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miércoles, 2 de febrero de 2022

Cómo la URSS ayudó a las fuerzas armadas argentinas

Guerra de Moscú y Malvinas: “irónicamente la Unión Soviética se puso del lado de la Argentina anticomunista”



La Fuerza Aérea Argentina recibió información de las fuerzas espaciales soviéticas en un escenario “clásico” de la Guerra Fría, solo los bandos habían cambiado


Un error de cálculo de Galtieri fue que se lanzó a un proyecto arriesgado sin asegurar su retaguardia.


La flota argentina tampoco estaba en posición de ayudar porque Galtieri esperaba una “puñalada por la espalda” de Chile.


Yan Burliay, embajador ruso en Argentina de 1993 a 1996, cree que tarde o temprano el Reino Unido tendrá que devolver las Islas.


Evgeny Astakhov, exembajador de Rusia en Argentina, 2000/04, duda que la disputa se resuelva en un futuro medible: el Reino Unido “solo entiende la fuerza”.

Sputnik, la agencia oficial de noticias rusa, ha recordado el conflicto del Atlántico Sur de 1982 en el 36 aniversario, y ofrece una interesante interpretación de los acontecimientos previos a la guerra, los combates en sí y las perspectivas para el futuro, haciendo hincapié en el escenario mundial general en ese momento. .

El 2 de abril se cumplieron 36 años desde que las tropas argentinas desembarcaron en las disputadas Islas Malvinas (Falkland) que habían sido tomadas por el Imperio Británico en 1833, lo que llevó al Reino Unido a un conflicto armado.

Cientos de soldados británicos y argentinos murieron durante la guerra de meses que libró el Reino Unido en 1982 para recuperar las islas de las tropas desplegadas por el entonces líder argentino, el general Leopoldo Galtieri. El conflicto duró 74 días y terminó con la rendición argentina el 14 de junio, devolviendo las islas al control británico.

Argentina todavía reclama las islas, a las que llama con su nombre verdadero: Malvinas.

Boris Martynov, jefe del Departamento de Relaciones Internacionales y Política Exterior de Rusia en el Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO), dijo a Sputnik que Argentina no esperaba que Reino Unido librara una guerra por las Islas y por eso envió fuerzas no preparadas, prácticamente nuevos reclutas, a las islas en lo que fue en gran parte una declaración política. Galtieri cometió un gran error al contar con la neutralidad de Estados Unidos y esperar que el Reino Unido no enviara un escuadrón naval por todo el mundo, dijo Martynov.

“Estados Unidos estaba atrapado entre la espada y la pared. Tuvo que elegir entre dos aliados y, obviamente, EE. UU. se puso del lado del socio más importante e influyente”, dijo el experto. “En ese momento, el gobierno de [la primera ministra británica Margaret] Thatcher estaba desplegando activamente misiles de mediano alcance en Europa”.

Señaló que, irónicamente, la Unión Soviética se puso del lado de la Argentina anticomunista, y la Fuerza Aérea Argentina recibió información de las fuerzas espaciales soviéticas en un escenario "clásico" de la Guerra Fría, solo que los bandos habían cambiado.

Otro error de cálculo de Galtieri, según Martynov, fue que se lanzó a un proyecto arriesgado sin asegurar su retaguardia. La flota argentina tampoco estaba en posición de ayudar porque Galtieri esperaba una “puñalada por la espalda” de Chile. Su disputa con Chile por las islas del Canal Beagle no fue resuelta en ese momento y Chile fue el único país de América Latina que no apoyó a Argentina en su enfrentamiento con el Reino Unido por las Malvinas. Por lo tanto, Argentina no estaba luchando contra el Reino Unido a plena capacidad.

El experto enfatizó que la política exterior británica juega entre “el derecho a la autodeterminación y el principio de integridad territorial”, y agregó que la contradicción aún existe incluso en la era postsoviética. Durante su conflicto con Buenos Aires, Londres celebró un referéndum sobre las islas y la mayoría votó a favor de seguir siendo parte del Reino Unido.

“Hablando de doble rasero: ¿entonces unos pocos miles de los residentes de Malvinas tienen derecho a decidir de qué país quieren ser parte y más de dos millones de residentes de Crimea no tienen tal derecho?” Martynov cuestionó, refiriéndose a la votación de 2014 de los residentes de Crimea para separarse de Ucrania y unirse a la Federación Rusa, que fue ampliamente criticada en Occidente por haber sido orquestada por Moscú.

A principios de la década de 1980, Argentina estaba gobernada por una junta militar impopular y el gobierno de Thatcher no podía contar con un amplio apoyo antes de la guerra, por lo que ambos partidos necesitaban una victoria fácil para recuperar el favor público.

El experto cree que el tiempo está del lado de Argentina y que el Reino Unido podría eventualmente devolver las islas.

Yan Burliay, el embajador ruso en Argentina de 1993 a 1996 también cree que tarde o temprano el Reino Unido tendrá que devolver las Islas. Señaló que las naciones latinoamericanas están de acuerdo en que Argentina tiene el derecho moral de reclamar que las islas fueron ocupadas por la fuerza por Gran Bretaña.

“Argentina está abierta a negociaciones sobre el estatus de las islas Malvinas, mientras que EE.UU. se niega con arrogancia a participar en las negociaciones sobre el tema”, dijo a Sputnik el experto.

Sin embargo, Evgeny Astakhov, otro exembajador de Rusia en Argentina, que se desempeñó entre 2000 y 2004 y ahora es profesor en el Departamento de Diplomacia de MGIMO, duda que la disputa se resuelva en un futuro medible, ya que el Reino Unido “solo entiende la fuerza .”

Astakhov también señaló que la decisión de Estados Unidos de apoyar al Reino Unido en ese conflicto le costó muy caro.

Estados Unidos ha enterrado para siempre su influencia moral y política”, dijo Astakhov a Sputnik. “Obviamente, todavía tienen su dominio económico y financiero, pero ya no pueden dar órdenes a las naciones de la región”.

Mercopress

martes, 1 de diciembre de 2020

La URSS habría ofrecido el Tu-128 para Malvinas

Cuando el caza soviético Tu-128 estuvo cerca de luchar en Malvinas

Russia Beyond
Jakob Oréjov


Tu-128.Captura de pantalla/YouTube


Durante la guerra de la Malvinas de 1982, Argentina recibió ayuda militar de URSS en forma de datos de posicionamiento de la flota naval enemiga obtenidos por satélites, además de la de aviones de reconocimiento naval de largo alcance. Ahora, un investigador brasileño afirma que los soviéticos además ofrecieron al país sudamericano cazas con los que mejorar su defensa aérea.

Una oferta difícil de rechazar

El pasado 22 de abril en la web brasileña Poder Aéreo salió un artículo sobre la participasción de la URSS en el conflicto del Atlántico Sur de 1982 de Sergio Santana, licenciado en Ciencias Aeronáuticas, investigador del Centro de Estudios de Sociedad, Seguridad y Ciudadanía NESC-UNISUL y autor de libros sobre espionaje, vigilancia y aeronaves de reconocimiento. El autor afirma que Leopoldo Galtieri (1926-2003) recibió una oferta soviética de defensa en forma de, nada más y nada menos, interceptores que habrían tenido su base en el continente argentino, desde donde se pretendía que despegaran en alertas de defensa aérea o en patrullas contra los cazas British Aerospace Harrier GR.3 de la Real Fuerza Aérea y los Sea Harrier FRS.1 de la Marina Real británica. Otra de sus misiones habría sido la de neutralizar a los bombarderos Avro Vulcan B.Mk2 que realizaron misiones de supresión de la defensa aérea argentina.


MiG-23. Dominio público

El investigador asegura, aludiendo a información obtenida a través de supuestos contactos personales con expilotos de la Fuerza Aérea soviética, que entre los modelos de aviones evaluados para llevar a cabo tales misiones, se encontraban los Mikoián Gurévich MiG-21, MiG-23, MiG-25 y Túpolev Tu-128.



¿Cómo llevar los aviones desde la URSS a Argentina?

Dada la falta de receptáculos de reabastecimiento de combustible en vuelo, Santana cuenta en su artículo que al menos un escuadrón formado por 12 aviones debería haber sido transportado al cono sur a bordo de aparatos Antónov An-22, entonces el avión con mayor capacidad de carga útil al servicio la Fuerza Aérea de la URSS, ya que un vuelo directo o con escalas de estos cazas era prácticamente imposible.


An-22. Dominio público

Finalmente, se habría optado, sin embargo por transportar los aviones a bordo de un carguero de bandera soviética, en el que se llevarían las aeronaves parcialmente desmontadas, junto con todo el equipo (incluidos varios radares y el sistema de control de interceptación Vózduj-1M) y el personal necesario para ponerlos operativos.

Tu-128 para las Malvinas

Dado que el Túpolev-128 tenía mayor alcance y autonomía de vuelo que los otros interceptores considerados, se optó por elegir este modelo para defender las fronteras aéreas argentinas.

El Tu-28 era un interceptor puro, y su misión principal era interceptar, combatir y derribar a los bombarderos de la OTAN, como el B-52, en los lugares más lejanos de la URSS, desde la frontera con Noruega hasta la frontera con Japón, por la gran extensión territorial del Estado soviético y no era el mejor avión para el combate aéreo con otros aviones caza más pequeños.

Su armamento consistía en cuatro misiles aire-aire de gran tamaño Bisnovat R-4 (AA-5 Ash), generalmente dos R-4R con guía semiradar y dos R-4T infrarrojos, estando instalados los primeros en las sujeciones externas de las alas y los segundos en las internas, muy cerca del fuselaje central.

Fin de un sueño

Sin embargo, un análisis más profundo finalmente desalentó el envío de este aparato a Argentina: la insuficiente anchura de las pistas de aterrizaje de las bases aéreas del país latinoamericano y el hecho de que (incluso después de haber retirado su sección posterior) el enorme Tu-128 no pudiera ser acomodado en el compartimiento de carga del buque, desalentaron a los promotores de la operación.


Mike1979 Russia [CC BY-SA 3.0]

Además, sostiene Santana, “es innegable que, contrariamente al discreto apoyo que se había prestado hasta entonces, la acción directa de las fuerzas soviéticas podría dar lugar a la entrada de las fuerzas estadounidenses e incluso de la OTAN en el teatro de operaciones, lo que provocaría una escalada del conflicto hasta alcanzar proporciones globales y, muy probablemente, el uso de armas nucleares”.

La aviación militar Argentina sufrió serias pérdidas y, aunque el país estuvo cerca de obtener la victoria, no pudo ser.

domingo, 28 de junio de 2020

Operación Edipo: Submarinos soviéticos en el Atlántico Sur

Operaciones Edipo: Los submarinos que no debían llegar a Malvinas.


El Snorkel




Corrían los últimos días de marzo de 1982, cuando fue detectado un submarino nuclear en los accesos noroccidentales (el área marítima al noroeste de Escocia).

Posiblemente el sistema SOSUS (Sound Surveillance System – el sistema de hidrófonos en el lecho marino, operados por la OTAN para la detección de submarinos) haya dado la alerta inicial acerca de un intruso que pasaba la brecha Groenlandia – Islandia – Reino Unido (el “GIUK gap”) y se introducía en el Océano Atlántico, para luego virar con rumbo sur.

Junio 1982, otro submarino soviético clase Victor, el HMS Superb y la probable interceptación del primero en el “Área de Búsqueda Bravo”. El banco Rockall se encuentra al oeste del área “Bravo” La carta sirve para ilustrar la zona de operaciones (HMS Courageous Association)

El HMS Superb (comandante James Perowne), un submarino nuclear de ataque clase Swiftsure, era el buque de alerta, encargado de lidiar con sumergidos incursores en aguas británicas. El 26 de marzo había arribado a Gibraltar, donde estaba programado permaneciera cinco días, como un parate de las ejercitaciones que estaba desarrollando (especialmente colaborando con los simulacros de guerra antisubmarina) en el marco de “Springtrain 82”

“Un submarino soviético está tratando de colarse en nuestra área de ejercicio norte”, se le informó a la tripulación, que tuvo que cancelar apresuradamente sus reservas en hoteles del área. Horas más tarde, el Superb zarpaba de Gibraltar.

Desde allí, puso rumbo al norte, hacia el Banco Rockall. Ajeno a la crisis que se agravaba en las islas Georgias.

Sin embargo, la partida del Superb fue observada por un periodista de la cadena ITN, llegando este a la errada conclusión que el submarino se dirigiría al sur, para influir en los sucesos que allí se desarrollaban.

Luego, es conocido que la noticia no fue desmentida por el gobierno británico, precipitando el inicio de la argentina “Operación Rosario”, la recuperación de Malvinas (en tanto se consideraba que, con un submarino nuclear en zona, el desembarco resultaría imposible).

* * *
“Tenemos un problema ruso”. Roger Lane-Nott, comandante del HMS Splendid (un gemelo del Superb), se sorprendió ligeramente al escuchar la noticia, apenas había puesto un pie en la Sala de Operaciones.

Otro submarino había sido detectado en los accesos noroccidentales.
Las órdenes para el HMS Splendid eran las de zarpar de inmediato desde la base de Faslane, en el Firth de Clyde, encontrar al enemigo y seguirlo subrepticiamente.

Dos de los siete submarinos nucleares británicos de ataque disponibles se preparaban para la interceptación. No resultaba cómodo para la Royal Navy tener un intruso tan cerca de algunas de sus principales bases navales.
Poco tiempo después, el incómodo visitante había sido encontrado por el HMS Splendid y, se estimó interpretando su firma acústica, que se trataba de un submarino soviético clase OTAN Victor III (Proyecto 671RTM).
Nuclear y de ataque, hacía poco tiempo había sido introducido en la flota roja, constituyendo uno de los orgullos de su servicio silencioso.
Sin embargo, el 29 de marzo, en horas de la tarde, una emisión captada en VLF obligó a Lane-Nott a ir a profundidad periscopio, para tomar una comunicación en código, que le informaba de la escalada en el Atlántico Sur y la necesidad de volver a puerto, a avituallarse para un despliegue operacional hacia aguas de Malvinas.
Con alguna molestia, el HMS Splendid tuvo que abandonar la persecución de este contacto, al que su comandante consideraba como “particularmente dificultoso” y volver a Faslane.
Sería tarea de otros medios, pero principalmente de la Royal Air Force (RAF), retomar la cacería.

* * *

No era el primer intruso al que debían perseguir los Nimrod Mk.2 que operaban desde Kinloss y St Mawgan, enmarcados en el Grupo 18 de la RAF. De hecho, este era la séptima “Operación Edipo” (Oedipus Operation) que se programaba; por cierto, mucho más interesante para las tripulaciones que las habituales misiones de la “Operación Tapicería” (Tapestry Operation), de control de buques pesqueros.
Según doctrina, en interminables vuelos, los grandes cuatrimotores especializados en guerra antisubmarina comenzaron a sembrar barreras de sonoboyas pasivas omnidireccionales (LOFAR) que interceptaban la derrota proyectada del incursor.
El primero de abril la búsqueda dio sus frutos, obteniéndose un contacto sólido en horas de la madrugada y, sumando más boyas LOFAR y también DIFAR (direccionales) se consideró que podría tratarse del mismo submarino acechado por el HMS Splendid.
A las 9 de la mañana, cuando otro Nimrod había tomado la posta monitoreando el campo de sonoboyas, el incursor expuso brevemente la vela, elevándose la categoría del contacto a CERTSUB y aprovechando la tripulación de patrulla para tomar una fotografía del submarino.




Fotografía tomada el 1º de abril 1982, a las 0952z, en posición 55º 50`N 09º 00`O del submarino soviético identificado como clase OTAN Victor III (HQ Group 18 RAF)

El submarino, desde entonces y conociéndose detectado, puso rumbo norte, manteniéndose en la isobata de 500 brazas. En horas vespertinas el contacto se perdió definitivamente, no pudiendo ser retomado por ninguno de los tres vuelos posteriores.
Cabe hacer notar que la aparición del intruso coincidió con la llegada a las Islas Hébridas (a unas 100 millas náuticas al noroeste de donde se obtuvo la fotografía) de un buque de inteligencia soviética de la clase Primorye, el Zaporozhye (CER-501) de 4.500 toneladas de desplazamiento y cargo del Capitán de Primera Clase P. Zyryanov
El Zaporozhye, razonablemente, habría monitoreado toda la actividad de la defensa antisubmarina británica, así como ambos buques soviéticos deberían haber registrado la zarpada del ya reabastecido HMS Splendid hacia aguas de Malvinas, hecho ocurrido el mismo día 1º de abril.




El buque espía soviético Zaporozhye, camino al Atlántico Norte, a principios de 1982 (Autor desconocido) 

Es innegable que el submarino soviético se encontraba en inmejorables condiciones para seguir al HMS Splendid rumbo al Atlántico meridional. No hay constancias que así lo hiciera, pero es un interesante dato el que el buque espía soviético efectivamente acompañó a la flota británica con rumbo sur.
A todo evento, el conflicto ni se había desatado y ya un submarino soviético merodeaba cerca de medios navales que navegaban hacia las islas.
Por otra parte ¿Fue casualidad que los soviéticos se encontraran allí en dichas fechas? ¿Sabían algo de lo que ocurriría días después, y la necesaria actividad de los submarinos británicos?


* * *
Dos semanas después, fue detectado otro incursor, un submarino nuclear soviético posiblemente de la clase OTAN Charlie (Proyecto 670), que navegaba al oeste de las Islas Británicas y con rumbo sur.
El contacto inicial había sido del HMS Superb (que no había regresado a puerto desde que zarpara de Gibraltar), que pasó la posta a los Nimrod de la RAF.
El Superb se dirigió a puerto, bromeando su tripulación que ingresaría como el HMS Surprise (sorpresa): al fin de cuentas, la prensa mundial lo consideraba en aguas de Malvinas.
Con la crisis de Malvinas en apogeo, se tuvo especial consideración a este merodeador, a los fines de controlar que no se dirigiera al sur (donde podría afectar las operaciones británicas) o, por lo menos, conseguir mantener actualizada su posición en forma permanente.
Se llevaron, entonces, a cabo 7 misiones “Edipo/8” (entre los días 14 y 15 de abril) donde los Nimrod desarrollaron tácticas antisubmarinas, hasta que el seguimiento fue pasado en “caliente” (sin haber perdido jamás el contacto) a los P-3C Orion de la U.S. Navy.




Extraña compañía en la Armada India. El INS Viraat (ex portaaviones británico HMS Hermes) y el INS Chakra (ex K 43 soviético), un submarino clase Charlie. (Autor desconocido)
La presencia del Charlie y el rumbo que llevaba reavivó la discusión acerca de la posibilidad que medios soviéticos se vieran involucrados en las operaciones de combate.
El mismo 15 de abril a la tarde (mientras el submarino era ploteado minuciosamente), se llevó a cabo una reunión de ministros del gabinete británico, donde se discutió acerca de las reglas de empeñamiento para la “Operación Paraquet” (el ataque a Georgias del Sur) y se discutió brevemente acerca de la posibilidad de interferencia por fuerzas comunistas.
En horas de la noche, el Foreign and Commonwealth Office (equivalente al Ministerio de Relaciones Exteriores), consideró
“sería prudente acercarse a Moscú para alertarlos de mantener sus buques de superficie y submarinos bien lejos del Atlántico Sur, y de la Zona de Exclusión Marítima en particular, a los fines de minimizar el riesgo de encuentros fortuitos en cualquier acción naval que sea necesaria”
En tanto ello, se envió inmediatamente un telegrama cifrado el embajador británico en la Unión Soviética (Sir Curtis Keeble), solicitando se le comunique textualmente al gobierno de la Unión Soviética que
“El Gobierno de Su Majestad expresa su deseo que el gobierno soviético tome las medidas necesarias respecto sus navíos en el área sudatlántica, y tome las precauciones del caso, manteniéndolos alejados, a los fines de evitar errores, accidentes o malinterpretaciones”

El día 17, el mensaje fue pasado telefónicamente a las autoridades moscovitas, que no realizaron ninguna manifestación al respecto (solamente dieron un “recibido”), pero aprovecharon para refrendar su posición contra lo que consideraban una guerra de agresión británica.
En todo caso, la tensión se diluyó el a la mañana del día siguiente, cuando un avión norteamericano Orion operando desde Rota (España) confirmó que el submarino, finalmente, había ingresado por el Estrecho de Gibraltar al Mediterráneo.



Un P-3C del VP-23 (U.S. Navy), volando desde Rota (España), es fotografiado sobrevolando un submarino soviético clase Juliett., el 1º de septiembre de 1982. A principios de los `80 era común que los soviéticos operaran un Juliett en el Mediterráneo la mayor parte del año (DoD)

Quizá porque era su misión original, o quizá porque los soviéticos reconsideraron su posición a la luz de lo informado por el embajador británico.

* * *

Pocas horas más tarde, un vigía del buque auxiliar RFA Olmeda, en las costas de la Isla Ascensión juntamente con gran parte de la flota, creyó ver un periscopio, generándose gran alarma.


Y los fantasma soviéticos comenzaron a materializarse nuevamente.


Bibliografía.

  • Amendolara, Alejandro “El submarino fantasma”, en Revista "Manual de Informaciones", N°2, Vol. LI, abril de 2009.
  • Coleman, Ian “Nimrod operations in the Cold War”, en Journal 33 Royal Air Force Historical Society, Northmoor, 2005.
  • Freedman, Lawrence “The official history of the Falklands campaign”, Tomos I y II, Routledge, Londres, 2005.
  • G.A. Chesworth, G. A., Vice Mariscal del Aire (RAF) “Libro de Operaciones del Grupo 18 Royal Air Force”, National Archives, legajo AIR 25/1908.
  • Imperial War Museum “Lane-Nott, Roger – IWM Interview”, número de catálogo 17274, cassette 3.
  •  Perowne, James “The submarine and the operational level”, en The Naval Review, Vol 84, nº3, Julio 1996.
  • Ring, Jim “We come Unseen. The Untold Story of Britain’s Cold War Submariners”, John Murray Ed, Londres, 2001.
  • Varios, “Presence of Soviet shipping in area of Falkland Islands”, National Archives, legajo FCO 7/4507.

domingo, 26 de abril de 2020

La base aérea como trampolín clave a la victoria

Base aérea: la clave de la victoria

Revista Militar  (original en ruso)


Si el enemigo aparece en grandes cantidades, tome primero lo que le sea mas deseado por él. Si lo capturas, él te obedecerá.
Sun Tzu, el arte de la guerra

El comienzo del conflicto militar determina la pregunta: ¿hay una base aérea cerca?



Si la respuesta es sí, no dude en comenzar una guerra. Si la respuesta es diferente, soborno y chantaje, sigue una manifestación de voluntad política y brillantes soluciones de ingeniería. Las apuestas son geniales. La falta de apoyo aéreo amenaza con perder la iniciativa, un fuerte aumento de las pérdidas y una prolongación inaceptable del conflicto. Ninguna de las potencias desarrolladas correría el riesgo de involucrarse en una guerra sin un buen aeródromo en la región. ¡El duro axioma de la guerra!

Entonces, no hay una base aérea cerca. Como ser Respuesta: tome por asalto el aeropuerto de la capital en el país donde va a luchar.

¡Clásicos del género!

Puede comenzar de diferentes maneras. En forma de un grupo de atletas que llegaron tarde a su vuelo con bolsas grandes (Praga-68). O un ataque frontal de los "matones Pskov" que repentinamente emergió del útero del aterrizaje IL-76 (Bagram-79). O una incursión de una columna motorizada terrestre con la tarea de capturar y retener un objeto importante (lanzar a Pristina-99).



Aeropuerto Internacional Ruzyne, Checoslovaquia, 1968


La tarea principal del grupo de asalto es evitar el bloqueo de la pista. Luego va de acuerdo con el escenario. Las fuerzas especiales están golpeando al consternado personal del aeropuerto, y las luces de aterrizaje del transporte Ilov ya se balancean en el cielo con ayuda. Todo se calcula hasta un minuto. ¡La invasión ha comenzado!

Al día siguiente, 450 aviones con 7 unidades de guardias aterrizaron en el aeropuerto de Ruzyne. división aerotransportada.

Eventos de la primavera de Praga.


La ingeniosa recepción con el aeropuerto de la capital le permite paralizar instantáneamente al enemigo, quitando la iniciativa de sus manos y colocándolo en una posición divertida y deprimente. Justo en el corazón del país se abre un "portal" a través del cual azotan una avalancha de soldados y equipo militar. Y pronto la aviación militar aparecerá allí ...

El viento soplaba a través de las ventanas, levantando el polvo a problemas. Esto no es Kabul para ti, ni este ni sur. Aquí, en Shindand, hay calor, incluso en el norte del país. Y a veces hasta la mañana se escucha la voz de la guerra ... Tres kilómetros de concreto de primera clase a una altitud de 1158 sobre el nivel del mar. Junto con Bagram y Kandahar, Shindand fue un bastión clave de OKSVA y la base aérea más grande del oeste de Afganistán. En el transcurso de nueve años, el transporte "Il" llegó en un flujo interminable. Desde allí, los Rooks volaron en una misión, y los cazabombarderos y las plataformas giratorias también se asentaron allí.


BAM Shindand, hoy


En diciembre de 1979, cuando las primeras unidades de las SA acababan de comenzar a cruzar el río Amu Darya, una batalla ya estaba en su apogeo 200 km al otro lado de la frontera. Las unidades aerotransportadas, que no se encontraron con la resistencia organizada de los afganos, bloquearon por completo los campos de aviación de Bagram, Kabul, Shindand y Jalalabad. Tres meses después, el aeródromo de Kandahar en el sur del país fue tomado por helicóptero.

El sistema de seguridad de las bases aéreas ubicadas en medio de territorios hostiles, justo en la guarida del enemigo, merece un artículo separado. En las cercanías de Shindand, más de un millón de minas antipersonal fueron dispersadas desde helicópteros. Un punto de control, puntos de disparo, patrullas terrestres y aéreas, y equipos de control perimetral que registraron cambios en la capacidad del circuito eléctrico en relación con la Tierra y dispositivos explosivos detonados ("ojos shaitan"). Parecía que no era realista abrirse paso desde el exterior hacia el área protegida, pero los estacionamientos fueron sometidos regularmente a ataques de mortero. En otra ocasión, los dushmans, habiendo sobornado a la seguridad, penetraron en el sector afgano de las bases aéreas, donde estaban los aviones de la Fuerza Aérea DRA. Sin embargo, los soldados soviéticos lograron evitar todos los incidentes importantes sin consecuencias graves. Todos los ataques fueron rechazados, el funcionamiento de las bases aéreas no fue interrumpido.

Es fácil adivinar cómo tuvo lugar la invasión de Afganistán en 2001 y quién es el anfitrión de Shindand y Kandahar.

Hungría-56, Checoslovaquia-68, Afganistán-79, Somalia-93 (el aeródromo de Mogadiscio, desde donde volaron los "Black Hawks" caídos), Yugoslavia-99 ("lanzar a Pristina", cuyo objetivo era el aeródromo Slatina) ...

En todos estos casos, se utilizó un escenario con la captura del aeropuerto de la capital (o simplemente un gran aeropuerto o base aérea en territorio enemigo). Todos los escépticos de tales tácticas pueden ser respondidos en el espíritu de Sun Tzu: debes poder elegir el tiempo, el lugar y el oponente. Lo que no es adecuado para una guerra nuclear global funciona bien en los conflictos locales.

En la historia, hay un caso conocido de un intento de aterrizar en un aeródromo enemigo, incluso en las condiciones de una guerra en curso, cuando había un gran riesgo de ser golpeado por la defensa aérea y los cazas enemigos. Durante la Guerra de Malvinas, los británicos estaban muy preocupados por la base aérea argentina en Tierra del Fuego. Se decidió conducir a través del océano un par de "caballos de Troya" (transporte "Hércules" con las marcas de identificación de la Fuerza Aérea Argentina) y aterrizar en silencio en el aeródromo argentino. Las fuerzas especiales SAS seleccionadas tuvieron que romper toda la base en pedazos. Sin embargo, la Operación Mikado tuvo que ser cancelada debido al final inminente de la guerra.

Cuando estás cerca, has parecer que estás distante, cuando estás lejos, finge que estás cerca

Sun Tzu, El arte de la guerra.

La operación aérea de la OTAN contra Yugoslavia se llevó a cabo en condiciones ideales. La FRY fue alcanzada por cientos de aviones que volaban desde bases aéreas en Italia, Alemania, Francia, Hungría, España, Reino Unido y Macedonia. Encontrar un aeródromo preparado en Europa no es difícil. Durante la Operación Amanecer de la Odisea (2011), las bases aéreas más cercanas se ubicaron a solo 300 km de la costa de Libia (Sigonella en Sicilia, Bahía Sauda en Creta).

Pero este no es siempre el caso.

Cuando no hay una base aérea adecuada, pero es muy necesario, se usa todo, hasta la construcción de un aeródromo de Ersatz con una pista de aterrizaje de metal y una infraestructura simple en un par de días. Pero antes de descubrir las palas, los militares recurrieron a trucos más simples y obvios. Por ejemplo, el despliegue de aviones en aeropuertos civiles en el territorio de países aliados vecinos. Puedes estar de acuerdo con todos.

En preparación para la Tormenta del Desierto, las coaliciones de la Fuerza Aérea llenaron todos los campos de aviación en el Medio Oriente con sus aviones. Aviones de combate y auxiliares incluso en los aeropuertos internacionales de El Cairo y Dubai.


Cruce de transporte de la fuerza aérea estadounidense en el aeropuerto internacional de Manas, Kirguistán


Phantom de la Luftwaffe de la Policía Aérea del Báltico (Aeropuerto Internacional de Šiauliai, Lituania)



Carga de la Fuerza Aérea Canadiense CF-188 (Aeropuerto Internacional de Šiauliai, Lituania)


Europa del Este y Asia Central son lugares completamente civilizados donde puede encontrar un aeródromo militar o civil adecuado si lo desea. Pero sucede que las ambiciones políticas conducen a países donde la población local no vio aviones durante un tiempo, prefiriendo viajar descalzos o sobre la joroba de un camello.

En este caso, el batallón de construcción viene al rescate.

En los años 60 del siglo pasado, en relación con la expansión de la presencia soviética en el continente africano, la URSS decidió proporcionar asistencia fraterna a los pobres de Somalia mediante la construcción de un aeródromo de primera clase en el territorio de este país para basar bombarderos estratégicos y aviones navales.

En solo unos años, se construyó una instalación fantástica en las cercanías de Berbera, una pista del 23/05 con una longitud de 4140 metros. ¡La pista más larga de toda África! Después de que la URSS dejó Somalia, los estadounidenses entraron en la franja en la lista de lugares de reserva para aterrizar sus transbordadores espaciales.

Otra "construcción" terminó con un grandioso escándalo con derramamiento de sangre. En 1982, sobre aproximadamente. Granada comenzó la construcción de un aeródromo moderno, que Washington se enfureció gravemente. Según analistas estadounidenses, el Aeropuerto Point Salinas fue otro proyecto militar de la URSS para desplegar aviones estratégicos en el Caribe. Esta fue la razón formal de la invasión de Granada. Es curioso que las principales batallas entre el Cuerpo de Marines de los EE. UU. y los constructores cubanos tuvieron lugar en el aeropuerto.

En todas las situaciones descritas anteriormente, el terreno sólido estaba bajo los pies de los constructores militares. Pero una vez tuve que luchar en los confines del mundo. Donde no había nada más que niebla y fuertes ráfagas de olas. Estamos hablando del conflicto más inusual de finales del siglo XX: la guerra por las Islas Malvinas. La flota británica estaba cara a cara con aviones enemigos. Dos portaaviones ligeros con aviones VTOL no pudieron proporcionar una cobertura aérea confiable: un tercio del escuadrón fue bombardeado y los propios británicos estaban en el balance del accidente. Se salvaron de la derrota completa solo por la debilidad general y la falta de preparación del enemigo.

En relación con la desesperada situación del ejército británico, no quedaba nada más que buscar con urgencia una base aérea en el Atlántico Sur. ¡Y la encontraron! Además de la Isla de la Ascensión, donde se basó el bombardero estratégico y la aviación naval, los diplomáticos lograron organizar el despliegue de un escuadrón de reconocimiento de Canberra en la base aérea chilena de Aqua Fresca (el signor Pinochet siempre estaba feliz de traer problemas a su vecino argentino Leopold Galtieri). Los chilenos no se opusieron a los "Fantasmas" de lucha, pero el gobierno de Thatcher decidió abandonar la escalada del conflicto.

¡Pero lo más sorprendente! Tan pronto como aterrizaron en las Malvinas, los británicos comenzaron a construir ... ¡un aeródromo! La avanzada base aérea Harrier FOB en la Bahía de San Carlos, que tardó una semana en construirse, consistía en 400 metros de pista de aterrizaje de metal de las franjas de PSP con una infraestructura simple. Se organizó una instalación de almacenamiento de combustible justo en la orilla, excavando tanques de goma con combustible en la playa. Sistemas de defensa aérea instalados. Inicialmente, los planes eran aún más ambiciosos: una longitud de banda de más de 1000 metros. Por desgracia, uno de los barcos que transportaba materiales y equipos para la construcción del aeródromo se hundió camino a las islas.

 
 

domingo, 10 de noviembre de 2019

La razón del apoyo soviético a la Junta Militar

La verdadera razón por la que la Unión Soviética apoyó a la Argentina anticomunista durante la guerra de las Malvinas


La guerra se libró entre Argentina y el Reino Unido, pero la Unión Soviética presuntamente apoyó al país sudamericano en secreto, a pesar del riesgo que representaba para la escena internacional, por una razón muy específica, según un artículo desenterrado.
Por Kate Nicholson || The Express


Margaret Thatcher dirigió al Reino Unido a la batalla con Argentina en 1982 después de que el país sudamericano, liderado por el entonces líder argentino General Leopoldo Galtieri, invadiera el territorio británico de ultramar de las Islas Malvinas. Se produjo una batalla de diez semanas y, con el respaldo de Ronald Reagan en Estados Unidos, el Reino Unido aseguró la victoria y una reelección posterior para la Sra. Thatcher. Sin embargo, algunos argentinos nunca han olvidado sus ambiciones de reclamar las islas como propias. Recientemente, el líder en la carrera electoral presidencial, el peronista Alberto Fernández, advirtió que puede "renovar los reclamos de soberanía" sobre el archipiélago si asume el cargo.

Cuando Argentina trató de hacerse cargo de las Malvinas (el nombre español de las Islas Malvinas) en 1982, se rumoreaba que el estado comunista de la Unión Soviética, liderado por Leonid Brezhnev, en realidad estaba ayudando a la nación, aunque ninguno de los dos países confirmó esta.

Luego, en abril de 2010, The Times informó cómo un periodista llamado Sergei Brilev había publicado un libro llamado "Fidel, Football and the Malvinas" y afirmó que Argentina pudo haber recibido información secreta de la ubicación de Gran Bretaña a través de la Unión Soviética durante el conflicto.

Argentina era anticomunista e incluso había intentado ponerse del lado de los Estados Unidos durante la Guerra Fría, por lo que la alianza fue una unión sorprendente entre los países.


Leonid Brezhnev y Margaret Thatcher (Imagen: GETTY)


Tropas invasoras británicas que llegan a las Malvinas (Imagen: GETTY)

Escribiendo en The Times, el periodista Tony Halpin explicó el descubrimiento de Brilev: "Moscú fue un aliado poco probable para la junta de derecha que había ocupado las islas, pero el periodista Sergei Brilev ha descubierto evidencia de que la Unión Soviética estaba espiando a los británicos en la altura". del conflicto de 1982 ".

Halpin explicó cómo, según los informes, el Kremlin "estuvo cerca de frustrar la expedición de las Malvinas", así como la "carrera de Margaret Thatcher".

Brilev afirmó que transmitieron inteligencia vital a la Fuerza Aérea Argentina desde satélites soviéticos ubicados sobre la zona de guerra y entrevistó a ex generales del KGB y del Ejército Rojo que confirmaron sus afirmaciones de que Moscú estaba rastreando a la Royal Navy.

El escritor ruso también respondió a la pregunta de por qué estas dos naciones opuestas decidieron unirse, explicando que si bien la Unión Soviética quería "dañar" a Gran Bretaña como un "enemigo de la OTAN", había más factores internos en juego.

El Sr. Haplin resumió: "Argentina fue uno de los dos únicos países que ignoraron un embargo a las exportaciones de alimentos clave a la economía soviética en dificultades después de la invasión de Afganistán por Moscú en 1979".

Brilev le dijo: “El intercambio comercial alcanzó los $ 2 mil millones (£ 1.3 mil millones), que era una suma fantásticamente grande en ese momento. La URSS les debía algo ”.




La Sra. Thatcher llega a Stanley (Imagen: GETTY)
La Sra. Thatcher saluda a los soldados (Imagen: GETTY)

Se cree que la Unión Soviética ayudó ofreciendo un satélite en mayo que ayudó a atacar los objetivos británicos de aterrizaje y hundir el HMS Coventry y el Atlantic Conveyor.

Continuó: "Los datos exactos pasados todavía se clasifican, pero hay una coincidencia de cronología que muestra que varios éxitos argentinos pueden haber sido el resultado de lo que proporcionaron los soviéticos.

“Argentina no tenía la capacidad de inteligencia para rastrear esos barcos. Es muy posible que obtuvieron las coordenadas de los soviéticos ".


La Sra. Thatcher luego formó una buena relación con el líder soviético Mikhail Gorbachev (Imagen: GETTY)

También se cree que en el momento de la guerra, tanto Argentina como el Reino Unido buscaban victorias fáciles porque ambos gobiernos habían caído brevemente en desgracia.

Ninguno de los dos esperaba que la guerra se convirtiera en el evento de 74 días que sucedió.

Sin embargo, una vez que el general argentino Galtieri fue derrocado más tarde que el mismo año, Argentina "cortó los vínculos de inteligencia con Moscú". La Sra. Thatcher incluso estableció una relación con el nuevo líder soviético Mikhail Gorbachev dos años después.

domingo, 18 de agosto de 2019

Malvinas: Los secretos sin resolver en la visión rusa

Los secretos sin resolver de la guerra de Malvinas

Revista Militar  (original en ruso)




En 2012, después de un período de secreto de 30 años en Gran Bretaña, los documentos de la década de 1980 sobre la guerra entre Gran Bretaña y Argentina sobre las Islas Malvinas (Falkland Islands) fueron ampliamente publicitados. Un nuevo lote de documentos desclasificados del gobierno británico arroja luz, en particular sobre la estrategia del Ministerio de Asuntos Exteriores durante esta guerra, y revela algunos de los manantiales comúnmente camuflados de la política de Londres. En particular, como muestran los documentos, los analistas británicos monitorearon cuidadosamente los medios soviéticos y extranjeros tanto en Londres como en la Embajada británica en Moscú, rastreando los más mínimos matices de los materiales publicados en ese momento y tratando de desarrollar una línea que nos permitiera lograr el apoyo incondicional de los Estados Unidos y neutralizar la influencia de la URSS en el curso del conflicto.


Además, una gran parte de los documentos desclasificados de ese período en 2015 fueron publicados por la Administración Nacional de Archivos y Registros de EE. UU. Estos documentos también revelan algunos puntos interesantes con respecto a la relación dentro del gobierno de los Estados Unidos bajo Reagan, en particular entre los diversos elementos de su bloque de poder. Los documentos de los archivos de EE. UU. Muestran inequívocamente que la administración del presidente Reagan desde el principio, sin dudarlo, se puso del lado del gobierno de Thatcher y le brindó toda la ayuda que necesitaba.

LORD CARRINGTON: "EMPUJE EL TUBO LO MÁS LARGO POSIBLE ..."

Después de que las tropas argentinas capturaron repentinamente las Islas Malvinas el 2 de abril, el gobierno británico rompió relaciones diplomáticas con Argentina y envió secretamente destructores y fragatas desde Gibraltar a la Isla Ascensión bajo el mando del Contraalmirante Sandy Woodward, quien participó en los ejercicios oceánicos Springtrain de 1982. Por delante de ellos fueron enviados el submarino nuclear Spartan. Según algunos informes, otro, pero ya submarino de misiles británico, fue enviado a posiciones en el Atlántico Sur, donde estaba listo para lanzar un ataque con misiles en Buenos Aires.

En cualquier caso, el informe TASS del 31 de marzo acusó a Gran Bretaña de intensificar las tensiones al enviar un submarino atómico a la región. El informe de la CIA del 1 de abril también declaró que el 30 de marzo se enviaron uno o dos submarinos nucleares británicos a la región del Atlántico Sur. En el mismo informe, por cierto, se informó que Argentina "obviamente planea invadir las islas en disputa mañana si su creciente presión diplomática no funciona". ¿Cuánto coincide esto con las memorias de Thatcher publicadas en 1993, en las que afirmó que "nadie podía predecir la captura argentina de las Malvinas en más de unas pocas horas"?

¿Fue realmente así? Además, en una carta del 31 de marzo a Thatcher Reagan publicada en los EE. UU., Ella escribió: "Usted sabe acerca de informes de inteligencia alarmantes tanto de usted como de nuestras fuentes de que la Armada argentina puede estar lista para invadir las Malvinas en las próximas 48 horas ... Y nosotros solo hay 75 marines y un barco de reconocimiento de hielo ".

El informe de la CIA del 1 de abril declaró: "El Reino Unido está al tanto de una posible invasión y podría enviar fuerzas adicionales a las Malvinas. Hay una pista de aterrizaje para recibir grandes aviones de transporte, pero se requiere repostar combustible".

Algunos investigadores creen que Londres hizo pleno uso de la estrategia bien establecida de "atraer" a la entonces junta de los generales argentinos "calientes" que gobernaron en Argentina. Una revisión de la embajada de EE. UU. en Argentina con fecha 16 de mayo de 1979, enviada al Departamento de Estado de EE. UU., dijo que, en última instancia, Argentina recuperaría su soberanía política sobre los Malvins, muy probablemente sujeta a garantías firmes de la propiedad patrimonial de los isleños, su estilo de vida y bilateral acuerdos con el Reino Unido sobre el desarrollo económico y científico conjunto de este territorio. La llegada al poder del nuevo gobierno conservador en Inglaterra podría ralentizar este curso de los acontecimientos, pero está claro que el declive y la despoblación en curso de las islas requieren su adaptación a las nuevas condiciones, mientras que esto todavía es posible. “Sin embargo, la impaciencia de los argentinos y sus estados de ánimo revanchistas pueden alterar un enfoque delicado y gradual para resolver este problema. Esto conducirá a un endurecimiento de la opinión pública británica con respecto a la transferencia de las islas bajo el control argentino y un mayor deterioro de las relaciones británico-argentinas ".

Según las observaciones de diplomáticos británicos que compartieron con sus homólogos estadounidenses en las conversaciones de mayo de 1980 en Washington, la parte argentina estaba cada vez más impaciente por el estado de las islas. ¡Pero lo más "terrible" fue que los rusos y los cubanos "inundaron" a Argentina, mientras que Moscú desarrolló la cooperación con los argentinos en materia de energía nuclear! Como escribió uno de los analistas de la oficina de Forin, "cualquier relación con la URSS debería ser alarmante".

La serie de negociaciones que tuvieron lugar en 1980-1981, en la que los diplomáticos británicos utilizaron las instrucciones del secretario de Asuntos Exteriores británico Peter Carrington para "tirar de la gaita el mayor tiempo posible", no dio ningún resultado, pero causó una irritación cada vez mayor entre los líderes argentinos.

Las negociaciones regulares tuvieron lugar del 26 al 27 de febrero de 1982 en Nueva York. En ellos, la parte argentina propuso crear un mecanismo para una comisión bilateral permanente que se reuniría mensualmente y trabajaría para acercar las posiciones de las partes, es decir, según los argentinos, sobre cómo es más fácil y rápido transferir las Islas Malvinas a la soberanía argentina. La parte británica rechazó categóricamente este enfoque. El 1 de marzo de 1982, la parte argentina emitió un comunicado unilateral que terminaba con las palabras: "Si el problema no se resuelve lo antes posible, Argentina se reserva el derecho de poner fin a este mecanismo y elegir el método de acción más adecuado para sus intereses".

Comentario del embajador de los Estados Unidos en Argentina, Harry Schlödeman, del 24 de marzo de 1982: “Existe un punto de vista cínico, especialmente entre los políticos, de que el gobierno argentino ha puesto este viejo debate en el centro de atención para desviar la atención del pueblo argentino de los problemas económicos. No estoy tan seguro Las negociaciones con los británicos parecen haberse estancado naturalmente, dado el tiempo dedicado y la incapacidad de los británicos para negociar la soberanía. En cualquier caso, el gobierno argentino se encuentra en una situación política tan interna en la que tiene que hacer algo si no se acepta la propuesta de crear una comisión permanente ".

¡Cómo se veían en el agua! Pero Shlodeman, intencionalmente o no, solo notó el lado diplomático de la crisis que Argentina estaba experimentando. De hecho, a principios de 1982, una junta militar dirigida por el general Leopoldo Galtieri estaba en vísperas de un colapso económico: la producción industrial cesó, la deuda externa superó el presupuesto muchas veces, los préstamos extranjeros cesaron, la inflación fue del 300% anual. El dictador esperaba con la ayuda de una pequeña guerra victoriosa para elevar el prestigio de su régimen militar. También creía que la administración estadounidense Reagan tomaría el lado de Argentina, lo que ayudó a Estados Unidos en la lucha contra el liderazgo sandinista de Nicaragua. Sin embargo, ya el 1 de abril, el Secretario de Estado Alexander Haig envió instrucciones al Embajador Schlodemann para transmitirle a Galtieri que cualquier acción militar "destruirá las prometedoras relaciones entre Estados Unidos y Argentina".


En la tarde del 1 de abril, Reagan llamó a Galtieri y, en una conversación de 40 minutos, trató de convencerlo de que no invadiera las islas. Advirtió a Galtieri que la invasión dañaría seriamente las relaciones entre los dos países y ofreció su mediación, incluida la llegada del vicepresidente George W. Bush a Buenos Aires. Galtieri respondió que Argentina había estado esperando 149 años, no tenía intención de esperar más y rechazó la oferta de mediación, diciendo que "los eventos en sí mismos ya han superado esta oferta". Dijo además que Argentina usa todos sus recursos para restaurar su soberanía sobre las islas y es libre de usar la fuerza cuando considera que ha llegado el momento adecuado.

Es interesante notar que Reagan tenía una visión peculiar de la historia de las Malvinas. A juzgar por la entrada en su diario del 2 de abril, hablando con Galtieri, estaba convencido de que las islas pertenecen al Reino Unido "en algún lugar del año 1540" (!).

¡Y esto sin mencionar la Doctrina Monroe, que, expresada por el presidente James Monroe en 1823, debería haber contrarrestado la captura británica de las Islas Malvinas en 1833!

En la mañana del 1 de abril, 500 marines argentinos estaban en camino. El 2 de abril de 1982, las tropas argentinas bajo el mando del general Mario Menendos, que llevaban a cabo la Operación Soberanía, desembarcaron en las Malvinas. Una compañía de marines británicos estacionados en Port Stanley cesó la resistencia por orden del gobernador inglés Rex Hunt. El nuevo gobernador, ahora en Malvins, era el general Menendos. El 7 de abril, tuvo lugar una ceremonia muy solemne de su asunción.

Desde el punto de vista militar, Galtieri esperaba que su Fuerza Aérea dominaría el archipiélago, y el Reino Unido en ese momento no tenía portaaviones listos para el combate. El comando de la Armada argentina informó a sus socios estadounidenses (Almirante Thomas Hayward) que la acción argentina se tomó para "contrarrestar la evidente amenaza soviética en la región, teniendo en cuenta a unos 60 arrastreros soviéticos en las Islas Malvinas", pero esto fue percibido por los estadounidenses con un sarcasmo no disimulado.

Los estrategas británicos, desde un punto de vista psicológico, calcularon con precisión que la opinión pública mundial, que había confirmado el reclamo de Argentina a las islas antes y condenó a Gran Bretaña, que "se aferró a los restos de su grandeza colonial pasada", inmediatamente se puso del lado de "isleños, fieles seguidores de la ciudadanía británica". a quien la junta argentina quiere subyugar por la fuerza militar.

Cabe señalar que todo el grupo de fuerzas y activos de Gran Bretaña, participando en ejercicios en la región de Gibraltar y enviados a las Malvinas, como concluyeron los analistas de la CIA, fue capaz de atacar a la Armada argentina inmediatamente a su llegada, desplazarlos de la zona de suspensión, luego bloquear las islas y esperar a que el principal fuerzas

Las tácticas de retrasar las negociaciones y la estrategia de "atraer" han dado sus frutos.

Fue una amenaza de intervención soviética

Al mismo tiempo, la inteligencia británica se encargó de intensificar el monitoreo de las acciones de la URSS. Entonces, el 2 de abril, se recibió información de un agregado militar estadounidense en Buenos Aires sobre la presencia de submarinos soviéticos a 50 millas de las Islas Malvinas, mientras supuestamente estaban bajo barcos de pesca soviéticos. El agregado estadounidense también dijo que tres submarinos argentinos se hicieron a la mar.

En la víspera del 1 de abril, la CIA envió un telegrama informativo indicando que la Armada argentina tenía información el 1 de abril sobre dos submarinos soviéticos en el Atlántico Sur en el área entre las Islas Malvinas y las Islas Georgia del Sur.

Posteriormente, tales mensajes "perturbadores" continuaron llegando periódicamente a Londres. El 14 de abril, un agente de cambio, quien, según él, estaba asociado con los argentinos en la embajada en París, recibió un mensaje de que cuatro submarinos soviéticos estaban en la región de Malvinas y que los rusos supuestamente informaron a los argentinos que estos submarinos los ayudarían si fuera necesario.

De hecho, el juego obviamente se realizó a una escala mucho mayor. En 2012, The English Guardian, que publicó extractos de documentos desclasificados, y Radio Liberty informó que la casi pesadilla de Washington era una posible intervención en el conflicto de la Unión Soviética. Sin embargo, esto está lejos de ser el caso. Un breve informe sobre la evaluación de la situación en torno a las Malvinas, preparado por la CIA el 2 de abril de 1982, declaró que "los soviéticos tratarán de usar la crisis y brindarán apoyo político a Argentina, pero no irán a una intervención militar directa". El 9 de abril, un documento de la comunidad de inteligencia estadounidense, The Crisis Around the Falkland Islands, dijo: "Es poco probable que los soviéticos participen directamente en esta disputa, aunque pueden proporcionar secretamente a los argentinos información sobre los movimientos militares británicos".

Finalmente, el informe del 15 de abril del Centro Británico de Inteligencia Unido también declaró: "No creemos que la URSS esté directamente involucrada en operaciones militares en la zona de conflicto".

La posición del liderazgo soviético en ese momento se hizo extremadamente clara de inmediato cuando el representante de la URSS en el Consejo de Seguridad de la ONU, Oleg Troyanovsky, se abstuvo inesperadamente en la votación de la resolución propuesta por Gran Bretaña.

Los rusos no imaginaron ninguna "pesadilla" para el presidente Reagan, que estaba construyendo su política hacia la URSS, como se supo recientemente, sobre la base de novelas de espías de Tom Clancy. El 7 de abril de 1982, en una reunión del grupo de planificación del Consejo de Seguridad Nacional, en respuesta a las palabras del subdirector de inteligencia central, almirante Bobby Inman, de que no sabemos con certeza si los soviéticos están listos para intervenir en el conflicto, Reagan dijo: "Si los soviéticos entran en una conspiración con Argentina en "una invasión absolutamente ilegal, entonces, creo, ¡podríamos hundir toda la isla con la ayuda de un par de B-52!

Por supuesto, las acciones de la URSS desde el comienzo del conflicto se convirtieron en objeto de una gran atención por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores. El 5 de abril, Londres exigió que la embajada británica en Moscú evaluara:
  • La actitud general de Moscú ante el conflicto.
  • Las acciones de la URSS en caso de operaciones militares entre Gran Bretaña y Argentina,
  • Las acciones de la URSS en caso de sanciones económicas contra Argentina.
El mismo día, se envió una respuesta firmada por el asesor de la embajada, Alan Brook-Turner, de que si Argentina no pudiera obtener el apoyo total de los países del tercer mundo, probablemente perdería en caso de hostilidades, y los rusos probablemente estarían de acuerdo tácitamente con cualquier acción del Reino Unido sobre El regreso de las Malvinas. El 6 de abril, los analistas de la oficina de Forein concluyeron que "se puede argumentar que los rusos evitarán la participación militar en el conflicto".

El 8 de abril, durante una reunión con Haig Thatcher, declaró explícitamente que "ahora estamos rechazando la marcha victoriosa del socialismo ... y hemos llegado al punto en que no puede haber compromiso. Los soviéticos temen la intervención de Estados Unidos en el conflicto, porque ellos mismos están abrumados por sus problemas, y sería sorprendente si también decidieran intervenir ". Haig estuvo de acuerdo: sí, la URSS comenzó a ponerse en desventaja cada vez más.


Posición difícil para Washington



Como resultado de la corta lucha, solo quedaron montañas de armas de los argentinos en las Malvinas. Foto de www.iwm.org.uk

Por otro lado, los británicos, al parecer, inmediatamente vieron a través de los intentos de los estadounidenses con la ayuda de la "amenaza soviética" (incluso con la ayuda de los míticos "submarinos soviéticos que se esconden bajo los arrastreros de pesca") para suavizar la reacción del gobierno de Thatcher a la captura de las Malvinas por parte de Argentina. Los analistas británicos creían que la vigilancia y la recopilación de inteligencia por parte de satélites soviéticos, aviones de reconocimiento naval y buques de superficie, incluidos los buques pesqueros soviéticos en el área de Malvinas, aumentarían a medida que la fuerza de tarea británica avanzara hacia el sur. Al mismo tiempo, en respuesta a las inquietudes del subsecretario de Estado de EE. UU. Lawrence Eagleburger, expresó en una conversación con el embajador británico Neville Henderson el 15 de abril en Washington que los rusos podrían estar involucrados en hostilidades, Londres expresó su firme convicción: “No tenemos evidencia para apoyar de esto, y no creemos que la URSS se arriesgue a estar directamente involucrada en operaciones militares en la zona de conflicto ". Y agregaron: "No está claro si los comentarios de Eagleburger se basaron en preocupaciones reales o estaban destinados a suavizar la posición de Gran Bretaña con respecto a Argentina".

Aparentemente, Londres también estaba alarmado por los comentarios de Haig en una conversación con Thatcher el 13 de abril de que no temía que Estados Unidos interviniera por completo en el conflicto, pero anticipó la intervención militar soviética si Gran Bretaña lanzaba una acción militar en las Malvinas.

Londres entendió perfectamente las fluctuaciones de la administración estadounidense y su deseo, si no es neutralizar, al menos mitigar la severidad del conflicto anglo-argentino. Inmediatamente analizaron las relaciones entre la URSS y Argentina en todas las áreas y notaron su rápido desarrollo: acuerdos sobre el suministro de granos y carne, la creación de empresas pesqueras conjuntas en la región de las Malvinas y el suministro de uranio enriquecido para el programa nuclear argentino. Se observó especialmente que la URSS recibió un tercio de sus importaciones de granos de Argentina y tomó el 75% de las exportaciones de granos argentinos. Londres creía que era muy importante para la URSS, que, como se esperaba, debía importar alrededor de 45 millones de toneladas de grano en 1982 para compensar la mala cosecha por tercer año consecutivo. Los suministros argentinos ayudaron a la URSS a superar el embargo de granos de Estados Unidos anunciado por el presidente Carter en respuesta a las tropas soviéticas que ingresaron a Afganistán en 1979. Además, destruyeron la campaña ampliamente publicitada en Occidente para desacreditar a la economía soviética, que "no puede alimentarse".

El 12 de abril, Henderson dio una entrevista a la empresa estadounidense CBS. La audiencia estadounidense quedó impresionada, pero fue especialmente impactante para el embajador británico informar que los Osos rusos (aviones Tu-95) con un alcance de vuelo de 8 mil millas se basan en Cuba y Angola y están observando en el Atlántico Norte y Sur.

Como resultado, según las encuestas de opinión en los Estados Unidos, el 50% de los estadounidenses en caso de conflicto armado habló a favor de apoyar al Reino Unido, el 5% a favor de Argentina y el 30% a favor de la neutralidad.

Pero en realidad, en general, Washington no necesitaba ser particularmente persuadido. A juzgar por los documentos publicados, los analistas del USS NSS llegaron a una conclusión firme el 1 de abril: "La causa de Gran Bretaña es justa, y es un aliado más importante y cercano para nosotros". El 3 de abril, la Embajada británica solicitó la asistencia de Estados Unidos para convencer a los representantes de Zaire y Japón de votar en el Consejo de Seguridad de la ONU para el proyecto de resolución británico, y recibió garantías del Departamento de Estado de que "Estados Unidos hará todo lo posible para ayudar a la adopción de la resolución del Reino Unido". La resolución británica pidió un "cese inmediato de las hostilidades" y un "retiro inmediato de todas las fuerzas argentinas" de las islas y pidió a los gobiernos de Argentina y el Reino Unido que "busquen una solución diplomática a las diferencias existentes". Esta resolución No. 502 fue adoptada el 3 de abril. Era Panamá solo. La URSS se abstuvo porque, como creen algunos investigadores, "la KGB prometió una buena paliza de Londres desde Buenos Aires". El proyecto de resolución de Panamá no fue sometido a votación.

El proceso de tomar decisiones sobre el apoyo a Londres es muy colorido descrito en las memorias de James Rentschler, un miembro del personal del SNB.

En la mañana del 7 de abril de 1982, el Grupo de Planificación SNB se reunió para una reunión en la Casa Blanca. Reagan apareció en la reunión vestido con ropa deportiva con una chaqueta y una camisa azul con cuello abierto; después de la reunión tenía la intención de ir de inmediato a Barbados para visitar a su vieja amiga de Hollywood, la actriz Claudette Colbert, a quien iba a pasar las vacaciones de Pascua.

La pregunta principal es: ¿Estados Unidos necesita intervenir y por qué, cuándo y cómo?

CIA (Almirante Inman): Gran Bretaña declaró una zona de exclusión de 200 millas, y Argentina desvió sus barcos fuera de esa zona. Los británicos continúan cargando en los barcos, son extremadamente serios y movilizan todo lo que tienen en la Marina.

MO (Weinberger): el plan británico para desplegar sus submarinos, infligir el máximo daño y luego proceder con el aterrizaje. Argentina concentra sus fuerzas en la costa, pero el equilibrio de poder está a favor de los británicos.

El 6 de abril, la BBC informó que un avión de reconocimiento estadounidense, el SR-71, rodeó las Malvinas (Malvinas) antes y después de la invasión argentina para recopilar información que luego se transmitió a los británicos.

Vicepresidente Bush: "¿Qué tan exacto es este informe de ABC que dice que Estados Unidos supuestamente suministra al Reino Unido fotografías detalladas del despliegue de tropas y barcos argentinos recibidos de nuestro avión de reconocimiento?"

Weinberger: “¡Absoluta mentira! Un ejemplo típico de desinformación soviética. De hecho, los soviéticos reubicaron a sus compañeros y tal vez brindan a los argentinos información sobre los movimientos de la flota británica ”.

Después de eso, los miembros del grupo de planificación comenzaron a discutir los problemas de los aeródromos en el Atlántico Sur, los problemas técnicos de la longitud de las pistas, la capacidad de carga, los radios de reabastecimiento de combustible, etc., mientras Reagan se sentaba y miraba a la puerta, mientras su rostro decía claramente: "Cuando ¿Saldré de aquí?

El Secretario de Estado Haig: “Thatcher es extremadamente beligerante, ya que entiende que si la situación empeora, su gobierno caerá. Está muy perturbada por los recuerdos de la crisis de Suez, no quiere permitir nuevamente la vergüenza que Gran Bretaña experimentó en ese momento. Por otro lado, Argentina se está poniendo cada vez más nervioso y, tal vez, está buscando una salida ”.

Después de esto, surgió una disputa entre Gene Kirkpatrick, el representante de los Estados Unidos en la ONU, y el Almirante Inman sobre quién es más importante para Estados Unidos: Gran Bretaña o Argentina y si el Tratado de Río (Tratado de Asistencia Mutua Interamericana) debe ser respetado.

Reagan: “Propongo la siguiente solución. "Sería mejor para nosotros en el asunto con América Latina si manteniéramos amistad con ambas partes en esta crisis, pero es más importante para nosotros que el Reino Unido no pierda".

Después de eso, según Rentschler, Reagan y sus asistentes se apresuraron al helicóptero, que se suponía que lo llevaría a Barbados. "¡No pudo posponer el comienzo de su idilio caribeño ni siquiera por un minuto!" Haig apenas logró murmurar el oído del presidente en voz baja: "No se preocupe, señor presidente, nos ocuparemos de esta tarea. Llevaré a Dick Walters conmigo, hablará con los generales de la junta en la jerga militar española y los dejará sin palabras ".

Pero las palabras principales en todo este ajetreo anterior a la Pascua fueron hechas por el almirante Inman: “No tenemos otra alternativa que apoyar a nuestros aliados británicos hasta el final. No estoy hablando de relaciones de parentesco, idioma, cultura, unión y tradiciones, que también son importantes. Quiero recordar la importancia crítica de nuestros intereses comunes en el plan estratégico, la profundidad y amplitud de nuestra cooperación en el campo de la inteligencia, en todo el espectro de amenazas durante la Guerra Fría, donde tuvimos una estrecha cooperación con Gran Bretaña. Y quiero recordarles los problemas que tenemos con Argentina en términos de no proliferación nuclear. Si dejamos que los argentinos salgan del agua cuando usan armas convencionales, ¿quién puede garantizar que en 10-15 años no intentarán hacer lo mismo con las armas nucleares?

El 9 de abril, la Comunidad de Inteligencia de los Estados Unidos concluyó que "una clara victoria británica habría evitado las consecuencias negativas para las relaciones entre Estados Unidos y Gran Bretaña".

El 13 de abril, a pedido de la embajada británica, Eagleburg dio el visto bueno para transmitir información a los británicos sobre la cantidad y calidad de armas y equipos militares, en particular equipos de guerra electrónica entregados por los Estados Unidos a la Argentina. Después de eso, la prensa informó que Estados Unidos podía interceptar todas las comunicaciones militares argentinas, lo que condujo a un cambio en el código militar argentino. El almirante Inman anunció esto en una reunión del SNB el 30 de abril, mientras expresaba su esperanza de "una pronta restauración de nuestra capacidad en esta área, aunque el daño de estas filtraciones en la prensa fue significativo".

El 28 de abril, el gobierno británico declaró que la zona de 200 millas alrededor de las islas estaba completamente cerrada desde las 11 a.m.del 30 de abril. El 29 de abril, Thatcher en su mensaje a Reagan escribió patéticamente: “Una de las etapas en los intentos de resolver esta crisis ha terminado. Me parece importante que cuando entremos en la siguiente etapa, Estados Unidos y Gran Bretaña deben estar del mismo lado claramente, defendiendo firmemente los valores en los que se basa la forma de vida occidental ”.

El 30 de abril, Haig hizo un comunicado de prensa indicando que desde el 29 de abril, Argentina rechazó la propuesta de Estados Unidos para resolver la disputa, el presidente de los Estados Unidos impuso sanciones contra Argentina: congelando todos los suministros militares, rechazando a Argentina el derecho a compras militares, congelando todos los préstamos y garantías ...

El conflicto anglo argentino terminó oficialmente el 20 de junio de 1982, cuando las fuerzas británicas desembarcaron en las Islas Sandwich del Sur. La victoria fue percibida como una nueva evidencia del poder de Gran Bretaña: un poder naval. El patriotismo en la metrópoli se volvió loco: el gobierno de Thatcher recibió las mismas calificaciones con las que contaba el general Galtieri. El hecho de que el régimen argentino fuera un régimen autoritario, semifascista, a los ojos de muchos británicos, le dio a la acción militar conservadora la sombra de una "misión de liberación", la lucha de la democracia contra la dictadura. ¡En Londres, con una gran reunión de personas, se llevó a cabo el "Desfile de la Victoria"! En Buenos Aires, Galtieri renunció.

La respuesta a la pregunta de una posible intervención soviética durante el conflicto aún la mantienen los fondos cerrados de los archivos rusos. Solo se sabe con certeza que el avión de reconocimiento soviético de largo alcance Tu-95 supervisó la fuerza de tarea británica. Además, los satélites soviéticos Cosmos-1345 y Cosmos-1346, lanzados el 31 de marzo de 1982, justo en la víspera de la Guerra de Malvinas, permitieron al comando de la Armada Soviética monitorear la situación operativa y táctica en el Atlántico Sur, calcular con precisión las acciones de la flota británica e incluso en unas pocas horas determinar la hora y el lugar del desembarco en las Malvinas del desembarco inglés.

sábado, 20 de abril de 2019

Inteligencia satelital: La colaboración soviética en la ubicación de los buques capitales británicos

Malvinas, documentos desclasificados: los partes de inteligencia del "amigo invisible" soviético y los satélites que "espiaron" a la flota británica

Los informes confidenciales que la Unión Soviética le entregó a la Junta Militar de la dictadura durante el conflicto armado de 1982 se convirtieron en el secreto mejor guardado de la guerra. Nadie debía saber que los soviéticos pasaban información clasificada. La intervención de la CIA, los espías rusos y cómo los satélites rusos detectaban a los barcos de la Royal Navy para que fueran atacados por los pilotos argentinos
Por Mariano Sciaroni | Infobae




El documento secreto de 1982: “Reacción soviética a la crisis de las islas Falklands”

No se puede definir mejor a la relación que mantuvo la Argentina con la Unión Soviética durante el Proceso, como lo hizo Tato Bores. El genial humorista señaló que la Junta Militar era "anticomunista prosoviética". Ningún analista internacional fue tan preciso.

La dictadura que se inició en el año 1976 tenía una matriz ideológica de derecha, pero necesitaba de los países del Este como mercados alternativos para colocar la producción agrícola-ganadera del país, tanto que hasta motivó parcialmente la negativa del gobierno militar a plegarse al embargo cerealero que Estados Unidos realizó sobre la Unión Soviética con motivo de su intervención en Afganistán.

Con estas contradicciones, el flujo comercial entre ambos países crecía, Argentina recibía a artistas e intelectuales del bloque del Este, las selecciones de fútbol de ambos países se visitaban, se permitía que existiera el Partido Comunista Argentino y que la agencia noticiosa TASS siguiera teniendo una corresponsalía.

Pero, por otra parte, la Armada Argentina le disparaba a pesqueros soviéticos (en unos lamentables sucesos ocurridos en el Mar Argentino en 1977), el país se sumaba al boicot de los Juegos Olímpicos de Moscú y condenaba ampliamente la invasión de Afganistán.

Se trataba, realmente, de una relación agridulce entre ambos países.

Los soviéticos ofrecieron armamentos, barcos, aviones y misiles, entre otras cosas, además de información de inteligencia. Las armas nunca llegaron, pero sí los informes de los espías

El primer contacto con diplomáticos de la Unión Soviética en lo que hace a la cuestión Malvinas ocurrió el mismo 2 de abril, día de la recuperación, cuando el embajador Serguei Striganov fue citado por el Canciller argentino Nicanor Costa Méndez. Ese día también hubo una reunión en Moscú entre el embajador argentino y altas autoridades soviéticas.

En ese momento se intentaba explicar a las autoridades del bloque oriental los motivos de la recuperación y, principalmente, obtener un veto de la Unión Soviética en Naciones Unidas de cualquier resolución que intentara privilegiar los intereses británicos. Claramente, lo último no se logró por una excesiva cautela soviética en un problema que veía ajeno a su área de interés.

Sin embargo, esas reuniones fueron también el punto de partida para contactos en altas esferas. A partir de ese momento, y en plena guerra fría, Argentina y la Unión Soviética compartieron algo especial: un enemigo.

Poco después comenzaron a llegar variadas ofertas soviéticas, tanto de armamentos (barcos, aviones y misiles, entre otras cosas) como de información de inteligencia.

La Junta consideró que si los soviéticos terminaban interviniendo directamente en el conflicto de Malvinas, también lo haría Estados Unidos a favor de Gran Bretaña. Y que eso posiblemente podría escalar hacia la Tercera Guerra Mundial

La Cancillería argentina realizó un interesante análisis de la "alternativa soviética" durante ese mes de abril. Allí se indicó que "no resulta aconsejable, como estrategia principal", debido a los riesgos inherentes a la propuesta (se decía, perder la identidad nacional y posible falta de efectividad de cualquier apoyo de aquel país). Sin embargo, se indicaba que "no debía ser descartada ni desalentada", en tanto servía como contrapeso a las presiones de Estados Unidos y Gran Bretaña en el tema Malvinas.

La lectura que hacía Estados Unidos del acercamiento argentino a la Unión Soviética, tanto por lo que se conocía a través de los medios de prensa como por lo que obtenía de sus canales de inteligencia, era que hacía peligrar la seguridad hemisférica.

El 14 de abril, el presidente norteamericano Ronald Reagan ya había expresado: "Me gustaría que ellos (los soviéticos) dejen de entrometerse en el conflicto Malvinas".

Al día siguiente, se reunía Lawrence Eagleburger, Subsecretario de Estado para Asuntos Políticos y número tres de la Secretaría de Estado, con el embajador británico Nicholas Henderson. El estadounidense le señaló los temores de su país de una participación soviética más activa en el tema Malvinas. Es más, indicó que "temían que los soviéticos participaran de actividades militares", algo que conmocionó al interlocutor inglés.

La situación en Argentina cambió el 1° de mayo de 1982, cuando los británicos dejaron en claro que combatirían por las islas, por lo cual se analizaron nuevamente los ofrecimientos de la Unión Soviética.


La Junta Militar: el almirante Jorge Isaac Anaya, el general Leopoldo Fortunato Galtieri y el brigadier Basilio Lami Dozo

A mediados de mayo el jefe de la Fuerza Aérea, brigadier Basilio Lami Dozo, le dijo a un interlocutor norteamericano que "los soviéticos ofrecían equipos militares y asistencia a precios moderados, pero el dinero es sólo parte del precio y la Argentina jamás pagará ese precio".

El "precio" al que se refería Lami Dozo tenía que ver con la demanda final soviética para proveer armas, la cual había sido realizada al presidente de facto Leopoldo Fortunato Galtieri a principios de mayo por el embajador Striganov.

La misma consistía en:
  1. La inmediata retirada de los asesores argentinos de América Central.
  2. La abstención de vetar contra la Unión Soviética en Naciones Unidas, cuando se trataran temas como la ocupación de Afganistán.
  3. Se daría autorización a los soviéticos para construir pesquerías en Ushuaia.
  4. Argentina cesaría de apoyar a la junta militar de derecha del General Torello en Bolivia.
El almirante Jorge Anaya, Jefe de la Armada, pensaba en términos similares. En abril había expresado que "nunca, repito, nunca volvería hacia la Unión Soviética. Traicionaría todos los sentimientos que mantuve durante toda mi vida".

Así, la Junta no pudo más que reiterar la "imposibilidad política de recurrir a la asistencia militar soviética", agregando la percepción que si los soviéticos terminaban interviniendo directamente, también lo haría Estados Unidos a favor de Gran Bretaña. Y que ello posiblemente escalara hacia la Tercera Guerra Mundial.

Más allá de todo, los equipos militares nunca llegaron. Como escribió el reconocido periodista moscovita Sergei Brilev: "Nunca llegaron armas soviéticas a Argentina, eso es un mito".

Pero sí se aceptó, muy disimuladamente, cierta información de inteligencia.

El "amigo invisible" y el "ojo mágico"

El problema argentino no era menor, ya que se carecía de medios efectivos para hacer un seguimiento en alta mar de la flota británica, algo que resultaba vital para proceder correctamente tanto en el campo militar como en el diplomático.

Tanto es así que dos brigadieres de la Fuerza Aérea Argentina habían concurrido a Washington, el 12 y 13 de abril, para pedirles a los mismos norteamericanos que suministraran esa información. El argumento fue que sabían que estaban ayudando a los británicos y, en tanto resultaban neutrales, según afirmaban, debían de alguna forma compensar a la Argentina. Además dijeron que si no aceptaban -lo cual fue claramente de ese modo-, recurrirían a la oferta soviética. Y así fue.

Documentos muestran cómo se detectó a lo largo de todo el conflicto a los principales buques británicos, y cómo algunas de las misiones de la guerra -incluso el ataque al portaaviones Invencible- se apoyaron en datos que la Unión Soviética suministró

Poco después, se le suministró al Agregado Militar de la Embajada de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en Buenos Aires, coronel de tanques Valentín Livtonchicov, una de las escasas líneas de teléfono de la embajada para que pudiera establecer su vínculo con altas autoridades de la Fuerza Aérea.

La información empezó a fluir.

Desde un Centro de Control en Moscú la información llegaba al télex de la embajada soviética en Buenos Aires y, en sobres cerrados y previas coordinaciones dignas de películas de espías, disimuladamente se les enviaba a oficiales de la aeronáutica.

No se entregaban imágenes (por razones técnicas, según los soviéticos), sino datos de objetivos de interés militar en cifras coordenadas.

Las carpetas de la Dirección de Estudios Históricos de la Fuerza Aérea Argentina muestran hoy cómo se detectó a lo largo de todo el conflicto a los principales buques británicos, y cómo algunas de las misiones de la guerra -incluso el ataque al portaaviones británico HMS Invencible- se apoyaron en datos que la Unión Soviética suministró.


30 de mayo de 1982 por la mañana. Posición real del PAL Invencible, posición del buque según el “Amigo Invisible” y posición de diversos buques pesqueros de la URSS y polacos (PL) en la zona de operaciones. Esos pesqueros también efectuaban tareas de inteligencia

Pero no fueron todas las misiones: el Jefe de Inteligencia del Comando de la Aviación Naval (COAN) durante el conflicto, rebatió enérgicamente un artículo periodístico que indicaba que la información satelital soviética permitió ciertos hundimientos de buques británicos: "No hubo participación extranjera en la obtención de las posiciones de los buques Sheffield, Coventry y Atlantic Conveyor", los cuales terminaron hundidos.

Para la Fuerza Aérea esta información la daba el "Amigo Invisible", mientras que en ciertos documentos navales se la cita como proporcionada por el "Ojo Mágico". Solo un círculo muy pequeño conocía esta colaboración y jamás se dejaba constancia sobre su origen.

Más críptico aún, a los iniciados se les decía únicamente que la información provenía de "fuentes confiables". Y punto.

Los satélites que "espiaban" a la flota británica

La información recibida era recolectada por diversos medios que se encontraban muy disimulados en el Atlántico Sur, sea debajo del mar (submarinos), sobre el mismo (pesqueros), en el aire (aviones de reconocimiento de largo alcance) y, principalmente, en el espacio.

La Unión Soviética realizó, durante 1982, 101 lanzamientos al espacio de satélites, algunos de los cuales fueron destinados a seguir el conflicto del Atlántico Sur.

El mismo 2 de abril pusieron en órbita al satélite Kosmos-1347 y el día 15 el Kosmos-1350, ambos de la serie Yantar de satélites de reconocimiento, lo que llevó a la Casa Blanca a considerar que el "grado de cubrimiento fotográfico del área por los soviéticos era inusual".

El 21 de abril fue puesto en una órbita adecuada para observar el Atlántico Sur el Kosmos-1352 y, más tarde, el 23 de abril el Kosmos-1353, ambos de la serie Zenit, con cámaras de alta resolución. Poseían una vida útil máxima de 14 días en el espacio, por tanto los últimos reemplazaban a los primeros.

También debe mencionarse al Kosmos-1368, lanzado el 21 de mayo de 1982 y que pasó a 240 km de altura sobre Malvinas todos los días a las 11:00 horas hasta el 3 de junio, cuando se terminó su misión.


Representación artística de un satélite radar soviético, realizada en 1982 (Ronald Wittmann, colección museo Smithsoniano)

Pero la inmensa mayoría de los satélites soviéticos de reconocimiento espacial por imágenes de ese momento implicaban el uso de cámaras fotográficas con film, el cual era lanzado una vez que el satélite pasaba por territorio continental soviético. La demora en el procesamiento de los datos, entonces, hacía que no fueran especialmente aptos para seguir los dinámicos movimientos de un teatro aeronaval, amén de que no eran ayudados por la siempre nubosa meteorología malvinense.

Sin embargo, la mejor información la proveyó el sistema conocido como MKRTs (Leyenda), operativo desde el año 1975. Esta constelación de satélites incluía dos subsistemas, los dos pasando información a un centro de control en Moscú (o a buques en el mar).

Los satélites proveyeron la ubicación de los buques ingleses. Con lo que sabemos hoy, la información no fue muchas veces certera. Pero allí estaba. Entregada a los argentinos. Y también robada para los británicos

El primer subsistema incluía una red de satélites denominado US-P, que interceptaba señales de radio (de cualquier tipo) que pudiera emitir un buque enemigo (US significa "Upravlayemyi Sputnik" o satélite controlado, mientras que la P es por ser el sistema pasivo de recepción de señales). Es decir, eran satélites de inteligencia electrónica.

El segundo subsistema estaba denominado US-A, siendo la A por activo, utilizando un radar para localizar buques en el mar. Estos últimos estaban alimentados por un pequeño reactor nuclear.

De esta constelación y durante el conflicto fueron puestos con órbitas adecuadas a Malvinas el Kosmos-1355, de inteligencia electrónica (US-P), que fue lanzado el 29 de abril de 1982, y los Kosmos 1365 (14 de mayo) y 1372 (1° de junio), de reconocimiento radar (US-A).


Informe 582, información suministrada por los soviéticos a las fuerzas argentinas. PAL HOTEL y PAL INDIA son los nombres dados a los portaaviones ligeros HMS Hermes y HMS Invencible

El sistema se encontraba operativo en 1982 y, en uno de los escasos reconocimientos de su existencia por parte de los soviéticos, fuentes oficiales indicaron que "la alta efectividad del sistema fue demostrada durante el conflicto Anglo-Argentino por las Islas Malvinas en 1982. El sistema permitió una completa evaluación de la situación en el mar, y por la información recibida desde el sistema, el Estado Mayor (de la Armada) pudo determinar el momento exacto en el cual comenzó el desembarco británico".

Estos satélites son los que proveían mayormente las cifras coordenadas con la ubicación de los buques ingleses. Con lo que sabemos hoy, la información no fue muchas veces certera. Pero allí estaba. Entregada a los argentinos. Y también robada para los británicos.

La ayuda de Noruega al Reino Unido

En Fauske, Noruega, cerca del círculo polar ártico, desde 1965 funciona la estación interceptora de señales "Cod Hook" (Anzuelo de Bacalao). La ventaja de la estación reside en que se encuentra situada en un lugar que, a través de enormes antenas, permite captar las emisiones de los satélites que desde el espacio envían señales al Centro Control Moscú.



Dichas emisiones, en la medida de lo posible y durante la guerra fría, eran descifradas y/o enviadas directamente a la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) de los Estados Unidos o a la estación de Chicksands en el Reino Unido, debiendo agregarse que el esfuerzo de los noruegos en recursos y personal para espiar electrónicamente a los soviéticos era subsidiado en gran parte por los Estados Unidos.

La estación interceptora de Noruega en el círculo polar ártico captaba las emisiones de los satélites soviéticos e informaba a los británicos sobre la posición de los buques de guerra argentinos

Los datos interceptados por dicha estación durante el conflicto habrían sido vitales para el Reino Unido, indicando un oficial de inteligencia: "Cuando la guerra empezó, nosotros no teníamos ningún tipo de información de inteligencia sobre el área. Es aquí cuando tuvimos ayuda de los noruegos, que nos dieron un flujo de información sobre la posición de los buques de guerra argentinos. La información venía a nosotros todo el tiempo y directamente a nuestro cuartel general en Northwood. La información era continuamente actualizada…".

Esto es, los británicos utilizaban los datos satelitales que recogían los soviéticos y luego estos pasaban a las fuerzas argentinas.

Dichas actividades se repitieron durante la Guerra del Golfo (1991), cuando la interceptación de satélites soviéticos permitió localizar el paradero de un piloto de la coalición que debió eyectarse sobre territorio iraquí y que no lograba ser ubicado por los satélites norteamericanos sobre la zona.

Por tanto, puede entenderse que los soviéticos ayudaron también a sus enemigos, aun involuntaria e inadvertidamente.

Para equilibrar un poco, científicos argentinos hicieron buen uso de un satélite norteamericano que pasaba por el Atlántico Sur. Pero esa es otra historia.

La CIA, el Parlamento inglés y las tres negativas soviéticas

La colaboración de inteligencia de la Unión Soviética con Argentina pasó mayormente desapercibida en los círculos de las agencias de inteligencia británicas y estadounidenses, si bien quedaba claro que aquel país estaba recolectando una cantidad de información de utilidad militar.

En efecto, para el 26 de mayo de 1982, los analistas de la CIA indicaban que "no había evidencia de que una cantidad sustancial (de inteligencia) esté siendo pasada a los argentinos", aun cuando se sugería que sería lógico que los soviéticos pasen "información con desinformación (por ejemplo, que tanqueros estadounidenses reabastecen a los bombarderos Vulcan)".


El portaaviones británico HMS Invencible fotografiado por un avión TU-95RTs de la Aviación Naval de la Unión Soviética cuando se encontraba regresando de Malvinas

Del otro lado del Océano Atlántico Norte, el 8 de junio de 1982, interrogado en el Parlamento británico, un alto funcionario del Ministerio de Defensa de aquel país Mr. Peter Blaker, señalaba que "no había evidencia que la Unión Soviética esté pasando información derivada de satélites a la Argentina".

Hay que agregar que el embajador británico en Moscú inquirió directamente a los soviéticos si estaban pasando información de inteligencia a Argentina y, como era de esperarse, estos negaron cualquier contacto.

No contentos con ello, días después insistieron en la pregunta: el Secretario de Relaciones Exteriores soviético respondió "enfáticamente" que no se estaba suministrando inteligencia a Buenos Aires.

El 6 de mayo, dos fuentes oficiales de la Unión Soviética fueron nuevamente contactadas por el ya impertinente personal diplomático británico, para establecer si se estaba suministrando información o armas a la Argentina. Y, por tercera vez, los soviéticos negaron cualquier colaboración en dicho sentido.

El "amigo invisible" fue uno de los secretos mejor guardado del conflicto. Que, aún hoy, es solo comentado entre susurros.