • Disuasión nuclear continua en el mar.
  • Una presencia creíble y capaz dentro de las regiones prioritarias del mundo.
  • Una fuerza de respuesta de preparación muy alta y una contribución a las operaciones terrestres duraderas [por parte de los Royal Marines].

La revisión se implementó tan apresuradamente como se había realizado. Ark Royal llegó a Portsmouth el 3 de diciembre con un banderín de clausura, antes de ser vendido como chatarra. Joint Force Harrier dejó de funcionar el 15 de diciembre de 2010; sus Harriers fueron vendidos al Cuerpo de Marines de EE. UU. para piezas de repuesto. Pronto se emitieron avisos de redundancia al personal naval.

Los críticos de la revisión pudieron sentirse poco satisfechos por la incomodidad del gobierno cuando, en marzo de 2011, intervino en la guerra civil de Libia como parte de una coalición internacional, y descubrió que muchos de los activos militares necesarios ya se habían perdido o estaban a punto de ocurrir. perdió. Por ejemplo, portaaviones franceses e italianos llevaron a cabo ataques aéreos intensivos desde posiciones frente a la costa libia. Al carecer de un portaaviones, la principal contribución aérea británica fue un pequeño número de salidas de aviones de ataque de la RAF, que volaban a un costo considerable desde las bases en el Reino Unido e Italia. La clausura de la fragata Tipo 22 Cumberland tuvo que retrasarse dos meses, ya que el barco estaba ocupado rescatando a ciudadanos británicos y otros extranjeros de los puertos libios.

2014: Estrategia nacional para la seguridad marítima: presentado por el Secretario de Estado para la Defensa en mayo de 2014, este documento definió "seguridad marítima" como "el avance y la protección de los intereses nacionales del Reino Unido, en el país y en el extranjero, a través de la gestión activa de Riesgos y oportunidades en y desde el dominio marítimo, con el fin de fortalecer y extender la prosperidad, seguridad y resiliencia del Reino Unido y ayudar a dar forma a un mundo estable ". A partir del NSS, estableció cinco objetivos de seguridad marítima:
  • Promover un dominio marítimo internacional seguro y respetar las normas marítimas internacionales.
  • Desarrollar la capacidad de gobierno marítimo y las capacidades de los estados en áreas de importancia estratégica marítima.
  • Proteger al Reino Unido, a nuestros ciudadanos y a nuestra economía mediante el apoyo a la seguridad y protección de los puertos y las instalaciones en alta mar y de los buques de carga y de pasajeros del Grupo Red Ensign.
  • Garantizar la seguridad del comercio marítimo vital y las rutas de transporte de energía dentro del Área Marina del Reino Unido, a nivel regional e internacional.
  • Proteger los recursos y la población del Reino Unido y los Territorios de Ultramar de actividades ilegales y peligrosas, incluido el crimen organizado grave y el terrorismo.

La estrategia solo discutió a un nivel muy general cómo la Royal Navy y otras agencias podrían cumplir estos objetivos, y no consideraron los fondos necesarios y los niveles de fuerza. Sin embargo, comprometió a la RN a desplegar barcos para mantener rutas comerciales vitales y garantizar la libertad de navegación, y también para contribuir a tres alianzas militares que ayudan a brindar seguridad marítima, a saber, la OTAN, la UE y las Fuerzas Marítimas Combinadas (CMF).

jueves, 16 de agosto de 2018

Lami Dozo: La guerra fue culpa de la ARA


Lami Dozo jura que la culpa fue de la Armada

A 28 años de la ocupación de Malvinas, el brigadier Basilio Lami Dozo, miembro de la Junta que detentaba el poder en 1982, acusa a la Marina de haber dejado solos al Ejército y a la Fuerza Aérea y revela que al asumir junto al general Leopoldo Galtieri y el almirante Jorge Isaac Anaya, tres meses antes, desconocía la existencia de los planes para recuperar las islas.

—Cuando se hace cargo del gobierno, ¿sabía del plan para recuperar las Malvinas?
—No, en ese momento mi problema era que Galtieri quería quedarse más tiempo de comandante en jefe del Ejército; entonces le dije al brigadier (Rubens) Graffigna que si él no dejaba el cargo yo no asumía. No iba a aceptar que estuviera más de tres años como comandante en jefe y presidente. O uno o lo otro. Malvinas vino enseguida.

—¿Cómo se enteró del plan?
—Galtieri me sacó el tema el 5 de enero (de 1982), después de una reunión para designar gobernadores, cuando recién se había hecho cargo de la Presidencia. Me dijo: “Hay que tratar el tema Malvinas porque la reunión de Nueva York no va”. Habíamos quedado en no hacer nada que dificultara esa negociación. Le respondí que lo tratáramos en la próxima reunión de la Junta. En el siguiente encuentro, sacó el tema enseguida.

—¿Qué le dijo?
—Le sugerí que teníamos que nombrar a un brigadier, a un general y a un almirante para que analizaran, junto con sus respectivos asesores de Estado Mayor, la utilización del poder militar para recuperar las Malvinas, los pros y los contras, y que nos entregaran un boceto. Se designó al general (Osvaldo) García, al vicealmirante (Juan José) Lombardo y al brigadier (Sigfrido) Plessl.
—¿Qué les presentaron?
—Nos entregaron el primer boceto del plan de acción el 9 de marzo.

—¿Cuáles fueron las contras que presentaron?
—Ninguna.
—¿Nunca intuyeron que la Fuerza Aérea no estaba preparada para una guerra aeromarítima?
—Si lo pensaron, en ningún momento lo escribieron. Lamentablemente, fue así.

—¿Qué planteos le hizo a Galtieri para mostrarle su oposición al desembarco?
—Le decía: “Leo, un choque bélico no, vamos a tener muchos problemas”. Pero Galtieri tenía la idea de que sin enfrentamiento no resolvía el tema Malvinas.

—¿Cómo hacían para controlarlo?
—Galtieri era un hombre con el cual se podía conversar, darle sus razones, y él las entendía. El problema era que Anaya tenía mucha influencia sobre él, porque habían sido compañeros del Liceo Militar, desde los doce años. Si íbamos a hacer una votación, era más lógico que Galtieri y Anaya votaran de la misma forma y yo en contra.

—Con la experiencia que tenía de la cuasi guerra con Chile en 1978, ¿por qué aceptó llevar adelante la recuperación de Malvinas?
—Ojalá supiera la respuesta. Traté por todos los medios de evitarla, pero hubo un momento en el que me tuve que decidir. No me pregunte por qué.

—¿Por qué ante una guerra no pudieron ponerse de acuerdo entre las tres fuerzas?
—Somos argentinos y no sabemos trabajar en conjunto. Individualmente, somos excepcionales, pero nos hacen trabajar en grupo y no nos ponemos de acuerdo.

—¿Por eso pelearon tres guerras separadas?
—Claro que sí. En Malvinas, la Armada no iba a estar mucho tiempo operando en el mar. Eso yo lo sabía porque en la cuasi guerra con Chile se demoró la iniciación de las operaciones porque ellos, a último momento, pusieron una necesidad de evitar que los submarinos chilenos actuaran en la zona de combate, porque no tenían espacio marítimo para moverse con comodidad.

—¿Cuál de las tres fuerzas estaba mejor preparada para la guerra?
—Ninguna. Lo único que tenía la Marina eran los Exocet, y eran muy pocos. El Ejército nunca estuvo preparado para Malvinas, y la Fuerza Aérea tampoco.

—Entonces, ¿por qué planear un choque bélico con Inglaterra cuando iba a ser como una pelea entre David y Goliat?
—Porque casi llegamos a un acuerdo diplomático antes del enfrentamiento con la propuesta de (el presidente del Perú, Fernando Belaunde Terry. Pero ese día hundieron el Belgrano.

—Eso fue decisivo para las negociaciones
—Sí, las tiró abajo. Habíamos decidido en una reunión de la Junta, que duró hasta medianoche, aprobar el borrador del convenio, con dos pequeñas modificaciones. Volví al Comando (de la Fuerza Aérea) y le dije al brigadier (José) Miret: “Quedate tranquilo, mañana te vas a Lima con un general y un almirante a firmar la aceptación de un proyecto de acuerdo en nombre de la Junta”. A las dos y media de la mañana, me llamó Galtieri y me dijo que teníamos problemas, me contó el tema del Belgrano y que eso había causado un gran efecto en la Armada.

—¿Qué opinó Anaya?
—Hay que reconocer que a pesar del hundimiento del Belgrano, dijo con lágrimas en los ojos en la reunión de Junta: “Sé que voy a tener problemas con mi decisión, pero hay que llegar al acuerdo”. Volvió al edificio Libertad y el almirantazgo le dijo que no.

—Después de eso, ¿la Armada hizo retornar toda la flota al continente?
—La Armada no estuvo ni 24 horas en la zona de combate.

—¿Cómo recibió eso?
—A Anaya, lo puteé de arriba abajo, fue el enfrentamiento más grande que tuve con él.

—¿Por qué tomó esa medida?
—Porque, según él, se habían descalibrado todos los instrumentos electrónicos.

—¿Tardaron toda la guerra en arreglarlos?
—No les interesaba porque les tenían miedo a los submarinos atómicos. Le dije: “Siempre supieron que estaban los submarinos nucleares ahí, qué me venís ahora con ese problema”.

—¿Potenciaron una guerra a la que después le tuvieron miedo?
—No sé. Siempre tuvieron claro lo de los submarinos, ya que si no estaban por ahí, los traían enseguida. La Armada nunca más volvió a la zona de combate. La flota de mar se fue a Puerto Belgrano y se quedó ahí.

—¿Dejaron solos al Ejército y la Fuerza Aérea?
—Sí, el Ejército estaba jugado a pleno y lo dejaron ahí.

—¿Cómo se puede encarar una guerra en forma tan improvisada?
—Anaya me dijo: “Tengo bombas que están adaptadas para lanzarlas sobre las fragatas”. Jamás nos las dio.
—Eran peor que el enemigo…
—Si para tirar el Exocet tuvimos que presionarlos al máximo...

—¿Para qué plantear una guerra así?
—No lo sé. Creo que pensaron que era un ejercicio de la Escuela Superior de Guerra.

—¿Hasta cuándo pensaba seguir?
—Hasta la última bomba. Pero si los otros dos no continuaban, no.

—Sin embargo, cuando el general Mario Benjamín Menéndez firmó la rendición, el brigadier Crespo no quiso aceptar el cese del fuego.
—Crespo no tenía que rendir a la Fuerza Aérea, el que debía hacerlo era yo. El brigadier (Luis) Castellanos habló conmigo y me dijo: “Me han dado la orden de retirarme con toda mi fuerza a la pista del aeropuerto y dejar el armamento ahí, porque está firmada la rendición”. Colgué y traté de ubicarlo a Galtieri, y él también estaba intentando encontrarme. Entonces, le ordené a Crespo: han firmado la rendición, la Fuerza no ataca hasta que yo dé la orden. Si yo no lo autorizo personalmente, la flota queda en tierra hasta nuevo aviso. No la hice replegar, la dejé en el sur.

—¿La rendición nunca la firmó?
—No, bajo ningún punto de vista. En cualquier momento, daba la orden de ir, por lo menos, a hostigarlos.

—¿Por qué no la firmó?
—Porque tenía una carta guardada por cualquier cosa.

—Pero eran ustedes solos.
—Si ellos atacaban territorio continental argentino iba a ser un problema serio, porque sabían que íbamos a defendernos y con todo.

—¿Qué sintió cuando se enteró de que el general Menéndez había firmado la rendición?
—Fue una frustración tremenda. Me dio una inmensa tristeza ver a mis pilotos desaparecer en un esfuerzo que no dio los resultados que queríamos.

—¿Qué pensó cuando la Justicia lo condenó por su participación en la Guerra de Malvinas?
—Me acordé del general (Bartolomé) Mitre, a quien enjuiciaron y condenaron a muerte por la Guerra de la Triple Alianza. Son cosas totalmente diferentes, pero dije: bueno, me tocó.

—¿Qué sintió en ese juicio?
—Una frustración y un desengaño tremendos. Una depresión.

—¿Cuándo tuvo claro que lo iban a condenar?
—Antes de empezar el juicio.

—¿Ya sabía que estaba perdido?
—Sí, la decisión política de que los tres comandantes teníamos que salir condenados ya estaba tomada.

—¿En cuál de los juicios se sintió más frustrado: en el de Malvinas o en el de las Juntas?
—En el de Malvinas.

—¿En los dos estaba seguro de que lo iban a condenar?
—Pensé que podía salir con muy poca condena en el de las Juntas, porque cuando me hice cargo del Comando en Jefe de la Fuerza Aérea ya no había lucha contra la subversión, ya había terminado. Una de las primeras medidas que tomé como jefe de Operaciones fue dejar sin efecto el sistema de la lucha antisubversiva fuera de las instalaciones, me dediqué a defender exclusivamente las unidades.

—¿Tenía miedo de que lo condenaran por los años que fue secretario general de la Fuerza?
—El secretario general se ocupaba de los temas políticos. No tenía mandos, ni medios. Pero si me hubieran querido meter, lo iban a hacer. Si llegaba a salir uno que dijera: “El brigadier Lami Dozo estaba presente una noche que me estaban torturando en tal lugar, en Mansión Seré”, ¿qué le iba a decir? Yo no sabía que existía la Mansión Seré, porque eso nació como un anexo al Casino de Oficiales, porque no daba abasto. Para mí, era un anexo del Casino de Oficiales. Después, surgió todo ese tema.

—¿Qué pensó cuando leían el fallo?
—La mano venía pesada. Pero a mí me habían avisado que Graffigna y yo estábamos absueltos. Y dije: si él está absuelto, yo con más razón, porque vine después. El juicio que más me preocupaba a mí era el de las Juntas, porque ahí podía venir una condena a cadena perpetua seguro, pero hicieron una separación.

—Perú fue una de las grandes ayudas que tuvo la Argentina durante la guerra. ¿Qué sintió cuando se enteró del tráfico de armas a Ecuador en 1995?
—Tenía ganas de agarrarlo a chirolita o al califa, como yo le digo (a Carlos Menem) y hacerlo mierda. ¿Cómo puede hacer eso con Ecuador cuando Perú había sido el que nos había ayudado a muerte? Si a los peruanos les hubiera dicho que mandaran una fuerza terrestre a luchar en Malvinas, la enviaban. Ellos se pusieron totalmente a nuestra disposición. Me agarré una bronca tan grande... Sé qué hablaron con nuestro agregado militar en Lima y le dijeron: “¿Cómo nos hacen esto después de lo que hicimos por ustedes en Malvinas?”.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Hipótesis de recuperación: Capturando Mount Pleasant con comandos encubiertos

Un caballo de Troya en las Malvinas
Expertos británicos sostienen la teoría de que los argentinos podrían ganar una supuesta guerra si consiguen llevar a sus tropas de élite en un avión camuflado a las islas
Álvaro Soto -  ABC




Sobre el papel, una nueva Guerra de las Malvinas no tiene color. El Ejército británico posee 175.000 soldados (frente a los 80.000 argentinos) y 197 aviones de combate (frente a 42). En buques de asalto, destructores, fragatas y submarinos, la Armada de la reina casi triplica a las tropas de Cristina Kirchner. Y sin embargo, expertos en Defensa del Reino Unido creen que si la guerra estallara de nuevo, Argentina tendría una posibilidad de vencer y reconquistar las Falklands (nombre con el que las islas son conocidas en inglés).

¿Cómo podría lograrlo Argentina? Un experto en las Islas Malvinas lo explica en un artículo publicado en ‘The Sunday Times’: “Un avión de pasajeros, falsamente pintado con los colores de la bandera de Chile, parte de Argentina en un vuelo no previsto a las Malvinas. Parece un vuelo comercial como cualquier otro, pero en su interior viajan fuerzas especiales. Se acerca a las islas y se dirige hacia el aeródromo de Mount Pleasant, la base de los cuatro aviones de combate británicos Typhoon. David Cameron (primer ministro británico) es alertado. ¿Pero se atrevería a derribar un avión de línea desarmado que, aparentemente, transporta a civiles?”.



Este supuesto ataque pillaría a los 130 soldados británicos que defienden la isla patrullando las montañas. No podrían reaccionar mientras Argentina se hace con el poder en Mount Pleasant. Lógicamente -siguiendo la argumentación de este experto- Reino Unido declararía la guerra pero no habría ninguna posibilidad de que llegaran los refuerzos británicos a la isla. “No seremos capaces de recuperar las Malvinas si ellos consiguen el aeródromo”, reconoce el comandante Mike Clapp. “Y además, no tenemos el mismo poder en el mar que en 1982”, remacha Clapp. Ese año, Thatcher envió aviones y helicópteros de combate en los dos portaviones que entonces tenía el Ejército británico. Ahora, no tiene ninguno. “Sin portaviones, hasta el último recluta sabe que es imposible recuperar las Malvinas”, asegura el general Julian Thompson, el responsable militar de la primera fase del conflicto de 1982.

Dicho todo lo anterior, y pese a la escalada verbal, la posibilidad cierta de una reedición de la Guerra de las Malvinas está aún lejana. Entre otras razones, porque los militares argentinos no tienen ninguna gana de enfrentarse otra vez a los británicos. Pero Cristina Fernández es imprevisible y según algunos analistas políticos argentinos, la presidenta, tras lograr reducir las tasas generales de pobreza, quiere dejar su huella también en el campo internacional, aunque muchos creen que, detrás de las palabras, solo aspira a negociar con Reino Unido la explotación de las riquezas energéticas de las islas.

Nota del administrador: Exactamente está misma idea la describí en el blog FDRA en 2006. :)