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lunes, 8 de julio de 2024

Asalto a Monte Harriet por parte del 42 Commando

Nick Vaux comenta que operaron de noche con 42 Commando, realizando reconocimiento para realizar el ataque por el flanco derecho de Monte Harriet. Se hizo con mucho profesionalismo pero también con muchas bajas. Finalmente, el 11 de junio se realiza un bombardeo de artillería para ablandar las defensas lo que, según él, provocó mucha desmoralización y rendición de argentinos. El tipo iba escuchando por radio cómo la Compañía K que encabezaba el ataque se iba acercando a las posiciones nuestras. A los 300 metros lanzaron el ataque y lograron que muchos conscriptos (300 según su testimonio) se rindieran. La Compañía K no tuvo tantas bajas pero la compañía L la tuvo más peleada. Conquistaron la cumbre y de ahí fueron al Risco de Cabras (Goat Ridge) decidiendo si el ataque iba a proseguir por el 45 Commando o por ellos. Al final, estaban extremadamente cansados luego de conquistar la colina y decidieron fortalecer la posición por prevención a posibles contraataques argentinos. Estuvieron 2 días. Sufrieron 2 muertos (dos cabos) y 26 heridos según el relato.
Al final lo vinieron a buscar en helicóptero y lo llevaron a la casa del gobernador cuando se negociaba la rendición. Pero él desembarcó solo y se encontró rodeado de tropas argentinas por lo que disimuladamente se fue caminando a una calle cercana donde estaban apareciendo paracaidistas británicos a quienes les susurró que hagan de cuenta como si él perteneciese a su regimiento.
Luego se embarcaron en el SS Canberra y volvieron a Inglaterra.


miércoles, 12 de julio de 2017

Jimenez Corbalán y Wheen, dos historias en Monte Harriet

Pudieron haberse matado en la misma batalla: Infobae los reunió 35 años después
Combatieron en Monte Harriet. Con las balas silbando sobre sus cabezas. El Coronel Mayor Lautaro Jiménez Corbalán, del Regimiento 4 de Monte Caseros, y el Teniente Coronel David Wheen, del 42 Comando de los Royal Marines, vuelven a estar frente a frente para hablar de los horrores de aquella guerra, el coraje y los miedos, la paz y reconciliación 
Por Gaby Cociffi | Directora Editorial de Infobae



-Yo te tuve en la mira, dice el marine inglés.
-¿Por qué no me mataste?, pregunta el soldado argentino.
-Porque no teníamos suficientes municiones.

Los hombres, con sus uniformes y sus medallas de guerra, se estrechan con firmeza las manos. Esas mismas manos que hace 35 años cargaban un arma, colocaban su dedo índice en el gatillo y descargaban una lluvia de fuego y sangre contra sus enemigos.

"Era matar o morir", coinciden.


El Coronel Mayor Lautaro Jiménez Corbalán -subteniente en 1982, Regimiento de Infantería 4 de Monte Caseros, Corrientes- y el Teniente Coronel David Wheen -capitán en aquel entonces, 42 Comando de los Royal Marines- aceptaron la propuesta de Infobae en este aniversario de Malvinas: volver a estar frente a frente como en aquella lejana y cruenta batalla en Monte Harriet.

Seiscientas cuarenta y nueve cruces con los nombres de los caídos en la guerra rodean a estos veteranos. Es una réplica del cementerio de Darwin de Malvinas, pero con una cruz por cada uno de los muertos, el cenotafio en la localidad de Pilar, Provincia de Buenos Aires. Allí se produce el encuentro. La rigidez de sus uniformes no alcanza para esconder la emoción.

El soldado argentino está parado al lado de una cruz en cuya chapa se lee: Hipólito González. "Era cabo, murió en la batalla", explica. "En mi sección de 45 soldados tuve 5 muertos y 15 heridos. Todos los días de mi vida me acuerdo de mis hombres, de los que quedaron allá en las islas".

El marine británico se queda en silencio, las manos juntas, como si estuviera orando. "Por suerte yo no tuve ningún muerto, pero sí heridos de gravedad. Uno de mis marines perdió la pierna al pisar una mina antipersonal y tardamos 15 horas en sacarlo de la línea de fuego por la resistencia que ustedes hicieron esa noche".


David Wheen, capitán del 42 Comando de los Royal Marines, cavando una trinchera en Malvinas

"Esa noche" es la del 11 de junio de 1982 en Monte Harriet. Una noche muy oscura y fría -siete grados bajo cero-, donde los británicos avanzaban a través de un campo minado. Los 42 Comandos -bajo las órdenes del teniente coronel Nick Vaux- debían tomar esa posición. David Wheen comandaba la Compañía L que marchaba en la primera línea de combate.

El fuego de artillería del Regimiento 4 -a cargo del teniente Coronel Diego Soria- demoraba el avance inglés. Jiménez Corbalán y sus hombres defendían el monte bajo un increíble bombardeo que llegaba desde una fragata en la costa.

El Harriet parecía estallar en llamas. Proyectil tras proyectil, metralla tras metralla, silbaban sobre las cabezas de los soldados. Se preguntaron si alguien iba a sobrevivir a esa noche. La negra madrugada  estaba iluminada por resplandores de bombas y balas trazantes. La escena parecía irreal, la sangre de los muertos no lo era.


Algunos de los oficiales del Regimiento 4 de Monte Caseros que combatieron en Malvinas. Lautaro Jímenez Corbalán (el tercero de pie, de derecha a izquierda) era subteniente y tenía 20 años

Desde las diez y media de la noche hasta la madrugada del 12 -"nueve y media de la mañana se rinden los últimos argentinos", aclara Jiménez Corbalán- combatieron frente a frente. Uno podría haber matado al otro. Pero ahora están aquí, de pie entre estas cruces blancas. Y hablan. Escuchémoslos.

David Wheen: En el instante en que ambos sobrevivimos a la guerra, y la pelea terminó, dejamos de ser enemigos. Nos convertimos en camaradas de armas.

Lautaro Jiménez Corbalán: En el momento de la batalla tenés que sobrevivir y tenés que matar. Pero no sentís odio por tu enemigo. Sólo cuando matan a un compañero… Ahí querés matar al otro, sale el instinto salvaje de querer eliminarlo.

DW: Es extraordinario poder estar frente a frente. Puede que hayamos tratado de matarnos el uno al otro, pero no por motivos personales sino porque eso era lo que nuestros trabajos requerían de nosotros. Yo no te odiaba, ¿por qué habría de hacerlo? No te conocía…

LJC: En ese momento nosotros tampoco teníamos odio. Eran nuestros enemigos. El problema es que existe una disputa ancestral entre los dos países por Malvinas. Eso fue lo que nos motivó a estar ahí, y llegado el caso a matar o morir.


Frente a la cruz que recuerda al Capitán de Fragata Pedro Giachino, caído el 2 de abril durante la recuperación de las islas Malvinas

-¿Por qué que valía la pena matar o morir por Malvinas?

DW: Cuando me llamaron al frente, cuando la guerra parecía inminente, lo primero que pensé fue "¿Por qué yo? ¿Por qué no podría haber sido el turno de alguien más?". Fue una conversación que tuve conmigo mismo: ¿Estaba dispuesto a ir a morir a esa guerra? ¿Era una causa justa?

-¿Sentían que era una causa justa?

DW: Lo era. Me di cuenta que estábamos haciendo lo correcto, que era algo por lo que valía la pena morir. Solo después, ya en las islas, se volvió un tema de matar o ser matado. Es muy difícil darse cuenta de eso hasta que llega el momento en que uno está protegiéndose de las balas…

LJC: Yo fui por la Patria, porque era una causa justa. Pero en el día a día la supervivencia es por tu compañero. El que tenés al lado es la síntesis de la Patria, ¿sabés por qué? Porque en los Regimientos no somos todos amigos y venimos de distintos lugares y culturas, pero todos somos argentinos.


El entrenamiento de los Royal Marines en el Canberra. Antes de Malvinas Wheen había estado preparando a los comandos durante tres meses en el frío de Noruega

-¿Qué recuerdan de aquella terrible batalla?

DW: Mi compañero recibió disparos en ambas piernas a 100 metros de la línea de salida del Monte Harriet. Mi operador de radio, que estaba a mi lado, también recibió disparos en ambas piernas. Pensé: "Esta va a ser una noche terrible". Fue una noche terrible. Fue una noche memorable. Pero sobrevivimos y estamos acá para compartir la experiencia.

-¿Tiene un soldado miedo a morir en la guerra?

LJC: Es desesperante pensar tu propia muerte. Te das cuenta que te falta mucho por vivir y que en un segundo se termina todo. Pero tener la certeza de que vas a morir es la mejor forma de preparar el espíritu. Si no estás preparado para morir, no sos un soldado.

DW: Todos estábamos muertos de miedo. Pero si nos tocaba caer en la batalla iba a ser por una causa justa, porque una agresión no puede salir gratis. Dejé a mi mujer Vivian y a mis tres hijos pequeños de 7, 5 y 4 años -Lissa, Charles y Sarah- sólo porque pensé que la causa valía la pena.


Un óleo de un pintor inglés donde se representa la batalla del Harriet. El soldado con boina que aparece a la izquierda es David Wheen

La primera vez que soñó con ser un marine David Wheen tenía seis años. Vio a un comando cruzar el río colgado de una cuerda. "Quiero hacerlo", dijo. El marine tomó al niño, lo colgó en sus espaldas y se lanzó sobre las aguas. El chiquito de Devon, un condado al sureste de Inglaterra, nunca pudo sacarse de la cabeza a ese superhéroe de carne y hueso que lo había hecho vivir una aventura única. A los 17 años ingresó en el Commando Training Centre de Devon. Le siguió un durísimo entrenamiento en Noruega, mudanzas a Hong Kong, Singapur y Bangladesh, enfrentamientos en Irlanda del Norte y guerras de Irak y el Golfo para apoyar a los kurdos. "Amé ser marine durante 32 años, cada día de mi vida", resume Wheen.



Un óleo que representa a la batalla del Monte Harriet, de la pintora argentina Sonia Ruibal. Allí están los hombres de Jiménez Corbalán

Lautaro siempre jugó con soldaditos en su Corrientes natal. A los cinco años se vestía de soldado y el tío Périco era su ídolo: nada le gustaba más que verlo llegar con su uniforme del Ejército. Estaba escrito que iba a estudiar en el Liceo Militar General Espejo, en Mendonza, y lugo en el Colegio Militar en el Palomar. Malvinas lo encontró como cadete del cuarto año, encargado de la sala de armas. Allí, un viernes muy temprano, escuchó en una radio que se habían recuperado las islas. Cinco días más tarde lo ascendieron a subteniente. Y el 9 movilizaron a todos los oficiales. Lo enviaron a Monte Caseros: "Hay que custodiar las fronteras con Chile", le ordenaron. Se sintió frustrado: quería ir al Sur. Sus deseos se cumplieron solo ocho días después: pasó por Chubut, luego por Río Gallegos y el 27 de abril aterrizó en Malvinas. "Todos cantábamos felices. Queríamos estar allí", recuerda Jiménez Corbalán.


El diario que el militar argentino mantuvo durante la guerra. En la tapa escribió, en inglés y en español, su último deseo por si moría en combate: que se lo entregaran a su familia

El militar argentino saca de su bolsillo una pequeña libreta. Está envuelta en una bolsita de plástico. La toma con delicadeza, como si se tratara de un tesoro, y se la muestra all militar inglés. Tiene las hojas manchadas de barro. "Es el diario que yo escribí en la guerra", le dice.

"Al principio lo hice porque sentí la necesidad de escribir lo más importante que estaba viviendo para compartirlo con mi familia. Pero cuando empezó la guerra pensé que quizás era lo único que les iba a quedar de mí".

En la tapa del diario, en inglés y en español, Lautaro escribió: "Se ruega a quien encuentre esta libreta retornarla a la familia Jiménez Corbalán. Es el último deseo de un oficial argentino. Gracias".

"Si encontraban mi cuerpo en un campo de batalla alguien iba a enviar el diario a mi familia". David responde con tres palabras: "Fuiste muy sabio".


Jiménez Corbalán le llevó de regalo su libro “Malvinas en primera línea” (Nicolás Stulberg)

Los antiguos enemigos repasan día por día las páginas donde se detallan situaciones de guerra, batallas y reflexiones personales. En este momento la guerra no los separa, los une.

-Hace 35 años, de haber tenido oportunidad, uno le hubiese disparado al otro… Y hoy están aquí lejos de los rencores.

LJC: Lo importante acá es rescatar que es posible un acercamiento, sin odio, porque fue todo muy respetuoso. Terminado el combate había una preocupación por la salud del otro. Y no solamente por la del hombre propio sino por el enemigo. Los ingleses, lo debo decir en público, fueron muy cuidadosos con los heridos. Yo les debo respeto por eso.

DW: Los que combatimos ya no somos enemigos. Este es un problema político. Y la solución de todos estos temas, a largo plazo, es política y no militar. Fue una guerra con honor, con respeto y sin odios.

-Para un Royal Marine, ¿cómo fue enfrentarse a los soldados argentinos?

DW: Mi primer contacto fue en el Puerto de San Carlos, donde los pilotos fueron inmensamente valientes. Cada una de nuestras naves recibió algún tipo de impacto. Si daban la vuelta para volver a pasar por sobre los buques, iban a ser derribados… Y los pilotos lo seguían haciendo. Después llegaron las batallas terrestres, con mil rondas de artillería disparadas por ustedes. Y te digo, la artillería no es divertida. Tuve siete heridos graves por esquirlas. Las batallas fueron muy duras.


Foto tomada el 12 de junio de 1982 a los pies de Monte Harriet, luego de la batalla. Un marine inglés asiste a un soldado argentino herido. “Hubo respeto y cuidado por los heridos de ambos bandos”, coinciden los militares

Hablan de sus soldados, de sus muertos, de los prisioneros. Se emocionan. Revelan detalles de las batallas que hielan la sangre. Jiménez Corbalán le regala el libro que escribió: "Malvinas en primera línea". David Wheen le enseña la presentación que hizo en las academias militares norteamericanas luego de la guerra y una pintura inglesa que lo tiene como protagonista en la batalla de Harriet y que ilustra la tapa de un libro de la guerra. Cuentan anécdotas. Lautaro le habla de sus tres hijos Francisco -que es teniente-, María Juliana y María Guadalupe. David agrega que su hijo mayor también es militar "y ya tiene más medallas que yo". Hay orgullo, complicidad, respeto. Hablan un mismo idioma. Y no es el de la guerra.

Vuelven a las anécdotas. Wheen cuenta que estuvo a cargo de los prisioneros luego de la rendición. Y que dos comandantes argentinos, lo invitaron a comer con ellos. "Fue una reunión memorable: siete días antes habíamos estado tratando de matarnos, pero ahí estábamos, compartiendo una comida… ¡que era horrible, pero al menos estaba cocinada! Estuvimos en todo de acuerdo, salvo en el status de Malvinas. Pero ahí estuvimos de acuerdo en estar en desacuerdo".


Una de las fotos de la guerra que guarda el teniente coronel David Wheen. “Todas las batallas fueron muy duras”

Jiménez Corbalán relata que en el repliegue hacia Monte William, en medio de la noche cerrada, tuvo que atravesar un campo minado. David lo mira: "¿Y cómo estás entero?". "Pisé una trampa explosiva que me hizo volar por los aires y caí herido, porque yo encabezaba la fila de mis hombres. Les había dado la orden de retroceder, en caso de que alguno explotara. Me creyeron muerto, pero igual volvieron a buscarme. El soldado Carlos Salvatierra y mi operador Alberto Flores me salvaron la vida".

"Tenemos tanto que hablar", coinciden. El argentino lo invita a una cena con varios de los oficiales que estuvieron en el Harriet. Allí estarán aquellos que lo enfrentaron con sus fusiles y su coraje: Alfredo Pasolli, Alfredo Delpierre, José Lafuente, Edgardo Duarte Iachnicht, Jorge Farinella, el médico Juan Cucchiara, Alfredo Martínez, Mario Juárez, Ricardo Toran y Marcelo Llambias. "Un asado argentino para que nos permita conocernos mejor. Todos tenemos la necesidad de saber qué pasó en la batalla".


David Wheen pregunta, de pronto, por Ramón Castillo, un soldado al que conoció en septiembre de 2015 en Londres cuando Rugby sin Fronteras organizó un partido entre veteranos de ambos países. En 1982 Ramón se había presentado en el Regimiento de Monte Caseros como voluntario para ir a las islas "para cumplir con la Patria". Batalló en distintos frentes hasta que llegó la cruenta batalla del Monte Harriet, donde cayó prisionero. Cuando conoció a Wheen en Londres sintió que ese encuentro era sanador: "Somos compañeros de armas". Infobae invitó a Castillo a Buenos Aires. La emoción del encuentro se sintetiza en dos frases:

-Me alegro de que estés vivo, de no haberte matado, le dijo Wheen.
-Te bendigo a vos y a tu familia por eso, respondió el soldado argentino.

-¿Cómo fue su vida al volver a casa?

DW: Cuando volvimos a casa, los desfiles no significaban nada para mí, la gente lo era todo. Vivía para disfrutar cada día y estaba agradecido por poder vivir cada instante. Uno vuelve a la normalidad, pero la guerra es algo que está siempre en tu memoria… Tal vez no todos los días, pero sí varias veces a la semana. En mi oficina hay una foto de la batalla del Monte Harriet, y cada tanto la miro y recuerdo. Es algo que va a permanecer dentro mío para siempre.

LJC: Lo primero que hice al volver fue querer olvidarme de la guerra. Había cumplido 20 años en Malvinas y quería vivir la vida al máximo, porque a esa edad había visto mucho más de lo que otros hombres quizas pueden ver en toda su vida. La posguerra fue peor que guerra, porque los propios camaradas nos miraban como si hubiésemos sido responsables de la derrota. Los primeros cinco años fueron muy duros, con pesadillas. Uno ya sabe que la vida se puede terminar en un segundo, revaloriza todo, pero es difícil.

-Hoy están aquí juntos, pero hay 649 argentinos y 255 ingleses que quedaron en las islas. ¿Qué deuda sienten frente a los que ya no están?

LJC: Todos los días hay algo que me recuerde a Malvinas. Y veo los rostros de mis muertos, siempre me acuerdo de ellos, pero con paz.

DW: Esta gente no esta acá, lamentablemente. Muchos familiares de estos caídos deben sentir enorme tristeza. Nuestro deber es recordarlos y honrarlos. No hay muertos ingleses y argentinos. Todos fueron soldados de una misma guerra. Hay que mantener la memoria. Y luego celebrar que la vida sigue. Y que debemos seguir adelante. Es difícil de explicar.


Wheen y Jiménez Corbalán dejan una flor en la cruz de Hipólito González, muerto en la batalla del Monte Harriet (Nicolás Stulberg)

-A 35 años del conflicto ¿Es posible la reconciliación?

LJC: Me parece que el término reconciliación se da cuando dos partes resignan sus posturas, y este no es el caso. Creo que mientras exista una controversia es difícil hablar de reconciliación. Yo no me tengo que reconciliar con él, porque no tengo un problema personal con David. Lo tuve hace 35 años, no ahora. El problema de ahora lo tengo con la política del Reino Unido, que insiste en retener una colonia. No hay un problema tampoco con el pueblo inglés.

DW: El problema son los políticos. La mayoría de los oficiales argentinos fueron a academias militares en Inglaterra o a las universidades de Oxford o Eton. Cuando yo cené con los oficiales argentinos, me dijeron que las últimas personas con quienes querían ir a la guerra eran los ingleses.

LJC: Las guerras son el fracaso de la condición humana. Los soldados son quienes menos desean la guerra, aunque parezca paradójico. Y creo que el gran desafío de la humanidad es arreglar los problemas sin violencia. Pero mientras exista la violencia, hay que estar preparados para hacerle frente. De lo contrario, somos corderos que vamos al matadero. De todas maneras, apuesto fuerte a que este problema va a tener una solución sensata, la más justa que se pueda. A tantas décadas del comienzo del conflicto nos merecemos, tanto los argentinos como los británicos, sentarnos a arreglar el problema y dialogar en serio. La paz siempre es posible, pero la paz con justicia.

DW: Alguien que combatió en la guerra no quiere volver a hacerlo. Es un gran privilegio haber luchado por la Patria, pero ya está. La paz es mucho mejor. Es irrelevante que hayamos sido enemigos y que hayamos estado en bandos enfrentados. Porque todos somos seres humanos, todos estábamos muertos de miedo, todos teníamos una idea parecida de cómo íbamos a sobrevivir durante la guerra, y todos estamos agradecidos de estar vivos. Estrechar la mano de mi antiguo enemigo es algo extraordinario. Hoy podemos ser amigos, definitivamente. Y si los que peleamos sentimos eso, ¿qué pueden decir aquellos que nunca estuvieron en un campo de batalla?

domingo, 8 de mayo de 2016

UK: 42 Commando



42 Commando 
Wikipedia


Insignia de la gorra de los Royal Marines

Activo 1943 - presente
País Reino Unido
Rama Royal Marines
Rol: Comando
Tamaño Batallón
Parte del Servicio Naval
Barracas / CG Cuarteles Bickleigh, Devon
Lema (s) Per Mare Per Terram (Por mar Por Tierra) (América)
Comandantes
Corriente
Comandante el Tte Coronel Richard Cantrill OBE MC RM
Capitán General SAR El Duque de Edimburgo (Capitán General, Royal Marines)


El 42 Commando (se lee y pronuncia Four Two Commando) es una unidad subordinada dentro de la Brigada de Comandos 3 de los Royal Marines, el director de la formación de Comando, bajo el mando operativo del comandante en jefe de la flota.

Con la tarea como una unidad de comando, 42 Cdo RM es capaz de una amplia gama de tareas operativas. Basado en Bickleigh cuarteles cerca de Plymouth, el personal despliegan regularmente fuera del Reino Unido sobre las operaciones o la formación. Mientras brigada de comando 3 RM son la formación de la guerra clima frío director, el personal son capaces de funcionar en una variedad de teatros incluyendo la selva tropical, desierto o terreno montañoso.

Todo el personal que se han completado el curso de Comando en el Centro de Comando de Entrenamiento (CTCRM) en Lympstone en Devon, que les da derecho a llevar la boina verde, con personal adscrito de haber completado el Curso Comando todas las armas.


Historia

Segunda Guerra Mundial

Las unidades de comando iniciales eran todas del ejército británico, pero en febrero de 1942, se pidió a los infantes de marina reales de organizar unidades de comando de los suyos, y 6.000 hombres se ofrecieron.

El No. 42 (Marina Real) Commando se creó en agosto de 1943, bajo el mando del Teniente Coronel R C de M. Leathes a partir del 1 Batallón de la marina real, como parte de la expansión de los comandos. Fueron asignados a la 3rd Special Service Brigade que se servía en la India y Birmania, en 1943-1945, incluidas las operaciones en el Arakan y Assam. Tomaron parte en la tercera campaña de Arakan y llevó a cabo una serie de desembarcos anfibios abajo de la costa de Birmania. Incluyendo los desembarcos en Myebon y la Batalla de la colina 170. A continuación, regresó a la India para prepararse para la operación Zipper de la invasión de Malasia británica. La guerra terminó antes de que comenzara la operación y el comando fue desviado a ocupar de nuevo Hong Kong.


La reocupación británica de Hong Kong en 1945: Hombres de 42 comando marina y niños del Orfanato Tai Po ver un espectáculo de fuegos artificiales durante una fiesta organizada por la unidad

Posterior a la Segunda Guerra Mundial

Después de la 1ª Segunda Guerra Mundial, las 2ª y 4ª brigadas de comandos se disolvieron dejando sólo una brigada - el tercero (40 (RM), 42 (RM) y 45 (RM)). El Comando estaba involucrado en operaciones durante el enfrentamiento con Indonesia (Borneo). Fue durante esta gira que la famosa incursión Limbang se llevó a cabo por la Compañía Lima. A lo largo de la década siguiente se basó en Singapur en el HMS Simbang (RNAS Sembawang).

Volviendo al Reino Unido

Después del regreso al Reino Unido, el Comando se desplegó en Irlanda del Norte, las Nuevas Hébridas en 1980 y ejercerá regularmente en el extranjero. Más recientemente, el Comando ha visto servicio operacional en Georgia del Sur, Montserrat en 1995, Irak y Afganistán.


Junto a operadores del SAS, el 42 Commando participó de la toma del Monte Harriet

Conflicto de las Malvinas

En 1982, tras la invasión argentina de las Islas Malvinas, el Comando desplegado en la operación corporativa. El 21 de mayo, el Comando de reserva eran Brigada en San Carlos bajo el teniente coronel Nick Vaux RM. La unidad fue desplegada para apoderarse de Monte Kent en una noche peligrosa de helicóptero. Para el 4 de junio, la unidad se había movido hacia delante, sobre todo al amparo de la oscuridad, a las posiciones al oeste de terreno elevado con vistas a Puerto Stanley y el último reducto argentino. Después de días de sondaje de reconocimiento, una brigada asalto tuvo lugar en la noche del 11/12 de junio en la que la tarea del Comando era asegurar Monte Harriet en el flanco derecho brigada.



A la luz de la luna y de las temperaturas de congelación, 42 Comando movido sin ser detectados a través de los campos de minas enemigos en unos 9 km de derecha que flanquea el movimiento para sorprender al enemigo en su retaguardia. asaltos consecutivos por "K" y "L" Las empresas siguieron, en pendientes pronunciadas Onto posiciones empresa. Contra una fuerte resistencia a fuego de artillería y continua, los marines prevaleció. Por primera luz más de 30 enemigo había muerto y más de 300 prisioneros tomados como Comando 42 consolidó en el Monte Harriet. Comando 42 sufrió dos accidentes mortales en sí - uno en el Monte Harriet y uno en la montaña Wall.


Morteristas del 42 Commando en la batalla del Monte Harriet

Por la valentía mostrada en el ataque en el Monte Harriet, el 42 Commando fue galardonado con un DSO, una cruz militar, cuatro medallas militares y ocho hombres fueron mencionados en despachos.


Historia reciente

El nuevo milenio vio el Comando desplegar sobre la Operación Telic 1 para la invasión de Irak en 2003, donde se puso en marcha un asalto helicóptero en la península de Faw-Al apoyar Comando 40. La unidad de regresar de la Operación Herrick en Afganistán el 16 de abril de 2009, donde sirvió como el grupo de batalla regional (Sur).

Desde mayo de 2013, 42 Commando ha tomado el relevo del 45 Commando como el grupo de tareas de líder de Comando. Se despliegan como parte del Grupo de Respuesta 13 Grupo de Trabajo de PUMA ejercicio en Albania y el Oriente Medio.


Mike Compañía de Comando 42 Royal Marines durante la Operación Volcán

domingo, 24 de enero de 2016

Asalto sobre Monte Kent

Asalto en el Monte Kent



Monte Kent

El Asalto en el Monte Kent fue una escaramuza durante la Guerra de las Malvinas entre las fuerzas británicas y argentinas.

A finales de mayo, patrullas adelantadas del Servicio Aéreo Especial del Escuadrón G habían establecido que un número de altas cumbres con vistas a los defensas argentinos alrededor de Port Stanley, estaban en gran parte sin defensas, sobre todo después de que la reserva helitransportada argentina, el equipo de combate Solari (Compañía B, 12 Regimiento de Infantería) se fue en helicóptero a Goose Verde y el cuarto regimiento de infantería había recibido la orden de abandonar el Monte Challenger y tomar nuevas posiciones en los Montes Dos Hermanas y Harriet. Un elemento inicial de reconocimiento del Escuadrón D el Mayor Cedric Delves 'se insertó en la zona de Monte Kent en helicóptero el 25 de mayo, permitió que el resto de la escuadra para llegar con seguridad el 27 de mayo en el tiempo para hacer frente a una fuerte inserción de las Fuerzas Especiales de Argentina, bajo la mando del capitán Eduardo Villarruel, segundo al mando de la Compañía de Comandos 602. [3] El comandante de la Compañía de Comandos 602, el mayor Aldo Rico, había dado instrucciones a los cuatro comandantes de patrulla argentinos involucrados apoderarse de los Montes Kent y los picos de los alrededores con el fin de permitir que refuerzo adicional que heli-desembarcaran allí, a saber la escuadrilla 601a de Fuerzas Especiales de Gendarmería Nacional del Mayor José Ricardo Spadaro y del Mayor Oscar Ramón Jaimet. [4] la Compañía B, del sexto regimiento de infantería que también había tenido entrenamiento en combate nocturno el año anterior. [5 ] Las patrullas de SAS en la forma de Air Troop, Boat Troop y cuartel general táctico del Mayor Delves se encontró en apuros y se enfrentaron en una serie de acciones de patrullaje feroces con alrededor de 40 de las Fuerzas Especiales del Ejército de Argentina ante lo cual los argentinos finalmente se retiraron. Las Air Troop retrocedieron inicialmente pero volvieron de nuevo a la lucha, y lograron mantenerse en la cima del Monte Kent hasta que los refuerzos en forma de Royal Marines llegaron.

El primer compromiso durante el Asalto del Monte Kent se produjo durante la noche del 29 al 30 mayo de 1982 cuando la tercera Sección Asalto del capitán Andrés Ferrero de Compañía de Comandos 602 se encontró con una patrulla británica del Escuadrón D del 22 Servicio Aéreo Especial (SAS) en las laderas del Monte Kent. [6] Los británicos tomaron el control de la situación, pero a costa de dos soldados SAS heridos. [1] [7]

El operador de radio en la segunda Sección Asalto del capitán Tomás Fernández, sargento Alfredo Flores, [8] envió el siguiente mensaje de radio desde las laderas del Pico Bluff Cove en alrededor de 17:00 el 30 de mayo: "Estamos en problemas" y después de cuarenta minutos más tarde: "Hay ingleses a nuestro alrededor ... es mejor darse prisa". [1]

El primer teniente Márquez y el sargento Blas de la segunda Sección de Asalto, tenían alrededor de las 11 am hora local el 30 de mayo, [9] muestra un gran coraje personal y de liderazgo en la batalla patrulla que tuvo lugar en Bluff Cove Peak y se concedió a título póstumo la Nación Argentina a el Valor en Medalla de combate. Los Comandos argentinos al mando del capitán Fernández había tropezado literalmente en un campamento ocupado por 15 soldados del SAS. [10] [11]

En el Monte Simon, primera sección Asalto del capitán José Arnobio Verseci, escuchando a los intentos de la patrulla del capitán Fernández para escapar del cerco británico, decidió abandonar la función e intentar enlazar con el ingeniero de combate fuerzas del Batallón 601 que custodiaban Fitzroy. [12]



Ese día siguiente, otra emboscada SAS tiene lugar cuando el teniente comandante Dante Camiletti de de la patrulla de Comandos Anfibios (menos Camilletti y el cabo Juan Carrasco que había sido capturado en Montaña Verde y Teal Inlet respectivamente) después de regresar de reconocer de San Carlos, son emboscados en la parte inferior laderas de Estancia Montaña y sargentos Jesús Pereyra y Ramón López son gravemente heridos y capturados junto con cabos Pablo Alvarado y Pedro Verón que son capturados ilesos.

Esa noche, el capitán Peter Babbington K Company de 42 Commando, Royal Marines llegó cerca a través de helicópteros. Casi al mismo tiempo, la segunda Sección de Asalto, haber escondido todo el día, salió de su piel que tengan la intención de retirarse de la zona, pero fue atacado rápido y pesado de la SAS. [13] La visión de un tiroteo la noche en curso enfrentó K Compañía. Los infantes de marina tomaron rápidamente la tapa y después de la pelea de fuego se había apagado Mayor Cedric Delves del Escuadrón D, 22 SAS aparecido y les aseguró que todo estaba bien y que el SAS había destruido una patrulla argentina. [14] En realidad no hubo más víctimas en 2ª Sección Asalto del capitán Fernández, aunque uno de los miembros, el sargento Alfredo Flores, fue capturado en esta acción. [15]

Uno de los relatos del historiador estadounidense afirma lo siguiente:

El SAS finalmente logró rodear el principal grupo comando, consolidando en una posición cerca de la cima, y ​​les tendió una emboscada con uno de esos devastadores ataques, explosivos de fuego automático y GPMG fuego para los que el regimiento es famoso. [16]

El teniente de vuelo Andy Lawless, co-piloto del único superviviente de la RAF Chinook ('Bravo noviembre'), participó en la misión de entregar armas de artillería y municiones a la SAS y describe el accidente del helicóptero (posiblemente como resultado de la pequeña -arms incendio) poco después:

Sabíamos que el SAS fueron superados. Nuestro trabajo consistía en desembarcar 105 mm obuses] del 29 Regimiento de Artillería Real. Rose me dijo que el lugar de aterrizaje era plana y segura. La misión iba a ser volado toda la noche con gafas de visión nocturna. Tuvimos tres cañones de 105 mm en el interior y las paletas de municiones bajo lanzado con una honda. A continuación, la niebla de la guerra intervino. La tierra no era plana y cubierta de cantos rodados. No pudimos encontrar en cualquier lugar a la tierra y nos pasamos el tiempo de maniobra para dejar las cargas menores de colgado. Tuvimos que poner exactamente donde los artilleros querían porque no podían tirar los cañones muy lejos a través de la terrible terreno. Puedo recordar claramente las tropas en movimiento bajo el rotor disking disparando sus armas - esto no era parte del plan. Hubo disparos de artillería entrantes. Una vez que nos dejaron las armas que nos fuimos directamente a San Carlos para traer más armas y munición. Entonces llegamos a agua. Tuvimos suerte porque si hubiéramos golpeado tierra firme que habría sido muerto. Golpeamos a 100 nudos. La ola de proa se acercó la ventana de la cabina como nos acomodamos y los motores son flameados parcialmente fuera. Yo sabía que habíamos abandonado, pero no estaba seguro de si nos habían golpeado. Dick dijo que pensaba que había sido golpeado por fuego desde tierra. Cuando el helicóptero se instaló redujo la ola de proa. Tuvimos el colectivo sigue y el motor terminamos como salimos del agua como un corcho de una botella. Estábamos subiendo. [17]

La acción en el área de Monte Kent continuó, y alrededor de las 10 am del 31 de mayo, recién llegado Royal Marines divisó una columna de la Major Mario Castagneto Compañía de Comandos 601 avanzando en jeeps y motos para rescatar a las patrullas varados de Compañía de Comandos 602, pero los hombres de Castagneto fueron dispersados ​​y obligados a retirarse después de estar bajo fuego de mortero pesado que lesiona tanto Castagneto y Sargento Juan Salazar.

Hubo pérdidas en ambos lados de aeronaves como resultado directo de las operaciones se lleva por ambas fuerzas especiales británicas y argentinas en el área de Monte Kent. A lo largo de 30 de mayo de Royal Air Force Harriers eran activos en el Monte Kent. Uno de ellos, Harrier XZ963, piloteado por el líder del escuadrón Jerry Pook-hora de responder a una llamada de auxilio del Escuadrón D [18] -attacked faldas orientales de Monte Kent, y que dio lugar a su pérdida a través del fuego de armas pequeñas. A eso de las 11 a.m. en el mismo día, un Aerospatiale SA-330 Puma helicóptero fue derribado por un hombro-lanzado Stinger misiles tierra-aire (SAM) disparados por el SAS en las proximidades del Monte Kent. Seis Fuerzas Nacionales Especiales de la Gendarmería murieron y ocho más heridos en el accidente. [19]

La única muerte británica en las operaciones de SAS para contrarrestar patrullas comandos argentinos en el terreno elevado con vistas ocurrió Stanley común cuando una patrulla del SAS disparó accidentalmente con una patrulla del SBS en la madrugada del 2 de junio y sargento de las SBS Ian 'Kiwi' Nicholas Hunt fue muerto. [20]

El Brigadier Julian Thompson más tarde defendió su decisión de enviar patrullas SAS a reconocer el Monte Kent por delante del 42 Commando:

Fue una suerte que yo había ignorado las opiniones expresadas por Northwood [Sede militares británicos en Inglaterra] que el reconocimiento del Monte Kent antes de la inserción del 42 Commando era superfluo. Había D Escuadrón no hubiera estado allí, las Fuerzas Especiales de Argentina habría cogido el Comando antes de-cepillado y, en la oscuridad y la confusión en una zona de aterrizaje extraño, infligió bajas en hombres y helicópteros. [21]

El servicio aéreo especial ganó elogios para defender con éxito el Monte Kent y los picos de los alrededores. A partir de la citación para la Orden de Servicios Distinguidos ganado por Grandes Delves:

Tras el éxito del establecimiento de la cabeza de playa en San Carlos de agua, Major Delves tomó su escuadrón 40 millas detrás de las líneas enemigas y estableció una posición con vistas a la principal fortaleza enemiga en Port Stanley, donde eran conocidos al menos 7.000 soldados que basarse. Por una serie de operaciones rápidas, ataques de ocultamiento y relámpagos hábiles contra patrullas enviadas a buscarlo, él fue capaz de asegurar un firme control sobre el área después de diez días para las fuerzas convencionales para ser traídos. [22]

Un tanque Scorpion de los Blues & Royals ayudó a limpiar Monte Kent de las fuerzas especiales argentinas restantes y dedica las tropas del regimiento 4º de excavación en las laderas más bajas. De acuerdo con el artillero a bordo, Mark Flynn:

Paul Stretton y yo estábamos explorando duro por objetivos. Estaba usando sus prismáticos, tuve la vista de la pistola. Vi un par de Argies cavando en un hombro del suelo a unos 4 kilómetros de distancia. El cañón de 76mm del Scorpion tenía un alcance efectivo de 6 kilómetros, que los puso dentro del rango ... En un aumento de 10x, incluso en las condiciones nubladas me sorprendió la claridad con que podía verlos. Revestidos de gris y con casco gris, se parecía para mí un poco como a los soldados alemanes de la Segunda Guerra Mundial. El estudio de la zona con más cuidado, vi que había docenas de Argies desparramados a través de la cara de la pendiente. La mayoría ya estaban atrincherados, pero algunos todavía estaban ocupados en cavar nuevas trincheras en el suelo ósea ... He pulsado el botón de disparo. 'Fuego ahora'. La primera munición cayó fuera de la meta, golpeó el suelo a unos 200 metros delante de los argentinos y explotó en una lluvia de tierra y roca .... Seguí el trazador de color naranja que flotaba hacia el enemigo, entonces centrado en el dos argies, que parecían ajenos al hecho de que estábamos sobre ellos. Estaban de pie juntos cerca de la zanja. Para mí, parecía que pensaban que su propia artillería disparaba. La bala de alto explosivo de 76mm golpeó la escuadra derecha en el pecho del argie. Se convirtió en una niebla roja de la sangre ... Nos pusimos a acosar con fuego sobre el enemigo en serio, munición tras munición justo en medio de ellos ... En poco tiempo empezamos a oír devolver el fuego de artillería silbando por encima, pero estaba overshooting nuestra propia posición por un largo camino: en todo caso, parecía que los argies estaban disparando a los Paras subiendo a pie cerca de seis clics a nuestro oeste .. yo era inexperto en la guerra de tanques a continuación, así que cuando Paul Stretton dijo Frankie que nos movamos de que estaba tan sorprendido protesté: "Pero esta es una posición brillante! ' Estoy recibiendo golpes bajos y no nos pueden ver! ¿Por qué no nos quedamos aquí? Estábamos arruinando día del enemigo mientras que los párrafos e infantes de marina se adelantó. ¿Por qué íbamos a querer moverse? Stretton me ignoró. Era igual de bien:. Menos de treinta segundos después de mudarnos, una munición enemiga silbó y explotó en el lugar exacto que acabábamos dejamos [23]


3 PARA alcanzó Estancia Casa el 1 de junio, y poco después patrullas D Company encontró manchas de sangre y aderezos de campo indica que los heridos del primer sargento Raimundo Viltes bajo el cuidado de primer teniente Horacio Lauria había recibido los primeros auxilios allí junto con el especial de Marina argentina fuerzas heridos y comandos Gendarmería Nacional heridos, antes de ser evacuados. De acuerdo con el sargento Jerry Phillips:

Debe haber sido una pelea porque todas nuestras patrullas compañía de fusileros estaban informando de sangre, trozos de carne y vendajes dispersos por toda la zona. De la manera que las cosas estaban esparcidos SAS debe haber sido en contra de por lo menos setenta enemigo. [24]

En la noche 3-4 de junio, la tercera Sección de Asalto, 602a Compañía de Comandos regresó a las líneas delanteras británicas, llegando a la cima del Monte Challenger después de un enfoque difícil. A su regreso a Puerto Stanley mayor Aldo Rico, junto con el primer teniente Jorge Manuel Vizoso Posse, (segundo al mando de la patrulla) tratado de convencer al General de Brigada Oscar Jofre helicóptero hacia adelante una compañía de fusileros con el fin de atacar las baterías de artillería británicas del comandos afirmaron haber localizado el uso de sus prismáticos de la noche, pero un Jofre irritada les dijeron que ir y dejar el proceso de toma hasta la sede 10a Brigada de decisiones. [25]. Ruiz Moreno lo describe así

Arribaron al Challenger a eso de las diez de la noche. Desde allí se divisaba el monte Kent cuando salía la luna llena, oculta de a ratos por nubes. Había bastante luz como para observar con anteojos de largavista, o recurriendo a los visores nocturnos: era bien perceptible el vuelo incesante de helicópteros ... que transportaban artillería durante toda la noche ... Antes del amanecer la patrulla regresó, moviéndose de igual modo que al llegar. Desde Monte Harriet, en donde el mayor Rico lo aguardaba, el teniente primero Vizoso Posse transmitió por radio su información. Al arribar a la capital, ambos fueron al puesto de mando de la Brigada X en Stanley House para entrevistar al general Jofre. Vizoso estaba mojado y cubierto de barro: "Nunca olvidaré", contó, "la cara de asco con que me miró". Entró a explicar la situación al frente de Monte Challenger: — Aquí no hay nada, mi general; los helicópteros van para allá. Y le dio a entender que convenía atacar a los cañones ingleses por ese flanco descubierto, por su falta de defensa contra la infantería argentina, que no estaba lejos, aunque fuese con una sola compañía. El comandante de la Brigada lo interrumpió ásperamente: —¡Teniente primero: no haga apreciaciones!


El cuarto regimiento también llevó a cabo el patrullaje, y en la noche del 6 a 7 junio, el cabo Nicolás Albornoz junto con ocho reclutas cruzó Río Murrell y llegó a la zona de Monte Kent, donde vieron a un número de vehículos británicos, pero la patrulla de pronto cayó bajo fuego de mortero y tuvo que retirarse. [26]

Con la pérdida de esta tierra alta, los bombarderos de la Fuerza Aérea Argentina Canberra realicen varias bombardeos contra las tropas británicas se congregan en la zona. Su primer ataque, por seis Canberras contra posiciones de las tropas británicas en la zona del monte Kent, se llevó a cabo en la oscuridad antes del amanecer del 01 de junio después de Capitanes Ferrero y Villarruel se les dio un mapa de la zona y se les dijo para señalar las posiciones británicas allí. Lanza-Cabo Vicente Bramley recordó más tarde un ataque casi mortal llevado a cabo en las 3 posiciones para la noche del 09 de junio:

A la mañana siguiente de Inteligencia nos dijo que bombarderos Canberra Argies habían dejado caer su carga no tres centenares de metros de nosotros. Si nos hubieran golpeado el batallón no estaría hoy en día. Pasamos el día cavando zanjas a gran escala. Mejor tarde que nunca. [27]

Durante la noche del 9 al 10 junio, una patrulla de la lucha contra los informes, dispararon contra varios miembros de una sección de morteros de 45 Commando en las faldas del Monte Kent, matando a cuatro Marines Reales. [28]

Temprano el 10 de junio, una empresa Gurkha avanzó desde Bluff Cove cerca de Mount Kent [29] para establecer una base de patrulla desde la que llevar a cabo patrullaje agresivo, pero la Oficina de Observación Adelante en el Monte Harriet, el capitán Tomas Fox manchado la empresa y dirigida 155mm fuego de artillería en contra de ella, hiriendo a tres Gurkhas el 11 de junio. Al describir el momento en que se lesionó, Lance Corporal Gyanendra Rai que fue galardonado con la Medalla del Atlántico Sur, dijo:

Yo estaba absolutamente convencido de que iba a morir. Yo estaba en el dolor severo. Era como si alguien hubiera conducido un cuatro libras martillo por el lado de mi espalda. [30]

Referencias 


  1. David Aldea. "The Argentine Commandos on Mount Kent". britains-smallwars.com. Consultado el 04 de abril 2010.
  2. Gurkha que necesitaron herida de guerra tratado está excluido de Reino Unido, por Daniel BATES, MailOnline, 18 de junio 2007
  3. "El frío viento del Atlántico Sur ahogó los motores palpitantes de los dos restantes Chinooks argentinos que aterrizan en la tierra baja cerca del Monte Kent bajo el amparo de la oscuridad. Los cuarenta comandos bien camuflados que emergió divididos en tres equipos y se deslizó lentamente hacia la base de la montaña, parando, escuchando, observando las imágenes verdes y negras de la gafas de visión nocturna para escoger de fuentes de calor. El hombre clave de una patrulla del SAS en movimiento a lo largo de la pendiente más baja no se percató de la media docena de argentinos que habían manchado su silueta borrosas. Deslizándose con la cintura, empapando la turba húmeda, la mitad de los comandos se arrastraban alrededor del flanco de la patrulla británica para una emboscada en forma de L. Cuando estuvieron dentro de los veinte yardas de la patrulla abrieron fuego. El hombre SAS fue inmediatamente golpeado por municiones de 7,62 milímetros que golpearon el estómago y en el pecho, tos con sangre mientras caía. Los otros tres espaciados a cierta distancia detrás de él y se zambulló para la cubierta, devolviendo el fuego en todas las direcciones, ya que quedaron envueltos por una andanada de disparos de armas automáticas y granadas que hirieron a otro hombre SAS con metralla. Él tuvo que ser sacado en parte por los otros dos sobrevivientes se retiraron "Arostegui, Martin, Crepúsculo Warriors:. En el interior de las Fuerzas Especiales del Mundo, como un ladrón en la noche (capítulo), St. Martin Press, 1997
  4. "Era un comando del Ejército que había luchado contra el Ejército Revolucionario del Pueblo en la provincia de Tucumán durante la 'guerra sucia'. Completamente profesional y un soldado dedicado, que esperaba un alto nivel y ejerce la disciplina rígida pero justo. Fue a Jaimet que Brigadier General Jofre volvió cuando quería una empresa-heli transmitidas ". Van der Bijl, Aldea, Brigada de Infantería quinto en los Falkands, p. 161, Leo Cooper, 2003
  5. http://www.lanacion.com.ar/1362425-un-heroe-todos-los-heroes Un héroe, Todos Los Héroes lanacion.com, 03/04/2011
  6. "Los hombres de Ferrero avanzaron por las laderas empinadas, la idea de toparse con una patrulla británica o caminar en una emboscada mantenerlos alerta. Después de unos 500 metros Ferrero se adelantaron con dos hombres a investigar un ruido. Habían apenas cubierta de 50 metros cuando fueron ametralladora precisa y fuego de mortero de Aire Tropa, D Escuadrón. Primero-sargento Raimundo Viltes fue gravemente herido cuando una bala destrozó el calcañar ". Van Der Bijl, Aldea, Brigada de Infantería quinto en las Malvinas, p. 63
  7. "La falta de información sobre las operaciones amistosas llevó por primera teniente Horacio Lauria, un ingeniero de comando, a creer que el disparo provino de equipo de combate de Solari que creía que era en la zona. Pero el peso de fuego y el tipo de armas utilizado , claramente británico, conmocionó a los argentinos. Contra sus expectativas, el Monte Kent fue ocupada y un tiroteo confusa estalló. No estoy seguro de la fuerza de la oposición y con su sección dispersos, Ferrero decidió retirarse y, como otra tormenta de nieve precipitaba a través del sombrío cuestas, él, Oviedo y primera teniente Francisco Maqueda revueltos cuesta abajo en su en sus fondos, el envío de avalanchas ruidosas de piedras en cascada abajo de la montaña. El hundimiento repentino de rocas llevó Aire Tropa de creer que estaban en peligro de ser rodeado y se retiraron más alta hasta el Monte Kent, pastorear dos soldados heridos con ellos ". Van Der Bijl, Aldea, Brigada de Infantería quinto en las Malvinas, p. 63
  8. Comandos en Acción: El Ejército en Malvinas, Isidoro Ruiz Moreno, p. 258, Emecé Editores, 01/01/1986
  9. Nueve batallas a Stanley, Nicholas Van der Bijl, p. 148, Leo Cooper, 30/09/1999
  10. DawnWarriors: Dentro de las Fuerzas Especiales del Mundo. Martin C. Arostegui. p. 205. St. Martin Press, 15/01/1997
  11. "A eso de las 11 a.m. día siguiente, el 30, el capitán Fernández y su segunda Sección de Asalto, sabiendo que Ferrero había estado en contacto con British, salió de su escondite con la intención de ocupar Bluff Cove pico. Con el sargento Humberto Blas y Primer Teniente Daniel Oneto, primer teniente Rubén Márquez exploración por delante, la sección chocó con la Sede Tactical Air Service especiales y un tiroteo desarrollado. Márquez lanzó algunas granadas, pero todavía fue asesinado porque llevaba guantes y fue incapaz de utilizar su fusil FAL. Blas también murió ". Van Der Bijl, Aldea, Brigada de Infantería quinto en las Malvinas, p. 63, Leo Cooper, 2003
  12. Nueve batallas a Stanley, Nicholas Van der Bijl, p. 149, Leo Cooper, 30/09/1999
  13. quinto Brigada de Infantería en el Malvinas 1982, Nicholas Van der Bijl, David Aldea p. 65, Leo Cooper, 2003
  14. David Aldea. "Monte Kent". britains-smallwars.com. Consultado el 04 de abril 2010.
  15. "Fernández rompió el contacto y en la lucha por la colina sargento Alfredo Flores, el operador de la sección de radio, se cayó y fue eliminado. Cuando volvió en sí estaba preso en un claro patrulla de Servicio Aéreo Especial y fue interrogado más tarde en 'Hotel Galtieri' en el corral, en San Carlos, junto con los comandos del Ejército capturados en Top Malo House ". Van Der Bijl, Aldea, Brigada de Infantería quinto en las Malvinas, p. sesenta y cinco
  16. Martin Arostegui, op. cit, p. 205 16 Brigada de Asalto Aéreo: La historia de la Fuerza de Reacción Rápida de Gran Bretaña, Tim Ripley, pp 45-46, Cárcasas Publishers, 2008.
  17. La Royal Navy y la guerra de Malvinas, David Brown, p. 251, Leo Cooper, 1987
  18. "Puma argentino derribado por "misiles americanos" Stinger. En.mercopress.com. 12 de abril de 2002. Consultado el 07 de febrero 2010.
  19.  'recuerdo para las fuerzas especiales' ^ Malvinas Snowy pensamiento mans guerrero '
  20. Julian Thompson, No Picnic, p. 93, Cassell & Co, 2001.
  21. Malvinas Aftermath, p. 44, Marshall Cavendish, 1984
  22. Imán Bullet:.? Soldado Frontline más condecorado de Gran Bretaña, Mick Flynn, pp, Hachette Reino Unido,
  23. Dos Lados del Infierno - Se pasó semanas matarse unos a otros, ahora los soldados de ambos lados de La Guerra de las Malvinas contar su historia, Vincent Bramley, p. ?, John Blake Publishing, 2013
  24. Comandos en Acción: El Ejército en Malvinas, Isidoro J. Ruiz Moreno, p. ?, Emecé Editores, 1986
  25. Volveremos !, Jorge R. Farinella, p. 125, Rosario Editorial, 1984
  26. Excursión al Infierno: Monte Longdon. Una Historia Universal de Batalla, Vincent Bramley, p. 73, Pan Macmillan, 24/04/1992
  27. marines dispararon compañeros en conflicto de las Malvinas, el Glasgow Herald, 02 de diciembre 1986
  28. La Historia Oficial de la Campaña de las Malvinas, Lawrence Freedman, p. 525, Routledge,
    2004
  29. Gurkha who needs war wound treated is barred from UK, By DANIEL BATES, MailOnline, 18 June 2007

Wikipedia (en inglés)