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viernes, 30 de agosto de 2019

Malvinas y el eterno objetivo de volver (a cualquier costo)

Las Malvinas: “Las llaves de los mares del sur”





El 2 de abril de 1982, la Argentina tomó posesión de las Islas Malvinas, territorio usurpado por los ingleses en 1833. La ocupación dio comienzo a una guerra que concluiría dos meses más tarde -el 14 de junio de 1982- con más de 650 muertos del lado argentino y más de 250 muertos, de las fuerzas armadas inglesas. Argentina perdió la guerra, pero sigue reclamando por vías diplomáticas los legítimos derechos sobre el territorio usurpado por la fuerza.

En octubre de 1829, el gobernador de Buenos Aires Juan José Viamonte había prohibido sin éxito la pesca y captura de ballenas, porque el gobernador de las islas no tenía barcos ni elementos para hacer cumplir la reglamentación. Dos años después, Juan Manuel de Rosas reemplazó esta reglamentación por un impuesto a los buques pesqueros, pero tampoco esta vez logró efectivizarse la ley.
Ante el incremento de la pesca y la caza indiscriminada, el gobernador de las islas Luis Vernet resolvió apresar a tres balleneros norteamericanos que cargaban pieles de foca sin permiso. El 28 de diciembre de 1831, el capitán Silas Duncan, de la fragata estadounidense Lexington, desembarcó en Puerto Soledad, atacó sus instalaciones, destrozó la artillería, quemó la pólvora y tomó prisioneros a seis oficiales argentinos.

El gobierno de Buenos Aires reaccionó enérgicamente y Rosas le pidió al ministro de Relaciones Exteriores de Buenos Aires, Manuel Vicente Maza, que presentara una protesta formal ante Washington. El cónsul yanqui, Slacum y el encargado de negocios Bayles fueron declarados personas no gratas y expulsados del país. Pero antes de partir, avisaron al ministro inglés que las islas estaban desguarnecidas invitando a los hijos de Su Graciosa Majestad a invadir las islas.
El 2 de enero de 1833 se presentó en Malvinas la corbeta inglesa Clio cuyo comandante, el capitán John James Onslow, expulsó por la fuerza a las tropas argentinas. El 15 de enero el ministro Maza reclamó por el atropello ante el ministro inglés, Philip Gore.
Desde entonces, nuestro país ha reclamado el reconocimiento de los legítimos derechos sobre ese territorio. La guerra iniciada en 1982 fue el manotazo de ahogado que la dictadura agonizante, intentó dar a fin de perpetuarse en el poder. Reproducimos a continuación diversos testimonios recogidos por Fermín Chávez en la revista Crisis, publicada en 1975.
Los testimonios registran desde la toma de posesión por parte de España en el siglo XVIII, hasta las opiniones de José Hernández y Domingo Faustino Sarmiento, pasando por el decreto de Martín Rodríguez sobre la organización política en “las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar Atlántico”, la posesión pública en nombre del gobierno de Buenos Aires, una denuncia de las pretensiones inglesas realizada por Manuel Moreno casi un año antes de la usurpación, una entrada de la enciclopedia británica sosteniendo que las islas “son esencialmente una parte de la Patagonia” y otros testimonios.
Fuente: Fermín Chávez, Revista Crisis, 1975.

Francia devuelve puerto Luis, 1767

“Toma de posesión de nuestro establecimiento de las Malvinas por los españoles. El 1º de abril entregué nuestro establecimiento a los españoles que tomaron posesión de él enarbolando la bandera de España, que desde tierra y desde los navíos saludaron con veintiún cañonazos a la salida y a la puesta del sol.”
Louis-Antoine de Bougainville 1

El consejo de Vértiz al rey

“¿Qué más da decir que Vértiz aconsejó el abandono de las Malvinas y que Floridablanca se opuso, como revelan los papeles de Simancas? ¿Y qué agregaría exponer cómo ciertas reparticiones públicas argentinas aconsejaron lo mismo, con respecto de las Oreadas, y que Yrigoyen, en su primera presidencia (1916-1922), ordenó perentoriamente la permanencia de la base?”
Diego Luis Molinari 2

David Jewett, ejercicio de soberanía

“Tal era la situación jurídica cuando la Argentina, después de declarar su independencia, vuelve a ocupar las Malvinas. El 6 de noviembre de 1820 David Jewett, comandante de la Heroína, tomó posesión de las islas en nombre del gobierno de las Provincias Unidas de Sudamérica.”
Ricardo Zorraquín Becú 3

Jewett entra en Puerto Soledad, 1820

“En esta situación entré en la bahía de este puerto el 27 de octubre, al cerrarse el día. No pudiendo alcanzar el puerto, y hallando el paraje propio para echar ancla, mandé que se efectuase, estando entonces a cosa de diez millas del antiguo pueblo de la Soledad. Al día siguiente, pasé en el bote a explorar qué recursos nos ofreciese este lugar, como única esperanza de salvar de una disolución inmediata, puedo decir, a los sobrevivientes de las desgracias que, por la mala calidad y escasez de los víveres, y la falta total de legumbres y de carne fresca, se hallaban reducidos al borde de la desesperación.”
David Jewett 4

Ejercicio de dominio en Islas Malvinas

Buenos Aires, junio 10 de 1829.
“(…) el gobierno ha acordado y decreta:
Art. 1. — Las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar Atlántico serán regidas por un comandante político y militar, nombrado inmediatamente por el gobierno de la República.
Art. 2. — La residencia del comandante político y militar será en la Isla de la Soledad, y en ella se establecerá una batería, bajo el pabellón de la República.

Art. 3. — El comandante político y militar hará observar por la población de dichas islas las leyes de la República, y cuidará en sus costas de la ejecución de los reglamentos sobre pesca de anfibios.”
Martin Rodríguez 5

Del diario de Luis Vernet

“Domingo 30 de agosto de 1829. Buen tiempo, con algunos chubasquitos de agua. Neblina por la mañana temprano y luego claro, y después volvió a nublar y a llover un poco. Viento N.E. Pusimos la bandera de la patria y tiramos veintiún cañonazos, y tomamos posesión públicamente, y en nombre del gobierno de Buenos Aires, de esta isla.”
Luis Vernet 6

Del diario de la señora Vernet

“Puerto de la Soledad. Domingo 30 de agosto de 1829. Muy buen día de Santa Rosa de Lima (Patrona de América), y por lo que determinó Vernet tomar hoy posesión de las islas en nombre del gobierno de Buenos Aires. A las 12 se reunieron los habitantes. Se enarboló la bandera nacional, a cuyo tiempo se tiraron veintiún cañonazos. Repitiéndose sin cesar: ‘¡Viva la Patria!’. Puse a cada uno en el sombrero cintas de los dos colores que distinguen a nuestra bandera.”
María Sáez de Vernet 7

Se prepara el asalto

“Hace algún tiempo hablamos del derecho que reclama el gobierno de Buenos Aires a las islas Malvinas, y por avisos recientes parece que se persiste en esta pretensión. Un buque de tránsito llamado el Superior, que tocó en Puerto Luis por víveres, fue tomado por Vernet, que se titula gobernador; la tripulación fue puesta en arresto, tratada con mucha inhumanidad y dejada con muy pocos víveres para subsistir. Al fin, fue remitida al Río de Janeiro. Una embarcación armada salió también de Puerto Luis en persecución de otro buque que se decía hallarse en otras islas. El gobierno americano está dispuesto a poner término a estos ultrajes.”
Morning Herald, Londres, 2-2-1832 8

Objeto del complot

“El objeto de aquel complot se dirige a que el gobierno inglés reclame la soberanía y posesión de aquellas islas; obtenido lo cual, sea o no con el consentimiento del gobierno de la República, a que evidentemente pertenecen, esperan en calidad de ingleses dividirse grandes mercedes, especular sobre la venta de terrenos a unas segundas manos y, en fin, desalojar al Sr. Vernet y sus colonos.”
Manuel Moreno, 25-2-1832 9

Un míster Thwaites

“Luego que empezaron a verse las ventajas con que se había establecido el Sr. Vernet, en una de ellas con permiso y autorización del gobierno de la República; luego que se tocaron los provechos que se derivaban del ganado que existe en ellas; que se demostró la aptitud a la agricultura de un clima propio y saludable (…), se formó un complot entre algunos ingleses residentes en Buenos Aires, a cuya cabeza, o al menos como agente, según demostraré, se ha puesto un Mr. Thwaites, hermano de uno de los propietarios del Morning Herald, que hace tiempo existe en Buenos Aires con poca fortuna…”
Manuel Moreno, 25-2-1832 10

La intriga urdida en Londres

“Por una persona de confianza que he hecho acercar a los dueños del Morning Herald me he confirmado en los detalles de esta intriga que tengo antes manifestado.”
Manuel Moreno, 21-3-1832 11

Carne con cuero en las Malvinas

“Era admirable contemplar la destreza con que el gaucho se movía ágilmente detrás de la bestia hasta que al fin logró darle un corte fatal en el principal tendón de la pata trasera… Cortó varios trozos de carne, con piel y todo, pero sin hueso, en cantidad suficiente para nuestra expedición. Entonces marchamos a caballo al sitio en que habíamos de dormir y tuvimos de cena ‘carne con cuero’, esto es, carne asada con su piel. Es un bocado tan superior a la carne de vaca ordinaria como el venado lo es al cordero. Se puso encima de las brasas un gran trozo circular sacado del cuarto trasero, con el pellejo hacia abajo, en forma de plato, de suerte que no perdió nada de la sustancia.”
Charles Darwin, 1833-3412

Los objetivos británicos

“Pero, ¿la protesta es suficiente por sí sola para producir la restitución?… de ningún modo. Tenemos que suponer que la Inglaterra ha sido impulsada a este paso por vastas miras de un inmenso interés; y éstas son cabalmente las que a la república conviene balancear y cruzar.
“(…) Si no me equivoco, dos son los motivos primordiales de aquella conducta; el primero: apoderarse de un punto de observación importante sobre el segundo canal para el comercio del mundo con los establecimientos de la India, y con la Gran China. Esta situación facilita a la Inglaterra una ventaja decisiva sobre las demás naciones después de ser dueña como lo es del Cabo de Buena Esperanza.
“(…) El segundo es: tomar las llaves de los mares del Sur para hacerse señora del comercio del pacífico.”
Tomás Guido. 21-1-1833 13

Retomar las Malvinas

“Yo me atrevo a indicar como el mejor modo, el más pronto y que ahorraría tiempo, gastos y los incalculables males de una guerra formal, a la par, que no haríamos sino poner en ejercicio la reivindicación de nuestra soberanía, y es retomar las Malvinas. Este proyecto exige rapidez en su ejecución. Con aprestar en quince días, si fuese posible, dos buques de fuerza y dos transportes con quinientos hombres, bien provistos de pertrechos de guerra, guardar un sigilo impenetrable de su objeto, y despacharlo con pliego cerrado, para que se abra en determinada altura, y se obre con arreglo a las “instrucciones’, producirá el inapreciado resultado de recuperar y fortificar las Malvinas.”
José Francisco de Ugarteche, 28-1-1833 14

Son una parte de la Patagonia

“Las islas Falkland son esencialmente una parte de la Patagonia, con la cual se hallan unidas por una elevada plataforma submarina.”
Encyclopadia Britannica 15

Derechos perfectos

“Perseverantemente atiende el gobierno los incontestables derechos perfectos de la República al territorio de las Malvinas.”
Juan Manuel de Rosas, 1845 16

Incontestables derechos

“Invariablemente sostiene el gobierno de la Confederación los incontestables derechos de la República al territorio de las islas Malvinas.”
Juan Manuel de Rosas. 1848 17

Programa de exámenes

El programa de exámenes del Federal de Niñas incluye el tema “Confederación Argentina, 17 Provincias, Tarija, Paraguay, las islas Malvinas y Patagones que los Geógrafos Europeos segregan indebidamente del territorio de la Provincia de de Buenos Aires”.
La Gaceta Mercantil, 1847 18

Colegio republicano federal

“Estos exámenes son públicos: tienen lugar anualmente durante ocho días consecutivos, mañana, tarde y noche y versan sobre todas las materias de la enseñanza (…) Así, una de las cuestiones más largamente tratadas en el programa de geografía es ésta: ‘Demostración de los derechos perfectos de la Confederación Argentina sobre el Paraguay, sobre la costa patagónica y las islas Malvinas; derechos injustamente rebatidos y desconocidos por las potencias europeas’.”
Alfred de Brossard 19

Una obra abultada

“Después que usted en la memoria que está escribiendo, haya presentado los títulos de soberanía de la Confederación Argentina sobre toda la parte austral del continente americano hasta el Cabo de Hornos, debe ocuparse de tratar la cuestión de derecho, sobre la prescripción de esos títulos, o derechos que pueda alegar el gobierno de Chile, por la actual no ocupación de parte de esta República y hacerlo con toda la extensión que demanda su importancia, aun cuando en ella se ocupe un tiempo mayor y haga salir una obra abultada.”
Juan Manuel de Rosas a Pedro de Angelis, 1848 20

Pretensiones de Buenos Aires

“Instruyan a Mr. Southern que intente verificar cuál es la extensión hacia el sur y el estrecho de Magallanes y Patagonia meridional, sobre la cual las pretensiones de Buenos Aires o sus actuales autoridades puede inferirse que alcanzan; y, en su opinión, cuál sería la actitud que adoptaría el gobierno de Rosas, acerca de cualquier proyecto para establecer una colonia inglesa, así fuese bajo la soberanía británica, o no, en la Patagonia meridional.”
Lord Palmerston, 1850 21

Con el mayor recelo

“Mi Lord. En respuesta a su despacho número 27, señalado como ‘confidencial’, tengo el honor de informar a V.S. que el gobierno argentino pretende la soberanía de todo el territorio al sur de Buenos Aires hasta el Cabo de Hornos, y que mira con el mayor recelo aún los establecimientos temporarios que se fijan ocasionalmente en dichas costas por los pescadores de lobos y recolectores de guano.”
Mr. Southern. 1850 22

Una grita general

Tengo el honor de incluir dos extractos del Mensaje del General Rosas a la Legislatura de 1849, por los que percibirá V.S. la naturaleza de las pretensiones de este gobierno. Puedo agregar que la mínima tentativa de establecerse desafiando estas pretensiones será seguida por una grita general, que podría llegar a destruir las presentes relaciones amistosas.”
Mr. Southern, 1850 23

Una opinión llamativa

“Pero no sería éste el cargo más grave que habría que hacer a la diplomacia norteamericana, y por el que debiera dar una reparación su gobierno, sino el de la pérdida de las islas Malvinas, poseídas en justo título por España durante cuarenta años, y por la República Argentina durante veinte; puesto que fueron fuerzas norteamericanas las que las despoblaron; y las doctrinas del ministro Baylies las que indujeron a Inglaterra a apoderarse de ellas.”
Domingo F. Sarmiento, 1866 24

Importancia incuestionable

“La importancia de las Islas Malvinas es incuestionable. Su proximidad a la costa Sud de nuestro territorio, sus inmejorables puertos para el comercio y navegación de aquellas costas, el valioso ramo de la pesca, la cría de ganados vacuno y lanar, para la cual se prestan maravillosamente sus fertilísimos campos, con ricas aguadas permanentes, todas éstas son ventajas reconocidas por los que han visitado dichas Islas.”
José Hernández, 1869 25

Los norteamericanos

“En 1831 fueron apresados en las islas tres buques norteamericanos que habían reincidido en la pesca de anfibios contra los terminantes reglamentos que debía hacer observar la autoridad de aquella jurisdicción.
“(…) A consecuencia de ese apresamiento el comandante de un buque de guerra norteamericano, destruyó la floreciente colonia de la isla Soledad, y ese hecho injustificable fue precisamente lo que indujo a Inglaterra a apoderarse de las Malvinas, consumando ese atentado contra la integridad territorial de la Nación Argentina, cuya soberanía sobre aquellas islas había sido siempre respetada.”
José Hernández, 1869 26

Referencias:

1 Louis Antoine de Bougainville, Voyage autour du monde, París, 1771.
2 Diego Luis Molinari, Orígenes de la frontera austral argentino-chilena, Patagonia, Islas Malvinas y Antártida,Buenos Aires, 1961.
3 Ricardo Zorraquín Becú, Los derechos argentinos sobre las islas Malvinas, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 1964.
4 Mario D. Tesler, Expedición de David Jewett a las islas Malvinas 1820-1821, Santa Fe, 1968.
5 Pedro Rivas, Lecturas históricas según el orden de las principales efemérides argentinas para el uso diario de las Escuelas, Barcelona, 1884.
6 José Luis Muñoz Azpiri, Historia completa de las Malvinas, Buenos Aires, 1966
7 Ibídem.
8 Ibídem.
9 Ibídem.
10 Ibídem.
11 Ibídem.
12 Charles Darwin, Journal of researches into the natural history and geology of the countries visited during the voyage of H. M. S. Beagle round the world, Londres, 1839.
13 José Luis Muñoz Azpiri, op.cit.
14 Ibídem.
15 Encyclopedia Britannica, t. IX.
16 Mensajes a la Legislatura, años 18451 y 1848.
17 Mensajes a la Legislatura, años 18451 y 1848.
18 La Gaceta Mercantil, Buenos Aires, 25 de octubre de 1847.
19 Alfred de Brossard; Considerations historiques et politiques sur les Républiques de la Plata dans leurs rapports avec la France et l’Anglaterre, París, 1850.
20 Diego Luis Molinari, op. cit.
21 Ibídem.
22 Ibídem.
23 Ibídem.
24 José Luis Muñoz Azpiri, op.cit.
25 El Río de la Plata, Buenos Aires, 26 de noviembre de 1869.
26 El Río de la Plata, Buenos Aires, 26 de noviembre de 1869.

viernes, 19 de junio de 2015

Bougainville, un pionero en las Malouines

Louis Antoine de Bougainville

Wikipedia



Louis Antoine de Bougainville, conde de Bougainville (París, 11 de noviembre de 1729 – París, 20 de agosto de 1811) fue un militar, explorador, y navegante francés que hizo la primera circunnavegación francesa, y se destacó por su descripción de Tahití.

En su memoria se bautizó la isla Bougainville y la fosa de Bougainville, en el archipiélago de Salomón, así como la planta Buganvilia, que descubrió el naturalista de la expedición en Brasil y trajo en su barco a Europa.

Primeros años

Louis Antoine de Bougainville nació en París, Francia, el 11 ó 12 de noviembre de 1729. Era hijo de un notario y hermano menor del historiador Jean-Pierre de Bougainville (1722-63). Empezó a estudiar leyes y estudió ampliamente en el colegio de la Universidad, mostrando una aptitud particular para el estudio de las matemáticas y la ley.

A los veintitrés años publicó un tratado de cálculo integral como suplemento del tratado de L'Hôpital sobre el cálculo infinitesimal (Traité du calcul intégral, pour servir de suite à l'Analyse des infiniments petits de M. le marquis de l'Hôpital, publicado en 2 volúmenes, 1754-1756).

En primer lugar, ejerció como abogado en el Parlamento de París, y luego, en 1753, ingresó en el ejército en el cuerpo de mosqueteros comenzando su carrera militar. En 1754, fue nombrado Secretario de la Embajada en Londres y se convirtió en miembro de la Royal Society el 8 de enero de 1756.

En Canadá

Fue nombrado ayudante de Francisco Chevert, y después fue enviado a Canadá en 1756 como capitán de dragones y ayudante de campo de Louis-Joseph de Montcalm (1712-59). Tomó parte activa en la captura de Fort Oswego en 1756 y en 1757 en la batalla de Fort William Henry. Fue herido en 1758 en la exitosa defensa de Fort Carillon. Se embarcó de regreso a Francia el invierno siguiente, con las órdenes del marqués de obtener del gobierno de Luis XV más recursos militares para mantener la colonia y durante esa travesía, continuó familiarizándose con las formas del mar, unas habilidades que le servirían más adelante.


Busto del Museo de la Marina en París

Habiéndose distinguido en la guerra contra Gran Bretaña, fue recompensado con la cruz de San Luis. En una célebre discusión, el duque de Choiseul, que quería desentenderse de Canadá, le dijo «cuando la casa se quema, uno no se ocupa de los establos». Bougainville le respondió: «al menos, señor, no se podrá decir que usted habla como un caballo». Esto atrajo la atención de Madame de Pompadour de quien acabaría siendo el protegido, que lo presentó al rey y fue promovido a coronel. De vuelta a Canadá, con pocos suministros, y después de la muerte de Montcalm en 1759, participó en la defensa de Quebec y fue de los oficiales que firmaron la rendición ante los ingleses.


Firma de Bougainville

Durante el año clave de 1759, participó en la defensa de la capital de Nueva Francia, la ciudad fortificada de Quebec. Con una pequeña tropa de élite bajo su mando, entre los que había Granaderos y Voluntarios a caballo, patrulló la ribera norte del río San Lorenzo, aguas arriba desde la ciudad, durante todo el verano, para detener varios intentos de desembarco de los británicos para cortar las comunicaciones con Montreal. No tuvo tiempo suficiente, sin embargo, para reunir sus fuerzas y atacar la retaguardia británica, cuando subieron con éxito a las Llanuras de Abraham y atacaron Quebec el 13 de septiembre.

Tras la muerte del marqués de Montcalm y la caída de Québec el 18 de septiembre —después de la frustrada intentona del coronel para reabastecer a la ciudad sitiada— Bougainville fue enviado al frente occidental por su nuevo oficial al mando de Francis de Gaston, Chevalier de Levis (1719-87) y trató de detener el avance británico desde sus trincheras en Île-aux-Noix. Fue uno de los oficiales que acompañaban a Lévis a la Île Sainte-Hélène, aguas afuera de Montreal, en la última estancia de los franceses en América antes de la capitulación general de 1761. De la guerra, Bougainville escribió en su diario: «Es un tipo abominable de guerra. El verdadero aire que respiramos está contagiado de insensibilidad y dureza».1

Enviado de vuelta a Europa, junto con los otros oficiales franceses, privados de todos los honores militares por los vencedores, Bougainville tenía la prohibición de adoptar cualquier servicio activo más contra los británicos según los términos de la rendición. Pasó los últimos años de la Guerra de los Siete Años (1761 a 1763) como diplomático, distinguiéndose en las orillas del Rhin. y ayudó a negociar el Tratado de París que finalmente concedió la mayor parte de Nueva Francia al Imperio Británico.

La colonia de las Malvinas


Primer página de «Observations Générales sur les Iles Malouines» (Observaciones Generales de las Islas Malvinas) redactado por Louis Antoine de Bougainville en Puerto Soledad, antes del trapaso de la colonia a los españoles en abril de 1767.

Cuando la paz se firmó en 1763 el gobierno francés concibió el proyecto de colonización de las Islas Malvinas, y Bougainville, emprendió la tarea por su propia cuenta. Fue nombrado capitán de fragata y con dos barcos, el L'Aigle (El Águila) y Le Sphinx (La Esfinge), emprendió rumbo a las islas Malvinas y ese mismo año, 1763, estableció la colonia de Port St. Louis (ahora Puerto Soledad) (llamada según su nombre), lo que provocó los celos de Gran Bretaña y el gobierno español.


Port St. Louis como fue fundado por Bougainville (Dom Pernety, 1769)



Tres años más tarde y a pesar de que la colonia francesa tenía ya más de 150 personas, por motivos financieros (él mismo pagó muchas expediciones) y razones diplomáticas (España temía que las Malvinas se convirtiesen en una base de retaguardia para atacar su oro de Perú), por orden del rey Louis XV, Bougainville fue obligado a desmantelar su colonia y vender las islas a los españoles (el Rey de España le pagó 603 000 libras por las islas). El 31 de enero de 1767, se reunió en Río de la Plata con don Felipe Ruiz Puente, al mando de las fragatas La Esmeralda y La Liebre y futuro gobernador de las islas Malvinas, para tomar posesión de las islas, y evacuar a la población francesa. Durante este tiempo francés, los marineros británicos trataron de establecerse en el puerto de la Croisade en 1766, al que renombraron como Port Egmont. Bougainville escribió:



«En diciembre de 1766, la fragata HMS Japan atracó en Port Louis frente al fuerte. El capitán MacBride desembarcó, profirió amenazas y se marchó el mismo día».

Viaje de circunnavegación


Mapa de la ruta de la expedición de circunnavegación al mundo (1766-69). Los nombres de las escalas están en francés y corresponden a los nombres de la época.

Grabado que acompañaba el libro Voyage autour du monde, publicado en París en 1772


La Boudeuse, de Louis Antoine de Bougainville

En 1766 Bougainville recibió de Louis XV permiso para realizar una circunnavegación del globo. Se convertiría en el 14º navegante de la historia occidental, y el primer francés, en organizar una expedición para dar la vuelta al mundo, y su finalización reforzaría el prestigio de Francia maltrecho tras su derrota en la Guerra de los Siete Años. Bougainville se pasó a la marina y presentó un proyecto de expedición en el que cargaría con los gastos financieros creando la Compañía de Saint-Malo. Bougainville se encargaría de la misión de entregar las islas Malvinas a los españoles y quería aprovechar el viaje para explorar tierras colonizables en el Pacífico. La expedición contaría con un equipo científico formado por el astrónomo Véron y el naturalista Philibert Commerson, además de un artista.

Bougainville salió de Brest el 15 de diciembre de 1766 a bordo de la fragata Boudeuse. Un segundo barco, L'Étoile, una urca (flute, buque de carga), partió de Rochefort el 1 de febrero de 1767 y se le unió para dar la vuelta al mundo el 13 de junio de 1767 en Río de Janeiro, después de dos citas perdidas en las Malvinas y en la desembocadura del Río de la Plata. A bordo iba el botánico Philibert Commerson, que había embarcado con su ayudante de cámara, más tarde desenmascarado como Jeanne Baret,2 la amante de Commerson, que se convertiría así en la primera mujer en circunnavegar el globo. Nadie descubrió el engaño hasta que llegaron a Tahití y lo descubrieron los nativos.

En Brasil, Commerson, encontró la planta que bautizó en honor al capitán, buganvilla, y cuya flor se entregará a la primera esposa de Napoleón.

Tahití

Bougainville después de hacer escala en las Malvinas visita Tahití en abril de 1768 sin saber que meses antes había sido descubierta por el inglés Samuel Wallis. En marzo de 1769 completa la primera circunnavegación francesa volviendo a Saint-Malo perdiendo tan sólo a siete hombres de un total de doscientos.

Después de entregar las islas Malvinas a los españoles, franquearon el estrecho de Magallanes y el 22 de marzo avistaron el grupo de islas Tuamotu, explorando el vasto y peligroso archipiélago. En el 2 de abril avistaron la cima de Mehetea y visitaron la famosa isla de Tahití, que acababa de ser descubierta en abril de 1768 por Samuel Wallis a bordo del HMS Dolphin. Permanecieron allí menos de diez días y Bougainville reclamó la isla para Francia y la llamó Nueva Citera. Partieron con un joven voluntario tahitiano Aotourou, que hizo el viaje hasta París y que murió años después de viruela cuando iba en un viaje de vuelta, tras una escala en la isla de Francia (en la actualidad la isla Mauricio).

Asimismo, exploró un par de semanas más tarde la isla que lleva su nombre. Entonces descubrió la mayor parte de las islas Samoa, que llamó «îles des Navigateurs» (islas de los Navegantes), revisó las islas de Saint-Esprit de Pedro Fernández de Quirós (conocida como Vanuatu desde la independencia en 1980). Siguió a lo largo del archipiélago de las Luisiadas, encontró las islas Salomón y, finalmente, pudo obtener suministros en las Molucas.

Salieron de Tahití y navegaron hacia el suroeste hasta Samoa y las Nuevas Hébridas, y luego a continuación, cuando avistaron Espíritu Santo se dirigieron hacia el oeste todavía buscando el continente austral. El 4 de junio casi naufragaron por las fuertes olas y tuvieron que cambiar de rumbo hacia el noreste. Casi había encontrado la Gran Barrera de Coral. Navegó por lo que ahora conocemos como las islas Salomón que, a causa de la hostilidad de los nativos, evitó. Llamó a la isla Bougainville, por sí mismo. La expedición fue atacada por personas de Nueva Irlanda, por lo que siguieron hacia las Molucas. En Batavia, recibieron noticias de Wallis y Carteret, que habían precedido a Bougainville.


Regreso a Francia

Regresó a Saint-Malo el 16 de marzo de 1769, completando su circunnavegación, con la pérdida de sólo siete de los más de 200 hombres de la expedición, un nivel extremadamente bajo de accidentes y con el crédito de una gestión inteligente de la expedición. Su viaje de circunnavegación fue también notable por ser el primero en incluir a una mujer, Jeanne Baret.

En 1771 publicó el relato de su viaje con el título de Description d'un voyage autour du monde (Descripción de un viaje alrededor del mundo), evoca el mito, entonces el olor a azufre de la «paradis polynésien» ("paraíso polinesio"). Pensando que había descubierto Tahití, a continuación, fue precedido por Samuel Wallis y que James Cook haría una estancia mucho más extensa, Bougainville vio las contribuciones científicas de su viaje también ensombrecidas por el carácter ambiguo del éxito de su libro. No obstante, hizo un gran progreso de la geografía de Oceanía, descubriendo nuevas islas, precisando la situación de muchas otras, informando sobre las costumbres de los nativos.

El relato de su viaje, Voyage autour du monde, despertó un enorme interés por sus descripciones paradisíacas de la Nueva Citera, el jardín del Edén o los Campos Elisios. Describió un pueblo feliz e inocente sin corrupciones ni prejuicios, que provocó una serie de pensamientos filosóficos y utópicos sobre la civilización. Este libro suscitó una respuesta memorable de Denis Diderot, que en 1772 publicó su Supplément au voyage de Bougainville (Suplemento al viaje de Bougainville), donde hace una revisión del buen salvaje de Rousseau.

La leyenda comienza

La descripción que Bougainville hizo de Tahiti en 1771 en su libro Voyage autour du monde, ofreció una visión de un paraíso terrenal donde los hombres y mujeres vivían felices en la inocencia, lejos de la corrupción de la civilización. Su descripción ilustraba poderosamente el concepto del buen salvaje, e influyó en los pensamientos utópicos de filósofos como Jean-Jacques Rousseau antes de la llegada de la Revolución Francesa.

En el Suplemento al viaje de Bougainville de Denis Diderot, se narra con artificio la historia del desembarco de Bougainville en Tahití; aparece un lector anónimo que valora a uno de sus amigos los hechos: este enfoque de ficción de la expedición de Bougainville, junto con la descripción hecha en paralelo por un tahitiano, testigo de los males colonizadores, se entiende como una crítica a las formas occidentales de vivir y de pensar.

Guerra de Independencia de los Estados Unidos de América

Después de un intervalo de varios años, Bougainville aceptó un mando naval. En 1775 se embarcó en La Terpsícore y en 1776 en Le Solitaire. En 1777 comandó Le Bien-Aimé (El Amado), y después, de 1778 a 1779, Le Guerrier (El Guerrero). Promovido a Jefe de Escuadrón el 8 de diciembre de 1779, mandó varios buques en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos. Luchó contra el almirante Samuel Hood, en la Martinica, y participó el 5 de septiembre de 1781 en la batalla de la Bahía de Chesapeake. Reingresó en el Ejército con el rango de mariscal de campo (equivalente a general de brigada).

Su comportamiento en la batalla de las Saintes, el 12 de abril de 1782, fue muy curioso. A la cabeza de su división de seis barcos, abandonó a su almirante, el conde de Grasse, y la docena de buques franceses que combatían y fueron derrotados por los buques ingleses al mando del almirante George Brydges Rodney. Bougainville, que comandaba la Auguste, afirmó no haber entendido las señales de su buque insignia fijando la maniobra y se puso a salvo en Saint Eustace. Era fácil darse la vuelta con su división y regresar en menos de una hora al campo de batalla. Al hacerlo, habría causado el pánico entre los buques ingleses que rodeaban a los franceses. Muchos testigos abrumaron con la deserción de Bougainville en el juicio que se celebró en Lorient en 1784. Sin embargo, Bougainville fue absuelto porque su condena habría sido embarazosa para los ministros, teniendo en cuenta sus relaciones.

Revolución y el Imperio


Tumba de Louis Antoine de Bougainville, en el Panteón.

Después de la paz de 1783 regresó a París, y en 1787 se convirtió en miembro libre asociado de la Academia Francesa de Ciencias. Proyectó un viaje de descubrimiento hacia el Polo Norte, pero no contaba con el apoyo del gobierno francés y la petición fue denegada por el ministro Loménie de Brienne. Se mantuvo fiel a Luis XVI durante la Revolución. Fue el responsable de comandar en 1790 la flota naval de Brest. Obtuvo el rango de vicealmirante en 1791 y al no haber podido restaurar el orden en su tropa indisciplinada, se retiró del servicio. Abandonó la Marina después de que el ministerio le negara en 1792 una petición para dedicarse al estudio de las ciencias y se retiró a su finca en Normandía.

Fue arrestado durante el Terror y puesto en libertad después de la caída de Robespierre. De regreso a París, fue uno de los miembros fundadores del «Bureau des Longitudes». En 1799, Napoleón I le nombró senador, y fue distinguido como Gran Oficial de la Legión de Honor en 1804. En 1808, fue considerado Conde del Imperio y presidió el consejo de guerra que juzgó a los responsables de la Batalla de Trafalgar en 1809. Esta sería su última función oficial.

Murió en París el 31 de agosto de 1811. Estaba casado y tenía tres hijos, que servían en el ejército o la marina franceses, siendo el más destacado Hyacinthe de Bougainville, también marinero y circunnavegante. Sabía y sentía pasión por las plantas y su jardín fue notable (Château de Suisnes). Cuando el gusto por las rosas comenzó a crecer, proporcionó a su jardinero jefe Aubin Cochet el capital para la instalación de un vivero para cultivar rosas, el primero que lo hizo en el Brie.

Su corazón está enterrado en el cementerio Calvary, en Montmartre, y su cuerpo descansa en el Panteón de París.



Legado


Hyacinthe de Bougainville, también navegante y circumnavegador, era hijo de Louis Antoine de Bougainville.

Copia del Viaje alrededor del Mundo de Bougainville en el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur en Buenos Aires.

Se le honró nombrando con su apellido, Bougainville, a la mayor de las islas del archipiélago de las Salomón y también al estrecho que la separa de la isla de Choiseul. Asimismo, lleva ese nombre el estrecho entre las islas Mallicollo y Espíritu Santo del grupo de las Nuevas Hébridas. En las Malvinas, Port Louis, y la "isla de Bougainville" (en inglés, Lively Island) le conmemoran.

Un género de plantas de América del Sur, unas especies arbustivas trepadoras con brácteas de colores, las bougainvillas, llevan su nombre.

Además, trece barcos de la Marina francesa han sido nombrados en su honor.

Ruta del viaje de circunnavegación

Brest, 5 de diciembre de 1766
Malvinas, Río de Janeiro, Montevideo
Archipel Dangereux (Tuamotu), 21 de marzo de 1768,
Quatre Facardins, hoy en día Vahitahi
Lanciers, hoy en día Akiaki
La Harpe, hoy en día Hao
Islas Dos Grupos (Îles Deux Groupes), Hikueru, Reitoru, Haraiki, Anaa
Îles Boubon, hoy en día islas de la Sociedad
Boudeuse, hoy en día Mehetia, 2 de abril.
Nouvelle Cythère, hoy en día Tahití, 6 de abril
Huahine, Raiatea, Tahaa, Bora Bora
Îles des Navigaters, hoy en día islas Samoa, 3 de mayo
Manua, Tutuila, Upolu
l'Enfant Perdu, hoy en día islas Hoorn en Wallis y Futuna
Archipel des Grandes Cyclades, Vanuatu
Aurore (Maéwo), Pentecóte, îles des Lepreux (Aoba)
Islas Salomón
Vella Lavella, Choiseul, Bougainville
Papúa Nueva Guinea
Archipel de la Louisiade, Nueva Bretaña, Nueva Irlanda
Java, 28 de septiembre de 1768
Saint-Malo, 16 de marzo de 1769


Barcos y tripulación