饾悜elato de un joven subteniente
Jorge Zanela, que entonces era un subteniente de 23 a帽os, jefe de la secci贸n piezas del GA 4
A partir del 24 de mayo, la bater铆a de tiro A, compuesta de cuatro piezas, ocup贸 una posici贸n en la zona de Darwin, agreg谩ndose a la fuerza de tareas “Mercedes”. Les har铆an frente con fuego de hostigamiento a los brit谩nicos que se desplazaban hacia ese punto luego de haber desembarcado en la bah铆a de San Carlos.
Dos piezas fueron enviadas por mar con el R铆o Iguaz煤. Luego de ser atacado por la aviaci贸n brit谩nica, en un complicado rescate que demor贸 m谩s de un d铆a de las piezas que se buscaron al tanteo en la bodega inundada del buque, llegaron a Darwin. Otros dos Oto Melara fueron llevados con un helic贸ptero Chinook el 26 de mayo por la tarde.
Ese d铆a fue las piezas comenzaron a ser accionadas. Apuntaron adem谩s a una fragata inglesa a la que, luego de 16 disparos, la hicieron retroceder.
El 28 de mayo fue un d铆a de combate intenso. Zanela recuerda que todo se resum铆a en cargar y tirar. Cada ob煤s estaba a cargo de un suboficial y era asistida por cinco soldados. Calcula que se dispararon entonces 2400 proyectiles, “todo lo que hab铆a”, describi贸.
La mayor铆a de la actividad era de noche. De d铆a iban a reconocer el terreno y a llevar la munici贸n. Era un ir y venir con los cajones.
Los Oto Melara ten铆an un alcance de diez kil贸metros y no llegaban a hacer da帽o a las posiciones enemigas. Tiene un tiro m谩s corto que hab铆a que hacerlo con mayor 谩ngulo. De todas maneras, el suelo blando de la turba hac铆a que tanto los proyectiles argentinos como los brit谩nicos se hundiesen demasiado, y las explosiones no fueran suficientemente efectivas.
Fueron dos d铆as de combate sin descanso. A algunos le sal铆an sangre por los o铆dos, debido a los t铆mpanos que no soportaban el continuo estruendo de las piezas. Muchos quedaron temporalmente sordos y los soldados terminaron con sus pu帽os hinchados de tanto hacer fuerza para empujar el proyectil dentro de la pieza. No cont谩bamos con observador adelantado, ni centro de direcci贸n del tiro por lo que se Us贸 cartograf铆a kelper muy precisa y la informaci贸n de la infanter铆a adelantada
El 29 de mayo a las dos de la ma帽ana se produjo el cese del combate en Darwin. Los artilleros no tuvieron bajas, sino heridos leves por esquirlas y un suboficial con un brazo lastimado cuando fue golpeado por el retroceso del ca帽贸n.
Se inutilizaron los ca帽ones: se les quit贸 el block de cierre, los anteojos de punter铆a y, junto a otras piezas, se las tir贸 al mar. A un jeep Mercedes Benz, que solo ten铆a un rodaje de 80 kil贸metros, se le quit贸 el aceite y se lo dej贸 en marcha para que se fundiera. Como el motor resisti贸, se rompieron partes del motor a golpes de maza.
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