Mostrando entradas con la etiqueta comunicaciones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta comunicaciones. Mostrar todas las entradas

sábado, 19 de julio de 2025

Operación Rosario: Cuando la FLOMAR cortó comunicaciones y se dirigió a las islas

El día que la Flota de Mar cortó las comunicaciones y no hubo vuelta atrás en la recuperación de Malvinas

La Operación Rosario para recuperar las islas del Atlántico Sur se llevó adelante porque la dictadura militar estaba “deteriorada” y necesitaba un elemento que aglutinara a la sociedad. Los errores en la planificación y la creencia que Margaret Thatcher no reaccionaría. El comienzo del fin del “Proceso de Reorganización Nacional”

Por Juan Bautista Tata Yofre || Infobae


El buque Cabo San Antonio, en una fotografía tomada meses antes del 2 de abril. Se ven las compuertas de proa abiertas, por donde desembarcaban los anfibios (Gentileza General Brigada (r) VGM Roberto Reyes)

La imagen nos muestra una veintena de muchachos treintañeros reunidos en un clásico restaurante porteño en 1952, para despedir a Carlos Manuel Muñiz porque viajaba a Europa. Todos integraban la misma generación, nacida a comienzos de 1920, que a su vez coexistía con una anterior y otra que la seguía (la de Mariano Grondona, Carlos Mugica, José Luis de Imaz y Manuel Puig) tras 15 años de vida como sabía enseñar José Ortega y Gasset. Los unía el antiperonismo y van a llegar al poder después de septiembre de 1955, el mismo año en que falleció el filósofo español, el creador del “yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo”. Ahí están sentados Eduardo Roca, Nicanor Costa Méndez, Juan Ramón Aguirre Lanari, Carlos Muñiz, José Alfredo Martínez de Hoz y de pié, entre otros, Jorge Wehbe, Federico y Guillermo San Martín, Hugo Caballero, Hipólito Solari Yrigoyen y Alberto Rodríguez Galán. Concurrieron tres futuros cancilleres, embajadores, dos ministros de Economía, un senador nacional del radicalismo y otros que ocuparían cargos de funcionarios nacionales y provinciales de gobiernos de facto. Los restantes serían destacados profesionales. Los comensales no lo sabían ni lo presentían pero, salvo excepciones, todos serían borrados de la historia 30 años más tarde junto con Leopoldo Fortunato Galtieri (de 1926). Más precisamente en las horas posteriores al 31 de marzo de 1982 cuando tropas argentinas comenzaban a ejecutar la Operación Azul/Rosario, es decir la ocupación militar de Puerto Stanley, días más tarde rebautizado Puerto Argentino.

Cena en un restaurante porteño en 1952 están Martínez de Hoz, Costa Méndez, Jorge Webhe e Hipólito Solari Yrigoyen, entre otros

Antes del 31 de marzo de 1982, Galtieri y su colega naval Jorge Anaya venían planificando “la recuperación” de las islas del Atlántico porque, como Anaya le dijo al vicealmirante Luís Sánchez Moreno, el 18 de diciembre de 1982: “El Proceso de Reorganización Nacional se ha deteriorado mucho y tenemos que buscar un elemento que aglutine a la sociedad. Ese elemento es Malvinas.” Sánchez Moreno le contesto: “He estudiado varios años en un colegio inglés. Conozco a los ingleses tanto como vos, Margaret Thatcher no se va a dejar llevar por delante por un gobierno militar. Los ingleses son como los “bull dog”, cuando muerden a la presa no la sueltan…”. Como toda respuesta el jefe de la Armada dio por terminada la reunión. Asumió su papel de Comandante y con un formal “es todo Sánchez Moreno” lo despidió.

El mismo 18 de diciembre de 1981 la Junta Militar deliberó sobre las “Las Pautas de la Junta Militar al P.E.N. para el “Ejercicio de la Acción de Gobierno 1982-1984″ y acordó entre sus objetivos “intensificar todos los cursos de acción necesarios y oportunos para que se obtenga el reconocimiento de nuestra soberanía sobre las Islas MALVINAS, GEORGIAS DEL SUR Y SANDWICH DEL SUR.” Así consta, con mayúsculas, en el diario de guerra de la Junta Militar.

La Junta Militar de diciembre de 1981 a junio de 1982

El 22 de diciembre, el mismo día que asumió Galtieri como presidente de facto después de haber echado al general Roberto Viola, el almirante Anaya le pasó a su jefe de Estado Mayor, vicealmirante Alberto Gabriel Vigo, una orden escrita a mano que contenía tres puntos, tal como se desprenden de su minúscula letra. Fue la primera orden del conflicto armado que se avecinaba:

“1. MALVINAS

1.1.- El CON (Comandante de Operaciones Navales) presentarme un plan actualizado.

1.2- Enviar personal seleccionado para reconocimiento.

1.3.- Plan después ocupación.

1.3.1. - Efectivos para permanecer en STANLEY.

1.3.2. - Apoyo a dichos efectivos.

1.3.3. – Logística para STANLEY.

Nota del almirante Anaya al vicealmirante Vigo

El martes 5 de enero de 1982 los tres comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas se reunieron para analizar distintas cuestiones. La cumbre castrense se llevó a cabo en el edificio “Libertador”, sede del Ejército, a partir de las 9 de la mañana. En esa reunión se analizó la cuestión Malvinas en el contexto de la política exterior y se concluyó que debía adoptarse una política “agresiva”. Al mismo tiempo se determinó que la Operación ‘Davidoff “no se realizaría antes de la ronda de negociaciones con los representantes del Reino Unido prevista para fines de febrero de ese año en Nueva York, a efectos de no dar motivo a éstos para dificultarla”. Constantino Davidoff había cerrado un trato con la empresa Salvensen, bajo la mirada del gobierno inglés para comprar como chatarra viejos galpones, barcos, diques secos y otras instalaciones en las islas Georgias.

Galtieri entra en la Casa de Gobierno el 23 de diciembre de 1981

Según un informe de la Junta Militar, “en esa reunión el caso Malvinas fue tratado fuera del temario de la Junta Militar y tras numerosos y largos argumentos se decidió encargar un estudio de Estado Mayor “abreviado” con la participación de un representante por cada fuerza armada. La Junta Militar lo recordó así: “Se conversó además, en dicha ocasión, que no solamente había que obtener una reestructuración de las negociaciones con GRAN BRETAÑA con miras a la nueva ronda de negociaciones, sino que además se deberían comenzar los estudios para analizar la factibilidad y conveniencia de una ocupación de las islas. Esta decisión se tomó considerando la rigidez y emotividad que había evidenciado el tema en GRAN BRETAÑA durante el año 1981. Sería considerada como alternativa válida en circunstancias futuras frente a la posible negativa británica de tratar conjuntamente el tema político y económico de las islas. Los detalles de las alternativas—tanto la reactivación máxima de las negociaciones por la soberanía de las islas MALVINAS, GEORGIAS DEL SUR Y SANDWICH DEL SUR, como la previsión del empleo del poder militar en caso de fracasar la primera alternativa—se concretarían en la reunión más próxima de la JUNTA MILITAR.” Como surge de la documentación expuesta la fecha determinante fue el 5 de enero. Ese día se consideró dar un paso militar en el caso de no progresar la vía diplomática. La decisión fue tomada con la participaron formal de los tres comandantes en jefe. Sin embargo, la cuestión había sido analizada y planificada por la Armada, primero, y tratada entre Anaya y Galtieri después. Luego el jefe del Ejército se la dijo a Lami Dozo, como al pasar, en un pasillo del tercer piso del edificio “Libertador”, antes del inicio formal de la reunión: “‘Negro’ (así lo llamaba Galtieri a veces al jefe aeronáutico) quiero hablar con vos sobre Malvinas. La cosa no anda bien”.

Una de las pruebas de la complicidad de Costa Méndez con el entretejido que se estaba desarrollando alrededor de Malvinas es un valioso documento del 8 de enero firmado por el embajador Carlos Lucas Blanco, director de Antártida cuando envió el Memorando “Secreto” N° 11: “Evolución cuestión Malvinas”, de cuatro carillas, al subsecretario Enrique Juan Ros. Tras enumerar los temas que serían tratados en la próxima reunión de Nueva York (página 2, punto 5º), y para el caso de no recibirse ninguna respuesta satisfactoria del Reino Unido, Blanco opinó que: “Ello facilitaría la aceptación por la comunidad internacional de un eventual ‘fait accompli’ [hecho consumado], que sería presentado como única vía abierta para obtener satisfacción al reclamo argentino, ante la actitud reacia del Reino Unido. Además consideraba “llevar adelante las operaciones Davidoff y eventualmente Alfa” (con participación naval) y “contemplar un posible enfoque más restrictivo de las medidas existentes sobre comunicaciones y las que se puedan imaginar en el futuro”.

Nota del embajador Blanco en la que habla de "actos posesorios"

Entre enero y marzo de 1982 la Junta Militar fue tomando decisiones que apuntaban a la ocupación militar de las irredentas islas Malvinas. Imaginando que el gobierno estadounidense de Ronald Reagan se iba a mantener neutral, semana a semana se fue preparando en el máximo secreto la “Operación Azul/Rosario”, con el acompañamiento diplomático que planificaba el canciller Costa Méndez y a último momento Eduardo Roca, embajador en las Naciones Unidas.

El 12 de enero “se trató la planificación militar de Malvinas y por resolución no incorporada al Acta de la Junta Militar, se designaron a “los señores General de División García, Brigadier Mayor Plessl y Vicealmirante Lombardo para analizar la previsión del empleo del poder militar para el caso Malvinas con un enfoque político-militar que especificara los posibles cursos de acción. Se planeó asimismo que el trabajo sería secreto y manuscrito, eligiendo distintos lugares de reunión; y que—además—de los miembros designados, tendrían conocimiento del tema, en el momento oportuno, los jefes del Estado Mayor General de las tres Fuerzas Armadas y el Sr. Canciller”.

Informe de la Junta Militar y sus primeras decisiones

El martes 26 de enero la Junta Militar se reunió a las 9 de la mañana en el edificio Libertad. Durante la reunión se resolvió “fuera de Acta” que el “Grupo Malvinas” conformado por Lombardo, García y Plessl “preparara la exposición de los planes de la alternativa militar a mediados de marzo de 1982.” A renglón seguido se produjo la nueva Directiva de Estrategia Nacional (DENAC) 1/82 y el Plan de Campaña Esquemático correspondiente a la Directiva de Estrategia Militar (DEMIL)1/82. En la DENAC 1/82 se explicita conceptos referidos al Poder Nacional: “La Operación desde el punto de vista militar es apta, factible y aceptable.” La instrucción, sin embargo, tenía dos condiciones: “debía mantenerse el actual estado británico de defensa de las islas y, además, de tenerse que recurrir a la fuerza, ésta sería restringida a operaciones incruentas a fin de minimizar la reacción británica y alentar a la mejor posición negociadora. Una vez recuperadas las islas se procedería a retirar las fuerzas de ocupación y se mantendría una reducida guarnición.” Nada se cumplió.

Tras los desacuerdos diplomáticos de febrero en Nueva York entre las delegaciones de Argentina y el Reino Unido comenzó la Operación Davidoff. “El operativo de las Georgias fue preparado con mucha antelación. Yo lo sé porque el barco que transportó a los chatarreros también llevaba gente del Comando Antártico, para la segunda escala del viaje. El capitán del barco, cuando zarpó, recibió dos sobres cerrados: Uno con la orden de cortar el contacto de radio (en determinado día); otro en el que se instruía dirigir el barco primero a las islas Georgias. Todo el operativo fue realizado sobre la base de que los ingleses no responderían. Existió una gran improvisación, en todos los órdenes.”, confió el coronel Luís Carlos Sullivan, director del Comando Antártico al autor el 16 de agosto de 1982. También iba el personal naval “Alfa” comandado por el oficial Alfredo Astiz para participar del entuerto.

El 27 de enero, en el matutino “Convicción”, de conocida vinculación con la Armada, y especialmente con el proyecto político de Emilio Eduardo Massera, apareció un artículo en el que se afirma que la toma de las Malvinas ayudaría a resolver el problema del Beagle, dado que fortalecería la posición argentina. “Están dadas todas las condiciones: tenemos un presidente decidido y un excelente ministro de Relaciones Exteriores. Si después de ganar la guerra sobre el terrorismo, recuperamos las Malvinas, la historia olvidará las estupideces económicas. La Argentina estará viva, consciente de su vigor y dispuesta a tomar un lugar en el mundo.”

El informe Rattenbach sobre la supuesta neutralidad de los EE.UU.

El domingo 28 de marzo un enviado de Costa Méndez va a pedirle al teniente general Leopoldo Galtieri una postergación del Operativo Azul/Rosario. La reunión fue en Campo de Mayo y el funcionario diplomático le llevó un mensaje escrito que contemplaba tres puntos: 1) si se estima necesario levantar la operación militar, esta decisión aún puede realizarse; 2) comunica que la posición de los Estados Unidos es poco clara. No hay seguridad de que apoye a la Argentina; 3) con el bloque de países No Alineados, si bien partimos de una situación no favorable, podemos en un corto tiempo recomponerla y lograr su solidaridad en virtud de nuestra lucha antiimperialista.

En la tarde del mismo domingo 28 de marzo salía de Puerto Belgrano la flota que transportaba las tropas que ocuparían las islas Malvinas. Horas antes, Margaret Thatcher se había comunicado telefónicamente con su canciller lord Carrington para expresarle su ansiedad por la situación. El ministro le contó que le había enviado un mensaje al secretario de Estado de los Estados Unidos en el que le solicitaba su intervención como mediador. El martes 30 de marzo las tapas de los matutinos reseñaban una gran expectativa por una definición británica sobre lo que estaba sucediendo en el archipiélago Georgias del Sur, a pesar de que todavía no se sabía que una fuerza naval con infantes de Marina y miembros del Regimiento de Infantería 25 marchaba a ocupar las Malvinas.

La cuestión sobre una presunta reacción inglesa preocupaba a todos los niveles, mientras Costa Méndez en la intimidad sostenía que el Reino Unido no enviaría una fuerza para recuperar las islas. La fuerza argentina de ocupación, en el mayor de los secretos, había salido a recuperar las Islas Malvinas. Primero partió la flota de desembarco, luego lo haría la flota de guerra desde Puerto Belgrano. Simulaban ejercicios navales. El domingo 28 de marzo, el canciller Costa Méndez le escribió a su par británico: “Los sucesos que tienen lugar en la isla San Pedro de las Georgias del Sur, me ha movido a enviar este mensaje, con el propósito de disipar cualquier equívoco acerca de los motivos que inspiran a mi gobierno”. Después de un corto relato sobre las actividades de los argentinos desembarcados en Leith, el canciller argentino le aclaró a Peter Alexander Rupert Carrington que “esos territorios son considerados por la República Argentina como suyos y que la disputa de soberanía sobre ellos ha sido reconocida por las Naciones Unidas en sus resoluciones pertinentes. El Gobierno de Vuestra Excelencia ha aceptado la existencia de esta disputa de soberanía”.

Costa Méndez habla a la prensa en Naciones Unidas

El martes 30 de marzo de 1982, mientras la ciudad de Buenos Aires se encontraba fuertemente vigilada en vista de la manifestación sindical “Paz, Pan y Trabajo” que se iba a realizar esa tarde con la intención de llegar a Plaza de Mayo, el Comité Militar deliberó dos veces en el edificio Libertador. “Durante la primera reunión se resolvió que el general García fuera el Comandante de Teatro de Operaciones Malvinas. En la segunda reunión del Comité Militar (COMIL) el Jefe del Estado Mayor Conjunto, vicealmirante Leopoldo Alfredo Suárez del Cerro, “informó sobre la previsión meteorológica para el desembarco, expresando que el Comandante de Teatro de Operaciones Malvinas decidió que el 02 de abril a las 0000 horas fuera la fecha para iniciar las operaciones”, porque un temporal impedía realizar la operación el 1º de abril. La inteligencia inglesa advierte al gobernador Rex Hunt de los planes argentinos. EEUU también pone en alerta a Gran Bretaña. La primer ministro Margaret Thatcher ordena alistar la flota, que estaba en Gibraltar. A las 12:57 del 31 de marzo, la flota de mar pone rumbo al norte de las Malvinas y cortó las comunicaciones con el continente, ya no había vuelta atrás, cambió el curso de navegación, y dirigiéndose a Puerto Stanley, cambió el nombre de código: De “Operación Azul” pasó a “Operación Rosario”. La mayoría de los comensales de la cena del año 1952 ignoraban lo que se les avecinaba: el final del Proceso Militar y el comienzo del proceso democrático en la Argentina.

miércoles, 28 de mayo de 2025

Monte Longdon: Los silbidos de El Eternauta

Guerra de Malvinas: el conmovedor significado del chiflido que recuerda Juan Salvo en El Eternauta


Una usuaria de TikTok, cuyo padre estuvo en la guerra, contó la verdad sobre aquella escena que a simple vista podría pasar desapercibida.

Por Yasmin Ali || Canal 26



Malvinas en El Eternauta. Foto: Netflix

El Eternauta indiscutidamente se convirtió en el mayor éxito argentino del 2025, basada en el cómic de Germán Oesterheld y Francisco Solano López superó las expectativas y va camino a convertirse en algo de culto. Pero la serie protagonizada por Ricardo Darín tiene algunas diferencias significativas con la original, la más notoria: Juan Salvo es mayor y veterano de la Guerra de Malvinas.

En el cuarto capítulo se revela que peleó en combate. Más precisamente en Monte Longdon, la batalla más encarnizada y la que muchos definen como "la más definitiva". Además, se escucha una especia de chiflido que tiene un profundo significado entre los excombatientes.

Una usuaria de TikTok, @yaelmica, mostró una escena de la serie y el comentario de su padre, quien peleó en las islas, revelando un dato no tan conocido. El hombre le explicaba el significado detrás del silbido que escucha el protagonista: una señal que, en plena guerra, usaban entre soldados argentinos como contraseña.


Un excombatiente hablando de Malvinas en El Eternauta.
Video: @yaelmica_

Así fue Monte Longdon, la batalla más feroz

En el cuarto capítulo se revela que peleó en combate. Más precisamente en Monte Longdon, la batalla más encarnizada y la que muchos definen como "la más definitiva". Pero, ¿qué tanto sabemos de aquel enfrentamiento?

Era 11 de junio de 1982, la lluvia empapaba las trincheras argentinas mientras los soldados agotados se preparaban para lo inevitable. A lo lejos, un estruendo. La artillería británica abría fuego concentrando sobre Monte Longdon y la batalla más feroz estaba por comenzar.


Malvinas en El Eternauta. Foto: Netflix

Las explosiones destrozaban el suelo, el aire olía a pólvora y la tierra temblaba entre las rocas. Los paracaidistas británicas avanzaban en sigilo, pero un estruendo rompió el silencio: un soldado inglés pisa una mina argentina y el combate final comenzó. Los argentinos abrieron fuego, con todo lo que tienen, saben que deben resistir sin importar la superioridad enemiga.

Sin embargo, los defensores no retroceden y el Subteniente Baldini, luego de combatir a corta distancia, se niega a abandonar su puesto y muere liderando un contraataque. Momentos después, el cabo Orozco, quien estaba gravemente herido, sigue luchando con su bayoneta hasta el final. Pero el fuego británico se intensifica y la munición escasea.


Campamento argentino en Monte Longdon

El teniente Castañeda, con apenas 19 años, lidera un contraataque contra el temido Para 3 (la unidad especial británica). A grabada y fusil, logra recuperar una posición perdida y pareció que la batalla se vuelve a favor de los argentinos. Pero el bombardeo enemigo salva a la línea británica cuando estaba a punto de quebrarse.

Sin embargo, los defensores no retroceden y el Subteniente Baldini, luego de combatir a corta distancia, se niega a abandonar su puesto y muere liderando un contraataque. Momentos después, el cabo Orozco, quien estaba gravemente herido, sigue luchando con su bayoneta hasta el final. Pero el fuego británico se intensifica y la munición escasea.


Posición argentina antes de los ataques. Foto: argentina.gob.

El teniente Castañeda, con apenas 19 años, lidera un contraataque contra el temido Para 3 (la unidad especial británica). A grabada y fusil, logra recuperar una posición perdida y pareció que la batalla se vuelve a favor de los argentinos. Pero el bombardeo enemigo salva a la línea británica cuando estaba a punto de quebrarse.

La retirada resulta un infierno, sin cobertura y bajo un fuego constante. Los soldados argentinos se esforzaron para volver a sus líneas y los británicos, que imaginaban una victoria sencilla, estaban desconcertados tras sufrir gran cantidad de bajas y los altos mandos se dieron cuenta de que estuvieron cerca de perder. En total murieron 31 soldados argentinos y 120 fueron heridos, mientras que los británicos sufrieron 23 muertos y 70 heridos.

Aquella es la batalla que vuelve una y otra vez al recuerdo de Juan Salvo, quizás como una preparación de lo que está por enfrentar: volver a intentar salvar al país, esta vez de una invasión alienígena.

lunes, 16 de septiembre de 2024

Claromecó y su rol en el espionaje a las comunicaciones británicas

“Si nos captan la señal, bombardean”: el pueblo que “pinchó” las comunicaciones inglesas durante Malvinas

viernes, 19 de mayo de 2023

Condecoración: Cabo Mario Pacheco (EA)

CABO MARIO PACHECO -Ca Com Mec 10 - EA

Cumplir con eficiencia su misión de apoyo de comunicaciones durante las acciones ejecutadas por el Regimiento de Infantería 4 en monte Dos Hermanas, operando sus medios pese a la evidente detección del enemigo y al fuego intenso y preciso que se batía sobre su posición. Al ejecutar el repliegue y ser sobrepasado y rodeado durante la noche, combatir como infante produciendo bajas al enemigo, hasta reunirse finalmente con efectivos propios.


domingo, 28 de abril de 2019

LUT8 Canal Malvinas que transmitió en Puerto Argentino durante el conflicto

Guerra de Malvinas: 40 televisores en cuotas, el increíble plan de la Junta militar para "conquistar el corazón de los isleños"

LUT8 Canal Malvinas fue uno de los intentos más extraños de los militares para seducir a los pobladores locales durante el conflicto de 1982. La emisora que funcionó en las islas hasta poco antes de terminada la guerra transmitió el noticiero oficial "60 minutos" con José Gómez Fuentes, el especial "24 horas por Malvinas" conducido por Pinky y Cacho Fontana, y los programas cómicos de Porcel


Por Ignacio Montes de Oca | Infobae


 
La junta militar decidió instalar un canal de tevé en Malvinas para seducir a los isleños

El 3 de abril de 1982 se organizó una reunión de empleados en el estudio Nº 6 de Argentina Televisora Color, dentro del imponente complejo construido por los militares para el Mundial de Fútbol que Argentina había organizado en 1978.

Ese día, el General Antonio Llamas, el militar a cargo de la Secretaría de Información Pública Argentina, dio un encendido discurso a los empleados de la emisora. Les dijo que Canal 7 y sus trabajadores tendrían un papel importante dentro de los planes argentinos para "conquistar los corazones y mentes de los malvinenses".

El General les pidió que formularan en el menor tiempo posible un plan para montar un canal de televisión en Malvinas.

Tras algunos debates, los técnicos del canal recomendaron llevar a Malvinas un transmisor de 100 vatios con su antena (suficiente para cubrir la mayor parte de las islas), una cassettera U-Matic, una cámara portátil y algunas luces y micrófonos.

Pocos días después del 2 de abril llegaron a las islas los empleados de ATC con los equipos para armar la emisora de TV.

Instalaron sus dispositivos en el edificio de radio local. La mayor parte de los aparatos fueron donados por la Gobernación Militar de la provincia de Misiones.

Sin embargo, la cuestión principal era tener alguien que viera la señal en Malvinas porque en las islas no había casi ningún aparato de TV y los pocos aparatos existentes estaban encadenados a algunas videograbadoras que, de tanto en tanto, servían para ver alguna película llegada a las islas Malvinas en los barcos o aviones que las visitaban.

La Secretaría de Información obtuvo los permisos correspondientes para enviar 40 televisores hacia Puerto Argentino.

Aunque las prioridades de la guerra eran otras, el avión de la Fuerza Aérea Argentina recibió la orden de darle preferencia a la voluminosa carga de aparatos marca Zenith y Phillips que la gobernación usaría para intentar seducir a los malvinenses.

 
La asunción del nuevo gobernador de la islas, Mario Benjamín Menéndez, fue la primera transmisión, aunque solo se emitió el sonido de la ceremonia (foto del archivo del general Menéndez)

El siguiente problema era lograr que los isleños adquirieran los aparatos. Inicialmente se pensó en regalarlos, pero con buen criterio un funcionario observó que los isleños no aceptarían "dádivas" de los argentinos.

Finalmente se decidió vender cada televisión por 100 libras a pagar en cuotas mensuales de 10 libras más un anticipo de 20 libras al recibir el aparato. Dos civiles, Everto Caballero (el encargado de la oficina telecomunicaciones) y Ernesto Dalmau (técnico de la flamante sucursal de Radio Nacional) se encargaron de visitar las casas de los habitantes para convencerlos.

Una semana más tarde, habían logrado colocar la totalidad del stock de televisores.

-Nosotros sabíamos que solo debíamos pagar las primeras cuotas ya que pronto los argentinos se irían y el precio final del aparato sería más que razonable – cuenta Verónica Fowler, una maestra británica afincada en Malvinas.

El entonces soldado conscripto Roberto Rubén Rada, recuerda haber bajado los televisores de aviones que llegaron a las islas al inicio del conflicto. Cómo él, muchos soldados se preguntaron que tenían que ver aquellos televisores con el inminente conflicto que se estaba por desatar.

-¿De donde sacaron los argentinos que nos interesaba tener televisión? Queríamos que se fueran de vuelta al continente – recuerda un malvinense que en esos años rehusó aceptar la compra del aparato.

 
Finalizada la guerra, general Menéndez se quejó de los programas de tevé que se habían emitido en el canal argentino: dijo que él hubiera preferido que les enviaran conciertos de música clásica o folklore para “que no pensaran que éramos indios con plumas”.

Los técnicos a cargo de operar la estación del Canal 7 de Malvinas fueron Fernando Monetti y Eduardo Oderigo, dos empleados de ATC que se ofrecieron como voluntarios para viajar a la zona de conflicto.

Monetti se encargó de instalar la central de televisión en un local que anteriormente había pertenecido a la radio local Falklands Islands Broadcasting Service. Luego de un tiempo, Monetti fue reemplazado por Oderigo.

La primera emisión de prueba fue el 7 de abril cuando se transmitió la asunción del gobernador militar Mario Benjamín Menéndez, aunque solo se emitió el sonido de la ceremonia.

La emisión de Canal 7 Puerto Argentino se inició el 13 de abril de 1982 a las 18 horas. La transmisión comenzó desde ese día invariablemente con una imagen del Escudo Nacional y la música del himno argentino.

 
José Gómez Fuentes en el noticiero de ATC, “60 Minutos”

Luego, comenzaba el noticiero "24 Hours". Era un noticiario dirigido por dos personas que se dirigían a ellos hablando uno en castellano y luego el otro en inglés.

El que hablaba en castellano era Norman Carlos Powell, un argentino descendiente de ingleses que llegó a las islas el 5 de abril y que también hacia el informativo en la repetidora de Radio Nacional que se puso en funcionamiento en esos días.

En las emisiones de TV y junto a Powell, estaba el malvinense Patrick Watts, locutor de la radio local, quien encontró el modo de protestar cada vez que alteraba sutilmente el sentido de las noticias o corregir la sintaxis de Powell cuando el argentino hablaba en inglés. O cada vez que usaba términos rebuscados para no usar denominaciones argentinas de las islas y sus accidentes geográficos.

La transmisión de Canal 7 en Malvinas fue parte esencial de la propaganda argentina en las islas. Es recordado entre los malvinenses por las cuantiosas pérdidas británicas anunciadas en cada boletín, que contrastaban con la propaganda de la Radio BBC de Londres, en donde las pérdidas inglesas eran bajadas al mínimo y las argentinas aumentadas a niveles catastróficos.

 
Pinky y Cacho Fontana en las 24 horas por Malvinas

Al principio, en las 6 horas de transmisión del canal, de 18 a 24 horas y además del noticiero de Powell y Watts, se proyectaban programas populares de Buenos Aires como "La peluquería de Don Mateo" y "Polémica en el Bar". Luego se pasaban lo que algunos isleños recuerdan como "aparentemente infinitas cantidades de historietas de Tom y Jerry".

El General Menéndez dijo después de la guerra que él hubiera preferido que les enviaran conciertos de música clásica o folklore para "que no pensaran que (los argentinos) éramos indios con plumas".

Los partidos de fútbol fueron los que contaron con mayor audiencia, según recuerda el improvisado conductor televisivo de las islas, Patrick Watts, aun cuando se repetían una y otra vez el mismo encuentro.

Cuando llegó el mes de mayo, el noticiero bilingüe local fue reemplazado con una emisión del programa "60 Minutos" que conducía el periodista José Gómez Fuentes.

El comodoro Carlos Bloomer Reeve fue Secretario de la gobernación de Menéndez. Hoy retirado, recuerda el problema de los contenidos de las transmisiones:

-Lo que pasa que desde Argentina nos faltó el impulso de mantener programas. De Buenos Aires no venían programas que fueran de interés. Los malvinenses venía un partido de fútbol y había que verlos 5 o 6 veces. O alguna audición de algún cómico argentino que hablaba castellano y que no hablaba inglés y la gente se aburría de verlo. Pero eso fue lo único que se regaló… no se regaló – se corrige – se vendió para mantenerlos con su amor propio todavía activado.

 
El canal transmitía en inglés y en español

Entre las transmisiones memorables del canal que pudieron verse en Malvinas, estaba un resumen del festival "Las 24 horas de las Malvinas Argentinas" que se emitió el canal 7 de Buenos Aires el 9 de mayo de 1982 . Fue conducido por los populares conductores "Cacho" Fontana y Raquel "Pinky" Satragno.

Los militares a cargo del canal prepararon instantes de gran dramatismo dentro de la emisión para exaltar el espíritu bélico en la población. Ejemplo de esto fue el momento en que la viuda del capitán Giacchino, único oficial muerto el 2 de abril, donó frente a cámaras el cuchillo y la insignia que había llevado su difunto marido al morir.

Algunos malvinenses, recuerdan con particular irritación esa transmisión que según dicen les sirvió más para profundizar su inquietud que para estimular su afecto por la Argentina.

A modo de los modernos teletónes, numerosos artistas argentinos animaron el programa con cantos y actuaciones mientras los conductores relataban las inmensas cantidades de donaciones que eran acercadas por personas y empresas al canal.

Aunque el programa duró 24 horas, las donaciones se siguieron recibiendo en diferentes puntos del país por el resto de la guerra.

 
Un artículo periodístico informó sobre el daño de la antena de la emisora de tevé en las islas

El día de la rendición, se habían recaudado 570 millones de pesos argentinos y 38 millones de dólares. Además, habría que contabilizar numerosas cantidades de alimentos, medicamentos, obras de arte, joyas e indumentaria cuyo valor hasta el presente no fue aclarado.

Con el fin de las hostilidades, el producto del Festival fue repartido entre las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa y el resto fue colocado en un fondo que sirvió para asistir a los ex combatientes y sus familiares. Oficialmente, se recaudaron unos 300 billones de pesos argentinos; 4 billones fueron a para la gobernación de las islas. Cada una de las tres fuerzas retiró 83,4 billones. El resto, es decir, 45,9 billones, se destinó a la asistencia de los veteranos y sus familiares en la posguerra.

Una parte de los bienes recaudados fue rapiñada por civiles y militares mas interesados en hacer negocios que en ganar guerras. Es así como parte de las donaciones fueron desviadas al mercado.

En su momento fue famosa la historia de un niño que luego de comprar un chocolate en una localidad patagónica tras la guerra, encontró dentro del envoltorio una carta dirigida a un soldado en Malvinas. Algunos se justificaron diciendo que no había modo de hacer llegar la carga de donaciones a las islas. Otros, solo se escudaron en la tradición argentina de sacar partido cada vez que se presenta la ocasión. Lo cierto es que los conscriptos se quedaron esperando las inmensas cantidades de comida que les prometían desde el continente, mientras hurgaban en las raciones siempre escasas e intentaban abrigarse a la espera de esas miles de bufandas que se tejían ante las cámaras de los canales del continente.

Vamos a un corte

A medida que la guerra fue ganando en intensidad, la propaganda argentina en Malvinas se hizo menos sutil. La pantalla de Canal 7 Puerto Argentino fue ganando en anuncios triunfalistas mientras los pobladores locales observaban como recrudecían los ataques contra las posiciones argentinas.

Y en esas emisiones, comenzaron a aparecer advertencias de los militares acerca del uso de radios para pasar información al enemigo y sobre las consecuencias de asistir a infiltrados llegados desde la flota adversaria.

 
Las transmisiones del canal de Malvinas se interrumpieron poco antes de la rendición argentina

Para matizar, el conductor de LUT8 anunciaba enormes cantidades de aviones británicos abatidos, decenas de buques hundidos y averiados o pasaba revista de las poderosas defensas que protegerían a las islas de un desembarco.

John Smith es un malvinense que publicó tras la guerra su diario personal con sus vivencias del conflicto. El 7 de mayo apuntó en su diario que por la noche, luego de un ataque al aeropuerto de la capital, se emitió una película cómica tras el noticiero. "El noticiero, pienso, fue la mejor comedia", anotó ese día Smith.

Las transmisiones del canal de Malvinas se interrumpieron poco antes de la rendición argentina.

La antena de la estación fue dañada por un proyectil y, a causa de los bombardeos, en las horas de transmisión los malvinenses no pasaban la mayor parte del tiempo frente a la televisión sino refugiados en los sótanos de sus casas.

Eduardo Oderigo, el técnico de ATC, escapó de Malvinas en el último avión Hércules argentino que partió de las islas. Dejó abandonadas las instalaciones y el cartel de Canal 7, que hoy es exhibido en el Museo de Puerto Argentino.

Los malvinenses que habían comprado los televisores argentinos, quedaron debiendo 70 libras cada uno. Pero nadie les reclamó por la deuda.

Solo un cártel de recuerdo

Hoy, es casi imposible encontrar alguna de las viejas televisiones vendidas por los argentinos, salvo alguno de los ejemplares guardados en el museo local.

El sistema de transmisión llevado por los argentinos resultó ser incompatible con el que luego trajeron los ingleses desde la metrópoli.

En el museo de las islas se exhibe el cartel que fuera colocado en la puerta del canal. Dicen que hubo que rescatarlo de un poblador que quiso conservarlo como trofeo de guerra.

Verónica Fowler recuerda que apenas pudieron reemplazar aquellos aparatos por ser incompatibles con las normas británicas, los pobladores locales los destruyeron. Algunos los destrozaron con hachas y otros les dispararon una y otra vez como si fueran los soldados argentinos a los que nunca se atrevieron a enfrentar.

Tanta saña podría explicarse con la necesidad de dejar atrás la prueba que ellos también se abandonaron a la tentación de sentarse a ver la televisión en sus casa como lo hacían la mayoría de los ciudadanos del mundo, aunque ello significara permitir que entrara en sus hogares algo que provenía los militares argentinos que tanto dijeron odiar.

lunes, 18 de enero de 2016

Relatos británicos de la guerra (1)

La invasión de las Malvinas, por los que estaban allí
Hacerle té al enemigo; dormir en las trincheras; hacer nuevos amigos; enterrar a los viejos. 30 años después, testigos presenciales de la guerra de Malvinas mirar hacia atrás

The Telegraph



Como se le dijo a Nigel Farndale, Graham Bound y Nisha Lilia Diu 06 a.m. GMT 11 de marzo 2012

"Los argentinos estaban muy nerviosos acerca de las transmisiones '

David Pole-Evans, de 53 años, dirige una granja en la isla de Saunders, y durante la invasión ayudó a su difunto padre a transmitir inteligencia muy valiosa para las tropas británicas a través de la radio de onda corta
Mi padre, Tony, estaba haciendo dos cosas que los argentinos no le habría gustado durante la guerra. Él estaba operando una radio de baja potencia de alta frecuencia, en nuestra granja en la isla de Saunders, para recopilar información de otras granjas, y luego fue pasarlo a su amigo Les Hamilton en Escocia, utilizando la radio de onda corta. Le ayudé con el conjunto de VHF. Tuvimos una antena interna para esto, y operamos a las afueras de la banda normal, por lo que los argentinos eran poco probable a recogernos. Sé que estaban muy nerviosos acerca de las transmisiones y estaban tratando de detenerlos, pero no creo que alguna vez recogidos mi padre y Les en onda corta, de lo contrario se habrían dado la vuelta recta.
Helicopterista birtánico
Martin Elstow saluda a David Pole-Evans
Se ha reivindicado en el pasado que Les - a través de mi padre - fue la primera persona en el Reino Unido que saber sobre la invasión, y que fue él quien informó al Ministerio de Defensa. No estoy seguro de eso. Papá ciertamente nunca hizo tal afirmación, pero se hizo a sí mismo muy útil durante la ocupación. Había transmitir información sobre el número de tropas y ubicaciones y movimientos envío abajo del sonido [el canal entre las dos islas principales], y si conocía a otra isla había sido ocupada, tendría que pasar demasiado. Papá había dicho Les llamar a mi hermana en Yorkshire y obtener su nombre completo y fecha de nacimiento. Utilizaron esto como una clave. Al referirse a las letras y los números en esa combinación, podrían ponerse de acuerdo sobre frecuencias para cambiar a. Cuando tuvimos la información, Les llamaría por teléfono directamente a través de un número especial en el Ministerio de Defensa.
Papá dejó de ser radioaficionado después de la guerra, porque los argentinos causando estragos. Interrumpían constantemente las conversaciones, llamando a las islas como "Islas Malvinas".

lunes, 15 de diciembre de 2014

El lunfardo que confundía a los espías

Lunfardo de inteligencia militar



Suboficial Auxiliar Alvaro PORTAL (con pasamontaña),el 1° de mayo mirando hacia el Aeropuerto de Puerto Argentino -BAM MALVINAS; atrás la estación de Estudios de la Ionosfera que operaban científicos británicos antes de la guerra, en ese lugar se instalo el lugar desde donde se transmitía por radio todo tipo de tráficos y se filtraban las comunicaciones, hoy sabemos que ellos no solo escuchaban si no que tenían decodificador para poder descifrar los mensajes
Ahora Alvaro PORTAL nos cuenta .......

  1. En la casa (estación de radio inglesa) había mucho material de repuestos e instrumental de laboratorio- todo propiedad de los Ingleses.
  2. La información que pasaban los POAs nuestros luego de ser filtrada por nosotros se pasaba vía radio y/o teléfono directo al Puesto de Comando y C.I.C ( cada detección de vuelo sospechoso o movimientos detectados, en ocasiones ruidos sin vista del objeto en sí)
  3. El tráiler con los lanzadores lo trajeron armado,NO LO ARMARON EN ESE LUGAR.
  4. De los soldados del EA (solo sé que eran Granaderos) y hablaban perfecto inglés y colaboraban con nosotros haciendo escucha en todas las estaciones.

Una de las comunicaciones interceptadas a los británicos se refería a que los “Argentinos hablan cosas que no entendemos – Chancha (C 130)- Pucará (Cordobés)- Pala (Helicópteros)- Frecuencias como Pan de Azúcar- Mogote- Observatorio – Gigante, todas repetidoras y sus emplazamientos .,,,mucho lunfardo

A demás los cifrados que transmitíamos como te conté con un sistema propio. Evidentemente estos muchachos piratas en todo momento nos estuvieron escuchando.
5º El tráfico que se cursaba a C.Paz no era normalmente operativo, si novedades de personal de todas la FFAA, a Comodoro requerimientos de relevos nada muy importante; siempre cifrado.
Las estaciones que nos hacían QSP desde los EEUU eran de argentinos radio aficionados residentes en ese País (demás está decir que ponían en juego su estación y su libertad)
Gracias
BIGUÁ



Fuente: Sapucay de Malvinas