viernes, 7 de febrero de 2014

Una nena británica en Malvinas y sus vivencias

Lisa Watson, la nena de 12 años que le hizo frente a un militar argentino



Nació en Malvinas en 1969. Fue evacuada al campo durante el conflicto. Escribió un libro en el que cuenta cómo vivió la guerra y lo que siente hacia los argentinos. "...Su abuela le sacudió el hombro: "Despertate. El tiroteo empezó. Tenemos que ir abajo". Así, Lisa Watson se enteró del desembarco argentino en Malvinas. Tenía 12 años y aquel día no fue al colegio. El gobernador en las islas, Rex Hunt, había advertido a los isleños sobre la Operación Rosario y suspendió las clases. Fue una de las pocas cosas que le dio alegría durante la guerra. Hasta aquel día, Lisa vivía con su abuela en la capital de Malvinas para poder ir a clases. Sus padres trabajaban en la granja familiar a menos de 30 kilómetros de allí. Desde esa época, Lisa ama andar a caballo. Tenía una potranca, Sally, hija de padrillo argentino y yegua isleña. Su simpatía por lo argentino estaba intacta. Hasta el 2 de abril de 1982. Lisa cuenta sus aventuras y sus vivencias en el libro Walking up to war (Andando la guerra). "Ahí estaba, nuestro agradable, pacífico, pequeñito mundo. Ahora tenía la adición de la flota argentina, Fuerzas Especiales, una gigantesca fuerza de desembarco ", escribió. Al principio el ruido de las balas cortando el aire la sobresaltaba pero se acostumbró. "Recuerdo mirar por la ventana y ver el rastro de color rojo de las balas pasando. Le habían dado a la casa de al lado. Había mucho ruido y fue extremadamente intimidante" A los dos días del desembarco, los chicos fueron evacuados hacia el campo. "Mi papá vino a buscarme a mí y a mi hermano (Paul) para llevarnos a la granja. Fuimos en caravana". En el medio se toparon con periodistas que filmaban el despliegue de las tropas argentinas. El auto de Lisa rozó a uno de ellos y los militares lo pararon. Bajaron a su padre y se lo llevaron. "Nos dejaron sentados en la ruta sin saber. No teníamos idea de lo que podía llegar a sucederle. Y me puse a llorar". Una de las nenas que viajaba en la 4x4 preguntó: "¿Si le disparan cómo vamos a volver a casa?". Lisa enloqueció: "Callate, callate", le gritó. El tiempo se congeló. Lisa no entendía lo que pasaba, las reglas de ese mundo. Se le ocurrió esconder el cuchillo de granjero su padre. "Pensé que se iba a meter en problemas por tener un arma". Su padre volvió intacto y siguieron camino. "Pequeña cobarde", le dijo cuando le confesó lo que había hecho. Su madre, Glenda, la esperaba en la puerta de casa. "Papá, soldados. Vienen desde la playa", le advirtió Lisa un día en el corral de los caballos. Eran británicos. "No son argies", el peyorativo para los argentinos, festejó Neil. Lisa también. La simpatía se había ido al cuerno. Estos soldados británicos se habían escondido el día del desembarco. Y debatían si entregarse o no. Al final, el padre de Lisa llamó a las autoridades argentinas. En menos de 45 minutos tres helicópteros rodearon la granja. "Las tropas corrieron, rodearon la casa, patearon la puerta y entraron con sus armas". Un oficial les ordenó formarse. "Mis padres lo hicieron pero yo estaba tan enojada que me rehusé a moverme. Me metí el dedo en la boca y me quedé mirando sus pies". "Vos también por favor", insistió el argentino. Lisa, nada. "No supo qué hacer. Estoy segura de que no quería amenazar a una chiquita y al final se encogió de hombros y les dijo a los otros que se sentaran. Entonces pensé gané, gané ese round", recuerda aún orgullosa. En su libro, Lisa confiesa que pensó: "Andate maldito argentino". No fue el único contacto con argentinos. Un día dos soldados llegaron a pedir ayuda. Querían bañarse. La madre de Lisa los dejó con una condición: que no le contaran a nadie. "No voy a dejar que un batallón de argentinos transformen este lugar en un hotel", advirtió Glenda. Lisa pasó días jugando con un pedazo de jabón que dejó el soldado argentino Pedro Miguel Espinosa. Lisa perseguía a su amiga Debbie Summers refregándole el jabón en la cara. Su amiga chillaba de asco y horror. Lisa, de risa. Del Crucero General Belgrano y sus 323 muertos Lisa no dice nada en su libro. Pero sí cuenta que el hundimiento del buque inglés Sheffield le arrancó lágrimas a su madre y marcó el comienzo de mayo, "el mes más largo" de su vida. "Los padres tenían que encontrar el modo de entretener a los chicos". Glenda impuso un juego para matar las horas. Adivina adivinador. Cuando alguien proponía un animal todos respondían "Galtieri". Lisa y Debbie pasaron juntas casi toda la guerra. "Hablábamos de lo que pasaba y como yo era un poco más grande que ella trababa de protegerla, de asegurarle que las cosas iban a estar bien. Muchas veces no sabía si iba a ser así", repasa. "El 14 de junio fue un día muy extraño para nosotros. Cuando nos dijeron que había banderas flameando sobre la capital, mi madre no lo creyó. Ella dijo me rehúso a creerlo hasta que no vea un helicóptero británico aterrizando en mi tierra", recuerda Lisa. Los hombres se dieron la mano y las mujeres se abrazaron. Lisa salió a buscar a su yegua argentina. Se puso en puntas de pie y le susurró al oído. "Se acabó Sally. Se acabó y estamos todos bien". Nota : "...Obviamente este informe està lleno de mentiras y Propaganda , pero asì funciona el Comitè Anti-Argentino en las islas , liderado por la editora del diario isleño "The Penguin News " , Lisa Watson . Meses atràs ella participò de un documental basado en el libro "Falklands , la guerra de los Isleños" , un film propagandìstico que muestra a los soldados argentinos como sàdicos torturadores psicològicos . Todos los integrantes del diario isleño son parte de una confabulaciòn para una campaña anti-"argie" , donde se injuria la memoria de los Veteranos argentinos . Se inventan historias de soldados argentinos que apuntan a isleños indefensos , falsos datos sobre la agrupaciòn de isleños en el galpòn anti-bombardeo de Pradera del Ganso . Cuentos sobre isleños con hambre , sin agua potable o letrinas , etc. Libros , videos , films , documentales todos surgen desde las islas y llegan a la BBC o programas britànicos . Una gran campaña de años en distintos lugares y distintos medios que agita aùn màs los "ruidos se sable" . Segùn una fuente , el Padre de Lisa fue el quien tomò la foto de los soldados Royal Marines en el piso , mientras son sujetados por personal de la Policìa Militar 181 . Algo que Lisa Watson evita en su relato fantàstico que transcurre durante una "razia militar" en el camino . Relatos que pareciesen que salieron de un film de Drama , asì estàn las cosas , mientras Lisa posa junto a efectivos britànicos en la actualidad en algùn lugar de las islas ...mientras sostiene un arma de guerra .....

1 comentario:

  1. No «se acabó» nada... Al contrario: Empezó...
    Mientras sigan en las Malvinas, jamás tendrán paz.

    ResponderEliminar