La Campaña de las Malvinas - la conexión chilena
Desde el final de la Guerra de las Malvinas en 1982 ha habido muchas especulaciones sobre el apoyo y facilidades proporcionados por Chile al Reino Unido. La reciente publicación de "La Historia Oficial de la Campaña de las Malvinas 'de Sir Lawrence Freedman tiene por fin arrojar nueva luz de lo que realmente sucedió.
Cuando la Guerra de las Malvinas se desató, Chile todavía tenía una larga disputa con Argentina sobre el acceso al Canal de Beagle, por lo que las posibilidades de cooperación militar entre Gran Bretaña y Chile eran una clara posibilidad. Sin embargo, dudas considerables acerca de cualquier tipo de cooperación existían en ambos lados - Chile fue cuidadoso de ser visto como suministrando ayuda a una potencia del 'viejo mundo' en una disputa contra su vecino y Gran Bretaña de ser visto como apoyando los numerosos abusos de derechos humanos en Chile. Sin embargo, a pesar de los problemas identificados por ambos lados, las necesidades que-como suele ser el caso en tiempos de crisis. Los detalles exactos de lo que la cooperación se acordó entre los dos países aún no está claro, pero siempre iban a ser ocultadas.
Las bases chilenas ofrecían a las fuerzas del Reino Unido las únicas posibilidades reales que tenían de instalaciones de estar situadas a distancia razonable de la Argentina y las Islas Malvinas. Las buenas intenciones de Chile eran claras cuando se ofreció retrasar la entrega del HMS Norfolk, que había sido vendido a la Armada de Chile en el 6 de Abril de 1982. La edad y el equipo a bordo de este buque de guerra de edad fue de poco beneficio real para el Grupo de Trabajo, sin embargo, también se ofreció a retrasar la entrega del Cisterna de la Royal Fleet Auxiliary, HMS Tidepool, que era de mucho más utilidad. Este barco repostó en Curazao y el 14 de Abril de 1982 zarpó para unirse al Grupo de Trabajo antes de jugar un papel fundamental en la re-captura de Georgia del Sur.
Reconociendo lo poco de ayuda directa que la Real Fuerza Aérea podría dar a la Fuerza de Tareas, el Ministerio de Defensa del Reino Unido estaban muy dispuestos a basar aviones de patrulla marítima (MPA) Nimrod en el sur de Chile, donde se podrían utilizar para localizar e identificar a los buques de guerra argentinos. No queda claro de la historia oficial si el Ministerio de Defensa del Reino Unido también pretendió implementar aviones Nimrod R1 de ELINT al sur de Chile como parte de este acuerdo, pero la similitud de los dos aviones que ayudar a disimular la presencia de los R1, al tiempo que permite que la aeronave espiar las comunicaciones de Argentina, así como para identificar la ubicación de los radares y otras transmisiones electrónicas. Para fomentar la cooperación chilena, Gran Bretaña estaba dispuesta a ofrecer a la venta a Chile un número de aviones Hunter que previamente han expresado interés en adquirir. Las autoridades chilenas, fueron poco a poco haciéndose a la idea de operar aviones Nimrod de una de sus bases aéreas, sin embargo, para garantizar la operación se mantuvo secreta, que prefiere que los aviones operan desde la isla de San Félix, a unos 1.900 kilómetros de la zona probable de las operaciones, en lugar de hacerlo directamente desde una base aérea en el sur de Chile. No obstante, aún quedaban dudas y el embajador británico en Chile, advirtió que si aviones de la RAF volaban en el espacio aéreo argentino desde Chile "a corto plazo los beneficios militares se verán compensados por las consecuencias políticas a largo plazo».
Así como los aviones de combate Hunter, Chile también había expresado su interés en la compra de un número de aviones Canberra PR9 de reconocimiento, a pesar de que había rechazado ya tres Canberra PR9s reformados por ser demasiado caros. Incluso antes de la Guerra de las Malvinas se desatara, la RAF había ofrecido a prestar la Fuerza Aérea de Chile (FACH), algunos de sus propios PR9s Canberra para llevar a cabo un relevamiento terretre en Chile. Dado que esta oferta seguía en pie, se hizo una propuesta a las autoridades chilenas que dos Canberra PR9s serían vendidos a Chile, probablemente en la mitad del precio antes citado, y entregado por equipos de la RAF. En Chile los equipos de la RAF que entrenar a las tripulaciones de vuelo de los Canberra PR9 de la FACH, mientras que la realización salidas fotográficas de «entrenamiento» de reconocimiento de una base aérea en el sur de Chile. Exactamente donde estas "misiones de reconocimiento fotográfico" se llevaría a cabo no se ha especificado, pero se cree que se han dirigido a las Islas Malvinas, para proporcionar información sobre la disposición de las fuerzas argentinas, antes de desembarcar. Esta propuesta tiene en cuanto a las tripulaciones de Canberra de ser seleccionado y puesto en espera para pasar, antes de que fuera cancelada por Chile porque creían que los aviones serían identificados y probablemente derribados.
Sin embargo, las autoridades chilenas estaban interesados en adquirir los dos Canberra PR9s y después de nuevas negociaciones, se acordó el 16 de Abril de 82, que serían enviados a Chile en calidad de préstamo, para ensayos o para la compra, acompañado por dos C-130 Hércules de apoyo, todos con marcas chilenas. Aunque las autoridades chilenas no tenía ninguna intención de comprar un avión Nimrod, también de acuerdo en que Nimrod se le permitiría volar a cualquier lugar en el espacio aéreo de Chile en materia de tránsito e incluso se le permitiría aterrizar en caso de emergencia. Chile también acordó suministrar el Reino Unido con información de todos los movimientos en superficie argentinos que adquirieran con estas aeronaves. Se recomendó que los dos Canberra y dos C-130 salieran hacia Belice, con carácter de urgencia, antes seguir viaje final a Chile. Los cuatro aviones pronto llegaron a Belice y el 26 de Abril de 1982, los dos C-130, disfrazados de marcas chilenas provenientes de Belice, llegaron a Santiago - la de Canberra se esperaba que llegara justo después del amanecer del 30 de abril de 1982.
Sin embargo, para una variedad de razones políticas, Chile pronto comenzó a tener los pies fríos y advirtió a Gran Bretaña que, cuando las operaciones PR9 Canberra fueron detectados por la Argentina o la prensa, el destacamento de Canberra, de 18 oficiales y 24 SNCOs que habían llegado en uno de los C-130s de apoyo a los estaría obligado a salir de Chile inmediatamente. Luego, el 27 de abril de 1982, un informe en el Daily Star sugirió que cazas F-4 Phantom y tanqueros Víctor de apoyo había volado en secreto a Punta Arenas, una base aérea en el sur de Chile. Este informe era completamente falso - los F-4 y los Victor fueron destinados a la isla de Ascensión, justo al norte del ecuador, donde permanecieron durante el período de la guerra.
Sin embargo, como otros informes periódicos aparecieron lo que sugiere que Chile ya había dado permiso para que la RAF para utilizar sus bases aéreas, se decidió retrasar la llegada de los Canberra, hasta que las cosas se hubiesen calmado. Finalmente las autoridades chilenas le dieron permiso para que el Canberra llegara el 3 de mayo de 1982, pero para entonces el Reino Unido había comenzado a reevaluar la necesidad de Canberra para volar misiones de reconocimiento sobre las Islas Malvinas - tal vez por esta vez había recibido las imágenes de satélite adecuado de los EE.UU.. Finalmente tres PR9s Canberra fueron entregados a Chile el 15 Octubre de 1982 - mucho después de que la guerra había terminado. Los tres aviones, series RAF XH-166, XH-167 y XH-173, se convirtieron en seriales FACH 341, 342 y 343, respectivamente - 342 se perdió posteriormente en un accidente y los otros dos aviones se han retirado ahora al Museo de Aeronáutica en Santiago. Un número de Hunters también se envió por aire a Chile en 1982 como parte de las modalidades de la prestación de apoyo de operaciones del Reino Unido en el Atlántico Sur. Chile también ha recogido información sobre los movimientos aéreos de Argentina, con un potente radar suministrado por Gran Bretaña que estaba situada cerca de la frontera con Argentina. Aunque nunca ha sido exactamente confirmado en Gran Bretaña, probablemente el radar S259 suministrado utiliza un Centro de Control Aéreo 1 (1ACC) a Chile. La información obtenida por el radar fue rápidamente transmitida al Reino Unido a través de un enlace por satélite y luego a la Fuerza de Tareas, permitiendo a la defensa aérea de los Sea Harriers anticipar la eventual llegada de aviones argentinos en el área de Fuerza de Tarea de las operaciones.
Hay, sin embargo, un informe de Canberra PR9s operativos en Chile durante la Guerra de las Malvinas que sigue siendo inexplicable. Jon Snow, un reportero de televisión de noticias de gran experiencia, que pasó un tiempo considerable en el sur de África y se familiarizó con los Canberra, informó haber visto más de un PR9 en Punta Arenas durante la guerra. La historia oficial no hace mención de ello y afirma que nunca se enviaron PR9s más al sur de Belice, por lo que es realmente una cuestión de a quien se le puede creer. Después de la Guerra de las Malvinas un PR9 fue condecorado brevemente con un dibujo grande de un guiño de Snoopy, el perro Beagle en la tira cómica 'Peanuts', posiblemente una referencia indirecta a las operaciones clandestinas a través del canal de Beagle frente a Sudamérica. Pero hasta que este informe puede ser confirmado con pruebas fotográficas genuina, debe seguir siendo sólo una especulación y simplemente podría ser Jon Snow, un conocido izquierdista demagogo, levantándose con sus viejos trucos.
La propuesta de un MPA Nimrod fue también un éxito. Un solo avión, con el apoyo de un VC-10, operados desde la Isla San Félix, volaban en la noche a la base aérea de Chile en Concepción donde repostaba, antes de volar hacia el Atlántico Sur. La primera salida fue hecha el 9 de mayo de 1982, seguida por otras el 15 de mayo y 18 de mayo y aunque el almirante Woodward tenía interés en más salidas entre 19-21 de mayo, las autoridades chilenas insistieron en el final de la operación y el Nimrod, fue retirado. Aún no está claro si alguna de estas tres salidas se llevaron a cabo efectivamente por un Nimrod R1 del 51 Escuadrón, en lugar de un MPA Nimrod. Un solo Nimrod R1, XW664, participó luego en la Guerra de Malvinas y regresó a la RAF Wyton el 22 de mayo de 1982, cuatro días después de la última salida fue trasladado desde la Isla San Félix - una coincidencia oportuna!
Isla San Félix, base aeronaval chilena
Posición: 26°17'35.50" S 80°05'46.17" O
En resumen, el apoyo chileno a las fuerzas británicas durante la Guerra de las Malvinas fue mucho más de lo que se dio cuenta en ese momento. El posterior envío de tres aviones Canberra PR9 no fue significativo, pero las salidas del Nimrod de mayo de 1982 preveía recoger lo que ha sido descrito como "limitada, pero importante información" - tal vez disfrazando un papel aún más importante realizado por un Nimrod R1. Sin duda la ayuda más importante proporcionado por Chile, que se puede confirmar con certeza, fue en permitir que un radar de gran alcance para ser avistado cerca de la frontera con la Argentina para dar aviso previo de los combatientes argentinos que despegaba de incursiones contra la Fuerza de Tarea. Algunas historias anteriores de la Guerra de las Malvinas en el aire, en particular 'Sea Harrier sobre las Islas Malvinas "por el comandante Sharkey Ward, ha comentado acerca de cómo los Sea Harriers de la Royal Navy a menudo tenían una extraña habilidad para estar en el lugar correcto en el momento adecuado cuando atacaban a los combatientes argentinos que llegaban desde el continente. Ahora sabemos que ciertamente no se debió a la habilidad telepática de los pilotos, sino más bien egoísta y egocéntrico 'Sharkey' Ward, sino fue una vez más la oportuna reunión y difusión de la inteligencia precisa.
Spyflight
domingo, 4 de octubre de 2015
sábado, 3 de octubre de 2015
Reclamo por los NN argentinos
Nuevo reclamo por los NN en las Malvinas
Timerman se reunió en la ONU con el presidente de la Cruz Roja y le transmitió su preocupación por la falta de respuesta del gobierno británico al pedido de la Argentina para identificar los cuerpos de los soldados caídos.
La identificación de los 123 soldados caídos en la Guerra de Malvinas y enterrados como NN en el cementerio de Darwin, en el archipiélago austral, está estancada por falta de respuesta del Reino Unido. En el marco de la 70º Asamblea General de Naciones Unidas, el canciller Héctor Timerman se reunió ayer con Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, y le transmitió la preocupación del gobierno nacional. La organización humanitaria se había comprometido a gestionar el reconocimiento de los cuerpos y fue contactada por el gobierno nacional en 2012.
"El Canciller agradeció las tratativas realizadas por la Cruz Roja respecto de la iniciativa para la identificación de los restos de los soldados argentinos inhumados en el Cementerio de Darwin" y "le transmitió la preocupación del gobierno argentino por la falta de respuesta del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte para avanzar con el proyecto", afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto en un comunicado. Los británicos son los que deben avalar un trabajo forense en el cementerio, paso indispensable para iniciar el proceso de reconocimiento de los caídos.
En ese sentido, Timerman afirmó "que el Gobierno argentino cumplió con todos los requisitos solicitados para la implementación del proyecto". Ocurre que el estado nacional impulsó la recolección de muestras de sangre de los familiares de los caídos que no fueron reconocidos. Reunió más de 120 muestras correspondientes a 80 familias. Se trata del primer paso para reconstruir un ADN para cotejar con el de los restos que descansan en Malvinas. Ese trabajo fue realizado por un equipo interdisciplinario compuesto por personal de los Ministerios de Justicia y Derechos Humanos y de Desarrollo Social, y por integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) además del escribano de la Nación.
"A pesar de la falta de una respuesta concreta del Reino Unido, el Dr. Maurer se comprometió a continuar los esfuerzos que esa organización lleva adelante con ese país para lograr que se comprometa en el avance de esta iniciativa, que tiene un carácter humanitario hacia los familiares de los soldados argentinos”, concluyó el documento de Cancillería. Por lo pronto, el epitafio de 123 lápidas levantadas en el cementerio de Darwin, sigue vigente: "Soldado argentino sólo conocido por Dios."
Timerman se reunió en la ONU con el presidente de la Cruz Roja y le transmitió su preocupación por la falta de respuesta del gobierno británico al pedido de la Argentina para identificar los cuerpos de los soldados caídos.
La identificación de los 123 soldados caídos en la Guerra de Malvinas y enterrados como NN en el cementerio de Darwin, en el archipiélago austral, está estancada por falta de respuesta del Reino Unido. En el marco de la 70º Asamblea General de Naciones Unidas, el canciller Héctor Timerman se reunió ayer con Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, y le transmitió la preocupación del gobierno nacional. La organización humanitaria se había comprometido a gestionar el reconocimiento de los cuerpos y fue contactada por el gobierno nacional en 2012.
"El Canciller agradeció las tratativas realizadas por la Cruz Roja respecto de la iniciativa para la identificación de los restos de los soldados argentinos inhumados en el Cementerio de Darwin" y "le transmitió la preocupación del gobierno argentino por la falta de respuesta del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte para avanzar con el proyecto", afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto en un comunicado. Los británicos son los que deben avalar un trabajo forense en el cementerio, paso indispensable para iniciar el proceso de reconocimiento de los caídos.
En ese sentido, Timerman afirmó "que el Gobierno argentino cumplió con todos los requisitos solicitados para la implementación del proyecto". Ocurre que el estado nacional impulsó la recolección de muestras de sangre de los familiares de los caídos que no fueron reconocidos. Reunió más de 120 muestras correspondientes a 80 familias. Se trata del primer paso para reconstruir un ADN para cotejar con el de los restos que descansan en Malvinas. Ese trabajo fue realizado por un equipo interdisciplinario compuesto por personal de los Ministerios de Justicia y Derechos Humanos y de Desarrollo Social, y por integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) además del escribano de la Nación.
"A pesar de la falta de una respuesta concreta del Reino Unido, el Dr. Maurer se comprometió a continuar los esfuerzos que esa organización lleva adelante con ese país para lograr que se comprometa en el avance de esta iniciativa, que tiene un carácter humanitario hacia los familiares de los soldados argentinos”, concluyó el documento de Cancillería. Por lo pronto, el epitafio de 123 lápidas levantadas en el cementerio de Darwin, sigue vigente: "Soldado argentino sólo conocido por Dios."
viernes, 2 de octubre de 2015
Becas para seducir fucking kelpers
Con becas de estudio, el Gobierno intenta seducir a los isleños
Ampliará la oferta para los habitantes de las islas Malvinas que quieran estudiar en el país
Martín Dinatale - LA NACION
El Gobierno intenta seducir a los isleños ofreciendo más becas de estudios. Foto:Archivo/Mauro V. Rizzi / LA NACION
En el tramo final de su mandato, Cristina Kirchner se dispone a profundizar una estrategia de seducción hacia los habitantes de las islas Malvinas: la Cancillería ampliará en los próximos días el programa de becas estudiantiles en universidades argentinas para los kelpers.
Así, el programa de becas para malvinenses que hace un mes inauguró el Gobierno desde Chubut junto con la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco se replicará en otras casas de altos estudios del país con el mismo objetivo. Es decir, costear los estudios de los isleños, hospedarlos y acercarlos de esta manera a la Argentina.
Lo confirmó así a LA NACION el secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas de la Cancillería, Daniel Filmus, quien expresó que la intención oficial es "ampliar la oferta de becas universitarias a los isleños" para que haya una mayor variedad de propuestas. Si bien Filmus no detalló aún las universidades que se sumarán a este programa de becas, la decisión del Gobierno responde al interés -mínimo aún- que mostraron los isleños e ingleses de participar del plan de estudios en la Argentina.
Según se pudo saber, en las últimas tres semanas se registraron casi cien consultas por Internet sobre las becas estudiantiles que otorga la Argentina para extranjeros. De todos esos registros que hubo en la página oficial de la Cancillería, unas 18 consultas provenían del Reino Unido y 12 de las islas Malvinas. Los que consultaron los programas aún no dejaron sus datos y tampoco se suscribieron al programa auspiciado por la Cancillería y el Ministerio de Educación en coordinación con universidades nacionales. Sin embargo, el simple dato de que haya isleños interesados en el plan de becas fue motivo suficiente para movilizar el optimismo de Filmus y de buena parte de los funcionarios de la Cancillería.
"Si bien este plan de becas estuvo vigente en los 70, ahora queremos ampliarlo y mostrar cierto acercamiento con los isleños", dijo Filmus.
El secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas negó que se trate de un cambio de actitud de la Argentina o una política de seducción como la que impuso en su momento el gobierno de Carlos Menem cuando el entonces canciller Guido Di Tella enviaba ositos de peluche y otros regalos como señal de amistad.
Sin embargo, la decisión de instrumentar un plan de becas totalmente gratuito para los isleños y la idea de ampliar ese programa a otras universidades argentinas constituye todo un gesto diferencial de la política agresiva que mantuvo hasta ahora Cristina Kirchner hacia los malvinenses. Busca tender "un puente" con los denominados kelpers.
Filmus inauguró hace un mes en Comodoro Rivadavia el lanzamiento de un programa de becas. "Hoy estamos tendiendo un puente con una iniciativa que nos llena de orgullo", dijo el funcionario. Esa decisión del Gobierno se dio en medio de un arduo debate que se desató en Londres cuando el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, avaló la idea de dialogar con Buenos Aires y reflotó su intención de impulsar una administración conjunta de las islas Malvinas con la Argentina.
En el acto de inauguración del plan de becas, Filmus recordó que "mientras existió diálogo y negociaciones entre la Argentina y el Reino Unido, hubo mucha colaboración de nuestro país en Malvinas, al punto de que en la década del 70 también se ofrecieron becas, y muchos de los que hoy viven en las islas estudiaron acá". A su vez, Filmus expresó: "Ojalá podamos aprender mucho de los residentes en las islas y ellos también puedan conocernos".
La beca Thomas Bridges, como se denomina el programa, permitirá a estudiantes residentes en Malvinas que hayan completado la escuela secundaria realizar estudios terciarios o universitarios en universidades nacionales de la Argentina. La beca incluye pasajes, un estipendio y la posibilidad de alojarse en albergues universitarios.
Los acuerdos de cooperación entre la Argentina y las Malvinas en materia educativa se dieron antes de la guerra de 1982. Desde 1971 hubo una cooperación de la Argentina con los isleños, que abarcaba áreas de salud, trabajo y educación. Ahora se volvieron a abrir, con un cupo de sólo 10 becas para los isleños. Pero el entusiasmo de la Casa Rosada y la nueva política de seducción hacia las Malvinas promete ampliar este plan de estudios, que busca acercar a los isleños a la Argentina.
La decisión del Gobierno no parece haber sido bien recibida en las islas. En mensajes de Twitter informales que enviaron los isleños se rechazó de plano la propuesta. Y, oficialmente, el director del Departamento de Educación de las Falkland Islands (islas Malvinas), Tom Hill, confirmó al Penguin News que su departamento no ha tenido contacto alguno respecto de un programa de becas.
Ampliará la oferta para los habitantes de las islas Malvinas que quieran estudiar en el país
Martín Dinatale - LA NACION
El Gobierno intenta seducir a los isleños ofreciendo más becas de estudios. Foto:Archivo/Mauro V. Rizzi / LA NACION
En el tramo final de su mandato, Cristina Kirchner se dispone a profundizar una estrategia de seducción hacia los habitantes de las islas Malvinas: la Cancillería ampliará en los próximos días el programa de becas estudiantiles en universidades argentinas para los kelpers.
Así, el programa de becas para malvinenses que hace un mes inauguró el Gobierno desde Chubut junto con la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco se replicará en otras casas de altos estudios del país con el mismo objetivo. Es decir, costear los estudios de los isleños, hospedarlos y acercarlos de esta manera a la Argentina.
Lo confirmó así a LA NACION el secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas de la Cancillería, Daniel Filmus, quien expresó que la intención oficial es "ampliar la oferta de becas universitarias a los isleños" para que haya una mayor variedad de propuestas. Si bien Filmus no detalló aún las universidades que se sumarán a este programa de becas, la decisión del Gobierno responde al interés -mínimo aún- que mostraron los isleños e ingleses de participar del plan de estudios en la Argentina.
Según se pudo saber, en las últimas tres semanas se registraron casi cien consultas por Internet sobre las becas estudiantiles que otorga la Argentina para extranjeros. De todos esos registros que hubo en la página oficial de la Cancillería, unas 18 consultas provenían del Reino Unido y 12 de las islas Malvinas. Los que consultaron los programas aún no dejaron sus datos y tampoco se suscribieron al programa auspiciado por la Cancillería y el Ministerio de Educación en coordinación con universidades nacionales. Sin embargo, el simple dato de que haya isleños interesados en el plan de becas fue motivo suficiente para movilizar el optimismo de Filmus y de buena parte de los funcionarios de la Cancillería.
"Si bien este plan de becas estuvo vigente en los 70, ahora queremos ampliarlo y mostrar cierto acercamiento con los isleños", dijo Filmus.
El secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas negó que se trate de un cambio de actitud de la Argentina o una política de seducción como la que impuso en su momento el gobierno de Carlos Menem cuando el entonces canciller Guido Di Tella enviaba ositos de peluche y otros regalos como señal de amistad.
Sin embargo, la decisión de instrumentar un plan de becas totalmente gratuito para los isleños y la idea de ampliar ese programa a otras universidades argentinas constituye todo un gesto diferencial de la política agresiva que mantuvo hasta ahora Cristina Kirchner hacia los malvinenses. Busca tender "un puente" con los denominados kelpers.
Filmus inauguró hace un mes en Comodoro Rivadavia el lanzamiento de un programa de becas. "Hoy estamos tendiendo un puente con una iniciativa que nos llena de orgullo", dijo el funcionario. Esa decisión del Gobierno se dio en medio de un arduo debate que se desató en Londres cuando el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, avaló la idea de dialogar con Buenos Aires y reflotó su intención de impulsar una administración conjunta de las islas Malvinas con la Argentina.
En el acto de inauguración del plan de becas, Filmus recordó que "mientras existió diálogo y negociaciones entre la Argentina y el Reino Unido, hubo mucha colaboración de nuestro país en Malvinas, al punto de que en la década del 70 también se ofrecieron becas, y muchos de los que hoy viven en las islas estudiaron acá". A su vez, Filmus expresó: "Ojalá podamos aprender mucho de los residentes en las islas y ellos también puedan conocernos".
La beca Thomas Bridges, como se denomina el programa, permitirá a estudiantes residentes en Malvinas que hayan completado la escuela secundaria realizar estudios terciarios o universitarios en universidades nacionales de la Argentina. La beca incluye pasajes, un estipendio y la posibilidad de alojarse en albergues universitarios.
Los acuerdos de cooperación entre la Argentina y las Malvinas en materia educativa se dieron antes de la guerra de 1982. Desde 1971 hubo una cooperación de la Argentina con los isleños, que abarcaba áreas de salud, trabajo y educación. Ahora se volvieron a abrir, con un cupo de sólo 10 becas para los isleños. Pero el entusiasmo de la Casa Rosada y la nueva política de seducción hacia las Malvinas promete ampliar este plan de estudios, que busca acercar a los isleños a la Argentina.
La decisión del Gobierno no parece haber sido bien recibida en las islas. En mensajes de Twitter informales que enviaron los isleños se rechazó de plano la propuesta. Y, oficialmente, el director del Departamento de Educación de las Falkland Islands (islas Malvinas), Tom Hill, confirmó al Penguin News que su departamento no ha tenido contacto alguno respecto de un programa de becas.
martes, 29 de septiembre de 2015
25 de Mayo: Un día de la Patria pleno de ataques aéreos
Volviendo a leer...
Los ataque aéreos argentinos del 25 de Mayo de 1982
El parte meteorológico
Sin fenómenos significativos en Santa Cruz y Chubut: cielo claro a poco nuboso. Vientos moderados del oeste. En Tierra del Fuego, una vaguada de superficie, débil, producía cielos cubiertos con nubosidad media y precipitaciones dispersas. Buena visibilidad y techos superiores a 600 metros. Vientos moderados del sector noroeste.
En Malvinas, una cuña de alta presión ocasionaba bancos de estrato cúmulus entre 300/600 metros. Visibilidad buena, reducida en las primeras horas por neblinas de dos a tres kilómetros, mejorando rápidamente hacia el mediodía. Vientos moderados del sudoeste. Sin precipitaciones.
Las intenciones de la Fuerza Aérea Sur
El día de la Patria, encontró a la FAS en plena acción. Sus principales objetivos seguían siendo las naves enemigas en la zona del estrecho y bahía San Carlos.
Primeros ataques
Dado que en días anteriores se había observado que las primeras escuadrillas en atacar no encontraban oposición de PAC enemigas, se decidió lanzar al alba (en vuelo nocturno) la primera, con el sistema A-4 Skyhawk y sin oficial de control aéreo táctico, a fin de que ese avión, en vuelo alto, no alertara al enemigo de la aproximación del ataque. Así salieron:
Vieron un buque verde y casco negro. Recibieron fuego de la artillería antiaérea propia en Darwin. Realizaron un reempleo creyendo que estaban en Puerto San Carlos y entraron al blanco sin percatarse que era realmente Darwin, como había apreciado el numeral. El Nº 1, Palaver, tiró al buque bombas y cañones y el Nº 2, Gálvez, a un grupo de casas. Salieron sobre el estrecho y en la posición Elefante Marino, nivel de vuelo 50. El Nº 1 informó que su indicador de combustible marcaba 0. Había sido alcanzado en la parte inferior de su avión, de acuerdo con lo que vio su numeral, estaban en 51º 25' S / 59º 30' O.
Instantes después, aparentemente alcanzado por un misil Sea Dart lanzado desde el destructor HMS Coventry, que se encontraba al norte de la isla Borbón, el averiado avión del Capitán Hugo Palaver fue derribado sin que su piloto lograra eyectarse. El Ten Gálvez arribó a Río Gallegos a las 11:00 hs.
Son atacados y averiados, en la Bahía de San Carlos, la fragata misilística F-21 Avenger de 3.250 ton y el buque de asalto anfibio HMS Fearless de 12.120 ton.
Ataques a la HMS Avenger y el HMS Fearless
Recibieron fuerte fuego antiaéreo. El teniente Lucero fue derribado por un misil Rapier, lanzado desde tierra. Se eyectó y fue rescatado por el HMS Fearless, el mismo buque que había atacado. Los tres restantes atacaron un buque, probablemente la fragata clase 21 HMS Avenger.
A la salida, individual, bajo fuego antiaéreo, el capitán Jorge García, informó que tenía problemas hidráulicos. Cuando iba en ascenso, debido a sus averías fue derribado por un misil Sea Dart del HMS Coventry, sin eyección.
Los Nº 3 y 4 siguieron en alejamiento. El Nº 4 notó un importante descenso en su indicador de combustible, razón por la cual eyectaron cargas y pidieron reabastecimiento. Ascendieron y acoplaron en el Hercules KC-130, indicativo "Berlín", que había despegado de Río Gallegos a las 07:28. Arribaron a San Julián a las 14:30 hs.
Hundimiento del HMS Coventry
Hundimiento del HMS Coventry
Son atacados y averiados, al norte de la isla Borbón, la fragata misilística F-21 Broadsword de 4.000 ton y el destructor D-42 Coventry de 4.100 ton (hundido).
Ataques a la HMS Broadsword y el HMS Coventry
Las secciones llegaron al norte de la isla Borbón con 2/3 minutos de intervalo e hicieron el reabastecimiento en vuelo.
A las 15:20 hs, la sección "Vulcano" (Carballo - Rinke), atacó la fragata 22 HMS Broadsword que repelió el ataque con misiles, granadas de fragmentación y cañones. Los argentinos lograron arrojar sus bombas de 1.000 lbs sin apreciar los resultados.
La sección "Zeus" comprobó que de la popa de la HMS Broadsword salía un intenso humo negro. De acuerdo con informes ingleses, fue dañado el sistema de dirección y propulsión. El Capitán Carballo regresó con tanque derecho de combustible perforado por una esquirla.
La versión inglesa
Después llegó la sección "Zeus" que enfiló directamente al HMS Coventry. Este, que navegaba paralelo a la fragata, viró y enfrentó la dirección del ataque, lanzando misiles y fuego de artillería antiaérea. El primer teniente Velasco y el Alférez Barrionuevo se aproximaron cañonearon y lanzaron sus bombas, el guía en proa, el Nº 2 confirmó tres impactos, evadieron y regresaron a Río Gallegos a las 16:21 hs.
Secuencia fotográfica del ataque a la HMS Coventry obtenida por el Lt Bell Davis
Tareas de rescate de sobrevivientes de la HMS Coventry
Hundimiento del Atlantic Conveyor
Es atacado y hundido, al norte de la isla Soledad, el portacontenedor Atlantic Conveyor de 14.950 ton.
Atlantic Conveyor antes del hundimiento
En síntesis, la sección "Mina", en una operación impecable, había herido mortalmente a un valioso portacontenedor, no sólo por su porte, sino, fundamentalmente, por su carga, helicópteros Chinook, pista de aluminio, carpas, etc.
Atlantic Conveyor luego del ataque
Principales ataques del día 25 de mayo
Otros acontecimientos
A las 14:50 hs, la Armada Argentina solicitó a la FAS atacar a un petrolero y a un submarino, aparentemente ingleses ubicados a los 50º 57' S de latitud y 56º 57' O de longitud. El Capitán de Fragata Pirra, enlace de la Armada en la FAS, pidió confirmación al Comando de Operaciones del Atlántico Sur. Éste le ratificó que no era propio.
A las 15:15 hs, la FAS envió un Mirage III, indicativo "Patria" a reconocer y atacar el presunto barco y submarino inglés. El Capitán Guillermo Ballesteros despegó de Río Gallegos a las 14:47 hs. Antes de atacar, hizo un pasaje y observó que el petrolero se llamaba Santa Cruz. Informó a Río Gallegos y éste a la FAS, quien ya había enviado al ataque a seis IA-58 Pucará. La FAS preguntó nuevamente al enlace de ARA, y más tarde corroboraron que verdaderamente era el Santa Cruz, reabasteciendo a un submarino argentino. Los Pucará fueron detenidos próximos al despegue.
Balance del día
Fuerza Aérea Argentina
Los ataque aéreos argentinos del 25 de Mayo de 1982
El parte meteorológico
Sin fenómenos significativos en Santa Cruz y Chubut: cielo claro a poco nuboso. Vientos moderados del oeste. En Tierra del Fuego, una vaguada de superficie, débil, producía cielos cubiertos con nubosidad media y precipitaciones dispersas. Buena visibilidad y techos superiores a 600 metros. Vientos moderados del sector noroeste.
En Malvinas, una cuña de alta presión ocasionaba bancos de estrato cúmulus entre 300/600 metros. Visibilidad buena, reducida en las primeras horas por neblinas de dos a tres kilómetros, mejorando rápidamente hacia el mediodía. Vientos moderados del sudoeste. Sin precipitaciones.
Las intenciones de la Fuerza Aérea Sur
El día de la Patria, encontró a la FAS en plena acción. Sus principales objetivos seguían siendo las naves enemigas en la zona del estrecho y bahía San Carlos.
Primeros ataques
Dado que en días anteriores se había observado que las primeras escuadrillas en atacar no encontraban oposición de PAC enemigas, se decidió lanzar al alba (en vuelo nocturno) la primera, con el sistema A-4 Skyhawk y sin oficial de control aéreo táctico, a fin de que ese avión, en vuelo alto, no alertara al enemigo de la aproximación del ataque. Así salieron:
- 07:28 hs desde Río Gallegos despegó el reabastecedor Hercules KC-130, indicativo "París".
- Cuatro A-4B Skyhawk, indicativo "Marte", armados con una bomba MK-17 de 1.000 lbs. Tripulación: Capitán. Hugo Palaver (C-244), Ten Daniel Gálvez (C-250), Ten Vicente Autiero (C-221), Alf Hugo Gómez (C-209). Despegaron de GAL a las 08:00. La segunda sección regresó a los 25 minutos, Autiero y Gómez, por falla del Nº 3; el 4 lo siguió pues no tenía la sección guía a la vista (nocturno), siguieron Palaver y Gálvez. Reabastecieron del "París" y en Puerto Pacheco, con dirección al blanco, rumbo sur, se internaron con bruma y visibilidad 0. Regresaron a punto inicial, eran las 09:10 hs, pasaron por Roca Negra, giraron a la derecha y pusieron rumbo al blanco nuevamente.
Vieron un buque verde y casco negro. Recibieron fuego de la artillería antiaérea propia en Darwin. Realizaron un reempleo creyendo que estaban en Puerto San Carlos y entraron al blanco sin percatarse que era realmente Darwin, como había apreciado el numeral. El Nº 1, Palaver, tiró al buque bombas y cañones y el Nº 2, Gálvez, a un grupo de casas. Salieron sobre el estrecho y en la posición Elefante Marino, nivel de vuelo 50. El Nº 1 informó que su indicador de combustible marcaba 0. Había sido alcanzado en la parte inferior de su avión, de acuerdo con lo que vio su numeral, estaban en 51º 25' S / 59º 30' O.
Instantes después, aparentemente alcanzado por un misil Sea Dart lanzado desde el destructor HMS Coventry, que se encontraba al norte de la isla Borbón, el averiado avión del Capitán Hugo Palaver fue derribado sin que su piloto lograra eyectarse. El Ten Gálvez arribó a Río Gallegos a las 11:00 hs.
- Cuatro M-5 Dagger, indicativos "Rango" y "Bingo". Tripulación "Rango": Capitán. Carlos Rohde (C-418), Capitán. Roberto Jannet (C-431). Tripulación "Bingo": Capitán. Amílcar Cimatti (C-436), Capitán Carlos Moreno (C-435). Misión: Búsqueda de un radar inglés en las islas de Beaucheme. Despegaron, por secciones, de Río Grande a las 10:00 y 10:20 respectivamente. Cada sección debía ser guiada por un Lear Jet LR-35A.
- El Lear matrícula T-23, que despegó de Río Grande a las 10:15, tripulado por los capitanes Nicolás Benza y Jacinto Despierre y el Cabo 1º Juan Mothe como mecánico; guió hasta cien millas de las islas Beaucheme a la sección del Capitán Jannet. Regresó a Río Grande a las 12:05.
- HS-125, matrícula LV-ALW. Indicativo: "Rayo", en tareas de OCAT (Vicecomodoro Torres y Mayor Medina). Tripulación: Teniente Poggi, Alférez Mariani, SP Acosta, en 52º 00' S / 64º 30' O. Despegó de Comodoro Rivadavia a las 10:22. Arribó a las 14:55.
Son atacados y averiados, en la Bahía de San Carlos, la fragata misilística F-21 Avenger de 3.250 ton y el buque de asalto anfibio HMS Fearless de 12.120 ton.
Ataques a la HMS Avenger y el HMS Fearless
- Cuatro A-4C Skyhawk, indicativo "Toro", armados con bombas retardadas por paracaídas. Tripulación: Capitán Jorge García (C-304), Ten Ricardo Lucero (C-319), Ten Daniel Paredi (C-312), Alférez Gerardo Isaac (C-302). Despegaron de San Julián a las 11:30hs. Reabastecieron en el "París" y al llegar a la isla Gran Malvina, la cruzaron en vuelo rasante. Ingresaron al estrecho y, al llegar a la bahía de San Carlos (12:25 hs), atacaron a los buques allí reunidos.
Recibieron fuerte fuego antiaéreo. El teniente Lucero fue derribado por un misil Rapier, lanzado desde tierra. Se eyectó y fue rescatado por el HMS Fearless, el mismo buque que había atacado. Los tres restantes atacaron un buque, probablemente la fragata clase 21 HMS Avenger.
A la salida, individual, bajo fuego antiaéreo, el capitán Jorge García, informó que tenía problemas hidráulicos. Cuando iba en ascenso, debido a sus averías fue derribado por un misil Sea Dart del HMS Coventry, sin eyección.
Los Nº 3 y 4 siguieron en alejamiento. El Nº 4 notó un importante descenso en su indicador de combustible, razón por la cual eyectaron cargas y pidieron reabastecimiento. Ascendieron y acoplaron en el Hercules KC-130, indicativo "Berlín", que había despegado de Río Gallegos a las 07:28. Arribaron a San Julián a las 14:30 hs.
Hundimiento del HMS Coventry
Hundimiento del HMS Coventry
Son atacados y averiados, al norte de la isla Borbón, la fragata misilística F-21 Broadsword de 4.000 ton y el destructor D-42 Coventry de 4.100 ton (hundido).
Ataques a la HMS Broadsword y el HMS Coventry
- Lear Jet LR-35A, indicativo "Ranquel". Despegó de Comodoro Rivadavia a las 13:45. Misión: retransmisor. Tripulación: Tenientes Emil Williams y Gustavo Cercedo, Cabo 1º Dardo Rocha. Regresó a Comodoro Rivadavia a las 16:55 hs, por Malvinas. Debía encontrarse en el punto este (51º 30' S / 64º 00' O), a nivel de vuelo 350 para apoyar a las escuadrillas:
- Tres A-4B Skyhawk, indicativo "Vulcano", armados con una bomba MK-17. Tripulación: Capitán Marcos Carballo (C-225), Teniente Carlos Rinke (C-214), Alférez Leonardo Carmona. Despegaron de Río Gallegos a las 14:00 hs. Arribaron a las 17:00 hs.
- Tres A-4B Skyhawk, indicativo "Zeus". Tripulación: Primer teniente Mariano Velasco (C-212), Alférez Jorge Barrionuevo (C-207), Teniente Carlos Osses (C-204). Despegaron de Río Gallegos a las 14:00 hs. Arribaron a Río Gallegos a las 17:00 hs.
Las secciones llegaron al norte de la isla Borbón con 2/3 minutos de intervalo e hicieron el reabastecimiento en vuelo.
A las 15:20 hs, la sección "Vulcano" (Carballo - Rinke), atacó la fragata 22 HMS Broadsword que repelió el ataque con misiles, granadas de fragmentación y cañones. Los argentinos lograron arrojar sus bombas de 1.000 lbs sin apreciar los resultados.
La sección "Zeus" comprobó que de la popa de la HMS Broadsword salía un intenso humo negro. De acuerdo con informes ingleses, fue dañado el sistema de dirección y propulsión. El Capitán Carballo regresó con tanque derecho de combustible perforado por una esquirla.
La versión inglesa
Después llegó la sección "Zeus" que enfiló directamente al HMS Coventry. Este, que navegaba paralelo a la fragata, viró y enfrentó la dirección del ataque, lanzando misiles y fuego de artillería antiaérea. El primer teniente Velasco y el Alférez Barrionuevo se aproximaron cañonearon y lanzaron sus bombas, el guía en proa, el Nº 2 confirmó tres impactos, evadieron y regresaron a Río Gallegos a las 16:21 hs.
Secuencia fotográfica del ataque a la HMS Coventry obtenida por el Lt Bell Davis
Tareas de rescate de sobrevivientes de la HMS Coventry
Hundimiento del Atlantic Conveyor
Es atacado y hundido, al norte de la isla Soledad, el portacontenedor Atlantic Conveyor de 14.950 ton.
Atlantic Conveyor antes del hundimiento
- Dos Super Etendard, indicativo "Mina", armados con dos AIM 39 Exocet. Despegaron de Río Grande a las 14:34 hs con rumbo noreste. Tripulación: CC Curilovic y TF Barraza de la aviación naval. Reabastecieron del KC-130 "Berlín" a las 15:45 hs en el puesto de reabastecimiento aéreo y se lanzaron con rumbo este hasta alcanzar el punto en que debían iniciar el vuelo rasante. Al enganchar el blanco dispararon ambos Exocet (16:20 hs). Regresaron a su base luego de realizar un nuevo reabastecimiento a las 16:50.
En síntesis, la sección "Mina", en una operación impecable, había herido mortalmente a un valioso portacontenedor, no sólo por su porte, sino, fundamentalmente, por su carga, helicópteros Chinook, pista de aluminio, carpas, etc.
Atlantic Conveyor luego del ataque
Principales ataques del día 25 de mayo
Otros acontecimientos
A las 14:50 hs, la Armada Argentina solicitó a la FAS atacar a un petrolero y a un submarino, aparentemente ingleses ubicados a los 50º 57' S de latitud y 56º 57' O de longitud. El Capitán de Fragata Pirra, enlace de la Armada en la FAS, pidió confirmación al Comando de Operaciones del Atlántico Sur. Éste le ratificó que no era propio.
A las 15:15 hs, la FAS envió un Mirage III, indicativo "Patria" a reconocer y atacar el presunto barco y submarino inglés. El Capitán Guillermo Ballesteros despegó de Río Gallegos a las 14:47 hs. Antes de atacar, hizo un pasaje y observó que el petrolero se llamaba Santa Cruz. Informó a Río Gallegos y éste a la FAS, quien ya había enviado al ataque a seis IA-58 Pucará. La FAS preguntó nuevamente al enlace de ARA, y más tarde corroboraron que verdaderamente era el Santa Cruz, reabasteciendo a un submarino argentino. Los Pucará fueron detenidos próximos al despegue.
Balance del día
- 9 salidas de A-4B; un avión derribado, piloto fallecido.
- 7 salidas de M-5; tres aviones regresan por orden superior.
- 4 salidas de A-4C; dos aviones derribados; un piloto fallecido, otro prisionero.
- 1 salida de M-III.
- 22 salidas de exploración y reconocimiento, diversión y retransmisor. Un avión regresar por inconvenientes técnicos.
- 1 salida para puente aéreo con C-130.
- 3 salidas de reabastecimiento con KC-130.
- Destructor HMS Coventry. Hundido. 19 tripulantes desaparecidos.
- Portacontenedores STUFT Atlantic Conveyor, incendiado (posteriormente se hundió) por un ataque de la aviación naval con apoyo de los KC-130 de la FAA.
- Fragata HMS Broadsword. Averiada.
- Dos naves no identificadas (una probablemente HMS Avenger y otra HMS Fearless).
- Tres Harrier GR.3 RAF derribados.
- Un helicóptero Lynx (en la HMS Broadsword), destruido.
- Capitán D. Hugo Angel del Valle Palaver
- Capitán D. Jorge Osvaldo García
Fuerza Aérea Argentina
domingo, 27 de septiembre de 2015
El fracaso de Mikado
El día que comandos ingleses desaparecieron en operación militar secreta en territorio argentino
VÍCTOR ALVARADO - Mejor hablar de ciertas cosas
Plan contemplaba retirada por territorio chileno, donde el gobierno de Pinochet había garantizado recibirlos y evacuarlos de retorno a Inglaterra
Uno de los capítulos de la Guerra de las Malvinas que los ingleses mantienen en secreto al amparo de la decisión gubernamental que ordena considerar “top secret” todos los entretelones de su actuación en este conflicto, es la llamada “Operación Mikado” que terminó con la muerte de por lo menos ocho comandos ingleses en una fracasada misión en territorio argentino, con el objetivo de destruir la Base Aeronaval “Almirante Hermes Quijada”, en Río Grande, en Tierra del Fuego, en la zona austral.
El gobierno de la primera ministro Margaret Thatcher había llegado a la conclusión de que la única manera de detener la devastación de su flota naval por los Exocet, misiles y bombas de 500 kilos de los argentinos, era destruir los almacenes donde se guardaban estas mortíferas armas y los aviones que los transportaban, para lo cual ordenó lanzar una operación que los destruyera en el mismo territorio argentino. La base naval de Río Grande había sido identificada por la contrainteligencia inglesa como la base nodriza de estas armas.
Los ingleses, en última instancia, consideraban como objetivo mínimo de su operación destruir la planta de combustible de aviación “JP1” que abastecía a la flota aérea que hostigaba a su flota naval, con lo cual ésta no podría levantar vuelo nunca más.
Al momento del planeamiento de esta operación, los ingleses habían hundido el crucero argentino “General Belgrano”, cargado de conscriptos, con un saldo de 323 muertos y los rioplatenses en respuesta habían mandado a pique, con dos misiles Exocet, al destructor atómico “Sheffield”.
Los ingleses tenían información de que Argentina tenía al inicio de la guerra solo 5 Exocet y que dos los había utilizado para hundir el “Sheffield” con el empleo de naves “Super Etendard”, y que era urgente destruir los otros tres misiles y estos aviones.
Más tarde, Argentina añadiría los 10 “Mirages V” con su parque de Exocet y pilotos, proporcionados por Perú, con lo cual su potencia de fuego aéreo se convirtió en imbatible y sería determinante en el hundimiento de un total de siete buques y de daños graves en otro número igual.
El presidente norteamericano Ronald Reagan, al ser consultado por la Thatcher, estuvo de acuerdo con la operación, pero le advirtió que la incursión inglesa en territorio argentino provocaría la intervención de otros países latinoamericanos, como Venezuela y Perú, en particular este último que no disimulaba su solidaridad con Argentina e intervendría contra Chile por su condición de aliado de los ingleses.
La misión secreta bautizada como “Mikado” recayó en los comandos del escuadrón B del Special Air Service (SAS) británico que debían ser transportados en helicópteros, descender en la base naval de Río Grande, con la misión de destruir los misiles, los aviones Super Etendard, matar uno a uno a los pilotos y refugiarse en Chile que fungía como “territorio neutral”, que nunca lo fue en el conflicto de Las Malvinas, con la excusa de un desperfecto técnico del helicóptero.
Luego de los reajustes respectivos, el 18 de mayo de 1982, el general Peter de la Billiere, jefe del SAS, dio inicio a la operación al enviar un helicóptero, una dotación de comandos, al mando del teniente Hutchings, a bordo del helicóptero Sea King ZA-290, con un grupo de 3 soldados de élite, debidamente armados y con equipos de comunicación satelital y transportados por el HMS Invincible.
Debían descender en las proximidades de la base de Río Grande, donde estaban los Super Étendards con sus Exocets, para observar sus movimientos y preparar la llegada de dos Hercules con 50 comandos que destruirían esa base clave de la ofensiva argentina contra Inglaterra. Después irían a Chile, donde el gobierno de Augusto Pinochet había garantizado recibirlos y evacuarlos.
“Exocet” eran el terror de naves inglesas
Reagan le advirtió a Thatcher las secuelas de su operación secreta. Destructor “Coventry” hundido por Exocet argentinos.
Pero, no contaban con la sapiencia argentina que preveía la ocurrencia de una incursión de comandos ingleses. Sus radares detectaron al helicóptero inglés cuando éste se encontraba a 20 Km. de la base argentina. Los radares de la nave inglesa también se dieron cuenta que habían sido descubiertos.
Hutchings decidió cancelar la operación, se dirigió directamente a Chile, descendió en el paraje denominado Canadá de los Ciervos, de la bahía Agua Fresca, a 26 kilómetros de la ciudad de Punta Arenas, donde destruyeron el helicóptero y se entregaron a las autoridades chilenas y luego retornaron al Reino Unido en un vuelo regular de Santiago de Chile a Londres. El Ministerio de Defensa británico oficialmente declaró que el helicóptero debió hacer un aterrizaje de emergencia debido a fallas técnicas.
Pero la nave, aparentemente, luego de haber iniciado las primeras observaciones, porque según los radares argentinos, había conseguido descender y vuelto a elevarse, se esfumó, sin reportarse al “Invincible” y al otro helicóptero Sea King que servía de paraguas de su misión.
El reporte del almirantazgo inglés se remitió a señalar que el helicóptero se precipitó al mar y sus ocho ocupantes murieron cuando participaban en una operación de traslado de personal del SAS de un barco a otro en el Atlántico Sur. Lógicamente, la verdad era otra.
Pero, este segundo revés no amilanó al almirantazgo inglés, pues inmediatamente lanzó un tercer intento, luego del hundimiento con misiles “Exocet” de los destructores “Coventry” y “Atlántic Conveyor, este último con 20 helicópteros a bordo, registrado el 25 de mayo.
La nueva operación estaría a cargo del submarino de la clase Oberon que tendría la tarea de infiltrar 24 comandos SAS en Tierra del Fuego mediante botes inflables Gemini, incluso se realizó un ensayo en aguas del capturado estrecho de San Carlos en las islas Malvinas.
El almirantazgo argentino fue informado por su servicio de contrainteligencia de esta operación y resolvió reforzar la base argentina con tres batallones de infantería de marina y dotaciones de helicópteros artillados, con la resuelta decisión de esperarlos y liquidarlos en la misma playa.
Pero, el gobierno inglés ordenó a su almirantazgo cancelar esta operación, ante lo cual el cuartel general de la SAS estacionado en Hereford, ordenó a sus súbditos retornar de inmediato.
VÍCTOR ALVARADO - Mejor hablar de ciertas cosas
Plan contemplaba retirada por territorio chileno, donde el gobierno de Pinochet había garantizado recibirlos y evacuarlos de retorno a Inglaterra
Uno de los capítulos de la Guerra de las Malvinas que los ingleses mantienen en secreto al amparo de la decisión gubernamental que ordena considerar “top secret” todos los entretelones de su actuación en este conflicto, es la llamada “Operación Mikado” que terminó con la muerte de por lo menos ocho comandos ingleses en una fracasada misión en territorio argentino, con el objetivo de destruir la Base Aeronaval “Almirante Hermes Quijada”, en Río Grande, en Tierra del Fuego, en la zona austral.
El gobierno de la primera ministro Margaret Thatcher había llegado a la conclusión de que la única manera de detener la devastación de su flota naval por los Exocet, misiles y bombas de 500 kilos de los argentinos, era destruir los almacenes donde se guardaban estas mortíferas armas y los aviones que los transportaban, para lo cual ordenó lanzar una operación que los destruyera en el mismo territorio argentino. La base naval de Río Grande había sido identificada por la contrainteligencia inglesa como la base nodriza de estas armas.
Los ingleses, en última instancia, consideraban como objetivo mínimo de su operación destruir la planta de combustible de aviación “JP1” que abastecía a la flota aérea que hostigaba a su flota naval, con lo cual ésta no podría levantar vuelo nunca más.
Al momento del planeamiento de esta operación, los ingleses habían hundido el crucero argentino “General Belgrano”, cargado de conscriptos, con un saldo de 323 muertos y los rioplatenses en respuesta habían mandado a pique, con dos misiles Exocet, al destructor atómico “Sheffield”.
Los ingleses tenían información de que Argentina tenía al inicio de la guerra solo 5 Exocet y que dos los había utilizado para hundir el “Sheffield” con el empleo de naves “Super Etendard”, y que era urgente destruir los otros tres misiles y estos aviones.
Más tarde, Argentina añadiría los 10 “Mirages V” con su parque de Exocet y pilotos, proporcionados por Perú, con lo cual su potencia de fuego aéreo se convirtió en imbatible y sería determinante en el hundimiento de un total de siete buques y de daños graves en otro número igual.
El presidente norteamericano Ronald Reagan, al ser consultado por la Thatcher, estuvo de acuerdo con la operación, pero le advirtió que la incursión inglesa en territorio argentino provocaría la intervención de otros países latinoamericanos, como Venezuela y Perú, en particular este último que no disimulaba su solidaridad con Argentina e intervendría contra Chile por su condición de aliado de los ingleses.
PLANES INGLESES
Dos planes fueron elaborados y experimentaron ensayo preliminar en las montañas de Escocia: el aterrizaje de 25 comandos SAS en dos aviones C-130 Hercules directamente sobre la pista de Río Grande; y la infiltración de 24 SAS en botes inflables transportados hasta pocas millas de la costa en un submarino. Los dos planes fueron duramente cuestionados por los propios SAS que los calificaron de misión suicida.La misión secreta bautizada como “Mikado” recayó en los comandos del escuadrón B del Special Air Service (SAS) británico que debían ser transportados en helicópteros, descender en la base naval de Río Grande, con la misión de destruir los misiles, los aviones Super Etendard, matar uno a uno a los pilotos y refugiarse en Chile que fungía como “territorio neutral”, que nunca lo fue en el conflicto de Las Malvinas, con la excusa de un desperfecto técnico del helicóptero.
Luego de los reajustes respectivos, el 18 de mayo de 1982, el general Peter de la Billiere, jefe del SAS, dio inicio a la operación al enviar un helicóptero, una dotación de comandos, al mando del teniente Hutchings, a bordo del helicóptero Sea King ZA-290, con un grupo de 3 soldados de élite, debidamente armados y con equipos de comunicación satelital y transportados por el HMS Invincible.
Debían descender en las proximidades de la base de Río Grande, donde estaban los Super Étendards con sus Exocets, para observar sus movimientos y preparar la llegada de dos Hercules con 50 comandos que destruirían esa base clave de la ofensiva argentina contra Inglaterra. Después irían a Chile, donde el gobierno de Augusto Pinochet había garantizado recibirlos y evacuarlos.
THATCHER REAGAN
“Exocet” eran el terror de naves inglesas
Reagan le advirtió a Thatcher las secuelas de su operación secreta. Destructor “Coventry” hundido por Exocet argentinos.
Pero, no contaban con la sapiencia argentina que preveía la ocurrencia de una incursión de comandos ingleses. Sus radares detectaron al helicóptero inglés cuando éste se encontraba a 20 Km. de la base argentina. Los radares de la nave inglesa también se dieron cuenta que habían sido descubiertos.
Hutchings decidió cancelar la operación, se dirigió directamente a Chile, descendió en el paraje denominado Canadá de los Ciervos, de la bahía Agua Fresca, a 26 kilómetros de la ciudad de Punta Arenas, donde destruyeron el helicóptero y se entregaron a las autoridades chilenas y luego retornaron al Reino Unido en un vuelo regular de Santiago de Chile a Londres. El Ministerio de Defensa británico oficialmente declaró que el helicóptero debió hacer un aterrizaje de emergencia debido a fallas técnicas.
ÚLTIMO INTENTO
El mando militar inglés resolvió hacer otro intento y mandó una escuadra de ocho comandos del escuadrón “D” del SAS a bordo de un helicóptero Sea King, transportado por el HMS Invincible para hacer la misma misión de reconocimiento que no pudo cumplir Hutchings en la primera misión, luego de lo cual seguiría el descenso de los 50 comandos para destruir la base naval.Pero la nave, aparentemente, luego de haber iniciado las primeras observaciones, porque según los radares argentinos, había conseguido descender y vuelto a elevarse, se esfumó, sin reportarse al “Invincible” y al otro helicóptero Sea King que servía de paraguas de su misión.
El reporte del almirantazgo inglés se remitió a señalar que el helicóptero se precipitó al mar y sus ocho ocupantes murieron cuando participaban en una operación de traslado de personal del SAS de un barco a otro en el Atlántico Sur. Lógicamente, la verdad era otra.
Pero, este segundo revés no amilanó al almirantazgo inglés, pues inmediatamente lanzó un tercer intento, luego del hundimiento con misiles “Exocet” de los destructores “Coventry” y “Atlántic Conveyor, este último con 20 helicópteros a bordo, registrado el 25 de mayo.
La nueva operación estaría a cargo del submarino de la clase Oberon que tendría la tarea de infiltrar 24 comandos SAS en Tierra del Fuego mediante botes inflables Gemini, incluso se realizó un ensayo en aguas del capturado estrecho de San Carlos en las islas Malvinas.
El almirantazgo argentino fue informado por su servicio de contrainteligencia de esta operación y resolvió reforzar la base argentina con tres batallones de infantería de marina y dotaciones de helicópteros artillados, con la resuelta decisión de esperarlos y liquidarlos en la misma playa.
Pero, el gobierno inglés ordenó a su almirantazgo cancelar esta operación, ante lo cual el cuartel general de la SAS estacionado en Hereford, ordenó a sus súbditos retornar de inmediato.
sábado, 26 de septiembre de 2015
AAM: Rafael Shafrir 2 (Israel)
Rafael Shafrir 2
El Shafrir 2 es un misil aire-aire de segunda generación de uso en la fuerza aérea israelí.
Su desarrollo se inició en 1963 y continuó hasta 1969, cuando el misil entró en servicio en la fuerza aérea israelí.
El Shafrir 2 es un misil "fire & forget", trabaja fijando y siguiendo las señales recibidas desde la línea de visión del piloto quien observa al avión enemigo. El misil recibe estas señales e impacta al avión enemigo sin requerir al piloto fijar su aeronave a la del avión enemigo.
El Shafrir 2 participó en la Guerra de Desgaste, los misiles hicieron impactos precisos y derribaron aviones enemigos. Tiene acreditado con más de 100 derribos, principalmente durante la guerra de Yom Kippur en 1973.
El Shafrir 2 puede ser lanzado a un alcance efectivo de hasta unos 5 km, fue construido para impactar al avión hasta a 60,000 ft.
El Shafrir 2 tenía un peso de 93 kg y es 250 cm long con un diámetro del cuerpo de 15 cm, peso de la cabeza de guerra 11 kg (4 kg de ellos es explosivo), peso del motor de 50 kg y durando 5 segundos desde el lanzamiento.
Shafrir 2 desarrollo inició en 1963 porque problema que estaba presente en el Shafrir 1, el problema era que la cabeza de guerra era demasiado pequeño, para distancias cuando el misil no acertaba al blanco.
El Shafrir 2 fue adquirido en grandes cantidades por la Fuerza Aérea Argentina, estando actualmente la totalidad de los 200 misiles adquiridos fuera de servicio.
Fotos
De práctica de la FACh El Shafrir fue ampliamente utilizado en Latinoamérica.
Buscador de misil
Engarzado por equipos de tierra
Recién salidos de la fábrica
Datos Técnicos
En Latinoamérica
C-101 de la FACh portando un AAM Shafrir 2 bajo sus alas
Un Mirage IIIE de la FAA portando un Shafrir 2
El Shafrir 2 es un misil aire-aire de segunda generación de uso en la fuerza aérea israelí.
Su desarrollo se inició en 1963 y continuó hasta 1969, cuando el misil entró en servicio en la fuerza aérea israelí.
El Shafrir 2 es un misil "fire & forget", trabaja fijando y siguiendo las señales recibidas desde la línea de visión del piloto quien observa al avión enemigo. El misil recibe estas señales e impacta al avión enemigo sin requerir al piloto fijar su aeronave a la del avión enemigo.
El Shafrir 2 participó en la Guerra de Desgaste, los misiles hicieron impactos precisos y derribaron aviones enemigos. Tiene acreditado con más de 100 derribos, principalmente durante la guerra de Yom Kippur en 1973.
El Shafrir 2 puede ser lanzado a un alcance efectivo de hasta unos 5 km, fue construido para impactar al avión hasta a 60,000 ft.
El Shafrir 2 tenía un peso de 93 kg y es 250 cm long con un diámetro del cuerpo de 15 cm, peso de la cabeza de guerra 11 kg (4 kg de ellos es explosivo), peso del motor de 50 kg y durando 5 segundos desde el lanzamiento.
Shafrir 2 desarrollo inició en 1963 porque problema que estaba presente en el Shafrir 1, el problema era que la cabeza de guerra era demasiado pequeño, para distancias cuando el misil no acertaba al blanco.
El Shafrir 2 fue adquirido en grandes cantidades por la Fuerza Aérea Argentina, estando actualmente la totalidad de los 200 misiles adquiridos fuera de servicio.
Fotos
De práctica de la FACh El Shafrir fue ampliamente utilizado en Latinoamérica.
Buscador de misil
Engarzado por equipos de tierra
Recién salidos de la fábrica
Datos Técnicos
En Latinoamérica
C-101 de la FACh portando un AAM Shafrir 2 bajo sus alas
Un Mirage IIIE de la FAA portando un Shafrir 2
Israeli-weapons (c)
viernes, 25 de septiembre de 2015
Arte: Fenix con Pucaras
jueves, 24 de septiembre de 2015
Rugby sin Fronteras entre veteranos anglo-argentinos
Argentinos y británicos combatientes de Malvinas, unidos por el rugby
Luego de 33 años, veteranos del conflicto bélico se reencontraron para disputar un partido cerca de Londres. La pelota fue bendecida por el Papa Francisco
Argentinos y británicos combatientes de Malvinas, unidos por el rugby
Argentinos y británico que combatieron en la Guerra de Malvinas disputaron un encuentro de rugby, a pocos kilómetros de Londres, en un duelo por la paz entre ambos países tras 33 años del conflicto bélico en el archipiélago.
El encuentro se jugó en estadio del club inglés Esher, cerca de donde se disputa el Mundial de Rugby, y fue organizado por la Fundación Rugby Sin Fronteras.
"Fue una guerra innecesaria y no les guardo ningún rencor, el rencor daña a las personas", contó Horacio Gatas, un veterano argentino.
Los argentinos y británicos jugaron mezclados en los dos equipos, a los que se sumaron familiares y amigos.
Los veteranos llevaban un brazalete distintivo, y, como superan los 50 años, el partido se acortó a dos tiempos de 20 minutos.
"La belleza del rugby es lo que viene luego: hablamos, bebemos y reímos", explicó el doctor David Jackson, de 57 años, que abandonó el ejército británico para hacerse médico y especializarse en el tratamiento del estrés postraumático que él mismo sufrió.
"Los políticos fallaron y nosotros tuvimos que ir y arreglarlo", explicó Russell Craig, un veterano británico de 56 años.
"Nosotros no estamos ni a favor ni en contra de la soberanía (argentina de las Malvinas), nosotros no tenemos fronteras", sentenció Alejandro Diego, de la Fundación Rugby sin Fronteras y uno de los promotores del partido.
Diario Popular
Luego de 33 años, veteranos del conflicto bélico se reencontraron para disputar un partido cerca de Londres. La pelota fue bendecida por el Papa Francisco
Argentinos y británicos combatientes de Malvinas, unidos por el rugby
Argentinos y británico que combatieron en la Guerra de Malvinas disputaron un encuentro de rugby, a pocos kilómetros de Londres, en un duelo por la paz entre ambos países tras 33 años del conflicto bélico en el archipiélago.
El encuentro se jugó en estadio del club inglés Esher, cerca de donde se disputa el Mundial de Rugby, y fue organizado por la Fundación Rugby Sin Fronteras.
"Fue una guerra innecesaria y no les guardo ningún rencor, el rencor daña a las personas", contó Horacio Gatas, un veterano argentino.
Los argentinos y británicos jugaron mezclados en los dos equipos, a los que se sumaron familiares y amigos.
Los veteranos llevaban un brazalete distintivo, y, como superan los 50 años, el partido se acortó a dos tiempos de 20 minutos.
"La belleza del rugby es lo que viene luego: hablamos, bebemos y reímos", explicó el doctor David Jackson, de 57 años, que abandonó el ejército británico para hacerse médico y especializarse en el tratamiento del estrés postraumático que él mismo sufrió.
"Los políticos fallaron y nosotros tuvimos que ir y arreglarlo", explicó Russell Craig, un veterano británico de 56 años.
"Nosotros no estamos ni a favor ni en contra de la soberanía (argentina de las Malvinas), nosotros no tenemos fronteras", sentenció Alejandro Diego, de la Fundación Rugby sin Fronteras y uno de los promotores del partido.
Diario Popular
miércoles, 23 de septiembre de 2015
Biografía: Menéndez, un tipo poco capacitado en el momento más necesario
Las guerras del general Menéndez
En 2008 y 2012, PERFIL publicó las últimas entrevistas que concedió el gobernador de Malvinas en 1982. Sus críticas a Balza y la defensa de su rol en el conflicto.
Por Hérnan Dobry | Perfil
Poder. El momento más significativo en la vida militar de Menéndez: gobernador de las islas durante la guerra. | Foto: Cedoc
El general de brigada (R) Mario Benjamín Menéndez falleció el viernes en Buenos Aires luego de haber estado internado durante dos semanas. En 2008 dio su última entrevista a Perfil en la que atacó al teniente general Martín Balza, criticó al teniente general Benjamín Rattenbach y defendió su rol como gobernador de las islas Malvinas durante la guerra.
—¿Cómo vivió las últimas horas antes de la rendición?
—La situación estaba absolutamente deteriorada. Hablé con el general (Leopoldo Fortunato) Galtieri y se la describí. El no podía o no quería entenderla, así que se lo tuve que repetir y le pregunté si podía contar con algún apoyo aéreo u otra cosa. Me explicó que no me podía garantizar ninguno. Entonces le dije: como comandante no sé qué va a ser de esta guarnición al final del día de hoy. Ante eso, me voy a hacer responsable. Y le corté.
—¿Ya tenía en mente la rendición?
—No sabía qué iba a hacer porque no había habido contacto con los ingleses. Era como una especie de nebulosa: ¿cómo hacemos ahora? ¿Vamos a seguir combatiendo hasta que las acciones se interrumpan o a tratar de tomar contacto con los ingleses? Esto último me parecía que significaba ponerme de entrada en una posición inferior. En ese momento, el capitán de navío (Barry) Hussey me dijo que había una comunicación con los británicos que ofrecían un cese del fuego para iniciar conversaciones y terminar con las operaciones. Resolví aceptarlo y les sugerí reunirnos a las 16.
—¿Cómo se preparó para ese momento?
—Me fui a la residencia porque estaba agotado, me lavé, me afeité y me puse presentable. Llevaba 36 horas sin dormir. Ni me cambié de ropa ni me lustré las botas, como dicen algunos. Pensé que era el final. Me puse a juntar los papeles y, después, nos fuimos caminando hasta la secretaría a esperar a los emisarios ingleses. Ahí, llegó el coronel (Michael) Rose e iniciamos la reunión.
—¿Qué ocurrió allí?
—El planteó, de entrada, que había que resolver en qué momento y forma se produciría la rendición. La verdad es que lo asumí. Sabía cómo estaba mi gente, así que no lo discutí. Les pedí llevarnos nuestras banderas que nos habían acompañado en la guerra, acordamos en qué condiciones iba a producirse el repliegue de nuestra gente, la entrega de administración, que no iba a haber ningún desfile, ni periodistas en la ceremonia de capitulación. Quedamos en el horario en que el general (Jeremy) Moore iba a estar ahí y me fui a hablar con Galtieri, quien me dijo que me había extralimitado.
La última entrevista de Menéndez a PERFIL: "El mayor error fue aceptar la Guerra"
—¿Cómo fue la reunión con Moore?
—Él hizo una introducción y luego me dijo: “Ahora usted me tiene que firmar la rendición”. Estaba en inglés, la leí, y cuando vi la palabra incondicional me planté: “General, esto no es lo que se pactó esta tarde”. “Cómo, ésta es la rendición, acá está”. No, porque se estipularon condiciones y acá habla de una rendición incondicional, o sea, están cambiando los términos. Esto no lo acepto. No sé en qué condiciones, pero si usted insiste en esto, los argentinos seguimos peleando. Se quedó y después lo aceptó: “Está bien, tachemos la palabra”. Podría haber discutido Falkland/Malvinas porque las Naciones Unidas lo aprobaban. Pero era un momento muy difícil.
—¿Qué sintió en ese momento?
—Un sentimiento muy mezclado. Es terrible tener que estar ahí. Sabe que tiene que hacerlo y no por usted, por las tropas, pero al mismo tiempo es una frustración, una decepción. Es la bronca de haber llegado a eso porque, además, es una de las cosas en las que un militar nunca quiere pensar. Están los tipos que dicen: “¿por qué no se pegó un tiro? Creo que el suicidio no es una solución. Era muy fácil, pero es dejarle a otro que cuente la historia como quiera. Usted sabe que las cosas que tenía que hacer las hizo, y bastante bien. Hubo una serie de fallas que son de orden estratégico operacional. En lo táctico, no podía dar mucho más de lo que dio y, en última instancia, estaba cumpliendo con mi obligación de comandante. Hay muchos que dicen: usted salvó a miles de hombres. No sé a cuántos salvé, creo que tomé la decisión táctica que debía. Esa noche no pude dormir. Pensaba en todo lo que había vivido y pasado, las cosas que había pensado y dicho en el transcurso de las operaciones.
—¿Qué sensación tuvo cuando llegó al continente?
—Fue una recepción fría como el hielo, estaban nada más que los familiares en Tablada.
—¿Cómo se sintió con el trato que le dio Galtieri después de la guerra?
—Me enteré una vez por otros generales que le habían preguntado si alguna vez nos había vuelto a ver a los que habíamos ido a Malvinas. Dijo: “No, pensé que los muchachos iban a venir a verme”. Entonces les respondí: ¿no creen que él nos debió haber llamado cuando regresamos y no nosotros ir ahí a rendirle cuentas? Nos mandó y mantuvo allá. Si nos sobraron o nos faltaron cosas, fue su responsabilidad y del resto de la Junta. Le hice un tribunal de honor y se lo gané.
—¿Leyó alguna vez las críticas que le hizo el general Balza en su libro?
—Mejor no hablemos. Es un mentiroso. Lo pensé mucho antes de hacerle un tribunal de honor. A él no le gustan porque se ha tenido que chupar varios. Sabe que no tiene razón, pero es muy hábil y ha inventado la historia de que no participó de la guerra contra el terrorismo y que fue el tipo que más hizo en Malvinas y que los otros fueron unos nabos o pusilánimes. Él es políticamente aceptable, nunca va a decir que no es cierto lo de los 30 mil desaparecidos. No digo que no los haya, pero creo que 30 mil es una cifra inventada. Para él, es más fácil atribuirse el hecho de que quería que tal cosa se hiciera o no, pero no integraba el Estado Mayor. Era un jefe de grupo de artillería al cual se le dio la misión de integrar los fuegos de la artillería terrestre, ni siquiera la defensa antiaérea, porque el responsable era otro.
—El informe Rattenbach tampoco lo deja muy bien parado.
—El general Rattenbach firmó en desacuerdo y en disidencia el informe realizado de la famosa Comisión de Análisis y Evaluación. Por eso, es un contrasentido que se llame así. A mí, además de ese informe, me enjuiciaron dos veces y fui absuelto de todos los cargos que se me formularon. Cuando he hecho tribunales de honor, los he ganado todos. Soy un ciudadano que puede salir a la calle como usted, debo hacerlo porque además tengo una responsabilidad que es la de dar un testimonio.
—¿Cuál fue el mayor error que se cometió en Malvinas?
—Aceptar la guerra, porque no la propusimos nosotros. Para ese entonces, teníamos una plaza llena que condicionó al gobierno.
—¿Alguien tendría que haberlo previsto?
—No lo sé. Entonces la alternativa fue: vamos a reforzar las Malvinas para defenderlas, de manera que los ingleses pierdan tiempo, que les cueste y que eso los pueda llevar a hacer lo que nosotros queríamos: la negociación. Eso prácticamente está plasmado en lo que nos dijo el general Leopoldo Fortunato Galtieri el 22 de abril: “Las fuerzas de tareas inglesas cada vez están más al sur. En la medida en que sigan, no van a poder volver sin hacer algo. Ahora, si ese algo es atacar Malvinas y ustedes aguantan yo creo que después nos vamos a sentar a la mesa”. Le pregunté: ¿Aguantamos o no? Desde el 1º de mayo, aguantamos 44 días, más los anteriores.
—¿Por qué no renunció si no estaba de acuerdo?
—Debería haberme enojado y vuelto al continente porque no se hacía caso al asesoramiento del hombre que estaba en el terreno. Resolví aceptar una solución a medias, que no son las mejores. En la Comisión Rattenbach lo definí en dos palabras y no sé si les gustó o no: imprevisión, improvisación.
En 2008 y 2012, PERFIL publicó las últimas entrevistas que concedió el gobernador de Malvinas en 1982. Sus críticas a Balza y la defensa de su rol en el conflicto.
Por Hérnan Dobry | Perfil
Poder. El momento más significativo en la vida militar de Menéndez: gobernador de las islas durante la guerra. | Foto: Cedoc
El general de brigada (R) Mario Benjamín Menéndez falleció el viernes en Buenos Aires luego de haber estado internado durante dos semanas. En 2008 dio su última entrevista a Perfil en la que atacó al teniente general Martín Balza, criticó al teniente general Benjamín Rattenbach y defendió su rol como gobernador de las islas Malvinas durante la guerra.
—¿Cómo vivió las últimas horas antes de la rendición?
—La situación estaba absolutamente deteriorada. Hablé con el general (Leopoldo Fortunato) Galtieri y se la describí. El no podía o no quería entenderla, así que se lo tuve que repetir y le pregunté si podía contar con algún apoyo aéreo u otra cosa. Me explicó que no me podía garantizar ninguno. Entonces le dije: como comandante no sé qué va a ser de esta guarnición al final del día de hoy. Ante eso, me voy a hacer responsable. Y le corté.
—¿Ya tenía en mente la rendición?
—No sabía qué iba a hacer porque no había habido contacto con los ingleses. Era como una especie de nebulosa: ¿cómo hacemos ahora? ¿Vamos a seguir combatiendo hasta que las acciones se interrumpan o a tratar de tomar contacto con los ingleses? Esto último me parecía que significaba ponerme de entrada en una posición inferior. En ese momento, el capitán de navío (Barry) Hussey me dijo que había una comunicación con los británicos que ofrecían un cese del fuego para iniciar conversaciones y terminar con las operaciones. Resolví aceptarlo y les sugerí reunirnos a las 16.
—¿Cómo se preparó para ese momento?
—Me fui a la residencia porque estaba agotado, me lavé, me afeité y me puse presentable. Llevaba 36 horas sin dormir. Ni me cambié de ropa ni me lustré las botas, como dicen algunos. Pensé que era el final. Me puse a juntar los papeles y, después, nos fuimos caminando hasta la secretaría a esperar a los emisarios ingleses. Ahí, llegó el coronel (Michael) Rose e iniciamos la reunión.
—¿Qué ocurrió allí?
—El planteó, de entrada, que había que resolver en qué momento y forma se produciría la rendición. La verdad es que lo asumí. Sabía cómo estaba mi gente, así que no lo discutí. Les pedí llevarnos nuestras banderas que nos habían acompañado en la guerra, acordamos en qué condiciones iba a producirse el repliegue de nuestra gente, la entrega de administración, que no iba a haber ningún desfile, ni periodistas en la ceremonia de capitulación. Quedamos en el horario en que el general (Jeremy) Moore iba a estar ahí y me fui a hablar con Galtieri, quien me dijo que me había extralimitado.
La última entrevista de Menéndez a PERFIL: "El mayor error fue aceptar la Guerra"
—¿Cómo fue la reunión con Moore?
—Él hizo una introducción y luego me dijo: “Ahora usted me tiene que firmar la rendición”. Estaba en inglés, la leí, y cuando vi la palabra incondicional me planté: “General, esto no es lo que se pactó esta tarde”. “Cómo, ésta es la rendición, acá está”. No, porque se estipularon condiciones y acá habla de una rendición incondicional, o sea, están cambiando los términos. Esto no lo acepto. No sé en qué condiciones, pero si usted insiste en esto, los argentinos seguimos peleando. Se quedó y después lo aceptó: “Está bien, tachemos la palabra”. Podría haber discutido Falkland/Malvinas porque las Naciones Unidas lo aprobaban. Pero era un momento muy difícil.
—¿Qué sintió en ese momento?
—Un sentimiento muy mezclado. Es terrible tener que estar ahí. Sabe que tiene que hacerlo y no por usted, por las tropas, pero al mismo tiempo es una frustración, una decepción. Es la bronca de haber llegado a eso porque, además, es una de las cosas en las que un militar nunca quiere pensar. Están los tipos que dicen: “¿por qué no se pegó un tiro? Creo que el suicidio no es una solución. Era muy fácil, pero es dejarle a otro que cuente la historia como quiera. Usted sabe que las cosas que tenía que hacer las hizo, y bastante bien. Hubo una serie de fallas que son de orden estratégico operacional. En lo táctico, no podía dar mucho más de lo que dio y, en última instancia, estaba cumpliendo con mi obligación de comandante. Hay muchos que dicen: usted salvó a miles de hombres. No sé a cuántos salvé, creo que tomé la decisión táctica que debía. Esa noche no pude dormir. Pensaba en todo lo que había vivido y pasado, las cosas que había pensado y dicho en el transcurso de las operaciones.
—¿Qué sensación tuvo cuando llegó al continente?
—Fue una recepción fría como el hielo, estaban nada más que los familiares en Tablada.
—¿Cómo se sintió con el trato que le dio Galtieri después de la guerra?
—Me enteré una vez por otros generales que le habían preguntado si alguna vez nos había vuelto a ver a los que habíamos ido a Malvinas. Dijo: “No, pensé que los muchachos iban a venir a verme”. Entonces les respondí: ¿no creen que él nos debió haber llamado cuando regresamos y no nosotros ir ahí a rendirle cuentas? Nos mandó y mantuvo allá. Si nos sobraron o nos faltaron cosas, fue su responsabilidad y del resto de la Junta. Le hice un tribunal de honor y se lo gané.
—¿Leyó alguna vez las críticas que le hizo el general Balza en su libro?
—Mejor no hablemos. Es un mentiroso. Lo pensé mucho antes de hacerle un tribunal de honor. A él no le gustan porque se ha tenido que chupar varios. Sabe que no tiene razón, pero es muy hábil y ha inventado la historia de que no participó de la guerra contra el terrorismo y que fue el tipo que más hizo en Malvinas y que los otros fueron unos nabos o pusilánimes. Él es políticamente aceptable, nunca va a decir que no es cierto lo de los 30 mil desaparecidos. No digo que no los haya, pero creo que 30 mil es una cifra inventada. Para él, es más fácil atribuirse el hecho de que quería que tal cosa se hiciera o no, pero no integraba el Estado Mayor. Era un jefe de grupo de artillería al cual se le dio la misión de integrar los fuegos de la artillería terrestre, ni siquiera la defensa antiaérea, porque el responsable era otro.
—El informe Rattenbach tampoco lo deja muy bien parado.
—El general Rattenbach firmó en desacuerdo y en disidencia el informe realizado de la famosa Comisión de Análisis y Evaluación. Por eso, es un contrasentido que se llame así. A mí, además de ese informe, me enjuiciaron dos veces y fui absuelto de todos los cargos que se me formularon. Cuando he hecho tribunales de honor, los he ganado todos. Soy un ciudadano que puede salir a la calle como usted, debo hacerlo porque además tengo una responsabilidad que es la de dar un testimonio.
—¿Cuál fue el mayor error que se cometió en Malvinas?
—Aceptar la guerra, porque no la propusimos nosotros. Para ese entonces, teníamos una plaza llena que condicionó al gobierno.
—¿Alguien tendría que haberlo previsto?
—No lo sé. Entonces la alternativa fue: vamos a reforzar las Malvinas para defenderlas, de manera que los ingleses pierdan tiempo, que les cueste y que eso los pueda llevar a hacer lo que nosotros queríamos: la negociación. Eso prácticamente está plasmado en lo que nos dijo el general Leopoldo Fortunato Galtieri el 22 de abril: “Las fuerzas de tareas inglesas cada vez están más al sur. En la medida en que sigan, no van a poder volver sin hacer algo. Ahora, si ese algo es atacar Malvinas y ustedes aguantan yo creo que después nos vamos a sentar a la mesa”. Le pregunté: ¿Aguantamos o no? Desde el 1º de mayo, aguantamos 44 días, más los anteriores.
—¿Por qué no renunció si no estaba de acuerdo?
—Debería haberme enojado y vuelto al continente porque no se hacía caso al asesoramiento del hombre que estaba en el terreno. Resolví aceptar una solución a medias, que no son las mejores. En la Comisión Rattenbach lo definí en dos palabras y no sé si les gustó o no: imprevisión, improvisación.
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