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miércoles, 5 de julio de 2023

Gibraltar y la conducta británica a los reclamos de soberanía

 

Esta última disputa de Gibraltar es una señal de lo que vendrá


(Revista Prospecto)

Foto de swilmor/Getty Images

Hace menos de una semana que Theresa May activó el Artículo 50, pero ya han surgido cuestiones de seguridad nacional. El Reino Unido ha entrado en una guerra de palabras con sus socios europeos.

Muchos líderes y periódicos de la UE reaccionaron con desprecio a la carta sobre el Brexit de Theresa May, que implicaba que el Reino Unido podría canjear sus contribuciones a la defensa europea por un acuerdo comercial posterior al Brexit más favorable. Desde entonces, ha habido “ruido de sables” por parte de algunos grandes conservadores sobre el tema de Gibraltar: las directrices de negociación de la UE dejan claro que Madrid debe tener voz en cualquier acuerdo que afecte al territorio. Michael Howard ha afirmado que el Reino Unido “irá a la guerra” para proteger el territorio en disputa tal como lo hizo para asegurar las Islas Malvinas en 1982.

Es probable que este sea el primero de una larga lista de tensos intercambios políticos y episodios de posturas diplomáticas en el camino lleno de baches hacia un acuerdo de Brexit totalmente negociado. Sin embargo, detrás de la guerra de palabras, ¿qué está en juego en el debate sobre el futuro de Gibraltar, en términos estratégicos y militares? ¿Qué importancia tiene el territorio en el gran esquema de las cosas?

miércoles, 6 de enero de 2021

Brexit, Malvinas y pesca

Brexit, Malvinas, Pesca y Estados de Bandera

(Cesar Lerena)


 


Fundación Nuestro Mar
 
Ya me referí en varios escritos anteriores (César Lerena “El Malvexit frente al Brexit Británico, 4/10/2018 y, “Brexit, Pesca y Malvinas, ¡Camarón que se duerme se lo lleva la corriente!” 3/7/2020) a la oportunidad que se abría para la Argentina frente a la salida del Reino Unido de Gran Bretaña (en adelante R.U.) de la Unión Europea (en adelante U.E.) el próximo 1 de enero de 2021 y, desde entonces, he venido promoviendo la necesidad de que el gobierno argentino, entre otras cosas, actuase ante Bruselas para que, cualquiera fuese el Acuerdo al que se arribe, quedasen fuera de éste los llamados “territorios británicos de ultramar” Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur (en adelante Malvinas) que el R.U. tiene usurpados o sobre los que pretende su titularidad como en el caso de la Antártida.

Efectivamente, los territorios de ultramar han quedado afuera de las negociaciones del Acuerdo y varios medios han venido refiriéndose a ello, diciendo en general que «de acuerdo a fuentes oficiales y diplomáticas, el gobierno insistió en que las Islas Malvinas no sean contempladas como un territorio británico de ultramar en el futuro acuerdo que el viejo continente podría negociar con el Reino Unido para regular sus relaciones comerciales, basándose en la resolución de las Naciones Unidas que admite la existencia de una disputa de soberanía y las constantes recomendaciones del Comité de Descolonización de la ONU constantemente desoído por Londres.

De respetarse la posición argentina, los malvinenses perderían las cuotas de acceso y la rebaja arancelaria por la que venían beneficiándose desde hace años, además de la asistencia financiera para desarrollar una economía que es extremadamente dependiente de la pesca, que equivale al 60% del PBI local» (Chabay, Ezequiel, El Cronista, 24/12/2020) y ello, es sólo parcialmente cierto y, hay mucho por trabajar, si lo que se pretende, es conseguir aislar comercialmente a Malvinas, comenzando por que la U.E. le aplique aranceles a los productos -en especial pesqueros- que se destinan en un 95% a Vigo (España) y desde ahí a toda Europa.

Recordemos que, en el año 2009, cuando se ratificó el Tratado de Lisboa, al votarse la aprobación de la Constitución de la U.E., se incluyó como Territorios Británicos de Ultramar a las Malvinas y a la Antártida. ¿Qué hizo la Cancillería Argentina en esa oportunidad para evitarlo? lo ignoramos, pero lo cierto, que españoles e italianos (dentro de los que se encontraban millones de argentinos con doble nacionalidad de esos países) votaron a favor de ello o simplemente ignoraron que tenían que hacerlo y votar en contra.

Desde entonces, nada hizo la Argentina ante la U.E. para modificar esta irregular situación y, por el contrario, mantuvo activos todos los acuerdos firmados con el R.U. (Acuerdos de Madrid, etc.) y, grotescamente, también mantiene vivos el «Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Gran Bretaña y el gobierno de Buenos Aires» que se firmó el 2/2/ 1825 (pese al cual el 3/1/1833 los británicos invadieron Malvinas) y, el «Convenio para la Promoción y la Protección de inversiones británicas en la Argentina» suscripto en Londres el 11/12/1990 y aprobado por la Ley 24.184 el 4/11/1992.

En un pasado artículo (César Lerena “¿quién ejerce el poder en el atlántico sur?” 3/6/2020) puse de manifiesto que el 22/1/2020, funcionarios y empresarios del sector pesquero español se reunieron en Madrid, manifestando el interés -acompañado por la European Fisheries Alliance (EUFA)- de mantener el acuerdo de libre comercio, el mutuo acceso a las aguas, el reparto de las cuotas de pesca y la gestión compartida con el R.U.; todas cuestiones que han sido reiteradas en cuanto fuero hubiese y, en las que están muy interesados los españoles que pescan tanto en el Atlántico Nordeste como en el Atlántico Sur con licencias ilegales del R.U. en Malvinas, incluso, como otros europeos, con bandera británica, en ambos Atlánticos.

España, en los prolegómenos del Acuerdo entre Londres y Bruselas acompañó la preocupación de los empresarios españoles que pescan en las aguas británicas y en Malvinas, acompañados, con una menor preocupación por sus pares de Alemania; los Países Bajos; Francia; Bélgica e Italia; pero el R.U. privilegió los intereses escoceses y de otros del Reino y, no atendió las fuertes presiones de los europeos e incluso los reclamos de los propios habitantes de Malvinas, quienes en este nuevo estado que se inicia, poco o nada pueden aportarle al déficit comercial del R.U. Con este Acuerdo se modificará la situación actual de que los barcos comunitarios puedan pescar hasta las 6 millas de la costa británica y, a partir del cual, ya no podrán hacerlo libremente dentro de las 200 millas británicas y se reducirán progresivamente las cuotas.

La pesca es un 0,1% dentro de la economía británica, carece de toda relevancia y no ha sido un dato menor a la hora de las negociaciones, ya que el R.U. se ha centrado en asegurarse la soberanía plena en sus decisiones y en satisfacer su política interna, en especial con Escocia; pese a lo cual, su primer ministra Nicola Sturgeon no está conforme con que haya una transición de 5,5 años, en lugar de los tres que esperaban y ya está argumentando que Escocia tiene derecho a elegir su propio futuro como un país independiente, vinculado a la U.E.

En este primer escenario, los españoles perderían cuotas en las aguas británicas del Atlántico Nordeste y, los productos extraídos por españoles o sociedades británicas-españolas en Malvinas, como dije, mayoritariamente destinados a Europa, pagarían aranceles.

Pero esto no es tan así. Para que se apliquen aranceles a los productos pesqueros originados en capturas realizadas en el área de Malvinas, la Argentina deberá hacer otros deberes, porque de otro modo, ingresarán a la U.E. con bandera española o al R.U. con bandera británica. Por cierto, nada es gratis en el mundo de los negocios. España, cualquiera sea el resultado, magnifica la situación. Sabe, que cuanto más dramática la muestre, más subsidios obtendrá de la U.E.

Son expertos en Acting y, en especial, su vocero Javier Garat, el gran perdedor en este Acuerdo que esperaba una transición de 14 años (¿?) en las aguas británicas y solo consiguieron 5,5 años; un tiempo que nadie cree que transcurra. En principio, habría que tener en cuenta que el Acuerdo prevé el libre comercio y acuerdos transitorios pesqueros con la U.E. (Capitulo 185), con algunas cláusulas relativas a cumplir ciertos parámetros, que no parece que el R.U. no vaya a cumplirlas (salvo las pesqueras) y, además, es lógico pensar que el R.U. profundizará sus negocios con el Commonwealth; Estados Unidos; a través del TMEC (México y Canadá); China y otros países, incluso con Argentina, para compensar sus eventuales pérdidas en la U.E. y mejorar su balanza comercial que, durante 2019, fue negativa en casi 200 mil millones de euros. ¡El imperio se apresta a cabalgar sobre las olas! Al menos es lo que ellos creen y sí no, hay que preguntarle a Cantieri.

Por otra parte, no es cierto que «la U.E. haya descartado a Malvinas en las negociaciones por la disputa que mantiene Argentina con el R.U. sobre estos territorios en las Naciones Unidas». Todos los llamados Archipiélagos Británicos de Ultramar, a excepción de Gibraltar, quedaron afuera del borrador de Acuerdo.

El Capítulo 183º de éste aplica solo al R.U. y no a los Territorios de Ultramar, dado que «la U.E. no tiene competencia para negociar con ellos» y, en el Capítulo 184º establece que «el R.U., Gibraltar y España seguirán negociando acuerdos para buscar el mejor resultado posible para el pueblo de Gibraltar y la región circundante y, la Comisión confirmó que un acuerdo sobre Gibraltar es posible y que están dispuestos a examinar cualquier solicitud de España y el Reino Unido para llevar esto adelante».

¿Qué efectos vinculados con la Argentina podría finalmente provocar el Brexit?

Probablemente se debilitará en la U.E. la posición británica respecto a Malvinas y mejorará la postura argentina en los reclamos de soberanía e incluso en las negociaciones comerciales o relativas al equipamiento militar. Además de ello, la Argentina debe cancelar (no suspender) los vuelos desde Malvinas a Chile y a Brasil y prohibir el uso del espacio aéreo y marítimo argentino para trasladar productos, personas, insumos, etc. relacionadas con la exploración o explotación pesquera, agropecuaria, hidrocarburífera o comercial en Malvinas, entendiendo que estas actividades no son pacíficas porque derivan de la explotación y ocupación ilegal de un territorio argentino.

Los isleños buscarán negocios fuera de Europa y necesitan más vuelos a terceros países, para lo cual, la Argentina -derivado del Pacto Foradori-Duncan- les otorgó un vuelo semanal a San Paulo que les abre las puertas al mundo (¡!) y a las relaciones con Brasil; incrementan la relación con Uruguay (stands en feria y otros) que les provee puertos para asegurar las operaciones de los buques extranjeros que pescan en el Atlántico Sur con o sin licencia británica y, que es sede, junto con Puerto Arenas, de la naviera inglesa SAAS cuyo buque portacontenedores hace tráfico comercial cada 14 días a las Islas; promueven el turismo; construyen puertos en Malvinas y Georgias del Sur para facilitar sus operaciones y profundizan las relaciones con empresas españolas a través de la constitución de joint venture.

En este estado de cosas, ¿qué otra cosa debería hacer la Argentina para mejorar su situación respecto al control en el Atlántico Sur y en especial, cambiar el estatus de Malvinas y, favorecer las exportaciones pesqueras nacionales a la Unión Europea? primero, promover Acuerdos (no negocios espurios) con todas las flotas españolas y asiáticas que operan en el Atlántico Sur y, segundo, en su caso, multar y considerar un delito penal la pesca ilegal, para desalentar la pesca en el área de Malvinas (ver César Lerena “la pesca ilegal es un delito penal”).

En cualquier caso, los Acuerdos no pueden dejarse en manos de la Cancillería, de las empresas ni de los funcionarios de pesca. Debe constituirse una comisión de expertos de probada idoneidad técnica, honestidad y capacidad negociadora en favor de los intereses nacionales; Acuerdos, que deberían ser finalmente aprobados por el Congreso de la Nación y, como parte de éstos, la Argentina debería otorgar reembolsos a las exportaciones de productos pesqueros a la U.E., para equilibrar el cobro de aranceles a la importación de los productos argentinos en la U.E. y desalentar la pesca ilegal española en el Atlántico Sur. ¡Camarón que se duerme se lo lleva la corriente! (CESAR LERENA) #NUESTROMAR

martes, 29 de diciembre de 2020

Brexit: Europa excluye a Malvinas del acuerdo con el Reino Unido

Brexit: la Unión Europea excluyó a las Islas Malvinas del acuerdo con el Reino Unido y se fortalece el reclamo de Argentina

Era un pedido del Gobierno en el marco de la disputa por la soberanía. El archipiélago perderá sus beneficios impositivos y aduaneros al quedar fuera de la negociación con el bloque europeo

Infobae



Sobre el filo de los plazos establecidos, el Reino Unido y la Unión Europea (UE) llegaron a un acuerdo comercial para implementar el Brexit. El arreglo trajo una buena noticia para el reclamo argentino: es que las nuevas reglas de juego acordadas con el bloque regional dejaron afuera a los territorios británicos de ultramar, entre ellos, las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur que están bajo disputa territorial.

De esta manera, el archipiélago perderá los beneficios comerciales, impositivos y aduaneros en el intercambio de los isleños con los países que integran el bloque comunitario, una medida que favorece a la posición del Estado argentino en el conflicto territorial que desató la Guerra en el Atlántico Sur en 1982 en plena dictadura militar.
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La exclusión de las Islas Malvinas había sido un planteo formal de la Cancillería argentina al alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, uno de los portavoces de las negociaciones del bloque regional con el Reino Unido. En esa gestión, el gobierno de Alberto Fernández reiteró su demanda histórica por la soberanía y volvió a citar las recomendaciones del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas que no son acatadas por Londres.

“Finalmente el acuerdo post Brexit entre la UE y el Reino Unido no incluyó a las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. Así lo pedimos en todos los foros y reuniones que mantuvimos en 2020 con ministros y ministras de Asuntos Exteriores europeos”, comunicó el canciller Felipe Solá en su cuenta oficial de Twitter.



Si bien para el premier Boris Johnson el Brexit acordado fue visto como beneficioso y “un regalito” de Navidad para los británicos, que los territorios de ultramar no hayan sido incluidos en el compromiso -varios de ellos están en disputa con otros países- es una de las concesiones que el Reino Unido tuvo que aceptar para alcanzar el entendimiento, que entrará en vigencia desde el 1 de enero. El objetivo primario era evitar una ruptura brutal que hubiese dañado a las dos partes.

En un mensaje enviado a los isleños de Malvinas por los festejos de Navidad, Johnson apuntó que su administración los ayudará a enfrentar “el cambio que se avecina” con el abandono de la comunidad europea, y planteó que la UE “fue absolutamente intransigente a la hora de excluir a la mayoría de los territorios de ultramar en las negociaciones comerciales de este año”. Y concluyó: “Ustedes no han sido olvidados ni dejados de lado”.

El texto donde se especifica el alcance del acuerdo por el Brexit aparece en su parte siete, en el apartado de “Provisiones Finales”. Allí se establece que quedan alcanzados “los territorios a los que son de aplicación el Tratado de la Unión Europea y el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y el Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica, y en las condiciones establecidas en dichos Tratados, y b: Territorio del Reino Unido”.



Después de referirse en el punto 3 a Gibraltar y otros caso, dice en el punto 4: “Este Acuerdo no se aplica a los territorios de ultramar que tienen relaciones especiales con el Reino Unido: Anguila, Bermuda, Territorio Antártico Británico, Territorio Británico del Océano Índico, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Islas Falkland, Montserrat, Pitcairn, Islas Henderson, Ducie y Oeno, Santa Helena, Ascensión y Tristan da Cunha, Georgia del Sur y Sandwich del Sur, e Islas Turcos y Caicos”.

De ahora en adelante, los habitantes de las Islas Malvinas afrontarán una difícil situación económica, sobre todo en el sector pesquero, uno de los segmentos más dinámicos. La renta de esa actividad supone el 75% de sus ingresos y afecta también a España, ya que los barcos españoles cuentan con una licencia especial para la pesca de calamar en la plataforma marítima en disputa.

Según las estimaciones provisorias, los habitantes británicos de las Islas Malvinas podrían empezar a pagar aranceles de entre el 6% y el 18%, por los productos que quieran ingresar al mercado europeo. Hace unas semanas, el legislador laborista Derek Twigg hizo observaciones al primer ministro sobre el impacto que tendría el Brexit en el archipiélago. “Las exportaciones de pesca a la Unión Europea representan el 40% del Producto Interno Bruto de las Islas Falkland y hasta el 60% de los ingresos de las Isla, esto plantea un serio desafío. ¿Tratará el Primer Ministro este asunto cuando se reúna más tarde con la Presidente de la Comisión Europea?”, se preguntó el parlamentario opositor.

En su texto de fin de año a los isleños, Johnson confió que el Brexit se crearán nuevas oportunidades comerciales a “largo plazo”. “En los meses y años por adelante, el mundo puede que no los identifique por vuestras ostras, pero si por cierto lo será por vuestro calamar Loligo”, auguró el premier británico.El acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea excluye a los territorios de ultramarEn la previa al festejo de Nochebuena, Boris Johnson destacó el acuerdo con la Unión Europea

jueves, 24 de septiembre de 2020

¿Vamos en camino a la independencia de Malvinas?

¿La independencia de Malvinas está en la agenda? (Cesar Lerena)






Fundación Nuestro Mar
 
Días pasados en el Diario Los Andes de Mendoza se publicó “Malvinas, antes que sea tarde”, de autoría de un diplomático retirado argentino. Puedo coincidir, que la hipótesis independentista de Malvinas que formula es una probabilidad, y entiendo, que -seguramente- está siendo evaluada por la Cancillería Argentina; pero, estoy sorprendido -tratándose de un exfuncionario argentino- de sus afirmaciones.

Nos dice, que en pocos años se habrán de “cumplir dos siglos de ejercicio efectivo de soberanía británica sobre Malvinas” (sic) y, no es así, en 2033 se cumplirán 200 años de la invasión británica del territorio argentino, en una ocupación y explotación que mantiene, contrariando varias resoluciones de las Naciones Unidas y, muy especialmente la Res. 2065 donde se dejó en claro «la existencia de una disputa entre la Argentina y del Reino Unido (…) acerca de la soberanía sobre dichas Islas» e invitó a ambos países a negociar y, el propio Acuerdo de Madrid de 1989 que indicó:

«Nada (…) será interpretado como: a) Un cambio en la posición de Argentina acerca de la soberanía o jurisdicción territorial y marítima sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes (…) Ningún acto o actividad que lleven a cabo la Argentina, el Reino Unido o terceras partes como consecuencia y en ejecución de lo convenido podrá constituir fundamento para afirmar, apoyar o denegar la posición de la Argentina o del Reino Unido acerca de la soberanía o jurisdicción territorial y marítima sobre las Islas Malvinas (…) y los espacios marítimos circundantes».

Es decir que, de ninguna manera, puede afirmarse, que el Reino Unido ha cumplido dos siglos de ejercicio efectivo de soberanía sobre las Islas Malvinas. Por razones de espacio no detallo la larga lista de derechos soberanos argentinos sobre las Islas, pero, agrego, que el Reino Unido, contradiciendo la Res. ONU 31/49 avanzó ocupando 1.639.000 Km2 del Atlántico Sur más que los 11.410 km2 originales del archipiélago en disputa.

Las tropas argentinas, no “ocuparon las Islas” -como dice- sino que recuperaron el territorio “ocupado” por el Reino Unido. Y en esa línea, el diplomático, entiende, que «es imprescindible incorporar a la mesa negociadora (…) a los isleños». Estos, no son parte, porque son habitantes británicos; no son una población originaria, sino implantada y, en muchos casos, transitoria. Ello quedó reafirmado por dos hechos incontrastables: el estatus británico adquirido por los habitantes luego de 1982 y el referéndum de 2013 donde éstos aprobaron seguir perteneciendo al Reino Unido. No son un pueblo autónomo. Crear -como propone- una “Casa Argentina en Malvinas” para mejorar el diálogo, sería inviable (no se permiten banderas argentinas) y, se daría el absurdo, de tener una “Casa Argentina en Argentina”.

Amén de ello, en su artículo el diplomático manifiesta tener conocimiento directo con los habitantes de Malvinas, quienes le habrían manifestado su deseo de independizare; opinión -dice-que también estaría instalada en la British Commonwealth of Nations, pero, de lo que se trata, conforme la Disposición Transitoria primera de la Constitución Nacional, es que la Argentina ratificó “su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas (…) por ser parte integrante del territorio nacional” y, que la recuperación de estos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía debe hacerse “respetando el modo de vida de sus habitantes”, no de su interés o deseo, sino el de la Nación Argentina y de los argentinos. Por ello -y otras razones que no detallo para no sobreabundar- no comparto las herramientas que propone; aunque, su hipótesis independentista está dentro de las probabilidades que debería estar atendiendo la Cancillería.

Vayamos, entonces, al escenario que vislumbra: «la Corona británica otorgándole la independencia a Malvinas (refiere a las Falklands Islands) e integrándolos a la Comunidad Británica de las Naciones». ¿Cómo se compadece frente a la emergencia que plantea, tener «…mucha paciencia, diplomacia profesional y tiempo»? Les estaríamos dándole los años necesarios para seguir fortaleciéndose económicamente, es decir, lo mismo que ha hecho -salvo excepciones- la Cancillería en los últimos 55 años.

Pero, efectivamente, ¿está evaluando la Cancillería Argentina esta hipótesis? No quisiera estar en el pellejo de los funcionarios responsables si esta ocurriese. Me dirán que toda Latinoamérica nos acompañaría y me pregunto ¿qué fuerza cierta tendría ello? Nos han acompañado en todos los fueros internacionales respecto a discutir soberanía y a reconocer nuestros derechos.

¿lo harían frente a una supuesta autodeterminación, aunque sepamos que esta sería absolutamente amañada? ¿Cómo contrarrestar el apoyo que, esa hipotética “independencia”, tendría del British Commonwealth of Nations y de otros países afines? Entiendo que en lugar de llorar sobre la leche derramada y, lamentarnos por lo que dejamos hacer ¿Por qué no empezamos por conseguir que Uruguay nos apoye y cierre sus puertos a los buques que operan ilegalmente en el Atlántico Sur y Malvinas? ¿Cómo acordamos con España para que sus buques pesqueros no operen en Malvinas, no constituyan joint Venture en las Islas y no adquieran productos de ese origen? etc.

El Reino Unido -a no ser que lo coloquemos en el peor escenario- no va a negociar, como no lo ha hecho en estos casi 200 años. La reciente presentación de Johnson respecto al Brexit, violando los acuerdos preexistentes con la U.E. (La Nación, 10/9/20) son una muestra acabada de quienes son.

Teniendo muy en cuenta la hipótesis que este diplomático retirado enuncia (suelen hacerlo más los jubilados que los activos, por una cuestión de verticalidad que opera en esos ámbitos) entiendo, que la Argentina debería crear un Ministerio del Atlántico Sur; actuar sobre la Unión Europea para que Malvinas quede afuera del libre comercio post Brexit; dar por finalizadas las “Declaraciones (el Acuerdo) de Madrid” y el Pacto Foradori-Duncan terminando con la Comisión de Pesca y cancelando los vuelos a Santiago y San Pablo que facilitan su comercio; reclamar el lucro cesante por la explotación de los recursos pesqueros (28 mil millones de dólares); iniciar acciones respecto a los Recursos Migratorios y la pesca ilegal (INDNR) de las especies originarias de Argentina; llamar a Concurso para la pesca en la Alta Mar; rechazar el Acuerdo de Nueva York y con ello las Organizaciones Regionales (OROP) contrarias a la Constitución Nacional y, que profundizarían la ocupación británica; Sudamericanizar el Atlántico Sur a través de un Protocolo Adicional al MERCOSUR; revitalizar el Tratado del Río de la Plata; fortalecer el Tratado con Chile y acordar respecto al corredor bioceánico; establecer como delito penal la pesca ilegal; declarar zona de emergencia pesquera y ambiental en el área de Malvinas para impedir la pesca ilegal de los británicos; pescar con la flota argentina fuera de las 200 millas y los recursos que migran a Malvinas; dotar a la Armada y a la Prefectura de los elementos de persuasión; apoyar a la flota mercante y fluvial y la industria Naval Pesquera; modificar la toponimia en Malvinas, etc. todas cuestiones que fortalecerían la posición de Argentina.

Dar a los habitantes de Malvinas el peor escenario para ser independientes y, ayudar al Reino Unido, a cumplir con la Res. 2065/65: discutir con la Argentina la soberanía de los Archipiélagos. (Cesar Lerena – LOS ANDES) #NUESTROMAR

martes, 4 de febrero de 2020

Brexit y la pérdida de guita para los kelpers

El miedo de las Malvinas al Brexit: ¿adiós a las exoneraciones y al financiamiento?




Empresarios y políticos de las Islas Malvinas intentan ser optimistas con respecto al impacto que el Brexit tendrá en su economía y, por el momento, se aferran a su membresía como territorio de ultramar. De todos modos, ya imaginan un escenario sin el financiamiento europeo a programas de investigación.

La entrada en vigencia del Brexit no solo se vive con expectativa en Gran Bretaña, donde ciudadanos y empresas están a la espera de ver cómo la salida de la Unión Europea afectará sus negocios y estatus legales. La misma preocupación se vive en las Islas Malvinas, cuya economía se beneficiaba de la pertenencia al bloque europeo a la hora del comercio de lana, carne y en materia de investigación científica.

Un reportaje del diario local Penguin News recoge la preocupación de parlamentarios y empresarios de las Malvinas: si bien reconocen que se debe esperar para comprender cabalmente los efectos de la decisión británica, temen que perder las exoneraciones de aranceles que tenían por integrar la Unión Europea.

El parlamentario de las islas Michael Poole dijo al periódico que esta etapa está marcada por la incertidumbre y remarcó que la clave del debate debe ser “el acceso (a los mercados) y las tarifas”.

Por el momento, el plan de las autoridades de las Malvinas es concretar encuentros con los principales empresarios malvinenses para definir los puntos que preocupan. Una vez definida una plataforma, enviarán una carta al ministro de Estado para Asuntos Exteriores y de la Commonwealth, Hugo Swire.

Para el también miembro de la Asamblea Legislativa de Malvinas Roger Edwards una de las claves para entender qué sucederá con las exportaciones y los fondos para desarrollo e investigación es definir el estatus de las islas en la Asociación de Territorios y Países de Ultramar (OCTA, por sus siglas en inglés).

La organización, que nació en el año 2000 y actualmente cuenta con 22 miembros, tiene como objetivo coordinar acciones comunes de los territorios de ultramar asociados a estados europeos para contar con mayor peso en la Comisión Europea. Un peso que permite que, si bien los territorios no son formalmente parte de la Unión Europea, sus ciudadanos sean considerados como nacionales dentro del bloque.

Según Edwards, el Gobierno de las Islas Malvinas hizo una consulta a la OCTA para conocer en qué estado quedaba su membresía tras el Brexit. De acuerdo al parlamentario, la respuesta del organismo fue “vaga”.

Malvinas: ¿cómo les afectará económicamente el Brexit?


La incertidumbre que reina en las Malvinas hace que entre sus empresarios haya un arco de sensaciones que van, según consigna el diario isleño, desde la incertidumbre hasta el optimismo.

Por ejemplo, Robert Hall, de la empresa lanera ‘Falkland Wool Growers’, se mostró optimista en que la situación se normalizará a medida que pase el tiempo. Además, estimó que los países europeos no dejarán de necesitar lana desde el exterior y, como la importación de lana cruda no debe pagar tarifas, no habrá cambios demasiado significativos.

John Ferguson, de la ‘Falkland Islands Meat Company’, la empresa cárnica de las islas, recordó que la producción local se beneficia del estatus de territorio de ultramar para no pagar aranceles en la Unión Europea. Por lo tanto, consideró que la salida del bloque europeo “tendrá impacto al menos que se negocie la continuidad de ese estatus”. (RT) #NUESTROMAR

lunes, 16 de diciembre de 2019

Nuevo gobierno K y las relaciones con UK dentro del Brexit

Argentina vs Reino Unido: el nuevo mapa político en torno a las Islas Malvinas

Fundación Nuestro Mar




Ya en su discurso inaugural, el nuevo presidente argentino Alberto Fernández anunció un plan para relanzar el reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas. Mientras, los británicos eligen nuevo Gobierno entre el malestar de los isleños por el Brexit y la posibilidad de abrir un diálogo con los argentinos.

El reclamo por la soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas no estuvo ausente en el discurso inaugural de Alberto Fernández como presidente del país. El nuevo mandatario fue tajante al decir que “no hay más lugar para el colonialismo en el siglo XXI” y anunció que Argentina mantendría firme el reclamo sobre las Malvinas, algo que según organizaciones de excombatientes había sido una falencia del Gobierno de Mauricio Macri.

Fernández anunció que convocará a un consejo “donde tengan participación todas las fuerzas políticas, la provincia de Tierra del Fuego [que según Argentina tiene jurisdicción sobre las islas], representantes del mundo académico y excombatientes”.

El presidente argentino explicó que el nuevo consejo tendrá por objetivo “forjar un consenso nacional para diseñar y llevar adelante las estrategias que permitan conducir con éxito el reclamo, más allá de los calendarios electorales”.

“Defenderemos todas y todos, sin distinción de partidos, nuestros derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, la plataforma continental, la Antártida argentina y los recursos naturales que estas extensiones poseen, porque pertenecen al pueblo argentino”, enfatizó el mandatario, despertando aplausos de los presentes en la sede del Congreso.

Fernández intenta así relanzar el reclamo por la soberanía de las islas ocupadas por el Reino Unido desde 1833 y que en 1982 motivara el inicio de una guerra entre argentinos y británicos. Si bien Macri mantuvo formalmente el reclamo, fue cuestionado por ensayar un acercamiento con el Gobierno británico y haber firmado el acuerdo conocido como Foradori-Duncan.

La postura del nuevo presidente argentino despierta preocupaciones en el Reino Unido, donde la cuestión Malvinas también fue parte del debate en la campaña electoral de cara a las elecciones generales de este 12 de diciembre.

Al día siguiente de la victoria de Fernández en las elecciones del 27 de octubre, el primer ministro británico, Boris Johnson, saludó al mandatario electo argentino y, en un mensaje a través de Twitter, expresó su voluntad de “trabajar con su nuevo Gobierno para continuar fortaleciendo las relaciones entre el Reino Unido y Argentina”.

Fernández respondió por la misma vía y, tras agradecer el saludo, puso el tema Malvinas sobre la mesa: “Sin renunciar a nuestro reclamo de soberanía, debemos trabajar juntos para afianzar los lazos entre el pueblo argentino y el británico, que comparten mucho más de lo que imaginamos”.

Johnson no ha sido esquivo a la cuestión Malvinas. Mientras era secretario de Asuntos Exteriores (2013-2016), se convirtió en el primer jerarca británico de esa categoría en visitar Argentina en 25 años. Durante su estadía, sorprendió al visitar el Monumento a los Caídos en la Guerra de las Malvinas.

La postura de Johnson de un posible diálogo con Argentina molesta a los isleños, que también ven el Brexit con preocupación. La salida del bloque europeo provocará que las islas pierdan los beneficios comerciales con los que contaba.

Del otro lado estuvo Jeremy Corbyn, actual líder del Partido Laborista. Desde 1982 marcó una férrea discrepancia con que el Reino Unido hubiera iniciado una guerra con Argentina por las Islas Malvinas. En la actualidad, mantiene una postura de mayor diálogo y defiende la posibilidad de que los dos países alcancen un acuerdo por la administración de las islas.

En 2016, luego de que Corbyn fuera reelecto como líder laborista, la expresidenta y actual vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, lo saludó públicamente, destacando que se trata de “un buen amigo de Latinoamérica” que “siempre se ha manifestado a favor de la paz”. (SPUTNIK NEWS) #NUESTROMAR

lunes, 2 de diciembre de 2019

Preocupan cambios en legislación pesquera kelper por el Brexit

Inquietante cambio en las leyes pesqueras de las islas Malvinas




Fundación Nuestro Mar


Como reflejo del brexit, el gobierno ilegítimo del archipiélago estudia cuotificar la captura del calamar sin capturas máximas permisibles. El tema, por sus variadas consecuencias, debería ser materia de tratamiento en la Comisión de Pesca del Atlántico Sur (CPAS).

El Reino Unido se encuentra reperfilando la estrategia pesquera. Los barcos europeos ya no tendrán acceso automático a caladeros como Gran Sol en el Atlántico Norte. Una revisión similar se encuentra en proceso en el Atlántico Sur por parte de las autoridades ilegítimas de las Islas Malvinas, tendiente a alterar el régimen administrativo de las pesquerías incluyendo el manejo del calamar y las concesiones.

La medida responde básicamente a compensar los efectos del Brexit e intentar preservar las inversiones pesqueras y venta de permisos que representan casi el 50% del PBI del archipiélago y el 30% de los ingresos fiscales. Ambas referencias dan una idea de su importancia ante el riesgo de estancamiento.

La intención sería cuotificar el calamar illex argentinus a través de un régimen de cuotas individuales transferibles similar al que aplica Nueva Zelanda para las pesquerías de calamar flecha (dos especies del genero Todarodes). Las cuotas se distribuirían en proporción entre barcos que posean capturas históricas de acuerdo al volumen de las mismas, dejando un porcentaje para nuevos participantes.

Un informe de la consultora Terra Moana sugiere incluso otorgar licencias de pesca a perpetuidad. Ese documento sería la base de algunas de las reformas en la administración pesquera, con el objetivo explícito de retener el control de los recursos naturales, asegurar su explotación y permitir el acceso a mercados.

El enfoque es preocupante porque altera el esquema actual de manejo del calamar, que se basa en una estimación de la biomasa poblacional anual previa al inicio de la temporada (1 de febrero) y el cierre de la misma a más tardar el 30 de junio o antes, conforme a los rendimientos.

La inquietud reside en que no se fijarían capturas máximas permisibles, y es probable que los barcos anticipen la pesca, con una mayor presión extractiva de febrero a mayo, y el riesgo de que la prolonguen sobre la fecha límite aconsejable y operen sobre la fracción juvenil, afectando la sustentabilidad de la especie tanto en las aguas circundantes a Malvinas como en las internacionales. También atraería un aumento de la pesca por arrastre, y habría una mayor muerte incidental de mamíferos marinos.

Si bien el método neozelandés trasladado a Malvinas puede ser ventajoso desde el punto de vista de la economía de las islas, implicaría dejar de lado evaluaciones anuales en la forma de cruceros de pre reclutas, tal como realiza la Argentina. Esas estimaciones científicas son clave para poder alcanzar el valor de las asignaciones de captura.

Sin datos previos difícilmente habrá algún tipo de alerta para el cierre temprano que garantice el escape y proteja reproductores, lo que comprometería la situación de la pesquería en su conjunto. La cuestión adquiere gravedad adicional por la pesca desmesurada en la milla 201.

El tema, por sus variadas consecuencias, debería ser materia de tratamiento en la Comisión de Pesca del Atlántico Sur (CPAS). De acuerdo a información pública, dicho Comité no ha sesionado en los últimos años y solo se reúne el Subcomité científico, que no tiene en agenda cuestiones de esta naturaleza.

Ese vacío es desilusionante y pone en evidencia la necesidad de reflexionar sobre mejores procedimientos diplomáticos y técnicos para encarar con eficacia la problemática de la pesca en el Atlántico Sur. (Roberto García Moritán – CLARIN)

sábado, 2 de noviembre de 2019

Kelpers temen efectos negativos en su economía por el Brexit

En Malvinas temen los efectos del Brexit sobre la economía de las Islas

Fundación Nuestro Mar



Informe sobre la situación en las Malvinas y sentimiento de su población ante el inminente alejamiento del Reino Unido de la Unión Europea. – Aunque estén a 12.000 kilómetros de Londres, las islas Malvinas temen los efectos del Brexit, que puede golpear sus vitales industrias pesqueras y de carne, y dejar desamparada su increíble biodiversidad.

Mientras el gobierno de Boris Johnson y la Unión Europea discuten para tratar de alcanzar un acuerdo antes del 31 de octubre, los conservacionistas de este territorio en el Atlántico sur de 3.400 habitantes, no ocultan su preocupación. Para ellos, el Brexit puede significar la pérdida de una preciosa fuente de financiación de la UE.

Esther Bertram, directora ejecutiva de la ONG Falklands Conservation, dice que el Reino Unido debe asumir la responsabilidad de la vida silvestre de su territorio de ultramar, un archipiélago cuya principal isla se ubica a 470 kilómetros de las costas de Argentina, que sigue reclamando la soberanía de todo el territorio.

“No hay que olvidar que aquí está la vida silvestre más fabulosa del Reino Unido”, dice a la AFP. ”Aquí vienen las amenazadas ballenas sei; tenemos las mayores poblaciones de albatros de ceja negra, tenemos cinco (especies de) pingüinos, elefantes marinos del sur. Es un ambiente natural extraordinario“.

Según su gobierno, cerca del 90% de la biodiversidad de Reino Unido se encuentra en los territorios de ultramar.

En años recientes, las Malvinas, que cuentan con total autonomía de gobierno, han recibido unos 600.000 euros a través del programa BEST de la UE, que apunta a la protección de ecosistemas en regiones remotas y países y territorios europeos de ultramar. Bertram, de 45 años, se pregunta cómo se compensará tal déficit tras el Brexit.

”No ha habido ninguna garantía que en el futuro podamos tener acceso a la financiación de la UE. Creemos que el gobierno de Reino Unido tiene un compromiso con su biodiversidad en los territorios de ultramar tanto como en cualquier otro lugar“, afirma.

Las dos principales industrias en las Islas -la pesca y la carne- podrían verse afectadas negativamente por un Brexit sin acuerdo o incluso con un mal acuerdo, afirma Leona Roberts, una de las ocho integrantes de la Asamblea Legislativa electa de las Malvinas.

La pesca representó el 43% del PIB de las Islas entre 2007 y 2016, y el 89% de las exportaciones pesqueras en 2018 se hicieron a la UE.

”Actualmente nos beneficiamos de una exención de aranceles y de cuotas, y si esto cambia, estaríamos en una situación muy difícil con una caída considerable de los ingresos del gobierno”, afirma la legisladora Roberts.

Los aranceles de la Organización Mundial del Comercio (OMC) varían del 6 al 18%. El gobierno de Stanley estima que una salida sin acuerdo sería equivalente a una caída del 16% en las ganancias pesqueras.

La industria de la carne, que depende principalmente de granjas familiares, también podría sufrir un impacto significativo, aunque la mayoría de la carne de res y cordero de las Malvinas se envía a Reino Unido.

“Existe un potencial efecto colateral allí si se introducen aranceles y cuotas”, explica Roberts. Si se vende menos carne producida por Reino Unido a países de la UE, va a ser necesario importar una cantidad menor de las Falklands/Malvinas, lo que supone “el riesgo de pérdida de empleos”, agregó. El gobierno de las Malvinas estima que en este sector las pérdidas anuales podrían alcanzar hasta 30%.

Los habitantes del archipiélago no pudieron votar en el referéndum del Brexit. Las Islas no forman parte de Reino Unido, y por lo tanto tampoco de la UE, pero como territorio de ultramar se benefician de la unión aduanera.

Otro sector productivo, el de lana virgen, parece menos amenazado al tratarse de un segmento no gravado, dijo Keith Alazia, gerente de la granja Goose Green, ubicada en la isla Gran Malvina y una de las 92 granjas que albergan en las islas a más de medio millón de ovejas.

Pero los Isleños tienen también otras preocupaciones. ”Se dice que (…) nuestras medicinas van a ser más caras“, comenta Joanne Baigorri, de 27 años y empleada del único banco local.

Gabi McRae, una chilena que trabaja en Falkland Islands Meat Company, dice ya haber notado el efecto de una libra más débil. ”Hace unos pocos años, cuando cambiaba, una libra era igual a 1.000 pesos chilenos. Ahora son solo 600-700“, cuenta la mujer de 31 años.

La legisladoras Roberts, sin embargo, siente que pase lo que pase, el ”pragmatismo natural y el espíritu solidario” de los isleños los ayudará a encontrar una manera de sobrevivir.

(AFP/MERCOPRESS) #NUESTROMAR

martes, 30 de abril de 2019

Cómo afectará el Brexit a los fucking kelpers

Cómo afectará el Brexit a la situación de las Islas Malvinas y los territorios de ultramar del Reino Unido 

Tres especialistas discutieron los posibles efectos que la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea pueda tener en el archipiélago ubicado en Sudamérica y que Argentina reclama desde 1833 y por el cual ambos países pelearon una corta y brutal guerra en 1982


Por Germán Padinger |  Infobae
gpadinger@infobae.com



 
Federico Gómez, Juan Alberto Rial y Andrea Oelsner, junto al moderador del panel Tomás Balbino (Universidad de la Defensa Nacional)

¿Cómo puede afectar la salida británica de la Unión Europea (UE) a la situación de los territorios de ultramar del Reino Unido, especialmente a las islas Malvinas dado el histórico reclamo argentino? ¿Qué cambios pueden preverse en las negociaciones entre Londres y Buenos Aires por la soberanía del archipiélago? ¿Cómo alteraría este "Brexit" a la cooperación en seguridad a nivel europeo y global?

Estas son algunas de las preguntas que han surgido en los últimos años sobre la situación del archipiélago malvinense desde que el Reino Unido aprobara en un referéndum de 2016 la salida del bloque, y que fueron tratadas el jueves en un panel de especialistas argentinos en la Universidad de la Defensa Nacional, en Buenos Aires.

Los territorios de ultramar son los vestigios del imperio, y el Imperio Británico fue uno de los emprendimientos más ambiciosos y que más orgullo ha generando en los británicos pero sobre todo en los ingleses

Si lo que vino después de aquel referéndum, las negociaciones entre Londres y Bruselas, las divisiones internas en el Reino Unido, el auge de una nacionalismo casi populista frente a un europeísmo golpeado, se transitó en medio del caos y la incertidumbre y el plazo para el Brexit -29 de marzo- tuvo que ser extendido hasta el 31 de octubre, también el futuro de las Islas Malvinas, ocupadas por Gran Bretaña desde 1833 y reclamadas por Argentina desde entonces, presenta fuertes dudas.

Las Islas Malvinas, por las que Gran Bretaña y Argentina pelearon una corta pero brutal guerra en 1982 de enormes efectos políticos y diplomáticos, es uno de los 14 territorios de ultramar del Reino Unido, que no forman parte de esta unión entre Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte sino que más bien constituyen una pertenencia de la corona británica. De esta manera, nunca ingresaron formalmente a la UE, aunque gozaron en parte de los beneficios de esta sociedad, especialmente en lo económico.

 
Oelsner destacó una oportunidad y una amenaza para el reclamo argentino (Universidad de la Defensa Nacional)

"Los territorios de ultramar son los vestigios del imperio, y el Imperio Británico fue uno de los emprendimientos más ambiciosos y que más orgullo ha generando en los británicos, pero sobre todo en los ingleses. Esto nos va a decir algo sobre cómo va a ser la actitud británica y sobre todo inglesa, post Brexit", consideró Andrea Oelsner, doctora en Relaciones Internacionales por la London School of Economics y profesora en la Universidad de San Andrés.

"El mantenimiento de todos los territorios de ultramar es costoso, en términos políticos y económicos", agregó Oelsner, destacando las responsabilidades de hacer frente tanto a los trabajos de reconstrucción tras desastres naturales en algunas dependencias en el caribe como Anguilla y las Islas Vírgenes británicas, como a las necesidades militares y de defensa en Malvinas y Gibraltar o tener que lidiar con los escándalos provocados por paraísos fiscales en sitios como las Islas Caimán.

"El Brexit encarece el mantenimiento. Las pequeñas islas del Caribe dependen en gran medida de programas de ayuda de la Unión Europea. Después del Brexit no habrá derecho a esta ayuda", indicó la especialista, becaria Jean Monnet Fellow en el Instituto Universitario Europeo (IUE-Florencia) y ex profesora investigadora en el departamento de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Aberdeen, en Escocia.



"Malvinas es mucho menos dependiente de esta ayuda, pero el problema principal que trae el Brexit es el comercio. El 80% de sus exportaciones van a España, y un poco menos de la mitad de las importaciones son europeas", indicó Oelsner, recordando que gracias a la actual pertenencia del Reino Unido en la UE el archipiélago goza de acuerdos para comerciar con el bloque sin tarifas. "Esto podría significar que una negociación con Argentina podría ser más fácil, que Gran Bretaña estaría más inclinada a negociar", agregó.

Pero por otro lado, Oelsner consideró que el triunfo del Brexit ha marcado un movimiento hacia la derecha de la sociedad británica, fenómeno que además tienen un fuerte componente inglés, ya que en Escocia, Irlanda del Norte y Gales el voto en el referéndum fue en su mayoría en contra del Brexit.

"El Brexit es una victoria de la derecha nacionalista, pero este nacionalismo no es británico, es inglés, y nace en la época del Imperio. El Brexit debilita al Reino Unido, pero potencia el nacionalismo inglés. En este contexto, la negociación puede ser más difícil. Yo no veo un escenario demasiado positivo en el corto plazo para Argentina", concluyó.

"En Malvinas están muy preocupados por el Brexit y lo que pueda llegar a pasar", consideró Federico Martín Gómez, Licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales y Secretario del Departamento de Islas Malvinas, Antártida e Islas del Atlántico Sur del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata (IRI-UNLP). "Desde hace al menos cuatro años hay un proceso de construcción de empoderamiento político, incentivado desde Londres, que tiene como objetivo preparar a la sociedad en las islas para el desafío que significa el Brexit".



 
Argentina y el Reino Unido pelearon una intensa guerra en 1982. En la foto el Monte Longdon, donde se libró una brutal batalla entre el 11 y 12 de junio de ese año

"Las Islas Malvinas no están esperando que el Brexit llegue, ya están implementando políticas públicas para enfrentar las consecuencias potenciales", señaló. Al respecto, desde el 21 de septiembre de 2018 está disponible un video en el que el gobierno de las Islas Malvinas plantea precisamente algunos de estos desafíos y sus propuestas para sortearlos.

En este sentido, Juan Alberto Rial, Magíster en Relaciones Internacionales y coordinador del Departamento de Seguridad Internacional y Defensa del IRI-UNLP, también destacó que un "Brexit desordenado", como se conoce a la posibilidad de que la salida del Reino Unido de la UE se haga sin un acuerdo, sería beneficioso para la postura argentina.

El Brexit desordenado sería más funcional a los intereses argentinos porque se prevé que el efecto económico en el Reino Unido podría llegar a implicar una contracción del 10% de su PBI, y los costos de mantener una base de la magnitud de Mount Pleasant serían más difíciles de afrontar

El acuerdo preliminar alcanzado por Londres y Bruselas para regular la nueva relación resultante entre en el Reino Unido y la UE fue rechazado tres veces en el parlamento británico, y esta incapacidad de ordenar la salida está detrás de una serie de postergaciones a la fecha final para el Brexit que han incluso alimentado la idea de un segundo referéndum.

"El Brexit desordenado sería más funcional a los intereses argentinos porque se prevé que el efecto económico en el Reino Unido podría llegar a implicar una contracción del 10% de su PBI, y los costos de mantener una base de la magnitud de Mount Pleasant serían más difíciles de afrontar", explicó, recordando también que la presencia de una "potencia extrahemisférica" en Malvinas es un desafío para toda la región.

domingo, 14 de abril de 2019

Españoles nerviosos por el Brexit en Malvinas

Armadores españoles inquietos por la cercanía del «brexit» y las flotas de pesca en Malvinas



 
A menos de una semana de la desconexión del Reino Unido, la inquietud cunde en las flotas que operan en la zona del banco Gran Sol y, sobre todo, las que faenan en el área de las islas Malvinas. «Cuanto más nos vamos acercando al precipicio están surgiendo más incertidumbres y tensión», explica Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi).



Touza habla por una agrupación con muchos segmentos de flota afectados. Por un lado, están los de bandera británica pero de capital y personal gallego que pescan en aguas inglesas, que suman unos 89. A esos hay que añadir 33 barcos franceses e irlandeses que descargan habitualmente en el puerto de Vigo.

En los sumandos también hay que incorporar los 19 grandes arrastreros con bandera de las islas Malvinas que operan en el Atlántico sur y los 24 arrastreros que faenan en el área de este archipiélago bajo soberanía británica y, por tanto, afectado por el divorcio de Gran Bretaña con la UE.

«¿Qué va a pasar? No tenemos ni idea», admite Touza, que no pierde de vista esa espada de Damocles que pende sobre sus cabezas hasta el día 12. «Si antes de ese día no se adopta ninguna decisión, se produce por defecto la salida del Reino Unido de la UE» y tras esa estela debe salir la flota de los caladeros británicos.

«Nosotros hemos luchado desde el minuto uno por un acuerdo de retirada, que no significa más que cumplir una serie de pautas en el período de transición para enseguida ponernos a trabajar en la futura relación entre el Reino Unido y la UE», explica el presidente de Arvi.

Una negociación en la que, según los armadores vigueses, Galicia tiene mucho que decir: «Nosotros como gallegos y como principales baluartes de la pesca, queremos tener un protagonismo claro a la hora de fundar la relación de buena vecindad inteligente para regular las materias pesqueras entre el Reino Unido y la UE».

Mantener la relación pesquera

Porque en Vigo aún confían en que haya acuerdo. Un deseo todavía más ferviente para el área de las Malvinas, cuyo Gobierno se ha mostrado abiertamente proclive a negociar un acuerdo con la UE. Y aunque, como apunta Touza, eso son «decisiones de altas esferas políticas», sí tiene constancia del interés del Gobierno de las Malvinas por seguir manteniendo la relación pesquera con Europa.

Nada extraño, por otra parte, dado que el PIB del país depende de las exportaciones cárnicas y pesqueras a la UE y es, como Galicia, «partidario del statu quo». Es decir, que se continúe permitiendo el acceso a través de licencias privadas y que este acceso tenga su reciprocidad con la apertura del mercado comunitario a los productos de las Malvinas libres de aranceles como hasta ahora en base a la consideración de territorio europeo que tiene en tanto no se produzca la desconexión británica.

Que los armadores quieren seguir allí lo demuestra que, lejos de congelarse las inversiones dada la inseguridad jurídica, las empresas han continuado apostando por las Malvinas. «Acaban de entregarse dos barcos nuevos emblemáticos para la flota que opera en las Malvinas y construidos en Nodosa en los astilleros de Marín», recuerda Touza.

Por tanto, «se está haciendo una apuesta clara por ese caladero, por ese país y por la estabilidad jurídica que siempre nos ha mostrado el Gobierno británico, con una gestión pesquera envidiable y con estrecha relación con sus socios extranjeros».

Touza apunta que esas empresas contribuyen considerablemente a las arcas públicas por recaudación de impuestos, generación de valor en unas islas en las que hay más ovejas que habitantes, y en la que la flota gallega de Vigo y Marín se encuentra «en situación de claro privilegio» que de ningún modo querríamos que se truncase. (MARCOS GAGO -LA VOZ DE GALICIA)

sábado, 23 de marzo de 2019

Visión kelper: Cómo el Brexit afecta la ocupación inglesa de las Malvinas

Malvinas y el Brexit, un desafío sin resolver y para el cual se preparan en las Islas





El posible impacto del Brexit sobre las Islas Malvinas no está más cerca de una definición luego que los parlamentarios británicos nuevamente votaron en contra del acuerdo propuesto por la Primer Ministro Theresa May, a la vez que también se mostraron contrarios a dejar la Unión Europea, UE, sin alguna forma de acuerdo.

En conversación con el semanario Penguin News este miércoles, la legisladora electa de las Malvinas, MLA Teslyn Barkman dijo que más allá del resultado final del Brexit, las Malvinas precisarán negociar su futura relación con el UE independientemente del Reino Unido. Sin embargo, sostuvo que la futura relación del Reino Unido con la UE será con seguridad el marco de referencia sobre el cual las negociaciones de las Malvinas procedan.

Esta negociación fuera de la órbita del Reino Unido es necesaria porque la relación actual de las Falklands con la UE está gobernada por la Decisión de la Asociación de Ultramar de la UE, la llamada OAD. Y en efecto es la OAD la que plantea la relación entre la UE y los territorios de ultramar de la UE en los distintos escenarios mundiales.

Es a través de la OAD que las Malvinas actualmente disfrutan de un ingreso libre de aranceles en el comercio con la UE. El párrafo 26 de la OAD invoca “procedimientos y arreglos que permiten a los Territorios de Ultramar a exportar bienes a la EU libres de aranceles y libres de cuotas”.

Un giro especial de esta relación con la UE es que el comercio de las Malvinas con el Reino Unido también cae bajo de la sombrilla de la OAD. Esto implica que las Malvinas también necesitarán restablecer su relación comercial con el Reino Unido luego del Brexit.

Empero, este escenario se espera resulte más fluido, afirma MLA Barkman. “Se nos ha asegurado que será completamente sin trabas especiales”. Barkman destacó la importancia de una transición sin trabas para el sector cárnico, ya que el 70% de las ventas de carne de las Islas van al Reino Unido.

Michael Ledwidth de la "Compañía de Carnes de las Falklands", FIMCO, reveló al Penguin News que la incertidumbre sobre el Brexit ha significado que “al momento no es fácil vender los productos cárnicos”.

Sin embargo para Ledwidth las decisiones a largo plazo solo se adoptarán una vez que el actual proceso disruptivo se tranquilice, para “hacer de la industria cárnica de las Islas un éxito implica calidad, consistencia y una oferta a tiempo. Por tanto nuestros ganaderos bajo ninguna circunstancia, deberían re-direccionar sus esfuerzos de un emprendimiento que brinde alta calidad y ambiciones de alcanzar una facturación más elevada”.

MLA Barkman también resaltó que entre los últimos avisos publicados por el gobierno del Reino Unido se sugiere que en un escenario de un “no acuerdo” del Brexit, implicaría que el comercio del Reino Unido se tendría que atener a las reglas de la Organización Mundial de Comercio. Y esto implica aranceles que van desde 6% hasta un 20%.

MLA Barkman también aclaró que la futura relación del Reino Unido con la UE no sería necesariamente similar a la que mantendría con las Malvinas, pero admitió que tales aranceles tendrían un impacto sobre las exportaciones del calamar Loligo a la UE. “Hemos trabajado con distintos modelos sobre lo que significaría para la industria si tuviéramos que afrontar aranceles del 6%, del 20% y todo el abanico intermedio”.

“Sea como sea tendremos que reconstruir nuestra relación con la UE, y esperemos poder desarrollarla de una forma que resulte mutuamente beneficiosa”, enfatizó. Los legisladores electos de las Malvinas y la Unidad de Políticas del gobierno celebrarán una asamblea abierta sobre el tema del Brexit el próximo 25 de marzo. (PENGUIN NEWS/MERCO PRESS)

domingo, 3 de febrero de 2019

Brexit: Europa nombra a Malvinas y Gibraltar como "colonias británicas"

La UE señala a Gibraltar como una “colonia británica” en su propuesta sobre visados

El peñón figura en el listado de “territorios no autónomos pendientes de descolonización” de Naciones Unidas
La Vanguardia



Gibraltar en una imagen de este verano (Jon Nazca / Reuters)


Efe, Bruselas 01/02/2019 15:10 Actualizado a 01/02/2019 20:43

Los países de la Unión Europea (UE) señalaron este viernes al territorio de Gibraltar como “colonia británica” en un documento en el que proponen que los británicos puedan viajar sin visado al espacio Schengen tras el Brexit, si realizan estancias cortas. “Gibraltar es una colonia de la Corona británica. Hay una controversia entre España y el Reino Unido en cuanto a la soberanía de Gibraltar, un territorio para el cual se debe encontrar una solución a la luz de las resoluciones y decisiones relevantes de Naciones Unidas”, apunta una nota a pie de página del documento, que se ha hecho público hoy.

El documento incluye a Gibraltar en la lista de territorios de ultramar británicos junto a otros como las Islas Caimán, las Malvinas o Anguila, si bien cuenta también con el añadido a pie de página para hacer referencia a la disputa entre España y el Reino Unido en cuanto a la soberanía del Peñón.

El documento incluye a Gibraltar en la lista de territorios de ultramar británicos junto a otros como las Islas Caimán, las Malvinas o Anguila

Fuentes diplomáticas apuntaron que Gibraltar figura en el listado de “territorios no autónomos pendientes de descolonización” de Naciones Unidas, por lo que la mención en el pie de página no supone ninguna novedad, y este mismo organismo recomienda que esta disputa se resuelva “mediante negociaciones bilaterales entre España y el Reino Unido”.

La propuesta, que recoge que los ciudadanos británicos puedan viajar sin necesidad de visado en el espacio Schengen durante noventa días en cualquier periodo de 180 jornadas, ha sido adoptada este viernes en una reunión de embajadores de los Veintiocho.

El documento tiene un añadido a pie de página para hacer referencia a la disputa entre España y el Reino Unido

Fuentes comunitarias aclararon, por su parte, que los gibraltareños quedarán cubiertos en las mismas condiciones que los nacionales en Reino Unido por la regulación propuesta hoy por los países respecto a los visados para las estancias cortas en el territorio Schengen.

En virtud de los tratados europeos, las leyes comunitarias se aplican a Gibraltar en su condición de territorio europeo de cuyas relaciones externas es responsable un Estado miembro, por lo que dejarían de aplicarse automáticamente en el Peñón en el momento en el que el Reino Unido ya no forme parte de la UE.

No es la primera vez que Gibraltar es protagonista en las negociaciones de salida del Reino Unido de la Unión Europea, pues ya en noviembre España amenazó con bloquear el acuerdo del Brexit al considerar que no daba garantías jurídicas suficientes de que el Gobierno español tendría la última palabra en cualquier futuro acuerdo con Gibraltar.

Finalmente, España se posicionó a favor del acuerdo tras conseguir un documento en el que los Veintisiete le aclararon por escrito las potenciales interpretaciones del artículo del acuerdo con que no estaban conformes.

El Ejecutivo comunitario presentó la propuesta legislativa sobre los visados el pasado 13 de noviembre.

Si la retirada del Reino Unido se produce sin pacto el próximo 29 de marzo, fecha prevista del Brexit, esta iniciativa entraría en vigor el 30 de marzo.

Sin embargo, si se cierra un acuerdo, el plan se adoptaría tras la conclusión del periodo de transición, que en principio se prolongará desde la fecha en que Londres deje la UE hasta el 31 de diciembre de 2020 y durante el cual se seguirá aplicando la legislación comunitaria en el Reino Unido. EFE

viernes, 30 de noviembre de 2018

Brexit y la pesca en Malvinas

Las capturas pesqueras de Malvinas ante el "Brexit"





La palabra “Brexit” abrevia la denominación inglesa "British exit", es decir, la separación del Reino Unido de la Unión Europea (UE), con motivo del referéndum de junio de 2016 en el que ganó la posición de abandonar la UE y cuya salida podría efectuarse el próximo 29 de marzo de 2019, aunque, habría un período de transición hasta el 31 de diciembre de 2020 para alcanzar los posibles acuerdos comerciales, compensaciones y adaptaciones de todas las modificaciones económicas, comerciales y sociales.



La UE se integra por 28 países y los denominados territorios de ultramar, entre ellos Malvinas, las Islas Georgias del Sur, Sándwich del Sur y el que denominan “Territorio Antártico Británico” en posesión ilegal del Reino Unido, que comercian y permiten que sus ciudadanos se trasladen, vivan y trabajen libremente entre estas naciones.

La Incorporación de los Territorios de Ultramar (PTU) a la UE surge por la ratificación del Tratado de Lisboa, por el que se modificó el Tratado de la Unión y el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, que entró en vigor el 1 de diciembre de 2009 y, si bien pudo firmarse antes, se postergó por el rechazo inicial de Irlanda en 2008.

La aprobación debió contar con la votación directa de la población de los distintos países miembros, motivo por el cual, los ciudadanos españoles e italianos -entre otros- votaron por la aprobación de que Malvinas y el resto de los archipiélagos citados, formen parte de la UE. Y ¿cómo votaron los ciudadanos argentinos con doble nacionalidad? Lo ignoramos, pero sí sabemos, que la Cancillería Argentina no llevó adelante campaña alguna para oponerse al ingreso de Malvinas, la Antártida y las demás islas a la UE.

¿Podrían haberse modificado los resultados? Probablemente sí, los ciudadanos españoles, muy particularmente, a raíz del apoyo argentino durante el boicot que sufrió ese país y también los italianos, ya que es conocida la importante migración de ciudadanos de ambos países a la Argentina y, la numerosa gestión de doble ciudadanía española e italiana de argentinos descendientes de esos países.

La Argentina debió rechazar en esa ocasión las referidas incorporaciones a la UE por imperio de la Res. ONU Nº 1514 (XV), las Res. ONU Nº 2065/65 y 37/9, la Res. 3160 (XXVIII) y, por analogía, las Res. ONU Nº 3171/73 y 3175/73 y, la Res. ONU Nº 31/49, pero ahora, en esta etapa transitoria y luego de concretarse el Brexit.

Y, con los mismos argumentos, debiera rechazar enérgicamente, que las materias primas y productos de Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur tengan un estatus diferente al de la República Argentina, ya que los extraídos, capturados y producidos ilegalmente en esos archipiélagos y en el atlántico sur, son de origen argentino y no pueden considerarse de otra forma, al menos hasta que no se acuerde la cuestión de fondo: la soberanía de esos territorios, que se halla congelada bajo la fórmula del paraguas de libre comercio entre los países de la UE, en enero de 2014 se le agregó la Decisión 2013/755/UE del Consejo, relativa a la asociación de los países y territorios de ultramar con la Unión Europea (“Decisión de Asociación ultramar”) el Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG) y, las reglas de origen del SPG son las normas de origen preferenciales que simplifican o flexibilizan las normas para los productos y, a partir de 2017, dieron paso a la certificación de origen por parte de exportadores registrados, proceso conocido como autocertificación.

El exportador autorizado debe poder garantizar a sus autoridades aduaneras que es capaz de demostrar el carácter originario de sus productos y ello, le resultaría imposible si se tuvieran en cuenta las resoluciones citadas de las Naciones Unidas.

Por ello, en la actualidad, podrían estarse certificando irregularmente de origen en Malvinas, como territorio de ultramar (PTU) de la UE, a los pescados y mariscos -unas 200 mil toneladas anuales- capturados bajo licencia ilegal británica en la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA) o bien de origen español, por los Joint Venture armados en Malvinas, o de otros países miembros de la UE que capturan en la ZEEA con esas licencias británicas, compitiendo contra Argentina en el comercio europeo con ventajas arancelarias, aduaneras y de tránsito, en razón del libre comercio que impera en la Unión Europea e, inclusive, los PTU podrían quedar exentos de las normas de origen, favoreciendo la “pesca ilegal, no declarada, no registrada” (INDNR) que el Consejo de la Unión Europea ya prohibió a través del Reglamento (CE) N°1005/2008 dictado el 29/09/2008, por el que estableció, un sistema para prevenir, desalentar y eliminar la “pesca ilegal, no declarada y no reglamentada” y en la que considera pesca INDNR, la que se realiza por parte de los países, empresas o buques extranjeros sin la habilitación pertinente o que no puedan demostrar el origen.

Pesca, que accesoriamente la Argentina, debería considerar como igualmente “ilegal, no declarada y no registrada” a la realizada sin autorización alguna o a la obtenida mediante licencias pesqueras u instrumentos similares, otorgados por terceros países a embarcaciones extranjeras o propias para la captura ilegítima en la ZEEA de los recursos pesqueros; o de los recursos migratorios en la área adyacente a la ZEEA, o que pertenezcan a una misma población o a poblaciones de especies asociadas a las de la ZEEA.

Es decir que, de ningún modo, las materias primas o productos obtenidos en los archipiélagos referidos o en el mar circundante, pueden seguir teniendo el estatus de europeos, antes o después del Brexit, ya sea porque son obtenidos en un territorio argentino ocupado en forma ilegal por Gran Bretaña y/o porque su comercialización debe encuadrarse, en los casos de pescados y mariscos como obtenidos de la pesca INDNR, ya que no se tratan de productos capturados fuera de las aguas jurisdiccionales, es decir en alta mar e, incluso, en estos casos, las capturas no deberían tratarse de recursos migratorios o asociados a la Argentina, el país ribereño, de acuerdo a la CONVEMAR.

Por otra parte, cualquier acuerdo del MERCOSUR antes o después del Brexit no debiera tener en cuenta a los territorios de ultramar (PTU) que la Argentina no reconoce que formen parte de la UE ni que sean parte del Reino Unido.

Las dificultades del Brexit entre el Reino Unido y la UE respecto a la presencia de una frontera visible o "dura", con controles, entre Irlanda del Norte e Irlanda (o República de Irlanda), debería ser lo contrario a las buenas relaciones entre el continente argentino y Malvinas, ya que esta, como integrante del territorio provincial de Tierra del Fuego, tiene derecho al libre intercambio comercial, en tanto y en cuanto los habitantes de Malvinas cumplan la legislación vigente en la Argentina, entre ellas la ley 24.922 en materia de pesca, lo mismo que ocurrirá con Irlanda después del Brexit, por ser parte integrante de la Unión Europea y ajena al Reino Unido. Sin embargo, sería bastante absurda la idea de algunos irlandeses del norte de tener regulaciones de la UE diferentes al resto del territorio británico, de igual modo que los territorios de ultramar.

La situación en el Reino Unido es ciertamente muy compleja, ya que tiene posiciones encontradas entre las exigencias del Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte y los diputados (35) del Partido Nacional Escocés (SNP) e incluso May tiene problemas con el ala dura del Partido Conservador. En este escenario los reclamos de Argentina a la Unión Europa pueden tener algo más de éxito que cuando el Reino Unido era parte integrante de esa comunidad.

Y, si analizamos los motivos por los cuáles los británicos promovieron el Brexit, podríamos imaginarnos qué tanto le preocupa el destino de unos cuantos isleños en Malvinas. Un ejemplo de ello es la reacción del Gobierno de Gibraltar ante acuerdo del Brexit alcanzado por la Unión Europea y el Reino Unido.

Ha llegado la hora, que nuestra Cancillería, tenga una política activa, que se sobreponga a 53 años de reiterados e inconducentes reclamos a Gran Bretaña que se siente a negociar la soberanía conforme lo previsto en la Res. de la ONU Nº 2065/65 y, por supuesto, llevar adelante una política absolutamente contraria a la de facilitar -acuerdos de investigación pesquera mediante- la captura de nuestros recursos en nuestro territorio marítimo, por parte de buques extranjeros con licencia ilegal británica. (DR. CÉSAR LERENA)

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Negociaciones por Gibraltar por el Brexit


España acusa a May de cambiar el acuerdo del Brexit con “nocturnidad y alevosía”






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El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, dice que el Gobierno no permitirá la “situación colonial” de Gibraltar

Imagen de archivo del aeropuerto de Gibraltar (Marcos Moreno / AP)



El Gobierno español ha admitido este jueves que versiones anteriores de la declaración política que establecerá el marco de la relación futura entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) tras el Brexit recogía la posición española sobre la cuestión de Gibraltar, pero que a última hora se modificó “con nocturnidad y alevosía” a petición de la primera ministra británica, Theresa May.

Así lo ha reconocido el secretario de Estado para la UE, Luis Marco Aguiriano, en declaraciones a los medios de comunicación antes de comparecer ante la Comisión Mixta que componen diputados y senadores para explicarles el acuerdo del Brexit.

Con la redacción actual se podría interpretar que Gibraltar queda incluido en la relación futura que Reino Unido negocie con la UE


En esa comparecencia, Marco Aguiriano ha informado de las reservas que el Ejecutivo tiene acerca de ese acuerdo de Retirada y del borrador de declaración política que establece el marco de la relación futura entre el Reino Unido y la UE.

Las reservas tienen que ver con que los textos, tal y como están redactados en la actualidad, no dejan claro sin ningún género de dudas que todas las cuestiones relativas a cómo esa relación futura se aplicará en Gibraltar debe ser independiente de la negociación general y además deberá contar siempre con el visto previo de España.

Dicho con otras palabras, con la redacción actual se podría interpretar que Gibraltar queda incluido en la relación futura que Reino Unido negocie directamente con la UE, como advierte la Abogacía del Estado y la Asesoría Jurídica Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, una interpretación que es inaceptable para España.

Bajo el punto de vista español, las negociaciones sobre ambos textos siguen abiertas y la situación cambia “cada media hora”. Marco Aguiriano ha pedido el apoyo de los grupos políticos a las gestiones del Gobierno español en aras de reforzar la posición de España ante sus socios europeos.

El ministro de Fomento advierte que España “no va a permitir” la “situación colonial” de Gibraltar

Sobre Gibraltar, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha dicho que el Gobierno asume que “Reino Unido ejerza la representación”, pero advierte que no lo considera parte del país y que “es una situación colonial que España no va a permitir”. Y ha añadido: “No vamos a aceptar que la Comisión Europea nos imponga ningún marco de relación con esta colonia”.

“Sentimos que no ha habido la sensibilidad en un tema como éste. Se trata de un hecho muy excepcional en Europa y pese que ha estado asumido no deja de ser una cosa extraña que en nuestro país tengamos una colonia británica”, ha concluido.

El ministro principal de Gibraltar afirma que hay acuerdo sobre el Brexit pero España lo desmiente

La Vanguardia


El secretario de Estado para la Unión Europea, Luis Margo Aguiriano, niega que se haya hecho ningún avance con Londres sobre la cuestión del Peñón


Una mujer camina a través de la frontera entre Gibraltar y España (Daniel Ochoa De Olza / AP)


El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, aseguró este viernes que ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno de España en torno al papel del Peñón en el pacto de Retirada de Reino Unido de la Unión Europea durante una reunión celebrada este viernes en Madrid con las autoridades españolas.

Fabian Picardo añadió que cualquier revisión de la situación del enclave en el Brexit supondría reabrir la renegociación del acuerdo completo. “Hemos trabajado muy duro y de hecho alcanzamos un acuerdo con los colegas españoles respecto al papel de Gibraltar en el proceso de retirada... en buena fe hemos trabajado duro y hemos conseguido algo”, explicó Picardo a BBC Radio sin entrar en detalles.

Hemos trabajado muy duro y de hecho alcanzamos un acuerdo con los colegas españoles respecto al papel de Gibraltar” Fabian Picardo Ministro principal de Gibraltar

Picardo añadió que España no necesita hacer uso de un “veto” para llevar a Gibraltar a la mesa de negociaciones. “Si (el acuerdo de retirada) se abre aunque sea para una coma o un punto sobre Gibraltar, tendría que abrirse para el resto de temas”, señaló.

No obstante, el secretario de Estado para la UE, Luis Margo Aguiriano, desmintió las palabras de Picardo: “Yo no sé a qué se refiere con cuando habla de acuerdo, no me consta que haya habido ninguna modificación”, apuntó en declaraciones al programa Espejo Público. Además, aseguró que sigue sin haber un entendimiento sobre Gibraltar e insistió en que, de no alcanzarse, España votará que ‘no’ al acuerdo del Brexit que Londres ha sellado con Bruselas el próximo domingo 25 .

Yo no sé a qué se refiere con cuando habla de acuerdo, no me consta que haya habido ninguna modificación”


España insiste en su veto al Brexit si no logra las garantías suficientes sobre Gibraltar 

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, sigue desde La Habana la evolución de las negociaciones. Fuentes españolas aseguraron que en la reunión de hoy en Bruselas para intentar llegar a un acuerdo, éste no fue posible
Infobae

 
Pedro Sánchez (Reuters)

El Gobierno de España mantiene su veto a un acuerdo sobre el "brexit" porque sigue sin tener las garantías suficientes en relación con Gibraltar, indicaron fuentes españolas.

El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, sigue desde La Habana la evolución de las negociaciones sobre el "brexit" y fuentes españolas aseguraron que en la reunión de hoy en Bruselas para intentar llegar a un acuerdo, éste no fue posible.

Explicaron que España sigue sin tener las garantías suficientes y, por tanto, el acuerdo no existe.

El Gobierno de Sánchez considera "impensable" que haya un acuerdo del que no forme parte España y reitera que mientras no tenga todas las garantías, no dará su respaldo, según las fuentes.

"Tenemos que estar seguros de que no va a haber un acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido que no sea un acuerdo previamente discutido entre el Reino Unido y España", subrayaron.

Ante la posibilidad de que España decidiera no acudir al Consejo Europeo que se celebrará el próximo domingo, las fuentes subrayaron que el Gobierno ni siquiera está ahora en eso.


Pedro Sánchez y Theresa May (AP)

Pero insistieron en su convencimiento de que no habrá un acuerdo del que no forme parte España.

"No creo que vaya a haber un Consejo Europeo a 26. Es impensable. No estamos en si ir o no, si ir este domingo o el miércoles. Lo importante es tener el acuerdo con todas las garantías que nosotros queremos", recalcaron.

El Gobierno español asegura que los socios comunitarios entienden que debe defender sus intereses y, por tanto, comprenden su posición.

Por otra parte, las mismas fuentes indicaron que consideran que el anterior Ejecutivo, presidido por Mariano Rajoy (PP, centroderecha) no fue "suficientemente ambicioso" en la negociación del "brexit" en relación con Gibraltar.

Frente a ello explicaron que el Gobierno de Sánchez exige ahora unas garantías que aseguren que todo lo que ocurra sobre Gibraltar será siempre con acuerdo de España.

"El Gobierno anterior no llevó la ambición hasta donde nosotros consideramos que hay que llevarla en relación con Gibraltar", resaltaron las fuentes.

El Peñón de Gibraltar fue cedido a Londres por el Tratado de Utrecht en 1713 y desde entonces es colonia británica.

miércoles, 18 de julio de 2018

Brexit puede hacer que roben menos los fucking kelpers

El Brexit podría tener serio impacto en la industria pesquera de las Malvinas





El Brexit podría resultar "potencialmente catastrófico" para las Islas Malvinas, de acuerdo a un reciente artículo publicado en un diario del Reino Unido. Y según se deriva, podría tener un impacto muy serio si se imponen aranceles elevados a los productos exportados desde las Islas a la Unión Europea. Pero, ¿cuán duro puede llegar a ser ese golpe?



MercoPress informó que la editora en jefe del diario Penguin News, Lisa Watson, consultó al sector público y privado sobre este tema la semana pasada, y el empresario pesquero Stuart Wallace dijo al respecto que si bien consideraba que la expresión "catastrófico" era exagerada, pensaba que "el asunto puede ser muy serio y presentará dificultades financieras y desafíos operativos que serán significativos".

En el caso de la industria pesquera, ¿de qué tipo de desafíos se habla? Se trata de aranceles, ya que al momento no existen para los productos de mar.

"El tema central es cuál será el ambiente de acceso a la Unión Europea. ¿Nos aplicarán aranceles?”, explicó Wallace.

"A los productos no originarios de la UE que ingresan a ese mercado normalmente se les aplica un arancel que varía entre el 6 % y el 16 %, por lo que se puede ver la seriedad del asunto”, agregó.

"Además –continuó el empresario pesquero-, los barcos registrados en las Malvinas y obligados a pagar esos aranceles estarían compitiendo en el mercado con pesqueros no registrados en las Malvinas que no están sometidos a ese régimen. Operacionalmente, existen preguntas referidas al registro de los buques y las calificaciones de sus oficiales: en la actualidad hay un sistema de mutuo reconocimiento de las calificaciones profesionales, que si no llega a estar más disponible, podría resultar extremadamente complicado y enredado.”

Consultado sobre el potencial impacto indirecto sobre los cánones de las cuotas de pesca (una importante fuente de ingresos para las arcas públicas), Wallace respondió: "Los cánones que se cobran están en relación al valor de la captura y por eso existe el potencial de un impacto con el correr del tiempo".

Empero, Wallace también mostró una actitud positiva. "Estamos decididos a trabajar con el gobierno de las Islas Falkland y nuestros socios internacionales para sobreponernos a cualquier dificultad que pueda emerger y continuar proveyendo los productos de mar de las Malvinas a nuestros mercados globales", afirmó.

Otro ejecutivo de la industria, la gerente de Consolidated Fisheries Ltd. (CFL), Janet Robertson, también manifestó sentirse incómoda con la sugerencia de que el Brexit podría resultar "catastrófico". En definitiva, se trata "de una palabra con una gran carga emotiva que busca atraer la atención, pero sus implicancias no pueden ser tomadas con liviandad", dijo.

“Si se toma en cuenta que en tonelaje, más del 90 % de la pesca de las Malvinas termina en Europa, y si los aranceles hacen que los productos de mar sean menos atractivos para los consumidores europeos por razones de costo, las Malvinas podrían ver importantes caídas en la recaudación impositiva y en los fondos de desarrollo generados por la industria de la pesca", explicó la empresaria.

Según Robertson, la situación para CFL es algo distinta. "Europa no es mercado para nosotros y por lo tanto el Brexit no tendrá un impacto directo en nuestras ventas", sostuvo.

“No obstante, en el mundo que vivimos en estos días, del 'todos para uno y uno para todos’, sin lugar a dudas tendría un efecto para nosotros a largo plazo, en particular si dependemos de contribuciones de otras empresas pesqueras para apoyar el desarrollo de las Islas", concluyó. (MERCOPRESS/FIS)