jueves, 24 de noviembre de 2016

Rugby sin fronteras: Uniendo a veteranos anglo-argentinos

El recuerdo de Malvinas: la película que une a veteranos argentinos e ingleses
“El camino del encuentro” es un filme que logró reunir a ex combatientes de la guerra de 1982. El rugby fue el factor común
Por Fernando Taveira - Infobae



No se trata de ninguna ficción basada en hechos reales. Iluminados por el fuego, la dama de hierro ó Fuckland fueron otros materiales audiovisuales que no lograron captar la emoción que genera  El camino del encuentro.

Ideada por la fundación Rugby sin froteras, el documental se basa en la búsqueda de la unión entre dos pueblos que fueron separadas por un conflicto bélico y político. Como le explicó uno de los directores a Infobae, "la idea fue describir cómo funciona la sociedad allá". Sebastián Palacios fue uno de los realizadores del filme y en el estreno reconoció: "Buscamos la manera de contar la situación más allá de la guerra. En la actualidad hay que entender cómo repercute todo lo que pasó y buscar un cambio de culturas para frenar la agresión entre ambos países".



El material tiene una carga emotiva tan intensa que es imposible retener las lágrimas. Escenas en las que ex combatientes se unen para disputar un partido de rugby y reciben la bendición del Papa demuestran que el amor es más poderoso que cualquier arma.



"El respeto es fundamental para lograr algo así. Como sociedad no podemos sacar nada bueno si no le preguntamos a los isleños qué piensan. Es importante decir que la guerra no fue cosa del pasado porque la guerra sigue hoy. Ellos tienen ese acontecimiento vivo todo el tiempo y es interesante conocer esa perspectiva", dijo Lino Palacios, el otro director que estuvo a cargo del rodaje.



Con testimonios de los protagonistas que alguna vez se enfrentaron entre trincheras, la película muestra el sentimiento que le produce a los veteranos de guerra volver a las Malvinas. Diálogos reales en donde se manifiestan cosas como "la envidia de no haber participado en el combate cuerpo a cuerpo" y la "porquería que significa la lucha innecesaria", el filme destaca que "en las Falklands, todo lo que concierne a la Argentina representa un problema".



Por lo tanto, la honorable misión que cumplió Bautista Segonds, presidente de Rugby sin Fronteras, representó un paso enorme hacia la unión de dos pueblos que quedaron enfrentados por decisiones políticas. Como lo resumió Lino Palacios: "Cuando fuimos en el 2009 hubo un grupo de isleños que se sumaron a jugar al rugby de manera milagrosa, pero la política de ambos países destruyó eso".

domingo, 20 de noviembre de 2016

Pistola silenciada Welrod

Armas del SAS - Pistola Silenciada Welrod
Elite UK Forces




La primera vez que se puso en servicio durante la Segunda Guerra Mundial, se rumorea que este arma de acción de bolas de diseño británico aún está en el arsenal del Regimiento y ha sido llevado a la guerra al menos tan recientemente como la Guerra del Golfo de 1991.

El Welrod es un arma de un disparo que requiere que el operador de ciclo manualmente las rondas a través de una acción de perno. La capacidad del compartimiento es de 5 9mm (en el Mk1) o .32 ACP (Mk2) rondas. Debido a su simplicidad mecánica y supresor integrado, el Welrod es extremadamente silencioso cuando se dispara - tal vez la pistola más silenciosa jamás producida. El rango efectivo es corto, sin embargo.



El Welrod fue diseñado para los agentes del Ejecutivo de Operaciones Especiales Británicos (SOE) para su uso en cuartos extremos cercanos, p. Asesinatos Lo más probable es que tenga un papel similar dentro del Regimiento, así como usos militares más tradicionales como neutralizar a los centinelas. Al menos una Welrod fue tomada por columnas del Land Rover del SAS en Irak durante la Tormenta del Desierto con ese uso en mente.


sábado, 19 de noviembre de 2016

Al final fue culpa del pelotudo británico

Top Gear: el aeropuerto dice que el conductor británico mintió
Representantes del aeropuerto de Stuttgart afirmaron que Jeremy Clarkson ignoró los llamados para abordar el vuelo. El "empleado argentino" que supuestamente lo insultó en realidad era español.
Perfil



 Jeremy Clarkson perdió un vuelo en Stuttgart, Alemania

Un escándalo se desató en el aeropuerto de Stuttgart cuando Jeremy Clarkson, conductor del polémico programa británico Top Gear, denunció que perdió un vuelo por culpa de un supuesto empleado argentino que lo insultó. "Soy argentino, así que fuck you", habría dicho esa persona, según el relato de Clarkson.
 
Sin embargo, la versión del aeropuerto es muy distinta. En un comunicado, el Flughafen Stuttgart aseguró que el británico ignoró reiterados llamados para abordar su vuelo con destino a Londres. Y el empleado que le negó el acceso a la aeronave resultó ser español, y desmintió haberlo insultado.

"El señor Clarkson y su equipo perdieron reiteradas llamadas en el vestíbulo mientras el resto de los pasajeros ya habían abordado", afirmó la compañía de servicios terrestres de Stuttgart, en un comunicado reproducido por el diario británico Independent.

"Por política de la aerolínea, después de cierto tiempo de ausencia, el equipaje se baja del avión y las personas que faltan son retirados de la lista de pasajeros. Desde este punto, no hay chance de abordar, incluso si los pasajeros aparecen", agregaron.
 
En el texto se menciona que el comportamiento personal del empleado mencionado en el artículo "no conforma nuestra visión de atención al cliente" y prometió investigar el caso en particular. "Sabemos de antemano que el empleado mencionado es español, no argentino".

Clarkson había denunciado que Manuel Pereira, el trabajador en cuestión, les comentó a otros empleados del aeropuerto que él y sus compañeros estaban ebrios, algo que el conductor desmintió. "Tuvimos que tomar un vuelo de easyJet a Gatwick, pero de todos modos el de British Airways estaba demorado", contó. "Así que llegamos más temprano. Inglaterra 1, Argentina 0. Otra vez", desafió.

La mala relación de Clarkson con Argentina se remonta a 2014. Ese año, él y su equipo de la BBC llegaron para realizar el programa Top Gear, aunque alardeando con un auto con patente ‘H982 FKL', que recordaba el año y siglas (en inglés) del lugar de la guerra. Más tarde, intentó explicar que se trataba de una "mera coincidencia" y que no tenía intención de provocar. En 2015, la BBC no le renovó su contrato por un ataque físico y verbal a uno de sus compañeros de trabajo, que lo dejó hospitalizado.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Empleado argentino le hace pasar mal momento a Pelotudo Real

Un argentino se tomó revancha del conductor de Top Gear por Malvinas
Se trata de Jeremy Clarkson, ex conductor de Top Gear. El programa había causado problemas durante su visita a la Patagonia
Infobae


Manuel Pereira y Jeremy Clarkson

La polémica visita de los conductores del programa Top Gear a la Argentina en 2014 dio pie a un conflicto que al parecer aún no se terminó de cerrar. El ex presentador del popular show de autos, Jeremy Clarkson, denunció que un empleado aeroportuario que se identificó como argentino lo insultó y no le permitió tomar el vuelo de regreso a Londres.

El incidente se produjo en el aeropuerto de Stuttgart. Clarkson, James May y Richard Hammond, quienes antes conformaban el histórico trío en la BBC, habían viajado a Alemania para filmar un episodio de The Ground Tour, la serie que se estrenará este viernes en Amazon Video.

Todo iba bien, contó Clarkson, hasta que los tres llegaron a la puerta de embarque: en ese momento supieron que había un problema. Un empleado aeroportuario, identificado como Manuel Pereira, les dijo que habían perdido el vuelo. Clarkson le retrucó que la hora era la indicada. A lo que Pereira respondió: "Soy argentino, así que fuck you".



Jeremy Clarkson

"El pequeño gusano ignorante nos hizo perder el vuelo y pagará por ello", aseguró el inglés, y reveló que "la Policía dijo que es un crimen de odio y que sería arrestado".

La rivalidad que mantienen los ex Top Gear con parte del público argentino nació en 2014, cuando el equipo visitó la Patagonia para filmar un episodio. Uno de los autos que utilizaron, un Porsche 928 GT, tenía la matrícula "H982FLK". Un grupo de personas interpretó la leyenda como una provocación vinculada con la Guerra de Malvinas y apedreó a los ingleses.


Manuel Pereira

En declaraciones a The Sun, Clarkson denunció que Pereira les comentó a otros empleados del aeropuerto que él y sus compañeros estaban ebrios, algo que el conductor desmintió. "Tuvimos que tomar un vuelo de easyJet a Gatwick, pero de todos modos el de British Airways estaba demorado", contó. "Así que llegamos más temprano. Inglaterra 1,  Argentina 0. Otra vez", desafió.

Por su parte, el empleado se defendió de las acusaciones del periodista. Manifestó que no es argentino sino español y negó que haya proferido algún insulto: "Nunca diría algo así. No fui agresivo: fui educado y profesional".

Clarkson fue removido del equipo de la BBC luego de que las autoridades de la cadena corroboraran que el conductor agredió a uno de sus productores física y verbalmente en un hotel de Yorkshire, en Reino Unido.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Senado aprueba nuevo régimen previsional para VGM

La Cámara alta aprobó la ley del nuevo sistema previsional para los veteranos de Malvinas
La iniciativa fue aprobada en general, sin discusión y por unanimidad con 58 votos afirmativos
La Nación


Es ley el nuevo régimen previsional especial para los ex soldados combatientes de Malvinas. Foto: Prensa Senado

El Senado aprobó por unanimidad y convirtió en ley el proyecto por el cual se establece un régimen previsional especial y "de carácter excepcional" para los ex soldados combatientes de la guerra de Malvinas.


La iniciativa, llegada en revisión desde la Cámara Baja, fue aprobada en general, sin discusión y por unanimidad del pleno de la Cámara Alta, por 58 votos afirmativos.

La norma establece un régimen Previsional Especial de Carácter Excepcional y Optativo "para los ciudadanos que cumplan con la condición de Ex Soldado Conscripto Combatiente de las Fuerzas Armadas y de Seguridad que hubieren participado en las acciones bélicas desarrolladas entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 en el Teatro de Operaciones Malvinas (T.O.M) o hubieren entrado en efectivas acciones de combate en el área del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (T.O.A.S.)".

También lo extiende a "los civiles que se encontraban cumpliendo funciones de servicio o apoyo en los lugares, circunstancias y entre las fechas antes mencionadas".

La ley dispone que los beneficiarios tendrán que "acreditar la condición de ex soldado conscripto combatiente y/o civil, mediante la certificación establecida en el artículo 1° del Decreto N° 2634/90, actualizada al momento de solicitar el beneficio donde deberá constar fehacientemente las condiciones anteriormente mencionadas" y "haber cumplido cuarenta y ocho (48) años de edad al momento de solicitar el beneficio".

También, dispone que "el haber de la prestación será lo que surja de la suma promedio total de la remuneración de los últimos 12 meses menos los descuentos de los valores efectuados en concepto de Aportes Previsionales, INSSJyP, Obra Social y Ansal" y que "en ningún caso el haber resultante podrá ser menor que el equivalente a dos (2) jubilaciones mínimas del Sistema Integrado Previsional Argentino".

"Quienes a la fecha de publicación de la presente Ley se encuentren gozando de una prestación por otros regímenes diferentes al establecido por la Ley 24241, podrán optar por el presente beneficio siempre y cuando se encuentren alcanzados en lo establecido en el Artículo 1° de la presente norma", sostiene más adelante el articulado, para luego indicar que "esta prestación resulta compatible con el goce de la Pensión Honorífica para Veteranos de la Guerra del Atlántico Sur, creada por Ley 23848 y sus modificatorias, las leyes 19101 y 24310 y los beneficios de carácter no previsional otorgados por leyes Provinciales, Municipales o de la C.A.B.A".

miércoles, 16 de noviembre de 2016

RI 4: El bautismo de fuego de la Compañía A

Regimiento de Infantería 4: Bautismo de fuego Compañía "A"


Día 01 de mayo de 1982, Amanece en las Islas Malvinas, radiante y especial mañana, en los profundo del mar se divisa con absoluta claridad, los mástiles de las fragatas británicas, la Task Force, comienza a mostrar los dientes del león imperialista, sendos ataques con cañones de su buques, los Sea Harriers como aves de rapiña se lanzan a la caza, explota Puerto Argentino y los montes cercanos, un helicóptero enemigo, sumado a los aviones, ataca posiciones de defensa de la Sección y Grupo apoyo de la Compañía de Infantería “A”, del RI 4, los aguerridos soldados del 4 de línea, repelen el ataque con fuego reunido de armas portátiles y de apoyo de fuego tipo lanzacohetes Instalaza, ametralladora MAG 12,7 mm.



Los Cabos Primeros de infantería, Roberto Avalos y Ramón Eugenio Córdoba, bajo el mando del Teniente Primero Infantería y J Ca I “A”, Alejandro Cesar Mougthy, cumplen su primera misión de combate en forma sobresaliente, sus muchachos, los valerosos y arrojados soldados, han actuado a la altura de las circunstancias. Se produce el BAUTISMO DE FUEGO del RI 4 a cargo de la gloriosa C. I. “A”.

A 28 Años de este histórico hecho, Gracias a DIOS por ubicarme en el momento y lugar indicado, Honor y Gloria a los Soldados Argentinos que Lucharon, Luchan y Lucharán por la Soberanía Nacional Argentina mas allá de los limites de las posibilidades.
“Cuando el clarín de la patria llama…hasta el llanto de la madre calla”

VICENTE PABLO CORDOBA
PRESIDENTE
CENTRO DE VETERANOS DE GUERRA DE MALVINAS AVA ÑARO (INDIOS BRAVOS) MONTE CASEROS – CORRIENTES.

domingo, 13 de noviembre de 2016

Armada Argentina: Transporte clase Costa Sur

Transportes clase COSTA SUR 
B4 ARA Bahia San Blas, B3 ARA Canal Beagle y B2 ARA Cabo de Hornos



Desplazamiento: 10.894 Tn. a plena carga, porte bruto 7.838 Tn. y 6.800 Tn de porte neto. Capacidad cámara frigorífica 210 m3.
Dimensiones: 119,9 x 17,5 x 7,49 (mts).
Propulsión: 2 motores Diesel Sulzer 6 ZL 40/48, 6.400 HP, 2 hélices.
Velocidad: 16,3 Nudos; económica 12 nudos.
Tripulación: 40 Hombres.

Capacidad como transporte BAHIA SAN BLAS y CABO DE HORNOS
1 pluma de 1,5 Tn; 3 grúas "Liebherr", 1 de 5 Tn, para bodega Nº 1 y 2 de 12,5 Tn cada una, y para bodegas Nº 2 y 3 (Hasta 25 Tn en géminis). Máxima carga a granel 6.300 Tn. Volumen de carga 9856 m3.

CANAL DE BEAGLE
Tiene algunas diferencias, posee 2 plumas de 1,5 Tn. cada una. 3 grúas "Liebherr", 1 de 5 Tn. para bodega Nº 1 y 2 de 20 Tn. cada uno, para bodegas Nº 2 y 3 que trabajando en paralelo levantan 40 Tn.




Comentarios
El "Bahía San Blas" y el "Canal de Beagle" son los primeros buques de la Armada Argentina que llevan esta denominación, que se ajusta a las normas en vigor, para las unidades del tipo transporte que estipula que deben llevar el nombre de accidentes geográficos, canales, estrechos, etc., en aguas argentinas. Las tres unidades fueron asignadas al actual Servicio de Transportes Navales a partir de 1978; sus rutas de navegación son en general a todos los puertos patagónicos y del litoral fluvial, transportando cargas diversas.

El "Bahía San Blas" participó en 1989 en la Antártida en las operaciones de preservación de contaminación y salvamento en la zona de Puerto Arturo, tras el hundimiento del transporte polar A.R.A. "Bahía Paraiso".
En 1991, participó durante el conflicto del Golfo Pérsico, transportando elementos de ayuda humanitaria, como víveres, agua, trigo, etc. En 1992 trajo de regreso 4 lanchas patrulleras de nuestra Armada que habían participado para las Naciones Unidas en el Golfo de Fonseca, Honduras.

El "Cabo de Hornos, también integró en 1992 la Fuerza de Paz de las Naciones Unidas, al transportar a Yugoslavia tropas del Ejército Argentino. Es el segundo buque de la Armada que lleva este nombre.

El "Canal de Beagle" transportó lanchas patrulleras al Golfo de Fonseca, Honduras y extrajo hidrocarburos del buque A.R.A. Bahía Paraiso, evitando así la polución marina al igual que su similar,el "Bahía San Blas".




ARA Bahía de San Blas

Transportando material para las maniobras UNIDEF 2011

En el puente

El ARA Cabo de Hornos fue el transporte de los primeros AMD Super Etendard del COAN en 1981

Otra foto del 201 en las bodegas del Cabo de Hornos

Otra foto del ARA Bahía de San Blas


martes, 8 de noviembre de 2016

FAA: Adiós al "Trucha" Varela



Adiós a uno de los máximos héroes tucumanos de la guerra de Malvinas
A los 68 años murió el ex capitán Carlos "El Trucha" Varela, quien mostró su coraje durante el combate ocurrido en 1982. Reconocimiento.

La Gaceta


EN LO MÁS ALTO. Carlos "El Trucha" Varela luchó en Malvinas / FOTO TOMADA DE FACEBOOK.COM | 


El capitán Carlos "El Trucha" Varela, uno de los máximos héroes tucumanos de la Guerra de Malvinas falleció este jueves a los 68 años tras haber sufrido hace unas semanas un accidente cerebrovascular. Según contaron sus familiares, el aviador estaba saliendo a flote, pero tuvo un infarto y no resistió. Fue despedido entre familiares y amigos.

En una entrevista que "El Trucha" le dio a LA GACETA en junio de 2007, el aviador contó cómo fue su última misión en la guerra de las Malvinas:

El 13 de junio de 1982, Varela, junto al comodoro Antonio "El Tony" Zelaya y al capitán Luis "El Tucu" Cervera, partieron desde la base de San Julián para atacar objetivos terrestres en el monte Dos Hermanas, en la isla Soledad. Fue esta la última misión de los tucumanos en la guerra de las Malvinas, ya que al día siguiente el Ejército argentino firmaba la rendición.

"Nos tiraron con todo", recordó Varela, en una entrevista. Aseguró que, de las siete misiones que participó, esa fue la más difícil. El estuvo al frente de la escuadrilla "Chispa", mientras que el capitán Zelaya dirigió a la "Nene". Durante la recarga de combustible, en el aire, el avión de Zelaya chupó combustible, se recalentó la turbina y tuvo que regresar. Cervera asumió como jefe y se puso detrás del grupo de Varela. Sólo siete aviones siguieron en vuelo rasante sobre el mar, una táctica que siempre sorprendió a las tropas inglesas.

Varela precisó que cuando llegó a la isla, subió por una lomada y se encontró de frente, en la cima, con un soldado inglés a quien casi le arrancó la cabeza con el avión. Comentó que cuando se repuso del encontronazo, vio al frente cientos de soldados, transportes pesados y helicópteros.

"El comandante Jeremy Moore (quien estuvo al frente de las tropas inglesas en Malvinas) dijo en un reportaje a la revista Siete Días que esa fue la jornada en la que más miedo tuvo, porque lo atacaron siete Mirage. "Se equivocó, porque éramos siete A4B", aclaró con orgullo "El Trucha".

Varela precisó que, al ver las tropas inglesas, aceleró a fondo y ordenó tirar las 12 bombas. El tucumano remarcó que en su huida disparó con sus cañones a los helicópteros y a todo lo que se le cruzó en el camino. "Hasta que alguien me gritó: ¡Chispa uno... eyección!", dijo con vos firme. Uno de los pilotos vio cómo un misil se dirigía al avión de Varela y a los gritos le pidió que se eyectara para no sufrir el inminente impacto.

"Sentí el sacudón y solté los tanques de combustible. El avión comenzó a temblar y la temperatura de las turbinas llegó al máximo", detalló. "Bajé la potencia, logré reducir la temperatura y dejé la isla en vuelo rasante para evitar los Sea Harrier", señaló.

Precisó que cuando quiso ascender, el avión comenzó a temblar. "En ese momento pensé en eyectarme en tierra, pero me acordé de los gurkas. Entonces bajé la potencia un 2%, que es demasiado para estos aviones, y me alejé de la isla", confesó.

Detrás de la escuadrilla de Varela venía Cervera con dos aviones más. "El Tucu" recordó que divisó un número mayor de tropas y ordenó a sus pilotos que descargaran todo el material explosivo, luego de lo cual dejaron atrás un campo envuelto en fuego y humo. En la huida, precisó, se encontró de frente con un helicóptero Sea King y le disparó con los cañones.

El militar destacó que nunca olvidará ese momento porque pudo ver hasta el casco celeste del piloto inglés. Cervera guarda el mejor de los recuerdos del alférez Guillermo Dellepiane, porque le salvó la vida."Guarda Tucu, un misil por la derecha... por la derecha, me gritó El Piano -era el apodo del alférez-. Giré 90 grados y eyecté los tanques suplementarios, viré hacia la derecha y vi pasar al misil".

Pero la tensión no se disipó. "Cuando tomé rumbo a San Julián, me encontré de frente con una fragata", contó con la misma sorpresa de hace 25 años. "Dije: ahora sí me la dan. Porque no tenía ni una piedra para disparar". Y se jugó a su suerte. "Empecé a virar cuando estaba a unos 100 metros. Miré de reojo por los espejos retrovisores esperando que me lanzara el misil. Y... no me tiró", contó con la misma alegría de aquel momento.

El 13 de junio, los nervios no tuvieron paz. Dellepiane avisó que tenía poco combustible, porque un proyectil ihabía impactado en el tanque, que comenzó a derramar combustible a chorros. Preguntó a sus compañeros qué hacer: eyectarse o buscar el reabastecedor. "Yo le dije, porque era un gran amigo, Piano encomendate a Dios y decidí vos qué querés hacer", comentó Cervera.

"El Trucha" Varela recordó que ordenó silencio y como el oficial más veterano le dijo a "El Piano" que él ya sabía lo que se debe hacer en esta situación. El joven piloto tomó la decisión de buscar el Hércules.

"¡Tengo 100 libras, la puta que los parió... dónde está el Hércules!, gritó por radio", relató Cervera. "Le respondí: ¡quedáte tranquilo pendejo que llegás! Hasta que dijo que tenía cero combustible y, entonces, se produjo un silencio aterrador".

Cervera contó que, en ese instante, Dellepiane divisó al Hércules y se lanzó en picada para insertar su caña a la manguera. "¡Enganché Tucu, enganché, la puta madre!, me dijo por radio. ¡Bien pendejo!, le respondí con una alegría inmensa", destacó con la misma emoción.

Llegaron a San Julián con el último aliento. Cervera lo hizo con cero combustible; "El Piano" colgado del Hércules; al capitán Varela el motor del avión se le clavó y aterrizó en una arriesgada maniobra. "Vinieron todos hechos mierda, pero vivos", destacó "El Trucha" con la misma satisfacción de aquel 13 de junio.

El ex capitán Carlos "El Trucha" Varela, uno de los máximos héroes tucumanos de la guerra de Malvinas, falleció el jueves a los 68 años tras haber sufrido hace unas semanas un accidente cerebrovascular. Según contaron sus familiares, el aviador estaba saliendo a flote, pero tuvo un infarto y no resistió. Fue despedido entre aplausos y lágrimas.

En una entrevista que Varela le dio a LA GACETA en junio de 2007, contó, entre otras cosas, cómo fue su última misión en la guerra de las Malvinas:

El 13 de junio de 1982, Varela, junto al comodoro Antonio "El Tony" Zelaya y al capitán Luis "El Tucu" Cervera, partieron desde la base de San Julián para atacar objetivos terrestres en el monte Dos Hermanas, en la isla Soledad. Fue esta la última misión de los tucumanos en la guerra de las Malvinas, ya que al día siguiente el Ejército argentino firmaba la rendición.

"Nos tiraron con todo", recordó Varela, en la entrevista. Aseguró que, de las siete misiones que participó, esa fue la más difícil. El estuvo al frente de la escuadrilla "Chispa", mientras que el capitán Zelaya dirigió a la "Nene". Durante la recarga de combustible, en el aire, el avión de Zelaya chupó combustible, se recalentó la turbina y tuvo que regresar. Cervera asumió como jefe y se puso detrás del grupo de Varela. Sólo siete aviones siguieron en vuelo rasante sobre el mar, una táctica que siempre sorprendió a las tropas inglesas.



Varela precisó que cuando llegó a la isla, subió por una lomada y se encontró de frente, en la cima, con un soldado inglés a quien casi le arrancó la cabeza con el avión. Comentó que cuando se repuso del encontronazo, vio al frente cientos de soldados, transportes pesados y helicópteros.

"El comandante Jeremy Moore (quien estuvo al frente de las tropas inglesas en Malvinas) dijo en un reportaje a la revista Siete Días que esa fue la jornada en la que más miedo tuvo, porque lo atacaron siete Mirage. "Se equivocó, porque éramos siete A4B", aclaró con orgullo "El Trucha".

Varela precisó en aquella oportunidad que, al ver las tropas inglesas, aceleró a fondo y ordenó tirar las 12 bombas. El tucumano remarcó que en su huida disparó con sus cañones a los helicópteros y a todo lo que se le cruzó en el camino. "Hasta que alguien me gritó: ¡Chispa uno... eyección!", dijo con vos firme. Uno de los pilotos vio cómo un misil se dirigía al avión de Varela y a los gritos le pidió que se eyectara para no sufrir el inminente impacto.

"Sentí el sacudón y solté los tanques de combustible. El avión comenzó a temblar y la temperatura de las turbinas llegó al máximo", detalló. "Bajé la potencia, logré reducir la temperatura y dejé la isla en vuelo rasante para evitar los Sea Harrier", señaló.

Precisó que cuando quiso ascender, el avión comenzó a temblar. "En ese momento pensé en eyectarme en tierra, pero me acordé de los gurkas. Entonces bajé la potencia un 2%, que es demasiado para estos aviones, y me alejé de la isla", confesó.

Detrás de la escuadrilla de Varela venía Cervera con dos aviones más. "El Tucu" recordó que divisó un número mayor de tropas y ordenó a sus pilotos que descargaran todo el material explosivo, luego de lo cual dejaron atrás un campo envuelto en fuego y humo. En la huida, precisó, se encontró de frente con un helicóptero Sea King y le disparó con los cañones.

El militar destacó que nunca olvidará ese momento porque pudo ver hasta el casco celeste del piloto inglés. Cervera guarda el mejor de los recuerdos del alférez Guillermo Dellepiane, porque le salvó la vida."Guarda Tucu, un misil por la derecha... por la derecha, me gritóEl Piano -era el apodo del alférez-. Giré 90 grados y eyecté los tanques suplementarios, viré hacia la derecha y vi pasar al misil".

Pero la tensión no se disipó. "Cuando tomé rumbo a San Julián, me encontré de frente con una fragata", contó con la misma sorpresa de hace 25 años. "Dije: ahora sí me la dan. Porque no tenía ni una piedra para disparar". Y se jugó a su suerte. "Empecé a virar cuando estaba a unos 100 metros. Miré de reojo por los espejos retrovisores esperando que me lanzara el misil. Y... no me tiró", contó con la misma alegría de aquel momento.

El 13 de junio, los nervios no tuvieron paz. Dellepiane avisó que tenía poco combustible, porque un proyectil ihabía impactado en el tanque, que comenzó a derramar combustible a chorros. Preguntó a sus compañeros qué hacer: eyectarse o buscar el reabastecedor. "Yo le dije, porque era un gran amigo, Piano encomendate a Dios y decidí vos qué querés hacer", comentó Cervera.

"El Trucha" Varela recordó que ordenó silencio y como el oficial más veterano le dijo a "El Piano" que él ya sabía lo que se debe hacer en esta situación. El joven piloto tomó la decisión de buscar el Hércules.

"¡Tengo 100 libras, la puta que los parió... dónde está el Hércules!, gritó por radio", relató Cervera. "Le respondí: ¡quedáte tranquilo pendejo que llegás! Hasta que dijo que tenía cero combustible y, entonces, se produjo un silencio aterrador".

Cervera contó que, en ese instante, Dellepiane divisó al Hércules y se lanzó en picada para insertar su caña a la manguera.

"¡Enganché Tucu, enganché, la puta madre!, me dijo por radio. ¡Bien pendejo!, le respondí con una alegría inmensa", destacó con la misma emoción.

Llegaron a San Julián con el último aliento. Cervera lo hizo con cero combustible; "El Piano" colgado del Hércules; al capitán Varela el motor del avión se le clavó y aterrizó en una arriesgada maniobra. "Vinieron todos hechos mierda, pero vivos", destacó "El Trucha" con la misma satisfacción de aquel 13 de junio.

domingo, 6 de noviembre de 2016

Dos intentos de invasión a Tierra del Fuego

“Los ingleses intentaron invadir Tierra del Fuego dos veces”
Oscar Mastropierro es ex integrante del Batallón de Infantería de Marina número uno, y actualmente se desempeña como profesor de geografía en la ciudad de Tandil.
Political News




Si bien durante la guerra que mantuvo nuestro país contra el Reino Unido por las Islas Malvinas, Mastropierro no fue enviado al frente de combate, permaneció en Tierra del Fuego, un lugar que, como él afirma, “ocurrieron cosas importantes que la gente desconoce”.

En la siguiente entrevista nos cuenta como fueron sus días integrando el BIM 1 mientras duró el conflicto, y los sucesos más importantes que ocurrieron en el continente.veterano 2

– ¿Qué fue lo primero que pensaste cuando te dijeron que debías ir a la guerra?

– No sabíamos nada. Nosotros estábamos en la Base de Infantería de Marina “Baterías” que está ubicada en Punta Alta, al lado de Puerto Belgrano. Desde ahí, el 28 de marzo salieron las fuerzas de desembarco con todos los soldados que llegaron a Malvinas con barcos, submarinos, porta aviones, y nadie se enteró a que iban. Para nosotros era común salir de campaña al campo para hacer ejercicios militares cada quince días. Ya era habitual el movimiento de aviones, anfibios, tanques y helicópteros, por eso pensamos que nos mandaban a hacer maniobras a la Patagonia. El dos de abril, sorpresivamente, nos enteramos que se había declarado la guerra por las islas.



– ¿Cómo fueron los días previos al comienzo de la guerra?

– El 20 de marzo nos empezaron a armar. Nos daban ropa nueva apta para la zona sur, borceguíes, fusiles, y entre los días 21 y 25 de ese mes hicimos viajes para traer armamento, pero como eso era común, pensamos que se preveían maniobras de entrenamiento en la Patagonia. Durante todo el mes de abril, cuando mis compañeros vuelven tras haber tomado las islas se veía que todo iba empeorando. Empezamos a tener práctica de tiro todos los días, entrenamiento de combate personal, lanzamiento de granadas y manejo de ametralladoras, hasta que, entre el 19 y el 30 de abril nos llevan en varios vuelos a Tierra del Fuego, aunque tampoco sabíamos para donde nos iban a mandar.

– ¿Cuáles eran las actividades que realizaban diariamente en el continente?

– Patrullábamos por la isla, hacíamos guardia, vigilábamos los puentes, custodiábamos y ayudábamos a minar la base naval de Río Grande. Además, como nuestro batallón era el primero en salir para las islas en caso de necesitar refuerzos, teníamos que estar preparados. Todo esto lo vivíamos aislados del mundo sin saber qué pasaba. No teníamos contacto con nadie, porque dormíamos en un galpón de esquila ubicado en una estancia a 15 kilómetros de la ciudad. Tampoco nos daban mucho tiempo para descansar, de hecho el televisor del comedor lo prendían a pero no iba nadie porque cada uno estaba en su puesto de trabajo.

– ¿Qué fue lo más importante que pasó en el continente y la gente no sabe?

– En Tierra del Fuego había dos cuestiones. Una el conflicto con Chile, que nos mandaron a la frontera porque ellos habían movilizado sus tropas, y la otra, era una gran incertidumbre por lo que podía llegar a pasar desde el Océano Atlántico. En aquel momento hubo cosas que las supimos pero no le dimos la dimensión que merecían, por ejemplo, la presencia de comandos ingleses en Tierra del Fuego, de submarinos, de porta aviones y de helicópteros. Si bien en ese entonces nos mandaron a buscar soldados británicos por la isla, nunca nos enteramos que tan cerca estuvimos de ellos. De hecho hay cosas que hasta el día de hoy no conocemos y por más que investigamos, no podemos descubrir.

– ¿Hubo algún intento de invadir Tierra del Fuego por parte de los ingleses?

– Sí, y lo intentaron dos veces. En el primer ataque enviaron dos aviones Hércules que iba a descender de noche en la base naval de Río Grande, camuflados con los colores argentinos y pilotos que hablaban perfectamente español. Una vez que los aviones tocaran tierra, su idea era dejar comandos en motos con el fin de destruir aviones y matar pilotos. Si no podían volver para retirarse rápidamente, los soldados británicos tenían la orden de huir a Chile. Como esto les falló porque fueron detectados gracias a los radares argentinos, tuvieron que abortar el ataque cuando estaban a 20 kilómetros de distancia del continente. En combinación con esto, un porta aviones inglés, el Invencible, en un intento de aproximación, se acerca al continente y de ahí bajan dos helicópteros. A uno se le perdió el rastro y no sabemos qué pasó. Al otro le seguimos la trayectoria desde que entró al continente, se detectó que bajó 16 soldados a 10 kilómetros de Río Grande, dejó una baliza para guiar al resto de los aviones, volvió a elevarse y siguió viaje hacia la frontera con Chile. Ese resultó ser el famoso helicóptero que apareció incendiado en Punta Arenas. Lo más curioso es que si bien ellos habían sido detectados por varios radares, cuando nos mandan para patrullar toda la isla en busca del helicóptero y de posibles invasores, no pudimos encontrar nada. veterano guerra



– ¿Y el otro ataque?

– El segundo fue al día siguiente y por mar. Los destructores que eran los escoltas del crucero Belgrano, Gullar y Piedra Buena, fueron a custodiar la costa de Río Grande, uno al norte y otro al sur. Esa misma noche a las 17 hs, se detectó la presencia de un submarino del cual bajan tres botes Zodiac que iban en formación. Inmediatamente el destructor Gullar empieza a hacer disparos y uno impacta en el blanco del medio, cuando esto ocurre, las otras dos embarcaciones regresan al submarino hasta que se pierden. Cuando fueron a rastrillar nadie vio los restos del bote destruido pero en algún lado tienen que estar. Lo que sí se descubrió, es que el alambrado perimetral de la base aeronaval estaba cortado y algunas minas aparecieron levantadas.

– ¿Cuál era la situación en el continente?    

– En la ciudad se vivía de noche. No había toque de queda pero todos los autos con luces apagadas, las casas con ventanas cerradas, se pedía todos los días por radio no transitar ni salir de las casas, y nosotros la única luz que teníamos era una sigilosa. En el caso de los aviones, para que no fueran destruidos se los sacaba de la ciudad e iban a la ruta 3 y otras veces, los llevaban al medio del río. Todo esto pasaba porque estábamos esperando el ataque ingles constantemente.

– ¿Se quedaron con ganas de ir a las islas?

– Si. Tuvimos mucha bronca cuando mataron a nuestros superiores que habían ido a las islas. Luego de que nos informan la muerte del segundo comandante, quien era muy compañero y un ejemplo para el batallón, durante la toma de la casa del gobernador, nos pegó fuerte porque además no sabíamos que pasaba y era toda una sorpresa para nosotros. Aparte después de haber entrenado duro por nueve meses nos cambiaron justo cuando estábamos por patear el penal. barquito

– ¿Cómo fue el regreso?

– Me volví último porque mientras esperábamos a que nos pasaran a buscar teníamos que custodiar los tanques en Río Grande, pero como el barco estaba en un dique seco en reparación no llegaba nunca por eso recién nos buscan el 15 de julio. Una vez que llegamos a Puerto Belgrano todos nuestros compañeros se habían dado de baja y quedamos solamente 14 más los chicos que recién entraban.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

La historia del soldado Bertone

SOLDADO CLASE 63, BERTONE VICTOR HUGO.- 
REGIMIENTO DE INFANTERÍA 25.- 
SARMIENTO-CHUBUT-REPÚBLICA ARGENTINA.- 
CÓDIGO POSTAL: 9.020.- 

HISTORIA DE MI SERVICIO MILITAR Y DE MI PARTICIPACIÓN EN LA RECUPERACIÓN Y DEFENSA DE NUESTRAS ISLAS MALVINAS, DESDE EL 2 DE ABRIL HASTA EL 29 DE MAYO DE 1.982.-


Al cumplir los 18 años, fui sorteado para cumplir con el Servicio Militar Obligatorio, correspondiéndome en dicho sorteo el nº 768, por lo cual debía incorporarme al Ejército Argentino.



El 18 de enero de 1.982, recibí la Cédula de Presentación, donde me informaban que tenía la obligación de concurrir al Distrito Militar Río IV, con asiento en Holmberg (Córdoba), el 2 de febrero, a las 6:30 hs.. Este mismo día, después de varios trámites, en horas de la tarde y sin ningún tipo de información a cerca del destino, junto al resto de los soldados, fuimos trasladados en ómnibus al Aeropuerto Pajas Blancas, de la ciudad de Córdoba, donde ascendimos a un avión BOEING 707 de la Fuerza Aérea, que nos trasladó a la ciudad de Comodoro Rivadavia, Chubut. Luego, en ómnibus, nos trasladan a la Guarnición Militar Sarmiento, distante 120 Km. de Comodoro y 5 Km. de la localidad de Colonia Sarmiento, donde llegamos a las 24:00 hs., después de un largo día de incertidumbre, miedos y ansiedad.
La Guarnición Militar Sarmiento está integrada por el REGIMIENTO DE INFANTERÍA 25, el GRUPO DE ARTILLERÍA 9 y el GRUPO DE INGENIEROS. A su vez, el RI 25, está integrado por 4 COMPAÑÍAS: Compañía “COMANDO”, Compañía “A”, Compañía “B” y Compañía de SERVICIOS.
Después de 4 días en el Cuartel, fuimos asignados cada uno a su Sección y Compañía correspondiente. A mí me tocó integrar la Sección “EXPLORACIÓN”, de la Compañía “COMANDO”. Después de proveernos de la ropa y el armamento correspondiente a cada uno, fuimos trasladados a un Campo de Instrucción, a 3 Km. de la Guarnición; en este lugar, tuvimos 25 días de instrucción de combate y adiestramiento sobre el uso del armamento. Todos estos conocimientos fueron impartidos por Oficiales y sub Oficiales con un alto nivel de profesionalismo, ya que en su mayoría habían completado el curso de COMANDOS. Transcurrida esta instrucción, regresamos a la Guarnición, donde continuamos por 20 días con instrucciones de combate y practicando orden cerrado. Después de toda esta movilización, y evaluando distintos factores, como por ejemplo, el rendimiento de cada uno durante el período de instrucción, el estado físico o las características individuales, se reorganizan las distintas Compañías, y utilizando personal de cada una de ellas, se forma una nueva Sección de cada Compañía. Estas 3 Secciones, con un total de 115 hombres, pasarían a formar la Compañía “C”, siendo este el primer personal del RI 25 en movilizarse para recuperar nuestras ISLAS MALVINAS. Estas 3 nuevas Secciones son:

-COMPAÑÍA “COMANDO”-SECCIÓN “GATO”-JEFE: SUB TENIENTE REYES ROBERTO-ENCARGADO: SARGENTO COLKE MARTÍN.-
-COMPAÑÍA “A”-SECCIÓN “ROMEO”-JEFE: SUB TENIENTE GÓMEZ CENTURIÓN JUAN JOSÉ-ENCARGADO: SARGENTO GARCÍA ISMAEL.-
-COMPAÑÍA “B”-SECCIÓN “BOTE”-JEFE: TENIENTE ESTÉVEZ NÉSTOR ROBERTO-ENCARGADO: CABO 1º OLMOS FAUSTINO.-

Formada aquella Compañía, se designó como JEFE de la misma al TENIENTE 1º ESTEBAN CARLOS DANIEL.
El día 27 de marzo, en la formación de diana, como era de rutina, nos habla el Jefe de Regimiento, Tte. Cnel. Mohamed Alí Seineldín, y nos informa que de inmediato debíamos preparar el equipo completo de combate, que incluye armamento, ropa adecuada, mantas y equipo de cocina, porque tendríamos una instrucción, que no sabía el tiempo que duraría ni el lugar donde se realizaría.
Después de pasar la mayor parte del día preparando el equipo, se nos dio bien de comer, tanto en el almuerzo como en la cena. Luego se nos ordenó descansar. A las 24 hs., debimos cargar todo el equipo en camiones, en los cuales nos trasladaron al RI 9, con asiento en Comodoro Rivadavia; en este lugar desayunamos y desde aquí nos trasladaron al aeropuerto que se encontraba próximo a esta unidad, en donde ascendimos con todo el equipo a un BOEING 707, con el cual, después de una hora y 15 minutos de vuelo, y aún sin saber nuestro destino, aterrizamos en el aeropuerto de Bahía Blanca. Desde aquí, y nuevamente en camiones, nos trasladan a Puerto Belgrano,
donde había una gran movilización de personal y vehículos; la mayoría de la Flota de Mar se encontraba anclada en el puerto.

Mi Sección (“GATO”) embarcó en el buque de desembarco Cabo San Antonio, mientras que las Secciones “BOTE” y “ROMEO” lo hicieron en el rompehielos Almirante Iriza. Después de varias horas de ardua tarea y de embarcar todo el personal, armamento y vehículos, a las 11:30 hs., zarpamos, aún desconociendo nuestro destino.
Después de 4 días de navegación, durante los que debimos soportar fuertes tormentas que hacían que el buque se moviera mucho, ya que por ser una unidad de desembarco en playa no poseía calado, razón por la cual no rompía el oleaje, produciendo esto un mayor cabeceo de la nave, nos encontrábamos todos en muy mal estado, porque debido a lo antes mencionado y a la falta de costumbre, sufríamos descomposturas, náuseas, vómitos, mareos, etc. Mientras pasábamos por esto, recibíamos instrucción sobre el uso del armamento y sobre distintas alternativas a usar en caso de estar en combate. Este fue el primer indicio que tuvimos de que nos encontrábamos en presencia de algo más que una simple instrucción de rutina.
A las 18,30 hs. del 1 de Abril por la línea de altavoces del buque, se nos informó por fin cual era nuestra misión: “RECUPERAR NUESTRAS ISLAS MALVINAS DE MANOS DE LOS BRITÁNICOS”.
En las primeras horas de la madrugada del 2 de abril, desembarcan distintos grupos especializados de la Marina ocupando lugares clave dentro de las Islas. Al amanecer desembarca el grueso de la fuerza, incluyendo la Sección “GATO” (único personal del Ejército Argentino), con el Tte. Cnel. Seineldín al frente. Esta Sección realizó dicho desembarco con un vehículo anfibio al mando del Capitán de corbeta Santillán, en las proximidades de Puerto Argentino, tomando inmediatamente el aeropuerto, donde hubo que limpiar la pista, ya que había sido obstaculizada por los marines ingleses con vehículos en desuso para que no pudieran aterrizar los aviones argentinos; esto fue lo primero que se hizo porque el resto del RI 25 llegó a Malvinas en aviones Hércules. Al finalizar esta tarea, pasamos a ocupar Moody Brook, que era el cuartel británico hasta ese momento, ubicado a 5 Km. de Puerto Argentino (ex-Port Stanley), capital de las Islas. Permanecimos 6 días en este lugar, durante los cuales debimos realizar tareas diversas como limpieza del sector, revisión de material abandonado por los ingleses, etc.



El día 8 de abril fuimos trasladados en helicóptero a la zona de Darwin, en donde nos instalamos en una casa escuela de amplias dimensiones, ubicada a 3 Km. de Pradera del Ganso. En este lugar ya se encontraban las Secciones “ROMEO” y “BOTE”, que permanecían aquí desde el 3 de abril, después de haber desembarcado el día 2 en horas de la tarde desde el buque Almirante Irizar, en Puerto Argentino, y desde allí en un buque de menor tamaño a Pradera del Ganso. En este sector, la primera tarea, y la más importante, fue la preparación de distintos tipos de defensa, previniendo un futuro ataque de parte del enemigo; luego llegarían a este lugar: personal de la Escuela de Aeronáutica de Córdoba, con una dotación de 220 hombres; una escuadrilla de 11 aviones Pucará, que operaban desde una improvisada pista de campaña con base de césped; también contaban con un conjunto de baterías antiaéreas equipadas con modernos radares y varios helicópteros de distintos tipos; también llegaron una fracción del RI 12, con asiento en Mercedes, Corrientes, y una fracción del Grupo de Artillería Aerotransportada 4 (GA4), que contaba con cañones de 105 mm., y estaba a cargo del Tte. 1º Chanampa Carlos A.; también había pequeños grupos de otras unidades. Todas estas fuerzas pasaron a formar la “FUERZA DE TAREAS MERCEDES”, y dentro de ésta, la Aeronáutica formó la BASE AÉREA MILITAR CÓNDOR. El día 24 de abril se realiza un acto contando con la presencia de nuestro Jefe, el Tte. Cnel. Seineldín; en este acto se realizó una Misa de campaña y una formación muy especial en la cual prestamos JURAMENTO A NUESTRA BANDERA. Esto fue muy emotivo, ya que ÉRAMOS LOS PRIMEROS SOLDADOS ARGENTINOS EN TODA LA HISTORIA QUE JURABAN LA BANDERA EN TIERRA MALVINENSE. Muchos camaradas hicieron honor a dicho juramento, dejando su vida en ese suelo, defendiendo su Bandera. El juramento fue tomado por el Tte. Cnel. Mohamed Alí Seineldín.

El resto de los días transcurrió sin novedades. Cada unidad se dedicaba a cumplir con distintas tareas relacionadas con situaciones que se vivirían en caso de combate. Hasta el 30 de abril, nosotros, los soldados, no teníamos idea de la situación que se vivía ni de dónde se encontraba la flota británica en ese momento. El 1º de mayo, a las 4:30 hs. de la madrugada, suena el alarma de alerta roja. A esa hora estaba siendo bombardeado el aeropuerto de Puerto Argentino por un avión Vulcan que había despegado de la Isla Ascensión. Nosotros ocupamos los lugares designados con anterioridad: la Sección “GATO” ocupa posiciones dentro del poblado de Pradera del Ganso.
Pasado algún tiempo y al no producirse ningún tipo de ataque, se nos ordena retornar a la casa escuela. Al llegar a esta, por prevención, ya que la alerta no había pasado, nos quedamos a cubierta en la barranca de la costa, que tendría unos 3 m. de altura. A pocos minutos de ocupar esta posición y cuando recién quería aclarar el día, 3 aviones Sea Harrier bombardean y ametrallan la Base Aérea Militar Cóndor y zona de influencia. En este ataque son destruidos distintos depósitos de combustible y municiones, como así también 3 aviones Pucará que se encontraban prestos a despegar para ser evacuados. En esta acción muere el piloto Jukig Daniel y 8 mecánicos armeros integrantes de la dotación. La Sección “GATO” soportó este ataque cubriéndose en la barranca antes mencionada. Esta posición quedó en la línea de ataque de los aviones, ya que la base aérea se encontraba a nuestras espaldas, a pocos metros de la costa.

Después del bombardeo y de haber superado la situación vivida por haber conocido la guerra en vivo y en directo, cada Sección vuelve a ocupar los lugares designados, pero esta vez por varios días. Nuestra Sección toma la población de Pradera del Ganso (120 habitantes), bajo guardia permanente, obligándolos a ocupar la Iglesia y el salón comunitario, donde permanecieron hasta el 29 de mayo, al ser recuperada Pradera del Ganso por las fuerzas británicas. Las casas que habían quedado deshabitadas fueron ocupadas por las fuerzas argentinas.
La Sección “GATO” estaba dividida en 4 grupos: “COMANDO”, “PRIMER GRUPO”, “SEGUNDO GRUPO” y “TERCER GRUPO”; cada uno ocupó una vivienda; yo pertenecí al Primer Grupo y pasé a desempeñarme como cocinero, utilizando, para esta tarea, una gran reserva de alimentos de la que disponían los kelpers en sus casas. También nos proveíamos de comida de un rancho (cocina de campaña) que se había instalado para alimentar a todas las fuerzas que se encontraban en ese sector. Además de esta tarea, debía cumplir con mis turnos de guardia correspondientes, los cuales los llevaba a cabo metido dentro de un pozo de zorro (trinchera), cuyas dimensiones eran: 1,20 m. de largo, 0,50 m. de ancho y 1,50 m. de profundidad; este pozo se encontraba ubicado frente a la casa sobre la costa.

El 4 de mayo, mientras me dirigía hacia el rancho en busca de comida, aviones Sea Harrier efectuaron un nuevo ataque sobre nuestras posiciones, viéndome obligado a resguardarme junto a la Iglesia, donde se encontraban los civiles (kelpers). En este ataque nuestra fuerza no sufrió daño alguno, y nuestra defensa antiaérea derribó a 2 de los aviones enemigos; uno de ellos era piloteado por el Tte. Nick Taylor, quien fallece por fallarle su asiento eyectable. Después de este ataque, el enemigo sólo realizó algunos vuelos nocturnos para efectuar lanzamientos de luces de bengalas, con el objetivo de iluminar la zona para visualizar nuestros movimientos. Además de cumplir con esta misión, con esta acción hacían que nuestras horas de descanso fueran más reducidas. Después de esto, los días transcurrieron con relativa calma, hasta que el 15 de mayo llega una orden del Comando Superior que determinaba que la Sección “GATO” y una Sección del RI 12, un total de 62 hombres que pasaron a formar el equipo de combate GUEMES, a cargo del Tte. 1º Carlos Daniel Esteban, debían ser trasladadas a un lugar designado, llamado “ALTURA 234”, ubicado sobre la costa de la entrada norte del Canal de San Carlos, con la misión de dar el alerta temprana en caso de producirse el desembarco inglés. El mismo día, este grupo fue trasladado al punto designado, distante 60 Km. de Pradera del Ganso, con 2 cañones sin retroceso y 2 morteros de 80 mm. El riesgo que corríamos en este lugar era muy elevado, ya que si el enemigo intentaba un desembarco, nos bombardearía causándonos un gran número de bajas, dejándonos quizás sin cumplir la misión de dar el alerta. Por esta razón, el Tte. 1º decide dejar un grupo de cada Sección en el lugar con el armamento pesado, y replegar al resto del personal a Puerto San Carlos, distante 9 Km. En este lugar se instala el puesto Comando, contando con equipos de radio y un equipo electrógeno a explosión. Desde aquí, cada 2 días se relevaría al personal de la “Altura 234”; dicho relevo se realizaría caminando. Desde el 17 al 19 de mayo, le correspondió a mi grupo ocupar el puesto en dicha altura. Después de ser reemplazados sin ningún tipo de novedad, volvimos a Puerto San Carlos, en donde descansamos un día, y el 20 por la noche ocupamos distintos puestos de guardia en el sector. A primeras horas del día 21 se produce un intenso bombardeo naval por parte del enemigo sobre las posiciones de la “Altura 234”, sufriendo algunas bajas; se produjo en forma discontinua durante toda la noche. A su vez, eran bombardeadas las zonas de Darwin y Pradera del Ganso, para disimular el desembarco que se estaba produciendo en San Carlos. El fuego efectuado venció nuestras defensas en la “Altura 234”. Algunos integrantes del grupo cayeron prisioneros, mientras que el resto (integrantes del grupo “COMANDO” y del “TERCER GRUPO”) deambuló por la isla durante 23 días sin ningún tipo de provisiones. El 14 de junio se rindieron al enterarse que las Islas estaban en poder del enemigo.
Después de vencer este punto de resistencia, el enemigo penetra por el Canal aproximándose a unos 3 Km. de nuestro puesto (Puerto San Carlos). Con las primeras luces del día, el Tte. 1º le ordena a 2 soldados que se dirijan a una altura desde la cual se podía visualizar el Canal de San Carlos para asesorarse de algún tipo de movimiento enemigo, ya que no teníamos ninguna certeza de lo acontecido durante la noche. La sorpresa de estos soldados fue muy grande, al observar que en el Canal había varios buques de los cuales se desprendían lanchones de desembarco llevando personal y armamento hacia la costa, donde ya había un gran número de soldados ingleses y también varios helicópteros que sobrevolaban los barcos con la misma misión de los lanchones. Al informarle al Tte. 1º a cerca del gran movimiento que observaron, este decidió comprobarlo en persona, para convencerse de que los soldados no habían exagerado en nada. Luego retorna al puesto Comando y por radio le informa al Comando Superior, el cual estaba en Puerto Argentino, a cerca de todo lo que había visto en el Canal, que no era nada más ni nada menos que un desembarco enemigo muy bien organizado. Cumplida nuestra misión e imposibilitados a enfrentar al enemigo, ya que sólo éramos 41 hombres con armas livianas, se decide destruir el equipo de comunicaciones y abandonar el equipo aligerado de cada uno, llevando solamente con nosotros el armamento y las municiones; se organiza el despliegue en 2 columnas hacia adentro de la Isla, buscando las alturas que dominaban la zona. Después de caminar entre 600 y 700 m., nos sobrevuelan 2 helicópteros enemigos, a los cuales les abrimos fuego averiando al segundo que pasó. Después de caminar algunos metros más y de realizar un cambio de posiciones, nos sobrevuela otro helicóptero al cual le hicimos fuego reunido, derribándolo; cae dentro del río San Carlos. Al mismo tiempo, empezamos a recibir fuego de morteros y ametralladoras, que por suerte no dan en el blanco. Otro helicóptero intenta atacar nuestras posiciones pero también es derribado, muriendo todo el personal que lo ocupaba. Minutos después, un nuevo helicóptero nos ataca; le disparamos, pero logra escaparse. Acto seguido, los ingleses se dedican a preparar sus defensas antiaéreas, ya que los primeros aviones argentinos comenzaban a sobrevolar sus posiciones, con la intención de bombardear los buques. Nosotros, después de eludir esta situación, detenemos la marcha por unos minutos para obtener información del grupo que se encontraba en la “Altura 234”, ya que ignorábamos la suerte corrida por ellos durante el desembarco. Pero nos reencontraríamos recién con parte de este grupo a fines de junio en el regimiento; el resto se encontraba en el Hospital Militar de Buenos Aires, porque habían sufrido distintos tipos de amputaciones por congelamiento en los miembros inferiores. Volviendo a aquel momento, sin tener información de ellos, decidimos continuar la marcha, que sería de unos 30Km., hasta donde se encontraba una casa abandonada, la cual ocuparíamos de noche para resguardarnos del frío, ya que todo nuestro equipo había quedado en San Carlos. En esta casa permanecimos hasta el 22 de mayo, cuando a últimas horas del día nos sobrevuela un helicóptero enemigo que descubre nuestra posición, lo que nos obliga a seguir la marcha, que se había tornado prácticamente imposible, ya que durante la noche se acentuaban aún más las irregularidades del terreno. Marchamos unos 7 u 8 Km. y nos detuvimos en la falda de un cerro tratando de dormir, pero nos resultó imposible debido al gran frío que hacía. Al amanecer, emprendimos la marcha, dirigiéndonos a un pueblito llamado Douglas Paddock, donde se hallaban unos 40 habitantes, a los cuales tomamos prisioneros, obligándolos a ocupar la escuela del pueblo; cabe aclarar que tanto la toma de la casa como la de todo el pueblo se realizó con extrema precaución por temor de que ya estuvieran ocupadas por fuerzas inglesas. Una vez agrupados los civiles en la escuela, cada grupo nuestro ocupó una vivienda. Después de varios días, fue aquí donde volvimos a comer bien, gracias a las reservas de alimento de los civiles. Nos dimos el gusto de comer ganso al horno y tortas fritas. Desde este lugar, el Tte. 1º envía a 2 soldados estafetas a Puerto Argentino para que informaran sobre nuestra posición, para que vinieran a rescatarnos. A su vez, se logra una comunicación radial por intermedio de un equipo que poseían los civiles, por la cual nos informaron que ya nos habían dado por desaparecidos desde después del desembarco británico, y nos transmiten que debemos permanecer en el lugar o seguir caminando porque no disponían de helicópteros, y que además era muy arriesgado el rescate, debido a la aproximación del enemigo. El Tte. 1º contesta el mensaje, diciendo que nos quedaríamos en el lugar, porque sería muy peligroso seguir a campo abierto, ya que era mucha la distancia a recorrer, teniendo que cruzar un río a nado para llegar a encontrarnos con tropas propias.

El 25 de mayo, en una improvisada pero muy emotiva formación, festejamos la fecha Patria. El 26 de mayo al mediodía, llegan 4 helicópteros Puma propios para llevarnos; llegaron en vuelo rasante y a toda velocidad, ya que circulaban aviones ingleses en la zona. Nos llevan a Puerto Argentino; aquí fuimos recibidos con gran algarabía, ya que fuimos los primeros en entrar en combate directo con el enemigo, causándole importantes bajas, en una situación muy desigual. El más emocionado era el Tte. Cnel. Seineldín, nuestro Jefe. Luego fuimos reporteados y fotografiados por los periodistas que se encontraban allí. Nos dieron todo el equipo que habíamos dejado en San Carlos, nos bañamos y comimos bien, por pedido del Tte. 1º.
Aunque al día siguiente tendríamos que volar en helicóptero a Pradera del Ganso para apoyar al resto de la Compañía “C” que se encontraba allí, no lo hicimos porque fue un día de mucha niebla; lo hicimos bien temprano el día 28. Cuando faltaban unos 5 o 6 Km. para llegar, los helicópteros detectan aviones enemigos, razón por la cual deciden aterrizar y dejarnos en ese lugar; entonces caminamos hasta el pueblo, donde los combates estaban muy cerca. Nos dan un grupo de apoyo y nos ordenan adelantarnos unos 5 Km. Para llegar a este punto, debimos pasar por la casa escuela, en la cual habíamos estado viviendo, y atravesar un brazo de mar por un puente de 1,50 m. de ancho y unos 20 m. de largo. Después del puente, habremos hecho 1,50 Km., cuando comenzamos a recibir fuego enemigo, el cual se encontraba a pocos metros del lugar. Sin la posibilidad de enfrentarlos, debido a la diferencia numérica y por no poseer apoyo de nuestra artillería porque ya no le quedaba municiones, se nos ordena el repliegue, el cual se complica un poco al llegar al puente, pero por suerte nadie resultó herido. Una vez que cruzamos el puente, nos metimos en la barranca de la costa y, cubiertos por esta, caminamos hasta el pueblo. El enemigo avanzó unos metros más y tomó posición. Al encontrarse el pueblo en la costa, los ingleses avanzaron en forma de “U”, haciendo que todos los argentinos termináramos en el pueblo; formaron una poderosa línea de fuego con cañones, morteros, soldados con armas livianas, y con el apoyo aéreo y el cañoneo de los buques. En horas de la tarde, 2 aviones Aeromachi efectúan un ataque sobre dicha línea, pero fueron derribados; la misma suerte corrieron 2 aviones Pucará que la sobrevolaron un tiempo después, aunque estos alcanzaron a causar algunos daños. Se combatió hasta las últimas horas del día 28; poco tiempo después se ordenó un cese de fuego que duraría toda la noche. Mientras tanto, los ingleses mandan a 2 sub Oficiales de la aeronáutica, que ya eran prisioneros, para que hablen con el jefe de la Fuerza de Tareas Mercedes (Tte. Cnel. Piaggi), para que ordenara la rendición de todas las Fuerzas Argentinas que se encontraban en el lugar. El Tte. se reúne con los jefes de cada Unidad para hablar sobre la situación que se estaba viviendo, y llegan a la conclusión de que era imposible seguir defendiendo Pradera del Ganso, ya que no se podía recibir refuerzos ni municiones de armas pesadas; después de tomar esta desición, se comunica con el Comando Superior , que estaba en Puerto Argentino, explicándoles la situación y solicitando la autorización para rendirse, para evitar la pérdida de más vidas. Además, los ingleses habían amenazado con bombardear la población, haciendo responsables a las Fuerzas Argentinas por la muerte de los civiles. Se recibe dicha autorización. Después de varias reuniones, el Tte. Cnel. Piaggi ordena destruir el equipo de comunicaciones y toda la documentación; también es incinerada la Bandera de Guerra del RI 12, y a las 12 hs. se realiza una formación en la cual se entrega todo el armamento, después de que el Tte. Cnel. Piaggi saludara formalmente al Tte. Cnel. Keeble, que era el encargado, por parte de los ingleses, para esta misión. A partir de ese momento, pasamos a ser prisioneros de guerra. Una vez terminada dicha formación, nos llevaron adentro de un galpón que se usaba para la esquila de ovejas. Aquí permanecimos hasta el día 30, cuando a últimas horas de la tarde somos trasladados en helicóptero al buque Canberra, en el cual fuimos alojados todos juntos en una bodega. En este lugar, donde pasamos la noche, se nos permitió higienizarnos. Al otro día, con lanchones de desembarco, nos llevaron a un frigorífico abandonado que se encontraba en San Carlos. Aquí, los ingleses habían establecido la Cabeza de Playa; nos introducen en un campo de prisioneros, en el cual permanecimos 2 días y 2 noches; por la noche nos hacían dormir dentro del establecimiento y nos daban alimentos envasados con galletitas.
El 2 de junio nos trasladaron al buque Northland, un gigante trasbordador de pasajeros, el cual se mantuvo en la zona del conflicto hasta el 7 de junio. En este día comienza el viaje cuyo destino sería Uruguay, como país neutral, para la entrega de prisioneros.

Llegamos a Montevideo el 12 de junio, y después de hacer algunos trámites de documentación con la Cruz Roja, embarcamos en el buque Piloto Alsina, mientras que otra parte del personal lo hacía en el Nicolás Mihanovich. En total, éramos un conjunto de 1.051 hombres.
El 13 de junio a las 12:30 hs., el buque amarró en el puerto de la ciudad de La Plata, ya que desde un principio se dijo que lo haríamos en Buenos Aires, pero para evitar nuestro contacto con la prensa y nuestros familiares, excusando que podríamos pasar alguna información involuntariamente a la Inteligencia británica, se decidió cambiar de puerto. Durante las horas que estuvimos a bordo del Piloto Alsina, se nos informó que en Malvinas iba todo bien, y que posiblemente en 2 o 3 días los ingleses se rendirían, cosa que a nosotros nos costaba creer, pero como ya hacía 15 días que estábamos prisioneros, podría haber cambiado la situación en las Islas. Pero resultó que todo era al revés, ya que el 14 de junio se rendirían las tropas argentinas.
Después de desembarcar en La Plata, donde prácticamente no había gente porque se ignoraba nuestra llegada, fuimos trasladados en ómnibus a Campo de Mayo; durante todo el trayecto fuimos escoltados por vehículos militares y policiales. En este lugar no se nos permitía hablar con nadie, por lo mencionado anteriormente. Aquí se cumplió con un período de recuperación, durante el cual recibimos una buena alimentación, se nos practicó un chequeo médico general, se nos renovó toda la vestimenta, y recién el día 15 de junio, cuando las Islas Malvinas ya estaban en poder de los ingleses, dejaron entrar a los familiares; en mi caso, por esas casualidades que tiene la vida, que son demasiado largas para explicar, fue de gran alegría para mí ver que se encontraban mis padres y un tío que vive en Buenos Aires; también estaban el chofer del intendente de mi pueblo y el señor Tesio (de quien no recuerdo el nombre), que era quien había organizado una colecta de dinero para que mis padres pudieran viajar a Buenos Aires. Para realizar dicho viaje, el Señor Intendente Dr. Remo Ghelfi puso el auto municipal a disposición de mis padres. Ellos deambularon 3 días por Buenos Aires, tratando de saber en dónde nos encontrábamos, pero nadie les decía la verdad; por rumores, habían ido hasta La Plata, y vieron los ómnibus saliendo del puerto, pero los perdieron. Recién al caer Malvinas en manos de los ingleses, les informaron que estábamos en Campo de Mayo (14 de junio de 1.982).
En este último lugar permanecimos hasta el 20 de junio; luego nos trasladaron a la Guarnición Militar Sarmiento, en donde fuimos recibidos con mucha alegría por el personal que se encontraba allí y por la población de Colonia Sarmiento. Permanecimos en el Regimiento hasta el 5 de julio. En este día, se nos otorgó la primer licencia, desde la incorporación; fue de 35 días.
Por problemas relacionados con el conflicto de Malvinas que dejaron ciertas asperezas entre la Fuerza Aérea y el Ejército, no se consiguieron los pasajes para que nuestro retorno a casa se hiciera en avión; por tal motivo fuimos trasladados en ómnibus desde la Guarnición hasta la ciudad de Bahía Blanca, desde aquí en tren hasta Buenos Aires, y desde este lugar a Córdoba, en otro tren. Debido a mis ansias para llegar a casa, en Buenos Aires tomé un colectivo de línea a Río IV, y desde aquí, otro a Elena, en donde fui recibido con mucha alegría por familiares, amigos y conocidos.
Trascurridos los días de licencia, y viajando en los mismos medios, el día 12 de agosto me presenté en el Regimiento, permaneciendo aquí hasta el 19 de agosto, día en el que obtuvimos la baja total del Servicio Militar Obligatorio. El regreso definitivo a casa, lo hago en ómnibus, desde la Guarnición hasta Comodoro Rivadavia, luego en avión hasta Córdoba, y por último en colectivo, hasta Elena.
Así termina la historia de una breve etapa de mi vida; pero seguramente la más significativa.


Veterano de guerra Víctor Hugo Bertone.
Sección “GATO”-Compañía “C”.
Regimiento de Infantería 25.