domingo, 3 de noviembre de 2024
lunes, 9 de octubre de 2023
lunes, 26 de diciembre de 2022
Foto de A-4, indicativo Jaguar
Ataque del 24 de mayo de 1982, indicativo "Jaguar"
24 de Mayo de 1982
Tres A-4C Skyhawk, indicativo "Jaguar". Despegaron de San Julián a las 10:00 hs. Tripulación: 1er Teniente José Vázquez (C-324), Alférez Guillermo Martínez (C-318) y Teniente Jorge Bono (C-305).
Llegaron a la zona del blanco aproximadamente a las 11:30 hs, sin ser interceptados. Se dirigieron a la Bahía San Carlos con rumbo 190/220, lanzaron seis bombas sobre la fragata Arrow. Un numeral vio una llamarada en la estructura. Estimaron ocho/diez buques en el estrecho. Uno fue identificado como el Canberra. Recibieron mucho fuego antiaérea de los buques y tierra. Al salir comprobaron que los tres aviones perdían combustible abundantemente.
Eyectaron tanques y volaron con rumbo 210º durante tres minutos. El jefe de escuadrilla ordenó la eyección al Nº 3, pero este informó que aún tenía 3.000 lb.
Colocaron rumbo 260º en ascenso, sobre estrecho de San Carlos. Vieron un buque y descendieron nuevamente. Al terminar de cruzar el estrecho (5 MN al norte de Bahía Fox) ascendieron y chequearon combustible, Nº 1: 1.500 lb, Nº 2: 2.280 lb y Nº 3: 2.500 lb.
Cruzaron la Gran Malvina en ascenso, pero al entrar al mar, al norte de la isla San Jorge, observaron al Nº 3 (Teniente Bono) iniciar suave viraje descendente e impactar en el mar.
Existen dudas sobre su eyección pero, de todas maneras, cayó al mar helado. Solicitaron al Hercules KC-130 "Madrid 2", que los guiara; lo hallaron en el nivel de vuelo 100 y se acoplaron (el Nº 1 tenía 200 lb y el Nº 2 tenía 1.200 lb). Así acoplados al Hércules llegaron al continente, hasta 30 MN de San Julián donde desacoplaron, y aterrizaron a las 13:00 hs. El Hércules KC-130 trasvasó al Nº 1, 39.000 LB y, para auxiliar a los "Jaguar", tuvo que acercarse hasta 60 MN al oeste de la Gran Malvina.
Esta salida se inscribirá en la historia mundial de la aviación por el arrojo sin límite de sus pilotos. El Teniente Jorge Bono, que podía haberse eyectado y descendido blandamente con su paracaídas, ofrendó su vida. Pocos días más tarde, el 30 de mayo, en el ataque al portaaviones Invincible lo seguiría el 1er Teniente José Vázquez.
Honor y gloria a los Héroes de Malvinas!!
Foto tomada por personal del Regimiento 2 Para Inglés apostado en el Monte Sussex, se cree que se trata de la escuadrilla Jaguar realizando su escape luego de haber atacado a la HMS Arrow - creditos a quien corresponda.
jueves, 2 de diciembre de 2021
sábado, 21 de noviembre de 2020
Darwin: Braghini barre al 2 Para con los Skyguard
Barriendo a la infantería con una antiaérea
El enemigo ya había sobrepasado las posiciones del Regimiento 12 en Darwin y tomado prisioneros al grueso de sus hombres. Pero le faltaba subir a una colina, trás la cual lo esperaban mil metros de terreno llano, los hombres del teniente Estévez, los del subteniente Peluffo y – en primera línea - uno de los cañones antiaéreos Oerlikon de 35 mm, de la sección del subteniente Claudio Braghini. Este sistema de armas Skyguard era el mismo que tenía Suiza.
Los británicos aparecieron sobre la colina con un trote largo, tirando bengalas cortas. Formaban un rombo perfecto, como si estuvieran en una marcha triunfal. El Para 2 no sabía lo que le esperaba…
Braghini, destacado por su buena puntería - participó incluso en competencias internacionales – ordenó que los jefes de pieza se limitaran a ser sus abastecedores de munición: el tirador iba a ser él. Cada pisada suya en el pedal de disparo de la antiaérea, lanzaba una ráfaga impresionante, - 550 tiros por minuto - que dejaba un tendal de enemigos en el campo. Los paracaidistas retrocedieron a la carrera. Sólo un grupo de ellos, atravesando una quebradita, consiguió llegar hasta la escuela de Darwin y abrió fuego. El subteniente giró el cañón y apuntó con la mira telescópica. Las tres ráfagas desintegraron el edificio, haciéndolo saltar por los aires e incendiándolo.
El combate duró unas tres horas, en que los artilleros argentinos recibieron fuego de morteros y misiles, hasta que los ingleses decidieron lanzar contra ellos tres cazabombarderos Harrier. La sección de este entrerriano de 24 años ya había derribado varios de ellos en las semanas previas, incluido el avión que piloteaba Nicholas Taylor, pero esta vez los enemigos tuvieron más suerte. En el fragor del combate, un impacto propio en el generador eléctrico, apagó el sistema electrónico del cañón.
Y cuando los artilleros estaban intentando traer el otro generador, llegó la orden de cese de fuego, impartida por el vicecomodoro Wilson Pedrozo.
Los hombres de Braghini destruyeron a mazazos el radar y el sistema de armado del cañón.
Les dolía en el alma hacerlo, pero igualmente estaban orgullosos. Los británicos no les habían pasado por encima.
Sus jefes, empero, fueron mezquinos con Braghini; sólo le otorgaron la medalla “Al Esfuerzo y Abnegación”. Hoy, en el día de su cumpleaños, celebremos su Valor en Combate. En la primera foto, cañón bitubo Oerlikon de 35 mm en Puerto Argentino. Si alguien conoce los nombres de los artilleros, agradeceré que me los hagan saber. En la segunda, de izquierda a derecha, en la primera fila, el subteniente Claudio Oscar Braghini, jefe de la 3ra Seccion de la Batería de Tiro "B" del GADA 101. Luego, el teniente primero Ricardo Reyes (jefe de Batería y que vino desde Puerto Argentino por dos días para ver cómo andaban las cosas en Pradera del Ganso), sargento primero Juan Domingo Pérez, sargento ayudante Abel Mario Tarditi y sargento primero Roberto Amado Fernández.
viernes, 30 de octubre de 2020
Darwin: La valentía de Peluffo frente al 2 Para
La garra de un oficial correntino de 20 años.
Desde el aula de cuarto año del Colegio Militar, a una de las más cruentas batallas de Malvinas. Ascendido de apuro, como otros cadetes, al grado de subteniente en comisión, Ernesto Orlando Peluffo se vio comandando una sección de soldados, prácticamente de su misma edad, frente al Segundo Batallón de Paracaidistas ingleses (400 hombres) apoyado por una compañía de Royal Marines.
Afortunadamente, llega hasta sus posiciones en un audaz contraataque el teniente Roberto Estévez con su sección Bote, de soldados conscriptos de 18 años, AOR, Aspirantes a Oficiales de Reserva. Cuando Peluffo salé a recibirlos, es alcanzado por una granada en la pierna. A pesar del dolor que sentía, toma el FAP del soldado Orellana, que había quedado fuera de combate y empieza a barrer al enemigo.
Durante cinco horas resistieron los hombres de Estévez y Peluffo en las colinas de Darwin a un enemigo más numeroso, pero no superior. Los mismos británicos reconocieron después de la batalla, que esos 70 hombres, lejos de estar desmoralizados como se había pensado, pelearon "como leones". Los argentinos depusieron las armas sólo después de haber sufrido un 50 por ciento de bajas entre muertos y heridos, después de que cayera el teniente Estévez, y después de que el subteniente Peluffo recibiera un balazo en la cabeza. Tampoco fueron pocas las bajas de enemigo, entre las que se contaba el mismísimo jefe del "Para 2", Herbert Jones, abatido por el soldado Oscar Ledesma.
Cuando Peluffo cae herido, el conscripto Ponce lo auxilia, lo venda con su propio paquete de curaciones, y hasta lo alienta. Clara muestra de una hermandad entre oficial y soldados, que se conserva hasta el día de hoy.
Hace unos años visite a Peluffo en el Regimiento de Patricios. Lucía en la frente su marca de la gloria; la cicatriz del balazo inglés. Y en la boca, un rictus de amargura...
viernes, 31 de enero de 2020
De Goose Green a Puerto Argentino
La batalla de Goose Green en 1982 y más allá ...
W&W4 Scorpions, 4 Scimitars y un Sansón fueron a las Malvinas desde 3 y 4 Tropas, 'B' Sqn, The Blues y Royals. Jugaron un papel importante en la reconquista de las islas, ya que eran la única armadura que llegó a tierra.
Coordinación inadecuada del apoyo de fuego y ausencia de un enfoque de armas
El 2 Para se estableció el objetivo totalmente irracional de derrotar a un enemigo atrincherado, establecido en profundidad y desplegado en un frente estrecho con campos de fuego despejados, sin posibilidad de lograr sorpresa, prácticamente ninguna posibilidad de flanquear a Piaggi y, quizás lo más imperdonable de todo, sin nada que se acerque al soporte de fuego adecuado. El hecho de que el HMS Arrow experimentó dificultades técnicas con su arma principal que uno simplemente puede atribuir a los caprichos de la guerra: la 'fricción' de Clausewitz o la 'Ley de Sod', e indudablemente los artilleros y técnicos hicieron todo lo posible, aunque sucedió, sin éxito. para que su arma esté operativa. Pero la ausencia de apoyo de artillería adecuado en el campo es menos perdonable, a pesar de la pérdida crítica de helicópteros de carga pesada el 25 de mayo, cuando el error de cargar tantas máquinas de vital importancia en un solo buque de transporte expuso una mala planificación en su peor momento. En cuanto a la ausencia de apoyo aéreo hasta las fases finales de la batalla, la RAF no asumió ninguna responsabilidad por esto. Con un mejor clima el 27, los ataques aéreos de Harrier lanzados contra el istmo a pedido de Jones podrían haber realizado gran parte del trabajo antes de que 2 Para incluso saliera de su línea de salida temprano a la mañana siguiente, incluso teniendo en cuenta la presencia de cañones antiaéreos, que ya había demostrado su valía en derribar a dos Harriers antes de la batalla. No fue sino hasta las 15:30 horas que aparecieron tres Harriers en el campo de batalla, solo uno de los cuales logró golpear la península al este de Goose Green, pero no logró alcanzar los cañones de 35 mm ubicados allí. Aún así, su presencia puede haber contribuido a la decisión de los argentinos de rendirse a la mañana siguiente.
Sin embargo, si uno puede justificar la falta de disparos navales o apoyo aéreo, la lamentable falta de apoyo de artillería tiene menos comprensión, con solo tres cañones de 105 mm disponibles; tan pocos, de hecho, que continuamente cambiaban su fuego de una compañía a otra según fuera necesario. Esto significaba, por ejemplo, que aunque la Compañía B necesitaba apoyo de fuego durante su avance en Boca House, le negó a la Compañía el mismo apoyo que Farrar-Hockley requirió para romper el punto muerto en su sector hacia el este, que llegó casi exactamente al mismo tiempo : 1200 hrs. La artillería también gastó una considerable cantidad de municiones en un esfuerzo desperdiciado en disparar contra la batería, cuando la falta de inteligencia sobre la ubicación de las armas argentinas hizo que este esfuerzo fuera inútil. Debería haber sido prioritario apoyar a las compañías de fusileros, particularmente A y B, aquellas cuyo avance los argentinos sostuvieron con más éxito. Si bien las armas funcionaron casi continuamente durante la lucha de catorce horas, y dispararon alrededor de 900 proyectiles, con una velocidad de disparo de aproximadamente uno por minuto, no pudieron proporcionar el peso de fuego requerido para mantener el impulso de las tropas. En resumen, un ataque terrestre requiere el máximo apoyo de fuego para ayudar a su avance; incluso, o quizás especialmente, el soldado ordinario aprecia la solidez de este principio. No obstante, prevaleció el párrafo 2, pero el nivel de apoyo de fuego proporcionado una quincena más tarde durante los asaltos sobre, en particular, Mount Harriet y Wireless Ridge, debería haber estado presente en Goose Green. Finalmente, dada la naturaleza plana del suelo, incluso la turba suave, empapada y empapada de agua podría soportar el peso de los tanques ligeros, sin embargo, los cuatro Escorpiones y las cuatro Cimitarras de 3 Brigadas de Comando no fueron, sorprendentemente, desplegados en Goose Green.
Operaciones del 12 al 13 de junio: Monte Tumbledown y Wireless Ridge
En la noche del 12 al 13 de junio, la ofensiva se reanudó, con el esfuerzo principal de venir de la 5 Brigada en el sur contra las defensas de Stanley, lo que implicaba un ataque del Segundo Batallón de la Guardia Escocesa contra Tumbledown y más al norte, un asalto por 2 Para contra Wireless Ridge. La Artillería Real proporcionaría cinco baterías de armas para apoyar estos esfuerzos, junto con cuatro buques de guerra y los ocho tanques de los Blues y Royals, que habían cruzado la isla desde San Carlos. El Monte Tumbledown constituía una posición muy formidable ocupada por elementos del 5º Batallón de Marines, quizás la mejor unidad considerable que los argentinos poseían en las islas, y representaba el puesto clave en las defensas al oeste de Stanley. En la evaluación del teniente coronel Scott, comandante del batallón, un ataque a través de las laderas meridionales expuestas de la montaña representaba un riesgo demasiado grande para sus guardias, por lo que eligió un avance occidental a lo largo de la cresta de la cumbre sin el beneficio de apoyar el fuego. asegurando un enfoque lo más silencioso posible. En la primera fase, una incursión de distracción llevada a cabo a lo largo de la pista Fitzroy-Stanley precedería a la captura por parte de una compañía del extremo occidental de la eminencia, mientras que en la segunda fase otra compañía capturaría el área alrededor de la cumbre. Por último, una tercera empresa se apoderaría del extremo oriental.El desvío comenzó a las 2030 h, con el avance principal comenzando media hora más tarde en condiciones de congelación. Con el apoyo de tanques ligeros, la fuerza de distracción se enfrentó a los argentinos durante dos horas, seguida de un éxito limitado por parte de otras subunidades que emplean armas anti-armadura contra la fuerza de distracción contra los argentinos durante dos horas, seguida de un éxito limitado por otras subunidades que emplearon anti -armas de armadura contra bunkers argentinos; de hecho, a pesar de los esfuerzos del guardia para usar granadas a distancias peligrosamente cercanas, todavía encontraron que su progreso se mantenía severamente retrasado. Alrededor de las 0230 horas, los atacantes pidieron apoyo de artillería para romper el callejón sin salida, y después de varios casos de combate cuerpo a cuerpo, un puñado de hombres finalmente llegó a la cumbre, pero solo después de una pelea de siete horas, con bayonetas ensangrentadas. Otras compañías hicieron un uso extensivo de sus armas antiaéreas Carl Gustav de 84 mm y armas ligeras antitanque. Los combates no cesaron hasta alrededor de las 0815 h del 13 de junio, mucho después del amanecer, en el transcurso del cual los guardias escoceses sufrieron nueve muertos: dos durante el desvío y cinco en el asalto principal, más otros dos por fuego de mortero cuando los proyectiles cayeron mientras los hombres atendieron a los heridos. Les tomó poco más de once horas desde el momento en que dejaron su línea de salida para que los guardias les arrebataran la cresta a los argentinos, de los cuales doce fueron hechos prisioneros y quizás tres veces ese número asesinado. Representaba un logro significativo, aunque tardó mucho más de lo que se había previsto, una circunstancia casi seguramente atribuible al hecho de que las mejores unidades argentinas se desplegaron allí. Con la caída de Tumbledown fue la característica clave en la defensa de Stanley. Los argentinos evacuaron sus tropas del Monte William esa noche, dejando solo a Wireless Ridge como la última posición elevada para interponerse en el camino de la ofensiva británica.
Animados por su victoria en Goose Green y la única unidad importante que recibió una segunda oportunidad contra los argentinos, a 2 Para se les asignó la tarea de tomar Wireless Ridge la misma noche que el ataque de los Guardias Escoceses en Tumbledown, 12-13 de junio . De pie a 3,2 km (2 millas) al noreste de Tumbledown, Wireless Ridge constituía, de hecho, dos piezas separadas de terreno elevado, que el teniente coronel David Chaundler decidió atacar desde el norte. Mientras que 2 Para había recibido muy poco apoyo de fuego en Goose Green, se planeó todo lo contrario para el ataque contra Wireless Ridge. Aquí, el batallón poseía muchos morteros propios, así como algunos de 3 Para, dos baterías de artillería puestas a su disposición durante el transcurso de la noche, otras armas provistas por la Artillería Real si fuera necesario, y la potencia de fuego de HMS Ambuscade. Finalmente, dos Scorpions y dos Scimitars de Blues y Royals estaban disponibles, capaces de ofrecer un apoyo cercano ya que el terreno aquí, en contraste con las otras características asaltadas hasta ahora, no ofrecía lados abruptos. El séptimo regimiento defensor, que había luchado contra 3 Para en Mount Longdon, desplegó las compañías de fusileros habituales, además de francotiradores, ametralladoras pesadas, morteros y artillería.
Chaundler dividió su plan en cuatro fases para incluir el fuego de artillería preparatoria. La compañía líder abandonó su línea de salida a las 21.45 horas, con el apoyo de las Scimitars y Scorpions, y al llegar a una de las alturas descubrió que los defensores se habían retirado bajo el peso del fuego entrante. Sin embargo, mientras los paras buscaban consolidar esta tierra recién ocupada, ellos mismos se convirtieron en el objetivo de una descarga de artillería. En este punto, hacia el este, otras dos compañías comenzaron su avance desde la línea de salida y se prepararon para atacar a los defensores cuando los argentinos, inclinándose ante la presión de la combinación de artillería, mortero y ametralladoras dirigidas contra su posición, se retiraron . Mientras tanto, otra compañía de paras, apoyada por los tanques ligeros de los Blues y Royals junto con Milans y ametralladoras, progresó constantemente. De hecho, 2 Para logró capturar la primera mitad de la cresta con poco esfuerzo, pero los defensores ofrecieron una resistencia obstinada en la mitad restante, con los atacantes obligados a despejar un búnker después del siguiente. Sin embargo, su avance nunca vaciló, y finalmente la defensa colapsó, dejando al batallón de Chaundler en posesión de la cresta. Al amanecer, una pequeña fuerza de argentinos asaltó la posición, solo para ser rechazada por los defensores y apoyando el fuego extraído de morteros y armas de 105 mm. Cuando el sol salió más alto, los argentinos huyeron en dirección a Stanley.
A diferencia de Goose Green, en Wireless Ridge 2 Para había encontrado poca resistencia, recibió un importante apoyo de fuego de tanques y artillería y había aprendido de la dura experiencia de una quincena antes. La caída de Wireless Ridge y Mount Tumbledown rompió la parte posterior de la red defensiva argentina cerca de Stanley y el 14 de junio, desafiando las órdenes de Galtieri de resistir, Menéndez aceptó un alto el fuego, su rendición absoluta entró en vigencia a las 2059 horas locales.