Soldado Chaqueño quedo en Malvinas por salvar a su Amigo
Allá en el norte del Chaco, hay un ranchito paisano,
Lo habita Manuel Moreno, lo levanto con sus manos.
Tiene el orgullo argentino, tiene la sangre del Chaco,
Porque flamea una bandera, en la cumbrera del rancho.
Trabajador como tantos, madrugador como el alba,
Dicen que vino de Salta tan solo por hacer Patria,
Y se quedo aquerenciao, labrando esta Tierra Gaucha.
Fue jinete y domador, y ante el quebracho, fue hachero,
También era cosechero si es que el surco lo llamaba,
Pa´ trabajar en jornadas, nunca mezquinó su esmero.
Se afincó en medio del monte, esquivándole al progreso,
Como plegarias de un rezo, tubo el rancho una patrona,
Y llego a ofrecerle un hijo a Don Manuel la Ramona,
Ella, guapa y decidida; El, capaz y corajudo,
Por el hijo daba el mundo, y hasta una estrella encendida,
Por ella entregó el coraje, y por la Patria, su vida.
El muchacho fue creciendo, con el calor de la Madre,
Codo a codo con el Padre, gastó el arado en el surco,
El campo le dio este mundo, y a el le debía su sangre.
Manuelito se hizo hombre, y fue a cumplir con la Patria,
Cuando hallá en el mes de de abril, Argentina se alzó en armas.
A luchar se fue Manuel, defensor de las Malvinas,
Apóstol de la justicia, soldado de mi Argentina.
Las noticias fueron muchas, nos derribaban aviones,
Les hundíamos los barcos, y Don Manuel aguardaba,
El regreso del muchacho.
El destino nos fue esquivo, malaya la suerte perra,
Cuando golpeaban noticias, que se ha perdido la guerra.
Volvieron los prisioneros, después de una triste espera,
Sólo rindieron sus huestes, no se rindió la bandera.
Primero arribaron unos, y Manuelito no vino,
Después llegaron los otros... tal vez después, por desgracia,
Quizás lo tengan cautivo.
Fueron llegando soldados, se sumaban los heridos,
Han pasado varios días, Y Manuelito no vino,
Porque quedó para siempre bajo ese suelo argentino.
Al cabo de una quincena, llegó un papel muy urgente,
Y unas letras que decía usted ha perdido un hijo,
La Patria perdió un valiente. Y fue la primera vez,
Que Manuel, bajó la frente.
Doña Ramona lo vio y presintió la desgracia,
Corrió aturdida hacia el rancho llena de horror y gemidos,
El hijo quedó en la guerra, no quiso volver vencido.
Sin saber lo que iba a ser, con una vela encendida,
Toda de luto vestida y mirando la bandera,
Fue y la arrió de la cumbrera, y dijo enferma y rendida:
ya no volverá Manuel, ya no volverá sabés, a m` hijito me lo han muerto,
Ya no volverá el muchacho, sólo nos queda el recuerdo, pobrecito manuelito,
pobrecito mi muchacho, en la guerra me lo han muerto,
ya no volverá Manuel, Dios sabe cuanto lo siento.
Don Manuel alzo la vista, y la vio toda de negro,
Con la BANDERA en las manos,
Y esas palabras brotaron, de sus labios de paisano:
Por qué ese luto Ramona, porque ese luto mi vieja,
Por qué si el muchacho quiso vencer por nuestra Argentina,
Y quedarse para siempre, atalaya en las Malvinas.
Por qué arriaste la BANDERA, eso no debías hacerlo,
Vamos a izarla de vuelta arriba de la cumbrera,
Que si la Patria Argentina nos pide ese sacrificio,
Su tata se ira a luchar, ya que no tiene mas hijos,
Que si una guerra perdimos, no perdimos el coraje.
Y aunque la tierra se raje, son bien nuestras las Malvinas,
Vamos todos a luchar, pa´ que sepa el mundo entero,
Que a fuerza de sangre y fuego ¡las Islas son Argentinas!...
Autor: MITO GALLARATO
(J.J.Castelli-Chaco)
Admin VI.
Por sus ropas, este héroe parece haber servido en la infantería de marina.
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