viernes, 16 de agosto de 2019

Biografía: Sir Jeremy Moore

General Mayor Sir Jeremy Moore KCB OBE MC 1928-2007

Falklands War 1982




El mayor general Sir Jeremy Moore fue el comandante de las Fuerzas Terrestres Británicas que ganaron la Guerra de las Malvinas.

El General se unió a los Royal Marines directamente de la escuela en 1947 y pasó los siguientes 36 años en ese Cuerpo. Tan pronto como terminó su entrenamiento, fue enviado a Malaya, donde ganó su primera Cruz Militar en la acción de emergencia allí. Posteriormente, sus publicaciones variaron desde Housemaster de la Royal Marines School of Music, Instructor de la Escuela de Suboficiales y de RMA Sandhurst, Comandante de la compañía y servicio en la Revuelta de Brunei. Sirvió en la 17° División Gurkha y desde 1966 fue Subsecretario del Comité de Jefes de Personal en el MOD.
Recibió el OBE en 1973 y se convirtió en Mayor General en 1979, lo que lo colocó, como él mismo lo puso, "en una posición para recibir el mando de las fuerzas terrestres en las Islas Falkland". Bajo su mando, ganaron.


miércoles, 14 de agosto de 2019

Perú y Libia ayudan con MANPADS soviéticos a las tropas en las islas

Malvinas, documentos desclasificados: Perú y Libia ayudaron a la Argentina con misiles soviéticos

Por Mariano Sciaroni || Infobae


 

A partir del bombardeo de Aviones Vulcan, seguido por ataques de aviones Sea Harrier, del 1° de mayo de 1982, las fuerzas argentinas en las Islas Malvinas tomaron conciencia que la cobertura antiaérea debía, de alguna forma, mejorarse.

Es que, si bien zonas puntuales de las islas se encontraban protegidas por un buen número de cañones y unos pocos lanzadores de misiles (Roland y Tiger Cat), gran parte de las tropas desplegadas en el terreno no contaban con medios para hacer frente a los aviones y helicópteros británicos.

En el país solo existía un tipo de misil antiaéreo portátil, el Blowpipe, del cual solo había pocos ejemplares y, para peor, su uso requería un gran entrenamiento ya que el misil era guiado al objetivo por un pequeño joystick.

La solución más accesible estaba dada por un arma soviética: conocida en occidente como SA-7 (Código OTAN "Grail") y cuyo nombre original era 9K32 Strela, era un misil tierra – aire de muy corto alcance y guiado calórico (en este caso, busca los gases de escape de los motores de los medios aéreos) que era cargado en el hombro y disparado por un único operador.

De primera generación, daba una probabilidad de derribos modesta, agregándose que permitía atacar principalmente aviones en alejamiento o helicópteros. Había sido utilizado por primera vez por fuerzas egipcias, que el 19 de agosto de 1969 derribaron a un avión A-4 Skyhawk israelí, 12 millas al Oeste del canal de Suez.

Sin embargo, se lo consideró útil para Malvinas, en tanto daría finalmente aquella protección misilística a las tropas desplegadas por las islas. En especial, a aquellas fuera del poderoso paraguas defensivo en la zona de Puerto Argentino y el aeropuerto militar.

Un país amigo tenía este tipo de armas: Perú. Y, contactos de las más altas esferas mediante, comenzaron las gestiones para que un lote de estos misiles llegara a Malvinas.

 
Un militar peruano opera un misil SA-7 durante la Guerra del Cénepa, en 1995

Poco después, a principios de mayo (el día 6) llegó a la Base Aérea El Palomar -ubicada en territorio bonaerense- un cargamento de 120 de estos misiles con alrededor de 40 lanzadores, provenientes de stock peruanos y en un avión carguero L-100 de la misma Fuerza Aérea Peruana (FAP).

En el mismo vuelo arribaron dos oficiales que cruzarían a Malvinas, así como un tercero quedaría en Comodoro Rivadavia para adiestrar a los argentinos en el uso de estos equipos.

El 7 y 8 de mayo, en dos vuelos de C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Argentina, fueron trasladadas a Malvinas una cantidad limitada de lanzadores y misiles. Los oficiales peruanos cruzaron recién el 9 y fueron llevados rápidamente a la zona de Darwin / Pradera del Ganso para dar un curso acelerado de estos misiles a las tropas aeronáuticas allí desplegadas. Cumplida la tarea, silenciosamente como habían llegado, los militares peruanos volvieron a su patria.

También hubo otro proveedor de estas armas: un día después de la recuperación de Malvinas, el 3 de abril, concurrió el encargado de negocios de Libia en Argentina, el Sr. Alsharushi Albarrani a la Casa Rosada, a los fines de ofrecer armamento de todo tipo, así como dinero y petróleo "sin condicionamientos de ningún tipo, comisiones ni intermediarios". Agregó que la oferta "era de gobierno a gobierno".

Si bien la propuesta, basada en las convicciones ideológicas del líder libio Muamar El Gaddafi, fue considerada, no fue profundizada en el momento, cuando todavía se especulaba que Inglaterra no combatiría por las islas.

Vale agregar que la inteligencia naval brasileña consideraba (dando a esa información un elevado grado de certeza) que la Unión Soviética había pedido a Gaddafi este acercamiento con Argentina, para que el país "no fuera visto como responsable de esta entrega de armas". Es más, indicaba que la visita del embajador cubano a Buenos Aires (que había sucedido poco tiempo antes) había sido motivada para orquestar un puente aéreo entre Libia y Buenos Aires que tuviera su escala en Angola, país en el cual se encontraban luchando tropas cubanas.

La CIA también consideraba que la Unión Soviética podría encontrarse detrás del ofrecimiento libio. Sin embargo, ninguna de estas especulaciones constaba al gobierno argentino.

Recién el 15 de mayo de 1982 a las 20:00 hs arribó a Trípoli, capital de Libia, una comitiva integrada por un miembro de cada fuerza: el Brigadier Teodoro Waldner, el Coronel José Dante Caridi y el Capitán de Navío Juan Carlos Marengo, a fines de requerir finalmente la ayuda militar de aquel país africano.

Luego de una reunión formal apenas aterrizaron el día 16 a las 10:00 hs, los representantes de las tres armas se reunieron con quien se presentó como el vicepresidente libio, Abdul Salam Ahmed Jalub y tres coroneles (de aviación, de defensa y de marina). Todos se encontraban bien predispuestos para ayudar a la causa argentina.

Los militares argentinos se sorprendieron cuando, sin demasiados preámbulos, sus anfitriones libios les solicitaron que hicieran una lista de lo que necesitaban. Sin embargo, les advirtieron de entrada (entre otras cosas), que no había problemas en entregar armamento portátil, pero que en lo que hacía a armamento pesado occidental iba a resultar complicado. Y respecto del soviético, necesitaban "conseguir autorización para entregar armamentos significativos".

A todo evento, pidió tres días para contestar que podía o no entregarles. En lo que hace a los misiles SA-7, puede leerse en el requerimiento entregado a Libia, que el Ejército Argentino solicitó 50 lanzadores y 150 misiles. La Armada, por su parte, pidió 30 lanzadores y 100 de los misiles. Hay que recordar que la Fuerza Aérea ya contaba con dichos misiles, en tanto Perú se los había facilitado.

Con todo ello, con una respuesta casi totalmente positiva de Libia (entre las negativas se encontraron aviones Mirage y misiles antisuperficie AS-30), se firmó un convenio y, desde fines de mayo, en un número de vuelos de aviones Boeing 707 de Aerolíneas Argentinas y de la Fuerza Aérea Argentina, fue llegando a Buenos Aires un cargamento que totalizó la cantidad de 50 misiles y 10 lanzadores. No obstante, otras versiones hablan de 60 misiles con 20 lanzadores.

Obviamente, la Unión Soviética no había vetado la entrega de aquellos misiles a la Argentina. Hay que agregar que desde 1973 a 1986 Libia había recibido unos 20.000 misiles Strela-2, por lo que tenía una gran cantidad de estas armas. Muchos de estos misiles se tornaron luego en un dolor de cabeza para las agencias de inteligencia occidentales al caer el gobierno de Gaddafi (en el 2011) y quedar accesibles los depósitos militares de Libia para grupos terroristas de Medio Oriente.

Como nota, desde Puerto Argentino no estaban tan interesados en los misiles de corto alcance, sino que, cansados de los ataques fuera del alcance de las armas antiaéreas desplegadas consideraron como "único medio posible de atenuar continuación hostigamiento" el conseguir misiles soviéticos "mediano alcance tipo SA-6 o SA-2".

 
Soldados de Vietnam del Norte posan frente a un misil SA-2. Una batería de estos misiles requería de decenas de operadores entrenados y muchos equipos asociados. Hubiera sido imposible operar estos misiles en Malvinas

Claro que hubiera sido casi imposible transportar dichos sistemas a las islas (siendo el SA-2 especialmente voluminoso para ser transportado: se hubiera necesitado a un buque entero para mover una batería), que hubieran requerido una gran cantidad de operadores, no solo para los misiles, sino también para los sensores asociados.

Más allá del pedido de Puerto Argentino (efectuado el 18 de mayo), no hay constancias concretas que siquiera se intentaran conseguir este tipo de lanzadores de misiles durante el conflicto (aun cuando si existieron gestiones en la inmediata postguerra con la Unión Soviética, que terminaron en nada).


 
Mensaje de Puerto Argentino hacia el continente: manden misiles “mediano alcance” soviéticos

El 28 de mayo, en otro C-130 de la Fuerza Aérea Argentina, se cruzaron otros 60 misiles SA-7 a las islas, los cuales habían arribado a Comodoro Rivadavia el día anterior. Los mismos fueron repartidos entre los Regimientos de Infantería del Ejército Argentino, el Batallón de Infantería de Marina (BIM) 5 de la Armada Argentina y otras unidades militares.



La inteligencia británica había para entonces escuchado rumores acerca que Libia podía estar entregando armas a Argentina. Un diplomático británico que operaba desde Libia, sin embargo, había recibido el 30 de mayo de "una fuente confiable" la afirmación que "Libia no estaba entregando armas a Argentina".



La fuente seguía diciendo que "una delegación argentina de tres hombres había llegado a Trípoli diez 10 atrás, pero que solo los habían recibido porque los acompañaba alguien de la Cruz Roja. Los argentinos habían pedido ayuda financiera y militar, pero los libios les dijeron que tenían problemas financieros y, en lo que hace a las armas, las necesitaban" y no las podían entregar. La "fuente confiable" (claramente, muy poco confiable) siguió diciendo que Gaddafi estaba especialmente molesto con los argentinos.



 
En una foto de reconocimiento británica, se puede ver un soldado argentino apuntando un misil SA-7 y, detrás y en una zona de carpas, otro con un misil Blowpipe

Más allá de las presunciones del mundo de los espías, el 31 de mayo un piloto civil británico había observado un Boeing 707 con colores de Aerolíneas Argentinas en el aeropuerto de Trípoli, detenido en la zona militar. El civil británico, quizá con intenciones de emular a James Bond, había contactado entonces a un ciudadano sueco que se encontraba en el lugar, quien le dijo que trabajaba asesorando militarmente al gobierno libio y que en el avión argentino se habían cargado 400 misiles "ERM", equivalentes a un "mini – Exocet". Obviamente, dicha información era (nuevamente) enteramente falsa.

Pero ya había sido suficiente de rumores y luego de informar al Foreign Office, el embajador en Libia se puso directamente en contacto personal con Gaddafi, quien "negó categóricamente" (en concordancia con la "fuente confiable") que estuviera entregando material a nuestro país.

Sin embargo, los británicos no le creyeron. Un par de días más tarde, un espía en Brasil les revelaría la existencia del puente aéreo que unía Trípoli con Buenos Aires (vía Recife). Pero ya era tarde, la ayuda de Libia seguiría llegando.

Para el 1° de junio, el alto mando militar señalaba que no se podían enviar más misiles portátiles antiaéreos a Malvinas (y, con ello, cumplir un pedido desde las islas) ya que "no hay más en existencia en el país".

Sin embargo, al muy poco tiempo llegó otra parte del cargamento de misiles desde Libia, cruzando el 12 de junio (en otro vuelo de Hércules) los últimos 6 lanzadores y 24 misiles. La guerra terminaría dos días después.

 
Misiles SA-7 capturados por los británicos luego de la rendición argentina

Si bien fueron lanzados una cantidad apreciable de misiles (que, vale la pena aclarar, pareciera fueron todos de la versión ligeramente mejorada "Strela-2M" o SA-7b para la OTAN), no hay derribos confirmados atribuibles a este sistema de armas.

Más allá que el misil tenía una efectividad limitada, el conocimiento del arma que recibieron las fuerzas de Ejercito y de la Armada, en algunos casos, fue un panfleto con las instrucciones más básicas de como mantenerlo y dispararlo. Y, hasta parte de esos panfletos ¡estaban en ruso!

Aún sin conseguir derribos, su mera presencia limitó el accionar de los aviadores británicos sobre nuestras tropas. Una cuestión no menor que ayudó a que no se perdieran vidas argentinas.

lunes, 12 de agosto de 2019

Capitán del SS Canberra recuerda emocionado a los prisioneros argentinos

El mensaje del capitán inglés del Canberra a los veteranos argentinos: "Guardaré su recuerdo en mi corazón"

Martin Reed, capitán civil del buque inglés que transportó a los soldados argentinos tras la rendición, envió unas palabras para conmemorar el día en que los héroes de Malvinas volvieron al continente. El trasfondo del mensaje a través de su interlocutor, un veterano de guerra bilingüe
Por Milton Del Moral || Infobae






Una copia del mail que envió el capitán civil Martin Reed a Milton Rhys, un soldado argentino con el que charló a bordo del Canberra


Leslie Rhys era profesor de inglés. Durante seis años cursó en Michigan, Estados Unidos, un master en educación bilingüe. Era descendiente de colonos galeses e ingleses que se asentaron en la Patagonia, una región dotada por tribus nómades que no sabía, a mediados del siglo XIX, de población blanca o europea. A Leslie le gustaban los versos de John Milton, un poeta inglés. Milton se llama su hijo: un radio operador que combatió contra su linaje en la Guerra de Malvinas.

Tenía 20 años cuando acudió a las islas. Se presentó solo: hizo el servicio militar en el distrito militar de Chubut. Se entrenó como radio operador y terminó trabajando en la casa de gobierno de Puerto Argentino con el general Mario Benjamín Menéndez.

Sabía inglés: hacía traducciones y desempeñaba funciones como intérprete bilingüe de la radio. Eran varios traductores, pero el único proveniente de la colimba era él. A su formación intelectual, le imprimió arrojo, valentía. Su desfachatez y su educación lo posicionó en lugares de privilegio.

Cuando finalizó la guerra, se acercó a Martin Reed, capitán civil del Canberra, el buque que el 19 de junio de 1982 llevó a más de 4.100 soldados al muelle de Puerto Madryn.




 
Milton Rhys a la izquierda. Hugo Franco, con el fusil, era el chofer del general Menéndez. Néstor Roché, el que sacó la foto, era ayudante de cocina y maestro panadero. Eran los únicos soldados colimbas asignados a la casa de gobierno. “Los tres de la foto” es el nombre de un texto que escribió la esposa de Milton Rhys

El regreso de los soldados argentinos al continente significó un suceso casi existencial. Fue recordado como"el día en que Madryn se quedó sin pan" -un maravilloso texto de Federico Lorenz lo rememora- por la devoción de la comunidad por saciar el hambre de sus héroes derrotados.

Milton recordó la travesía que precedió esa bienvenida: "A medida que subíamos al Canberra, nos iban revisando y palpando, yo y todos los que sabíamos inglés íbamos ayudando a los compañeros de la fila a traducir lo que los soldados ingleses necesitaban que hiciéramos: abrir las camperas, los bolsos, no podíamos tener cuchillos. Me tocó ir al salón principal en el que había un piano atado con una cadena".

"El Canberra era un crucero de pasajeros y para el momento bastante de lujo. Yo no era el único que sabía inglés, pero en el salón sí era el único que se animaba a traducir y a participar de las charlas. Fui al frente. Estábamos muy complicados para ir al baño. Éramos como 400 que estábamos ahí tirados, espalda contra espalda. Había que organizarse para ir al baño, para que nos den la comida. Empecé a hacer traducciones y a conversar con los ingleses. Algunos de los custodios me preguntaron cómo sabía hablar inglés y les dije que venía de una colonia galesa en la Patagonia. Eso llegó a oídos del capitán civil Martin Reed".


 
Martin Reed, en primer plano, junto a su esposa Denise. Fue el capitán civil del Canberra, el buque inglés en el que volvieron al continente 4.100 soldados argentinos

"En un determinado momento me mandó a llamar, medio a escondidas. Me dijo que nos estábamos acercando a la zona de la costa y me pidió que me fijara si alcanzaba a reconocer a dónde íbamos porque a él no le habían dado esa información. Miré y vi que era una costa de acantilados bastante alta. 'Río Gallegos no me parece, Bahía Blanca seguro que no es. Lo más probable es que estemos en la Patagonia', le dije. Y justo ahí vi la zona del Golfo. Le comenté entonces que estábamos entrando a la boca sur del Golfo, en la zona de Península Valdés, 'así que seguramente estamos yendo a Puerto Madryn'", relató Rhys.

El soldado argentino olvidó esa charla con el capitán británico. La posguerra le impuso otras prioridades. Pero Martin Reed lo recordó siempre: "Años después me llegó el artículo de un diario de Inglaterra donde él me mencionaba como una de las personas con las que había interactuado. Y hace poco tiempo me llegó su contacto directo gracias al doctor Eduardo Gerding, quien fue médico cirujano argentino, veterano de guerra y fundador de la fundación Nottingham-Malvinas. A través de él me llegaron sus saludos y sé que se acuerda de mí. Cada tanto nos comunicamos…" .

A raíz de un nuevo 19 de junio y del reencuentro entre veteranos de Malvinas con la comunidad de Puerto Madryn, el capitán civil del Canberra, Martin Reed, el responsable de transportar a los soldados argentinos de vuelta a sus casas, envió su mensaje de gratitud a través del viejo amigo argentino con el que intercambió palabras en inglés un sábado de 1982.

Querido Milton:

Me honra enviarles un cálido abrazo a todos los veteranos de guerra argentinos y a sus familias en este día.

El doctor Mayner, nuestro cirujano de abordo en 1982, quien asistió a muchos heridos de ambos bandos, se une en expresar nuestra profunda satisfacción por que hayan retornado a casa a salvo después del conflicto.

Nunca me olvidaré de los cálidos deseos de tantos de ustedes cuando desembarcaron del Canberra el 19 de julio de 1982 y guardaré su recuerdo en mi corazón.

Les deseo lo mejor para su reunión en Puerto Madryn.

Capitán Martin Reed RD

sábado, 10 de agosto de 2019

De Chagos a Malvinas

De las islas Chagos a las Malvinas





La Asamblea General de las Naciones Unidas acaba de instar expresamente a Gran Bretaña a cesar su presencia colonial en las islas Chagos, en las que está emplazada una enorme base militar norteamericana, y a devolver lo más rápidamente posible y en no más de seis meses ese territorio a Mauricio, que lo reclama con razón. Hablamos de un archipiélago compuesto de unas 50 pequeñas islas ubicado en el océano Índico. La Argentina fue uno de los patrocinantes de la resolución referida, dictada en junio de 2017.

Esa decisión, tomada con 116 votos a favor y tan solo 6 en contra, con la abstención de algunos miembros, entre los cuales estuvieron Francia y Alemania, se suma a la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia solicitada oportunamente por la Asamblea General y emitida en idéntico sentido.

El alto tribunal internacional sostuvo que cuando Gran Bretaña concedió la independencia a Mauricio, en 1965, debió haber también entregado a ese país el archipiélago de Chagos, conforme a las normas que gobiernan los procesos de descolonización.

Gran Bretaña es aún una potencia colonial que sigue sin respetar normas que, respecto de esta delicada materia, se sancionan en el ámbito de las Naciones Unidas.

Las opiniones comentadas de la Asamblea General de las Naciones Unidas y de la Corte Internacional de Justicia tienen, en términos generales, efectos muy positivos para el diferendo de la Argentina con relación a las islas Malvinas y otras islas del Atlántico Sur ocupadas ilegalmente por Gran Bretaña.

Cabe recordar que la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General, que es la piedra angular de la descolonización, ratificó en su momento el principio de la integridad territorial como corolario de la libre determinación, que solo corresponde a aquellos pueblos que son efectivamente titulares de ese derecho y que no es el caso de los habitantes de las islas Malvinas. La Corte, por su parte, destacó el rol central de la Asamblea General de la ONU en materia de descolonización.

Pese a que Gran Bretaña sostiene que nada tiene que conversar con la Argentina sobre la soberanía respecto de las islas del Atlántico Sur, el tema está incluido en la agenda de descolonización de las Naciones Unidas, desde donde, año tras año, se aprueba una exhortación a negociar la cuestión con la buena fe que corresponde. Esta es desoída, arbitraria y sistemáticamente, por el Reino Unido. No obstante, la cuestión sigue abierta y reviste el carácter de irrenunciable para nuestro país.

Sería muy positivo que nuestra Cancillería asignara a un grupo de trabajo especial el análisis de los alcances y consecuencias legales de las decisiones comentadas, incluyendo un contacto directo con Mauricio, que cubra las posiciones y argumentos jurídicos que ese país mantiene en su diferendo con Gran Bretaña. (LA NACION)

Fundación Nuestro Mar

jueves, 8 de agosto de 2019

Eterno Honor a la Flota Mercante Argentina

La Flota Mercante Argentina en Malvinas


"Gigantes de acero" la leyenda dice que el Cid, ganó su última batalla después de muerto

Por Osvaldo Jorge Palacio VGM | Transporte y Comercio Exterior





En 1982 la Argentina no combatió sólo contra Gran Bretaña. También lo hizo frente a la OTAN, EEUU, Francia y el gobierno de Pinochet Ugarte. Todos ellos ayudaron a Inglaterra.

La actuación de la Flota Mercante Nacional demostró que el heroísmo y el patriotismo en momentos bélicos, no es patrimonio exclusivo de lo militar. La contribución de sus hombres es poco conocida. Cargueros, remolcadores, petroleros, pesqueros; hombres y naves enfrentaron difíciles circunstancias que no fueron impedimento para trasladar pertrechos, tropas, sanidad, vehículos y elementos para el combate.

El “Bahía Buen Suceso” había actuado en el traslado de trabajadores a Georgias, para desarmar a una factoría según lo convenido con el gobierno británico. Ese episodio dio origen al conflicto bélico. Después operó en Malvinas como unidad de bastimento.

Éste barco en Bahía Zorro en la Gran Malvina, recibió fuego aéreo y dañado y con heridos fue abandonado. A los tripulantes los rescató la nave hospital “Bahía Paraíso”

La muerte es un hecho natural al llegar el final de la vida. Esto ocurre con hombres y máquinas y, cuando el inevitable momento llega, lo deseable es que se produzca de la mejor forma; es lo que se denomina “un buen morir”.

El carguero “Isla de los Estados”, se fue a pique el 10 de mayo, fue hundido por la fragata H.M.S. “Alacrity” en el Estrecho de San Carlos.

Su tripulación actuó como proveedora y trabajó en el minado de las aguas de Puerto Argentino. Tras la explosión murieron sus quince tripulantes, tres miembros del Ejército, uno de la Fuerza Aérea, tres de la Armada y uno de la Prefectura. Sólo dos hombres salvaron su vida por imperio de una milagrosa casualidad.

El navío “Mar del Norte” trasladó material militar y el “Río Cincel”, de ELMA, módulos para la pista aérea.

El “Formosa”, también de ELMA, condujo miles de toneladas de carga. Fue atacado por aviones británicos y abandonó la zona al sur de la Isla Soledad donde fue agredido por error por cazas Skyhawks argentinos. Fue blanco de dos bombas que no explotaron y no causaron víctimas.

El “Río Carcarañá”, burló a los submarinos “Splendid” y “Spartan”. El primero de mayo un Sea Harrier lo atacó pero no hizo blanco. La nave se evadió del puerto con su carga y se ocultó al sur de la Isla Soledad.

Su tesoro más valioso, fue una cohetera CITEFA. Nuevamente agredido por fuego de ametralladoras, recibió daños en su estructura. El buque fue abandonado y la tripulación, rescatada por el “Forrest”, fue trasladada a la Bahía Zorro, donde prestó servicios al Ejercito realizando el traslado y ocultamiento de combustible.

El remolcador “Yehuin”, fue el último mercante que navegó a Puerto Argentino. Realizó misiones logísticas y también de minado marítimo. Al final del conflicto su tripulación cayó prisionera y la embarcación capturada.

El abastecimiento de combustible a la marina de guerra lo hicieron los buques de YPF, “Puerto Rosales” y “Campo Durán”. El tanquero

“Punta Médanos” y el petrolero “Puerto Rosales” asistieron al Crucero “General Belgrano” y a los destructores “Bouchard” y “Piedra Buena”. En ese momento el submarino “Conqueror” esperaba la orden para atacar al “Belgrano”.

Los ingleses zarparon el treinta de marzo. Era imprescindible contar con información de inteligencia, por eso la Mercante y la Fuerza Aérea hicieron el reconocimiento atlántico desde el Canal de la Mancha y Gibraltar hasta el Río de la Plata.

La Isla Ascensión fue rodeada por el transporte “Río de la Plata”, y cursó información hasta que fue sobrevolado por helicópteros que lo alejaron. Sus pares, “Almirante Stewart”, “Glaciar Perito Moreno”, “Glaciar Ameghino” y “Río Calchaquí” también se acercaron peligrosamente a Ascensión.

El “Tierra del Fuego” ubicó a la flota enemiga en medio del océano, a la altura del Río de la Plata, y el seguimiento al sur del paralelo del Cabo San Antonio, fue efectuado por pesqueros. El “Narwal”, “María Alejandra”, “Constanza”, “Ceibo”, “Invierno”, “Mar Azul” “Usurbil” y el “Capitán Cánepa”.

El pesquero “Narwal”, descubrió a la marina inglesa reabasteciéndose fuera de la zona de exclusión. La Fragata “Alacrity” lo alejó del lugar, pero continúo su rastreo. Sus mensajes ayudaron a descubrir un plan de ataque al Portaaviones “25 de Mayo”.

Luego lo acometió una escuadrilla de Harriers que causó heridos y la muerte del contramaestre Omar Rupp, primer marino mercante caído en la Gesta. El barco fue abandonado y, luego de ser abordado por un grupo comando que contribuyó a su detonación, se hundió con honor. Los prisioneros fueron trasladados al portaviones “Invencible” y después al buque hospital “Uganda”.

El transporte de material hacia Puerto Deseado estuvo a cargo de los mercantes “Córdoba”, “Lago Argentino”, “Lago Traful”, “Chaco” y “Río Neuquén”. La Armada dispuso del “Bahía San Blas”, “Cabo de Hornos” y “Canal de Beagle”.

El abasto de nafta para los aviones de combate, lo realizó YPF, con el “Cabo Espíritu Santo” y el “Florentino Ameghino”. El remolcador “Yaktemi” se destacó por su apoyo al “Formosa” que navegaba con una bomba sin explotar y el socorro al “Narwal”.

El buque insignia de la Escuela Nacional de Náutica “Piloto Alsina”, auxilió a la Prefectura en el control del Río de la Plata, para impedir sabotajes. Finalmente, transportó a más de mil prisioneros de guerra argentinos. Además, veintisiete cadetes de la Escuela Nacional de Náutica tuvieron participación en distintas unidades.

Buques que intervinieron: “Río Carcarañá”, “Río Cincel”, “Bahía Buen Suceso”, “Mar del Norte”, “Formosa”, “Isla de los Estados”, “Narwal”, “Puerto Rosales”, “Campo Durán”, “María Alejandra”, “Constanza” “Yehüín”, “Río de la Plata”, “Tierra del Fuego II”, “Yaktemi”, “Invierno”, “Córdoba”, “Usurbil”, “Margot”, “Canal de Beagle”, “Bahía San Blas”, “Cabo de Hornos”, “Almirante Stewart”, “Lago Argentino”, “Lago Traful” y “Piloto Alsina”.

Personal militar hundido en el “Isla de los Estados”: Del Ejército: capitán Marcelo Sergio Novoa y sargento ayudante Víctor Jesús Benzo. De la Armada Argentina: Cabo principal Rubén Torres y los cabos Orlando Cruz y José Mesler. De la Fuerza Aérea: cabo primero Hugo Varas. De Prefectura Naval: Marinero Jorge Eduardo López. Sobrevivientes: Capitán de Corbeta Alois Payarola y marinero mercante Alfonso López


Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales recordamos a:

  • Maquinista Naval de 2ª Miguel Aguirre
  • Maquinista Naval de 3ª Alejandro Omar Cuevas
  • Maquinista Naval Pedro Mendieta (fallecido en la Isla de los Estados)


A los compañeros ex ARA Scarfatti y Allioto veteranos de Malvinas ya fallecidos


Condecoraciones otorgadas por la Armada Argentina al personal y buques de la marina mercante

Muertos en Combate:

  • Capitán de Ultramar Tulio Néstor Panigadi
  • Capitán de Ultramar José E. Francisco Bottaro
  • Piloto de Ultramar de 1ª Jorge Nicolás Politis
  • Maquinista Naval de 2ª Miguel Aguirre
  • Maquinista Naval de 3ª Alejandro Omar Cuevas
  • Contramaestre Benito Horacio Ibáñez
  • Cabo de Mar Jorge Alfredo Bollero


Marineros:

  • Antonio Máximo Cayo
  • Antonio Manuel Lima
  • Manuel Oliveira
  • Omar Alberto Rupp (bahiense)
  • Electricista de 1ª Pedro Antonio Mendieta
  • Mecánico de 1ª Enrique Joaquín Hudephol
  • Primer Cabo Omar Héctor Mina
  • Primer Cocinero Rafael Luzardo
  • Mayordomo Néstor Omar Sandoval
  • Cantineros Civiles Heriberto y Leopoldo Marcelo Ávila, embarcados en el Crucero “Gral. Belgrano” (ambos de Punta Alta)


La Nación Argentina al Herido en Combate:

  • Maquinista Naval Feliciano Miño

Marineros:

  • Gregorio Carvallo
  • Luis Wenz
  • Justo García


Reconocimiento al Mérito:

  • Primer Oficial de Radiocomunicaciones Francisco Elizalde

Al esfuerzo y Abnegación:

  • Capitán de Ultramar Juan Gregorio
  • Capitán de Ultramar Tulio Panigadi
  • Capitán de Ultramar Osvaldo Niella
  • Capitán de Ultramar Carlos Benchetrit
  • Capitán de Ultramar Héctor Curriá
  • Capitán de Ultramar Néstor Fabbiano
  • 2º Oficial Asterio Wagata
  • 2º Oficial de Máquinas Feliciano Miño
  • Oficial de Radio Arturo Alberto Reinoso
  • Enfermero Juan Ángel Gómez
  • Marinero Alfonso López
  • Señor Oscar García Lattuada


Heridos en Combate:

  • Capitán de Ultramar Osvaldo Marcelino Niella
  • Primer Oficial de Máquinas Atilio López
  • Maquinista Naval Lucio Busetti
  • Mecánico Osvaldo Ferrero

Marineros:

  • Julio César Rodríguez
  • Luis Zaragoza (bahiense)



Honor al Esfuerzo y Abnegación en Combate, a lo buques:

  • “Isla de los Estados”
  • “Bahía Paraíso”
  • “Bahía Buen Suceso”
  • “San Blas”
  • “Cabo de Hornos”
  • “Canal de Beagle”



Operaciones en Combate, a los buques:

  • “Puerto Rosales
  • “Campo Durán”
  • “Formosa”
  • “Río Carcarañá”
  • "Río Cincel”
  • “Mar del Norte”
  • “Yehüin”
  • “Constanza”


Tripulantas Veteranas de Guerra:

  • Oficial Comisario, Marta Beatríz Giménez (Canal de Beagle)
  • Oficial Comisario, Graciela Gerónimo (Bahía San Blas)
  • Oficial de Radio, Estela Carrión (Lago Traful)
  • Alumno Escuela Nacional de Náutica, Mariana Soneira (Bahía San Blas)
  • Alumna Escuela Nacional de Náutica, Noemí Marchesotti (Río Cincel)
  • Alumna Escuela Nacional de Náutica, Olga Graciela Cáceres (Río Cincel)
  • Enfermera, Doris West (Formosa)
  • Enfermera, Perla Aguirre (Río de la Plata)
  • Enfermera, Olga Elvira Grasso (Almirante Stewart)
  • Enfermera, Nelly De Vera (Almirante Stewart)
  • Enfermera, Savid Molina (Tierra del Fuego II)

martes, 6 de agosto de 2019

Offshore britona busca fondos para explotar nuestro petróleo

Petrolera británica busca fondos para el desarrollo del yacimiento offshore "Sea Lion" en Malvinas

Fundación Nuestro Mar



La compañía británica Rockhopper Exploration PLC presentó una solicitud de financiamiento a “posibles prestamistas senior” para el desarrollo de un proyecto de producción del yacimiento de hidrocarburos Sea Lion, ubicado en la Cuenca Norte de las Islas Malvinas. El proyecto será encarado en conjunto a la firma también británica Premier Oil. Reservas estimadas y fusiones.


Según un comunicado remitido en la ciudad de Londres, el Memorando de Información Preliminar (PIM, por su sigla en inglés) fue presentado a los eventuales financistas está respaldado ”por un conjunto integral de informes de expertos independientes”.

En ese sentido, desde la petrolera indicaron que está cubierta “toda la gama de aspectos técnicos, de reservorios, HSSE (medio ambiente y seguridad), legales y fiscales del proyecto Sea Lion“.

”En caso de que la solicitud sea bien recibida, anticipamos pasar a una fase de debida diligencia (análisis previo a la operación) y documentación detallada del prestamista durante el cuarto trimestre de 2019”, señaló Sam Moody, CEO de Rockhopper.

Reservas estimadas y fusiones

La presentación de la documentación estaba programada para el segundo trimestre y de acuerdo a lo informado por Rockhopper los contratistas del proyecto ya acordaron proporcionar hasta US$ 400 millones en fondos para el proyecto.

Rockhopper es propietaria de más del 50% de dos yacimientos de hidrocarburos, Sea Lion e Isobel Elaine, que ahora se estima podrían contener reservas de 747 millones barriles de petróleo y gas, según la auditoría independiente que fue preparada por ERC Equipoise Limited (ERCE).

Rockhopper tiene una participación de 24% en estos yacimientos, pero esto aumentará a 64% una vez que termine su fusión con la compañía Falkland Oil & Gas, según la denominación en inglés de esa empresa isleña.

La petrolera Rockhopper Exploration anunció que sus reservas netas de petróleo en aguas de las Islas Malvinas se duplicaron a más de 300 millones de barriles, mientras expertos independientes estiman que la cuenca tiene un potencial de casi 1.000 millones de barriles. (MERCOPRESS/LICUADORA TDF/NUESTROMAR)

viernes, 2 de agosto de 2019

El hombre que rescató a los gauchos

El hombre que rescató gauchos de Malvinas

Fundación Nuestro Mar



A ese paisano le astilla el cuerpo la agonía de un caballo. Lo quiebra la mirada perdida del alazán, las patas inmóviles del negro y más allá, la panza hinchada del malacara abandonado sobre el suelo. Deja el lazo de cueros trenzados sobre la escarcha de Malvinas. Con sus manos heladas abraza el mate caliente y trata de sobreponerse a las astillas, mirando más allá de la niebla gris. Es una de las tantas madrugadas de 1824. Abruma el frío, la soledad y esa hilera negra de caballos muertos.

Si no fuera por ese entorno que le fetea el pecho, vería que llega a rescatarlo el escritor Marcelo Beccaceci, casi 200 años después.

Ahora su estampa, arreando vacas y en un paisaje sepia, está en la tapa del libro “Gauchos de Malvinas”, que se acaba de publicar. Por si faltaban razones, ahí están nuestros paisanos enlazando animales en la tierra malvinense, poco después de nuestra independencia.

Beccaceci vio esas ilustraciones en el libro de una isleña, en una casa de campo en Malvinas, de paso a la Antártida, en 2002. En su diálogo por AM 550 La Primera, recordó que “me intrigó mucho que en ese libro no existe la palabra ´argentino´, habla de la presencia de gauchos por ese lugar, pero la escritora habla de ´sudamericanos´y nunca menciona que dónde venían, ni siquiera los nombres, salvo uno o dos”. A eso se le agregó “un cuadrito que está en el museo de Puerto Argentino, una acuarela que se hizo en las Islas donde se ve a un gaucho pasándole el mate a otro”, entonces “me puse a investigar de dónde venían esas ilustraciones”.
Pasaron varios años hasta que “pude dar con la colección de esos cuadros, que llamativamente no estaban ni en las Islas ni en Inglaterra, sino en Buenos Aires, custodiados por una familia de descendientes ingleses”.

La voracidad del investigador se aceleró con ese hallazgo. “Esos cuadros fueron la base de la investigación y pude documentar la presencia de gauchos argentinos en las Islas Malvinas, desde 1824 hasta 1870, aproximadamente.”

Gauchos de a pié

Cuando Luis Vernet (comerciante, nacido en Hamburgo y venido de Francia) fue designado gobernador de las Islas, envió primero dos barcos con 26 gauchos y una tropilla de caballos con el objetivo de hacerse de la hacienda cimarrona que habitaba el archipiélago. Cuenta Beccaceci que ” allí había ganado salvaje traído por españoles y franceses”. Pero el trajín del viaje y la falta de comida hace que “el 80 porciento de los caballos murieran” y los paisanos “se quedaron prácticamente de a pié, en un momento además muy complicado por el clima y porque comienzan a caer las primeras nevadas”.

Un segundo envío de caballos hacia el sur tropieza con el mismo problema de muerte de los equinos, por lo que “en agosto los gauchos vuelven porque no podían hacer nada, ni siquiera acercarse a esos animales cimarrones”.

Ya en 1825, el designado gobernador apuesta todo su capital para sacar ganancias de un establecimiento más efectivo en las Islas y la hacienda baguala del archipiélago. Así, organiza una expedición con nuevos paisanos provenientes de las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fé y Corrientes.

Pero el traslado de caballos se topa con barcos brasileños frente a Carmen de Patagones, en plena guerra con Brasil, lo que significa una nueva frustración para los hombres que esperaban esos animales para hacer su tarea de arreo de los animales cimarrones que poblaban el interior campestre de las Islas. “Por segunda vez quedan los gauchos arreglándose como pueden”, dice Beccaceci.

“Entre otras cosas -continúa-, los paisanos construyen corrales con turba y piedras para tratar de encerrar a la hacienda cimarrona y aprovechar su carne y sus cueros. Hoy quedan vestigios, sobre todo el más grande que está a metros del actual cementerio de los argentinos caídos en la guerra de 1982”.

La desnudez de árboles y maderas en Malvinas impulsó el ingenio de aquellos paisanos para encerrar los animales, mientras el empresario Vernet pensaba en el envío de naves a la Isla de los Estados en busca de esos materiales esenciales para la actividad a desarrollar.

Además, el interés empresario de Vernet incluía la riqueza de la pesca en las aguas adyacentes al archipiélago. Beccaceci señala que los gauchos ciudaron ese recurso y “es muy interesante ver cómo con cuchillos y facones abordaban barcos ingleses y norteamericanos y trataban de llevarlos a puerto porque estaban depredando con su pesca el mar argentino de las Islas”.

Estas actitudes de nuestros compatriotas se sumaban a su objetivo central de “capturar el ganado y vender cuero y carne a los países europeos, o a los barcos loberos y balleneros que pasaban hacia la Antártida”.

Explotados

Si bien los hombres embarcados en el desafío de trabajar en las Islas tenían en su mente la posibilidad de obtener un beneficio económico que les era negado en sus lugares de origen, también portaban una fidelidad sin igual. El patrón era Vernet y a él se debían.

Fue así hasta que la paciencia se agotó. El trato que dio el gobernador-empresario a los gauchos fue limando esa fidelidad. Es que, además de los contratiempos en el abastecimiento de caballos y alimentos, se le sumó el pago “en papeles” que debían cambiar en el almacén -que también pertenecía a Vernet- y a precios irrisorios. “Sólo tenían la carne gratis, porque la obtenían ellos, pero les cobraban todo demás, contando los elementos esenciales para su trabajo como aperos, riendas, lazos, etc.” y la vestimenta que los resguardara de un clima tan cruel. Las deudas que contraían en el almacén era otro obstáculo real para la vuelta al continente.

Cuando los ingleses invaden las Islas en 1833 “se preocupan de no echar a todo el mundo sino que dejan a un grupo de gauchos y a los empleados de Vernet porque sin ellos no había economía para los isleños y para quienes pasaban por allí”, sostiene el autor de “Gauchos de Malvinas”.

Son los propios ingleses “los que hablan con el gerente de la empresa de vernet, Juan Simón y le exigen que se les pague a los gauchos con metálico y que les bajen los precios de lo que le vendían porque eran abusivos”.

Pero la situación de explotación no cambia y eso acentúa el malestar entre la paisanada que, encabezado por Antonio Rivero, planea y ejecuta un plan de ataque y muerte al gerente y varios empleados de Vernet, en lo que se conoce como la sublevación de Rivero. Él y un grupo de gauchos, tras esa acción en agosto de 1833, se refugian en la Comandancia de las Islas y durante cinco meses no flameará la bandera británica.

A comienzos de 1834 atracan en la isla Soledad dos goletas inglesas, con el claro propósito de apresar a Rivero y su gente. Ante la superioridad numérica y de armamentos, los paisanos se repliegan hacia el interior campestre de la isla. Allí resisten durante varias semanas hasta que, uno a uno fueron capturados. Recién en marzo cayó en poder de los ingleses el último gaucho sublebado en Malvinas, Antonio Rivero.

Posteriormente se registraría en la historia el viaje hacia Gran Bretaña para ser sometidos a juicio y la vuelta final a la Argentina, previo desembarco en Montevideo.

Nueva presencia gaucha

Doce años después, con la continuidad de la invasión inglesa a nuestras Islas, los británicos deciden realizar una segunda congregación de paisanos en el archipiélago, con el objetivo de capturar la hacienda cimarrona y restablecer la economía inglesa. “Ellos eran los únicos que tenían la destreza y habilidad para esa tarea, por lo que embarcan a un nuevo contingente, con una presencia mayoritaria de uruguayos aunque también hay registros de algunos argentinos”, señala el escritor.

No obstante, en la mente de los invasores estaba el aprovechamiento de esas extensiones malvinenses a través de la producción de lana y carne de ovinos. Así, lentamente comenzó la población lanar, que fue arrinconando a los gauchos a cada vez menores capturas de vacunos. Paulatinamente, se fue esquilmando la existencia de animales cimarrones y se hizo más nítida la intención británica de avanzar con la presencia ovina.

A tal punto se expandió esta explotación de seis o siete productores en las Islas, que en 1870 decidieron ampliar sus territorios, avanzando hacia Tierra del Fuego y Santa Cruz, iniciando la población ovina en la Patagonia. Junto con la supremacía de la oveja sobre vacunos y equinos, fue extinguiéndose la presencia de gauchos en Malvinas, según la documentación en la que basó su obra Beccaceci.

No fue la niebla permanente ni el terco viento frío de las Islas lo que oscureció durante años la presencia de gauchos argentinos en Malvinas. Fue la ausencia de una persona apasionada por el rescate de esos hombres.

Hasta que llegó Beccaceci y vio en un dibujo a ese paisano al que le astilla el cuerpo la agonía de un caballo. (Sergio Sarachu - DIARIA MENTE)

miércoles, 31 de julio de 2019

Uruguay: Amargos izquierdistas consideran la pesca ilegal como multa y nombran Falklands a Malvinas

Para Uruguay la pesca ilegal es solo una infracción y las Malvinas son territorio británico

Fundación Nuestro Mar




El Director de la DINARA equiparó el acto de pesca ilegal en aguas argentinas por parte del buque surcoreano O Yang 77 con una infracción por exceso de velocidad. Aseguró que nuestro país no denunció al barco y que por ello se le permitió ingresar al puerto de Montevideo. También se refirió a Malvinas como uno de los territorios de ultramar británicos.


El titular de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos del Uruguay, Andrés Domingo, hizo declaraciones polémicas respecto de la pesca ilegal durante una entrevista que le realizaran en Tele Doce, uno de los principales canales de televisión abierta de ese país. Comparó la pesca pirata en territorios nacionales con las infracciones de tránsito. A la vez responsabilizó a Argentina por no denunciar internacionalmente al buque O Yang 77, privándolos a ellos de impedir el ingreso del barco al puerto de Montevideo. Como corolario, al mencionar la falta de un organismo regional de pesca en el Atlántico Sur considero a las Islas Malvinas como uno de “los territorios de ultramar del Reino Unido”.

El 23 de mayo pasado atracó en el puerto de Montevideo el barco O Yang 77. Se trata del buque surcoreano que fue capturado en febrero de este año en aguas argentinas, realizando tareas de pesca ilegal. La situación llamó la atención porque siendo Uruguay parte del Acuerdo Rector de Puertos de la FAO, tiene como deber desalentar la Pesca Ilegal No Declarada No Reglamentada.

Desde estas páginas difundimos la denuncia formulada por la organización Ocenanosanos sobre los hechos que estaban ocurriendo en el país vecino y también hicieron lo propio los más importantes medios uruguayos.

Pero el gobierno de Uruguay no dio explicaciones hasta la semana pasada, cuando el Director de la DINARA, Andrés Domingo, fue entrevistado por este tema en el programa “Esta boca es mía” de la cadena Teledoce. El funcionario relativizó los actos ilegales del buque en aguas argentinas y responsabilizó a las autoridades nacionales por no informar los hechos a los organismos de control uruguayos.

Dijo Domingo respecto del O Yang 77: “De este barco hemos visto su historial y no está en la lista de barcos ilegales, hay países que lo han sancionado, incluido Argentina, pero es como una infracción. Argentina lo encuentra aparentemente pescando en sus aguas, lo detiene, le cobra una multa y lo deja irse. Es similar a una multa de tránsito: llevó una velocidad excesiva, pagó la multa y va a poder seguir conduciendo”.

“Argentina no nos comunicó ni solicitó absolutamente nada, teniendo una relación bilateral muy fuerte”, afirmó el funcionario uruguayo. “Si Argentina hubiese querido llevar adelante un proceso lo podría haber hecho, es una cuestión que excede nuestras responsabilidades”, manifestó.

Es absolutamente cierto que Argentina no denuncia internacionalmente a los barcos que cometen hechos de pesca ilegal en su mar territorial, salvo cuando se dan a la fuga y es Prefectura quien solicita la captura a Interpol.

Los mecanismos de intercambio de información entre países que forman parte del Acuerdo de Estado Rector de la FAO y quienes no forman parte como Argentina y Brasil todavía no han sido definidos, aunque los diplomáticos argentinos consideran que tal definición está cerca dado que esto contribuiría sustancialmente a mejorar los embates contra la pesca ilegal.

No obstante, Uruguay como país miembro que ha ratificado el acuerdo de la FAO para combatir la Pesca ilegal No Declarada No Reglamentada, si quisiera podría impedir el ingreso del O Yang 77; del Playa Pesmar Uno o de cualquier otro barco que haya sido capturado en aguas argentinas por pescar ilegalmente. El propio acuerdo lo habilita.

Más allá de que integren o no la lista de barcos ilegales a la que hace referencia el funcionario uruguayo, señala el acuerdo en dos artículos fundamentales que se puede negar el acceso al puerto a “buques respecto de los cuales existan motivos fundados para sospechar que han incurrido en actividades de pesca INDNR o actividades relacionadas con la pesca en apoyo de la pesca INDNR”.

La detención de barco O Yang 77 fue de público conocimiento e incluso durante la entrevista Andrés Domingo reconocerá que estaban en conocimiento antes de que el barco solicitara permiso de arribo. El hecho de que el O Yang 77 haya pagado la multa no lo libera para los estándares de la lucha contra la pesca pirata de su condición, pues se considera que solo así se la podrá eliminar.

Uruguay, según se desprende de las declaraciones del Director de la DINARA, recibe en el puerto de Montevideo a muchos barcos que están en condiciones similares; pero a la hora de decidir si permiten o no su arribo, según confesó, se tienen en cuenta las relaciones bilaterales de comercio con el país de bandera del buque.

“Nosotros posibilidad de negar el acceso la tenemos; pero primero está la equidad. No podemos dejar entrar a unos y a otros en condiciones similares negarles el acceso. Tenemos comercio bilateral con países que tienen este tipo de situación, entonces negarle el acceso a un barco que presenta una documentación en orden, que no está en las listas de ilegales…”, informó el funcionario.

Para finalizar Andrés Domingo se refirió a la necesidad de generar una organización regional con el fin de combatir la pesca ilegal. Lo curioso del caso es que a la hora de hablar de los países ribereños -Área 41 de la FAO- del Atlántico Sudoccidental se refirió a las Islas Malvinas como territorio británico.

“El Atlántico Suroccidental es la única región que no tiene una organización regional de pesca, porque debería incluir, además de otros países, los países ribereños; y los países ribereños son Argentina, Brasil, Uruguay y los territorios de ultramar del Reino Unido. Lo que todos sabemos es que por las grandes disputas que ha habido no hemos podido generar una organización regional de pesca. No es culpa de Uruguay”.

Que las relaciones entre el gobierno de ocupación de las Islas Malvinas y Uruguay son fluidas y con un importante intercambio comercial en materia pesquera es conocido por todos. Incluso empresarios y funcionarios británicos se han referido a los uruguayos como sus socios estratégicos. Pero hasta ahora, nunca un funcionario del gobierno uruguayo se había referido a las islas como territorio inglés.

Queda claro que la Argentina tiene que tomar un rol más protagónico en la defensa de sus recursos pesqueros porque no tiene en su vecino un aliado. Cada vez que un funcionario uruguayo hace declaraciones respecto de la pesca ilegal y el rol de su país queda en evidencia que las relaciones comerciales con los países asiáticos y con los británicos están por encima de la lucha contra la Pesca Ilegal No Declarada No Reglamentada. Como así también sobre los reclamos de soberanía de Argentina respecto de las Islas Malvinas. Siendo nuestro país el gran perdedor en esta historia. (Karina Fernández - REVISTA PUERTO)

20/07/2019 #NUESTROMAR

lunes, 29 de julio de 2019

Se reúnen autoridades argentinas y británicas por la pesca

Se reunió el Subcomité Científico de Pesca del Atlántico Sur de Argentina y Reino Unido





En la reunión se discutió sobre la evaluación de las actividades ya implementadas como son el mecanismo de intercambio de datos científicos puesto en marcha en diciembre de 2018 y el crucero científico conjunto sobre calamar realizado en febrero. En la reunión se analizó, entre otros temas, la campaña de calamar y de merluza polaca.


Sesionó en la capital argentina el Subcomité Científico del Atlántico Sur de Argentina y Reino Unido, para analizar el intercambio de información, la próxima campaña de captura de calamar y de la merluza polaca que se realizará en septiembre, en tanto que Tierra del Fuego decidió rechazar la invitación y manifestar su desacuerdo.

La Sub Comisión pertenece a la Comisión de Pesca y sesionó en Buenos Aires luego de 16 años de inactividad.

Funcionarios y científicos de la República Argentina y el Reino Unido participaron los días 17 y 18 de julio de la reunión del Subcomité Científico de la Comisión de Pesca del Atlántico Sur (CPAS) que tuvo lugar en Buenos Aires.

“Durante las dos jornadas Argentina y Reino Unido continuaron el diálogo sobre temas de interés mutuo en materia de cooperación científica para la conservación de los recursos pesqueros en el Atlántico Sudoccidental”, informaron a través de un comunicado desde la Cancillería, consignó el portal de la revista marplantense Puertos.

En la reunión se discutió sobre la evaluación de las actividades ya implementadas como son el mecanismo de intercambio de datos científicos puesto en marcha en diciembre de 2018 y el crucero científico conjunto sobre calamar realizado en febrero de este año. Además se terminaron de ajustar los detalles técnicos del que se llevará a cabo sobre la especie polaca en septiembre de 2019.

El acuerdo de cooperación científica fue suspendido durante el gobierno de Néstor Kirchner en 2003 por considerarlo desventajoso para la Argentina. Posición que sostiene hasta hoy la gobernación de la provincia de Tierra del Fuego, que mediante una nota a la Subsecretaría de Malvinas expresó su rechazo.

El secretario fueguino de Representación Oficial para la Cuestión Malvinas, Jorge Argüello, manifestó nuevamente su oposición a la continuidad de las acciones de cooperación entre las delegaciones en cuestión, en materia pesquera “por ser inconvenientes y claramente negativas para la posición e intereses de la Argentina”. Resalta que el acuerdo “tiene al Reino Unido como único beneficiario y se corre el riesgo de consolidar la pretensión británica” de reafirmar derechos sobres Malvinas.

Desde Cancillería aclararon, como lo hacen habitualmente, que “tanto a la reunión como a sus resultados se les aplica la fórmula sobre la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, acordada por ambos gobiernos en el punto 2 de la Declaración Conjunta de Madrid el 19 de octubre de 1989”, haciendo referencia al conocido “Paraguas de Soberanía”.

Las delegaciones acordaron que la próxima reunión se realice en Buenos Aires en noviembre de 2019, poco tiempo antes de que comience una nueva temporada de calamar en el Atlántico Sur y puntualmente en la Argentina (EDUARDO BUSTOS - NOTICIAS AGROPECUARIAS)

Nuestro Mar