lunes, 25 de noviembre de 2024
lunes, 16 de septiembre de 2024
Claromecó y su rol en el espionaje a las comunicaciones británicas
“Si nos captan la señal, bombardean”: el pueblo que “pinchó” las comunicaciones inglesas durante Malvinas
Claromecó fue fundamental en la Guerra de Malvinas. Orgullo y secretos rondan las playas de la ciudad balnearia a 41 años del conflicto. Su faro, el emblema del lugar, hoy es un Monumento Histórico provincial.
Orgullo y secretos rondan las playas de la ciudad balnearia a 41 años del conflicto. (Foto: Carolina Dorado)
Era la primera semana de abril de 1982, la Argentina vivía el comienzo del ocaso de la dictadura por la Guerra de Malvinas. Aunque, en Claromecó, un pueblito costero de no más de 1500 habitantes, no estaba ajeno a lo que estaba pasando a tan solo 1439 km del paraíso balneario y un grupo de lugareños decidió ser protagonista de la historia.
Un héroe por entonces anónimo era Omar Ángel López Cabañas. Lito, como le decían sus amigos, era un vecino del pueblo apasionado por las radiocomunicaciones. Mientras veía por televisión información del conflicto bélico en el Atlántico sur, se le ocurrió utilizar su conocimiento para intentar interferir los mensajes de las tropas británicas a través del faro. Spoiler: lo consiguió. Su trabajo fue tan relevante en la guerra que los altos mandos de las Fuerzas Armadas de la Argentina quisieron condecorarlo, aunque él se negó.
Lito Cabañas ajustando la antena a la punta del faro. (Foto: Gentileza Hugo Cortes)
“¿Y si uso mis equipos para tratar de pincharles las comunicaciones y conocer sus movimientos?”, pensó Lito y puso manos a la obra. En cuestión de días armó una antena artesanal, con cables aisladores donados por la cooperativa de luz local y varios artefactos que tenía en su casa. Subió a la parte más alta del faro y la instaló.
“Lito era una persona muy capaz, con una actitud increíble. Él estaba orgulloso de su invento y a todo el mundo le contaba que su antena había logrado pincharle la comunicación a los ingleses en plena guerra”, contó Patricia Farrando a TN, hermana de Susana, quien participó junto a Lito y a varios patriotas más de la operación.
La operación fue una idea de Cabañas, quien quería registrar la señal británica desde que salían de Europa hasta que llegaran a las Malvinas. Pero no fue el único inmerso en la aventura. Carlos Bancur, Susana Ferrando y Hugo Cortes “brindaron su granito de arena”.
“En un principio nadie sabía lo que estaba haciendo, solo Bancur que lo ayudó a instalar la antena y la gente del predio del faro”, detalló Cortes, quien semanas más tarde ayudaría a Lito a instalar el dispositivo en su propia casa.
“La idea fue de él, nosotros fuimos una pieza pequeña de todo su plan”, indicó Cortes. Pese a la humildad con la que lo cuenta, su tarea fue fundamental. Carlos y Hugo lo ayudaron a colocar la antena, tanto en la punta más alta del faro - a unos 74 metros de altura sobre el nivel del mar- como en su casa.El faro de Claromecó fue nombrado Monumento Histórico provincial. (Foto: Gentileza Carlos Ávila) Por: Hugo Andrade
La guerra duró dos meses, dos largos meses en los que todas las noches, sin falta, se turnaban para ayudar a Lito a captar las comunicaciones. Un día, pudieron dar con una la señal del portaviones HMS Invincible.
“Si captan nuestra señal nos bombardean”, temían los jóvenes. “No teníamos conciencia de todo realmente. Nosotros queríamos ayudar a nuestro país, con los años caes de lo que todo eso significó”, agregaron.
Por su parte, Patricia Ferrando, recuerda aquella época como “rara” y contó el rol clave que llevó a adelante su hermana, Susana: “Mi hermana participó en las comunicaciones. Ella hablaba muy bien inglés y le daban lo que tenía que decirle a los ingleses para despistarlos”. Así, lograron truncar varios ataques británicos.
Hoy en día, gracias a su rol fundamental en el conflicto bélico, el faro de Claromecó fue nombrado Monumento Histórico Provincial.
Un invento clave para la guerra que las Fuerzas Armadas rechazaron
La historia terminó con una dolorosa derrota militar para la Argentina, pero todos recuerdan aquella patriada hecha con orgullo. “Quisimos que Lito escribiera su historia, pero se llevó muchos recuerdos con su muerte y muchos secretos”, aseguraron sus laderos.
En Claromecó corre el rumor de que Lito intentó venderles su preciado invento a las Fuerzas Armadas Argentinas, pero no quisieron comprarla. Vecinos aseguran que el experto en radiocomunicaciones recibió una oferta del Reino Unido para patentar la antena con la que les truncaron varios ataques y la habría aceptado. La verdad solo la supo Lito Cabañas que murió en 2013 y se llevó sus secretos.
viernes, 19 de mayo de 2023
Condecoración: Cabo Mario Pacheco (EA)
CABO MARIO PACHECO -Ca Com Mec 10 - EA
Cumplir
con eficiencia su misión de apoyo de comunicaciones durante las acciones ejecutadas por el Regimiento de Infantería 4 en monte Dos
Hermanas, operando sus medios pese a la evidente detección del enemigo y
al fuego intenso y preciso que se batía sobre su posición. Al ejecutar
el repliegue y ser sobrepasado y rodeado durante la noche, combatir como
infante produciendo bajas al enemigo, hasta reunirse finalmente con
efectivos propios.
domingo, 6 de marzo de 2022
jueves, 6 de febrero de 2020
domingo, 28 de abril de 2019
LUT8 Canal Malvinas que transmitió en Puerto Argentino durante el conflicto
Guerra de Malvinas: 40 televisores en cuotas, el increíble plan de la Junta militar para "conquistar el corazón de los isleños"
LUT8 Canal Malvinas fue uno de los intentos más extraños de los militares para seducir a los pobladores locales durante el conflicto de 1982. La emisora que funcionó en las islas hasta poco antes de terminada la guerra transmitió el noticiero oficial "60 minutos" con José Gómez Fuentes, el especial "24 horas por Malvinas" conducido por Pinky y Cacho Fontana, y los programas cómicos de PorcelPor Ignacio Montes de Oca | Infobae
La junta militar decidió instalar un canal de tevé en Malvinas para seducir a los isleños
El 3 de abril de 1982 se organizó una reunión de empleados en el estudio Nº 6 de Argentina Televisora Color, dentro del imponente complejo construido por los militares para el Mundial de Fútbol que Argentina había organizado en 1978.
Ese día, el General Antonio Llamas, el militar a cargo de la Secretaría de Información Pública Argentina, dio un encendido discurso a los empleados de la emisora. Les dijo que Canal 7 y sus trabajadores tendrían un papel importante dentro de los planes argentinos para "conquistar los corazones y mentes de los malvinenses".
El General les pidió que formularan en el menor tiempo posible un plan para montar un canal de televisión en Malvinas.
Tras algunos debates, los técnicos del canal recomendaron llevar a Malvinas un transmisor de 100 vatios con su antena (suficiente para cubrir la mayor parte de las islas), una cassettera U-Matic, una cámara portátil y algunas luces y micrófonos.
Pocos días después del 2 de abril llegaron a las islas los empleados de ATC con los equipos para armar la emisora de TV.
Instalaron sus dispositivos en el edificio de radio local. La mayor parte de los aparatos fueron donados por la Gobernación Militar de la provincia de Misiones.
Sin embargo, la cuestión principal era tener alguien que viera la señal en Malvinas porque en las islas no había casi ningún aparato de TV y los pocos aparatos existentes estaban encadenados a algunas videograbadoras que, de tanto en tanto, servían para ver alguna película llegada a las islas Malvinas en los barcos o aviones que las visitaban.
La Secretaría de Información obtuvo los permisos correspondientes para enviar 40 televisores hacia Puerto Argentino.
Aunque las prioridades de la guerra eran otras, el avión de la Fuerza Aérea Argentina recibió la orden de darle preferencia a la voluminosa carga de aparatos marca Zenith y Phillips que la gobernación usaría para intentar seducir a los malvinenses.
La asunción del nuevo gobernador de la islas, Mario Benjamín Menéndez, fue la primera transmisión, aunque solo se emitió el sonido de la ceremonia (foto del archivo del general Menéndez)
El siguiente problema era lograr que los isleños adquirieran los aparatos. Inicialmente se pensó en regalarlos, pero con buen criterio un funcionario observó que los isleños no aceptarían "dádivas" de los argentinos.
Finalmente se decidió vender cada televisión por 100 libras a pagar en cuotas mensuales de 10 libras más un anticipo de 20 libras al recibir el aparato. Dos civiles, Everto Caballero (el encargado de la oficina telecomunicaciones) y Ernesto Dalmau (técnico de la flamante sucursal de Radio Nacional) se encargaron de visitar las casas de los habitantes para convencerlos.
Una semana más tarde, habían logrado colocar la totalidad del stock de televisores.
-Nosotros sabíamos que solo debíamos pagar las primeras cuotas ya que pronto los argentinos se irían y el precio final del aparato sería más que razonable – cuenta Verónica Fowler, una maestra británica afincada en Malvinas.
El entonces soldado conscripto Roberto Rubén Rada, recuerda haber bajado los televisores de aviones que llegaron a las islas al inicio del conflicto. Cómo él, muchos soldados se preguntaron que tenían que ver aquellos televisores con el inminente conflicto que se estaba por desatar.
-¿De donde sacaron los argentinos que nos interesaba tener televisión? Queríamos que se fueran de vuelta al continente – recuerda un malvinense que en esos años rehusó aceptar la compra del aparato.
Finalizada la guerra, general Menéndez se quejó de los programas de tevé que se habían emitido en el canal argentino: dijo que él hubiera preferido que les enviaran conciertos de música clásica o folklore para “que no pensaran que éramos indios con plumas”.
Los técnicos a cargo de operar la estación del Canal 7 de Malvinas fueron Fernando Monetti y Eduardo Oderigo, dos empleados de ATC que se ofrecieron como voluntarios para viajar a la zona de conflicto.
Monetti se encargó de instalar la central de televisión en un local que anteriormente había pertenecido a la radio local Falklands Islands Broadcasting Service. Luego de un tiempo, Monetti fue reemplazado por Oderigo.
La primera emisión de prueba fue el 7 de abril cuando se transmitió la asunción del gobernador militar Mario Benjamín Menéndez, aunque solo se emitió el sonido de la ceremonia.
La emisión de Canal 7 Puerto Argentino se inició el 13 de abril de 1982 a las 18 horas. La transmisión comenzó desde ese día invariablemente con una imagen del Escudo Nacional y la música del himno argentino.
José Gómez Fuentes en el noticiero de ATC, “60 Minutos”
Luego, comenzaba el noticiero "24 Hours". Era un noticiario dirigido por dos personas que se dirigían a ellos hablando uno en castellano y luego el otro en inglés.
El que hablaba en castellano era Norman Carlos Powell, un argentino descendiente de ingleses que llegó a las islas el 5 de abril y que también hacia el informativo en la repetidora de Radio Nacional que se puso en funcionamiento en esos días.
En las emisiones de TV y junto a Powell, estaba el malvinense Patrick Watts, locutor de la radio local, quien encontró el modo de protestar cada vez que alteraba sutilmente el sentido de las noticias o corregir la sintaxis de Powell cuando el argentino hablaba en inglés. O cada vez que usaba términos rebuscados para no usar denominaciones argentinas de las islas y sus accidentes geográficos.
La transmisión de Canal 7 en Malvinas fue parte esencial de la propaganda argentina en las islas. Es recordado entre los malvinenses por las cuantiosas pérdidas británicas anunciadas en cada boletín, que contrastaban con la propaganda de la Radio BBC de Londres, en donde las pérdidas inglesas eran bajadas al mínimo y las argentinas aumentadas a niveles catastróficos.
Pinky y Cacho Fontana en las 24 horas por Malvinas
Al principio, en las 6 horas de transmisión del canal, de 18 a 24 horas y además del noticiero de Powell y Watts, se proyectaban programas populares de Buenos Aires como "La peluquería de Don Mateo" y "Polémica en el Bar". Luego se pasaban lo que algunos isleños recuerdan como "aparentemente infinitas cantidades de historietas de Tom y Jerry".
El General Menéndez dijo después de la guerra que él hubiera preferido que les enviaran conciertos de música clásica o folklore para "que no pensaran que (los argentinos) éramos indios con plumas".
Los partidos de fútbol fueron los que contaron con mayor audiencia, según recuerda el improvisado conductor televisivo de las islas, Patrick Watts, aun cuando se repetían una y otra vez el mismo encuentro.
Cuando llegó el mes de mayo, el noticiero bilingüe local fue reemplazado con una emisión del programa "60 Minutos" que conducía el periodista José Gómez Fuentes.
El comodoro Carlos Bloomer Reeve fue Secretario de la gobernación de Menéndez. Hoy retirado, recuerda el problema de los contenidos de las transmisiones:
-Lo que pasa que desde Argentina nos faltó el impulso de mantener programas. De Buenos Aires no venían programas que fueran de interés. Los malvinenses venía un partido de fútbol y había que verlos 5 o 6 veces. O alguna audición de algún cómico argentino que hablaba castellano y que no hablaba inglés y la gente se aburría de verlo. Pero eso fue lo único que se regaló… no se regaló – se corrige – se vendió para mantenerlos con su amor propio todavía activado.
El canal transmitía en inglés y en español
Entre las transmisiones memorables del canal que pudieron verse en Malvinas, estaba un resumen del festival "Las 24 horas de las Malvinas Argentinas" que se emitió el canal 7 de Buenos Aires el 9 de mayo de 1982 . Fue conducido por los populares conductores "Cacho" Fontana y Raquel "Pinky" Satragno.
Los militares a cargo del canal prepararon instantes de gran dramatismo dentro de la emisión para exaltar el espíritu bélico en la población. Ejemplo de esto fue el momento en que la viuda del capitán Giacchino, único oficial muerto el 2 de abril, donó frente a cámaras el cuchillo y la insignia que había llevado su difunto marido al morir.
Algunos malvinenses, recuerdan con particular irritación esa transmisión que según dicen les sirvió más para profundizar su inquietud que para estimular su afecto por la Argentina.
A modo de los modernos teletónes, numerosos artistas argentinos animaron el programa con cantos y actuaciones mientras los conductores relataban las inmensas cantidades de donaciones que eran acercadas por personas y empresas al canal.
Aunque el programa duró 24 horas, las donaciones se siguieron recibiendo en diferentes puntos del país por el resto de la guerra.
Un artículo periodístico informó sobre el daño de la antena de la emisora de tevé en las islas
El día de la rendición, se habían recaudado 570 millones de pesos argentinos y 38 millones de dólares. Además, habría que contabilizar numerosas cantidades de alimentos, medicamentos, obras de arte, joyas e indumentaria cuyo valor hasta el presente no fue aclarado.
Con el fin de las hostilidades, el producto del Festival fue repartido entre las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa y el resto fue colocado en un fondo que sirvió para asistir a los ex combatientes y sus familiares. Oficialmente, se recaudaron unos 300 billones de pesos argentinos; 4 billones fueron a para la gobernación de las islas. Cada una de las tres fuerzas retiró 83,4 billones. El resto, es decir, 45,9 billones, se destinó a la asistencia de los veteranos y sus familiares en la posguerra.
Una parte de los bienes recaudados fue rapiñada por civiles y militares mas interesados en hacer negocios que en ganar guerras. Es así como parte de las donaciones fueron desviadas al mercado.
En su momento fue famosa la historia de un niño que luego de comprar un chocolate en una localidad patagónica tras la guerra, encontró dentro del envoltorio una carta dirigida a un soldado en Malvinas. Algunos se justificaron diciendo que no había modo de hacer llegar la carga de donaciones a las islas. Otros, solo se escudaron en la tradición argentina de sacar partido cada vez que se presenta la ocasión. Lo cierto es que los conscriptos se quedaron esperando las inmensas cantidades de comida que les prometían desde el continente, mientras hurgaban en las raciones siempre escasas e intentaban abrigarse a la espera de esas miles de bufandas que se tejían ante las cámaras de los canales del continente.
Vamos a un corte
A medida que la guerra fue ganando en intensidad, la propaganda argentina en Malvinas se hizo menos sutil. La pantalla de Canal 7 Puerto Argentino fue ganando en anuncios triunfalistas mientras los pobladores locales observaban como recrudecían los ataques contra las posiciones argentinas.Y en esas emisiones, comenzaron a aparecer advertencias de los militares acerca del uso de radios para pasar información al enemigo y sobre las consecuencias de asistir a infiltrados llegados desde la flota adversaria.
Las transmisiones del canal de Malvinas se interrumpieron poco antes de la rendición argentina
Para matizar, el conductor de LUT8 anunciaba enormes cantidades de aviones británicos abatidos, decenas de buques hundidos y averiados o pasaba revista de las poderosas defensas que protegerían a las islas de un desembarco.
John Smith es un malvinense que publicó tras la guerra su diario personal con sus vivencias del conflicto. El 7 de mayo apuntó en su diario que por la noche, luego de un ataque al aeropuerto de la capital, se emitió una película cómica tras el noticiero. "El noticiero, pienso, fue la mejor comedia", anotó ese día Smith.
Las transmisiones del canal de Malvinas se interrumpieron poco antes de la rendición argentina.
La antena de la estación fue dañada por un proyectil y, a causa de los bombardeos, en las horas de transmisión los malvinenses no pasaban la mayor parte del tiempo frente a la televisión sino refugiados en los sótanos de sus casas.
Eduardo Oderigo, el técnico de ATC, escapó de Malvinas en el último avión Hércules argentino que partió de las islas. Dejó abandonadas las instalaciones y el cartel de Canal 7, que hoy es exhibido en el Museo de Puerto Argentino.
Los malvinenses que habían comprado los televisores argentinos, quedaron debiendo 70 libras cada uno. Pero nadie les reclamó por la deuda.
Solo un cártel de recuerdo
Hoy, es casi imposible encontrar alguna de las viejas televisiones vendidas por los argentinos, salvo alguno de los ejemplares guardados en el museo local.El sistema de transmisión llevado por los argentinos resultó ser incompatible con el que luego trajeron los ingleses desde la metrópoli.
En el museo de las islas se exhibe el cartel que fuera colocado en la puerta del canal. Dicen que hubo que rescatarlo de un poblador que quiso conservarlo como trofeo de guerra.
Verónica Fowler recuerda que apenas pudieron reemplazar aquellos aparatos por ser incompatibles con las normas británicas, los pobladores locales los destruyeron. Algunos los destrozaron con hachas y otros les dispararon una y otra vez como si fueran los soldados argentinos a los que nunca se atrevieron a enfrentar.
Tanta saña podría explicarse con la necesidad de dejar atrás la prueba que ellos también se abandonaron a la tentación de sentarse a ver la televisión en sus casa como lo hacían la mayoría de los ciudadanos del mundo, aunque ello significara permitir que entrara en sus hogares algo que provenía los militares argentinos que tanto dijeron odiar.
lunes, 18 de enero de 2016
Relatos británicos de la guerra (1)
Hacerle té al enemigo; dormir en las trincheras; hacer nuevos amigos; enterrar a los viejos. 30 años después, testigos presenciales de la guerra de Malvinas mirar hacia atrás
The Telegraph
Como se le dijo a Nigel Farndale, Graham Bound y Nisha Lilia Diu 06 a.m. GMT 11 de marzo 2012
"Los argentinos estaban muy nerviosos acerca de las transmisiones '
David Pole-Evans, de 53 años, dirige una granja en la isla de Saunders, y durante la invasión ayudó a su difunto padre a transmitir inteligencia muy valiosa para las tropas británicas a través de la radio de onda cortaMi padre, Tony, estaba haciendo dos cosas que los argentinos no le habría gustado durante la guerra. Él estaba operando una radio de baja potencia de alta frecuencia, en nuestra granja en la isla de Saunders, para recopilar información de otras granjas, y luego fue pasarlo a su amigo Les Hamilton en Escocia, utilizando la radio de onda corta. Le ayudé con el conjunto de VHF. Tuvimos una antena interna para esto, y operamos a las afueras de la banda normal, por lo que los argentinos eran poco probable a recogernos. Sé que estaban muy nerviosos acerca de las transmisiones y estaban tratando de detenerlos, pero no creo que alguna vez recogidos mi padre y Les en onda corta, de lo contrario se habrían dado la vuelta recta.
Helicopterista birtánico Martin Elstow saluda a David Pole-Evans |
Papá dejó de ser radioaficionado después de la guerra, porque los argentinos causando estragos. Interrumpían constantemente las conversaciones, llamando a las islas como "Islas Malvinas".
lunes, 15 de diciembre de 2014
El lunfardo que confundía a los espías
Suboficial Auxiliar Alvaro PORTAL (con pasamontaña),el 1° de mayo mirando hacia el Aeropuerto de Puerto Argentino -BAM MALVINAS; atrás la estación de Estudios de la Ionosfera que operaban científicos británicos antes de la guerra, en ese lugar se instalo el lugar desde donde se transmitía por radio todo tipo de tráficos y se filtraban las comunicaciones, hoy sabemos que ellos no solo escuchaban si no que tenían decodificador para poder descifrar los mensajes
Ahora Alvaro PORTAL nos cuenta .......
- En la casa (estación de radio inglesa) había mucho material de repuestos e instrumental de laboratorio- todo propiedad de los Ingleses.
- La información que pasaban los POAs nuestros luego de ser filtrada por nosotros se pasaba vía radio y/o teléfono directo al Puesto de Comando y C.I.C ( cada detección de vuelo sospechoso o movimientos detectados, en ocasiones ruidos sin vista del objeto en sí)
- El tráiler con los lanzadores lo trajeron armado,NO LO ARMARON EN ESE LUGAR.
- De los soldados del EA (solo sé que eran Granaderos) y hablaban perfecto inglés y colaboraban con nosotros haciendo escucha en todas las estaciones.
Una de las comunicaciones interceptadas a los británicos se refería a que los “Argentinos hablan cosas que no entendemos – Chancha (C 130)- Pucará (Cordobés)- Pala (Helicópteros)- Frecuencias como Pan de Azúcar- Mogote- Observatorio – Gigante, todas repetidoras y sus emplazamientos .,,,mucho lunfardo
A demás los cifrados que transmitíamos como te conté con un sistema propio. Evidentemente estos muchachos piratas en todo momento nos estuvieron escuchando.
5º El tráfico que se cursaba a C.Paz no era normalmente operativo, si novedades de personal de todas la FFAA, a Comodoro requerimientos de relevos nada muy importante; siempre cifrado.
Las estaciones que nos hacían QSP desde los EEUU eran de argentinos radio aficionados residentes en ese País (demás está decir que ponían en juego su estación y su libertad)
Gracias
BIGUÁ
Fuente: Sapucay de Malvinas