miércoles, 11 de junio de 2025
lunes, 9 de junio de 2025
Morgan y Sánchez, amigos luego del conflicto

Memorias de un piloto inglés sobre la Guerra de Malvinas
Cuando empieza la primavera europea, David Morgan sabe que volverán a asaltarlo recuerdos de la guerra. Regresó de las Islas Malvinas en julio de 1982, condecorado y reconocido por sus hazañas como piloto de los Sea Harriers, los aviones más modernos de aquel tiempo. Participó en más de 50 misiones durante el conflicto, en las que derribó helicópteros y aviones. Al regresar a casa, esas hazañas se transformaron en pesadillas. “Estaba irritable, nervioso y muy reacio a tomar las pequeñas decisiones de todos los días. Era como si me hubiera acostumbrado a tomar decisiones de vida y muerte y había perdido la habilidad de lidiar con lo mundano”, cuenta David Morgan en su libro de memorias, Cielos Hostiles, escrito hace 14 años y recientemente traducido al español y publicado en Argentina. Mucho tiempo después de la guerra fue diagnosticado con estrés postraumático y pudo hablar de lo que había vivido.
En una entrevista virtual desde Buenos Aires con EL PAIS, la primera con una periodista argentina, David Morgan rememora aquellos tiempos con mirada triste y pausas largas. A los 73 años, su vida es ahora tranquila, rodeada de naturaleza en una hermosa casa rural en Shaftersbury, a 150 km de Londres. Todos los fines de semana lo visitan sus dos hijos y sus cinco nietos, a quienes lleva a volar en su avión particular y les dedica el tiempo que quizás no tuvo como padre. Sus hijos eran pequeños cuando él partió al Atlántico Sur. ¿A dónde iba? ¿Qué eran las Malvinas? Los niños lo entendieron tiempo después, cuando algunos de sus amigos de la escuela contaban que habían perdido a sus padres. Gracias a 12 años de ayuda terapéutica, David Morgan pudo escribir sus memorias. Las dedicó a su familia y a su psicóloga, Sally, a quien le agradeció “salvar su cordura”.
Con un prólogo especialmente dedicado a los argentinos, David Morgan aclara que temía que el libro “no fuera bien recibido” en el país sudamericano. “Pero mis buenos amigos allá me animaron a hacerlo”, dice. Sus párpados caen pesados sobre sus ojos claros y vidriosos mientras mira a través de la pantalla de su computadora. “La guerra no es gloriosa, es como asomarse al infierno y lo vivimos igual de ambos lados. No disfrutábamos las victorias porque sabíamos que los pilotos argentinos eran como nosotros: sentían el mismo amor por volar y también tenían familias que los esperaban”, aclara con el mismo tono humano que usa en su libro.
En Cielos Hostiles, Morgan hace descripciones minuciosas de
sus misiones, con detalles técnicos y datos precisos, junto con las
experiencias del momento. Se pueden leer cartas de amor, fragmentos de
su diario personal, citas de libros de Richard Bach (autor de Juan Salvador Gaviota e Ilusiones) o poemas de John Pudney (de
un libro regalo de su padre, también piloto de la RAF y veterano de la
Segunda Guerra Mundial) además de versos propios, escritos para su mujer
y sus amigos caídos en combate.Morgan hoy, a los 73 años, cerca de Londres
“A alguna gente no le gustó que incluyera lo personal, pero mi idea era escribir lo que viví, aunque me avergüence”, dice Morgan cuando aclara que Inglaterra muchos colegas lo criticaron por eso. Durante sus años de posguerra, Morgan fue instructor de escuadrones y al estallar la Guerra del Golfo, en 1991, lo convocaron. Esa fue la alarma que disparó su estrés postraumático. Habían pasado casi 10 años desde Malvinas, pero sus recuerdos reaparecieron y pidió ayuda. Entonces se retiró y se dedicó a la aviación comercial.
En ese mismo tiempo, una amigo que volaba con él, Maxi Gainza, le propuso encontrarse con un veterano de guerra argentino que estaba de paso por Londres. Al principio se resistió, pero luego aceptó conocer a Héctor Sánchez, uno de los cuatro pilotos con los que había tenido el combate aéreo más dramático de la guerra. Aquel 8 de junio en Malvinas merece todo un capítulo en sus memorias, porque Morgan y su compañero, David Smith, atacaron con misiles cuatro Skyhawks (aviones de combate argentinos) tras ver cómo habían bombardeado un buque inglés en la Bahía Agradable. Tres de los pilotos argentinos murieron y Héctor Sánchez se salvó.
“Eso me afectó mucho. Recuerdo exactamente ese momento, cómo iban cambiando mis emociones en segundos: la ira cuando vi atacar a nuestra gente, la euforia cuando bajé al primer avión, la empatía cuando el segundo hombre que se eyectó pasó cerca de mi cabina y luego la ira de nuevo, cuando maté al tercer hombre. Creo que ese día fue el disparador de la mayoría de mis problemas después del final del conflicto”, reflexiona Morgan, y se queda en un largo silencio. Durante los ocho meses que tardó en escribir el libro, tuvo varios bloqueos y debió trabajar mucho sobre eso.
Al hablar de Héctor Sánchez, vuelve a sonreír. En una ocasión, luego
de varios encuentros, recuerda que el argentino, notándolo distante y
pensativo, le dijo con empatía: “No te preocupes más, David, cada uno cumplía con su deber”. Se abrazaron. La amistad sigue intacta desde aquellos años. Ambos mantuvieron contacto por mail y luego por redes sociales. David nunca viajó a Buenos Aires, pero planea hacerlo en el futuro.
Morgan y el impactante recuerdo del combate del 8 de junio de 1982
En 2007, para el 25 aniversario de la guerra, David Morgan viajó por primera vez a las Islas Malvinas. Recorrió en jeep aquellos lugares helados que recordaba regados de cadáveres y restos de armamentos. Todo se veía diferente en esta visita. “Encontré restos del fuselaje de mi avión y también de uno de los aviones que yo había derribado. Su piloto, Daniel Bolzán, fue uno de los que murió aquel 8 de junio y decidí enviárselos a su hijo”, recuerda. Le escribió y le contó todo. Así inició su relación con el hijo de uno de los 649 soldados argentinos que murieron en las islas. “Sus pilotos realizaron ataques con habilidad y coraje, causando graves daños a muchos barcos británicos. Eran muy valientes”, añade Morgan.
Las memorias de David Morgan llegan justo en un momento de revisión histórica de la guerra de las Malvinas en Argentina. En el campo académico se debate la simplificación que definió a esta guerra como “absurda y caprichosa” y a sus protagonistas como marionetas de la dictadura de entonces. Para la antropóloga Rosana Guber “este marco redujo fuertemente las alternativas con que sus protagonistas directos podrían darle sentido a su experiencia bélica y humana, y también redujo el margen del reconocimiento de su acción en la esfera pública”. En esta investigación, Guber concluye que los encuentros de posguerra entre británicos y argentinos demuestran que la guerra enfrenta a seres humanos que, muchas veces, necesitan encontrar razones para una experiencia tan traumática.
David Morgan es parte de un importante grupo de veteranos de guerra de ambos países que, décadas después, necesitaron entender por qué estuvieron allí y darse la mano para manifestarse respeto. A diferencia de otros encuentros entre veteranos de ambos países promocionados en documentales y hasta obras de teatro, el encuentro entre David Morgan y Héctor Sánchez se mantuvo en la intimidad. “Yo siento que nuestra amistad es algo privado y muy fuerte. Nos une el haber vivido la misma experiencia, aunque sea en bandos diferentes. No necesitamos hacerlo público”. En 2019, Héctor Sánchez invitó a David Morgan a visitar Malvinas junto a Pablo Bolzán, hijo del piloto argentino muerto en combate, y Luis Cervera, veterano de guerra. Recorrieron juntos las islas y levantaron un monumento en memoria del padre de Pablo, Daniel Bolzán. Morgan pudo cerrar así el círculo de su historia
sábado, 7 de junio de 2025
jueves, 5 de junio de 2025
martes, 3 de junio de 2025
Sobre el buen estado operativo de la Royal Navy
La flota británica está en las mejores condiciones desde hace medio siglo
La semana pasada, en el canal de noticias VO apareció un informe sobre el estado de las fuerzas armadas de Albion. El experto, sin avergonzarse de expresarse, describió con colorido el declive de la otrora poderosa Fuerza Aérea y la Marina (tradicionalmente, el ejército británico no era una prioridad).
El gasto militar británico representa tan sólo el 1,9% del PIB, lo que no afecta de la mejor manera a la defensa del país. Sin embargo, el autor se ha entusiasmado demasiado al tocar áreas sobre las que no tiene una idea clara. La falta de información se ha llenado de conjeturas que, según el autor, deberían corresponder a la línea general de su relato.
"Un león británico desaliñado:" ¡Vete, viejo gato caído! ", Por Ya. Vyatkin.
Al sopesar los errores de los demás, pocos de nosotros no pondremos nuestras manos en la balanza (L. Peter). La objetividad es un concepto subjetivo. Para estimaciones precisas, es necesario tener información completa, lo que es poco probable en la práctica. Lo máximo que puede hacer un periodista es ser imparcial al analizar los datos de que dispone.
Una mirada más cercana a la Royal Navy lleva a una conclusión inesperada: su flota está en la mejor condición que ha tenido en 50 años. Y el presupuesto limitado es suficiente para mantener una de las mejores Armadas del mundo. Para ver esto, retrocedamos la historia unas décadas atrás.
Año 1982, conflicto de Malvinas: lo mejor que había en Gran Bretaña: los destructores "Tipo 42" (4200 toneladas) con capacidades de combate limitadas. Ocho unidades en las filas.
Los portaaviones y Sea Harriers no pudieron defenderse contra las Fuerzas Aéreas Argentinas equipadas con aviones de 1950. Estos eran esos portaaviones.
Un par de docenas de destructores y fragatas (2000 toneladas) construidos en el Década de 1950-60. La capacidad de estos “buques” está indicada por un simple hecho: de ocho docenas de misiles producidos , el sistema de misiles antiaéreos SeaCat registró... 0 impactos.
No es de extrañar que 30 buques y naves (¡un tercio de la escuadra!) fueran dañados por armas de ataque aéreo. Los almirantes británicos debieron su victoria al estado aún más deprimente de las fuerzas armadas argentinas, a las que se les negó el 80% de las bombas lanzadas.
Han pasado tres décadas. ¿Cómo ha cambiado la flota británica?
El núcleo de combate de los modernos KVMS son seis destructores del tipo “Daring” (Tipo 45), puestos en servicio entre 2009 y 2013.
Del mismo artículo.
Particularmente extraña fue la mención del problemático sistema de defensa antimisiles, dado que el “Daringi” es el mejor de los buques especializados en defensa antiaérea/antimisiles del mundo. Donde los destructores británicos fallan, nadie puede manejarlo. ¿
Hasta qué punto es justificada tal afirmación? Para asegurarse de que son los mejores en su clase, basta con mirar los barcos.
El destructor destaca por todos los aspectos: desde un diseño competente con una altura de antena excepcional, hasta las características de calidad de las propias antenas (2 radares con AFAR) y el sistema antiaéreo PAAMS (S), que estableció una serie de récords en la interceptación de objetivos en condiciones difíciles.
El "Daring" es el doble de grande que los destructores del tipo anterior (Tipo 42). Su desplazamiento total es de unas 8000 toneladas. La ausencia de armas de ataque y misiles de largo alcance se debe a la situación de paz: en la proa del "Daring" hay espacio para 12-16 silos de misiles adicionales.
Incluso diez años después de su construcción, el nivel de defensa aérea de los destructores británicos sigue siendo inalcanzable para las armadas de la mayoría de los países del mundo.
Además del Derring, en la flota de superficie hay 13 fragatas del tipo Duke (Herzog), que se incorporaron a la Armada entre 1990 y 2002. En cuanto a sus características y composición de armamento, corresponden aproximadamente a las fragatas de propósito general de la Armada rusa de tipo BOD 1155. Al mismo tiempo, las fragatas Duke son más jóvenes que las fragatas y destructores rusos, con una media de 10 años de antigüedad.
En 2017, en el astillero de Glasgow se puso en servicio la fragata de próxima generación Global Combat Ship (Tipo 26), con un desplazamiento total de más de 8.000 toneladas. Se espera que para finales de la próxima década la Armada reciba ocho de estas fragatas gigantescas. En realidad, parecen un «león británico destartalado».
Al mismo tiempo, se está desarrollando el proyecto Type 31e, también conocido como «fragata de propósito general». Una versión más modesta del buque de guerra oceánico, cuya construcción está prevista en una serie de 5 unidades.
Portaaviones
En 2017, el portaaviones Queen Elizabeth comenzó a pasar las pruebas en el mar. Con un desplazamiento total de más de 70 toneladas, se convirtió en el mayor de los buques de guerra jamás construidos en el Reino Unido. Así como el primer portaaviones de pleno derecho de la Royal Navy en los últimos 38 años, desde que se convirtió en metal el obsoleto Arc Royal en 1980.
¿Cómo cambiarán las capacidades de la Armada con la llegada del Queen Elizabeth y su portaaviones gemelo, el Prince of Wales, que está en construcción y está previsto que se entregue a la flota en 2020?
A pesar de su tamaño extraordinario, el Queen Elizabeth no tiene catapultas y está diseñado para operar aviones con un despegue y aterrizaje vertical (acortado). El tamaño real del grupo aéreo según el plan será solo de X-NUMX del caza F-24B y varias unidades de helicópteros. En la configuración anfibia es posible colocar helicópteros de transporte y combate (incluido el pesado CH-35 "Chinook"), planeadores convertibles y el escuadrón de choque AN-47 "Apache".
Se sabe que incluso los "Nimitsy" estadounidenses, a diferencia de los barcos más potentes y sofisticados con un mayor número de alas, no son capaces de influir en la situación en las guerras locales. Entonces, ¿qué esperan los ingleses? Obviamente, "Quinas" no representará una fuerza significativa.
Una cosa es cierta: un buque de este tipo es mejor que un embarcadero vacío.
No se pueden desperdiciar 70 mil toneladas. Los británicos consiguieron una plataforma universal: un aeródromo móvil con un par de docenas de cazas, un portahelicópteros antisubmarinos, un buque de desembarco y una base de radar marítimo: gracias a su potente radar, el Queen es capaz de controlar el espacio aéreo en un radio de 400 km.
Ahora será llevado a cualquier lugar donde sea posible utilizar un buque de este tipo. La cuestión de la necesidad está fuera de discusión. El estatus de "potencia marítima" obliga a tener un portaaviones.
Con la llegada de los portaaviones, surgió la cuestión del futuro destino de los buques de desembarco Albion y Bulwerk (Oplot), que entraron en servicio en 2003-2004. El UDC británico no se distingue por sus capacidades sobresalientes, cediendo ante las características generales del "Mistral" francés. Teniendo en cuenta que las operaciones anfibias pueden realizarse con la participación de los portaaviones Queen Elizabeth, la vida útil prevista del UDC Albion (hasta 2033-34) puede ajustarse a la baja.
La posibilidad de una cancelación anticipada del UDC tiene otra razón: la estructura de la Armada británica tiene un elemento "sombra". La flota auxiliar (RFA) son buques navales de propósito especial tripulados por tripulaciones civiles, mientras que realizan tareas puramente militares. Buques cisterna de alta velocidad, buques de suministro integrados, buques anfibios universales y portahelicópteros camuflados como buques civiles.
La flota auxiliar se renueva constantemente con nuevos equipos. Así, en 2017, se puso en servicio un buque cisterna de alta velocidad (KSS) de nuevo tipo “Tidespring” con un desplazamiento de 39.000 toneladas. Esta unidad es la columna vertebral de la Armada británica y realiza operaciones en todo el mundo.
El componente submarino
consta de 10 submarinos nucleares:
de propósito estratégico 4 y 6 del PLA multipropósito: tres Trafalgar (1989-1991) y tres Astyuts de la nueva generación.
En las diferentes etapas de construcción hay dos submarinos más de la serie "Astyut", el tercero, que se construyó pero no tuvo tiempo de entrar en servicio ("Odeyshs"), comenzó a pasar pruebas en enero de 2018.
Teniendo en cuenta el estado técnico de los barcos, su corta edad y su equipamiento (por ejemplo, los seis submarinos son portadores de misiles de crucero de largo alcance), la Armada británica puede presumir de ser la segunda del mundo (después de los Estados Unidos) en número de submarinos con capacidad de combate.
Para no repetir las verdades trilladas, quiero compartir un par de datos sobre el servicio de submarinos.
Es bien sabido que en el armamento de los submarinos británicos se encuentran los misiles balísticos estadounidenses Trident-2. Es menos conocido que los británicos utilizan ojivas nucleares más avanzadas de su propio diseño, con potencia de explosión ajustable (de 0,5 a 100 CT).
Los seis submarinos nucleares multipropósito están armados con misiles Tomahawk CD de largo alcance. Gran Bretaña es el único de los aliados de los Estados Unidos al que se le ha concedido el derecho a adquirir este tipo de armas, que combinan el alcance de vuelo estratégico con una ojiva convencional.
El ritmo de compra de misiles de crucero es pequeño: cada década, los británicos adquieren aproximadamente 65 “Tomahawks” para compensar el gasto en misiles existentes. El primer uso en combate tuvo lugar durante el bombardeo de Serbia en 1999, los submarinos británicos lanzaron 20 misiles. Más tarde, los lanzamientos de la República Kirguisa se llevaron a cabo desde el Océano Índico en apoyo de la operación en Afganistán, la invasión estadounidense de Irak y el bombardeo de Libia en 2011.
El más digno de los oponentes dignos
La única flota del mundo con experiencia en librar una guerra marítima en condiciones cercanas a las modernas. Capaz en la práctica de proporcionar apoyo logístico para una gran operación marítima a una distancia de 13 mil kilómetros de sus costas.
La evaluación del estado y las capacidades de la Royal Navy es imposible sin tener en cuenta las realidades geopolíticas de nuestro tiempo. La flota británica es parte integral de la Armada de los EE. UU. Y tiene un formato multinacional. Los misiles antiaéreos "Derring" se utilizan para garantizar la defensa de los grupos de portaaviones estadounidenses. Los petroleros de la flota auxiliar escoltan a los escuadrones estadounidenses. Los misiles de crucero atómicos "Trafalgar" lanzan misiles de crucero para apoyar las operaciones estadounidenses en Oriente Medio.
domingo, 1 de junio de 2025
SAM: Sistemas de misiles antiaéreos británicos (2/2)
Sistemas de misiles antiaéreos británicos
Parte 1 || Parte 2Revista Militar (original en ruso)

Después de que los sistemas de defensa aérea de corto alcance Tigercat entraron en servicio con las fuerzas aéreas y terrestres, el ejército británico quedó decepcionado con las capacidades de este complejo. Los disparos repetidos en un campo de tiro a objetivos controlados por radio mostraron las capacidades muy limitadas de los misiles antiaéreos de este complejo para proteger a las tropas y los objetos de los ataques con misiles y bombas de aviones a reacción modernos.
Al igual que en los barcos en el caso del complejo Sea Cat, el lanzamiento del lanzador de misiles Tigerkat tuvo un efecto más aterrador. Habiendo notado el inicio de un misil antiaéreo, el piloto de un avión de ataque o un bombardero de primera línea a menudo dejó de atacar al objetivo y realizó una enérgica maniobra antimisiles. Naturalmente, los militares querían tener no solo un "espantapájaros", sino también un sistema de defensa aérea de baja altitud realmente efectivo.
A principios de los años 60, Matra BAe Dynamics, una subsidiaria de British Aerospace Dynamics, comenzó a diseñar un complejo antiaéreo, que supuestamente reemplazaría el sistema de defensa aérea Tigercat y competiría con el sistema de defensa aérea MIM-46 Mauler creado por los EE. UU.
El nuevo sistema de defensa aérea de corto alcance, conocido como Rapier, estaba destinado a cubrir directamente las unidades militares y los objetos en la zona de primera línea de los sistemas de ataque aéreo que operan a bajas altitudes.
El complejo comenzó a ingresar a las unidades de defensa aérea británica de las fuerzas terrestres en 1972, y dos años después fue adoptado por la Fuerza Aérea. Allí se utilizó para proporcionar defensa aérea para aeródromos.
El elemento principal del complejo, que se transporta en forma de remolques en vehículos de campo a través, es un lanzador de cuatro misiles, que también tiene un sistema de detección y designación de objetivos. Otros tres vehículos Landrover se utilizan para transportar el puesto de guía, una tripulación de cinco y una munición de reserva.

PU SAM "Rapier"
El radar de vigilancia del complejo, combinado con un lanzador, es capaz de detectar objetivos de baja altitud a una distancia de más de 15 km. Los misiles de guía se llevan a cabo mediante comandos de radio, que después de capturar el objetivo están completamente automatizados.

El operador solo mantiene el objetivo aéreo en el campo de visión del dispositivo óptico, mientras que el buscador de dirección infrarrojo acompaña al lanzador de misiles a lo largo del trazador, y el dispositivo de conteo y resolución genera comandos de guía para el misil antiaéreo. El dispositivo de seguimiento y guía electrónico-óptico, que es un dispositivo separado, está conectado por líneas de cable al lanzador y se transporta hasta 45 m del lanzador.
El sistema de misiles SAM "Rapier" está hecho de acuerdo con el diseño aerodinámico normal, lleva una ojiva que pesa 1400 gr. Las primeras versiones de misiles estaban equipadas solo con espoletas de contacto.

Radar de seguimiento DN 181 Blindfire
A finales de los 80 y principios de los 90, el complejo se sometió a una serie de actualizaciones sucesivas. Se hicieron mejoras a los misiles y al hardware terrestre del sistema de defensa aérea. Para garantizar la posibilidad de uso en todo clima y durante todo el día, se introdujeron en el equipo un sistema de televisión óptica y radares de seguimiento Blindfire DN 181.

Especificaciones del SAM "Rapier"
Desde 1989, comenzó la producción del cohete Mk.lE. En este misil se utilizaron una espoleta sin contacto y una ojiva de fragmentación de acción direccional. Estas innovaciones han aumentado significativamente la probabilidad de alcanzar un objetivo. Se conocen varias variantes del sistema de defensa aérea Rapira: FSA, FSB1, FSB2, que difieren entre sí en la composición del equipo y la base del elemento electrónico.
El complejo es transportable por aire, sus elementos individuales se pueden transportar en la suspensión externa de los helicópteros CH-47 Chinook y SA 330 Puma. El sistema de defensa aérea Rapira con un radar de seguimiento de fuego ciego DN 181 se coloca en el compartimento de carga del avión de transporte militar C-130.
A mediados de los 90, el complejo profundamente modernizado Rapier 2000 (FSC) comenzó a ingresar al arsenal de las unidades antiaéreas británicas.
Gracias al uso de un SAM 2 más efectivo, con un alcance aumentado de hasta 8,000 m, espoletas infrarrojas sin contacto y nuevos sistemas de guía optoelectrónica y seguimiento de radar, las características del complejo han aumentado significativamente. Además, el número de misiles en los lanzadores se duplicó, hasta ocho unidades.

SAM "Rapier-2000"
El complejo Rapira-2000 estaba equipado con radar Dagger. Sus capacidades le permiten detectar y conducir simultáneamente hasta 75 objetivos. Una computadora acoplada a un radar le permite distribuir objetivos y dispararles según el grado de peligro. Misiles de orientación al radar objetivo Blindfire-2000. Esta estación difiere del radar DN 181 Blindfire, utilizado en la versión inicial del sistema de defensa aérea con mejor inmunidad al ruido y confiabilidad.

Radar Dagger
En un entorno de interferencia difícil o con la amenaza de defensa antimisiles por misiles antirradar, entra en juego una estación optoelectrónica. Incluye una cámara termográfica y una cámara de televisión altamente sensible. La estación optoelectrónica acompaña al cohete a lo largo del trazador y le da las coordenadas a la calculadora. Utilizando el seguimiento por radar y medios ópticos, es posible disparar simultáneamente dos objetivos aéreos.
Para mayor secreto e inmunidad al ruido, incluso en la etapa de diseño, los desarrolladores se negaron a usar canales de radio para el intercambio de información entre los elementos individuales del complejo. Al desplegar un sistema de defensa aérea en una posición de combate, todos sus elementos están conectados por cables de fibra óptica.
Los sistemas Rapira y Rapira 2000 fueron los sistemas de defensa aérea británicos más exitosos comercialmente. Fueron enviados a Irán, Indonesia, Malasia, Kenia, Omán, Singapur, Zambia, Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Suiza. Para proteger las bases aéreas estadounidenses en Europa, el Departamento de Defensa de EE. UU. Compró varios complejos.
A pesar del uso generalizado, el uso de combate Rapier fue limitado. Fue utilizado por primera vez por los iraníes durante la guerra Irán-Iraq. Los datos sobre los resultados del uso del sistema de defensa aérea Rapier durante esta guerra son muy contradictorios. Según los representantes iraníes, lograron atacar ocho misiles antiaéreos Rapier, entre los cuales supuestamente había incluso un bombardero iraquí Tu-22.
Durante la Guerra de Malvinas, los británicos desplegaron 12 sistemas Rapier sin radar Blindfire para cubrir el desembarco. La mayoría de los investigadores están de acuerdo en que derribaron dos aviones de combate argentinos: un caza Dagger y un avión de ataque A-4 Skyhawk.
En 1983, las unidades de defensa terrestre británicas comenzaron a recibir el complejo móvil Tracked Rapier, que estaba destinado a acompañar a tanques y unidades mecanizadas.

Sistema de defensa aérea autopropulsado Tracked Rapier
Inicialmente, este complejo fue diseñado y fabricado por orden del Shah de Irán. Pero cuando este sistema de defensa aérea estuvo listo, el sha ya había perdido el poder y no se hablaba de entregas a Irán. El estoque de seguimiento de SAM ingresó al 22 ° Regimiento de Defensa Aérea, donde sirvieron hasta principios de los 90.
La base para el Rapier rastreado fue el transportador a orugas estadounidense M548, cuyo diseño, a su vez, se basó en el M113 BTR.
Todos los elementos del complejo Rapira se instalaron en el M548, excepto el radar de seguimiento Blindfire. Ella simplemente no pudo encontrar espacio libre en el automóvil. Esto empeoró la capacidad del sistema de defensa aérea para combatir objetivos aéreos por la noche y en condiciones de poca visibilidad, pero, por otro lado, el tiempo necesario para transferir el complejo de la marcha a la posición de combate se redujo significativamente.
Actualmente, los Rapiers rastreados han sido reemplazados en las fuerzas aéreas británicas por los sistemas antiaéreos autopropulsados Starstreak SP, que se pueden traducir del inglés como Star Trail.

SAM Starstreak SP
Este sistema antiaéreo de corto alcance montado en chasis blindado o vehículos todoterreno fue creado por analogía con el sistema de defensa aérea Avenger M1097 estadounidense basado en MANPADS. Pero, a diferencia del Stinger FIM-92, el misil antiaéreo Starstreak utiliza la guía del rayo láser (comando de guía del rayo láser semiactivo, el llamado "rayo de silla" o "trayectoria del láser").
En este caso, los británicos frente al desarrollador Shorts Missile Systems una vez más soriginalnalichal. Además del sistema de guía láser, el SAM de alta velocidad utiliza tres ojivas de aleación de tungsteno en forma de dardo. El alcance de disparo de los misiles Starstreak es de hasta 7000 m, la altura de destrucción es de hasta 5000 m. La longitud del cohete es de 1369 mm, el peso del cohete es de 14 kg.

La primera y segunda etapa acelera el cohete a una velocidad de 4M, después de lo cual se separan tres cabezas nucleares barridas, que continúan volando por inercia. Después de la separación, cada uno de ellos actúa de forma independiente y se dirige individualmente al objetivo, lo que aumenta la probabilidad de daño.
Después de alcanzar el objetivo y atravesar el casco de un avión o helicóptero con cierto retraso, se disparará una espoleta sin contacto, activando la cabeza nuclear. Por lo tanto, el objetivo recibe el mayor daño posible.
El ejército británico utiliza el vehículo blindado de seguimiento Stormer como base para el sistema antiaéreo autopropulsado. En su techo hay un sistema de búsqueda y seguimiento infrarrojo pasivo para objetivos aéreos ADAD (Dispositivo de alerta de defensa aérea), fabricado por Thales Optronics.

El alcance de detección del equipo ADAD para un objetivo de combate es de unos 15 km, y para un helicóptero de combate, es de unos 8 km. El tiempo de reacción del complejo desde el momento en que se detecta el objetivo es inferior a 5 s.
Starstreak SP está diseñado y operado por tres personas: un comandante, un conductor y un operador de orientación. Además de ocho misiles, listos para usar en el TPK, hay doce repuestos adicionales en el despliegue de combate.
El sistema de misiles de defensa aérea Starstreak ha estado en servicio con el ejército británico desde 1997, inicialmente el complejo ingresó a las unidades antiaéreas del 12 ° regimiento. En Sudáfrica se entregaron 8 SAM de este tipo. También se celebran contratos con Malasia, Indonesia y Tailandia. Ensayos exitosos de Starstreak realizados en los Estados Unidos.
Las ventajas de los misiles Starstreak incluyen su insensibilidad a los medios ampliamente utilizados para contrarrestar MANPADS: trampas térmicas, alta velocidad de vuelo y la presencia de tres ojivas independientes. Las desventajas son la necesidad de seguir el objetivo con un rayo láser sobre toda la trayectoria de vuelo del SAM y la sensibilidad del sistema de guía láser al estado de la atmósfera y la interferencia en forma de cortina de humo o aerosol.
El armamento de los destructores británicos del URO Tipo 45 incluye el SAM de largo alcance de PAAMS, que utiliza el Aster-15/30 SAM con un radar de referencia activo (GOS). Los misiles antiaéreos de la serie Aster, que solo difieren en la primera etapa de refuerzo, obtuvieron su nombre del mítico arquero griego Asterion.
Estos misiles antiaéreos también se utilizan en SAMP-T (Terreno de plataforma de misiles tierra-aire). Lo que se puede traducir como "Sistema antiaéreo y antimisiles terrestres de medio alcance". SAMP-T ZRS creado por el consorcio internacional Eurosam, que incluye la compañía británica BAE Systems.

La composición de SAMP-T
La composición del sistema de defensa aérea incluye: un radar Arabel Thompson-CSF universal con una matriz en fases, un puesto de comando de combate, lanzadores de lanzamiento vertical autopropulsados con ocho misiles listos para usar en contenedores de transporte y lanzamiento. Todos los elementos SAMP-T se encuentran en el chasis de los camiones con tracción en todas las ruedas con una fórmula de ruedas 8x8.
Las primeras pruebas exitosas con todos los componentes del sistema de defensa aérea SAMP-T tuvieron lugar en el verano de 2005. Después de una serie de pruebas en 2008, SAMP-T fue puesto a prueba en las fuerzas armadas de Francia e Italia. En 2010, la primera intercepción exitosa de un objetivo balístico tuvo lugar en el campo francés Bicross.

Ya podemos decir que el consorcio europeo británico-francés-italiano Eurosam logró crear un sistema universal de misiles antiaéreos y antiaéreos, que hoy bien puede competir con el estadounidense MIM-104 Patriot.

Datos del SAMS-T SAMS-T
Los sistemas de misiles de defensa aérea SAMP-T pueden realizar disparos circulares de objetivos aéreos y balísticos en el sector de 360 grados. Tiene misiles de largo alcance altamente maniobrables, un diseño modular, un alto grado de automatización, alto rendimiento de fuego y movilidad en el suelo. SAMP-T puede luchar contra objetivos aerodinámicos a una distancia de 3-100 km, a una altitud de 25 km e interceptar misiles balísticos a una distancia de 3-35 km. El sistema puede rastrear hasta 100 objetivos al mismo tiempo y disparar 10 objetivos aéreos, se pueden lanzar 8 misiles Aster-30 en solo 10 segundos.

En la etapa inicial del vuelo del misil, su trayectoria se construye de acuerdo con los datos cargados en el microprocesador, que controla el piloto automático. En la parte media de la trayectoria, el curso se corrige utilizando comandos de radio según los datos de un radar multipropósito. En la fase final del vuelo, la orientación sobre el objetivo ocurre con la ayuda de un jefe de referencia activo.
Recientemente, SAM SAM SAM-T participa en exposiciones y licitaciones internacionales. Ella está presionando activamente por los gobiernos de los países en desarrollo. Como se supo, durante la visita del presidente francés Francois Hollande a Azerbaiyán en mayo de 2014, este último persuadió persistentemente al presidente Aliyev para que adquiriera este sistema antiaéreo.
A menudo en los medios nacionales, el sistema europeo de defensa aérea SAMP-T se compara con el último sistema antiaéreo ruso S-400. Al mismo tiempo, los "analistas" señalan la superioridad en el rango del sistema ruso. Sin embargo, tal comparación no es del todo correcta. El sistema de defensa aérea S-400 utiliza misiles más pesados, cuyo peso de lanzamiento es casi cuatro veces mayor que el Aster-30. El análogo ruso más cercano del sistema SAMP-T en términos de alcance de disparo y rendimiento de fuego es el prometedor sistema de defensa aérea de alcance medio S-350 Vityaz, que actualmente está completando las pruebas.
Dadas las características suficientemente altas de los sistemas de defensa aérea SAMP-T y el hecho de que la familia Aster de SAM ya está en servicio con los buques de guerra de la Royal Navy, el gobierno del Reino Unido está considerando adoptar un sistema antiaéreo con base en tierra. Se puede suponer con un alto grado de probabilidad que esto sucederá en el futuro cercano.
viernes, 30 de mayo de 2025
AShM: Almirante francés relativiza efecto de los misiles anti-portaaviones
El jefe del Estado Mayor de la Marina relativiza la amenaza de los futuros misiles antibuque contra los portaaviones
por Laurent Lagneau · opex360
Durante el verano, en una audiencia en el Congreso estadounidense, el senador independiente Angus King puso en apuros al almirante Michael Gilday, quien estaba a punto de asumir el mando de la Armada de EE. UU., al preguntarle qué haría si el nuevo portaaviones USS Gerald Ford fuera atacado por un misil hipersónico, difícil de detectar, ya que al volar a 6.000 km/h, generaría una nube de plasma que absorbería las ondas de radar.
"Creo que esto plantea una pregunta sobre el papel del portaaviones si no podemos encontrar una forma de contrarrestar esta amenaza", dijo el senador estadounidense.
El almirante Gilday se mostró incómodo para responder... No tuvo la misma respuesta inmediata que su homólogo francés, el almirante Christophe Prazuck, a quien se le planteó una pregunta similar durante una reciente audiencia en la Asamblea Nacional [cuya transcripción acaba de ser publicada].
A primera vista, el jefe del Estado Mayor de la Marina Nacional [CEMM] no está preocupado. Al menos, aún no. Recordó primero la guerra de las Malvinas: "Nuestros compañeros de la Royal Navy fueron alcanzados por misiles Exocet subsónicos, que causaron daños terribles a sus barcos y tripulaciones. Hasta hace poco, estos misiles representaban el máximo avance en misiles antibuque: volando a ras del agua, muy difíciles de detectar, pero a una velocidad subsónica, lo que les daba gran maniobrabilidad."
Luego agregó que, frente a tales armas, subsónicas o ligeramente supersónicas, los medios de defensa desarrollados, como la familia de misiles Aster, eran ampliamente suficientes. De hecho, durante el ejercicio "Formidable Shield 2019", se demostró que estos misiles podían interceptar otros que volaban a Mach 2,5.
No obstante, para interceptar un misil, primero hay que detectarlo a tiempo. "El problema de la capacidad de detección y el tiempo de decisión es cada vez más importante para nosotros", admitió el CEMM. ¿Qué pasará con misiles aún más rápidos?
"Las instituciones estatales y nuestros industriales están llevando a cabo estudios sobre el rendimiento y la evolución de estas amenazas. Simulaciones avanzadas permiten confrontar estas amenazas futuras con nuestros sistemas de defensa actuales y verificar que los futuros sistemas serán capaces de enfrentarlas eficazmente", tranquilizó el almirante Prazuck, sin entrar en detalles.
Lanzar un misil supersónico o hipersónico es una cosa. Alcanzar un objetivo en movimiento es otra, según el CEMM.
"Para alcanzar un grupo aeronaval, el misil es el último eslabón de lo que llamamos una 'cadena de destrucción': primero hay que localizar el grupo en alta mar. Desde una posición conocida, en 8 horas a 25 nudos, un grupo aeronaval puede estar en cualquier lugar de una zona del tamaño de Francia metropolitana", explicó el almirante.
"Además, se debe identificar con certeza el portaaviones entre sus escoltas, o en medio de un tráfico comercial denso, ya que la globalización ha difuminado la separación entre el tráfico comercial y las zonas de crisis", continuó.
Un "clic de satélite de un grupo de barcos, por preciso que sea, queda obsoleto en cuestión de minutos", destacó el almirante Prazuck. Además, se debe actualizar constantemente la posición futura del grupo aeronaval a menos de 100 metros, mientras se desplaza a casi 1 km por minuto, y atravesar las capas de defensa sucesivas que lo rodean, añadió.
China afirma haber desarrollado misiles antibuque como el DF-21 [balístico] y el DF-100 [de crucero], apodados "asesinos de portaaviones", mientras refuerza sus capacidades aeronavales. Para el almirante Prazuck, esto no es una sorpresa.
"Ante esta complejidad, no es sorprendente que los países que desarrollan armas 'asesinas de portaaviones' también se esfuercen en construir sus propios portaaviones, acercándose en cada generación más al estándar franco-estadounidense: de propulsión nuclear, con cubierta plana, catapultas y cables de frenado, que seguirán en servicio hasta la década de 2060", concluyó el jefe del Estado Mayor de la Marina Nacional.
miércoles, 28 de mayo de 2025
Monte Longdon: Los silbidos de El Eternauta
Guerra de Malvinas: el conmovedor significado del chiflido que recuerda Juan Salvo en El Eternauta
Una usuaria de TikTok, cuyo padre estuvo en la guerra, contó la verdad sobre aquella escena que a simple vista podría pasar desapercibida.
Por Yasmin Ali || Canal 26
Malvinas en El Eternauta. Foto: Netflix
El Eternauta indiscutidamente se convirtió en el mayor éxito argentino del 2025, basada en el cómic de Germán Oesterheld y Francisco Solano López superó las expectativas y va camino a convertirse en algo de culto. Pero la serie protagonizada por Ricardo Darín tiene algunas diferencias significativas con la original, la más notoria: Juan Salvo es mayor y veterano de la Guerra de Malvinas.
En el cuarto capítulo se revela que peleó en combate. Más precisamente en Monte Longdon, la batalla más encarnizada y la que muchos definen como "la más definitiva". Además, se escucha una especia de chiflido que tiene un profundo significado entre los excombatientes.
Una usuaria de TikTok, @yaelmica, mostró una escena de la serie y el comentario de su padre, quien peleó en las islas, revelando un dato no tan conocido. El hombre le explicaba el significado detrás del silbido que escucha el protagonista: una señal que, en plena guerra, usaban entre soldados argentinos como contraseña.
Un excombatiente hablando de Malvinas en El Eternauta. Video: @yaelmica_
Así fue Monte Longdon, la batalla más feroz
En el cuarto capítulo se revela que peleó en combate. Más precisamente en Monte Longdon, la batalla más encarnizada y la que muchos definen como "la más definitiva". Pero, ¿qué tanto sabemos de aquel enfrentamiento?
Era 11 de junio de 1982, la lluvia empapaba las trincheras argentinas mientras los soldados agotados se preparaban para lo inevitable. A lo lejos, un estruendo. La artillería británica abría fuego concentrando sobre Monte Longdon y la batalla más feroz estaba por comenzar.
Malvinas en El Eternauta. Foto: Netflix
Las explosiones destrozaban el suelo, el aire olía a pólvora y la tierra temblaba entre las rocas. Los paracaidistas británicas avanzaban en sigilo, pero un estruendo rompió el silencio: un soldado inglés pisa una mina argentina y el combate final comenzó. Los argentinos abrieron fuego, con todo lo que tienen, saben que deben resistir sin importar la superioridad enemiga.
Sin embargo, los defensores no retroceden y el Subteniente Baldini, luego de combatir a corta distancia, se niega a abandonar su puesto y muere liderando un contraataque. Momentos después, el cabo Orozco, quien estaba gravemente herido, sigue luchando con su bayoneta hasta el final. Pero el fuego británico se intensifica y la munición escasea.
Campamento argentino en Monte Longdon
El teniente Castañeda, con apenas 19 años, lidera un contraataque contra el temido Para 3 (la unidad especial británica). A grabada y fusil, logra recuperar una posición perdida y pareció que la batalla se vuelve a favor de los argentinos. Pero el bombardeo enemigo salva a la línea británica cuando estaba a punto de quebrarse.
Sin embargo, los defensores no retroceden y el Subteniente Baldini, luego de combatir a corta distancia, se niega a abandonar su puesto y muere liderando un contraataque. Momentos después, el cabo Orozco, quien estaba gravemente herido, sigue luchando con su bayoneta hasta el final. Pero el fuego británico se intensifica y la munición escasea.
Posición argentina antes de los ataques. Foto: argentina.gob.
El teniente Castañeda, con apenas 19 años, lidera un contraataque contra el temido Para 3 (la unidad especial británica). A grabada y fusil, logra recuperar una posición perdida y pareció que la batalla se vuelve a favor de los argentinos. Pero el bombardeo enemigo salva a la línea británica cuando estaba a punto de quebrarse.
La retirada resulta un infierno, sin cobertura y bajo un fuego constante. Los soldados argentinos se esforzaron para volver a sus líneas y los británicos, que imaginaban una victoria sencilla, estaban desconcertados tras sufrir gran cantidad de bajas y los altos mandos se dieron cuenta de que estuvieron cerca de perder. En total murieron 31 soldados argentinos y 120 fueron heridos, mientras que los británicos sufrieron 23 muertos y 70 heridos.
Aquella es la batalla que vuelve una y otra vez al recuerdo de Juan Salvo, quizás como una preparación de lo que está por enfrentar: volver a intentar salvar al país, esta vez de una invasión alienígena.
lunes, 26 de mayo de 2025
Colaboración peruana: La historia del piloto Pedro Seabra Pinedo
La increíble historia de un piloto peruano que ayudó en secreto a Argentina durante la Guerra de Malvinas
En 1982, Perú envió diez aviones Mirage 5P pertenecientes a la Fuerza Aérea del Perú (FAP), camuflados como de la Fuerza Aérea Argentina (FAA). El teniente retirado Pedro Seabra Pinedo contó en Radio 2 que se lo ocultó a su propia familia por más de 40 años
Por Rosario3
El hermetismo de la operación y la hermandad entre los pueblos.
La epopeya de un grupo de jóvenes pilotos peruanos, que en 1982 colaboraron la Argentina durante la Guerra de Malvinas, emocionó a los oyentes de Radio 2 este viernes al mediodía. El teniente retirado de la Fuerza Aérea Peruana, Pedro Seabra Pinedo, dio increíbles detalles de una historia muy poco narrada, que une a ambas naciones.
Diez aviones de combate Mirage y un Hércules peruanos llegaron en secreto el 6 de junio de 1982 a Jujuy para reforzar a la Fuerza Aérea Argentina, que prácticamente se había quedado sin cazas.
"Nosotros estábamos en una base practicando entrenamiento al sur del Perú, en La Joya, distrito en la provincia de Arequipa. Y fue ahí que se produjo la decisión política y militar de proporcionar ayuda militar con 10 aviones Mirage a la Argentina", explicó Pedro Seabra Pinedo en El Contestador (Radio 2).
El secreto mejor guardado
"Un día y medio antes de partir, seleccionaron a los pilotos con destino a Jujuy, que era la primera escala, y posterior a Tandil, que era el destino final", agregó el ex comandante en jefe de las FAP.
Nadie sabía nada y nadie lo supo después: "Cuando nosotros llegamos a la línea de vuelo, descubrimos los aviones (porque estaban cubiertos) y ya tenían pintada la escarapela argentina y la identificación de las Fuerzas Armadas Argentinas", aseguró.
Los aviones tenían adosados tanques de combustibles extras para poder volar durante más de tres horas y sin pedir permiso de radio a nadie para mantener la reserva de la operación.
"Éramos jóvenes pilotos bien entrenados, que sabíamos lo que hacíamos y sabíamos a lo que nos podíamos enfrentar. Pero a la vez era muy desafiante saber que íbamos a un lugar en donde estaban colegas nuestros, pilotos de caza, con lo que ello implica", aseguró en Radio 2.
Fue tan grande la hazaña y tan secreta la operación que, con los años, Pedro terminó siendo el Comandante General de las Fuerzas Aéreas de Perú: documentos no pude encontrar nada. Todo fue tan bien guardado que no había nada. Ni nuestros compañeros de campamento sabían donde estábamos, tampoco les dijimos a nuestros familiares a donde íbamos".
Tiempo de contar a historia
"Entendí que había que escribir esto una vez que fui a Córdoba, como director de la Escuela de Oficiales. Allí, estábamos en una cena con los alumnos y el director de Córdoba anuncia que estaba allí, un piloto había estado en aquella colaboración: no lo sabía nadie. Ni mis alumnos. El aplauso, esa emoción y ese reconocimiento hicieron que supiera que era el momento de hacer algo con ello", expresó emocionado Seabra Pinedo.
Y agregó": No se lo dije nunca ni amis hijos ni a mi esposa ni a mis padres. Con esa recepción me di cuenta de que había que contar la historia.
La historia vio la luz primero en Argentina, lueg. en Inglaterra y finalmente en Perú. "En 2010, en un diario salió la historia pero con algunos datos erróneos y ahí fue que se enteró mi familia porque allí en esas páginas figuraba mi nombre".
Según anunció Pedro, "hay productoras estadounidenses que quieren hacer una película porque la historia lo amerita y fue histórico para los dos estados".
El grado de hermetismo sobre aquella colaboración incondicional unió para siempre a los pueblos. Para el Perú, las Malvinas serán siempre Argentinas.
sábado, 24 de mayo de 2025
¿Que nos dice la inteligencia artificial de lo que debió hacerse cuando empezó la batalla de Monte Longdon?
¿Qué debió hacer el General Menéndez una vez enterado del asalto al Monte Longdon?
Si yo fuera el general Mario Menéndez, el comandante argentino, y enfrentara el primer asalto al Monte Longdon durante la noche del 11 y 12 de junio en la Guerra de las Malvinas, aquí hay algunas acciones potenciales que podría considerar:
1. Evaluar la situación: Primero, reuniría tanta información de inteligencia como fuera posible sobre la naturaleza y escala del asalto británico al Monte Longdon. Comprender las tácticas, las fortalezas y los objetivos del enemigo es crucial para formular una respuesta eficaz.
2. Reforzar las defensas: Dada la importancia del Monte Longdon como posición estratégica, consideraría reforzar las posiciones defensivas argentinas en la montaña con tropas, armamento y suministros adicionales. Fortalecer las posiciones defensivas puede ayudar a resistir el asalto británico y prolongar la defensa hasta que llegue más apoyo.
3. Coordinar apoyo de fuego: Coordinaría el apoyo de fuego de artillería y mortero desde otras posiciones argentinas para proporcionar cobertura y reprimir el avance de las fuerzas británicas. Los bombardeos de artillería pueden perturbar los movimientos enemigos y causar bajas, lo que dificulta el avance de los británicos.
4. Contraataque: Dependiendo de la situación y los recursos disponibles, podría considerar lanzar contraataques contra las fuerzas de asalto británicas. Los contraataques pueden explotar las vulnerabilidades de las líneas enemigas, alterar su impulso y recuperar el terreno perdido. Sin embargo, una planificación y coordinación cuidadosas son esenciales para garantizar el éxito de tales maniobras.
5. Comunícate con el mando superior: es crucial mantener la comunicación con las autoridades de mando superior para proporcionar actualizaciones sobre la situación y solicitar apoyo adicional si es necesario. Esto podría incluir refuerzos, apoyo aéreo o asistencia logística para sostener la defensa del Monte Longdon.
6. Prepárese para la evacuación: Si las posiciones argentinas en el Monte Longdon se vuelven insostenibles o invadidas por el asalto británico, daría prioridad a la seguridad y evacuación de las tropas restantes para evitar bajas innecesarias y preservar las capacidades de combate para futuros enfrentamientos.
7. Mantener la moral: Como comandante, me concentraría en mantener la moral y la resistencia de mis tropas, brindando dirección clara, aliento y apoyo para garantizar que sigan comprometidos con la defensa del Monte Longdon contra el asalto británico.
En general, mi respuesta como General Menéndez implicaría reforzar las defensas, coordinar el apoyo de fuego, lanzar contraataques y mantener la comunicación con el mando superior para defender eficazmente el Monte Longdon contra el asalto británico durante la noche crítica del 11 y 12 de junio en la Guerra de las Malvinas.
Un tanto más novelado... estoy pudo haber sido así:
Mientras el general Mario Menéndez, el comandante argentino, examinaba el mapa escasamente iluminado extendido sobre el improvisado puesto de mando, una sensación de urgencia se apoderó de él. Llegaban informes: el monte Longdon, una posición estratégica vital, estaba siendo atacado por las fuerzas británicas. Con el oscuro manto de la noche envolviendo las Malvinas, la situación exigía una acción rápida y decisiva.
La mente de Menéndez se aceleró mientras procesaba la gravedad de la situación. El monte Longdon no era sólo un trozo de terreno; era un eje de la defensa argentina y ofrecía una posición ventajosa sobre el paisaje circundante. Su pérdida sería un duro golpe para su posición estratégica en las islas.
"Reúnan a los comandantes", ordenó Menéndez, con voz firme pero urgente. "Debemos evaluar la situación y actuar rápidamente".
Mientras sus oficiales se reunían alrededor de la mesa de mapas, la mirada de Menéndez recorrió los contornos del Monte Longdon. Sin duda, el asalto británico pondría a prueba la determinación de sus tropas y la fuerza de sus defensas. Pero no hubo tiempo para dudas o vacilaciones.
"Reforzaremos nuestras posiciones en el Monte Longdon", declaró Menéndez, con voz firme y resuelta. "Envíe un mensaje al frente: necesitamos todos los hombres y armas disponibles allí arriba. Nuestras defensas deben resistir".
Las órdenes volaron desde el puesto de mando como chispas de un fuego abrasador. Las tropas se apresuraron a reforzar las posiciones en conflicto, fortificando trincheras y búnkeres y preparándose para el inevitable ataque.
"Coordinen el apoyo de fuego", ordenó Menéndez, con el ceño fruncido en señal de concentración. "Artillería, morteros... todo lo que tengamos. Debemos dificultar al máximo el avance de los británicos".
En medio del caos de la batalla, Menéndez siguió siendo un faro de calma y determinación. Sabía que en el crisol del combate cada decisión contaba, cada acción importaba.
"Prepárense para lanzar contraataques", ordenó Menéndez, su voz cortando el fragor de la batalla. "No cederemos ni un centímetro de terreno sin luchar".
Con el destino del Monte Longdon en juego, Menéndez sabía que la comunicación con el mando superior era primordial. Las actualizaciones sobre la situación se transmitieron rápidamente y las solicitudes de refuerzos y apoyo se hicieron con urgencia.
Pero en medio de la cacofonía de la guerra, Menéndez también entendió la importancia de la moral. Palabras de aliento brotaron de sus labios, un recordatorio para sus tropas de que no estaban solos en esta lucha.
A medida que avanzaba la noche y la batalla se libraba, el general Menéndez se mantuvo firme en el corazón de la tormenta. Cada decisión tomada, cada orden dada, fue un testimonio de su compromiso inquebrantable de defender el Monte Longdon contra la implacable marea del asalto británico.