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domingo, 26 de febrero de 2023

El ataque al Atlantic Conveyor

El ataque al Atlantic Conveyor








"En la mañana del 25 de mayo, Día de la Patria, una nueva escuadrilla de aviones navales Super Etendards llevó a cabo otra de sus demoledoras incursiones de ataque. Uno de los peores desastres sufridos por las fuerzas británicas tendría lugar ese día: el hundimiento del portacontenedores “Atlantic Conveyor”.



Los pilotos designados para la misión fueron el capitán de corbeta Roberto Curilovic y el teniente de navío Tulio Barraza.




El primero se despertó ese día muy temprano y siendo noche cerrada todavía, se encaminó hacia el hangar donde se guardaban los aparatos que habrían de intervenir en la arriesgada incursión, para efectuar la correspondiente inspección. Hacía mucho frío y caía una persistente llovizna.



Eran las 07:30 horas cuando Curilovic comenzó a revisar exhaustivamente el aparato en el que habría de volar. Mientras lo hacía, no podía dejar de pensar en sus camaradas caídos, los capitanes de corbeta Alberto Jorge Philippi (sobrevivió) y Carlos Zubizarreta y el teniente de fragata Marcelo Gustavo Márquez, amigos y compañeros de armas caídos en acción.



Finalizada la supervisión, Curilovic se dirigió a la sala de pre-vuelo y al abrir la puerta vio a varios hombres, aviadores navales casi todos, hablando y planeando la misión.



A la hora señalada, los dos pilotos, seguidos por el personal técnico especializado y algunos colegas, se dirigieron a sus aviones. Cosa curiosa, el caza del capitán Curilovic era el 0753/3-A-203, el mismo utilizado por el teniente de fragata Armando Mayora, el 4 de mayo, durante el ataque que acabó con el “Sheffield”.



Cuando Curilovic y Barraza se hallaban en sus cabinas, supervisando los controles y efectuando las últimas verificaciones, se les comunicó desde la torre de mando que el Hércules cisterna de la FAA que debía reaprovisionarlos, no estaba disponible aun, razón por la cual, la misión fue pospuesta. Recién a las 14:30Z horas (17:30 hora argentina) los aviones carretearon hasta la cabecera de la pista y poniendo máxima potencia despegaron sin problemas, Curilovic con el indicativo “Tito” y Barraza con el de "Leo”. Bajo una de sus alas, llevaba cada uno un mortífero “Exocet”.



El reaprovisionamiento aéreo se concretó sin inconvenientes y una vez finalizado, los aviones enfilaron hacia el este. Cuando se hallaban a 150 millas del blanco descendieron a una altura cercana a los 10 mts del nivel del mar a los efectos de no ser detectados. Mientras avanzaban hacia el objetivo, los aviadores procedieron a estabilizar sus unidades, preparando el sistema de tiro para lanzar los misiles.



Al llegar al punto acordado oportunamente (cuando se planeó la misión), efectuaron una primera exploración de radar comprobando, para su sorpresa, que los blancos se encontraban en la posición indicada. Se detectaron dos barcos de gran porte y uno más pequeño, al noreste de las islas, lo que coincidía con la información brindada desde Río Grande.



A partir de allí, el sistema comenzó a transmitir los datos automáticamente al calculador de navegación de cada Exocet, actualizando permanentemente los movimientos y velocidad de los blancos señalados, a los efectos de que el impacto, una vez efectuado el disparo, fuese preciso. Se eligieron los buques de mayor envergadura.



Los aviones volaban a unos 200 metros uno del otro y se hallaban a 31 millas del objetivo cuando los pilotos oprimieron los pulsadores y dispararon los misiles.




Los Exocet se desprendieron, cayeron hacia el mar por espacio de breves segundos, encendieron sus impulsores e iniciaron su vertiginosa trayectoria. Eran las 16:32.



En las unidades navales británicas hubo una alerta seis minutos antes del impacto y de inmediato entraron en funciones todas las medidas anti misiles.



El radar del “Ambuscade” detectó a los ultrasónicos jets argentinos en el momento en que ambos, lanzaban sus “peces voladores” de procedencia francesa.



Los británicos lanzaron sus chaffs y de las cubiertas despegaron varios helicópteros con sus equipos especiales para interferir radares y cohetes. Sin embargo, esas medidas de nada sirvieron ya que el Exocet de Curilovic impactó de lleno en el "Atlantic Conveyor", perforando su gigantesca estructura y estallando en su interior con infernal violencia (16:35).



El gigantesco portacontenedores inglés, que funcionaba como virtual tercer portaaviones de la flota, comenzó a incendiarse rápidamente. El capitán Michel Layard, oficial naval superior a bordo, se desesperó al pensar en la preciosa carga que el buque transportaba. Justamente en pocas horas debía dirigirse a San Carlos para iniciar su desembarco. A viva voz ordenó a los equipos contra incendio de la cubierta superior que evitasen a toda costa que las llamas alcanzasen tanto a los Wessex y los Chinooks como al resto del material transportado, pero ya era tarde; los helicópteros, las carpas, los repuestos para los Harriers, una planta potabilizadora de agua, los elementos de una pista desplegable y el resto del equipo destinado a las tropas de tierra comenzaron a achicharrarse de a poco en un infierno de fuego. Fue uno de los peores desastres sufrido por los británicos durante la guerra.



Ni bien dispararon sus misiles, Curilovic y Barraza viraron hacia la izquierda y se alejaron rumbo al continente. Su misión había concluido, dejando atrás un verdadero infiernos con una docena de muertos (entre ellos el mismo capitán John Hurd, comandante del “Atlántic Conveyor” y veterano lobo de mar de la flota mercante británica), numerosos heridos y gran cantidad de náufragos boyando sobre balsas, en espera de ser rescatados por los equipos especiales.



Mientras los Super Etendards regresaban a Río Grande, bien pegados al agua (a causa de los chubascos se habían perdido de vista uno al otro por unos instantes), el fuego, el calor sofocante y el humo, se adueñaron rápidamente del buque que, al cabo de un tiempo, se partió en dos y se fue a pique junto a su valiosa carga.


Los pilotos de la Armada Argentina aterrizaron en Río Grande sin inconvenientes, después de recorrer 3000 kms en una de las más impecables y profesionales misiones de la guerra y al descender de sus máquinas, un mar de abrazos y palmadas los envolvió, entre gritos de alegría y vivas a la Patria. La fuerzas británicas habrían de sentir aquella pérdida y su campaña se retrasó más de lo esperado ya que, al no contar con tales implementos, se vieron forzadas a detener momentáneamente su avance."
Fuente: "Malvinas: Guerra en el Atlántico Sur"

Comentario para tener en cuenta:

Mariano Sciaroni

Muy bueno. Tres aclaraciones menores. El Atlantic Conveyor era un STUFT (Ship Taken Up for Trade o en otras palabras un Buque comercial afectado al esfuerzo de guerra) y no un RFA (Royal Fleet Auxiliary, buque militar de la flota auxiliar) Asimismo, según el informe oficial acerca del hundimiento del buque ("board of inquiry") los dos AM-39 impactaron al buque en rápida sucesión, exactamente a las 1942z del 25 de Mayo. Ni idea quien era Mr. Hurd, el comandante del buque era Ian North (Cunard), quien falleció en el ataque.





sábado, 10 de diciembre de 2022

Embajador cubano promete "mandar un submarino y hundir un barco"

 

Malvinas, el audio secreto de la propuesta del enviado de Fidel Castro a Galtieri: “Enviamos un submarino y hundimos un barco”

Los cuatro hechos que marcaron la jornada del 10 de abril de 1982 en la Casa de Gobierno que definieron el rumbo de la guerra. La conversación confidencial del presidente de facto con el secretario norteamericano Alexander Haig: “Yo no puedo retroceder, los muertos no son ingleses”. Y el sorprendente diálogo con el embajador cubano: “Cuba va a hacer lo que ustedes quieran”

El encuentro de Galtieri con el embajador cubano Emilio Aragonés Navarro

El 10 de abril de 1982, la Casa de Gobierno fue sede y testigo de cuatro acontecimientos que definirían el rumbo del conflicto de las Islas Malvinas. Cerca del mediodía, tras lograr pasar los cordones de seguridad en la zona de Plaza de Mayo, Alexander Haig junto al general Vernon Walters mantuvieron un encuentro privado con el prsidente de facto Leopoldo Galtieri, el canciller Nicanor Costa Méndez y el almirante Benito Moya. Al mejor estilo del Salón Oval de la Casa Blanca, funcionaba dentro del despacho de Galtieri un “sistema” de grabación instalado por funcionarios de la SIDE, en el que colaboró Jaime Stiuso (ya llevaba 10 años en el organismo).

El Secretario de Estado agradeció en nombre del presidente Ronald Reagan la “cooperación argentino norteamericana”. Sin identificar esa cooperación, está claro que se refería al grupo militar que asesoraba desde Honduras a los “contras” que peleaban al régimen sandinista. Galtieri aprovecho para contarle que había llegado a la Argentina Emilio Aragonés Navarro, el embajador de Cuba, pero que todavía no había conversado con él. Haig respondió que el interés cubano por el caso Malvinas “aumentaba la tragedia del conflicto” de las Malvinas.

En este encuentro Galtieri adelantó una advertencia: “Le diré sólo una vez y luego no volveré a repetirlo. En cuanto a la Argentina concierne, no existe ninguna duda con respecto a nuestra soberanía en las islas. Estamos dispuestos a negociar sobre cualquier otro punto”. La grabación también contiene otra observación: “Señor General, hablando como militar le digo que es conveniente que no nos cerquen. Como profesional usted sabe que si es cercado deberá romper el cerco”. Y Haig respondió: “Pero yo sé que eso significaría hacer algo de lo que usted no participa ideológicamente”. Luego del encuentro, Haig y su delegación se reunieron con los negociadores argentinos.

Alexander Haig, Vernon Walters y el contralmirante Moya en el despacho de Galtieri

Cuando Leopoldo Fortunato Galtieri salió al balcón, el 10 de abril, después de su primer encuentro con Haig, un mar de gente agitó sus banderas argentinas, y de otros países. Muchos habían llegado desde el interior, los más del Gran Buenos Aires, en colectivos gratis. Estaban en el acto los personajes del momento. Del pasado y el presente argentino. En un momento parte de la multitud comenzó a corear: “A gritar, a gritar, si quieren las Malvinas que las vengan a buscar” y frente a las exigencias de la multitud, Galtieri atizó el conflicto: “Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla. En esto tenemos la solidaridad de varios pueblos americanos que están decididos a dar batalla con los argentinos.”

Mientras el presidente de facto le hablaba a la multitud entró a la Casa Rosada el embajador Aragonés Navarro. “Tembo”, como le decían, era el representante de Fidel Castro desde mayo de 1973 y cargaba tras de sí innumerables gestiones para la diplomacia cubana. Entre las más importantes estuvo la de cerrar, junto con Ernesto “Che” Guevara, el acuerdo de instalación de los misiles soviéticos en la Isla. Desde 1973 hasta 1982 el régimen castrista siempre tuvo un doble juego con la Argentina: en la superficie “diplomacia y negocios”; en la clandestinidad Cuba seguía siendo un campo de entrenamiento para la guerrilla y sus diplomáticos en Buenos Aires mantenían contactos con las jefaturas de las organizaciones armadas. Diplomáticos cubanos (con el conocimiento de Aragonés) llegaron a participar en reuniones del Buró Político del PRT-ERP. Gran parte de los dólares que se pagaron de rescate por el secuestro de los hermanos Born (1974) salió en las valijas diplomáticas de la Embajada de Cuba rumbo a La Habana. Durante 1975, mientras la Argentina se hallaba sumergida en la violencia, la Embajada de Cuba mantenía frecuentes contactos en Buenos Aires con los terroristas que pugnaban por defenestrar al gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón.

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En Moscú, Nikita Khrushchev abraza a Aragonés Navarro mientras Fidel Castro sonríe

Tras del discurso a la ciudadanía, a las 13:45 “Tembo” entró al despacho personal del Presidente. Ese día, Galtieri había estrenado su sistema de grabación a cinta abierta. A pesar del ruido ambiental y de las bocinas de los automóviles (afuera se encontraba gran parte de la muchedumbre en la Plaza de Mayo) se puede escuchar:

Embajador: -He venido a decirle que Cuba va a hacer lo que ustedes determinen, hasta dónde ustedes quieran ustedes llegar va a llegar Cuba…

Galtieri: -Dígale a Castro que más allá de las diferencias que tenemos se puede conversar. Yo le agradezco éste sentimiento y SOLIDARIDAD americana, latinoamericana, somos latinos. En buena medida tenemos diferencias…

Embajador: -Todos tenemos diferencias.

Galtieri (elevando la voz): -COMO VENEZUELA, COLOMBIA, PERÚ, CHILE, ARGENTINA, PARAGUAY, somos comunidades latinas pero con distintas raíces.

Embajador: -Somos integrantes de una misma familia, pero un país diferente.

Galtieri: -Tenemos diferencias pero son todas discutibles y conversables, pero le agradezco el gesto. Este gesto la Argentina no lo va a olvidar.

Embajador: -Pero éste gesto se puede convertir en hechos. Es lo que yo quiero que usted lleve con toda claridad. Esto es una proposición muy cuidadosa pero detrás de esto está la voluntad de hacer lo que haya que hacer… enviarle un submarino y hundirle un barco… cualquier cosa…

Galtieri: -Argentina no lo olvida, ni lo va a olvidar por muchos años.

Embajador: -Me gusta porque eso obliga… aunque sea privado nomás…

Galtieri: -Yo le digo embajador no obstante que cualquier cosa que reclamar… porque esto está muy acelerado, muy acelerado, se nos van a ir de las manos ciertas cosas, se nos van a ir de las manos… eso es lo que yo le estoy diciendo al Señor Haig, acá ¿eh? estamos corriendo contra el tiempo ¿eh? Y esto es un problema que puede traer consecuencias internacionales, no de Gran Bretaña y Argentina, MUNDIALES. Se le va a ir de las manos a Estados Unidos, a Rusia… a todos. Usted es consciente, yo le agradezco acá, dígale a Castro que le agradezco que además Argentina no va a olvidar. Y a usted, personalmente, le agradezco también éste gesto, señor embajador. Personal, más allá de lo que usted me dice, como dicen los diplomáticos… yo no sé cómo dicen los diplomáticos, vuelvo a repetir, tenemos diferencias… Usted sabe que…

Aragonés Navarro con un alto funcionario cubano durante un encuentro con Videla

Embajador: -Son salvables, además las diferencias pueden ser mayores o menores. Se pueden agrandar o se pueden disminuir también, pero Señor Presidente.

Galtieri: -Pero que usted tome el cepillo de dientes y el calzoncillo para venir a Argentina usted, que es así señor embajador, discúlpeme los términos con que hablo. Desde La Habana a Buenos Aires es un gesto de Cuba que la Argentina no lo olvida. Yo sé que usted tomó apenas los elementos de aseo para venir para acá.

Embajador: -Mire Señor Presidente yo creo que independientemente de la urgencia con que usted vea esta cosa del apoyo concreto de Cuba, hay otra cosa que sí es un poco más urgente porque el apoyo de Cuba está seguro cuando usted es dueño… usted puede decir en media hora ”me hace falta que ustedes me den esto”, bueno ahí va a estar esto. Pero hay cosas que el tiempo no puede jugar a favor nuestro y es lo de los No Alineados, es una cosa tan compleja donde hay tantos países distintos, con tantas posiciones distintas, y ahí sí los minutos cuentan. Usted debería decirme qué quiere, rápidamente, para nosotros escribirle una carta a cada jefe de estado y explicando, pidiendo lo que pidan…

Galtieri: -Me quedan 24, 48 horas más…

Embajador: -Yo creo que cuando más pronto lo haga usted sería mejor porque esto es aberrante, además una fuerza tremenda no sé ahora…

Galtieri: -Por otra parte no se qué hicieron en el Consejo de Seguridad ¿eh?

Embajador: -¿Nosotros?

Galtieri: -No usted no, Cuba no… tres o cuatro países que estaban ahí…




     

viernes, 23 de septiembre de 2022

Super Etendards hunden al Sheffield

Super Etendards hunden al "Sheffield"

Weapons and Warfare





A última hora de la mañana del martes (4), el CVBG estaba a 70 millas al sureste de Puerto Argentino. Conscientes de la amenaza de Exocet, las fragatas “Brilliant” y “Broadsword” con su defensa puntual Sea Wolf permanecieron cerca de los portaaviones. Cerca de ellos había una pantalla de tres RFA, más lejos una segunda de "Glamorgan" y tres fragatas más, y luego veinte millas más adelante, los tres Type 42, incluido "Sheffield" con sus Sea Darts de gran altitud. Finalmente hacia las Malvinas, Sea Harriers del No. 801 voló CAP y en ese momento investigó una serie de posibles contactos aéreos. Antes, un CANA Neptune había captado los barcos por radar y dos Super Etendards de 2 Esc despegaron de Río Grande armados cada uno con un Exocet AM. 39. Reabastecidos de combustible por un Hércules del Grupo 1, volaron a baja altitud, aparecieron para una verificación de radar y lanzaron el misil de 20 a 30 millas. Es posible que uno de los Exocet se haya perdido "Yarmouth", pero el otro se estrelló sin apenas aviso en "Sheffield" poco después de las 11.00 horas. Al golpear en medio del barco, la ojiva no explotó, pero el impacto y el combustible no utilizado provocaron incendios incontrolables.

Con "Sheffield" gravemente dañado y con poca energía, la fragata "Arrow" pronto se acercó para ayudar y "Yarmouth" se mantuvo al lado. La tripulación del capitán Salt luchó valientemente para salvar su barco, pero con 20 hombres muertos, esa tarde se dio la orden de abandonar el barco. Con los heridos ya a bordo del "Hermes", "Arrow" se llevó a la mayoría de los 260 supervivientes. “Sheffield” estuvo a la deriva durante cuatro días hasta que se ordenó a “Yarmouth” que la sacara de la TEZ. Llevado por el domingo, "SHEFFIELD" finalmente se hundió al día siguiente no muchas millas de donde fue golpeada. Los supervivientes regresaron más tarde a Ascension en el petrolero "British Esk".

El uso por parte de Argentina del Super Étendard y el misil Exocet durante la Guerra de las Malvinas de 1982 hizo que el avión ganara un considerable reconocimiento popular.

La Aviación Naval Argentina decidió comprar 14 Super Étendards en 1980, luego de que Estados Unidos impusiera un embargo de armas —debido a la Guerra Sucia— y se negara a suministrar repuestos para sus A-4Q Skyhawks. Entre agosto y noviembre de 1981 se enviaron a Argentina cinco Super Étendards y cinco Exocets. Los Super Étendards, armados con misiles antibuque Exocet, jugarían un papel clave en la Guerra de las Malvinas entre Argentina y el Reino Unido en 1982. El escuadrón estaba estacionado en una base aérea en el Río Grande; Durante el conflicto, la amenaza planteada a las fuerzas navales británicas llevó a la planificación de la Operación Mikado y otras misiones de infiltración propuestas para asaltar la base aérea, con el objetivo de destruir los Super Étendards para evitar su uso.

Un primer intento de atacar a la flota británica se realizó el 2 de mayo de 1982, pero fue abandonado debido a problemas de reabastecimiento de combustible. El 4 de mayo, dos Super Étendards, guiados por un Lockheed P-2 Neptune, lanzaron un Exocet cada uno contra el destructor británico HMS Sheffield, con un solo misil que golpeó fatalmente a Sheffield. El 25 de mayo, otro ataque de dos Super Étendards provocó que dos misiles impactaran contra el buque mercante Atlantic Conveyor, que transportaba varios helicópteros y otros suministros al frente. Los Exocets que golpearon el Atlantic Conveyor habían sido redirigidos inadvertidamente por paja señuelo desplegada como medida defensiva por otros barcos; tanto el Sheffield como el Atlantic Conveyor se hundieron como resultado de los ataques de Exocet.



El quinto misil fue lanzado en un ataque destinado a atacar al portaaviones británico HMS Invincible.

Tras el fin del conflicto, en 1984 Argentina había podido completar la entrega de los 14 Super Étendards completos pedidos, así como una serie de Exocets con los que armarlos. Los Super Étendards realizaron calificaciones en el portaaviones ARA 25 de Mayo hasta el retiro final del barco. Desde 1993, los pilotos argentinos han practicado a bordo del portaaviones São Paulo de la vecina Marina de Brasil. Los ejercicios de aterrizaje “touch-and-go” también eran comunes en los portaaviones de la Armada de los Estados Unidos durante las maniobras gringo-gauchas y los ejercicios conjuntos.

En 2009, se firmó un acuerdo entre Argentina y Francia para mejorar la flota restante de Super Étendards de Argentina. Una propuesta anterior para adquirir los antiguos Super Étendards navales franceses fue rechazada debido a los altos niveles de horas de vuelo acumuladas; en su lugar, se eliminó el equipo y el hardware de los fuselajes franceses retirados y se instalaron en aviones argentinos, actualizándolos efectivamente al estándar Super Étendard Modernisé (SEM). A partir de 2012, 11 Super Étendards permanecen en servicio con Argentina.

lunes, 25 de julio de 2022

Saluden al HMS Coventry que se va

Adiós Coventry


Una imagen poco conocida tomada por un tripulante de un helicóptero Westland Sea King, que muestra al destructor misilistico britanico Tipo 42 HMS Coventry al momento de dar una vuelta de campana y comenzar a hundirse tras el ataque aéreo argentino de los aviones A-4B Skyhawk del Grupo 5, el 25 de Mayo de 1982. En la imagen se ven las propelas del buque y las balsas de salvamento de los tripulantes al momento de abandonar la nave.

miércoles, 1 de junio de 2022

Las pérdidas británicas en Malvinas

Las pérdidas británicas en Malvinas





BUQUES AVERIADOS:

Buques perdidos (hundidos o destruidos): 8
Destructor Tipo 42 clase Sheffield (D-80) HMS Sheffield
Destructor Tipo 42 clase Sheffield (D-118) HMS Coventry
Fragata Tipo 21 clase Amazon (F-184) HMS Ardent
Fragata Tipo 21 clase Amazon (F-170) HMS Antelope
Buque Logístico de Desembarco (L-3005) RFA Sir Galahad
Buque Logístico de Desembarco (L-3505) RFA Sir Tristam
Portacontenedor de Gran Porte Atlantic Conveyor
Lancha de Desembarco Foxtrot 4

Buques fuera de combate (inactivos): 9
Submarino clase Oberon (S-21) HMS Onyx (accidente operacional)
Portaviones Liviano (R-05) HMS Invincible (¿hundido?)
Fragata Tipo 21 clase Amazon (F-174) HMS Alacrity
Fragata Tipo 21 clase Amazon (F-185) HMS Avenger
Fragata Tipo 21 clase Amazon (F-173) HMS Arrow
Fragata clase Leander (F-56) HMS Argonaut
Crucero Liviano clase County (D-18) HMS Antrim
Crucero Liviano clase County (D-19) HMS Glamorgan
Destructor Tipo 42 clase Sheffield (D-88) HMS Glasgow

Buques averiados de consideración (casi inactivos) : 5
Fragata Tipo 22 clase Broadsword (F-90) HMS Brilliant
Fragata Tipo 22 clase Broadsword (F-88) HMS Broadsword
Fragata Tipo 12 clase Rothesay (F-126) HMS Plymouth
Fragata Tipo 21 clase Amazon (F-172) HMS Ambuscade
Buque Logístico de Desembarco (L-3029) RFA Sir Lancelot
Buques averiados: 9
Portaviones Liviano (R-12) HMS Hermes
Destructor Tipo 42 clase Sheffield (D-89) HMS Exeter
Buque de Asalto Anfibio (L-10) HMS Fearless
Buque Auxiliar de Apoyo clase Tide (A-76) RFA Tidepool
HMS Sir Bedivere
HMS Yarmouth
RFA Norland
Dos naves no identificadas (lanchones de desembarco)

TOTAL BUQUES PERJUDICADOS: 31

lunes, 16 de mayo de 2022

La verdadero lección de la guerra


La verdadera lección de la guerra de las Malvinas

Las Malvinas siguen siendo el ejemplo más reciente y más moderno del mundo de combate combinado naval-aéreo.

por Robert Farley || The National Interest

Esto es lo que debe recordar: la Guerra de las Malvinas terminó con una victoria británica decisiva hace más de treinta años. Sin embargo, la guerra sigue viva en la imaginación de analistas e historiadores. Aunque el conflicto ocurrió fuera de las “zonas de crisis” normales, durante mucho tiempo ha atraído la atención de los estudiosos de la guerra. La guerra, que implicó un conflicto por el territorio entre dos Estados-nación establecidos con grandes establecimientos militares intensivos en capital, parece casi pintoresca en la actualidad. Sin embargo, los problemas que provocaron la guerra, la forma en que se libró y la situación que dejó la guerra siguen dando lecciones importantes para los practicantes de la política exterior en la actualidad.


El Belgrano

La Guerra de las Malvinas sigue siendo el único conflicto en el que un combatiente ha utilizado un submarino nuclear, enfurecido, contra objetivos navales. El 2 de mayo de 1982, el HMS Conqueror detectó al crucero argentino General Belgrano y dos escoltas fuera de una “zona de exclusión” previamente anunciada. Los británicos habían informado a Argentina que la zona de exclusión ya no se aplicaba a los buques de guerra argentinos, y Belgrano estaba realizando una patrulla militar activa en ese momento. Conqueror disparó tres torpedos no guiados, dos de los cuales golpearon al venerable crucero, hundiéndolo con 323 de su tripulación. El hundimiento endureció las actitudes argentinas y puso fin a cualquier esfuerzo serio de mediación internacional.

A lo largo de los años, el hundimiento del Belgrano ha preparado el escenario para comentarios realmente terribles, muchos de ellos centrados en el papel desempeñado por Margaret Thatcher. Los partidarios señalan la gran decisión de Thatcher al ordenar el ataque, cuando de hecho Thatcher prácticamente no tenía ningún papel en la toma de decisiones tácticas. Los críticos (la mayoría con un conocimiento deficiente de la Ley de Conflictos Armados) sugieren que el hundimiento equivalió a un crimen de guerra. Tales reclamos tendrían que mirar hacia arriba para ver "engañosos", y la Armada Argentina siempre ha sostenido que el hundimiento representó un acto de guerra legal.

Sin embargo, la duradera controversia sobre el hundimiento del Belgrano se ha vuelto emblemática de las formas en que los actos de guerra convencionales se han vuelto legalmente complejos. Los formuladores de políticas y el personal militar prestan cada vez más atención a las formas en que la toma de decisiones tácticas se ha vuelto legalmente procesable en una variedad de lugares diferentes. Incluso las actividades militares relativamente convencionales han sido objeto de litigios, a menudo décadas después.

Además de consideraciones legales y políticas, el hundimiento de Belgrano demostró el impacto decisivo de los submarinos modernos. Sin una capacidad antisubmarina eficaz, una flota de superficie se enfrenta a sombrías perspectivas. Después del hundimiento de Belgrano, la flota argentina se negó en gran medida a realizar una salida por temor a otros submarinos británicos. Esta preocupación continúa coloreando los esfuerzos de las armadas china, rusa e india para apuntalar sus capacidades antisubmarinas.

Los problemas legales asociados con la propiedad de las Malvinas siguen siendo turgentes. Sin ahondar demasiado en las reclamaciones y contrademandas, el Reino Unido probablemente tiene el argumento más fuerte en conjunto, aunque el desinterés periódico de Londres en gobernar las islas ha ayudado a mantener vivas las esperanzas argentinas. La esencia del reclamo de Argentina radica principalmente en la realidad de que las islas están mucho más cerca de Buenos Aires que del Reino Unido, que cumple con una variedad de obligaciones internacionales asociadas con la gobernanza marítima. Los temas siguen siendo de interés para muchos otros países debido a la plétora de conflictos sobre la propiedad histórica de las islas en disputa.

Una cosa que sabemos es que prácticamente nadie que vive actualmente en las Malvinas quiere ser argentino. Sin embargo, no está claro cuánto importa esto, ya que los estados ignoran regularmente las preferencias de 1600 ciudadanos cuando les conviene hacerlo. El Reino Unido se centra en el punto de la autodeterminación, aunque no aplica el principio con coherencia a todas las disputas internacionales.

En cualquier caso, las afirmaciones de Argentina envueltas en una retórica anticolonial obtienen regularmente el apoyo de la mayoría de los países latinoamericanos, sin mencionar la abrumadora mayoría de la población argentina. Estas mismas afirmaciones continúan encontrando poco apoyo en el Reino Unido, y la mayoría de los países europeos permanecen claramente al margen. Los debates sobre la ley continúan estructurando la forma en que vemos las islas, pero aparentemente no pueden determinar qué país controlará las islas en el futuro. Este estado de cosas recuerda una serie de otros conflictos, en los que la ley establece los términos sin trazar un arreglo útil.

Durante la guerra, la Fuerza Aérea Argentina blandió no solo bombas de gravedad sino también misiles antibuque Exocet de fabricación francesa con un efecto mortal, hundiendo y dañando varios buques de guerra británicos. Al carecer de bases locales, la Royal Navy se apoyó en el Siddeley Hawker Harrier, que tuvo una actuación legendaria contra aviones argentinos. Los cazas portaaviones de rendimiento limitado proporcionaron la única cobertura aérea posible para el grupo de trabajo británico, dado que la Royal Navy había retirado su último portaaviones convencional en 1979. Operando desde el HMS Hermes y el HMS Invincible, los Harriers tuvieron un efecto poderoso en la decisión argentina. haciendo, disuadiéndolos de lanzar ataques aéreos durante el día, y creando problemas significativos para los aviones de superioridad aérea de corto alcance de Argentina.

El éxito del Harrier, en muchas mentes, confirmó el valor del Sea Control Ship, un pequeño portaaviones que carecía de la capacidad para lanzar aviones a reacción de ala fija pero que, no obstante, podía apoyar a un grupo de trabajo expedicionario. El concepto F-35B, diseñado para operar desde pequeños portaaviones o desde barcos de asalto anfibios de cubierta plana, se deriva en gran parte de la experiencia de las Malvinas.

El papel desempeñado por los Harriers sigue formando el núcleo de una desagradable disputa histórica entre la Royal Navy y la Royal Air Force. La RAF se centra en el papel desempeñado por sus bombarderos Vulcan de largo alcance, restando importancia a la importancia de los Harriers. De hecho, la RAF ofreció con éxito los Harriers de RN para un sacrificio presupuestario en 2010. Esto dejó a la Royal Navy sin ningún avión de combate en portaaviones, una situación que permanecerá hasta que el HMS Queen Elizabeth (presumiblemente con F-35B) entre en servicio más tarde. esta década.

Guerra convencional contra una potencia nuclear

¿Por qué Argentina peleó con un país que tenía armas nucleares? En resumen, Buenos Aires se dio cuenta de que la posibilidad de que Gran Bretaña usara tales armas en una disputa territorial era remota. Esto difícilmente suena irrazonable, pero piénselo; los argentinos estaban tan seguros de que Gran Bretaña no usaría un arma obviamente decisiva y ganadora de la guerra, que decidieron atacar con el más estrecho de los márgenes convencionales, a pesar de carecer de una garantía clara de disuasión extendida de otra potencia nuclear. Esto sugiere que, en 1982, el "tabú nuclear" se había arraigado tanto que los estados nucleares no podían confiar en sus arsenales para protegerlos de los enemigos convencionales. Esto confirmó lo que Israel había aprendido en 1973; sean cuales sean sus méritos, las armas nucleares no pueden, por sí mismas, disuadir el ataque de las potencias convencionales.

Esto debería contener algunas lecciones para la apreciación moderna de la utilidad de las armas nucleares. Si las armas nucleares ni siquiera inmunizan a un país de un ataque directo en su territorio declarado, probablemente no otorguen una influencia enorme sobre la política de toda una región. Esto no quiere decir, por ejemplo, que alguien deba apoyar las aspiraciones nucleares de Irán, pero sugiere que el resultado final del proyecto nuclear iraní probablemente será menos que cataclísmico.

Guerras sin resolver

Se supone que las guerras resuelven problemas, si no en el sentido de crear justicia, al menos en términos de establecer una nueva realidad política, legal y militar. De hecho, tanto la victoria como la derrota pueden dar a las naciones la oportunidad de avanzar, establecer nuevas prioridades y resolver problemas inmediatos de conflicto.

El Reino Unido sin duda ganó la Guerra de las Malvinas, ya que Argentina cesó las hostilidades tras la reconquista de las islas y el gobierno argentino cayó poco tiempo después. Durante un tiempo, la guerra resolvió la cuestión de si el Reino Unido tenía o no el interés y la capacidad de defender las Malvinas de Argentina.

Pero en lo que respecta a Buenos Aires, la guerra no resolvió nada. Argentina todavía reclama las islas, y ningún gobierno concebible podría renunciar a ese reclamo, especialmente con los informes de riqueza energética a lo largo de la plataforma continental. Por su parte, el compromiso político de Londres con las islas es más fuerte ahora que en 1982.

En resumen, como muchos conflictos, la Guerra de las Malvinas no logró resolver la disputa política básica que marcó el escenario. Argentina sigue creyendo que debería gobernar las islas, mientras que el Reino Unido sigue sintiéndose responsable de ellas. Mientras Argentina continúa luchando con su sistema financiero, no puede comprar un ejército que pueda reconquistar las Malvinas. Pero mientras la economía británica se estanque, no podrá acabar de forma permanente con el sueño argentino de unificación. El conflicto sigue sin resolverse hasta que las estrellas se alinean y Argentina una vez más ve alguna ventaja en la perspectiva de la guerra.

Conclusión

La guerra se está convirtiendo en leyenda. En el Reino Unido, el combate sobre el legado de la guerra gira en torno a una evaluación de Margaret Thatcher, así como al conflicto interminable entre la RAF y la RN. En algunos barrios argentinos se ha afianzado la narrativa de la traición; El presidente Kirchner calificó de “criminal” el hundimiento del general Belgrano en 2012, a pesar de la falta de un caso convincente por malversación. Sin embargo, las Malvinas siguen siendo el ejemplo más reciente y más moderno del mundo de combate combinado naval-aéreo. Hasta el final de la era de los misiles, seguirá dando lecciones a analistas y políticos. Y en el futuro previsible, Londres y Buenos Aires continuarán disputando la propiedad de las islas.

miércoles, 4 de mayo de 2022

2 de Mayo: Hundimiento del ARA Belgrano

HMS Conqueror hunde el ARA Belgrano


El 2 de mayo de 1982, el HMS Conqueror hundía el ARA Belgrano usando dos torpedos convencionales Mk8 tras seguir al crucero durante varios días hasta recibir autorización para hundirlo desde el gobierno británico. De los tres torpedos Mk8, dos alcanzaron el crucero y se cree que un tercero pudo alcanzar a uno de los dos destructores de escolta sin explotar. El hundimiento del Belgrano fue la mayor catástrofe de esta guerra, provocando la muerte de 323 de sus 1093 tripulantes, muchos de frío al dispersarse los botes salvavidas.

Como consecuencia, las fuerzas de superficie argentinas quedaron casi encerradas en sus puertos, operando sólo en la plataforma continental en zonas de profundidad escasa poco atractivas para los SSN británicos.


domingo, 17 de octubre de 2021

Un relato francés de la recuperación a la re-invasión británica (1/2)

Los últimos fuegos de un sol poniéndose sobre el Imperio. El desembarco británico en las Malvinas

Parte 1 || Parte 2


21 de mayo de 1982. 4.500 Royal Marines y paracaidistas británicos se preparan para desembarcar en la Bahía de San Carlos, en la isla principal de las Malvinas, al final de un viaje marítimo de casi 13.000 kilómetros. Se trata del primer desembarco por la fuerza de las tropas de Su Majestad desde el de Suez en 1956. Enfrente, los argentinos, tres veces más numerosos, los aguardan con firmeza, apoyados por una poderosa fuerza aérea.


¡Costa de las Malvinas a la vista!
fuente: http://nationalinterest.org/blog/jacob-heilbrunn/refighting-the-falklands-war-margaret-thatcher-versus-jeane-7919

¿Cómo es este desembarco de especial? ¿Cómo van a ganar los ingleses al final? ¿Qué lecciones podemos aprender de él?

Jérôme Percheron || L'autre côté de la colline (original en francés)


Islas en disputa

Archipiélago de islas perdidas en el culo del mundo a unos 500 km al este de la costa argentina y a 1.000 km de la Antártida, las Malvinas (Falklands para los ingleses) son un territorio británico de ultramar, de las cuales las dos islas más grandes, West Malouines o Gran Malvina y East Malouine o Soledad, casi sin árboles y azotada por el viento, tienen la mayoría de sus 3.000 habitantes (poco menos de 2.000 en 1982), dos tercios de los cuales se encuentran en su capital, Port Stanley o cómo sería rebautizada: Puerto Argentino. Son descendientes de colonos traídos por los británicos en el siglo XIX y viven principalmente de la cría extensiva de ovejas. El clima varía de templado-húmedo, con un duro invierno de abril a junio, para las dos islas grandes, a casi polar para la más meridional, Georgia del Sur, habitada por unos pocos científicos.

Descubiertos en el siglo XVI por ingleses y españoles (persiste la controversia sobre la primacía) y reclamados alternativamente entre sí, fueron ocupados en el siglo XVIII por franceses de Saint-Malo (de ahí el nombre de Malvinas). Después de arrebatar su independencia a los españoles en 1816, los argentinos reanudaron sus reclamos sobre las islas. Cuando los ingleses se apoderaron de ella en 1833, por razones estratégicas dada su posición en las rutas marítimas, comenzaron a poblarlas de colonos. Desde entonces, los argentinos han seguido desafiando esta soberanía, llevando el problema a la ONU en 1964, pero sin lograr resolverlo.


fuente: http://www.latinreporters.com/argentinepol19022010.html

La recuperación argentina

En 1982, Argentina había estado bajo el control de una dictadura militar durante 5 años, incluida en la lista negra por la comunidad internacional por su supuesta brutalidad, pero discretamente apoyada por Estados Unidos en el contexto de la Guerra Fría. Confrontado a una grave crisis economica y desafiado cada vez más por sus gentes, el general Galtieri, Comandante en Jefe [1] de la junta de gobierno, decide poner manos a la obra para un plan de recuperación de las Malvinas preparado por años por la ARA. Debería ayudar a restaurar su prestigio y unir a la población en torno a un objetivo común. El momento parece ideal, porque los ingleses, también sumidos en una crisis económica, se han embarcado en vastas restricciones presupuestarias de su aparato militar, concernientes en particular a su flota y sus medios de proyección, para reenfocarse en el cara a cara en Europa. Bloque soviético.

En marzo, un intento incruento de ocupar temporalmente a Georgia del Sur por parte de comandos argentinos vestidos de civil puso a prueba la determinación de los británicos. Estos últimos luego hacen que su personal estudie un plan para reconquistar las Malvinas en caso de que ocurra la invasión. Sin embargo, la primera ministra Margaret Thatcher y su equipo inicialmente no creen que los argentinos sean capaces de tal extremo. De hecho, el sistema de inteligencia británico en Argentina (escuchas de radio y agentes encubiertos) no detectó nada anormal. Pero el 31 de marzo fotos satelitales proporcionadas por los estadounidenses revelaron movimientos inquietantes de la flota argentina, incluidos barcos de asalto anfibio, que no dejaron dudas sobre su destino.

La fase anfibia de la Operación Rosario Argentina comienza en la noche del 1 de abril, sin una declaración de guerra. Consiste, tras unos ejercicios navales a 800 millas al norte del archipiélago destinados a enmascarar el acercamiento de la flota invasora, a desembarcar, tanto en las islas principales como en Georgia del Sur, 9.043 hombres de las tropas de élite. Los 85 Royal Marines presentes en el lugar4, advertidos el día anterior, sólo pueden oponer una resistencia simbólica pero resuelta. En efecto, para lo que se suponía era una “caminata de liberación”, las pérdidas son pesadas para los argentinos, limitados por reglas de enfrentamiento muy estrictas para no causar víctimas entre la población: 4 muertos y varios heridos, una fragata dañada, un helicóptero perdido. Los ingleses sólo registran 2 heridos.


Royal Marines hecho prisionero el 2 de abril (fuente: http://www.britishempire.co.uk)


Reacción británica

Las fotos publicadas por la prensa de soldados británicos hechos prisioneros y registrados en decúbito prono (procedimiento normal) desencadenan una ola de indignación y un deseo de venganza en la opinión pública inglesa, en la que el Primer Ministro está encantado de seguir cabalgando, dada su impopularidad en ese momento.

La decisión se tomó en la tarde del 31 de marzo de movilizar una flota de intervención, articulada en torno a los portaaviones HMS5 Hermes (que se prometió para desguace) y HMS Invincible (entró en servicio 2 años antes y ofrecido a Australia en el marco de restricciones presupuestarias). . Tienen una vocación predominantemente antisubmarina, e incluso entre ellos llevan un pequeño número de helicópteros (22 Sea Kings) y aviones de despegue / aterrizaje cortos / verticales (20 Sea Harriers). Además, su pequeño tamaño no les permite abordar un avión radar de alerta temprana. Posteriormente serán reforzados por diez Royal Air Force Harrier GR3. Los únicos dos muelles de desembarco (porta helicópteros de asalto anfibio, lancha de desembarco) HMS Fearless (transformado en un buque escuela) y HMS Intrepid (retirado del servicio) son retirados en caso de desastre y deben permitir una brigada de comandos Royal Marines, reforzados con paracaídas. unidades, para poder desembarcar. Estos barcos están escoltados por todos los edificios necesarios: fragata antisubmarina, destructores antiaéreos, barcos de suministros, transportes de tropas ... todos representando aproximadamente 2/3 de la Royal Navy y prácticamente la totalidad de la Royal Fleet Auxiliary6. Muchos edificios, que fueron desmantelados o reacondicionados, están siendo reparados por trabajadores de los astilleros que acababan de recibir su carta de despido, siguiendo las restricciones presupuestarias.

La junta argentina habría esperado incluso unos meses, los británicos no habrían tenido medios para reconquistar las islas ... La flota, al mando del contralmirante Woodward, zarpó el 5 de abril, de manera muy publicitada, desde Portsmouth. y Gibraltar, las bodegas llenas apresuradamente por un verdadero tour de force logístico7. Está precedido por 3 submarinos de ataque nuclear.


"¡Brittannia gobierna!" (inscripción en la pancarta): salida del HMS Invincible, 5 de abril de 1982 (fuente: http://www.telegraph.co.uk)

Las estrategias de cada oponente

Una ofensiva diplomática sostenida permite a los británicos aislar a Argentina y obtener ayuda de sus aliados. La ONU condena la invasión argentina. Estados Unidos, en un tiempo indeciso entre su aliado más leal en el continente sudamericano y su aliado más leal en Europa, finalmente optará por este último, considerando que su prioridad es permitir que Gran Bretaña retome rápidamente su lugar en el Sistema de la OTAN contra el bloque soviético. De esta manera, pondrán a disposición sus instalaciones en la Isla Ascensión (posesión británica arrendada a los estadounidenses, a medio camino entre el Reino Unido y las Malvinas), que demostrará ser una valiosa base de retaguardia, donde la flota podrá reorganizarse y abastecerse antes de la final. viaje, y desde donde la RAF puede despegar bombarderos estratégicos. También les proporcionarán información obtenida por sus satélites espías, dando en particular la posición de los barcos argentinos, y les permitirán adquirir diversos armamentos como los últimos misiles sidewinder aire-aire para equipar a los Harriers. Francia también jugará un papel importante, por un lado, parando sus ventas de armas a Argentina y a los países que puedan ayudarla, en particular los famosos misiles antibuque Exocet, y por otro lado, permitiendo que la flota británica entrene, durante su travesía frente a la costa francesa, organizando ataques simulados por aviones del mismo tipo que los que equipaban a los argentinos (Mirage III y Super-Etendard).


El viaje a las Malvinas (fuente: http://web.univ-pau.fr)

El general Menéndez, al mando de las tropas argentinas en las islas, está convencido de que el desembarco principal se realizará cerca de Puerto Argentino/Stanley. Efectivamente, las condiciones climáticas y el suelo impracticable para los vehículos pesados ​​(el 85% está constituido por turberas, el resto se reparte entre pantanos y páramos), sin olvidar la ausencia de cobertura (prácticamente sin árboles) haría, en el caso de un desembarco lejos del objetivo, una progresión terrestre muy difícil y vulnerable a los ataques. Por lo tanto, consolidará la mayoría de sus recursos alrededor de Port Stanley. Un puente aéreo y marítimo permitirá desplegar a más de 13.000 hombres en el lugar, en su mayoría reclutas. También se envían helicópteros y aviones de apoyo tácticos ligeros (Pucara), pero los aeródromos de las islas son demasiado básicos para que logren permitir que los jets funcionen.


Refuerzos argentinos desembarcando en Puerto Argentino, abril de 1982 (fuente: http://thebeerbarrel.net)

Los argentinos no pretendían dejar que la Royal Navy se acerque con los brazos cruzados: su flota y su fuerza aérea son poderosas y recientemente modernizadas. Su arma más sofisticada es el tándem avión / misil antibuque Super-Etendard / AM 39 Exocet, pero solo tienen 4 de estos aviones y 5 de estos misiles, porque Francia ha detenido las entregas bajo la presión británica.

El plan de reconquista británico (operación corporativa) sigue los principios fundamentales de las operaciones anfibias:

  • Aislar el teatro de operaciones (las islas): efectivamente es imprescindible frenar la llegada de refuerzos en la zona de la futura cabeza de puente, como hicieron los aliados en 1944 con Normandía al destruir metódicamente los ferrocarriles, puentes, ... en para "enjaular" la región. Para las Malvinas, esto equivale, en cuanto esté allí el primer submarino nuclear británico, a pronunciar el 12 de abril una zona de exclusión de 200 millas alrededor del archipiélago en la que cualquier buque no autorizado puede ser atacado.
  • Obtener la supremacía marítima y aérea en la zona de desembarco: este es un requisito previo si queremos que los barcos que transportan a los hombres sean desembarcados para llegar a su destino. En 1944, la enorme flota aliada realmente no tenía ese problema, especialmente porque estaba muy cerca de sus bases (al otro lado del Canal). En nuestro caso, resultará mucho más difícil, ya que la distancia entre las bases británicas y el lugar de aterrizaje está desproporcionada. Por otro lado, el poder político en Reino Unido se ha marcado un límite que no se debe traspasar: ningún ataque al continente, para no generar complicaciones diplomáticas con los demás estados sudamericanos, así como con Estados Unidos. Por tanto, no será posible neutralizar, al menos oficialmente, las bases aéreas ubicadas en Argentina. Por lo tanto, el bajo número de Harriers se utilizará mucho entre las misiones de superioridad aérea y las de apoyo a las tropas terrestres, especialmente porque este avión no es realmente versátil: el Sea Harrier, inicialmente transportado, está optimizado para la caza, de ahí la incorporación de Harrier. GR3 para el ataque terrestre.
  • Engaña al enemigo sobre la ubicación real del aterrizaje para retrasar la reacción del enemigo. En 1944, la Operación Fortaleza iba a engañar a los alemanes hasta el último momento (e incluso un poco más tarde) sobre el lugar exacto del desembarco. En Malvinas, los ingleses no harán nada para socavar la certeza argentina de un desembarco cerca de Port Stanley.
  • Reconocer con precisión costas y playas. Los ingleses tenían reconocimientos muy precisos realizados por un oficial apasionado por la navegación que había estado en servicio en las Malvinas unos años antes8, lo que les permitió elegir cuidadosamente el lugar de desembarco.
  • Adquirir la mayor cantidad de inteligencia posible sobre las fuerzas enemigas: su posición, su número ... este es el papel del SAS (Special Air Service) y SBS (Special Boat Service), unidades de fuerzas especiales creadas durante la Segunda Guerra Mundial, que, Tan pronto como la flota esté lo suficientemente cerca, será dejada en helicóptero por la noche en las islas y, perfectamente camuflada en la naturaleza, brindará información sobre todo el sistema argentino.
  • "Suavizar" o eliminar las defensas enemigas en las costas: a diferencia de las playas de Normandía, la ubicación elegida está débilmente defendida.
  • Adquiera rápidamente una cabeza de puente lo suficientemente profunda como para ser viable: debe ser capaz de resistir los contraataques enemigos y permitir que lleguen refuerzos.



Un Sea Harrier despegando del HMS Hermes, usando el trampolín (fuente: http://tech.uk.msn.com)

El encuentro de las flotas

La Armada Argentina (marina) se prepara para enfrentarse a la flota enemiga y ha lanzado sus dos buques insignia: el crucero ARA9 General Belgrano, un ex crucero estadounidense que data de la Segunda Guerra Mundial con 15 cañones de 152 mm, modernizado y equipado con misiles anti-buque Exocet, y el portaaviones ARA 25 de Mayo, también construido durante la Segunda Guerra Mundial (originalmente para la Royal Navy ...), cuyo grupo de portaaviones está formado por aviones caza-bombarderos a reacción Douglas A-4 SkyHawk y radares Tracker.

El 2 de mayo, el submarino de ataque nuclear británico HMS Conqueror, que había estado rastreando al ARA General Belgrano durante varios días, recibió luz verde del gabinete de guerra para neutralizarlo y le envió 2 torpedos, aunque el viejo crucero se encontraba ligeramente fuera de la zona de exclusión. Se hundió en menos de una hora, matando a más de 300 marineros. Este es el primer caso de un barco hundido por un submarino desde la Segunda Guerra Mundial, y el primero en la historia donde se debió a un submarino nuclear. El Mando Argentino, al darse cuenta de la vulnerabilidad de su flota de superficie, que carece de recursos para la guerra antisubmarina, decide retirar rápidamente sus otras embarcaciones. Por tanto, no habrá encuentro entre los portaaviones contrarios. Los ingleses acaban de ganar la superioridad marítima. Sigue existiendo la amenaza de los submarinos argentinos (clásicos), pero la flota británica, a diferencia de su adversario, tiene una amplia capacidad para hacerle frente.


El hundimiento del ARA Belgrano (fuente: http://www.rna-10-area.co.uk/belgrano.html)

Ya sin atreverse a aventurarse mar adentro, los argentinos solo pueden abastecer las islas por avión, lo que ya no posibilita el envío de los medios pesados ​​que pudieron haber hecho posible el fortalecimiento y alargamiento de la pista del aeródromo desde Port Stanley. Éste, bombardeado regularmente desde el 1 de mayo por el Vulcan que opera desde la Isla Ascensión, y por el Harrier tan pronto como la flota está lo suficientemente cerca, no permite por tanto acoger grandes portaaviones, ni aviones de reacción. Este último, por tanto, tendrá que partir de las bases del continente, un viaje de al menos 700 km. Esto no les impedirá intentar un atrevido ataque contra la flota invasora que se aproxima. Este último, al no tener aviones de radar de alerta temprana, confía en sus destructores antiaéreos Sheffield Type-42 para servir como un "piquete de radar": frente a la flota, deben usar su poderoso radar para detectar cualquier intrusión enemiga. Uno de ellos será víctima, el 4 de mayo, del ataque de dos Super-Etendards, procedentes del continente y repostados en vuelo. Su objetivo principal es alcanzar uno de los dos portaaviones británicos pero, si no los localizan, recurrirán al objetivo principal más cercano, el HMS Sheffield. Disparan sus misiles Exocet a unos cincuenta kilómetros de distancia e inmediatamente se dan la vuelta. Uno de los dos misiles, mal configurado, se estrelló en el mar. Los aviones fueron detectados por el radar británico, pero no el segundo misil que continuó su curso a ras de las olas. Cuando este último, llegado a pocos kilómetros del barco, enciende su buscador de radar para pasar al modo "autónomo", se detecta, pero demasiado tarde: tiene unos segundos de recorrido a 1000 km / h antes del impacto10. El barco muerto fue evacuado horas después, presa de un incendio que duraría varios días antes de hundirse el 10 de mayo. El saldo es de 20 muertos y 24 heridos.


HMS Sheffield en llamas (fuente: http://fs.huntingdon.edu)

Este es el primer ataque de este tipo en la historia y es un punto de inflexión en la historia militar naval: de ahora en adelante, grandes unidades de superficie, tan modernas y caras como son, pueden ser víctimas de un solo misil disparado desde un avión a una distancia segura.

La reconquista de Georgia del Sur

Desde el 21 de abril, el destructor HMS Antrim deja a los comandos de SBS en helicóptero en Georgia del Sur. El clima espantoso provocó la pérdida de 2 helicópteros, afortunadamente sin víctimas. Al darse cuenta de estas infiltraciones, los argentinos despacharon el submarino ARA Sante Fe para reforzarlo, pero al llegar a su destino el 25 de abril fue perseguido por helicópteros antisubmarinos del destructor. Lo obligan a subir a la superficie con cargas de profundidad y lo incapacitan con misiles antibuque AS 12. Encalla y su tripulación pierde un marinero. Esta es la primera vez en la historia militar que un submarino es víctima de un helicóptero. Aprovechando el desorden argentino, las pocas decenas de SAS, SBS y Royal Marines presentes en el HMS Antrim fueron trasladados en helicóptero a la isla y, apoyados por los cañones del destructor, rápidamente obligaron a los 121 argentinos, sorprendidos por la velocidad de la maniobra, a rendirse. sin poder disparar un tiro.


Día D

Finalmente se elige el sitio para el desembarco: las playas de la bahía de San Carlos. Bien resguardado, relativamente aislado y poco defendido, se encuentra frente a Port Stanley en la isla principal de las Malvinas. Su fuerte carácter debería obstaculizar cualquier ataque aéreo argentino.


Lugar de desembarco en la isla Soledad (fuente: http://wikitravel.org). En rojo, la ruta final de la flota invasora.

Su ubicación requerirá un largo viaje hasta la capital, Port Stanley, ubicada frente a la isla (a unos 80 km en línea recta). Esta distancia debe compensarse mediante el uso de helicópteros de maniobra para transportar tropas en saltos sucesivos. El aterrizaje se realizará de noche para retrasar al máximo su detección por parte de los argentinos. Las fuerzas a desembarcar representan una brigada de soldados de élite reforzados: la 3ª Brigada de Comando de la Royal Marines, a la que se suman los 2º y 3º batallones del Regimiento de Paracaidistas, es decir unos 4.500 hombres en total. Vio el tamaño de las tropas argentinas en la isla, que supera los 13.000 hombres, una segunda brigada (la 5ta Brigada de Infantería), compuesta por 3.500 hombres, se embarcó el 12 de mayo desde el Reino Unido en el transatlántico RMS11 Queen Elisabeth 2, pero no estará en sitio antes de principios de junio.

El aeródromo de Peeble Island, al noroeste de la bahía, equipado con aviones de ataque a tierra Pucara, representa una amenaza para la operación. No puede ser neutralizado desde la distancia por los cañones de la flota debido a la presencia de familias de criadores de ovejas cerca. Por tanto, es objeto de una operación SAS. Helicópteros por la noche, destruyen aviones en tierra y colocan cargas de demolición en la pista.

Una última posición argentina, bien equipada con cañones sin retroceso de 106 mm y morteros de 81 mm, controla la entrada a la bahía cerca de Puerto San Carlos. Fue asaltado por un helicóptero SAS cercano en la noche del 20 de mayo, en el que se perdieron 2 helicópteros Gazelle. Pero el oficial argentino a cargo del puesto tuvo tiempo de ver muchas siluetas de barcos emergiendo de la bruma y dio la alerta por radio[12].


Nave de desembarco que sale del HMS Fearless (fuente: http: //www.militaryimages.net)

De hecho, en la noche del 20 al 21 de mayo, alrededor de las 3:00 a.m., la fuerza de aterrizaje entró silenciosamente en la bahía, todos los incendios apagados. Se trata de los Muelles de Desembarco (LSD) HMS FearLess y HMS Intrepid que lanzan su lancha de desembarco en la que se apiñan los Royal Marines y paracaidistas, seguidos de los 5 Landing Ship Logistics (LSL) de la clase Sir Galahad, a cargo del material. necesario para el establecimiento de la cabeza de puente. Todo está protegido por las fragatas antiaéreas y antisubmarinas de la flota. Al mismo tiempo, fuera de la isla, el destructor HMS Glamorgan creó un desvío bombardeando posiciones cerca de Puerto Argentino.


Las tropas tocan tierra (fuente: http://mickeywerlen.canalblog.com)

En la mañana del 21 de mayo, la primera oleada de 2.500 hombres estaba en tierra, sin reacción de los argentinos, todavía esperando el desembarco principal en Port Stanley. Se liberan los primeros habitantes. Los Sea Harriers se turnan para proporcionar cobertura aérea, operando desde los 2 portaaviones que permanecieron a 150 millas náuticas de la costa por seguridad, fuera del alcance de un ataque al Exocet. En efecto, es impensable arriesgarse a la pérdida de uno de ellos, porque esto reduciría a la mitad la flota aérea disponible y ya no permitiría asegurar la permanencia de la cortina antisubmarina erigida por rotaciones de helicópteros Sea King. Como resultado, los aviones, en el límite de su alcance, no pueden permanecer ni muy numerosos (2 patrullas de 2 aviones de forma permanente) ni muy largos (30 minutos) por encima de la cabeza de puente, lo que es preocupante ya que no se adquiere la superioridad aérea. La primera tarea de los hombres desmontados es, por lo tanto, cargar los sistemas de misiles antiaéreos Rapier para completar la protección contra un ataque aéreo. Los cañones de 105 mm tienen helicópteros, y los LSL lanzan algunos tanques ligeros Scorpion y Scimitar para brindar un apoyo cercano a la infantería, aunque no está claro si la turba y el suelo del pantano soportarán su peso. Por otro lado, se han previsto para la logística algunas orugas Volvo Bv 202 articuladas, especialmente diseñadas para suelos de poca carga o nevados13. Tres Pucara del aeródromo de Goose Green, al sur de la posición, intentan atacar la cabeza de playa. Uno de ellos es derribado por un misil Stinger tierra-aire, los demás se vuelven atrás.


Los habitantes de Puerto San Carlos son los primeros civiles en ver a los soldados ingleses (fuente: http://article.wn.com)

¡Los argentinos contraatacan!

Los argentinos, cuya fuerza principal todavía se concentra alrededor de Port Stanley, no tienen suficientes recursos terrestres cercanos para atacar masivamente la cabeza de puente británica. Luego deciden interrumpir el desembarco actual atacando a la flota invasora en la Bahía de San Carlos. Entre el 21 y el 25 de mayo, se sucederán incesantes incursiones de los A-4 SkyHawks de la Armada, el Dagger[14] y el Mirage III de la FAA[15].


Dagger atacando a la flota británica a muy baja altura en la Bahía de San Carlos (fuente: http://www.roguegunner.com)

Dejando el continente, llegan a ras de las olas para escapar de los misiles antiaéreos, el dosel incrustado de sal. La bahía profunda les deja solo unos momentos para identificar y apuntar a sus objetivos, luego lanzar sus bombas. Casi todos los vasos presentes se ven afectados en diversos grados. Afortunadamente para los británicos, la mayoría de las bombas, lanzadas a una altitud demasiado baja, no tienen tiempo para armarse antes del impacto y atraviesan los barcos o se alojan sin ellos sin explotar. Sin embargo, muchos de ellos sucumbirán. La fragata Tipo-21 HMS Ardent, impactada varias veces el 21 de mayo, terminó hundiéndose el 22 de mayo. Otra fragata de la misma clase, HMS Antelope, recibió varias bombas que no explotaron. Desafortunadamente, el 23 de mayo, cuando los fuegos artificiales intentaban desactivarlos, estalló uno, provocando un incendio que finalmente llegó a una bahía de municiones donde se almacenaban misiles antiaéreos. La explosión resultante desintegra el barco que se hunde. El día 24, los argentinos se acercaron a su objetivo al sorprender por la mañana a 3 buques de desembarco (LSL): el FRG Sir Galahad, Sir Lancelot y Sir Bedivere. Estos, plagados de autobuses, permanecerán fuera de servicio durante varios días, frenando el refuerzo de la cabeza de puente, que ahora solo se puede repostar de noche. El día 25, el destructor Tipo 42 HMS Coventry (clase Sheffield) sucumbió a su vez a las bombas de los SkyHawks de la fuerza aérea naval argentina. Estos últimos lograron entrenarse extensamente en el ataque a este tipo de barcos, habiéndolo comprado los argentinos a Inglaterra unos años antes.



Una de las fotos más famosas del conflicto: HMS Antelope explotando el 23 de mayo (fuente: http://transformersuk.blogspot.fr)


HMS Coventry acaba de recibir una primera bomba (fuente: http://www.dailymail.co.uk)


El mismo día, un buque vital para la continuación de las operaciones debe entregar su carga. Se trata del RFA Atlantic Conveyor, un buque portacontenedores convertido apresuradamente en buque auxiliar16. Trajo carpas para 4.500 hombres, una planta de producción de agua potable, refuerzos Harrier, los elementos de un aeródromo de campaña para ellos y, sobre todo, helicópteros de maniobra Chinook para las tropas en tierra. Para la ocasión, el grupo de portaaviones se acerca a las islas para escoltarlo. La ocasión es demasiado buena para los argentinos, que quieren conmemorar la ocasión en esta fiesta nacional. Deciden atacar al portaaviones Hermes con dos Super-Etendards equipados con Exocets. Esta vez, estos últimos son bien detectados por los británicos y todos los barcos lanzan señuelos, desviando los misiles del portaaviones. Todos excepto ... el buque portacontenedores que no tiene uno. Uno de los dos misiles se estrelló contra el mar, pero el otro, cuyo buscador estaba buscando un nuevo objetivo, lo atrapó. El impacto incendia su cargamento. Solo los Harriers pudieron unirse al HMS Hermes por su cuenta, todo lo demás se encuentra en el fondo del océano.

Este episodio de unos días, apodado "Callejón de las bombas" por los ingleses, provocó grandes pérdidas en ambos bandos. Allí murieron decenas de marineros ingleses, mientras la fuerza aérea argentina literalmente se inmolaba en su desesperado intento por detener el desembarco: casi la mitad de los sesenta aviones enviados fueron derribados, principalmente por el Sidewinder del Harrier y en menor medida por los misiles Sea Dart y Sea Wolf de la flota. Los misiles antiaéreos Rapier y BlowPipe17 desplegados en el suelo no brillaron particularmente en su efectividad. Los aviones supervivientes, plagados de impactos, estaban tan dañados que pocos pudieron repararse rápidamente, por lo que las incursiones remitirían por falta de combatientes.


Una batería de misiles Rapier dispara contra aviones que atacan barcos en la Bahía de San Carlos (opinión del artista, fuente: http://www.naval-history.net)

Saliendo de la cabeza de playa - La batalla de Goose Green

La pérdida del RFA Atlantic Conveyor, junto con los helicópteros para las tropas terrestres que transportaba, tiene serias consecuencias planificadas. De hecho, los helicópteros restantes siendo utilizados principalmente por la Royal Navy para la guerra antisubmarina, abasteciendo la cabeza de puente y las misiones de fuerzas especiales, sólo quedan unos pocos a disposición de las tropas terrestres. Su comandante, el general de brigada Thomson, no puede aspirar a obtener más en detrimento de la marina, dado que su superior directo para esta operación se encuentra en el cuartel general de Londres, poco hasta el punto de regular este nivel de detalle, y que quien asegura efectivamente la coordinación general en el lugar no es otro que ... El contraalmirante Woodward, quien lidera la flota de invasión. Por lo tanto, sus tropas tendrán que caminar la mayor parte del camino hasta Port Stanley. Por lo tanto, el progreso será mucho más lento y más vulnerable a los ataques, especialmente porque el invierno austral se acerca rápidamente: ya hace mucho frío por la noche y la previsión meteorológica prevé la primera nevada en los próximos días. Por lo tanto, la posición argentina de Goose Green, que comprende un aeródromo y artillería, que inicialmente debía ser evitada, no puede dejarse en el flanco sur del eje principal, especialmente porque se ejerce una fuerte presión política para obtener un primer éxito terrestre significativo.

El 26 de mayo, la mayor parte del 3era Brigada de Comando tomó la carretera a Port Stanley, mientras que el 2. ° Batallón del Regimiento de Paracaidistas tomó la carretera a Goose Green por la noche, a unos 30 km de distancia. A pie, sin armadura de apoyo, con solo 2 morteros de 81 mm, desmontados y cargados a lomos de un hombre, además del mínimo de 50 kg de equipo individual, los 600 paracaidistas llegan agotados a la mañana siguiente a sus líneas de salida ... para escuchar la BBC en la radio anunciando su próxima llegada a Goose Green! El elemento sorpresa se cancela. Pensando en enfrentar el equivalente a un batallón de conscriptos con la moral vacilante por el frío y la falta de comida, llegaron a posiciones defensivas bien preparadas y sostenidas por la fuerza de un regimiento (más de 1000 hombres) bien dotado de artillería, salvo el istmo de menos de 2 km de ancho que deben cruzar para alcanzar el objetivo.


Posición de mortero argentino defendiendo a Goose Green. Al fondo: el pueblo y la bahía (fuente: http://fdra.blogspot.fr)

Luego de un impreciso bombardeo de las posiciones argentinas realizado por dos Harriers, uno de los cuales fue derribado por cañones antiaéreos, los zapadores despejaron los puntos de cruce en la tarde del día 27. Durante la noche, el asalto británico se lanzó bajo un lluvia helada de dos compañías… para venir y romper frente a las trincheras opuestas, bajo el fuego de ametralladoras bien resguardadas y el fuego coordinado de cañones de 105 mm. Una compañía (A Coy en el mapa) se encuentra en una situación crítica, varada al pie de la colina de Darwin, firmemente sostenida por los argentinos. Las bajas comienzan a aumentar y es difícil evacuar a los heridos bajo el fuego. El teniente coronel Jones, comandante del batallón, se reincorporó a la compañía bloqueada y, al ver que corría el riesgo de que sus tropas se desvanecieran rápidamente al permanecer en el lugar, tomó la delantera de un pequeño destacamento que iba a asaltar, con granadas y cuerpo a cuerpo. las trincheras argentinas rodeando la colina hacia el oeste. Allí dejará su vida. Galvanizados por la pérdida de su líder, los otros paracaidistas se infiltran en las trincheras y reducen toda oposición con lanzacohetes de 66 mm.

En la mañana del 28 de mayo, el Pucará argentino atacó el nivel logístico del batallón derribando un helicóptero. Al este del istmo, la otra compañía de asalto (B Coy en el mapa) ataca los fuertes argentinos que bloquean el paso de Boca House con misiles antitanques de Milán, cuyo fuerte poder penetrante los silencia uno a uno, permitiéndole sortear los principales. línea de defensa. Atrapado entre las dos compañías, el dispositivo argentino que bloquea el istmo se derrumba y los soldados comienzan a rendirse en masa. Las otras dos compañías mantenidas en reserva toman el control y de inmediato empujan hacia el pueblo y su aeródromo ... para ser recibidos por el fuego tenso de cañones antiaéreos de 20 y 35 mm, a los que pronto se unen los 105 cañones y los morteros. Perfectamente escondido en medio de viviendas. La fuerza aérea argentina intervino, pero de manera imprecisa, con dos MB 339 atacando con cohetes, uno de los cuales fue derribado por un misil Blowpipe, y 3 Pucará lanzando ... ¡napalm! Uno de ellos también es asesinado a tiros.


Las diferentes fases de la batalla (fuente: http://www.britishempire.co.uk)

Los británicos luego intentaron eludir las posiciones argentinas. En medio de uno de ellos aparece una bandera blanca. Luego avanzan un teniente y dos suboficiales ingleses ... pero un disparo de las líneas británicas pasa por encima de ellos. Los argentinos cambian de opinión y disparan a los tres hombres. Los paracaidistas ya no buscaron hacer cuartel [18], y se precipitaron a las posiciones argentinas, ahogándolos bajo cohetes y granadas de fósforo. 3 Harrier GR3 luego llega del HMS Hermes y pulveriza los cañones antiaéreos argentinos mientras arroja bombas de racimo sobre la infantería. Esto es demasiado para los reclutas argentinos cuya moral está comenzando a fallar. Pero cae la noche y el pueblo sigue en pie. Durante el día, varias rotaciones de helicópteros trajeron refuerzos argentinos, unos 200 hombres, 19 de la posición de importancia más cercana, Mount Kent. En la mañana del 29 de mayo, después de una noche pasada bajo las estrellas en el viento y la escarcha, el escenario está listo para el asalto final. La situación es delicada porque los civiles liberados informan a los británicos que 114 de ellos están detenidos en el salón del pueblo. Ante el alto riesgo de bajas civiles y el agotamiento de sus propias tropas, el comandante británico, que acababa de recibir 3 cañones adicionales y 6 morteros, decidió entonces montar una operación de intoxicación para conducir sin luchar a la rendición de la por último, defensores, cuya moral se considera vacilante. Luego envía a dos prisioneros argentinos a llevar un ultimátum, cuidando de hacerlos que circule frente a todo el parque de artillería listo para disparar. Se logra el efecto deseado y las tropas argentinas se rinden al mediodía.


Paracaidista inglés en la lucha por Goose Green. La gran mayoría de los soldados británicos, al igual que sus oponentes argentinos, están equipados con diferentes variantes del rifle automático FN FAL diseñado por la firma belga FN Herstal (fuente: http://www.chroniclelive.co.uk)

El saldo de este intenso combate, caracterizado por enfrentamientos cuerpo a cuerpo de infantería no muy diferentes a los de la Segunda Guerra Mundial, es elevado: 17 muertos y 66 heridos en el bando inglés, 55 muertos, 86 heridos y más de 1000 prisioneros entre los Argentinos. El avance a Port Stanley es ahora seguro y los británicos, en este primer gran enfrentamiento por tierra, han ganado una influencia moral innegable sobre su adversario. Sin embargo, la dureza de los compromisos y las elevadas pérdidas auguran una campaña difícil en el futuro. De hecho, los ingleses necesitarán dos semanas más de feroz lucha para obtener la rendición de los argentinos, que no han dicho su última palabra. Pero este será el tema de un artículo futuro.


Análisis y lecciones

Primero, intentemos responder la primera pregunta que se hizo en la introducción: ¿qué hace que este desembarco sea especial? En primer lugar, este conflicto se da entre dos aliados de Estados Unidos, aunque uno es una democracia y el otro una dictadura. Ambos están equipados con equipo occidental y, a veces, las mismas armas (rifles FAL, destructores de la clase Sheffield, por ejemplo). El enfrentamiento es simétrico, que se ha vuelto excepcional: cada beligerante cometerá medios pesados ​​en un combate de alta intensidad. La operación aérea naval y anfibia montada por los británicos destaca por la distancia que separa el objetivo de sus bases. No se espera apoyo cerca. Los únicos medios disponibles para el desembarco son los que la flota se lleva consigo desde Reino Unido y Gibraltar, tras una escala logística en Ascensión. El equilibrio de poder de las tropas terrestres, algo raro en un desembarco, es desfavorable para el atacante (del orden de 1 contra 3, se reducirá a 2 contra 3 con la llegada de la 5ª Brigada de Infantería a principios de junio). . Se compensa en gran medida con el uso de tropas profesionales, a diferencia de los reclutas que constituyen casi el 75% de la fuerza argentina[20]. Otra peculiaridad es la debilidad de los activos aéreos navales británicos: dos pequeños portaaviones con vocación antisubmarina utilizados contra el empleo como buques capitales, que transportan un número reducido de aviones cuya principal cualidad es poder despegar y aterrizar vertical o brevemente, en detrimento del desempeño y la autonomía. Se oponen a la flota aérea argentina, relativamente reciente y sobre todo 4 veces más numerosa. Podemos decir que los ingleses se arriesgaron, calculado ciertamente, pero no desdeñable.

Segunda pregunta: ¿cómo ganarán los ingleses? Primero, veamos por qué tenían muchas posibilidades de no hacerlo. De hecho, en el momento de la invasión argentina, Gran Bretaña estaba atrapada en el acto de la "paga del imperio": la severa crisis económica que atravesaba resultó en restricciones presupuestarias aplicadas a su aparato militar. Ya no puede permitirse mantener una flota que le permita intervenir en todo el mundo para salvaguardar sus intereses y mantener su rango en la OTAN frente al bloque soviético. El Ministro de Defensa, Sir John Nott, de acuerdo con el Primer Ministro, fallará a favor de la última opción, y se ve que la Royal Navy se prepara para separarse de sus portaaviones y barcos de desembarco en favor de sus activos submarinos en especial. En estas condiciones, el Reino Unido solo pudo haber presenciado la anexión de las Malvinas por parte de los argentinos con los brazos cruzados. Pero este último no elegirá en última instancia el mejor momento para atacar: los medios navales y anfibios que iban a ser abandonados en unos meses se volverán a poner en condiciones in-extremis, y lo serán las fortalezas debidas a su elección de la OTAN. precioso. De hecho, los submarinos de ataque nuclear le permitirán paralizar la flota enemiga. Sus recursos antisubmarinos, adaptados para hacer frente a los soviéticos, permitirán que los ingleses nunca se preocupen por los submarinos argentinos. Las herramientas de comunicación estándar de la OTAN, en particular por satélite, permitirán al gabinete de guerra en Londres permanecer en contacto permanente con la flota, la fuerza expedicionaria y las fuerzas especiales infiltradas en el lugar, sin riesgo de descifrado. Los tiempos de reacción para las grandes decisiones serán, por lo tanto, mucho más cortos que para los argentinos, especialmente porque el triunvirato

Al frente de la dictadura hay que buscar primero una posición común antes de actuar. A esto hay que agregar varios otros factores clave. Además de una brillante intoxicación en el lugar real del desembarco, el uso exclusivo de tropas de élite experimentadas como los paracaidistas, el SAS, SBS y por supuesto los Royal Marines resultará decisivo. Vienen de entrenar en condiciones invernales en el norte de Escocia. Esto no será demasiado para permitirles soportar las terribles condiciones climáticas, materiales y humanas que tendrán que afrontar. Este no será el caso de los reclutas argentinos. Finalmente, el éxito inglés no hubiera sido posible sin la ayuda de Estados Unidos y, en menor medida, de Francia. En efecto, el primero le proporcionará la información obtenida por sus satélites espías (Gran Bretaña no tiene ninguno propio), en particular la posición de las unidades de la flota argentina. Pero también le dotará de una de las armas clave del éxito: la última versión del misil aire-aire sidewinder, que les permitirá resistir los asaltos de la fuerza aérea argentina durante los primeros días de existencia de la cabeza de puente en la bahía de San Carlos. Francia está desempeñando un papel importante en detener las ventas de Super-Etendard de Exocet a Argentina, limitando su número a un nivel que no tendrá un impacto estratégico en el conflicto.

Pese a todo, los británicos cometieron errores que nos permiten sacar varias lecciones. En primer lugar, cuando queremos mantener una ambición estratégica internacional, es necesario mantener medios de proyección significativos (portaaviones, buques de asalto anfibios). A continuación, es evidente que falta un comandante de "teatro" que hubiera supervisado tanto la flota como las tropas desmontadas. Por lo tanto, podría haber resuelto las demandas competitivas de asignación de recursos, en particular cuando estos escasean como helicópteros de maniobra tras la pérdida del RFA Atlantic Conveyor. Para continuar, hemos sido testigos de una nueva forma de guerra aérea naval en la que los barcos son muy vulnerables a los ataques aéreos, en particular los "piquetes de radar", como el HMS Sheffield y Coventry. La flagrante falta de aviones de alerta avanzada y la baja autonomía de los interceptores (resultante de la elección de pequeños portaaviones del tipo STOVL[21]) no permite la creación de la burbuja de protección necesaria para que una flota se mantenga a salvo de los ataques aéreos y anti misiles de barco. Otra lección: el papel principal de los submarinos de ataque nuclear. Estos últimos pueden aparecer como las nuevas naves capitales en una estrategia de denegación de acceso a una zona, a través de su capacidad para permanecer ocultos durante largos meses, sus medios de detección y su capacidad de destrucción. Por último, todo esto no hubiera sido posible sin la información proporcionada por los satélites de observación militar, amablemente proporcionada por los estadounidenses. El satélite espía puede verse como un nuevo indicador de la independencia militar nacional.


Bibliografía

  • Admiral Sandy Woodward, One hundred days, HarperPress, revised edition, London, 2012
  • Henri Masse, Une guerre pour les Malouines, thèse de doctorat en histoire, Université de Metz (accessible en pdf à cette adresse : ftp://ftp.scd.univ-metz.fr/pub/Theses/1997/Masse.Henri.LMZ9710.pdf)
  • Stephen Badsey, Mark Grove, Rob Havers, The Falklands Conflict Twenty Years On: Lessons for the Future (Sandhurst Conference Series), Franck Cas, 2005
  • Martin Middlobrook, The fight for the Malvinas, London, Viking, 1989
  • Julian Thompson, 3rd Commando Brigade in the Falklands, No Picnic, Pen & Sword Military, Barnsley, 2008


Notas al final

  1. 1De hecho, se trata más de un triunvirato que une las cabezas de los tres brazos (aire, mar, tierra), en el que cualquier decisión importante es el resultado de un compromiso entre sus intereses.
  2. 2Stephen Badsey, Mark Grove, Rob Havers, The Falklands Conflict Twenty Years On: Lessons for the Future (Sandhurst Conference Series), Franck Cas, p 67.
  3. 3Martin Middlobrook, The fight for the Malvinas, London, Viking, 1989, p.19
  4. 4D’après le site officiel de la Royal Navy : http://www.royalnavy.mod.uk/sitecore/content/home/about-the-royal-navy/organisation/life-in-the-royal-navy/history/battles/the-falklands-conflict-1982/the-time-line
  5. 5HMS : Her Majesty’s Ship
  6. 6Royal Fleet Auxiliary (RFA) : buques de servicio con tripulación civil pero dependientes del Ministerio de Defensa.
  7. 7Los recursos logísticos, rápidamente desbordados, son los de la brigada Royal Marines, y no están dimensionados para gestionar todos los refuerzos a los que ha estado adscrito. (Benoist Bihan, De la mer à la terre, Histoire et Stratégie n°7, pp. 81-82)
  8. 8Dereck Oakley, The Falklands military machine, London, Spellmount, 1989,p.120.
  9. 9ARA : Armada de la República Argentina
  10. 10Jean-Robert Daumas et Sven Ortoli, La leçon d'électronique des Malouines, Science et Vie N° 778, Juillet 1982, p.70
  11. 11RMS : Royal Mail Ship
  12. 12Henri Masse, Une guerre pour les Malouines, Thèse de doctorat en histoire, Université de Metz, p. 307
  13. 13David Brown, The Royal Navy and the Falkands war, London, Leo Cooper, 1987, p.68
  14. 14Versión israelí del Mirage 5
  15. 15Fuerza Aérea Argentina : Force Aérienne Argentine
  16. 16Con una plataforma de despegue en particular para el Harrier
  17. 17Sistema de misiles antiaéreos portátiles guiados ópticamente, ineficaz en comparación con el American Stinger
  18. 18Max Arthur, Men of the red beret, Wamor, London, 1990, p.574
  19. 19Henri Masse, Une guerre pour les Malouines, Thèse de doctorat en histoire, Université de Metz, p. 370-373.
  20. 20Martin Middlobrook, The fight for the Malvinas, London, Viking, 1989, p.147
  21. 21Short Take Off and Vertical Langing : décollage court et atterissage vertical