miércoles, 18 de abril de 2018

Pesqueros chilenos y noruegos operan en las Georgias del Sur

Buques chilenos obtuvieron millonarios contratos para operar en las islas Georgias del Sur

Las licencias de pesca permiten además a embarcaciones de Noruega y Nueva Zelanda operar en la zona de 200 millas cuadradas alrededor del territorio argentino durante cuatro años.
Perfil


Buques noruegos, de Chile y Nueva Zelanda obtuvieron autorización de Gran Bretaña para pescar en el Atlántico Sur en la zona de las Islas Georgias del Sur. uques noruegos, de Chile y Nueva Zelanda obtuvieron autorización de Gran Bretaña para pescar en el Atlántico Sur en la zona de las Islas Georgias del Sur. Foto:Cedoc Perfil 

Buques noruegos, de Chile y Nueva Zelanda obtuvieron autorización de Gran Bretaña para pescar en el Atlántico Sur en la zona de las Islas Georgias del Sur. La decisión provocó la furia de compañías locales, que quedaron fuera de los acuerdos por unos 100 millones de dólares.

Los diarios británicos The Daily Mail y The Sun brindaron la información y señalaron que el blanco de las críticas inglesas fue el canciller Boris Johnson.

Las seis licencias pesqueras fueron entregadas a cuatro firmas noruegas, una chilena y una neozelandesa, según consignó la agencia Noticias Argentinas.

En ese contexto trascendió que las peticiones de dos compañías británicas, South Georgia Fisheries y Fortuna Ltd. fueron rechazadas, lo que generó críticas a nivel local.

Las licencias habilitan a pescar en la zona de 200 millas cuadradas alrededor del territorio argentino de las Georgias del Sur durante cuatro años. La firma noruega Ervik Havfiske ganó la licencia para cuatro buques, otra para el buque neozelandés San Aspiring y la restante para el chileno Antarctic Bay.

Formalmente, los permisos son entregados por el gobierno britànico de las Islas Georgias y Sandwich del Sur, pero la que da la autorización final es la Cancillería del gobierno de Theresa May.

Acción legal. Una de las compañías británicas que no obtuvieron licencias anunció que realizará acciones legales.

lunes, 16 de abril de 2018

Coronel Geoffrey Cardozo, dedicado a buscar y enterrar a los soldados argentinos muertos en combate

Así enterró un oficial británico a los caídos argentinos en Malvinas: "Lo hice con amor y respeto como si fueran mis hijos"

En 1982, el coronel inglés Geoffrey Cardozo fue encomendado con una difícil tarea: recoger los cuerpos de los campos de batalla y darles digna sepultura en Darwin. Su trabajo fue fundamental en el proceso de identificación de los caídos en el conflicto bélico. El video de la emotiva ceremonia en febrero de 1983 

Por Gaby Cociffi || Infobae
Directora Editorial de Infobae | gcociffi@infobae.com



"Mamá, papá, yo tuve en mis brazos a su hijo antes de darle digna sepultura. Y hoy, 36 años después, los abrazo a ustedes y siento que esto es un milagro".
El coronel británico Geoffrey Cardozo deja escapar una lágrima, cuando envuelve en sus brazos a Dalal y Said Massad, padres de Marcelo Daniel, soldado caído el 11 de junio en la batalla de Monte Longdon y enterrado en Darwin en una tumba sin nombre.
Daniel fue, durante 36 años -al igual que otros 121 combatientes que yacen en el cementerio- un Soldado Argentino solo conocido por Dios. Pero desde hoy 90 combatientes recuperarán el nombre que perdieron el día que dieron su vida por la Patria.  A las 9:50, en el cementerio de Darwin, 210 familiares descubrirán las placas con los nombres de sus seres queridos.
Fue la causa por la identificación -que comenzó en 2008 con la iniciativa y el trabajo del veterano Julio Aro– lo que permitió que las familias hoy puedan dejar una flor o llorar sobre una tumba con nombre.
El proceso fue largo y difícil: implicó una complicada negociación política de seis años, la firma del acuerdo entre Argentina y el Reino Unido en diciembre de 2016, la mediación de la Cruz Roja Internacional, el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense y el viaje a las islas de 12 profesionales de distintas nacionalidades que exhumaron los cuerpos en Darwin para conocer la identidad de los soldados.
En 1982 fue el entonces joven capitán Cardozo, de 32 años, quien se desempeñaba en el área logística del Ministerio de Defensa en Londres, quien recibió la orden que le cambiaría la vida para siempre: debía recoger los cuerpos de los soldados argentinos en los campos de batalla para darles digna sepultura.
Pero había llegado a las islas, solo un día después de finalizada la guerra, con otra misión: ayudar a los oficiales con la tropa en el período post guerra que siempre es muy duro para los combatientes. "La adrenalina está muy alta, tienen mucho stress, hay agresión y mucho alcohol. Mi función era mantener la disciplina, darles comida y confort, que es importantísimo para los sobrevivientes", relata Cardozo hoy.


El capitán Geoffrey Cardozo en las islas (foto álbum personal)

No solo había que cuidar a los soldados, sino "limpiar" las islas de los vestigios de la lucha armada.
Fue así que los ingenieros militares que buscaban minas en los campos, durante ese helado mes de junio de 1982, empezaron a encontrar cuerpos de soldados argentinos en donde se habían librado las batallas más cruentas de la guerra.
Había algunos cuerpos marcados con una cruz, otros estaban enterrados bajo un montículo de piedras y algunos pocos solo cubiertos -quizás en la urgencia de la batalla- por una manta.


El coronel Cardozo durante su trabajo en las islas en 1982 (Foto: Geoffrey Cardozo)

"Cuando los ingenieros hallaban las fosas me mandaban llamar. Yo llevaba una trompeta, hacíamos una pequeña ceremonia, rezábamos una plegaria y marcábamos el lugar donde habían sido enterrados".
Al comienzo de diciembre, cuando la nieve ya cubría la turba de las islas, el gobierno de la primera ministra británica Margaret Thatcher le ofreció al presidente de facto de la Argentina, Leopoldo Fortunato Galtieri, "repatriar los cuerpos". La respuesta fue tajante: "Ellos están en nuestra Patria, allí van a quedarse". Hubo, más tarde, un pedido de ayuda para identificar a los caídos. Pero esa vez nadie respondió: la desmalvinización había comenzado.


Encontró los cuerpos enterrados en los campos de batalla: algunos marcados con una cruz, otros con un montículo de piedras, otros cubiertos por una manta (Foto: Geoffrey Cardozo)

El Reino Unido, entonces, le encomendó a Cardozo recuperar los cuerpos y construir un cementerio de guerra. "Pero ese no era el trabajo para un soldado", reflexiona Cardozo. Entonces, voló a Londres para buscar ayuda. Visitó tres casas funerarias en busca de hombres mayores de 30 años, por un tema de madurez emocional, y solo hasta 40, por la resistencia física que había que tener para esta dura tarea.
La empresa elegida subcontrató a dos directores de funeral: Pauls Mills -quien había sido el encargado de trasladar los cuerpos de los británicos desde las islas- y William Lodge. Cardozo volvió a las islas comandando un pequeño batallón de 12 hombres que tenían que cumplir la orden más dolorosa: inhumar los restos de los soldados argentinos.


La tumba de un soldado argentino poco después de la guerra: así los encontró Cardozo (foto: Geoffrey Cardozo)

"Empezamos la tarea en los primeros días de enero de 1983, y el 19 de febrero les dimos sepultura. Cuando me dieron ese trabajo supe que iba a ser doloroso porque no iba a poder identificarlos a todos", rememora el oficial británico.
"Al ver los primeros cuerpos quedé en shock. No podía creer que no tuvieran la chapa identificatoria. Encontré que algunos jóvenes habían pegado un papelito y escrito en tinta sus nombres sobre las chapas vacías, pero estaban borroneados por la lluvia y el clima".


El sitio marcado con una cruz improvisada por los mismos combatientes argentinos (Foto: Geoffrey Cardozo)

"No había registros médicos precedentes, ni placas dentales, ni nada que me permitiera identificarlos. Revisé cada cuerpo con mucho cuidado, los bolsillos, las chaquetas, todo. Encontré cartas 'a un soldado argentino', rosarios, estampitas, golosinas, fósforos, cuchillos del Ejército Argentino, pero nada que me permitiera identificarlos".


Las anotaciones de Cardozo en 1982 (Foto: Geoffrey Cardozo)

Cardozo anotó cada detalle en una libreta y elaboró un extenso informe, con datos que fueron fundamentales, 35 años después, para el proceso de identificación.
"Envolví cada cuerpo en una sábana, como a Cristo", explica con emoción. Luego, los metió en una bolsa de plástico negra, y esta en una blanca de PVC, donde anotó con tinta indeleble todos los detalles. Cada soldado fue depositado en un ataúd de madera. "Y sobre el ataúd, volví a anotar todos los datos. Me dije: 'tengo que hacer todo para preservarlos'", recuerda.


Tumba de un soldado argentino en un campo de batalla (Foto: Geoffrey Cardozo)

El cementerio de Darwin se hizo bajo la supervisión de la Commonwealth War Graves Commission. Pero elegir el lugar donde emplazarlo no fue fácil.
"Los isleños no querían tener a los muertos cerca porque los sentimientos aún estaban en carne viva", cuenta el oficial. Fue un granjero de Darwin, Brooke Hardcastle, quien sintió piedad por nuestros caídos y ofreció un pedazo de su tierra para que se les pueda dar sepultura. "Tuvo un gran gesto humanitario", agrega el coronel.


El entierro de los soldados argentinos en Darwin en 1983

"Cuando los enterramos hicimos una ceremonia en el cementerio con tres sacerdotes, con nuestros soldados y nuestro comandante. Fue con todos los honores, con toque de silencio y con oraciones. Exactamente la misma ceremonia que tuvimos para nuestros hombres. Como si los soldados argentinos fueran ingleses. Todos estos jóvenes habían combatido con valor y habían sido luchadores formidables".


Las cruces del cementerio de Darwin en 1983 (Foto: álbum personal Geoffrey Cardozo)

Muchos años después, en 2008, el destino hizo que el oficial conociera al veterano Julio Aro, quien había viajado a Londres pensando en formar una fundación (que luego llamó No me Olvides) para ayudar a los soldados con stress post traumático.
Cardozo, que habla perfecto español, fue el traductor. Y en una charla íntima con el ex combatiente argentino conoció el dolor que Julio llevaba clavado en su alma: había vuelto a las islas para cerrar su historia de la guerra y en el cementerio no había encontrado a sus compañeros, a quienes él había enterrado luego de la batalla.
El inglés no durmió esa noche. Aquellos muchachos sepultados en Darwin como Soldado Argentino solo conocido por Dios volvieron a su memoria. "Quizás ellos son algunos de mis 122 chicos sin nombre", se dijo.


Julio Aro frente a la gran cruz en el cementerio de Darwin (Foto: álbum persona Julio Aro)

El día que Aro volvía a la Argentina, le entregó un sobre de papel madera: "Vos vas a saber qué hacer con esto". Era el minucioso informe que había elaborado en 1983.
"Yo entendí su dolor. El informe era reservado pero no secreto. Nadie lo había visto antes, pero yo pensé que él sabría cómo utilizarlo para ayudar a las familias", dice.
Aro buscó ayuda para llevar adelante un proyecto humanitario que no fue fácil. Me contactó una noche y me pidió que ayudara a las madres a  encontrar sus hijos. Yo había cubierto la guerra siendo muy joven y conocía el dolor de las familias. Me sumé a su trabajo, pero muchas puertas oficiales se cerraron. Entonces, pedí ayuda a Roger Waters, quien fue el que le dio voz a una causa silenciada, y trabajamos con el EAAF (Luis Fondebrider y Carlos "Maco" Somigliana), la Cruz Roja Internacional, y la Embajada Británica.


Cardozo en las islas: “Hoy me siento aliviado y feliz porque muchos jóvenes fueron identificados. Pero el trabajo no ha terminado”

"Tiempo después supe que Julio y vos -me dice el oficial británico- habían visitado más de 100 familiares y que la identificación se había convertido en una causa humanitaria a nivel internacional", recuerda.
Por eso cuando recibió el llamado de la Cruz Roja Internacional, para que se sumara como asesor externo no dudó: "Dije que sí, y organicé un viaje al Chaco para visitar algunas familias y contarles cómo había cuidado a sus hijos. Necesitaba hacerlo. Había sentido por años ese dolor en la boca del estómago porque estas madres y padres no sabían que yo había sepultado a sus chicos con dignidad".
Cardozo volvió a las islas 35 años después de la guerra para acompañar a los forenses del Proyecto Humanitario en las primeras exhumaciones en junio de 2017.
Luis Fondebrider, presidente del EAAF, asegura: "El informe de Cardozo fue fundamental. Hizo un trabajo excelente, serio, muy profesional. Cuidó y trató cada cuerpo con dignidad. Los puso en tres bolsas de plástico y Pvc que hicieron que los cadáveres se conservaran muy bien. Todo su trabajo facilitó la exhumación e identificación".


Los forenses durante el proceso identificación que comenzó en junio de 2017

A principios de diciembre de 2017 el gobierno nacional comenzó a informar a la familia sobre la identificación de sus seres queridos, y en muchos casos se entregaron objetos personales hallados en los cuerpos.
El coronel se quiebra cuando habla de esas fotos, carnets, estampas religiosas, cruces, anillos y cartas que se encontraron en las exhumaciones: "Supe que se hallaron algunas pertenencias y me pregunté por qué yo no había podido verlas. Me sentí mal, pensé que mi trabajo estaba mal hecho".


Alguno de los objetos hallados en el cuerpo del soldado Eduardo Araujo (Gustavo Gavotti)

Con angustia busca una explicación y un consuelo. "Cuando el año pasado estuve en Darwin con los forenses, vi que ellos hicieron un trabajo muy profesional, de excelencia y que en la morgue había una máquina de Rayos X que les permitía ver todo. Tenían una luz clara, limpia… En cambio yo lo hice con linternas, praderas y montes desolados. Extendíamos una sábana para depositar los cuerpos sobre una superficie limpia y los revisábamos. Debíamos tener mucho cuidado al buscar cosas de metal entre sus ropas, porque los soldados llevaban granadas y el seguro podría haberse soltado. Luego, envolvía sus cuerpos en las sábanas y me aseguraba de que no quedara ningún elemento que pudiera hacerlos explotar".


La oración por los caídos argentinos

"Me dolió mucho cuando no los pude identificar. Enterré a los soldados argentinos con amor y respeto como si fueran mis propios hijos".
Más allá de este dolor, el trabajo de Cardozo fue fundamental en el proceso identificatorio. Y fue reconocido tanto en el Reino Unido como en la Argentina.
El 9 de marzo en Londres, el coronel -junto con Aro, Waters y  la periodista de Infobae- fue distinguido con Una Rosa por la Paz –una fundición realizada por el orfebre Juan Carlos Pallarols con vainas de la guerra- por su labor humanitaria.
La semana pasada en Buenos Aires -donde viajó como invitado especial para acompañar a las familias a las islas y honrar a los caídos el lunes 26 de marzo- recibió el reconocimiento de  la Secretaría de Derechos Humanos, a cargo de Claudio Avruj: "Estamos acá para homenajear a un amigo de Argentina, que posibilitó que los héroes que dieron la vida por nuestra patria en 1982 pudieran descansar en paz. Hoy, gracias al trabajo que hicimos en conjunto, estamos en el camino de conocer la verdad". También en la Cámara de Diputados, la Comisión de Relaciones Exteriores, distinguió la labor del oficial británico.
"La idea de que 90 familias sepan dónde están sus hijos me hace muy feliz. Pero hay otros que aún no han sido identificados y tenemos que continuar con nuestro trabajo para ver quiénes son estos soldados", dice Cardozo.
¿Qué siente después de 36 años al ver que muchos de aquellos muchachos que sepultó hoy recuperaron sus nombres? El coronel, que se define como un soldado, no duda: "Siento un alivio enorme. Una gran satisfacción. Esta es la historia más importante de mi vida".

sábado, 14 de abril de 2018

Conscriptos: Inchauspe del BIM1

Malvinas: la identificación del soldado Jorge Inchauspe puso fin a la fantasía de sus padres

Inchauspe se incorporó al Batallón Comando de la Brigada de Infantería de Marina N° 1 y marchó a Malvinas


Juliana Argañaraz  |  La Nación


Jorge Roberto Inchauspe, soldado conscripto de la Armada


A pesar de que vinieron a notificarlos sobre la muerte de su hijo mayor, Selva y Miguel Ángel Inchauspe siguieron alimentando por años la fantasía de que su primogénito, Jorge Roberto, había sido tomado prisionero por los ingleses, trasladado a Europa, liberado, y vivía una vida feliz en Inglaterra junto a su familia.


Jorge es uno de los 88 soldados que fueron identificados el año pasado en el cementerio argentino de Darwin, donde hay 121 tumbas que permanecían sin identificación. En los próximos meses, esos caídos en la guerra tendrán una placa con su nombre.

Jorge es uno de los 88 soldados que fueron identificados el año pasado en el cementerio argentino de Darwin, donde hay 121 tumbas que permanecían sin identificación. En los próximos meses, esos caídos en la guerra tendrán una placa con su nombre. Todo gracias a la lucha de la ONG No me Olvides, fundada por el ex combatiente Julio Aro.

La mente tiene métodos extraños para alejar el dolor. "Mi papá se murió pensando eso. Mi mamá, en cambio, reconoció hace unos años que ya sabía que él se había ido", cuenta ahora Carlos, único hermano de Jorge Roberto Inchauspe, soldado caído en Malvinas cuya tumba fue identificada en diciembre de 2017.

El primer hijo de los Inchauspe había nacido el día de Navidad de 1962 y su hermano menor dos años después. Eran muy unidos. "En ese tiempo me acuerdo que adonde estaba uno, atrás estaba el otro. Al llevarnos tan poca diferencia pasamos toda la infancia y la adolescencia muy juntos, íbamos al mismo colegio, teníamos los mismos amigos, todo", dice Carlos.

Inchauspe era buen deportista y desde chico se destacó en el fútbol y en al handball. Tenía muchos amigos que había hecho en el centro comunal, en el colegio y también en iglesia evangélica que frecuentaba con su familia, en su Escobar natal.

"Él tenía más amigos que yo, era el más popular, siempre estaba seguro de lo que hacía", dice Carlos, evocando aquellos tiempos. "El quería ser militar, siempre lo decía, pero éramos tan chicos, y encima en un país donde nunca había habido guerra, no sabíamos de lo que hablábamos", añade.

Desde la adolescencia Jorge ya tenía muy en claro que quería seguir la carrera militar al crecer, pero no dejó que eso se interpusiera con su educación. Por eso, al ser convocado al servicio militar obligatorio, pidió una prórroga para poder terminar la secundaria en la Escuela Técnica.

Una vez recibido, con 19 años, estaba listo para unirse a la Marina. Pero un accidente haciendo deportes lo dejó con una pierna enyesada. Su futuro como soldado corría peligro. "Se podría haber salvado de la conscripción porque estaba enyesado, así que fue y se sacó el yeso él solo, para poder ir. Mis viejos lo querían matar", recuerda Carlos. Así fue que Inchauspe, fiel a sus planes, se incorporó al Batallón Comando de la Brigada de Infantería de Marina N° 1 y marchó a Malvinas.

Desde la adolescencia, Inchauspe sabía que quería seguir la carrera militar 
En la casa de su familia nadie podía creer que Jorge -una persona "muy pacífica"- estaba en la guerra. Su papá prefirió no asumir el dolor y seguir con la rutina, ignorando el peligro que enfrentaba su hijo. Su hermano y su mamá sufrieron mucho pensando en él, esperando sus cartas y las novedades desde las islas.

"Papá querido: son mis deseos que al llegar estas líneas a tus manos te encuentres gozando de salud y bendiciones de nuestro Señor Jesús, quedando muy bien gracias a Dios. Te diré que los días no son muy buenos que digamos por aquí, pues es raro ver un día de sol, de otro modo te quiero decir que no es lugar propicio para unas vacaciones en familia ¿no?", puede leerse en una de las cartas escritas por el joven, conservada en el Museo del Partido de Escobar, fechada el 26 de mayo del 82.

"Me enteré por los diarios que se mató Villeneuve el corredor, también que murió Nélida Lobato, y que a Boca y River los descartaron del campeonato. Lástima que no fue Boca el que descalificó a River ¿verdad?", bromea Inchauspe en la misma carta, y agrega saludos para toda la familia.

Ya sobre el final de la guerra los rumores sobre los soldados muertos se esparcieron por todos los barrios de Argentina, todas las calles y las casas. Un viernes de julio Carlos se enteró a través de una tía -vivía en Cacharí y tenía militares conocidos- que pronto llegaría a su casa el aviso de fallecimiento de Jorge. Al otro día decidió salir a recorrer hospitales para encontrar a su hermano antes de que la mala noticia les llegara a sus padres, pero no pudo evitarlo.

"Se me ocurrió ir a los hospitales a ver si había llegado él y ese mismo día vinieron a avisarle a mis padres, cuando yo no estaba", recuerda Carlos. "Después me contaron que el oficial que vino a notificar se había puesto tan nervioso que no pudo explicarles con claridad qué había pasado, solo decía 'lo mataron, lo mataron'. También me dijeron que mi mamá corrió mucho por las calles gritando y llorando". "Y bueno -agrega-. Nadie era experto en ese entonces en dar una noticia así".


jueves, 12 de abril de 2018

ARA Sobral visita Malvinas en 1972



Cosas del Destino...el ARA Sobral visitó las islas en 1972 y alguno de los muchachos dejó el nombre escrito en el Muelle, 10 años después este buque de Nuestra querida Armada Argentina se llenaría de Gloria en Malvinas



martes, 10 de abril de 2018

Scout MEDEVAC en San Carlos

Scout MEDEVAC en San Carlos


Foto de Sapucay de Malvinas
Un helicóptero Scout británico asignado para la evacuación de heridos MEDEVAC llega a San Carlos, noten como el rotor sigue funcionando y el piloto esta dentro lo cual nos dice que volverá a salir, dos soldados uno probablemente copiloto vuelven a poner la camilla en su lugar y a la izquierda se observa casualmente el cobertor rígido de la camilla con el que se tapa al herido tirado en el pasto, atrás en el aire otro Helicóptero esta llegando, este Scout posee en el techo un sistema de mira Marconi que lo convierte también en helicóptero de ataque.


domingo, 8 de abril de 2018

Guerra aérea en Malvinas: La versión argentina (1/4)

La guerra desde el lado de Argentina

por Diego Zampini || Century of Flight

Parte 1 | Parte 2 | Parte 3 | Parte 4

En septiembre de 1980, cincuenta pilotos y personal técnico de la 2ª Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque de la CANA (Comando de Aviación Naval Argentina, Comando de Aviación Naval Argentina) llegaron a la Base Naval de Rochefort, en Francia. . Entre el grupo de pilotos se encontraban el comandante de la unidad, el Capitán de Fragata Jorge Colombo y el subcomandante, el Capitán de Corbeta Augusto Bedacarratz. El resto de los pilotos fueron: los Capitanes del Corbeta Roberto Agotegaray, Roberto Curilovic y Alejandro Francisco, y los Tenientes de Buque de Guerra Luis Collavino, Julio Barrraza, Juan Rodríguez Mariani, Armando Mayora y Carlos Machetanz. Todos los pilotos tenían cientos de horas volando A-4Q Skyhawks (el tipo principal de avión de combate utilizado por el CANA en ese momento).

Después de tres meses de enseñanza del idioma francés, fueron enviados a la base naval de Landivisiau Air, donde realizaron vuelos de entrenamiento en aviones Morane Saulnier durante 30 días y luego comenzaron a conocer su futura herramienta de combate: AMD-BA (Avions Marcel Dassault - Breguet Aviation). ) Super Etendard. Más tarde, los pilotos argentinos comenzaron a aprender las lecciones básicas de vuelo en el Super Etendard (un máximo de 50 horas de vuelo por cada piloto) y nociones básicas sobre los sistemas de armas, especialmente el misil antibuque AM.39 Exocet. Las especificaciones técnicas de ellos son:

AMD-BA Super Etendard:




Motor: turborreactor SNECMA Atar 8K-50 con un empuje de 5.000 kilogramos.
Velocidad máxima al nivel del mar: 1200 km / h.
Techo: 13,700 mts.
Alcance volando al nivel del mar: 720 kms.
Armas: dos cañones de 30 mm y 2.270 kg de cargamento de armas (incluidas bombas, misiles M de R.550 aire-aire y misiles anti-ship AM.39 Exocet).

AM.39 Exocet

Tipo: misiles antibuque "disparar y olvidar" en el aire.
Longitud: 5.20 metros.
Diámetro: 35 centímetros.
Envergadura: 1 metro.
Peso: 655 kgs.
Alcance: 70 kms (35 millas) Velocidad de crucero: 1100 km / h (Mach 0.9)


Izquierda: La familia Exocet. El SM.39 es la versión de lanzamiento submarino, mientras que tanto el MM.38 como el MM.40 son las versiones de envío a barco. El último miembro de la familia es el AM.39; la versión aire-a-barco. Este fue el tipo de misil usado por el 2 ° Escuadrón Naval Aéreo Argentino.

Atacar un barco con la versión AM.39 es un trabajo de dos etapas: primero, el misil es guiado por el sistema de control de fuego del avión, que le da al misil las coordenadas del objetivo y estas coordenadas las obtiene el radar del avión. Cuando se lanza el misil, se sumerge a una altitud de 30 metros, que luego se fija a solo 2,5 metros por el radio altímetro del misil. En los pocos segundos finales de vuelo, el misil activa su propio radar y busca el objetivo. Si encuentra alguno, el misil se fija y se guía hacia el punto de impacto.

Los pilotos y técnicos argentinos regresaron a la Base Naval Comandante Espora Air (Provincia de Buenos Aires, Argentina) en julio de 1981 y comenzaron la preparación para la llegada de los primeros cinco Super Etendards, lo que finalmente ocurrió en noviembre de 1981. La Armada Argentina había ordenado un número total de 14 aviones, y el mismo número de Exocets. Los pilotos argentinos probaron el sistema de navegación de los cinco aviones tanto como pudieron y comenzaron a hacer lo mismo con el sistema de armas.

La guerra comenzó

Pero el 2 de abril de 1982, cuando el 2. ° escuadrón esperaba la llegada del equipo técnico francés para poner a los Exocets en estado operativo, Argentina realizó la reconquista militar de las Islas Malvinas en idioma español, usurpado por los británicos. gobierno en 1833. Uno de los primeros actos del gobierno francés fue declarar un embargo de armas contra Argentina hasta que el conflicto terminó.

Por supuesto, privó al 2 ° Escuadrón de la posibilidad de ser asistido por técnicos franceses, pero el personal argentino de la unidad, lejos de darse por vencido, se enfrentó por sí solo al desafío de instalar los Exocets. Dos semanas más tarde, la interfaz entre el avión y el misil se había resuelto y comenzaron las pruebas de los ataques antibuque. Afortunadamente para los argentinos, el país había comprado de Gran Bretaña dos destructores Tipo 42 (la misma clase utilizada por la Royal Navy), ARA Hércules y ARA Santísima Trinidad. En consecuencia, los pilotos de la unidad probaron y mejoraron las tácticas de ataque contra este tipo de barcos.

El 1 de mayo de 1982, los aviones de la RAF y la Royal Navy atacaron los principales aeródromos y posiciones argentinas en las islas. La Armada Argentina organizó un ataque combinado contra los portaaviones británicos: ocho A-4Q pertenecientes al 3 ° Ejército Naval y Escuadrón de Ataque a bordo del portaaviones argentino, ARA Veinticinco de Mayo, y dos Super Etendards de la Base Naval Río Grande Air atacarían al mismo tiempo, el 2 de mayo. Pero ese día ambos brazos del ataque tuvieron problemas; los Skyhawks navales necesitaban un viento mínimo para ayudarlos a despegar del portaaviones, e inesperadamente el viento, normalmente fuerte en el Atlántico Sur, no explotó. En el lado del 2do Escuadrón, ambos Super Etendards, piloteados por el comandante de la unidad, Jorge Colombo, y su compañero Carlos Machetanz, se vieron afectados por problemas que no les permitieron recibir combustible del buque cisterna Hércules KC-130H. Más tarde, ese mismo día, el submarino británico HMS Conqueror hundió el crucero argentino ARA General Belgrano y obligó a la flota marítima argentina a regresar a la base naval de Puerto Belgrano.


Una fotografía de un SP-2H Neptune El 4 de mayo de 1982, este avión de tipo, cuando fue pilotado por el capitán de corbeta Ernesto Proni Leston, detectó al destructor HMS Sheffield y le dio sus coordenadas a los Super Etendards armados con Exocets..

Continuará.

viernes, 6 de abril de 2018

VGM británico afirma que hubo combates en el continente

Otro excombatiente británico admite incursiones en el continente durante la Guerra de Malvinas



Edward Denmark, otro excombatiente británico admite incursiones en el continente durante Malvinas

La Nueva

   Un veterano británico de la Guerra de Malvinas le envió una carta a un ex soldado argentino en la que reconoce que existieron de parte de las tropas del Reino Unido incursiones armadas en el continente, en zonas del litoral marítimo patagónico, durante el conflicto bélico de 1982.

   Se trata de Edward Denmark, integrante del 12° Regimiento Real de Artillería Antiaérea de la Task Force, quien se contactó con el ex miembro de la Fuerza Aérea Sur Julio Herrera Vidal y le aseguró que "sin ninguna duda" estaban en "riesgo" quienes se desempeñaron en bases militares de la Patagonia durante el litigio, como es el caso de su interlocutor argentino.

   En este contexto, según afirmó Herrera Vidal a NA, Denmark planea junto con un grupo de ex colegas británicos elevar un petitorio al Parlamento de su país para que intervenga ante el Gobierno argentino, con el fin de reconocer como ex combatientes y veteranos de Malvinas a todos los soldados que cumplieron órdenes de guerra en bases militares patagónicas, incluyendo a Tierra del Fuergo, durante la contienda de 1982.

    "Se está desclasificando todo y gracias a Dios se va a hacer justicia. Hubo muchos ataques en el continente. De hecho, el 23 de mayo de 1982 a las 19:00 entramos en combate aéreo con un avión que no se identificó. Fue en la base aérea militar Santa Cruz, ubicada al sur de (Puerto) San Julián", sostuvo Herrera Vidal en declaraciones a Noticias Argentinas.

   Además, explicó que "eran seis las bases en el sur argentino: "Trelew, Comodoro Rivadavia, San Julián, Santa Cruz, Río Gallegos y Río Grande desde donde salieron los golpes que demolieron a la marina británica" durante la guerra, todas ellas en el ámbito del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS).

   Respecto de la misiva enviada por Denmark, Herrera Vidal reveló: "Me mandó una carta certificada por un escribano de Liverpool. Cuando la fui a buscar al correo me tomé un día más y lo hice con un escribano público que protocolarizó todo. Luego la mandé a una traductora pública de La Plata y de ahí la envié" al Colegio Público de Traductores e Intérpretes, a los efectos de proceder con su legalización.

   En esa carta, el británico admite que existieron incursiones armadas británicas en el continente durante la Guerra de Malvinas, como sostienen desde hace años los integrantes de la Asociación Civil Campamento TOAS Plaza de Mayo: "Todos nosotros operamos en áreas consideradas de riesgo de combate", enfatizó al respecto Tulio Fraboschi, presidente de ese organismo. .

Solicitud parlamentaria

   Herrera Vidal también dijo que Denmark "está preparando un petitorio junto a compañeros para presentarlo ante el Parlamento (del Reino Unido)".

   El objetivo es lograr que ese cuerpo legislativo interceda ante el Gobierno argentino para que todos los soldados que cumplieron órdenes de guerra en el continente sean reconocidos formalmente como veteranos de Malvinas: "Porque dice que es una injusticia lo que están haciendo con nosotros", señaló el argentino, sobre los planes del británico.

   Herrera Vidal también dijo que es probable que termine siendo "condecorado por los ingleses" como ex combatiente, por su tarea en la Fuerza Aérea Sur, antes de que lo haga el Estado argentino.

   "Más allá de la pensión, antes que todo está el orgullo y el honor, algo que en este país nos han robado al negarnos el reconocimiento", enfatizó.

   "Desde hace un año y medio venimos haciendo algo unidos para ser reconocidos", indicó Herrera Vidal, que agregó: "Denmark me dijo que va a venir a la Argentina a vernos apenas le dé el alta su médico (padece leucemia) y lo va a hacer con pruebas. Me dijo que si tiene que presentarse ante el jurado (en Gran Bretaña se realizan juicios por jurados) lo hará para que se termine esta injusticia".

   El grupo que Herrera Vidal integraba, Fuerza Aérea Sur, tenía 1.486 soldados. (NA)

miércoles, 4 de abril de 2018

¿Qué negociaran Argentina, UK y los fucking isleños próximamente?

Islas Malvinas: sobre qué temas avanzarán Argentina y Gran Bretaña tras la identificación de los soldados

Tanto la administración de Mauricio Macri como la de Theresa May creen que el viaje de hoy será un ejemplo del acercamiento que buscan ambas partes; pesca, hidrocarburos y vuelos, entre las cuestiones en carpeta 

Por Martín Dinatale Infobae
mdinatale@infobae.com



Puerto Argentino

Más allá del gesto emotivo que implicará este lunes la visita histórica a las Islas Malvinas de los familiares de 90 soldados argentinos caídos en la guerra que fueron identificados por la Cruz Roja, este viaje significará un paso más de Gran Bretaña y la Argentina por retomar el diálogo perdido y restablecer la confianza entre los isleños y los argentinos.
Tanto la diplomacia de Buenos Aires como los funcionarios de Londres trabajaron sigilosamente en los últimos años por lograr este objetivo humanitario supremo que es la posibilidad de que las familias de los soldados enterrados en 1982 como NN puedan encontrar una identificación y ser homenajeados por sus seres queridos. En ello trabajaron tanto la gestión de Cristina Kirchner como la de Mauricio Macri.
Pero la piedra angular que se fijará hoy en el cementerio de Darwin va más allá de este hecho puntual y apuntará a establecer nuevos hitos en el vínculo de la Argentina y el Reino Unido en torno al espinoso tema de Malvinas bajo el paraguas del debate de la soberanía.
"Este viaje de los familiares de los soldados identificados es de una sensibilidad humanitaria enorme. Solo fue posible porque hubo un diálogo con Gran Bretaña y demuestra que en el diálogo hay frutos mientras que en el conflicto hay pérdidas", reflexionó ante Infobae Jorge Faurie, que anoche se despidió de los familiares que viajaban a Malvinas. El canciller se diferenció así del estilo beligerante y confrontativo que supo usar Cristina Kirchner con los isleños.


Jorge Faurie

El secretario de Asuntos Estratégicos de la Casa Rosada Fulvio Pompeo destacó sin vueltas ante este medio: "Malvinas es una clara política de Estado de este gobierno. El compromiso que llevamos con los familiares y los veteranos lo demuestra", dijo.
Todas fueron muestras de que el tema Malvinas es y seguirá siendo eje central del gobierno de Mauricio Macri.
La intención de Londres y Buenos Aires es continuar en esta senda del diálogo y de los frutos percibidos de ese acercamiento.
El secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, quien hoy viajará a Malvinas con las familias de los soldados identificados, reconoció ante Infobae que "sin dudas la identificación de los soldados NN y el viaje de las familias para rendir homenaje es un paso adelante en la relación con Gran Bretaña".


Claudio Avruj (Adrián Escandar)

¿Cuáles podrían ser entonces los próximos pasos en esta política de Estado que se fijó el gobierno argentino hacia las Malvinas?
En la "hoja de ruta" que trazó Macri con Londres a partir del texto sellado en 2016 se establecían algunos objetivos por cumplir para el futuro inmediato: la identificación de los soldados NN que ya se hizo, la cooperación conjunta en materia de pesca e hidrocarburos y la reinstalación de los vuelos de las islas al continente.
"Se acordó adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos. Ambas partes enfatizaron los beneficios de la cooperación y de un compromiso positivo de todos los involucrados", decía el comunicado conjunto firmado por Londres y Buenos Aires en el 2016.
La identificación de los soldados es apenas un escalón en este largo camino hacia el restablecimiento del diálogo y la cooperación conjunta entre Gran Bretaña y la Argentina por la causa Malvinas. Los estudios de factibilidad comercial por la reinstalación de un vuelo Buenos Aires-Mount Pleasant están bastante avanzados. Y en materia de colaboración en defensa de la pesca también hubo avances muy reservados.
Hay muchos más avances diplomáticos en estos y otros campos de los que realmente se conocen públicamente.
Fuentes diplomáticas de Londres y Buenos Aires admitieron a Infobae que se trabaja fuertemente sobre la cooperación en defensa para la protección de la pesca en el Atlántico Sur y que hay diálogo avanzado sobre eventuales operaciones conjuntas por la eventual exploración de hidrocarburo.
La soberanía, en este caso, quedará bajo un paraguas. Lo importante ahora será restablecer el diálogo y la confianza que se perdieron en los últimos 12 años bajo un discurso beligerante de los Kirchner hacia los isleños. Avanzar en otras áreas descuidadas del vínculo con Gran Bretaña que incluyan el tema Malvinas.
Sin dudas, el punto más complejo de abordar por parte de la gestión de Macri quizá sea el de las sanciones económicas a empresas que colaboren directa o indirectamente en las Islas Malvinas. Esta fue una ley que estableció el kirchnerismo. Para los isleños este es un eje central porque complica su economía y para la Argentina un problema de difícil resolución ya que atraviesa profundamente al discurso nacionalista impregnado en muchos sectores políticos del país.
Este punto caliente da agenda y de esa "hoja de ruta" trazada por Londres y Buenos Aires encuentra reclamos en los isleños que exigen la pronta derogación de esa norma que le impide a muchas empresas invertir en la economía malvinense.


Mike Summers (AFP)

Desde Malvinas, el ex legislador Mike Summers y actual referente internacional de los kelpers destacó ante Infobae que "la visita de las familias es una parte importante de todo el proceso humanitario, que incluye la identificación de los restos siempre que sea posible y la oferta a las familias de llevarlos más cerca de su hogar si así lo desean".
Summers añadió que se debería alentar a las familias a usar el vuelo existente de una semana para que las familias de los soldados puedan tener "el tiempo adecuado para llorar y buscar el cierre de una historia libre de los funcionarios argentinos y la exageración de los medios". Un gesto inusual de parte de un isleño que mantuvo un discurso muy duro contra la Argentina durante la era del kirchnerismo.
Las relaciones bilaterales de Londres y Buenos Aires avanzaron profundamente en los últimos años. Tanto la administración de Macri como la de Theresa May esperan que el próximo desafío sea mostrar nuevos hitos en este sinuoso camino y exponer que el diálogo puede acarrear mejores resultados que la política de la confrontación.

lunes, 2 de abril de 2018

Humor: Un fabulador británico afirma que los Royal Marines mataron a 100 argentinos el 2 de Abril

Secreto final de las Malvinas: es la imagen definitiva de la derrota. Pero lejos de ser una victoria fortuita por la invasión de los argentos, un nuevo libro afirma que estos marines británicos mataron a 100 en una sangrienta defensa

  • 60 Marines Reales recorridos a través de Puerto Argentino (Stanley) por Argies en abril de 1982
  • La historia oficial sugiere que su resistencia fue poco más que simbólica
  • Pero ahora el nuevo libro dice que los marines mataron a 100 argentinos antes de rendirse 
Por Simon Trump para The Mail on Sunday


Fue la más grande humillación. Los 60 efectivos de la guarnición de Marines Reales altamente entrenados fueron sacados del mapa con las manos en alto a través de Puerto Stanley y obligados a tumbarse boca abajo en una carretera con los conquistadores argentinos de las Islas Malvinas pavoneándose victoriosamente sobre ellos.

Fotografías de prensa de su capitulación se difundieron por todo el mundo y se imprimieron aquí bajo titulares como "Surrender" (Rendición) y "Shame" (Vergüenza) junto con informes de que los marines habían subido la bandera blanca con apenas un disparo.

Incluso la historia oficial del conflicto, escrita por el profesor Sir Lawrence Freedman, sugiere que su resistencia fue poco más que simbólica, con un comando argentino asesinado y varios más heridos antes de que se diera la orden de rendirse.


Fue la más grande humillación. La guarnición de 60 efectivos de Marines Reales altamente entrenados fueron sacados de la costa con sus manos arriba a través de Puerto Stanley 

Pero ahora, 35 años después del triunfante final de la Guerra de las Malvinas, un nuevo libro reescribe dramáticamente la caída de Stanley como una versión moderna de la heroica defensa de Rorke's Drift en 1879, donde 150 soldados detuvieron a más de 4.000 guerreros zulúes en Sudáfrica. .

El historiador militar Ricky Phillips entrevistó a soldados y oficiales de ambos lados del conflicto, estudió detenidamente diarios e inéditos documentos y habló con los habitantes de las islas Falkland.

Su notable conclusión es que el pequeño grupo de Royal Marines montó una valiente y feroz acción de retaguardia que, según estima, costó la vida de hasta 100 invasores argentinos sin una sola baja británica.

Según el libro de Phillips, The First Casualty, the battle for Port Stanley (Amazon) se prolongó durante tres horas hasta que el gobernador Sir Rex Hunt ordenó a los marines que depongan sus armas para evitar la pérdida de vidas civiles. Él cree que los argentinos querían silenciar a sus víctimas con fines de propaganda e incluso sugiere que los británicos, deseosos de obtener apoyo internacional, se confabularon en el encubrimiento. De hecho, nunca se informó que habían disparado 6.462 cartuchos de munición y 12 misiles antitanque. [nota del administrador: me mató los 6.462 cartuchos... y 2... que precisión! ¿Hicieron el arqueo de caja?]

Phillips escribe que el primer indicio de la guarnición sobre la próxima invasión llegó a las tres y media de la tarde del 1 de abril de 1982, cuando Hunt leyó un telegrama del Foreign Office en Londres.


Retorno heroico: Royal Marines marcha para volver a tomar Puerto Stanley en junio

Llamó a sus dos comandantes, el comandante saliente Gary Noott y su relevo entrante, al comandante Norman, con un eufemismo típico: "Tenemos evidencia aparentemente confiable de que un destacamento de fuerzas argentino se reunirá en Cape Pembroke a primera hora de la mañana de mañana, 2 de abril. para hacer sus disposiciones en consecuencia."

Rápidamente, los marines, oficialmente conocidos como Naval Party 8901, se reunieron en la barra de sus desvencijados cuarteles en Moody Brook. Inicialmente, lo descartaron como una broma del Día de los Inocentes. El marino Stephen Brown recordó: "Cada 1 de abril, se informa a la nueva sección que los argentinos van a invadir. Estaba convencido de que todos comenzarían a reírse en segundos ... no lo hicieron ".

El Mayor Norman alentó a sus hombres, diciéndoles que se enfrentarían a un ejército de reclutas. "Ustedes son los Boinas Verdes", les dijo con rigidez. "Eso significa que vas a golpear siete sombras de mierda". [nota del administrador: Jajajaja]

Se levantó una ovación. "Vamos a buscarlos", rugieron los defensores. Pero el cabo Nick Williams tenía reservas. "Me di cuenta de que no teníamos ninguna posibilidad. Pensé que íbamos a morir por la mañana ", dijo. "Podríamos habernos ido, pero era para lo que todos habíamos firmado. Ahora era un caso de salir y esperar por eso. De eso se trata el valor ". [nota del administrador: Jajajaja]

Hubo rumores durante algunos años de que los Royal Marines se defendieron enérgicamente. Ahora el autor ha reconstruido la cadena de eventos de las cuentas de los testigos. Primero, los marines se desplegaron en secciones de seis hombres. El plan de batalla era enfrentar al enemigo con violencia brutal y sostenida para causar el máximo de bajas. Entonces los defensores retrocederían sección por sección a la Casa de Gobierno, donde pelearían hasta que fueran invadidos.

El mayor Gary Noott recordó: "Era obvio que la oposición podía y vendría con fuerzas lo suficientemente grandes como para impedir una resistencia prolongada y organizada. En otras palabras, cualquier idea de ganar no era práctica; era solo una cuestión de cuánto tiempo podíamos resistir antes de ser abrumados. ¿Cuánto tardaría eso en ser variable, pero el resultado no tenía dudas?

La batalla comenzó alrededor de las 6 AM. Cuando un contingente de 84 comandos argentinos atacaron los cuarteles de Moody Brook con la esperanza de matar a la guarnición británica en sus camas. Los Marines ya hacía tiempo que se habían ido.

El ex marine Jim Fairfield, que había dejado el cuerpo, se había casado con una chica local y se había instalado en Stanley, estaba horneando pan cuando le llegó la noticia de la inminente invasión.

Inmediatamente sacó su vieja boina verde y volvió a alistarse para defender su nuevo hogar y familia. "El cielo de la madrugada se iluminó con balas trazadoras y granadas de fósforo, así como con ametralladoras pesadas y fuego de armas pequeñas", dijo. "Solo duró diez minutos, pero pareció mucho más". [[nota del administrador: o sea que en 10 minutos se dispararon 6462 balas y 12 misiles antitanques... necesariamente hubiese provocado una destrucción considerable en el villerío que es Puerto Argentino.]


Fuerzas argentinas durante la feroz batalla en abril de 1982 [nota del administrador: error del diario Mail Online, esa foto se corresponde al bombardeo aéreo de los Vulcan al aeropuerto de Puerto Argentino el 1 de Mayo]

Unos minutos más tarde, en el tenebroso amanecer, los marines vieron la Armada Argentina a la vista. Se abrieron las puertas de proa del gigante barco de desembarco ARA Cabo San Antonio y surgió un enjambre de 21 vehículos de transporte de Amtrac, cada uno con 28 hombres. Una lancha de desembarco con otro enemigo a bordo encabezó una estrecha franja de agua que llevaba al corazón de Stanley.

En las afueras de la ciudad, una sección antitanque de los marines había excavado y utilizado sus cohetes para dejar fuera de combate al vehículo Amtrac líder. [nota del administrador: absolutamente falso, los mismos Amtrac que fueron el 2 de Abril volvieron a Argentina. De haber sido destruido por un ATGM los restos humeantes hubiesen quedado expuestos y fotografiados por cualquiera]

El marine Stephen Brown recordó: "Dije: 'Vamos a buscarlo' y disparamos y lo golpeamos. Hubo un destello y luego el humo comenzó a salir mientras se preparaba." [nota del administrador: mismo comentario de antes]

La lancha de desembarco también fue golpeada. Se perforó un orificio justo debajo de la línea de agua que hacía que el bote cayera al fondo. El bombero local Neville Bennett escribió en su diario: '¿Qué demonios fue eso? El gobernador había dicho (por la radio) que un bote había entrado por el estrecho y estaba disparando contra la Casa de Gobierno. No, no fue así. Algo había explotado en el estrecho. Fue una gran explosión magnificada por la quietud de la mañana ". [nota del administrador: No se perdió ninguna lancha o barco de desembarco en la ARA]

Cuando las secciones cayeron de nuevo a la Casa de Gobierno como estaba previsto, el fuego de los comandos argentinos vestidos de negro comenzó a desgarrar el edificio de madera y vidrio y se lanzaron granadas aturdidoras contra los marines en un esfuerzo por deshabilitarlos. [nota del administrador: El edificio es de madera: El fuego y las granadas lo habrían prendido fuego. Eso nunca ocurrió.]

Poco después de las 6.30 A.M., los escuadrones de ataque argentinos se encontraron con los terrenos, cuatro en línea, lo que facilitó la tarea de los defensores. El marine Andy Macdonald relató: "Disparé unas 30 balas contra blancos de 10 a 80 metros. Sé que derribé dos o tres tipos al menos." [nota del administrador: Seguramente disparó. No hirió ni menos mató a nadie.]

Fairfield dijo: "Me sorprendió lo tranquilo que estaba. Encendí el piloto automático: fuego y movimiento dirigidos rápidamente. Dos tiros, cambio de posición; adquirir un nuevo objetivo, dos o tres tiros más. Un gran peso de fuego cayó en un corto espacio de tiempo y vi que el enemigo sufría varias bajas. Las palabras 'tiro al pavo' pasaron por mi mente. Había muchos objetivos y soy un buen tirador".

Los argentinos cayeron de espaldas a la cresta rocosa donde se recortaron contra el cielo de la mañana, presa fácil para el francotirador Geordie Gill, quien destacó a un líder de la sección.

Explicó: 'En mi tercer tiro vi que el tipo cayó. Se deslizó sobre una roca, cayendo a la vista. Su compañero asomó la cabeza y yo también lo pegué. Luego, el cabo Terry Pares dijo que podía ver a un operador de radio y disparó diez balas y vi que el tipo se caía y se retorcía sobre su espalda." [nota del administrador: Ninguna de esas supuestas tres bajas existieron ni como heridos ni menos como muertos. Los comandos anfibios de la ARA, salvo 2 heridos y un muerto, no registraron otras bajas.]


Artillería británica en la Isla de las Malvinas durante la guerra en 1982. [nota del administrador: No es artillería británica sino Oto Melara M56 del EA capturados]

Una ametralladora pesada se abrió sobre los infantes de marina, pero también fue silenciada. El Marine Graham Evans recordó el éxito de los francotiradores. Él dijo: 'En una etapa, habíamos herido a 11 y habíamos matado a cinco. Les estábamos pegando duro ". [nota del administrador: Jajajaja ¿de donde salió esta estupidez 35 años después de tanto silencio?]

Sir Rex Hunt sabía que los marines lucharían hasta la muerte [nota del administrador: Jajajaja], pero también sabía que la vida de los isleños civiles estaba en peligro. Aproximadamente a las 8 AM aceptó hablar con el comandante argentino, almirante Busser. Ordenó a sus hombres que depusieran las armas a las 9.15 a.m. Él dijo: 'No usé la palabra rendición porque sabía que no estaba en su vocabulario'. [nota del administrador: Jajajajaja]

Los infantes de marina derrotados, humillantemente obligados a yacer boca abajo en el camino, temían que fueran ejecutados por sus conquistadores. [nota del administrador: ¿Temieron ser fusilados porque ellos hubiesen hecho lo mismo?]

El sargento Mark Gibbs, de Portsmouth, que tenía solo 22 años y había estado en la isla solo dos días, dijo: "Me sorprendió bastante que no tuviéramos problemas. Honestamente creí que íbamos a ser eliminados ".

En cambio, fueron sacados de la isla, entregados a los uruguayos en Montevideo y luego regresaron a Brize Norton. Para entonces, los titulares habían pasado a la historia y la mayoría de la guarnición volvió para recuperar las islas como parte de la Fuerza de Tareas de las Malvinas.

El sargento Gibbs agregó: 'Lo que hicimos ese día fue barrido debajo de la alfombra. Fue como si nunca hubiera sucedido. Nunca he sido una persona emocional, pero es bueno saber que finalmente está saliendo la verdad."

"Quiero que el público lo vea y no nos catalogue como un grupo de cobardes sin saber lo que hemos hecho. Eso me hizo sentir muy mal en ese momento. Ese día peleamos una acción sangrienta y lo sabemos ". [nota del administrador: Tarde Sargento Gibbs, 35 años tarde. Fueron un grupo de cobardes.]

Honestamente creí que íbamos a ser eliminados.

Phillips dice que la historia real de la feroz resistencia de los marines fue reprimida deliberadamente por ambas partes. [nota del administrador: ¿Que interés tendría el Reino Unido de ocultar estos resultados? Es como si Argentina hubiese ocultado el hundimiento del HMS Sheffield.] Deseoso de obtener una victoria propagandística, a los invasores argentinos se les ordenó quemar a sus muertos. [nota del administrador: que comentario de un hijo de mil putas] Mientras tanto, el gobierno de la Sra. Thatcher quería galvanizar la opinión internacional, y no quería que la historia de un enfrentamiento sangriento complicara su narrativa de la agresión argentina no provocada. En última instancia, le convenía a Gran Bretaña retratarse contra una junta militar.

Tan efectivo fue el encubrimiento que el oficial al mando, el comandante Mike Norman, vio su informe oficial encerrado en un armario y convenientemente olvidado. Norman nominó cinco de sus destacamentos para medallas militares y otros 12 para menciones en sus despachos. Ninguno fue concedido. Una oferta posterior de los isleños de las Malvinas para otorgar sus propias medallas a los defensores de los marines fue archivada, y el mito se perpetúa.

Jim Fairfield, el marinero retirado que se 'enlistó' por la mañana, recibió posteriormente la Medalla del Imperio Británico, como civil, por sus acciones. Cuando Sir Rex Hunt presentó el premio, Jim dijo que esperaba que los otros marines recibieran a tiempo sus propias medallas. 'Deberían hacerlo', susurró Hunt en voz baja.

Sir Rex, que murió en 2012, escribió más tarde en sus memorias: "Es importante para mí personalmente que esta historia se cuente como sucedió, ya que sospecho que hay quienes preferirían que no fuera así".

Tony Pollard, profesor de historia de conflictos en la Universidad de Glasgow y experto en las Malvinas, dijo: "Este libro tiene éxito en ser una obra importante, ya que cuenta por primera vez la historia completa de la lucha para defender las islas." [nota del administrador: Pollard, si tenés dos dedos de honra, renunciá a tu cargo.]

"Existen numerosos libros sobre la Guerra de las Malvinas, pero la mayoría reduce este episodio vital a unos pocos párrafos antes de pasar a las batallas más conocidas después del desembarco de la fuerza de tarea británica".

Phillips está de acuerdo. "Estás hablando de hombres muertos, cuerpos quemados y, efectivamente, un encubrimiento, por lo que seguramente causará algún disgusto". [nota del administrador: ¿Donde se quemaron esos cuerpos?] Pero este fue el segundo Rorke's Drift de este país, en mi opinión.

"Los hombres que estaban allí ese día, infantes de marina, comandos argentinos e isleños de las Islas Malvinas, me han dicho que mi libro es una versión precisa de lo que realmente sucedió". [nota del administrador: ¿¿dónde hicieron esas declaraciones los comandos argentinos para poder corroborarlas??]

"Cuando un valiente se pone de pie y te dice con lágrimas en los ojos que le has devuelto a él y a sus camaradas su dignidad, sabes que has hecho lo correcto".


[nota del administrador: Nunca deja de asombrar la capacidad de la prensa y literatura británica en ser mendaz y no pagar ninguna consecuencia por ello. La cifra de 100 argentinos muertos me hace acordar, ¿paradójicamente?, a los relatos chilenos sobre el incidente de Lago del Desierto de 1965 donde las fuentes transandinas también hablan de 100 gendarmes argentinos luchando contra 8 incursores chilenos que se rindieron al primer disparo. Los gendarmes eran 12. El número 100 debe ser cabalístico de los mentirosos a rabiar.]


sábado, 31 de marzo de 2018

Mapa de la operación Rosario

La operación Rosario



Un mapa interesante que muestra los objetivos y las disposiciones de las fuerzas en la invasión argentina inicial de las Islas Malvinas y su incautación de Puerto Stanley. Muestra cuán poco equipo y cuántos soldados había disponibles para los británicos. Da el nombre de la unidad británica como Naval Party 8901.