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jueves, 15 de febrero de 2024

Condecoraci贸n: Mayor Oscar Ram贸n Jaimet (RIMec 6)

Mayor OSCAR RAM脫N JAIMET - RI MEC 6 - EA

Desempe帽arse con acierto, valor y templanza como Jefe de la Reserva de la Agrupaci贸n Puerto Argentino, particularmente durante los combates librados a partir de 9 d junio. Logr贸 impulsar a fracci贸n ejecutando acciones sacrificadas que posibilitaron el repliegue ordenado de importantes efectivos propios. Encabez贸 contraataques a fuerzas enemigas num茅ricamente superiores, para retirarse entre los 煤ltimos en cumplimiento de 贸rdenes expresas.

viernes, 8 de abril de 2022

2 de Abril: Horacio Nu帽ez (APCA), una de las caras m谩s conocidas del desembarco

Un comando cuenta c贸mo fueron los combates del 2 de abril en Malvinas: “Volver铆a a jugarme la vida por la patria”

Horacio Nu帽ez era Cabo 1° de la Armada y fue uno de los 84 comandos anfibios de la infanter铆a de Marina que desembarcaron el 1 de abril por la noche y reconquistaron las islas la ma帽ana siguiente. La llegada en los botes. El ataque al cuartel de los Royals Marines. La bandera en las islas. La lucha en la casa del gobernador y la muerte del Capit谩n Giachino. Y la foto sonriendo despu茅s de la tarea cumplida
Horacio Nu帽ez en su casa natal de Ituzaing贸, en Corrientes, con la foto que lo hizo conocido en 1982 despu茅s de reconquistar las islas Malvinas (Nicol谩s Stulberg)

El 1 de abril de 1982, exactamente a las 21:18, 84 comandos anfibios y buzos t谩cticos de la Armada se zambulleron en dos kayaks y botes de goma desde el buque ARA Sant铆sima Trinidad, que hab铆a detenido sus motores, hacia la oscuridad de la bah铆a Enriqueta. Iban camuflados y bien pertrechados: cada uno llevaba las granadas que pod铆a acarrear y 1500 municiones para su fusil. Iban al mando del capit谩n de corbeta Guillermo S谩nchez Sabarots y su segundo, el capit谩n de fragata Pedro Giachino. Intentaron el desembarco en un peque帽o arroyo llamado Mullet Creek, pero los cachiyuyos -una suerte de algas- se enredaban en los botes. Lo hicieron en la zona de Lake Point, a la que bautizaron “Playa Verde”. El primero en pisar suelo malvinense fue el capit谩n de fragata Carlos Cerqueira. Se asegur贸 la zona y se coloc贸 una se帽al infrarroja. Entre el grupo que arrib贸 en los 20 botes restantes se encontraba Horacio Nu帽ez. Ten铆a 24 a帽os, era Cabo 1°, llevaba seis dentro de la Armada y participaba del curso de comando anfibio cuando fue convocado, sin saberlo, a la Operaci贸n Virgen del Rosario.

Cuarenta a帽os despu茅s, Nu帽ez est谩 en Ituzaing贸, Corrientes, donde naci贸. Tiene, en su brazo izquierdo, un enorme tatuaje: las islas pintadas de celeste y blanco y un ancla cruz谩ndolas. Este verano pele贸 otra guerra, esta vez contra el fuego. Pero su paso breve y decisivo por Malvinas ser谩 eterno. La tensi贸n, para 茅l, lleg贸 desde el primer momento que baj贸 del bote, munido de su FAL, con cuatro granadas de mano y dos antitanque en el arn茅s y munici贸n a granel en la mochila: “Hab铆amos atravesado una tormenta y yo me mareaba. Adem谩s la turba es acolchada. As铆 que cuando baj茅 a la isla era como que iba caminando en el aire, aunque la mochila era bastante pesada. ¡Pero no sab铆a si era la turba o si era yo!”.

Veh铆culos anfibios en Puerto Argentino tras el desembarco del 2 de abril de 1982

Nu帽ez habla bajo, es sincero hasta para admitir sus propias debilidades, no hay estridencias en 茅l. Ni tiene falsa modestia ni vende un Rambo. A veces tensa los m煤sculos cuando un recuerdo fuerte lo atraviesa. Tiene los mismos ojos achinados que en la famosa fotograf铆a que ilustr贸 la recuperaci贸n de las islas. S贸lo una barba candado y el pelo raleado delatan que ya son cuatro las d茅cadas que transcurrieron. Y su propia historia: est谩 casado con Ana Mar铆a. tiene un hijo, Nahuel Horacio y cinco nietos: Mayte, Ian, Nahomi, M谩ximo y Lucille. Se retir贸 de la Infanter铆a de Marina hace 11 a帽os y vive en Bah铆a Blanca.

El 28 de marzo embarc贸 en el destructor Sant铆sima Trinidad en Mar del Plata. A pesar que la reconquista de las islas lo tom贸 por sorpresa, seg煤n dice, hab铆an entrenado duro en Sierra de los Padres poco antes, lo que luego descubri贸 como un indicio. “Hicimos una semana de instrucci贸n con navegaci贸n nocturna, supervivencia. Para nosotros era algo normal. Pero si van al terreno, van a ver que esa zona, cerca de Balcarce, es muy parecida a Malvinas, excepto que hay 谩rboles. Y el clima, por supuesto. Pero las piedras, c贸mo caminar de noche y esas cosas, nos ayudaron…”, cuenta.

Ya en plena navegaci贸n, los comandos anfibios y los buzos t谩cticos pensaban que iban a Tierra del Fuego “por el despliegue, y porque en el 78 estuvimos muy cerca de la guerra con Chile por el Beagle, pensamos que era por ah铆 la cosa. Nunca imaginamos Malvinas. Pero cuando recibimos la orden que 铆bamos a recuperar las islas, hubo una algarab铆a total en toda la tripulaci贸n”.

C贸mo tomaron el cuartel ingl茅s de Moody Brook (Video: Mat铆as Arbotto)

El paso del tiempo va aguando la memoria. Nu帽ez no recuerda la fecha exacta en que se enter贸 del verdadero destino. “El 30 habr谩 sido… Se que se modific贸 el d铆a porque los ingleses se hab铆an enterado del desembarco y nos estaban esperando. Digo esto porque el coronel Seineld铆n ten铆a como objetivo la casa del gobernador, pero en su secci贸n la mayor铆a eran conscriptos. Entonces cambiaron. A 茅l le ordenaron que tome el aeropuerto y al capit谩n Giachino la casa del gobernador. Nos dividimos en tres grupos: el otro, en el que estaba yo, ten铆a como objetivo a Moody Brook”.

En efecto, el 30 de marzo la inteligencia brit谩nica alert贸 al gobernador de las islas, Rex Hunt, la inminencia del ataque. Los Royals Marines, cuyo cuartel general estaba en Moody Brook -a unos 4.5 km de Puerto Argentino-, se prepararon para defender las islas. Ya el 1 de abril, el faro fue apagado y las radiobalizas del aeropuerto local dejaron de funcionar. Por la noche, la oscuridad total recibi贸 a Nu帽ez y los comandos anfibios. Apenas la mortecina luz de luna dejaba adivinas las siluetas. Eso, y los visores infrarrojos que usaban los destacados en la vanguardia. “Ser un comando significa formar parte de las fuerzas especiales, se necesita mucho car谩cter, mucha instrucci贸n, mucho estado f铆sico. Nosotros, dentro de nuestras habilidades, tratamos de desarrollar el o铆do, el olfato y el tacto, porque en la oscuridad nos desplazamos. Nos ayuda al tocar algo que no vemos. A o铆r voces y movimientos. Y a oler. Cuando uno est谩 en territorio enemigo, 茅ste puede estar oculto, pero come, y la comida se huele. El que est谩 acostumbrado a estar en el campo, olfatea la comida. Y entonces, algo hay ah铆…”, dice, y entrecierra los ojos.

Infantes de Marina luego del desembarco en Malvinas el 2 de abril de 1982

En Lake Point se dividieron. El capit谩n Giachino y sus hombres marcharon a tomar la casa del gobernador. El capit谩n de corbeta S谩nchez Sabarots y los suyos -entre ellos Nu帽ez- partieron rumbo a Moody Brook, donde pensaban que estar铆a la mayor resistencia. Empezaron a caminar cerca de las 23 hs. Lo hicieron “en sigilosa”, como dice el veterano comando. Casi sin hablar ni hacer ruido, llegaron al cuartel brit谩nico despu茅s de caminar unas cuatro horas. All铆, el diablo casi mete la cola. Y el diablo pudo ser Nu帽ez. “Est谩bamos en posici贸n para pasar al asalto en s铆, hac铆amos las 煤ltimas coordinaciones, y mi reloj empez贸 a sonar. Yo todos los d铆as pon铆a el despertador a las 5.30 de la ma帽ana, era autom谩tico. Pero no son贸 mucho tampoco. Pero ese pip pip que hizo, parec铆a que se hab铆a escuchado… no s茅. Lo o铆, y menos mal que no ten铆a los guantes colocados, as铆 que lo pude apagar r谩pido. Si llego a tener los guantes, ¿c贸mo hac铆a?”. Ahora sonr铆e Nu帽ez. Y cuenta que el reloj, un Casio, todav铆a funciona y lo tiene en Bah铆a Blanca.

La hora “H”, cuando todas las unidades atacar铆an en forma coordinada, se hab铆a establecido para las 6:00. En Moody Brook, la acci贸n fue r谩pida. “Ya ten铆amos los distintos grupos para tomarlo y fuimos haciendo un movimiento de pinzas, as铆 (ilustra con las manos)... Hab铆a tres o cuatro soldados ingleses y cuando vieron que los rodeamos, hicieron un par de tiros como para amedrentarnos y escaparon. Se fueron porque no hab铆a forma de detenernos, nosotros 茅ramos muchos”. A continuaci贸n, el capit谩n de corbeta S谩nchez Sabarots y el suboficial mayor Guillermo Rodr铆guez izaron por primera vez la bandera argentina en el cuartel de Moody Brook.

El primer izamiento de la bandera argentina despu茅s de la recuperaci贸n fue el 2 de abril en el cuartel de Moody Brook, y lo hicieron el el capit谩n de corbeta Guillermo S谩nchez Sabarots y el suboficial mayor Guillermo Rodr铆guez

Donde s铆 se combat铆a duro era alrededor de la casa del gobernador, en el extremo este de Puerto Argentino. Desde Moody Brook, a 40 minutos a pie de all铆, Nu帽ez y sus compa帽eros percib铆an lo que suced铆a a la distancia. “Escuch谩bamos los disparos y ve铆amos la munici贸n trazante. Ve铆amos c贸mo se estaba luchando. C贸mo se defend铆a la casa. Y bueno… La misi贸n nuestra era la recuperaci贸n de Moody Brook. Y el capit谩n Giachino tomar la casa… pero se le hizo pesado. No se entregaban, as铆 que fuimos en apoyo del capit谩n Giachino”, recuerda.

En el camino tomaron tres prisioneros. Los llevaron a donde estaba el comandante de la agrupaci贸n, que se hizo cargo. Ellos siguieron la marcha hacia el pueblo. “Llegamos a la casa del gobernador con Batista (Jacinto Eliseo Batistal). 脡l era Cabo Principal y yo Cabo 1潞, as铆 que me dijo ‘vos and谩 por el frente que yo me voy por atr谩s’. Ah铆 nos dividimos. Atr谩s, 茅l tom贸 prisionero a un grupo de soldados ingleses, que es la famosa foto donde salen con las manos levantadas. Yo me fui por el frente, donde encontr茅 unos soldados ingleses”.

El combate de la casa del Gobernador

En ese momento, por primera vez en su vida, Horacio Nu帽ez vio a la muerte frente a 茅l. En la punta del ca帽贸n de un fusil ingl茅s. “A nosotros nos ense帽an a tener respeto y a superar el miedo. Una vez que se logra eso, parece que uno no le teme a nada, pero no es as铆. Uno tiene miedo, pero sabe dominarlo. Yo siempre respete lo que fuera: a saltar en paraca铆das, a meterse al agua. Es decir, no porque sepa nadar me voy a mandar al agua como sea. A todo hay que respetar”, se帽ala con simpleza y sabidur铆a. Lo que vivi贸, define, fue “un momento tenso”. “Ven铆a agazapado detr谩s de una ligustrina, llegu茅 a unos 30 metros, o quiz谩s menos, a 20 metros de la casa y en el jard铆n vi a un soldado apuntando hacia mi derecha. Me escond铆, saqu茅 el seguro del fusil y cuando me par茅, le apunt茅. Cuando lo hice, me mostr贸 la mano as铆 (muestra la palma). Pero 茅l no me estaba apuntando a m铆. Me miraba, pero el fusil iba para otro lado. Le hice una se帽a con el fusil para que se pare y 茅l mir贸 hacia el costado. Yo hice lo mismo y vi que hab铆a dos ingleses que si me apuntaban, no recuerdo si con una ametralladora o un fusil. Cuando los vi, me volv铆 hacia ellos, les apunt茅 y bueno, levantaron las manos. Les hice se帽as, se pararon. De atr谩s de otras plantas aparecieron otros m谩s, y se fueron rindiendo. Los llev茅 a la calle frente a la casa del gobernador y los hice tirar cuerpo a tierra por mi seguridad. Yo estaba solo, mis compa帽eros no hab铆an llegado todav铆a”.

Esa ma帽ana le deparaba un duro golpe todav铆a. El 煤nico muerto argentino de la Operaci贸n Virgen del Rosario fue el Capit谩n Pedro Giachino. “Mi 铆dolo”, dice Nu帽ez. Tambi茅n cuenta que al inicio de la batalla, cuando lleg贸 desde Moody Brook, vio su cuerpo tirado, sin saber que era 茅l. “No fui a socorrerlo primero porque no sab铆a qui茅n era. Segundo, no sab铆a si estaba muerto, vivo… lo vi tirado, acostado. E imagin茅 que si alguien estaba ah铆 era porque estaba custodiado bajo el fuego de los ingleses. Segu铆 haciendo lo que deb铆a, ir al frente de la casa del gobernador. Pero s铆 supe cuando lo llevaron, cuando me lleg贸 la informaci贸n que era el Capit谩n Giachino al que estaban levantando… Me dio una bronca, quer铆a patearle la cabeza a los ingleses que ten铆a ah铆 abajo, pero bueno, ten铆amos orden de no tocarlos…”. Y se siente en el aire que la bronca perdura.

Junto a Giachino, a dos metros de 茅l, cay贸 herido el teniente de fragata Diego Garc铆a Quiroga, que recibi贸 tres disparos de diferentes fusiles: uno en el brazo, otro en el cuerpo y al tercero se incrust贸 en un cortaplumas suizo que colgaba de su cintur贸n. Fue el primer efectivo que atendieron en el hospital de Comodoro Rivadavia. El cabo 1潞 Ernesto Urbina, que como enfermero corri贸 a auxiliarlos, fue el segundo herido del combate.

La muerte del Capit谩n Pedro Giachino

Para Nu帽ez, Giachino era “el jefe, el cabeza. Siempre estaba al frente de todo, era un referente para nosotros. Si hab铆a que hacer algo, 茅l no ten铆a problema. 脡l se ten铆a que sacrificar, lo hac铆a primero. Daba una orden, 茅l era el ejemplo. Y el ejemplo a seguir. Por la forma, por su car谩cter, por la buena persona que era”. Y se queda en silencio, mirando al vac铆o. O a 40 a帽os atr谩s.

Despu茅s que los Royals Marines se rindieron, vino la calma. Y ah铆 lleg贸 el click, la foto, la imagen de Nu帽ez sonriendo, con cuatro granadas colgando de su cuello y la cara camuflada con pomada negra. Una imagen a la que intent贸 escapar: “Vi venir al fot贸grafo adonde estaba yo. Lo entr茅 a esquivar para no salir. En un momento dado hablo con un compa帽ero y le digo ‘fijate, este muchacho me viene siguiendo’. Lo ten铆a atr谩s m铆o. Y me dice, ‘¿qui茅n, mostrame?’ Me d铆 vuelta para se帽alarlo y lo vi apunt谩ndome con la c谩mara, por eso mi sonrisa… Estaba distendido, despu茅s de haber pasado esos momentos de adrenalina a full. Estaba m谩s relajado. Para mi fue muy importante esa foto: mi se帽ora, que en ese momento era mi novia, se enter贸 que estuve en Malvinas porque la vio. Y los periodistas vinieron a Corrientes para hacerle una entrevista a mi mam谩”.

Horacio Nu帽ez tal como lo public贸 la revista Gente en 1982. En la p谩gina opuesta, Rex Hunt, el entonces gobernador ingl茅s de Malvinas que fue depuesto por la acci贸n de los comandos de la Armada

Despu茅s de la recuperaci贸n, los comandos anfibios regresaron al continente. Nu帽ez no volvi贸 nunca m谩s a Malvinas. “A los ingleses les quitamos el armamento, los tomamos prisioneros, los llevamos a un lugar descampado. Ellos pod铆an hablar, fumar, comer, no estaban esposados. Estaban libres, digamos. Al jefe se les pregunt贸 qui茅nes estaban en el pueblo y qui茅nes en Moody Brook. A estos se les autoriz贸 a buscar sus pertenencias, sus documentos. Cuando estuvieron todos se los embarc贸 en un avi贸n rumbo a Montevideo. Y a nosotros nos llevaron al continente. Ya en ese momento el Ej茅rcito se hab铆a hecho cargo de la conducci贸n de la ciudad”.

Nu帽ez no tiene encono con los ingleses que combati贸. “Para m铆 el ingl茅s no es un enemigo. Ellos deben pensar, al igual que nosotros, que las islas Malvinas les corresponden. Y como nosotros, lucharon. Las recuperamos y lamentablemente despu茅s las perdimos. El soldado pelea por su patria. Pero nosotros, los argentinos, nunca invadimos ning煤n pa铆s. Siempre nos defendimos. Desde la 茅poca de San Mart铆n que nos liber贸. Pero al soldado ingl茅s no le tengo bronca ni rencor”.

El entonces Cabo Principal y comando Jacinto Batista lleva a un grupo Royal Marines detenidos en la ma帽ana del 2 de abril. Encabeza la hilera Lou Armour

Los comandos de Infanter铆a de Marina regresaron a Mar del Plata. Un grupo regres贸 m谩s tarde a las islas: entre ellos los del Batall贸n de Infanter铆a de Marina 5, algunos de artiller铆a de campa帽a e ingenieros anfibios que colocaban minas. El resto de la guerra, Nu帽ez estuvo en R铆o Gallegos. “Permanec铆 all铆 junto a un grupo de comandos. Ah铆 nos enteramos de lo que suced铆a en las islas. No fue f谩cil. Sab铆amos que est谩bamos perdiendo, sab铆amos que el Ej茅rcito no pod铆a. Dos veces estuvimos en el aeropuerto para embarcar y volver. Primero para hacer un contraataque. Suspendieron el vuelo porque 铆bamos en un Fokker y ya no se pod铆a aterrizar los aviones nuestros porque el espacio a茅reo ya estaba dominado por los ingleses”. El 14 de junio, d铆a del cese de fuego, lo encontr贸 lejos Puerto Argentino.

Despu茅s de la guerra tampoco volvi贸 a las islas. Dice que “hasta que no est茅 flamenando la bandera argentina, no voy a regresar. Excepto que vayamos a recuperarlas. Sin dudas, volver铆a a poner en juego mi vida por la patria”.

El tatuaje de Horacio Nu帽ez: las Malvinas y la Armada Argentina en la piel y el coraz贸n (Nicol谩s Stulberg)

A su regreso, dice “tuve suerte de tener a mi familia cerca. Despu茅s de la guerra, si uno no se apoyaba en la familia, se sabe lo que pas贸. Tuve compa帽eros internados por brotes psic贸ticos, algunos se hicieron alcoh贸licos, otros empezaron con la droga… Encontraron un vac铆o, porque a nosotros la sociedad nos dio la espalda. Eso se supera con la familia, la gente que est谩 atr谩s de uno, que no te da tiempo a deprimirte, que te da responsabilidades que cumplir. Eso te mantiene vivo. Pero no se supera la guerra. Lo que podemos hacer es contarla. Si no lo hacemos nosotros, ¿qui茅n? Fuimos los protagonistas, los que la vivimos. A veces me invitan a dar charlas en escuelas, o como en Merlo, a un grupo de motoqueros. Y es una satisfacci贸n que la gente se entere que somos soldados y estamos para defender la patria. No tenemos otra misi贸n”.

Lo que no puede hacer, a veces, es evitar llorar por Malvinas. “Si, lloro, las siento. Yo creo que alg煤n d铆a, de alguna forma, las Malvinas van a volver a ser argentinas. Seguramente no a trav茅s de la guerra. La historia lo dir谩: son argentinas y a eso no hay forma de negarlo”.


domingo, 13 de diciembre de 2020

Vista desde Monte Kent de Puerto Argentino

Vista desde Monte Kent hacia Puerto Argentino





MONTE KENT, ISLAS MALVINAS - 21 DE FEBRERO: Una vista general desde Mt Kent hacia Puerto Argentino/Port Stanley, Malvinas/Falkands el 21 de febrero de 2011. Abril ver谩 el 30 aniversario del conflicto argentino-brit谩nico de 1982 en la regi贸n, en una feroz disputa sobre la soberan铆a de las Malvinas. El canciller argentino, H茅ctor Timerman, anunci贸 que examin贸 la bolsa de valores de Londres y Nueva York para advertir a los inversionistas de las compa帽铆as petroleras que las compa帽铆as de exploraci贸n petrolera de hecho est谩n trabajando ilegalmente en las Islas Malvinas. (Foto de Peter Hazell / Getty Images)

domingo, 9 de agosto de 2020

Una visita a las islas y su belleza actualmente

La curiosa historia de las Islas Malvinas

Esta colecci贸n de islas salvajes cerca de la Ant谩rtida es uno de los secretos mejor guardados del mundo.



Young Adventures

En lo profundo del coraz贸n del Oc茅ano Austral, a unos 500 kil贸metros al este del fondo de Argentina, encontrar谩s las Islas Malvinas (Falkland Islands), un conglomerado incre铆blemente salvaje y rocoso de cientos de islas, hogar de una fauna salvaje, 茅pica. paisajes, y una historia verdaderamente notable, que supongo, probablemente no sabes mucho.

Admito descaradamente que no sab铆a mucho sobre las Malvinas antes de aterrizar aqu铆 despu茅s de zarpar de Argentina para comenzar nuestra aventura a la Ant谩rtida con Quark Expeditions, a pesar de que tengo una leve obsesi贸n polar. Mi conocimiento se limitaba a recuerdos vagos de libros de texto de la escuela secundaria sobre una guerra.

Lo que me recibi贸 fue una sorpresa notable: las Malvinas fueron incre铆bles.



Casi tan diferente como podr铆a haber imaginado por estar tan cerca de la Ant谩rtida, las Malvinas est谩n formadas por impresionantes playas que se cruzan con colinas verdes con una caba帽a escondida aqu铆 y all谩, era una mezcla de ambos el viejo mundo en el que todos estamos familiarizado y completamente desconocido. Un verdadero puente a la Ant谩rtida.

A menudo promocionadas como la puerta de entrada a la Ant谩rtida, vale la pena visitar las Islas Malvinas por derecho propio y como una introducci贸n a las islas subant谩rticas del Oc茅ano Austral.

Hay muchos m谩s viajes en barco que descienden a la Pen铆nsula Ant谩rtica que a las Malvinas y Georgia del Sur.

Si te encuentras en un viaje a las Malvinas, has descubierto un lugar con poca experiencia. Te aplaudo. De hecho, creo que las Malvinas son la introducci贸n perfecta a la Ant谩rtida, un lugar m谩s f谩cil de encontrar y que probablemente inspire una fascinaci贸n profunda por esta parte del mundo.



Pasamos el primer d铆a en el mar con Quark conociendo el barco Ocean Adventurer, as铆 como el incre铆ble equipo de expedici贸n y el personal. Esta ser铆a una experiencia colectiva para todos y no pod铆amos esperar para comenzar. Para alguien que a menudo no puede dormir en la misma cama todas las noches, fue un verdadero placer acomodarse en mi acogedora cama en mi caba帽a y guardar todas mis pertenencias para una aventura.

A medida que nuestras piernas tambaleantes y nuestras constituciones d茅biles comenzaron a endurecerse, vimos tierra en las Islas Malvinas. Estaba soleado y c谩lido, y no era una nube que marcara el cielo azul brillante cuando abordamos los zodiacos por primera vez guiados por el equipo experto de expedici贸n, para escuchar c贸mo aterrizar y comenzar a explorar un mundo nuevo para todos nosotros.

Fuimos recibidos con caras amigables, playas de arena blanca y muchos ping眉inos, y no nos llev贸 mucho tiempo comprender que hab铆amos llegado a un lugar curioso y 煤nico en el mundo y que no pod铆amos esperar para llegar. Lo s茅.

La historia de estas islas subant谩rticas en el fondo del mundo es fascinante, completamente distinta a cualquier otra parte de la tierra. S铆gueme mientras te presento uno de mis nuevos lugares favoritos: las Islas Malvinas. ¡Disfrutar!
Malvinas y Georgia del Sur: Islas del Oc茅ano Austral



La historia

Establecidos, reclamados y disputados por muchos pa铆ses a lo largo de los a帽os, las Malvinas no son nada sino pol茅micas. Incluso perseguir decir "Malvinas" sobre "Malvinas" es potencialmente ofensivo.

Reclamado por Argentina, las islas han estado bajo el control brit谩nico desde 1833, que coci贸 a fuego lento hasta que estall贸 en un conflicto abierto en 1982 antes de que los argentinos se rindieran despu茅s de la Guerra de las Malvinas. Hoy en d铆a, m谩s del 98% de las personas en las islas votan para seguir siendo un territorio de ultramar del Reino Unido.

Adem谩s, ¿mencion茅 que la poblaci贸n tiene menos de 3.000 almas? Apodado con cari帽o "Kelpers", y en su mayor铆a de ascendencia brit谩nica que viven en la 煤nica ciudad de Stanley.





Las aves

Seamos honestos, solo estoy aqu铆 por los p谩jaros.

Cuando la gente dice que las Islas Malvinas albergan una vida salvaje incre铆ble, lo dicen en serio. En Nueva Zelanda, nos asustamos si vemos un ping眉ino o un albatros. Estas son especies muy raras y en peligro de extinci贸n, y te consideras muy afortunado de verlas.

En las Malvinas, m谩s de 220 especies de aves viven o se reproducen, y es probable que encuentres 5 tipos de ping眉inos. ¡Bienvenido a esta parte del mundo!





Nuestro primer desembarco en la isla de West Point nos llev贸 a una hermosa caminata por las colinas hasta unos incre铆bles acantilados. Mientras baj谩bamos, de repente una incre铆ble colonia de albatros de ceja negra se hizo visible entre las altas hierbas.

Bueno, si soy sincero, podr铆a olerlos antes de poder verlos.

Docenas de albatros se sentaron en nidos y enormes pollitos esponjosos dorm铆an entre ellos junto con muchos ping眉inos saltamontes y sus pollitos tambi茅n.

Era un verdadero zool贸gico de p谩jaros salvajes y raros. Obviamente me asust茅 y no sab铆a qu茅 hacer. Nunca hab铆a visto algo as铆, y me tom贸 varios minutos mirar con adoraci贸n a estas chicas gordas y esponjosas que me gritaban a m铆 antes de que pudiera tomar fotos.

Y este no es un escenario 煤nico: m谩s tarde, en nuestro segundo desembarco de la Isla Saunders, encontramos incluso m谩s aves que viven juntas aparentemente cohesivamente, ¡incluso con algunas ovejas arrojadas en buena medida! ¡Qu茅 lugar!



Honestamente, ¿qu茅 tan enojado se ve este ping眉ino de Magallanes en su agujero? Concurso de subt铆tulos, alguien?

Las playas

Dudo seriamente si le pides a alguien que describa c贸mo se ven las islas del continente de la Ant谩rtida y responder铆an con playas de arena blanca. Pero aqu铆 estamos.

Quiz谩s una de las mayores sorpresas para m铆 cuando hicimos nuestro primer desembarco en las Malvinas fueron las playas de arena blanca. Ah, y todos los ping眉inos en las playas. No es lo que esperas!

El primer d铆a tuve tiempo de ponerme al d铆a con nuestro incre铆ble l铆der de expedici贸n Ali, quien me dijo que la isla de Saunder, donde est谩bamos a punto de visitar, era uno de sus lugares favoritos en todo el viaje. Y despu茅s de pasar un d铆a all铆, deambulando entre muchos ping眉inos en playas blancas, no podr铆a estar m谩s de acuerdo.

¿Seguramente no hay otro lugar como este en la tierra?



A medida que nos acercamos a la orilla, el agua se volvi贸 transparente y turquesa, y se pod铆a ver directamente al fondo. Parec铆a una piscina. Sin embargo, un chasquido r谩pido de los dedos o un toque en la cara y te recuerdan mucho lo cerca que est谩s del Polo Sur.

A pesar de lo atractivo que parec铆a, no pod铆as pagarme para entrar.

Los ping眉inos se mezclan en la arena blanca creando una imagen verdaderamente ir贸nica que probablemente nunca olvidar茅.



Los Defenders

¿Puede alguien explicarme por qu茅 todos los dem谩s autom贸viles en la peque帽a ciudad de Stanley son Land Rover Defenders?

Es un sue帽o inconformista hecho realidad en Instagrammers.

Tuvimos varias horas para pasear por Stanley, disfrutar de las vistas y disfrutar de la cultura local de pub. Pero lo que comenz贸 como un recorrido a pie por la ciudad con solo Jarrad y yo degeneramos r谩pidamente en la sesi贸n de fotos de "vamos a ver al Defensor", los dos inconformistas de Instagram, avergonzados, cuyo mayor sue帽o ser铆a tener uno de estos preciosos paseos.

Defensor del coche de polic铆a. Ambulancia defensora. Bombero defensor. Los landies retro se encuentran con l谩tigos m谩s modernos. ¿POR QU脡? Debo saber por qu茅 hay tantos en una ciudad de 2.100 almas.

Mi teor铆a es que las Malvinas son estereot铆picamente brit谩nicas, entre todos los Defensores, sindicalistas y pubs de peque帽as ciudades y cabinas telef贸nicas rojas, realmente se sent铆a lo m谩s brit谩nico posible, estando lo m谩s lejos posible de Gran Breta帽a.

Podr铆as imaginarte f谩cilmente a la Reina rodando en uno de estos juegos con un mont贸n de corgis en compa帽铆a.

Curioso, curioso




Las vistas

Las Malvinas tambi茅n son incre铆blemente coloridas y est谩n llenas de impresionantes vistas en cada esquina.

En la Ant谩rtida, el mundo est谩 desaturado de color, todo se funde en tonos de azul, gris y blanco. Pero las Malvinas no podr铆an ser m谩s diferentes, vibrantes y vivas, recordando un poco a lugares como Irlanda con sus costas salvajes y colinas verdes.

Si solo Irlanda tuviera menos gente, m谩s ping眉inos y una incre铆ble poblaci贸n de Defensores.
¡Solicite una cotizaci贸n para aventurarse a las Malvinas y Georgia del Sur con Quark Expeditions hoy!



Es uno de los secretos mejor guardados de la Ant谩rtida.

No hay ning煤n lugar como las Malvinas. Si eres un viajero curioso e intr茅pido como yo, que siempre busca lugares secretos y sale del mapa, es para ti.

Las Malvinas son un lugar que pocos viajeros visitan, ya que no hay muchos viajes all铆, y muchos no son conscientes de las incre铆bles vistas y las oportunidades excepcionales de vida silvestre que est谩n disponibles. Es un lugar que intriga e inspira, a diferencia de cualquier lugar de la tierra y un puente 煤nico entre el mundo moderno con el que estamos familiarizados y el vasto vac铆o de la Ant谩rtida.

Estas islas son un secreto guardado de la regi贸n y esta definitivamente no ser谩 mi 煤ltima visita aqu铆.