Las motos de Malvinas
En 1982 cuando Argentina recuperó las Islas Malvinas dando comienzo a una rápida pero cruenta guerra de 10 semanas el despliegue mecanizado no incluyó motocicletas pese a las distancias entre los puestos y el terreno intransitable la mayor parte del tiempo.Diario Norte
Por esa época la industria nacional no tenía una moto acorde a las exigencias militares de confiabilidad y desempeño todo terreno excepto la conocida Zanella Surumpio de 125cc, dos tiempos y suspensiones primitivas.
Las Bombardier 250 británicas incautadas a poco del desembarco en Malvinas. Las motos estaban “militarizadas”, es decir tenían ruedas acorde a las exigencias del terreno, el escape modificado y suspensiones más duras.
La Surumpio fue una moto emblemática para la actividad todo terreno en el país pero para el uso militar era ruidosa, y poco apta por la fragilidad de algunos componentes como la palanca de cambio.
Se llevaron a las islas algunas motos de Enduro desde el continente por iniciativas particulares de algunos oficiales en tanto localmente se incautaron unas formidables Can Am 250 del ejército británico preparadas de acuerdo a especificaciones militares.
El capitán Ricardo Frecha en Puerto Argentino en una Kawasaki KE 125 Enduro modelo 1981.
La mayoría fueron utilizadas para tareas de supervisión en Puerto Argentino, mensajería y no mucho más que eso a excepción de un solo episodio documentado con las motos como protagonistas.
El 8 de Junio la Fuerza Aérea argentina atacó a 2 buques de transporte que se encontraban prestos para desembarcar efectivos en bahía Agradable, y se decidió que la compañía de Comandos 602 atacara por retaguardia pero un helicóptero Puma que transportaba comandos se estrelló e incendió alcanzado por la defensa aérea inglesa.
El por entonces mayor Aldo Rico a bordo de una Kawasaki KE 125 en Puerto Argentino. Las compañías de Comandos 601 y 602 fueron las que más uso les dieron a estos vehículos.
Fue entonces que la Compañía de Comandos 601 destacó un grupo a bordo de motos todo terreno que incluia Kawasakis, y las Can Am. En la batalla que siguió para rescatar a los aislados una de las motos fue dañada por la explosión de un proyectil, milagrosamente su conductor salió ileso del evento y montó en la moto de un compañero.
El fuego se intensificó, continuar no era prudente, el enemigo dominaba la situación y la sorpresa se había perdido así que el grupo motociclista comenzó la retirada. Pero la incursión no fue en vano, aprovechando la distracción creada, los comandos de la Compañía 602 lograron volver a Puerto Argentino.
Esta borrosa imagen muestra a comandos británicos desembarcando en bahía San Carlos sus Hondas XL 250 S modelo 1978 militarizadas.
En la noche, se inició una nueva y arriesgada operación de rescate. Ese grupo de rescate vivió momentos de gran tensión y peligro, lograron localizar a los heridos y montarlos en las ágiles motocicletas sin ser localizados por los británicos.
Ya cerca de las posiciones argentinas los motociclistas aumentaron la velocidad y pasaron por el corredor existente en los campos minados frente al Batallón de Infantería de Marina 5 y cuando arribaron a la posición de la Armada, un oficial, con gesto preocupado, les dijo que el corredor había sido cerrado media hora antes porque se había minado el camino.
Fue una operación con suerte llevada a cabo por las motos, anónimas protagonistas de esa historia.