miércoles, 31 de marzo de 2021

El peor gobierno de la historia piensa remover todos los acuerdos en situación de completo desarme

Malvinas: el Gobierno argentino evalúa rescindir acuerdos históricos con el Reino Unido

Alberto Fernández buscaría dar un golpe de efecto en la opinión pública para intentar conquistar a un sector del electorado que le resulta esquivo: nacionalistas, ex combatientes y militares. Los pactos de Madrid (I y II) y la hoja de ruta Foradori-Duncan, en la mira de la Cancillería
Por Laureano Pérez Izquierdo || Infobae

Nota del editor: Independientemente de la opinión de los acuerdos de Madrid, no puede ser que está gente que todo lo que toca lo convierte en mierda se meta a mejorar esta situación.



El canciller Felipe Solá (que no sabe inglés) y el presidente argentino, el testaferro lobista Alberto Fernández, durante una gira. Ambos evalúan eliminar acuerdos estratégicos firmados hace 30 años con el Reino Unido

El gobierno de Alberto Fernández evalúa por estas horas ejecutar un golpe de efecto de consecuencias inciertas: rescindir definitivamente los avances bilaterales que se firmaron en los últimos 30 años en materia de relaciones diplomáticas entre la Argentina y el Reino Unido, vínculo roto tras la guerra de Malvinas de 1982 y recompuesto ocho años después.

La administración kirchnerista -bajo el consejo del Ministerio de Relaciones Exteriores- pretendería así ganar algo de simpatía en parte de la población, sobre todo en aquel público esquivo en el cual se cuentan militares, un núcleo afín de ex combatientes y sectores nacionalistas, de mayor sensibilidad sobre la soberanía de las islas.

Fuentes diplomáticas confirmaron a Infobae que el análisis del gobierno radicaría en utilizar la fecha de la recuperación de las Malvinas -2 de abril- para realizar el anuncio. Así se daría marcha atrás con los acuerdos de Madrid I y II (febrero de 1990) por los cuales se retomaron las relaciones diplomáticas entre ambos países. Gracias a ambos acuerdos, se conformó una comunicación continua de consulta entre Buenos Aires y Londres para normalizar los lazos y, en especial, la situación del Atlántico Sur. Además de cuestiones políticas y militares, el pacto abarcaba también temas referentes con la pesca y otros sectores económicos, para evitar litigios y conflictos futuros.

Por su parte, el entendimiento bilateral firmado el 13 de septiembre de 2016 y conocido como Foradori-Duncan -por los nombres del ex vicecanciller argentino Carlos Foradori y el ministro de Estado para Europa y las Américas de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Commonwealth, Alan Duncan- también está en la mira de Fernández y sus asesores más próximos. Que esa hoja de intenciones haya sido emitida durante la gestión de Mauricio Macri le permitirá al gobierno argentino imprimirle un sesgo de carácter épico a la decisión. En el Palacio San Martín ríen por lo bajo: “Van a derogar un comunicado de prensa”.

Sin embargo, cerca de la Casa Rosada se ilusionan: “Derogar esos acuerdos lo revindicaría (al Presidente) con los argentinos y, sobre todo, la Causa Malvinas. Es un acto administrativo que tiene una gran repercusión política para el mundo, para los militares y retirados argentinos, para los veteranos. Además, todo el pueblo nacionalista lo apoyaría”.

En despachos gubernamentales creen que pelearse en este momento con el Reino Unido es una buena idea. A esa estrategia se le suman los desaires a los Estados Unidos, Chile, Brasil y Uruguay, y a su cada vez mayor proximidad con Caracas. El último guiño fue el portazo al Grupo de Lima. Según los cálculos oficialistas, la movida podría fortalecer la identificación con el ala dura de la alianza gobernante a la que se agregarían nuevos sectores de la sociedad, en momentos en que se evidencia una crisis política profunda, falta de respuesta ante la pandemia, un debilitamiento institucional y una marcha alarmante de la economía.

Déjà vu nacionalista

Entre los argumentos que exponen los detractores del pacto, figuran que el documento firmado por el entonces gobierno de Mauricio Macri no pasó por el Congreso Nacional y que los puntos tratados solo favorecen a la posición británica y que por tal motivo debería derogarse. Dos de las voces que más se opusieron a este acuerdo son las de la ex senadora por Río Negro Magdalena Odarda -en el presente presidenta del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas- que presentó un proyecto de ley para derogarlo en 2019 y del secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus.

En septiembre de ese mismo año 2019, Filmus escribió una columna de opinión anunciando las que serían bases de su trabajo en la Cancillería: “Estamos convencidos de que en el próximo gobierno la Cuestión Malvinas volverá a ser una política de Estado. Con esa convicción, las argentinas y los argentinos seguiremos reclamando por la vía diplomática y pacífica nuestros derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, Georgias, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. El siglo XXI no da lugar a que continúen vigentes situaciones tan anacrónicas e injustas como el colonialismo”. El ex ministro de Educación reprochaba al saliente gobierno de Macri haberse sometido a los pedidos de la por entonces primera ministra Theresa May.

Andrés Cisneros, uno de los diplomáticos de mayor trayectoria de la Argentina, recordó a Infobae cómo se diseñaron los acuerdos alcanzados con el Reino Unido durante los primeros meses de la administración de Carlos Menem. En aquel entonces era el vicecanciller de Guido Di Tella. También explicó que gracias a esos tratados se consiguieron progresos en varias áreas, luego dinamitadas por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner y Macri.

Cisneros remarcó que si bien en el sector petrolífero no se registraron mejoras -por los altos costos de producción-, sí se consiguieron logros en recursos naturales pesqueros. “En pesca nos fue mejor, y por algunos años compartimos bastante equitativamente el recurso. Luego vino el kirchnerismo, cesó de aplicar el acuerdo y ahora los ingleses se llevan todo. La conexión aérea fue un progreso, luego torpedeado por las administraciones kirchneristas y mal rematado en el período de Macri”.

Para el embajador de carrera Roberto García Moritán, de confirmarse esta maniobra se pondría de manifiesto la “improvisación y falta de experiencia” en materia exterior de la actual cancillería. “Yo en estos temas tan sensibles como Malvinas prefiero la serenidad. Una relación tan compleja requiere de un momento de mayor tranquilidad, más que de agitar aguas y demoler, es más fácil que construir”, expresó en diálogo con Infobae.

García Moritán cree que no sería oportuna una rescisión de aquellos acuerdos, sobre todo los de Madrid. “Madrid I estableció la reanudación de las relaciones diplomáticas y consulares. ¿Se suspenden las relaciones diplomáticas?”, se preguntó. Además, se mostró preocupado por la posibilidad de que la toma de decisiones en cuestiones de política internacional estuviera manchada por temas domésticos. “Sería una pena mezclar temas locales con temas tan importantes”, advirtió.

Si ahora terminan cortando todo, los que van a celebrar son los ingleses: sus futuras entradas al continente ya no tendrán que ser a través de Argentina sino que podrán volar y comerciar aún más con cualquiera de nuestros vecinos”, dijo por su parte Cisneros. Para el ex hombre fuerte del Palacio San Martín “esta medida cancelatoria empalma como un guante con el resto de una política exterior aislacionista, patriotera y demagógica. Todo el mundo lo estaba esperando”.

Desde el Reino Unido, la potencial medida de la actual administración es vista como un déjá vu de la trágica decisión tomada por el ex dictador Leopoldo Fortunato Galtieri, quien ordenó la invasión a las islas hace 39 años. “Si el gobierno argentino deroga estos acuerdos representaría un serio paso para atrás en las relaciones entre los dos países y para las posibilidades de un acuerdo eventual”, dijo a Infobae el experimentado diplomático británico Dudley Ankerson, quien fuera miembro del Servicio Diplomático de Reino Unido de 1976 a 2006.

“Supongo que el presidente Fernández, bajo la influencia de CFK (Cristina Fernández de Kirchner), va a tratar de utilizar el tema de las Malvinas para distraer la atención del público de los problemas de su gobierno, igual a lo que hiciera Galtieri y la Junta en 1982″, remarcó el embajador mientras disfruta de sus vacaciones. Para Ankerson, “la mejor esperanza para la Argentina de conseguir la soberanía sobre las islas a largo plazo sería ganarse la buena voluntad de los isleños. Esto ha sido el caso siempre”. Sin embargo, la estrategia de la Casa Rosada en la actualidad se basaría en caminos más hostiles hacia sus habitantes.

Los acuerdos de Madrid

Desde tiempos inmemoriales, todo país que pierde una guerra comienza la recuperación tratando de reinstalar la situación previa a ella. (Raúl) Alfonsín no había puesto punto final al Estado de guerra y comenzamos por declararlo, por volver a mantener relaciones diplomáticas con el Reino Unido”, indicó Cisneros al hacer un balance de ese tiempo de estrategia exterior.

Cisneros recordó que en aquella época -tal como ahora- muchos protagonistas de la vida política argentina “seguían batiendo el parche del patrioterismo y la demagogia que a nada condujo nunca más que al engaño de la gente”.

Nuestra visión era que llegaríamos más rápido a un arreglo definitivo con los ingleses, satisfactorio para ambas partes si en lugar de insultarnos iniciábamos tareas cooperativas que exhibieran al mundo una actitud distinta de la de Galtieri y permitieran ir pavimentando el camino de esa solución definitiva”, subrayó. “Los acuerdos que ahora se amenaza cancelar fueron un intento en esa dirección. ¿Fueron perfectos? No. ¿Se pudo haber conseguido más? Tal vez, pero no se obtiene demasiado luego de una guerra iniciada por nosotros mismos y que, encima, perdimos”, añadió.

Hoy, esos avances están cerca de ser dinamitados por una nueva especulación coyuntural. La cancillería que conduce Felipe Solá busca exhibir un “logro” en la arena internacional con una maniobra que deterioraría las relaciones con el Reino Unido. Rescindir los acuerdos de Madrid dejaría al país a las puertas de la ruptura diplomática con Londres. Derogar un comunicado de prensa, un homenaje al teatro del absurdo. La original heterodoxia diplomática del gobierno de Alberto Fernández podría desembocar en un último empujón al aislamiento final al que se conduce la Argentina.

 

sábado, 27 de marzo de 2021

Técnicos franceses en Argentina (2/2)

“¿Quieres seguir enviando tu salario?”


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Nuestro testigo C.L. continúa informando nuestra estadía en Argentina para acercarnos a la guerra de las Malvinas (finales de 1981-principios de 1982).

Estuve allí en la ciudad de Bahía Blanca, cerca de la base naval Comandante Espora, desde noviembre de 1981 hasta fines de mayo de 1982, dice CL. El equipo de asistencia francés era de unas diez personas, cinco procedían de Dassault Aviation, que incluía al director de la misión, HC., un joven ingeniero de unos 35 años. Creo que fue su primera misión en el extranjero. Con él estaban dos ingenieros electrónicos y un mecánico, no sé quién era el quinto.
Entre los otros cinco técnicos, representé la parte Sagem, otra parte Snecma (reactor Atar 8K50), otra Thomson (radar Agave), otra punta para el banco Atec en Aeroespacial, luego otro para la parte Matra (misiles Magics) y luego un último para el simulador de vuelo Thomson, en este punto descubrí quiénes eran los militares argentinos. Los había visto un poco durante dos o tres semanas en Francia pero el primer día, el 16 de noviembre, fuimos convocados por el líder de la flota SuperEtendard, CF Colombo, quien había pensado que sería bueno invitarnos a su oficina.


Un escudo argentino: un Super Etendard, un misil antibuque bajo el ala, la mención "Islas Malvinas 1982" y la sombra de la muerte de fondo.

Siendo austral

Extranjeros franceses allá y Colombo pasando frente a ellos y haciendo grandes esfuerzos para explicar que todo lo que habíamos escuchado en Francia sobre Argentina eran solo mentiras, que nos dimos cuenta por nosotros mismos que Argentina era un país hermoso, que los argentinos estábamos dando la bienvenida a la gente y al final íbamos a tener una muy buena estadía.
Fue un poco duro como una bienvenida, sorprendente e inesperada. Sin embargo, estaba descubriendo todo eso. Tenía 24 años y la dictadura, no sabía qué era. Pero en general el ambiente en el hangar des SuperEtendard fue profesional y amable, la acogida y el trato que teníamos reservado fue bueno, incluso muy bueno.Me sentí bien.
Los cinco aviones llegaron en bote al puerto militar de Puerto Belgrano, cerca de la localidad de Punta Alta. Los otros nueve iban a seguir en 1982 pero, a causa de la Guerra de Malvinas en la primavera, el embargo pospuso su entrega hasta finales de 1982 o principios de 1983.
Así que nos pusimos manos a la obra, durante el verano austral y por el calor solo trabajábamos por la mañana. de 7 a.m. a aproximadamente 2 p.m. Estábamos todos en un taller junto al hangar Super Étandard y nos estábamos preparando para la implementación de los aviones, así como el mantenimiento, la asistencia, las reparaciones, a veces entrenamientos.
A fines de noviembre, los vuelos pudieron comenzar. Había una docena de pilotos y ellos volaban cada vez más. En diciembre volaron todo el tiempo: por la mañana y por la tarde, a veces por la noche. A fines de marzo de 1982, los argentinos iniciaron operaciones para reconquistar el archipiélago de las Malvinas. El lunes 29, el portaaviones argentino 25 de Mayo navegaba desde su puerto base, Puerto Belgrano. Tres aviones Skyhawk se unen para posible apoyo para futuras operaciones el 2 de abril (aterrizando en las islas); por supuesto, no estoy informado. Los Super Etendards al no estar operando en portaaviones, se quedaron en Espora.
Al día siguiente, tormentosas manifestaciones en varios pueblos y ciudades contra el gobierno militar que reprimieron muy duramente a los manifestantes, los vi por televisión. Eso me preocupaba. Viernes 2 de abril, día del desembarco argentino en Malvinas. Grandes y alegres manifestaciones en muchas ciudades de todo el país para apoyar la acción militar. Lo veo en la céntrica plaza Rivadavia de Bahia Blanca. El contraste con las protestas del 30 de marzo es duro, difícil de creer.
Los vuelos del Super Etendard comienzan sobre el mar, los pilotos llevan trajes de supervivencia para agua fría. Duplicaron la cantidad de vuelos. Estaban afuera todo el tiempo. Aquí es donde comenzaron los ejercicios en torno a sus dos de los Tipo 42 Hércules, el Hércules y el Santísima Trinidad, que son barcos hermanos ingleses Tipo 42 como el Sheffield. De la misma manera que los pilotos argentinos del Super Etendard entrenan alrededor de su Santísima Trinidad para hacer aproximaciones, diciendo "¿me ves, no me ves?", los pilotos franceses hicieron lo mismo con la flota inglesa que salía del Canal de la Mancha hacia el Atlántico Sur y pasaba por Bretaña.

AUTÓNOMOS Y AISLADOS

En Sagem también me había formado en equipos para instalar dos sensores en el armazón del portaaviones 25 de Mayo. Entre el 30 de marzo y el 5 de abril, un colega de Sagem, departamento de Marina, llegó a Bahía Blanca para ayudarme a instalar los sensores bajo el armazón del portaaviones y los cuadros eléctricos correspondientes cerca del NAV local. El barco ya no está en el puerto, nos preguntamos si mi colega debería quedarse a esperar su regreso .¿Cuán largo era? Por supuesto, el comandante de Puerto Belgrano, a quien había visto dos veces, se negó a decirnos. Pero insistió muy firmemente en que mi colega se quedara unos días más. Durante una muy breve entrevista telefónica con nuestra jerarquía Sagem, se decidió que mi colega se quede en el lugar aquellos días.



Cuando llegaron a Argentina, los técnicos franceses compraron un nuevo vehículo de motor, modelo Renault 18. La placa de acceso del coche de nuestro testigo C.L., en la base aérea naval de Espora.

Martes 6 de abril de 1982: Francia, Alemania y Canadá declaran un embargo a las exportaciones de armas a Argentina pero mi empresa, ni nuestro representante en Buenos Aires, ni la Embajada de Francia en Buenos Aires me informarán de lo que sea, o me recomendaron alguna conducta al respecto.

”En un momento, allá, mi jefe directo me pregunta desde Bretigny:“ ¿Quieres que te sigamos enviando el salario? ”Eso me sorprendió. Esto no sucedió durante una entrevista telefónica muy corta. En ese momento, sin haber entendido, dije: “¡Sí, es broma no?!” Fue después que entendí que le estaba pidiendo que regresara a Francia o si yo quería quedarme allí.
Éramos autosuficientes y estábamos aislados. No estábamos a la altura de Internet y el teléfono portátil. Probablemente fue difícil repatriar al equipo de soporte técnico. Al final, ¡no nos dijeron nada! No hubo ninguna llamada telefónica de Francia, nada, ni para preguntar qué estábamos haciendo o para ordenarnos regresar, ni para decirnos que nos quedemos en casa
Entre el 7 y el 9 de abril finalmente llegó el portaaviones 25 de Mayo a Puerto Belgrano y regresó a la base. Terminado el trabajo de instalación de los equipos de Sagem, luego mi colega del departamento de marina regresó a Francia.
Viernes 9 de abril (Viernes Santo): después de unos días en Puerto Belgrano, regresé a la Base Aeronaval Comandante Espora. Como de costumbre, voy directo al último hangar verde oscuro que alberga los aviones Super Etendard y me vuelvo a unir al equipo de asistencia técnica de Dassault. Es aquí donde me entrenan que, debido a un embargo, los especialistas de misiles Aerospatiale no vendrán de Francia para realizar las pruebas de validación del “Exocet” bajo los aviones ¿Cómo van a solucionar los argentinos este problema técnico?


Destructor Tipo 42 ARA "Santísima Trinidad" de origen británico en 1981

jueves, 25 de marzo de 2021

Técnicos franceses en Argentina (1/2)

Malvinas: técnicos franceses en Argentina

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CL. En 1981, un joven técnico en electrónica que se había formado en equipos aeroespaciales, se incorporó a la firma Sagem. "Allí", dice, "trabajé en el diseño de tarjetas electrónicas, en la arquitectura de aviación y en la integración de los sistemas inerciales de aviones de combate como el Mirage o Super Étendard, o de aviones civiles como el Airbus de AirFrance. el centro Cazaux, el centro de tiro aire-tierra de las Landas, aquí es donde conocí a los pilotos argentinos por primera vez ”. Argentina acababa de realizar un pedido a la firma Dassault de 14 aviones tipo SuperEtendard. Los pilotos de la fuerza aérea naval argentina estaban entonces en Francia para un entrenamiento, en las bases de Landivisiau (Finisterre) y de Cazaux. Sometida a un embargo de los Estados Unidos sobre la venta de armas, se volvió hacia Europa y, temiendo un embargo por parte de los europeos, pagó los aviones en efectivo a la firma del contrato. Durante el período 1976-1981, Argentina estaba entonces entre los cuatro mejores clientes de armamento francés ... "


Los cinco primeros Super Standard argentinos (timón azul y blanco) sobre la costa norte de Finisterre, en la primavera de 1981, acompañados de dos Super Standard de la Aeronavalr francesa.

OTRA PERSONA ...

C.L. viaja a Argentina el 15 de noviembre siguiente. ¿Por qué él ? El equipo de atención al cliente de la empresa está formado por una docena de personas en el sitio de Brétigny. Por lo tanto, los voluntarios de Sagem para ir al extranjero son raros. Un técnico mayor ya había sido enviado unos meses antes a la India para monitorear los aviones Jaguar. Nuestro testigo es, por lo tanto, el segundo técnico de Sagem en partir hacia la "gran exportación", en este caso a Argentina: "Yo era joven, era el La primera vez que fui a una misión y Sagemn no tenía a nadie más que a mí. Probablemente estaban felices de haberme reclutado para India y Argentina ... "De hecho, los Super Etendards franceses estaban equipados con sistemas Sagem ULISS 40, de la primera generación, mientras que en los dispositivos argentinos, es el sistema ULISS 80. , en general más modernos, menos pesados, más precisos, pero dotados, con poco o menos, de las mismas funciones. "Fui uno de los pocos en Sagem que conoció los sistemas ULISS 80 porque había participado en su integración en el banco de pruebas de laboratorio. optimizado con los especialistas en TI de Sagem, de acuerdo con los deseos de los pilotos de prueba de Dassault en Brétigny y Cazaux. Dassault Aviation, ya acostumbrada al sistema ULISS 40 pero sin conocer ULISS 80 y sin querer correr ningún riesgo en Argentina, había comprado a Sagem una asistencia técnica por 6 meses, que me había sido confiada ... "

PILOTOS ARGENTINOS FORMADOS EN LANDIVISIAU

El vicealmirante Paul Habert recuerda la formación de los pilotos argentinos en Francia, de marzo a julio de 1981. El entrenamiento de los pilotos argentinos en Super Étendards se llevó a cabo en la base aeronáutica de Landivisiau, en el segundo destacamento NAVFCO (compañía naval de entrenamiento y asesoramiento) comandado por el teniente comandante Paul Habert (acababa de dejar el mando de la flotilla). 14F). Le apoyaban tres pilotos: el LVJosa y Delaboudinière y el EVRoussin. En París, CV Corti, responsable de la misión de adquisiciones, y CF Lavezzo, oficial del programa argentino Super Etendard, liberado en la aeronave en febrero de 1980, supervisaron la operación. Todo el personal argentino fue comandado en Landivisiau por uno de los diez pilotos a entrenar, CC Colombo. El destacamento NAVFCO, ubicado en las instalaciones de la flotilla de paso, vecino a las del escuadrón 57S, recibió apoyo de la base y más particularmente de la flotilla 14F que suministró los aviones para los pilotos instructores (los argentinos volaban en sus aviones , cinco en número). El primer lanzamiento tendría lugar el 1 de abril de 1981 en la persona de CC Colombo (el último - EV Mayora - fecha del 16 de abril). El curso de la formación se interrumpió levemente tras las elecciones presidenciales del 10 de mayo de 1981, cuando el nuevo presidente quiso revisar todos los contratos de venta de armas en el exterior. Finalmente fue posible reanudar los vuelos a finales de mayo.



16 de abril de 1981, en la base Landivisiau (entre Brest y Morlaix): celebramos el "lanzamiento" del EV Mayora (durante la Guerra de Malvinas disparará un misil Exocet contra la flota inglesa). En el centro, por estos pilotos argentinos: el CC Habert. Al fondo: el Super Étendard argentino registrado como 2-A-201

PROGRESO RÁPIDO

Los pilotos argentinos, con una buena experiencia aeronáutica, progresaron rápidamente sin encontrar mayores problemas. El entrenamiento acelerado, impartido en francés, les permitió adquirir todas las capacidades de la aeronave en aire-aire, ataque terrestre y asalto marítimo, todos los pilotos, asimilando fácilmente todos los aspectos de las capacidades de la aeronave. acababan de adquirir, mostraron un espíritu y una voluntad de progreso que hicieron que el trabajo de sus instructores fuera particularmente gratificante. Los mecánicos argentinos tuvieron un poco más de dificultad para progresar (más dificultad para comunicar sus necesidades). Sin embargo, el equipo de mecánicos franceses, supervisado por el LV Le Bihannic, se dedicó con gran dedicación a su formación y a actuar como intermediario entre ellos y sus pilotos. La formación finalizó a principios de julio, los aviones se incorporaron a Cazaux, antes su transporte a Argentina. Los pilotos habían demostrado una gran habilidad en la ejecución de las misiones. No teníamos dudas sobre su capacidad para utilizar con éxito su nuevo sistema de aviones y armas. Sin embargo, solo pudimos adivinar un año después. , se encontrarían, en las Malvinas, enfrentando a un adversario que no imaginaban en ese momento. Durante este conflicto, fue particularmente interesante observar que las tácticas de ataque marítimo que les habían enseñado resultaron particularmente efectivas.

domingo, 21 de marzo de 2021

Portaaviones: HMS Venerable (futuro V2 25 de Mayo) y HMS Implacable


HMS Implacable y HMS Venerable (al fondo)

HMS Venerable R63 y HMS Implacable R86


HMS VENERABLE

HMS Venerable (R63)

  • Pedido: 7 de agosto de 1942
  • Constructor: Cammell Laird
  • Número de astillero: 1126
  • Establecido: 3 de diciembre de 1942
  • Botado: 30 de diciembre de 1943
  • Asignado: 17 de enero de 1945
  • Retirado: abril de 1947
  • Destino: Vendido a los Países Bajos el 1 de abril de 1948
  • Carrera (Holanda)
  • Nombre: HNLMS Karel Doorman (R81)
  • Homónimo: Karel Doorman
  • Adquirido: 1 de abril de 1948
  • Asignado: 28 de mayo de 1948
  • Retirada: 29 de abril de 1968
  • Montaje: 1955-1958
  • 1965-1966
  • Destino: Vendido a Argentina el 15 de octubre de 1968
  • Carrera (Argentina)
  • Nombre: ARA Veintcinco de Mayo (V-2)
  • Homónimo: Fecha de la Revolución de Mayo
  • Adquirido: 15 de octubre de 1968
  • Asignado: 12 de marzo de 1969
  • Retirado: 1997
  • Fuera de servicio: Inoperable en 1990
  • Montaje: 1969
  • Puerto base: Base Naval de Puerto Belgrano
  • Destino: piezas de repuesto proporcionadas para NAeL Minas Gerais y el resto se desechó en 2000

Créditos de las fotografías: Colección de Alan Green, Vic Australia





HMS IMPLACABLE

  • Carrera (Reino Unido)
  • Establecido: 21 de febrero de 1939
  • Botado: 10 de diciembre de 1942
  • Asignado: 28 de agosto de 1944
  • Retirado: 1 de septiembre de 1954
  • Identificación: Número de banderín: R86
  • Destino: Desechado en Inverkeithing en 1955
  • Características generales
  • Clase y tipo: Portaaviones de clase Implacable
  • Desplazamiento: 23,825 toneladas estándar
  • 32,624 toneladas a plena carga
  • Longitud: 766,5 pies (233,6 m)
  • Manga: 95,75 pies (29,18 m)
  • Calado: 29 pies (8,8 m)
  • Propulsión: Turbinas de vapor (8 calderas Admiralty de 3 tambores, 4 ejes, turbinas con engranajes Parsons), 148.000 shp.
  • Velocidad: 32 nudos (59 km / h)
  • Alcance: 11.000 millas náuticas (20.000 km) a 14 nudos (26 km / h)
  • Complemento: 1.400 (incluido grupo aéreo)
  • Armamento: 8 × cañones navales gemelos QF de 4,5 pulgadas
  • 48 × QF 2 cañones navales
  • 27 × cañones Oerlikon de 20 mm
  • Aviones transportados: 81 en 1945 con un parque de cubierta permanente

Historia


Fue depositada en Fairfields Shipyard en Clydeside tres meses después de que su barco hermano Indefatigable y estaba claramente destinado a la Flota Británica del Pacífico una vez que funcionó. Su primer oficial al mando fue el capitán Lachlan Mackintosh de Mackintosh, pero fue reemplazado en la promoción por el capitán Charles Hughes-Hallett antes de navegar hacia el Lejano Oriente.

Al entrar en servicio, el nuevo portaaviones atacó al acorazado alemán Tirpitz a fines de 1944. El 27 de noviembre de 1944, aviones Fairey Barracuda del portaaviones bombardearon dos barcos noruegos que transportaban prisioneros de guerra aliados, matando a 2.571 a bordo del Rigel, uno de los mayores desastres marítimos. nunca. Aparentemente, los barcos fueron confundidos con transportes de tropas alemanas.

Aviones Avengers, Seafires y Fireflies de la Royal Navy Fleet Air Arm avistados en la cubierta del portaaviones HMS Implacable calientan sus motores antes de despegar. Otras unidades de la flota británica se pueden ver al fondo.
El Implacable llegó a Sydney el 8 de mayo de 1945 (Día V-E). Se unió al escuadrón de portaaviones de la flota británica del Pacífico como reemplazo de Illustrious, que debía regresar al Reino Unido para una reparación importante.

Entre otros tipos de aviones, Implacable operaba el Fairey Firefly, el Supermarine Seafire y el Grumman Avenger.
Su primera operación como parte del BPF fue contra los aeródromos japoneses en Truk en las Islas Carolinas.
El barco permaneció en aguas del Pacífico después del final del conflicto, convirtiéndose en el buque insignia de Sir Philip Vian cuando asumió como vicealmirante BPF por un período. Regresó al Reino Unido a tiempo para el Victory Parade.

Escuadrones llevados


30 Ala de caza naval: 800 NAS, 801 NAS (1943-1945)
8. ° Grupo aéreo de transportistas: 801 NAS, 828 NAS, 880 NAS, 1771 NAS (1945 en adelante)
En marzo de 1945 transportó 81 aviones: 48 Seafires, 21 Avengers y 12 Fireflies.

Créditos de las fotografías: Colección Allan Green, Vic Australia

Detalles: Wikipedia

Ship Spotting

miércoles, 3 de marzo de 2021

Las ambiciones globales británicas chocan con la realidad

La ambición global se encuentra con la realidad para el Reino Unido

William James || War on the Rocks




A pesar de los comentarios diarios sobre las divisiones dentro del Gabinete y el Partido Conservador en general sobre la futura relación de Gran Bretaña con la Unión Europea, el gobierno ha sido notablemente coherente sobre cómo el Reino Unido debería orientarse después del Brexit. Al asumir el cargo en junio de 2016, el secretario de Relaciones Exteriores Boris Johnson expuso su visión de Gran Bretaña como un "gran actor mundial". Desde entonces, la noción de "Gran Bretaña global" ha llegado a dominar la narrativa del gobierno. El concepto ha ocupado un lugar destacado en los principales discursos de política exterior del primer ministro y fue uno de los temas centrales de la Conferencia del Partido Conservador el mes pasado. Sin embargo, ¿qué significa exactamente "Gran Bretaña global"? ¿Constituye la base de una gran estrategia, un nuevo rol en el mundo, o es simplemente un “esfuerzo de marca engañoso”?

El Reino Unido ya tiene una mano fuerte en términos de poder blando a través de instituciones como el British Council y el BBC World Service, así como centros de investigación y universidades líderes en el mundo. Entonces, ¿en qué se diferencia el concepto de una "Gran Bretaña global" del statu quo? La respuesta radica en parte en el comercio. Después de todo, la capacidad de lograr nuevos acuerdos de libre comercio con países en desarrollo de todo el mundo fue uno de los argumentos clave del arsenal de la Campaña de Abandono. Sin embargo, más allá de sus connotaciones comerciales y de poder blando, es fundamental comprender cómo "Gran Bretaña global" significa un cambio en la postura de alianza del país, así como el uso de sus activos de poder duro. La primera declaración de Gavin Williamson como nuevo secretario de Defensa lo sugiere. Al reemplazar a Michael Fallon la semana pasada, dijo:

[A] medida que dejamos la Unión Europea y forjamos una nueva Gran Bretaña global, la defensa tiene la oportunidad de profundizar viejas amistades y contribuir a construir nuevas en todo el mundo.

Por lo tanto, "Global Britain" se trata de revitalizar el papel extraeuropeo del Reino Unido y significa nada menos que un regreso "al este de Suez". Tales sentimientos huelen a “imperio 2.0” para algunos comentaristas, mientras que otros han cuestionado si el Reino Unido tiene la influencia para jugar un papel global. La última crítica tiene más mérito que la primera, pero aún resta importancia a la fuerza de la mano de Gran Bretaña y su alcance en todo el mundo.

Gran Bretaña es uno de los pocos países que cuenta con una red mundial de alianzas. De hecho, una de las razones por las que siempre ha sido el "socio incómodo" en Europa es porque ha mantenido estrechos vínculos con varias antiguas colonias y dominios en el otro extremo del mundo. Hay apetito por "más Reino Unido en el extranjero", como se dice que dijo el secretario de Estado John Kerry en junio del año pasado. Del mismo modo, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, expresó su esperanza en 2012 de que el Reino Unido "reapareciera en términos de participación en el fortalecimiento de la seguridad de Asia".

Desde entonces, se han establecido diálogos ministeriales anuales y se han realizado ejercicios militares conjuntos. Varios de los estados del Golfo también apoyan un mayor papel británico en su región. El gobierno de Cameron dio varios pasos en esta dirección y la Royal Navy ha restablecido una base naval permanente en Bahrein. El concepto de "Gran Bretaña global" tiene el potencial de basarse en iniciativas de este tipo pero, para que tenga éxito, los políticos de alto nivel y los funcionarios públicos deberán lograr un equilibrio sostenible entre los objetivos deseados y los recursos finitos del país. Esto implicará una priorización despiadada y un pensamiento a un gran nivel estratégico.

"Gran estrategia" no es un término que aparezca con frecuencia en el léxico de la política exterior del Reino Unido. El último gobierno laborista y las dos administraciones lideradas por los conservadores han preferido en cambio delinear "estrategias de seguridad nacional". En algunos sectores, la gran estrategia se considera "arrogante" y "asociada con el imperio". Ciertamente no tiene por qué ser así y esta última afirmación se basa, hasta cierto punto, en una mala interpretación de la historia. Todos los estados llevan a cabo una gran estrategia, ya sea que elijan reconocerla o no, y con diversos grados de éxito. Hal Brands, al canalizar a Trotsky, observó con ironía: "Puede que no le interese la gran estrategia, pero la gran estrategia sí le interesa".

Los responsables de la toma de decisiones se enfrentan inevitablemente a compensaciones sobre los objetivos y prioridades en competencia de su país y sobre cómo asignar los recursos en consecuencia. Los juicios que hacen se basan en sus percepciones de los intereses vitales, principales y periféricos del estado. Este es el quid del gran pensamiento estratégico. Brands argumenta de manera convincente que la gran estrategia presta "estructura al arte de gobernar de un país" al proporcionar la "arquitectura intelectual" para la política exterior de un estado, sin la cual sus políticas parecerían ad hoc y reaccionarias. Los funcionarios tienen que lidiar con un entorno nacional e internacional en constante evolución y, por lo tanto, deben revisar periódicamente sus evaluaciones sobre cómo proteger o promover al estado.


Intereses primarios

Muchos críticos creen erróneamente que hacer una gran estrategia implica adherirse rígidamente a un plan de cinco o diez años. Pero parafraseando al general prusiano Helmuth von Moltke, "ningún plan sobrevive al primer contacto con el enemigo". Por lo tanto, los grandes estrategas astutos se adaptarán al entorno nacional e internacional en constante evolución. Esto prácticamente significa que los objetivos del estado pueden cambiar con el tiempo y sus recursos ciertamente lo harán. Esto está ampliamente en línea con la interpretación de Lawrence Freedman del concepto como un viaje:

    … Con cada paso de un estado de cosas a otro, la combinación de fines y medios será reevaluada. Se descartarán algunos medios y se encontrarán otros nuevos, mientras que algunos fines quedarán fuera de su alcance incluso cuando se presenten oportunidades inesperadas.

La gran estrategia involucra a los funcionarios al más alto nivel de gobierno que clasifican los objetivos e intereses vitales, principales y periféricos de su país, así como a evaluar continuamente la mejor forma de interactuar con otros estados y desplegar sus propios recursos finitos para proteger o promover estos objetivos e intereses. Por lo tanto, debería verse como un proceso o una forma de pensar, más que como algo escrito en piedra. Se puede hacer bien cuando los medios y fines de un estado están equilibrados (una gran estrategia coherente) y se puede hacer mal cuando esta combinación de evaluaciones y capacidades es insostenible (una gran estrategia defectuosa).

A medida que tome forma el concepto de "Gran Bretaña global", los líderes británicos se enfrentarán a tales compensaciones, dado que la mayoría de las alianzas bilaterales rara vez son gratuitas. Por ejemplo, la profundización de las asociaciones con estados que tienen un historial cuestionable en materia de derechos humanos socava la posición moral y el poder blando de Gran Bretaña. Los funcionarios también deben ser conscientes de los peligros de involucrarse en la política regional. Hablar de más ejercicios militares conjuntos con Japón, por ejemplo, tiende a provocar una respuesta fría de China, un país que se encuentra en la cima de la lista de deseos de acuerdos de libre comercio de Theresa May. Las nuevas alianzas o el fortalecimiento de las existentes deben basarse en una fría valoración del “interés nacional”. Como se mencionó anteriormente, esto implicará una evaluación seria de qué intereses y valores son de importancia vital, principal y periférica. Se deben priorizar determinadas relaciones, reconociendo las compensaciones involucradas. Además, algunos valores y normas del orden internacional basado en reglas, como la libertad de navegación, deberán estar por encima de otros.

Los planificadores de defensa también deben tener en cuenta el exceso de esfuerzo, particularmente en un momento en el que el presupuesto de defensa parece estar listo para pasar por el quirófano una vez más. Los pedidos de equipo militar estadounidense, como el avión de combate F-35B y el avión de patrulla marítima P-8A Poseidon, están absorbiendo una parte cada vez mayor del gasto del Ministerio de Defensa debido a la caída del valor de la libra esterlina desde la votación del Brexit. el pasado junio. El gobierno se ha embarcado en una “revisión de capacidad” para asegurarse de que tiene recursos suficientes para cumplir con los compromisos establecidos en la Revisión de seguridad y defensa estratégica de 2015. Este enfoque parece sensato a primera vista. Como se indicó anteriormente, garantizar que haya un equilibrio sostenible entre los medios y los fines y los fines y los medios es la esencia del pensamiento estratégico responsable y coherente. Sin embargo, el peligro es que los funcionarios se fijen en los "ahorros por eficiencia" y mantengan sus compromisos mientras dejan de lado las capacidades. Sin embargo, el efecto de la depreciación de la libra en el presupuesto de defensa podría ser solo una muestra de lo que vendrá si las negociaciones del Brexit fracasan o la economía se estanca. En última instancia, la capacidad de mantener un ejército capaz y de espectro completo depende de tener una economía fuerte.

La actual escasez de mano de obra en la Royal Navy también es muy preocupante, teniendo en cuenta que es probable que la dimensión militar de la estrategia de "Gran Bretaña global" esté centrada en la marina. La Royal Navy se ha visto obligada recientemente a desmantelar anticipadamente el portaaviones HMS Ocean para ayudar a tripular los nuevos portaaviones de la clase Queen Elizabeth. Aparte de estas consecuencias temporales en la capacidad, los portaaviones, una vez que estén operativos, convertirán a Gran Bretaña en uno de los pocos estados con alcance militar global. Se está reconfigurando un puerto en Omán para atracar estos enormes barcos capitales, y los ministros han sugerido que el HMS Queen Elizabeth será enviado a Asia en su primer despliegue. Algunos temen que los retrasos en las adquisiciones limitarán la cantidad de F-35B británicos disponibles para su viaje inaugural, pero el Cuerpo de Marines de los EE. UU. estará recuperando los números al menos a corto plazo. Es fácil ser cínico al respecto, pero estos operadores fueron diseñados específicamente teniendo en cuenta la interoperabilidad.

La presencia de una fuerza de ataque de portaaviones británica en el Golfo subrayaría el compromiso de Gran Bretaña con sus alianzas más allá de Europa. El Reino Unido es uno de los defensores más acérrimos del orden internacional basado en reglas, que es tan esencial para su continua prosperidad, así como la de su aliados. Los transportistas pueden ser el mordisco detrás de los ladridos de Gran Bretaña cuando se trata de la gobernanza de los bienes comunes globales. Por supuesto, esto sería valioso para los Estados Unidos, ya que busca reequilibrar sus activos militares hacia el Pacífico, al tiempo que mantiene una posición capaz en el turbulento Oriente Medio.

Más allá del Golfo, Gran Bretaña sigue enviando pequeñas cantidades de activos militares al Océano Índico para participar en ejercicios conjuntos con Australia, Nueva Zelanda, Malasia y Singapur. Los Acuerdos de Defensa de las Cinco Potencias, que se firmaron en 1971 después de que la mayor parte de las fuerzas británicas se retiraran de la región, ayudan a apuntalar la seguridad del sudeste asiático. Dada la importancia creciente de esta área para la economía global, la participación de un portaaviones en estos ejercicios sería una de las mejores formas de demostrar la mayor determinación de Gran Bretaña de garantizar la estabilidad regional e internacional.

Sin embargo, existen límites para el lado del poder duro de la "Gran Bretaña global". Los portaaviones necesitan protección suficiente y un Grupo de Trabajo Marítimo, incluso complementado con barcos aliados, extenderá la flota de superficie de la Royal Navy al límite. El Reino Unido tiene actualmente 13 fragatas Tipo 23 y seis destructores Tipo 45, pero no todos están disponibles al mismo tiempo, dada la necesidad de reparaciones, así como la defensa doméstica. Aquellos que se despliegan están dispersos por el mundo y desempeñan una variedad de funciones, desde patrullas contra la piratería frente al Cuerno de África hasta la defensa de las Islas Malvinas. La Royal Navy también está llamada a ayudar en las operaciones de socorro de emergencia a raíz de desastres naturales, como lo demostró acertadamente recientemente el portahelicópteros HMS Ocean en el Caribe.

Sin embargo, ha habido una creciente preocupación durante el último año de que algunos de los viejos Type 23 sean dados de baja antes de ser reemplazados por las fragatas Type 26 y Type 31e. Los Type 23 se retirarán a razón de uno por año a partir de 2023, pero no se espera que el primer Type 26 esté operativo hasta mediados de la década de 2020. Más recientemente, ha habido una oleada de especulaciones de que varios Type 23 podrían venderse antes de 2023, como parte de la revisión de capacidad en curso. Tal movimiento socavaría gravemente el impacto naval de la "Gran Bretaña global".

Incluso si asumimos el escenario optimista, que el número de fragatas no desciende por debajo de 13, la Royal Navy aún tendrá que concentrar su flota de superficie en el Grupo de Trabajo Marítimo a expensas de otras áreas. Esto crea más problemas, ya que un grupo de trabajo de transportistas, obviamente, solo puede estar en un lugar a la vez. La capacidad de Londres para cumplir con sus compromisos de alianza puede entrar en duda si dos crisis, provocadas por el hombre o de otro tipo, estallan simultáneamente. Por lo tanto, tener una red mundial de alianzas podría resultar ser un albatros alrededor del cuello de la "Gran Bretaña global".

Si los rumores que circulan en Whitehall deben tomarse al pie de la letra, los Royal Marines también pueden perder 1.000 efectivos, junto con sus barcos de asalto anfibio, el HMS Albion y el HMS Bulwark (uno de los cuales debe mantenerse en puerto de todos modos debido a lo mencionado anteriormente). escasez de mano de obra). Independientemente de su visión de la "Gran Bretaña global", el gobierno debe cumplir sus compromisos con la seguridad del norte de Europa. Cortar la única fuerza de combate del Reino Unido en clima frío enviaría un mensaje equivocado a los aliados escandinavos del país, entre otros.

Las compensaciones y contradicciones inherentes a la "Gran Bretaña global" se relacionan con un punto más amplio sobre la identidad de Gran Bretaña y su elusiva búsqueda de un papel. Desde la famosa afirmación de Dean Acheson de que el Reino Unido "había perdido un imperio y aún no había encontrado un papel", no ha habido escasez de políticos británicos que intentan articular el lugar de su país en el mundo. En 1975, James Callaghan declaró que los británicos eran los "constructores de puentes", una idea de la que más tarde se hizo eco Tony Blair en su discurso de "poder fundamental" de 1999. "Gran Bretaña global" es sólo la última versión de esta tendencia. El problema es que las concepciones de los roles nacionales son a menudo demasiado imprecisas y difíciles de medir, particularmente una tan expansiva como la "Gran Bretaña global". Es difícil ver cómo los planificadores pueden conciliar ese papel en la relación crucial entre medios y fines. Por ejemplo, no está claro si el logro de ese papel es el objetivo de la gran estrategia nacional o del gobierno, o el medio para lograr fines convencionales como la prosperidad y la seguridad. "La búsqueda de un papel único", escribió una vez Christopher Hill, es "como la búsqueda del Santo Grial" y puede ser "una distracción fatal para los políticos con responsabilidades".

El nuevo secretario de Defensa y sus colegas enfrentan algunas decisiones difíciles sobre cómo desplegarán los limitados recursos diplomáticos y militares del país para construir o profundizar alianzas más allá de Europa. Inevitablemente habrá que hacer concesiones, lo que requerirá un pensamiento estratégico a gran escala. Los responsables de la toma de decisiones deben centrarse en cuestiones específicas y ubicarlas en el contexto de los intereses y recursos del país. Para Petar la búsqueda de roles grandiosos que impiden un pensamiento estratégico coherente podría no ser el curso de acción más sabio.