martes, 30 de mayo de 2017

EA homenajeó a madres de caídos en Malvinas

El Ejército Argentino homenajeó a las madres de los soldados caídos en la Guerra de Malvinas
Recibieron la Orden de Servicios Distinguidos al Mérito Civil. Fue durante la celebración del día del Ejército nacional
Infobae



El Ejército Argentino celebró su día este 29 de mayo con una ceremonia que se realizó en el Campo de Despejo del Colegio Militar de la Nación. El acto fue presidido por el jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, y tuvo un sentido homenaje a las madres de los soldados caídos en la Guerra de Malvinas.

El jefe de ministros estuvo acompañado por el secretario de Estrategia y Asuntos Militares, Lic. Ángel Tello; el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general "VGM" Bari del Valle Sosa, y los jefes de los Estados Mayores del Ejército, teniente general Diego Luis Suñer; la Armada, almirante Marcelo Eduardo Srur; y la Fuerza Aérea, brigadier Mayor "VGM" Enrique Víctor Amrein.





En la ocasión, se presentó la Agrupación "Ejército Argentino" al jefe de la Fuerza, quien revistó a las tropas formadas. Seguidamente, tras entonarse las estrofas del Himno Nacional Argentino, se efectuó una invocación religiosa y se bendijo los reconocimientos posteriormente otorgados.

Luego de realizar un minuto de silencio en memoria de los caídos en Malvinas, el jefe del Estado Mayor General del Ejército resolvió otorgarles a todas las madres de los caídos la Orden de Servicios Distinguidos al Mérito Civil. En la oportunidad, recibieron las siguientes madres.




Diez madres, en representación de todas las que tienen hijos que perdieron la vida en la guerra, recibieron la distinción. Fueron homenajeadas Norma Beatriz Carrera, Raquel Beatriz García, María del Carmen Penon, Laura Fedele, Haydee del Carmen Díaz, María Juana Campero, Nélida Ester Montoya, Santa Aguirre, María Isabel Acuña y Dalal Abd.

"Reconocemos a aquellas madres que entregaron lo más valioso, lo más sublime para una mujer: un hijo, para que la patria viva. No hay palabras para calificar tamaño sacrificio, no hay palabras para mitigar tanto dolor. A ellas les debemos un 'gracias' nacido de nuestras entrañas, y también un 'perdón', por no haber estado, en su momento, en todos los casos, a la altura de las circunstancias y haber puesto la cara, la acción y el corazón para una madre cuyo hijo no volvía de la guerra", sostuvo el jefe del Ejército.

Luego, el teniente general Suñer recordó la hazaña libertadora de San Martín y el coraje y entrega de los combatientes de Malvinas. "Cumplimos hoy 207 años y lo hacemos en el año del Bicentenario del Cruce de los andes y del trigésimo quinto aniversario de la Guerra por nuestras Islas Malvinas, dos grandes epopeyas que trascienden y dan aun más significado a esta celebración", aseguró.




El jefe del Ejército precisó que "hoy, a lo largo y a lo ancho del país, donde se asientan nuestras 163 guarniciones, vemos la misma integridad moral y profesional que determinó el curso de nuestra historia durante más de 200 años, el mismo coraje y la misma entrega que mostraron nuestros combatientes en Malvinas.

"Hoy nuestro Ejército, se encuentra cumpliendo su misión centrado en el objetivo de capacitar y adiestrar operacionalmente a su principal fortaleza: los recursos humanos. Lo hacemos aún sin contar con los medios adecuados, pero lo seguimos haciendo, porque es la única manera de sentirnos Ejército al servicio de la nación", enunció.

Además, el teniente general Suñer se refirió al futuro de la Fuerza: "Mirando hacia adelante, todos queremos un Ejército moderno, flexible, con alta movilidad táctica y rapidez estratégica, que posibilite enfrentar amenazas conocidas y aquellas que aún no conocemos. Este futuro ve necesaria una inversión en tecnología y un cambio superador en la concepción de la defensa nacional".




Por último, fue el turno de Marcos Peña, quien expresó: "Valoramos y agradecemos lo que hacen todos los días en cada rincón del país". Además, se refirió a la importancia de la participación del Ejército en las tareas de asistencia a las comunidades afectadas por catástrofes naturales.

Luego, se realizó el tradicional desfile montado y a pie, iniciado por los institutos de formación militar y seguido de tropas dependientes del comando de Adiestramiento y Alistamiento. Cabe destacar que el desfile contó con la presencia de los Veteranos de Malvinas que lucharon integrando las filas del Ejército Argentino durante el conflicto de 1982.Posteriormente, desde el cielo, se lanzaron integrantes del equipo de paracaidismo militar. Finalmente, el Regimiento de Granaderos a Caballo "General San Martín", llevó a cabo su tan célebre Carga de Caballería.

domingo, 28 de mayo de 2017

El hundimiento del HMS Coventry



MALVINAS 35 AÑOS: el hundimiento del destructor HMS 'Coventry'
Poder Naval | Alexander Galante


Pruebas de mar del HMS Coventry

El destructor antiaéreo Type 42 HMS Coventry (D118), clase "Sheffield" de la Royal Navy, fue lanzado al mar el 29 de enero de 1973, incorporado al servicio activo el 21 de junio de 1974 y entró en servicio el 20 de octubre de 1978 La foto de la tapa muestra el barco en pruebas de mar
Hace exactamente 35 años, el moderno destructor británico HMS Coventry fue hundido durante la campaña para la recuperación de las Islas Falklands / Malvinas el 25 de mayo de 1982, cuando fue atacado por dos levas de jet A-4B Skyhawk del Grupo 5 de la Fuerza Aérea Argentina.



El HMS Coventry fue alcanzado por tres bombas de 250kg, siendo que dos explotaron provocando violento incendio y embarque de agua. El barco escoró 20 minutos después del ataque y se hundió luego. 19 miembros de la tripulación perdieron la vida y 30 salieron heridos.

La fragata HMS Broadsword (actual fragata Greenhalgh de la Marina de Brasil) estaba acompañando el HMS Coventry durante el ataque y también fue alcanzada por una bomba en el hangar, pero la misma no explotó.

El HMS Coventry fue el segundo destructor Tipo 42 hundido en la Guerra de las Malvinas por la Aviación Argentina. El primero fue líder de la clase, el HMS Sheffield, hundido por un misil Exocet AM39 lanzado desde un jet Super Étendard de la Armada Argentina.

Las fotos en color muestran el barco tras el ataque de los Skyhawk. En la última imagen, la reproducción de una pintura alusiva al ataque.





viernes, 26 de mayo de 2017

Un espía naval gallego condecorado en Argentina

Condecoran hoy como "veterano de guerra" a un pescador gallego que fue espía de la Argentina en Malvinas
Se trata de Fernando Otero, un ciudadano de Bueu, un pueblo en la provincia de Pontevedra
Silvia Pisani | LA NACION



Fernando Otero, un ciudadano de Bueu, trabajó como espía para la Argentina durante le conflicto por Malvinas. Foto: Gentileza Fernando Otero


MADRID.- El gobierno homenajeará hoy como "veterano de guerra" a un pescador gallego que actuó como espía de la Argentina durante el conflicto por la islas Malvinas y cuya historia había quedado en sigilo hasta hace poco. Se trata de Fernando Otero, un ciudadano de Bueu, un pueblo gallego en la provincia de Pontevedra, sobre la costa de las Rías Bajas.


De allí partió hace 35 años para abordar, como tercer jefe de máquinas, el pesquero Usurbill. Ignoraba, por entonces, que en ese viaje se convertiría en espía de mar al servicio del gobierno argentino. "Nuestra tarea fue localizar lo mejor posible a la Task Force", tal como se denominó a la flota de ataque enviada por Margartet Thatcher, explicó Otero a LA NACION.

Fue un espionaje camuflado bajo la apariencia de lo que eran: pescadores con bandera argentina. La radio del pesquero, otrora usada para comunicarse con familiares en Galicia y con la empresa pesquera, pasó a estar en contacto permanente con los mandos militares. Para lo demás hubo silencio absoluto.


"Nos instruyeron brevemente", dijo Otero. Un oficial de la Armada les dio unos figurines troquelados para identificar a las unidades de la flota británica y, para transmitir la información, se apeló a un código con aspecto inofensivo.

Palabras como "merluza", "calamar" o "ballena" pasaron a significar "fragata", "portaaviones" o "crucero", según los casos. Así, la frase "parece que estamos cerca de un cardumen de merluza" podría significar algo bien distinto al negocio en sí.

Comunidad IT

Fueron 17 días de espionaje. Lo peor, recuerda, fue en el atardecer el 8 de mayo. "¡Ya están aquí!", gritó alguien, bajando la escalera. Otero estaba en sala de máquinas.

"Están aquí ¿quiénes?", contestó, como quien no quiere enterarse. "¡Los ingleses!", escuchó.

"Estamos listos", dice que pensó. Primero, se quedó paralizado. "Como en las películas de submarinos, cuando la tripulación está en silencio. Esperando que baje la carga de profundidad del barco enemigo". Creyó que era el final.


Una copia de la cédula naval extendida por el gobierno argentino en 1982

"Nunca se me borró ese momento". Luego, se puso en marcha. "Iba a haber jaleo", de modo que activó la maniobra de achique, por las dudas. "Ha llegado nuestra hora", pensó. "Sentía una piedra en el estómago. La sala de máquinas está por debajo de la línea de flotación y es donde la muerte es más segura y cruel", recordó.

Los sobrevoló largo rato un Sea Harrier y luego, un helicóptero. Este último los barrió de proa a popa varias veces con sus relectores y no se les movía de encima. "Pensamos que iban a abordarnos, de modo que nos deshicimos de todo aquello que pudiera comprometernos", dijo. Allí se fueron claves, figurines y anotaciones de todo lo que habían visto antes de ese momento. El recuerda especialmente al enorme Canberra, el transporte de tropas.

Todavía hoy conjetura sobre por qué tuvieron más suerte que el pequeño pesquero Narwal, que también hacía espionaje. A diferencia del Usurbill, que pudo regresar, aquel fue enviado a pique con dos disparos de misil. Hubo muertos y heridos.

El hundimiento del Narwal fue decisivo para el fin de la operación. "Mercado saturado, regresen a puerto", fue la orden en clave que recibieron de Buenos Aires. "Esperen, estamos siguiendo un buen cardumen", respondió el capitán. No hubo marcha atrás y regresaron. Allí supieron de la trágica suerte del Usurbill, con el que habían navegado juntos un trecho, al comienzo del conflicto.

Durante mucho tiempo, Otero no dijo nada de todo esto. "Nadie me dijo que guardara silencio. Pero pensé que era lo que correspondía", explicó. Pocos en su casa supieron la razón de las pesadillas que lo persiguieron al regreso a Bueu.

Hoy, pescador retirado y feliz abuelo de cuatro nietos, asistirá a la embajada de nuestro país para ser reconocido como veterano de guerra. Estarán el embajador Ramón Puerta y el agregado naval, capitán de navío Julio Hoffman.

Su caso es peculiar por varias razones. Porque no son muchos los veteranos de guerra extranjeros y menos, que hayan actuado de espías. En todo caso, será el cierre de una historia que Otero recuerda con orgullo.

martes, 23 de mayo de 2017

Ataque antibuque: La vulnerabilidad del buque de guerra

Vulnerabilidad de buque de guerra

Informe técnico APA-TR-2005-0701

Por el Dr. Carlo Kopp, SMAIAA, SMIEEE, PEng
Julio de 2005
Actualizado en julio de 2008
Actualizado en noviembre de 2010
© 2005 - 2010 Carlo Kopp
Australian Air Power

Los buques de guerra de superficie y los buques de transporte son altamente vulnerables y son susceptibles a los ataques aéreos y de misiles. Esta fea realidad se ha demostrado repetidamente desde principios de la década de 1940, pero el mensaje parece olvidarse con notable regularidad.

El advenimiento de los misiles de crucero anti-buque modernos, especialmente los tipos con trayectorias rozaolas, añade una dimensión adicional a una cuestión que fue bien probada durante la Segunda Guerra Mundial. Vale la pena observar que un gran número de buques aliados fueron hundidos o dañados por las fricciones guiadas alemanas Fritx-X y Hs-293 ​​durante ese período.

La primera víctima "moderna" de un ataque de misiles antibuque fue el destructor israelí Eilat, hundido por cuatro ASCM de Styx lanzados por barcos soviéticos de misiles rápidos, operados por Egipto.

También vale la pena observar que la última gran campaña que involucró ataques aéreos y de misiles sostenidos en una flota de superficie fue durante el conflicto de las Malvinas, hace 23 años. Representa el único estudio de caso realmente útil desde la Segunda Guerra Mundial. Mientras que los sistemas AAW y ASMD han mejorado considerablemente desde entonces, también lo han hecho los misiles de crucero anti-buque en el mercado global.

Las pérdidas británicas en buques de guerra y vidas habrían sido considerablemente mayores si no fuera por los persistentes problemas experimentados por los argentinos con la fusión de los ASCM de Exocet y las bombas muda de 1.000 lb usadas en estos ataques.

Es importante que muchos de los principales problemas experimentados en las Malvinas sean inherentes al uso de buques de guerra sin AEW & C protector, tanque de reabastecimiento aéreo y cubierta de combate, y por lo tanto no se puede desear mediante la colocación de radares más grandes y sistemas más defensivos en buques de guerra. En este tipo de combate, la iniciativa recae siempre en el atacante.

Basta con decir que la letalidad de la primera generación de rozaolas y 1.000 libras bombas mudas no se puede comparar con las armas contemporáneas que se están adquiriendo a través de las regiones del Océano Pacífico y el Océano Índico.

Esta página web mostrará ejemplos de los efectos de daño infligidos en los buques de superficie por los misiles de crucero anti-envío y bombas lanzadas por el aire.



Pérdidas de combate por ataque antibuque - Municiones guiadas en la SGM

Buque/EmbarcaciónTipo/ClaseCampaña/OperaciónAñoCausaDañoNotas
HMS BidefordBalandraPatrulla ASW - Viscaya1943bomba cohete planeadora Hs-293 Dañado-
HMS LandguardBalandraPatrulla ASW - Viscaya1943bomba cohete planeadora Hs-293 Dañado-
HMS EgretCorbetaPatrulla ASW - Viscaya1943bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido194 muertos
HMCS AthabaskanDestructorPatrulla ASW - Viscaya1943bomba cohete planeadora Hs-293 Dañado-
HMS IntrepidDestructorMar Egeo1943bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido
RHS Vasillisa OlgaDestructorMar Egeo1943bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido-
HMS DulvertonDestructorMar Egeo1943bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido-
HMS RockwoodDestructorMar Egeo1943bomba cohete planeadora Hs-293 Dañado-
SS DeliusTransporteAtlantic1943bomba cohete planeadora Hs-293 Dañado-
HMT RohnaTransporte de tropasKMF-26 Mediterranean1943bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido1152 muertos
HMS InglefieldDestructorAnzio1944bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido35 muertos
SS Elihu YaleTransporteAnzio1944bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido12 muertos
SS Samuel HuntingdonTransporteAnzio1944bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido-
LCT-35Lancha de desembarcoAnzio1944bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido-
USS Herbert C JonesDestructorAnzio1944bomba cohete planeadora Hs-293 Dañado-
HMS JervisDestructorAnzio1944bomba cohete planeadora Hs-293 Dañado-
HMHS St David Buque Hospital Anzio1944bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido-
HMHS St  AndrewBuque HospitalAnzio1944bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido-
USS PrevailBarreminasAnzio1944bomba cohete planeadora Hs-293 Dañado-
HMS BoadiceaDestructorNormandía1944bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido175 muertos
USS MeredithDestructorNormandía1944bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido-
LST-282Lancha de desembarcoSt Raphael, France1944bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido-
LST-312Lancha de desembarcoSalerno1944bomba cohete planeadora Hs-293 Dañado-
RN RomaAcorazadoCape Testa - Sardinia1943bomba planeadora SD-1400X Fritz-X Hundido1352 muertos
RN LittorioAcorazadoCape Testa - Sardinia1943bomba planeadora SD-1400X Fritz-X Dañado-
USS PhiladelphiaCruceroSalerno1943bomba planeadora SD-1400X Fritz-X Dañadoinjuries
HMS WarspiteAcorazadoSalerno1943bomba planeadora SD-1400X Fritz-X Dañado9 muertos
USS SavannahCruceroSalerno1943bomba planeadora SD-1400X Fritz-X Dañado200 muertos
HMHS NewfoundlandBuque Hospital Salerno1943bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido-
SS Bushrod WashingtonTransporteSalerno1943bomba cohete planeadora Hs-293 Hundido-
HMS UgandaCruceroSalerno1943bomba planeadora SD-1400X Fritz-X Dañado16 muertos
HMS SpartanCruceroAnzio1944bomba planeadora SD-1400X Fritz-X Hundido46 muertos

Refer Francesco Cestra - The Sinking of the Battleship Roma


Pérdidas de combate por ataque antibuque - Post 1966

Buque/EmbarcaciónTipo/ClaseCampaña/OperaciónAñoCausaDañoNotas
USS LibertyAGTR-5 SIGINTConflicto árabe/israelí1967multiples ataques aéreos (+ torpederos)Dañado34 muertos
Eilat (Israel)DestructorConflicto árabe/israelí19674 x P-15 Styx ASCMHundido47 muertos
PNS Khaibar DestructorConflicto indo/pakistaní1971P-15 Styx ASCMHundido-
PNS Muhaviz BarreminasConflicto indo/pakistaní1971P-15 Styx ASCMHundido-
PNS Shahjahan DestructorConflicto indo/pakistaní1971P-15 Styx ASCMDañado-
PNS DaccaTanqueroConflicto indo/pakistaní1971multiple P-15 Styx ASCMDañado-
Venus Challenger TransporteConflicto indo/pakistaní1971P-15 Styx ASCMHundido-
HMS Antelope Fragata Type 21Guerra de Malvinas19822 x 1,000 lb bomba de hierro Hundido2 muertos
HMS AntrimDestructor County Guerra de Malvinas1982bomba de hierroDañado-
HMS ArdentFragata Type 21 Guerra de Malvinas1982multiples bombas de hierro/cohetesHundido22 muertos
HMS ArgonautFragata Leander Guerra de Malvinas19822 x 1,000 lb bombas de hierroDañado2 muertos
HMS BroadswordFragata Type 22 Guerra de Malvinas19821 x 1,000 lb bombas de hierroDañado4 heridos
HMS CoventryDestructor Type 42Guerra de Malvinas19822 x 1,000 lb bombas de hierroHundido19 muertos
HMS GlamorganCounty DestructorGuerra de Malvinas1982MM38 Exocet ASCMDañado13 muertos
HMS GlasgowDestructor Type 42Guerra de Malvinas1982dumb bombDañado-
HMS SheffieldDestructor Type 42 Guerra de Malvinas1982AM39 Exocet ASCMIncendiado/Hundido20 muertos
RFA Sir GalahadLSLGuerra de Malvinas1982multiple dumb bombsIncendiado/Hundido48 muertos
MV Atlantic ConveyorRORO TransporteGuerra de Malvinas1982AM39 Exocet ASCMIncendiado/Hundido12 muertos
USS StarkFragata FFG7 Golfo Pérsico19872 x AM39 Exocet ASCMDañado37 muertos
Joshan (Iran)Combattante-II FPBOperación Praying Mantis19882 x AGM-84 ASCMHundido-
Sahand (Iran)Fragata clase Saam Operación Praying Mantis1988multiple AGM-84 ASCM / GBU-10 LGBHundido-
Sabalan (Iran)Fragata clase Saam Operación Praying Mantis1988multiple GBU-12 LGBDañado-
INS Hanit (Israel)Lanzamisiles Sa'ar 5  Bloqueo de El Líbano2006C-802 (CSS-N-8 Saccade) ASCMDañado4  muertos

Imágenes de daño de combate




El primer buque de capital que se perdió ante un ataque de municiones guiadas fue el acorazado de clase Vittorio Veneto RN Roma de 45.000 toneladas, que ardió y se hundió tras ser golpeado por dos bombas planeadoras PC1400X Fritz X el 9 de septiembre de 1943. Las armas volantes fueron entregadas por bombarderos Do-217K-2 del II / KG100  basado en Istres en Francia, con el ataque acreditada al Mayor Benhard Jopp, Luftwaffe. Este ataque mató a 1352 personas, incluido el Almirante Carlo Bergamini, Jefe del Estado Mayor Naval del RN (RN).



Destructor de defensa aérea Tipo 42 HMS Sheffield quemado a la línea de flotación después de ser golpeado por un único Aerospatiale AM39 Exocet ASCM lanzado por un caza de ataque argentino Super Etendard. Veinte marineros fueron asesinados en este ataque. La ojiva no explotó, pero el propulsor residual encendió un incendio incontrolable (imagen del Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido).


Otra víctima de los Exocet en Malvinas fue el Destructor Clase County HMS Glamorgan, severamente dañado con trece muertos (Anónimo).



Destructor de defensa aérea Tipo 42 HMS Coventry, nave hermana al Sheffield, se volcó y se hundió después de ser golpeado por dos bombas aéreas de 1.000 libras, con diecinueve muertos (imágenes del Ministerio de Defensa del Reino Unido).


El Atlantic Conveyor se quemó después de ser golpeado por un solo Aerospatiale AM39 Exocet ASCM lanzado por un caza de ataque argentino Super Etendard. Doce marinos murieron en este ataque. No está claro si la ojiva explotó o el daño fue producido totalmente por el propelente residual que enciende los almacenes inflamables de los barcos (imagen del Ministerio de Defensa del Reino Unido).



Fragata Tipo 21 HMS Ardent quemando después de ser golpeado por 1.000 libras de bombas aéreas, entregadas por los ataques a baja altura de aviones argentinos A-4. El Ardent se hundió. Veinte marineros murieron en este ataque (fuente desconocida, imágenes del Ministerio de Defensa del Reino Unido).



Fragata Tipo 21 HMS Antelope estalla y luego se hunde después de ser golpeado por 1.000 libras bombas aéreas, también entregado por los cazas argentinos de bajo vuelo. Un experto en destrucción de bombas del Ejército y un marinero murieron en este ataque (BBC, UK MoD images).


RFA Sir Galahad se quema después de ser atropellado por tres bombas de 1.000 libras, entregadas por aviones argentinos A-4 Skyhawks en los ataques a bajo nivel. Este ataque mató a 48 personas (imagen del Ministerio de Defensa del Reino Unido).



Fragata FFG7 USS Stark listas después de ser golpeado por un par de Aerospatiale AM39 Exocet ASCM, lanzado por un avión de combate de la Fuerza Aérea Irak Mirage F.1. Treinta y siete marineros murieron en este ataque (imágenes del Departamento de Defensa de Estados Unidos).


El USS Liberty se enumera después de ser atacado por aviones israelíes y torpederos en junio de 1967. Treinta y cuatro marineros fueron asesinados y muchos más heridos (imagen de la Marina de los Estados Unidos).

Otras imágenes de daños




El petrolero francés Limburgo se quema después de un ataque terrorista en la costa de Yemen en octubre de 2002. Durante la guerra entre Irán e Irak, los petroleros fueron frecuentemente blanco de la guerra, repitiendo la Segunda Guerra Mundial, donde los buques tanque de los convoyes eran objetivos prioritarios para submarinos y aviones de ataque marítimo (fuente de imagen desconocida).

Imágenes de ensayos, ejercicios y hundimientos



El Pong Su fue capturado por la Policía Federal Australiana en 2003, después de una operación de interdicción de narcóticos en Victoria, la cual resultó en una operación de interceptación de narcóticos en Victoria. En la captura de 150 kilogramos de heroína, siendo contrabandeado por los norcoreanos. El Pong Su fue desechado bajo la Sección 185 (b) de la Ley de Aduanas de 1901 (imagen RAAF).



Durante el ejercicio de la Furia Resultante realizado a fines de noviembre de 2004, la Fuerza Aérea de EE. UU. Probó el uso de bombas guiadas JDAM de 2.000 libras modificadas por AMSTE, con actualizaciones de datalink de un E-8C JSTARS y GBU-10 / BLU-109 de 2.000 libras Bombas dirigidas por una vaina Litening II en un B-52H. Upper - ex USN LST Schenectady recibe un golpe de varios JDAMs; Efecto de menor daño producido por impactos de JDAM en la línea de flotación. El buque se hundió 1,5 horas más tarde.


Antiguo LPH-9 USS Guam bajo ataque de la CVW de JFK durante un ejercicio en octubre de 2001 (imagen USN).


El ex FF-1057 USS Rathburne se hundió después de ser golpeado con dos arpones lanzados por un P-3C (imagen USN).

Ataque de Harpoon en el ex FFG-2 USS Ramsey durante RIMPAC 2000 (imagen USN).



El ex clase DD-997 de Spruance USS Hayler toma un tiroteo de un arma de a bordo de 57 milímetros durante un 2004 Sinkex (imagen de RCN).


El ex DDG-14 USN Buchanan fue utilizado como blanco para misiles Hellfire, tres arpones y un GBU-10 durante el ejercicio RIMPAC 2000 (imagen USN).


Imagen del ataque posterior de un objetivo de destructor golpeado por un misil de crucero anti-buque AGP-84A Harpoon durante los ensayos. El Harpoon, con una ojiva más grande, es más letal que el Exocet.



BGM-109B Tomahawk Anti-Ship Missile (TASM) que impacta un objetivo de buque de guerra durante los ensayos. Equivalentes rusos como el Novator 3M-54E / E1 (SS-N-27) producirían efectos de daño similares (GD).


Bomba planeadora Rockwell GBU-15 CWW afecta a un objetivo de buque de guerra durante los ensayos. Las armas de EO guiadas extensamente exportadas tales como el KAB-500Kr ruso y el KAB-1500Kr / TK producirían efectos similares a las bombas guiadas americanas equivalentes (imagen de la fuerza aérea de los EEUU).

sábado, 20 de mayo de 2017

La guerra y la marcha "Las rocas de Monte Tumbledown"



Rocas de Tumbledown
Por Ron Soodalter | History Net





Hace treinta y tres años, Argentina y Gran Bretaña emprendieron la guerra contra un remiendo de tundra en el amargo Atlántico Sur, y muchos todavía se preguntan por qué.

Durante semanas, los soldados del famoso regimiento de guardias escoceses de Gran Bretaña habían arrebatado el sueño en medio de los vientos de los huesos en los agujeros que se llenaban repetidamente de agua helada. Los hombres estaban sufriendo de congelación y el pie de la zanja, y las raciones se estaban agotando. Añadiendo a sus miserias, en este día en particular habían sufrido intensos bombardeos de artillería. Si bien esto podría describir un escenario de la Primera Guerra Mundial, la fecha era, de hecho, el 13 de junio de 1982, y las trincheras en las que las tropas británicas se amontonaban no se esculpían en un tramo de campo francés sino en tundra casi congelada por la base de Monte Tumbledown en las Islas Malvinas subárticas.

A pesar de los desafíos, la moral era alta, porque las tropas británicas se preparaban para acabar con su miseria al empujar a las fuerzas argentinas desde la accidentada escarpa que tenía delante. A los guardias se les había dicho que la fuerza enemiga comprendía reclutas jóvenes y mal equipados que corrían al primer destello del cañón. Habían sido gravemente mal informados.

La lucha por el Monte Tumbledown fue la última batalla en un conflicto que era, según los estándares modernos, una "pequeña guerra" y para muchos innecesaria. En palabras de un veterano del 2º Batallón de Gran Bretaña, el Parachute Regiment (2 PARA), la guerra era "corta, aguda y muy desagradable" y, a menudo luchaba de cerca con bayonetas y granadas, "como algo de la Primera Guerra Mundial Los soldados de ambos bandos no comprendían ni apreciaban ni las causas ni las apuestas; Sin embargo, las batallas no fueron menos feroces, las muertes no menos absurdas, que las que sufrieron en conflictos de mayor importancia mundial.

La lucha real duró sólo una cuestión de semanas, pero reclamó más de 900 vidas. Se libró en un territorio cuya propiedad había estado en disputa durante más de dos siglos. Las Islas Malvinas -un archipiélago en el Atlántico Sur que comprende dos grandes islas y 776 más pequeñas- se encuentran a unas centenas de millas de la costa de Argentina ya casi 8.000 millas del Reino Unido. Después de los conflictos coloniales con Francia y España sobre las islas, Gran Bretaña reclamó la soberanía en 1774, desembarcó tropas para reafirmar su dominio en 1833 y formalmente estableció las Malvinas como una colonia de la Corona en 1840. Los gobiernos sucesivos de Argentina habían sentido las islas, Sin embargo, ya lo largo de las décadas habían presentado una serie de protestas formales -y totalmente ineficaces-.

En 1982, la notoria y opresora junta militar que gobernaba la Argentina consideró que la toma de las Malvinas era una oportunidad para distraer a sus ciudadanos de los muchos problemas económicos y de derechos humanos que aquejan al país y unir a los argentinos tras una campaña de autojustificación. Por lo tanto, el 2 de abril, el argumento de que el control británico de las Malvinas (o Malvinas, como se les conoce en la Argentina) representaba un retroceso a los días del imperio, el comandante en jefe y el presidente de facto Leopoldo Galtieri desembarcó las fuerzas de ocupación en las Islas Malvinas, Capital, Port Stanley, y al día siguiente en el sur de Georgia en las islas Sandwich del Sur.

Galtieri y su halcón de guerra más vocal, Almirante Jorge Anaya, tenían razón en su expectativa de una oleada patriótica; Los argentinos olvidaron momentáneamente el peso insoportablemente inflado y las duras políticas de la Junta para recuperarse detrás de la ocupación. Pero Galtieri también estaba apostando a que los británicos habían perdido el interés en las Islas Falkland y Sandwich del Sur y mirarían hacia otro lado. No podría haber interpretado mal la situación o la resolución de la primera ministra Margaret Thatcher.

Irónicamente, muchos británicos en el momento no tenía idea de dónde estaban las Islas Malvinas, y mucho menos que eran parte del Reino Unido. El secretario de Estado de Defensa, Sir John Nott, escribió más tarde: "Debo confesar que no conocía muy bien las Islas Malvinas antes de la invasión ... [y] estaba un poco horrorizado al ver lo lejos que estaban". Las lejanas Malvinas y Georgia del Sur habían dejado de ser de interés comercial para el Reino Unido, seguían siendo dependencias británicas y el Ministerio de Defensa comenzó inmediatamente los preparativos para una respuesta total a la invasión de las islas del Atlántico Sur.

A los pocos días de la ocupación argentina, el gobierno de Thatcher-declarando que los 1.800 habitantes de las Malvinas eran "de tradición y población británica" - había establecido un gabinete de guerra y comenzado a armar una armada naval. En última instancia, el grupo de trabajo británico creció a más de 100 naves transportando 8.000 tropas terrestres para enfrentarse a la fuerza invasora argentina de unos 14.000 soldados. Mientras que los británicos presumían casi tres veces más naves, los argentinos tenían una ventaja de 3 a 1 en aviones de combate. Mientras tanto, los Estados Unidos, preocupados por la Argentina podrían atraer a la Unión Soviética a la lucha como un aliado, trató de detener el conflicto diplomáticamente. Cuando estos esfuerzos fracasaron, y se hizo evidente que la guerra era inevitable, Washington anunció un embargo sobre las ventas de armas a la Argentina, mientras proporcionaba a Gran Bretaña material de guerra. Europa apoyó en gran medida la acción británica; La mayor parte de América Latina se alineó con los argentinos.

Dos submarinos de la Marina Real pronto emergieron de las Malvinas, mientras que otros buques de guerra salieron de varios puertos británicos y requirieron buques de transporte civiles -incluyendo el buque insignia de la línea Cunard, la Reina Isabel 2- transportaron fuerzas terrestres a las islas. Debido a la llamada para una respuesta rápida, el transporte de tropas a la zona de guerra fue, en algunos casos, al azar en el mejor de los casos. Según el teniente Robert Lawrence de los guardias escoceses, QE2, que salió de Southampton el 12 de mayo, estaba "muy abarrotado de la totalidad de la 5 Brigada, los guardias escoceses y galés, Gurkhas y un montón de unidades de apoyo ... Cada pulgada de espacio se utilizó . "Las cabinas de dos personas alojaban de cuatro a cinco hombres, los comandantes de la unidad utilizaban cada aterrizaje de la escalera para los propósitos del entrenamiento, y los soldados funcionaban regularmente los circuitos de la cubierta superior del trazador de líneas para el ejercicio. Cuando QE2 llegó al sur de Georgia dos semanas más tarde, una fuerza de ataque de los comandos británicos del Servicio Aéreo Especial (SAS) y de los Royal Marines ya había asegurado la isla. Las Malvinas presentaron un desafío más desalentador.

La lucha por las Malvinas comenzó oficialmente el 1 de mayo, cuando un bombardero Vulcan de la Fuerza Aérea Real de largo alcance cayó de su carga útil en el aeropuerto de Port Stanley, y el Royal Navy Sea Harrier FRS1 derribó tres aviones argentinos. Siguieron bombardeos navales y aéreos nocturnos. Inicialmente, la acción naval representó el mayor número de víctimas, con fuertes pérdidas de barcos y vidas de ambos lados. El aterrizaje sostenido de las fuerzas terrestres británicas comenzó el 21 de mayo, siete semanas después de la invasión argentina, en San Carlos Water, una entrada en la costa oeste de la isla de Falkland Oriental. A partir de ahí se ordenó a 2 PARA atacar a los argentinos en el asentamiento de Goose Green. Una vez que se hubieran asegurado el lado occidental de la isla, los británicos lucharían su camino hacia el este para apoderarse de Puerto Stanley y efectivamente terminar el conflicto.

La pelea por Goose Green fue un asunto sangriento. La fuerza defensora argentina de 1,000 hombres, aunque incluyó conscriptos en gran parte no probados, superó en número a los paracaidistas británicos casi 2 a 1. Ambas partes recibieron bajas, con las PADs dando mucho peor de lo que recibieron. La batalla se balanceó durante un día completo y una noche. Finalmente, los PARAs -a pesar de la muerte de su comandante carismático, el teniente coronel Herbert "H" Jones- ganaron la ventaja. Fríos, agotados y con poca munición, los argentinos finalmente se rindieron.

A mediados de junio, después de agotadoras marchas de cross-country ("yomps", en la mancomunidad de los Royal Marines) con paquetes completos en climas amargos a través de la tundra de las Malvinas, las fuerzas británicas estaban a una distancia notable de Port Stanley, pero enfrentaban un fuerte perímetro defensivo -un anillo de colinas ocupadas por unidades militares y marinas excavadas en el ejército argentino. A 750 pies, el objetivo más desafiante era Mount Tumbledown, una colección de peñascos, losas y rocas que constituían una posición defensiva ideal.

En la mañana del 13 de junio, helicópteros volaron a los hombres del 2º Batallón, Guardias Escoceses, desde Bluff Cove hasta un área de estadio cerca de Goat Ridge, donde pronto comenzaron a tomar fuego de artillería pesada y mortero. Mientras aguardaban órdenes, algunos de los guardias -muchos recién salidos de la ceremonia en Londres y nuevos en combate- preguntaron a unos pocos de la élite PARAs, que había capturado recientemente a Goose Green, cómo los argentinos habían actuado en combate. Uno respondió: "Consiga a 200 metros de ellos, y se escaparán". Sólo más tarde los guardias aprendieron que los PARA habían enfrentado a conscriptos adolescentes pobremente equipados y entrenados.

La fuerza argentina que esperaba en Tumbledown era otra raza enteramente. En su mayoría de 20 años, eran los hombres del 5to Batallón de la Marina, tropas altamente entrenadas y motivadas con experiencia en combate en la reciente guerra civil argentina. Estaban bien abastecidos, equipados para el clima frío y, en algunos casos, mejor equipados que los británicos. También habían sido entrenados en peleas nocturnas ya pesar de las garantías de los PARA británicos, no corrían. "Habían tenido años de agresión", escribió Lawrence. Estaban muy acostumbrados. Gente como yo, por otra parte, sólo semanas antes había estado haciendo el cambio de guardia en el Palacio de Buckingham; No es exactamente la mayor experiencia para combatir una guerra en alguna isla olvidada por Dios en medio de la nada ".



Al prepararse para el ataque británico, los marines argentinos habían cavado un intrincado sistema de bunkers, se familiarizaron con el terreno y establecieron un plan para el apoyo coordinado contra incendios. En el respaldo se encontraban seis morteros de 81mm, seis morteros de 106mm, una batería de obús y dos grupos de artillería del ejército.

El plan de batalla británico era directo y dependía de las unidades de fusil de los guardias escoceses divididas en tres compañías. Primero en la lucha, la Compañía G fue a tomar el flanco occidental de la montaña. Hecho esto, Left Flank Company iba a pasar por el área capturada y tomar la cumbre. Right Flank Company debía avanzar a través de la zona de Left Flank y asegurar el flanco oriental de Tumbledown. Dos fragatas de la Marina Real -Yarmouth y Active- se encontraban en alta mar para proporcionar apoyo naval.

La operación fue planeada inicialmente como un asalto diurno, pero la subida era larga y escarpada, sobre y alrededor de escarpas traicioneras, y los soldados habrían hecho blancos fáciles. Las mentes más sabias prevalecieron, y el comandante del batallón, el teniente coronel Michael Scott, puso el asalto a Tumbledown para poco después del anochecer del día 13. Para entonces, las fuerzas británicas habían tomado el cercano Monte Harriet, Two Sisters Ridge y, a pesar del prolongado fuego de artillería argentina y de las grandes bajas, el Monte Longdon.



La primera fase del plan presentó una maniobra de diversion. En la oscuridad de reunión, una fuerza de unos 30 Guardias Escoceses de la Compañía de la Sede, apoyada por cuatro tanques ligeros de los Blues y Royals, se dirigió hacia el sur cerca del Monte Guillermo en un intento de llamar la atención del enemigo. Pronto tropezaron con trincheras argentinas y después de un intenso tiroteo en el que murieron dos guardias y cuatro resultaron heridos, se retiraron directamente a un campo de minas no detectado. Cuatro hombres más resultaron heridos al lanzar minas, que a su vez dieron a los argentinos un claro blanco de morteros y artillería. Afortunadamente para los británicos, las cáscaras casi todas aterrizaron en la turba suave, que absorbió las explosiones; De lo contrario, el resultado habría sido catastrófico. Su misión completada, la fuerza de diversión se retiró, en el proceso de la pérdida de uno de sus tanques a una trampa.

A media hora del compromiso, poco después de las 10 de la noche, G Company comenzó el asalto a Tumbledown. Para su gran sorpresa la compañía no encontró prácticamente ninguna resistencia y aseguró rápidamente su objetivo. Moviéndose hacia arriba, los hombres de Flanco de Izquierda, sin embargo, pronto se encontraron involucrados en peleas cuerpo a cuerpo con bayoneta fija. En la lucha más feroz de la batalla, siete guardias murieron mientras intentaban la cumbre. Los británicos dispararon cohetes antitanques en posiciones enemigas, pero los argentinos se detuvieron, lloviendo con morteros y ametralladoras contra los guardias. Fue, Lawrence escribió, "la batalla de fuera y fuera, la lucha más completa posible." Lanzándose en el centro de la lucha, el mayor John Kiszely, comandante del flanco izquierdo, disparó a dos soldados enemigos y bayoneted un tercero. Aunque repetidamente apuntado, él milagrosamente sufrió solamente una bala golpea su brújula. Kiszely fue posteriormente galardonado con la Cruz Militar por sus acciones esa noche.

Cuando un poste de una ametralladora estratégicamente colocado detuvo el flanco izquierdo, Cold Flank Company subió la montaña en apoyo. Era un camino áspero, por encima de una caliza que cedía bajo las botas de los soldados. A medida que subían, se encontraron con tiendas de campaña argentinas, desocupadas, que contenían cajas de muy sofisticadas pantallas nocturnas IWS (vista de arma individual), "el grado superior absoluto", recordó Lawrence, "más avanzado que los que teníamos nosotros mismos. Nos hizo preguntarnos ... qué había por delante.

Lo que quedaba inmediatamente por delante de Right Flank era un intenso fuego enemigo. Cuando los guardias intentaron un ataque de flanco contra la posición de la ametralladora argentina, el equipo enemigo de inmediato desplazó su atención del flanco izquierdo hacia ellos. El peligro venía de todas partes, como las rocas circundantes ricochetearon rondas en todas direcciones. En la cabeza de su pelotón Lawrence "trató de hacerme desaparecer en el suelo, boca abajo en la suciedad." En última instancia, lanzó una granada de fósforo directamente en la posición de ametralladora enemiga, deteniendo el fuego y la red de los británicos varios prisioneros. Esto dio a los guardias su primera mirada cercana a sus enemigos. Los marines argentinos, señaló Lawrence, "llevaban un uniforme de estilo americano: grandes parkas verdes con telarañas por encima".

A lo largo de la lucha, la montaña se bañó en una luz sobrenatural a medida que las bombas de iluminación de las bombas de los buques británicos cayeron lentamente sobre paracaídas, proyectando largas y misteriosas sombras sobre el escarpado paisaje. Añadiendo a la otra mundanalidad de la escena fue una sorpresa ventisca que envió nieve remolino alrededor de las siluetas figuras de lucha.

Mientras luchaban por recuperar su ímpetu y continuar el ascenso, los guardias escoceses encontraron fuego de francotirador de soldados argentinos ocultos en los peñascos más altos. Un guardia intentó escalar una roca que protegía a un francotirador enemigo y le dispararon. Frente a tales disparos, explosiones y trampas, los guardias luchaban hacia la cumbre, un hombre avanzaba mientras otro lo cubría. "Recuerdo haber pensado," escribió Lawrence, "que esto era como las películas."

Alrededor de las 2 de la madrugada, después de detenerse nuevamente para reagruparse, los guardias escoceses atacaron las posiciones de los Cinco Marines desde varias direcciones, superándolas una por una. Durante las tres horas siguientes, capturaron todos menos tres de los retazos enemigos.

La acción continuó durante la noche, y cuando el cielo empezó a aclararse, algunos de los guardias se habían quedado sin munición. Entre ellos estaba Lawrence. Al ver a un soldado enemigo en el suelo a su frente, él bayoneted el hombre, más tarde señalando: "Él giró salvajemente ... y mi bayoneta estalló." Usando la única arma que tenía, Lawrence recordó: "Lo apuñalé y lo apuñalé de nuevo Y de nuevo, en la boca, en la cara, en las entrañas, con una bayoneta a presión. Fue absolutamente horrible. Apuñalar a un hombre a muerte no es una manera limpia de matar a alguien. "

Lawrence entonces cogió el rifle del muerto, y usando su IWS para realzar su visión de la noche, tiró a un francotirador y tomó el arma de ese hombre también. Para entonces Lawrence estaba cerca de la cumbre, buscando desesperadamente una administración y un área de suministro enemigas. "Una vez que hubiéramos tomado eso, habríamos tomado toda la montaña."

Cuando Lawrence llegó a la cumbre, otros guardias de varios pelotones se cerraron detrás y alrededor de él. Mientras contemplaba las luces de Port Stanley, a unas cuatro millas de distancia, un rifle enemigo en cada mano, una ronda de 7.62 mm de alto alcance que golpeaba a la armadura, se estrelló contra su cabeza a 3.800 pies por segundo, destruyendo casi el 45 por ciento de su cerebro. Lawrence se encontraba en el frígido terreno durante horas antes de que un helicóptero llegara para evacuarlo y el otro herido. Al regresar a Inglaterra, sus primeras palabras al ver a su padre, un comandante retirado de la Fuerza Aérea Real, fueron: "Oh, papá ... no valió la pena".

Singularmente y en pequeños contingentes, el resto de los guardias escoceses se abrieron camino hasta la cumbre. A las ocho de la mañana, después de lo que un soldado británico denominó "horas de lucha pulgadas por pulgada por las rocas, usando granadas de fósforo y armas automáticas", Tumbledown estaba, en su mayor parte, en manos de los guardias. Los combates continuaron en el flanco oriental de la montaña, pero -bajo de municiones y refuerzos negados- el 5º Batallón de Marina de la Armada argentina fue finalmente obligado a rendirse. A las 9:45 a.m., unas 12 horas después de que sonó el primer disparo, el fuego cesó.

Mientras tanto, los propios rifles Gurkha del Duque de Edimburgo habían pasado por alto Tumbledown para capturar el Monte Guillermo al sur, mientras que los Guardias Gales se apoderaron de Sapper Hill y 2 PARA tomaron Wireless Ridge. El camino a la capital estaba abierto, la guerra prácticamente terminada. Sin embargo, el comandante de la Unidad de Comando de los Royal Marines elogió a los marineros argentinos derrotados: "[Ellos] marcharon con elegancia, sosteniendo sus colores de regimiento mientras caminaban por las calles de Port Stanley". Para su decepción, los argentinos empaparon sus estandartes con gasolina y los quemaron hasta convertirlos en cenizas mientras sus enemigos observaban.

Milagrosamente, Robert Lawrence sobrevivió pero con daño físico permanente que incluye parálisis parcial. Fue uno de los 43 soldados británicos heridos en Tumbledown; Nueve habían sido asesinados. Los marines argentinos habían sufrido al menos 30 muertos y 100 heridos. Sunday Times de Londres más tarde compartió con sus lectores que en Mount Tumbledown "los guardias escoceses se enfrentarían a la acción más dura de todos. Allí un batallón marino argentino bien entrenado fue excavado pesadamente en una serie de bunkers intrincados, cortados en la roca ... El poder de fuego de los infantes de marina era intenso e impresionante. "

Por su actuación en la batalla, los hombres del 2º Batallón, Guardias Escoceses, recibieron dos Medallas Distintas de Conducta (una póstuma), dos Medallas Militares, una Orden de Servicio Distinguido y dos Cruces Militares, una de las cuales fue a Lawrence. Dos miembros del 9 Escuadrón PARA, Ingenieros Reales, recibieron Medallas Militares, y un piloto de helicóptero que repetidamente arriesgó su vida para transportar a los heridos de la montaña durante el combate recibió la Distinguished Flying Cross.

Después de la batalla, el comandante James Riddell de los 2os guardias escoceses se paró cerca de la cresta rocosa de Tumble-down, acunando sus gaitas para jugar una marcha rápida que frecuentaba él había compuesto para conmemorar las acciones de su regimiento. Él lo llamó "Los riscos de Tumbledown Mountain", y se convertiría en un elemento básico en eventos con música de tubo. Su no era la única melodía escrita sobre la campaña de Malvinas. Pink Floyd, Dire Straits y Elvis Costello, entre otros, también pesaron, pero lejos de conmemorar la guerra, sus canciones eran una acusación de las acciones de Gran Bretaña.

Tampoco estaban solos en su desaprobación. Aunque el gobierno de Margaret Thatcher llevó una ola de sentimiento popular a otro mandato, muchos británicos continuaron cuestionando la necesidad de un conflicto armado que cobró la vida de 649 militares argentinos y 255 británicos, así como tres isleños de Malvinas y dejó miles Más heridos por una antigua posesión de valor cuestionable, a miles de kilómetros de distancia, que pocos de sus compatriotas habían sabido que existían. En cierto sentido, las cifras de víctimas son engañosas. Según la Asociación de Medallas del Atlántico Sur (SAMA, por sus siglas en inglés), una organización no gubernamental que representa y apoya a los veteranos de las Malvinas, en un plazo de 20 años desde el final de los combates, se estima que 264 veteranos británicos -más que muertos en combate- se suicidaron, Resultado del trastorno de estrés postraumático. No se ha actualizado a estas cifras en los últimos 13 años, ni las evaluaciones del número de veteranos argentinos que se suicidaron sobre lo que el veterano de combate Robert Lawrence recuerda como una guerra "corta, sangrienta, húmeda y sucia" borde del mundo."


Ron Soodalter ha escrito para la Guerra Civil Americana, la Guerra Civil, el Oeste Salvaje y el Smithsonian. Para leer más, él recomienda Tumbledown: When the Fighting Is Over, de John Lawrence y Robert Lawrence; "Reevaluación del desempeño de la lucha de los soldados conscriptos durante la Guerra Malvinas / Malvinas (1982)," por Alejandro L. Corbacho; Y la batalla para las Malvinas, por Max Hastings y Simon Jenkins.