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viernes, 6 de agosto de 2021

El tratamiento de heridos argentinos por parte de la sanidad militar británica

Guerra de Malvinas, tratamiento de combatientes heridos

DIN en action (original en francés)




Durante la guerra en las Malvinas, el personal médico con estatus militar del Reino Unido proporcionó asistencia médica significativa a los miembros heridos de las fuerzas enemigas, tratándolos en función de sus necesidades médicas y no del bando al que pertenecían. Estas medidas de conformidad con el DIH se implementaron gracias al entrenamiento del personal médico antes de entrar en combate y al hecho de que las unidades médicas estaban constantemente cerca del campo de batalla.
 Guerra de Malvinas, tratamiento de combatientes heridos

Este estudio de caso fue desarrollado por David Jordan y Sai Santosh Kolluru, estudiantes de Juris Doctor en Emory Law School, bajo la supervisión de Laurie Blank, profesora de Emory Law School.

 

A. PLANIFICACIÓN MÉDICA DURANTE LA CAMPAÑA de las MALVINAS

[Fuente: Thomas E. Broyles, A comparative analysis of the Medical support in the Combat Operations in the Falklands Campaign and The Grenada Expedition, 21 de septiembre de 1987, [traducción del CICR] disponible en: http://www.dtic.mil/ dtic /tr/fulltext/u2/a184721.pdf]
 

[…]

De acuerdo con la concepción británica de las operaciones médicas, enfermeras altamente capacitadas debían acompañar a cada unidad de combate, con el fin de brindar una atención de mejor calidad de la esperada en términos de capacidades en el terreno. […] Además, se han desplegado equipos quirúrgicos (integrado por un cirujano, un anestesista, un encargado de cuidados intensivos, cuatro personas en el quirófano, un encargado de transfusiones de sangre y un asistente). Este equipo estaba ubicado lo más cerca posible de la zona de combate. Estaba en constante movimiento, mientras la ambulancia recogía a los heridos en el campo y avanzaban las unidades de combate y los puestos de socorro.

Desde el principio, los planificadores de los equipos médicos británicos querían asegurarse de que la planificación médica se adaptara a las estrategias operativas y tácticas. Con el mismo objetivo, habían brindado una asistencia médica lo más cercana posible a las operaciones militares, mediante el despliegue de importantes recursos en materia de atención y esto en todos los niveles, a fin de garantizar servicios de reanimación y tratamiento efectivo. . Estos planificadores demostraron una gran flexibilidad, que quedó demostrada por su capacidad para adaptarse rápidamente y desarrollar "pronósticos calientes" a medida que avanzaba la campaña. Las fuerzas británicas esperaban que la movilidad de las unidades médicas se viera gravemente afectada por la naturaleza del terreno, pero los planificadores de los equipos médicos esperaban limitar las consecuencias de esta situación colocando sus unidades médicas en un puesto muy avanzado junto a las unidades de maniobra. Desde el inicio de la campaña, la continuidad de la atención había sido un elemento central de la planificación médica, aunque los británicos reconocieron que esta continuidad dependía de la disponibilidad de camillas y helicópteros para garantizar la evacuación de heridos [casvac]. Finalmente, su concepción de la asistencia médica tuvo en cuenta la importancia de asegurar el control de las unidades médicas para que esta asistencia siga siendo eficaz y óptima.
 

B. LA GUERRA DE LOS FALKINS: EXPERIENCIA DE CIRUGÍA DE GUERRA EN EL CAMPO


[Fuente: D. S. Jackson, C. G. Batty, J.MM. Ryan y WSG McGregor, The Falklands War: Army Field Surgical experience, 65 Annals of the College of Surgeons of England 281 (1983), disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/ pmc / articles / PMC2494365 / pdf / annrcse01521-0003.pdf]

Durante la reciente campaña de las Malvinas, cuatro equipos quirúrgicos militares se desplegaron sobre el terreno en ambas etapas de la guerra.

 

[…]


Ubicados al este de las Malvinas, los cuatro equipos militares actuaron como centros quirúrgicos de avanzada. Su presencia era necesaria por la forma en que se desarrollaban los combates y la dificultad del terreno. Las instalaciones médicas adicionales en la parte trasera podrían haber creado dificultades imposibles de evacuar a los heridos, debido al número limitado de helicópteros disponibles y porque su capacidad de carga era limitada. Además, muchos helicópteros no se pueden utilizar para vuelos nocturnos.

Los argentinos constituyeron una proporción significativa de los lesionados y es lamentable que no tengamos información sobre su suerte. La mayoría de ellos fueron trasladados a barcos hospitales  de SS Uganda.

Para todos nuestros heridos, el paso final fue el mismo: traslado al barco hospital SS Uganda. Estamos muy agradecidos con nuestros colegas de la Royal Navy por administrar este hospital flotante y por manejar de inmediato el exceso de víctimas cuando los centros de cirugía avanzada estaban abarrotados, especialmente en lo que respecta a los soldados que sufrieron quemaduras como resultado del ataque aéreo en Bluff Cove. . Sin este apoyo, los centros de avanzada se habrían desbordado y no habrían sido tan efectivos.

C. TRATAMIENTO Y HOSPITALIZACIÓN DE VÍCTIMAS DURANTE LA GUERRA DE Malvinas

[Fuente: Coronel Charles G. Batty, MBE L / RAMC, Cambios en el cuidado de los heridos de batalla: lecciones aprendidas de la campaña de las Malvinas, 164 Military Medicine 336 (1999), [traducción del CICR] disponible en: https: // academic .oup.com / milmed / article-pdf / 164/5/336/24221270 / milmed-164-5-336.pdf]

El 21 de mayo de 1982, un matadero y una planta procesadora de carne en desuso fueron ocupados [por las fuerzas británicas] en la bahía de Ajax, al sur de la bahía de San Carlos. […] Este lugar estaba a punto de ser transformado en un centro quirúrgico avanzado (ASC).

En el centro del edificio había dos habitaciones estrechas, sostenidas por vigas y provistas de rieles para colgar cadáveres de animales. Tras estudiar el edificio, resultó que estas salas eran las más seguras para instalar quirófanos […].

[…]

Las reservas de sangre (para transfusiones) se habían acumulado gracias a las donaciones de los soldados, casi una semana antes del desembarco. No fue posible brindar un servicio cruzado a bordo del barco, por lo que las bolsas de sangre se sellaron con el grupo sanguíneo del donante obtenido de su tarjeta de identificación y se almacenaron. Las donaciones de sangre así recolectadas fueron descargadas de la embarcación, en contenedores isotérmicos, antes de ser enterradas en el suelo para mantenerlas a una temperatura óptima. El reabastecimiento fue proporcionado por las fuerzas presentes en el lugar. Los prisioneros de guerra argentinos también donaron sangre para los heridos, utilizando el mismo método de identificación del tipo de sangre del donante, de modo que se pudieran proporcionar transfusiones si fuera necesario. Los argentinos heridos fueron tratados de la misma manera que nuestras propias tropas, de acuerdo con los Convenios de Ginebra.
 

D. UN MÉDICO MILITAR BRITÁNICO ATENDE A MUCHOS COMBATIENTES ARGENTINOS

[Fuente: Murió el hombre que salvó cientos de vidas argentinas e inglesas en la guerra de Malvinas, Infobae, 17 de enero de 2018, [traducción del CICR] disponible en: https://www.infobae.com/america/mundo/2018/01 / 17 / rick-jolly-murio-el-hombre-que-salvo-cientos-de-vidas-argentinas-e-inglesas-durante-la-guerra-de-malvinas /]


El Reino Unido y Argentina rindieron homenaje al Capitán Richard "Rick" Jolly, un cirujano de la Royal Navy, por salvar las vidas de cientos de combatientes de ambos bandos durante la Guerra de las Malvinas.


[…]

El Capitán Jolly trabajó en condiciones muy difíciles durante la guerra. Se vio obligado a establecer un hospital improvisado en el suelo, en una planta procesadora de carne de cordero abandonada, en Ajax Bay, donde dirigió numerosas operaciones para salvar la vida de cientos de combatientes argentinos y británicos. Apodó a la infraestructura "La máquina salvadora de vidas roja y verde" por el color de las boinas que usaban los miembros de las fuerzas navales y los paracaidistas que trataba.

En una entrevista televisiva en tiempo de guerra para ITN, el capitán barbudo dijo: "En la guerra siempre esperamos tener muy poco trabajo". Casi el 30% de los heridos recogidos del campo de batalla y trasladados al hospital para ser operados eran argentinos. El Capitán Jolly y su equipo médico los trataron igual que a los británicos heridos.

Además de su función como médico, el Capitán Jolly ha sido elogiado por su valentía en combate. Cuando un avión argentino bombardeó al HMS Ardent, abordó un heliocóptero que lo llevó a las heladas aguas de Grantham Sound Bay, donde acudió en auxilio de dos marineros heridos como consecuencia del hundimiento del barco.

"No había planeado ir a nadar", dijo, con la ironía que conoce. "Me zambullí en el agua pero no tenía fuerzas para llevarla. Estaba en estado crítico, tenía un corte en la cabeza y sangre por todas partes. Su condición era tan preocupante que ni siquiera estoy seguro de que se diera cuenta de que venían a salvarlo ".

[…]


En 1983 se convirtió en Oficial de la Orden del Imperio Británico, siguiendo sus logros durante la guerra de las Malvinas; en 1999, quienes habían sido sus enemigos le otorgaron la Orden de Mayo, el más alto honor en Argentina. La ceremonia se llevó a cabo en Buenos Aires, con la presencia del Príncipe Carlos y varios soldados de la Guerra de Malvinas que le debían la vida al Capitán Jolly.
 

E. CONMEMORACIÓN DE LA GUERRA DE MALVINAS: "CURAMOS MÁS ARGENTINOS QUE BRITÁNICOS"


[Fuente: BBC News, aniversario de las Malvinas: "Tratamos a más argentinos que británicos", mayo de 2012, disponible en: https://www.bbc.com/news/uk-17535607]


“Cuidamos casi el doble de argentinos que de británicos”, dijo Steven Hughes, entonces oficial médico del 2.º Batallón del Regimiento Británico de Paracaidistas.


“La ética médica de tratar al enemigo en el campo de batalla puede ser objeto de un debate interminable, pero según las Convenciones de Ginebra y los principios fundamentales de Hipócrates, cada individuo debe ser tratado de acuerdo con sus necesidades, y no de acuerdo con el bando por el que está luchando, ni al que está luchando ”, añadió.

"Una vez que comencé a tratar a los heridos de manera profesional y a tratar a los argentinos exactamente de la misma manera que trataba a las tropas en mi propio campamento, mis médicos comenzaron a hacer lo mismo".
 

Discusión


I. Calificación de la situación y ley aplicable


1. ¿Cómo describiría la situación entre Argentina y el Reino Unido en 1982? ¿Fue este un conflicto armado? ¿Cuál fue la ley aplicable en este caso específico? (CG I-IV, art. 2)

II. Tratamiento de los heridos del campo enemigo durante la Guerra de Malvinas

 
2. ¿Cuáles son las obligaciones que incumben a las partes en un conflicto armado con respecto a los heridos y enfermos? ¿Cuáles son los estándares de atención a los que tienen derecho estos heridos y enfermos? ¿El DIH prevé la evacuación de los heridos y enfermos del campo de batalla? (CG I, art. 12, 15; PA I, art. 10; DIHC, reglas 47, 87, 109, 110)

3. ¿En qué circunstancias se puede considerar "lesionada" a una persona en virtud del DIH? ¿Se debe hacer una distinción entre civiles y combatientes heridos? ¿Entre sus fuerzas y las del enemigo? ¿El DIH permite a las partes en un conflicto dar un trato prioritario a los soldados de su propio campamento? ¿Están prohibidas por el DIH las distinciones desfavorables relativas a la atención médica ofrecida a los heridos? ¿Cuál es el estado de los combatientes heridos que caen en poder del enemigo? (CG I, art. 12, 13, 14; PA I, art. 8)

4. (Documento B) ¿Tenían las fuerzas navales británicas la obligación legal de trasladar a los argentinos heridos a los barcos hospitales argentinos? (CG III, art. 109, 110)


III. Elementos que contribuyen al respeto del DIH


5. (Documento A) ¿Por qué el despliegue de médicos muy bien capacitados es una condición importante? ¿Qué papel puede desempeñar la formación médica y militar en la aplicación de las disposiciones relativas al tratamiento médico?

6. (Documentos A, B y C) En su opinión, ¿el hecho de que los equipos médicos estuvieran desplegados en las inmediaciones del campo de batalla facilitó el acceso a la atención médica para los combatientes de ambas partes en el conflicto?

7. (Documento D) ¿Por qué es tan importante, para actuar de acuerdo con el DIH, que ambos gobiernos rindan homenaje a un cirujano de guerra en una ceremonia oficial? ¿Pueden estos gestos diplomáticos fomentar el respeto por el DIH en conflictos futuros?

viernes, 27 de septiembre de 2019

Buque civil: SS Canberra

SS Canberra




SS Canberra era un transatlántico, que más tarde operaba en cruceros, en la flota de P&O desde 1961 hasta 1997. Fue construida en los astilleros Harland y Wolff en Belfast, Irlanda del Norte, a un costo de £ 17,000,000. El barco fue nombrado el 17 de marzo de 1958, después de la capital federal de Australia, Canberra. Fue lanzada el 16 de marzo de 1960, patrocinada por Dame Pattie Menzies, GBE, esposa del entonces Primer Ministro de Australia, Robert Menzies. Entró en servicio en mayo de 1961 y realizó su primer viaje a partir de junio. Ella apareció en la película de James Bond de 1971 Los diamantes son para siempre. En la guerra de las Malvinas de 1982, ella sirvió como un barco de tropas. En 1997, el cantante y compositor Gerard Kenny lanzó el single "Farewell Canberra", que fue especialmente compuesto para el último viaje.


Historia

Carrera temprana

P&O encargó a Canberra operar el servicio combinado de P & O-Orient Line entre el Reino Unido y Australia. La llegada del avión a reacción ya había provocado una caída en la demanda de este servicio; una reducción en la emigración a Australia y las guerras que forzaron el cierre del Canal de Suez hicieron que la ruta dejara de ser rentable. Sin embargo, una remodelación en 1974 vio a Canberra adaptada al crucero. Inusualmente, esta transición de una vida temprana como un transatlántico especialmente diseñado a una larga y exitosa carrera en cruceros, se produjo sin grandes alteraciones externas y solo con cambios mínimos internos y mecánicos a lo largo de los años. Una de sus salas públicas incluía una 'Cricketers Tavern', que contenía una colección de murciélagos y corbatas de clubes de cricket de todo el mundo; ella también tenía la sala de lectura / escritura William Fawcett, llamada así por el diseñador de motores de las primeras naves P&O.

Al igual que RMS Strathnaver y RMS Strathaird que reemplazó en la ruta Tilbury - Brisbane, Canberra tenía transmisión turboeléctrica. En lugar de acoplarse mecánicamente a sus ejes de hélice, las turbinas de vapor de Canberra conducían grandes alternadores eléctricos que proporcionaban corriente a los motores eléctricos que, a su vez, conducían las hélices gemelas de la embarcación. Eran las unidades turboeléctricas de vapor más poderosas jamás instaladas en un barco de pasajeros; a 42,500 hp (31,700 kW) por eje, superaron los 40,000 hp (30,000 kW) de SS Normandie en cada uno de sus cuatro ejes. Esto le daría una velocidad de aproximadamente 27,25 nudos (50,47 km / h). También tenía una hélice de proa para maniobrar en puerto y maniobras de atraque. También fue la primera aerolínea británica que utilizó corriente alterna como potencia. [1]

El desacoplamiento eléctrico del sistema de propulsión de un barco tiene varias ventajas operativas y económicas, y se convirtió en un elemento estándar del diseño de cruceros en la década de 1990, más de 30 años después de que Canberra entró en servicio. Sin embargo, los alternadores de motor diesel y turbina de gas son la principal fuente de energía para la mayoría de los buques modernos propulsados ​​eléctricamente. También tenía un arco bulboso, dos juegos de estabilizadores y dos embudos uno al lado del otro. Los botes salvavidas, que estaban hechos de fibra de vidrio, se colocaron tres cubiertas más bajas de lo habitual para los barcos de su tipo, y se hundieron en el casco para permitir una mejor vista desde las cubiertas de los pasajeros.



HMS Andrómeda y Canberra frente a Puerto Stanley, Islas Malvinas, justo después de la rendición de las fuerzas argentinas el 14 de junio de 1982

Guerra de las Malvinas

El 2 de abril de 1982, Argentina invadió las Islas Malvinas, que inició la Guerra de las Malvinas. En ese momento, Canberra estaba navegando en el Mediterráneo. Al día siguiente, su capitán Dennis Scott-Masson recibió un mensaje que le pedía su hora de llegada a Gibraltar, que no estaba en su itinerario. Cuando llamó a Gibraltar, se enteró de que el Ministerio de Defensa había solicitado a Canberra para su uso como transporte de tropas. Canberra navegó a Southampton, Hampshire, donde fue rápidamente reparada, navegando el 9 de abril hacia el Atlántico Sur. [2]

Apodada la Gran Ballena Blanca, Canberra demostró ser vital en el transporte de 3 Brigadas de Comando a las islas a más de 9,000 millas náuticas (17,000 km) desde el Reino Unido. [2] Canberra fue enviada al corazón del conflicto. [2]

Canberra atracó en San Carlos Water el 21 de mayo como parte de los desembarques de las fuerzas británicas para retomar las islas. [3] Aunque su tamaño y color blanco la convirtieron en un objetivo imperdible para la Fuerza Aérea Argentina, Canberra, si se hundiera, no se habría sumergido completamente en las aguas poco profundas de San Carlos. Sin embargo, el transatlántico no resultó gravemente afectado en los aterrizajes, ya que los pilotos argentinos tendían a atacar a las fragatas y destructores de la Royal Navy en lugar de a los barcos de suministro y las tropas. Después de la guerra, los pilotos argentinos afirmaron que les habían dicho que no golpearan a Canberra, ya que la confundieron con un barco hospital.


Una pintura del regreso de SS Canberra a Southampton desde las Malvinas

Canberra luego navegó a Georgia del Sur, donde 3,000 soldados fueron transferidos del Queen Elizabeth 2. Fueron desembarcados en San Carlos el 2 de junio. Cuando terminó la guerra, Canberra se usó como un cártel para repatriar a los soldados argentinos capturados, y los desembarcó en Puerto Madryn, antes de regresar a Southampton a una entusiasta bienvenida el 11 de julio. El capitán Scott-Masson, que había comenzado su aprendizaje en el buque de guerra Empire Deben de Shaw, Savill y Albion Line a finales de la década de 1940, recibió un CBE y se convirtió en ayudante de campo de Su Majestad la Reina. [2]

Últimos años

Después de una larga renovación, Canberra regresó al servicio civil como un crucero. Su papel en la Guerra de las Malvinas la hizo muy popular entre el público británico, y como resultado de ello, la venta de boletos después de su regreso fue elevada durante muchos años. Sin embargo, la edad y los altos costos de funcionamiento finalmente la alcanzaron, ya que tenía un consumo de combustible mucho mayor que la mayoría de los cruceros modernos. Aunque Premier Cruise Line había hecho una oferta por el viejo barco, P&O ya había decidido que no querían que Canberra operara bajo una bandera diferente. Un reemplazo para Canberra, el Star Princess construido en 1988 fue transferido a P&O Cruises y pasó a llamarse Arcadia.

Canberra se retiró del servicio de P&O en septiembre de 1997 y se vendió a desguaces de barcos para su desguace el 10 de octubre de 1997, y partió hacia el astillero de desguace de Gadani, Pakistán, el 31 de octubre de 1997. Su gran calado significó que no podía ser varada hasta la mayoría de los barcos. , y debido a su sólida construcción, el proceso de desguace tomó casi un año en lugar de los tres meses estimados, y se desechó totalmente a fines de 1998.

Wikipedia

lunes, 12 de agosto de 2019

Capitán del SS Canberra recuerda emocionado a los prisioneros argentinos

El mensaje del capitán inglés del Canberra a los veteranos argentinos: "Guardaré su recuerdo en mi corazón"

Martin Reed, capitán civil del buque inglés que transportó a los soldados argentinos tras la rendición, envió unas palabras para conmemorar el día en que los héroes de Malvinas volvieron al continente. El trasfondo del mensaje a través de su interlocutor, un veterano de guerra bilingüe
Por Milton Del Moral || Infobae






Una copia del mail que envió el capitán civil Martin Reed a Milton Rhys, un soldado argentino con el que charló a bordo del Canberra


Leslie Rhys era profesor de inglés. Durante seis años cursó en Michigan, Estados Unidos, un master en educación bilingüe. Era descendiente de colonos galeses e ingleses que se asentaron en la Patagonia, una región dotada por tribus nómades que no sabía, a mediados del siglo XIX, de población blanca o europea. A Leslie le gustaban los versos de John Milton, un poeta inglés. Milton se llama su hijo: un radio operador que combatió contra su linaje en la Guerra de Malvinas.

Tenía 20 años cuando acudió a las islas. Se presentó solo: hizo el servicio militar en el distrito militar de Chubut. Se entrenó como radio operador y terminó trabajando en la casa de gobierno de Puerto Argentino con el general Mario Benjamín Menéndez.

Sabía inglés: hacía traducciones y desempeñaba funciones como intérprete bilingüe de la radio. Eran varios traductores, pero el único proveniente de la colimba era él. A su formación intelectual, le imprimió arrojo, valentía. Su desfachatez y su educación lo posicionó en lugares de privilegio.

Cuando finalizó la guerra, se acercó a Martin Reed, capitán civil del Canberra, el buque que el 19 de junio de 1982 llevó a más de 4.100 soldados al muelle de Puerto Madryn.




 
Milton Rhys a la izquierda. Hugo Franco, con el fusil, era el chofer del general Menéndez. Néstor Roché, el que sacó la foto, era ayudante de cocina y maestro panadero. Eran los únicos soldados colimbas asignados a la casa de gobierno. “Los tres de la foto” es el nombre de un texto que escribió la esposa de Milton Rhys

El regreso de los soldados argentinos al continente significó un suceso casi existencial. Fue recordado como"el día en que Madryn se quedó sin pan" -un maravilloso texto de Federico Lorenz lo rememora- por la devoción de la comunidad por saciar el hambre de sus héroes derrotados.

Milton recordó la travesía que precedió esa bienvenida: "A medida que subíamos al Canberra, nos iban revisando y palpando, yo y todos los que sabíamos inglés íbamos ayudando a los compañeros de la fila a traducir lo que los soldados ingleses necesitaban que hiciéramos: abrir las camperas, los bolsos, no podíamos tener cuchillos. Me tocó ir al salón principal en el que había un piano atado con una cadena".

"El Canberra era un crucero de pasajeros y para el momento bastante de lujo. Yo no era el único que sabía inglés, pero en el salón sí era el único que se animaba a traducir y a participar de las charlas. Fui al frente. Estábamos muy complicados para ir al baño. Éramos como 400 que estábamos ahí tirados, espalda contra espalda. Había que organizarse para ir al baño, para que nos den la comida. Empecé a hacer traducciones y a conversar con los ingleses. Algunos de los custodios me preguntaron cómo sabía hablar inglés y les dije que venía de una colonia galesa en la Patagonia. Eso llegó a oídos del capitán civil Martin Reed".


 
Martin Reed, en primer plano, junto a su esposa Denise. Fue el capitán civil del Canberra, el buque inglés en el que volvieron al continente 4.100 soldados argentinos

"En un determinado momento me mandó a llamar, medio a escondidas. Me dijo que nos estábamos acercando a la zona de la costa y me pidió que me fijara si alcanzaba a reconocer a dónde íbamos porque a él no le habían dado esa información. Miré y vi que era una costa de acantilados bastante alta. 'Río Gallegos no me parece, Bahía Blanca seguro que no es. Lo más probable es que estemos en la Patagonia', le dije. Y justo ahí vi la zona del Golfo. Le comenté entonces que estábamos entrando a la boca sur del Golfo, en la zona de Península Valdés, 'así que seguramente estamos yendo a Puerto Madryn'", relató Rhys.

El soldado argentino olvidó esa charla con el capitán británico. La posguerra le impuso otras prioridades. Pero Martin Reed lo recordó siempre: "Años después me llegó el artículo de un diario de Inglaterra donde él me mencionaba como una de las personas con las que había interactuado. Y hace poco tiempo me llegó su contacto directo gracias al doctor Eduardo Gerding, quien fue médico cirujano argentino, veterano de guerra y fundador de la fundación Nottingham-Malvinas. A través de él me llegaron sus saludos y sé que se acuerda de mí. Cada tanto nos comunicamos…" .

A raíz de un nuevo 19 de junio y del reencuentro entre veteranos de Malvinas con la comunidad de Puerto Madryn, el capitán civil del Canberra, Martin Reed, el responsable de transportar a los soldados argentinos de vuelta a sus casas, envió su mensaje de gratitud a través del viejo amigo argentino con el que intercambió palabras en inglés un sábado de 1982.

Querido Milton:

Me honra enviarles un cálido abrazo a todos los veteranos de guerra argentinos y a sus familias en este día.

El doctor Mayner, nuestro cirujano de abordo en 1982, quien asistió a muchos heridos de ambos bandos, se une en expresar nuestra profunda satisfacción por que hayan retornado a casa a salvo después del conflicto.

Nunca me olvidaré de los cálidos deseos de tantos de ustedes cuando desembarcaron del Canberra el 19 de julio de 1982 y guardaré su recuerdo en mi corazón.

Les deseo lo mejor para su reunión en Puerto Madryn.

Capitán Martin Reed RD

jueves, 8 de junio de 2017

Cartas de soldado británico describe la vida post-rendición

Malvinas: la experiencia de un soldado británico, a través de las cartas que le envió a su familia
Las misivas permiten ver la mirada que tenían de los "argies", la guerra y las islas
Infobae




Steve Cocks, de 18 años, fue embarcado en el Queen Elizabeth 2, conocido como QE2 durante la guerra, y se convirtió, desde los primeros días, en un profuso escritor de cartas a su familia. Su madre las guardó celosamente y se las devolvió en 2008. Por medio de sus palabras se puede reconstruir su experiencia, sus penas, sufrimientos, pero contados en un tono liviano, para no preocupar a sus padres. Pertenecía al Cuerpo de Efectivos del Ejército Real, y le tocó avanzar en el extremo este del Monte Tumbledown la última noche de combate.

Era entonces un joven comunicativo, y en su ir y venir de cartas al Reino Unido, demuestra la fluidez de la comunicación con las familias de los soldados británicos. Tuvo tiempo de pedir a su madre que le envíe libros para leer en sus ratos libres. Su función era trasladar pertrechos, comida y provisiones, mientras las tropas se movían por las islas.

En la primera de esas cartas, fechada el 12 de Mayo de 1982, Steve relató -asombrado- cómo el Queen Elizabeth 2 se transformó de un crucero de lujo a un buque de transporte de tropas que llevó al Atlántico Sur más de tres mil soldados y 650 voluntarios. Steve, como otros, esperaba volver a su tierra en dos semanas. Todo al principio parecía ser un ejercicio militar.

12 de Mayo de 1982



Querida mamá, papá y Dave
Estoy bien, escribo mi primera carta a bordo del QE2. Abordamos muy temprano, mirados por una pequeña muchedumbre de parientes y una enorme acumulación de fotógrafos y equipos de película. El QE2 ha cambiado de un barco de lujo a un buque de tropas para unos 3.000 soldados. Atrás tienen las vitrinas con vajilla, los lujosos salones fueron reemplazados por filas y filas de camas de campo. Sin embargo, todavía hay muchas cosas buenas. La comida es fantástica. Está cocinando la tripulación, no los chefs del Ejército, y como resultado, nos alimentamos muy bien.
En realidad, nos permiten galones de leche para beber para el desayuno. Los camareros aclaran que hay que mantener los comedores limpios cada hora de la comida, y esto no puede ser fácil cuando hay 3.000 tropas a bordo. Donde quiera que vayas hay soldados, ametralladoras, rifles, sub-ametralladoras, armas antitanques, morteros, armas antiaéreas y pilas y montones de tiendas que se derraman sobre las cubiertas en todas direcciones. Junto con los Guardias Galés y Gurkhas hay artillería, tripulaciones antiaéreas de espolones y personal de cada cuerpo y brazos de apoyo en el Ejército.
La tripulación es fantástica, son alegres, serviciales y bastante dispuestos a entablar conversación. Los compadezco porque ​​trabajaban con pasajeros bastante dóciles, ricos y bien educados. ¡Ahora tienen que lidiar con nosotros!
Hasta ahora no hemos hecho más que sentarnos alrededor y explorar el barco. Es enorme, con una piscina, una lavandería, cine y tiendas. Una cosa graciosa que escuché fue un comentario de la tripulación, todo el Ejército puede acceder a la cerveza y el chocolate y los precios son muy baratos, es precio de coste. Nos sorprende lo mucho que nos cobraron en las tiendas en tierra.
La moral es muy alta y todo el mundo está teniendo un gran tiempo escribiendo mensajes en las sábanas y colgándolas por los lados del buque. El aburrimiento es la única cosa fatal con la que tenemos que tener cuidado. Como ya he mencionado anteriormente no hay prácticamente ningún espacio adicional para hacer entrenamiento de armas y ejercicio, pero eso no me preocupa. El único problema es que no tengo ningún sello postal, así que ¿podrían enviarme 2 ó 3, por favor? Les reembolsaré, por supuesto. Bueno, un montón de amor a toda la familia. Escribiré como sea posible y espero volver en 2 semanas.
Steve


El soldado siguió escribiendo cartas, muchas, y recibiendo noticias de su familia, siempre en un tono que no genere preocupaciones, naturalizando lo que veía, sin demostrar que estaba sufriendo, pero siempre diciendo cuánto los amaba y cuánto deseaba volver a casa. Algunas son breves, como para mantener el contacto, y otras, en momento de ocio, son largas y llenas de detalles de lo que hacía y experimentaba en Malvinas. Escribió otra el 19 de mayo, aún embarcado, breve, en la que sólo comentó que por razones de seguridad no podía decir dónde estaba el buque.

La carta del 21 de Mayo muestra un Steve mucho más concientizado de la guerra.

Papa y Mama. Les escribí a los dos ayer, así que no tengo mucho que decir. No nos vamos a quedar en la Isla Ascensión. Todo lo que estamos haciendo es ir a su alrededor en círculos cargando los suministros. Esta noche iremos al sur pero probablemente sabrán esto por las noticias de todos modos. Cuando nos unamos al Grupo de Tareas, probablemente desocuparemos el QE2 y embarcaremos navíos de la Marina para minimizar las posibilidades de que toda la brigada sea expulsada del agua. Como resultado, las cosas probablemente serán mucho más seguras.
Somos primordialmente una fuerza de reserva para respaldar a los marines, pero de nuevo podemos ser requeridos para actuar. Una vez más, se rumorea que hay otra brigada bajo entrenamiento y creemos que formaran una guarnición.
Tal como está, tenemos pocas posibilidades de expulsar a los "argies" de las islas a través de operaciones puramente militares en un futuro previsible. Necesitamos superar en número a los enemigos 3 a 1 para ganar en una cierta victoria. Nos hacen creer, que nos superan en número de 2 a 1. Sin embargo, eso no es tan malo porque la mayoría de las tropas son nuevos reclutas incorporados en febrero. Utilizan las mismas armas de infantería que nosotros, y apreciamos plenamente su capacidad de fuego. Pero el entrenamiento de las tropas es inexperto.


Volvió a escribir en junio, ya concluida la guerra.

Después de una semana en Bluff Cove atacamos y tomamos Tumbledown. Esa noche fue el momento más aterrador de mi vida, por lo menos 3 veces puedo ahora decir que hemos sido bombardeados.

Después de la batalla apilamos a los muertos y después de eso fuimos llevados de vuelta a Fitzroy, pasamos 4 días en un galpón de ovejas. Ahora estoy en el Sir Edmund que es un ferry de la British Rail North Sea.

Steve pasó cuatro o cinco días a bordo del ferry y luego fue trasladado al frigorífico donde estaban los prisioneros argentinos una vez terminada la guerra. El joven soldado, muy observador, hizo una clasificación de los prisioneros según su grado de comunicación con las tropas británicas.



Queridos Papá y mama, mediados de junio.
Actualmente estamos cuidando alrededor de 500 "argies" en una antigua planta de refrigeración. Es muy extraño ver a los seres humanos trabajar mientras usted está parado allí con un rifle cargado. No son un mal grupo. Tenemos 4 grupos distintos, los oficiales de rango superior, es decir, generales, etc, se mantienen bajo llave casi todo el tiempo, por su propia seguridad. El segundo grupo son los oficiales de menor rango, estos son comandantes de pelotón y compañía. No son muy amigables porque perdieron la guerra. Celebran la misa cada mañana. Todo lo que se oye es Santa María bla bla, Santa María bla bla. El tercer grupo son todas las tropas regulares y suboficiales de las compañías. Estos son bastante reservados, pero a veces se complacen en pequeñas cantidades de conversación. El cuarto grupo son los conscriptos. Estos son los más populares entre nosotros. Son hombres casi alegres, serviciales y obedientes. Si les dices que hagan algo, lo hacen de inmediato. Constituyen alrededor del 75% de presos y todos parecen estar muy contentos con ser prisioneros.
En cuanto a volver a casa se refiere, el último rumor, que es muy potente, parece sugerir de mediados de julio a finales de agosto. Así que parece que voy a pasar mi decimonoveno cumpleaños aquí.
Con Amor, Steven

Las últimas cartas son de fines de julio. Steve aún estaba en Malvinas. Estaba aburrido, llenando y vaciando un galpón para ocupar el tiempo. Todavía no sabía cuándo iba a regresar a su país.

Pienso en ti, mamá, en Inglaterra y es sólo ahora que me doy cuenta de lo maravillosa manera en que vivimos.

El Queen Elizabeth 2, de la Compañía Cunard Line, regresó al Reino Unido y fue recibido en Southampton por la Reina Isabel y la Reina Madre, a bordo del yate Real Britannia, su capitán, Peter Jackson, hizo llegar este mensaje a la reina: "El Queen Elizabeth 2 de Cunard se enorgullece de haber estado al servicio de las Fuerzas de Su Majestad".

Steve Cocks volvió a casa los primeros días de agosto de 1982. Buena parte de sus cartas, podrían ser de un soldado argentino, joven y sorprendido por la guerra. Solo fueron publicadas en su blog Steve's Biking Blog The Falklands, y su testimonio forma parte del libro Return of Tumbledown, de Mike Seear, jefe del batallón de rifleros gurkas durante la Guerra de Malvinas.

Una de las últimas cartas de Steve deja entrever sus sentimientos sobre las islas y la guerra. Muchos jóvenes británicos participaron de ella, incluso algunos de 17 años. En el Reino Unido, por aquellos años, quien no estudiaba ni trabajaba era alistado, a veces como aprendices desde los 11 años. Tras la Guerra de Malvinas, nunca más fueron enviados al frente de ocupación o de combate los menores de 18 años.

Bueno, esto es algo que nunca quiero hacer de nuevo y, sin duda, hay algunas experiencias que no quiero volver a vivir. Las Malvinas son húmedas, frías y muy poco atractivas. Por qué los argies estaban dispuestos a perder miles de hombres, me supera. Ah, ahora oigo el helicóptero. Escribiré más tarde.
Mucho amor (lo digo en serio)
Steven

viernes, 19 de diciembre de 2014

Chinook y el ARA Bahía Paraíso

El Bahía Paraíso en Puerto Argentino

Fondeado en la Bahia de Puerto Argentino,el ARA BAHIA PARAISO... el Chinook CH-47 H-91 de la Fuerza Aérea Argentina con rumbo a la BAM MALVINAS en el Aeropuerto de la capital.....Si observan tiene la puerta y la rampa abierta, quiere decir que esta artillado con las 12,7 mm. Se distingue bien la marca amarilla de helicóptero propio.



Sapucay de Malvinas

viernes, 3 de enero de 2014

ARA: Los buques hospitales argentinos

Los buques hospitales argentinos

Los buques hospitales durante el conflicto de Malvinas: Seis buques hospitales actuaron durante el conflicto de Malvinas, cuatro británicos y dos argentinos. La finalidad de los buques hospitales fue estrictamente humanitaria en cumplimiento de las normas de la Convención de Ginebra del 12 de agosto de 1949, creada para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las Fuerzas Armadas en campaña y en el mar. De esta forma, socorrieron a los heridos, a los enfermos y a los náufragos, asistiéndolos y trasladándolos a un lugar seguro y adecuado para su recuperación. Para que puedan haber llevado a cabo su labor, en los Convenios Internacionales existentes al comenzar el conflicto, se previó que dichos buques bajo ningún concepto, podrían ser atacados, ni capturados, y que siempre serían respetados y protegidos. El respeto y la protección de los buques hospitales por todos los contrincantes dependieron de cuatro condiciones: 1- Comunicar a la parte adversa de las características del buque (notificación).Nombre del buque, dimensiones, nombre del comandante o capitán de la nave , etc. 2- Tomar las medidas necesarias para que pueda ser identificado( identificación y señalamiento ). Todos los hospitales tuvieron la totalidad de su casco pintado color blanco, con grandes cruces rojas en sus bandas y en sus frentes. Durante la noche navegaban totalmente iluminados, en particular sus cruces rojas. 3- No entorpecer ni colaborar por ningún motivo con los combatientes de cualquier bando. 4- Estar sometidos al derecho de control por parte de los adversarios o de la Cruz Roja Internacional. De hecho, las autoridades de ambos bandos lo ejercieron, permaneciendo además, a bordo de cada buque y a lo largo del conflicto, un veedor de nacionalidad suiza, perteneciente a la Cruz Roja Internacional. A estos fines, los buques de la Armada Argentina, Rompehielos ARA "Almirante Irízar" y Transporte Polar ARA "Bahía Paraíso" fueron adaptados en los Talleres y Arsenales de la Base Naval de Puerto Belgrano en poco menos de cinco días de trabajos corridos. Las numerosas dificultades que se presentaron para dotar a buques diseñados como logísticos antárticos, de todas las capacidades de hospitales flotantes, fueron eficientemente superadas gracias a la imaginación, voluntad y esfuerzo de las dotaciones del buque y de los talleres generales de la base naval y al conocimiento e iniciativa de los profesionales médicos del Hospital Naval de Puerto Belgrano. Fueron refaccionados todos los interiores y convertidos en modernas unidades hospitalarias con una capacidad para cientos de camas, interconexiones directas desde las Salas de Recepción y Clasificación de Heridos con las demás dependencias; dotados de helipuerto y hangar para helicópteros; quirófanos equipados totalmente; laboratorio de análisis clínicos y hemoterapia; salas de rayos y de yesos; terapia intensiva, consultorio odontológico; sala de quemado; servicio de agua potable ilimitado; ventilación y calefacción en todos sus locales, frigoríficas, lavaderos, cocinas, etc. Junto con la tarea de reacondicionamiento de los buques, se organizó en cada uno, el Departamento de Sanidad en Combate, con cobertura especifica en cirugía, traumatología, bioquímica y farmacia, cirugía maxilofacial, clínica medica, quemados, cardiología, oftalmología, odontología, anestesia, etc. Un tercer buque hospital fue adaptado a partir del Buque Oceanográfico ARA “Puerto Deseado”, (Q-8) perteneciente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONICET) y operado por la Armada como parte del Servicio de Hidrografía Naval, quien hasta ese momento se había desempeñado como parte de la Operación “León I”, llevada a cabo en conjunto con otros buques de la Armada a efectos de efectuar el Control del Tránsito Marítimo en la desembocadura del Río de la Plata. Finalizada la transformación del Deseado, con su casco color Blanco, las Cruces Rojas en sus bandas y sesenta camas disponibles, la precipitación de los hechos del 14 de Junio y la lentitud de su reconocimiento como buque hospital en la ONU, impidieron que concluyera su traslado al TOAS. El “Deseado” tiene 2400 Tns de desplazamiento, 78 metros de largo y 15,8 de ancho. El Buque Hospital ARA “Bahía Paraíso”, fue el primero en zarpar hacia el TOAS; Mientras se realizaban los trabajos de transformación en la Base Naval de Puerto Belgrano, el 27 Abril se dispuso que iniciara su viaje sin haberlas finalizado. Ya modificado quedó con una capacidad de 328 camas; helipuerto y hangar para dos helicópteros (un Puma del Ejército y un Allouette III de la Armada), dos lanchas sanitarias; cuatro quirófanos; un laboratorio de análisis clínicos y hemoterapia; dos salas de rayos, una de yesos; una terapia intensiva con capacidad para diez camas; un consultorio odontológico; una sala de quemados con capacidad para 20 internado; etc. En total se le embarcaron como dotación sanitaria 85 profesionales y técnicos, contándose entre ellos 17 médicos, 4 odontólogos, 2 bioquímicos, dos voluntarios ( un traumatólogo y un laboratorista), 73 Enfermeros y el apoyo de un capellán naval Se desempeño como Director del Hospital Flotante el Capitán de Fragata Médico Juan Antonio López, secundado por el Capitán de Corbeta Medico Pascual Pellicari. El 3 de junio estuvo listo a zarpar como buque hospital, el Rompehielos ARA "Almirante Irizar”, realizándose su transformación a partir del 1ro. de Junio en menos de 48 horas, quedando dotado de 260 camas de internación, dos salas de terapia intensiva, dos quirófanos, un quirófano maxilofacial, una sala de terapia Intermedia, dos salas de terapia general, Laboratorio Bioquímico, Sala de Radiología, Sala de Yesos, Laboratorio de Hemoterapia, Sala de Tratamientos Hipebáricos, Sala de Quemados, Helipuerto y Hangar para dos helicópteros (dos SH-3 Sea King de la Armada) y cuatro lanchas sanitarias. Al Irizar se le embarcaron, como dotación del hospital, 40 profesionales y técnicos de la salud, entre los que se contaba con 14 médicos, dos Odontólogos, dos bioquímicos, un sacerdote y veintiún enfermeros. Sobre la última semana del conflicto embarcaron por helicóptero desde Comodoro Rivadavia, siete civiles voluntarias instrumentistas quirúrgicos femeninos del Ejército, destinados inicialmente al Hospital Militar de Malvinas, las que, por los avatares del conflicto, permanecieron aportando sus conocimientos y esfuerzos en los quirófanos del Irizar. Se desempeño como Director del Hospital Flotante, el Capitán de Corbeta Medico Roberto Sosa Amaya, secundado por el Capitán de Corbeta Médico Roberto Olmedo. El esfuerzo sanitario total llevado adelante por la Armada entre los dos buques hospitales queda explicitado por las 588 camas para internados, los 144 profesionales y técnicos de la salud embarcados, entre ellos 31 médicos, 6 odontólogos, 4 bioquímicos, 7 instrumentistas, 94 enfermeros y el apoyo de dos sacerdotes capellanes navales. A esto debe sumarse la capacidad de los hospitales permanentes de las Bases Navales y Aeronavales de Ushuaia, Puerto Belgrano, Comandante Espora, Punta Indio, Rio Santiago y Buenos Aires.

ARA Irizar

Buque Almirante Irizar y el Yehuin en Puerto Argentino. (Foto Eduardo Rotondo).
Rompehielos ARA Almirante Irizar
Buque Hospital ARA “Bahía Paraíso”

Créditos de las imágenes a quien corresponda.