miércoles, 18 de julio de 2018

Brexit puede hacer que roben menos los fucking kelpers

El Brexit podría tener serio impacto en la industria pesquera de las Malvinas





El Brexit podría resultar "potencialmente catastrófico" para las Islas Malvinas, de acuerdo a un reciente artículo publicado en un diario del Reino Unido. Y según se deriva, podría tener un impacto muy serio si se imponen aranceles elevados a los productos exportados desde las Islas a la Unión Europea. Pero, ¿cuán duro puede llegar a ser ese golpe?



MercoPress informó que la editora en jefe del diario Penguin News, Lisa Watson, consultó al sector público y privado sobre este tema la semana pasada, y el empresario pesquero Stuart Wallace dijo al respecto que si bien consideraba que la expresión "catastrófico" era exagerada, pensaba que "el asunto puede ser muy serio y presentará dificultades financieras y desafíos operativos que serán significativos".

En el caso de la industria pesquera, ¿de qué tipo de desafíos se habla? Se trata de aranceles, ya que al momento no existen para los productos de mar.

"El tema central es cuál será el ambiente de acceso a la Unión Europea. ¿Nos aplicarán aranceles?”, explicó Wallace.

"A los productos no originarios de la UE que ingresan a ese mercado normalmente se les aplica un arancel que varía entre el 6 % y el 16 %, por lo que se puede ver la seriedad del asunto”, agregó.

"Además –continuó el empresario pesquero-, los barcos registrados en las Malvinas y obligados a pagar esos aranceles estarían compitiendo en el mercado con pesqueros no registrados en las Malvinas que no están sometidos a ese régimen. Operacionalmente, existen preguntas referidas al registro de los buques y las calificaciones de sus oficiales: en la actualidad hay un sistema de mutuo reconocimiento de las calificaciones profesionales, que si no llega a estar más disponible, podría resultar extremadamente complicado y enredado.”

Consultado sobre el potencial impacto indirecto sobre los cánones de las cuotas de pesca (una importante fuente de ingresos para las arcas públicas), Wallace respondió: "Los cánones que se cobran están en relación al valor de la captura y por eso existe el potencial de un impacto con el correr del tiempo".

Empero, Wallace también mostró una actitud positiva. "Estamos decididos a trabajar con el gobierno de las Islas Falkland y nuestros socios internacionales para sobreponernos a cualquier dificultad que pueda emerger y continuar proveyendo los productos de mar de las Malvinas a nuestros mercados globales", afirmó.

Otro ejecutivo de la industria, la gerente de Consolidated Fisheries Ltd. (CFL), Janet Robertson, también manifestó sentirse incómoda con la sugerencia de que el Brexit podría resultar "catastrófico". En definitiva, se trata "de una palabra con una gran carga emotiva que busca atraer la atención, pero sus implicancias no pueden ser tomadas con liviandad", dijo.

“Si se toma en cuenta que en tonelaje, más del 90 % de la pesca de las Malvinas termina en Europa, y si los aranceles hacen que los productos de mar sean menos atractivos para los consumidores europeos por razones de costo, las Malvinas podrían ver importantes caídas en la recaudación impositiva y en los fondos de desarrollo generados por la industria de la pesca", explicó la empresaria.

Según Robertson, la situación para CFL es algo distinta. "Europa no es mercado para nosotros y por lo tanto el Brexit no tendrá un impacto directo en nuestras ventas", sostuvo.

“No obstante, en el mundo que vivimos en estos días, del 'todos para uno y uno para todos’, sin lugar a dudas tendría un efecto para nosotros a largo plazo, en particular si dependemos de contribuciones de otras empresas pesqueras para apoyar el desarrollo de las Islas", concluyó. (MERCOPRESS/FIS)

lunes, 16 de julio de 2018

Economía de la ocupación: La producción local

Los otros gauchos: tradiciones y productos de quienes viven en los "camps" de Malvinas

Existe un mundo más allá de Puerto Argentino. Cómo es la gente y la rutina en los confines del archipiélago, allí donde la vida sigue y el paralelo con la Patagonia es vibrante
Por Flavia Tomaello | Infobae



En el paisaje desolador de las islas Malvinas, los primeros camps dependieron de los ingresos derivados de la lana. Ahora son mini pymes familiares que producen alimentos y se han modernizado, abriendo oportunidades a la carne. Existe una población que vive de una actividad rural activa


Pensar en el paisaje de las Islas Malvinas es volver a la guerra. Esa sensación es inexorable y existirá por el resto de los tiempos en los corazones  nacionales. Sin embargo, las islas fueron y también son otro mundo que excede a las trincheras y a las horas tristes. Eludiendo expresamente esos pensamientos, es posible descubrir una rutina de esfuerzo, trajín y serenidad.

El paralelo con la Patagonia es vibrante, basta con adentrarse más allá de Puerto Argentino. La inmensidad es mayor a lo supuesto y la vida en los confines del archipiélago es activa, aunque la concentración de la población esté en la capital.

La integración con las tradiciones gauchescas también resulta inevitable. Vivir en los camps de las islas también es encontrarse con un vocabulario común: alpargatas, bicho, blanco, boca, boleadoras, bombachas, bombilla, bozal, guanaco, "wuacho", tropilla, son algunas de las decenas de palabras que exponen en el libro Diddle De to Wire Gates, de Sally Blake, Jane Cameron y Joan Sruce, un impagable diccionario de los vocablos propios de la vida agraria en las islas.

En una augusta reunión con la naturaleza, los gauchos malvinenses aprendieron a domar el clima y a apreciar las posibilidades para convertirse en prósperos, aunque esforzados productores de su cotidiana realidad. Les falta el mate, pero sí tienen "palinkey" (palenque) donde rascarse, y lo vienen haciendo de maravillas.

La actividad rural es febril, diversa y creciente. Y sobran historias de economías rurales que establecen un llamativo parangón con las que se desarrollan del otro lado del mar argentino, en los profundos campos patagónicos. Allá, en los camps de Malvinas, vive, por ejemplo, Lisa Lowe (63 años, octava generación en las islas) quien junto a su marido Adrian (68, irlandés, residente desde la década del setenta), es propietaria de la granja Murrel. "Manejamos alrededor de 3.000 ovejas, corridale y polworth mixture, destinadas solo para la producción de lana en 10.000 acres", contó a Infobae.


A las Islas Malvinas llegan unos 60.000 turistas al año. La mayor parte de los cruceros que tocan las Islas  hacen escala diurna en Puerto Argentino.

Aunque la magnitud parezca considerable, Adrian autodefine su proyecto como una pequeña granja: "Mi esposa, que desde hace algunos años produce leche para nuestras propias necesidades, fabrica mantequilla para hacer los pasteles y galletas caseros que ofrecemos a los pasajeros que visitan las cabañas de café en las colonias de pingüinos". Se trata de las únicas tortas y galletas de Malvinas, hechas en un horno calentado por turba. Una delicatessen que no sólo es destinada a los turistas, sino que se vende también en las granjas colegas.

Cuando el buen tiempo llega, los Lowe -que conocen el sabio ejercicio de manejar las temporadas y los climas- se embarcan en su proyecto Kidney Cove Tours. Además de proveer turismo rural en su propia estancia, realizan excursiones a los más de ochenta albergues existentes para repartir leche y manteca.

Comer en casa



Alex Olmedo nació en Chile y se nacionalizó británico. Se instaló en las islas hace varias décadas. Trabaja como chef y es dueño de una hostería-boutique.

La distancia y la situación política exigió autoabastecimiento a los granjeros, tanto para sí como para la comunidad de las islas. Es por ello que la actividad agrícola, ganadera e ictícola es intensa.

Alex Olmedo, chileno, es chef. Comenzó su estadía visitando las islas y poco a poco se fue instalando. Es propietario de un lugar boutique en el centro: The Waterfront Boutique Hotel, que, además, posee un servicio de comidas -abierto todo el día- en el Kitchen Cafe. "Armé un servicio y una carta inspirándome en los productos locales, aquellos que vienen de los camps y que nos permitieron haber generado una personalidad propia. Hemos trabajado en soledad para crear un mercado interno y lo hemos logrado. Aprendimos a administrar los recursos y hoy nos autoabastecemos".

En la mesa de Olmedo se sirven remolacha, queso de cabra, bacalao, bagre, tomate criollo, pollo, cordero, pavo y cerveza local, todo extraído de los campos ("los camps") de las islas. En tanto, en el Malvina House Hotel, el albergue más antiguo del archipiélago, se cocinan gambas, calamares, tocino, chorizo, brócoli, coliflor, espinaca y zanahorias, todos ingredientes de producción isleña.


Los camps en Malvinas desarrollaron una actividad agraria -basada originalmente en la cría y esquila de ovejas- y permitieron de a poco el autoabastecimiento de los alimentos.

Lee Molkenbuhr maneja la granja Johnson's Harbor con su esposa, Martha en Volunteer Point. Desciende de los primeros ingleses que llegaron en década de 1850. Su bisabuelo era irlandés. "Naufragó aquí y luego decidió establecerse", recuerda. Su padre compró parte de la granja Green Patch cuando se subdividió a fines de los años setenta. Luego de una beca en Australia, recorrió Reino Unido, Nueva Zelanda, Wyoming, Estados Unidos, Australia e Italia. Transformó la industria de la esquila en las Malvinas y representó a las islas en competencias internacionales. Ha conformado equipos de esquiladores hoy profesionales.

Paul Phillips administra la granja Hope Cottage junto a esposa Shula y su hija Bekka. Su familia trabaja en los camps desde 1876, y han sido agricultores desde entonces. Sus padres compraron el establecimiento Monte Kent, en 1980, cuando las granjas más grandes en los alrededores de las Islas se subdividieron ofreciendo, por primera vez a los isleños, la oportunidad de ser propietarios. Así, las granjas familiares nacieron y comenzó una nueva era agrícola.


Las granjas nacieron en manos de unos pocos, cuando los camps comenzaron a subdividirse se les ofreció a los isleños la oportunidad de ser propietarios. Así comenzó una nueva era agrícola.

"En 1989 -cuenta Phillips- mis padres vendieron la propiedad de Monte Kent y compraron Hope Cottage Farm, un terreno mejor, más productivo, que nos brindó una oportunidad más seductora. Nosotros se la compramos en 2009 y continuamos con muchos de los cambios que ellos ya habían comenzado".

Durante muchos años los camps dependieron de los ingresos derivados de la lana. "La compañía de carne de las Islas Malvinas ha introducido el mayor cambio en la modernización de las granjas, abriendo oportunidades a la carne, además de a la explotación lanera", explica. La entidad paga calidad y peso, lo que incita a los productores a crecer en ambas variables con sus ejemplares. "Hemos apostado a la exportación a la Unión Europea", agrega.

Hacia el mundo

Las tierras de cultivo se extienden a aproximadamente 1.140.000 hectáreas y alimentan a cerca de 500.000 ovejas y 5.000 cabezas de ganado. Antes de 1979 había 36 granjas en las Islas. Sin embargo, como resultado de la política de aumentar el número de explotaciones locales a través de la disgregación de algunas de las fincas agrarias más grandes, ahora se distribuyen 84 granjas.


En la actualidad hay 84 granjas activas en las Islas Malvinas.

La mayoría de ellas son unidades familiares con un tamaño promedio de 10.000 hectáreas con 6.400 ovejas cada una, varias de ellas abocadas a la producción orgánica. Las estrictas leyes de bioseguridad implementadas para proteger la salud de los animales y un ecosistema frágil, han significado verdaderos desafíos para la reproducción. Se mantiene un stock saludable con variación genética a partir del uso de la inseminación artificial extensa (IA) y del programa de transferencia de embriones (ET).

Christopher and Lindsey May son granjeros desde 1988. Administran una propiedad en George Island. "Inicialmente éramos productores de lana -relata Christopher-, pero desde la apertura del matadero Sand Bay hemos sido uno de los productores familiares más grandes que suministran ovejas y corderos". La carne ahora aporta aproximadamente el 35% de sus ingresos.



La producción de diddle-dee (una baya local) es una costumbre habitual en cada camp y se transformó en un souvenir ideal para los visitantes. Carol Wilkinson propone sus jabones nativos con fieltro en el Studio 52 de la fotógrafa Julie Halliday, donde se lucen las artesanías locales, también producidas en las afueras. La diversificación en el tipo de productos que llegan desde allí está en crecimiento. Reseñas de los confines del archipiélago, donde la vida sigue.

sábado, 14 de julio de 2018

Guerra aérea en Malvinas: El ataque al HMS Invincible (4/4)

La guerra de las Malvinas

Century of Flight

Parte 1 | Parte 2 | Parte 3 | Parte 4

El ataque contra el HMS Invincible

Después de los restos del Atlantic Conveyor, la Armada Argentina tenía un solo Exocet, y los portaaviones británicos aún eran los principales objetivos argentinos. Por estas razones, el 29 de mayo el CANA y la FAA decidieron realizar una operación conjunta. Cuatro pilotos de A-4C Skyhawk pertenecientes al Grupo 4 de Caza (4to. Grupo de Caza) recibieron la asignación, en realidad dos de ellos, Tenientes Primero Tenientes Ernesto Ureta y José Vázquez, se ofrecieron como voluntarios, y eligieron a los otros dos pilotos, Teniente Primero Omar Castillo y Alférez Gerardo Isaac- y fueron enviados a Río Grande. El plan era que una vez que los Super Etendards lanzaran el Exocet restante, los Skyhawks seguían el rastro del misil y golpeaban al portaaviones con sus 227 kilogramos (500 libras) de bombas. Por supuesto, los A-4Cs se enfrentarían a las peores defensas enemigas.

Alrededor de las 12:30 h del 30 de mayo de 1982, dos Super Etendards despegaron de Río Grande; el SUE 0752/3-A-202, pilotado por el líder, el teniente de navío Alejandro Francisco, despegó primero, y el segundo fue el SUE 0755/3-A-205, volado por el piloto de flanco, el teniente de navío Luis Collavino. Cinco minutos después, los A-4C, pertenecientes a la Fuerza Aérea, también despegaron. Francisco llevó el Exocet y Collavino brindó apoyo y verificación. Las señales de llamada de Super Etendards y Skyhawks eran 'Ala' y 'Zonda' respectivamente.

Todos los aviones subieron a una altitud de 7.000 metros (21.000 pies) y voló al punto de encuentro con el KC-130H, donde todos los combatientes fueron reabastecidos con combustible durante 300 kms. Después de este repostaje, los aviones giraron hacia el este, con dos SUE separados por 1.600 metros (1 milla) y dos Skyhawks detrás de cada uno. Cuando todos ellos estaban a 304 kms (190 millas) del área objetivo, bucearon a una altitud de 30 metros (100 pies). Alrededor de las 14:32 'Ala 1', Francisco, informó que habían bloqueado el Exocet en el objetivo. 'Ala 2', Collavino, confirmó la cerradura y Francisco lanzó el misil. Con este lanzamiento, la participación del 2. ° Escuadrón Naval Aéreo en la guerra llegó a su fin. Ambos Super Etendards dieron media vuelta y se dirigieron hacia el punto de encuentro con el KC-130H, y luego llegaron a Río Grande sin problemas.


Esta fotografía histórica muestra el SUE # 0752/3-A-202 pilotado por el teniente de navío Alejandro Francisco cuando se reabastecía de combustible en su camino hacia el objetivo, HMS Invincible el 30 de mayo de 1982. El último AM 39 Exocet se puede ver bajo el ala derecha de el SUE, y los cuatro A-4C Skyhawks del 4 ° Grupo de Cazas de la Fuerza Aérea Argentina también se pueden ver muy atrás, esperando su turno para repostar.

Después del lanzamiento del Exocet, los Skyhawks de la Fuerza Aérea siguieron el rastro del misil y observaron la aparición de una gruesa columna de humo en el horizonte, así que se dirigieron hacia allí. Cuando estaban a 12 kms (7.5 millas), un SAM destruyó el avión de Vázquez y también otro hacia el Skyhawk de Castillo a 2 kms (1.25 millas) hacia el objetivo. Según fuentes británicas, fueron lanzas marinas lanzadas por el destructor HMS Exeter. Ambos pilotos murieron. Pero los sobrevivientes, Ureta e Isaac 'Zonda 3' y 'Zonda 4' respectivamente, alcanzaron el objetivo, lanzaron sus bombas y dispararon todas las municiones de sus armas. Después de eso, volvieron, realizaron maniobras evasivas contra los británicos SAM y AAA, y salieron de la zona de peligro sin daños. Ambos aviones llegaron al KC-130H y cargaron combustible, llegando a Río Grande 3 horas y 47 minutos después de despegar. Durante el informe, ambos pilotos describieron al objetivo atacado como un portaaviones, y específicamente como el HMS Invencible.


Nota: No hay una versión británica oficial sobre el ataque, pero la teoría expuesta en el libro "Malvinas, la guerra aérea" es la siguiente: el barco atacado por Ureta e Isaac fue la fragata HMS Avenger, que estaba perdiendo humo blanco como una cortina, y la cubierta de vuelo de su helicóptero fue erróneamente confundida como la cubierta de vuelo de un portaaviones por los pilotos argentinos. Todas las bombas de los Skyhawks se perdieron. El problema con esta versión es el hecho de que el humo visto por los pilotos argentinos no era blanco, sino negro. También es ridículo que pilotos bien entrenados como Ureta e Isaac puedan identificar erróneamente la cubierta corta de una fragata con la larga y lateral de un portaaviones. También es sospechoso que el Invencible apareciera en Puerto Stanley casi dos meses después del ataque, en agosto de 1982 y cuando regresó a Portsmouth el 17 de septiembre de 1982, una gran franja en el lado del puerto parecía recién pintada.

La versión argentina decía que el último misil Exocet estaba perfectamente enganchado al objetivo (un gran barco) por el piloto Super Etendard, que lo disparó y regresó a Río Grande sin problemas. Los cuatro A-4C Skyhawks del 4 ° Grupo siguieron el rastro del misil y finalmente vieron en la distancia una gran columna de humo negro, posiblemente el lugar donde impactó el misil. Dos de ellos fueron derribados, pero los sobrevivientes confirmaron que vieron un portaaviones, y específicamente el HMS Invincible con una gruesa columna de humo negro saliendo de él. Lo atacaron, disparando sus cañones y arrojando sus bombas, sin confirmar ningún resultado. Después de evitar que todos los SAM dispararan contra ellos, los Skyhawks se encontraron con su camión cisterna y regresaron a casa.

La versión británica de este incidente expuso que el Exocet falló su marca, el HMS Invencible, debido a que fue derribado por un proyectil de 114 mm de la fragata HMS Avenger, o debido a que fue neutralizado por los señuelos. Además, afirmaron que el barco atacado por los A-4C Skyhawks era el HMS Avenger, que estaba desplegando una cortina de humo blanco para esconder el portador de cualquier atacante. Muchos especialistas dijeron que los pilotos argentinos identificaron erróneamente la pequeña cubierta de vuelo del helicóptero antisubmarino con la cubierta de vuelo del portaaviones, y erróneamente pensaron que el humo de la cortina fue causado por el golpe de Exocet.

Pero desde el punto de vista argentino, los problemas con tales versiones son:

  1. Es muy poco probable que un proyectil de 114 mm pueda destruir un misil que vuela sobre 10 metros de altura a 1.000 km / h.
  2. Los señuelos fallaron por completo solo cinco días antes, cuando se hundió el MV Atlantic Conveyor, y ¿por qué deberían funcionar ese día?
  3. El humo visto por los pilotos argentinos Skyhawk no era blanco, sino negro.
  4. Incluso en una situación de estrés como ser atacado con fuego AAA y SAM, es difícil equivocarse al identificar la cubierta de vuelo grande y lateral de un portaaviones con la pequeña cubierta de vuelo de helicópteros de una fragata.
  5. Además de todo eso, HMS Invincible no apareció en Port Stanley hasta finales de julio de 1982, y cuando regresó a Inglaterra en septiembre de 1982, parecía una gran franja en el babor (el lado atacado por el Exocet y los Skyhawks) pintada recientemente

Todo eso me hizo pensar que el portaaviones, HMS Invencible, fue alcanzado el 30 de mayo de 1982 (no fue alcanzado en serio, sino alcanzado por última vez) y tenemos buenas razones para pensarlo. Por supuesto que podríamos estar equivocados, pero sinceramente y sinceramente creemos eso.


Los pilotos A-4C Skyhawk pertenecientes al 4th Fighter Group, que sobrevivieron al ataque contra el portaaviones británico HMS Invincible, fueron el teniente primero Ernesto Rubén Ureta (izquierda) y el alférez Gerardo Guillermo Isaac (derecha). Están posando con la Segunda Guerra Mundial Francés Ace Pierre Clostermann (Centro). Ambos pilotos están completamente seguros de que la nave que fue atacada por el Exocet, y luego atacada por ellos, era la Invencible.

domingo, 8 de julio de 2018

Imbécil chileno tira una piedra y esconde la mano como en Malvinas

El polémico mensaje de un periodista chileno contra los argentinos

A través de su cuenta de Twitter, se burló de la ocupación británica en las Islas Malvinas haciendo alusión a los países semifinalistas del Mundial.
El chileno de mierda desconoce que los kelpers son británicos, no solamente ingleses




La eliminación de Brasil en cuartos de final del Mundial dejó al certamen sin selecciones sudamericanas. Las semifinales serán Bélgica-Francia y Croacia-Inglaterra.


En este contexto, el periodista mapuche Mauricio Bustamante aprovechó la ocasión y publicó un polémico mensaje en su cuenta de Twitter en el que pretende tomarse con humor la ocupación británica en las Islas Malvinas y, de paso, reírse de los argentinos.

“Una parte de Sudamérica en semifinal del Mundial”, escribió con el mapa de Sudamérica y una bandera inglesa apuntando hacia las Malvinas. Inglaterra es parte integrante del Reino Unido.

https://twitter.com/tv_mauricio/status/1015624850516439041
(enlace roto, el cagón chileno lo borró)

Mauricio Bustamante es un imbécil, que en sus ratos libres hace de periodista y conductor de un noticiero en la Televisión Nacional de Chile. Su cuenta de Twitter tiene más de dos millones de seguidores y la publicación se viralizó de inmediato. Digno hijo de una nación de alcahuetes y cobardes que no le dio la altura ni el vicio siquiera para clasificarse al Mundial.


 
Humanoide chilensis. Recibanlo con cariño cuando cruce la frontera.

viernes, 6 de julio de 2018

Dagger atraviesa los palos de la HMS Fearless

Dagger vs HMS Fearless

Estrecho dde San Carlos. Islas Malvinas

Durante la guerra los ingleses publicaron una fotografía tomada por un periodista, de una ataque de aviones argentinos, en San Carlos y el comentario fue que el Dagger volaba a una altura inferior al puente de mando del buque.

En esa fotografía que sorprendió a los ingleses está demostrada la osadía de los pilotos argentinos y que obligó al Alte Woodward a decir que esta guerra fue una carrera cabeza a cabeza entre Royal Navy y la Fuerza Aérea Argentina.



miércoles, 4 de julio de 2018

Britannia vuelve a vender arcos y flechas a Argentina

La venta de equipamiento militar de Gran Bretaña a la Argentina tendrá un fuerte impacto en las FFAA 

La decisión de Londres de levantar la restricción de venta de repuestos militares podrá restablecer el funcionamiento del buque misilístico Heroina y los aviones Pampa con averías, entre otros equipos


Por Martín Dinatale | Infobae

 
Mauricio Macri durante el acto por el Día del Ejército. La restricción británica funcionaba desde 2012 (Maximiliano Luna)



La decisión del gobierno británico de levantar las restricciones en la venta de repuestos y equipamiento militar para la Argentina implicará en lo inmediato la posibilidad de devolver a las Fuerzas Armadas la operatividad plena de dos componentes básicos para los militares: los buques de navegación y los aviones de despliegue.

Como adelantó ayer Infobae en exclusiva, por medio de un comunicado oficial del vicecanciller británico Alan Duncan, Londres anunció el levantamiento de las trabas que desde 2012 se habían impuesto a la Argentina para comprar repuestos y equipos militares británicos. Esta decisión fue aprobada por el Parlamento británico.

De esta manera, la Argentina podrán reestablecer el funcionamiento del buque Heroína, que es la segunda flota más grande de la Armada y los aviones Pampa, además de los buques menores de superficie que también llevan repuestos británicos para su reparación.

 
Sir Alan Duncan, vicecanciller británico


El buque ARA Heroína D-12 es un destructor misilístico de la Armada argentina que desde 2012 estaba en reparaciones por la avería de una rueda lenta de componente británico y que tras las sanciones de prohibición de venta de equipos que impuso Gran Bretaña al gobierno de Cristina Kirchner quedó varado en puerto. Ahora, con la decisión de Londres de levantar esta restricción, se podrá reparar definitivamente el buque ARA Heroína y traer de Inglaterra los repuestos correspondientes. Este buque esta varado en puerto y espera su reparación.

Algo similar ocurrirá con muchos aviones Pampa que estaban en reparación y varados por la falta de equipamiento británico o los buques de superficie que llevan turbinas Rolls-Royce.

Consultados por Infobae, fuentes calificadas del gobierno destacaron que las negociaciones para destrabar el embargo británico estuvieron encabezadas por el subsecretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa, José Luis Vila y el embajador argentino en Londres Carlos Sersale di Cerisano.

Estos empezaron hace más de un año con las gestiones en Gran Bretaña con el Foreign Office, el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Industria británico. Este era el estamento que había instrumentado las sanciones. El que también habría tenido una gran influencia para destrabar este espinoso tema fue el embajador británico en Buenos Aires Mark Kent.

"Con el levantamiento de las restricciones de compra de equipamiento británico la Argentina no sólo recuperará el segundo buque de la Armada como es el Heroína sino que también podrá empezar a llevar adelante el proceso de venta de aviones Pampa al mundo que estaba detenido por la falta de equipos", afirmó un funcionario del gobierno.

 
Mauricio Macri y Theresa May durante la Cumbre del G7 en Canadá

Tanto en la Cancillería como en el Ministerio de Defensa y en la Casa Rosada aclararon a este medio que todas estas gestiones se hicieron bajo el paraguas del debate de reclamo argentino de la soberanía en las islas Malvinas.

El gobierno del Reino Unido había impuesto restricciones a la exportación de armamentos y bienes de uso dual (militar y civil) para uso de las Fuerzas Armadas de Argentina en 2012, en medio de una escalada de tensiones con la entonces presidente Cristina Kirchner.

En el texto que el vicecanciller Duncan emitió al Parlamento británico señaló que "habrá un cambio en la política de exportaciones de armas del Gobierno en relación con Argentina. Este cambio levantará las restricciones adicionales que se impusieron en 2012, en un momento en que el gobierno argentino estaba intensificando las acciones destinadas a dañar los intereses económicos de los habitantes de las Islas Falkland [Malvinas]".

 

A la vez, Duncan remarcó que "desde la elección del presidente Macri en diciembre de 2015, la relación del Reino Unido con Argentina ha ido mejorando". Luego informó al Parlamento británico que visitó Buenos Aires en septiembre de 2016, la primera visita de un ministro de Relaciones Exteriores desde 2009, y allí se acordó un Comunicado Conjunto "histórico" entre el Reino Unido y Argentina que estableció una cooperación más estrecha en nuestra relación bilateral (incluso en defensa) y garantizó "beneficios importantes" para los habitantes de las islas Malvinas.

El vicecanciller Duncan también remarcó en su comunicado al Parlamento que "tras estos acontecimientos positivos, el Gobierno cree que es apropiado levantar ahora las restricciones adicionales de 2012".

En virtud de esas restricciones, la política del Gobierno británico ha sido no otorgar una licencia de exportación para ningún producto o tecnología militar o de doble uso que se suministre a los usuarios finales militares en la Argentina, salvo en circunstancias excepcionales.

"Nuestra posición general ahora será continuar denegando las licencias de exportación y comercio de bienes considerados para mejorar la capacidad militar argentina. Sin embargo, cuando el equipo similar no esté disponible, podemos otorgar licencias cuando juzguemos que no van en detrimento de los intereses de defensa y seguridad del Reino Unido", dijo Duncan.

Para el vicecanciller británico "el Reino Unido toma muy en serio sus responsabilidades de control de exportaciones y opera uno de los regímenes de control de exportaciones más sólidos del mundo. Examinamos rigurosamente cada aplicación caso por caso en comparación con los criterios consolidados de licencias de exportación de armas de la UE y nacionales, y permanecemos preparados para suspender o revocar licencias en caso de que el nivel de riesgo aumente".

lunes, 2 de julio de 2018

Kelpers evalúan el Brexit en Londres


El impacto Brexit sobre las Malvinas abordado en reuniones de Londres



Una delegación de las Islas Malvinas estuvo en Londres para una ronda del Consejo Ministerial Conjunto británico, en la órbita del Foreign Office, que refiere a negociaciones con Europa, más particularmente referidas a las negociaciones del Brexit y su impacto sobre los Territorios Británicos de Ultramar (TBU).


La delegación estuvo conformada por la legisladora electa, MLA Teslyn Barkman junto al Asesor Senior de Política del gobierno de las Islas Richard Hyslop, a quienes se les sumó Sukey Cameron, la representantes del gobierno en Londres, FIGO.

Durante una semana el grupo de las Malvinas participó de conversaciones sobre el Brexit a la vez que mantuvo reuniones con jerarcas del Departamento para dejar la Unión Europea, directores y subdirectores del Foreign Office, Lores, ministros, periodistas y otras delegaciones hermanas de los Territorios Británicos de Ultramar.

En una conversación con el Penguin News, MLA Barkman sostuvo que “además de los muy estimados ministros, jerarcas y Lores quienes reconocieron y apoyaron nuestra causa en el Grupo Parlamentario de Todos los Partidos, y el Consejo Ministerial Conjunto, también mantuvimos encuentros con caras conocidas y otras nuevas”.

“Nuestra primera reunión fue con el ex gobernador de las Islas, Colin Roberts, quien ahora trabaja en la Oficina del gabinete, además de Angus MacNeil, secretario de la Comisión de Comercio Internacional, el Director General del Foreign Office para dejar Europa Lindsay Croisdale-Appleby, al igual que con el Lord Jay de Ewelme”, recordó MLA Barkman.

Más adelante agregó que “cuando se trata del Brexit tenemos mucho y de peso para contar. Un acuerdo malo o 'ningún acuerdo' pone en riesgo un porcentaje muy importante del PBI de las Islas” además de poner en riesgo “a fuentes de empleo en nuestras exportaciones de carne y pesca, tanto aquí como en España y toda la seguridad social y oportunidades económicas que esas industrias representan para el presupuesto”.

”También existe el riesgo de una ausencia de apoyo político para nuestro derecho humano a la auto determinación, a medida que el Reino Unido se retira de un acuerdo conocido como el Tratado de Lisboa. Por último y de ninguna manera poco significativo, gozamos de fondos económicos y medioambientales (europeos) que se nos aseguró en el Consejo Ministerial Conjunto estarían disponibles en el pos-Brexit si bien su estructura y condiciones acceso todavía están en el proceso de elaboración. (MERCOPRESS)

sábado, 30 de junio de 2018

El hundimiento del Isla de los Estados

Naufragio espeluznante: cómo fue el hundimiento del buque tripulado por civiles en la Guerra de Malvinas

Una bengala luminosa lanzada a doscientos metros de altura rompió la oscuridad del estrecho San Carlos en la noche del 10 de mayo de 1982. El Buque Isla de los Estados, de 80 metros de eslora, con veinticinco tripulantes a bordo, quedó al descubierto.

Marcelo Larraquy-INFOBAE



El capitán de corbeta Alois Esteban Payarola se contactó por radio con el carguero "Forrest", amarrado en Puerto Howard, a 16 millas. Quiso verificar el origen de la bengala. Temió que fuera el preanuncio del "fuego amigo".

La respuesta no despejó su duda: ellos no la habían lanzado. Dos minutos después el buque «Isla de los Estados» comenzó a recibir impactos de mortero sobre estribor. Una llamarada de fuego se levantó sobre la nave. Desde la posición enemiga supusieron que era un barco petrolero.

Desde el puente de mando, Payarola volvió a comunicarse con el "Forrest". Pidió "alto el fuego" y que avisaran a las baterías costeras que dejaran de tirar.

Payarola vió que casi todo lo que estaba alrededor suyo había desaparecido. Decidió salir del puente y caminar hacia babor. Vio al capitán Tulio Panigadi, comandante de ultramar, tirado en el suelo. Escuchó gritos de dolor, voces que emergían desde el agua. Otra explosión abrió una lengua de fuego sobre los tambores de combustibles. La nave se mecía hacia un costado. Payarola tenía puesto un pullover, un buzo, y unas botas de campaña. Sintió ruido de helicópteros que se acercaban.

En ese momento entendió que había sido impactado por fuerzas enemigas. Se lanzó al agua helada del estrecho. Pocos minutos después el buque Islas de los Estados desaparecía de la pantalla del radar de la fragata HSM Alacrity.

La Operación Rosario

El "Isla de los Estados" había sido armado en España en 1975. Cinco años después fue incorporado a la Armada como buque de transporte. Era un buque de la marina mercante, que navegaba con tripulación civil. Era útil para el transporte de ganado ovino, mercaderías y de personas entre el territorio y las islas, en cumplimiento con los acuerdos de cooperación entre Argentina e Inglaterra firmados a inicios de la década del setenta.

El 28 de marzo de 1982, en Puerto Deseado, Santa Cruz, el "Isla de los Estados" comenzó a cargar armas, vehículos. Había militares de uniforme en el muelle. Los civiles de la marina mercante se sorprendieron. Alois Payarola asumió la conducción militar del barco. En alta mar informó de la misión. El "Isla de los Estado" se uniría a la "Operación Rosario" como parte de la Fuerza de Tareas que tomaría las islas Malvinas.

La novedad sorprendió a la tripulación civil. Algunos de ellos eran extranjeros.

El "Isla de los Estados" fue el primer buque de la marina mercante que llegó a Puerto Argentino. El Ejército lo utilizó para el transbordo de cargas de otros buques mercantes que por su tonelaje no podían amarrar en el pequeño muelle de madera de la capital de la isla. También transportó víveres, combustible, armas y municiones y efectivos a distintas posiciones de las tropas argentinas.

El barco no tenía defensa antiaérea. Navegaba por la noche, en la niebla, e intentaba ocultarse en accidentes geográficos para que no quedara al descubierto su posición.

Desde el "Isla de los Estados", a través de una grúa, fueron colocadas 25 minas de 400 kilos de explosivos frente a las aguas de Puerto Argentino.

El 1º de mayo de 1982, después del bombardeo aéreo y naval inglés sobre la capital de las islas, se decidió trasladar el barco al estrecho San Carlos, que separa la isla Soledad de la Gran Malvina.

En esa nueva posición, el "Isla de los Estados" continuó con los trabajos de carga y descarga con otras naves. Una de ellas fue el "Monsunen", un barco de pequeño porte confiscado a las Falklands Islands Company (FIC), que solía usarse para el traslado de ovejas.

El "Monsunen" navegó desde Puerto Argentino hacia el estrecho San Carlos en busca de combustible y municiones. A su cargo estaba el entonces mayor Jorge Monge, oficial de Operaciones del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 101 (GADA 101).

"Nuestro material de guerra estaba en el buque "Río Carcarañá", que también habían movido al estrecho San Carlos –afirma Monge en entrevista con el autor de este artículo-. El 2 de mayo comenzamos a bordear la isla Soledad hacia el sur. Entonces me llega un "alerta submarino".

Habían hundido el crucero "Manuel Belgrano", y me avisan que también podíamos ser atacados. Para mantener la moral de la tropa, no lo comenté. Lo primero que pensé fue en las bajas. Me recomendaron que tuviera cuidado. ¿Pero qué alerta podía tomar yo si tenía un fusil automático, dos ametralladoras, una balsa y dos o tres salvavidas. El «Monsunem» era un barquito endeble.

-¿Cómo fue el contacto con el "Isla de los Estados"?

-Habrá sido el 4 ó 5 de mayo. Ahí me encontré con el capitán Marcelo Novoa. Lo conocía por cursos en el Colegio Militar; también estuvimos en Jujuy, cuando se movilizaron las tropas por el conflicto con Chile. Él era de artillería, yo montañista. En el estrecho San Carlos descargamos el material para mi unidad: cañones, parte de los 16 mil tiros de municiones y también me dieron la orden de retirar combustible para radares y helicópteros. Eran barriles de 200 litros que acomodamos en la cubierta. Si nos impactaban explotaba todo.

-¿Sospechaba que les podían disparar?

-Después de lo del "Belgrano" la posibilidad de un submarino estaba latente, pero por las profundidades de la cartografía naval no podía meterse en el estrecho un submarino de porte. Pero sí una fragata. Y había fragatas por todos lados. La isla es una defensa aeronaval. Requiere superioridad aérea y de barcos. Y nosotros en la isla no teníamos ni barcos ni aviones.

Los aviones argentinos sólo podían estar un minuto por el aire y tenían que volver porque sino los tiraban al mar. La Fuerza Aérea salía de Río Gallegos o Comodoro Rivadavia; en las islas no había aviones de combate. Por eso las fragatas se acercaban y tiraban todas las noches. Teníamos unos cañones de 155mm que tenían alcance, pero eran muy pocos y no contaban con un observador que las localizara bien. Era difícil impactarlas.

-¿Cuál era el clima interno de la tripulación en el "Isla de los Estados"?

-Era un buque de la Marina mercante compuesto por civiles y algunos marinos. Novoa me planteó que los civiles no habían estado convencidos de ir hacia Malvinas, y me decía que ellos -los militares- estaban en minoría.

El "Monsumen" partió hacia el norte del estrecho para hacer otro transbordo con el "Río Carcaraña".

El 9 de mayo el pesquero "Narwal", que hacía inteligencia para Argentina, fue interceptado, ametrallado y hundido por dos aviones Sea Harrier. Hubo un muerto y doce heridos. Tras desesperadas señales de socorro -"tenemos heridos graves", "abandonamos el buque 25 hombres", "hemos lanzado al agua un bote color naranja con los heridos graves"-, un helicóptero Puma voló desde Puerto Argentino hacia el sur para rescatarlos.

Fueron impactados por un misil. Tres pilotos murieron. Los heridos del "Narwal" que fueron tomados prisioneros por la Marina británica.

El ataque británico

A primera hora de la mañana siguiente, en un trabajoso transbordo, el "Río Carcaraña" entregó una cohetera de veinticinco toneladas al "Isla de los Estados". Ya era casi de noche cuando finalizaron las tareas.

El capitán Panigadi decidió continuar por el estrecho San Carlos hasta Puerto Howard. Esperaba llegar al amanecer. Allí esperaría nuevas instrucciones. A las nueve de la noche, levó las anclas y comenzó a navegar con las luces apagadas. Llovía.

Una hora después, a las diez y veinte de la noche, el operador de radar de la fragata inglesa HMS "Alacrity", que navegaba en dirección sur-norte, percibió un eco que alertó sobre la presencia de un posible buque.

Desde la fragata lanzaron una bengala luminosa, que reveló su posición, casi a la altura de la isla Cisne (Swan Islands). Era el "Isla de los Estados". En ese momento contaba con veintisiete tripulantes, y transportaba 300.000 litros de combustible, municiones, bombas, que almacenaba en la bodega, y la cohetera.

El capitán Alois Payarola, desde el puente de mando, se comunicó por radio con el buque mercante "Forrest", amarrado en Puerto Howard. Preguntó si ellos habían lanzado la bengala. Respondieron que no.

Pocos segundos después, los proyectiles comenzaron a impactar sobre la banda de estribor de "Isla de los Estados". Parte de la tripulación, que descansaba en los camarotes, subió al puente de mando, para saber qué pasaba. El capitán se mantenía con la radio Motorola en la mano.

Había cuerpos tendidos entre chapas retorcidas. Una lengua de fuego se erguía sobre los tambores de nafta. Desesperado, pidió al "Forrest" que avisara a las baterías costeras que dejaran de disparar. Seguía pensando que había sido atacado por "fuego amigo".

El "Alacrity" continuó su rumbo por el estrecho, sin detenerse ante la nave enemiga, que se incendiaba.

Payarola bajó del puente de mando entre las llamas y el humo. Un último impacto de cañón lo había destruido. Pero él se tocaba y sentía que no le había pasado nada. Había cuerpos tendidos entre chapas retorcidas. Una lengua de fuego se erguía sobre los tambores de nafta. La nave se inclinaba por estribor. Lloviznaba.

Encontró al marinero Alfonso López, español, y al camarero Héctor Sandoval, de 52 años, intentando lanzar una balsa inflable al agua helada. Los impulsó a salvarse. López, que no sabía nadar, cayó en el centro.

En su salto, Sandoval golpeó con una estructura metálica y no volvió a salir a la superficie. Los marineros gritaron: “Viva la Patria”, “Viva la Patria”. Y se perdieron en la oscuridad de las aguas

Sin querer, Payarola resbaló y cayó al agua. Tenía una pequeña linterna de mano con la que intentaba pedir auxilio. Nadó hacia otra balsa que ocupaban dos marineros, Manuel Oliveira y Antonio Cayo. Se estaban hundiendo. Pero le cedieron un lugar de privilegio para que su jefe se mantuviera a flote. Payarola se negó y prefirió alejarse a nado.

Los marineros gritaron: "Viva la Patria", "Viva la Patria". Y se perdieron en la oscuridad de las aguas. El buque "Isla de los Estados" ya estaba hundido.

Payarola escuchó el zumbido de las aspas de un helicóptero en la oscuridad de la noche, que los sobrevolaba. Un "Sea King" se había acercado a verificar la zona del desastre. Intentaba nadar como podía, pero la corriente lo arrastraba. Ya no escuchaba voces de otros náufragos. Sentía que los pies y las manos se le congelaban.

Con su linterna, a lo lejos, iluminó un bulto negro. Nadó hacia esa dirección. El bulto negro era la balsa del marinero López. Se habían incorporado también el capitán Panigadi y el primer oficial Jorge Bottaro, que escaparon de la explosión del puente de mando. Lo ayudaron a subir.

Remaron

El "Alacrity", mientras tanto, continuó su navegación por el estrecho. Era la primera fragata británica que lo atravesaba de sur a norte, en misión de reconocimiento. “Se ahoga Bottaro, se ahoga Bottaro”. López no sabía nadar. Sólo podía dar aviso.

A esa altura de la guerra, Inglaterra ya había bloqueado las islas con la imposición de una zona de exclusión total. El "Río Carcarañá" había sido el último barco argentino en llegar a las islas.

Inglaterra también había decidido que el estrecho San Carlos sería la cabecera de playa, pero el almirante John Woodward quiso asegurarse que las aguas no estuviesen minadas y no hubiese defensas costeras que pusiesen a riesgo el próximo desembarco de la infantería británica.

La misión del "Alacrity", sin embargo, estuvo bajo riesgo extremo esa misma madrugada, después de haber hundido el "Isla de los Estados". El submarino "San Luis", acomodado en la boca del estrecho, lo ubicó en su radar y preparó la información para el lanzamiento de torpedos SST-4.

Decidió impactarlo con dos. Era la una y media del 11 de mayo. El primer torpedo no logró salir del tubo, y al segundo se le cortó el cable de guiado minutos después del lanzamiento. Dos días después el submarino regresaría a Mar del Plata y no volvería a combatir.

Esa madrugada, con la balsa inflable, Panigadi, López, Bottaro y Payarola continuaron remando hacia una de las costas del estrecho. Eran los únicos cuatro sobrevivientes de la tripulación. Pero la balsa estaba averiada.

Panigadi decidió volver al agua para reducir el peso. Iba aferrado a la cuerda salvavida que la rodeaba. Pasaron varias horas remando hasta que divisaron una costa. Pero la corriente les impedía aproximarse. Temían que los empujara mar adentro.

Panigadi decidió lanzarse a nado. Confió que podría llegar a la costa, pero las aguas lo fueron desviando, se alejaba cada vez más. Levantó las manos, pidió auxilio. "Se va Panigadi", "se va Panigadi", gritó López, hasta que lo perdieron de vista.

No lo volvieron a ver. Quedaron tres. Payarola ya había perdido las energías.

Los remos no lograban romper el curso de la corriente. No avanzaban. Decidió aferrar una soga larga, de cincuenta metros, a la balsa, la tomó de la otra punta y comenzó a nadar, para arrastrarla hacia la costa. Ya estaba a pocos metros cuando escuchó otra vez los gritos de López, que lo alertaba.

-"Se ahoga Bottaro", "se ahoga Bottaro". López no sabía nadar. Sólo podía dar aviso. Payarola volteó hacia atrás y fue al rescate de Bottaro, que estaba inmóvil sobre las aguas. Logró tomarlo del chaleco y retenerlo; lo fue trasladando hacia la costa.

López seguía en la balsa. Corría riesgo de que la correntada lo llevara. No sabía qué hacer. Hasta que, impulsado por su capitán, decidió lanzarse al agua y nadar. En un esfuerzo supremo, llegó a hacer pie entre el pedregullo y la arena de la costa.

Payarola calculó que serían las tres de la madrugada. La lluvia, que los había hostigado en forma constante desde el naufragio, ahora se intensificaba. Pero ya estaban a salvo los tres.

Bottaro estaba helado, recostado sobre el suelo. No hablaba. Lo pusieron a reparo, en un lugar más protegido. Enseguida empezó a tener espasmos y contracciones. Tuvo un paro cardíaco. Intentaron reanimarlo. Murió bajo la lluvia.

Todavía no sabía dónde estaban

Con los remos cavaron un pozo y se quedaron quietos, tratando de descansar, pero el frío y la lluvia arreciaba. Payarola y López tenían las ropas mojadas, los dos habían perdido un botín y tenían un pie descalzo. Después de un rato, decidieron salir a buscar ayuda. Caminaron cerca de una hora entre las piedras. Todavía no había amanecido.

A lo lejos, en una colina, observaron una vivienda y al lado, un galpón. Entraron. Estaba vacío. Se quitaron las ropas y se cubrieron con una bolsa de arpillera y lana de oveja. En los fardos Payarola encontró la inscripción "Swan Island", que le permitió ubicarse. Se echaron sobre dos camastros y se quedaron dormidos.

La casa tenía alimentos y empezaron a separarlo por raciones. También encontraron agua potable dentro de un tanque. Ese mismo día salieron a recorrer la isla pero no encontraron nada.

Con los pies protegidos con cuero de oveja, cada amanecer tomaron la costumbre de acercarse a los peñascos donde habían desembarcado, junto al cuerpo de Bottaro, y permanecían sentados a la espera de que alguna nave o helicóptero los interceptara. Por momentos agitaban una tela naranja que había tomado de la balsa, pero no obtenían ningún resultado.

Después de cinco días, el 16 de mayo, el "Forrest", un pequeño carguero que había sido incautado en el muelle de la Gobernador de Malvinas, apareció por las aguas del estrecho. Le hicieron señas. El carguero se acercó pero no los reconocieron. Estaban cubiertos con tela de arpillera y parecían desfigurados. Les pidieron que se identificaran.

-Capitán de corbeta Alois Esteban Payarola-Marinero Alfonso López.

Subieron el cadáver de Bottaro. Al día siguiente fue enterrado en un improvisado cajón de madera en un cementerio local, con honores militares.

El cadáver del capitán Panigadi fue localizado días después por la tripulación del buque "Río Carcarañá", que había salido en busca de sobrevivientes del "Isla de los Estados".

El 16 de mayo el "Río Carcarañá" sería ametrallado por aviones Sea Harrier, pero no les produjo bajas.

Sus tripulantes, que nadaron hacia la costa, también fueron recogidos por el "Forrest".

Sólo algunos cuerpos del "Isla de los Estados" pudieron ser identificados y enterrados en el cementerio Darwin de las islas Malvinas.

El coronel (re) Jorge Monge intenta iniciar un proceso de búsqueda e identificación de los restos del capitán Marcelo Novoa y del cabo Roberto Busto, de 18 años, oriundo de Villa María, Córdoba, quienes murieron en el ataque al buque mercante.

Uno de sus sobrevivientes, Alfonso Alfredo López, oriundo de Finisterre, La Coruña, falleció en septiembre de 2005. Alois Esteban Payarola vive en Bahía Blanca.

Fundación Nuestro Mar