Inicio de la Operación Británica "Paraquet"
Fase 1 de la reconquista de las Georgias del Sur
Parte de la Armada británica llega a la isla Ascencion transportando blindados , aviones , helicópteros y los primeros 3.000 soldados .
A lo largo del día 21 de abril el resto de la fuerza británica llegó a las proximidades de las islas Georgias del Sur
Fracaso de los planes británicos iniciales
El mismo 14 de abril el SAS y SBS habían recibido las órdenes que indicaban que se deberían recapturar las islas Georgias a partir del 21 de abril, pero había que lograrlo antes de mayo.
Con el mínimo daño posible y sin bajas excesivas, el My Sheridan debía realizar su operación anfibia.
Éste ordenó al D Squadron del SAS realizar patrullas en las zonas de Strommness, Husvik y Leith en las gélidas islas Georgias (San Pedro) .
Por su parte, el SBS recibió la orden de realizar los reconocimientos en Grytviken y King Edward Point con el objeto de establecer un mínimo conocimiento del enemigo para realizar la recaptura de las islas Georgias.
El capitán John Hamilton + debería comandar a 18 hombres del SAS, estableciendo un puesto de observación y con la posibilidad de lanzar un ataque al nivel de Squadron sobre las posiciones argentinas.
El mayor Delves insistió en que los ocho Kms. de marcha deberían ser cubiertos por fuego naval, pues suponía que las tropas argentinas deberían estar aisladas y al borde del congelamiento y se rendirían rápidamente.
Pero el desembarco sería un problema, no se disponía de lanchas de desembarco ni personal para tripularlas. Solo podría confiarse en los helicópteros embarcados, éstos eran un aparato antisubmarino Wessex HAS.Mk.3 en el “HMS Antrim”, dos Wessex HU.Mk.5 utilitarios en el “HMS Tidespring”, más tres pequeños Wasp HAS.Mk.1, de ellos dos embarcados en el “HMS Endurance” y uno en la fragata HMS Yarmouth”.
Hasta ahí era una fuerza numerosa, pero los Wasp prácticamente no podrían transportar carga o personal debido a su tamaño, mientras que los pilotos de los Wessex no tenían experiencia en misiones de infiltración de fuerzas especiales o desembarco, menos si esto debía producirse bajo fuego.
Se planeó que fuerzas del SAS y del SBS se infiltrarían en la isla Georgia del Sur mediante helicópteros del RFA Tidespring y del destructor HMS Antrim,
pero el plan fallaría y tuvo que cambiar repentinamente cuando dos de los helicópteros Westland Wessex que transportaban a las tropas del SAS a una localización ambiciosa en la costa oeste se estrellaron en condiciones atmosféricas atroces en el glaciar Fortuna.
No se tuvo en cuenta a los experimentados científicos del British Antarctic Survey, conocedores de la zona, lo que dejó al 19º Comando del 22º Regimiento del SAS atrapados en el glaciar Fortuna en medio de un clima difícil: vientos de casi 200 km/h y olas de Fuerza 11, con el barómetro llegando a rozar los 965 milibares.
Las tropas y la tripulación aérea tuvieron que ser rescatadas en malas condiciones climáticas por el helicóptero Wessex del HMS Antrim, el último que quedaba de la expedición, retrasando la misión aún más.
Rescatar a los comandos atrapados costaría tres helicópteros británicos, hasta que finalmente 16 hombres agotados y helados lograron aterrizar en el HMS Antrim a bordo de un último helicóptero cargado muy por encima de sus especificaciones.
"El SAS va a desembarcar en el Glaciar Fortuna, el gran fracaso"...
Después de evaluar la información de inteligencia, desde Londres se autorizó a que el SAS procediera como lo había planeado. Se obvió toda información sobre el teatro de operaciones para solo dar importancia a la misión y su contenido netamente militar.
A las 0930 del 21 de abril, el Wessex HAS.Mk.3, dotado de radar y equipo de navegación, despegó para una misión de reconocimiento, luego de encontrar un lugar de aterrizaje volvió al destructor y, junto con los dos Wessex HU.Mk.5 de transporte, despegaron con los 19 hombres a bordo y su equipo específico.
Pocos minutos después regresan debido a una tormenta de nieve. Después de un nuevo reconocimiento y la elección de una nueva ruta de acceso, los aparatos despegaron, la noche se venía encima y debían transportar al personal rápidamente antes de que la noche cayera.
Finalmente lo logran, pero las tropas solo hicieron medio kilómetro antes de tener que detenerse y tratar de acampar debido a la tormenta.
La noche del 21 al 22 de abril fue la peor demostración del clima de las Georgias, con vientos de hasta 180 Km./h y un mar de Fuerza 11 que hacía crujir a los buques británicos.
Ningún marino británico de la fuerza había experimentado alguna vez una situación de esta naturaleza. Si el clima continuaba así, Sheridan temía que los hombres perdieran su capacidad de combate y su moral afectara al resto de las fuerzas.
El único helicóptero disponible para el transporte de tropas, hasta la llegada de la fragata HMS "Broadsword", terminó siendo el Wessex HAS.Mk.3 del HMS "Antrim" .
Debido a la improvisación y la mala organización, los británicos perdieron dos helicópteros Wessex HU.Mk.5 en el Glaciar Fortuna.
La idea de los hombres del SAS era desembarcar en el Glaciar Fortuna y realizar una marcha desde allí hasta las posiciones argentinas para verificar su dispositivo y establecer la posibilidad de atacarlas desde el lugar menos previsto.
Los científicos del BAS que conocían la zona insistieron que era imposible hacerlo a esta altura del año, Sheridan también se mostró en contra, ni hablar de los Royal Marines y pilotos de helicópteros del HMS “Endurance”, únicos que habían estado en Georgias.
Pero nada había que hacer, los SAS estaban tan seguros de sus capacidades que incluso llamaron a Londres en donde dos oficiales del SAS con experiencia en el Himalaya apoyaron su posición.
Rechazaron consejos de las únicas personas, tal vez en todo el mundo, que conocían a la perfección la zona de operaciones, los jefes del SAS, Delves y Hamilton sobreestimaron sus capacidades y decidieron llevar a cabo su operación.
Conocían que los argentinos no habían desplegado sus mejores tropas, en tanto que sabían que no habían sido reforzados, ya que no había información sobre los buques argentinos en la zona.
El clima limitaba la exploración de las montañas, por lo que incluso la sorpresa táctica estaba a su favor.
El resultado de la misión un fiasco total , se producía la tercer derrota británica en la guerra , antes habían sido los Royal Marines en Stanley y Grydviken , ahora el SAS en el glaciar Fortune de las South Georgias .