Mostrando entradas con la etiqueta IAI Dagger. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta IAI Dagger. Mostrar todas las entradas

sábado, 12 de octubre de 2024

¿Por qué no explotaron las bombas? (7/8)

Malvinas 35 años: ¿por qué no estallaron las bombas?

Parte 1 || Parte 2 || Parte 3 || Parte 4 || Parte 5 || Parte 6 || Parte 7 || Parte 8


 



por Guilherme Poggio

Hace 35 años, argentinos y británicos se enfrentaron en las gélidas aguas del Atlántico Sur para disputarse la posesión de las Islas Malvinas (Falklands, como las llaman los británicos). Fue durante este conflicto que la Fuerza Aérea Argentina (FAA – Fuerza Aérea Argentina) entró en combate por primera vez contra un enemigo externo. El bautismo de fuego tuvo lugar el 1 de mayo de 1982. El blog Air Power publica por partes un artículo exclusivo sobre los vectores, armas y tácticas utilizadas por la FAA para atacar y destruir los barcos de la Task Force británica. Para leer las partes anteriores haga clic en los enlaces a continuación.


Parte 1 - Introducción
Parte 2 - Vectores y armamentos
Parte 3 - Tácticas
Parte 4 - Espoletas
Parte 5 - El primer ataque
Parte 6 - 'Callejón de las bombas'

Día de la Patria

El 25 de mayo (aniversario de la independencia argentina) dos barcos británicos fueron detectados cerca de la Isla Borbón (Isla Pebble), en la entrada norte del Estrecho de San Carlos. En la tarde del mismo día, seis aviones A-4B Skyhawk con base en Río Gallegos, divididos en dos escuadrillas (Zeus y Vulcano), fueron asignados para atacar los dos objetivos. Por problemas técnicos, un avión de cada escuadrón abortó la misión.

Volando diferentes rutas, el Escuadrón Vulcan llegó primero al lugar y partió en la fragata HMS Broadsword (Tipo 22). Según la versión británica, la proximidad de un avión al otro acabó confundiendo el sistema de misiles GWS-25 Seawolf de la fragata y tuvo que ser reiniciado. Aprovechando la caída del sistema, los pilotos argentinos lanzaron impunemente sus bombas MK-17, pero ninguna explotó. Uno de ellos rebotó en el mar y dañó la cubierta de popa del barco, arrancando el morro del helicóptero Lynx que allí se encontraba atracado.


En la imagen de arriba, tomada desde el HMS Broadsword el 25 de mayo, dos A-4 se acercan a la fragata británica para lanzar sus bombas. La aeronave de la izquierda de la foto está atribuida al Capitán Carballo (A-4 matrícula C-225) y la aeronave de la derecha al Teniente Rinke (A-4 matrícula C-214). Estos aviones estaban armados con bombas MK-17.
FOTO: Departamento de Defensa del Reino Unido

Una de las bombas lanzadas por los A-4 impactó en la cubierta de popa del HMS Broadsword y dañó el helicóptero que se encontraba en cubierta. FOTO: Departamento de Defensa del Reino Unido

Poco después llegaron al mismo lugar los dos A-4B del Escuadrón Zeus (el Teniente Velazco en el C-212 y el Alférez Barrionuevo en el C-207). Sorprendentemente, estos aviones estaban armados con tres bombas BR-250 cada uno (a diferencia de los MK-17 que utilizaban anteriormente). Todas las bombas fueron lanzadas sobre el destructor HMS Coventry (Tipo 42). Al menos dos de ellos impactaron contra el barco y permanecieron allí. Al cabo de unos segundos se produjo una explosión (algunos mencionan dos explosiones). Veinte minutos después el barco zozobró (la historia del hundimiento del HMS Coventry fue contada en un post en el blog de Poder Naval – para ver el post haga clic aquí ).


 
Las imágenes de arriba muestran las dos configuraciones de ataque naval típicas empleadas por la FAA durante la Guerra de las Malvinas para aviones A-4B/C. Hasta el 25 de mayo, la mayoría de los ataques se llevaron a cabo utilizando la configuración con una sola bomba de 1.000 libras (imagen de la derecha). A partir de ese día, la configuración con tres BR-250 (imagen de la izquierda) se hizo más común.

Es justo decir que una combinación de factores permitió que el ataque al destructor Coventry fuera un éxito para la FAA. El ángulo entre la trayectoria de la bomba y el eje del barco era de aproximadamente 40º, considerado ideal por los creadores del ataque. Esta situación no fue consecuencia de una maniobra intencionada de la aeronave, sino de un cambio inesperado en el rumbo del barco. Este cambio sorprendió al comandante del Broadsword , que no pudo disparar sus misiles Seawolf a los aviones atacantes tras tener que reiniciar el sistema.

 
La ilustración de arriba representa el ataque al destructor HMS Conventry. En la escena representada, los dos A-4B que atacaron el barco aparecen muy cerca de él cuando detonaron las bombas. En realidad, la detonación se produjo sólo 12 segundos después del lanzamiento. De esta forma, los aviones ya deberían estar bastante alejados del barco. IMAGEN: FAA


Golpeado por bombas de 250 kg con espoletas de retardo, lanzadas por aviones A-4B, el HMS Coventry zozobró en unos veinte minutos. FOTO: Departamento de Defensa del Reino Unido

El hecho de que los aviones del Escuadrilla Zeus llevaran tres bombas cada uno también aumentó la probabilidad de un impacto. De las nueve bombas lanzadas, al menos dos impactaron en Coventry . Esto da una proporción de 0,2. Si hubiera tres bombas (una por avión como es el caso del MK-17) esta proporción no se alcanzaría.


El caso es que, independientemente de los motivos, la fama del BR-250 se extendió por toda la FAA y los prejuicios contra él (principalmente entre los pilotos del A-4B) desaparecieron. A partir de ese momento, los escuadrones de ataque comenzaron a utilizar principalmente bombas Expal (con diferentes tipos de espoletas modificadas) contra los barcos de la flota.

Invencible

A fines de mayo, la aviación naval argentina sólo contaba con un misil AM-39 Exocet. Se tomó la decisión de emplearlo contra un objetivo de alto valor. Se trataba del portaaviones HMS Invincible. Para mejorar el efecto del ataque, la FAA se unió a la misión y proporcionó cuatro A-4C, cada uno armado con tres bombas detenidas por paracaídas Expal.

La misión estaba prevista para el 29 de mayo, pero problemas con el repostaje en vuelo del KC-130 acabaron por posponer la operación hasta el día siguiente. Según fuentes argentinas, de los cuatro A-4C que participaron, dos fueron derribados poco antes de llegar al portaaviones y los otros dos lanzaron sus bombas sobre el objetivo. En la versión británica, los pilotos argentinos atacaron la fragata HMS Avenger (Tipo 21) y las bombas cayeron al agua.

La última gran oportunidad para que la aviación de la FAA atacara objetivos navales durante la Guerra de las Malvinas ocurrió el 8 de junio. Información del destacamento argentino en Puerto Argentino informó la presencia de barcos británicos cerca de la localidad de Fitz Roy, dos de los cuales eran de gran tamaño y otros más pequeños.

A-4B C-266 armado con tres bombas BR-250 en el hangar central siendo repostado por un KC-130. En realidad, esta foto fue tomada el 8 de junio, ya que es posible ver un segundo KC-130 repostando combustible a otro A-4 al fondo. FOTO: FAA

Desde Río Gallegos se lanzó una oleada compuesta por dos escuadrillas (“Dogo” y “Mastín”) de A-4B. Todos los aviones estaban armados con bombas Expal BR-250. Los aviones identificaron dos barcos de apoyo de la RFA. Los tres A-4 del Escuadrilla “Dogo” atacaron al RFA Sir Galahad. Tres bombas explotaron en el interior y otras tres rebotaron en el agua y explotaron en la orilla. El avión que ocupaba la posición número 2 del escuadrón no pudo lanzar sus bombas.

  A-4B C-221 armado con tres bombas españolas BRP-250 con cola frenada por paracaídas. Este avión, con la misma configuración de armamento que en la foto, atacó al barco RFA Sir Gallahad el pasado 8 de junio. FOTO: FAA

Poco después, los dos A-4 de la escuadra Mastín, al ver al RFA Sir Gallahad envuelto en humo, se dirigieron hacia el RFA Sir Tristan . Ambos arrojaron todas sus bombas al barco. Al menos uno pasó sin explotar. El barco estaba fuera de servicio. Aunque fue remolcado de regreso a Gran Bretaña no pudo ser recuperado. El Sir Gallahad quedó completamente destruido y hundido intencionalmente.


El barco de apoyo RFA Sir Galahad fue duramente castigado por la aviación de la FAA el 8 de junio. Los daños que sufrió imposibilitaron cualquier tipo de recuperación. FOTO: Departamento de Defensa del Reino Unido

También como parte de la primera oleada, se lanzaron tres Daggers (“Escuadrilla Perro”) desde Río Grande, cada una armada con dos bombas Expal BRP-250 frenadas por paracaídas (además de tanques subalares de 1.700 litros). Estos aviones se dirigieron a la región de Bahía Agradable. Existen controversias sobre el barco y su ubicación real al comparar información argentina y británica. Finalmente, este ataque inmovilizó la fragata HMS Plymouth (Tipo 12).

 
Dos M-5 Daggers (posiblemente en San Julián) se están preparando para otra salida. En la aeronave de la derecha de la foto se puede distinguir una de las dos bombas españolas BRP-250 frenadas por paracaídas. También son evidentes los tres depósitos de combustible externos de 1.300 litros.
FOTO: FAA

Los ataques de la segunda oleada (escuadrillas “Mazo” y “Martillo”), que también utilizaron bombas BR-250, resultaron ineficaces debido a la presencia de patrullas Sea Harrier en la zona. Sin embargo, una lancha de desembarco se hundió cuando las bombas fueron lanzadas por un A-4, aunque no hay confirmación de que las bombas explotaran.


lunes, 30 de septiembre de 2024

El Grupo 6 de Caza en el Sur

 Tras la Operación Rosario, el jefe del Grupo 6 de Caza, comodoro Tomás Rodríguez, ordenó a su unidad la formación de dos escuadrones aeromóviles compuestos por seis aviones cada uno para su despliegue al sur.
El oficial al mando del Grupo Técnico 6, comodoro Pedro Martínez, dispuso la formación de dos escuadrones técnicos para apoyar a las sendas unidades aéreas. El 3 de abril, la superioridad ordenó al Grupo 6 enviar un escuadrón a Río Gallegos y el otro a Comodoro Rivadavia, donde se subordinarían al Comando de la Fuerza Aérea Sur.
Algunos pilotos expertos en el avión Dagger permanecieron en Tandil entrenando nuevos aviadores con el objetivo de formar un tercer escuadrón para apoyar las operaciones en el sur o bien para apoyar un despliegue en la frontera con Chile.
El II Escuadrón, bajo el mando del mayor Carlos Napoleón Martínez, tenía previsto desplegar en la Base Aérea Militar Río Gallegos pero finalmente lo hizo en la Base Aeronaval Almirante Quijada de Río Grande —En Río Gallegos ya habían desplegado dos escuadrones de A-4B Skyhawk del Grupo 5 de Caza—. Tras aterrizar en Río Grande, los pilotos observaron avutardas en la pista. El nombre de la unidad estaba listo: «I Escuadrón Aeromóvil “Las Avutardas Salvajes”», por la similitud guardada por estas aves con el jet Dagger configurado con el peso máximo. Con este nombre la unidad se unió al Sector de Defensa Aérea Río Grande.
El II Escuadrón Aeromóvil Dagger, comandado por el mayor Juan Carlos Sapolski, inicialmente se estableció en el aeropuerto de Comodoro Rivadavia, pero después cambió al aeropuerto de Puerto San Julián, más cercano a las Malvinas.
En este aeródromo funcionaba la Base Aérea Militar San Julián, que apoya al Grupo 4 de Caza.
Los escuadrones aeromóviles cumplimentaron misiones de ataque contra buques británicos, escolta y patrulla. Los aviones Dagger cargaban bombas en las misiones de ataque, y misiles Shafrir en las misiones de escolta y de patrulla. Los Escuadrones cumplieron sirvieron entre el 1 de mayo y el 13 de junio de 1982 cumpliendo 145 misiones de combate y perdiendo 11 aviones y cinco aviadores.



domingo, 25 de agosto de 2024

¿Por qué no estallaron las bombas? (2/8)

Malvinas 35 años: ¿por qué no estallaron las bombas?

Parte 1 || Parte 2 || Parte 3 || Parte 4 || Parte 5 || Parte 6 || Parte 7 || Parte 8


Guilherme Poggio || Poder Aereo




 

 

por Guilherme Poggio

Hace 35 años, argentinos y británicos se enfrentaron en las gélidas aguas del Atlántico Sur para disputarse la posesión de las Islas Malvinas (Falklands, como las llaman los británicos). Fue durante este conflicto que la Fuerza Aérea Argentina (FAA – Fuerza Aérea Argentina) entró en combate por primera vez contra un enemigo externo. El bautismo de fuego tuvo lugar el 1 de mayo de 1982. El blog Air Power publica por partes un artículo exclusivo sobre los vectores, armas y tácticas utilizadas por la FAA para atacar y destruir los barcos de la Task Force británica. Para leer las partes anteriores haga clic en los enlaces a continuación.


Parte 1 – Introducción
Parte 2 – Vectores y armamentos

Ante el desafío que se presentaba (enfrentarse a una de las armadas mejor equipadas y preparadas del mundo), las opciones de la FAA no eran muchas. Los vectores más adecuados para la misión fueron el IAI Dagger, una versión israelí del Mirage 5, y el McDonnell Douglas A-4B/C Skyhawk. Estos últimos eran muy similares al modelo A-4Q de la Aviación Naval Argentina, utilizado también en ataques navales contra los británicos.
Dagger M-5 C-401 estacionado en Río Grande configurado para misión de ataque donde se pueden distinguir dos bombas españolas BR-250 en el hangar central (“Nafgan”) y dos tanques de 1700 litros (configuración “Hotel”). Este avión fue utilizado en la misión del 8 de junio. El ataque finalmente dañó la fragata HMS Plymouth. FOTO: Museo de Aviación Naval

La cuestión de los armamentos era más delicada. El único dispositivo guiado disponible era el misil aire-tierra Martín Pescador. Este misil, aún no plenamente operativo en aquel momento, fue probado en abril de 1982 por la FAA utilizando como vector un avión IA-58 Pucará. Dependiendo del tipo de guía (por radio) y de la distancia de disparo, el avión estaba demasiado expuesto al fuego antiaéreo. Por estos motivos, se abandonó la posibilidad de utilizar este artefacto en la guerra.


A falta de armas guiadas, la FAA evaluó el uso de armas de caída libre. La FAA tenía básicamente cuatro tipos de bombas de caída libre de uso general para uso en combate. Las primeras fueron bombas de 454 kg (1000 lb) de origen británico. Los argentinos llamaron a estas bombas MK-17. Aunque eran exactamente iguales a las bombas utilizadas por los británicos, estos últimos utilizaron la nomenclatura MK 13/15 para las suyas. Se trataba de bombas de alta resistencia que podían tener una cola lisa o con freno de paracaídas. Las bombas MK-17 habían sido adquiridas por los argentinos 12 años antes del conflicto como parte del paquete de armas para los bombarderos English Electric Canberra B.62/T.64.


Bomba MK-17 de origen británico junto a un bombardero FAA Canberra. Estas bombas fueron adquiridas junto con el bombardero 12 años antes del conflicto de 1982. FOTO: FAA

Más nuevas que las bombas MK-17 fueron las bombas españolas producidas por Expal (Explosivos Alaveses SA). Se trataba de bombas de baja resistencia basadas en la serie norteamericana MK 80. Había dos modelos: uno que pesaba 250 kg y otro que pesaba 125 kg. Los primeros podrían emplear una cola lisa o una cola con freno de paracaídas. Los de 125 kg sólo tienen la cola lisa. Fueron adquiridos en 1978 ante la amenaza de un conflicto fronterizo con Chile. Hay información de que bombas españolas de alta resistencia de 500 kg también formaban parte del inventario de la FAA en 1982.

 
El A-4B con matrícula C-235 de la FAA ya se encontraba en las etapas finales del conflicto. En primer plano, tres bombas españolas de cola lisa BP-250 dispuestas en un único grupo. Fueron cargados en el pilón central, debajo del fuselaje (estación 3). FOTO: FAA

La tercera opción eran las bombas BR-BK de baja resistencia y 125 kg de fabricación brasileña. Estos fueron producidos por la Fábrica de Armamento de la ciudad argentina de Córdoba. Estas bombas fueron asignadas únicamente al IA-58 Pucará que operaba desde las Islas Malvinas (y en consecuencia no participaban en operaciones aeronaval). Las razones que llevaron a los argentinos a no utilizar esta bomba en ataques navales se discutirán más adelante.

Otra opción que fue evaluada, pero no utilizada en el conflicto, fue la bomba israelí IMI Mod. 4 de 130 kg, adquirida junto con la IAI Dagger unos años antes del conflicto (los detalles sobre este caso también se discutirán más adelante).




Un par de bombas israelíes IMI Mod. 4 de 130 kg instaladas en un caza M-5 Dagger. No se encontraron registros del uso de esta arma durante el conflicto de 1982. FOTO: FAA

Hay informes de que la FAA también poseía, en el momento del conflicto, unas bombas AN-M65A1 de 1.000 libras de origen norteamericano que venían con los bombarderos Avro Llincoln. En declaraciones a “The History Channel”, el brigadier Sergio Mayor (V Brigada Aérea – A-4B) informó que en Malvinas se utilizaron bombas AN-M65A1. Sin embargo, no existen otros documentos que confirmen esta versión y es posible que el general confundiera las bombas norteamericanas con las bombas MK-17.

Otra posibilidad poco convencional sería el uso de bombas incendiarias contra la flota británica. Según informó el entonces vicecomodoro (teniente coronel) Arturo Pereyra, a cargo del Departamento de Operaciones de la FAS (Fuerza Aérea Sur –activada para coordinar recursos en misiones de combate), no fueron utilizados por “razones humanitarias”.


La opción de utilizar bombas incendiarias contra barcos de la Royal Navy fue descartada por “razones humanitarias”. Sin embargo, varias bombas de Napalm fueron enviadas a los aeródromos de Malvinas donde operaba el IA Pucará en acciones netamente terrestres. FOTO: archivo

También se evaluó el uso de torpedos aerotransportados. Argentina contaba con algunas unidades del antiguo torpedo norteamericano Mk 13, utilizado por el PBY Catalina. Poco después del inicio del conflicto, tomó forma un programa de pruebas de torpedos, utilizando un IA Pucará modificado como vector. El último ensayo estaba previsto para el 14 de junio, pero con el fin de las hostilidades el programa fue suspendido.



Un Pucará modificado para pruebas de vuelo armado con un torpedo norteamericano Mk-13 en el hangar central. Los ensayos se llevaron a cabo poco antes del final del conflicto. FOTO: FAA

Por último, cabe señalar que la FAA probó bombas de caída libre de 454 kg de origen francés y bombas de racimo de origen soviético. Ambos fueron enviados por la Fuerza Aérea del Perú. Sin embargo, no se conocen ataques reales que empleen estos artefactos.

La siguiente tabla, creada exclusivamente para este artículo, resume las bombas de uso general de la FAA disponibles en el momento del conflicto.



Bombas disponibles en el inventario de la FAA en 1982 para su uso contra barcos de la Royal Navy




miércoles, 3 de mayo de 2023

El plan contingente de la Fuerza Aérea Argentina frente a la Opción 13 de la RAF

El gran secreto de Malvinas: el plan de Argentina para destruir bombarderos ingleses si atacaban el continente

En 1982 la Royal Air Force tenía entre sus planes bombardear con aviones Avro Vulcan las bases argentinas en Comodoro Rivadavia, San Julián, Río Gallegos y Río Grande. Recién en 2022 se conoció que la Fuerza Aérea Argentina diseñó la Operación Pampero para contrarrestar la temida amenaza. Los detalles de un operativo top secret que se guardó durante 40 años

Por Mariano Sciaroni
Infobae



Avión Avro Vulcan B.2 utilizado por la Real Fuerza Aérea para cumplir operaciones en el Atlántico Sur. Esta aeronave, matrícula XM597, cumplió misiones sobre Malvinas con misiles antirradar Shrike norteamericanos

Existen documentos desclasificados de la guerra de Malvinas que cuentan como la Royal Air Force británica planeó bombardear con aviones Avro Vulcan bases aéreas argentinas. Los blancos elegidos: Comodoro Rivadavia, San Julián, Río Gallegos y Río Grande. Pero recién 40 años más tarde se reveló uno de los secretos mejor guardados del conflicto armado: los planes que ideó la Fuerza Aérea Argentina para contrarrestar esta temida amenaza.

Los británicos habían considerado el escenario que llevaría la guerra al continente: el ataque a bases argentinas (ver el excelente artículo de Alejandro Amendolara “Opción 13″: el plan secreto de los ingleses para bombardear Buenos Aires durante la guerra de Malvinas en Infobae), pero la decisión política de no escalar el conflicto, en base a la posición de Estados Unidos al respecto y el temor que se activara el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca) poniendo a toda Latinoamérica contra Gran Bretaña, hizo que esos planes se dejaran de lado.

Sin embargo, para mediados de mayo, con las grandes pérdidas de la Royal Navy y sin avances significativos en tierra, la Fuerza Aérea Británica decidió reactivar el plan de ataque. La aviación inglesa ya había ejecutado varias de las misiones de bombardeo de largo alcance “Black Buck” (Ciervo Negro), por lo que las preguntas iniciales acerca de “largas travesías aéreas sobre el mar con múltiples reabastecimientos en vuelo” habían sido contestadas. Podía hacerse.

Hay aquí que aclarar que el planeamiento no es siempre la antesala de la ejecución. Los militares muchas veces planean operaciones o misiones para la eventualidad de necesitarlo, lo que estará sujeto a la propia dinámica de la guerra y orientada por los fines políticos que la desencadenaron.

El documento secreto del ministerio de Defensa británico con el plan de las operaciones para los aviones Vulcano,, elegidos para bombardear Buenos Aires y otros blancos del continente

En ese orden de cosas, es más que interesante el memo preparado en el seno de la Royal Air Force el 25 de mayo de 1982, que da cuenta que el ataque a los aeródromos del sur continental era posible y que se justificaba porque “reduciría la efectividad de las fuerzas aéreas argentinas en atacar nuestras unidades marítimas y la efectividad del apoyo terrestre y logístico para las fuerzas argentinas en las Malvinas. Asimismo, esos ataques en las bases continentales tendrían impacto en la opinión pública y oficial argentina, así como serían un visible indicador de la determinación permanente del gobierno de Su Majestad”.

El ataque sería llevado a cabo con los cuatrimotores Avro Vulcan que despegarían desde la Isla Ascensión, y requerirían el apoyo de hasta once aviones reabastecedores Handley Page Victor. Lo cierto es que la carga de bombas a llevar (por la distancia) debería ser reducida, no más de 7 bombas de 1.000 libras (el avión podía cargar 21) de caída libre o solamente 3 bombas guiadas por láser (máxima cantidad de estas bombas que admitía este avión). Las bombas guiadas necesitarían, además, un equipo en tierra que las apunte.

Se volaría a gran altura (también, para ahorrar combustible) y solo en la etapa final del ataque se reduciría la altitud, aún cuando a no menos de 8.000 pies (2.438 metros), ya que las bases argentinas (se conocía) contaban con defensas de artillería antiaérea.

Un Mirage III despega desde una base área. En este caso, lleva misiles MATRA Magic

Las misiones, se consideraba, podrían destruir las pistas y las instalaciones militares cercanas, por lo cual era un riesgo aceptable para correr: un único bombardeo podría destruir varios aviones y equipos y, con ello, aligerar en mucho la presión sobre la Marina Real. Esos ataques serían realmente al límite de las capacidades británicas y, vale decir, requerirían de tripulaciones altamente entrenadas y motivadas.

Si bien todo este planeamiento era, obviamente, secreto, la Fuerza Aérea Argentina no desconocía las capacidades británicas de atacar con bombarderos el continente. Conocían a la perfección el avión Vulcan y su alcance (la Argentina había estado interesada en adquirirlo antes de la guerra, algo que fue finalmente vetado por Gran Bretaña), así como había experimentado sus bombas sobre la pista de Puerto Argentino.

Con la amenaza del continente bombardeado, nació la Operación Pampero el 20 de mayo de 1982 en Merlo (Provincia de Buenos Aires), en el seno del Comando de Defensa Aérea. El plan tenía como claro propósito “detectar, interceptar y destruir material aéreo de bombardeo, reabastecimiento y/o reconocimiento británico en su ruta hacia o desde territorio continental”. Recién en el año 2022 vio la luz, permaneciendo secreta en los archivos hasta hoy.

El Learjet matrícula LV-0AS de la firma Ledesma (enmarcado en el Escuadrón Fénix), que fue el avión que se pensó se desplegaría hacia Mar del Plata para dar apoyo a los Mirage y Dagger

La operación tenía dos fases.

La primera de ellas implicaba desplegar a la Base Aérea Militar (BAM) Mar del Plata dos aviones Mirage III, armados con cañones y un misil Matra 530, dos aviones Dagger armados con cañones y misiles Shafrir y un avión Learjet de apoyo (con matrícula LV-OAS y de la firma Ledesma S.A.A.I.)

Los Mirage III, franceses y los Dagger, una copia israelí del Mirage V, eran de las únicas aeronaves en el inventario militar argentino con posibilidades ciertas de atacar a un bombardero ágil y veloz como el Vulcan.

La segunda fase era la de ejecución. Una vez detectado un despegue de la Isla Ascensión (desde donde operaban los aviones de la Royal Air Force que podían llegar al continente), los aviones argentinos saldrían y se dirigirían a un punto de interceptación prefijado (Puntos A, B y C, según cual fuera el objetivo previsto), para esperar a los enemigos y derribarlos.

Carta aeronáutica que señala el rumbo que debían tomar los aviones para llegar a los puntos de interceptación A, B y C, donde se encontrarían con los bombarderos que quisieran atacar las bases argentinas en el sur del país

La parte más difícil era detectar un despegue de estos aviones y, los documentos de la Operación Pampero solo mencionan que esa información sería dada por una “fuente confidencial”. La Isla Ascensión está, realmente, en medio de la nada y no había casi ojos curiosos que pudieran reportar esa información.

Los únicos ojos que podrían reportarlo eran los de los marinos soviéticos del Zaporozhye, un buque espía de 4.500 toneladas de desplazamiento, de la clase “Primorye” (Proyecto 394B) que llevaba a 160 hombres a cargo del Capitán de Primera Clase P. Zyryanov. Este buque se encontraba desde el 29 de abril frente al aeródromo de la isla.

Sea o no fuera esta la “fuente confidencial”, los documentos indican que la misma proporcionaría específicamente la hora de despegue y el rumbo al cual se dirigían los bombarderos británicos, con lo cual podría inferirse a que base se atacaría.

La interceptación y ataque se haría en medio del océano (entre 500 y 770 kilómetros mar adentro) y, llegado el caso que no se pudiera interceptar a los bombarderos antes de atacar las bases, se procuraría hacerlo en su viaje de regreso.

Ficha del bombardero Avro Vulcan, según el anexo de Inteligencia de la Operación Pampero

Hay que tener en cuenta que iba a ser necesario por lo menos un mínimo de luz solar para poder identificar a las CHINCHES (nombre clave que se deba a los aviones enemigos), en tanto se requería identificación visual para poder disparar (solo los Mirage III poseían radar, los demás aviones solo podían detectar otros aviones a través de la visión de sus tripulantes).

Los indicativos y claves asignados requieren un párrafo aparte. La escuadrilla de interceptación serían los HALCON y el LearJet de apoyo sería LIBRA. Los aviones enemigos serían, como se dijo, las CHINCHE, con diversos colores según el tipo de avión (Vulcan: CHINCHE AZUL, Nimrod: CHINCHE ROJA, etc). Para el caso que se destruyera alguna CHINCHE, se anunciaría que se fue AL BOMBO, si el combustible estaba al mínimo se señalaría que estaba DESINFLADO, la meteorología podría estar DULCE o ACIDA, según buena o mala, entre otros. Y si el enemigo lograba escabullirse, pasando a los interceptores, solo se anunciaría PASARON.

Un avión Dagger despegando durante el conflicto por Malvinas

Pero los británicos, finalmente, nunca pusieron en marcha el plan de bombardear las bases continentales, ni los argentinos desplegaron a los aviones interceptores a la BAM Mar del Plata.

Sin embargo, el día 29 de mayo a las 6:00 hs, se emitió una alerta amarilla por despegue de dos aviones bombarderos Vulcan, con rumbo sur, lo que habría ocurrido a las 3:00 hs desde la Isla Ascensión.

Esta información pudo bien haber provenido del buque de inteligencia Zaporozhye, que seguía en las cercanías de dicha isla en ese momento. Lo cierto es que los datos llegaron al CAE (Comando Aéreo Estratégico) desde Estados Unidos vía el brigadier Peña, quien alertó específicamente que los enemigos llevaban misiles anti-radar. En este caso, la inteligencia militar parece haber alertado de la misión “Black Buck 4″, que consistía en un ataque contra radares emplazados en Malvinas, por parte de un Avro Vulcan, ataque que fue abortado por no poder el avión reabastecer en vuelo.

No había, en ese momento, aviones desplegados en Mar del Plata, pero se pusieron en alerta a los interceptores Mirage argentinos en las bases del sur, por si se acercaban al continente.

La isla Ascensión desde el buque espía soviético Zaporozhye. Son visibles claramente las instalaciones militares del aeropuerto

En la planificación también se consideró defender Buenos Aires y sus alrededores de ataques aéreos británicos, por lo que había en alerta (desde el 19 de abril) dos Mirage III en la Base Mariano Moreno y dos Dagger en Tandil, complementados con aviones IA-58 Pucará en La Plata y aviones MS-760 Paris en Mar del Plata.

¿Qué podría haber sucedido si los británicos intentaban bombardear las bases continentales? Nunca lo sabremos, pero es interesante conocer que la Fuerza Aérea Argentina había previsto ese escenario y planeado como contrarrestarlo.

Quizá hubiera todo terminado con el mensaje de un piloto de Mirage de CHINCHE AZUL AL BOMBO. O un grito de guerra de los aviadores en los combates aéreos de la guerra de Malvinas: “¡No hay quien pueda!”.


sábado, 1 de abril de 2023

Soldado británico devuelve restos del Dagger de Volponi

Un soldado británico devuelve a la Argentina restos de un avión derribado en la Guerra de Malvinas

La aeronave era piloteada por el teniente Héctor Volpini. Un sargento inglés conservó las piezas y las donó a un museo cordobés.



Casi 40 años después de caer en la Guerra de Malvinas, la cabina del avión Dagger de la Fuerza Aérea Argentina que piloteó el teniente Héctor Ricardo Volponi -muerto en combate el 23 de mayo de 1982- iniciará su regreso a la Argentina por la gestión de un soldado británico que recuperó los restos de la aeronave durante una misión en 1988 y ahora formalizó su donación.
Las piezas recuperadas viajarán en correo diplomático la próxima semana desde Londres, según confirmó a Télam el embajador argentino en el Reino Unido, Javier Figueroa, encargado de recibir la donación del soldado David Richardson para que tengan como destino final el Museo Nacional de Malvinas de Oliva, en la provincia de Córdoba.
"Es un gesto que acerca y no divide, a diferencia de otros trofeos de guerra que están en el mercado. Inclusive algunos que son objeto de una acción judicial, como es el caso del director del Museo de Malvinas y veterano de guerra, Edgardo Esteban, cuyas fotos y documentos fueron puestas a la venta en Londres. Richardson está haciendo totalmente lo contrario al acercar los restos y devolverlos", explicó.



El embajador contó que le extendió una invitación al soldado británico para agradecerle y acordaron reunirse cuando visite Londres, ya que el militar vive fuera de la ciudad.
El avión de Volponi, un Mirage V-Dagger.3, fue derribado sin eyección en la Bahía Horseshoe por un Harrier Sidewinder AIM-9L, comandada por el teniente británico Martin Hale.
La aeronave cayó en el oeste de Bahía Elefante, unos tres kilómetros al norte del establecimiento ubicado en la isla Borbón.



En 1998, durante una misión a Malvinas, Richardson, un oficial del Ejército británico con el rango de cabo del Batallón de Infantería Ligera (Light Infantry, en inglés) identificó los restos del avión argentino y decidió recuperarlos y preservarlos con la intención de devolverlos nuevamente a la Argentina.
"En 1998, la unidad de mi Batallón, conocido como 1er Batallón de Infantería Ligera, fue destinada a las Malvinas/Falkland", relató en diálogo con Télam el soldado británico, quien siempre se refirió a las islas como Malvinas/Falkland o viceversa.
*El teniente Héctor Ricardo Volponi murió tras ser derribado durante un combate.*
Richardson continuó su relato: "Mientras estaba allí, realicé una patrulla que comenzó en la Bahía Fox y se detuvo en varios lugares, culminando en la Isla Pebble. Este lugar era de particular interés para mí porque, siendo un niño de 12 años, seguí de cerca la guerra del 82 y había leído mucho sobre la batalla".



"Cuando mi tropa llegó a la Isla Pebble le pregunté a un isleño si había algo que pudiera llevar a ver a mis soldados mientras estábamos allí", prosiguió. Y recordó que el hombre le "señaló en el mapa un par de lugares donde se estrellaron aviones argentinos que habían sido derribados por Harriers en la isla, así como un monumento a un barco británico perdido por las fuerzas enemigas".
"Llevé a mi tropa y localicé esos lugares", dijo el soldado británico quien, mientras buscaba en uno de esos emplazamientos, encontró dos partes de los restos que, al juntarlos, le permitió identificar el número de serie del avión que estaba inscripto en la parte inferior de la cabina, todavía con su pintura de camuflaje original.
"Así que, con el paso de los años, el desarrollo de Internet y el perfeccionamiento de las computadoras, comencé mi investigación", manifestó y sostuvo que pensó que "sería una buena idea investigar el avión y tratar de averiguar lo que pudiera sobre el vuelo de esta aeronave en particular".
Recordó que no tardó mucho en encontrar detalles sobre el tipo de avión, quién lo piloteaba y quién fue el piloto del Harrier británico que lo derribó.
"Durante muchos años cuidé las piezas y con frecuencia me preguntaba si algún día podría llevarlas a la Argentina", indicó y expresó que "en septiembre de 2021 busqué en Internet y logré encontrar y enviar un mensaje a Gabriel Fioni, que formaba parte del Museo Malvinas en Oliva".



Richardson dijo que se alegró al saber que Fioni tenía contacto con la familia del teniente Volponi y que le asegurara que si las piezas eran donadas al Museo serían expuestas correctamente y se contaría la historia de la valentía de su piloto.
"Envié los restos a Londres y su viaje de vuelta a Argentina ha comenzado", expresó el soldado, que se retiró del Ejército británico en 2003 con el rango de sargento.
"Me complace devolver a su país las piezas del avión del teniente Volponi que recuperé durante mi visita a las islas Malvinas/Falkland en 1998. Espero que mi donación al Museo de las Malvinas en Oliva llegue a salvo y se exhiba correctamente para mostrar el valor de sus aviadores durante el conflicto del '82. He leído y visto muchos documentales sobre el conflicto y lo que queda muy claro desde el principio es la valentía de los pilotos de su país", escribió el soldado británico en una carta dirigida al embajador Figueroa.
En la misiva, Richardson destacó, además, el trabajo de Fioni, titular de la Fundación Museo Malvinas de Oliva, con quien se comunicó para informarle sobre la donación, y el de los hermanos Robert y Nick Tozer, este último por ser miembro fundador del South Atlantic Council de Londres y porque participa en investigaciones académicas en el Reino Unido, Buenos Aires y las Islas Malvinas para el Instituto Di Tella.
Fioni, también en diálogo con Télam, confirmó que el soldado británico conservó muy bien los restos del avión y dijo que lo contactó a través de la red social Facebook, ya que quería realizar la entrega.
Según Fioni, Richardson estaba muy preocupado sobre todo por la forma en que se iban a preservar y custodiar los restos del avión en el Museo.
"Me comentó que estaba de acuerdo con el procedimiento que realizaríamos y me aseguró que él respetaba mucho a los soldados argentinos por su valentía y amor por su patria", resaltó.
Un gesto que acerca y no divide

sábado, 23 de julio de 2022

Simon Riley fotografía el ataque de los Daggers



Las fotos de Simon Riley



IAI NESHER/DAGGER del 1er. Escuadrón Aeromóvil "Las Avutardas Salvajes" de la VI Brigada Aérea, fotografiado saliendo de su ataque a la fragata HMS Plymouth con bombas de 1.000 libras (453.5 kilogramos), y escapando al fuego enemigo en el Estrecho de San Carlos, frente a Puerto Darwin, el 8 de Junio de 1982..
El ataque fue llevado a cabo por dos secciones de aviones IAI Dagger conformadas por tres aviones cada una armados con dos bombas de 1.000 libras.
Si bien las bombas no explotaron, el ataque sirvió para dejarla a la fragata fuera de servicio.
Las imágenes del Dagger fue tomada por el radio operador Simon Riley, quien fue a la guerra teniendo 20 años de edad a bordo del mencionado buque inglés, y que después de concluida la contienda, escribe y publica el libro "Simon's A Poof's Name: Falklands War 1982 - Spike Riley" donde publicó estas fotos y relata sus vivencias en la guerra.



lunes, 20 de diciembre de 2021

Inteligencia: La caída del Canberra chileno en 1984

El día que la aviación argentina derribó en secreto un avión chileno





La caída del Camberra de la FACh "342" sucedió el día 25 de Mayo de 1984.
Lo sucedido con ése Canberra de reconocimiento es uno de los temas más oscuros de los últimos tiempos.
Se sabe que la FACh realizaba varios vuelos en la zona de Tierra del Fuego y Santa Cruz ingresando a nuestro espacio aéreo sin ningún inconveniente. Aparentemente consideraron que ése día por ser fiesta nacional, el escuadrón Mirage estaría más relajado en Gallegos y todo parece indicar que el Camberra se adentró más de la cuenta. Al ser detectado por el radar de Gallegos, se ordenó el despegue de dos Mirage.
A partir de ése momento pocos saben qué sucedió en realidad.
Los PR.Mk9 disponían de un avanzado sistema de alerta radar, estimandose que los pilotos chilenos al ser detectados por Gallegos y sabiendo que había Mirage cerca, decidieron regresar hacia Chile haciendo un escape en vuelo rasante para evitar que los Mirage pudieran detectarlo. Todo indica que durante ése escape a máxima potencia colisionaron con un cerro o la ladera de un cerro. Convengamos que los pilotos de la FACh tenían muy poca experiencia en éste tipo de aeronave y que no tenían mucho entrenamiento para volar a muy baja altitud entre montañas ya que el punto fuerte del Camberra era su buen techo operativo.
Que ambos tripulantes hayan perdido la vida indica que el orígen de la pérdida del avión fue algo súbito e imprevisto que no les dió tiempo a iniciar la secuencia de eyección. Es por ello que se descarta un posible derribo por parte de nuestros Mirage.
Y sí que hicimos algo. Los Mirage despegaron. Esa fue la respuesta y causa del derribo
Algun jefe de la Fuerza Aérea Argentina comentó que en ambos días Argentina entró en combate contra Chile y para evitar CONSTERNACIÓN a nivel nacional en AMBOS PAISES se decidió mantener estos echos en el mas absoluto SECRETO pues las reacciones políticas y populares podrían empujar a ambos paises a una guerra

martes, 24 de agosto de 2021

Carlos Moreno, piloto de Mirage V Dagger y su experiencia

Anatomía de un piloto de combate

Fuente




Según Aristóteles, el valiente es quien ha logrado un término medio entre la temeridad y la cobardía. Ese era Carlos Moreno, prudente y acometedor al mismo tiempo. El piloto de Mirage V Dagger, que emprendió su último vuelo el 12 de noviembre del 2019, realizó seis misiones en la guerra de Malvinas. En una de ellas, puso fuera de combate al destructor Antrim. El “Talo” no tenía ambages en tocar temas que para muchos son tabú.
- Cuando vas al combate ¿qué prima, la serenidad o la adrenalina?
- Están las dos. Tenés mucha adrenalina, pero necesitás sangre fría para no equivocarte en todas las maniobras.
- Durante la misión, ¿pensás en la muerte?
- No la tenés prevista en tu cabeza. Hay muchas cosas que hacer, como para distraerte con la muerte. Ni con la familia, ni con los hijos, ni con nada.
- Pero la adrenalina bombea…
- Si, desde ya… Bombea más fuerte cuando te dicen:“tenés una misión”. Ahí empezás a planificar, vas al avión, hacés un montón de tareas y el miedo va bajando. Miedo siempre hay, pero durante el vuelo disminuye.
- Y a la vuelta ¿te relajás, sentís que volvés a vivir, porque al despegar no sabías si volvías?
- En realidad, no pensás que no vas a volver. Pensar eso disminuye las reacciones a lo que uno tiene que hacer. Al contrario, estoy seguro de volver, de que yo voy a arrollar al otro y el otro no me va a hacer nada. Esa es la agresividad que debe tener un piloto de combate.
-¿El que piensa en la muerte se debilita y no va a combatir bien?
- Es así.
- De hecho, hubo pilotos que salieron con miedo y se volvieron antes de tiempo, o tiraron las bombas al mar…
- Ha pasado. Todos tenemos miedo, pero hubo pilotos que no lo superaron. Gente que, como vos decís, tiraba las bombas al mar, o sostenía que le fallaba el avión y eran fallas imaginarias. Y hubo un caso en que un tipo – no era piloto de combate - se pegó un tiro en la mano para no salir. En todos los conflictos bélicos ocurre esto. En la Segunda Guerra Mundial hubo muchos soldados que se tiraban un tiro en la pierna para no ir al combate.
-En Malvinas también hubo…
-Ah, ¿sí? Depende de la cantidad de miedo.
-¿Hay una cantidad manejable de miedo y otra inmanejable?
-Yo creo que sí. El valor consiste en ser el único en saber que estás asustado. Es decir, yo tengo miedo, pero no lo puedo demostrar. Sobre todo, cuando soy líder de escuadrilla, voy delante de los pibes, de los jóvenes. Si demuestro miedo, aflojaría al resto.
-Y hay algo así como: yo tengo miedo, pero más miedo tengo de que piensen que soy un cobarde…
-Claro. Es así la cosa. Hubo casos de gente que aflojó totalmente.Yo hice un análisis al respecto, cuando estuve en la Escuela Superior de Guerra. La franja de pilotos que no superó el miedo, estaba entre los capitanes, que son los líderes de escuadrilla. No hay casos de tenientes que hayan arrugado y no quisieran volar.
- Con la edad crece el miedo…
-Hay varios factores. El teniente es soltero. El capitán normalmente es casado y con hijos. Tiene otras cosas en qué pensar. El capitán va adelante y es responsable de los numerales, los tenientes. Es el tipo que tiene que guiar la misión. El pibe que va atrás, le forma al capitán y piensa: este va al frente, yo lo sigo. Pero el capitán no tiene a nadie adelante. Sin embargo, los ocho o diez tipos a quienes se les caían las bombas y fallaban, fueron la excepción. La mayoría anduvo bien.
- ¿La edad es un factor, porque con ella uno toma conciencia de su mortalidad?
-Sí, cuando más grande sos… Sin embargo, para que no te supere el miedo, el factor fundamental es el amor a la Patria. Saber que lo estás haciendo porque esas islas son tuyas y las tenés que defender. Además yo juré, de cadete, hacerlo hasta perder la vida. Te preparan mental y físicamente para eso. Quien no lo siente así, afloja. Y el otro factor fundamental es el adiestramiento. Si estás bien adiestrado, - y nosotros lo estábamos, - sabés que indefectiblemente vas a derribar al otro, y no al revés.
- ¿Sensación de omnipotencia?
-Sí. Hay un dicho anónimo que reza: “Si conocés al mejor piloto de caza del mundo, y no sos vos, no deberías ser piloto de caza”. Muy soberbio, pero es lo que debe pensar un piloto de combate para no aflojar.
- No hay lugar para la humildad.
- Claro. Debe ser así.
- Me comentaron que en algunos casos de arrugue, cuando ciertos aviadores volvían en forma poco honrosa, por la noche los mecánicos les envolvían el avión con papel higiénico.
- Yo escuché eso, no creo que haya pasado. Claro, los mecánicos saben quien dijo que hubo una falla cuando en realidad no existió. O si se repite la supuesta falla con el mismo piloto. No creo que haya ocurrido, pero se habló de eso. No sé.
- ¿Cómo reaccionaban ustedes ante esos casos?
- El miedo es jorobado. En la guerra, cuando veíamos que un capitán arrugaba, lo puteábamos, le decíamos de todo. Pasados los años yo digo: el tipo ese no se quería morir, es humano también. No puede ser militar, si no quiere ir a la guerra. Desde ya, hay que darlo de baja. Pero el tipo no se quería morir…

miércoles, 4 de agosto de 2021

El heroico Dagger C-418

El victorioso C-418


SI hay un avión IAI Nesher Dagger que llamó la atención por sus "Kill Marks" de siluetas de buques británicos pintadas en su costado por debajo de su cabina ese fue el Dagger C-418 y en breves referencias, su historia es esta.
De los 39 Dagger adquiridos a Israel en 1978 dos fueron biplazas y el resto monoplazas, de estos últimos cada uno tenía un costo de 4.353.800 dólares por unidad.
El C-418 nº/serie S-46, inicialmente entro en servicio en la Fuerza Aérea de Autodefensa de Israel, Heil Ha´Avir en 1972, y fue dado de baja en 1978, siendo vendido a la Fuerza Aérea Argentina, arribó vía marítima al país junto con otras tres aeronaves más a bordo del buque Almirante Stewart el 3 de Abril de 1979.

En la guerra de Malvinas

Durante la guerra el C-418 fue desplegado en la BAM San Julián en el Escuadrón 1 "Las Avutardas Salvajes" y participa de 11 misiones de combate, compartiendo este récord junto con el Dagger C-421. De el detalle de las marcas de buques enemigos alcanzados y pintados bajo su cabina se detallan cronológicamente los siguientes:
★ Día 21 de Mayo:
•Piloto Teniente Héctor Volponi (Perro).
Buque alcanzado: HMS Antrim (averiado).
•Piloto Capitán Horacio Mir Gonzalez (Cueca).
Buque alcanzado: HMS Ardent (hundido).
★Dia 24 de Mayo:
•Piloto Capitán Robles (Azul).
Buque alcanzado: RFA Sir Bedivere (averiado).
★Dia 8 de Junio:
•Piloto Mayor Napoleón Martínez (Gato)
Buque alcanzado: HMS Plymouth (averiado).




El 13 de Junio el C-418 fue el protagonista de un hecho de heroísmo por parte del Suboficial Principal armero Pedro Prudencio Miranda.
En esa jornada en San Julián mientras se preparaba el Dagger C-418 para una salida su piloto, el capitán Roberto Janett, arma accidentalmente la bomba que cargaba su avión pero el suboficial Miranda logra retirar velozmente la espoleta cuando ya estaba prácticamente en ignición para detonar evitando lo que hubiese sido un gran desastre en la base aérea de Río Grande, ya que estaban todos los aviones cargados, los pilotos en sus asientos y todo el personal de mecánicos, además había un polvorín de campaña aproximadamente a 60 metros, la torre de control y la planta de aero-combustible. Por su valeroso accionar el Suboficial Principal Miranda recibe la Cruz La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate, que es la máxima distinción militar que otorga la República Argentina.

El final del C-418

Si bien el C-418 logra sobrevivir a la guerra, desgraciadamente el día 12 Junio de 1987 en un campo en las cercanfas de Tandil, provincia de Buenos Aires, el Dagger C-418 se precipitó a tierra estrellándose mientras realizaba maniobras de rutina, logrando ponerse a salvo su piloto al eyectarse, el Capitan Fernando Robledo, quien ese día despego como Jefe de Seccion para
una misión de entrenamiento en combate aire-aire y mientras realizaba las maniobras tacticas de combate vertical, su avion ingneso en un tirabuzon plano girando horizontalmente en el aire y cayendo así de este modo y tras varios intentos infructuosos por recuperar el
control del avión y con el suelo ya muy cerca el Capitán Robledo decide eyectarse resultando la maquina totalmente destruida a causa del impacto, y de este modo queda así, como único sobreviviente de 11 misiones de combate en Malvinas, el Dagger C-421.



(Fotografías tomadas por Carlos Ay, el día 9 de Julio de 1984).

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Disparo de un AIM-9L contra Daggers argentinos

 AIM-9L contra Daggers

 

Imagen del reciente libro "Harrier 809" de Rowland White, en la misma muestra el lanzamiento de un misil AIM-9L Sidewinder, el día 24 de Mayo de 1982 desde el Sea Harrier piloteado por el Lt Andy Auld, quien en esa oportunidad realizó dos lanzamientos. Uno impactó en el Dagger del Capital Diaz y otro en el avión del Mayor Puga. Ambos pilotos juntos con el Teniente Castillo integraban la escuadrilla Oro (OF 1228) cuando fueron interceptados por dos Sea Harrier al Norte del estrecho de San Carlos. El Tte Castillo también fue derribado en esa acción por el otro Sea Harrier piloteado por el Lt Smith, pero no tuvo la oportunidad Diaz y Puga de eyectarse.