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lunes, 6 de febrero de 2023

Ayuda civil: Las 24 horas de las Malvinas

La noche negra de Cacho Fontana y Pinky: “Las 24 horas de las Malvinas”, donaciones millonarias y lingotes de oro

El sábado 8 de mayo de 1982 se puso en marcha un programa especial para juntar donaciones para el Fondo Patriótico Malvinas. Gente anónima y todos los famosos -desde Maradona, Mirtha Legrand a Moria y Olmedo- dejaron autos de alta gama, cheques, pinturas y joyas para ayudar en la guerra. La “lista negra” en la que entraron los conductores y las sospechas del destino de lo recaudado

Presentación de "Las 24 horas de Malvinas", por Pinky y Cacho Fontana

En los días de los enfrentamientos por las islas Malvinas con el Reino Unido, en la Argentina se dieron tres hechos que manifestaron el solidario respaldo de amplios sectores de la sociedad en favor del gobierno de facto de la Junta Militar. El primero lo marcó la abigarrada concurrencia a la Plaza de Mayo, el 10 de abril de 1982. El segundo fue cuando un importante sector de la clase política, gremial y empresaria salió al exterior a trazar un panegírico acerca de las supuestas intenciones argentinas en la recuperación de las disputadas islas. El tercero resultó “Las 24 horas de las Malvinas” para el Fondo Patriótico Argentino, en donde el estudio mayor de ATC resultó empequeñecido por la notable concurrencia que se presentó a colaborar económicamente con las Fuerzas Armadas.

Aceptando un marco de disenso con el relato, los hechos se dieron de la siguiente manera:

Lidia Elsa “Pinky” Satragno era en 1982, a pesar de su mediana edad, una suerte de Reina Madre de la televisión argentina. Para mayo de ese año llevaba varios lustros en el aire. Era tan emblemática como el Negro Brizuela Méndez, Héctor Coire o Pipo Mancera. Pero muy poca gente conocía que estaba atravesando una terrible enfermedad que le afectaba la piel, desde la barbilla a los talones. El tratamiento era importado y muy riguroso porque la enfermedad era poco común. “Un día, mientras permanecía internada y a oscuras por los fuertes dolores de cabeza que me provocaban los remedios, se abrió la puerta de mi habitación y apareció Jorge “Cacho” Fontana, me recordó muchos años más tarde. Lo habían dejado pasar porque era Fontana, “sino no entraba.” Esto ocurrió:

Fontana: —Pinky, me tenés que ayudar. Me piden que transmita un programa durante 24 horas para levantarle el alma a la sociedad.

Pinky: —¿No ves cómo estoy? No tengo fuerzas.

Fontana: —Si vos no me acompañas yo solo no puedo, te necesito a mi lado.

Pinky estaba internada cuando Cacho Fontana llegó para contarle del programa y decirle "te necesito". Ella pidió una junta médica para que la autorizaran a ir y poder acompañarlo

Ese “te necesito” no era el pedido de un simple amigo sino de alguien más que un amigo, si se tiene en cuenta la columna de chimentos de la televisión que publicó la contratapa de Crónica del 26 de mayo de 1982. Héctor Ricardo García sabía de qué hablaba cuando publicó que “se viene hablando de íntima amistad” entre Pinky y Fontana, “el enfático”, y que “el tiempo explicitará todo”. La conversación no duro demasiado, lo imponía el ambiente y la situación de la paciente. Cuando “Cacho” Fontana se retiro, a los pocos minutos aparecieron Leonardo y Gastón, los hijos de Satragno con Raúl Lavié.

—Mamá ¿qué te piden?, pregunto uno de sus hijos.

—Que haga un programa de 24 horas para los chicos que están en las Malvinas. Contesté que no puedo.

—Mamá: ¿Lo vamos a dejar solo a Mariano? No te olvides que está en las Islas.

Mariano era un gran amigo de Leonardo que había sido destinado con su unidad militar a la zona de guerra. Leonardo Lavié –de la misma promoción—no fue incorporado porque un accidente en su mano derecha, que le afecto los tendones, lo dejo inhabilitado para utilizar armas.

Cuando estaba en el aire, Pinky recién se enteró que el programa tenía la intención de juntar donaciones para el Fondo Patriótico Malvinas Argentinas

Después de esta conversación, Pinky llamó a su médico de cabecera y este formó una junta de médicos. En principio todos se negaron a que participara, pero como la vieron tan entusiasmada aceptaron. Tres días antes de ir al canal le suspendieron todos los remedios. “Tomalo como una licencia”, le dijo el médico jefe. “Te vamos a poner una sala de cuidados en un lugar cercano al estudio de televisión”. Ella lució ropa que tapaban sus brazos y polleras largas. A las 20.30 horas del sábado 8 de mayo se puso en marcha “Las 24 horas de las Malvinas” y duró hasta las 20.30 del domingo, justo en las horas en que el Reino Unido ampliaba la zona de bloqueo alrededor de las islas, con la consecuente protesta argentina en las Naciones Unidas.

Cacho y Pinky abrieron el programa en la calle y desde allí se dirigieron, seguidos por las cámaras, al estudio mayor de Argentina Televisora Color (ATC). Cuando estaba en el aire, Pinky recién se enteró que el programa tenía la intención de juntar donaciones para el Fondo Patriótico Malvinas Argentinas. Junto con los conductores y todos los que se acercaron, el programa se mantuvo durante todo un día y en algunos momentos se transmitió al exterior. Todos colaboraron. Varios fueron los productores: desde Santo Biasatti a Marta Tedeschi, entre tantos.

"Las 24 horas de Malvinas", donaciones anónimas y presentaciones de Susana Giménez, Andrea del Boca

En esas 24 horas, de buena fe, la gente se agolpó en la avenida Figueroa Alcorta y Tagle para donar dinero en efectivo, cheques, oro de todo tipo para ser fundido, obras de arte, piezas históricas (la copa bautismal de Jorge Newbery), joyas y hasta un Mercedes Benz dorado regalado por la rutilante Moria Casán.

Osvaldo Ardiles, Diego Maradona se presentaron ante las cámaras y Daniel Passarella (anunció una donación por parte de la selección de 100 millones de pesos nuevos, un partido y su recaudación). Además, el representante de Maradona, Jorge Cyterszpiler, también entregó otro cheque por 100 millones. La histórica Pierina Dealessi, la actriz que había hecho reír a todo un pueblo (en Fúlmine, por ejemplo), se sacó los aros de su madre y entrego un tapado delante las cámaras.

En esas 24 horas, de buena fe, la gente se agolpó en la avenida Figueroa Alcorta y Tagle para donar dinero en efectivo, cheques, oro de todo tipo para ser fundido, obras de arte, piezas históricas y joyas

Concurrieron desde los más humildes e ignorados a los más conocidos: Mirta Legrand, Amalia Lacroze de Fortabat, Susana Giménez, Edmundo Rivero, Norma Aleandro, Mariano Mores y su hijo Nito, Libertad Lamarque (un prendedor de oro), Carlos Alberto Reutemann, Tito Lectoure, Alberto Olmedo, Carlos Monzón, Graciela Dufau, Amelia Bence, Lolita Torres, Edmundo Sanders, Silvio Soldán (llevó el LP de oro de Carlos Torres Vila), Luis Tasca, Liliana López Foresi, Andrea Del Boca, Jorge Porcel, Santiago Gómez Cou, Tato Bores, Aldo Cammarota, Haydeé “la Chona” Padilla, etc, etc.

Al mismo tiempo, un centenar de telefonistas (muchos actores se ofrecieron para atender) recibían llamados desde el interior ofreciendo donaciones. Anunciado con anticipación, en un momento una banda militar ejecutó el Himno Nacional y se dijo que en las rutas los camineros dejaron de manejar para entonarlo, bajar del vehículo o escucharlo y la gente se agolpó en las plazas. Se podría decir que “el país entero” se detuvo unos minutos.

Cuando el programa terminó, Pinky fue nuevamente internada y se mantuvo tres días sin dormir

Luego, mientras tocaba la Marcha de las Malvinas la fanfarria del Regimiento de Granaderos, y llevaban 13 horas en el aire, el canciller Nicanor Costa Méndez hizo una entrada triunfal en el estudio mayor de ATC, secundado por algunos diplomáticos (Erhart del Campo y Gustavo Figueroa entre otros). Como si las tropas argentinas estuvieran cerca de la victoria: el gran público no sabía realmente lo que ocurría en las Malvinas.

Cuando el programa terminó, Pinky fue nuevamente internada y se mantuvo tres días sin dormir. Por esa experiencia ella pasó meses más tarde (diciembre de 1983) a integrar una suerte de “index” (lista negra) en los canales de televisión. Y tardo varios años más en curar su enfermedad.

Con respecto al Fondo Patriótico, La Nación del 9 de junio de 1982 (página 7), informó que se habían realizado más de 75.000 contribuciones en el Banco de la Nación Argentina sobrepasando los 500.000 millones de pesos, incluidas las contribuciones en joyas y monedas.

El 8 de mayo de 1982, Satragno y Fontana realizaron 24 horas por Malvinas, un programa que buscaba juntar fondos para ayudar a los combatientes. “Fue idea mía, no del gobierno”, aseguró Fontana

El Secretario de Hacienda, Manuel Solanet, hizo un primer informe: hasta ese día se realizaron transferencias por 338.206,3 millones, de los cuales 4.000 millones fueron a la gobernación de las islas Malvinas y 111.402,1 millones de pesos a cada una de las fuerzas armadas.

El 14 de junio, a las 14 horas, mientras se realizaban los últimos enfrentamientos armados en Puerto Argentino, en el salón de remates del Banco Ciudad de Buenos Aires, comenzó el remate de 300 lotes “que incluían objetos de las más variadas especies: ropa, libros, alhajas, pieles, electrodomésticos, platería, juguetes, antigüedades, cuadros, artefactos electrónicos, etc”, relató La Nación del día siguiente en su página 6. Las subastas continuaron todos los días hábiles hasta el 25 de junio y los martilleros fueron Del Río, Herrero, Marano y Vaini. La institución no cobró comisión por las ventas ni percibió el impuesto al valor agregado. Lo más llamativo que se remató esa jornada fue el óleo “Actividad en el puerto” de Benito Quinquela Martín.

Una vez que los cañones se silenciaron en las Islas Malvinas, algunos medios comenzaron a preguntar en voz alta qué destino había tenido todo lo recaudado en el Fondo Patriótico Malvinas Argentinas. Los militares por lo general no sabían explicar nada, dando pie a que muchos se imaginaran que algún general, almirante o brigadier se lo hubiera llevado a su casa. No fue así.

Párrafo final del acta de constatación y recibo de los bienes donados

Una de las actas (hay otras) daba a conocer el destino de las donaciones.

BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA: ACTA DE CONSTATACIÓN Y DE RECIBO DE DINERO.

“En la Ciudad de Buenos Aires Capital de la República Argentina, siendo las 10 horas 45 minutos del día cinco de noviembre de 1982. Yo Teófilo Guillermo Viana Escribano Jefe del Departamento Notarial del Banco de la Nación Argentina me constituí en la Casa de la Moneda sita en la calle Avenida Antártida Argentina Nº 1385 acompañado de los Funcionarios del Banco de la Nación Argentina, señores Alfredo Ángel LOPEZ, (C.I. Nº 2.771.282 P.F.) Sr. Rodolfo PEREZ, (C.I. Nº 2.795.728 P.F.) Sr. Arturo Ángel PAZ (C. I. Nº 3.756.075 P. F.) y Sr. Pedro José GRANDI (c. i. 4.411.964 P. F.) a los efectos de pesar y recibir el oro fundido y refinado proveniente de Donaciones para el Fondo Patriótico Malvinas Argentinas. En dicha Institución somos recibidos por Funcionarios de Casa de la Moneda señores Carlos Oscar ROCO L. E. 4.018.503; Sr. Raúl Armando BARGIOLA (L. E. 4.084.618); Sr. Pedro Simón ANDRADA (L.E. 6.942.964), Sr. Bernabe ASCON (D.N.I. 4.040.757), todos los comparecientes son de estado civil casados de nacionalidad Argentinos mayores y de mi conocimiento. A continuación en sector Laboratorio Químico sito en el segundo piso de dicho edificio se procede al recuento y pesaje del oro que se entrega, operación que se realiza con la presencia de visación de todos los comparecientes y del suscripto y arroja el siguiente resultado: 118 lingotes y una lámina con un peso total de ciento trece kilogramos, novecientos veinticuatro gramos, ocho décimas (118 Kgs. 924 grs., coma décimas) que son recibidos por los señores Alfredo Ángel López, Rodolfo Pérez, Arturo Ángel Paz y Pedro José Grandi, quienes en este acto en nombre y representación del Banco de la Nación Argentina otorgan el mas suficiente recibo procediendo a su embolso y traslado al Departamento del Tesoro de dicho Banco. Se deja constancia que (sigue al dorso). El oro entregado y recibido de denomina “Oro título 999. No siendo para mas dejo levantada esta acta siendo las 17 horas, la que previa lectura que le di firman los comparecientes al igual que el detalle del pesaje que se formaliza por acto separado, de conformidad, acta que se desarrolla en un solo e ininterrumpido acto en el lugar y fecha indicados ut supra.”

El ex Secretario de Hacienda Manuel Solanet dirá en su libro Notas sobre la guerra de Malvinas que hasta el 30 de julio de 1982 el Fondo recolectó 767.483 millones de pesos, equivalentes a 54 millones de dólares. Y observó: “Es mucho si se considera que provino de donaciones privadas. Es poco si se tiene en cuenta que apenas hubiera alcanzado para comprar sólo un avión Mirage con su equipamiento”.



      

martes, 19 de julio de 2022

TV británica: La llegada del HMS Invincible 3 meses después del ataque argentino

Programaciones de televisión del 17 de septiembre de 1982. He leído en algunas publicaciones argentinas que el barco regresó a Portsmouth durante la noche para que nadie pudiera ver los daños. Como se puede apreciar, la vuelta se transmitió en vivo tanto por BBC1 como por ITV.


jueves, 27 de agosto de 2020

Gusano K usa la televisión para descalificar la causa Malvinas

Gustavo Sylvestre, sobre Malvinas: "Perdieron una guerra de forma cobarde"




El gusano K aclaró que su mensaje estaba dirigido a los "generales golpistas", porque hubo otros que lucharon "con mucha honorabilidad"

Por iProfesional



Gustavo Sylvestre se refirió a los dichos de Eduardo Duhalde, quien sostuvo que podría haber un golpe de Estado en la Argentina, y criticó a los "actores desestabilizantes" que hay en la sociedad, a los que categorizó como "profetas del caos".

En su editorial #NuncaMásEsNuncaMás el periodista analizó la situación actual e hizo una declaración al hablar sobre la guerra por las islas Malvinas que generó repudios en redes sociales: "Perdieron una guerra de forma cobarde".

"Hay sectores que no asumen que fueron derrotados y que han sido expulsados del poder por el voto popular y quieren seguir teniendo una voz de imposición. Quieren un gobierno débil, pero el gobierno de Alberto Fernández es todo lo contrario en este momento", comenzó el periodista de C5N, y añadió que "hay que denunciar y marcar a esos sectores de la sociedad".

"Parte de lo que dice Eduardo Duhalde es un análisis correcto porque, lamentablemente, América Latina no solamente se ha derechizado, sino que ha realizado golpes blandos como el que le hicieron a Dilma Russeff en Brasil", dijo al comparar esa situación con la Argentina. "Hoy se arrepienten de lo que hicieron, pero es tarde para lágrimas".

Entonces, enumeró: "Ecuador fue en el mismo sentido; en Bolivia el plan era asesinar a Evo Morales y lo sacaron del poder, pero no pudieron matarlo; y en Chile, el poder militar sostiene a Piñera, la sociedad chilena nunca se democratizó y añora al pinochetismo".

Según explicó Sylvestre en su monólogo, en la Argentina el escenario es distinto por el Nunca Más, que se dio "gracias al impulso de Raúl Alfonsín", aunque lanzó que "el radicalismo se ha agorilado" y lamentó que no se hayan expresado sobre las declaraciones del expresidente.

"Duhalde tiene un análisis correcto de lo que pasa en América latina, pero se equivoca cuando habla de la posibilidad de un golpe militar porque hoy no hay espacio y porque la mayoría de los argentinas van a salir a defender la institucionalidad", opinó entonces el periodista. Y, tras destacar las políticas gubernamentales, añadió: "Hay un deseo del periodismo de guerra y de algunos sectores de que haya estallidos y de que se produzca el caos".


Sylvestre criticó la acción de los jefes militares en la guerra por las islas Malvinas.

El rol de las fuerzas armadas


Luego de sostener que hay quienes "añoran la dictadura", celebró que las fuerzas armadas están "comprometidas con la democracia" y lamentan el hecho de "cargar con el mote de golpistas" durante décadas.

En ese momento, al referirse a la guerra por las islas Malvinas, disparó: "Encima perdieron una guerra en forma cobarde. Cuando tuvieron que ir a defender la Patria, que era su tarea, perdieron la guerra de forma cobarde. ¿Por qué? Se habían dedicado tanto a asaltar a las instituciones de la república, que, cuando tuvieron que demostrar en el campo, no supieron qué hacer".

Después, Gustavo Sylvestre aclaró que su mensaje estaba dirigido a los "generales golpistas", porque hubo otros que lucharon "con mucha honorabilidad". "Pido disculpas si los ofendí, pero me estaba refiriendo a los generales embriagados, no de poder sino de whisky, que mandaron a esa guerra, y a los generales, que se rindieron cobardemente. No (me refería) a los soldados heroicos que quedaron en Malvinas y que, como Martín Balza, combatieron heroicamente. Está claro que no me refería a ellos, además saben de mi respeto y mi amistad con Martín Balza".



En esta misma dirección se expresó luego en Twitter. "Soy clase 62. Estuve reincorporado por Malvinas. Para los que arman campañas en las redes. Y tratan de afectar la honorabilidad de las personas. Y defiendo la Causa Malvinas y la he seguido siempre. Y los seguiré acompañando".

domingo, 28 de abril de 2019

LUT8 Canal Malvinas que transmitió en Puerto Argentino durante el conflicto

Guerra de Malvinas: 40 televisores en cuotas, el increíble plan de la Junta militar para "conquistar el corazón de los isleños"

LUT8 Canal Malvinas fue uno de los intentos más extraños de los militares para seducir a los pobladores locales durante el conflicto de 1982. La emisora que funcionó en las islas hasta poco antes de terminada la guerra transmitió el noticiero oficial "60 minutos" con José Gómez Fuentes, el especial "24 horas por Malvinas" conducido por Pinky y Cacho Fontana, y los programas cómicos de Porcel


Por Ignacio Montes de Oca | Infobae


 
La junta militar decidió instalar un canal de tevé en Malvinas para seducir a los isleños

El 3 de abril de 1982 se organizó una reunión de empleados en el estudio Nº 6 de Argentina Televisora Color, dentro del imponente complejo construido por los militares para el Mundial de Fútbol que Argentina había organizado en 1978.

Ese día, el General Antonio Llamas, el militar a cargo de la Secretaría de Información Pública Argentina, dio un encendido discurso a los empleados de la emisora. Les dijo que Canal 7 y sus trabajadores tendrían un papel importante dentro de los planes argentinos para "conquistar los corazones y mentes de los malvinenses".

El General les pidió que formularan en el menor tiempo posible un plan para montar un canal de televisión en Malvinas.

Tras algunos debates, los técnicos del canal recomendaron llevar a Malvinas un transmisor de 100 vatios con su antena (suficiente para cubrir la mayor parte de las islas), una cassettera U-Matic, una cámara portátil y algunas luces y micrófonos.

Pocos días después del 2 de abril llegaron a las islas los empleados de ATC con los equipos para armar la emisora de TV.

Instalaron sus dispositivos en el edificio de radio local. La mayor parte de los aparatos fueron donados por la Gobernación Militar de la provincia de Misiones.

Sin embargo, la cuestión principal era tener alguien que viera la señal en Malvinas porque en las islas no había casi ningún aparato de TV y los pocos aparatos existentes estaban encadenados a algunas videograbadoras que, de tanto en tanto, servían para ver alguna película llegada a las islas Malvinas en los barcos o aviones que las visitaban.

La Secretaría de Información obtuvo los permisos correspondientes para enviar 40 televisores hacia Puerto Argentino.

Aunque las prioridades de la guerra eran otras, el avión de la Fuerza Aérea Argentina recibió la orden de darle preferencia a la voluminosa carga de aparatos marca Zenith y Phillips que la gobernación usaría para intentar seducir a los malvinenses.

 
La asunción del nuevo gobernador de la islas, Mario Benjamín Menéndez, fue la primera transmisión, aunque solo se emitió el sonido de la ceremonia (foto del archivo del general Menéndez)

El siguiente problema era lograr que los isleños adquirieran los aparatos. Inicialmente se pensó en regalarlos, pero con buen criterio un funcionario observó que los isleños no aceptarían "dádivas" de los argentinos.

Finalmente se decidió vender cada televisión por 100 libras a pagar en cuotas mensuales de 10 libras más un anticipo de 20 libras al recibir el aparato. Dos civiles, Everto Caballero (el encargado de la oficina telecomunicaciones) y Ernesto Dalmau (técnico de la flamante sucursal de Radio Nacional) se encargaron de visitar las casas de los habitantes para convencerlos.

Una semana más tarde, habían logrado colocar la totalidad del stock de televisores.

-Nosotros sabíamos que solo debíamos pagar las primeras cuotas ya que pronto los argentinos se irían y el precio final del aparato sería más que razonable – cuenta Verónica Fowler, una maestra británica afincada en Malvinas.

El entonces soldado conscripto Roberto Rubén Rada, recuerda haber bajado los televisores de aviones que llegaron a las islas al inicio del conflicto. Cómo él, muchos soldados se preguntaron que tenían que ver aquellos televisores con el inminente conflicto que se estaba por desatar.

-¿De donde sacaron los argentinos que nos interesaba tener televisión? Queríamos que se fueran de vuelta al continente – recuerda un malvinense que en esos años rehusó aceptar la compra del aparato.

 
Finalizada la guerra, general Menéndez se quejó de los programas de tevé que se habían emitido en el canal argentino: dijo que él hubiera preferido que les enviaran conciertos de música clásica o folklore para “que no pensaran que éramos indios con plumas”.

Los técnicos a cargo de operar la estación del Canal 7 de Malvinas fueron Fernando Monetti y Eduardo Oderigo, dos empleados de ATC que se ofrecieron como voluntarios para viajar a la zona de conflicto.

Monetti se encargó de instalar la central de televisión en un local que anteriormente había pertenecido a la radio local Falklands Islands Broadcasting Service. Luego de un tiempo, Monetti fue reemplazado por Oderigo.

La primera emisión de prueba fue el 7 de abril cuando se transmitió la asunción del gobernador militar Mario Benjamín Menéndez, aunque solo se emitió el sonido de la ceremonia.

La emisión de Canal 7 Puerto Argentino se inició el 13 de abril de 1982 a las 18 horas. La transmisión comenzó desde ese día invariablemente con una imagen del Escudo Nacional y la música del himno argentino.

 
José Gómez Fuentes en el noticiero de ATC, “60 Minutos”

Luego, comenzaba el noticiero "24 Hours". Era un noticiario dirigido por dos personas que se dirigían a ellos hablando uno en castellano y luego el otro en inglés.

El que hablaba en castellano era Norman Carlos Powell, un argentino descendiente de ingleses que llegó a las islas el 5 de abril y que también hacia el informativo en la repetidora de Radio Nacional que se puso en funcionamiento en esos días.

En las emisiones de TV y junto a Powell, estaba el malvinense Patrick Watts, locutor de la radio local, quien encontró el modo de protestar cada vez que alteraba sutilmente el sentido de las noticias o corregir la sintaxis de Powell cuando el argentino hablaba en inglés. O cada vez que usaba términos rebuscados para no usar denominaciones argentinas de las islas y sus accidentes geográficos.

La transmisión de Canal 7 en Malvinas fue parte esencial de la propaganda argentina en las islas. Es recordado entre los malvinenses por las cuantiosas pérdidas británicas anunciadas en cada boletín, que contrastaban con la propaganda de la Radio BBC de Londres, en donde las pérdidas inglesas eran bajadas al mínimo y las argentinas aumentadas a niveles catastróficos.

 
Pinky y Cacho Fontana en las 24 horas por Malvinas

Al principio, en las 6 horas de transmisión del canal, de 18 a 24 horas y además del noticiero de Powell y Watts, se proyectaban programas populares de Buenos Aires como "La peluquería de Don Mateo" y "Polémica en el Bar". Luego se pasaban lo que algunos isleños recuerdan como "aparentemente infinitas cantidades de historietas de Tom y Jerry".

El General Menéndez dijo después de la guerra que él hubiera preferido que les enviaran conciertos de música clásica o folklore para "que no pensaran que (los argentinos) éramos indios con plumas".

Los partidos de fútbol fueron los que contaron con mayor audiencia, según recuerda el improvisado conductor televisivo de las islas, Patrick Watts, aun cuando se repetían una y otra vez el mismo encuentro.

Cuando llegó el mes de mayo, el noticiero bilingüe local fue reemplazado con una emisión del programa "60 Minutos" que conducía el periodista José Gómez Fuentes.

El comodoro Carlos Bloomer Reeve fue Secretario de la gobernación de Menéndez. Hoy retirado, recuerda el problema de los contenidos de las transmisiones:

-Lo que pasa que desde Argentina nos faltó el impulso de mantener programas. De Buenos Aires no venían programas que fueran de interés. Los malvinenses venía un partido de fútbol y había que verlos 5 o 6 veces. O alguna audición de algún cómico argentino que hablaba castellano y que no hablaba inglés y la gente se aburría de verlo. Pero eso fue lo único que se regaló… no se regaló – se corrige – se vendió para mantenerlos con su amor propio todavía activado.

 
El canal transmitía en inglés y en español

Entre las transmisiones memorables del canal que pudieron verse en Malvinas, estaba un resumen del festival "Las 24 horas de las Malvinas Argentinas" que se emitió el canal 7 de Buenos Aires el 9 de mayo de 1982 . Fue conducido por los populares conductores "Cacho" Fontana y Raquel "Pinky" Satragno.

Los militares a cargo del canal prepararon instantes de gran dramatismo dentro de la emisión para exaltar el espíritu bélico en la población. Ejemplo de esto fue el momento en que la viuda del capitán Giacchino, único oficial muerto el 2 de abril, donó frente a cámaras el cuchillo y la insignia que había llevado su difunto marido al morir.

Algunos malvinenses, recuerdan con particular irritación esa transmisión que según dicen les sirvió más para profundizar su inquietud que para estimular su afecto por la Argentina.

A modo de los modernos teletónes, numerosos artistas argentinos animaron el programa con cantos y actuaciones mientras los conductores relataban las inmensas cantidades de donaciones que eran acercadas por personas y empresas al canal.

Aunque el programa duró 24 horas, las donaciones se siguieron recibiendo en diferentes puntos del país por el resto de la guerra.

 
Un artículo periodístico informó sobre el daño de la antena de la emisora de tevé en las islas

El día de la rendición, se habían recaudado 570 millones de pesos argentinos y 38 millones de dólares. Además, habría que contabilizar numerosas cantidades de alimentos, medicamentos, obras de arte, joyas e indumentaria cuyo valor hasta el presente no fue aclarado.

Con el fin de las hostilidades, el producto del Festival fue repartido entre las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa y el resto fue colocado en un fondo que sirvió para asistir a los ex combatientes y sus familiares. Oficialmente, se recaudaron unos 300 billones de pesos argentinos; 4 billones fueron a para la gobernación de las islas. Cada una de las tres fuerzas retiró 83,4 billones. El resto, es decir, 45,9 billones, se destinó a la asistencia de los veteranos y sus familiares en la posguerra.

Una parte de los bienes recaudados fue rapiñada por civiles y militares mas interesados en hacer negocios que en ganar guerras. Es así como parte de las donaciones fueron desviadas al mercado.

En su momento fue famosa la historia de un niño que luego de comprar un chocolate en una localidad patagónica tras la guerra, encontró dentro del envoltorio una carta dirigida a un soldado en Malvinas. Algunos se justificaron diciendo que no había modo de hacer llegar la carga de donaciones a las islas. Otros, solo se escudaron en la tradición argentina de sacar partido cada vez que se presenta la ocasión. Lo cierto es que los conscriptos se quedaron esperando las inmensas cantidades de comida que les prometían desde el continente, mientras hurgaban en las raciones siempre escasas e intentaban abrigarse a la espera de esas miles de bufandas que se tejían ante las cámaras de los canales del continente.

Vamos a un corte

A medida que la guerra fue ganando en intensidad, la propaganda argentina en Malvinas se hizo menos sutil. La pantalla de Canal 7 Puerto Argentino fue ganando en anuncios triunfalistas mientras los pobladores locales observaban como recrudecían los ataques contra las posiciones argentinas.

Y en esas emisiones, comenzaron a aparecer advertencias de los militares acerca del uso de radios para pasar información al enemigo y sobre las consecuencias de asistir a infiltrados llegados desde la flota adversaria.

 
Las transmisiones del canal de Malvinas se interrumpieron poco antes de la rendición argentina

Para matizar, el conductor de LUT8 anunciaba enormes cantidades de aviones británicos abatidos, decenas de buques hundidos y averiados o pasaba revista de las poderosas defensas que protegerían a las islas de un desembarco.

John Smith es un malvinense que publicó tras la guerra su diario personal con sus vivencias del conflicto. El 7 de mayo apuntó en su diario que por la noche, luego de un ataque al aeropuerto de la capital, se emitió una película cómica tras el noticiero. "El noticiero, pienso, fue la mejor comedia", anotó ese día Smith.

Las transmisiones del canal de Malvinas se interrumpieron poco antes de la rendición argentina.

La antena de la estación fue dañada por un proyectil y, a causa de los bombardeos, en las horas de transmisión los malvinenses no pasaban la mayor parte del tiempo frente a la televisión sino refugiados en los sótanos de sus casas.

Eduardo Oderigo, el técnico de ATC, escapó de Malvinas en el último avión Hércules argentino que partió de las islas. Dejó abandonadas las instalaciones y el cartel de Canal 7, que hoy es exhibido en el Museo de Puerto Argentino.

Los malvinenses que habían comprado los televisores argentinos, quedaron debiendo 70 libras cada uno. Pero nadie les reclamó por la deuda.

Solo un cártel de recuerdo

Hoy, es casi imposible encontrar alguna de las viejas televisiones vendidas por los argentinos, salvo alguno de los ejemplares guardados en el museo local.

El sistema de transmisión llevado por los argentinos resultó ser incompatible con el que luego trajeron los ingleses desde la metrópoli.

En el museo de las islas se exhibe el cartel que fuera colocado en la puerta del canal. Dicen que hubo que rescatarlo de un poblador que quiso conservarlo como trofeo de guerra.

Verónica Fowler recuerda que apenas pudieron reemplazar aquellos aparatos por ser incompatibles con las normas británicas, los pobladores locales los destruyeron. Algunos los destrozaron con hachas y otros les dispararon una y otra vez como si fueran los soldados argentinos a los que nunca se atrevieron a enfrentar.

Tanta saña podría explicarse con la necesidad de dejar atrás la prueba que ellos también se abandonaron a la tentación de sentarse a ver la televisión en sus casa como lo hacían la mayoría de los ciudadanos del mundo, aunque ello significara permitir que entrara en sus hogares algo que provenía los militares argentinos que tanto dijeron odiar.