Mostrando entradas con la etiqueta conducta militar. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta conducta militar. Mostrar todas las entradas

jueves, 29 de junio de 2023

Los héroes que dejó el cobarde de Ward



"IFF encendido, estamos en emergencia".
Un nombre de un camarada.
Cabo Principal Miguel Ángel Cardone-

El Aeródromo de la Ciudad de Villa Cañás en la provincia de Santa Fe, fue denominado en su honor "Suboficial Auxiliar Miguel Ángel Cardone", pero quien fue este compañero.

El Cabo Principal Miguel Ángel Cardone integró la tripulación del C-130 Hércules TC-63 indicativo "Tiza" de la Fuerza Aérea Argentina derribado el 1 de junio de 1982. El avión despegó desde Comodoro Rivadavia a las 8 h 53 min (UTC-3) piloteado por el Capitán Héctor Martel. Su misión era encontrar barcos militares británicos para ayudar a los aviones de ataque. Era una tarea extremadamente peligrosa y de mucha valentía, ya que el avión no contaba con ninguna defensa.

Cuando el Hércules emergió sobre el horizonte radar a unas 20 millas al norte del estrecho de San Carlos, fue detectado por la fragata HMS Minerva. Esta vectoreó una pareja de aviones Sea Harrier del Escuadrón Aéreo Naval 801.
El teniente comandante Nigel Ward derribó al C-130 con un misil Sidewinder y lo remato cobardemente, lo ametralló con sus cañones de 30 mm.

No hubo sobrevivientes.

domingo, 24 de abril de 2022

Sanidad militar: La actitud del Dr. Jolly

Dr. Jolly




"Nuestra actitud era simple... Tratar los argentinos heridos en la misma forma que nos gustaría ser tratados
La gente supone que tienes que odiar a tu enemigo, pero que no podía estar más lejos de la verdad. Las únicas personas que saben lo que está pasando es la gente en el otro lado.
Durante los años en los que me han estado preguntado qué hacía si tuviera que elegir a quién tratar en primer lugar, un argentino o un británico. Mi respuesta siempre era “el que necesitaba una atención más urgente”
El Dr. Jolly, insistió en que todos sus hombres siguieran su ejemplo. Y estaban dispuestos a hacerlo, tratando al enemigo herido, con pleno respeto a medida que el conflicto hacía estragos en las Islas Malvinas, Georgia del Sur, Goose Green y Puerto Argentino (Stanley). A pesar de ello, Tomó un tiempo para que los pacientes argentinos se dieran cuenta de que estaban en buenas manos en el hospital de campaña Ajax.


viernes, 6 de agosto de 2021

El tratamiento de heridos argentinos por parte de la sanidad militar británica

Guerra de Malvinas, tratamiento de combatientes heridos

DIN en action (original en francés)




Durante la guerra en las Malvinas, el personal médico con estatus militar del Reino Unido proporcionó asistencia médica significativa a los miembros heridos de las fuerzas enemigas, tratándolos en función de sus necesidades médicas y no del bando al que pertenecían. Estas medidas de conformidad con el DIH se implementaron gracias al entrenamiento del personal médico antes de entrar en combate y al hecho de que las unidades médicas estaban constantemente cerca del campo de batalla.
 Guerra de Malvinas, tratamiento de combatientes heridos

Este estudio de caso fue desarrollado por David Jordan y Sai Santosh Kolluru, estudiantes de Juris Doctor en Emory Law School, bajo la supervisión de Laurie Blank, profesora de Emory Law School.

 

A. PLANIFICACIÓN MÉDICA DURANTE LA CAMPAÑA de las MALVINAS

[Fuente: Thomas E. Broyles, A comparative analysis of the Medical support in the Combat Operations in the Falklands Campaign and The Grenada Expedition, 21 de septiembre de 1987, [traducción del CICR] disponible en: http://www.dtic.mil/ dtic /tr/fulltext/u2/a184721.pdf]
 

[…]

De acuerdo con la concepción británica de las operaciones médicas, enfermeras altamente capacitadas debían acompañar a cada unidad de combate, con el fin de brindar una atención de mejor calidad de la esperada en términos de capacidades en el terreno. […] Además, se han desplegado equipos quirúrgicos (integrado por un cirujano, un anestesista, un encargado de cuidados intensivos, cuatro personas en el quirófano, un encargado de transfusiones de sangre y un asistente). Este equipo estaba ubicado lo más cerca posible de la zona de combate. Estaba en constante movimiento, mientras la ambulancia recogía a los heridos en el campo y avanzaban las unidades de combate y los puestos de socorro.

Desde el principio, los planificadores de los equipos médicos británicos querían asegurarse de que la planificación médica se adaptara a las estrategias operativas y tácticas. Con el mismo objetivo, habían brindado una asistencia médica lo más cercana posible a las operaciones militares, mediante el despliegue de importantes recursos en materia de atención y esto en todos los niveles, a fin de garantizar servicios de reanimación y tratamiento efectivo. . Estos planificadores demostraron una gran flexibilidad, que quedó demostrada por su capacidad para adaptarse rápidamente y desarrollar "pronósticos calientes" a medida que avanzaba la campaña. Las fuerzas británicas esperaban que la movilidad de las unidades médicas se viera gravemente afectada por la naturaleza del terreno, pero los planificadores de los equipos médicos esperaban limitar las consecuencias de esta situación colocando sus unidades médicas en un puesto muy avanzado junto a las unidades de maniobra. Desde el inicio de la campaña, la continuidad de la atención había sido un elemento central de la planificación médica, aunque los británicos reconocieron que esta continuidad dependía de la disponibilidad de camillas y helicópteros para garantizar la evacuación de heridos [casvac]. Finalmente, su concepción de la asistencia médica tuvo en cuenta la importancia de asegurar el control de las unidades médicas para que esta asistencia siga siendo eficaz y óptima.
 

B. LA GUERRA DE LOS FALKINS: EXPERIENCIA DE CIRUGÍA DE GUERRA EN EL CAMPO


[Fuente: D. S. Jackson, C. G. Batty, J.MM. Ryan y WSG McGregor, The Falklands War: Army Field Surgical experience, 65 Annals of the College of Surgeons of England 281 (1983), disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/ pmc / articles / PMC2494365 / pdf / annrcse01521-0003.pdf]

Durante la reciente campaña de las Malvinas, cuatro equipos quirúrgicos militares se desplegaron sobre el terreno en ambas etapas de la guerra.

 

[…]


Ubicados al este de las Malvinas, los cuatro equipos militares actuaron como centros quirúrgicos de avanzada. Su presencia era necesaria por la forma en que se desarrollaban los combates y la dificultad del terreno. Las instalaciones médicas adicionales en la parte trasera podrían haber creado dificultades imposibles de evacuar a los heridos, debido al número limitado de helicópteros disponibles y porque su capacidad de carga era limitada. Además, muchos helicópteros no se pueden utilizar para vuelos nocturnos.

Los argentinos constituyeron una proporción significativa de los lesionados y es lamentable que no tengamos información sobre su suerte. La mayoría de ellos fueron trasladados a barcos hospitales  de SS Uganda.

Para todos nuestros heridos, el paso final fue el mismo: traslado al barco hospital SS Uganda. Estamos muy agradecidos con nuestros colegas de la Royal Navy por administrar este hospital flotante y por manejar de inmediato el exceso de víctimas cuando los centros de cirugía avanzada estaban abarrotados, especialmente en lo que respecta a los soldados que sufrieron quemaduras como resultado del ataque aéreo en Bluff Cove. . Sin este apoyo, los centros de avanzada se habrían desbordado y no habrían sido tan efectivos.

C. TRATAMIENTO Y HOSPITALIZACIÓN DE VÍCTIMAS DURANTE LA GUERRA DE Malvinas

[Fuente: Coronel Charles G. Batty, MBE L / RAMC, Cambios en el cuidado de los heridos de batalla: lecciones aprendidas de la campaña de las Malvinas, 164 Military Medicine 336 (1999), [traducción del CICR] disponible en: https: // academic .oup.com / milmed / article-pdf / 164/5/336/24221270 / milmed-164-5-336.pdf]

El 21 de mayo de 1982, un matadero y una planta procesadora de carne en desuso fueron ocupados [por las fuerzas británicas] en la bahía de Ajax, al sur de la bahía de San Carlos. […] Este lugar estaba a punto de ser transformado en un centro quirúrgico avanzado (ASC).

En el centro del edificio había dos habitaciones estrechas, sostenidas por vigas y provistas de rieles para colgar cadáveres de animales. Tras estudiar el edificio, resultó que estas salas eran las más seguras para instalar quirófanos […].

[…]

Las reservas de sangre (para transfusiones) se habían acumulado gracias a las donaciones de los soldados, casi una semana antes del desembarco. No fue posible brindar un servicio cruzado a bordo del barco, por lo que las bolsas de sangre se sellaron con el grupo sanguíneo del donante obtenido de su tarjeta de identificación y se almacenaron. Las donaciones de sangre así recolectadas fueron descargadas de la embarcación, en contenedores isotérmicos, antes de ser enterradas en el suelo para mantenerlas a una temperatura óptima. El reabastecimiento fue proporcionado por las fuerzas presentes en el lugar. Los prisioneros de guerra argentinos también donaron sangre para los heridos, utilizando el mismo método de identificación del tipo de sangre del donante, de modo que se pudieran proporcionar transfusiones si fuera necesario. Los argentinos heridos fueron tratados de la misma manera que nuestras propias tropas, de acuerdo con los Convenios de Ginebra.
 

D. UN MÉDICO MILITAR BRITÁNICO ATENDE A MUCHOS COMBATIENTES ARGENTINOS

[Fuente: Murió el hombre que salvó cientos de vidas argentinas e inglesas en la guerra de Malvinas, Infobae, 17 de enero de 2018, [traducción del CICR] disponible en: https://www.infobae.com/america/mundo/2018/01 / 17 / rick-jolly-murio-el-hombre-que-salvo-cientos-de-vidas-argentinas-e-inglesas-durante-la-guerra-de-malvinas /]


El Reino Unido y Argentina rindieron homenaje al Capitán Richard "Rick" Jolly, un cirujano de la Royal Navy, por salvar las vidas de cientos de combatientes de ambos bandos durante la Guerra de las Malvinas.


[…]

El Capitán Jolly trabajó en condiciones muy difíciles durante la guerra. Se vio obligado a establecer un hospital improvisado en el suelo, en una planta procesadora de carne de cordero abandonada, en Ajax Bay, donde dirigió numerosas operaciones para salvar la vida de cientos de combatientes argentinos y británicos. Apodó a la infraestructura "La máquina salvadora de vidas roja y verde" por el color de las boinas que usaban los miembros de las fuerzas navales y los paracaidistas que trataba.

En una entrevista televisiva en tiempo de guerra para ITN, el capitán barbudo dijo: "En la guerra siempre esperamos tener muy poco trabajo". Casi el 30% de los heridos recogidos del campo de batalla y trasladados al hospital para ser operados eran argentinos. El Capitán Jolly y su equipo médico los trataron igual que a los británicos heridos.

Además de su función como médico, el Capitán Jolly ha sido elogiado por su valentía en combate. Cuando un avión argentino bombardeó al HMS Ardent, abordó un heliocóptero que lo llevó a las heladas aguas de Grantham Sound Bay, donde acudió en auxilio de dos marineros heridos como consecuencia del hundimiento del barco.

"No había planeado ir a nadar", dijo, con la ironía que conoce. "Me zambullí en el agua pero no tenía fuerzas para llevarla. Estaba en estado crítico, tenía un corte en la cabeza y sangre por todas partes. Su condición era tan preocupante que ni siquiera estoy seguro de que se diera cuenta de que venían a salvarlo ".

[…]


En 1983 se convirtió en Oficial de la Orden del Imperio Británico, siguiendo sus logros durante la guerra de las Malvinas; en 1999, quienes habían sido sus enemigos le otorgaron la Orden de Mayo, el más alto honor en Argentina. La ceremonia se llevó a cabo en Buenos Aires, con la presencia del Príncipe Carlos y varios soldados de la Guerra de Malvinas que le debían la vida al Capitán Jolly.
 

E. CONMEMORACIÓN DE LA GUERRA DE MALVINAS: "CURAMOS MÁS ARGENTINOS QUE BRITÁNICOS"


[Fuente: BBC News, aniversario de las Malvinas: "Tratamos a más argentinos que británicos", mayo de 2012, disponible en: https://www.bbc.com/news/uk-17535607]


“Cuidamos casi el doble de argentinos que de británicos”, dijo Steven Hughes, entonces oficial médico del 2.º Batallón del Regimiento Británico de Paracaidistas.


“La ética médica de tratar al enemigo en el campo de batalla puede ser objeto de un debate interminable, pero según las Convenciones de Ginebra y los principios fundamentales de Hipócrates, cada individuo debe ser tratado de acuerdo con sus necesidades, y no de acuerdo con el bando por el que está luchando, ni al que está luchando ”, añadió.

"Una vez que comencé a tratar a los heridos de manera profesional y a tratar a los argentinos exactamente de la misma manera que trataba a las tropas en mi propio campamento, mis médicos comenzaron a hacer lo mismo".
 

Discusión


I. Calificación de la situación y ley aplicable


1. ¿Cómo describiría la situación entre Argentina y el Reino Unido en 1982? ¿Fue este un conflicto armado? ¿Cuál fue la ley aplicable en este caso específico? (CG I-IV, art. 2)

II. Tratamiento de los heridos del campo enemigo durante la Guerra de Malvinas

 
2. ¿Cuáles son las obligaciones que incumben a las partes en un conflicto armado con respecto a los heridos y enfermos? ¿Cuáles son los estándares de atención a los que tienen derecho estos heridos y enfermos? ¿El DIH prevé la evacuación de los heridos y enfermos del campo de batalla? (CG I, art. 12, 15; PA I, art. 10; DIHC, reglas 47, 87, 109, 110)

3. ¿En qué circunstancias se puede considerar "lesionada" a una persona en virtud del DIH? ¿Se debe hacer una distinción entre civiles y combatientes heridos? ¿Entre sus fuerzas y las del enemigo? ¿El DIH permite a las partes en un conflicto dar un trato prioritario a los soldados de su propio campamento? ¿Están prohibidas por el DIH las distinciones desfavorables relativas a la atención médica ofrecida a los heridos? ¿Cuál es el estado de los combatientes heridos que caen en poder del enemigo? (CG I, art. 12, 13, 14; PA I, art. 8)

4. (Documento B) ¿Tenían las fuerzas navales británicas la obligación legal de trasladar a los argentinos heridos a los barcos hospitales argentinos? (CG III, art. 109, 110)


III. Elementos que contribuyen al respeto del DIH


5. (Documento A) ¿Por qué el despliegue de médicos muy bien capacitados es una condición importante? ¿Qué papel puede desempeñar la formación médica y militar en la aplicación de las disposiciones relativas al tratamiento médico?

6. (Documentos A, B y C) En su opinión, ¿el hecho de que los equipos médicos estuvieran desplegados en las inmediaciones del campo de batalla facilitó el acceso a la atención médica para los combatientes de ambas partes en el conflicto?

7. (Documento D) ¿Por qué es tan importante, para actuar de acuerdo con el DIH, que ambos gobiernos rindan homenaje a un cirujano de guerra en una ceremonia oficial? ¿Pueden estos gestos diplomáticos fomentar el respeto por el DIH en conflictos futuros?

lunes, 24 de mayo de 2021

El chocolate del subteniente Baldini

El chocolate del subteniendo Baldini





"Cuando estabamos por salir para Malvinas, en el cuartel nos dieron ropa y todo lo que íbamos a necesitar, que después fue tan poco. Y también nos dieron a cada uno algunas golosinas y una tabla de chocolate para taza. Todo eso duró muy poco. La mayoría comimos esa ración allí mismo. Todos menos los soldados de la sección de Baldini, ya que el subteniente les requisó el chocolate. ¡Las cosas que le dijeron! Claro que cuando el no estaba delante, porque lógicamente no les gustó nada. Todos olvidaron pronto aquel episodio de la requisa del chocolate. Había cosas mas bravas de las que preocuparse. Pero llegó el 25 de mayo, y allí en pleno monte Longdon, el subteniente Baldini hizo una formación con sus hombres, se izó la bandera, se cantó el himno y sorprendió a todos sus soldados ¡con chocolate caliente! Nos contaban los soldados de Baldini que aquel chocolate caliente y humeante, cuando lo mas común era que pasaramos hambre todos los días, fue glorioso. Todos recordaban, mientras saboreaban aquel verdadero lujo, 'la requisa del chocolate'. Y todos entendieron que entonces Baldini había estado pensando en sus hombres. Y pensando en un 25 de mayo que habría que pasar muy lejos de todo. En la guerra. Esto lo pinta a Baldini de cuerpo entero, era un tipo bárbaro!" (Horacio Cañeque - Malvinas 20 años, 20 héroes)

El subteniente Juan Domingo Baldini cayó gloriosamente en el combate de Monte Longdon, el 11 de junio de 1982


viernes, 27 de noviembre de 2020

Ataque al Invincible: El delator "cuerpo sobre cubierta" del príncipe británico


“NO SE GRITA CUERPO A TIERRA SI SE VE QUE EL ATAQUE VA HACIA OTRO BARCO”
El día 23/03/2020 el escritor e investigador argentino Fernando Fontenla incluyó en un artículo la siguiente frase del príncipe Andrew, ex tripulante del HMS Invincible:
“Un día estábamos bajo ataque de misiles y un amigo y yo tratábamos de terminar el cubo Rubik. Y justo cuando tuvo lugar el ataque de misil, lo completamos. Nos ordenaron acostarnos sobre la cubierta y lo hicimos”.
En el mismo artículo, el periodista realizó el siguiente análisis:
“Cuando se produjo el ataque al SHEFFIELD, en el INVINCIBLE nunca creyeron que existiera una amenaza real. Por lo tanto ese día nadie hizo cuerpo a tierra en esa nave.
Con respecto al 25 de mayo, el propio príncipe Andrew refiere que al momento de impactar los misiles en el ATLANTIC CONVEYOR, él estaba a bordo de su helicóptero (…).
Así nos queda que la anécdota del cubo Rubik sólo puede pertenecer al día 30 de Mayo. Y si prestamos atención a las distintas versiones que relatan el ataque al SHEFFIELD comprobaremos que el “HIT ON DECK” o en criollo “cuerpo a tierra” sólo se propala cuando ya nada puede hacerse para que el proyectil no impacte en la propia nave.
Antes de eso debe declararse la AIR RED WARNING, alerta roja de ataque aéreo. Luego del AIR RED WARNING, se llama a ACTION STATIONS, puestos de combate, y al fin, sólo si nada da resultado, vamos al HIT ON DECK. No se grita HIT ON DECK si el radar detecta un punto en la pantalla a 20 millas de distancia, ni si se ve que el ataque va hacia otro barco, sólo se hace cuando te ves venir al avión, el misil o la bomba encima y ya no podés hacer nada para evitarlo”.


ENLACE PARA EL ARTÍCULO COMPLETO DE FONTENLA:
http://fernandofontenla.com/index.php...
ENLACE PARA EL TESTIMONIO DE UN TRIPULANTE DEL HMS COVENTRY CON UN EJEMPLO DEL USO DE LA FRASE "HIT ON DECK" (Minuto 40.35):
https://www.youtube.com/watch?v=dOFD4D8LVdM&t=2447s...
ENLACE PARA EL DETALLE DE LAS ACCIONES DEL HMS INVINCIBLE EN EL MOMENTO DEL ATAQUE AL SHEFFIELD:
https://www.theguardian.com/.../sep/26/falklands.world...
ENLACE PARA EL DETALLE DE LA ACCIÓN DEL PRÍNCIPE ANDREW EL DÍA 25/05/1982:
https://www.upi.com/.../Prince-Andrew-a.../3976393307200/...
ENLACE PARA LA CITA ORIGINAL DEL PRÍNCIPE ANDREW SOBRE EL ATAQUE DEL 30/05/1982:
https://en.mercopress.com/.../prince-andrew-reveals...

lunes, 16 de abril de 2018

Coronel Geoffrey Cardozo, dedicado a buscar y enterrar a los soldados argentinos muertos en combate

Así enterró un oficial británico a los caídos argentinos en Malvinas: "Lo hice con amor y respeto como si fueran mis hijos"

En 1982, el coronel inglés Geoffrey Cardozo fue encomendado con una difícil tarea: recoger los cuerpos de los campos de batalla y darles digna sepultura en Darwin. Su trabajo fue fundamental en el proceso de identificación de los caídos en el conflicto bélico. El video de la emotiva ceremonia en febrero de 1983 

Por Gaby Cociffi || Infobae
Directora Editorial de Infobae | gcociffi@infobae.com



"Mamá, papá, yo tuve en mis brazos a su hijo antes de darle digna sepultura. Y hoy, 36 años después, los abrazo a ustedes y siento que esto es un milagro".
El coronel británico Geoffrey Cardozo deja escapar una lágrima, cuando envuelve en sus brazos a Dalal y Said Massad, padres de Marcelo Daniel, soldado caído el 11 de junio en la batalla de Monte Longdon y enterrado en Darwin en una tumba sin nombre.
Daniel fue, durante 36 años -al igual que otros 121 combatientes que yacen en el cementerio- un Soldado Argentino solo conocido por Dios. Pero desde hoy 90 combatientes recuperarán el nombre que perdieron el día que dieron su vida por la Patria.  A las 9:50, en el cementerio de Darwin, 210 familiares descubrirán las placas con los nombres de sus seres queridos.
Fue la causa por la identificación -que comenzó en 2008 con la iniciativa y el trabajo del veterano Julio Aro– lo que permitió que las familias hoy puedan dejar una flor o llorar sobre una tumba con nombre.
El proceso fue largo y difícil: implicó una complicada negociación política de seis años, la firma del acuerdo entre Argentina y el Reino Unido en diciembre de 2016, la mediación de la Cruz Roja Internacional, el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense y el viaje a las islas de 12 profesionales de distintas nacionalidades que exhumaron los cuerpos en Darwin para conocer la identidad de los soldados.
En 1982 fue el entonces joven capitán Cardozo, de 32 años, quien se desempeñaba en el área logística del Ministerio de Defensa en Londres, quien recibió la orden que le cambiaría la vida para siempre: debía recoger los cuerpos de los soldados argentinos en los campos de batalla para darles digna sepultura.
Pero había llegado a las islas, solo un día después de finalizada la guerra, con otra misión: ayudar a los oficiales con la tropa en el período post guerra que siempre es muy duro para los combatientes. "La adrenalina está muy alta, tienen mucho stress, hay agresión y mucho alcohol. Mi función era mantener la disciplina, darles comida y confort, que es importantísimo para los sobrevivientes", relata Cardozo hoy.


El capitán Geoffrey Cardozo en las islas (foto álbum personal)

No solo había que cuidar a los soldados, sino "limpiar" las islas de los vestigios de la lucha armada.
Fue así que los ingenieros militares que buscaban minas en los campos, durante ese helado mes de junio de 1982, empezaron a encontrar cuerpos de soldados argentinos en donde se habían librado las batallas más cruentas de la guerra.
Había algunos cuerpos marcados con una cruz, otros estaban enterrados bajo un montículo de piedras y algunos pocos solo cubiertos -quizás en la urgencia de la batalla- por una manta.


El coronel Cardozo durante su trabajo en las islas en 1982 (Foto: Geoffrey Cardozo)

"Cuando los ingenieros hallaban las fosas me mandaban llamar. Yo llevaba una trompeta, hacíamos una pequeña ceremonia, rezábamos una plegaria y marcábamos el lugar donde habían sido enterrados".
Al comienzo de diciembre, cuando la nieve ya cubría la turba de las islas, el gobierno de la primera ministra británica Margaret Thatcher le ofreció al presidente de facto de la Argentina, Leopoldo Fortunato Galtieri, "repatriar los cuerpos". La respuesta fue tajante: "Ellos están en nuestra Patria, allí van a quedarse". Hubo, más tarde, un pedido de ayuda para identificar a los caídos. Pero esa vez nadie respondió: la desmalvinización había comenzado.


Encontró los cuerpos enterrados en los campos de batalla: algunos marcados con una cruz, otros con un montículo de piedras, otros cubiertos por una manta (Foto: Geoffrey Cardozo)

El Reino Unido, entonces, le encomendó a Cardozo recuperar los cuerpos y construir un cementerio de guerra. "Pero ese no era el trabajo para un soldado", reflexiona Cardozo. Entonces, voló a Londres para buscar ayuda. Visitó tres casas funerarias en busca de hombres mayores de 30 años, por un tema de madurez emocional, y solo hasta 40, por la resistencia física que había que tener para esta dura tarea.
La empresa elegida subcontrató a dos directores de funeral: Pauls Mills -quien había sido el encargado de trasladar los cuerpos de los británicos desde las islas- y William Lodge. Cardozo volvió a las islas comandando un pequeño batallón de 12 hombres que tenían que cumplir la orden más dolorosa: inhumar los restos de los soldados argentinos.


La tumba de un soldado argentino poco después de la guerra: así los encontró Cardozo (foto: Geoffrey Cardozo)

"Empezamos la tarea en los primeros días de enero de 1983, y el 19 de febrero les dimos sepultura. Cuando me dieron ese trabajo supe que iba a ser doloroso porque no iba a poder identificarlos a todos", rememora el oficial británico.
"Al ver los primeros cuerpos quedé en shock. No podía creer que no tuvieran la chapa identificatoria. Encontré que algunos jóvenes habían pegado un papelito y escrito en tinta sus nombres sobre las chapas vacías, pero estaban borroneados por la lluvia y el clima".


El sitio marcado con una cruz improvisada por los mismos combatientes argentinos (Foto: Geoffrey Cardozo)

"No había registros médicos precedentes, ni placas dentales, ni nada que me permitiera identificarlos. Revisé cada cuerpo con mucho cuidado, los bolsillos, las chaquetas, todo. Encontré cartas 'a un soldado argentino', rosarios, estampitas, golosinas, fósforos, cuchillos del Ejército Argentino, pero nada que me permitiera identificarlos".


Las anotaciones de Cardozo en 1982 (Foto: Geoffrey Cardozo)

Cardozo anotó cada detalle en una libreta y elaboró un extenso informe, con datos que fueron fundamentales, 35 años después, para el proceso de identificación.
"Envolví cada cuerpo en una sábana, como a Cristo", explica con emoción. Luego, los metió en una bolsa de plástico negra, y esta en una blanca de PVC, donde anotó con tinta indeleble todos los detalles. Cada soldado fue depositado en un ataúd de madera. "Y sobre el ataúd, volví a anotar todos los datos. Me dije: 'tengo que hacer todo para preservarlos'", recuerda.


Tumba de un soldado argentino en un campo de batalla (Foto: Geoffrey Cardozo)

El cementerio de Darwin se hizo bajo la supervisión de la Commonwealth War Graves Commission. Pero elegir el lugar donde emplazarlo no fue fácil.
"Los isleños no querían tener a los muertos cerca porque los sentimientos aún estaban en carne viva", cuenta el oficial. Fue un granjero de Darwin, Brooke Hardcastle, quien sintió piedad por nuestros caídos y ofreció un pedazo de su tierra para que se les pueda dar sepultura. "Tuvo un gran gesto humanitario", agrega el coronel.


El entierro de los soldados argentinos en Darwin en 1983

"Cuando los enterramos hicimos una ceremonia en el cementerio con tres sacerdotes, con nuestros soldados y nuestro comandante. Fue con todos los honores, con toque de silencio y con oraciones. Exactamente la misma ceremonia que tuvimos para nuestros hombres. Como si los soldados argentinos fueran ingleses. Todos estos jóvenes habían combatido con valor y habían sido luchadores formidables".


Las cruces del cementerio de Darwin en 1983 (Foto: álbum personal Geoffrey Cardozo)

Muchos años después, en 2008, el destino hizo que el oficial conociera al veterano Julio Aro, quien había viajado a Londres pensando en formar una fundación (que luego llamó No me Olvides) para ayudar a los soldados con stress post traumático.
Cardozo, que habla perfecto español, fue el traductor. Y en una charla íntima con el ex combatiente argentino conoció el dolor que Julio llevaba clavado en su alma: había vuelto a las islas para cerrar su historia de la guerra y en el cementerio no había encontrado a sus compañeros, a quienes él había enterrado luego de la batalla.
El inglés no durmió esa noche. Aquellos muchachos sepultados en Darwin como Soldado Argentino solo conocido por Dios volvieron a su memoria. "Quizás ellos son algunos de mis 122 chicos sin nombre", se dijo.


Julio Aro frente a la gran cruz en el cementerio de Darwin (Foto: álbum persona Julio Aro)

El día que Aro volvía a la Argentina, le entregó un sobre de papel madera: "Vos vas a saber qué hacer con esto". Era el minucioso informe que había elaborado en 1983.
"Yo entendí su dolor. El informe era reservado pero no secreto. Nadie lo había visto antes, pero yo pensé que él sabría cómo utilizarlo para ayudar a las familias", dice.
Aro buscó ayuda para llevar adelante un proyecto humanitario que no fue fácil. Me contactó una noche y me pidió que ayudara a las madres a  encontrar sus hijos. Yo había cubierto la guerra siendo muy joven y conocía el dolor de las familias. Me sumé a su trabajo, pero muchas puertas oficiales se cerraron. Entonces, pedí ayuda a Roger Waters, quien fue el que le dio voz a una causa silenciada, y trabajamos con el EAAF (Luis Fondebrider y Carlos "Maco" Somigliana), la Cruz Roja Internacional, y la Embajada Británica.


Cardozo en las islas: “Hoy me siento aliviado y feliz porque muchos jóvenes fueron identificados. Pero el trabajo no ha terminado”

"Tiempo después supe que Julio y vos -me dice el oficial británico- habían visitado más de 100 familiares y que la identificación se había convertido en una causa humanitaria a nivel internacional", recuerda.
Por eso cuando recibió el llamado de la Cruz Roja Internacional, para que se sumara como asesor externo no dudó: "Dije que sí, y organicé un viaje al Chaco para visitar algunas familias y contarles cómo había cuidado a sus hijos. Necesitaba hacerlo. Había sentido por años ese dolor en la boca del estómago porque estas madres y padres no sabían que yo había sepultado a sus chicos con dignidad".
Cardozo volvió a las islas 35 años después de la guerra para acompañar a los forenses del Proyecto Humanitario en las primeras exhumaciones en junio de 2017.
Luis Fondebrider, presidente del EAAF, asegura: "El informe de Cardozo fue fundamental. Hizo un trabajo excelente, serio, muy profesional. Cuidó y trató cada cuerpo con dignidad. Los puso en tres bolsas de plástico y Pvc que hicieron que los cadáveres se conservaran muy bien. Todo su trabajo facilitó la exhumación e identificación".


Los forenses durante el proceso identificación que comenzó en junio de 2017

A principios de diciembre de 2017 el gobierno nacional comenzó a informar a la familia sobre la identificación de sus seres queridos, y en muchos casos se entregaron objetos personales hallados en los cuerpos.
El coronel se quiebra cuando habla de esas fotos, carnets, estampas religiosas, cruces, anillos y cartas que se encontraron en las exhumaciones: "Supe que se hallaron algunas pertenencias y me pregunté por qué yo no había podido verlas. Me sentí mal, pensé que mi trabajo estaba mal hecho".


Alguno de los objetos hallados en el cuerpo del soldado Eduardo Araujo (Gustavo Gavotti)

Con angustia busca una explicación y un consuelo. "Cuando el año pasado estuve en Darwin con los forenses, vi que ellos hicieron un trabajo muy profesional, de excelencia y que en la morgue había una máquina de Rayos X que les permitía ver todo. Tenían una luz clara, limpia… En cambio yo lo hice con linternas, praderas y montes desolados. Extendíamos una sábana para depositar los cuerpos sobre una superficie limpia y los revisábamos. Debíamos tener mucho cuidado al buscar cosas de metal entre sus ropas, porque los soldados llevaban granadas y el seguro podría haberse soltado. Luego, envolvía sus cuerpos en las sábanas y me aseguraba de que no quedara ningún elemento que pudiera hacerlos explotar".


La oración por los caídos argentinos

"Me dolió mucho cuando no los pude identificar. Enterré a los soldados argentinos con amor y respeto como si fueran mis propios hijos".
Más allá de este dolor, el trabajo de Cardozo fue fundamental en el proceso identificatorio. Y fue reconocido tanto en el Reino Unido como en la Argentina.
El 9 de marzo en Londres, el coronel -junto con Aro, Waters y  la periodista de Infobae- fue distinguido con Una Rosa por la Paz –una fundición realizada por el orfebre Juan Carlos Pallarols con vainas de la guerra- por su labor humanitaria.
La semana pasada en Buenos Aires -donde viajó como invitado especial para acompañar a las familias a las islas y honrar a los caídos el lunes 26 de marzo- recibió el reconocimiento de  la Secretaría de Derechos Humanos, a cargo de Claudio Avruj: "Estamos acá para homenajear a un amigo de Argentina, que posibilitó que los héroes que dieron la vida por nuestra patria en 1982 pudieran descansar en paz. Hoy, gracias al trabajo que hicimos en conjunto, estamos en el camino de conocer la verdad". También en la Cámara de Diputados, la Comisión de Relaciones Exteriores, distinguió la labor del oficial británico.
"La idea de que 90 familias sepan dónde están sus hijos me hace muy feliz. Pero hay otros que aún no han sido identificados y tenemos que continuar con nuestro trabajo para ver quiénes son estos soldados", dice Cardozo.
¿Qué siente después de 36 años al ver que muchos de aquellos muchachos que sepultó hoy recuperaron sus nombres? El coronel, que se define como un soldado, no duda: "Siento un alivio enorme. Una gran satisfacción. Esta es la historia más importante de mi vida".

lunes, 24 de abril de 2017

VGM recibe su placa identificatoria de manos de un soldado inglés

Excombatiente de Malvinas recuperó su placa en poder de un soldado inglés
Fue hallada en 1991 durante un reconocimiento de terreno en las Islas.
La Nueva


Excombatiente de Malvinas recuperó su placa en poder de un soldado inglés. Sociedad. La Nueva. Bahía Blanca

   Un oficial del Ejército, que luchó en la Guerra de Malvinas, recuperó 35 años después su placa identificatoria perdida en combate, que estaba en poder de un soldado inglés que lo creía muerto y buscaba a su familia para dársela.

   La historia se conoció en los últimos días, luego de que el coronel Enrique Magnaghi recobrara la medalla que se le salió de su cuello cuando, en 1982, fue derribado el helicóptero que piloteaba.

   Según informó el Ministerio de Defensa, el soldado inglés halló en 1991 la placa del combatiente argentino durante un reconocimiento de terreno que debió realizar en las Islas Malvinas.

   El militar argentino dueño de la placa era un teniente primero y piloto del helicóptero Súper Puma durante la guerra de 1982 y fue derribado por un avión inglés Sea Harrier cuando volaba a baja altura.



   En ese momento pretendió realizar una maniobra de aterrizaje, lo que derivó en el incendio de la cabina del helicóptero en que se encontraba, a una milla de la costa malvinera.

   "No me morí por los disparos ni por los golpes, pero pude morir quemado. Fue fuerte todo lo que pasó como para pensar en la placa de identificación", relató Magnaghi.

   "Fue un momento fuerte, igual que cuando recibí una foto de la placa de identificación", recordó el excombatiente.

   Magnaghi llegó a Malvinas el 7 de abril de 1982 con 31 años, integrando una compañía compuesta por cinco helicópteros Puma y dos Chinook de la aviación de Ejército, cuya misión eran hacer vuelos de rescate, de reconocimiento y de transporte. (DyN)