Mostrando entradas con la etiqueta inserción aérea. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta inserción aérea. Mostrar todas las entradas

domingo, 4 de diciembre de 2022

Las incursiones de helicópteros británicos al continente

Extracto del libro del piloto inglés Hutchings sobre maniobras inglesas en el continente: "Memoria de vuelo"




El libro "Memoria de vuelo en la guerra de las Falklands”, que fue escrito por el piloto inglés de helicópteros Richard Hutchings, hubo combates en territorio argentino durante la Guerra de las Malvinas. Las acciones han sido mantenidas en secreto por ambos gobiernos (argentino y británico), pero “varios ex conscriptos” se pusieron en contacto con él, “desesperados por contarme sus experiencias”.
“Los conscriptos afirman que su experiencia de guerra contra el enemigo británico tuvo lugar en territorio continental argentino en la Patagonia, donde unos 3.000 conscriptos operaron junto a fuerzas regulares en la protección de aeropuertos, depósitos de combustible en las bases aéreas de Río Grande y Río Gallegos, para protegerlas de operaciones de sabotaje por fuerzas especiales británicas”, según el coronel Hutchings.



Estos conscriptos alegan que se enfrentaron con fuerzas de SAS y SBS (Special Air Service y Special Boat Service, fuerzas especiales del Ejército y de la Marina británicas) en territorio argentino y “se quejan que su servicio de guerra nunca ha sido reconocido porque la presencia de fuerzas especiales británicas en suelo argentino ha sido desde siempre negado”.
Las pérdidas argentinas resultantes de estos combates suman quince. Empero “razones de seguridad nacional me impiden hacer más revelaciones al respecto a esta altura”, sostuvo el Coronel británico.
La controversia no es nueva ya que en verdad el lanzamiento original de su libro data de 2009, pero una nueva publicación, sobre la abortada operación de esas fuerzas para destruir aviones y sobre todo los temibles misiles Exocet argentinos en Río Grande, Tierra del Fuego, y que culminó con la auto destrucción del helicóptero y refugio en Chile de sus integrantes, la ha hecho resucitar, publica el sitio MercoPress.



La operación ‘Plum Duff’, que es descripta en el libro de reciente lanzamiento, ‘Exocet Falklands’, por lo visto tuvo al Coronel Hutchings entre uno de los pilotos del helicóptero Sea King cuya misión era conducir las fuerzas especiales hasta la base en Río Grande.
La misión no sólo no contaba con los mapas apropiados y al día, sino que en la ruta de navegación se cruzaron con una plataforma petrolífera argentina bien iluminada y defendida, lo cual sumado a las pésimas condiciones climáticas obligaron a volar a Chile, destruir la aeronave y más tarde entregarse a la policía chilena.



La Guerra de las Malvinas o Guerra del Atlántico Sur fue un conflicto bélico entre la República Argentina y el Reino Unido que tuvo lugar en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. La guerra se desarrolló entre el 2 de abril, día del desembarco argentino en las islas, y el 14 de junio de 1982, fecha acordada del cese de hostilidades. El origen del conflicto fue el intento por parte de la Argentina de recuperar la soberanía de las islas, a las que las Naciones Unidas consideran territorios en litigio entre la Argentina y el Reino Unido, aunque éste los administra y explota.
"Teniamos hombres del SAS en territorio argentino cerca de cada una de las bases aéreas. Para darle una idea de la forma en que actuaban, cuando estabamos a bordo del "Hermes", nos dijeron que teníamos dos minutos para prepararnos para recibir un impacto desde que llegaba la información procedente de la Argentina anunciando el despegue de un Super Etendard. Los primeros comandos llegaron en submarinos. Los otros salieron del "Hermes" a bordo de dos helicópteros. Uno de estos helicópteros se estrello en el mar justo después del despegue. Murieron en este accidente 21 hombres. El otro aterrizó en la Argentina y luego voló hacia Chile donde no se estrello como muchos dicen, sino que lo hicieron explotar cerca de Punta Arenas. Calculo que en la Argentina había por lo menos 30 miembros del SAS con radares móviles. Nosotros sabíamos cuando un Super Etendard o un Mirage despegaba de la Argentina”.
Michael Nicholson, corresponsal de guerra británico enviado al Atlántico Sur por la ITN (Independent Television News, el canal comercial del Reino Unido) a bordo de una de las naves de la Task Force. Cubrió conflictos armados en Nigeria, Irlanda del Norte, Vietnam, Camboya, Jordania, India y Paquistán, Rhodesia, Beirut y Angola.

miércoles, 2 de marzo de 2022

Asalto aerotransportado: Mikado inspirado en Entebbe

Funciones que son particularmente vitales - Operación Mikado

Rubber-Band Powered Blog


En el apogeo de la Guerra de las Malvinas en mayo de 1982, los británicos propusieron una incursión del Servicio Aéreo Especial (SAS) en un aeródromo ubicado en el extremo sur de Argentina.



Un C-130K de la Royal Air Force


Titulada Operación Mikado, hay una buena razón por la cual la incursión no continuó. Ningún avión podría llevar las bolas necesarias para escapar con éxito de esta misión.

Retrocedamos. La Guerra de las Malvinas, la recuperación británica de sus islas del Atlántico Sur por el mar por parte de las fuerzas argentinas, duró dos meses y medio en 1982. Por coincidencia, se produjo un nuevo amanecer en el puente aéreo táctico en esta época, como el concepto de lo que se podía lograr con un transporte (como digamos, un Hércules C-130) estaba cambiando. Desde la Segunda Guerra Mundial, el transporte aéreo táctico se había mantenido como un medio para ganar ventaja sobre un enemigo en el campo de batalla (lanzar paracaidistas desde la línea del frente) o reabastecer unidades distantes (especialmente aquellas atrapadas en los bolsillos del territorio enemigo). Pero todo eso cambió en 1976.

Ese año, terroristas palestinos secuestraron un avión de Air France y lo obligaron a ir al aeropuerto de Entebbe en Uganda. Los israelíes organizaron un esfuerzo de rescate (sobre el que escribiré en otra publicación) con cuatro C-130 Hércules, entregando un equipo de tropas de fuerzas especiales que combatieron a los soldados y secuestradores ugandeses en la terminal del aeropuerto, y rescataron a los rehenes. Cuatro años después, Estados Unidos intentó replicar esta hazaña en una escala mucho más ambiciosa en Irán, con la Operación Garra del Águila. Para rescatar a 60 rehenes retenidos en su antigua embajada en Teherán, los EE. UU. Utilizaron seis C-130 para entregar 120 operadores de Delta Force y su comitiva, junto con fragmentos de combustible, a un sitio llamado Desert One en medio de Irán (otro tema para otra publicación de blog). En Desert One, los Deltas serían descargados en helicópteros Marine RH-53, que serían reabastecidos y enviados a Teherán para el rescate. Los meses de preparación no llegaron a nada en Desert One cuando la misión fue abortada después de que uno de los RH-53 se descompuso, y el desastre se desarrolló cuando otro RH-53 entró en un C-130, matando a ocho militares estadounidenses. Sin embargo, por sus propios méritos, el elemento C-130 de la Operación Garra del Águila, que había volado por debajo de la red de radares de Irán, cumplió sus objetivos y escapó (de lo contrario) sin ser detectado, fue posiblemente un éxito y demostró la audacia que fue posible con meses de planificación, la inteligencia correcta y un poco de ayuda de los países vecinos.

Estas redadas tuvieron una consecuencia más duradera que el rescate de rehenes (o el intento de los mismos). Alimentaron la imaginación de los gobiernos de todo el mundo, que ahora dieron testimonio de los efectos de las incursiones aerotransportadas de precisión que se lanzan a largas distancias en el corazón de una potencia extranjera, produciendo efectos a nivel estratégico. El éxito de tales incursiones en el futuro mejoraría aún más con la introducción de gafas de visión nocturna de segunda generación como el PVS-5 (no utilizado en Entebbe) a las potencias occidentales a principios de la década de 1980; y la introducción de sistemas de contramedidas de guerra electrónica en los aviones de transporte. Ambas características dieron a las tripulaciones la capacidad de volar más bajo bajo una capa de oscuridad e intentar evitar la detección de radar, logrando algún elemento de sorpresa al asaltar un objetivo.



Viaje al fondo de la tierra: la ruta británica para retomar las Malvinas.

Pocos podían esperar entonces que la invasión de abril de 1982 de las Islas Malvinas por parte de la junta militar gobernante de Argentina fuera el escenario para un ataque aéreo táctico decisivo. Pocos fuera del establecimiento británico esperaban algún esfuerzo para retomar las islas. Incluso la Fuerza de Tarea de la Royal Navy que zarpó para reclamar las Malvinas tuvo cierto grado de precaución sobre su éxito. Su cubierta aérea provendría de sistemas de misiles a bordo de barcos y de los cazas Sea Harrier lanzados desde los portaaviones HMS Hermes e Invincible, los pequeños jets de salto aún se están introduciendo en servicio. Su oposición fue un total de 240 aviones enviados por el ejército argentino, desde combatientes supersónicos y aviones de ataque, hasta aviones de apoyo aéreo y helicópteros de tropas. No menos preocupante era una armada de aviones de transporte y vigilancia, que se utilizaron para reabastecer a la guarnición argentina en las Malvinas, o acechar a la Fuerza de Tarea de la Marina Real a través del Atlántico Sur. Una serie de aeródromos a lo largo de la costa sur de Argentina les permitió llegar fácilmente a las Malvinas, garantizando a las fuerzas desplegadas allí cierta cobertura aérea. Desde el mar, la Armada de Argentina optó sabiamente por no enviar su portaaviones al conflicto (una decisión reivindicada por el Royal Navy que hundió al general ARA Belgrano con relativa facilidad), dejando que sus aviones de ataque a bordo se lanzaran desde el aeródromo de Río Grande extremo más meridional del continente argentino. Aquí había una flota de A-4 Skyhawks (más tarde utilizada para realizar ataques de bombardeo de bajo nivel contra la flota de la Royal Navy) y un puñado de Dassault Super Etendards, este último capaz de disparar el misil antibuque Exocet. La Royal Navy en sí estaba equipada con Exocets lanzados al mar, y la posibilidad de que los aviones argentinos los lanzaran desde una distancia de 70 km creó temor en sus corazones.

Un Super Etendard de la Armada argentina, con un Exocet visible debajo del ala de estribor. Los primeros cinco de los 14 Super Etendards para Argentina se entregaron en 1981 y todavía estaban en integración con el Exocet cuando estalló la guerra. En 1984, se entregaron los nueve aviones restantes.

A pesar de la ventaja de la placa base, los brazos aéreos de Argentina enfrentaron varias desventajas durante todo el conflicto. La captura de las Malvinas tomó por sorpresa a muchas unidades militares argentinas. La Armada de Argentina todavía estaba lanzando la introducción del Exocet a su Super Etendard, y poseía solo cinco misiles que podían lanzarse por aire. Francia estaba convencida de cortar el suministro de más misiles, lo que llevó a Argentina a buscar rápidamente Exocets adicionales a través de Perú (que finalmente fueron negados por Francia). Mientras tanto, los Skyhawks confiaron en un método altamente arriesgado para lanzar una línea de bombas "tontas" a bajo nivel y alta velocidad para hundir barcos. Sin el uso de su portaaviones, la Armada de Argentina confió en solo dos aviones cisterna KC-130 para dar a sus Super Etendards y Skyhawks el alcance para atacar a la Fuerza de Tarea de la Royal Navy. Sobre las Malvinas, los jets rápidos de la Fuerza Aérea solo podían brindar minutos de cobertura durante cada misión, o también llevar a cabo ataques con bombas tontas.


Un Super Etendard argentino tomando combustible de un KC-130

La realidad de la amenaza que enfrenta la Fuerza de Tarea fue clara el 4 de mayo de 1982, cuando un misil Exocet golpeó al HMS Sheffield. La ojiva en el Exocet no detonó, pero el daño del impacto causó que la nave se hundiera seis días después. La Fuerza de Tarea no tenía dudas de que si un misil golpeara a uno de los portaaviones, especialmente al buque insignia, el HMS Hermes, y los sacara de la acción, la guerra se perdería.


HMS Sheffield después de ser golpeado por un Exocet

El mismo día que el HMS Sheffield fue herido de muerte, se produjo un desarrollo importante en Inglaterra. Un transporte Hércules C-130K, que había sido equipado apresuradamente con una sonda de reabastecimiento de combustible aire-aire, logró su primera conexión nocturna desde un camión cisterna. La modificación de la sonda fue parte de un esfuerzo furioso dentro de la Royal Air Force (RAF) para extender el alcance de su flota en respuesta a la Guerra de las Malvinas. El aeródromo amistoso más cercano estaba en la Isla Ascensión en el medio del Atlántico, a una distancia considerable de los aeródromos amistosos más cercanos en Inglaterra y Gibraltar. El rango de vuelo para los aviones de la RAF necesitaría extenderse aún más para llegar a las Malvinas, ya sea para ayudarlos a recuperarlos o para mantenerlos después de la guerra. Una posibilidad muy distante para la RAF consistía en un ataque contra el continente argentino.

La inclusión de una sonda de reabastecimiento de combustible en el C-130K demostraría ser un instrumento vital en una posible incursión contra Argentina que, de llevarse a cabo, sería uno de los ataques más audaces de la historia. Hasta ahora, la comunidad de inteligencia británica había liderado los esfuerzos para negarle a Argentina el misil Exocet en el mercado negro. Asimismo, se realizaron esfuerzos diplomáticos en Francia para evitar cualquier posibilidad de que más exocetos encuentren su camino a Argentina.


Ayudado por Roger Moore en la película de 1983 de James Bond "Octopussy".

Después del golpe en el HMS Sheffield, cuatro Exocets lanzados al aire permanecieron en el arsenal argentino. Una incursión de bombardeo de alto nivel al estilo de Black Buck por un vulcano en Río Grande demostraría ser demasiado vulnerable para la tripulación, sin garantía de la destrucción del Exocet en el suelo. Peor aún, casi no existía inteligencia sobre la disposición de la Armada argentina en Río Grande. La mejor vía para la retirada del conflicto de Exocet sería mediante una incursión de las fuerzas especiales entregada por un transporte. Poco después de que estalló la guerra, el Escuadrón No. 47 de la RAF comenzó a prepararse para esta posibilidad con un régimen de vuelo nocturno C-130K Hércules.

La incursión se tituló Operación Mikado, e involucraría a dos (y luego solo uno) Hércules C-130K que entregarían hasta 60 tropas desde el Escuadrón SAS B al aeródromo de Río Grande por la noche. Las prioridades del Escuadrón B eran triples: buscar y destruir a los Exocets; destruir cualquier avión de la Armada argentina que encontraron; y, si es posible, encuentre a los pilotos en sus bloques de alojamiento y matarlos.


Un C-130K de la Royal Air Force

Los pilotos del C-130K entrenaron duro. Se practicó la formación de dos aviones volando a bajo nivel durante la noche, realizando ensayos en los campos de aviación de la RAF en Inglaterra y Escocia. Hay una descripción fantástica de los ensayos aquí, incluidas entrevistas con uno de los navegantes y pilotos del C-130K. En mi investigación limitada, no puedo encontrar evidencia sobre si la aeronave estaba equipada con algún receptor de advertencia de radar o equipo de gafas de visión nocturna durante el entrenamiento o inmediatamente antes de la redada (y agradecería cualquier consejo) Cualquiera de los sistemas hubiera sido esencial para mejorar Las posibilidades de éxito de la redada.

La planificación y los ensayos para la Operación Mikado continuaron, pero se presentaron varios factores clave. Si bien los C-130K podrían reabastecerse de combustible, mantener a los petroleros Victor en la estación para un viaje de regreso a la Isla Ascensión los dejaría peligrosamente cerca de Argentina. Sin la posibilidad de un vuelo de regreso, los C-130K tendrían que abandonarse en Río Grande o volar a la vecina Chile (unos 80 km al oeste). Otro factor limitante fue la falta de inteligencia crucial en Río Grande. Ambos problemas se manifestaron en la Operación Plum Duff, un precursor de Mikado que buscaría construir una imagen más clara del objetivo.


Un Seaking de la marina real

El 17 de mayo, un Royal Navy Sea King fue despojado para ser una "lata de gas volador" y enviado desde la flota, con la misión de entregar un equipo de observación SAS a un lugar cerca de Río Grande. El éxito de la misión es discutible. Según esta cuenta, el Sea King fue detectado en el radar, y los combatientes argentinos fueron enviados a interceptarlo. Sin embargo, una fuerte neblina protegió al Sea King, y por pura suerte su tripulación descargó la patrulla SAS no en el punto de entrega acordado (que estaba repleto de infantes de marina argentinos) sino en la frontera con Chile. El Ministerio de Defensa del Reino Unido nunca reveló el destino final de esta patrulla, que se cree que partió de la frontera con Argentina. Mientras tanto, la tripulación del Sea King destruyó su helicóptero y evadió al ejército chileno durante más de una semana antes de ser capturados y devueltos al Reino Unido. Para una cuenta de esta misión, revise estas memorias de la tripulación.

El papel de Chile durante estos eventos demostró públicamente que se había convertido en una especie de socio silencioso para los británicos en las Malvinas. Dejando de prestar apoyo explícito, el trato de Chile a la tripulación del Sea King fue bastante hospitalario, y los vuelos de reconocimiento de Nimrod volaron desde el aeródromo de San Félix, propiedad de Chile, en el Océano Pacífico. Es especulativo sugerir que la RAF habría empleado el Nimrod R.1 de San Félix para volar a lo largo de la frontera entre Chile y Argentina, pero existe un fuerte argumento de que este podría haber sido el caso. Las ganancias de ELINT de este avión, especialmente en la construcción de una imagen de la cobertura de radar de Argentina, serían demasiado buenas para perderse.

Con este escrutinio, Argentina seguramente debe haber visto que Río Grande estaba en la mira. Ya habían intentado acercar la guerra al enemigo con la Operación Algiceras, una incursión de comando utilizando minas de lapa en los barcos en el puerto de Gibraltar, que estuvo terriblemente cerca del éxito. En su propio territorio, la amenaza a Río Grande fue suficiente para que tres batallones de marines argentinos estuvieran estacionados para defender la base aérea contra cualquier ataque, superando abrumadoramente cualquier fuerza que los británicos pudieran desembarcar allí, incluso por sorpresa.

La responsabilidad de la redada sería con el Escuadrón B de SAS, y si los riesgos no fueran evidentes para ellos, entonces la falta de inteligencia sobre el terreno sí lo era. Los israelíes habían lanzado Entebbe con planos arquitectónicos de la terminal aérea donde estaban retenidos sus rehenes, mientras que los estadounidenses sistemáticamente construyeron una imagen de su embajada capturada en Teherán. A falta de inteligencia satelital proporcionada por los Estados Unidos, no existía tal imagen de Río Grande para los británicos. El brigadier Peter de la Billière, director de la SAS, había defendido la redada poco después de que estallara la guerra al Ministerio de Defensa y al Primer Ministro como esenciales para la seguridad de la Fuerza de Tarea. El mayor John Moss, comandante del Escuadrón B, estaba menos convencido de su posibilidad del éxito de la redada, lo que llevó a su reemplazo sumario en el equipo. En la Isla Ascensión, el Escuadrón B de SAS esperó con la RAF C-130K la orden de llevar a cabo el ataque, que tendrá lugar entre el 19 y el 23 de mayo.



El plan ahora requería que se lanzara un solo C-130K desde Ascensión a la hora del día con un equipo de hasta 55 soldados SAS y Land Rovers en su bodega de carga. Durante un vuelo de 12 horas a través del Atlántico Sur, el C-130K repostaría hasta cuatro veces en camiones cisterna Victor (que probablemente requerirían reabastecimiento de combustible) antes de descender a la altura de la cima de las olas para acercarse a la costa argentina bajo una capa de oscuridad. La combinación de largas horas pasadas en la parte posterior del Hércules durante el reabastecimiento de combustible aire-aire, y una inserción táctica de bajo nivel volada durante más de 100 km, significaron que las tropas SAS habrían sido sometidas a uno de los paseos más incómodos de la historia de Hércules.



Suponiendo que el C-130K no hubiera despertado los radares argentinos durante su ingreso, el transporte rugiría sobre la ciudad de Río Grande mientras su población dormía. Al aterrizar en la Pista 25, el Hércules arrojaría inmediatamente su carga de tropas SAS desde las puertas exteriores y la rampa de carga, desplegándose alrededor del avión para proporcionar una cubierta protectora. Los maestros de carga habrían desencadenado a toda prisa los Landrovers de la cubierta de carga (tal vez incluso antes del aterrizaje) y descargado los vehículos a través de la rampa durante una ruidosa descarga del motor. La planificación inicial requería que el C-130K permaneciera en el aeródromo durante 30 minutos durante la redada y recogiera las tropas después de que se completara su misión (o incluso que el avión fuera abandonado), pero el Escuadrón B dejó a la tripulación de la RAF sin duda - ellos harían su propio camino a casa. A medida que el Escuadrón B asaltaba los hangares y bloques de alojamiento de Río Grande, los maestros de carga del C-130K yacían boca abajo en la rampa, mirando el tiroteo a través de gafas de visión nocturna y dirigiendo a la tripulación de Hércules mientras atacaba el impulso inverso a lo largo de la pista de aterrizaje de Río Grande. Una vez que hubiera suficiente distancia disponible en la pista, la tripulación del C-130K seleccionaría la potencia delantera completa y despegaría, volando la distancia restante hacia la seguridad en Chile. En total, el C-130K pasaría menos de cinco minutos en suelo argentino, y marginalmente más tiempo en su espacio aéreo. Mientras tanto, el Escuadrón B llevaría a cabo su misión y luego se abriría camino hacia la frontera con Chile.

Pero la llamada al lanzamiento nunca llegó. El desembarco anfibio en las Malvinas comenzó el 21 de mayo. El 25 de mayo, se cree que la Armada argentina pasó dos Exocets en el hundimiento del SS Atlantic Conveyor, que transportaba una carga útil esencial de helicópteros y equipos de construcción de pistas para los británicos. Sin embargo, gran parte del daño a la Royal Navy Task Force se produjo a manos de ataques de bajo nivel de aviones de ataque argentinos que entregaban bombas no guiadas, y estos aviones sufrieron un alto costo. A pesar de algunos temores de que podrían verse abrumados, los Sea Harriers de la Royal Navy se habían demostrado un luchador notablemente moderno y capaz en defensa de la flota, sin mencionar que proporcionaron un poco de apoyo aéreo cercano durante los aterrizajes. Una vez que los británicos aceptaron el plan para insertar el SAS en Río Grande por el C-130K, en su lugar se trasladaron a una inserción submarina, con los asaltantes cubriendo la última distancia en un bote inflable. Si bien Río Grande está cerca del agua, el SAS aún habría tenido que abrirse paso a través de las defensas de la base antes de que pudieran hacer su daño, y luego llegar a un lugar seguro, a pie a Chile, o en lancha auxiliar al submarino. La misión se practicó en las Malvinas, pero fue reemplazada por el fin de la guerra.

Si la Operación Mikado hubiera seguido adelante, entonces es fácil esbozar dónde habría encontrado el fracaso. El malogrado comandante del Escuadrón B de SAS, el mayor John Moss, luego fue a Río Grande después de la guerra y consideró que la redada habría sido suicida. Sin tener en cuenta los tres batallones marinos en Río Grande, el equipo de SAS se habría enfrentado a aviones fuertemente vigilados (y dispersos), una perspectiva difícil de matar a los pilotos argentinos en sus camas, y una búsqueda de dónde estaban exactamente almacenados los Exocets. Luego tendrían que cubrir la distancia restante hasta una frontera hostil con Chile, alterando así un delicado equilibrio diplomático aquí. Aún más difícil de predecir es el grado de éxito que Mikado habría logrado; sin duda, habría destruido varios aviones argentinos y causado una pérdida considerable de vidas que habría arrojado resultados sobre las Malvinas. Suponiendo que el Hércules llegó a Río Grande sin ser detectado (las unidades de radar de la RAF insistieron en que detectaron los C-130K durante los ensayos), habría sido una larga espera de cinco minutos en el suelo en Río Grande para salir ileso.


Actividad de la Royal Air Force en Ascension Island

La Guerra de las Malvinas aún resultó fructífera para los C-130K de la RAF. Junto con los transportes VC-10, fueron fundamentales para formar un puente aéreo desde Inglaterra a la Isla Ascensión (y más tarde a las propias Malvinas) que vio más de 3,250,000 libras de carga transportada por aire durante las primeras etapas de la guerra. A lo largo de la guerra, Hércules equipado con tanques de combustible adicionales hizo lanzamientos aéreos a la Fuerza de Tarea de la Royal Navy, justo a través de las naves cuando cerraron en las Malvinas.

Hoy, la Royal Air Force ha ganado y perdido muchas capacidades que poseía durante las Malvinas. La flota de Nimrod se fue, eliminando cierto grado de protección de fuerza para una flota de superficie, y pasará otro año antes de que se entregue el RC-135 para proporcionar una capacidad de recolección ELINT. Por el contrario, los C-130K de la RAF se desarrollaron a pasos agigantados en el rol de operaciones especiales, y cuentan con un considerable historial de servicio en los últimos años en Libia, Irak y Afganistán. En comparación con 1982, el C-130K hoy está equipado con una torreta de sensores infrarrojos, cámaras de televisión y contramedidas para derrotar a los misiles guiados por infrarrojos entrantes. Los equipos están bien versados ​​en el uso de gafas de visión nocturna para volar a bajo nivel al amparo de la oscuridad. A pesar de su talento, el C-130K ha envejecido con el tiempo y el uso intensivo, y pronto será retirado del servicio. El soporte de operaciones especiales se dejará al C-130J, al menos hasta 2022, cuando la RAF espera retirar su flota de modelos J. A partir de entonces, todo el puente aéreo táctico se convertirá en el dominio de 22 transportes Atlas A400M.

Es cierto que un Atlas podría haber enviado una fuerza bastante intimidante a Río Grande, pero tengo mis dudas de que, en el clima económico de hoy, se hubiera arriesgado en una pista de aterrizaje hostil durante cinco minutos.

martes, 21 de enero de 2020

Operación Mikado: Detalles del entrenamiento de los C-130 británicos

La 'misión suicida' secreta de las Malvinas

¿La Operación Mikado habría sido un asalto valiente en las mejores tradiciones de la SAS o una misión suicida arrogante?


Los SAS eran muy buenos. Habrían destruido todo a la vista. "Arriba: un transportador de Hércules Foto: Alamy

Por Neil Tweedie y Thomas Harding || The Telegraph


Cinco de la mañana, 21 de mayo de 1982, siete semanas después del conflicto de las Malvinas. El operador de radar argentino en la base aérea de Río Grande, en la isla de Tierra del Fuego, está esperando su cama. Afuera, la lluvia sopla a través del aeródromo desierto.

El blip aparece de la nada, a 25 millas del mar, llegando rápido y bajo. De repente alerta, el operador llama a su oficial de servicio, pero la señal ya se ha desvanecido.

En el Atlántico Sur, dos transportes C130 Hércules del 47° Escuadrón de la Royal Air Force luchan durante la noche. Golpeados por fuertes vientos en contra, surcan las olas a 50 pies para evadir la detección. Los copilotos miran a través de las gafas de visión nocturna, guiando a los pilotos hacia la costa, un lapso suficiente para causar un desastre. La visión nocturna está en su infancia, los dispositivos son un regalo secreto de los estadounidenses. La tensión aumenta a medida que se acerca el aterrizaje sobre Argentina, la conclusión de un vuelo de 13 horas desde la Isla Ascensión que involucra dos encuentros en el aire con los petroleros Victor.

Detrás de las tripulaciones, en las cavernosas bodegas del Hércules, unos 60 hombres del Escuadrón B, 22º Regimiento SAS, preparan sus armas y vehículos, los Land Rovers se erizan con ametralladoras. Esta es una misión unidireccional, los mejores resultados son escapar a Chile neutral o ser capturados. El peor resultado es demasiado obvio.

Minutos después, los C130 aterrizan bruscamente en la pista de aterrizaje de Río Grande. Las puertas traseras ya están abiertas, las rampas bajadas raspan el suelo. En un instante, los Land Rovers están cargando directamente por el delantal donde se encuentran cuatro cazas Super Etendard de la Armada Argentina de fabricación francesa. Algunos de los SAS lanzan cargas a las tomas del motor, mientras que otros buscan a los pilotos Etendard, a quienes dispararán apenas los tengan en la mira. Otro grupo busca el arma que, sobre todo, amenaza a Gran Bretaña con la derrota en el Atlántico Sur: el Exocet. Momentos después, los primeras cargas explotan. Los disparos estallan. El mundo se disuelve en el caos.




Si hubiera sucedido, la Operación Mikado habría sido la incursión más dramática realizada por Gran Bretaña desde la Segunda Guerra Mundial, un golpe de mano desesperado con la intención de eliminar la amenaza Exocet a la fuerza de tarea de la Royal Navy que busca recuperar las Malvinas. Con el acercamiento del trigésimo aniversario de la guerra, algunos de los involucrados han arrojado nueva luz sobre una operación que puede verse como un asalto audaz en las mejores tradiciones de la SAS o una misión suicida arrogante.

"En mi opinión, lo vi como un boleto de ida", dice Tom Rounds, navegante de una de las dos tripulaciones de Hércules entrenadas para Mikado. “En mi última carta a mi esposa lo dije. Todos teníamos nuestras maletas empacadas. Si no volviéramos, solo tendrían que ponerlos en el próximo avión de regreso al Reino Unido y entregar mis cosas a mi señora ".

El SAS, conocido como "hooligans" para las tripulaciones de la RAF, comenzó a planear asaltos a los aeródromos argentinos a los pocos días de la invasión de las Malvinas el 2 de abril, y un mes antes de Exocet, un misil antibuque rozaolas antibuque construido en Francia en el escenario mundial.

"Los planificadores habían decidido que las bases de cazas eran objetivos aceptables", dice Rounds. “Calculamos que tomaría de 20 a 30 minutos. Los vehículos saldrían corriendo de gamberros para cosechar el caos. Sellaríamos el avión y despegaríamos en un minuto, cosas reales de la Segunda Guerra Mundial ”.

El entrenamiento fue intenso, involucrando ataques nocturnos simulados en campos de aviación de la RAF desde Kinloss en Escocia hasta Binbrook en Lincolnshire. El libro de reglas se rompió cuando el Hércules rugió bajo sobre Gran Bretaña, tratando de entrar en los campos de aviación sin ser visto por el radar terrestre. "A los comandantes de la estación se les dijo que podríamos llegar en cualquier momento y que no llamaríamos a la torre de control", dice Rounds. "Llegamos a tan solo 50 a 100 pies".

El piloto de Rounds fue Jim Norfolk. "Fue muy divertido", dice. “Tan emocionante, tan sangrientamente peligroso también. No había visión nocturna, no había luces de pista. Una vez, el avión trasero terminó en frente. Nos cruzamos en el descenso y nunca supimos nada al respecto ”.

El 19 de abril, Argentina desplegó cuatro de sus cinco Super Etendards en Río Grande. Solo cinco Exocets lanzados al aire estaban disponibles. El 4 de mayo, dos de los cazas, cada uno con un Exocet, fueron en busca de presas. Lo encontraron en forma de HMS Sheffield, solo en servicio de piquete de radar. Tuvo tres minutos para reaccionar antes de que un misil se deslizara por su casco, matando a 20 hombres. La conmoción por la pérdida de un destructor moderno a causa de un solo arma guiada fue profunda, pero las soluciones a la amenaza planteada por los misiles restantes fueron pocas. Los aeródromos patagónicos de Argentina estaban a 4.000 millas de Ascensión, el aeródromo más cercano de Gran Bretaña, haciendo imposible una campaña sostenida de bombardeos de la RAF. Un ataque de Sea Harrier implicaría exponer a los dos portaaviones irremplazables de la fuerza de tarea, Hermes e Invincible, al ataque.

Ingrese el brigadier Peter de la Billière, director de la SAS y uno de los favoritos de Margaret Thatcher desde el asedio de la embajada iraní en Londres en 1980. Ahora defendió el asalto de Mikado al Gabinete de Guerra. Hubo un problema, sin embargo. Algunos controladores terrestres de la RAF afirmaron haber visto a Hércules acercándose a sus aeródromos. La sorpresa era la esencia de Mikado, y la detección temprana sería fatal.

"Hubo un cierto grado de orgullo profesional", dice Rounds. “El control de tráfico aéreo decía: 'Te vimos salir'. Pensé: 'No, no lo hiciste'. Además, fueron advertidos sobre nuestra llegada, los argentinos no lo estarían. Sin embargo, creó negatividad que fue captada por algunos de los SAS ".

El comandante John Moss, comandante del Escuadrón B de SAS, se convenció cada vez menos de la viabilidad de la operación, asuntos que llegaron a un punto crítico mientras su unidad se preparaba para abandonar Hereford para la Ascensión. Se creía que los argentinos estaban tomando medidas para frustrar tal ataque, acuartelando bases aéreas y dispersando aviones.

El 17 de mayo se produjo un gran revés, cuando se canceló una misión encubierta para insertar un equipo SAS para observar Río Grande. El helicóptero involucrado voló a Chile, donde la tripulación y el equipo SAS se entregaron. Chile fue un aliado secreto de Gran Bretaña durante toda la guerra, permitiendo que un Hércules de la RAF se basara primero en la Isla de Pascua en el Pacífico y luego en el continente. Las marcas del avión fueron pintadas y la tripulación se disfrazó con trajes voladores de estilo americano.

Las objeciones de Moss le valieron el despido sumario. En su autobiografía, de la Billière afirma: “Me consternó encontrar que la actitud de esta unidad [Escuadrón B] permaneció tibia. Encontré que el problema estaba en el comandante del escuadrón, que él mismo no creía en la operación propuesta.

Se nombró un CO más entusiasta y el Escuadrón B fue enviado a Ascensión. A pesar del fracaso de la misión de reconocimiento encubierta, Mikado continuó. Llegó más cerca de tener lugar entre el 19 y el 23 de mayo cuando uno, no dos, Hércules estaba preparado para el ataque.

"Tuve un buen desayuno durante todo el día", dice Rounds. "Jim [Norfolk] se paseaba fumando y decía:" Rondas, ¿cómo puedes comer en un momento como este? "

“No es valentía, solo te respaldas a ti mismo. Si te preocupa la muerte, estás en el negocio equivocado. Sal y conviértete en un maldito contador. Es guerra. Estás entrenado para luchar y morir, si es necesario. No importaba si no podíamos salir, pero teníamos que entrar. Siempre había una buena posibilidad de eso. Si el avión se disparó en la pista, no importaba, siempre y cuando los hooligans destruyeran a los combatientes. Volver a casa fue una ventaja.

"Sabías que no ibas a regresar porque no había un plan de tanque para el tramo de regreso", dice Norfolk. “El plan era que nos sentáramos en la pista esperando que los hooligans hicieran sus cosas y regresaran, pero no tenían intención de hacerlo. Iban a pantanos a pie a Chile, y yo iba a tomar el avión y hacer lo mismo ”.

¿Habría funcionado? “Los SAS eran muy buenos. Si pudieran bajarse del avión, habrían destruido todo a la vista. Sin embargo, habría habido mucha venganza, que probablemente habría estado dirigida al Hércules.

¿La incursión de Mikado? Pensé que era realmente estúpido, en realidad. Demasiado sangriento lejos. No fuimos porque no estaba autorizado. Hereford se había vuelto loco con esta idea. Afortunadamente, nuestro comandante de vuelo estaba en Ascensión, manteniéndonos en el lado sensato del vandalismo. A falta de media hora, nos dijo que no se había recibido ninguna orden. Se redujo a Margaret Thatcher, supongo. Hubiera sido una gran escalada ”.

"Estábamos preparados para ir", dice Rounds, "a un pelo del gatillo que se está apretando. Fue un gran anticlimax. La intensidad del entrenamiento fue inmensa ”.

John Moss ha permanecido en silencio sobre Mikado durante 30 años, pero ahora se permite un mínimo de defensa personal. En una referencia puntual a de la Billière, dice: “Solo cuatro personas sabían lo que estaba sucediendo, yo fui uno de ellos. Una persona, que ha escrito un libro, en realidad no lo sabía todo, ya que no estaba en el entrenamiento. Después todos nos dimos la mano y decidimos que nunca diríamos nada al respecto, pero una persona decidió hacer lo contrario.

“Expresé mi punto de vista en ese momento, que sentí que era el correcto. Después de dejar el ejército, bajé a Argentina para ver las cosas con un poco más de detalle. Estoy contento con la decisión que tomé. Fue la correcta y no me importa lo que otras personas hayan hecho ".

Los Exocets lanzados por el aire restantes de Argentina reclamarían una víctima más, el buque portacontenedores Atlantic Conveyor, hundido por un solo golpe el 25 de mayo, el día nacional de Argentina. Con ella fueron los helicópteros Chinook y Wessex destinados al asalto británico en Port Stanley.

"Moss articuló lo que muchos de sus hombres sintieron, y tomó el fuego", dice Rounds. "Personalmente, lamento no haberlo hecho. Tenía muchas ganas de ser probado. Pero hubiéramos tenido la suerte de salir ”.

domingo, 24 de junio de 2018

Operación Plum Duff en Tierra del Fuego

Declaraciones de militar británico “Confirma lo que nosotros veníamos diciendo desde hace muchísimos años”

Por Minuto Fueguino




El veterano de guerra de Malvinas Juan Carlos Alderete dijo que las declaraciones del capitán del Servicio Aéreo Especial británico Andy Legg, quien reveló los detalles de la llamada Operación ‘Plum Duff’, “confirma lo que nosotros veníamos diciendo desde hace muchísimos años”.


“El pasado 10 de marzo salió en los medios británicos una declaración de un oficial inglés, el capitán Andy Legg, quien tuvo a cargo una misión que era infiltrar comandos SAS acá en Tierra del Fuego, más precisamente en Río Grande en una operación llamada Plum Duff. Él desembarcó en el norte de la Isla por medio de helicópteros Sea King –que eran dos- y venían desde el portaaviones Invencible (HMS Invincible – R05)”, explicó Alderete.

Agregó que uno de estos helicópteros “alcanza a llegar a una cierta zona en los límites con Chile, más pegado a lo que son los límites con Chile porque había sólo una línea donde estaban los militares chilenos de un lado y los militares argentinos del otro. Justamente nuestros soldados estaban esperando a este helicóptero que venía desde el Invencible porque el otro helicóptero es abatido en cercanías del Estrecho de Magallanes por un cohete Blowpipe y queda destruido, cayendo todos los pedazos en el agua y todos sus ocupantes son muertos”.

Detalló que “este helicóptero fue derribado por los infantes de marina argentinos que estaban apostados en cercanías de los límites con Chile, en el norte de la isla de Tierra del Fuego. El otro helicóptero inglés trata de llegar a la costa y cuando lo hace y quiere bajar a sus ocupantes, también fue repelido por los infantes que estaban en la zona esperando”.

Alderete dijo que “ese helicóptero levanta vuelo, estando averiado y vuela hasta el sector chileno –a 80 kilómetros al norte de Punta Arenas y allí es ‘accidentado’ de la misma manera que ocurriera con otro helicóptero inglés en Agua Fresca, y la tripulación se entrega a los chilenos en Santiago de Chile. Este aparato estaba involucrado en la Operación ‘Plum Duff’”.

Precisó que “este segundo helicóptero que declara Andy Legg que había intentado penetrar en Tierra del Fuego –tras ser intentado derribar por los argentinos- retoma vuelo y va hacia Punta Loyola donde es alcanzado por los disparos del soldado Nelson Vivas de la autodenominada ‘Compañía Fantasma’ y es averiado y cae a unos ochenta kilómetros al norte y como dije, sus ocupantes se entregan a las autoridades chilenas en Santiago de Chile, directamente”.

El otro incidente con un helicóptero británico ocurrió en Agua Fresca, a 18 kilómetros al sur de Punta Arenas, también en el marco de la Operación ‘Plum Duff’ pero iba tripulado por el entonces Teniente Coronel Richard Hutchines, su helicóptero también era un Sea King, matrícula ZA 290; ese aparato aterriza en cercanías de Estancia Sara, al norte de Río Grande, donde deja a ocho integrantes del SAS, con el mismo objetivo de reconocimiento de terreno y de cara a la Operación ‘Plum Duff’ también tenían como objetivo atacar a la Base Aeronaval Río Grande y destruir los tres misiles Exocet AM 39 que estaban quedando, destruir los aviones Super Etendard, matar a los pilotos y en su huida hacia Chile, destruir lo que se cruzara en su camino”, dijo el entrevistado.

Añadió que “ese helicóptero es ‘accidentado’ a propósito a 18 kilómetros al sur de Punta Arenas, en un sector que se llama Agua Fresca. El año pasado estuve en ese sector, pedí permiso porque es una propiedad privada, viajé porque quería saber si sobrevivió algún vestigio de la máquina; hice unas grabaciones, hice unos audios y encontré el lugar gracias a la única foto que andaba circulando y era una máquina amarilla que estaba tapando a un helicóptero que se veía desde lejos”.

Aseguró que encontró al periodista de La Prensa Austral, José Villarroel, “él tomó las fotos esa mañana y tuvo muchísimos problemas, estuvo una semana sin poder salir de su casa porque los carabineros y los militares chilenos lo estaban esperando porque querían sacarle la Cámara y no querían que publique las fotos. Justamente el día que la toma las fotos andaba en un Lada Niva que en la puerta tenía el logotipo de La Prensa Austral. Se encerró en su vehículo y no dejó que le sacaran la cámara fotográfica con las fotos del helicóptero británico que lo estaban tapando máquinas chilenas”.

Operación ‘Mikado’

El Veterano de Guerra explicó que estas dos acciones militares británicas enmarcadas en la Operación ‘Plum Duff’ “son principales para que se produzca la Operación ‘Mikado’ que la tuvimos a la altura de Caleta La Misión donde estaban los buques ARA Bouchard y ARA Piedra Buena (este último más al fondo) haciendo vigilancia y detectan unos ecos en el radar y el sonar detectan cuatro o cinco puntos que se desviaban a gran velocidad y se iban dispersando y verifican que eran botes de goma que estaban desembarcando la noche del 17 de mayo. El Bouchard se comunica con la Base Aeronaval Río Grande y confirman lo mismo; el Bouchard sale en busca de esos ecos y con el reflector lo ubican y el Cabo Primer Funes y el Cabo Segundo Laciar (que tenía un hermano fallecido en el Crucero ARA Belgrano) que eran los artilleros en este buque argentino, disparan con la 12,7 y destruyen todos estos botes y matan a todos los soldados británicos que estaban intentando desembarcar”.

Compartió que “la Operación ‘Mikado’ es el secreto mejor guardado de la Guerra de Malvinas; los británicos no podían hablar, los argentinos tampoco; militares argentinos, desde suboficiales hasta almirantes saben de esta operación, saben lo que pasó y saben dónde están enterrados los ocho militares británicos enterrados en Tierra del Fuego. El Coronel Richard Hutchines hace tres años hizo una declaración y el Gobierno británico le prohibió que siguiera revelando estos datos; pero él alcanzó a decir que aterrizó en Río Grande la noche del 17 de mayo en cercanías de una estancia donde había pozos petroleros y vio las antorchas de gas que se estaban quemando donde deja a ochos miembros del SAS y jamás los volvió a encontrar”.

Qué declaró Andy Legg

Si bien hubo varios rumores y novedades al respecto, y diferentes periódicos ingleses habían hablado sobre eso, nunca se había escuchado una palabra oficial del intento de Inglaterra de invadir Argentina, buscando destruir parte de un arsenal en la provincia de Tierra del Fuego. Ahora, el líder del equipo habló al respecto.

Andy Legg, capitán del Servicio Aéreo Especial (SAS) británico, reveló los detalles de la llamada operación ‘Plum Duff’ y su pensamiento al respecto de la misma. “Yo no creo que fuera muy sensato invadir Argentina pero avanzamos e hicimos lo que nos ordenaron. Fue diferente a cualquier otra tarea que hubiera hecho antes”, sentenció.

Según relató, el objetivo de la misión era llegar a la base militar argentina en Río Grande, Tierra del Fuego, y destruir tres misiles Exocet con los que contaba la Argentina en ese momento. Uno de ese estilo, había sido el causante del hundimiento del Destructor HMS ‘Sheffield’, y los medios reflejaron que, con otro ataque similar, “Gran Bretaña podría haber perdido la guerra”.

Legg se mostró enojado y arrepentido por dicha tarea y contó todos los detalles del fracaso de la misma. Según detalló, su unidad debía atravesar 26 millas hacia la base, reunir información de inteligencia y de cara al ataque. Sin embargo, el helicóptero en el que se trasladaron el 15 de mayo de 1982 habría sido detectado por radares argentinos por lo que no lograron aterrizar.

El segundo punto donde comenzaron su tarea por tierra fue a 40 millas del objetivo y en territorio chileno, lo que comenzó a dificultar la tarea. Luego remarcó que la misión no se cumplió por falta de alimentación, logística y mal clima, que jugó en contra de los ingleses, que fueron rescatados y trasladados desde Santiago de Chile.

“No se me culpó (por el fracaso de la misión) pero dentro mío me sentí mal porque nuestros colegas habían muerto en el Atlántico Sur y a nosotros no nos pasó nada”, sentenció el militar, que hace poco tiempo decidió vender sus medallas de la guerra de Malvinas y el mapa de Tierra de Fuego que utilizó para la misión por su enfado.

Combates en territorio argentino

Quince conscriptos argentinos murieron en intercambio de fuego con fuerzas especiales británicas durante la guerra de las Malvinas afirma un libro sobre el conflicto escrito por un ex integrante de las fuerzas de elite y que es auspiciado por el Príncipe Andrés.

El libro “Piloto de Fuerzas Especiales, memoria de vuelo en la guerra de las Falklands”, fue escrita por el piloto de helicópteros Coronel Richard Hutchines, y según sus propias palabras esas acciones han sido mantenidas en secreto por ambos gobiernos (argentino y británico), pero “varios ex conscriptos” se pusieron en contacto con él, “desesperados por contarme sus experiencias”.

“Los conscriptos afirman que su experiencia de guerra contra el enemigo británico tuvo lugar en territorio continental argentino en la Patagonia, donde unos 3.000 conscriptos operaron junto a fuerzas regulares en la protección de aeropuertos, depósitos de combustible en las bases aéreas de Río Grande y Río Gallegos, para protegerlas de operaciones de sabotaje por fuerzas especiales británicas”, según el Coronel Hutchings.

Estos conscriptos alegan que se enfrentaron con fuerzas de SAS y SBS (*) en territorio argentino y “se quejan que su servicio de guerra nunca ha sido reconocido porque la presencia de fuerzas especiales británicas en suelo argentino ha sido desde siempre negado”.

Las pérdidas argentinas resultantes de estos combates suman quince. Empero “razones de seguridad nacional me impiden hacer más revelaciones al respecto a esta altura”, sostuvo el Coronel británico.

La controversia no es nueva ya que en verdad el lanzamiento original de su libro data de 2009, pero una nueva publicación, sobre la abortada operación de esas fuerzas para destruir aviones y sobre todo los temibles misiles Exocet argentinos en Río Grande, Tierra del Fuego, y que culminó con la auto destrucción del helicóptero y refugio en Chile de sus integrantes, la ha hecho resucitar.

La operación ‘Plum Duff’, que es descripta en el libro ‘Exocet Falklands’, por lo visto tuvo al Coronel Hutchines entre uno de los pilotos del helicóptero Sea King cuya misión era conducir las fuerzas especiales hasta la base en Río Grande.

La misión no sólo no contaba con los mapas apropiados y al día, sino que en la ruta de navegación se cruzaron con una plataforma petrolífera argentina bien iluminada y defendida, lo cual sumado a las pésimas condiciones climáticas obligaron a volar a Chile, destruir la aeronave y más tarde entregarse a la policía chilena.

La operación ‘Plum Duff’ se mantuvo en el mayor secreto por más de 20 años pero eventualmente se filtró y el Coronel Hutchines aprovechó en la última edición de su libro (aprovechando el lanzamiento de ‘Exocet Falklands’) a agregar algunos detalles más sobre la situación en Argentina cuando la guerra.

“Tengo copias de documentos oficiales argentinos, incluyendo reportes sobre incidentes y he verificado estos con otros informes, incluyendo combates entre efectivos argentinos y fuerzas especiales británicas en varios lugares”.

“Las pérdidas militares argentinas de estos incidentes suman 15 muertos. Consideraciones de seguridad nacional me impiden de hacer más revelaciones al respecto a esta altura”. Hutchines no brindó detalles sobre pérdidas británicas.

En el prólogo al libro por el Príncipe Andrés, ex piloto de un Sea King afirma: “personalmente me sentí muy orgulloso de estar a la orden, como oficial de guardia del Escuadrón 820 a bordo de HMS Invincible, para ayudar a la tripulación del Sea King en su viaje, solo de ida, a la Argentina”.



(*) SAS, Special Air Service y Special Boat Service, fuerzas especiales del Ejército y de la Marina británicas.

miércoles, 28 de junio de 2017

Un mapa de operaciones navales del HMS Invincible oculto por 20 años sale a la luz

Este mapa fascinante de la guerra de Malvinas fue ocultado dentro de un bolso del kit de marinero por 20 años
Andrew Read sirvió a bordo de HMS Invincible cuando tenía 19 años
Wales Online


Un mapa militar de la Guerra de las Malvinas que permaneció escondido dentro de la bolsa de un kit marinero de Gales durante 20 años ha revelado una perspectiva única sobre el conflicto.

El ex ingeniero marino mecánico Andrew Read de Merthyr Tydfil sirvió a bordo de HMS Invincible durante la guerra cuando tenía 19 años de edad y reclamó el mapa grande en su último día a bordo.

El mapa de 4 pies por 3 pies es un registro de las ubicaciones de los barcos hundidos, de los aviones de combate derribados y de las posiciones de los prisioneros de guerra y de las tropas argentinas durante el conflicto de diez semanas.

Usted puede ver cómo los barcos de la Armada se han dibujado en el mapa:

(Foto: Richard Swingler)

Andrew Read, de 53 años, originario de Cwmbran, dijo: "Me gustaba tomar un recuerdo de la nave. Pensé en tomar la campana de la nave - pero era demasiado grande para caber en mi bolsa de kit!

"Parte de mis deberes era sellar las habitaciones que podrían estar fuera de límites para ciertas personas.

"Fui a esta sala de operaciones a las 3 de la mañana y el gran mapa estaba extendido sobre la mesa.

"Después de que lo tomé estaba en mi kit mal por más de 20 años. Luego de vuelta hace unos 10 años lo saqué y lo enmarcó.

Esta sección se refiere a la "inserción del SAS" del 26 de mayo:


(Foto: Richard Swingler)

Esto parece mostrar la ubicación de los buques Navales justo al lado de Cabo Dolphin:

(Foto: Richard Swingler)

Las banderas de la unión se han dibujado en el mapa aquí en Goose Green:

(Foto: Andrew Read)

El mapa a escala completa:

(Foto: Richard Swingler)

Las fechas del conflicto se han grabado en su memoria

La Guerra de las Malvinas fue una guerra de 10 semanas entre el Reino Unido y la Argentina sobre dos territorios británicos de ultramar, las Islas Malvinas y Georgia del Sur y las Islas Sandwich del Sur, ubicadas en el Atlántico Sur.

Durando entre el 2 de abril de 1982 y el 14 de junio de 1982, 255 británicos y 649 militares argentinos y 16 marineros civiles murieron con miles de heridos en total en ambos lados durante el conflicto.

Como mecánico de ingeniería naval, también conocido como 'fogonero' dentro de la marina de guerra, el Sr. Read fue encargado principalmente de cuidar de los motores de la nave.


Andrew Read como un marinero de 19 años cuando sirvió en HMS Invincible (Foto: Andrew Read)

El Sr. Read dijo: "Navegamos el 6 de abril y volvimos el 28 de septiembre, y ya estaba a bordo del buque un año antes. Todavía puedo recordar esas fechas. Sin embargo, si me preguntaste qué eran mis cumpleaños de las hijas, probablemente no podría decirte.

"Cuando volví al Reino Unido, usted acaba de ir a casa - Yo estaba viviendo en Portsmouth en el momento. Eso es.

"Me uní a otra nave, el HMS Argonaut, y yo quería un barco que no iba a ninguna parte. No quería más conflictos, eso solo jugó en mi mente ".

Otro de los papeles del Sr. Read a bordo del buque era como bombero, y después de dejar la marina sirvió como bombero civil por más de 10 años.


Andrew Read en la foto ahora (Foto: Richard Swingler)

Nunca ha olvidado lo que pasó


El Sr. Read fue diagnosticado con trastorno de estrés postraumático (TEPT) hace dos años y tuvo un consejero de trauma que vio dos veces por semana durante varios meses.

El Sr. Read dijo: "Yo no diría que lo he superado, pero [el diagnóstico] me ayudó a lidiar con mis demonios.

"El color gris me sacaba bastante lloroso. Nunca supe por qué. Pero entonces me di cuenta de que era por el color de la nave.

"Cuando solían jugar el Último Mensaje el domingo, también me pondría muy lloroso.

"No me uní a la armada para luchar. Me uní a la marina para beber y viajar el mundo tanto como pude, realmente.


(Foto: Andrew Read)

Añadió: "Creo que alguien de mi edad no debería haber pasado por eso.

"Yo podría haber sido 19, pero yo era todavía un niño de Cwmbran en mi mente. Debería haber estado jugando con mis compañeros en casa ".

Aunque el territorio había sido discutido durante mucho tiempo, la guerra era relativamente inesperada, y muchos británicos no habían oído hablar de las islas conocidas como las Malvinas en Argentina.


HMS Invincible regresando de las Malvinas en 1982

"Sólo quería volver a Gales"


El Sr. Read dijo: "Mucha gente en el camino allá abajo dijo que todo terminará pronto. Estábamos todos muy felices realmente.

"Pero cuando el primer barco se hundió y la gente murió, todo cambió.

"Pasé unos cuatro años basado en Portsmouth después. Me tomó tanto tiempo para salir, tienes que dar un par de años de aviso ver.

"Simplemente pensé, esto no es para mí. Sólo quería volver a Gales.


Explosión de una bomba argentina a bordo del HMS Antelope frente a las Malvinas

El mapa detalla dónde el SAS fue "insertado" el 26 de mayo y la ruta tomada por un regimiento de paracaidistas el 11 de junio a través de las islas desafiando el terreno y muchas montañas.

El Sr. Read dijo: "A bordo del buque había un equipo de SAS. No sabíamos quiénes eran en realidad.

-Con mi deber de encerrar ciertas habitaciones, el capitán SAS me dijo que no dejara entrar a nadie en su cuarto de armas.

"Esto significaba que podían mezclarse con los soldados argentinos. Todos estaban bien curtidos y muy desaliñados.


(Foto: Richard Swingler)

Algunos recuerdos difíciles


Aunque principalmente un ingeniero, el Sr. Read llevó a cabo una serie de tareas a bordo del buque - algunos de los cuales tomó años para hundirse completamente.

Sr. Read dijo: "Yo también era parte del equipo de entierro. Otras personas que fueron heridas serían traídas encendido, y por supuesto a veces no lo harían.

Lo hice seis veces. En ese momento era como, pobre mocoso - nada realmente hundido en porque sólo estábamos haciendo un trabajo y eso fue todo. "

El Sr. Read añadió: "Tuve que vigilar tres cadáveres argentinos una noche. Había un arrastrero que viene muy cerca de nosotros, y tenía demasiadas antenas y resultó que era un barco de espionaje.

"Fue destruido, trajeron los cuerpos a bordo y tuve que vigilarlos".

El hijo de la reina, el príncipe Andrew duque de York, también sirvió en el HMS Invincible como un copiloto de helicóptero.

Después de la victoria británica en la guerra, las relaciones entre los dos países permanecieron cortadas hasta 1989 y la soberanía británica de las islas sigue siendo disputada.


domingo, 27 de septiembre de 2015

El fracaso de Mikado

El día que comandos ingleses desaparecieron en operación militar secreta en territorio argentino




VÍCTOR ALVARADO - Mejor hablar de ciertas cosas

Plan contemplaba retirada por territorio chileno, donde el gobierno de Pinochet había garantizado recibirlos y evacuarlos de retorno a Inglaterra

Uno de los capítulos de la Guerra de las Malvinas que los ingleses mantienen en secreto al amparo de la decisión gubernamental que ordena considerar “top secret” todos los entretelones de su actuación en este conflicto, es la llamada “Operación Mikado” que terminó con la muerte de por lo menos ocho comandos ingleses en una fracasada misión en territorio argentino, con el objetivo de destruir la Base Aeronaval “Almirante Hermes Quijada”, en Río Grande, en Tierra del Fuego, en la zona austral.

El gobierno de la primera ministro Margaret Thatcher había llegado a la conclusión de que la única manera de detener la devastación de su flota naval por los Exocet, misiles y bombas de 500 kilos de los argentinos, era destruir los almacenes donde se guardaban estas mortíferas armas y los aviones que los transportaban, para lo cual ordenó lanzar una operación que los destruyera en el mismo territorio argentino. La base naval de Río Grande había sido identificada por la contrainteligencia inglesa como la base nodriza de estas armas.

Los ingleses, en última instancia, consideraban como objetivo mínimo de su operación destruir la planta de combustible de aviación “JP1” que abastecía a la flota aérea que hostigaba a su flota naval, con lo cual ésta no podría levantar vuelo nunca más.

Al momento del planeamiento de esta operación, los ingleses habían hundido el crucero argentino “General Belgrano”, cargado de conscriptos, con un saldo de 323 muertos y los rioplatenses en respuesta habían mandado a pique, con dos misiles Exocet, al destructor atómico “Sheffield”.

Los ingleses tenían información de que Argentina tenía al inicio de la guerra solo 5 Exocet y que dos los había utilizado para hundir el “Sheffield” con el empleo de naves “Super Etendard”, y que era urgente destruir los otros tres misiles y estos aviones.

Más tarde, Argentina añadiría los 10 “Mirages V” con su parque de Exocet y pilotos, proporcionados por Perú, con lo cual su potencia de fuego aéreo se convirtió en imbatible y sería determinante en el hundimiento de un total de siete buques y de daños graves en otro número igual.

El presidente norteamericano Ronald Reagan, al ser consultado por la Thatcher, estuvo de acuerdo con la operación, pero le advirtió que la incursión inglesa en territorio argentino provocaría la intervención de otros países latinoamericanos, como Venezuela y Perú, en particular este último que no disimulaba su solidaridad con Argentina e intervendría contra Chile por su condición de aliado de los ingleses.

PLANES INGLESES

Dos planes fueron elaborados y experimentaron ensayo preliminar en las montañas de Escocia: el aterrizaje de 25 comandos SAS en dos aviones C-130 Hercules directamente sobre la pista de Río Grande; y la infiltración de 24 SAS en botes inflables transportados hasta pocas millas de la costa en un submarino. Los dos planes fueron duramente cuestionados por los propios SAS que los calificaron de misión suicida.

La misión secreta bautizada como “Mikado” recayó en los comandos del escuadrón B del Special Air Service (SAS) británico que debían ser transportados en helicópteros, descender en la base naval de Río Grande, con la misión de destruir los misiles, los aviones Super Etendard, matar uno a uno a los pilotos y refugiarse en Chile que fungía como “territorio neutral”, que nunca lo fue en el conflicto de Las Malvinas, con la excusa de un desperfecto técnico del helicóptero.

Luego de los reajustes respectivos, el 18 de mayo de 1982, el general Peter de la Billiere, jefe del SAS, dio inicio a la operación al enviar un helicóptero, una dotación de comandos, al mando del teniente Hutchings, a bordo del helicóptero Sea King ZA-290, con un grupo de 3 soldados de élite, debidamente armados y con equipos de comunicación satelital y transportados por el HMS Invincible.

Debían descender en las proximidades de la base de Río Grande, donde estaban los Super Étendards con sus Exocets, para observar sus movimientos y preparar la llegada de dos Hercules con 50 comandos que destruirían esa base clave de la ofensiva argentina contra Inglaterra. Después irían a Chile, donde el gobierno de Augusto Pinochet había garantizado recibirlos y evacuarlos.



THATCHER REAGAN


“Exocet” eran el terror de naves inglesas

Reagan le advirtió a Thatcher las secuelas de su operación secreta. Destructor “Coventry” hundido por Exocet argentinos.

Pero, no contaban con la sapiencia argentina que preveía la ocurrencia de una incursión de comandos ingleses. Sus radares detectaron al helicóptero inglés cuando éste se encontraba a 20 Km. de la base argentina. Los radares de la nave inglesa también se dieron cuenta que habían sido descubiertos.

Hutchings decidió cancelar la operación, se dirigió directamente a Chile, descendió en el paraje denominado Canadá de los Ciervos, de la bahía Agua Fresca, a 26 kilómetros de la ciudad de Punta Arenas, donde destruyeron el helicóptero y se entregaron a las autoridades chilenas y luego retornaron al Reino Unido en un vuelo regular de Santiago de Chile a Londres. El Ministerio de Defensa británico oficialmente declaró que el helicóptero debió hacer un aterrizaje de emergencia debido a fallas técnicas.

ÚLTIMO INTENTO

El mando militar inglés resolvió hacer otro intento y mandó una escuadra de ocho comandos del escuadrón “D” del SAS a bordo de un helicóptero Sea King, transportado por el HMS Invincible para hacer la misma misión de reconocimiento que no pudo cumplir Hutchings en la primera misión, luego de lo cual seguiría el descenso de los 50 comandos para destruir la base naval.

Pero la nave, aparentemente, luego de haber iniciado las primeras observaciones, porque según los radares argentinos, había conseguido descender y vuelto a elevarse, se esfumó, sin reportarse al “Invincible” y al otro helicóptero Sea King que servía de paraguas de su misión.

El reporte del almirantazgo inglés se remitió a señalar que el helicóptero se precipitó al mar y sus ocho ocupantes murieron cuando participaban en una operación de traslado de personal del SAS de un barco a otro en el Atlántico Sur. Lógicamente, la verdad era otra.

Pero, este segundo revés no amilanó al almirantazgo inglés, pues inmediatamente lanzó un tercer intento, luego del hundimiento con misiles “Exocet” de los destructores “Coventry” y “Atlántic Conveyor, este último con 20 helicópteros a bordo, registrado el 25 de mayo.

La nueva operación estaría a cargo del submarino de la clase Oberon que tendría la tarea de infiltrar 24 comandos SAS en Tierra del Fuego mediante botes inflables Gemini, incluso se realizó un ensayo en aguas del capturado estrecho de San Carlos en las islas Malvinas.

El almirantazgo argentino fue informado por su servicio de contrainteligencia de esta operación y resolvió reforzar la base argentina con tres batallones de infantería de marina y dotaciones de helicópteros artillados, con la resuelta decisión de esperarlos y liquidarlos en la misma playa.

Pero, el gobierno inglés ordenó a su almirantazgo cancelar esta operación, ante lo cual el cuartel general de la SAS estacionado en Hereford, ordenó a sus súbditos retornar de inmediato.

sábado, 27 de junio de 2015

La operación "Plum Duff"

Cómo la Operación “Plum Duff” sigue siendo una de las misiones militares menos conocidas

Publicado por Roberto Briend
Por Andy Blackmore

Al cumplirse esta semana el 30 aniversario de una de las misiones menos conocidas en la historia militar, Andy Blackmore habló con el hombre clave de la operación Plum Duff, una misión de reconocimiento durante la Guerra de Malvinas.



Helicóptero Sea King igual al volado por el Coronel Hutchings (Foto: Steve Parsons/PA Wire)

Envuelta en el secreto, fue una de las operaciones más audaces de la Guerra de Malvinas.
Dada la habitual naturaleza de antiguos miembros del SAS de exaltar por escrito sus hazañas, es notable que casi nada se haya conocido sobre una de las más  extraordinarias misiones del regimiento desde la Segunda Guerra Mundial.

Fue emprendida cuando una letal arma hizo su devastador debut y una nueva palabra entró en el léxico de los medios de comunicación: Exocet, el mortal, misil antibuque francés.

Los ataques debían ser detenidos cueste lo que cueste y la Operación Mikado fue planificada para destruir los tres proyectiles restantes en posesión de la Argentina. Incluía el aterrizaje de dos aviones de transporte Hércules de la RAF cargados con más de 50 hombres armados del SAS en la pista de aterrizaje de la Base Aérea de Río Grande, en suelo continental argentino.

Para que la Operación Mikado pudiera tener éxito, un equipo encubierto necesitaba ser introducido antes del asalto. La operación Plum Duff fue planificada.

Un sobrecargado helicóptero Sea King de la fuerza de la tarea haría un arriesgado vuelo de gran alcance por el Atlántico Sur hacia suelo chileno llevando a nueve hombres de un equipo de inteligencia del SAS. Su trabajo era obtener información sobre las defensas de la base.

Se pidieron voluntarios para pilotar el helicóptero y el Lt Richard Hutchings RN (después coronel) dio un paso al frente. Su tripulación compuesta por el Lt Alan “Pito” Bennett y el LAC Pete Imrie emprendieron la misión el 17 de mayo de 1982.

El Coronel Hutchings dice: la “señora suerte estaba volando ciertamente con nosotros, la información acerca de las disposiciones de las tropas argentinas en la Patagonia era inexistente, como tampoco había mapas actualizados”. Mientras volaban hacia el oeste la visibilidad disminuía, hasta que descubrieron una señal luminosa, proveniente de una plataforma petrolera que quemaba gas, que brillaba en el cielo nocturno.

El Coronel Hutchings dijo: “la posición de la plataforma era de conocimiento público, pero no para nosotros, eso era imperdonable. Al ver la plataforma, yo tenía que tomar una decisión, y rápidamente”. Debido a los riesgos, “girar hacia el norte fue una decisión efectiva”. Fue una decisión que salvó sus vidas.

“Después me enteré que el capitán de una de dos fragatas argentinas que estaban en la zona descubrió nuestro avión en el radar”, dijo. “Afortunadamente, su radar no nos identificó porque estábamos en dentro del campo de gas y cerca de una plataforma”.

Ellos continuaron volando sobre el territorio argentino dónde los riesgos de nuevo jugaron su parte.

 “Nuestro helicóptero fue oído, pero debido a que la visibilidad era menor de 1 km, y deteriorándose, las tropas de tierra no pudieron hacer una identificación positiva  que nuestro avión era enemigo; sus reglas de combate no les permitía disparar sin la identificación. Fue nuestro segundo escape afortunado”.

Ahora viajando muy lentamente con una visibilidad decreciente, el Coronel Hutchings alcanzó un punto dónde ya no era seguro continuar, aterrizando a siete millas del punto planificado de entrega.

Sin embargo, según lo supo más tarde, el destino jugó su rol de nuevo.

“Algunos años después de la guerra supe que el punto de desembarco pre-planeado, en una estancia abandonada (granja), estaba en el centro de una posición ocupada por una compañía de infantería de marina argentina. Si la visibilidad nos hubiera permitido volar las siete millas restantes, el helicóptero probablemente hubiese sido derribado”.

Incapaz para alcanzar el punto planificado de entrega, y al no estar seguro de la posición, el capitán de SAS abortó la misión gritándole a sus hombres, “lo siento, después de todo esto es Chile!”

El Coronel Hutchings recuerda la contestación: “Chile, esto es una mierda congelada”.  Ellos pusieron rumbo hacia Chile dónde el Coronel Hutchings encontró un lugar seguro para aterrizar y destruir su avión.

El equipo de SAS se dejó caer fuera del helicóptero primero para iniciar su escape. Qué pasó a ellos todavía es confidencial y el Ministerio de Defensa no lo comentará.

Un Coronel de la Fuerza Aérea Argentina le dijo al Col Hutchings que dos aviones Mirage fueron despegados con órdenes de interceptarlos y destruirlos.

Como dijo: “la fortuna brilló en nosotros por cuarta vez aquella noche porque llegamos al espacio aéreo chileno antes de los Mirage pudieran acercarse para destruirlos”.

El Coronel Hutchings aterrizó en una playa cercana a Punta Arenas: Destruyeron el helicóptero y, como había sido ordenado, él y su tripulación evadieron al enemigo durante ocho días hasta que el 25 de mayo de 1982, salieron.

Mucha gente habla de “la niebla de guerra”. Bien, esa noche, la niebla real de guerra demostró que fue la causa de fracaso de la misión y también nuestra salvadora en cuatro ocasiones”, remarca.

“Por la información que ahora tengo sobre los planes de defensa de las tropas argentinas, si la operación Mikado se hubiese realizado, su apodo hubiese Operación Muerte Segura”.

Fuente: http://www.metro.co.uk

Traducción no oficial Roberto Briend

Fundación Malvinas

miércoles, 20 de mayo de 2015

Operación conjunta anglochilena código Mikado

Operación Mikado




Fotos : Los Royal Marines posan sonrientes junto a oficiales Carabineros -
Los RM durante la ronda de conferencia en la Embajada británica en Santiago de Chile -
El helicóptero Sea King cuyo restos son ocultados por una topadora frente a periodistas y testigos en Punta Arenas -
Gral. Matthei Cte. de la Fach


El Sea King británico fue detectado por radares continentales argentinos y por los radares de los destructores de la Armada Argentina.

Los británicos pensaban que luego del hundimiento del ARA Belgrano , la Armada Argentina se refugiaría en los puertos para no estar al alcance de los submarinos nucleares y los demás buques de guerra no presentar batalla el resto de la guerra . Pero no fue así , simplemente se refugiaron en aguas menos profundas para dificultar la persecución de los submarinos .
La Armada Argentina se hallaría el resto de la guerra patrullando Mar argentino y aguas territoriales con adyacencias al atlántico sur y a la frontera con Chile .

Tal y como temían éstos, el ZA-290 fue detectado por radares argentinos y el teniente Hutchings de los Royal Marines decidió cancelar la operación y dirigirse directamente a Chile.
Sin combustible, tomaría tierra en la playa de Agua Fresca, ya en territorio chileno.

El aparato fue abandonado y destruido por sus ocupantes, pero lo cierto es que éstos retornaron al Reino Unido por vuelo regular y sin ningún problema, lo que confirmaría la implicación chilena en el conflicto del lado británico (oficialmente, «se rindieron a las autoridades chilenas», pero en ningún momento se les trató como a prisioneros de guerra, sino como a combatientes aliados).
Los mismos se escudaron en la embajada británica aunque habían sido apresados por Carabineros , pero extrañamente en su viaje de retorno lo hicieron clandestinamente .

El general chileno Fernando Matthei confirmó en una entrevista concedida al Centro de Investigación y documentación de la Universidad Finis Terrae en 1999 , que durante toda la guerra existió una constante cooperación al más alto nivel con el Reino Unido.
Poco antes, Margaret Thatcher también lo haría público para defender a Pinochet durante su detención en el Reino Unido.
El Gral.Pinochet se mostró muy molesto por el incidente , pero solo fue al principio , ya que en el futuro utilizaría esa ayuda sin consultar a favor suyo . Al principio quiso castigar al Jefe de la FACH , pero luego Matthei le hizo entender que peligraba la seguridad nacional , además de que necesitaba un nexo para adquirir armamentos y repuestos para la desfasada fuerza aérea chilena .

El helicóptero de apoyo, otro Sea King con matrícula ZA-292, retornó al HMS Invincible.
La Operación Mikado fue cancelada y el Almirantazgo prosiguió con sus planes de reconquista bajo la amenaza de los Exocet.
En efecto, ese mismo día 18 el gobierno británico dio al almirante Woodward luz verde para un desembarco en la costa este del estrecho de San Carlos, que separa las dos islas Malvinas mayores. Una operación arriesgada que obligará a los buques a entrar en un estrecho rodeado de montes; el lugar perfecto para sufrir ataques a baja cota por parte de la aviación argentina.

El Gral.Matthei haría valer sus influencias como ex agregado aéreo en Gran Bretaña y en la posguerra los chilenos mejoraron sus sistemas de detección de alerta temprana , radares en sus aviones bombarderos , algunos nuevos aviones de patrulla , etc.
Por su parte la ACH haría lo mismo consiguiendo nuevos buques , algunos de ellos veteranos de Malvinas y que habían sido dañados severamente por la FAA y ARA en ataques aero-navales . Matthei estalló en ira cuando M.Thatcher dio a conocer al mundo la amistad entre las fuerzas británicas y chilenas , y mucho mas que Pinochet lo permitiera y no lo matuviera en secreto . Tal vez fue una devolución de traiciones mutuas ..."

La misión del Sea King británico

Hubo una misión preliminar británica de reconocimiento en Río Grande, el nombre clave de la Operación era "Ciruela Duff", fue lanzado desde el HMS Invincible en la noche del 17/18 de mayo, como preludio al ataque.

La operación consistió en el transporte de un pequeño equipo del SAS para el lado argentino en Tierra del Fuego en una simple aeronave de la Royal Navy , un Westland Sea King Mark IV, que luego marcharìa a la base aérea de Río Grande y procederìa a establecer un puesto de observación para recoger inteligencia de las defensas de la base.

La misión requerìa que el helicóptero Sea King viajara una distancia cerca de su rango de operación , por lo que esta sería una misión de un solo sentido. Por lo tanto, la misión de la tripulación consistía en dejar caer el equipo del SAS en la Argentina, en dirección a Chile , y la posterior eliminación de la aeronave con el hundimiento en aguas profundas .

El helicòptero, con una tripulación de tres hombres y ocho hombres del equipo SAS, despegó del Invencible a las 0015 horas el 18 de mayo.

Debido a un inesperado encuentro con una plataforma de perforación en un campo de gas costa afuera , se vio obligado a desviarse, añadiendo veinte minutos màs para el viaje . Como se acercaba a la costa argentina , después de cuatro horas la niebla obligó a volar con visibilidad a menos de una milla.

Cuando se acercaron a doce millas para el aterrizaje de el descargue previsto por el SAS, la visibilidad se redujo a tal punto que el piloto se vio obligado a aterrizar.

El piloto y el comandante de la patrulla de el SAS no estaban de acuerdo en su posición exacta , mientras que el comandante SAS también estaba seguro de que habían sido vistos por una patrulla argentina.

Pidió ser dejado caer en la frontera de Argentina y Chile .
Los pilotos se vieron obligados a volar con los instrumentos a través de condiciones meteorológicas instrumentales en un supuesto Chile neutral.

El equipo SAS fue dejado en la costa sur de "Bahía Inútil" donde iban a tratar de moverse a su puesto de observación a pie.

El fracaso de la operación de inserción

La tripulación del helicóptero voló a una playa cerca de Punta Arenas donde aterrizaron. Uno de los dos pilotos y el "Tripulante de Aire" desembarcaron en la playa. Hicieron agujeros en el helicóptero para permitir que se hunda una vez que se abandonara . El otro piloto intentò posarlo por encima del agua, pero no pudo hundirlo. Voló de regreso a la playa con el fin de adosarle más agujeros, pero fue cegado en sus gafas de visión nocturna por una luz "Low Fuel" que parpadeaba , y se estrelló en la playa.

La tripulación prendió fuego al helicóptero y detonò cargas explosivas antes de abandonar la escena. Se movieron a lo largo de varias noches a un punto de observación cerca de Punta Arenas, donde intentaron hacer contacto con los británicos de la Embajada . Fueron descubiertos antes , capturados por Carabineros mientras se movìan a través de la ciudad, y fueron entregados a las autoridades británicas.

Según fuentes argentinas, en la noche del 17/18 de mayo, el helicóptero fue localizado por el radar del destructor ARA Bouchard , que envió un mensaje a su gemelo ARA Piedrabuena patrullando en el norte, y luego a la base aèrea de Río Grande.
Los miembros de el 24o Regimiento de Infantería afirmó en 2007 que sacudió el helicóptero con fuego de armas cortas en medio de una espesa niebla al sur de Río Gallegos .
La misión de reconocimiento del SAS fue finalmente abortada.

Argentina a salvo de la penetración continental:


Abandono  

La falta de Inteligencia en el lugar significó que las fuerzas británicas no tenían una idea clara de cómo estaba defendido Río Grande, ni ninguna garantía que los Super Etendard o los misiles Exocet nisiquiera estaban allí cuando la operación se llevó a cabo. Las fuerzas británicas también no tenían ninguna información sobre cómo se organizaba la base, y no sabían donde se guardaban los misiles Exocet o incluso dónde estaban las barracas de los pilotos.

En ese momento, la Operación Mikado, que ya fue visto por miembros experimentados de el SAS que era una misión suicida , se considera que es imposible de lograr, debido a la pérdida del factor sorpresa y debido a la Inteligencia británica de descubrir que los argentinos disponìan de mucho mejor cobertura de radar de lo previsto inicialmente.

En consecuencia, el plan de asalto aerotransportado atrajo considerable hostilidad por parte de algunos miembros del SAS, que en última instancia condujo a un sargento a presentar su renuncia poco antes de que el equipo tenía previsto viajar a la Ascensión. El comandante de la escuadrilla es relevado y reemplazado por el regimiento de segundo al mando.

En última instancia, el gobierno de Thatcher reconoció que había una gran probabilidad de que la operación sería un fracaso.
Contrariamente a los rumores ningún plan fue ideado para infiltrarse el SAS en Argentina con la ayuda del submarino de la Royal Navy "HMS Onyx" (Según la versión británica).
La Armada Argentina afirma que el D-29 Bouchard había bombardeado un submarino y un número de botes inflables durante una patrulla a dos millas de Río Grande, en la posición 53 ° 43'38.04 "S 67 ° 42'0" W , en la noche del 16 de mayo de 1982.

El área de Río Grande era defendida por cuatro batallones de Infantería de Marina de la Armada Argentina, algunos de cuyos oficiales habían sido entrenados en el Reino Unido por los SBS años anteriores.

Evaluación 

Después de la guerra, los comandantes de la ARA admitieron que estaban esperando algún tipo de desembarco de las fuerzas SAS, pero que nunca esperarían que un Hércules apareciera en tierra directamente en sus pistas, a pesar de que se han seguido las fuerzas británicas, incluso en territorio chileno en caso de ataque.
El fracaso de la operación habría sido un desastre , y sería utilizado como propaganda en contra de las fuerzas británicas, y por el contrario habría un aumento de moral para la Argentina.

Por otro lado , en el ámbito político , Irlanda e Italia se oponen al bloqueo económico hacia a Argentina ese día y que estaba pactado para que durase una semana .


Fuente: Grupo de Facebook : Fotos de la Guerra de Malvinas

sábado, 16 de mayo de 2015

Las ganas de los comandos británicos por anular a los Exocets

El día que comandos ingleses desaparecieron en operación militar secreta en territorio argentino



VÍCTOR ALVARADO - Mejor no hablar ciertas cosas

Plan contemplaba retirada por territorio chileno, donde el gobierno de Pinochet había garantizado recibirlos y evacuarlos de retorno a Inglaterra

Uno de los capítulos de la Guerra de las Malvinas que los ingleses mantienen en secreto al amparo de la decisión gubernamental que ordena considerar “top secret” todos los entretelones de su actuación en este conflicto, es la llamada “Operación Mikado” que terminó con la muerte de por lo menos ocho comandos ingleses en una fracasada misión en territorio argentino, con el objetivo de destruir la Base Aeronaval “Almirante Hermes Quijada”, en Río Grande, en Tierra del Fuego, en la zona austral.

El gobierno de la primera ministro Margaret Thatcher había llegado a la conclusión de que la única manera de detener la devastación de su flota naval por los Exocet, misiles y bombas de 500 kilos de los argentinos, era destruir los almacenes donde se guardaban estas mortíferas armas y los aviones que los transportaban, para lo cual ordenó lanzar una operación que los destruyera en el mismo territorio argentino. La base naval de Río Grande había sido identificada por la contrainteligencia inglesa como la base nodriza de estas armas.

Los ingleses, en última instancia, consideraban como objetivo mínimo de su operación destruir la planta de combustible de aviación “JP1” que abastecía a la flota aérea que hostigaba a su flota naval, con lo cual ésta no podría levantar vuelo nunca más.

Al momento del planeamiento de esta operación, los ingleses habían hundido el crucero argentino “General Belgrano”, cargado de conscriptos, con un saldo de 323 muertos y los rioplatenses en respuesta habían mandado a pique, con dos misiles Exocet, al destructor atómico “Sheffield”.

Los ingleses tenían información de que Argentina tenía al inicio de la guerra solo 5 Exocet y que dos los había utilizado para hundir el “Sheffield” con el empleo de naves “Super Etendard”, y que era urgente destruir los otros tres misiles y estos aviones.

Más tarde, Argentina añadiría los 10 “Mirages V” con su parque de Exocet y pilotos, proporcionados por Perú, con lo cual su potencia de fuego aéreo se convirtió en imbatible y sería determinante en el hundimiento de un total de siete buques y de daños graves en otro número igual.

El presidente norteamericano Ronald Reagan, al ser consultado por la Thatcher, estuvo de acuerdo con la operación, pero le advirtió que la incursión inglesa en territorio argentino provocaría la intervención de otros países latinoamericanos, como Venezuela y Perú, en particular este último que no disimulaba su solidaridad con Argentina e intervendría contra Chile por su condición de aliado de los ingleses.

PLANES INGLESES

Dos planes fueron elaborados y experimentaron ensayo preliminar en las montañas de Escocia: el aterrizaje de 25 comandos SAS en dos aviones C-130 Hercules directamente sobre la pista de Río Grande; y la infiltración de 24 SAS en botes inflables transportados hasta pocas millas de la costa en un submarino. Los dos planes fueron duramente cuestionados por los propios SAS que los calificaron de misión suicida.

La misión secreta bautizada como “Mikado” recayó en los comandos del escuadrón B del Special Air Service (SAS) británico que debían ser transportados en helicópteros, descender en la base naval de Río Grande, con la misión de destruir los misiles, los aviones Super Etendard, matar uno a uno a los pilotos y refugiarse en Chile que fungía como “territorio neutral”, que nunca lo fue en el conflicto de Las Malvinas, con la excusa de un desperfecto técnico del helicóptero.

Luego de los reajustes respectivos, el 18 de mayo de 1982, el general Peter de la Billiere, jefe del SAS, dio inicio a la operación al enviar un helicóptero, una dotación de comandos, al mando del teniente Hutchings, a bordo del helicóptero Sea King ZA-290, con un grupo de 3 soldados de élite, debidamente armados y con equipos de comunicación satelital y transportados por el HMS Invincible.

Debían descender en las proximidades de la base de Río Grande, donde estaban los Super Étendards con sus Exocets, para observar sus movimientos y preparar la llegada de dos Hercules con 50 comandos que destruirían esa base clave de la ofensiva argentina contra Inglaterra. Después irían a Chile, donde el gobierno de Augusto Pinochet había garantizado recibirlos y evacuarlos.


THATCHER REAGAN

“Exocet” eran el terror de naves inglesas

Reagan le advirtió a Thatcher las secuelas de su operación secreta. Destructor “Coventry” hundido por Exocet argentinos.

Pero, no contaban con la sapiencia argentina que preveía la ocurrencia de una incursión de comandos ingleses. Sus radares detectaron al helicóptero inglés cuando éste se encontraba a 20 Km. de la base argentina. Los radares de la nave inglesa también se dieron cuenta que habían sido descubiertos.

Hutchings decidió cancelar la operación, se dirigió directamente a Chile, descendió en el paraje denominado Canadá de los Ciervos, de la bahía Agua Fresca, a 26 kilómetros de la ciudad de Punta Arenas, donde destruyeron el helicóptero y se entregaron a las autoridades chilenas y luego retornaron al Reino Unido en un vuelo regular de Santiago de Chile a Londres. El Ministerio de Defensa británico oficialmente declaró que el helicóptero debió hacer un aterrizaje de emergencia debido a fallas técnicas.

ÚLTIMO INTENTO

El mando militar inglés resolvió hacer otro intento y mandó una escuadra de ocho comandos del escuadrón “D” del SAS a bordo de un helicóptero Sea King, transportado por el HMS Invincible para hacer la misma misión de reconocimiento que no pudo cumplir Hutchings en la primera misión, luego de lo cual seguiría el descenso de los 50 comandos para destruir la base naval.

Pero la nave, aparentemente, luego de haber iniciado las primeras observaciones, porque según los radares argentinos, había conseguido descender y vuelto a elevarse, se esfumó, sin reportarse al “Invincible” y al otro helicóptero Sea King que servía de paraguas de su misión.

El reporte del almirantazgo inglés se remitió a señalar que el helicóptero se precipitó al mar y sus ocho ocupantes murieron cuando participaban en una operación de traslado de personal del SAS de un barco a otro en el Atlántico Sur. Lógicamente, la verdad era otra.

Pero, este segundo revés no amilanó al almirantazgo inglés, pues inmediatamente lanzó un tercer intento, luego del hundimiento con misiles “Exocet” de los destructores “Coventry” y “Atlántic Conveyor, este último con 20 helicópteros a bordo, registrado el 25 de mayo.

La nueva operación estaría a cargo del submarino de la clase Oberon que tendría la tarea de infiltrar 24 comandos SAS en Tierra del Fuego mediante botes inflables Gemini, incluso se realizó un ensayo en aguas del capturado estrecho de San Carlos en las islas Malvinas.

El almirantazgo argentino fue informado por su servicio de contrainteligencia de esta operación y resolvió reforzar la base argentina con tres batallones de infantería de marina y dotaciones de helicópteros artillados, con la resuelta decisión de esperarlos y liquidarlos en la misma playa.

Pero, el gobierno inglés ordenó a su almirantazgo cancelar esta operación, ante lo cual el cuartel general de la SAS estacionado en Hereford, ordenó a sus súbditos retornar de inmediato.