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martes, 25 de julio de 2023

Resquemor en GB porque UE firma acuerdo con CELAC usando la palabra Malvinas


¿Está fuera de orden la UE usando el nombre argentino de Malvinas?

Las Islas Malvinas han sido referidas como "Las Malvinas" en un nuevo tratado firmado por la UE y el bloque Celac, pero ¿qué opinas del uso del nombre argentino? Vota y deja tus pensamientos abajo.



Por Natalie Crookham || The Express




La Unión Europea provocó una disputa con Gran Bretaña después de que firmó un tratado con Argentina que se refería a las Islas Malvinas como las "Islas Malvinas".

La declaración conjunta, respaldada por la UE y 32 miembros del bloque de países latinoamericanos de la Celac, utilizó ambos nombres del archipiélago. Decía: “En cuanto a la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas/Falkland Islands, la Unión Europea tomó nota de la posición histórica de la Celac basada en la importancia del diálogo y el respeto al derecho internacional en la solución pacífica de controversias”.

Antes de la cumbre de dos días a principios de esta semana, el secretario de Relaciones Exteriores, James Cleverly, había pedido a la UE que rechazara mencionar a las Islas Malvinas, pero cuando Gran Bretaña abandonó el bloque, la UE dijo que no podía opinar. El territorio británico de ultramar se conoce como Malvinas en español y fue objeto de un breve conflicto entre el Reino Unido y Argentina en 1982.

El parlamentario conservador James Sunderland, que sirvió en la Guerra de las Malvinas, dijo: “Esto es indignante. El Reino Unido ha ejercido soberanía de facto sobre las Islas Malvinas desde 1833 y salió en su defensa en 1982.

“La buena gente de las Malvinas también votó abrumadoramente para seguir siendo británica. La UE haría bien en respetar la soberanía británica, en lugar de perder el tiempo con tokenismo”.


sábado, 26 de junio de 2021

Europa no pone aranceles al calamar robado en Mar Argentino

Polémico gesto de la Unión Europea a Malvinas

Tras haber sido excluidas del Brexit y sin contar con los beneficios concretos de un acuerdo de libre comercio entre el Reino Unido y la UE, las Islas lograron una primera excepción arancelaria a la producción pesquera

Por Roberto García Moritán || Infobae

@RGarciaMoritan


EFE/Felipe Trueba/Archivo

La Unión Europea (UE) ha decidido no aplicar aranceles al calamar Loligo procedente de Malvinas. Un privilegio de libre acceso al mercado europeo polémico, al exceptuar del arancel del 6% de la Organización Mundial de Comercio (OMC) a las capturas de esta especie de calamar en las aguas circundantes al archipiélago y que retrotrae para la colonia británica condiciones tarifarias casi similares a las anteriores al Brexit. El único condicionante sería un límite máximo de 75 mil toneladas anuales que, por otra parte, no tiene mayor incidencia comercial al ser la cantidad promedio que se venía capturando por año en la última década (en el 2020 fue de 78.913 toneladas). El 94% de la pesca del calamar Loligo, ingresa históricamente a la UE, mayormente para España y a Francia.

Las autoridades ilegítimas de las islas venían realizando gestiones directas en Bruselas para obtener un trato diferenciado y preferencial desde la desconexión británica a la Unión Europea. La responsable del manejo pesquero en Malvinas, Teslyn Barkman, había señalado que era una cuestión de grandes implicancias para la economía isleña. Conceptos similares fueron expresados por la Cámara pesquera española con intereses en Malvinas. También realizaban, en virtud de esa vinculación societaria, acciones conjuntas ante la UE para obtener un régimen progresivo de excepción a la pesca de Malvinas. Loligo parece ser la primera especie en lograrlo.

La flota española, con bandera propia o con el pabellón ilegal de las islas, son las que capturan mayormente el calamar Loligo. De la primera zafra 2021, ingresó al puerto de Vigo 58 mil toneladas. Esa pesca intensiva pone en evidencia también una sobrepesca con efectos negativos en los ecosistemas, tal como ha sido reconocido en un informe de consultoría británico. Macalister Elliot califica la política pesquera de la colonia como desastrosa por haber otorgado un exceso de licencias pesqueras poniendo en riesgo la sustentabilidad del caladero.

Es notable que Malvinas, tras haber sido excluida del Brexit y sin contar con los beneficios concretos de un acuerdo de libre comercio entre el Reino Unido y la UE, haya logrado una primera excepción arancelaria a la producción pesquera. La decisión de la UE, promovida por España con apoyo de Francia, es un golpe sensible para los intereses argentinos en la disputa con el Reino Unido al tener un efecto diplomático mayor que el comercial pesquero propiamente dicho. Es decepcionante que haya contado con la anuencia diplomática del gobierno español.

El proceso de negociación encarado por Malvinas, con epicentro en Bruselas, muestras falencias de la Cancillería. También de la diplomacia presidencial. No es entendible que el Presidente de la Nación no haya expresado disconformidad al Presidente de España en la reciente visita a Buenos Aires o al Presidente de Francia en su gira europea, por la cuestión del calamar Loligo. Ningún comunicado del gobierno argentino refleja que se haya tocado el tema en alguno de los encuentros.

Estas omisiones diplomáticas son preocupantes y muestran un cierto desdén de gestión en defensa del interés nacional que debe ser corregido. La Argentina debe tratar con mayor responsabilidad todo lo atinente al Atlántico Sur. Es hora que la política declarativa respecto de Malvinas se convierta en una de acción diplomática menos enunciativa y más efectiva.

miércoles, 6 de enero de 2021

Brexit, Malvinas y pesca

Brexit, Malvinas, Pesca y Estados de Bandera

(Cesar Lerena)


 


Fundación Nuestro Mar
 
Ya me referí en varios escritos anteriores (César Lerena “El Malvexit frente al Brexit Británico, 4/10/2018 y, “Brexit, Pesca y Malvinas, ¡Camarón que se duerme se lo lleva la corriente!” 3/7/2020) a la oportunidad que se abría para la Argentina frente a la salida del Reino Unido de Gran Bretaña (en adelante R.U.) de la Unión Europea (en adelante U.E.) el próximo 1 de enero de 2021 y, desde entonces, he venido promoviendo la necesidad de que el gobierno argentino, entre otras cosas, actuase ante Bruselas para que, cualquiera fuese el Acuerdo al que se arribe, quedasen fuera de éste los llamados “territorios británicos de ultramar” Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur (en adelante Malvinas) que el R.U. tiene usurpados o sobre los que pretende su titularidad como en el caso de la Antártida.

Efectivamente, los territorios de ultramar han quedado afuera de las negociaciones del Acuerdo y varios medios han venido refiriéndose a ello, diciendo en general que «de acuerdo a fuentes oficiales y diplomáticas, el gobierno insistió en que las Islas Malvinas no sean contempladas como un territorio británico de ultramar en el futuro acuerdo que el viejo continente podría negociar con el Reino Unido para regular sus relaciones comerciales, basándose en la resolución de las Naciones Unidas que admite la existencia de una disputa de soberanía y las constantes recomendaciones del Comité de Descolonización de la ONU constantemente desoído por Londres.

De respetarse la posición argentina, los malvinenses perderían las cuotas de acceso y la rebaja arancelaria por la que venían beneficiándose desde hace años, además de la asistencia financiera para desarrollar una economía que es extremadamente dependiente de la pesca, que equivale al 60% del PBI local» (Chabay, Ezequiel, El Cronista, 24/12/2020) y ello, es sólo parcialmente cierto y, hay mucho por trabajar, si lo que se pretende, es conseguir aislar comercialmente a Malvinas, comenzando por que la U.E. le aplique aranceles a los productos -en especial pesqueros- que se destinan en un 95% a Vigo (España) y desde ahí a toda Europa.

Recordemos que, en el año 2009, cuando se ratificó el Tratado de Lisboa, al votarse la aprobación de la Constitución de la U.E., se incluyó como Territorios Británicos de Ultramar a las Malvinas y a la Antártida. ¿Qué hizo la Cancillería Argentina en esa oportunidad para evitarlo? lo ignoramos, pero lo cierto, que españoles e italianos (dentro de los que se encontraban millones de argentinos con doble nacionalidad de esos países) votaron a favor de ello o simplemente ignoraron que tenían que hacerlo y votar en contra.

Desde entonces, nada hizo la Argentina ante la U.E. para modificar esta irregular situación y, por el contrario, mantuvo activos todos los acuerdos firmados con el R.U. (Acuerdos de Madrid, etc.) y, grotescamente, también mantiene vivos el «Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Gran Bretaña y el gobierno de Buenos Aires» que se firmó el 2/2/ 1825 (pese al cual el 3/1/1833 los británicos invadieron Malvinas) y, el «Convenio para la Promoción y la Protección de inversiones británicas en la Argentina» suscripto en Londres el 11/12/1990 y aprobado por la Ley 24.184 el 4/11/1992.

En un pasado artículo (César Lerena “¿quién ejerce el poder en el atlántico sur?” 3/6/2020) puse de manifiesto que el 22/1/2020, funcionarios y empresarios del sector pesquero español se reunieron en Madrid, manifestando el interés -acompañado por la European Fisheries Alliance (EUFA)- de mantener el acuerdo de libre comercio, el mutuo acceso a las aguas, el reparto de las cuotas de pesca y la gestión compartida con el R.U.; todas cuestiones que han sido reiteradas en cuanto fuero hubiese y, en las que están muy interesados los españoles que pescan tanto en el Atlántico Nordeste como en el Atlántico Sur con licencias ilegales del R.U. en Malvinas, incluso, como otros europeos, con bandera británica, en ambos Atlánticos.

España, en los prolegómenos del Acuerdo entre Londres y Bruselas acompañó la preocupación de los empresarios españoles que pescan en las aguas británicas y en Malvinas, acompañados, con una menor preocupación por sus pares de Alemania; los Países Bajos; Francia; Bélgica e Italia; pero el R.U. privilegió los intereses escoceses y de otros del Reino y, no atendió las fuertes presiones de los europeos e incluso los reclamos de los propios habitantes de Malvinas, quienes en este nuevo estado que se inicia, poco o nada pueden aportarle al déficit comercial del R.U. Con este Acuerdo se modificará la situación actual de que los barcos comunitarios puedan pescar hasta las 6 millas de la costa británica y, a partir del cual, ya no podrán hacerlo libremente dentro de las 200 millas británicas y se reducirán progresivamente las cuotas.

La pesca es un 0,1% dentro de la economía británica, carece de toda relevancia y no ha sido un dato menor a la hora de las negociaciones, ya que el R.U. se ha centrado en asegurarse la soberanía plena en sus decisiones y en satisfacer su política interna, en especial con Escocia; pese a lo cual, su primer ministra Nicola Sturgeon no está conforme con que haya una transición de 5,5 años, en lugar de los tres que esperaban y ya está argumentando que Escocia tiene derecho a elegir su propio futuro como un país independiente, vinculado a la U.E.

En este primer escenario, los españoles perderían cuotas en las aguas británicas del Atlántico Nordeste y, los productos extraídos por españoles o sociedades británicas-españolas en Malvinas, como dije, mayoritariamente destinados a Europa, pagarían aranceles.

Pero esto no es tan así. Para que se apliquen aranceles a los productos pesqueros originados en capturas realizadas en el área de Malvinas, la Argentina deberá hacer otros deberes, porque de otro modo, ingresarán a la U.E. con bandera española o al R.U. con bandera británica. Por cierto, nada es gratis en el mundo de los negocios. España, cualquiera sea el resultado, magnifica la situación. Sabe, que cuanto más dramática la muestre, más subsidios obtendrá de la U.E.

Son expertos en Acting y, en especial, su vocero Javier Garat, el gran perdedor en este Acuerdo que esperaba una transición de 14 años (¿?) en las aguas británicas y solo consiguieron 5,5 años; un tiempo que nadie cree que transcurra. En principio, habría que tener en cuenta que el Acuerdo prevé el libre comercio y acuerdos transitorios pesqueros con la U.E. (Capitulo 185), con algunas cláusulas relativas a cumplir ciertos parámetros, que no parece que el R.U. no vaya a cumplirlas (salvo las pesqueras) y, además, es lógico pensar que el R.U. profundizará sus negocios con el Commonwealth; Estados Unidos; a través del TMEC (México y Canadá); China y otros países, incluso con Argentina, para compensar sus eventuales pérdidas en la U.E. y mejorar su balanza comercial que, durante 2019, fue negativa en casi 200 mil millones de euros. ¡El imperio se apresta a cabalgar sobre las olas! Al menos es lo que ellos creen y sí no, hay que preguntarle a Cantieri.

Por otra parte, no es cierto que «la U.E. haya descartado a Malvinas en las negociaciones por la disputa que mantiene Argentina con el R.U. sobre estos territorios en las Naciones Unidas». Todos los llamados Archipiélagos Británicos de Ultramar, a excepción de Gibraltar, quedaron afuera del borrador de Acuerdo.

El Capítulo 183º de éste aplica solo al R.U. y no a los Territorios de Ultramar, dado que «la U.E. no tiene competencia para negociar con ellos» y, en el Capítulo 184º establece que «el R.U., Gibraltar y España seguirán negociando acuerdos para buscar el mejor resultado posible para el pueblo de Gibraltar y la región circundante y, la Comisión confirmó que un acuerdo sobre Gibraltar es posible y que están dispuestos a examinar cualquier solicitud de España y el Reino Unido para llevar esto adelante».

¿Qué efectos vinculados con la Argentina podría finalmente provocar el Brexit?

Probablemente se debilitará en la U.E. la posición británica respecto a Malvinas y mejorará la postura argentina en los reclamos de soberanía e incluso en las negociaciones comerciales o relativas al equipamiento militar. Además de ello, la Argentina debe cancelar (no suspender) los vuelos desde Malvinas a Chile y a Brasil y prohibir el uso del espacio aéreo y marítimo argentino para trasladar productos, personas, insumos, etc. relacionadas con la exploración o explotación pesquera, agropecuaria, hidrocarburífera o comercial en Malvinas, entendiendo que estas actividades no son pacíficas porque derivan de la explotación y ocupación ilegal de un territorio argentino.

Los isleños buscarán negocios fuera de Europa y necesitan más vuelos a terceros países, para lo cual, la Argentina -derivado del Pacto Foradori-Duncan- les otorgó un vuelo semanal a San Paulo que les abre las puertas al mundo (¡!) y a las relaciones con Brasil; incrementan la relación con Uruguay (stands en feria y otros) que les provee puertos para asegurar las operaciones de los buques extranjeros que pescan en el Atlántico Sur con o sin licencia británica y, que es sede, junto con Puerto Arenas, de la naviera inglesa SAAS cuyo buque portacontenedores hace tráfico comercial cada 14 días a las Islas; promueven el turismo; construyen puertos en Malvinas y Georgias del Sur para facilitar sus operaciones y profundizan las relaciones con empresas españolas a través de la constitución de joint venture.

En este estado de cosas, ¿qué otra cosa debería hacer la Argentina para mejorar su situación respecto al control en el Atlántico Sur y en especial, cambiar el estatus de Malvinas y, favorecer las exportaciones pesqueras nacionales a la Unión Europea? primero, promover Acuerdos (no negocios espurios) con todas las flotas españolas y asiáticas que operan en el Atlántico Sur y, segundo, en su caso, multar y considerar un delito penal la pesca ilegal, para desalentar la pesca en el área de Malvinas (ver César Lerena “la pesca ilegal es un delito penal”).

En cualquier caso, los Acuerdos no pueden dejarse en manos de la Cancillería, de las empresas ni de los funcionarios de pesca. Debe constituirse una comisión de expertos de probada idoneidad técnica, honestidad y capacidad negociadora en favor de los intereses nacionales; Acuerdos, que deberían ser finalmente aprobados por el Congreso de la Nación y, como parte de éstos, la Argentina debería otorgar reembolsos a las exportaciones de productos pesqueros a la U.E., para equilibrar el cobro de aranceles a la importación de los productos argentinos en la U.E. y desalentar la pesca ilegal española en el Atlántico Sur. ¡Camarón que se duerme se lo lleva la corriente! (CESAR LERENA) #NUESTROMAR

martes, 29 de diciembre de 2020

Brexit: Europa excluye a Malvinas del acuerdo con el Reino Unido

Brexit: la Unión Europea excluyó a las Islas Malvinas del acuerdo con el Reino Unido y se fortalece el reclamo de Argentina

Era un pedido del Gobierno en el marco de la disputa por la soberanía. El archipiélago perderá sus beneficios impositivos y aduaneros al quedar fuera de la negociación con el bloque europeo

Infobae



Sobre el filo de los plazos establecidos, el Reino Unido y la Unión Europea (UE) llegaron a un acuerdo comercial para implementar el Brexit. El arreglo trajo una buena noticia para el reclamo argentino: es que las nuevas reglas de juego acordadas con el bloque regional dejaron afuera a los territorios británicos de ultramar, entre ellos, las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur que están bajo disputa territorial.

De esta manera, el archipiélago perderá los beneficios comerciales, impositivos y aduaneros en el intercambio de los isleños con los países que integran el bloque comunitario, una medida que favorece a la posición del Estado argentino en el conflicto territorial que desató la Guerra en el Atlántico Sur en 1982 en plena dictadura militar.
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La exclusión de las Islas Malvinas había sido un planteo formal de la Cancillería argentina al alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, uno de los portavoces de las negociaciones del bloque regional con el Reino Unido. En esa gestión, el gobierno de Alberto Fernández reiteró su demanda histórica por la soberanía y volvió a citar las recomendaciones del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas que no son acatadas por Londres.

“Finalmente el acuerdo post Brexit entre la UE y el Reino Unido no incluyó a las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. Así lo pedimos en todos los foros y reuniones que mantuvimos en 2020 con ministros y ministras de Asuntos Exteriores europeos”, comunicó el canciller Felipe Solá en su cuenta oficial de Twitter.



Si bien para el premier Boris Johnson el Brexit acordado fue visto como beneficioso y “un regalito” de Navidad para los británicos, que los territorios de ultramar no hayan sido incluidos en el compromiso -varios de ellos están en disputa con otros países- es una de las concesiones que el Reino Unido tuvo que aceptar para alcanzar el entendimiento, que entrará en vigencia desde el 1 de enero. El objetivo primario era evitar una ruptura brutal que hubiese dañado a las dos partes.

En un mensaje enviado a los isleños de Malvinas por los festejos de Navidad, Johnson apuntó que su administración los ayudará a enfrentar “el cambio que se avecina” con el abandono de la comunidad europea, y planteó que la UE “fue absolutamente intransigente a la hora de excluir a la mayoría de los territorios de ultramar en las negociaciones comerciales de este año”. Y concluyó: “Ustedes no han sido olvidados ni dejados de lado”.

El texto donde se especifica el alcance del acuerdo por el Brexit aparece en su parte siete, en el apartado de “Provisiones Finales”. Allí se establece que quedan alcanzados “los territorios a los que son de aplicación el Tratado de la Unión Europea y el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y el Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica, y en las condiciones establecidas en dichos Tratados, y b: Territorio del Reino Unido”.



Después de referirse en el punto 3 a Gibraltar y otros caso, dice en el punto 4: “Este Acuerdo no se aplica a los territorios de ultramar que tienen relaciones especiales con el Reino Unido: Anguila, Bermuda, Territorio Antártico Británico, Territorio Británico del Océano Índico, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Islas Falkland, Montserrat, Pitcairn, Islas Henderson, Ducie y Oeno, Santa Helena, Ascensión y Tristan da Cunha, Georgia del Sur y Sandwich del Sur, e Islas Turcos y Caicos”.

De ahora en adelante, los habitantes de las Islas Malvinas afrontarán una difícil situación económica, sobre todo en el sector pesquero, uno de los segmentos más dinámicos. La renta de esa actividad supone el 75% de sus ingresos y afecta también a España, ya que los barcos españoles cuentan con una licencia especial para la pesca de calamar en la plataforma marítima en disputa.

Según las estimaciones provisorias, los habitantes británicos de las Islas Malvinas podrían empezar a pagar aranceles de entre el 6% y el 18%, por los productos que quieran ingresar al mercado europeo. Hace unas semanas, el legislador laborista Derek Twigg hizo observaciones al primer ministro sobre el impacto que tendría el Brexit en el archipiélago. “Las exportaciones de pesca a la Unión Europea representan el 40% del Producto Interno Bruto de las Islas Falkland y hasta el 60% de los ingresos de las Isla, esto plantea un serio desafío. ¿Tratará el Primer Ministro este asunto cuando se reúna más tarde con la Presidente de la Comisión Europea?”, se preguntó el parlamentario opositor.

En su texto de fin de año a los isleños, Johnson confió que el Brexit se crearán nuevas oportunidades comerciales a “largo plazo”. “En los meses y años por adelante, el mundo puede que no los identifique por vuestras ostras, pero si por cierto lo será por vuestro calamar Loligo”, auguró el premier británico.El acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea excluye a los territorios de ultramarEn la previa al festejo de Nochebuena, Boris Johnson destacó el acuerdo con la Unión Europea

lunes, 1 de julio de 2019

Luego del acuerdo de libre comercio Faurie quiere recuperar las Malvinas

Jorge Faurie, tras el histórico acuerdo Mercosur-Unión Europea: "Ahora sólo me falta recuperar las Islas Malvinas"

Después de liderar la negociación en Bruselas, el ministro de Relaciones Exteriores dialogó en exclusiva con Infobae

Por Román Lejtman || Infobae



El canciller Jorge Faurie se abraza con el ministro de la Producción y el Trabajo, Dante Sica, tras haber cerrado el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea

Jorge Faurie fue una pieza clave en la negociación política que permitió cerrar el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. Apoyado por Mauricio Macri desde Osaka, donde está participando de la cumbre del G20 en Japón, el ministro de Relaciones Exteriores logró un hito diplomático que ya es imborrable para la historia de la Argentina.

"Ahora sólo me falta recuperar las Islas Malvinas", aseguró Faurie cuando le preguntó Infobae si el tratado bilateral entre el Mercosur-UE era su mayor éxito profesional en 40 años de trayectoria.

Hace unos meses, en plena crisis de los mercados, su salida de la Cancillería era una apuesta segura. A Faurie ya lo daban renunciado y reemplazado por Alfonso Prat-Gay, un economista políglota que ocupó la cartera de Hacienda y Finanzas al principio de la gestión de Macri. Pero el Presidente dio marcha atrás, y ahora es su héroe en el gabinete nacional.

 
Macri entre Faurie y Fulvio Pompeo, dos piezas claves de la diplomacia del gobierno nacional (Maximiliano Luna)

—¿Cuál fue la participación del presidente Macri en las negociaciones con la Unión Europea?

—Macri fue nuestro poder de fuego estilo bazooka. Fue nuestra arma mortal…

—¿Me puede ampliar?

—Sí. Teníamos problemas en la negociación con la industria automotriz alemana: el Presidente hablaba con Ángela Merkel. Teníamos problemas con los productores agropecuarios franceses: el Presidente hablaba con Emmanuel Macron. Teníamos problemas en la relación con Brasil: el Presidente habló con Michel Temer en la asunción de Sebastián Piñera. Teníamos problemas con la relación entre Jair Bolsonaro y Macron: el Presidente habló con los dos en la cumbre de Japón. Y así, sucesivamente…

—¿Por qué cree que el acuerdo salió ahora, en un momento de guerra comercial, de proteccionismo y de cuestionamiento a la política exterior multilateral?

—Ese es el liderazgo de Macri. El Presidente logró insertar a la Argentina en el mundo, y este acuerdo es un ejemplo tangible.

Antes del cierre del tratado entre el Mercosur y la UE, se originó una pulseada diplomática que enfrentó a un bloque liderado por España y otro encabezado por Macron. España, a través de su presidente Pedro Sánchez, respaldaba las negociaciones; Francia, por medio de su presidente Macron, jugaba en diagonal y pedía una postergación sine die.

"Macri tiene un WhatsApp con Sánchez, que fue clave para empujar la negociación en Bruselas", reveló Faurie a Infobae.

—¿Y con Macron qué hizo?

—El Presidente también tiene un WhatsApp con Macron, y con él chatea o habla por teléfono. Por ejemplo, en una viaje que hicimos a París, primero chateó y después cerró la negociación en persona…

—¿Cuál fue esa negociación?

—Cuando logró terminar con el conflicto de las carnes. Es lo que le digo; el Presidente, con el peso de su rango, ayuda, se involucra y logra resultados.

—¿Despertó al Presidente para anunciar el acuerdo?

—Primero le dejé un mensaje, y después pedí que lo despertaran…

—¿No querían…?

—Protocolo de Presidencia no quería, pero insistí.

—¿Y?

—Le golpearon la puerta, lo despertaron y lo llamé…

—¿Y?

—Yo me emocioné, el Presidente se emocionó. Es un hecho histórico, inédito para la Argentina.

—Ya hizo todo como canciller, ¿no?

—No. Ahora sólo me falta recuperar las Islas Malvinas.

domingo, 14 de abril de 2019

Españoles nerviosos por el Brexit en Malvinas

Armadores españoles inquietos por la cercanía del «brexit» y las flotas de pesca en Malvinas



 
A menos de una semana de la desconexión del Reino Unido, la inquietud cunde en las flotas que operan en la zona del banco Gran Sol y, sobre todo, las que faenan en el área de las islas Malvinas. «Cuanto más nos vamos acercando al precipicio están surgiendo más incertidumbres y tensión», explica Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi).



Touza habla por una agrupación con muchos segmentos de flota afectados. Por un lado, están los de bandera británica pero de capital y personal gallego que pescan en aguas inglesas, que suman unos 89. A esos hay que añadir 33 barcos franceses e irlandeses que descargan habitualmente en el puerto de Vigo.

En los sumandos también hay que incorporar los 19 grandes arrastreros con bandera de las islas Malvinas que operan en el Atlántico sur y los 24 arrastreros que faenan en el área de este archipiélago bajo soberanía británica y, por tanto, afectado por el divorcio de Gran Bretaña con la UE.

«¿Qué va a pasar? No tenemos ni idea», admite Touza, que no pierde de vista esa espada de Damocles que pende sobre sus cabezas hasta el día 12. «Si antes de ese día no se adopta ninguna decisión, se produce por defecto la salida del Reino Unido de la UE» y tras esa estela debe salir la flota de los caladeros británicos.

«Nosotros hemos luchado desde el minuto uno por un acuerdo de retirada, que no significa más que cumplir una serie de pautas en el período de transición para enseguida ponernos a trabajar en la futura relación entre el Reino Unido y la UE», explica el presidente de Arvi.

Una negociación en la que, según los armadores vigueses, Galicia tiene mucho que decir: «Nosotros como gallegos y como principales baluartes de la pesca, queremos tener un protagonismo claro a la hora de fundar la relación de buena vecindad inteligente para regular las materias pesqueras entre el Reino Unido y la UE».

Mantener la relación pesquera

Porque en Vigo aún confían en que haya acuerdo. Un deseo todavía más ferviente para el área de las Malvinas, cuyo Gobierno se ha mostrado abiertamente proclive a negociar un acuerdo con la UE. Y aunque, como apunta Touza, eso son «decisiones de altas esferas políticas», sí tiene constancia del interés del Gobierno de las Malvinas por seguir manteniendo la relación pesquera con Europa.

Nada extraño, por otra parte, dado que el PIB del país depende de las exportaciones cárnicas y pesqueras a la UE y es, como Galicia, «partidario del statu quo». Es decir, que se continúe permitiendo el acceso a través de licencias privadas y que este acceso tenga su reciprocidad con la apertura del mercado comunitario a los productos de las Malvinas libres de aranceles como hasta ahora en base a la consideración de territorio europeo que tiene en tanto no se produzca la desconexión británica.

Que los armadores quieren seguir allí lo demuestra que, lejos de congelarse las inversiones dada la inseguridad jurídica, las empresas han continuado apostando por las Malvinas. «Acaban de entregarse dos barcos nuevos emblemáticos para la flota que opera en las Malvinas y construidos en Nodosa en los astilleros de Marín», recuerda Touza.

Por tanto, «se está haciendo una apuesta clara por ese caladero, por ese país y por la estabilidad jurídica que siempre nos ha mostrado el Gobierno británico, con una gestión pesquera envidiable y con estrecha relación con sus socios extranjeros».

Touza apunta que esas empresas contribuyen considerablemente a las arcas públicas por recaudación de impuestos, generación de valor en unas islas en las que hay más ovejas que habitantes, y en la que la flota gallega de Vigo y Marín se encuentra «en situación de claro privilegio» que de ningún modo querríamos que se truncase. (MARCOS GAGO -LA VOZ DE GALICIA)

miércoles, 10 de abril de 2019

Qué significa para España que Europa denomine "colonia británica" a Gibraltar

Qué es una colonia y por qué el Parlamento Europeo incluye el término para Gibraltar


Esta consideración supone un avance político y simbólico para España 


 
El peñón de Gibraltar. (Jon Nazca / Reuters)


La Vanguardia

La consideración de Gibraltar como “colonia” en el acuerdo para reformar la política sobre exención de visados a los británicos tras el Brexit supone un avance político, diplomático y simbólico para España, según destacan fuentes diplomáticas españolas. Pero ¿qué es una colonia y por qué la UE incluye este término ahora para hablar de Gibraltar?

La RAE señala como tercera acepción que una colonia es un “territorio fuera de la nación que lo hizo suyo, y ordinariamente regido por leyes especiales”, y en la cuarta, se refiere al “territorio dominado y administrado por una potencia extranjera”. Pero la inclusión del término para el Peñón no constituye un cambio en el estatus jurídico de Gibraltar.
La referencia a Gibraltar como una colonia se limita a un pie de página en el que se asegura que Gibraltar es “una colonia de la corona británica”
La referencia a Gibraltar como una colonia se limita a un pie de página del texto aprobado este jueves por el Parlamento Europeo en el que se asegura que Gibraltar es “una colonia de la corona británica”. En esa anotación se señala que “hay una controversia entre España y el Reino Unido que concierne a la soberanía sobre Gibraltar, un territorio para el que una solución se debe alcanzar a la luz de las resoluciones y decisiones relevantes de la Asamblea General de Naciones Unidas”.

Ese pie forma parte de un acuerdo político sellado con el Consejo de la Unión Europea (UE) este martes sobre la exención de visados para británicos si sucede un Brexit sin acuerdo el próximo 12 de abril, y la nota al pie se refiere al hecho de que los británicos que viajen al espacio europeo libre de fronteras (Schengen) para estancias cortas (90 días en un periodo máximo de 180 días) podrán acceder sin visado, pero siempre sobre la base de que Londres adopte una medida equivalente para los europeos.

Así, la exención de visados incluye a Gibraltar, y aunque el Peñón está incluido en la lista de la ONU sobre territorios pendientes de descolonización, el estatus jurídico del territorio no varía a pesar de que se incluya el término “colonia” en este acuerdo.
Para España, la denominación tiene “valor diplomático y político”
Pero para España, la denominación tiene “valor diplomático y político” y el Gobierno encuadra la nota en el conjunto de las negociaciones sobre el Brexit porque “refuerza y reafirma” la idea de que Madrid tendrá que dar luz verde a cualquier pacto que afecte al Peñón tras la salida del Reino Unido de la UE.

La inclusión del término en la legislación sobre visados supone la primera vez que una ley comunitaria llama “colonia” a Gibraltar, después de que el 13 de junio de 2017 una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre juegos de azar ya asegurara que Gibraltar es “una colonia de la Corona británica”. Esa misma denominación ya se había empleado en otra sentencia de 2006 de la misma corte.

La referencia ha generado polémica porque después de que el 1 de febrero los países de la UE incluyeran en su posición negociadora sobre los visados el pie de página en el que llamaban “colonia” a Gibraltar, las conversaciones con la Eurocámara, el otro colegislador de la Unión, quedaron bloqueadas durante semanas.
Un portavoz del Gobierno británico aseguró este miércoles que llamar ‘colonia’ a Gibraltar es “completamente inapropiado”

El negociador del PE, el laborista británico Claude Moraes, defendía la postura del Parlamento, que en su mandato negociador no se refería al Peñón.

Ante el riesgo de que la fecha del Brexit llegara y la legislación no se hubiera pactado, el grupo de los populares y el de los socialdemócratas en la Eurocámara, a partir de la presión de las delegaciones españolas, lograron apartar a Moraes y sustituirlo por el socialista búlgaro Sergei Stanishev.

Un portavoz del Gobierno británico aseguró este miércoles que llamar ‘colonia’ a Gibraltar es “completamente inapropiado”.

jueves, 4 de abril de 2019

Europa reconoce a Gibraltar como colonia

La UE reconoce a Gibraltar como colonia

La comisión de Libertades ha aprobado el reglamento sobre exención de visados para después del Brexit
La Vanguardia
Jaume Masdeu



El Peñón de Gibraltar (Peter Cziborra / Reuters)


Irse de la Unión Europea tiene un precio, y el Reino Unido está empezando a pagarlo incluso antes de abandonarla. Ha comprobado como la UE, por primera vez, reconoce a Gibraltar como una “colonia”. Algo que estaba recogido en una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, pero que nunca se había formalizado de forma explícita en ningún reglamento ni directiva comunitaria.

Pues bien, esta mañana, la comisión de Libertades del Parlamento Europeo ha aprobado el reglamento para la exención de visados para estancias cortas de los europeos en el Reino Unido y los británicos en la UE después del Brexit. Un documento que consiguió en seguida un consenso fácil, excepto en un punto. Una nota a pie de página en que se califica a Gibraltar de colonia. Ello motivó que el parlamento Europeo bloqueara el reglamento desde hace semanas, hasta su aprobación esta mañana en comisión y que mañana pasará al pleno.

Presión de PP y PSOE

Sólo ha sido posible después de que la presión de PP y PSOE forzara este lunes la substitución del ponente del informe del parlamento, el laborista británico, Claude Moraes, que se oponía a esta denominación. Finalmente, y en medio de una polémica considerable, Moraes fue apartado del cargo y su lugar lo ocupó el búlgaro Sergei Stanishev. El voto final ha sido claro, 28 a favor, 8 en contra y 3 abstenciones.

El eurodiputado popular Esteban González Pons ha declarado que este voto supone un apoyo de las instituciones europeas a España en este tema, y que “la mención a Gibraltar como colonia será fundamental para intentar resolver el contencioso sobre este territorio en un escenario post-Brexit”.

La cercanía del Brexit, con una primera fecha posible el 12 de abril, hacía urgente la aprobación de este reglamento que facilitará la entrada al Reino Unido y a la UE, sin tener que solicitar visado. Y de paso, España consigue una victoria diplomática frente a un Reino Unido ya de salida.

sábado, 23 de marzo de 2019

Visión kelper: Cómo el Brexit afecta la ocupación inglesa de las Malvinas

Malvinas y el Brexit, un desafío sin resolver y para el cual se preparan en las Islas





El posible impacto del Brexit sobre las Islas Malvinas no está más cerca de una definición luego que los parlamentarios británicos nuevamente votaron en contra del acuerdo propuesto por la Primer Ministro Theresa May, a la vez que también se mostraron contrarios a dejar la Unión Europea, UE, sin alguna forma de acuerdo.

En conversación con el semanario Penguin News este miércoles, la legisladora electa de las Malvinas, MLA Teslyn Barkman dijo que más allá del resultado final del Brexit, las Malvinas precisarán negociar su futura relación con el UE independientemente del Reino Unido. Sin embargo, sostuvo que la futura relación del Reino Unido con la UE será con seguridad el marco de referencia sobre el cual las negociaciones de las Malvinas procedan.

Esta negociación fuera de la órbita del Reino Unido es necesaria porque la relación actual de las Falklands con la UE está gobernada por la Decisión de la Asociación de Ultramar de la UE, la llamada OAD. Y en efecto es la OAD la que plantea la relación entre la UE y los territorios de ultramar de la UE en los distintos escenarios mundiales.

Es a través de la OAD que las Malvinas actualmente disfrutan de un ingreso libre de aranceles en el comercio con la UE. El párrafo 26 de la OAD invoca “procedimientos y arreglos que permiten a los Territorios de Ultramar a exportar bienes a la EU libres de aranceles y libres de cuotas”.

Un giro especial de esta relación con la UE es que el comercio de las Malvinas con el Reino Unido también cae bajo de la sombrilla de la OAD. Esto implica que las Malvinas también necesitarán restablecer su relación comercial con el Reino Unido luego del Brexit.

Empero, este escenario se espera resulte más fluido, afirma MLA Barkman. “Se nos ha asegurado que será completamente sin trabas especiales”. Barkman destacó la importancia de una transición sin trabas para el sector cárnico, ya que el 70% de las ventas de carne de las Islas van al Reino Unido.

Michael Ledwidth de la "Compañía de Carnes de las Falklands", FIMCO, reveló al Penguin News que la incertidumbre sobre el Brexit ha significado que “al momento no es fácil vender los productos cárnicos”.

Sin embargo para Ledwidth las decisiones a largo plazo solo se adoptarán una vez que el actual proceso disruptivo se tranquilice, para “hacer de la industria cárnica de las Islas un éxito implica calidad, consistencia y una oferta a tiempo. Por tanto nuestros ganaderos bajo ninguna circunstancia, deberían re-direccionar sus esfuerzos de un emprendimiento que brinde alta calidad y ambiciones de alcanzar una facturación más elevada”.

MLA Barkman también resaltó que entre los últimos avisos publicados por el gobierno del Reino Unido se sugiere que en un escenario de un “no acuerdo” del Brexit, implicaría que el comercio del Reino Unido se tendría que atener a las reglas de la Organización Mundial de Comercio. Y esto implica aranceles que van desde 6% hasta un 20%.

MLA Barkman también aclaró que la futura relación del Reino Unido con la UE no sería necesariamente similar a la que mantendría con las Malvinas, pero admitió que tales aranceles tendrían un impacto sobre las exportaciones del calamar Loligo a la UE. “Hemos trabajado con distintos modelos sobre lo que significaría para la industria si tuviéramos que afrontar aranceles del 6%, del 20% y todo el abanico intermedio”.

“Sea como sea tendremos que reconstruir nuestra relación con la UE, y esperemos poder desarrollarla de una forma que resulte mutuamente beneficiosa”, enfatizó. Los legisladores electos de las Malvinas y la Unidad de Políticas del gobierno celebrarán una asamblea abierta sobre el tema del Brexit el próximo 25 de marzo. (PENGUIN NEWS/MERCO PRESS)

domingo, 3 de febrero de 2019

Brexit: Europa nombra a Malvinas y Gibraltar como "colonias británicas"

La UE señala a Gibraltar como una “colonia británica” en su propuesta sobre visados

El peñón figura en el listado de “territorios no autónomos pendientes de descolonización” de Naciones Unidas
La Vanguardia



Gibraltar en una imagen de este verano (Jon Nazca / Reuters)


Efe, Bruselas 01/02/2019 15:10 Actualizado a 01/02/2019 20:43

Los países de la Unión Europea (UE) señalaron este viernes al territorio de Gibraltar como “colonia británica” en un documento en el que proponen que los británicos puedan viajar sin visado al espacio Schengen tras el Brexit, si realizan estancias cortas. “Gibraltar es una colonia de la Corona británica. Hay una controversia entre España y el Reino Unido en cuanto a la soberanía de Gibraltar, un territorio para el cual se debe encontrar una solución a la luz de las resoluciones y decisiones relevantes de Naciones Unidas”, apunta una nota a pie de página del documento, que se ha hecho público hoy.

El documento incluye a Gibraltar en la lista de territorios de ultramar británicos junto a otros como las Islas Caimán, las Malvinas o Anguila, si bien cuenta también con el añadido a pie de página para hacer referencia a la disputa entre España y el Reino Unido en cuanto a la soberanía del Peñón.

El documento incluye a Gibraltar en la lista de territorios de ultramar británicos junto a otros como las Islas Caimán, las Malvinas o Anguila

Fuentes diplomáticas apuntaron que Gibraltar figura en el listado de “territorios no autónomos pendientes de descolonización” de Naciones Unidas, por lo que la mención en el pie de página no supone ninguna novedad, y este mismo organismo recomienda que esta disputa se resuelva “mediante negociaciones bilaterales entre España y el Reino Unido”.

La propuesta, que recoge que los ciudadanos británicos puedan viajar sin necesidad de visado en el espacio Schengen durante noventa días en cualquier periodo de 180 jornadas, ha sido adoptada este viernes en una reunión de embajadores de los Veintiocho.

El documento tiene un añadido a pie de página para hacer referencia a la disputa entre España y el Reino Unido

Fuentes comunitarias aclararon, por su parte, que los gibraltareños quedarán cubiertos en las mismas condiciones que los nacionales en Reino Unido por la regulación propuesta hoy por los países respecto a los visados para las estancias cortas en el territorio Schengen.

En virtud de los tratados europeos, las leyes comunitarias se aplican a Gibraltar en su condición de territorio europeo de cuyas relaciones externas es responsable un Estado miembro, por lo que dejarían de aplicarse automáticamente en el Peñón en el momento en el que el Reino Unido ya no forme parte de la UE.

No es la primera vez que Gibraltar es protagonista en las negociaciones de salida del Reino Unido de la Unión Europea, pues ya en noviembre España amenazó con bloquear el acuerdo del Brexit al considerar que no daba garantías jurídicas suficientes de que el Gobierno español tendría la última palabra en cualquier futuro acuerdo con Gibraltar.

Finalmente, España se posicionó a favor del acuerdo tras conseguir un documento en el que los Veintisiete le aclararon por escrito las potenciales interpretaciones del artículo del acuerdo con que no estaban conformes.

El Ejecutivo comunitario presentó la propuesta legislativa sobre los visados el pasado 13 de noviembre.

Si la retirada del Reino Unido se produce sin pacto el próximo 29 de marzo, fecha prevista del Brexit, esta iniciativa entraría en vigor el 30 de marzo.

Sin embargo, si se cierra un acuerdo, el plan se adoptaría tras la conclusión del periodo de transición, que en principio se prolongará desde la fecha en que Londres deje la UE hasta el 31 de diciembre de 2020 y durante el cual se seguirá aplicando la legislación comunitaria en el Reino Unido. EFE

viernes, 30 de noviembre de 2018

Brexit y la pesca en Malvinas

Las capturas pesqueras de Malvinas ante el "Brexit"





La palabra “Brexit” abrevia la denominación inglesa "British exit", es decir, la separación del Reino Unido de la Unión Europea (UE), con motivo del referéndum de junio de 2016 en el que ganó la posición de abandonar la UE y cuya salida podría efectuarse el próximo 29 de marzo de 2019, aunque, habría un período de transición hasta el 31 de diciembre de 2020 para alcanzar los posibles acuerdos comerciales, compensaciones y adaptaciones de todas las modificaciones económicas, comerciales y sociales.



La UE se integra por 28 países y los denominados territorios de ultramar, entre ellos Malvinas, las Islas Georgias del Sur, Sándwich del Sur y el que denominan “Territorio Antártico Británico” en posesión ilegal del Reino Unido, que comercian y permiten que sus ciudadanos se trasladen, vivan y trabajen libremente entre estas naciones.

La Incorporación de los Territorios de Ultramar (PTU) a la UE surge por la ratificación del Tratado de Lisboa, por el que se modificó el Tratado de la Unión y el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, que entró en vigor el 1 de diciembre de 2009 y, si bien pudo firmarse antes, se postergó por el rechazo inicial de Irlanda en 2008.

La aprobación debió contar con la votación directa de la población de los distintos países miembros, motivo por el cual, los ciudadanos españoles e italianos -entre otros- votaron por la aprobación de que Malvinas y el resto de los archipiélagos citados, formen parte de la UE. Y ¿cómo votaron los ciudadanos argentinos con doble nacionalidad? Lo ignoramos, pero sí sabemos, que la Cancillería Argentina no llevó adelante campaña alguna para oponerse al ingreso de Malvinas, la Antártida y las demás islas a la UE.

¿Podrían haberse modificado los resultados? Probablemente sí, los ciudadanos españoles, muy particularmente, a raíz del apoyo argentino durante el boicot que sufrió ese país y también los italianos, ya que es conocida la importante migración de ciudadanos de ambos países a la Argentina y, la numerosa gestión de doble ciudadanía española e italiana de argentinos descendientes de esos países.

La Argentina debió rechazar en esa ocasión las referidas incorporaciones a la UE por imperio de la Res. ONU Nº 1514 (XV), las Res. ONU Nº 2065/65 y 37/9, la Res. 3160 (XXVIII) y, por analogía, las Res. ONU Nº 3171/73 y 3175/73 y, la Res. ONU Nº 31/49, pero ahora, en esta etapa transitoria y luego de concretarse el Brexit.

Y, con los mismos argumentos, debiera rechazar enérgicamente, que las materias primas y productos de Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur tengan un estatus diferente al de la República Argentina, ya que los extraídos, capturados y producidos ilegalmente en esos archipiélagos y en el atlántico sur, son de origen argentino y no pueden considerarse de otra forma, al menos hasta que no se acuerde la cuestión de fondo: la soberanía de esos territorios, que se halla congelada bajo la fórmula del paraguas de libre comercio entre los países de la UE, en enero de 2014 se le agregó la Decisión 2013/755/UE del Consejo, relativa a la asociación de los países y territorios de ultramar con la Unión Europea (“Decisión de Asociación ultramar”) el Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG) y, las reglas de origen del SPG son las normas de origen preferenciales que simplifican o flexibilizan las normas para los productos y, a partir de 2017, dieron paso a la certificación de origen por parte de exportadores registrados, proceso conocido como autocertificación.

El exportador autorizado debe poder garantizar a sus autoridades aduaneras que es capaz de demostrar el carácter originario de sus productos y ello, le resultaría imposible si se tuvieran en cuenta las resoluciones citadas de las Naciones Unidas.

Por ello, en la actualidad, podrían estarse certificando irregularmente de origen en Malvinas, como territorio de ultramar (PTU) de la UE, a los pescados y mariscos -unas 200 mil toneladas anuales- capturados bajo licencia ilegal británica en la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA) o bien de origen español, por los Joint Venture armados en Malvinas, o de otros países miembros de la UE que capturan en la ZEEA con esas licencias británicas, compitiendo contra Argentina en el comercio europeo con ventajas arancelarias, aduaneras y de tránsito, en razón del libre comercio que impera en la Unión Europea e, inclusive, los PTU podrían quedar exentos de las normas de origen, favoreciendo la “pesca ilegal, no declarada, no registrada” (INDNR) que el Consejo de la Unión Europea ya prohibió a través del Reglamento (CE) N°1005/2008 dictado el 29/09/2008, por el que estableció, un sistema para prevenir, desalentar y eliminar la “pesca ilegal, no declarada y no reglamentada” y en la que considera pesca INDNR, la que se realiza por parte de los países, empresas o buques extranjeros sin la habilitación pertinente o que no puedan demostrar el origen.

Pesca, que accesoriamente la Argentina, debería considerar como igualmente “ilegal, no declarada y no registrada” a la realizada sin autorización alguna o a la obtenida mediante licencias pesqueras u instrumentos similares, otorgados por terceros países a embarcaciones extranjeras o propias para la captura ilegítima en la ZEEA de los recursos pesqueros; o de los recursos migratorios en la área adyacente a la ZEEA, o que pertenezcan a una misma población o a poblaciones de especies asociadas a las de la ZEEA.

Es decir que, de ningún modo, las materias primas o productos obtenidos en los archipiélagos referidos o en el mar circundante, pueden seguir teniendo el estatus de europeos, antes o después del Brexit, ya sea porque son obtenidos en un territorio argentino ocupado en forma ilegal por Gran Bretaña y/o porque su comercialización debe encuadrarse, en los casos de pescados y mariscos como obtenidos de la pesca INDNR, ya que no se tratan de productos capturados fuera de las aguas jurisdiccionales, es decir en alta mar e, incluso, en estos casos, las capturas no deberían tratarse de recursos migratorios o asociados a la Argentina, el país ribereño, de acuerdo a la CONVEMAR.

Por otra parte, cualquier acuerdo del MERCOSUR antes o después del Brexit no debiera tener en cuenta a los territorios de ultramar (PTU) que la Argentina no reconoce que formen parte de la UE ni que sean parte del Reino Unido.

Las dificultades del Brexit entre el Reino Unido y la UE respecto a la presencia de una frontera visible o "dura", con controles, entre Irlanda del Norte e Irlanda (o República de Irlanda), debería ser lo contrario a las buenas relaciones entre el continente argentino y Malvinas, ya que esta, como integrante del territorio provincial de Tierra del Fuego, tiene derecho al libre intercambio comercial, en tanto y en cuanto los habitantes de Malvinas cumplan la legislación vigente en la Argentina, entre ellas la ley 24.922 en materia de pesca, lo mismo que ocurrirá con Irlanda después del Brexit, por ser parte integrante de la Unión Europea y ajena al Reino Unido. Sin embargo, sería bastante absurda la idea de algunos irlandeses del norte de tener regulaciones de la UE diferentes al resto del territorio británico, de igual modo que los territorios de ultramar.

La situación en el Reino Unido es ciertamente muy compleja, ya que tiene posiciones encontradas entre las exigencias del Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte y los diputados (35) del Partido Nacional Escocés (SNP) e incluso May tiene problemas con el ala dura del Partido Conservador. En este escenario los reclamos de Argentina a la Unión Europa pueden tener algo más de éxito que cuando el Reino Unido era parte integrante de esa comunidad.

Y, si analizamos los motivos por los cuáles los británicos promovieron el Brexit, podríamos imaginarnos qué tanto le preocupa el destino de unos cuantos isleños en Malvinas. Un ejemplo de ello es la reacción del Gobierno de Gibraltar ante acuerdo del Brexit alcanzado por la Unión Europea y el Reino Unido.

Ha llegado la hora, que nuestra Cancillería, tenga una política activa, que se sobreponga a 53 años de reiterados e inconducentes reclamos a Gran Bretaña que se siente a negociar la soberanía conforme lo previsto en la Res. de la ONU Nº 2065/65 y, por supuesto, llevar adelante una política absolutamente contraria a la de facilitar -acuerdos de investigación pesquera mediante- la captura de nuestros recursos en nuestro territorio marítimo, por parte de buques extranjeros con licencia ilegal británica. (DR. CÉSAR LERENA)

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Negociaciones por Gibraltar por el Brexit


España acusa a May de cambiar el acuerdo del Brexit con “nocturnidad y alevosía”






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El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, dice que el Gobierno no permitirá la “situación colonial” de Gibraltar

Imagen de archivo del aeropuerto de Gibraltar (Marcos Moreno / AP)



El Gobierno español ha admitido este jueves que versiones anteriores de la declaración política que establecerá el marco de la relación futura entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) tras el Brexit recogía la posición española sobre la cuestión de Gibraltar, pero que a última hora se modificó “con nocturnidad y alevosía” a petición de la primera ministra británica, Theresa May.

Así lo ha reconocido el secretario de Estado para la UE, Luis Marco Aguiriano, en declaraciones a los medios de comunicación antes de comparecer ante la Comisión Mixta que componen diputados y senadores para explicarles el acuerdo del Brexit.

Con la redacción actual se podría interpretar que Gibraltar queda incluido en la relación futura que Reino Unido negocie con la UE


En esa comparecencia, Marco Aguiriano ha informado de las reservas que el Ejecutivo tiene acerca de ese acuerdo de Retirada y del borrador de declaración política que establece el marco de la relación futura entre el Reino Unido y la UE.

Las reservas tienen que ver con que los textos, tal y como están redactados en la actualidad, no dejan claro sin ningún género de dudas que todas las cuestiones relativas a cómo esa relación futura se aplicará en Gibraltar debe ser independiente de la negociación general y además deberá contar siempre con el visto previo de España.

Dicho con otras palabras, con la redacción actual se podría interpretar que Gibraltar queda incluido en la relación futura que Reino Unido negocie directamente con la UE, como advierte la Abogacía del Estado y la Asesoría Jurídica Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, una interpretación que es inaceptable para España.

Bajo el punto de vista español, las negociaciones sobre ambos textos siguen abiertas y la situación cambia “cada media hora”. Marco Aguiriano ha pedido el apoyo de los grupos políticos a las gestiones del Gobierno español en aras de reforzar la posición de España ante sus socios europeos.

El ministro de Fomento advierte que España “no va a permitir” la “situación colonial” de Gibraltar

Sobre Gibraltar, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha dicho que el Gobierno asume que “Reino Unido ejerza la representación”, pero advierte que no lo considera parte del país y que “es una situación colonial que España no va a permitir”. Y ha añadido: “No vamos a aceptar que la Comisión Europea nos imponga ningún marco de relación con esta colonia”.

“Sentimos que no ha habido la sensibilidad en un tema como éste. Se trata de un hecho muy excepcional en Europa y pese que ha estado asumido no deja de ser una cosa extraña que en nuestro país tengamos una colonia británica”, ha concluido.

El ministro principal de Gibraltar afirma que hay acuerdo sobre el Brexit pero España lo desmiente

La Vanguardia


El secretario de Estado para la Unión Europea, Luis Margo Aguiriano, niega que se haya hecho ningún avance con Londres sobre la cuestión del Peñón


Una mujer camina a través de la frontera entre Gibraltar y España (Daniel Ochoa De Olza / AP)


El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, aseguró este viernes que ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno de España en torno al papel del Peñón en el pacto de Retirada de Reino Unido de la Unión Europea durante una reunión celebrada este viernes en Madrid con las autoridades españolas.

Fabian Picardo añadió que cualquier revisión de la situación del enclave en el Brexit supondría reabrir la renegociación del acuerdo completo. “Hemos trabajado muy duro y de hecho alcanzamos un acuerdo con los colegas españoles respecto al papel de Gibraltar en el proceso de retirada... en buena fe hemos trabajado duro y hemos conseguido algo”, explicó Picardo a BBC Radio sin entrar en detalles.

Hemos trabajado muy duro y de hecho alcanzamos un acuerdo con los colegas españoles respecto al papel de Gibraltar” Fabian Picardo Ministro principal de Gibraltar

Picardo añadió que España no necesita hacer uso de un “veto” para llevar a Gibraltar a la mesa de negociaciones. “Si (el acuerdo de retirada) se abre aunque sea para una coma o un punto sobre Gibraltar, tendría que abrirse para el resto de temas”, señaló.

No obstante, el secretario de Estado para la UE, Luis Margo Aguiriano, desmintió las palabras de Picardo: “Yo no sé a qué se refiere con cuando habla de acuerdo, no me consta que haya habido ninguna modificación”, apuntó en declaraciones al programa Espejo Público. Además, aseguró que sigue sin haber un entendimiento sobre Gibraltar e insistió en que, de no alcanzarse, España votará que ‘no’ al acuerdo del Brexit que Londres ha sellado con Bruselas el próximo domingo 25 .

Yo no sé a qué se refiere con cuando habla de acuerdo, no me consta que haya habido ninguna modificación”


España insiste en su veto al Brexit si no logra las garantías suficientes sobre Gibraltar 

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, sigue desde La Habana la evolución de las negociaciones. Fuentes españolas aseguraron que en la reunión de hoy en Bruselas para intentar llegar a un acuerdo, éste no fue posible
Infobae

 
Pedro Sánchez (Reuters)

El Gobierno de España mantiene su veto a un acuerdo sobre el "brexit" porque sigue sin tener las garantías suficientes en relación con Gibraltar, indicaron fuentes españolas.

El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, sigue desde La Habana la evolución de las negociaciones sobre el "brexit" y fuentes españolas aseguraron que en la reunión de hoy en Bruselas para intentar llegar a un acuerdo, éste no fue posible.

Explicaron que España sigue sin tener las garantías suficientes y, por tanto, el acuerdo no existe.

El Gobierno de Sánchez considera "impensable" que haya un acuerdo del que no forme parte España y reitera que mientras no tenga todas las garantías, no dará su respaldo, según las fuentes.

"Tenemos que estar seguros de que no va a haber un acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido que no sea un acuerdo previamente discutido entre el Reino Unido y España", subrayaron.

Ante la posibilidad de que España decidiera no acudir al Consejo Europeo que se celebrará el próximo domingo, las fuentes subrayaron que el Gobierno ni siquiera está ahora en eso.


Pedro Sánchez y Theresa May (AP)

Pero insistieron en su convencimiento de que no habrá un acuerdo del que no forme parte España.

"No creo que vaya a haber un Consejo Europeo a 26. Es impensable. No estamos en si ir o no, si ir este domingo o el miércoles. Lo importante es tener el acuerdo con todas las garantías que nosotros queremos", recalcaron.

El Gobierno español asegura que los socios comunitarios entienden que debe defender sus intereses y, por tanto, comprenden su posición.

Por otra parte, las mismas fuentes indicaron que consideran que el anterior Ejecutivo, presidido por Mariano Rajoy (PP, centroderecha) no fue "suficientemente ambicioso" en la negociación del "brexit" en relación con Gibraltar.

Frente a ello explicaron que el Gobierno de Sánchez exige ahora unas garantías que aseguren que todo lo que ocurra sobre Gibraltar será siempre con acuerdo de España.

"El Gobierno anterior no llevó la ambición hasta donde nosotros consideramos que hay que llevarla en relación con Gibraltar", resaltaron las fuentes.

El Peñón de Gibraltar fue cedido a Londres por el Tratado de Utrecht en 1713 y desde entonces es colonia británica.

jueves, 4 de enero de 2018

Pesqueras depredadoras asustadas por el Brexit

Empresas pesqueras de Malvinas temen por el impacto del Brexit

El impacto potencial de la salida del Reino Unido de la Unión Europea es motivo de preocupación para algunas empresas pesqueras, tanto locales como extranjeras, que operan en las Islas Malvinas. Inquietud de empresas españolas que operan en las islas.



Fundación Nuestro Mar

Algunos temen que, como territorio británico de ultramar posterior al Brexit, los aranceles aduaneros para los productos de pescados y mariscos de las Islas Malvinas exportados a los mercados de la UE puedan aumentar.

Representantes del Reino Unido y la UE trabajarán en los detalles del nuevo acuerdo comercial durante las negociaciones en curso. Recientemente llegaron a un acuerdo para pasar a negociaciones comerciales y podrían entrar en un período de transición de dos años después de que el Reino Unido abandone oficialmente la UE en marzo de 2019, informó la BBC.

El Brexit no solo podría significar la introducción de nuevas tarifas de derechos aduaneros, sino que también podría traducirse en un aumento de la documentación, retrasos y gestión adicional con los 27 miembros restantes de la UE, ya que se establece un nuevo sistema de aduanas.

"El Brexit es una preocupación real. Claramente nos preocupa el efecto potencial que tendrá sobre nuestras exportaciones y los aranceles que tendremos que pagar para vender pescado en nuestros mercados establecidos, en Europa", dijó James Wallace, director Georgia Seafoods, establecida en las Islas Malvinas. "Como si vender marisco de las Malvinas no fuera ya lo suficientemente difícil", sentenció.

Otra fuente del sector pesquero en las islas también estuvo de acuerdo. "Va a hacer nuestras vidas un poco más difíciles", dijo, hablando bajo condición de anonimato.

Ésta fuente señaló que los productos pesqueros de las Malvinas recibirían una competencia más dura por parte de los productos que pescan las empresas españolas que operan en aguas cercanas. Esas compañías no necesitan pagar impuestos para ingresar al mercado europeo.

Otra fuente de una empresa española, que vende el calamar de las Islas Malvinas en España y otros mercados europeos, también manifestó estar preocupado. "No tengo noticias de cómo el Brexit puede afectar nuestro negocio con productos de las Malvinas. Hemos hecho preguntas, pero hay mucha incertidumbre. Por el momento, parece que a corto y mediano plazo, la perspectiva es de mantenimiento. del estado actual ", señaló la fuente española.

Las licencias de pesca son manejadas directamente por el gobierno de las Malvinas, señaló la fuente española. "Tienen su asesor científico para determinar las zonas de pesca y los períodos y gestionar la pesquería de forma autónoma", dijo, y agregó que las licencias de pesca eran propiedad principalmente de las empresas de las Malvinas.

"Esto no nos afectará", dijo, señalando que su empresa estaba comprando productos de las Islas Malvinas y vendiéndolos en Europa, describiendo a la empresa como "un proveedor de referencia de este origen". "Si no cambios y hay productos y condiciones de acceso a la Unión Europea, esto nos afectará", agregó.

Hizo hincapié en que la introducción de un impuesto a los productos de las Islas Malvinas los haría menos competitivos en los mercados europeos, señalando que el aumento del arancel de exportación de Argentina en los últimos años hizo que los productos de ese país fueran menos competitivos.

"Los productos pesqueros de Malvinas son ahora un producto de tarifa cero. Es muy complicado ser competitivo en la UE con un arancel del 12%", dijo, utilizando el nombre argentino en español para las islas en disputa.

En la actualidad, las exportaciones de pescados y mariscos argentinos a la UE tienen que pagar impuestos que van del 12% al 15% dependiendo del producto. Por el contrario, las exportaciones de las Islas Malvinas a la UE están actualmente libres de impuestos.

Mientras tanto, el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido, ahora dirigido por el pro-Brexit Michael Gove, utilizará su propia flota para mantener alejados a los europeos: un escuadrón de patrulleras armadas disuadirá a los arrastreros extranjeros después del Brexit, informa The Times.

Una de esas nuevas patrulleras será enviada a las Malvinas. El HMS Forth, que está siendo sometido a pruebas en el mar, tendrá un cañón de 30 mm, ametralladoras y un helicóptero cuando entre en servicio el próximo año. Se están construyendo otros cuatro barcos a un costo de 350 millones de libras esterlinas (468 millones de dólares) y uno irá a las Malvinas, asegura The Times.

El gobierno británico ha establecido un centro conjunto de coordinación operacional marítima, para coordinar toda la actividad de patrullaje marítimo de las agencias marítimas para obtener el máximo beneficio de vigilancia.

El calamar (Loligo e Illex) generalmente representa alrededor del 75% de las capturas anuales de unas 200.000 toneladas, según una presentación de 2014 del gobierno de las Islas, y están destinadas a mercados en Europa y Asia. El resto de las capturas consiste en varias especies de peces, incluidos bacalao, merluza hubbsi, merluza hoki y merluza negra, según la presentación.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Por el Brexit, Europa dice que le quitará el apoyo a UK en la ONU

Brexit: advierten que la Unión Europea podría retirarle el respaldo al Reino Unido en la ONU sobre Malvinas

La pérdida de influencia de Londres sobre el bloque regional podría afectar la postura histórica de los países del Viejo Continente en la Asamblea General
Infobae


Theresa May, premier británica (Reuters)

La salida del Reino Unido del bloque de la Unión Europea podría afectar el habitual respaldo que recibía Londres en las votaciones de la ONU sobre Malvinas por parte de los países del continente, según advirtieron experimentados diplomáticos británicos.

La pérdida de influencia del Reino Unido es un asunto que preocupa en las oficinas de Asuntos Exteriores, en medio de las negociaciones para concretar el brexit.

David Hannay, ex embajador británico ante las Naciones Unidas, advirtió que el Reino Unido ya sufrió un revés en una votación de junio con respecto al Archipiélago de Chagos, situación que se podría repetir cuando se discutan asuntos de Malvinas en la Asamblea General.

"Podemos tener el mismo fenómeno cuando el asunto se presente en la ONU en alguna estancia u otra en el futuro", señaló, en una sesión parlamentaria.



La Asamblea General de la ONU (Reuters)

A mitad de año, el Reino Unido sufrió una derrota calificada de "humillante" en Ginebra, donde se acordó llevar la disputa de Chagos, reclamado la república de Mauricio, a resolverse en la Corte Internacional de La Haya, con la abstención de numerosos países europeos. Esta votación "mostró que el viento está soplando", añadió Hannay. "La solidaridad de la Unión Europea está, me temo, en juego, y creo que vamos a perder", vaticinó.

Su parecer fue replicado por John Sawers, también ex embajador ante la ONU y ex jefe del MI6 (servicio secreto). "La posición del Reino Unido está siendo cuestionada", señaló.

Sawers repasó que Londres ha perdido luego de varias décadas su lugar en el tribunal de la Corte Internacional de Justicia (asiento ahora ocupado por un magistrado francés), lo que, en su opinión, refleja la pérdida de liderazgo y centralidad en el Viejo Continente.

Además, apuntó que Theresa May, pese a ser respetada en el plano internacional, podría ver desgastada su imagen por la ruptura con la UE, un proceso que va en contra de la integración global impulsada por la mayoría de líderes, con la clara excepción de Donald Trump. "Significa que ya no podrá tener el mismo rol a nivel mundial como el que ha desplegado en los últimos meses el presidente francés (Emmanuel Macron). Eso solo es describir la realidad", subrayó.

Por ello, según The Independent, Asuntos Exteriores ha lanzado un estudio para evaluar la influencia del Reino Unido en la ONU y el eventual impacto del brexit.

martes, 9 de mayo de 2017

Brexit permitirá negociar con otros países europeos

Malvinas: el Brexit abre la oportunidad para negociar con países de la UE
Así lo creen en el Gobierno; "esto le da libertad de manejo al resto de los países de la Unión Europea", dijo la canciller Malcorra; se negocian más vuelos y ya avanzaron con la identificación de los soldados
La Nación




Una oportunidad. Eso es lo que representa para la Argentina la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) según el Gobierno. Por primera vez en 44 años, el país tendrá la posibilidad de sentarse a negociar y presentar el reclamo de soberanía de las islas Malvinas a países europeos con los que hasta el momento, por los compromisos que los ataban con Gran Bretaña, no podía avanzar.

Aunque se trata de algo aún en evaluación y que demorará por lo menos dos años -el tiempo que le insumirá a la Unión Europea completar el Brexit-, en la Casa Rosada consideran que el espacio que se abrió es propicio para sumar apoyos que favorezcan la posición de la Argentina ante organismos internacionales. Es que el Brexit, el programado divorcio entre Gran Bretaña y la Unión Europea, provocó un nuevo escenario de oportunidades para negociar con países que hasta ahora nunca aceptaron hacerlo.

La ministra de Relaciones Exteriores también aseguró que no se trata de una tarea sencilla. "Hay una madeja de acuerdos entre los países", sostuvo.

Un ejemplo de esto fue lo que sucedió en la última gira que realizó el presidente Mauricio Macri por Holanda, la última semana. En una reunión que mantuvo con referentes del Parlamento holandés, el jefe del Estado recibió de miembros del Senado de Holanda la propuesta de "ayudar en lo que se pueda" para acercar posiciones con el Reino Unido, con relación al reclamo de soberanía de las islas Malvinas.

En el Gobierno ese gesto despertó expectativas positivas. "Nuestra intención siempre es dialogar, así que cualquier cosa que apunte a favorecer el diálogo social es bienvenida de nuestra parte", dijo la canciller hace unos días.

La ruptura de Gran Bretaña con la UE también servirá para torcer otro capítulo que dejó a la Argentina en desventaja. En 2005, en un anexo de la Constitución europea, se estableció que las islas Malvinas formaban parte de los "países y territorios de ultramar" de la Unión Europea. En ese momento, el entonces canciller Rafael Bielsa expresó el "profundo rechazo" que causó esa inclusión.

Identificación de héroes

Pero en la estrategia del gobierno nacional hay otros pasos que se llevarán adelante este año. En palabras de Malcorra, una "hoja de ruta en capítulos", entre los que se destacan sumar nuevos vuelos a Malvinas y la identificación de los restos de los soldados argentinos no identificados enterrados en el cementerio de Darwin, en las islas Malvinas, tras la guerra de 1982. Se trata de una tarea que lidera el Comité Internacional de la Cruz Roja, de acuerdo a lo establecido en Londres, en diciembre pasado, entre la Argentina, el Reino Unido y la Cruz Roja.

Con esta acción, el Gobierno busca saldar una deuda histórica para con los familiares de los héroes caídos que yacen en el cementerio de Darwin bajo la leyenda "Soldado argentino sólo conocido por Dios".

"Es fundamental terminar el proceso de identificación de los soldados y, así, poder establecer su identidad. Lo de los vuelos lo estamos viendo, es algo que se puede retomar", manifestó Malcorra.

La administración de Macri ratificó que la lucha por la soberanía de las islas es una política de Estado y que la forma para recuperar las Malvinas es la vía diplomática. El Presidente, en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, hace un mes, explicó que el profundo cambio en materia exterior que llevó adelante durante su primer año de gestión es el camino "para avanzar" en los intereses nacionales, incluyendo el "legítimo reclamo por las islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur".

Según dijo el Presidente, "el diálogo fortalece" la posición de la Argentina y "nos permite acercarnos para encontrar una solución definitiva a este prolongado diferendo".

Al igual que el jefe del Estado, después de que se conociera que Gran Bretaña había comprado equipamiento militar para reforzar la seguridad de las islas, Malcorra agregó: "Nuestro compromiso es resolver el tema de Malvinas de forma pacífica, utilizando todos los mecanismos y medios disponibles. Una militarización de las islas nos parece como mínimo inconducente. Preferimos, y así lo hemos manifestado, que la cosa no avance".

Además, el vínculo que se está construyendo entre la Argentina y Gran Bretaña, con especial énfasis en el reclamo por la soberanía de Malvinas, también busca expandirse a cuestiones ligadas al desarrollo tecnológico y cultural, dado el enorme interés del sector privado y de fondos de inversión por nuestro país.

lunes, 3 de abril de 2017

UK histeriquea con la UE por Gibraltar

Gran Bretaña "lista para ir a la guerra" con la UE sobre Gibraltar
La demanda incendiaria provino del conservador Michael Howard, quien dijo que Gran Bretaña haría lo necesario para mantener el territorio británico. Aludió a la protección de Gran Bretaña de otro puesto rocoso hace 35 años como precedente.
DW



Gibralter - el puesto británico rocoso en el extremo sur de España - ha sido empujado en el centro de atención Brexit después de que un ex líder conservador en Gran Bretaña dijo que el país estaba preparado para ir a la guerra para defenderlo.
Michael Howard - ex jefe del partido conservador de Gran Bretaña y miembro de los gabinetes bajo los primeros ministros de Tory Margaret Thatcher y John Major - provocó una tormenta de fuego el domingo con sus comentarios incendiarios durante una entrevista con la cadena de televisión británica Sky News.
"Creo que no hay duda de que nuestro gobierno estará a favor de Gibraltar", dijo Howard. Hace treinta y cinco años esta semana otra mujer, primera ministra, envió un grupo de trabajo a medio camino por todo el mundo para defender la libertad de otro pequeño grupo de británicos contra otro país de habla hispana, y estoy absolutamente seguro de que nuestro actual primer ministro Muestran la misma determinación de estar al lado del pueblo de Gibraltar ".
Howard se refirió a la guerra de 74 días entre el Reino Unido y la Argentina en 1982, después de que el régimen de la Junta tomó las Islas Malvinas frente a la costa argentina, 35 años antes del 2 de abril.
Tres días después, la primera ministra británica, Margaret Thatcher, envió una fuerza naval para recuperar el territorio. Argentina se rindió el 14 de junio.


 Gibraltar y el Brexit (Getty Images / AFP / J. Guerrero)
Un referéndum en Gibraltar hace 15 años encontró que el 99 por ciento favorece el dominio británico sobre el español; Pero durante el referéndum Brexit del año pasado, el 96 por ciento votó a favor de "permanecer" en la UE

Un veto para Madrid

El secretario de Defensa de Gran Bretaña, Michael Fallon, hizo eco de los comentarios de Howard, pero de una manera menos provocativa. Fallon dijo durante una entrevista en la BBC Andrew Marr mostrar que Gibraltar estaría protegido "todo el camino".
La cuestión entró en la esfera pública un día después de que la Unión Europea proponía ofrecer a España un derecho de veto sobre las futuras relaciones comerciales de Gibraltar con el bloque.
El veto permitiría a Madrid dominar el destino del enclave una vez que Gran Bretaña haya abandonado el bloque, lo que significa que el estado de su territorio de ultramar ya no es un asunto interno de la UE.
España cedió el puesto rocoso - apenas ocho millas a través de la desembocadura del Mar Mediterráneo desde Marruecos - hace algo más de 300 años, pero ha buscado durante mucho tiempo su devolución. El poder de un veto sobre las relaciones comerciales entre Gibraltar y la UE pondría a España en una posición poderosa con respecto a la avanzada estratégicamente importante.



En 2002, los votantes en Gibraltar rechazaron la idea de que Gran Bretaña compartiera su soberanía con España en un 99 por ciento al 1 por ciento. Pero la población predominantemente británica respaldó abrumadoramente el permanecer en la UE en el referéndum Brexit de junio pasado.
El ministro de Asuntos Exteriores de España, Alfonso Dastis, se negó a hablar de derechos de veto cuando se trata de Gibraltar en una entrevista el domingo, pero dijo que consideraba la postura de la UE muy positiva.

sábado, 2 de julio de 2016

Otra visión sobre el Brexit y Malvinas

El Brexit y su impacto en la controversia de soberanía en el Atlántico Sur
(Por Vicente Berasategui; Télam)



El embajador Vicente Berasategui, del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), opinó para Télam sobre si se abre una instancia en la negociación sobre la soberanía de las Islas Malvinas, tras la decisión de Gran Bretaña de salir de la Unión Europea.

Señalar las probables consecuencias del Brexit en la controversia de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido en el Atlántico Sur resulta una tarea muy difícil, cuando todavía la situación no ha evolucionado como para facilitar información que permita evaluar cómo la decisión de los votantes británicos influirá en la determinación de la posición oficial británica sobre los pasos a seguir con respecto a la Unión Europea (UE).

Parece evidente que en Londres prevalece la idea de ganar tiempo para lograr, como mínimo, una suerte de limitación del daño que el pronunciamiento de la ciudadanía causará a la economía del Reino Unido.

Es lógico que el Brexit haya tenido un impacto global, por cuanto significa que la quinta economía del mundo abandona el proceso de integración más avanzado que existe a nivel mundial. Para colmo, los esfuerzos del primer Ministro David Cameron por fijar un período de espera hasta que la cumbre de los conservadores decida en octubre quién conducirá en su lugar el proceso de salida de la UE, demuestra que no hay en estos momentos una idea clara de cómo conducir las difíciles negociaciones en las que todos los miembros y órganos principales de la UE se verán envueltos.

A estas consideraciones cabe agregar la posibilidad de la reapertura de la cuestión de la independencia de Escocia, cuyo electorado votó masivamente -un 64%- por continuar en la UE, pero a la que Londres se opone por cuanto, entre otros problemas, puede afectar la disuasión nuclear británica, dependiente de sus bases en territorio escocés. Se mantiene además el problema de la continuidad de la libra esterlina, un tema sin solución. En estas condiciones, un nuevo referéndum sobre Escocia no parece factible en un futuro cercano.

Más allá de las consideraciones estrictamente económicas, conviene recordar que el movimiento de integración europeo reconoce una motivación política innegable, como consecuencia de la devastación que produjo la 2da. Guerra Mundial.
Se trataba de avanzar hacia instituciones supranacionales que alejaran los extremismos nacionalistas que llevaron a ese conflicto. Luego de varios fracasos, se llegó al primer paso de un largo camino, con la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero en 1951, a la que siguieron en 1957 Euratom y la Comunidad Económica Europea (CEE).

Por su parte, el Reino Unido lideró una asociación europea de libre comercio que, en definitiva, no pudo competir con la CEE y terminó por desaparecer. Siguió a continuación un largo período hasta que Londres fuera admitido en el proceso comunitario en 1973.

Con su ingreso, el Reino Unido inscribió a sus territorios de ultramar en la CEE, incluyendo las Islas Malvinas, mucho antes de que la Comunidad se convirtiera en la UE.

El electorado británico ha también golpeado a quienes han creído acertadamente que la presencia del Reino Unido en la UE favorecía una apertura comercial ante las conocidas actitudes proteccionistas de Francia y otros miembros de la Unión.

En suma, cabe esperar que las negociaciones sobre el Brexit no serán fáciles y que la hábil diplomacia británica deberá enfrentar una complicada situación, en la que la UE intentará fijar un alto precio a la salida de Londres para desalentar cualquier repetición del problema que ahora confronta.

Es en este contexto, se presenta la situación de los territorios de ultramar británicos. La UE les brinda una limitada asistencia mediante proyectos concretos que alcanzaron los 80 millones de euros entre 2014 y 2020, pero que en muchos casos son de considerable utilidad para esos territorios, pequeños enclaves en los que un proyecto pequeño puede hacer una gran diferencia.

En el caso de las Islas Malvinas, cerca de un 75% de su producción se exporta a la UE, en particular del sector pesquero, sin aranceles o cuotas a los que es tan afecta Bruselas. Los isleños proyectan pedir a Londres que trate de mantener este régimen, pero es evidente que, si se trata de fijar una vara alta para la salida británica, no será fácil lograrlo y las alternativas más factibles que se presentan son su terminación o un plazo relativamente breve para que el beneficiario se ajuste a la nueva situación.

En todo caso, no podrán obtener otro tratamiento que el que logre el Reino Unido, por lo que sería hoy prematuro evaluar esta cuestión. Cabe también preguntarse cuál será el impacto del Brexit en las inversiones de empresas de origen francés e italiano en las concesiones de exploración de hidrocarburos otorgadas por los isleños. Estas actividades ya están perjudicadas por la considerable baja de los precios del barril de petróleo en el mercado mundial.

Sí parece atinado pensar que, más allá de las implicancias económicas del Brexit para las Islas, la salida del Reino Unido puede modificar la posición de algunos miembros de la UE con respecto a la controversia de soberanía en el Atlántico Sur. Hasta ahora, ha existido un discreto apoyo a los requerimientos británicos en esta cuestión, cuidando sin embargo de no confrontar con la Argentina en un tema tan delicado.

Cabe suponer que esta actitud podría cambiar, con algunos miembros inclinados a favorecer negociaciones entre las partes y quizás otros simplemente a desentenderse del problema y manejarlo según las circunstancias que se den en el futuro.

Es obvio entonces que el Brexit no sólo golpeará a los isleños en sectores críticos de su economía. También les restará apoyo político entre los miembros de la UE.

¿Podrá este cambio en las expectativas de las Islas tener algún efecto en una mayor flexibilidad del lado británico, tanto en Londres como en las Islas?. No parece probable. Debe tenerse en cuenta que el nuevo Gobierno británico tendrá una fuerte influencia nacionalista y mantendrá por lo tanto una posición rígida en un asunto que involucra reclamos de soberanía. Esto no significa que su apoyo económico a las Islas siga necesariamente los lineamientos actuales. Quizás los isleños deban también ajustarse el cinturón si, como se vaticina, el Reino Unido afrontará dificultades presupuestarias.

Se plantea entonces otra pregunta, relativa a la reacción de los isleños ante un cuadro que se presenta más negativo que el anterior. ¿Adoptarán una posición más positiva hacia la Argentina?. No parece que su actitud de rechazar una solución de fondo sobre la soberanía pueda cambiar. Continuará la misma línea que prevaleció en la curiosa consulta que se hizo en las Islas en 2013. Tampoco un Londres más nacionalista permitiría un paso, aún tímido, sobre ese tema.

La realidad en las Islas sigue siendo de rechazo a la Argentina. Pese a que la reunión de Davos entre el Presidente de la Nación y el Primer Ministro británico se habría caracterizado por su cordialidad, los isleños continuaron con sus desplantes hacia la Argentina como si nada hubiera pasado. Se oponen, como siempre lo han hecho desde 1982, a cualquier paso que facilite la comunicación directa con el territorio continental. Son varios los ejemplos que podrían recordarse, pero basta con mencionar el último, que tuvo lugar el 23 de junio último, durante la reunión del Comité de los 24 en las Naciones Unidas, cuando uno de los isleños presentes se negó a estrechar la mano con nuestra Canciller. Queda por verse, entonces, si esa actitud tan negativa de los isleños sobre la Argentina se abandona finalmente, ante las consecuencias negativas que pueden surgir del Brexit.

En las semanas que seguirán, la dirigencia política británica necesitará evaluar cómo evitar que el Brexit termine por perjudicar seriamente la posición del Reino Unido en el sistema internacional. Es quizás por esa razón que el ex Primer Ministro Tony Blair se inclina por considerar que no todo está dicho sobre la cuestión y parece pensar que puede encontrarse una salida, no tanto de la UE, como del propio Brexit.