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sábado, 10 de diciembre de 2022

Embajador cubano promete "mandar un submarino y hundir un barco"

 

Malvinas, el audio secreto de la propuesta del enviado de Fidel Castro a Galtieri: “Enviamos un submarino y hundimos un barco”

Los cuatro hechos que marcaron la jornada del 10 de abril de 1982 en la Casa de Gobierno que definieron el rumbo de la guerra. La conversación confidencial del presidente de facto con el secretario norteamericano Alexander Haig: “Yo no puedo retroceder, los muertos no son ingleses”. Y el sorprendente diálogo con el embajador cubano: “Cuba va a hacer lo que ustedes quieran”

El encuentro de Galtieri con el embajador cubano Emilio Aragonés Navarro

El 10 de abril de 1982, la Casa de Gobierno fue sede y testigo de cuatro acontecimientos que definirían el rumbo del conflicto de las Islas Malvinas. Cerca del mediodía, tras lograr pasar los cordones de seguridad en la zona de Plaza de Mayo, Alexander Haig junto al general Vernon Walters mantuvieron un encuentro privado con el prsidente de facto Leopoldo Galtieri, el canciller Nicanor Costa Méndez y el almirante Benito Moya. Al mejor estilo del Salón Oval de la Casa Blanca, funcionaba dentro del despacho de Galtieri un “sistema” de grabación instalado por funcionarios de la SIDE, en el que colaboró Jaime Stiuso (ya llevaba 10 años en el organismo).

El Secretario de Estado agradeció en nombre del presidente Ronald Reagan la “cooperación argentino norteamericana”. Sin identificar esa cooperación, está claro que se refería al grupo militar que asesoraba desde Honduras a los “contras” que peleaban al régimen sandinista. Galtieri aprovecho para contarle que había llegado a la Argentina Emilio Aragonés Navarro, el embajador de Cuba, pero que todavía no había conversado con él. Haig respondió que el interés cubano por el caso Malvinas “aumentaba la tragedia del conflicto” de las Malvinas.

En este encuentro Galtieri adelantó una advertencia: “Le diré sólo una vez y luego no volveré a repetirlo. En cuanto a la Argentina concierne, no existe ninguna duda con respecto a nuestra soberanía en las islas. Estamos dispuestos a negociar sobre cualquier otro punto”. La grabación también contiene otra observación: “Señor General, hablando como militar le digo que es conveniente que no nos cerquen. Como profesional usted sabe que si es cercado deberá romper el cerco”. Y Haig respondió: “Pero yo sé que eso significaría hacer algo de lo que usted no participa ideológicamente”. Luego del encuentro, Haig y su delegación se reunieron con los negociadores argentinos.

Alexander Haig, Vernon Walters y el contralmirante Moya en el despacho de Galtieri

Cuando Leopoldo Fortunato Galtieri salió al balcón, el 10 de abril, después de su primer encuentro con Haig, un mar de gente agitó sus banderas argentinas, y de otros países. Muchos habían llegado desde el interior, los más del Gran Buenos Aires, en colectivos gratis. Estaban en el acto los personajes del momento. Del pasado y el presente argentino. En un momento parte de la multitud comenzó a corear: “A gritar, a gritar, si quieren las Malvinas que las vengan a buscar” y frente a las exigencias de la multitud, Galtieri atizó el conflicto: “Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla. En esto tenemos la solidaridad de varios pueblos americanos que están decididos a dar batalla con los argentinos.”

Mientras el presidente de facto le hablaba a la multitud entró a la Casa Rosada el embajador Aragonés Navarro. “Tembo”, como le decían, era el representante de Fidel Castro desde mayo de 1973 y cargaba tras de sí innumerables gestiones para la diplomacia cubana. Entre las más importantes estuvo la de cerrar, junto con Ernesto “Che” Guevara, el acuerdo de instalación de los misiles soviéticos en la Isla. Desde 1973 hasta 1982 el régimen castrista siempre tuvo un doble juego con la Argentina: en la superficie “diplomacia y negocios”; en la clandestinidad Cuba seguía siendo un campo de entrenamiento para la guerrilla y sus diplomáticos en Buenos Aires mantenían contactos con las jefaturas de las organizaciones armadas. Diplomáticos cubanos (con el conocimiento de Aragonés) llegaron a participar en reuniones del Buró Político del PRT-ERP. Gran parte de los dólares que se pagaron de rescate por el secuestro de los hermanos Born (1974) salió en las valijas diplomáticas de la Embajada de Cuba rumbo a La Habana. Durante 1975, mientras la Argentina se hallaba sumergida en la violencia, la Embajada de Cuba mantenía frecuentes contactos en Buenos Aires con los terroristas que pugnaban por defenestrar al gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón.

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En Moscú, Nikita Khrushchev abraza a Aragonés Navarro mientras Fidel Castro sonríe

Tras del discurso a la ciudadanía, a las 13:45 “Tembo” entró al despacho personal del Presidente. Ese día, Galtieri había estrenado su sistema de grabación a cinta abierta. A pesar del ruido ambiental y de las bocinas de los automóviles (afuera se encontraba gran parte de la muchedumbre en la Plaza de Mayo) se puede escuchar:

Embajador: -He venido a decirle que Cuba va a hacer lo que ustedes determinen, hasta dónde ustedes quieran ustedes llegar va a llegar Cuba…

Galtieri: -Dígale a Castro que más allá de las diferencias que tenemos se puede conversar. Yo le agradezco éste sentimiento y SOLIDARIDAD americana, latinoamericana, somos latinos. En buena medida tenemos diferencias…

Embajador: -Todos tenemos diferencias.

Galtieri (elevando la voz): -COMO VENEZUELA, COLOMBIA, PERÚ, CHILE, ARGENTINA, PARAGUAY, somos comunidades latinas pero con distintas raíces.

Embajador: -Somos integrantes de una misma familia, pero un país diferente.

Galtieri: -Tenemos diferencias pero son todas discutibles y conversables, pero le agradezco el gesto. Este gesto la Argentina no lo va a olvidar.

Embajador: -Pero éste gesto se puede convertir en hechos. Es lo que yo quiero que usted lleve con toda claridad. Esto es una proposición muy cuidadosa pero detrás de esto está la voluntad de hacer lo que haya que hacer… enviarle un submarino y hundirle un barco… cualquier cosa…

Galtieri: -Argentina no lo olvida, ni lo va a olvidar por muchos años.

Embajador: -Me gusta porque eso obliga… aunque sea privado nomás…

Galtieri: -Yo le digo embajador no obstante que cualquier cosa que reclamar… porque esto está muy acelerado, muy acelerado, se nos van a ir de las manos ciertas cosas, se nos van a ir de las manos… eso es lo que yo le estoy diciendo al Señor Haig, acá ¿eh? estamos corriendo contra el tiempo ¿eh? Y esto es un problema que puede traer consecuencias internacionales, no de Gran Bretaña y Argentina, MUNDIALES. Se le va a ir de las manos a Estados Unidos, a Rusia… a todos. Usted es consciente, yo le agradezco acá, dígale a Castro que le agradezco que además Argentina no va a olvidar. Y a usted, personalmente, le agradezco también éste gesto, señor embajador. Personal, más allá de lo que usted me dice, como dicen los diplomáticos… yo no sé cómo dicen los diplomáticos, vuelvo a repetir, tenemos diferencias… Usted sabe que…

Aragonés Navarro con un alto funcionario cubano durante un encuentro con Videla

Embajador: -Son salvables, además las diferencias pueden ser mayores o menores. Se pueden agrandar o se pueden disminuir también, pero Señor Presidente.

Galtieri: -Pero que usted tome el cepillo de dientes y el calzoncillo para venir a Argentina usted, que es así señor embajador, discúlpeme los términos con que hablo. Desde La Habana a Buenos Aires es un gesto de Cuba que la Argentina no lo olvida. Yo sé que usted tomó apenas los elementos de aseo para venir para acá.

Embajador: -Mire Señor Presidente yo creo que independientemente de la urgencia con que usted vea esta cosa del apoyo concreto de Cuba, hay otra cosa que sí es un poco más urgente porque el apoyo de Cuba está seguro cuando usted es dueño… usted puede decir en media hora ”me hace falta que ustedes me den esto”, bueno ahí va a estar esto. Pero hay cosas que el tiempo no puede jugar a favor nuestro y es lo de los No Alineados, es una cosa tan compleja donde hay tantos países distintos, con tantas posiciones distintas, y ahí sí los minutos cuentan. Usted debería decirme qué quiere, rápidamente, para nosotros escribirle una carta a cada jefe de estado y explicando, pidiendo lo que pidan…

Galtieri: -Me quedan 24, 48 horas más…

Embajador: -Yo creo que cuando más pronto lo haga usted sería mejor porque esto es aberrante, además una fuerza tremenda no sé ahora…

Galtieri: -Por otra parte no se qué hicieron en el Consejo de Seguridad ¿eh?

Embajador: -¿Nosotros?

Galtieri: -No usted no, Cuba no… tres o cuatro países que estaban ahí…




     

martes, 19 de octubre de 2021

Royal Navy: La patrulla de combate e hidrográfica del HMS Onyx


Hidrografía no convencional en un submarino convencional - el HMS Onyx y el Conflicto en el Atlántico Sur de 1982

El Snorkel



El HMS ONYX fue uno de los engranajes más pequeños de la compleja máquina de combate que respondió a la toma argentina de las Islas Malvinas en 1982. Sin embargo, completó lo que probablemente sea la patrulla de guerra más larga de un submarino diésel en la historia: 116 días de abril a agosto.

HMS ONYX: del 26 de abril al 18 de agosto de 1982

El HMS ONYX fue uno de los engranajes más pequeños de la compleja máquina de combate que respondió a la toma argentina de las Islas Malvinas en 1982. Sin embargo, completó lo que probablemente sea la patrulla de guerra más larga de un submarino diésel en la historia: 116 días de abril a agosto. Los detalles de lo que ocurrió durante esa patrulla permanecen sin contar, sujetos a las exigencias de la Ley de Secretos Oficiales. Sin embargo, hubo una proliferación de artículos especulativos en la prensa nacional sobre lo que podrían haber hecho tanto el ONYX como sus más poderosos hermanos de propulsión nuclear. Esto indica ciertamente el potencial que tienen los submarinos para causar alarma y confusión, simplemente porque otros no conocen sus movimientos e intenciones.

La mayor contribución del ONYX a la Fuerza de Tareas era su particular habilidad de trabajar sin ser detectado cerca de la costa, para el reconocimiento o la inserción y extracción de fuerzas especiales. Pero el ONYX tardó casi un mes en llegar a las Malvinas desde el Reino Unido, navegando a una velocidad comparable a la de un moderno yate de carreras oceánicas. Por lo tanto, varios otros medios debieron utilizarse inicialmente para estas tareas especializadas, con diferentes grados de éxito. Sin embargo, el tiempo de viaje hacia el sur se aprovechó en forma efectiva. Los primeros días fueron dedicados a ordenar la avalancha de equipos y provisiones que habían sido arrojados a bordo en los cinco días previos a la navegación. El resto del tránsito fue dedicado a ejercitar, entrenar, probar y afinar el equipamiento y la gente, para asegurarnos de estar listos para enfrentar lo que se nos pudiera cruzar. Esto no fue muy diferente de la rutina en cualquier submarino en navegación, donde los elementos y la "ley de Murphy" se combinan para hacer de cada minuto de cada patrulla un desafío profesional


HMS Onyx y Tidespring 1982

Había ciertas diferencias. Nosotros, como muchos en casa, dependíamos en gran medida de los boletines de noticias diarios para enterarnos de los acontecimientos en el Atlántico Sur. Como muchos en el mar, esperábamos no llegar más lejos que la Isla de Ascensión antes de que se alcanzara un arreglo pacífico. Sin embargo, mientras seguimos navegando más al sur, escuchamos informes de incursiones aéreas y hundimientos. Tuvimos tiempo de reflexionar sobre las desagradables realidades de la vida en tiempos de guerra en las fuerzas armadas. No podíamos hacer retroceder el reloj, pero había una creciente determinación de asegurarnos que podríamos sobrevivir, y de que finalmente lo íbamos a lograr. Como dijo el general Patton una vez, "el objetivo en la guerra es hacer que el otro muera por su patria". También había un cierto grado de ansiedad. Por fin teníamos la oportunidad de hacer algunas de las cosas que tan a menudo sólo practicábamos. ¿Funcionarían las tácticas? ¿Seríamos lo suficientemente buenos? La sensación que teníamos podría compararse con la explosión de adrenalina que experimentan los jugadores en el vestuario antes de un partido importante. Sin embargo, esta duró mucho más tiempo, y las consecuencias del fracaso ¡eran decididamente poco atractivas!

La principal ventaja del ONYX radicaba en no ser detectado. Por lo tanto, cualquier encuentro para recuperar personal y equipo, u obtener información, tuvo lugar por la noche. Antes de que el submarino pudiera emerger, había que establecer la identidad de nuestra escolta, generalmente en la oscuridad más absoluta, con mar gruesa y sin la ayuda del radar. Una vez en la superficie, el ONYX comenzaba una loca carrera detrás de la escolta. El aire helado y cargado de sal que bajaba desde la escotilla abierta en la torreta, atravesando el buque para alimentar a los diesels que rugían, estaba por todas partes. Entonces quedaba el asunto espinoso de colocarse al costado de un buque oscurecido al que sólo se lo podía ver a simple vista desde apenas unas pocas decenas de metros. El primer intento rara vez tenía éxito. Llegábamos a las reuniones informativas (Briefings) entumecidos, envueltos en capas de abrigos y suéteres, parpadeando como topos en la luz brillante. En una ocasión, un corresponsal bien conocido y frecuentemente citado en los medios fue testigo de nuestra llegada. ¡Al final tanto secreto para nada!, pensamos - pero el silencio que siguió en los medios de comunicación demostró que ¡había sido adoptado un “ojo Nelsoniano” ! Todo el trabajo tenía que ser terminado a tiempo para para inciar una carrrera tan frenética como helada de nuevo hacia la oscuridad del mar abierto antes de que llegara la luz del día. Estas acciones resguardaban al ONYX de la furia de los ataques aéreos diarios – nunca nadie se quejó de esto.


Submarino HMS Onyx en San Carlos

Un esfuerzo para completar una misión de reconocimiento con muy poco preaviso casi terminó la patrulla. Muchas de las cartas utilizadas para navegar en esas aguas no habían cambiado significativamente desde que James Cook las había dibujado por primera vez. Los sondeos ocasionales que hacía en aquel momento fueron sin duda adecuados para su pequeño buque de vela. Pero estos a duras penas cumplían con los requisitos de un submarino de 2.500 toneladas dos siglos más tarde. Como consecuencia, el ONYX descubriría una saliente de roca no registrada en la carta de navegación de la manera más dramática: impactando contra ella en inmersión. Aunque todo el mundo reaccionó admirablemente y el control se recuperó rápidamente, casi con seguridad se puede afirmar que las únicas personas a bordo que parecían realmente tranquilas eran nuestros 'invitados' de las fuerzas especiales. Esta calma no se debía por completo a sus nervios de acero sino también a su ignorancia de los hechos: ¡nadie había tenido tiempo de explicarles lo que realmente había sucedido! Este acto de "hidrografía de impacto" puso fuera de acción a dos de los seis tubos de torpedo delanteros. Esto ya era bastante serio en sí mismo, pero la cosa se complicó aún más cuando se descubrió que los dos tubos afectados eran los que se usaban exclusivamente para torpedos filoguiados. Como resultado, la tripulación de proa tuvo que reorganizar nuestra carga completa de torpedos. Esto era parecido a jugar al solitario. Sin embargo, primero tuvieron que hacer espacio moviendo toneladas de equipo adicional hacia el resto del submarino. Incluso entonces todavía había armas pesando toneladas suspendidas en el aire mientras la remodelación continuaba.



 

Lo cerca que se estuvo del desastre recién se reveló por completo cuando el ONYX fue examinado en un muelle seco en Portsmouth. Uno de los torpedos de los tubos dañados se había roto como una cáscara de huevo. Durante las semanas que pasaron el agua salada que había penetrado activó la batería haciendo girar los motores y posiblemente corrió por los dispositivos de seguridad. Un pequeño equipo de ingenieros navales y personal del astillero, ayudado por parte de la tripulación del buque, fue removiendo el torpedo en trozos pequeños. El tráfico comercial en el astillero se detuvo y el área alrededor del muelle seco se evacuó mientras se realizaba un trabajo particularmente sensible. Es probable que los involucrados hayan estado en mayor riesgo en esa dársena que en cualquier momento de la patrulla de guerra del ONYX en el Atlántico Sur.

 

Las condiciones a bordo eran desagradables, incluso por los estándares de un submarino diesel. Una 'cubierta falsa' de provisiones cubría pasadizos y las mesas de la cantina, reduciendo la altura libre para pasar de un optimista un metro con ochenta centímetros a algo más cerca de un metro con veinte centímetros. Ochenta y cuatro personas vivían en un espacio diseñado para sesenta y ocho, sin el lujo de poder usar el espacio de estiba de armas normalmente desocupado en tiempos de paz. Las duchas se requisaron para almacenamiento adicional, limitando a toda la tripulación a bañarse en un balde, y esto sólo ocasionalmente a fin de ahorrar la electricidad necesaria para operar la planta de destilación. A pesar de esto, los visitantes de las fuerzas especiales pronto fueron integrados en la vida diaria a bordo. No era raro descubrir a uno de ellos cocinando, ayudando a fregar o sentado con un vigía en su puesto. La tripulación del buque también se interesó mucho en las actividades clandestinas de sus invitados. De hecho, nos volvimos muy posesivos con "nuestra gente".

Gran parte de la patrulla comprendió operaciones de vigilancia entre la miríada de islas que componen las Malvinas. Con frecuencia, los únicos signos de vida que serían unas pocas ovejas en las laderas desnudas. Incluso encontrar los accidentes geográficos para fijar nuestra posición era todo un desafío. Esto condujo a una nueva anotación en el libro de registro - 'TOYAH' , acrónimo en inglés que significaba: "cumbre de otra colina más". El viejo adagio que reza "...99% de aburrimiento inalterado mezclado con con 1% de terror puro" fue sin duda cierto en nuestro caso. Ciertamente, se concibieron y prepararon muchas más operaciones de las que jamás se llevaron a cabo. La satisfacción vino de saber que podríamos ayudar, y que nuestras capacidades especiales le proporcionaron al comando una mayor flexibilidad.

El ONYX no estaba por cierto en su primera juventud y, a pesar del cuidadoso mantenimiento y el apoyo maravilloso antes de abandonar Gosport, el tiempo en el mar se cobraba su cuota tanto en el equipo como en los hombres. Tanto el personal de máquinas como el de armas tenía su propia batalla privada para mantener todo funcionando. Hubo que realizar una virtual reconstrucción en el mar un motor principal luego de que se pasase de revoluciones en cercanías de la isla de Ascensión. La adaptación apresurada de ciertos equipos electrónicos justo antes de zarpar dio lugar a una lucha épica del ingenio humano sobre la técnica recalcitrante que duró la patrulla completa. La falla total de un generador principal mientras todavía estábamos al sur del ecuador en el tránsito hacia casa nos recordó toda la inmensidad del océano en relación a nuestra propia insignificancia. Probamos de todo para hacer reparaciones y aumentar la velocidad, incluso se desplegaron velas cuando el viento era favorable. Desafortunadamente, esta falla forzó al buque de apoyo STENA SEASPREAD a pasar otras dos semanas en el mar como nuestra escolta. Incluso nuestra llegada de regreso a Gosport estuvo atestada de problemas mecánicos. Después de haber anclado en el Solent temprano en la mañana, nos preparamos para entrar en el puerto en un típico día de agosto: ¡vendavales de fuerza de ocho y lluvia horizontal! El cabrestante del ancla se desintegró, colapsando temporalmente el sistema hidráulico inmovilizando de este modo el timón. ¡Horror de los horrores! Al garete y a la vista de casa, después de 20.000 millas en el mar. ¡Qué ignominia! Afortunadamente, el orden fue restaurado rápidamente y la "entrada triunfal" completada sin el ancla ni el cable.


HMS Onyx en dique seco, Portsmouth, 27 ago 82 - Foto Tim Webb

Los recuerdos perdurables son, no sorprendentemente, los de la gente, no los de los acontecimientos:
  • Luego de haber zarpado para nuestra patrulla, un electricista "afortunado" nos alcanzó con un helicóptero a la altura de Lands End luego de un aviso de aproximadamente dos horas. Este mismo hombre dejó el submarino por el mismo método a nuestro regreso, a tiempo para estar presente en el nacimiento de su primer hijo.
  • El oficial de ingeniería, a cargo de los tanques de compenso, y por lo tanto responsable de la transmisión principal durante el zafarrancho de combate, era incapaz de pronunciar la palabra "Géminis" correctamente por lo que, estos botes inflables, se convirtieron instantáneamente en "Jeremys" o "Esos malditos botes de goma".
  • Los encargados de mantener el sonar que pasaban horas sellados en una pequeña cámara externa realizando reparaciones mientras el submarino se encontraba en inmersión.
  • Los buzos que lucharon para rellenar un agujero en un tanque externo de combustible mientras el combustible diesel que escapaba les destruía los sellos de goma de sus trajes, permitiendo que se llenaran de agua.
  • La tripulación entera, que se empeñó con todo lo que se les pidió en las circunstancias más difíciles, con la confianza de que si cada uno hacía su parte la tarea se llevaría cabo con éxito. Las palabras finales van al maquinista que, en una reunión algunos años más tarde simplemente dijo "Gracias por traernos de vuelta".

 
Autor: Lt Cdr Andy Johnson Comandante del Submarino HMS ONYX en el Conflicto Malvinas / Falkland 1982.

domingo, 25 de julio de 2021

Satélites norteamericanos sobre la actividad naval argentina


Guerra de Malvinas - Satelites - CIA y el fondo del mar



El satélite acababa de cumplir su misión sobre Puerto Argentino y sus alrededores, pero, con una velocidad aproximada de 27.500 km/h, tenía menos de cinco minutos para tomar las imágenes requeridas de la Base Naval Puerto Belgrano, la principal de la Armada Argentina.
Por Mariano Sciaroni || El Snorkel


El satélite acababa de cumplir su misión sobre Puerto Argentino y sus alrededores, pero, con una velocidad aproximada de 27.500 km/h, tenía menos de cinco minutos para tomar las imágenes requeridas de la Base Naval Puerto Belgrano, la principal de la Armada Argentina. Algo que se había complicado los días anteriores, ya que un techo de nubes impedía discernir que había amarrado “allí abajo”.
Desde los 400 km. de altura de su órbita baja, enfocó sus cámaras de alta resolución a las coordenadas 38º 53`33``S y 62º06`16``O y procedió a tomar las imágenes pedidas. Misión cumplida.
Nadie lo había visto venir, menos lo habían visto marcharse.


***
Poco tiempo después, las imágenes se encontraban en el National Photographic Interpretation Center (o Centro Nacional de Interpretación Fotográfica), un departamento de la CIA que dependía de la poderosa Dirección de Ciencia y Tecnología y que se encontraba integrado por analistas civiles y militares de todas las fuerzas.



No era la primera vez que se tomaban imágenes satelitales de la base naval. La CIA mantenía (y mantiene) una constante vigilancia sobre los enemigos, en ese tiempo los países del Pacto de Varsovia, pero a los aliados o afines, mejor también controlarlos. A finales de la década del `70, había aumentado, por alguna razón, el reconocimiento satelital sobre la base y sobre otros puntos de interés militar en Argentina y, en general, en el Atlántico Sur.



(1) y (2) Dos imágenes satelitales de Bahía Blanca y la Base Naval Puerto Belgrano, obtenidas por la cámara de mapeo de un satélite espía norteamericano KH-9. La de la izquierda fue obtenida el 4.1.1979 por el KH-9 misión 1214-5 y la de la derecha el 30.3.1979 por la misión 1215-5.






Imágenes de la cámara panorámica son complementadas, en misiones de reconocimiento militar, por imágenes de alta resolución de la cámara principal. Fuente: U.S. Geological Services – desclasificación año 2002

No había habido demasiada suerte, sin embargo, en los últimos días. Nubes. Complicaban todo. Pero este 28 de mayo la meteorología resultaba más favorable y las imágenes revelaban las siluetas de los buques. Y allí estaban casi todos los buques de la Armada Argentina.


“BUQUES CAPITALES DE LA FLOTA ARGENTINA SE ENCUENTRAN EN LA BASE NAVAL PUERTO BELGRANO...BUQUES PRESENTES INCLUYEN AL PORTAAVIONES 25 DE MAYO (CV) SIN AVIONES EN LA CUBIERTA DE VUELO…UN SUBMARINO DE ATAQUE CLASE GUPPY (SS)…UN SUBMARINO DE ATAQUE CLASE 209 (SS) EN DIQUE SECO…UN DESTRUCTOR MISILISTICO-HELICOPTERO TIPO 42 (DDGH), UN DESTRUCTOR MISILISTICO CLASE GEARING FRAM II (DDG), UN DESTRUCTOR CLASE SUMNER (DD), UNA FRAGATA LIVIANA FRANCESA TIPO A-69 (FFG), CINCO BARREMINAS COSTEROS CLASE TON (MSC), Y NUMEROSOS AUXILIARES.”
La Armada Argentina se encontraba mayormente en puerto: el portaaviones, uno de los destructores tipo 42 y dos viejos destructores norteamericanos, uno de los avisos franceses y otras tantas embarcaciones.
Lo más interesante, sin embargo, eran los submarinos. Había un Tipo 209 en dique seco y un “Guppy” (genéricamente, un submarino de la Segunda Guerra Mundial con mejoras hidrodinámicas y en ciertos sistemas de a bordo) amarrado.
El “Guppy” no podía ser otro que el ARA Santiago del Estero, que la inteligencia había perdido a fines de abril, cuando desapareció subrepticiamente de su amarradero habitual de la Base Naval Mar del Plata. Realmente un misterio, ya que el submarino se consideraba inactivo desde el año anterior, sin posibilidades de sumergirse y menos de ir a una guerra.
Nadie sabía, entonces, el estado operacional del Santiago del Estero. Y, sabiendo que sería preguntado sobre ello, el analista no tuvo más que agregar en su memo que:


“NO SE PUEDE DETERMINAR EL ESTADO OPERACIONAL DEL SUBMARINO GUPPY”


Desde el 30 de abril que Estados Unidos no tenía mayores problemas en pasar la información satelital recibida al Reino Unido.


La vital información recogida no fue la excepción y, con alguna lógica demora, cruzaba el Atlántico y llegaba al Cuartel General de la flota británica en Northwood.


Buena información para las dos Fuerzas de Tareas coloniales en el sur. Especialmente útil para los submarinos del Almirante Peter Herbert, la Fuerza de Tareas 324. El oficial responsable comenzó a preparar un informe de inteligencia actualizado y, apenas terminado y aprobado, se subió al satélite.


***
Había tres satélites espías estadounidenses (de reconocimiento por imágenes) en órbita. Los británicos no tenían esa capacidad, así que necesitaban apoyarse en su aliado.
Un HEXAGON/KH-9, lanzado el 11 de mayo de ese año, que tenía el problema de que el film debía ser eyectado hacia tierra, donde era recuperado en vuelo cerca de Hawai y, desde allí transportado en avión hacia el continente.



Los dos KENNAN/KH-11 eran los más modernos del mundo. La información era pasada encriptada y en tiempo real a una estación en tierra, y estaba en condiciones de ser analizada en cuestión de minutos. El KH-11/4 había sido desviado de su órbita sobre la Unión Soviética a principios de abril y estaba haciendo casi todo el trabajo.





(3) Gráfico de la órbita baja del KH-11/4, modificada a principios de abril de 1982 para cubrir Malvinas y áreas de interés en Argentina. Había sido lanzado el 3 de septiembre de 1981 desde la Base Aérea Vandenberg en California


***
Los satélites de reconocimiento eran complementados con la información obtenida de la violación a las comunicaciones “seguras” de la Armada Argentina.
Había habido algunos problemas a mediados de abril, cuando los argentinos cambiaron el código, pero ello fue rápidamente solucionado (pareciera que alguien en Argentina se puso nervioso al leer un artículo del 15 de abril del New York Times que dejaba entrever que las comunicaciones eran interceptadas)


Es que las máquinas Crypto AG de dotación de la fuerza no eran mayor traba para la CIA. Es más, se decía que la NSA (National Security Agency o Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU.) tenía “acciones” en esa empresa y, por tanto, la llave para leer los mensajes en clave. Una copia de esa llave estaba en poder de la CIA.


Algunos funcionarios norteamericanos pareciera que se jactaron demasiado de ello, y el 9 de junio, William J. Casey, Director de la CIA, tuvo que amenazar con acciones penales para los involucrados en difundir “el secreto”. El código fue nuevamente cambiado por los argentinos, y nuevamente roto por la CIA.


Obviamente, ayudaban al panorama también los amigos de por acá cerca y los que estaban demasiado cerca, más aún.


Sin embargo aún con todos esos recursos, el Joint Intelligence Committee (JIC), el comité conjunto del Reino Unido que organiza a todas las agencias de inteligencia, tenía un panorama confuso acerca de los buques que se consideraban más importantes (y peligrosos) de la Armada Argentina: el portaaviones ARA 25 de Mayo y los submarinos.


Al portaaviones Northwood lo situaba, en las primeras horas del 28 de mayo, en las cercanías del Cabo Blanco, al sur del Golfo San Jorge.


El submarino HMS Spartan estaba cerca de allí, tratando de ubicarlo, pero no lo había logrado. El comandante del buque, James Taylor, así como Chris Wreford-Brown, en el HMS Conqueror (a 320 millas náuticas al Este del Cabo Blanco y sirviendo de zaguero para cualquier intento de rompimiento) se preguntaban si la información de inteligencia, generalmente buena, estaba acertando esta vez.



(4) Portaaviones ARA 25 de Mayo en la Base Naval Puerto Belgrano. Fotografía tomada en junio de 1979, durante el Operativo Unitas XX. Fuente: Department of Defense, EE.UU.


Con los submarinos argentinos la situación era peor aún.


El 21 de abril el ARA Santiago del Estero había salido de su apostadero. Pocos días después, el espionaje británico (gracias a los norteamericanos) se había percatado de esta situación y buscaba desesperadamente conseguir información acerca del estado operativo de la unidad. Algo que no se había logrado ¿Estaría camino a la Isla Ascensión, listo para atacar a las unidades logísticas?
Asimismo, inteligencia informaba el 26 de mayo por la tarde que el ARA Salta tenía problemas en sus tubos de torpedos. Nadie sabía si estaba en el mar o no el 28.


El ARA San Luis, se afirmaba para el mismo 26, estaba definitivamente en patrulla, posiblemente en camino hacia el norte del Estrecho San Carlos. El 28 se dudaba de su posición, o en Puerto Belgrano o en el mar, no quedaba a nadie claro ello.


Las piezas faltaban en el rompecabezas.


***

Casi a las 9 de la noche del 29 de mayo, a unas 300 millas al Este de Isla de los Pingüinos, en medio de un clima horrendo y un mar agitado, surgió de las profundidades del mar un artefacto que podría describirse como un florero de lata diseñado por un artista kitsch.


El mástil AYH, si bien tenía algunos cristales defectuosos, no captó señal electrónica con grado de peligro alguno, lo que pudo ser corroborado por el operador en el equipo MAE UA4 del HMS Conqueror.


Con el reaseguro que no había nadie emitiendo en el área, pronto emergieron otros apéndices, entre los que destacaban un periscopio y una antena de comunicaciones.


Durante 7 horas se mantuvo en plano periscopio y con los apéndices extendidos. El submarino tenía, desde hace más de un mes, problemas para recibid comunicaciones, algo que se había exacerbado luego de dañar el mástil con hielo cerca de Georgias del Sur. Sin embargo, esta vez la culpa no era de la antena o del satélite (también norteamericano) sino del equipo de clave, que tenía un mal día.

(5) Submarino HMS Conqueror regresando a su base, luego de Malvinas. Fuente: Ministry of Defense, Reino Unido


Seis reportes recibidos. Entre ellos COR 430 informaba a la Fuerza de Tareas 324 (los submarinos) que la Armada Argentina se encontraba en Puerto Belgrano o en las cercanías de Bahía Blanca. La información de inteligencia se hacía más clara.
El HMS Spartan repitió para la misma hora el procedimiento y recibió también la señal COR 430. Sus equipos electrónicos UAB eran más modernos y sensibles, pero tuvo más cuidado de exponer apéndices, ya que solo estaba a 90 millas náuticas del continente. El radar AN/APS-128 de un EMB-111 Bandeirante Patrulha (de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina) que había detectado hacía unas horas le recordaba el peligro de ser demasiado indiscreto. Apenas bajada la información del satélite, volvió a las profundidades.
Los restantes submarinos británicos formalmente asignados a la FT 324 estaban desperdigados en el Atlántico Sur. El HMS Onyx y el HMS Courageous recién estaban penetrando latitud 35º S y arribando a la “Grilla CORPORATE”, el HMS Splendid estaba saliendo de ella (por problemas insuperables en uno de sus Turbogeneradores) y el HMS Valiant ya tenía bastantes preocupaciones operando dentro del Estrecho de Le Maire.

Northwood movió las áreas de patrulla y de responsabilidad de las unidades submarinas para adecuarse al nuevo escenario proporcionado por inteligencia: el portaaviones estaba en puerto y, sin Grupo Aéreo Embarcado en cubierta, era dudosa una pronta zarpada. El ARA Santiago del Estero estaba amarrado, así como uno de los Tipo 209 (se estimó era el ARA Salta – quizá por los problemas en los tubos de torpedos anunciados), en dique seco
Las contingencias a enfrentar eran menores ahora para los submarinos. La certidumbre ampliaba la libertad de acción. Buena información, en el momento justo. Un satélite que hizo la diferencia.


Ni KENNAN ni HEXAGON fueron decisivos. Tampoco lo fue el quiebre de las comunicaciones cifradas argentinas. Pero la guerra es un partido de póquer, y si el contrincante puede mirar nuestras cartas, no importa la buena mano que tengamos, el otro siempre podrá jugar en sus términos.


A 30 años del conflicto, vale la pena recordar las ventajas ajenas y las falencias propias. De esa forma, resaltan aún más el coraje y la entrega de nuestros marinos, soldados y aviadores.


***


Agreguemos un par de datos más.

El ARA Santiago del Estero, que no tenía sonar ni posibilidades de sumergirse desde 1981 (es decir, no podía combatir en forma alguna), había sido trasladado desde la base de submarinos en Mar del Plata hacia Puerto Belgrano, donde fue camuflado entre dos cargueros. Se hicieron algunas operaciones de “velo y engaño” para intentar confundir respecto el estado operativo del submarino, lo que parcialmente se logró.

EL ARA San Luis estaba en Puerto Belgrano desde el 19 de mayo, habiendo arribado luego de una patrulla de 39 días, en la cual debió permanecer 864 horas en inmersión. Los diversos problemas mecánicos que se fueron suscitando durante el combate (ya que atacó y fue atacado) hicieron que debiera ingresar a dique seco, donde fue observado por el satélite.



(6) ARA San Luis a poco de arribar a la Base Naval Puerto Belgrano, luego de su patrulla de guerra. Detrás, se aprecia el portaaviones.

El ARA Salta estaba en el mar desde el 21 de mayo, haciendo pruebas de torpedos y evaluando ciertas falencias del buque. Pero, principalmente, generando incertidumbre en la flota británica. Efectivamente, desde el día 23 tenía problemas con los tubos lanzadores. Recién tomó puerto el 29 de mayo.

El ARA 25 de Mayo no salió de Puerto Belgrano después de ingresar allí el 10 de mayo. Su Grupo Aéreo Embarcado operaba desde bases en tierra. Hubo algunas maquinaciones argentinas para despistar a la inteligencia británica acerca de su paradero, lo que pareciera dio resultado parcialmente.


Pareciera que el ojo del satélite no se equivocaba demasiado.

(7) Documento, “Argentine Naval Combatants”





(8) Documento, “Increased defensive measures”


***





Bibliografía:

  • Casey, William J (Director CIA), Memo en “Unauthorized Disclosures on the Falklands Situation”, 9 de junio de 1982.
  • Freedman, Sir Lawrence “The official history of the Falklands campaign”, Tomos I & II, Routledge, Londres, 2005.
  • National Photographic Interpretation Center (CIA – USA), Memo respecto “Argentine Naval Combatants”, 28 de mayo de 1982.
  • National Photographic Interpretation Center (CIA – USA), Memo respecto “Military Forces, Argentina”, mayo de 1982.
  • National Security Council Meeting (Casa Blanca – USA), Minutas de análisis, “South Atlantic Crisis”, 30 de abril de 1982,
  • Taylor, James (RN) - HMS Spartan – “Report of Proceedings”
  • Wreford-Brown, Christopher (RN) - HMS Conqueror – “Report of Proceedings”



lunes, 15 de febrero de 2021

La clase Onyx y su furtividad

Ingenioso truco creó los mejores submarinos diesel de la Guerra Fría

Basada en el modelo de la XXI Guerra Mundial alemana, la Royal Navy puso en servicio los submarinos de la clase Oberon a partir de 1960. Podían marchar casi por completo bajo el agua. También hubo una innovación técnica.
De Johann Althaus || Die Welt (original en alemán)



La idea es tan simple como brillante: una carcasa adicional hecha de fibra de vidrio con docenas de orificios a través de los cuales el agua puede fluir relativamente sin obstáculos, nada más.

Exactamente ese accesorio en la parte superior del casco dificultaba la localización de los submarinos de la clase Oberon británico utilizando el sonar enemigo. Porque el agua en la fibra de vidrio actuaba como un manto de invisibilidad: amortiguaba los ya escasos ruidos que hacía el barco al arrastrarse hacia la superficie del agua.


El "HMS Odin" se lanzó el 4 de noviembre de 1960. La estructura estrecha de fibra de vidrio con agujeros en el fuselaje real es claramente visible Fuente: Getty Images Incluso si un perseguidor usaba su sonar activo, es decir, no escuchaba los ruidos, pero enviaba ruidosos "pings" al mar para captar el eco, el accesorio de fibra de vidrio reducía la precisión de la señal y, por lo tanto, dificultaba la localización. También mejoró la forma aerodinámica del casco.

El total de 27 barcos de esta clase, cuyos nombres solían empezar con "O" y que, por tanto, se denominaban "O-boats" en las armadas de habla inglesa, fueron considerados los mejores submarinos diesel-eléctricos de la Guerra Fría y sus homólogos soviéticos, el Foxtrot. y la clase Tango como superior: los barcos Oberon eran más silenciosos, más rápidos, tenían un mayor alcance y estaban mejor equipados con electrónica. Sin embargo, los Oberon eran inferiores en todos los aspectos a los submarinos de propulsión nuclear de las dos superpotencias, que se pusieron en servicio casi al mismo tiempo.

Su construcción se basó en el diseño de la última clase de submarinos de la Armada alemana, el Tipo XXI, que en 1945 casi nunca se utilizó en combate. Sin embargo, los ingenieros británicos habían alargado significativamente el casco (de 76 a casi 90 metros) y diseñaron la torre con más fuerza en forma de una aleta dorsal estrecha. También tenían ocho tubos de torpedos, dos más que los modelos alemanes.

El propulsor se basó en la combinación de dos motores diésel de 16 cilindros como generadores, que proporcionaban electricidad a dos motores eléctricos de 3000 CV cada uno. Los diésel recibieron aire fresco a través de dos snorkels, de modo que los barcos Oberon también pudieron completar el crucero casi completamente sumergidos (aparte de los dos snorkels para suministro de aire y gases de escape). Alcanzaron una velocidad máxima de 17 nudos bajo el agua y 12,5 nudos sobre el agua.


Los dos generadores diesel del "HMS Otus" tenían 16 cilindros cada uno.
Fuente: Johann Althaus

Los motores diesel no podían entregar su energía directamente a los tornillos; solo servían para generar electricidad. Esta fue una gran diferencia con los barcos Tipo XXI: también podían funcionar directamente con energía diésel, lo que, sin embargo, había provocado daños durante la prueba de la Kriegsmarine: al dar marcha atrás con máquinas eléctricas, los motores diésel que corrían accidentalmente habían aspirado agua repetidamente a través del sistema de escape. Tales errores fueron excluidos principalmente con los Oberon.

Además de la Royal Navy, las armadas canadiense y australiana también lanzaron barcos de la clase Oberon; Canadá, como parte de su compromiso con la OTAN, Australia apoyó la protección del Pacífico Sur contra los submarinos de largo alcance soviéticos y posteriormente chinos. La Armada de Brasil también compró tres Oberons y Chile dos.


El centro de control de la máquina
Fuente: Johann Althaus

Todos los barcos de esta clase se retiraron de servicio entre 1988 y 2000; el barco tipo "HMS Oberon" incluso salió de servicio en 1986, pero en realidad se suponía que iba a ser modernizado y vendido a la Armada egipcia. El negocio colapsó y el "HMS Oberon" fue desguazado en 1991.

Hoy en día, siete de los 27 barcos de la clase todavía existen como barcos museo; el resto ya está o será desguazado: el acero especial de sus cascos llamado QT-28 es una valiosa materia prima. Uno de los barcos supervivientes es el "HMS Otus", que se encuentra en el puerto de la ciudad de Sassnitz en Rügen y sirve como atracción turística.


El submarino "HMS Otus" en el muelle de Sassnitz
Fuente: Johann Althaus

El casco es notablemente más grande que en los barcos alemanes tipo VII (el U-995 está en el Naval Memorial en Laboe en el Kieler Förde y se puede visitar), mientras que subjetivamente estás en el único barco del tipo XXI que aún existe (se puede ver en Bremerhaven ) tiene la impresión de que (un poco) más está disponible aquí.

Básicamente, sin embargo, se aplica lo siguiente: cualquier distancia mínima es pura ilusión en los submarinos. Las tripulaciones tuvieron que aguantar un espacio mínimo. Solo el comandante tenía una (pequeña) cabina individual. En contraste con el Tipo VII, el "HMS Otus" tenía tres baños adecuados para la tripulación de 60 personas, pero todo era lujo.


La cima del lujo: la cabina del comandante a bordo del "HMS Otus"
Fuente: Johann Althaus

Poco se sabe sobre las misiones de los barcos de la clase Oberon; Las unidades británicas normalmente patrullaban el Mar del Norte y el Atlántico Norte durante dos tercios del año. Todos estuvieron en servicio durante al menos un cuarto de siglo, y los barcos de la Armada australiana hasta por 32 años.

Sin embargo, la misión más conocida de un submarino Oberon terminó de manera decepcionante: a principios de mayo de 1982, se suponía que el "HMS Onyx" aterrizaría un equipo de cinco o seis de élite Special Boat Service en las Islas Malvinas ocupadas por Argentina. Deberían espiar una base aérea argentina y atacar si es posible. Pero el único barco diesel-eléctrico de la Royal Navy que participó en la Guerra de las Malvinas chocó contra un arrecife indocumentado cuando se acercó al objetivo y tuvo que romper la misión dañado.


Los seis tubos de torpedos de proa del "HMS Otus". Dos más están en la popa
Fuente: Johann Althaus

El "HMS Otus", que se encuentra hoy en Sassnitz, participó en la primera guerra contra Irak en 1991. Cuando regresó a su puerto de origen de Gosport (cerca de Porthsmouth en el sur de Inglaterra), una bandera pirata ondeó en su mástil. Esto indicó un despliegue exitoso de fuerzas especiales, pero se desconocen los detalles.

viernes, 8 de mayo de 2020

Clase Guppy: Aprendiendo de la SGM antes de llegar a los SSN

Proyecto GUPPY: entre la Segunda Guerra Mundial y la era de los barcos de propulsión nuclear

Revista Militar (original en ruso)


Hace sesenta años, cuando la deuda pública de los EE. UU. aún no había tomado valores tan amenazantes, y los gastos de los Estados Unidos para todo, incluida la defensa, eran bastante razonables: en aquellos días, la Marina de los EE. UU. parecía completamente diferente de lo que es ahora. A comienzos de los años 1940 y 50, la Marina de los EE. UU. era un montón de basura oxidada de la Segunda Guerra Mundial, y el Congreso estaba desesperado por no asignar fondos para la construcción de nuevos barcos.



La extraña situación tenía una explicación simple: durante los años de guerra, la industria de los Estados Unidos entregó a la Marina una cantidad tan grande de equipo que surgió una pregunta razonable: ¿qué se debe hacer a continuación? La mayor parte de la flota no murió en la batalla. Incluso después de la "limpieza general" en 1946-1947, cuando varias docenas de "superfluos" fueron retirados a la reserva, según el comando, portaaviones, acorazados y cruceros, la flota estadounidense todavía estaba llena en exceso con equipo militar.

Dejar que cientos de naves completamente modernas sean desechadas, y construir nuevas unidades de combate, sería francamente reacio. Sin embargo, el equipo estaba sujeto al inevitable deterioro físico y al envejecimiento moral: en una era en la que el horizonte ya estaba iluminado por el resplandor de futuras instalaciones nucleares y antorchas de motores de cohetes, se requería la reposición inmediata de la flota con nuevos barcos. ¡Pero no se hizo la reposición de la flota!

A los almirantes se les explicó popularmente que en los próximos 10 años no deberían esperarse nuevos barcos: es poco probable que los fondos asignados sean suficientes para varios diseños experimentales y, tal vez, un par de unidades grandes para la flota de portaaviones. De lo contrario, los marineros deben prepararse para el hecho de que, en caso de guerra, tendrán que luchar con equipos obsoletos.

Para evitar la repetición del próximo Pearl Harbor, la administración de la flota tuvo que activar la imaginación y utilizar al máximo los recursos de modernización del barco: en la década de 1950, la Marina de los EE. UU. conmocionó varios programas de modernización de flotas a gran escala. Uno de los proyectos más interesantes fue GUPPY, un complejo de eventos relativamente simples y baratos que cambiaron radicalmente las características de los submarinos estadounidenses.

¡Inmersión urgente!

En 1945, después de la división de los barcos alemanes capturados, los Yankees cayeron en manos de dos "Electrobots" tipo XXI: U-2513 y U-3008. El conocimiento de los barcos más potentes y avanzados de la Segunda Guerra Mundial dejó una impresión indeleble en los expertos estadounidenses; Después de estudiar cuidadosamente el diseño y las características de los Electrobots, los estadounidenses llegaron a la conclusión correcta: los factores clave que afectan directamente la efectividad y la estabilidad de combate de un submarino moderno son su velocidad y alcance en condiciones sumergidas. Todo lo demás: armas de artillería, velocidad de superficie o autonomía pueden descuidarse en un grado u otro, sacrificándolos a la Misión Principal del Submarino: tráfico submarino.



La duración de estar bajo el agua para submarinos diesel-eléctricos estuvo principalmente limitada por la capacidad de las baterías. Incluso los barcos más grandes y poderosos de la Segunda Guerra Mundial no pudieron permanecer bajo el agua por más de dos o tres días; luego, inevitablemente, seguidos por el ascenso, el sistema de ventilación de los pozos de la batería se encendió, las poderosas corrientes de aire eliminaron las emisiones venenosas acumuladas, y los generadores de diésel traquetearon y generaron energía eléctrica vital. el cable lleva de vuelta a las baterías recargables.

Durante un ciclo de estar en la posición subacuática, los barcos lograron "gatear" no más de 100 ... 200 millas. Por ejemplo, incluso el más grande de los barcos soviéticos, el submarino de crucero de la serie XIV, podría sumergirse solo alrededor de 170 millas con un movimiento económico de 3 nodos. Y si el mango del telégrafo de la máquina estuviera en "El avance más completo", la batería se agotaría después de una hora o 12 millas de la distancia recorrida. Las características de los barcos estadounidenses del tipo Gato, Balao y Tench fueron aún más modestas: menos de 100 millas a dos nudos, mientras que la velocidad máxima en posición subacuática no superó los 9-10 nudos.

Para corregir esta molesta situación, se desarrolló el programa GUPPY (Gran Programa de Poder de Propulsión Subacuática). Como su nombre lo indica, el objetivo del programa era mejorar radicalmente las características de velocidad de los barcos en posición subacuática. Se suponía que la tarea se lograría de tres maneras principales:
  • Máxima saturación del espacio interior de la embarcación con baterías, se planeó aumentar el número de grupos de baterías en 2 veces, ¡de dos a cuatro!
  • Optimización de contornos para reducir la resistencia hidrodinámica al moverse en posición subacuática;
  • Instalación de un tubo respirador - un invento alemán muy bueno que le permite moverse indefinidamente durante mucho tiempo a una profundidad de periscopio, "saliendo" del agua la punta de la entrada de aire y el tubo de escape de un motor diesel.

Por supuesto, en el curso de la modernización, se mejoró el "llenado" electrónico de barcos, aparecieron nuevos radares, sonares y sistemas de control de fuego de torpedos.



Los primeros trabajos se completaron en agosto de 1947: dos submarinos de la Marina de los EE. UU., el USS Odax y el USS Pomodon, pasaron por un programa intensivo de modernización bajo el programa GUPPY I. Todas las instalaciones de artillería, pilones de protección, molinetes e incluso uno de los periscopios fueron desmantelados de las cubiertas de los barcos, todo para reducir la hidrodinámica. resistencia bajo el agua

La cabina ha adquirido nuevas formas: un diseño liso y aerodinámico, que ha recibido el nombre de "vela" entre los marineros. Se hicieron algunos cambios en la proa del casco: la familiar silueta en forma de V adquirida en formas redondeadas GUPPY. Pero las principales metamorfosis ocurrieron en el interior. Las bodegas vacías de municiones de artillería, parte de las cámaras de refrigeración y las tiendas de repuestos, todo el espacio libre desde la proa hasta la popa estaba lleno de baterías recargables (baterías), solo 4 grupos de 126 elementos de un nuevo tipo.

Las nuevas baterías tenían una gran capacidad, pero una vida útil corta (solo 18 meses, 3 veces menos que las baterías originales de la Segunda Guerra Mundial) y un mayor tiempo de carga. Además, su funcionamiento era más peligroso debido a la mayor evolución del hidrógeno: era necesario modernizar el sistema de ventilación de los pozos de la batería.

Al mismo tiempo que la batería, todo el sistema eléctrico de la embarcación se modernizó: un nuevo tipo de motores eléctricos de remo, tableros de distribución herméticos, electrodomésticos diseñados para el nuevo estándar de red eléctrica (120V, 60Hz). Al mismo tiempo, apareció un nuevo radar y se modernizó el sistema de aire acondicionado en los compartimentos.

Los resultados del trabajo excedieron todas las expectativas: los barcos USS Odax y USS Pomodon rompieron todos los récords, dispersándose bajo el agua a 18 nudos, más rápido que el exclusivo "Electrobot" alemán. El rango subacuático aumentó significativamente, mientras que la velocidad económica aumentó a tres nudos.

La modernización exitosa nos permitió continuar trabajando en esta dirección: de 1947 a 1951, otros 24 barcos de la Marina de los EE. UU. se modernizaron bajo el programa GUPPY II; esta vez, junto con la optimización de los contornos del casco y el aumento de la cantidad de baterías, se introdujo en el diseño un tubo para motores diesel. en posición subacuática



En 1951, se propuso una alternativa: una opción de actualización un poco menos ambiciosa y barata bajo el programa GUPPY-IA (un total de 10 barcos modernizados). Esta vez, los Yankees se negaron a colocar a bordo dos grupos de baterías adicionales, conservando el mismo número de elementos. Solo se modificaron los elementos mismos: se utilizaron las baterías Sargo II mejoradas, eran más eficientes y duraderos, al mismo tiempo, los elementos de este tipo eran extremadamente problemáticos: era necesario mezclar regularmente el electrolito y usar el sistema de enfriamiento de la batería.

Todas las otras técnicas del programa GUPPY (snorkel, nuevos contornos corporales) se utilizaron en su totalidad. En general, el programa GUPPY IA no impresionó a los marineros: a pesar de su menor costo, los barcos modernizados eran muy inferiores al GUPPY II "normal" en alcance y velocidad bajo el agua.

En el período de 1952 a 1954, otros 17 barcos de la Segunda Guerra Mundial se modernizaron bajo el programa GUPPY IIA, esta vez los Yankees intentaron corregir la falla clave de todos los GUPPY, condiciones desagradables, debido a la disposición interna extremadamente saturada y la abundancia de baterías. Los diseñadores sacrificaron uno de los cuatro motores diesel, en lugar de los cuales colocaron bombas, compresores y unidades del sistema de aire acondicionado. Se han producido algunos cambios en el diseño interior de las instalaciones: los enfriadores estaban ahora directamente debajo de la cocina y la estación de sonar se "trasladó" a la sala de bombas vacía debajo de la estación central.



La ausencia de un cuarto motor diesel tuvo un efecto significativo en la reducción de la velocidad de la superficie, sin embargo, ahora se proporcionaron condiciones de vida más o menos cómodas a bordo del barco (en la medida en que la palabra "comodidad" se puede aplicar a la flota de submarinos).

Sin embargo, era obvio para los marineros que el potencial de modernización de los barcos estaba casi agotado. Había una última oportunidad: el programa GUPPY III era el más grande de todos los GUPPY, que incluía cortar y alargar el resistente casco del bote (el trabajo se llevó a cabo desde 1959 hasta 1963).

La longitud de cada uno de los 9 barcos modernizados aumentó en 3.8 metros, el desplazamiento en la superficie aumentó a 1970 toneladas. La reserva de espacio resultante se utilizó para acomodar el complejo de sonar moderno BQG-4 PUFFS. La automatización ha reducido la tripulación; a cambio, ha aumentado la munición de torpedos y ha mejorado el hábitat a bordo. Siguiendo el modelo de GUPPY-IIA, se desmanteló un cuarto motor diesel de todos los barcos. Parte de la cabina estaba hecha de plástico.



USS Pickerel - Representante típico de GUPPY III

Vale la pena señalar que el número exacto de barcos que participaron en el proyecto GUPPY es difícil de establecer: muchos de ellos se han modernizado varias veces en las diversas etapas del programa. Entonces, el USS Odax y el USS Pomodon fueron "actualizados" bajo el programa GUPPY II, y ocho GUPPY II más se actualizaron posteriormente al estándar GUPPY III. A pesar de los estándares generales establecidos, todos los barcos tenían algunas diferencias en diseño, diseño y equipamiento, dependiendo del astillero donde se realizaba el trabajo.

Además, algunos de los barcos se sometieron a una modernización limitada como parte de los programas para ayudar a los Aliados, por ejemplo, cuatro barcos destinados a la Armada de Italia y los Países Bajos se sometieron a una "actualización" bajo el programa GUPPY-IB. Los barcos de exportación recibieron todas las principales ventajas del programa GUPPY, con la excepción de los equipos electrónicos modernos.


USS Spinax, 1965 - representante típico del programa de snorkel de la flota: artillería desmantelada, algunas características del programa GUPPY son notables, pero no se llevó a cabo una modernización profunda

Además, hubo programas informales de modernización que fueron similares en espíritu a GUPPY. Entonces, 28 barcos del período de guerra posteriormente recibieron snorkels y algunos otros elementos del programa GUPPY relacionados con cambios mínimos en el diseño: se desmantelaron la artillería y los elementos externos que sobresalían, los contornos del casco se "ennoblecieron" y, en algunos casos, se reemplazó el "relleno" electrónico.

70 años de servicio

La mayoría de los buques de guerra de los años de guerra que se modernizaron bajo varias opciones del programa GUPPY sirvieron activamente bajo una bandera a rayas de estrellas hasta mediados de la década de 1970, cuando la entrada masiva en operación de submarinos nucleares marcó una línea en la carrera de submarinos diesel-eléctricos en la Marina de los EE. UU.


Uluc Ali Reis (anteriormente USS Thornback) - Submarino de la Armada turca

Sin embargo, aquellos de los submarinos que tuvieron la suerte de exportar, vivieron una vida mucho más larga y rica. Los barcos GUPPY tenían una demanda extremadamente alta en el mercado internacional de armas marítimas: pequeños, simples y relativamente baratos, eran ideales para equipar flotas de países pequeños y no muy acomodados. Al mismo tiempo, sus cualidades de combate excedieron significativamente su tamaño, incluso durante la época de los reactores nucleares y las armas de misiles quirúrgicamente precisas, los submarinos diesel-eléctricos modernizados de la Segunda Guerra Mundial conservaron un potencial de combate considerable. Los barcos fueron explotados masivamente en todo el mundo como parte de las flotas de Argentina, Brasil, Turquía, Italia, los Países Bajos, la República de Taiwán, Pakistán, Grecia, Bolivia, Chile e incluso Canadá.

Entre los barcos de exportación, sucedieron verdaderos centenarios. Por ejemplo, USS Catfish, que logró participar en la Guerra de las Malvinas como parte de la Armada argentina. A pesar de la deprimente condición técnica del submarino, los "lobos marinos" británicos costaron mucho esfuerzo para destruir el ARA Santa Fe (S-21): un bote que apenas se arrastraba en la posición del agua estaba revuelto con misiles antibuque y bombas profundas lanzadas desde helicópteros. Al mismo tiempo, el bebé dañado pudo llegar a la isla de Yuzh. George y siéntate en el suelo cerca de la orilla.


Wessex de la Royal Navy persigue al ARA Santa Fe, Atlántico Sur, 1982

Pero la historia más llamativa está relacionada con dos barcos de la Armada de Taiwán: el USS Cutlass y el USS Tusk, que se convirtieron, respectivamente, en "Hola Shi" y "Hola Pao". ¡Ambos submarinos lanzados en 1944-45, a partir de 2013, todavía están en servicio, como unidades de entrenamiento de combate, y periódicamente hacen viajes en velero!
La increíble longevidad de los estadounidenses "Getou", "Balao" y "Tench" durante la Segunda Guerra Mundial tiene dos explicaciones obvias:
  1. Los submarinos de la Marina de los EE. UU. inicialmente tenían capacidades sólidas y se construyeron con un gran ojo en el futuro. Baste decir que cualquier "Getow" era tres veces más grande que el U-bot alemán promedio Tipo VII.
  2. Modernización competente bajo el programa GUPPY, que permitió que barcos viejos sirvieran junto con barcos nuevos durante otros 20-30 años después de la guerra.



lunes, 19 de marzo de 2018

ARA San Juan habría operado a 30 km al SO de Puerto Argentino

Revelan que el Ara San Juan habría pasado cerca de las Islas Malvinas

Así lo revela un documento oficial de la Armada Argentina entregado hoy por Marcos Peña a la Cámara de Diputados.



El jefe de Gabinete, Marcos Peña, informó a la Cámara de Diputados que el submarino ARA San Juan tenía como tarea secundaria la de monitorear a buques y aeronaves de las Islas Malvinas y entregó un informe confidencial de la Armada Argentina con coordenadas que indicarían que la nave pudo haber estado a pocos kilómetros del archipiélago.

Peña respondió a la pregunta 456 del informe 108, que envió a la Cámara de Diputados esta semana, que el objetivo primario del ARA San Juan "era la localización, identificación, registro fotográfico/fílmico de buques frigoríficos, logísticos, petroleros, buques de investigación de otras banderas, etc., que se encontraran realizando alijo con un buque pesquero".

El funcionario agregó: "Como objetivos materiales secundarios de esta actividad se establecieron buques y aeronaves que operan desde las Islas Malvinas. Ello con el propósito de verificar el cumplimento de los convenios suscriptos por ambos países, en cuanto a la obligación de informar los movimientos de unidades en zonas particulares".

La Armada y el ministro de Defensa, Oscar Aguad negaron en su momento que el submarino estuviera monitoreando las embarcaciones y aeronaves de Malvinas. En su respuesta, Peña adjuntó la Orden de Operaciones (OP) COFS N° 04/17 "C" que detalla la misión completa del ARA San Juan.

Según publicó el diario La Nación, en ese informe de 8 páginas fechado octubre de 2017, al final de la última foja aparece una enmienda manuscrita que lleva la firma del Capitán de Fragata, Hugo Miguel Correa, Jefe de Operaciones y Guerra Acústica del Comando de la Fuerza de Submarinos de la Armada. Allí modificaba una de las cinco Áreas de Operaciones del ARA San Juan y que bautizaron como Alejandra, las otras cuatro zonas se llamaban: Alessia, Esperanza, Milagros y Juliana.

Si se busca en un mapa una de las dos coordenadas manuscritas, 52° 00 S 57° 57 W, el lugar indicado para que opere el submarino es la costa de la isla Soledad, en Malvinas, cerca de Puerto Argentino. Cuando se ingresa la otra: 52° 20 S 57° 57 W, la ubicación del ARA San Juan es a unos 30 kilómetros, siempre en las cercanías de las Islas Malvinas.

A principios de febrero se conocieron documentos, difundidos por el portal Infobae, que probarían que el submarino debía realizar tareas de inteligencia sobre la flota británica. Las sospechas fueron confirmadas luego de que saliera a la luz información que estaba archivada en el expediente que maneja la jueza de Caleta Olivia, Marta Yañez, a cargo de investigar qué pasó con el buque desaparecido.

Fuente: Perfil

lunes, 18 de diciembre de 2017

Acercamiento con UK por la búsqueda del submarino ARA San Juan

El lado B del submarino: acercamientos con Gran Bretaña y apertura al diálogo desde Malvinas

El llamado de la primer ministro Theresa May a Macri implicó otros ejes de la relación bilateral que se abren a partir de las tareas conjuntas de búsqueda del ARA San Juan

Por Martín Dinatale || Infobae
mdinatale@infobae.com



-Toda la ayuda que pueda dar Gran Bretaña está a disposición de la Argentina para lograr este salvataje humanitario.
-Muchas gracias por su ayuda comodoro. Será muy bienvenida como la del resto de los países que también buscan con nosotros el submarino ARA San Juan.
-Desde hoy usted es mi jefe, almirante. Estoy a sus órdenes.

Según confirmaron a Infobae fuentes calificadas del Gobierno, este diálogo se reprodujo a las 7:20 de la mañana del 17 de noviembre pasado, poco después de que se conociera la desaparición del submarino Ara San Juan en el Atlántico Sur. Fue un intercambio entre el jefe de la Armada, el ahora retirado Marcelo Srur, y el comodoro Robin Smith, agregado de Defensa de la Embajada Británica en la Argentina. Un día después de esto, el Reino Unido puso a disposición de la Armada una batería de equipamiento, personal, buques y aviones para la búsqueda hasta ahora infructuosa del submarino argentino con 44 tripulantes a bordo.

En los hechos, más allá de la ayuda humanitaria que dio Gran Bretaña a la Argentina para encontrar el ARA San Juan, el lado B de toda esta tragedia encontró al gobierno de Mauricio Macri y al de la primer ministra Theresa May con más diálogo, los kelpers de Malvinas dieron muestras suficientes de superar las diferencias para imponer su ayuda y la tragedia mostró que aún hay leves resquicios de posibilidad de diálogo entre Londres y Buenos Aires por el conflicto de las islas.

En medio del fragor de la cumbre de la OMC, la ardua negociación por la reforma previsional y la violencia en las calles, pasó casi desapercibido el diálogo telefónica que se dio entre Macri y May. La primer ministro británica se comunicó con el presidente para solidarizarse frente a la tragedia del ARA San Juan. Y el jefe de Estado le transmitió su agradecimiento por la colaboración del Reino Unido en la búsqueda del submarino que, junto a la comunidad internacional, llevaron adelante esa tarea. Punto. "Por ahora no hay nada más previsto", dijo una fuente del Gobierno sobre ese hecho. Pero en la Cancillería que conduce Jorge Faurie se entusiasman y creen que "un hecho emocional como fue la guerra puede empezar a ser curado por otro hecho emocional como es la ayuda humanitaria que brindó Gran Bretaña". Otra fuente del Gobierno remarcó que el llamado de May "no fue un saludo protocolar. Hubo un mensaje de condolencias y un acercamiento real".

En la práctica, desde el Palacio San Martín no descartan que en los próximos meses el Gobierno pueda retomar el comunicado que en el 2016 sellaron Londres y Buenos Aires para avanzar en una "hoja de ruta" tendiente a mejorar las relaciones bilaterales e incluir en ello el caso Malvinas. "Hay que empezar a hablar de los vuelos de las islas al Continente, especialmente a Buenos Aires, porque esto también forma parte de un gesto humanitario", admitió un funcionario del Gobierno sobre el documento que contempla no sólo el tema de los vuelos sino también de la explotación comercial de la pesca y el petróleo en el Atlantico Sur con Gran Bretaña o los kelpers.

El comodoro Smith expresó a Infobae que "la cooperación militar entre el Reino Unido y el Ministerio de Defensa y la Armada de la Argentina ha sido excelente. Nuestros oficiales de enlace han sido integrados completamente al comando de búsqueda y rescate, y hemos usado expertos británicos para ampliar la ayuda y tratar de identificar la localización del submarino". No sólo esto. El diplomático y militar ingles fue un poco más allá de lo formal y dijo taxativamente: "Una de las lecciones que hemos aprendido de esta situación es la necesidad de una mejor comunicación entre las fuerzas militares británicas en el Atlántico Sur y el sistema de búsqueda y rescate de la Argentina, para que ambas partes podamos reaccionar de forma más rápida ante eventuales emergencias humanitarias."

¿Implicará esta idea elaborar una tarea conjunta de la Argentina y Gran Bretaña en el Atlántico Sur acotada a temas estrictamente de ayuda humanitaria? ¿Podrá esta tragedia abrir el diálogo roto entre argentinos, isleños y británicos?

En el Gobierno no descartan ninguna posibilidad. Admiten en reserva que las lecciones que dejó esta tragedia es que "el diálogo entre isleños, ingleses y argentinos puede mejorarse con el tiempo". Desde un despacho oficial se animaron a decir: "Esto es el comienzo de algo más".

La ayuda de Gran Bretaña para la búsqueda del ARA San Juan incluyó los barcos HMS Protector y HMS Clyde, un avión C130, un avión Voyager, un helicóptero AW169 SAR y el uso de base aérea de la RAF en Mount Pleasant para aeronaves involucradas en la búsqueda. El HMS Protector, el HMS Clyde, el C130 y el Voyager participaron en distintas instancias de la búsqueda. Smith explicó que además, el 21 de noviembre se enviaron tres oficiales de enlace británicos al comando SAR (búsqueda y rescate) de la Argentina, entre ellos un especialista en rescates submarinos del Reino Unido.

Otro de los hitos de la ayuda fue que la Royal Air Force realizó el vuelo más largo sin reabastecimiento de combustible en la historia de la aviación militar británica para transportar equipamiento y personal especializado en rescate submarino, que luego abordaron el ARA Puerto Argentino. El 7 de diciembre la Argentina generosamente autorizó el uso del Aeropuerto Internacional de Buenos Aires para permitirle al Reino Unido el aterrizaje de un RAF Voyager, que transportaba tripulantes del HMS Protector que debían rotar luego de haber participado de las tareas de búsqueda. "El Reino Unido continúa contribuyendo con su apoyo a la búsqueda", dijo Smith.

Los gestos de Gran Bretaña fueron correspondidos con agradecimientos del gobierno argentino. Pero la ayuda y apoyo no se quedó en el plano estrictamente militar. Hubo una cadena de rezos y agradecimientos entre argentinos y kelpers a partir de un tuit de la cuenta Falkland Islands (@falklands_utd). Desde esa cuenta de Twitter que usan los kelpers se postearon los de una antigua y famosa plegaria que pide al "Padre Eterno" por aquellos que están "en peligro en el mar". Eternal Father, Strong to Save (Padre Eterno, poderoso salvador) es un tradicional salmo religioso asociado a los marinos, particularmente a los de las fuerzas navales. Fue escrito en 1860 por William Whiting inspirado por los peligros del mar descritos en el Salmo 107 de la Biblia.

Mike Summers, ex legislador de las islas y ferviente isleño movilizado por el caso del ARA San Juan, dijo a Infobae que "la cooperación entre los establecimientos militares del Reino Unido y Argentina es una señal positiva de una mejor relación y comprensión. Es de esperar que siempre haya asistencia mutua para salvar vidas en el mar, cualesquiera que sean las circunstancias".

No obstante, Summers lamentó que "el sentimiento positivo se ve algo socavado por las acusaciones de parte de la sociedad argentina de que el ejército del Reino Unido había atacado o acosado a San Juan, lo que contribuyó a la desaparición. El Gobierno argentino ha desaprovechado la oportunidad de refutar estas declaraciones que son una tontería". Así, el ex legislador isleño de trato permanente con el Foreign Office se refería a los entredichos y acusaciones que hubo de algunos sectores de izquierda de la Argentina con los isleños.

En Twitter, el legislador porteño Gabriel Solano, del Frente de Izquierda, calificó a la ayuda británica para dar con el submarino como "tropas de ocupación del territorio argentino". La cuenta oficial de los kelpers (@falklands_utd) citó el mensaje de Solano y le contestó con una simple palabra: "Boludo". En esta misma línea, el diputado Nicolás del Caño repitió la actitud de su compañero de fuerza política y dijo: "¿Quién se acuerda de los tres trabajadores muertos y siete desaparecidos de Mar del Plata por el hundimiento de 'El Repunte'?". Una catarata de tuits cuestionó las palabras del legislador de izquierda que luego decidió borrar su mensaje. Y el ex líder de Quebracho y acusado de traición a la Patria por el memorándum con Irán, Fernando Esteche, también se sumó a la reducida ola antibritánica por la ayuda de Londres en el rescate del ARA San Juan. El piquetero K dijo: "¡Piratas ayer y siempre!".

En contraposición a esto hay otras voces que por suerte aún creen en el diálogo y en que las tragedias pueden ayudar para acercar posiciones contrapuestas.



"La ayuda humanitaria y la búsqueda contrarreloj que significó la etapa de búsqueda del ARA San Juan no distingue ni nacionalidad ni banderas. Este gesto loable debe ser valorado y tenido en cuenta para obrar de igual manera, cada vez que una situación crítica así lo requiera", dijo a Infobae el senador Julio Cobos, quien viajó a Malvinas a pesar de los cuestionamientos que le hicieron y es un ferviente gestor del diálogo entre Gran Bretaña y la Argentina.

A su vez, Cobos destacó: "cuando se trata de temas humanitarios, se deben dejar de lado conflictos existentes y colocar todo el esfuerzo en el rescate; esto no cambia los reclamos de soberanía ni modifican la situación actual".
Irma Arguello, que dirige la Fundación NPSGlobal sobre no proliferación nuclear, dijo a Infobae que "las tragedias humanitarias son poderosas para unir a los pueblos y acercar posiciones en las controversias entre estados. Finalmente somos todos seres humanos".

La ayuda humanitaria gira alrededor del caso Malvinas en los últimos tiempos. "Todo gesto de ayuda humanitaria logrado con éxito puede ayudar a unir los pueblos", sintetizó a Infobae Diego Rojas Coronel, el director de la Cruz Roja Internacional en la oficina de Buenos Aires que acaba de anunciar con éxito el trabajo de identificación de 121 soldados NN argentinos que están enterrados en Malvinas, de los cuales 88 fueron compatibilizados con el ADN de sus familiares. Una tragedia abre paso al diálogo, aunque parezca imposible.

¿Resultó casual la ayuda británica a la Argentina? En el Gobierno responden taxativamente: "Nada fue casual. El Gobierno venía llevando un plan conjunto con las grandes potencias para el control de los ejercicios militares de submarinos en el Atlántico Sur y Gran Bretaña estaba dentro de esos programas", dijo una fuente destacada de la Casa Rosada. De hecho, se supo que unos días antes de conocerse la desaparición del ARA San Juan, el ministro de Defensa Oscar Aguad tenía pautada una reunión bilateral en Vancouver con su colega británico Gavin Williamson precisamente para dialogar sobre ejercicios militares conjuntos y acuerdos de cooperación conjuntos.

"Esta ayuda temprana del Reino Unido en las tareas de rescate fue en parte fruto de la política de apertura que está llevando adelante el gobierno argentino, y en particular a su intención de reducir tensiones con el gobierno británico. Esta distensión no significa en modo alguno renunciar a la soberanía que nuestro país reclama sobre las Islas, pero sí abrir vías de acercamiento en temas de común interés", remarcó Arguello, una especialista en temas nucleares que conoció de cerca el primer informe que llegó de Viena de la Organización para la Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBTO) indicando el "ruido" que se había escuchado en la posición del submarino ARA San Juan.

Los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan siguen esperando el rescate del submarino. No tienen noticias aun. Por ahora, al menos podrán contar con la certeza de que esta tragedia puede llegar a servir para cerrar viejas heridas.