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sábado, 17 de septiembre de 2022

Dos Exocet apuntaron a barcos portadores de armas nucleares

Malvinas, archivos desclasificados: el estudio inglés que afirma que dos misiles apuntaron contra un buque con armas nucleares

El 25 de mayo de 1982 dos aviones Super Étendard cargados con Éxocet, partieron de Río Grande con una misión: atacar un blanco importante de la Royal Navy a 110 millas de Puerto Argentino. Los misiles hundieron al Atlantic Conveyor, pero una investigación realizada por los ingleses determinó que los mismos habían apuntado al Regent que tenía en sus bodegas cargas de profundidad nuclear. El libro “Handbreake” y los detalles de la sorprendente hipótesis británica
Por Alejandro Amendolara y Mariano Sciaroni || Infobae


La Segunda Escuadrilla de Caza y Ataque de SUE

La Base Aeronaval Almirante Quijada, en la localidad de Río Grande, en la provincia de Tierra del Fuego, el día 25 de mayo de 1982 amaneció con un intenso frío y fuertes vientos del noroeste, a lo que se sumaban lloviznas intermitentes. La Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, que ya había hundido al poderoso HMS Sheffield, estaba trabajando desde antes de la salida del sol.

La situación en la base era de alerta permanente, y las sospechas de que algo raro estaba pasando, se confirmaron cuando, pocos días antes, un helicóptero Sea King británico (ZA290) aterrizó y fue quemado por su tripulación en territorio chileno, cerca de Punta Arenas.

Los aviones Super Étendard y sus misiles Exocet representaban la mayor amenaza a la flota británica, por lo que se presumía que los británicos podrían realizar alguna operación con fuerzas especiales para dejar fuera de combate a los aviones de la Escuadrilla y destruir los misiles remanentes.

Esa misma mañana del 25 de mayo, pero en Gran Bretaña, el diario Daily Express publicó una nota en la que se preguntaba:“¿Han alcanzado los SAS a los cazas Exocet?”. El cronista conjeturaba que “la ausencia de Super Étendard en tres días de combates en las aguas de la Bahía de San Carlos, y la misteriosa aparición del helicóptero británico abandonado en Chile han alimentado las teorías de los almirantes de Westminster”. Sin embargo, también señalaba: “Otra teoría es que los argentinos están reteniendo los Étendard y Exocets para un gran ataque a los portaaviones Invencible y Hermes”.

Los acontecimientos de ese día demostrarían cuál de sus dos teorías era la válida.

Roberto Curilovic y Julio Barraza, los pilotos que hundieron el Atlantic Conveyor el 25 de mayo de 1982

Las primeras tareas del día en la Base Aeronaval consistieron en que el personal de mantenimiento acercara al hangar los aviones Super Étendard de la escuadrilla, dispersos por distintos lugares de la base para tratar de no ofrecer un blanco directo en caso de un ataque por tierra, mientras que el personal de armamento llevaba los dos misiles AM-39 Exocet desde los polvorines. Tenían que sacarlos de los contenedores presurizados y colgarlos en los dos aviones que estuvieran preparados para el vuelo. Fueron elegidos los Super Étendard 3-A-203 (que volaría el Capitán de Corbeta Roberto “Toro” Curilovic) y 3-A-204 (a cargo del Teniente de Navío Julio “Mate” Barraza) para la misión.

“Toro” sería el líder de la misión y “Mate” el numeral. Desde el inicio del conflicto volaban juntos y, antes, habían entrenado juntos en Francia. Esta misión les tocaba a ellos.

Mientras que en la sala de pilotos el aire se hacía cada vez más espeso por el humo de los cigarrillos, los hombres conversaban tranquilamente sobre diversos temas, hasta que sonó el teléfono con una llamada proveniente del Centro de Operaciones de Combate. En En ese instante se informó la orden de atacar sobre un blanco importante (un portaaviones) a unas 110 millas al nordeste de Puerto Argentino.

A partir de ese momento, comenzó la planificación de la misión y se decidió que la aproximación al blanco se realizaría por el norte/noroeste para contar con el factor sorpresa.

El misil AM-39 Exocet. El misil más pequeño a su lado es un misil aire-aire Magic, de la firma Matra (Alejandro Amendolara)

La misión tendría algunos condicionamientos al haberse establecido la presencia de dos buques ingleses en la entrada norte del Estrecho de San Carlos, que cumplían la función de piquete radar (de los cuales la Fuerza Aérea Argentina se encargaría más tarde ese día, hundiendo al HMS Coventry y averiando de consideración al HMS Broadsword), y la actividad de numerosas patrullas aéreas de Sea Harrier británicos en la zona.

Asimismo, un ataque desde esa posición permitiría sobrepasar a los buques piquete de la Task Force: no había tantos ahora disponibles en la flota, tanto por la pérdida de los días anteriores como por la necesidad que existía de destinar ciertas naves para proteger las aguas cercanas a Malvinas y al esfuerzo anfibio.

De hecho, los británicos solamente poseían un buque piquete radar en ese momento, el recién llegado destructor Tipo 42 HMS Exeter, que se encontraba ubicado a 25 millas del núcleo de la flota, pero en dirección Este-Sur-Este, dirección sobre la que se evaluó una posible amenaza argentina.

La Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque de la Armada en la Base de Río Grande en 1982 junto a uno de los cinco misiles Exocet

Se planificó, por ello, una trayectoria que evitara la detección temprana e intercepción de las aeronaves, de forma de llegar sobre el grupo de tareas desde una dirección imprevista. La misión incluía el reabastecimiento con un KC-130 Hércules de la Fuerza Aérea Argentina.

Se solicitó que el Hércules reabastecedor se ubicara en una posición a 160 millas al este de Puerto Deseado. La ruta prevista para el ataque era de 500 millas, un largo vuelo de cuatro horas de duración, con despegue previsto para las 11:00.

Finalizada la reunión de prevuelo, Curilovic y Barraza se dirigieron a los aviones, realizaron la inspección previa y se sentaron cada uno en su cabina. Con la asistencia del personal de tierra, pusieron en marcha sus aeronaves y aguardaron en la plataforma frente al hangar. La espera se hizo larga y, al cabo de unos 20 minutos, los mecánicos hicieron señas a los pilotos de cortar motor, y luego de descender de sus aviones se dirigieron con todo el equipo a la Sala de Operaciones.

Allí, el Capitán de Corbeta Jorge Luis Colombo (el comandante de la Escuadrilla) les indicó que el Hércules KC-130 de la Fuerza Aérea Argentina, que se suponía tenía que estar ya frente a Puerto Deseado a 6,000 metros de altura para el reabastecimiento a la ida y a la vuelta, no estaba disponible en ese momento.

En realidad, desde el Comando de la Fuerza Aérea Sur (FAS) de la Fuerza Aérea se estaban preparando otros ataques sobre los buques en San Carlos, por lo que los Super Étendard deberían aguardar unas horas hasta que los KC-130 estuvieran disponibles.

El reabastecimiento de combustible que a 6000 metros de altitud realizaron Barraza (foto) junto a su líder de sección, Curilovic

Recién cuatro horas más tarde los aviones navales argentinos despegarían y pondrían rumbo hacia el avión tanque, que los aguardaba en el lugar coordinado en la planificación y en el horario previsto, a las 15:45.

Barraza hizo señas a su líder y uno de cada lado, se acercaron lentamente al tanquero, hasta realizar el acople en las mangueras del avión. Permanecieron enganchados por unos 6 o 7 minutos y recibieron la cantidad de combustible previamente estipulada. Desde las ventanillas traseras del Hércules se asomaban uno a uno los tripulantes para saludar a los pilotos y desearles suerte en la misión. Incluso les tomaron fotografías.

Antes de separarse, el Hércules pasó información a los aviones navales, como recuerda el Teniente Barraza:

“El KC-130 salió al aire dando el siguiente mensaje: ‘Tengo algo importante para ustedes, escriban’, y a continuación transmitió coordenadas que yo parte anoté, pero me asaltaba la duda de haber copiado correctamente. Estas coordenadas fueron introducidas y verifiqué que no había mucha diferencia en rumbo y distancia con la que teníamos originalmente”.

Atlantic Conveyer partiendo hacia Malvinas desde la isla Ascension

Luego del encuentro con el avión tanque, hicieron un suave descenso y desde allí iniciaron su fase final de ataque desde la dirección totalmente inesperada por la Fuerza de Tareas británica.

Durante el vuelo de aproximación no se detectaron interferencias electrónicas en los equipos de las aeronaves, lo que les permitía suponer que tendrían a su favor el factor sorpresa. Desde el momento en que los pilotos estimaron que se hallaban a 130 millas del grupo de tareas hacia el que se dirigían, volaron rasante, a unos 100 pies, y a 550 nudos. Estaban separados unos 500 metros, volando debajo de una capa de nubes quebrada a 2.000 pies.

A las 55 millas, con un doble pulsado del botón de radio ambos aviones sincronizaron un ascenso hasta unos 1.800 pies de altitud (debajo de la capa de nubes, no deseaban sobrepasarla y perder la referencia visual de lo que sucedía en el mar) y efectuaron una emisión de radar para confirmar la existencia y localización de los blancos. Como marcaba la doctrina, el Capitán Curilovic tenía su radar en escala de 80 millas náuticas y el Teniente Barraza, a 40. Pero no detectaron blanco alguno, por lo cual dejaron el radar en stand-by y volvieron al vuelo rasante sobre el mar.

Al misil Exocet se lo denomina "Fire and forget" (Tire y olvídese) ya que se trata de un arma con capacidad de autonomía para redireccionarse en vuelo y buscar el centro de gravitación del blanco

Muy poco tiempo después volvieron a ascender. Ya estaban a unas 39 millas del objetivo. Para su alegría, luego de dos barridos de radar, allí estaban los barcos ingleses. Curilovic seguía con su radar en escala de 80 millas y consideró que tenía un blanco mediano y uno grande. A su vez, Barraza, que tenía mejor definición en su pantalla al estar en escala de 40 millas, confirmó los mismos blancos. Ambos, también, detectaron un eco más pequeño a la izquierda de la pantalla.

Curilovic rompió el silencio: “Sobre el mayor”. Lo que fue confirmado por Barraza por radio. Los radares quedaron “enganchados” tras un gatillazo y, a partir de allí, conectaron “MASTER MISIL” en el tablero del avión y comenzaron a seguir la lista de chequeo para el lanzamiento del AM-39 mientras volaban hacia el blanco, ahora a 450 nudos.

Recuerda Curilovic:

“Cuando lanzamos ambos misiles estábamos separados por unos 200 metros. Cuando lancé el mío quedé hipnotizado mirando cómo el Exocet iniciaba su recorrido al blanco. No dudé que era lo que teníamos que tener en cantidad para atacar a los británicos”.

El Atlantic Conveyor golpeado por los misiles Exocet

Sobre el mismo momento, relata Barraza:

Apreté el botón de disparo, sentí el sacudón y luego escuché claramente un estampido debajo. Una vez disparados ambos misiles, realicé mi giro de ruptura para alejarme 180° del rumbo del blanco sin notar que adelante no estaba Curilovic. La flota británica sabía en ese momento que la estábamos atacando. El sol estaba bajando, el mar parecía dorado y el cielo era de color púrpura”.

En el momento en que los dos Super Étendard encendieron sus radares por última vez para generar el diálogo final entre el avión y el misil con los datos de ataque, la recientemente arribada fragata Tipo 21 HMS Ambuscade pudo detectar el eco de aproximación de los incursores: estaban a tan solo 28 millas y en rumbo 310°.

Treinta segundos antes había detectado la emisión del radar Agave de los aviones argentinos. Sin embargo, y a pesar de que la nave británica lanzó la alarma y, una vez más, la palabra “Handbrake” (palabra en código que señalaba un radar de avión Super Étendard) saturaba los circuitos de radio y altoparlantes de todos los buques. La suerte estaría echada para uno de ellos.

La flota británica en mar abierto (Royal Navy)

La fragata Tipo 21 HMS Alacrity se encontraba en una estación ligeramente al sur de la Ambuscade, recordando su comandante, el Capitán Chris Craig:

“‘Handbrake!’ Se escucharon los gritos desde el Exeter y la Ambuscade. Todos los hombres del Grupo de Tareas sabían ahora que la palabra clave ‘Handbrake’ era el radar de Étendard, y eso significaba Exocet. A alguien le tocaría esta vez”.

El resultado del ataque es conocido. Los dos misiles impactaron al buque portacontenedores SS Atlantic Conveyor (el cual, asimismo, estaba cumpliendo funciones de portaaviones alternativo), el cual se incendió y, días después se hundió. Fue la pérdida logística más importante para la fuerza británica en toda la guerra.

Sin embargo, un informe británico del año 1985 titulado “Reconstrucción y Análisis de la Guerra Aérea durante la Operación Corporate 1982 –Memorándum 85105″, desclasificado en el año 2021, señala que el buque grande, “el mayor”, sobre el cual lanzaron los misiles los aviadores argentinos no fue el Atlantic Conveyor. Ni una fragata, ni un blanco falso.

Carátula del informe confidencial británico. Desclasificado en 2021

El informe comienza señalando que, en tanto se observó a los misiles haciendo un cambio de rumbo hacia la izquierda “ello sugiere que el Atlantic Conveyor no fue el blanco sobre el que se lanzó”, sino que los misiles tomaron este blanco al no poder encontrar el blanco original.

Por tanto, se plantean dos escenarios.

El primero, que los aviones argentinos lanzaron sus misiles sobre la fragata HMS Ambuscade o el chaff (tiras de aluminio que se lanzan al aire para confundir a los misiles), aún cuando esta hipótesis no explica porque este buque no detectó al radar del misil Exocet en vuelo.

El estudio británico sobre el ataque a la flota

El segundo es realmente novedoso. Y terrible.

Señala el informe que “el RFA Regent, más grande (y por tanto, presentando un eco radar también más grande) que el Atlantic Conveyor fue el blanco atacado”. Agrega que, si bien la posición exacta de este buque no se había registrado, estaba muy cerca del Conveyor y que posiblemente los misiles terminaron atacando a este último.

Los británicos realizaron simulaciones con computadora de este segundo escenario, en el cual los misiles van hacia al blanco “grande” (el Regent) y, al encender sus propios radares, detectan en su cono de búsqueda al Atlantic Conveyor y, por tanto, giran para atacarlo.

Como dato adicional, hay que remarcar que el misil Exocet enciende su radar solo en la fase final del ataque y que, al hacerlo, se dirige al primer blanco que encuentre, buscando de izquierda a derecha. El Atlantic Conveyor estaba a la izquierda del Regent. El cono de búsqueda se puede graduar, pero los misiles argentinos siempre se lanzaron con el más grande “para pegarle a algo siempre”.

El informe británico termina indicando que “el peso de la evidencia actualmente disponible, por tanto, lleva a la conclusión que los Exocet fueron apuntados al Regent”.

El RFA Regent (Wolfgang Fricke)

La información sería anecdótica. Sin embargo, el RFA Regent no era un buque cualquiera.

Este enorme buque auxiliar, de 195 metros de eslora y 23.257 toneladas, bajo el mando del Captain J. Logan (RFA), se encontraba cargado de munición (desde balas a bombas), la cual todavía no había descargado en las islas. Si explotaba por los impactos esa munición habría dañado, posiblemente en forma severa, a la totalidad de los buques que se encontraban en las cercanías, incluso al portaaviones HMS Hermes.

Pero el problema resultaba aún mayor. El Regent tenía, en sus bodegas, cargas de profundidad nuclear WE.177A.

Según el informe oficial publicado por el Ministerio de Defensa británico en 2003, una de ellas las había recibido el 15 de mayo del buque logístico RFA Resource. Tenía también cuatro cargas más, pero de entrenamiento o de vigilancia, sin cabeza nuclear. El 17 de mayo recibió cargas provenientes del RFA Fort Austin y del destructor HMS Coventry.

La carga de profundidad nuclear WE.177A podía ser graduada de 0,5 a 10 kilotones (la bomba lanzada en Hiroshima tenía 15 kilotones de poder) y su uso primario era la de ser lanzada, desde helicópteros, contra submarinos. También podía ser adaptada como una bomba convencional, de caída libre, para ser utilizada desde aviones Sea Harrier.

Parte del informe británico que termina indicando que “el peso de la evidencia actualmente disponible, por tanto, lleva a la conclusión que los Exocet fueron apuntados al Regent”

Si bien las bombas nucleares tienen dispositivos de seguridad, para evitar una explosión accidental o no querida, lo cierto es que el impacto de misiles en el Regent podría haber tenido resultados catastróficos, teniendo en cuenta que los misiles Exocet que impactaron en el Conveyor hicieron ambos explosión y, asimismo, su combustible remanente provocó, en escaso tiempo, incendios incontrolables.

Una bomba nuclear, en el medio de un incendio, y rodeada de explosivos, no es un panorama alentador.

Sin llegar a una detonación nuclear, también hubiera sido catastrófico que se dañara la misma bomba y esparciera sus componentes radioactivos a la flota británica. El efecto en el curso de la guerra hubiera sido casi inmediato.

Al día siguiente, 26 de mayo, al ordenarse el ingreso del RFA Regent al Área de Operaciones Anfibia en San Carlos, el buque transfirió las cargas nucleares almacenadas en su bodega al RFA Resource, porque quedaría completamente expuesto a los ataques aéreos periódicos en ese lugar. La experiencia del día anterior casi fue catastrófica, y no había lugar para correr riesgos con ese armamento en sus bodegas.

El precio a pagar hubiera sido, sin embargo, demasiado grande. El Atlántico Sur contaminado con radioactividad por la solitaria acción de dos “peces voladores”, los misiles Exocet.

(Anticipo del libro “Handbrake!” - Dassault Super Etendard Fighter-Bombers in the Falklands/Malvinas War, 1982; por Mariano Sciaroni y Alejandro Amendolara. Serie Latin America@War, Editorial Helion & Company. Marzo 2022. ISBN-13: 978-1915070722)




jueves, 4 de agosto de 2022

¿HMS Invincible torpedeado?



CONFIRMADO: ALGUNOS HECHOS DE LA GUERRA NO SE REGISTRARON EN EL DIARIO DEL INVENCIBLE
Esta información sobre un ataque submarino fue expuesta por un tripulante del portaaviones HMS Invincible en un grupo británico de Facebook sobre la guerra de Malvinas.
Se trata del Warrant Officer (Suboficial Mayor) Nicholas Lutwyche. Si bien este marino continúa negando que su buque fuera alcanzado el 30 de mayo, sus declaraciones confirmaron que el Invencible fue blanco de un fallido ataque con torpedos por parte de un submarino enemigo (según el historiador Sciaroni el evento tuvo lugar el 5 de mayo).
Además de esta inquietante información, el veterano británico brindó tres datos que resultan esenciales para deducir las causas y la modalidad de ocultamiento del ataque del 30 de mayo:
Nº 1:
En primer lugar, dijo que el ataque del submarino no se difundió para no dañar la imagen pública de la marina británica. Este dato destruye totalmente el argumento de algunos ingleses que actualmente aseguran que la Royal Navy no tenía ningún motivo para ocultar sus falencias.
Nº 2:
Por otra parte, el marino británico comentó que durante el viaje de regreso la tripulación del portaaviones fue advertida, bajo la presión de la ley, de no hablar sobre lo ocurrido. En este sentido el historiador Sciaroni dice que, oficialmente, se consideró al ataque submarino como inexistente.
Nº 3:
Por último, Lutwyche reveló que el ataque del submarino no fue escrito en el diario de guerra del buque, lo cual permite deducir que muchos de los documentos desclasificados luego de 2012 podrían contener información parcial o modificada. La presencia de datos falseados fue comprobada por el equipo de la página “La verdad sobre el HMS Invincible” mediante el acceso a uno de los diarios de guerra del buque. En la descripción de lo ocurrido el día 5 de mayo el diario dice:
“Durante las primeras horas, la atención se concentra en una sucesión de contactos submarinos, ninguno de los cuales es particularmente amenazador (…) Se cree posible que un submarino argentino intente completar el ataque de ayer a Sheffield torpedeándolo”.

Claramente en esta descripción se tergiversa lo sucedido, se minimiza la amenaza y se la traslada del portaaviones a otro buque. Ciertamente se inventa una historia para ocultar otra.

¿Podrían haber sido los torpedos disparados por el ARA San Luis?

Aunque el historiador Sciaroni niega la posibilidad de que el submarino argentino haya sido el que atacó al Invencible el 5 de mayo, desde el equipo de esta página creemos que existen razones para pensar que el San Luis realmente fue el que intentó dañar al portaaviones. En primer lugar, porque el Suboficial Lutwyche dice que fue el San Luis. Además, teniendo en cuenta que el San Luis efectuó lanzamientos de torpedos al norte de las islas Malvinas, es posible que en esos días de mayo el Invencible haya estado por esa zona. Esto lo confirman los avistamientos de la flota británica el 1 de mayo por parte de pilotos argentinos de bombarderos Canberra. Por otra parte, se conoce también que el Invencible ha realizado misiones solitarias acercándose a las islas en compañía de la fragata Brilliant. Coincidentemente el Dr. Sciaroni señala que los diarios de la fragata detallan la detección de un torpedo a la hora 11:56z.
Agradecimiento:
El equipo de esta página agradece al Sr. Pedro Ramírez el aporte del testimonio del marino británico.


miércoles, 11 de marzo de 2020

En 1985 un jurado declara inocente a un servidor civil británico por fuga de información sobre el crucero Belgrano

El jurado libera a un funcionario en la fuga de secretos de guerra de las Malvinas

GRAHAM HEATHCOTE


Clive Ponting

LONDRES (AP) _ Un jurado dio un duro golpe el lunes 11 de febrero de 1985 contra las duras leyes de secreto de Gran Bretaña al absolver a un funcionario de conducta ilegal al filtrar documentos sobre el hundimiento del crucero argentino General Belgrano en la Guerra de las Malvinas de 1982.

Las aclamaciones aumentaron en el Tribunal Penal Central de Old Bailey cuando el jurado de ocho hombres y cuatro mujeres regresó de casi tres horas de deliberación para anunciar que Clive Ponting era inocente.

Ponting, secretario asistente del Ministerio de Defensa, declaró que filtró la información porque el gobierno del Partido Conservador de la primera ministra Margaret Thatcher había estado esquivando la "vergüenza política" al negarse a responder preguntas en el Parlamento sobre el hundimiento del buque de guerra.

El Belgrano, que fue torpedeado por un submarino británico y cayó con la pérdida de 368 vidas, es el legado más controvertido de la Guerra de las Malvinas. Los críticos dicen que no representa una amenaza para las fuerzas británicas y fue atacado para frustrar una iniciativa de paz peruana y permitir a la Sra. Thatcher librar una guerra total contra los argentinos que habían invadido las Malvinas, una colonia británica en la costa sur de Argentina.

Surgieron informes después de la guerra de tres meses que terminó el 14 de junio de 1982, que los servicios de inteligencia británicos sabían que Belgrano se había alejado de la fuerza de tarea británica y se dirigía hacia Argentina 11 horas antes de que fuera torpedeado.

Ponting, de 38 años, le dijo a la corte durante el juicio de 11 días que pasó los documentos al legislador opositor del Partido Laborista Tam Dalyell porque le interesaba al estado conocer los hechos.

En su resumen, el juez Sir Anthony McCowan dijo que los intereses del estado "eran las políticas de cualquier gobierno que estuviera en el poder".

Después de abrazar a su esposa, Ponting dijo a los periodistas: "Hice lo que creía que era lo correcto en julio pasado y, a pesar de todas las presiones de la fiscalía en el manejo de este caso, 12 personas comunes y corrientes me han mostrado que tenía razón".

Llamó al juicio un "enjuiciamiento descaradamente político por parte del gobierno" y dijo que "era un caso de prueba importante para demostrar que los ministros tienen que rendir cuentas ante el Parlamento".

Denzil Davies, portavoz de defensa de los laboristas, calificó el veredicto como "un gran golpe para la conciencia y la justicia".

El juez aceptó una solicitud de Bruce Laughland, el abogado de Ponting, de que los costos legales no revelados de la defensa deben ser pagados con ″ fondos centrales ″ por los contribuyentes.

Press Association, la agencia de noticias nacional de Gran Bretaña, dijo que los ministros del gobierno "fueron tomados por sorpresa por el veredicto".

Ponting fue suspendido con la mitad del pago desde que fue acusado el año pasado y ahora regresa al pago completo de un secretario asistente de 23,194 libras - $ 25,281 - "en espera de una decisión sobre su futuro", dijo un comunicado del Ministerio de Defensa.

Ponting fue acusado en virtud de la Ley de Secretos Oficiales de 1911 y procesado en virtud de la Sección 2, que permite acciones contra cualquier persona que brinde información que el estado quiere ocultar.

Desmond Wilson, presidente de la Campaña por la Libertad de Información, dijo que el veredicto fue una "derrota devastadora e histórica para los últimos defensores solitarios de la Sección 2."

La sección se utilizó el año pasado para imponer una sentencia de seis meses de prisión a la empleada del Ministerio de Relaciones Exteriores Sarah Tisdall, de 23 años, quien fue condenada por dar a un periódico la fecha fijada para la llegada de los misiles de crucero estadounidenses a Gran Bretaña.

jueves, 28 de diciembre de 2017

UK pierde documentos clave de la guerra de Malvinas

El Reino Unido admitió haber "perdido" archivos clave sobre Malvinas

Miles de documentos oficiales desaparecieron de los Archivos Nacionales

La Nación


Foreign Office

Miles de documentos oficiales del gobierno del Reino Unido, algunos con información importante sobre episodios de la historia británica del siglo XX, como la guerra de Malvinas, desaparecieron de los Archivos Nacionales.

Según informa hoy el diario inglés The Guardian, los documentos tratan sobre la guerra de Malvinas que enfrentó al Reino Unido con la Argentina en 1982, el conflicto norirlandés, la administración colonial británica en Palestina y pruebas de la vacuna contra la polio, entre muchos otros temas de la historia inglesa.

La documentación fue sacada de los archivos por funcionarios del Ejecutivo británico para ser llevados a otros edificios pertenecientes al gobierno, pero posteriormente denunciaron la pérdida de los archivos.

Según The Guardian, desde el Ejecutivo de Londres no se aclaró aún por qué esas carpetas fueron sacadas de los archivos, de qué forma se traspapelaron ni si existen copias de los documentos extraviados, en tanto que, en otros casos, el diario indica que de los ficheros se han extraído documentos específicos.

Al ser consultado por el diario, desde el Foreign Office se aclaró que habían logrado localizar la mayoría de los documentos y devolverlos a los archivos, aunque se admitió que todavía había algunos desaparecidos.

"Los Archivos Nacionales envían regularmente listados a los departamentos gubernamentales de ficheros que han sido prestados", señaló un vocero del Archivo, en declaraciones al periódico. El portavoz añadió que se "insta encarecidamente" a esos departamentos del Ejecutivo a "devolverlos con rapidez", si bien no tienen ninguna obligación de hacerlo.

Como antecedente, la nota cita que en 2015 funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores británico retiraron documentos de un fichero que contenía información sobre el asesinato del periodista búlgaro disidente Georgi Markov, fallecido en 1978 de un balazo mientras cruzaba el puente de Waterloo, en Londres.

Luego de ese episodio, ese ministerio informó al Archivo Nacional que los papeles extraídos no se podían encontrar por ningún lado.

domingo, 30 de abril de 2017

Las verdaderas bajas británicas en el conflicto

Los británicos esconden las verdaderas cifras de bajas y naves atacadas sufridas durante el conflicto
A 35 años de la Guerra de Malvinas hay dudas razonables sobre el número de bajas mortales que tuvieron los británicos y también respecto de lo que ocurrió con tres naves de guerra inglesas presentes en el combate del Atlántico Sur, en 1982.
Fundación Nuestro Mar



Los militares argentinos afirman que la víctimas fatales de los ingleses no fueron 255, como reconocieron, sino que "son más, muchas más" -dicen-, sólo que no se podrá conocer con exactitud la cantidad hasta el 2072, es decir, 90 años más tarde del conflicto por el territorio insular que la Argentina reclama la soberanía desde que en 1833 la corona británica invadió.

Según el brigadier (RE) Ernesto Crespo, jefe de la Fuerza Aérea Sur (FAS) durante el conflicto, los muertos estimados por su gente ascienden "a 1090 y no los 255 reconocidos". Dijo que lo hacen para "ocultar" el desastre sufrido en una guerra que parecía ganada desde la partida, realizada "entre una potencia de primer nivel y otra de tercera", como señalaron analistas militares antes de la partida de la Task Force desde Portsmouth, Inglaterra.

Crespo pone como ejemplo de ocultamiento y desinformación lo ocurrido cuando se bombardeó al portaaviones Invincible, uno de los dos que llegaron al mar circundante de Malvinas.

"Después de recibir dos bombazos directos por parte de nuestros pilotos de A4B, los ingleses dijeron que sólo había habido un muerto. Eso es imposible, debió haber muchos más. No sé cuántos, pero muchos sí", trató de demostrar el jefe de los aviadores.

En paralelo, el comodoro, jefe del Departamento Malvinas en el edificio Cóndor, Arnaldo Favre -estuvo con el grado de alférez en el combate terrestre de Darwin y quedó prisionero al final de la guerra- dijo que él vio "ocho fosas comunes, donde fueron enterrados los soldados británicos. Eran fosas de gran tamaño, en la que podían entrar diez cuerpos, por lo menos".

El testimonio fue realizado a Télam, donde Favre añadió que los prisioneros argentinos fueron recluidos en las instalaciones del aeropuerto de Darwin y "durante tres días no nos dejaron salir de los galpones, tiempo durante el cual ellos enterraron a sus muertos".

Durante las cuatro jornadas en las que se extendió la batalla de Darwin, entre 26 y 29 de mayo, murió el jefe inglés de la unidad, el teniente coronel Herbert Jones, el más alto oficial británico caído en combate.

De las 24 naves de guerra que resultaron hundidas, fuera de combate y/o averiadas no se proporcionaron cifras de bajas creíbles, lo cual da un indicio del grado de ocultamiento realizado por los británicos, que explica el secreto de guerra dispuesto hasta el 2072.

El otro tema que es un secreto militar de los ingleses es lo que pasó con los dos portaaviones, el Invincible y el Hermes, cuya desinformación involucra también al destructor, tipo 42, Sheffield, el de mayor porte y desarrollo tecnológico presente en el conflicto.

De acuerdo con la información recogida por los militares argentinos, el 1 de mayo las tropas inglesas intentaron dos desembarco en la península Freycinet, ubicada a pocos kilómetros de Puerto Argentino. Fueron rechazados en ambas oportunidades, pero dos escuadrillas de la Fuerza Aérea atacaron a tres naves, dos fragatas y un destructor, que recibió un bombazo directo de 1.000 libras.

Los observadores militares argentinos vieron desde la costa ese día que se trataba de un destructor igual al Santísima Trinidad de la Armada, pero como se alejó de la costa no se pudo constatar cuál era. Por la noche, la nave explotó y el reflejo lumínico pudo ser observado desde tierra.

El 1 de mayo el mar estaba planchado, hay fotos de esa calma inusual en el Atlántico Sur. Así lo registró el servicio meteorológico y hasta hay crónicas periodísticas que afirman lo mismo. Este señalamiento tiene un sentido que se verá más adelante.

El 2 de mayo, se produjo el hundimiento del crucero General Belgrano cuando navegaba fuera de la zona de exclusión de 200 millas, dispuesta por los británicos. El submarino nuclear Conqueror disparó dos torpedos contra una nave que tenía la dirección hacia el continente. De los 1093 tripulante, murieron 323 marinos argentinos.

El 4 de mayo, una escuadrilla naval de Super Etendard disparó dos misiles Exocet y tan sólo dos horas más tarde del lanzamiento, los ingleses reconocieron que habían pegado y hundido el destructor Sheffield. Lo llamativo fue que lo reconocieron con una rapidez inusual, extraordinaria para estos casos.

No sólo eso. Dejaron trascender una foto donde lo que se observa es la explosión, el hueco dejado del supuesto misil y el mar en calma chicha, planchado, igual al del día 1 de mayo. Los que estuvieron presentes en la guerra dicen que el océano del 4 fue un mar de grandes olas, tormentoso. Todo lo contrario con el del 1 de mayo.

La pregunta es: ¿a qué barco le pegaron el misilazo? El radar de los Super Etendard -cuentan los pilotos- vieron una gran silueta y hacia ella fueron enfilados los Exocet. Si no fue el destructor Sheffield, ¿cuál fue?

La deducción de los militares argentinos es que el Exocet "tocó" al portaaviones Hermes, esa era la gran silueta que vieron los pilotos navales. En el Hermes tenía el puesto de mando el jefe de la Task Force, el almirante Sandy Woodward.

En los días subsiguientes, la actividad aérea británica disminuyó en forma notable, según los registros de los radares de la Fuerza Aérea desplegados en Malvinas, que explicaría que uno de los dos portaaviones hubiera quedado 'tocado'.

Otro indicio de que pudo haber sido tocado el Hermes es que el radar de Puerto Argentino registró después del ataque, que los aviones ingleses Harrier subieron a gran altura (mínimo 12.000 pies), porque de esa manera el gasto de combustible es menor, se reduce en forma notable.

El otro portaaviones que la aviación argentina afirma haber tocado es el Invincible y que, por supuesto, los británicos no reconocieron jamás.

Después del 1 de mayo, la flota inglesa -en especial los dos portaaviones- no volvió a estar cerca de la costa, se estacionó a no menos de 100 millas marinas al este de Malvinas, de manera de poner distancia con los pilotos argentinos. Sólo volvieron a la cercanía terrestre cuando decidieron el desembarco en la bahía San Carlos, lugar de la más dura batalla aeronaval protagonizada por la aviación local.

El ataque al Invincible fue el 30 de mayo. "Al portaaviones lo atacamos cuando ellos no lo esperaban. Ellos siempre esperaron que el ataque llegara por el oeste -cuenta Crespo-, no pensaron que nosotros podíamos dar la vuelta. Entonces, como nos estaba saliendo muy caro (por las vidas y el material perdido), planificamos una operación que fue hacia el sudeste, recargó en vuelo, dio la vuelta, volvió a recargar combustible y apareció por el este".

En la operación tomaron parte una escuadrilla de 4 aviones Skyhawk. Cada A4C llevaba bombas de 250 kg y dos Super Etendard, uno de ellos con el último misil Exocet que quedaba en el arsenal.

A las 14:24 fue lanzado el Exocet y los 4 Skayhawk siguieron la estela. El comodoro Rubén Moro cuenta en el libro "La Guerra Inaudita" que el misil fue disparado a 30 km y los Super Etendard viraron al continente para volver a la base, mientras que los A4C continuaron y al acercase al portaaviones vieron una columna de humo en el horizonte. Los ingleses dispararon misiles Sea Dart contra los aviones, bajaron a dos de ellos, pero los que siguieron lograron colocar las bombas en la parte posterior de la cubierta.

Los pilotos de Fuerza Aérea pasaron por encima del Invincible afirman que vieron que el Exocet se había introducido en los compartimentos centrales. Los ingleses respondieron con que lo que vieron los pilotos argentinos era el casco al garete del buque logístico Atlantic Conveyor que había sido atacado y hundido por una escuadrilla de Super Etendard el 25 de mayo. Para esta operación había usado otros dos misiles Exocet.

Una vez terminada la guerra, hubo un pesquero argentino que atracó en Puerto Argentino y los hombres quedaron detenidos y enviados al portaaviones Invincible, que había anclado en las cercanías de la capital malvinera.

Crespo sustuvo "que esos hombres del pesquero vieron cuando el el otro portaaviones, el Hermes, se apareaba al Invincible para hacer reparaciones. Estos hombres vieron que estaba hecho pelota. Por lo que sí sé que se le pegó al Hermes. Uno y otro estaban 'tocados'. Pero el Hermes estaba en peores condiciones", afirmó.

Otro que reflexiona sobre el ataque al Invincible es el piloto naval, Roberto Curilovic, que junto con Julio Barraza, hundieron el buque logístico Atlantic Conveyor.

Dice Curilovic que "otro indicio sobre el lo que pudo haber pasado con el portaaviones lo da el almirante Sandy Woodward, jefe de la Task Force, que cada semana durante la guerra elevaba un parte sobre la situación de las naves. Y dice tantos averiados, éste no recuperado, éste hundido. En el parte semanal, hace un balance de todos, menos del Invincible. No dice nada, ni averiado ni nada. El Invincible llega tres meses más tarde de la guerra a puerto inglés. Entra de noche, p ara no ser fotografiado por la inteligencia francesa que quería saber qué había pasado".

Años más tarde se conoció el libro de bitácora del Invincible, donde está escrito y dice: "atacado por Super Etendard, no damage (sin daños).

Lo que no queda claro, entonces, es ¿Porqué el almirante Woodward no reconoció el ataque, no mencionó la operación ni dijo que estaba en perfectas condiciones de combate? La duda sigue abierta.

El vicealmirante Benito Rotolo, piloto naval de A4Q durante la guerra, tuvo contacto con el que fuera el capitán del Invincible en Malvinas, Jeremy Blank, quien negó en forma terminante que el último Exocet le hubiera pegado al portaaviones. Esta charla se produjo en un simposio naval en Washington, EE.UU., en los años '90, delante de marinos norteamericanos.

Rotolo tuvo un segundo encuentro con Blank, esta vez, en la casa particular del inglés, quien volvió a negar que el misil le hubiera entrado al más liviano de los dos portaaviones que fueron a la Guerra del Malvinas.

Sobre el testimonio de caballero del oficial británico pesa la obligatoriedad del secreto de guerra que vence recién en 2072. (Por Eduardo Barcelona - TELAM)

domingo, 29 de enero de 2017

Nuevos indicios del hundimiento del HMS Invincible

Nuevos indicios sobre el hundimiento del portaaviones HMS Invincible

El Malvinense

Un grupo que ya lleva 14 años de investigación sobre el tema, anuncia que llegó al fin del misterio y asegura que el portaaviones británico fue hundido...

La clave de la investigación culminó con el hallazgo de varias imágenes que prueban la construcción de un cuarto buque de la clase Invencible (oficialmente fueron siempre tres).

El grupo de investigadores, encabezado por el Ing. Agrónomo Miguel Bortolotto anunció que...

"Después de 14 años de incansable investigación, estudio, análisis y trabajo de inteligencia, los investigadores históricos argentinos dirigidos por el Ingeniero Miguel Bortolotto han identificado positivamente el cuarto clon de la clase Invencible en pre-botadura (fecha estimada de enero a febrero de 1983) y botadura (mayo de 1983) en el Dique del Este de Wallsend, Newcastle-Upon-Tyne. Al mismo tiempo que han recuperado el más importante objetivo naval hundido desde la Segunda Guerra Mundial (Portaaviones HMS Invincible) también han resuelto la mayor conspiración de encubrimiento de daños de guerra en el historia de la humanidad. Una mítica victoria del amor, la inteligencia, la verdad y la justicia, en honor la memoria de todos los soldados argentinos y todos los soldados británicos que han muerto en el conflicto de las Malvinas".
Miguel, es hijo del Ing. Néstor Bortolotto, quien trabajara en el diseño y desarrollo de varios misiles en CITEFA (Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas de las FFAA). El Capitán Alejandro Francisco, quien estuviera a cargo de la misión aérea aquél 30 de mayo de 1982, felicitó a los miembros del grupo por el hallazgo.

El equipo de investigación, halló nuevos indicios que demuestran la existencia de cuatro portaaviones de la clase invencible, llegando así a la conclusión que el 30/05/1982 el portaaviones Invincible no sobrevivió al ataque del misil Exocet.

Oficialmente, existieron tres tipos de portaaviones de esta clase: R05 "HMS Invincible"; R06 "HMS Illustrious"; R07 "HMS Ark Royal". La evidencia fotográfica marca la existencia de dos buques "Ark Royal" contruyéndose en diferentes tiempos y lugares (uno al dique oeste y otro al este de Wallsend (norte de Inglaterra). Para los investigadores, estos hallazgos concluyen con el misterio mejor guardado por los británicos durante el conflicto bélico de 1982.

La construcción del HMS Illustrious y del HMS Ark Royal se acelera considerablemente desde principios de junio de 1982. Tal es así que desde agosto/septiembre de 1982 ya se podía contar con ambos portaaviones, aunque oficialmente el Ark Royal entró en funciones en 1985. Por años el grupo de investigación pensaba que tranquilamente Gran Bretaña pudo construir un nuevo buque entre septiembre de 1982 y 1985. Al hallar cientos de imágenes sobre este nuevo buque, ahora han logrado comprobar la veracidad de esta teoría. Una de las claves para diferenciar entre el Ark Royal de 1982 y el construido posteriormente, es la diferencia de ubicaciones en donde fueron armados. Uno fue construido en el dique este y el otro en el dique oeste de Wallsend, Tyne, Inglaterra.

1.- Construcción del HMS Invincible




2.- Construcción del HMS Illustrious




3.- Construcción del HMS Ark Royal

(este es el buque que reemplazó al HMS Invincible y que se observa en las imágenes del 17/09/1982 al volver a puerto tras el conflicto armado)



4.- Construcción del "HMS Ark Royal 2", que reemplazó al Ark Royal original



Breve resumen del ocultamiento británico


El día 30 de mayo de 1982, el portaaviones Invincible sufre el impacto de un misil Exocet de la Aviación Naval, del que son testigos los dos pilotos de la Fuerza Aérea que logran arrojar sus bombas contra el buque y regresar con vida al continente. El portaaviones, según versión oficial, contenía casi el 40% del material nuclear que Inglaterra llevó a Malvinas. De hundirse esa misma noche, dicha carga pudo no haberse recuperado. El mapa petrolero británico publicado hace algunos años por este medio, demuestra que existe un blanco hundido que no corresponde a ningún buque oficialmente declarado, en coordenadas cercanas donde fue el ataque el día 30 de mayo. Ello indica que entre el ataque y el hundimiento no pasó más de un día o dos.



El 31/05 Argentina, mediante el Comunicado Oficial 112, anuncia el ataque al portaaviones. El día 01/06 en el Comunicado 118, se anuncia que Gran Bretaña reconoce el ataque al portaaviones Invincible.

Al día siguiente, Gran Bretaña cambia su versión, anunciando que en realidad, se había atacado al hundido Atl. Conveyor (el buque fue atacado el 25/05 y hundido el 29). Luego, el día 3, al desmentir la versión anterior, informa que el buque atacado no fue el Atlantic Conveyor, sino la Avenger y que esta fragata ha derribado a los aviones argentinos por el sistema de Sea Dart (sistema que dicho buque no poseía). Más tarde, en los libros oficiales británicos cambian la versión del Sea Dart por la del cañón de 4,5 pulgadas con la que además, se derribó al misil Exocet. Finalmente la versión oficial británica queda construida de la siguiente manera:


  • Dos A-4C Skyhawks de la FAA, fueron derribados al este de la isla Soledad por el sistema de misiles Sea Dart disparados por el HMS Exeter; y un cañón de 4,5 pulgadas del HMS Avenger quizá haya golpeado a uno. El Exocet podría haber impactado en el casco del Atlantic Conveyor o ser derribado por el sistema antimisiles del Avenger, y los pilotos podrían haber confundido la silueta del Invincible, con el casco del Atlantic Conveyor. (Falklands, The Air War // Royal Navy Naval History).

El 17/09/82 el HMS Invincible es el último buque en regresar de la campaña de Malvinas, bajo la excusa que el buque había sido utilizado como refuerzo aéreo ante un eventual ataque argentino (la pista de Pto. Argentino, Darwin y el HMS Illustrious eran las verdaderas defensas aéreas). El portaaviones regresó totalmente "repintado", tras 10 meses de navegación (desde diciembre de 1981estaba en alta mar, en ejercicios en el Ártico preparándose para Malvinas).



El buque que regresa a Portsmouth parece "casi nuevo", porque justamente lo era. No venía de Malvinas, sino de Tyne, recién construido.


El ocultamiento británico del ataque. Los indicios de su hundimiento.


  • El mapa petrolero británico sobre buques hundidos en el Atlántico Sur, muestra un blanco más que los oficialmente reconocidos. El blanco misterioso se ubica muy cerca de donde la Argentina atacó al portaaviones aquel 30 de mayo de 1982.
  • Gran Bretaña reconoce primero el ataque y luego lo intenta ocultar, cambiando una y otra vez de versión.
  • La construcción del HMS Illustrious y del HMS Ark Royal se acelera considerablemente desde principios de junio de 1982. Tal es así que desde agosto/septiembre de 1982 ya se podía contar con ambos portaaviones, aunque oficialmente el Ark Royal entró en funciones en 1985.
  • A pesar de que se han desclasificado varios documentos británicos sobre la guerra de 1982, todavía siguen vigentes las leyes secretas por 90 años sobre asuntos que comprometan la seguridad nacional. Que el portaaviones llevara armamento nuclear a bordo y se haya hundido con las cargas, puede ser el punto que mantenga este hecho oculto.
  • El envío a desguace del "nuevo Invencible" y del Ark Royal para que no queden evidencias del engaño. Si se consideran los años en que sirvió cada buque, el Illustrious debió haber sido dado debaja antes que el Ark Royal. De la clase Invencible el único que por ahora queda en pie es el Illustrious, que espera su destino final de desguace o ser museo de la Armada británica.

En 1982, el reconocimiento del ataque hubiera significado un grave golpe a la moral británica, repudio de toda la población hacia el gobierno de Thatcher y sin dudas el fin de su carrera política. No hubiera habido otra opción británica que la de la efectivizar su amenaza nuclear contra Argentina (ya había tres blancos elegidos: Fábrica Militar de Córdoba, Puerto de Bahía Blanca o Buenos Aires) para mantener su bastión en el Atlántico Sur, más allá de que las tropas argentinas estaban casi al límite de la operatividad. En plena guerra fría, reconocer que la flota de mar de la OTAN, perdía un portaaviones en manos de una fuerza del tercer mundo hubiera sido el hazme reír mundial.

Ya lo hicieron


Lo han hecho una vez, aunque ahora han mejorado la estrategia. Incluso hay mejores e importantes motivos para ocultar al Invincible que el Dasher.

Ya existe un hecho en la historia en que se ocultó el hundimiento de un portaaviones: El HMS Dasher en la Segunda Guerra Mundial, blanco hundido a Gran Bretaña. Por 50 años Gran Bretaña ocultó el hecho. El gobierno británico, ansioso de evitar el daño moral, y cualquier atisbo de fallo en la construcción del resto de buques americanos, trato de encubrir el hundimiento. A la prensa local se le obligó a no hacer ninguna referencia a la tragedia y las autoridades enterraron los cuerpos de los fallecidos en un fosa común sin identificar. Sin embargo, años más tarde, familiares protestaron contra el gobierno y algunos cuerpos fueron devueltos a los familiares. A los supervivientes se les ordenó no hablar sobre lo ocurrido.

viernes, 27 de mayo de 2016

Los secretos de las Malvinas

LOS SECRETOS DE LA GUERRA DE MALVINAS

Seprin




El gobierno inglés resolvió mantener como secreto de estado toda la documentación vinculada con la guerra de las Malvinas por noventa años, o sea, hasta el año 2072. Esta decisión, conocida el 2010, se presenta como muy llamativa, porque los secretos de estado en general se revelan al cabo de 25 o 30 años. Desde el lado argentino podemos suponer que esta decisión sin precedentes tiene como fundamento el hecho de que las revelaciones podrían ser utilizadas contra Gran Bretaña en la reclamación sobre la reivindicación de las islas.

Conociendo la astucia y la inescrupulosidad del gobierno inglés en esta materia podríamos decir que esto es así sin ninguna duda. Al cabo de los sesenta y dos años que hay por delante, cabe suponer que el pleito estará superado a favor o en contra de cualquiera de los contendientes y ya carecerá de importancia lo que pudiese surgir de esos secretos.

Como quiera que sea, Inglaterra guarda secretos y uno de ellos esté referido al motivo inicial de la contienda. Del lado argentino todo el mundo cree que fue un acto irresponsable del Gral. Galtieri, entonces Comandante en Jefe del Ejército y presidente de facto de la República; y de las otras dos armas, marina y aviación, que lo acompañaron. Esto fue precisamente lo que los servicios de contrainteligencia ingleses pusieron en circulación, como así también que la Junta Militar procedía de esa forma para aliviar el frente interno, acosado por paros de la CGT.

¿Cómo se puede aceptar con tanta simplicidad tal irresponsabilidad de las FFAA, de acometer una aventura bélica con una tropa recién incorporada, con casi nula preparación? ¿Cómo se puede creer que los comandantes de la marina y la fuerza aérea y sus respectivos estados mayores no tuvieron la posibilidad de advertirle al Ejército, los inmensos riesgos de esa aventura? ¿Estaban todos enloquecidos? Esto es imposible de creer.

Descartada por increíble la hipótesis de que la contienda se inició por un acto de locura de las FFAA argentinas, tiene que existir otra explicación, basada en razones muy poderosas que tuvo el gobierno inglés, a cargo de Margaret Thatcher, para que el conflicto se desatara. Ese es el secreto más comprometedor ante la opinión pública mundial y ante la historia de la civilización, que el gobierno inglés quiere preservar.

LA GESTA DE LAS MALVINAS

¿Fue una gesta realmente? No se alcanza a comprender a quienes califican la acción desplegada como “gesta” y al mismo tiempo abominan contra la irresponsabilidad de ocupar las islas sin una tropa debidamente preparada, sin los adecuados armamentos, que quedaron en el continente, sin comida y tantos otros defectos que llevan a preguntar, en qué cosa radica la calidad de gesta frente a tanta impericia. Cuando se celebró el primer aniversario, el 02 de abril de 1984, ya recuperada la democracia (pero no el sistema republicano, que fue escandalosamente falseado desde entonces hasta hoy), el gobernador de la Provincia de Buenos Aires (Alejandro Armendaris) presidió un acto de celebración de la gesta, en presencia de familiares de soldados, oficiales y suboficiales muertos y de lisiados en silla de ruedas, en su discurso mostró esa contradicción insoluble: “Hemos venido a celebrar…, dijo …bueno, aquí no hay nada que celebrar…”. Los presentes quedaron atónitos: qué celebración es ésta en la que no hay nada que celebrar. Concedió condecoraciones a los lisiados y entregó medallas a los familiares de los muertos, que para él carecían de toda significación. Eran por actos personales protagonizados por cada uno de ellos a favor de una aventura militar, que no fue gesta. Murieron y se incapacitaron por nada. He allí la dramática contradicción de quienes creen que el hecho de la ocupación de las islas fue obra de un general etílico.

La verdad sobre esto es un secreto de estado inglés. Ningún inglés lo va a revelar jamás hasta el año 2072. Pero la decisión del gobierno británico no alcanza a ciudadanos de otras nacionalidades, en este caso, a un alemán, General de la Wermach, que ocupó el cargo de Segundo Comandante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con quien alternó accidentalmente el docente de la Universidad Nacional del Nordeste, Dr. Kornel Zoltan Méhesz, en un acto protocolar realizado en una universidad de Alemania. El hecho ocurrió a finales de la década del ochenta del siglo último. Al enterarse dicho General que su interlocutor era argentino nacionalizado, le manifestó su admiración por el recio comportamiento de la bisoña tropa argentina y, en algo así como una actitud de expiación por la actuación que la OTAN le hizo jugar al Reino Unido de Gran Bretaña en contra de la República Argentina, le manifestó que la guerra obedeció a una necesidad vital de estrategia de dicho organismo, enfrentado en la guerra fría contra Moscú, ya que según las encuestas de opinión el pueblo inglés se hartó de la “dama de hierro”, Margaret Thatcher, y para desplazarla apoyaría al partido Laborista. Éste propiciaba como plan de gobierno el retiro de los misiles intercontinentales Pershing, instalados por la OTAN en territorio británico, con ojivas nucleares apuntadas hacia Moscú y las principales ciudades de la ex Unión Soviética. El triunfo del laborismo conduciría a la desarticulación del sistema defensivo de la Organización, basado en la principal arma estratégica que tenía para enfrentar la “guerra fría”, que entonces se hallaba en proceso de intensificación paulatina.

La información que recibió el profesor Méhesz formó parte de la denuncia que, por iniciativa del Centro Correntino de Estudios, entonces Presidido por el Suboficial Mayor Rufino Antonio Billordo y suscripta por varias decenas de ciudadanos, se planteó contra Margaret Thatcher ante el Juzgado Federal de Ushuaia el año 1999, por crimen de guerra, sin citar entonces la fuente de la información, por circunstanciales motivos de oportunidad ahora superados. La denuncia se refería no solamente al criminal acto de ordenar el hundimiento del crucero argentino “Gral. Belgrano”, que se hallaba fuera de la zona de exclusión fijada unilateralmente por Gran Bretaña, sino también por la orden de atacar innecesariamente, en contra de la opinión del comandante de la fuerza de desembarco, la guarnición de Prado del Ganso (mal conocida como Ganso Verde), produciendo una brutal carnicería en ambos bandos. Los hechos referidos y la responsabilidad de Thatcher se basan exclusivamente en relatos efectuados por los periodistas ingleses Hastings y Jenkins, casi desconocidos en nuestro país, en su obra LA BATALLA POR LAS MALVINAS, Emecé Editores S.A, Buenos Aires, 1984. A quien le interese imponerse con mayor detalle del texto de la denuncia, puede solicitarlo en MOGLIA EDICIONES, calle La Rioja 755, de esta ciudad (folleto de 60 páginas).

En la citada denuncia se refiere que nuestro país fue objeto de una trampa, perfectamente orquestada por la OTAN, en resguardo de su sistema estratégico, que se hallaba en peligro de desmantelamiento. Con la colaboración de EEUU le hicieron ver a la Junta Militar que una ocupación sin bajas de las Islas (así se hizo) serviría para destrabar las negociaciones de Nueva York, que en ese momento se hallaban estancadas por la desinteligencia sobre si debían respetarse los deseos o los intereses de los habitantes de las islas. Todo sería solucionado por vía diplomática, sin acciones bélicas. Tanto es así que, cuando Thatcher ordenó la movilización de la “Task Force”, John Nott, Ministro de Defensa inglés, manifestó al periodismo que “cuando los argentinos vean que sus barcos comienzan a hundirse, volverán a la mesa de negociaciones”. Esta supuesta actitud negociadora es otra mentira más destinada a convencer que la acción de ocupación era un acto de locura de los militares argentinos. La guerra intensificó el espíritu nacionalista del pueblo inglés (es lo que se buscaba) y Thatcher fue reelegida nuevamente como Primer Ministro. Objetivo logrado: los misiles no fueron removidos al precio de la vida de más de 900 solados ingleses (dato que también ocultan), algo así como 1300 argentinos y más de 40 pilotos de la aviación, también argentina.

A la Argentina la impulsó un motivo de honda raíz patriótica. A Inglaterra, en cambio, la impulsó la perfidia de Thatcher. Ahora queda a cargo del lector definir si fue una gesta o una baladronada de militares argentinos enloquecidos. ¿Cuántos años más seguiremos manteniendo esta falsedad?
Políticamente, en la Argentina, la derrota en el conflicto precipitó la caída de la junta militar que gobernaba el país; en el Reino Unido, por su parte, la victoria en el enfrentamiento ayudó a que el gobierno conservador de Margaret Thatcher lograra la reelección en las elecciones del año 1983.2 Posteriormente fue posible la firma de un tratado en 1984 con Chile.

viernes, 1 de enero de 2016

Análisis: Los secretos de la guerra

Los secretos de la Guerra de Malvinas





Seprin

EL SECRETO INGLES SOBRE MALVINAS

El gobierno inglés resolvió mantener como secreto de estado toda la documentación vinculada con la guerra de las Malvinas por noventa años, o sea, hasta el año 2072. Esta decisión, conocida el 2010, se presenta como muy llamativa, porque los secretos de estado en general se revelan al cabo de 25 o 30 años. Desde el lado argentino podemos suponer que esta decisión sin precedentes tiene como fundamento el hecho de que las revelaciones podrían ser utilizadas contra Gran Bretaña en la reclamación sobre la reivindicación de las islas.

Conociendo la astucia y la inescrupulosidad del gobierno inglés en esta materia podríamos decir que esto es así sin ninguna duda. Al cabo de los sesenta y dos años que hay por delante, cabe suponer que el pleito estará superado a favor o en contra de cualquiera de los contendientes y ya carecerá de importancia lo que pudiese surgir de esos secretos.

Como quiera que sea, Inglaterra guarda secretos y uno de ellos esté referido al motivo inicial de la contienda. Del lado argentino todo el mundo cree que fue un acto irresponsable del Gral. Galtieri, entonces Comandante en Jefe del Ejército y presidente de facto de la República; y de las otras dos armas, marina y aviación, que lo acompañaron. Esto fue precisamente lo que los servicios de contrainteligencia ingleses pusieron en circulación, como así también que la Junta Militar procedía de esa forma para aliviar el frente interno, acosado por paros de la CGT.

¿Cómo se puede aceptar con tanta simplicidad tal irresponsabilidad de las FFAA, de acometer una aventura bélica con una tropa recién incorporada, con casi nula preparación? ¿Cómo se puede creer que los comandantes de la marina y la fuerza aérea y sus respectivos estados mayores no tuvieron la posibilidad de advertirle al Ejército, los inmensos riesgos de esa aventura? ¿Estaban todos enloquecidos? Esto es imposible de creer.

Descartada por increíble la hipótesis de que la contienda se inició por un acto de locura de las FFAA argentinas, tiene que existir otra explicación, basada en razones muy poderosas que tuvo el gobierno inglés, a cargo de Margaret Thatcher, para que el conflicto se desatara. Ese es el secreto más comprometedor ante la opinión pública mundial y ante la historia de la civilización, que el gobierno inglés quiere preservar.

LA GESTA DE LAS MALVINAS

¿Fue una gesta realmente? No se alcanza a comprender a quienes califican la acción desplegada como “gesta” y al mismo tiempo abominan contra la irresponsabilidad de ocupar las islas sin una tropa debidamente preparada, sin los adecuados armamentos, que quedaron en el continente, sin comida y tantos otros defectos que llevan a preguntar, en qué cosa radica la calidad de gesta frente a tanta impericia. Cuando se celebró el primer aniversario, el 02 de abril de 1984, ya recuperada la democracia (pero no el sistema republicano, que fue escandalosamente falseado desde entonces hasta hoy), el gobernador de la Provincia de Buenos Aires (Alejandro Armendaris) presidió un acto de celebración de la gesta, en presencia de familiares de soldados, oficiales y suboficiales muertos y de lisiados en silla de ruedas, en su discurso mostró esa contradicción insoluble: “Hemos venido a celebrar…, dijo …bueno, aquí no hay nada que celebrar…”. Los presentes quedaron atónitos: qué celebración es ésta en la que no hay nada que celebrar. Concedió condecoraciones a los lisiados y entregó medallas a los familiares de los muertos, que para él carecían de toda significación. Eran por actos personales protagonizados por cada uno de ellos a favor de una aventura militar, que no fue gesta. Murieron y se incapacitaron por nada. He allí la dramática contradicción de quienes creen que el hecho de la ocupación de las islas fue obra de un general etílico.

La verdad sobre esto es un secreto de estado inglés. Ningún inglés lo va a revelar jamás hasta el año 2072. Pero la decisión del gobierno británico no alcanza a ciudadanos de otras nacionalidades, en este caso, a un alemán, General de la Wermach, que ocupó el cargo de Segundo Comandante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con quien alternó accidentalmente el docente de la Universidad Nacional del Nordeste, Dr. Kornel Zoltan Méhesz, en un acto protocolar realizado en una universidad de Alemania. El hecho ocurrió a finales de la década del ochenta del siglo último. Al enterarse dicho General que su interlocutor era argentino nacionalizado, le manifestó su admiración por el recio comportamiento de la bisoña tropa argentina y, en algo así como una actitud de expiación por la actuación que la OTAN le hizo jugar al Reino Unido de Gran Bretaña en contra de la República Argentina, le manifestó que la guerra obedeció a una necesidad vital de estrategia de dicho organismo, enfrentado en la guerra fría contra Moscú, ya que según las encuestas de opinión el pueblo inglés se hartó de la “dama de hierro”, Margaret Thatcher, y para desplazarla apoyaría al partido Laborista. Éste propiciaba como plan de gobierno el retiro de los misiles intercontinentales Pershing, instalados por la OTAN en territorio británico, con ojivas nucleares apuntadas hacia Moscú y las principales ciudades de la ex Unión Soviética. El triunfo del laborismo conduciría a la desarticulación del sistema defensivo de la Organización, basado en la principal arma estratégica que tenía para enfrentar la “guerra fría”, que entonces se hallaba en proceso de intensificación paulatina.

La información que recibió el profesor Méhesz formó parte de la denuncia que, por iniciativa del Centro Correntino de Estudios, entonces Presidido por el Suboficial Mayor Rufino Antonio Billordo y suscripta por varias decenas de ciudadanos, se planteó contra Margaret Thatcher ante el Juzgado Federal de Ushuaia el año 1999, por crimen de guerra, sin citar entonces la fuente de la información, por circunstanciales motivos de oportunidad ahora superados. La denuncia se refería no solamente al criminal acto de ordenar el hundimiento del crucero argentino “Gral. Belgrano”, que se hallaba fuera de la zona de exclusión fijada unilateralmente por Gran Bretaña, sino también por la orden de atacar innecesariamente, en contra de la opinión del comandante de la fuerza de desembarco, la guarnición de Prado del Ganso (mal conocida como Ganso Verde), produciendo una brutal carnicería en ambos bandos. Los hechos referidos y la responsabilidad de Thatcher se basan exclusivamente en relatos efectuados por los periodistas ingleses Hastings y Jenkins, casi desconocidos en nuestro país, en su obra LA BATALLA POR LAS MALVINAS, Emecé Editores S.A, Buenos Aires, 1984. A quien le interese imponerse con mayor detalle del texto de la denuncia, puede solicitarlo en MOGLIA EDICIONES, calle La Rioja 755, de esta ciudad (folleto de 60 páginas).

En la citada denuncia se refiere que nuestro país fue objeto de una trampa, perfectamente orquestada por la OTAN, en resguardo de su sistema estratégico, que se hallaba en peligro de desmantelamiento. Con la colaboración de EEUU le hicieron ver a la Junta Militar que una ocupación sin bajas de las Islas (así se hizo) serviría para destrabar las negociaciones de Nueva York, que en ese momento se hallaban estancadas por la desinteligencia sobre si debían respetarse los deseos o los intereses de los habitantes de las islas. Todo sería solucionado por vía diplomática, sin acciones bélicas. Tanto es así que, cuando Thatcher ordenó la movilización de la “Task Force”, Jhon Not, Ministro de Defensa inglés, manifestó al periodismo que “cuando los argentinos vean que sus barcos comienzan a hundirse, volverán a la mesa de negociaciones”. Esta supuesta actitud negociadora es otra mentira más destinada a convencer que la acción de ocupación era un acto de locura de los militares argentinos. La guerra intensificó el espíritu nacionalista del pueblo inglés (es lo que se buscaba) y Thatcher fue reelegida nuevamente como Primer Ministro. Objetivo logrado: los misiles no fueron removidos al precio de la vida de más de 900 solados ingleses (dato que también ocultan), algo así como 1300 argentinos y más de 40 pilotos de la aviación, también argentina.

A la Argentina la impulsó un motivo de honda raíz patriótica. A Inglaterra, en cambio, la impulsó la perfidia de Thatcher. Ahora queda a cargo del lector definir si fue una gesta o una baladronada de militares argentinos enloquecidos. ¿Cuántos años más seguiremos manteniendo esta falsedad?
Políticamente, en la Argentina, la derrota en el conflicto precipitó la caída de la junta militar que gobernaba el país; en el Reino Unido, por su parte, la victoria en el enfrentamiento ayudó a que el gobierno conservador de Margaret Thatcher lograra la reelección en las elecciones del año 1983.2 Posteriormente fue posible la firma de un tratado en 1984 con Chile.

sábado, 31 de agosto de 2013

UK: Sobre las Bajas Británicas

Malvinas, sobre por qué las bajas británicas no se conocerán hasta el 14 de junio del 2072 
Por Edgardo Arrivillaga y otras fuentes 




Una vez terminada la guerra de Malvinas, el gobierno británico dispuso un acta de secreto militar hasta el día 14 de junio de 2072, es decir, 90 años. Hasta ese momento aquellos que divulguen o den a conocer algún dato o información que se encuentre en ese documento serán adecuadamente procesados ante una Corte Marcial. No se trata de un embrión de censura sino de una censura por razones de Estado simplemente. Por ahora nadie ha hablado sobre el contenido del acta de secreto, pero hay certezas de que uno de los puntos principales son las grandes pérdidas de vidas humanas que ha sufrido el Reino Unido, durante la guerra de Malvinas. Sin olvidar también, la simétrica pérdida de gran cantidad de vehículos de desplazamiento, tanto aéreos como marítimos.Gran parte de su logística quedo pulverizada o sepultada en el Atlántico  Las cifras oficiales británicas son de 255 caídos y 777 heridos y aproximadamente 280 suicidios en los años posteriores por neurosis de guerra. Si se toma en cuenta el solo hecho de que el atacante siempre tiene mas bajas que el defensor-la relación mas conservadora oscila entre 2 o 3 a uno - esa cifra es totalmente absurda, si calculamos que se trata de un terreno de despliegue parecido a Groenlandia o a Escocia. A continuación se muestra día a día las bajas que sufrió Gran Bretaña desde su llegada a las Georgias el día 23 de abril hasta el 14 de junio de 1982, cuando las islas son retomadas nuevamente (En rojo se detalla esencialmente la cantidad de bajas por cada día de combate): BALANCE: - En color rojo figura el total de caídos en el día. - Cada vez que se observa un "+", es porque el número de bajas estimado es mayor que el real. - Entre paréntesis, se ha colocado en varias oportunidades un número estimativo, que es mas bien un porcentaje probable, sobre que cantidad de tropa ha perecido en cada ataque del día.

23/04: 1 (1) Cae helicóptero Sea King en Georgias. 
01/05: 10 (2) Dos Harriers destruidos cerca de Puerto Argentino. 8 marinos mueren ante los ataques de la FAA a los siguientes buques: HMS Arrow, HMS Exeter, HMS Glamorgan, portaaviones HMS Hermes, HMS Alacrity. 
02/05: 1 Sea Harrier en Puerto Argentino derribado por un cañón de 20 mm. de artillería antiaérea. 
04/05: 43 (3) Harriers derribados en la Base Aérea Cóndor Malvinas. Hundimiento del HMS Sheffield (40). El portaaviones Hermes pudo haber sufrido el impacto de un Exocet. Esto obliga al portaaviones a desplazar su ruta hacia el Este y alarga el radio de acción de la aviación británica.Otros informes indican que el portaaviones fue semihundido. 
05/05: 1 (1) infante de marina en Bahía Elefante. 06/05: 2 (2) Son derribados dos Harriers al norte de la Isla Soledad. 
12/05: 4 El HMS Glasgow, queda fuera de combate. Ataque al HMS Brilliant. 17/05: 1 (1) es derribado helicóptero Sea King en costas argentinas 
18/05: 22 Helicóptero Sea King chocó con Albatros (según fuentes argentinas fue derribado). 
19/05: 1 (1) Cae helicóptero Sea King y muere un experto en SAS. 
21/05: 32 Dos Gazelles derribados en San Carlos (3). Es hundido el HMS Ardent (22). Son dejados fuera de combate: HMS Argonaut, HMS Antrim, HMS Brilliant. Es dañado el HMS Broadsword. Son derribados 3 Sea Harriers (1). Es derribado un Sea King (1). 
22/05: 1 Es derribado un Harrier. 
23/05: 8 Un Harrier se estrelló en salida nocturna del portaaviones Hermes (1). Es hundido el HMS Antelope (7). 
24/05: 10 Fueron dañados los siguientes buques: HMS Sir Lancelot, HMS Sir Galahad, HMS Sir Bedivere, HMS Fearless (6+). En el caso del Fearless, se estima un número mucho mayor, ya que en ese momento tenía una tripulación de mas de 500 hombres y llevaba alrededor de 300 soldados para desembarcar en San Carlos .Es poco probable que haya tenido solo 6 bajas si calculamos impacto, mas explosión y aceite hirviendo en el agua mas hipotermia.El calculo no parece ser real. 
25/05: 135 Son abatidos tres Harriers (3). Son hundidos: HMS Coventry (90+) (se hundió en menos de 20 minutos), HMS Atlantic Conveyor (20). Son dejados fuera de combate: HMS Broadsword, HMS Sir Lancelot. Son dañados: HMS Alacrity, HMS Yarmouth. Dos Sea King son derribados, y otros 2 averiados. 27/05: 11 Mueren siete infantes de marina en San Carlos (7). Son derribados tres helicópteros Gazelles, y un Sea King (4). 
28/05: 136 Dos helicópteros Sea King derribados, mas un Scout (3). Muere un soldado en la isla Gran Malvina (1). Entre el 27 y el 29 de mayo mueren (130) hombres del 2 Para y del Royal Auxiliar en la Batalla por Darwin. Es el equivalente de una compañía de infantería integra. 
30/05: 44 Desde el 23 al 30 de mayo mueren (38) hombres en la Batalla por Pradera del Ganso. Sea Harrier se estrella (1). Es atacado el portaaviones HMS Invincible (5+), el cual sufre 1 Exocet y dos bombas de 250 kgs. cada una. Según fuentes extraoficiales el portaaviones se hundió. De ser esa teoría cierta (muy probable) las cifras serían mucho mayores que cinco bajas. 
08/06: 162 Ataque en Fitz Roy. Son hundidos: HMS Sir Galahad (89), HMS Sir Tristam (40), lanchón de desembarco (LCU) Foxtrot (6+) (aunque no estaba lleno de soldados, debido a que transportaba material logístico, las bajas pueden ser mayores). Mueren (8+) chinos en la playa, debido a los fuertes bombardeos. Es dejado fuera de combate el HMS Avenger. Es atacado el HMS Plymouth en Bahía Agradable, por cinco bombas de la aviación argentina. 
09/06: 18 Mte. Dos Hermanas, comandos del SAS. 
10/06: 4 Perecen (4) infantes de marina por accidente. 
11/06: 44 Mueren entre el 11 y el 12 de junio: (3) en Mte. Harriet, (23) del 3 Para en Mte. Longdon, (4) del 45 de comandos, (1) del 42 Commandos, (13) de la compañía B. 
12/06: 29 (4) en Mte. Dos Hermanas. Es dejado fuera de combate el HMS Glamorgan (25), siendo atacado por tercera vez, aunque en esta ocasión por un Exocet desde Puerto Argentino. 
13/06: 360 entre el 13 y 14 de junio por las Batallas de Mte. Longdon, Mte. Wiiliams y Wireless Ridge. 
14/06: 10 (5) en Sapper Hill, dos Sea King son derribados. Combate en Top Malo House (5). 
TOTAL: 1090 caídos, sin contar un posible número mayor (+). 



BUQUES AVERIADOS: Buques perdidos (hundidos o destruidos : 8 
Destructor Tipo 42 clase Sheffield (D-80) HMS Sheffield 
Destructor Tipo 42 clase Sheffield (D-118) HMS Coventry 
Fragata Tipo 21 clase Amazon (F-184) HMS Ardent 
Fragata Tipo 21 clase Amazon (F-170) HMS Antelope 
Buque Logístico de Desembarco (L-3005) RFA Sir Galahad 
Buque Logístico de Desembarco (L-3505) RFA Sir Tristam 
Portacontenedor de Gran Porte Atlantic Conveyor 
Lancha de Desembarco Foxtrot 4 Buques fuera de combate (inactivos): 9 
Submarino clase Oberon (S-21) HMS Onyx (accidente operacional) 
Portaaviones Liviano (R-05) HMS Invincible (¿hundido?) 
Fragata Tipo 21 clase Amazon (F-174) HMS Alacrity 
Fragata Tipo 21 clase Amazon (F-185) HMS Avenger 
Fragata Tipo 21 clase Amazon (F-173) HMS Arrow 
Fragata clase Leander (F-56) HMS Argonaut 
Crucero Liviano clase County (D-18) HMS Antrim 
Crucero Liviano clase County (D-19) HMS Glamorgan
Destructor Tipo 42 clase Sheffield (D-88) HMS Glasgow 

Buques averiados de consideración (casi inactivos) : 5 
Fragata Tipo 22 clase Broadsword (F-90) HMS Brilliant 
Fragata Tipo 22 clase Broadsword (F-88) HMS Broadsword 
Fragata Tipo 12 clase Rothesay (F-126) HMS Plymouth 
Fragata Tipo 21 clase Amazon (F-172) HMS Ambuscade 
Buque Logístico de Desembarco (L-3029) RFA Sir Lancelot 
Buques averiados: 9 Portaaviones Liviano (R-12) HMS Hermes 
Destructor Tipo 42 clase Sheffield (D-89) HMS Exeter 
Buque de Asalto Anfibio (L-10) HMS Fearless 
Buque Auxiliar de Apoyo clase Tide (A-76) RFA Tidepool HMS Sir Bedivere HMS Yarmouth RFA Norland 
Dos naves no identificadas (lanchones de desembarco) TOTAL BUQUES PERJUDICADOS: 31 

AERONAVES PERDIDAS: ESCUADRONES AERONAVALES DE LA FLOTA REAL
Sea Harrier derribados: 19 Fuera de servicio por fallas y accidentes: 10 
Helicopteros derribados: 13 F/S: 32 
RAF, Harrier derribados: 12 
F/S: 5 Helos derribados: 
12 F/S: 26 ROYAL MARINES, Helos derribados: 
13 F/S: 4 

EJÉRCITO INGLÉS: Helos perdidos x derribos y accidentes: 8 
Total Sea Harriers derribados: 19 
Total Sea Harriers fuera de servicio: 10 
Total Harriers derribados: 12 
Total Harriers fuera de servicio: 5 
Total helicópteros derribados: 46 
Total helicópteros fuera de servicio: 62 
TOTAL AERONAVES PERDIDAS: 154 
Total aviones (Harriers, Sea Harriers) desplegados en Malvinas: 77, de los cuales 46 quedaron inutilizados. Total helicópteros desplegados en el Atlántico Sur: 171, de los cuales 108 quedaron inutilizados. 
CONCLUSIÓN: TOTAL CAÍDOS: 1090 
TOTAL BUQUES DAÑADOS O PERDIDOS: 31 
TOTAL AERONAVES PERDIDAS: 154 

Gran Bretaña nunca declaró el verdadero número de bajas de sus tropas ni la pérdida de numeroso armamento. Fue superior a la Argentina y queda demostrado por el gran daño sufrido, que supera ampliamente al que recibió Argentina. Si hoy las islas se encuentran en posesión británica es esencialmente gracias a la ayuda que Gran Bretaña recibió de los Estados Unidos de Norteamérica y de la República de Chile en el marco regional, y demás miembros de la OTAN. Sin olvidar a la mayoría de los países europeos (excepto Irlanda e Italia), quienes sancionaron económicamente a la Argentina. El caso francés fue ambiguo, si bien Miterrand facilitó a la Thatcher el sistema operativo de los Súper Etendard, un general francés en actividad en la Aeroespacial , conectado con argentinos en París facilitó que la provisión de repuestos de las bases francesas en Gabón llegase a la Argentina. Israel también ofreció ayuda técnica e Italia quedó sorprendida por la performance de sus aviones ligeros. Lo cierto es que un triunfo táctico argentino solo dejaba dos posibilidades, o un ataque nuclear limitado sobre el continente-políticamente muy costoso para Gran Bretaña e irracional-los kelpers no se merecían tanto - o una larga negociación diplomática con evacuación parcial argentino - británica e intervención de la ONU en el teatro de operaciones con una fuerza de interposición modelo greco chipriota. Datos extraoficiales británicos aseguran que el número de caídos se acercaría a 1300, lo cual la cifra de más de 1000 bajas no es descabellada ya que el orden de batalla británico era de ataque pero con un desconocimiento absoluto de la performance de los sistemas de armas argentinos que eran europeos en su mayor parte y desbarataba su estrategia de hacer fácilmente pie en las islas. Un Gallipoli Dos preocupaba al Almirantazgo. Chile, por su parte ejecuto un colaboracionismo (= Traiciòn) de baja intensidad pero preventivo. Sectores de la inteligencia chilena siguen sosteniendo que cada baja o destrucción del sistema de armas argentino reforzaba la autonomía chilena que era estrictamente defensiva. Brasil no apostó a la negociación que si encaró el Perú y por su parte tanto Venezuela como Cuba se demostraron los dos países mas interesados en apoyar militarmente las posiciones argentinas. La posición chilena, que mal podía condolerse por la derrota argentina, obligó al despliegue argentino a dejar parte de su infantería de montaña para repeler un posible ataque por la retaguardia y proporcionó inteligencia esencial para los bombardeos británicos. En el aspecto psicosocial y cuando ya los arboles de la ira están apagados no puede dejar de señalarse que la población civil kelper fue respetada por los bandos en guerra y que la colaboración y comunicación permanente de las iglesias católica y anglicana-los vicariatos castrenses están exactamente para eso - fue útil para resguardar hombres y efectuar tareas humanitarias de intercambio de prisioneros. En el ínterin los que vivan tendrán que esperar hasta el 2072. 

BIBLIOGRAFÍA
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Ignacio Montes de Oca, Tierra de Nadie.Editorial Sudamericana, Bs As., 2006.