Según archivos británicos, Thatcher pensó en negociar la soberanía de Malvinas
Fue por presión de EE.UU. La Dama de Hierro fue sorprendida por el desembarco.
Baile de los aliados. Thatcher, con el presidente Reagan, los documentos desclasificados muestran sus cartas./AP
Clarín
En los días que siguieron a la ocupación militar argentina de las islas Malvinas, el 2 de abril de 1982, la primera ministra británica Margaret Thatcher barajó la posibilidad de llegar a un acuerdo que evitara la guerra , dejando el archipiélago bajo administración de Naciones Unidas, para más adelante otorgarle la independencia. A más de 30 años del conflicto, la confirmación de estas evaluaciones se conoció con la desclasificación por parte del Archivo Nacional británico de más de 3.500 documentos secretos sobre la guerra . Estos detallan los esfuerzos de mediación del secretario de Estado norteamericano Alexander Haig, las circunstancias en que se tomó la decisión de hundir el crucero General Belgrano y los planes británicos para atacar la Argentina continental, entre otras revelaciones.
El desembarco del 2 de abril tomó a Thatcher por sorpresa, ya que la primera ministra había considerado esa situación podía producirse recién dos días antes, al recibir informes de Inteligencia.
“Nunca, nunca esperé que Argentina invadiese las Falkland (Malvinas) frontalmente. Era algo estúpido, tal y como se desarrollaron los hechos, era estúpido incluso plantearse hacerlo” , dijo Thatcher.
Esta declaración está contenida en uno de los documentos de mayor valor histórico dentro de los archivos que fueron desclasificados al cumplirse 30 años de su elaboración, según los reglamentos británicos. Es que la “Dama de Hierro” brindó testimonio a puertas cerradas ante el Falkland Islands Review Committee (Comité de Revisión de las Islas Falkland-Malvinas), el 25 de octubre de 1982, a muy poco de terminada la guerra y en consecuencia, con los hechos todavía muy calientes. El Comité estaba presidido por Oliver Franks.
Los británicos, sin embargo, habían hecho planes de contigencia un mes antes del ataque argentino y el 26 de marzo el Ministerio de Defensa presentó a Thatcher un plan para impedir una invasión a gran escala.
Ante el Comité, Thatcher insistió que nunca tomó seriamente esta posibilidad. “Vuelvo a recalcar que pensé que sería absurdo y ridículo que invadieran las Falkland, no pensé que fuera a suceder. Sin embargo uno debe tener siempre planes de contingencia y poco después ocurrió el incidente de Georgias del Sur”.
Pero unos días después, el 31 de marzo, le llevaron los reportes de Inteligencia acerca de una acción inminente: “Fue el peor momento de mi vida ”, sostuvo y agregó: “Aquella noche nadie pudo decirme cómo podríamos recuperar las Falklands, nadie. No lo sabíamos, no lo sabíamos”.
Presionada por Estados Unidos que buscaba una solución pacífica, Thatcher estuvo dispuesta a negociar.
“La retirada de las fuerzas argentinas se podría haber asegurado sin necesidad de acción militar . Argentina hubiese ganado representación en una comisión provisional y un acuerdo para la realización de negociaciones que decidieran el status definitivo de las islas antes de fin de año”, dijo. Y agregó: “Repugnante como era que el agresor gane algo con su agresión, parecía un precio aceptable a pagar ”. Hasta el 12 de abril, Thatcher consideraba “aceptables” y “defendibles ante el Parlamento” los puntos de un acuerdo propuesto por Haig, como la creación de un período provisional y la desmilitarización. Las cosas empezaron a cambiar cuando Londres consideró “decepcionantes” los resultados de las conversaciones de Haig en Buenos Aires, y luego cuando los británicos toman posesión de las Georgias del Sur, el 25 de abril.
Pese a todo, tras la guerra Tatcher decía estar dispuesta a “considerar un cambio” y creía que “el futuro probablemente reside en un acuerdo sin soberanía británica o argentina, sino alguna forma de independencia o cuasi-independencia de las islas ”, afirmó.
Entre los documentos hay una carpeta titulada “El hundimiento del Belgrano”. Tres días después de ocurrido, el 5 de mayo de 1982, durante una cena de representantes de la OTAN se afirma que el ministro de Defensa, John Nott, había dicho: “La decisión política fue tomada por un grupo de ministros, liderados por la primer ministro”, durante un almuerzo en Chequers, según la historia oficial británica. Otro documento del Gabinete, de la misma fecha, sugiere la línea a seguir ante el hundimiento del Belgrano, que navegaba fuera del la Zona de Exclusión Total. Afirma que ésta es “irrelevante” porque el Belgrano era parte de un grupo de buques que “representaban una grave amenaza a nuestros buques”.
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