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sábado, 18 de febrero de 2023

Un grupo de britshits que hay que combatir

 

domingo, 5 de septiembre de 2021

Guerra psicológica: La acción de Silvia Fernández Barrio, "Miss Liberty"

Silvia Fernández Barrio: "Miss Liberty"





Profesional impecable, abogada de causas nobles, todos saben que fue una de la caras más lindas del periodismo televisivo en la Argentina. Pero la mayoría ignora su otra faceta: la de luchadora por Malvinas. Desde Radio Nacional-RAE, bajo el nombre de Miss Liberty, en su perfecto inglés británico adquirido en el Colegio Barker de Lomas de Zamora, le hablaba todos los días a los tripulantes de la Task Force para desalentarlos. Una suerte de "Rosa de Tokio", pero al uso nostro, sin ningún elemento tenebroso.



La voz de Silvia Fernández Barrio se podía escuchar en una hermosa casa en Belgrave Square o en un barco navegando en altamar. "Hola soy Liberty, he decidido mostrarme al mundo desde un lugar que está muy lejos de usted, en Malvinas, Sandwich y Georgias del Sur, soy una voz, un espíritu, un país", dijo alguna vez, mientras el tema Yesterday, de The Beatles, sonaba de fondo.



Tras hacer escuchar las campanas del Big Ben, se daban los resultados del fútbol inglés y se les recordaba a los soldados lo lejos que estaban de sus hogares. "Nos hemos encontrado, soy Liberty y tú eres Tomy, simpatizante del Tottenham, sí, debes estar navegando en alta mar, por eso hemos decidido brindarte compañía. ¿Te gustaría que te recuerde tu pueblo?", leía Fernández Barrio.
Un años atrás, había tenido un encuentro cara a cara con la primera ministra británica, Margaret Thatcher, en Londres, en la casa de unos amigos portugueses que se habían escapado del gobierno comunista. Nunca se sabrá si la "Dama de Hierro" se acordó de aquella cena y de su voz cuando escuchó Liberty. Lo cierto es que fue ella quien ordenó que el 19 de mayo de 1982, desde la Isla Ascensión, comenzara a transmitir Radio Atlántico Sur, con el único fin, al decir del Ministro de Defensa, de desmoralizar o engañar a las tropas argentinas. Se pasaban mensajes para los soldados de tal o cual batallón, en los que sus familias les decían, supuestamente, que estaban bien y que los esperaban de regreso. Los ingleses llamaron a esta emisión "Operación Moonshine", que significa luz de Luna.



Radio Liberty podía ser sintonizada en el Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, mientras que en las islas funcionaba LRA60 Radio Nacional Islas Malvinas. Los soldados y oficiales británicos se referían a Silvia como "Argentine Annie". Algún día esas comunicaciones (si es que sobrevivieron a la censura de la época) serán valiosas joyas de museos. La Rosa de Tokio vivió hasta muy avanzada edad, es lo que le deseo a Silvia.




(Oscar Horacio Ávila - Historias Perdidas de Buenos Aires).

domingo, 28 de abril de 2019

LUT8 Canal Malvinas que transmitió en Puerto Argentino durante el conflicto

Guerra de Malvinas: 40 televisores en cuotas, el increíble plan de la Junta militar para "conquistar el corazón de los isleños"

LUT8 Canal Malvinas fue uno de los intentos más extraños de los militares para seducir a los pobladores locales durante el conflicto de 1982. La emisora que funcionó en las islas hasta poco antes de terminada la guerra transmitió el noticiero oficial "60 minutos" con José Gómez Fuentes, el especial "24 horas por Malvinas" conducido por Pinky y Cacho Fontana, y los programas cómicos de Porcel


Por Ignacio Montes de Oca | Infobae


 
La junta militar decidió instalar un canal de tevé en Malvinas para seducir a los isleños

El 3 de abril de 1982 se organizó una reunión de empleados en el estudio Nº 6 de Argentina Televisora Color, dentro del imponente complejo construido por los militares para el Mundial de Fútbol que Argentina había organizado en 1978.

Ese día, el General Antonio Llamas, el militar a cargo de la Secretaría de Información Pública Argentina, dio un encendido discurso a los empleados de la emisora. Les dijo que Canal 7 y sus trabajadores tendrían un papel importante dentro de los planes argentinos para "conquistar los corazones y mentes de los malvinenses".

El General les pidió que formularan en el menor tiempo posible un plan para montar un canal de televisión en Malvinas.

Tras algunos debates, los técnicos del canal recomendaron llevar a Malvinas un transmisor de 100 vatios con su antena (suficiente para cubrir la mayor parte de las islas), una cassettera U-Matic, una cámara portátil y algunas luces y micrófonos.

Pocos días después del 2 de abril llegaron a las islas los empleados de ATC con los equipos para armar la emisora de TV.

Instalaron sus dispositivos en el edificio de radio local. La mayor parte de los aparatos fueron donados por la Gobernación Militar de la provincia de Misiones.

Sin embargo, la cuestión principal era tener alguien que viera la señal en Malvinas porque en las islas no había casi ningún aparato de TV y los pocos aparatos existentes estaban encadenados a algunas videograbadoras que, de tanto en tanto, servían para ver alguna película llegada a las islas Malvinas en los barcos o aviones que las visitaban.

La Secretaría de Información obtuvo los permisos correspondientes para enviar 40 televisores hacia Puerto Argentino.

Aunque las prioridades de la guerra eran otras, el avión de la Fuerza Aérea Argentina recibió la orden de darle preferencia a la voluminosa carga de aparatos marca Zenith y Phillips que la gobernación usaría para intentar seducir a los malvinenses.

 
La asunción del nuevo gobernador de la islas, Mario Benjamín Menéndez, fue la primera transmisión, aunque solo se emitió el sonido de la ceremonia (foto del archivo del general Menéndez)

El siguiente problema era lograr que los isleños adquirieran los aparatos. Inicialmente se pensó en regalarlos, pero con buen criterio un funcionario observó que los isleños no aceptarían "dádivas" de los argentinos.

Finalmente se decidió vender cada televisión por 100 libras a pagar en cuotas mensuales de 10 libras más un anticipo de 20 libras al recibir el aparato. Dos civiles, Everto Caballero (el encargado de la oficina telecomunicaciones) y Ernesto Dalmau (técnico de la flamante sucursal de Radio Nacional) se encargaron de visitar las casas de los habitantes para convencerlos.

Una semana más tarde, habían logrado colocar la totalidad del stock de televisores.

-Nosotros sabíamos que solo debíamos pagar las primeras cuotas ya que pronto los argentinos se irían y el precio final del aparato sería más que razonable – cuenta Verónica Fowler, una maestra británica afincada en Malvinas.

El entonces soldado conscripto Roberto Rubén Rada, recuerda haber bajado los televisores de aviones que llegaron a las islas al inicio del conflicto. Cómo él, muchos soldados se preguntaron que tenían que ver aquellos televisores con el inminente conflicto que se estaba por desatar.

-¿De donde sacaron los argentinos que nos interesaba tener televisión? Queríamos que se fueran de vuelta al continente – recuerda un malvinense que en esos años rehusó aceptar la compra del aparato.

 
Finalizada la guerra, general Menéndez se quejó de los programas de tevé que se habían emitido en el canal argentino: dijo que él hubiera preferido que les enviaran conciertos de música clásica o folklore para “que no pensaran que éramos indios con plumas”.

Los técnicos a cargo de operar la estación del Canal 7 de Malvinas fueron Fernando Monetti y Eduardo Oderigo, dos empleados de ATC que se ofrecieron como voluntarios para viajar a la zona de conflicto.

Monetti se encargó de instalar la central de televisión en un local que anteriormente había pertenecido a la radio local Falklands Islands Broadcasting Service. Luego de un tiempo, Monetti fue reemplazado por Oderigo.

La primera emisión de prueba fue el 7 de abril cuando se transmitió la asunción del gobernador militar Mario Benjamín Menéndez, aunque solo se emitió el sonido de la ceremonia.

La emisión de Canal 7 Puerto Argentino se inició el 13 de abril de 1982 a las 18 horas. La transmisión comenzó desde ese día invariablemente con una imagen del Escudo Nacional y la música del himno argentino.

 
José Gómez Fuentes en el noticiero de ATC, “60 Minutos”

Luego, comenzaba el noticiero "24 Hours". Era un noticiario dirigido por dos personas que se dirigían a ellos hablando uno en castellano y luego el otro en inglés.

El que hablaba en castellano era Norman Carlos Powell, un argentino descendiente de ingleses que llegó a las islas el 5 de abril y que también hacia el informativo en la repetidora de Radio Nacional que se puso en funcionamiento en esos días.

En las emisiones de TV y junto a Powell, estaba el malvinense Patrick Watts, locutor de la radio local, quien encontró el modo de protestar cada vez que alteraba sutilmente el sentido de las noticias o corregir la sintaxis de Powell cuando el argentino hablaba en inglés. O cada vez que usaba términos rebuscados para no usar denominaciones argentinas de las islas y sus accidentes geográficos.

La transmisión de Canal 7 en Malvinas fue parte esencial de la propaganda argentina en las islas. Es recordado entre los malvinenses por las cuantiosas pérdidas británicas anunciadas en cada boletín, que contrastaban con la propaganda de la Radio BBC de Londres, en donde las pérdidas inglesas eran bajadas al mínimo y las argentinas aumentadas a niveles catastróficos.

 
Pinky y Cacho Fontana en las 24 horas por Malvinas

Al principio, en las 6 horas de transmisión del canal, de 18 a 24 horas y además del noticiero de Powell y Watts, se proyectaban programas populares de Buenos Aires como "La peluquería de Don Mateo" y "Polémica en el Bar". Luego se pasaban lo que algunos isleños recuerdan como "aparentemente infinitas cantidades de historietas de Tom y Jerry".

El General Menéndez dijo después de la guerra que él hubiera preferido que les enviaran conciertos de música clásica o folklore para "que no pensaran que (los argentinos) éramos indios con plumas".

Los partidos de fútbol fueron los que contaron con mayor audiencia, según recuerda el improvisado conductor televisivo de las islas, Patrick Watts, aun cuando se repetían una y otra vez el mismo encuentro.

Cuando llegó el mes de mayo, el noticiero bilingüe local fue reemplazado con una emisión del programa "60 Minutos" que conducía el periodista José Gómez Fuentes.

El comodoro Carlos Bloomer Reeve fue Secretario de la gobernación de Menéndez. Hoy retirado, recuerda el problema de los contenidos de las transmisiones:

-Lo que pasa que desde Argentina nos faltó el impulso de mantener programas. De Buenos Aires no venían programas que fueran de interés. Los malvinenses venía un partido de fútbol y había que verlos 5 o 6 veces. O alguna audición de algún cómico argentino que hablaba castellano y que no hablaba inglés y la gente se aburría de verlo. Pero eso fue lo único que se regaló… no se regaló – se corrige – se vendió para mantenerlos con su amor propio todavía activado.

 
El canal transmitía en inglés y en español

Entre las transmisiones memorables del canal que pudieron verse en Malvinas, estaba un resumen del festival "Las 24 horas de las Malvinas Argentinas" que se emitió el canal 7 de Buenos Aires el 9 de mayo de 1982 . Fue conducido por los populares conductores "Cacho" Fontana y Raquel "Pinky" Satragno.

Los militares a cargo del canal prepararon instantes de gran dramatismo dentro de la emisión para exaltar el espíritu bélico en la población. Ejemplo de esto fue el momento en que la viuda del capitán Giacchino, único oficial muerto el 2 de abril, donó frente a cámaras el cuchillo y la insignia que había llevado su difunto marido al morir.

Algunos malvinenses, recuerdan con particular irritación esa transmisión que según dicen les sirvió más para profundizar su inquietud que para estimular su afecto por la Argentina.

A modo de los modernos teletónes, numerosos artistas argentinos animaron el programa con cantos y actuaciones mientras los conductores relataban las inmensas cantidades de donaciones que eran acercadas por personas y empresas al canal.

Aunque el programa duró 24 horas, las donaciones se siguieron recibiendo en diferentes puntos del país por el resto de la guerra.

 
Un artículo periodístico informó sobre el daño de la antena de la emisora de tevé en las islas

El día de la rendición, se habían recaudado 570 millones de pesos argentinos y 38 millones de dólares. Además, habría que contabilizar numerosas cantidades de alimentos, medicamentos, obras de arte, joyas e indumentaria cuyo valor hasta el presente no fue aclarado.

Con el fin de las hostilidades, el producto del Festival fue repartido entre las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa y el resto fue colocado en un fondo que sirvió para asistir a los ex combatientes y sus familiares. Oficialmente, se recaudaron unos 300 billones de pesos argentinos; 4 billones fueron a para la gobernación de las islas. Cada una de las tres fuerzas retiró 83,4 billones. El resto, es decir, 45,9 billones, se destinó a la asistencia de los veteranos y sus familiares en la posguerra.

Una parte de los bienes recaudados fue rapiñada por civiles y militares mas interesados en hacer negocios que en ganar guerras. Es así como parte de las donaciones fueron desviadas al mercado.

En su momento fue famosa la historia de un niño que luego de comprar un chocolate en una localidad patagónica tras la guerra, encontró dentro del envoltorio una carta dirigida a un soldado en Malvinas. Algunos se justificaron diciendo que no había modo de hacer llegar la carga de donaciones a las islas. Otros, solo se escudaron en la tradición argentina de sacar partido cada vez que se presenta la ocasión. Lo cierto es que los conscriptos se quedaron esperando las inmensas cantidades de comida que les prometían desde el continente, mientras hurgaban en las raciones siempre escasas e intentaban abrigarse a la espera de esas miles de bufandas que se tejían ante las cámaras de los canales del continente.

Vamos a un corte

A medida que la guerra fue ganando en intensidad, la propaganda argentina en Malvinas se hizo menos sutil. La pantalla de Canal 7 Puerto Argentino fue ganando en anuncios triunfalistas mientras los pobladores locales observaban como recrudecían los ataques contra las posiciones argentinas.

Y en esas emisiones, comenzaron a aparecer advertencias de los militares acerca del uso de radios para pasar información al enemigo y sobre las consecuencias de asistir a infiltrados llegados desde la flota adversaria.

 
Las transmisiones del canal de Malvinas se interrumpieron poco antes de la rendición argentina

Para matizar, el conductor de LUT8 anunciaba enormes cantidades de aviones británicos abatidos, decenas de buques hundidos y averiados o pasaba revista de las poderosas defensas que protegerían a las islas de un desembarco.

John Smith es un malvinense que publicó tras la guerra su diario personal con sus vivencias del conflicto. El 7 de mayo apuntó en su diario que por la noche, luego de un ataque al aeropuerto de la capital, se emitió una película cómica tras el noticiero. "El noticiero, pienso, fue la mejor comedia", anotó ese día Smith.

Las transmisiones del canal de Malvinas se interrumpieron poco antes de la rendición argentina.

La antena de la estación fue dañada por un proyectil y, a causa de los bombardeos, en las horas de transmisión los malvinenses no pasaban la mayor parte del tiempo frente a la televisión sino refugiados en los sótanos de sus casas.

Eduardo Oderigo, el técnico de ATC, escapó de Malvinas en el último avión Hércules argentino que partió de las islas. Dejó abandonadas las instalaciones y el cartel de Canal 7, que hoy es exhibido en el Museo de Puerto Argentino.

Los malvinenses que habían comprado los televisores argentinos, quedaron debiendo 70 libras cada uno. Pero nadie les reclamó por la deuda.

Solo un cártel de recuerdo

Hoy, es casi imposible encontrar alguna de las viejas televisiones vendidas por los argentinos, salvo alguno de los ejemplares guardados en el museo local.

El sistema de transmisión llevado por los argentinos resultó ser incompatible con el que luego trajeron los ingleses desde la metrópoli.

En el museo de las islas se exhibe el cartel que fuera colocado en la puerta del canal. Dicen que hubo que rescatarlo de un poblador que quiso conservarlo como trofeo de guerra.

Verónica Fowler recuerda que apenas pudieron reemplazar aquellos aparatos por ser incompatibles con las normas británicas, los pobladores locales los destruyeron. Algunos los destrozaron con hachas y otros les dispararon una y otra vez como si fueran los soldados argentinos a los que nunca se atrevieron a enfrentar.

Tanta saña podría explicarse con la necesidad de dejar atrás la prueba que ellos también se abandonaron a la tentación de sentarse a ver la televisión en sus casa como lo hacían la mayoría de los ciudadanos del mundo, aunque ello significara permitir que entrara en sus hogares algo que provenía los militares argentinos que tanto dijeron odiar.

jueves, 25 de octubre de 2018

Operaciones psicológicas británicas en las islas

Los Beatles y la isla de los condenados: cómo fue la guerra psicológica del Reino Unido en Malvinas


Documentos desclasificados en Londres revelan una estrategia de propaganda para desmoralizar a los soldados argentinos que en 1982 lucharon en las islas


Federico Rivas Molina | El País

 
Detalle del panfleto lanzado por los británicos sobre soldados argentinos durante la Guerra de Malvinas. Ministerio de Defensa de Reino Unido



Abril de 1982 en las Islas Malvinas. ¡¡Islas de condenados!!, lee un soldado argentino en un pequeño papel impreso en letras rojas que acaba de recoger en los cerros de Monte Longdon. Hay cientos de ellos desparramados entre los arbustos achaparrados por el frío y el viento. Debajo de ese titular de reminiscencias dantescas hay un pequeño texto: “Soldados de las fuerzas argentinas: están Uds. completamente a solas. Desde su patria no hay esperanza de relevo o ayuda. Pronto caerán sobre ustedes los rigores de un invierno cruel y despiadado […] Sus familias viven en el tremendo terror de que nunca volverán a verlos". El soldado no lo sabe, pero acaba de dar con el producto de una elaborada psywar o guerra psicológica ideada en Londres para minar su moral y convencerlo de que lo mejor es entregarse a las fuerzas británicas.

Un panfleto como aquel que leyó el soldado argentino está entre las 189 páginas de documentos que bajo el rótulo de “ultrasecretos” acaba de desclasificar el ministerio de Defensa del Reino Unido. Los textos, publicados por BBC Mundo, revelan los detalles de una guerra psicológica hasta ahora apenas conocida. El Grupo Especial de Proyectos (GEP) tuvo la misión de engañar a los soldados que la dictadura argentina había desplegado en Malvinas a partir del 2 de abril de 1982. El eje de la campaña fue convencer a esos jóvenes que apenas tenían 18 años de que sus jefes eran unos ineptos que, más temprano que tarde, los dejarían abandonados en Malvinas, a merced del frío, mal pertrechados y cerca de morir de hambre. Desertar era la mejor solución para terminar con esos padecimientos y reencontrarse con esa familia que los esperaba en el continente con una cama caliente.

Mensaje elaborado por el GEP para las tropas argentinas en Malvinas. Ministerio de Defensa de Reino Unido


“Yo he tenido en la mano esos panfletos”, dice a EL PAÍS Mario Volpe, presidente del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) La Plata. “Aparecían tirados por ahí en medio del campo, desparramados desde algún avión o tal vez por los mismos kelpers. Yo estuve en Monte Longdon, a 14 kilómetros del pueblo, y algunas veces encontré panfletos en los cerros. Los recuerdo de color rojo, con tres o cuatro textos diferentes. Uno era el de la isla de condenados y recuerdo otro que hablaba de los Beatles. El mensaje era algo así como “compartimos la misma música cuando éramos jóvenes, qué sentido tiene ahora que peleemos’. Todos giraban alrededor de la misma idea: ‘No pierdas el tiempo peleando por estas islas”, explica.

El GEP imprimió unos 12.000 panfletos de propaganda “desmoralizadora”. Además de los Beatles y la “Isla de condenados”, un tercer modelo apelaba a la derrota de guarniciones argentinas para advertir sobre las consecuencias de la resistencia. Usaron para ello la foto del capitán Alfredo Astiz, luego famoso por su participación en la identificación y asesinato de integrantes de Madres de Plaza de Mayo durante el terrorismo de Estado. El soldado veía a Astiz cuando entregaba las armas en las islas Georgias del Sur. “Tus valerosos compañeros de armas ubicados hace poco en las islas Georgia del Sur han vuelto a su tierra patria. Fotografías de ellos recibiendo la bienvenida con honores militares y reunidos con sus seres queridos han aparecido en todos los periódicos", dice el panfleto en manos de la BBC. “Tomaron una decisión correcta y honorable. Tú debes ahora hacer lo mismo. Piensa en el peligro que te encuentras. Tus raciones y pertrechos de guerra están escasísimos […] Piensa en tus seres queridos y en tu hogar que esperan tu dichoso retorno".

Los británicos tildan de incompetentes a los jefes de la ofensiva militar argentina en Malvinas. Ministerio de Defensa de Reino Unido


Para fomentar aún más las deserciones, los británicos también arrojaron sobre los argentinos salvoconductos con la firma del jefe de las fuerzas británicas, el contraalmirante John Woodward. Pero los documentos revelan también lo rápido que los británicos percibieron el fracaso de la campaña. El GEP se quejaba en 1982 de la falta de información necesaria para dar con “las características psicológicas de la audiencia", es decir los soldados argentinos. Incluso pusieron en duda que los mensajes hayan llegado alguna vez a sus destinatarios, algo que 35 años después el argentino Mario Volpe puede aclarar. Los soldados sí tuvieron contacto con los panfletos. “Aparecían cada tanto y eran el comentario entre los soldados. Los milicos nos decían ‘ojo con la propaganda inglesa’, pero lo cierto es que no tuvieron ningún efecto entre los soldados, no conocí nunca un caso de deserción que pueda atribuirse a esos mensajes”, dice.


Salvoconducto entregado por Reino Unido a los soldados argentinos. Ministerio de Defensa de Reino Unido


A la guerra de panfletos los británicos sumaron otra estrategia comunicacional muy de la época: una radio con emisiones con mensajes de propaganda en castellano. Fue un fracaso: el GEP argumentó entonces que los soldados argentinos no tenían radios portátiles. “Eso no es cierto. La radio inglesa no la escuché nunca pero no fue porque no tuviésemos cómo hacerlo”, dice Volpe. “Sintonizábamos radio Carve de Montevideo y radio Provincia de Buenos Aires. Se escuchaban bien por el tema del agua, que facilita la señal. Incluso llegaba Radio Colonia desde Uruguay, sobre todo por la noche”, dice Volpe.

¿Y qué hubiesen escuchado los argentinos en caso de sintonizar la emisora Radio Atlántico Sur (RAdS), como la llamaron los ingleses? Una emisora “neutral e imparcial que informe de los hechos", según la definió el GEP. La idea fue que contara con fuentes del gobierno británico y de Argentina, como contracara de los discursos triunfalistas que los argentinos recibieron del aparato de propaganda de la dictadura. El GEP admitió luego que el problema de fondo no fue de contenido sino de forma. La respuesta la encontró en una comunicación del ejército argentino interceptada por sus servicios de inteligencia. Lapidarios, los militares argentinos nunca se tomaron en serio a la RAdS porque “el lenguaje usado era cercano al de los centroamericanos y carecía del conocimiento idiomático del español de Argentina”. En el GEP faltaron expertos en lenguas.

domingo, 31 de diciembre de 2017

La criminal desinversión en defensa de la democracia argentina

La política de Defensa de la última década

Las fuerzas armadas se encuentran en una situación de abandono. El Estado tiene la obligación de facilitarles los recursos e insertarlas en el esquema institucional, no como enemigos encubiertos, sino como una herramienta fundamental del poder estatal. 

Por Horacio Sánchez Mariño.
El autor es coronel (R) del Ejército Argentino- Veterano de la Guerra de Malvinas. Oficial de Estado Mayor.




Las fuerzas armadas sufrieron transformaciones muy importantes en las últimas décadas. Estas fueron el resultado de los esfuerzos de autoridades civiles y militares para dejar atrás las secuelas de la dictadura militar, la derrota de Malvinas y las rebeliones carapintadas. Sin embargo, es escasa la atención que la Defensa ejerce sobre la investigación académica, como bien remarca Máximo Badaró, uno de los pocos profesionales dedicados a investigar el tema (Historias del Ejército Argentino. 1990-2010: democracia, política y sociedad, Buenos Aires, Edhasa, 2013). En efecto, son contados los investigadores y algunos de ellos desempeñaron cargos en el gobierno, cuestión que afecta la ecuanimidad científica. Entonces, lo poco que se conoce de la Defensa se presenta a la sociedad civil de manera sesgada. Es posible hacer un balance de los doce años kirchneristas con la certeza de que la Defensa es uno de enormes problemas que el presidente debe solucionar.

Con la llegada de Kirchner, las fuerzas armadas volvieron a los primeros planos después de muchos años de escasa visibilidad. Los gestos iniciales de un presidente políticamente débil se caracterizaron por la sobreactuación para ganar prestigio y poder a costa de un sector que había desparecido de la vida política. Desde la purga de altos jefes militares, nunca ocultó sus obsesiones. Luego, vino la ociosa mise en scene con los cuadros del Colegio Militar y el acto en la ESMA, donde desconoció los dignos esfuerzos de sus antecesores. A partir de allí, las agresiones gratuitas a los militares se convirtieron en una práctica normal. El uso político de los uniformados se realizó detrás de una máscara de mando firme que no conllevaba ningún riesgo ni podía ser contestada por quienes se rigen por una disciplina rigurosa, con acento en el respeto a las autoridades constitucionales.

Sin embargo, más allá de los rituales humillantes, la Defensa nacional, función de origen constitucional, fue tristemente abandonada. En esta área encontramos un sello de esas administraciones: la impostura de predicar políticas progresistas y aplicar ajustes ortodoxos. En efecto, detrás de aquella épica simulada, el porcentaje del Producto Bruto Interno destinado a la función Defensa descendió del 1,5 al 0,7 en doce años, mientras el crecimiento económico duplicó el Producto en el período de Néstor Kirchner. Los gastos de Defensa no acompañaron el incremento del PBI, sino que fue llevado a valores ínfimos del Presupuesto Nacional. Es entendible que estos gastos no se incrementen en períodos de estancamiento económico o recesión, pero en un marcado crecimiento la explicación reside en la decisión de mantener ajustada la variable.

Como resultado de esta desinversión no pasó demasiado tiempo para que los accidentes fatales empezaran a multiplicarse. Aviones desplomados, barcos incendiados, la captura de las fragata Libertad, el hundimiento de la Santísima Trinidad, hasta el fiasco de las campañas antárticas, estos episodios evidencian la desidia, improvisación y falta de profesionalismo de los funcionarios. Los salarios militares, históricamente bastardeados, profundizaron su caída en términos reales, manteniéndose la fórmula del menemismo de pagar suplementos en negro. Los militares, sin embargo, soportaron el maltrato, sin perder en ningún momento la disciplina.

 Como resultado de esta desinversión no pasó demasiado tiempo para que los accidentes fatales empezaran a multiplicarse

Derechos humanos

El Poder Ejecutivo tomó el tema de los derechos humanos y lo convirtió en un eje de la política de Defensa, postergando otras cuestiones. Esto se implementó debido a circunstancias políticas excepcionales. Cuando Néstor Kirchner, un gobernador de una provincia pequeña que nunca se había ocupado del tema llegó al poder con el 22 % de los votos, debió asumir muy debilitado y casi sin aliados. Entonces, formó una alianza con ONG, antiguos cuadros de la guerrilla, periodistas e intelectuales de izquierda que venían bregando por la colocación del tema del juzgamiento de los militares en la agenda política. Éstos se convirtieron en aliados incondicionales del gobierno, estableciendo una coalición sólida. Las organizaciones no gubernamentales bregaron permanentemente por el juzgamiento y el gobierno de Kirchner abrió esa posibilidad. El Estado impulsó los juicios, involucrando al Ministerio de Defensa junto a la secretaría de Derechos Humanos del Ministerio del Interior y la Procuración Fiscal.

Los Kirchner nunca habían demostrado sensibilidad hacia el tema, pero la política de derechos humanos se convirtió en una estrategia abierta para ganarse a los sectores progresistas. ¿Quién podría oponerse? ¿Quién, en su sano juicio, defendería a los militares? Así, se impulsó la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y se inició la persecución penal por hechos de la década del setenta. En una sociedad democrática, una política pública establecida por un gobierno legítimo no puede ser discutida, pero tratándose de acciones que inciden directamente sobre la disciplina y la cohesión de instituciones esenciales del Estado, como son las Fuerzas Armadas, las consecuencias deben ser tenidas en cuenta. La tergiversación de lo ocurrido en aquella década se manifestó en un relato innoble.

La implementación de esta política favoreció el desprestigio de las instituciones armadas e instaló la sospecha sobre sus integrantes, tanto por las acciones llevadas adelante como por su impacto mediático.
Un equipo antropológico desarrolló un trabajo de campo, cuyas conclusiones reflejaron la realidad del bajo estado moral, el desánimo y la falta de expectativas del personal militar, destacando los severos problemas presupuestarios y salariales. Lamentablemente, este estudio se ocultó convenientemente. Luego, se realizaron algunas breves actividades académicas, de cuyo resultado se presentó un plan de reforma educativa militar.

El plan educativo fue aprobado por decreto y puesto en vigencia directamente. La reforma se focalizó en la búsqueda de la "ciudadanización" de los militares, dejando de lado el saber esencial que consiste en prepararse para la guerra. Las actividades operacionales se minimizaron y el equipamiento nunca se tuvo en cuenta; los conocimientos básicos como el tiro, la navegación o el vuelo pasaron a segundo plano. A tal punto la ideología predominó que las tropas designadas para integrar fuerzas de paz no podían entrenarse en combate urbano, ya que jóvenes recién egresados de la universidad que nunca vieron un soldado de cerca dictaminaron que esas operaciones no estaban autorizadas por la ley de Defensa.


Las tropas designadas para integrar fuerzas de paz no podían entrenarse en combate urbano. Foto: archivo DEF.

Al mismo tiempo, se implementó una política maccartista en el Ministerio que, con la excusa del control civil y los derechos humanos, buscaba el disciplinamiento por el temor. Los ascensos fueron digitados en las sombras desde ese organismo, apoyados por organizaciones no gubernamentales de aceitados vínculos con órganos de inteligencia estatal. En un libro laudatorio de la política kirchnerista, Marcelo Saín lo expresa cándidamente: "No fueron pocos los hechos recientes que mostraron cierta proclividad a apoyar la gestión ministerial o algunas decisiones centrales de la misma en 'asesores militares y de inteligencia' de poca monta." (Los votos y las botas, Buenos Aires, Prometeo, 2010, página 243).

A muchos oficiales se les negó el ascenso en purgas impropias de una república democrática, donde debe privilegiarse el mérito. Como ejemplo de la perversidad de esta política, muchos oficiales fueron relegados en su ascenso por portación de apellido. Como dice en voz alta Badaró: "Los criterios privilegiados para evaluar los pedidos de ascensos fueron las afinidades políticas, la formación técnica y las trayectorias profesionales, en algunos casos, los vínculos familiares de los candidatos con militares que habían actuado en la última dictadura militar" (página 47). Desde la Modernidad se estableció el principio de no vincular a los hijos con los hechos de los padres, por lo que estos actos reñidos con la justicia deben ser rectificados alguna vez.

Estas decisiones no fueron accidentales. El honor mismo como concepto, fue erradicado por el kirchnerismo. Con el objetivo de terminar con instituciones que supuestamente pertenecían a una visión aristocrática de la vida militar, se eliminaron los tribunales de honor. Cualquier institución profesional tiene un tribunal de ética y la tradición indica que los mismos nacieron de la ética sanmartiniana, de fuerte peso cultural en el universo castrense. El abandono del honor militar llevó un mensaje de tolerancia ante las conductas deshonrosas; sin embargo, estas éticas indoloras de la posmodernidad no se ajustan a instituciones donde rigen imperativos categóricos, empezando por el cumplimiento del deber y la disposición de dar la vida por la Patria. Llamativamente, al eliminar los tribunales de honor, abrieron correos electrónicos para recibir denuncias anónimas.

La pobreza como castigo

Por otro lado, la situación salarial empeoró paulatinamente. El estigma de la postergación salarial no se modificó y durante largos períodos un gran porcentaje de los militares se mantuvo por debajo de la línea de la pobreza. El pago de sumas no remunerativas al personal en actividad fue nuevamente instalado. Esta política violaba toda normativa laboral y acarreó numerosos juicios, creando una maraña de fallos judiciales. A instancias del gobierno, con los salarios militares y de seguridad se incrementaron los desequilibrios de una situación cada vez más compleja. Uno de los resultados fue una rebelión de elementos de Gendarmería y Prefectura.

En uno de los períodos se negaron aumentos durante diecinueve meses. Badaró considera que "para muchos militares, sobre todo para los más jóvenes, el aumento de esta precariedad redundó en una mayor conciencia de su igualdad de estatus y con la mayoría de los ciudadanos argentinos también afectados por crisis económicas e institucionales. Los avances en el reconocimiento de esta igualdad de estatus simbólico y moral entre Ejército y sociedad constituyen una vía de ciudadanización de los militares" (página 211). Esta original idea se opone al origen mismo del concepto de ciudadanización iniciado en la Revolución Francesa, donde los hombres eran considerados ciudadanos por el hecho de integrar las tropas que defendían a Francia. La visión del autor parece decir que la ciudadanía llega con la precarización y con una pérdida de derechos.


El porcentaje del PBI destinado a Defensa descendió del 1,5 al 0,7 en doce años. Foto: Fernando Calzada.

La Defensa Nacional ha sufrido un serio deterioro que debe ser revertido, a riesgo de permanecer en estado de indefensión. Recordemos la finalidad de la Defensa, especificada en la Ley correspondiente: "Garantizar de modo permanente la soberanía e independencia de la Nación Argentina, su integridad territorial y la capacidad de autodeterminación; proteger la vida y la libertad de sus habitantes". Es hora de revertir el abandono de instituciones fundamentales de la Nación. Si el Estado decide contar con Fuerzas Armadas tiene la obligación de facilitarles los recursos e insertarlas en el esquema institucional, no como enemigos encubiertos sino como una herramienta fundamental del poder estatal. Las Fuerzas Armadas que hoy trabajan silenciosamente, disciplinadas y cohesionadas merecen la oportunidad de vivir un período de tranquilidad, cerca de la sociedad civil, de donde salen sus integrantes y que en su mayoría los respeta y aprecia.


lunes, 7 de agosto de 2017

Cuando la BBC arruinó la sorpresa en Goose Green

La traición de la BBC en la guerra de Malvinas en la batalla de Pradera del Ganso


Shahan Russell | War History Online


Lugar de descanso temporal del Coronel H Jones y 2 Para KIA Goose Green, Ajax Bay - 13 de junio de 1982.

La Batalla de Goose Green en 1982 fue parte de la Guerra de las Malvinas entre Gran Bretaña y Argentina. Fue especialmente notable por dos cosas - la alta tasa de víctimas y cómo la British Broadcasting Corporation (BBC) cometió traición.

Las Islas Malvinas, Georgia del Sur y las Islas Sandwich del Sur son territorio dominados por los británico que se encuentra mucho más cerca de la Antártida que de Gran Bretaña.

También están más cerca de Argentina, por lo que los argentinos los reclaman a pesar de que todos los británicos dicen lo contrario.

El 2 de abril de 1982, decidieron hacer algo al recuperar las Islas Malvinas. Al día siguiente, Georgias del Sur y las islas Sandwich del Sur fueron los siguientes - que hizo que todos se vayan, "¡Huh !?"

El territorio combinado llega a apenas 1.507 millas cuadradas. Estando tan cerca de la Antártida que apenas habitable.

Las únicas personas que no se rascaban la cabeza eran los británicos y los argentinos.


Las Islas Malvinas, Georgia del Sur y las Islas Sandwich del Sur

Para entender esto, aquí hay una lección de historia rápida. Varias naciones europeas los reclamaron hasta que Gran Bretaña llegó en 1690 y dijo: "¡Mía!" España hizo lo mismo en 1713, pero para hacer una larga historia, su imperio se derrumbó.

Entre los territorios que perdieron fue Argentina. Aunque ya no son españoles, los argentinos creen que son los sucesores de la reclamación de España. Se contentaron con dejar que las cosas fueran hasta 1982. ¿Entonces por qué?

Era porque su gobierno militar necesitaba una distracción. La economía del país chupaba. Lo mismo ocurre con su historial de derechos humanos.

¿Solución? Distraer a la gente con patriotismo y hacerlo antes de las próximas elecciones llamadas. ¿Pero cómo? ¡Hola, guerra de Malvinas!

Mientras que Gran Bretaña no era un empujón, el gobierno argentino apostó en tres cosas: las islas no tienen valor estratégico; Que prácticamente no tienen recursos, y que son el hogar de sólo una pequeña población de la mayoría de los británicos.

Goose Green

El gobierno también consideró la economía británica. No estaba muy bien a principios de los 80, así que la esperanza era que los británicos estuvieran demasiado distraídos y demasiado presionados para hacer algo con respecto a una invasión.

Claro, gritarían y marcarían sus pies, pero eso sería todo.

Los argentinos no estaban preocupados por la ONU. El país fue constantemente objeto de ataques por sus violaciones de los derechos humanos, así que ¿qué fue otro ding de la comunidad internacional? La gente simplemente se acostumbraba a ello, como lo hicieron con el Tíbet.

No resultó de esa manera, por supuesto. Gran Bretaña respondió rápidamente con aterrizajes anfibios en San Carlos Water en East Falkland el 21 de mayo.

La mayoría de las fuerzas argentinas se encontraban alrededor de Port Stanley, a unos 50 kilómetros al este, y otras estaban instaladas en Goose Green y Darwin, armadas con ametralladoras, cañones de 35 mm, morteros y artillería.

Goose Green podría ser ignorado. Es una pequeña comunidad en Lafonia en East Falkland a lo largo del Choiseul Sound. También estaba demasiado lejos para amenazar los continuos aterrizajes en San Carlos, que no iban bien.


Teniente Coronel Ítalo Ángel Piaggi

Los británicos habían perdido un número de naves de ataques aéreos, por lo que necesitaban fortalecer las posiciones que ya tenían. Lo que pretendía ser una contrainvasión para recuperar las Malvinas, se había convertido en una maniobra defensiva.

Mientras que el gobierno argentino se hizo popular con su gente, las cosas eran diferentes en Gran Bretaña. Parte de su población sentía que las Malvinas no valían la pena pelear y morir. Por lo tanto para reunir a los nay-sayers, un poco de PR fue necesario.

Los políticos británicos estaban particularmente preocupados porque el Consejo de Seguridad de la ONU ya estaba hablando de un alto el fuego. Si se pasara, las tropas británicas se quedarían atascadas porque el tiempo y la geografía no estaban de su lado. Todo lo que Argentina tenía que hacer, por otro lado, era esperar.

Gran Bretaña no podía. Si era para tomar las Malvinas rápidamente, tenía que ir a la ofensiva.

De repente, Goose Green se veía atractiva.



Teniente Coronel Herbert Jones

Si Gran Bretaña pudiera tomar eso, tendría acceso a una gran franja de East Falkland. Un alto el fuego entonces sería todavía molesto, pero por lo menos Gran Bretaña tendría una porción más grande de la isla con la que molestar a la Argentina.

Entrar al Brigadier Julian Howard Atherden Thompson, comandante de la 3 Brigada Comandante. Su trabajo era enfrentarse a los argentinos alrededor de Goose Green y Darwin.

El área fue protegida por la Fuerza de Tarea Mercedes bajo el Teniente Coronel Ítalo Ángel Piaggi, compuesto por el 12º Regimiento de Infantería (IR12) y la 3ª Compañía. Defensado por 20 mm Rheinmetalls, dos pistolas antiaéreas de Oerlikon de 35 mm con radar y una batería de tres OTO Melara Mod 56 105 mm pack Howitzers, el trabajo de Thompson no sería fácil.

Para hacerla aún más difícil, sus hombres no podían volar. La mayoría de sus helicópteros habían estado a bordo del transportador del Atlántico, que fue destruido por misiles argentinos el 25 de mayo.

El plan, por lo tanto, era desembarcar tropas en la Bahía de San Carlos y hacerlos caminar durante dos días hasta que llegaran a Goose Green.


Cementerio al norte de Darwin, donde la mayoría de las bajas argentinas de Goose Green están enterradas

El 26 de mayo, el 2do Batallón del Regimiento Paracaidista (2 Pará) bajo el Teniente Coronel Herbert Jones comenzó a hacer precisamente eso. ¡Los argentinos se depararían una sorpresa!

O eso pensó Jones hasta que encendió la radio.

Se había sintonizado con el Servicio Mundial de la BBC, que estaba diciendo felizmente al mundo que el segundo Para estaba listo para lanzar un ataque sorpresa contra Goose Green. ¡Cuanta sorpresa habría ahora?!


Memorial al Grupo de 2 Pará, al oeste de Darwin

¿¡Ahora que!? Los 2 Para sabían que estaban superados en número. Su única ventaja estaba en la sorpresa, pero que claramente fue el camino de los dinosaurios.

Después de una sana ronda de pleitos, Jones prometió demandar a la BBC por traición. Idem con el Gabinete de Guerra. Ah, y todo el gobierno Thatcher.

Piaggi estaba escuchando la misma emisión y sacudió la cabeza con incredulidad. ¿Realmente los británicos pensaban que era tan estúpido? Hah!

Evidentemente iban a atacar en otro lugar y estaban usando el anuncio como una diversión. Así que les dijo a sus hombres que se relajaran.


El lugar donde murió el Teniente Coronel Herbert Jones, ahora un monumento conmemorativo

Ellos todavía estaban haciendo eso cuando 2 Pará atacó. Jones había apostado que Piaggi pensaría como él y ello pagó.

Piaggi se rindió el 29 de mayo - que, por una interesante coincidencia, pasa a ser el Día del Ejército Nacional Argentino.

Así terminó la Batalla de Goose Green, pero llegó a un precio considerable.

Jones y otros 17 británicos murieron a costa de 45 a 55 argentinos.

De vuelta en Gran Bretaña, hubo furia por el incidente, ya que los políticos fueron acusados ​​acertadamente de desperdiciar vidas británicas por un truco de propaganda.

viernes, 14 de julio de 2017

Drogadicción rampante en los medios británicos

En Inglaterra aseguran que militares argentinos buscan plantar una bandera en las Malvinas

Medios de ese país mencionan una "operación nocturna de 14 comandos". En Cancillería lo desmintieron por completo.
Perfil
NdA: Anualmente la prensa británica desde 1982 azuza el fantasma de la amenaza argentina sobre Malvinas. A medida que el presupuesto argentino desciende a los infiernos estas noticias de potenciales amenazas argentinas se vuelven extremadamente ridículas. Sigan la serie y verán que es real. Siempre cada año hay una noticia bomba inventada de alguna amenaza a la vida de los putos isleños.


Las Islas Malvinas.

La prensa británica señaló que existe la sospecha de que un grupo de militares argentinos planea en secreto plantar la bandera argentina en las Islas Malvinas. Según la versión, sería una "operación nocturna" a llevar a cabo en septiembre próximo, por "14 comandos" que viajarían en dos helicópteros para lograr su objetivo.

El primero en dar cuenta de la versión fue el diario sensacionalista Express. Bajo el título "Revelado: complot de argentinos para hacer un raid en las Falklands y plantar su bandera en territorio británico", este medio señaló que los presuntos militares argentinos irán a las islas (que se encuentran bajo jurisdicción argentina) en dos helicópteros Bell Huey II hacia el archipiélago.

Además, agrega que supuestamente el presidente Mauricio Macri fue informado de estos planes. Por otra parte, fuentes británicas agregaron a la prensa de allí que un helicóptero Chinook de la RAF había sido puesto en alerta para desplazar tropas si fuera necesario ante cualquier incursión argentina.

Desde el gobierno argentino desmintieron por completo que algo así pueda llegar a ocurrir. "No tiene ningún asidero la nota", señalaron a Perfil.com fuentes de Cancillería. "Es una cita a un medio de dudosa legitimidad, además de que es técnicamente imposible volar a las islas con ese tipo de helicóptero". En 1964, Miguel Fitzgerald fue el primer argentino en volar a las islas y plantar la bandera nacional. Piloteó un Cessna, dejó una proclama y regresó.

miércoles, 5 de abril de 2017

Operaciones psicológicas de Radio Liberty a cargo de Silvia Fernández Barrio

Silvia Fernández Barrio, la voz de la guerra psicológica durante el conflicto por Malvinas
Por Alicia Panero* - Infobae




Pocos lo saben: la periodista Silvia Fernández Barrio tuvo un rol importante durante la Guerra de Malvinas. Ella nunca tuvo una dimensión real de lo que significó su trabajo. Desde una emisora de radio que ella define como "un cuarto pequeño y secreto", hizo lo que pudo por evitar la guerra, cuando aún había esperanzas de que la recuperación sólo fuera una ejercicio de presión para el gobierno de Reino Unido que los obligaría a negociar la sobernía. Y cuando empezarno los combates, hizo todo lo posible para desmoralizar al enemigo. Fue una suerte de "Rosa de Tokio criolla".

Primero que nada, un poco de historia. En la Segunda Guerra Mundial, Iva Toguri D'Aquino, conocida por las tropas aliadas como la "Rosa de Tokio", era la locutora de radio responsable de las transmisiones japonesas emitidas con la intención de desmoralizar a los enemigos en el Pacífico. Ciudadana estadounidense, a Iva la atrapó la guerra cuando visitaba una tía en Japón. Se cree que hubo muchas locutoras que encarnaron a la Rosa de Tokio, pero su historia es la más conocida. Al finalizar la guerra, D'Aquino fue la única estadounidense identificada entre las locutoras acusadas de prácticar la guerra psicológica. En 1949, se convirtió en la séptima persona en ser declarada culpable de traición en los Estados Unidos, por lo que pasó 6 años en prisión. Fue finalmente perdonada por el presidente Gerald Ford en 1977.


Iva Toguri D’Aquino

Aunque pasó a la historia como la "Rosa de Tokio", en Japón era conocida como "Ana, la huérfana", puesto que sus padres habían muerto en los Estados Unidos mientras ella se encontraba en la isla, y no pudo regresar. Había comenzado trabajando como mecanógrafa en la radio y luego se pidió que varias mujeres que fueran preparadas para hablarles a las tropas enemigas, con el fin de desmoralizarlas.

EL 22 de febrero de 1944, Iva le decía a las tropas aliadas: "Hola, ¿qué tal enemigos? ¿Qué tal las trampas cazabobos? Aquí está Ann, de Radio Tokio, y nosotros estamos justamente para comenzar nuestro programa regular de música, noticias y la Hora Cero, para nuestros amigos… quiero decir, nuestros enemigos en Australia y el Pacífico Sur. Así que estén en guardia, y quieran que los niños no estén escuchando. ¿Todo listo? OK, aquí está el primer ataque a su moral, la Boston Pops, tocando Strike Up the Band".

En la pequeña ciudad de Grandtham, en Inglaterra, donde nació Margaret Thatcher, un radioaficionado captó, en abril de 1982, una transmisión que le recordó a la Rosa de Tokio. Una voz sensual, con perfecto acento inglés, hablaba a la flota británica que había sido enviada a las Islas Malvinas. El hombre dio aviso a las autoridades y, según una publicación del Daily Mail de esos días, el ministro de Defensa de Reino Unido, John Nott, se refirió a ella como un procedimiento de propaganda negra, ya obsoleta, usada por última vez en Vietnam.



Malvinas fue una guerra breve, donde se pusieron en práctica procedimientos bélicos propios de la Segunda Guerra Mundial, como la guerra de trincheras, la lucha cuerpo a cuerpo y el uso de bayonetas. Entonces, ¿por qué no habría de usarse como estrategia la desmoralización de tropas?

Silvia Fernández Barrio, la voz sensual de la guerra de Malvinas en el mar, en Europa y en los Estados Unidos, según fue el alcance de radio Liberty, se educó en un colegio inglés, el William Shakespeare. Su acento británico era perfecto. "Aprendí al mismo tiempo a rezar en inglés y en español y a cantar los dos himnos. A mí sí que me cabe Borges", recordó en una entrevista con Infobae.

Estaba trabajando en el viejo Canal 7 el día que colocaron en el estudio mayor una foto de Leopoldo Fortunato Galtieri, pasado el 2 de abril, y pidió irse a trabajar a otro lugar. La pusieron a hacer un programa de música, pues tenía que cumplir con su obligación laboral. Y en eso estaba cuando un comité militar la llamó para hacer un programa, llamado Hora Cero, bajo el más absoluto secreto, que se proponía hablarles a los soldados de la flota británica.



No le molesta hablar de aquellos días. "Yo sentía que estaba haciendo mi aporte para evitar una guerra que era impensada desde mi lugar; tuve la ilusión de colaborar con que no suceda. Trataba de convencer a los ingleses de que era innecesaria la guerra, que estas tierras lejanas nada tenían que ver con ellos. Cuando los contenidos del programa eran demasiado bélicos, los suavizaba porque en mi inconsciente primaba la idea evitar las acciones bélicas", contó.

La voz de Fernández Barrio se podía escuchar en una hermosa casa en Belgrave Square o en un barco navegando en altamar. "Hola soy Liberty, he decidido mostrarme al mundo desde un lugar que está muy lejos de usted, en Malvinas, Sandwich y Georgias del Sur, soy una voz, un espíritu, un país", dijo alguna vez, mientras el tema Yesterday, de The Beatles, sonaba de fondo.

Fernández Barrio supo después, antes que muchos argentinos, que el capitán Alfredo Astiz, a cargo del grupo comando Los Lagartos, se rindió incondicionalmente ante la llegada de la flota británica, sin disparar un sólo tiro, arriando de inmediato la bandera argentina.

En algunas ocasiones, a pesar del secreto, la emisión de Liberty se transmitía por Radio del Plata, los sábados por la noche. Tras hacer escuchar las campanas del Big Ben, se daban los resultados del futbol inglés y se les recordaba la los soldados lo lejos que estaban de sus hogares. "Nos hemos encontrado, soy Liberty y tú eres Tomy, simpatizante del Tottenham, sí, debes estar navegando en alta mar, por eso hemos decidido brindarte compañía. ¿Te gustaría que te recuerde tu pueblo?", leía Fernández Barrio.

Un lustro atrás, había tenido un encuentro cara a cara con la primera ministra británica, Margaret Thatcher, en Londres, en la casa de unos amigos portugueses que se habían escapado del gobierno comunista. Nunca se sabrá si la "Dama de Hierro" se acordó de aquella cena y de su voz cuando escuchó Liberty. Lo cierto es que fue ella quien ordenó que el 19 de mayo de 1982, desde la Isla Ascensión, comenzara a transmitir Radio Atlántico Sur, con el único fin, obsoleto a decir del Ministro de Defensa, de desmoralizar o engañar a las tropas argentinas. Se pasaban mensajes para los soldados de tal o cual batallón, en los que sus familias les decían, supuestamente, que estaban bien y que los esperaban de regreso. Los ingleses llamaron a esta emisión "Operación Moonshine", que significa luz de luna. En el Reino Unido sabían que que estaban perdiendo la guerra miedática y la opinión pública salía tomar como verdaderas las noticias argentinas, buena parte de ellas erróneas, engañosas o de propaganda.



Para junio de 1982, Diario Popular publicaba: "Liberty está viva y goza de buena salud. La prueba de la eficacia de esas emisiones ha quedado demostrada por la aparición en respuesta de una emisora inglesa ubicada en la Isla Ascensión". No obstante, Liberty no se podía escuchar siempre en la Ciudad de Buenos Aires, salvo en el caso de los radioaficionados, ya que usaba una técnica que sólo llegaba al hemisferio Norte.




"Un día vino una compañera, secretaria del directorio de Canal 7, me dijo que había escuchado una grabación de una emisión de radio y me dijo 'es tu vos, en inglés, es tu voz'. Yo no podía decir nada, todo era secretísimo", repasó Fernández Barrio.

La guerra en los medios de comunicación fue compleja. Si bien el Reino Unido contaba con la cobertura mundial de la BBC, pero no era suficiente para contrarrestar el exisitismo de la prensa argentina. Necesitaban un contrapunto más real.

"Como todos dicen, en la guerra la primera baja es la verdad. Aquí se cometieron muchos errores periodísticos, como relatar en tiempo real el movimiento de las tropas argentinas, lo que ponía en alerta a los británicos. Es que no había experiencia. Todo lo que se decía en los noticieros estaba guionado, como la famosa frase a la que murió atado José Gómez Fuentes, 'que venga el Principito'. Cuando lo llamaron las autoridades para saber por qué lo había dicho, mostró un cable de Télam, donde Mario Benjamín Menéndez decía esa frase en Puerto Argentino", evaluó.

Las mujeres han sido tan protagonistas como los hombres en la Guerra Malvinas. Fernánez Barrio no había tomado mucha dimensión de eso hasta que vio las notas de aquella época, se enteró que hay marinos argentinos que participaron de la guerra, que conocían entonces su trabajo y que la admiran por eso.

No obstante, aclara que siempre fue consciente de la imposibilidad de ganarle una guerra a la OTAN, pero que cumplió la orden que le dieron como empleada del canal público, y que obtuvo la ilusión de hacer desistir a los británicos de la guerra. "No tomamos conciencia de que la guerra era verdad hasta el 1 de mayo, con el primer combate aéreo. El 2 de mayo, cuando se produjo el hundimiento del Crucero General Belgrano, allí supe lo que vendría", confesó.

Su trabajo en la televisión pública le valió que el kirchnerismo la vinculara de manera insultante con la dictadura. Para ella se trató, más bien, de un problema político relacionado a la famosa grieta. "Nunca tuve problemas en hablar de la guerra, sólo tuve problemas con los k, que me acusaron de ser pro dictadura por haber trabajado en el noticiero, pero con mi trabajo en Liberty, no se animaron a meterse, porque era Malvinas", repasó.



Claro, Malvinas es una causa nacional. Nadie se atravería a cuestionarla. Aunque ella no lo sabía hasta ahora, su voz resuena tadavoía en el recuerdo de cientos de marinos argentinos y británicos. Son muchos los que se acuerdan de ella, esa "Rosa de Tokio criolla" que para los soldados era una voz anónima, pero que detrás tenía una persona con nombre y apellido: Silvia Fernández Barrio.

* La autora escribió "Mujeres Invisibles", el primer libro sobre el rol de las mujeres durante la Guerra de Malvinas.

martes, 3 de enero de 2017

Ministerio olvida poner a Malvinas en mapa de felicitaciones

Desarrollo Social excluyó "por error de diseño" a Malvinas del mapa argentino
La cartera de Stanley creó una tarjeta de salutación para Año Nuevo y generó el repudio del kirchnerismo y de los veteranos. El pedido de disculpas.
Perfil



Desarrollo excluyó "por error" a Malvinas del mapa argentino. Foto:Cedoc
El Ministerio de Desarrollo Social excluyó del mapa argentino a las Islas Malvinas en una tarjeta de salutación por el Año Nuevo, y generó el repudio de veteranos de la guerra de 1982 y de dirigentes del kirchnerismo, que acusaron al Gobierno de "ponerse del lado del usurpador".

"Que el 2017 nos encuentre unidos y en paz. Feliz año nuevo", indicó una tarjeta que la cartera a cargo de Carolina Stanley difundió en las redes sociales el sábado pasado, con una imagen de la Argentina pero sin las Islas Malvinas en el Atlántico Sur.

— Desarrollo Social (@MDSNacion) 31 de diciembre de 2016

Gustavo Pirich, de la Asociación de Combatientes de Malvinas, criticó al Gobierno en diálogo con radio 10: "Me parece terrible, pero no es el único tema que nos preocupa con respecto a la soberanía", sostuvo.

"El martes a las 17.30 hacemos una movilización a la Plaza de Mayo, porque nos parece que están avanzando muy fuertemente para remover todos los obstáculos que dificultan el desarrollo de los kelpers", criticó el veterano de la guerra de 1982.

La polémica por el afiche de Desarrollo Social se conoce un día antes de cumplirse 184 años de la ocupación británica del territorio insular. Desde la cartera conducida por Carolina Stanley señalaron: "Nuestras disculpas por el error del departamento de diseño en el saludo de fin de año".



Por su parte, la ex embajadora ante el Reino Unido de la administración kirchnerista Alicia Castro sostuvo ante radio 10 que quedó "consternada por ver un mapa mutilado, podado. Normalmente lo hacen los británicos, pero nunca he visto que un Gobierno publique un mapa sin las Malvinas".

"Tiene que ver con la política de desmalvinización del Gobierno y la política de entrega. El acuerdo que firmaron en septiembre del año pasado (la canciller Susana Malcorra y su para británico para la región, Alan Duncan) plasma la voluntad y la pretensión británica de remover todos los obstáculos para el desarrollo económico de las Islas en lo que hace a exploración y explotación de petróleo, pesca y navegación", denunció.

Según Castro, el Gobierno argentino "concedió en ese acuerdo" lo que le pedían "los británicos cuando iba al Foreign Office. Ese era su deseo y es lo que ha concedido el Gobierno en un acuerdo", insistió.

En las redes sociales, usuarios que respondieron a la publicación de la cartera de Desarrollo Social hicieron hincapié en el hecho de que Puerto Argentino se llama, para los británicos, Port Stanley, el apellido de la titular de la cartera, Carolina Stanley.

domingo, 11 de octubre de 2015

La desesperación kelper por justificar su pasado y presente ilegal

Malvinas | Los Kelpers acusan a la Argentina de "promover una ficción"
Las autoridades inglesas emitieron un documento desde el cual rebaten los reclamos argentinos, como el de la Resolución 2065 de la ONU. Documento.




El gobierno pro-británico en las Islas Malvinas acusó este jueves a la Argentina de "promover una ficción durante 50 años" en torno a la disputa de soberanía sobre el archipiélago.

Las autoridades isleñas emitieron un documento de 20 páginas a través del cual busca rebatir las afirmaciones argentinas, entre ellas el histórico alegato del diplomático José María Ruda, que sirvió de base para la adopción de la Resolución 2065 (XX) de la ONU.

"El discurso de Ruda de 8.000 palabras estaba plagado de dichos falsos e inexactos, los que el Gobierno de Argentina ha continuado usando ante las Naciones Unidas durante los últimos 50 años, y que además continúa usando para influenciar a la comunidad internacional", aseguraron los isleños.

"Lamentablemente, Argentina promueve de nuevo ficción sobre las #Falklands", tuitearon hoy desde la cuenta oficial de Twitter @FalklandsGov.

El documento kelper que reproducimos a continuación se titula: "50 años de falsedades argentinas en las Naciones Unidas".

Perfil

jueves, 6 de agosto de 2015

La RAE malgasta por ineficiencia el esfuerzo de propaganda argentino

Argentina emite propaganda en idioma inglés a las fuerzas de ocupación de las Islas Malvinas


Breit Bart


por NICK HALLETT

Durante los últimos dos años, la cadena estatal de Argentina ha estado tratando de difundir propaganda en idioma Inglés a los residentes de las Islas Malvinas, el Territorio Británico del Atlántico Sur reclamado por la nación latinoamericana, pero sus esfuerzos no han sido precisamente un éxito.



Irrelevante, interesante e incluso a veces ininteligible, el "Boletín Malvinas" - un producto de la Radiodifusión Argentina al Exterior (RAE) - es un ejemplo clásico de cómo no hacer propaganda eficaz.

El espectáculo puede haber durado dos años, pero hay poca evidencia de que ha tenido ningún efecto, o que alguien está realmente escuchando. Escuchando las últimas ediciones, es fácil ver por qué.

El espectáculo cuenta con un presentador que lee las noticias en un fuerte acento argentino, y las historias reportadas dicen mucho más sobre el estado de la libertad de prensa en Argentina que cualquier otra cosa.

La edición del viernes pasado incluyó a la Presidente Kirchner en una reunión de ministros, a la Presidente Kirchner comprando un simulador de trenes, el sucesor ungido por la presidente Kirchner siendo elogiado por ser una promesa electoral, y a la presidente Kirchner burlándose un candidato de oposición.

También era, naturalmente, un informe sobre la reclamación de Argentina sobre el "Malvinas", que entró en gran detalle sobre las resoluciones y discusiones de la ONU sobre "descolonización".

También no ayuda que el programa sale a la medianoche, cuando la mayoría de los isleños están presumiblemente en la cama.

El sitio de noticias argentina Télam informa a Marcelo Ayala de la RAE como diciendo: "Nadie en Argentina pone en duda que las Malvinas son parte de nuestro país y por lo tanto tenemos la obligación de mantener informados a los habitantes."

Dijo que las emisiones eran un intento de "romper el cerco mediático" en torno a las islas, donde las señales de televisión argentinos no pueden penetrar, y "garantizar a los habitantes el derecho a la información en el idioma Inglés."

La información transmitida a los "argentinos de habla inglesa" en ediciones anteriores incluye historias sobre excedentes comerciales, derechos de los transexuales y muchas, muchas más historias sobre lo maravilloso que es la presidente Kirchner.

Dado el tiempo que se transmite, tal vez el isleño extraño puede escuchar, pero sólo como un somnífero.

Ayala dice: "Hay una agenda global dominado por las agencias de noticias y los fabricantes de contenidos que se ajusten a nuestro país en un perfil predeterminado.

"Nuestra tarea es mostrar nuestra propia realidad, desde la política a la gran cantidad de actividades culturales."