miércoles, 14 de noviembre de 2018

Fucking kelpers quieren un segundo puerto en nuestras islas

Malvinas podría contar con un nuevo Puerto en los próximos dos años

Las Islas Malvinas podrían contar con un nuevo puerto en el correr de los próximos dos años. Así lo confirmó el legislador electo de las Islas, MLA Dr. Barry Elsby al revelar que tres consorcios han presentado sus ideas al respecto al gobierno de las Malvinas (FIG) para la nueva terminal portuaria.




FIPASS, la actual facilidad portuaria, "Falkland Interim Port and Storage System", o sea Sistema portuario y de almacenaje interino de Malvinas, data de la época del conflicto en 1982/83 y fue utilizado para el abastecimiento de las fuerzas británicas. Consta de módulos flotantes armados para actuar como puerto y es la función que viene cumpliendo hace más de tres décadas. .

A las inspecciones de los distintos componentes del complejo portuario actual, FIPASS, “siempre le han brindado cinco años más, pero ya no es el caso” explicó MLA Elsby.

En efecto a pesar de los £11 millones que anualmente el gobierno de las Malvinas invierte en reparaciones y mantenimiento de FIPASS, el deterioro de la barcaza (módulo) Noroeste “es tal que ha dejado de ser segura para que los barcos amuren” informó MLA Elsby a la Asamblea Legislativa la semana pasada.

Hablando con el Penguin News el legislador dijo “sabemos que se trata de un recurso finito”, y al preguntársele sobre el informe respecto al puerto nuevo, dijo que a los consorcios se les informó que FIG estaba abierto a sugerencias ya sea en el puerto o donde fuere. “Dejamos nuestra posición bien abierta a propósito”.

FIG expuso a los consorcios que precisarían demostrar que tienen la capacidad para entregar lo requerido, “que también estaríamos dispuestos a considerar como se financiaría la obra, si quieren ser dueños y administrarlo, si prefieren construirlo y arrendárselo al gobierno o que el gobierno ayude contribuyendo con algunos fondos”.

MLA Elsby agregó que los consorcios realizaron la presentación de sus ideas y luego trabajaron con el Director Ian Robertson sobre cómo desarrollarlas.

“Luego hicieron una presentación formal a integrantes del gobierno de las Islas, al legislador MLA Roger Spinks y a mí. Todos los proyectos incluían la participación de empresas locales, algunas algo más que otras, pero todos contaban con experiencia internacional...algunas de esas compañías ya están aquí en las Islas, pero todas tienen antecedente ciertos y serios de hacer entrega de este tipo de obras”.

A los consorcios se les hizo entrega de relevamientos e informes sobre el tema de un puerto nuevo que estaban en poder del gobierno.

“Fueron todas muy buenas presentaciones, todos están en condiciones de cumplir, algunos fueron totalmente diferentes entre ellos, pero como gobierno aprendimos muchísimo respecto a la capacidad que aquí contamos en las Islas, y sobre la gente a los cuales están vinculados y que claramente pueden hacerse cargo del negocio”.

FIG decidió no especificar donde debería instalarse el puerto nuevo, “porque se nos presentaron varias propuestas y lo que queríamos ver eran propuestas finales en cuanto a la ubicación y costos de funcionamiento. Cómo podría funcionar para el desarrollo de la industria de pesca, y qué pasa con la industria de turismo y también con la navegación?”

“Por tanto el aviso que recibieron los consorcios interesados fue que queremos un puerto con determinada capacidad de amarre, con determinada superficie para la carga, y luego dejamos que desarrollen sus propias ideas antes de volver y tratar de convencernos a comprarles esas ideas”.

MLA Elsby afirmó estar confiado en que todos los consorcios se presentarán a la licitación. El aviso será hecho a nivel local e internacional en caso que se decida proseguir.

Tras este paso, un informe será elevado al Consejo Ejecutivo en noviembre/diciembre para que el gobierno decida el camino a seguir. A ello sigue el proceso de licitación y luego una etapa en la cual el gobierno trabajará con la oferta preferida para desarrollar el concepto.

“Trabajar con la compañía para afinar la oferta, coordinar con posibles industrias locales, y asegurarnos que hemos pensado en todo aquello que precisaremos en el futuro, un futuro razonable para un proyecto de esta naturaleza, o sea los próximos 40/50 años...”

MLA Elsby dijo que en caso que la obra no se haga en un todo desde el principio, tendría que comprender, “el potencial para su expansión, de forma de hacerlo a prueba del futuro, lo más que podamos”. En cuanto a la titularidad de la obra, según MLA Elsby eso está “para determinarse”

Agregó que algunas opiniones se mostraron partidarias de poner todo los fondos necesarios para la obra de largada, quizá haya gente en las Islas que también piensen así, “y es que en las Islas hay gente muy fuerte económicamente y quizás quieren ser parte del emprendimiento, ser propietarios en parte y hasta participar de la administración”.

Es decir quieren que el puerto sea “utilizable para todos. No estamos dejando de lado o ignorando a la industria local, por el contrario queremos que el puerto se transforme en herramienta generadora para la economía de las Malvinas. Debemos asegurarnos que el puerto nuevo lo vamos a hacer funcionar de forma económica y rentable”

El legislador también aseguró que el gobierno tendrá toda o alguna influencia en cómo se administre la terminal. En cuanto a la capacidad de frío y superficie para depositar mercadería, “desde ya decimos que precisamos más capacidad, y también cómo podemos transformar y hacer de la industria de pesca en tierra un mayor empleador, se trata de un porcentaje significativo de nuestra economía, pero genera pocos puestos de trabajo en tierra”.

Finalmente tomando en cuenta la infraestructura ya existente en torno a FIPASS, para instalar un puerto nuevo en Stanley parece ser el lugar obvio a aprovechar, aunque según MLA Elsby podrían haber quejas sobre la contaminación sonora y de iluminación.

Admitió empero “que hay gente que sigue pensando en que la nueva terminal sea ubicada en Port William”.

Qué sucederá entonces con FIPASS. “No se va a dejar así como así. Puede que muy bien su remoción, de donde se encuentra, también sea parte del contrato del consorcio que construya la nueva terminal portuaria”. (PENGUIN NEWS/MERCOPRESS)

sábado, 10 de noviembre de 2018

Defensa de Puerto Argentino: Wireless Ridge (2/2)

Wireless Ridge (1982) 

Parte I | Parte II




La primera parte de Wireless Ridge estaba ahora despejada y al otro lado de la inmersión, donde surgió la pista, se encontraban los afloramientos rocosos más estrechos del resto del objetivo. El fuego se concentró en estas áreas de las compañías A y B, ya que los tanques, los milanos y las ametralladoras proporcionaron una intensa concentración en los tres puestos de ametralladoras enemigos que quedaron.

Los esfuerzos para cambiar el apoyo de artillería hacia adelante y hacia el área de Moody Brook tuvieron resultados desafortunados. Cinco rondas de alto explosivo se estrellaron en la cresta alrededor y muy cerca de los principales pelotones de la D Company. La sección 3 del Pelotón 11 quedó atrapada al aire libre y, a pesar de los gritos para detener el disparo, ya era demasiado tarde. El soldado Parr murió instantáneamente, y el cabo McAuley dio un salto mortal en algunas rocas, completamente aturdido, y tuvo que ser recogido por una camilla.

Hubo un retraso considerable, mientras que un comandante lívido Neame intentó que los artilleros se resolvieran. Parecía que una pistola estaba fuera del objetivo, como había notado la Compañía C, pero en la línea de armas no sabían cuál, ya que en la oscuridad era imposible observar la caída del disparo, incluso si hubiera habido tiempo, y el otra batería no estaba disponible debido a la escasez de municiones. Mientras tanto, el CO se estaba volviendo cada vez más impaciente, instando al comandante de la Compañía D a seguir adelante.

Tan pronto como los artilleros pudieron garantizar un apoyo razonable, y con un mayor esfuerzo de los Blues y los Reales, Neame volvió a despegar. A lo largo de la espera, el constante ataque por parte del enemigo había estado aterrizando alrededor de la compañía, por lo que ninguno lamentaba moverse. A pesar del fuego que se avecinaba en la línea de cresta por delante, los ametralladores enemigos continuaron disparando desde búnkeres bien situados, y seguían en plena acción mientras avanzaban los pelotones.



Se movieron con 11 Pelotones a la izquierda, 12 Pelotones adelante en la cresta, con el comandante de la compañía inmediatamente detrás y, en la parte trasera, 10 Pelotones. 12 El pelotón se encontró con un rifle sin retroceso argentino abandonado, un arma antitanque, mientras cruzaban la línea de salida, que bien podría haber sido el arma que había estado antes enganchando a los tanques en las posiciones de la Compañía A y B. El pelotón se movió hacia abajo en la brecha entre las dos partes de la línea de la cresta, pero cuando los soldados pasaron por algunos estanques, comenzó un fuego muy intenso de ametralladoras desde su frente y se pidió iluminación cuando el pelotón respondió al disparo. El cabo Barton se encontró con una cuerda de color naranja, posiblemente indicando un campo minado, pero el comandante de su pelotón lo instó a seguir.

El enemigo pareció sorprenderse por la dirección del asalto y, a medida que avanzaban los Paras, podían oír una voz argentina que gritaba, posiblemente para advertir de este repentino ataque desde el oeste. El pelotón 10 se encontró con un único arma-ametrallador enemigo que yacía herido en ambas piernas, con su arma abandonada a su lado.


El cabo Harley del Pelotón 11 atrapó un pie en un cable, que puede haber sido parte de un campo minado, y, temiendo que pudiera tratarse de una mina argentina para saltar, se deshizo con cierto cuidado. El pelotón siguió avanzando, escaramulando por secciones hasta que se encontraron con una concertina de alambre. Por temor a las minas, llamaron a los zapadores desde la sede de la compañía, pero estos no podían hacer mucho en la oscuridad, excepto la cinta del área sospechosa. De hecho, los canales se podían discernir entre las concertinas, y se asumió, correctamente, que se trataba de vías seguras.

Mientras que el Pelotón 11 salía del campo minado, Neame empujó al Pelotón 12 y sacó al Pelotón 10 a la izquierda para mantener el impulso. De repente, una intensa explosión de disparos detuvo a la compañía. Fue un momento crítico. Por un corto tiempo, todos los comandantes tuvieron que hacer todo lo posible para que las cosas volvieran a funcionar, con comandantes de pelotón y sargentos y comandantes de sección que instaban a sus hombres. Fue una verdadera prueba de liderazgo cuando varios soldados comprensiblemente se fueron a tierra.

Siguió una breve lucha, con 12 Pelotones enfrentando al enemigo mientras avanzaban a la derecha con vista a Moody Brook abajo, donde se podían ver las luces. Sin embargo, el momento de la duda había pasado, y una vez más los hombres estaban limpiando bunkers y limpiando con entusiasmo. Los 10 y 12 Pelotón ahora se movían a ambos lados del comandante de la compañía. Se necesitaba una velocidad máxima para mantener al enemigo fuera de balance mientras retrocedían, realizando una retirada de combate a lo largo de la cresta. Los tanques continuaron disparando, dirigidos por el comandante de la compañía. Desafortunadamente su señalizador había caído en un agujero de concha y se había separado, creando así una frustración considerable para el CO, que quería hablar con Neame sobre el progreso de su batalla.

Durante la breve pelea de 12 pelotones, el soldado Slough fue alcanzado y murió más tarde en el hospital, y otro soldado resultó herido.

El fuego de artillería enemigo continuó haciendo la vida incómoda. Afortunadamente, la tarea de la Compañía D ya no era difícil, ya que la mayoría de los bunkers enemigos habían sido abandonados. El pelotón 12 alcanzó los cables del telégrafo y se consolidó allí, mientras que los otros pelotones se reorganizaron a lo largo de la cresta. Se intensificaron los disparos y los francotiradores comenzaron a atacar desde posiciones enemigas más hacia el este a lo largo de la cresta.

Neame subió para ver al comandante del pelotón, teniente Page. Los francotiradores en las rocas seguían disparando contra el pelotón y parecía que el enemigo podría estar a punto de contraatacar desde la dirección de Moody Brook, a la derecha.


Foto post-batalla

En varias ocasiones, el comandante de la compañía casi fue alcanzado, y sus deambulaciones comenzaron a ser la causa de algunos comentarios. El sargento Meredith le gritó: "Por el amor de Dios, señor, ¡está atrayendo balas a todas partes!"

A unos cien metros al este, se podía oír a los argentinos gritarse unos a otros, como si se unieran para un contraataque. John Page pidió apoyo de fuego, y luego ordenó a sus propios hombres que dejaran de disparar, ya que al hacerlo simplemente estaban identificando sus posiciones. Se sentían muy aislados y vulnerables.

Durante dos horas muy largas e incómodas, la compañía permaneció bajo presión. El fuego de armas pequeñas se mezcló con todo tipo de HE y se ubicó alrededor de la posición del Pelotón 12 mientras los hombres se agachaban en los sangares enemigos abandonados y en los pozos. John Page continuó moviéndose alrededor de su pelotón, organizando sus defensas y sufriendo casi una falta en el proceso. Fue alcanzado por una bala, que pasó entre dos granadas que colgaban de su red y aterrizó en una bolsa llena en su bolsa. Fue sorprendido por la conmoción. "Fue como ser golpeado por un martillo y tener una descarga eléctrica al mismo tiempo", describió más tarde el momento. Mientras yacía allí, una bala explotó en el cargador, pero afortunadamente las granadas se mantuvieron intactas, y pronto se puso de pie.

Mientras tanto, el CO todavía estaba tratando de ponerse en contacto con Neame para conocer el formulario. El teniente Webster, CO del Pelotón 10, fue elevado momentáneamente a comandar la compañía ya que era el único oficial que quedaba cerca de la sede de la compañía. Mientras hablaba con el CO, se escuchaban voces a continuación en dirección a Moody Brook. La sección del cabo Elliot se abrió y el fuego automático fue devuelto por unos diez o quince hombres. El pelotón 11 avanzó para unirse al pelotón 10 en una línea larga y extendida a lo largo de la cresta, los hombres dispararon cuesta abajo hacia la posición enemiga. Finalmente, el oficial de policía se comunicó con el comandante de la compañía, que se había pasado el tiempo peleándose por la cresta para descubrir qué estaba pasando. Ahora le informó al CO de sus temores de ataque inminente.

El fuego esporádico del enemigo de Tumbledown se sumó al peligro de la Compañía D, y todos los temores anteriores de las consecuencias de la demora en el ataque de las Brigada 5 pasaron a primer plano. El CO ofreció enviar los tanques hacia arriba, pero Neame se negó, ya que estarían muy expuestos en las posiciones de fuego de la pendiente delantera que se verían obligados a adoptar. Habría preferido que otra compañía tuviera la primera parte de Wireless Ridge, que aún no ha sido defendida.


Memorial de Wireless Ridge

La compañía se reorganizó, dejando la sección del cabo Owen como una patrulla permanente, mientras que 10 y 11 Pelotones encontraron las excavaciones en la pendiente inversa. El pelotón 12 se mantuvo en sus posiciones cerca de los postes del telégrafo.

Había poco más que las Compañías en el sector norte podían hacer ahora para apoyar a la Compañía D. Dos de los adiestrados médicos de A Company habían resultado heridos por el bombardeo que aún continuaba, por lo que los pelotones tuvieron que cuidar sus propias víctimas, una vez más se confirmó el valor del entrenamiento médico para todos los rangos. Afortunadamente, los helicópteros de apoyo esa noche fueron totalmente efectivos, evacuaron las bajas con un retraso mínimo, y otras víctimas fueron trasladadas al RAP en uno de los tanques. El fuego de artillería enemigo le dio al resto todos los incentivos para cavar, y la posibilidad de que el Monte Tumbledown lo pasara por alto en la mañana era un estímulo adicional.

Para las compañías A y B, ahora era cuestión de durar toda la noche fría, lo cual no estaba exento de incidentes. Los soldados "Jud" Brookes y Gormley del Pelotón 1 de una compañía habían sido alcanzados por la metralla. La regla era encender la luz del casco del hombre herido, que normalmente se usa para descensos en paracaídas nocturnos, para asegurarse de que no se lo pierda en la oscuridad. El sargento Barrett volvió a buscar a Brookes, cuya luz estaba destrozada.

"De acuerdo, Brookes, nosotros y el jefe volveremos a recogerlo más tarde".

"Ee, Sarge", respondió con un fuerte acento del Norte, "Ah, sabe que ... lo hará".

Sin que ellos lo supieran, los hombres del Pelotón 3 estaban sentados al lado de 13 soldados argentinos, que se estaban protegiendo de sus propios disparos. Sólo más tarde en la mañana fueron encontrados y tomados prisioneros.

En la Compañía B, el estado de soldados Carroll y Philpott del Pelotón 5 era un motivo de preocupación, ya que ambos sufrían hipotermia después de estar inmersos en uno de los estanques. El comandante de su sección, el cabo Steve Curtis, decidió decírselo al comandante del pelotón. Mientras corría hacia el bombardeo, una ronda explotó cerca, destruyendo su ropa casi por completo, sorprendentemente, dejándolo ileso.


Vista hacia el este de Wireless Ridge

Los equipos de mortero habían estado ocupados toda la noche. A estas alturas, se habían movido hacia el lado de la colina de las compañías A y B para evitar los bombardeos, que habían estado incómodamente cerca en su primera posición en el fondo del valle al norte. Los contenedores improvisados ​​habían ayudado a reducir la tendencia de los tubos de mortero a depositarse en la turba suave, aunque no completamente, y otro problema era que los tubos a veces realmente se salían de sus placas base bajo el retroceso. Para evitar esto, mortarmen se turnó para pararse en las placas de base mientras se disparaban los tubos, y al final de la noche cuatro hombres habían sufrido fracturas de tobillos por sus esfuerzos. Sin embargo, el fuego que habían podido proporcionar era muy efectivo y todos los involucrados habían determinado que, en esta ocasión, no habría ninguna cuestión de quedarse sin municiones o de estar fuera del alcance. Los 3 morteros de Para en Longdon hicieron un excelente trabajo de iluminación.

Los pelotones de ametralladoras también habían trabajado duro, sus seis cañones proporcionaban un intenso fuego intenso durante toda la noche. Reabastecidos por los tanques y por el espléndido trabajo del zapador W02 Grace, no les preocupaban las municiones. Pero gradualmente las armas se rompieron, y al amanecer solo dos de las seis seguían en acción.

En el Cuartel General del Batallón, el segundo al mando, el Oficial de Operaciones y el Capitán David Constance se habían turnado en el oficial de servicio. En un momento dado, el segundo al mando, el comandante Keeble, pudo ver los destellos de las pistolas de 155 mm del enemigo cuando dispararon, pero ninguna cantidad de informes produjo ninguna contramedida. Una vez que se escuchó el zumbido de un avión argentino de bajo vuelo en Canberra, y en medio del estruendo de la artillería, resonaron aún más golpes cuando el avión lanzó sus bombas. El soldado Steele del Pelotón de la Defensa tuvo mala suerte: mientras yacía en el suelo, un pedazo de metralla lo atrapó en la espalda. Apenas lo sintió, pensando que era solo un pedazo de césped de la explosión; solo más tarde descubrió una herida bastante desagradable donde el metal había penetrado.

La fiesta de la CO tampoco había escapado. Una ronda perdida golpeó al soldado McLoughlin, miembro del grupo de Battery Commander, y de hecho penetró su casco en la parte delantera. El casco desvió la bala, sin embargo, y McLoughlin se alejó ileso.

Los francotiradores eran muy solicitados. Sus miras nocturnas les permitieron identificar las miras infrarrojas del enemigo y usar la firma que luego aparecía en el intensificador de imágenes como una marca de puntería. Los Comandantes Zapadores habían tenido un papel relativamente menor en la batalla, ya que no había minas que era imperativo limpiar. Pero, como en Goose Green, proporcionaron una adición muy útil al actuar como infantería.

En Wireless Ridge a primera luz, el Pelotón 12 aún estaba siendo atacado desde atrás y hacia la derecha. Más atrás, a lo largo de la cresta, el cabo Owen había buscado un puesto de mando. Mientras revolvía en el búnker, encontró un mapa que mostraba todos los detalles de las posiciones argentinas, así como algunos informes de patrullas. Estos fueron enviados rápidamente a la Sede de la Compañía y luego a la Brigada.

El soldado Ferguson, en la sección de Owen, de repente notó a cuatro o cinco hombres debajo de ellos. El cabo no sabía quiénes podían ser, posiblemente el pelotón, y le dijo a Ferguson que desafiara. Este último gritó "¡Quién está ahí!" Y fue recibido instantáneamente con un estallido de fuego que no les dejó ninguna duda. Las granadas comenzaron a explotar alrededor de Owen y sus hombres mientras el enemigo contraatacaba. La sección abrió fuego, y el cabo Owen gritó a las ametralladoras que se activaran.

Mientras tanto, el pelotón estaba disparando a ambos lados de la sección, y el propio Owen disparó con ocho municiones de M-79. La sección pronto se quedó sin municiones, y los hombres comenzaron a hurtar por los suministros argentinos abandonados. En ese momento, el resto del pelotón subió para unirse a la sección; aunque no estaban seguros de dónde estaba exactamente el enemigo, estaban decididos a evitar que los argentinos recuperaran la cresta.

El soldado Lambert escuchó a un argentino, de cerca, gritando: "¡Granada, granada!"

"Qué buena idea", pensó, y lanzó uno de los suyos en la dirección de la voz. No hubo más gritos.

El Pelotón 11 también vio a un grupo de cuatro hombres en su frente. El teniente Chris Waddington no pudo distinguir quiénes eran y, pensando que podrían ser el Pelotón 10, les gritó que se detuvieran. Los cuatro hombres no lo notaron, por lo que ordenó que se encendiera una bengala: las figuras salieron corriendo mientras el pelotón se enfrentaba con armas pequeñas y granadas. Las órdenes de no explotar más allá de la línea de cresta significaban que no se habían despejado todas las posiciones enemigas durante la noche, y parecía que algunos francotiradores se habían quedado allí, y probablemente eran estas las que habían dado tanto a 12 Pelotones. problema. Pero el contraataque, tal como era, se había esfumado. El fuego de artillería fue invocado en Moody Brook para romper cualquier esfuerzo adicional para desalojar a la Compañía D. Abajo de la cresta se podía ver a un Landrover tratando de escapar. Lance-Corporal Walker le disparó y se estrelló.
El pelotón 11 ahora estaba bajo fuego de artillería enemigo extremadamente preciso, posiblemente registrado en los destellos de sus armas. El comandante Neame, por lo tanto, les ordenó que dejaran de disparar con armas pequeñas, con la intención de continuar la batalla solo con artillería. Moody Brook estaba desierto, sin embargo. En la distancia, los hombres de la Compañía D notaron que dos soldados argentinos caminaban por la pista como si al final de un ejercicio.

A la luz del amanecer, a los Paras en la cresta les pareció que un gran número de tropas enemigas avanzaban para reforzar Sapper Hill hacia el sureste. Neame pidió artillería con gran urgencia, pero no había armas disponibles. Después de 20 minutos más o menos, cuando el enemigo había alcanzado la cima, el objetivo estaba ocupado. Mientras tanto, se podía ver a otros argentinos saliendo de Tumbledown y Harriet: la Brigada 5 había ganado sus batallas.

Cuando la Compañía D comenzó a comprometerse con este nuevo objetivo, llegó el CO. Confirmó las órdenes de Neame de disparar contra el enemigo que se retiraba hacia Stanley, y la compañía ahora se unió con ametralladoras en un "tiro al pavo". Los helicópteros de John Greenhalgh barrieron y dispararon cohetes SS-11 y, junto con otros dos Scouts, atacaron una batería argentina. La artillería antiaérea enemiga todavía estaba activa, sin embargo, y todos los helicópteros se retiraron.

Los argentinos que se retiraban en Tumbledown no habían respondido a los helicópteros, y su artillería se había detenido. Era obvio que había ocurrido un cambio importante. La noticia fue transmitida al brigadier, a quien le resultaba difícil creer lo que estaba sucediendo. Pero el CO se dio cuenta de lo importante que era lograr que el batallón entrara en Puerto Argentino antes de que el enemigo pudiera unirse, y las Compañías A y B, junto con los Blues y Royals, recibieron la orden de moverse tan rápido como fuera posible hacia Wireless Ridge. El brigadier llegó, aún incrédulo, hasta que el coronel Chaundler dijo: "Está bien, brigadier, todo ha terminado". Juntos hablaron sobre qué hacer a continuación. La compañía D dejó de disparar al enemigo que huía en la ladera más lejana, y se dio la orden de que los hombres solo dispararan si disparaban primero. Luego se dio permiso para que el batallón siguiera adelante.

La compañía B, a estas alturas en la cresta, fue ordenada en Moody Brook. La sección de 5 pelotones del cabo Connors abrió el camino, aún esperando ser atacados por el "Triple As" en el circuito de carreras. Las otras dos secciones lo cubrieron hacia adelante. Despejó los edificios aplastados de los antiguos cuarteles y la sección de Curtis se hizo cargo, despejó el puente sobre el río Murrell y el edificio del otro lado, mientras que todo el tiempo su jefe de pelotón fue exhortado, "¡Adelante, empuje!" cauteloso, temiendo trampas explosivas o una repentina explosión de fuego.

Una compañía ahora tomó la delantera cuando la Compañía B, que cubría el avance de A, avanzó hacia el sur en el terreno elevado en el extremo más alejado del valle, sobre la carretera, pasando por tres posiciones de armas abandonadas en el camino. Los tanques de Blues y Royals se movieron hacia el este a lo largo de Wireless Ridge para brindar apoyo si fuera necesario. Una compañía estaba en el camino hacia Puerto Argentino, con las Compañías C y D siguiéndolas, cuando la Brigada anunció un alto el fuego. Las aclamaciones aumentaron y las boinas rojas reemplazaron rápidamente los cascos de acero. Botellas de alcohol aparecieron milagrosamente para celebrar. Alivio, euforia, incredulidad, todo a su vez tuvo su efecto.

El comandante Dair Farrar-Hockley condujo a sus hombres hacia el hipódromo, y pasó por delante de las armas abandonadas que habían visto tantas horas antes y que seguían funcionando a pesar de las solicitudes de disparos de artillería. Según los civiles posteriores, los argentinos que aún se encontraban en las afueras de Puerto Argentino simplemente se rompieron y echaron a correr cuando se enteraron de que "los Paras" venían. Los elementos principales del batallón llegaron a Puerto Argentino a las 13:30 horas, el lunes 14 de junio, unas cinco horas antes del cese al fuego oficial, y el 2º pelotón del 2º teniente Mark Coe fue el primero en ingresar a la ciudad. Fueron las primeras tropas británicas en la capital.

Eventualmente, todas las compañías fueron llevadas a las afueras del oeste, buscando refugio entre las casas desiertas, algunas de las cuales habían sufrido disparos de artillería perdidos. Uno o dos soldados argentinos muertos todavía yacían en la calle donde habían sido atrapados por el fuego de proyectiles. En el hipódromo, la bandera argentina fue derribada y el Union Jack del Sargento Mayor Fenwick cumplió una vez más su propósito.

Weapons and Warfare

jueves, 8 de noviembre de 2018

Conoce a tu enemigo: La Royal Navy en el siglo 21


El Royal Navy - Siglo 21

Weapons and Warfare



Este artículo considera cómo la Royal Navy (RN) del Reino Unido (UK) ha evolucionado desde que terminó la Guerra Fría y cómo es probable que cambie en el futuro. En 1991, la RN era la tercera marina más poderosa del mundo, después de la Armada de los EE. UU. y la recién formada Armada Rusa. El servicio también seguía beneficiándose del prestigio de su éxito en la Guerra de las Malvinas de 1982. Si bien se esperaba que el "dividendo de la paz" exigido por el público y los políticos significaría una reducción en el tamaño de la RN, nadie anticipó que se producirían recortes casi en forma anual durante los próximos veinticinco años. Los gastos de defensa del Reino Unido disminuyeron del 4,1 por ciento del PIB en 1990/91 a c. 2.0 por ciento en 2015/16. El RN sufrió desproporcionadamente; excluyendo a los submarinos de disuasión nuclear, perdió alrededor de dos tercios de su potencia de primera línea durante el período. Las armadas de China, Francia e India, posiblemente todas han superado a las RN en tamaño y capacidades.

Sin duda, el RN actual se encuentra en un punto bajo en número, fuerza relativa y, quizás, incluso en su moral y prestigio institucional. La Marina de los EE. UU. Se ha preocupado abiertamente por la disminución de la capacidad de una armada que ha sido durante mucho tiempo su principal socio en armas.

ESTRATEGIA, POLITICA Y DINERO

La "reducción de tamaño" de la RN entre 1990 y 2015 está marcada por la publicación de una serie de documentos del gobierno sobre "Documentos Blancos", el Ministerio de Defensa (MOD) y diversas estrategias; todo destinado a guiar el cambio de misión, metas y objetivos de la RN. Teóricamente, las capacidades marítimas requeridas y los niveles de fuerza podrían identificarse y proporcionarse. Sin embargo, esto nunca ocurrió ya que la financiación necesaria no estaba disponible. Muchos describieron en detalle todos los desafíos de seguridad marítima que enfrenta el Reino Unido, pero luego anunciaron recortes a la RN. Los más influyentes de estos documentos, en orden cronológico, fueron:

1990: Opciones para el cambio: durante la mayor parte de la Guerra Fría, el contexto estratégico estaba claro: solo había una amenaza potencial significativa, la Unión Soviética y sus aliados del Pacto de Varsovia. Como resultado, las prioridades de defensa del Reino Unido se seleccionaron casi por sí mismas en los años 70 y 80. Para la RN, se centró en proporcionar disuasión nuclear a Gran Bretaña, contribuyendo a las fuerzas marítimas de la OTAN en el Atlántico este y en el Canal y protegiendo las aguas y los puertos domésticos. Cualquier cosa que no apoyara estas misiones siempre fue cuestionada, un ejemplo notable fue el desmantelamiento planificado de la patrulla de hielo Endurance en 1982, que alentó a Argentina a invadir las Islas Falkland. La única presencia importante fuera del área fue la Patrulla de Armilla en el Golfo Arábigo; esto consistió en varias fragatas y destructores para ayudar a proteger a los buques mercantes del Reino Unido y los Aliados durante la Guerra de Irak-Irán de los años 80.

En 1989 cayó el Muro de Berlín y la Guerra Fría estaba terminando. La necesidad de responder al entorno estratégico cambiante y aprovechar las oportunidades de ahorro de costos impulsó la revisión de Opciones para el Cambio, publicada en julio de 1990. Un documento poco ambicioso, cuyo objetivo declarado era el de las Fuerzas Armadas "más pequeñas pero mejores". Para el RN esto significaba:
  • Una reducción de personal (entrenado y no entrenado) de 63,000 a 60,000.
  • Reducir el número de fragatas y destructores en servicio de "unos cincuenta" (en realidad cuarenta y ocho) a cuarenta.
  • Reducir el número de submarinos de ataque nuclear (SSN) a doce, con cinco barcos viejos retirándose pronto.
  • Limitar el número de submarinos convencionales (SSK) a las cuatro clases de Upholder que ya se están construyendo; los restantes barcos de la clase Oberon serían retirados sin reemplazo.
  • El portaaviones (tres carros ligeros de clase Invencible con el avión de combate / ataque Sea Harrier) y las fuerzas anfibias (principalmente dos barcos de asalto de clase Sin Miedo) estaban intactos.

La RN tuvo un buen desempeño en la Primera Guerra del Golfo de 1990-1, pero tuvo una notable falta de influencia en el comando y la conducción de las operaciones, tal vez una señal de lo que vendrá. En 1991 se anunció una nueva reducción de 5.000 efectivos navales. Dos años más tarde, más cortes vieron:
  • El número de fragatas y destructores reducido a treinta y cinco.
  • La eliminación de doce barrenderos de la clase "Río" operados por la Reserva Naval Real.
  • El retiro del servicio de los cuatro nuevos SSK clase Upholder, en última instancia, vendidos a Canadá. Esto significaba que la RN ahora solo operaría submarinos nucleares.

1994: Primera línea de frente: El estudio de los costos de defensa: El estudio de los costos de defensa fue una evaluación adicional del gasto, y tenía la intención de mantener la fuerza de combate de las fuerzas armadas al tiempo que logra ahorros significativos en los costos de apoyo. En la práctica, los ahorros de costos logrados en la "cola" fueron menores a los esperados, mientras que la reducción en el apoyo logístico impactó seriamente la efectividad de la RN. La disminución en el número de personal continuó, con la expectativa de que los servicios navales se reducirían a 44,000 en 1999.

Ninguna de las opciones para el cambio o la primera línea redefinió el rol del RN; Se centraron esencialmente en reducir el presupuesto de defensa. El principal tema estratégico de la política de defensa del Reino Unido seguía siendo eurocéntrico, y el MOD intentó mantener fuerzas equilibradas simplemente cortando todo un poco.

Al carecer de la dirección del gobierno, los oficiales superiores de la RN tenían, por defecto, una libertad sustancial para desarrollar nuevos conceptos estratégicos. Documentos como los Fundamentos de la Doctrina Marítima Británica (publicados en 1995) y la Contribución Marítima a Operaciones Conjuntas (1998) tuvieron un impacto considerable más allá del servicio. El concepto de guerra expedicionaria fuera del área de la OTAN comenzó a ganar fuerza. Los habilitadores esenciales para esto serían nuevos buques anfibios (ya aceptados por el gobierno) y nuevos portaaviones (aún no aceptados, y potencialmente controversiales dado su costo). La RN aprovechó todas las oportunidades para demostrar la flexibilidad operacional y la efectividad de incluso los portaaviones pequeños. En los años 1993–5, el RN mantuvo una aerolínea en el Adriático, ayudando a imponer la zona de exclusión aérea sobre Bosnia. La RN también desplegó regularmente un grupo de tareas de transporte en el Golfo Arábigo, en apoyo de las sanciones contra Irak.

1998: La Revisión de Defensa Estratégica (DEG): En mayo de 1997 se eligió un nuevo gobierno laborista comprometido con una revisión de la política de defensa. Esto sería un ejercicio de política exterior en lugar de reducción de costos, con el objetivo declarado de que las fuerzas británicas Actuar como una 'fuerza para el bien' en el mundo.

Cuando se publicó el SDR en julio de 1998, quedó claro que las nuevas ideas de RN a menudo habían prevalecido. La revisión aceptó que en un mundo de inciertas amenazas multicéntricas, era necesario crear fuerzas expedicionarias desplegables capaces de operaciones a distancias considerables del Reino Unido. Una de las principales decisiones de SDR fue adquirir dos nuevos portaaviones grandes para que funcionen como bases aéreas móviles que operan aviones de ataque; otro fue en gran medida para mejorar la capacidad estratégica de transporte aéreo y marítimo. También estableció una Fuerza de Reacción Rápida Conjunta (JRRF, por sus siglas en inglés) que brindaría un conjunto de fuerzas de alta capacidad de fácil acceso y despliegue rápido de los tres Servicios. En otras iniciativas, el SDR creó un Comando Conjunto de Helicópteros, que incorporó escuadrones de helicópteros del Ejército Británico, Royal Air Force (RAF) y RN; y una fuerza combinada RAF / RN Harrier y Sea Harrier (Joint Force 2000, más tarde renombrada como Joint Force Harrier).

En línea con el énfasis en el rápido despliegue, la SDR exigía que la RN cambiara su enfoque de la guerra en alta mar en el Atlántico Norte para forzar la proyección y las operaciones cerca de la costa (litoral) en todo el mundo. Las operaciones en aguas poco profundas en aguas del Reino Unido también recibieron menos importancia. Sin embargo, hubo pocos cambios inmediatos en la composición de la RN, que mantuvo la responsabilidad de mantener la disuasión nuclear independiente del Reino Unido. Pequeños cortes en los niveles de fuerza incluidos:
  • Una reducción en destructores y fragatas de treinta y cinco a treinta y dos.
  • Una disminución en los números de SSN de doce a diez (pero todos equipados con misiles de crucero Tomahawk).
  • Una modesta caída en personal naval.
Además de los nuevos portaaviones, SDR comprometió al gobierno a construir nuevos submarinos, destructores, fragatas, buques anfibios y auxiliares, así como a comprar un "Futuro Portador Aéreo" (más tarde denominado Avión de Combate Conjunto, o JCA).

La validez del pensamiento de SDR se reivindicó cuando, en 2000, el Reino Unido intervino decisivamente en la guerra civil en Sierra Leona para apoyar a su gobierno. El RN impresionó al reunir rápidamente un importante grupo de trabajo en alta mar. Esto incluía el portaaviones ligero Illustrious y las naves del Grupo Anfibio Preparado, centrado en el portaaviones de helicópteros Ocean.

2002: Nuevo capítulo de la Revisión de Defensa Estratégica: el 11 de septiembre de 2001, el grupo terrorista Al Qaeda lanzó una serie devastadora de ataques terroristas contra los Estados Unidos de América. Aunque no está claro de inmediato, esto también tendría un efecto devastador en la RN.

A finales de 2001, el Reino Unido realizó un importante ejercicio en Omán, "Saif Sareea II", para demostrar el concepto JRRF. La RN se comprometió con no menos de veintiún naves navales, incluidas de nuevo Ilustres y Océano. Si bien fue un éxito, el ejercicio se vio empañado por el inicio de las operaciones militares estadounidenses y, pronto, británicas contra Al Qaeda y los talibanes en Afganistán.

En febrero de 2002, el MOD anunció inesperadamente que sus Sea Harrier serían retirados del servicio en abril de 2006. Joint Force Harrier (JFH) operaría solo a partir de entonces aviones Harrier de propiedad de la RAF. La razón dada fue que el Sea Harrier requería costosas actualizaciones para seguir siendo efectivas, lo que no podría justificarse dado que la aeronave sería reemplazada a partir de 2012 por la JCA (una fecha que se ha deslizado hasta finales de 2018). También se decidió evaluar si el SDR seguía siendo adecuado "para hacer frente a las amenazas enfrentadas".

La Revisión de Defensa Estratégica resultante: Un Nuevo Capítulo, publicado en julio de 2002, concluyó que las decisiones de los DEG habían sido ampliamente correctas, pero que se necesitaban cambios en la asignación de la inversión, por ejemplo a la recopilación de inteligencia, la capacidad centrada en la red ... la movilidad mejorada y el poder de fuego para fuerzas más ligeras de despliegue más rápido, alojamiento temporal para tropas y operaciones nocturnas '. Preocupante para el RN, no fue mencionado una vez en el documento. A finales de 2002, la fragata Sheffield fue pagada sin reemplazo.

2003: Seguridad en un mundo cambiante: en mayo de 2003, la Royal Navy y Royal Marines contribuyeron significativamente a la Segunda Guerra del Golfo, la invasión de Irak. Una gran fuerza de barcos fue liderada por el portador ligero Ark Royal (que opera como un portaaviones) y Ocean. Un éxito particular fue la incautación de la península de Al Faw por parte de 3 brigadas de comando.

Al final del año, el MOD publicó un Libro Blanco que revisaba nuevamente aspectos del SDR. Afirmó que "el Reino Unido seguirá participando activamente en áreas potenciales de inestabilidad en Europa, el Cercano Oriente, el norte de África y el Golfo, y en sus alrededores. Pero debemos ampliar nuestra capacidad para proyectar la fuerza más allá de lo previsto en la SDR. En particular, el potencial de inestabilidad y crisis que se producen en el África subsahariana y el sur de Asia, y la amenaza más amplia del terrorismo internacional, requerirán que ambos nos involucremos de manera proactiva en la prevención de conflictos y que estemos listos para contribuir al apoyo a la paz a corto plazo. -Operaciones terroristas.

Desafortunadamente, esta política no se pudo alinear con la realidad inmediata de las operaciones militares costosas en Afganistán e Irak, y la necesidad de nuevos equipos para apoyarlos. Como no había fondos adicionales disponibles, los recortes debían hacerse en otros lugares. En consecuencia, el documento también dijo: "Algunos de nuestros buques [navales] más antiguos contribuyen menos al patrón de operaciones que prevemos, y será necesario reducir su número". En la práctica, esto significó:
  • La retirada de tres destructores Tipo 42 y tres fragatas Tipo 23 casi nuevas; Este último vendido a Chile.
  • El desmantelamiento de seis buques de contramedidas de minas.
  • La pérdida de más SSN, que en última instancia redujo la fuerza a siete barcos.
  • Reducciones en la construcción naval planificada, particularmente la cancelación de cuatro de los doce destructores Tipo 45 planeados (otros dos fueron cancelados en 2008).
  • Una reducción de 1,500 en el número de personal capacitado a 36,000.

La única compensación fue que el documento confirmó: "La introducción de los dos nuevos portaaviones [la clase Queen Elizabeth, o QEC] ... a principios de la próxima década". El Libro Blanco también establece las funciones futuras de cada uno de los servicios; en la esfera marítima hizo hincapié en los misiles de ataque terrestre y en los barcos anfibios para proyectar el poder en tierra.

A mediados de 2005, el RN se había reducido a veinticinco fragatas y destructores, en un contexto de aumento de las demandas operativas en lugar de disminuir. El operador Invincible fue retirado del servicio operativo en mayo de 2005, cinco años antes de lo que se había previsto anteriormente.

2006: The Future Navy Vision: para 2006, la RN se enfrentó a la realidad de que su estrategia expedicionaria estaba hecha trizas, sus planes internos eran irrealizables y que corría el peligro de que se la considerara militarmente irrelevante. Uno de los dos portaaviones restantes todavía se mantuvo operativo en el rol de ataque, pero su cabina de vuelo solía estar vacía de aviones de ala fija mientras JFH se estiraba manteniendo un escuadrón en Afganistán. Los barcos anfibios de nueva construcción estaban siendo utilizados para otras tareas, ya que los Royal Marines se habían comprometido con Afganistán. Si bien hasta 5.000 efectivos navales se encontraban en Afganistán e Irak con 3 Brigadas de Comandos, JFH, Comando Conjunto de Helicópteros y otras formaciones, esto no se reconoció públicamente.

En 2006, la RN intentó ponerse de pie publicando su propia visión para el futuro. Fue redactado bajo la dirección del Almirante Sir Jonathon Band, el Primer Señor del Mar, quien escribió: "Gran Bretaña es una nación marítima principalmente cuyo pueblo continuará confiando en el uso sin obstáculos del mar para su seguridad, prosperidad y bienestar. El mundo se enfrenta a un entorno global incierto, rápidamente cambiante y competitivo en las primeras décadas del siglo XXI. Mi visión contempla una Royal Navy que ... contribuirá vital y decisivamente a la seguridad del Reino Unido, a la preservación del orden internacional en el mar y a la promoción de nuestros valores e intereses nacionales en el mundo en general. "La visión requería una marina de guerra capaz. de la Proyección de la Fuerza Marítima (el empleo del poder militar en el mar y contra la tierra) y la Seguridad Marítima (la defensa de la tierra natal del Reino Unido y los territorios soberanos), habilitada por la Maniobra Marítima (acceso marítimo).

El documento afirmó además, "Una flota ampliamente equilibrada representa el medio más eficaz para ofrecer esta capacidad, tanto en el país como en el extranjero, así como una garantía razonable contra lo inesperado. Esto significa que proyectaremos y mantendremos Grupos de Tareas de Ataques Anfibios y Portaaviones al mismo tiempo ... [También] nuestra Flota debe tener suficiente flexibilidad y tamaño para desplegar naves individuales y submarinos en tareas sostenidas e independientes de forma rutinaria, con el potencial y la capacidad para cambiar Rápido para combatir y agrupar operaciones.

El documento Future Navy Vision ha resistido bien el paso del tiempo pero, desafortunadamente, también se ha ignorado en gran medida dados los desarrollos posteriores.

2010: Revisión estratégica de defensa y seguridad - SDSR 2010: SDSR 2010, publicado el 19 de octubre de 2015, fue una revisión apresurada por parte de un nuevo gobierno de coalición conservador / liberal demócrata, realizado en el contexto de la depresión económica y un 'agujero negro' proyectado de 38 mil millones de libras En el presupuesto de equipos. En contraste con la nueva Estrategia de Seguridad Nacional (NSS) publicada el día anterior, el enfoque de SDSR 2010 fue en ahorros financieros inmediatos; una comisión parlamentaria no podría encontrar más tarde evidencia de pensamiento estratégico en el documento.

Para el RN, el resultado fue poco menos que un desastre. Las decisiones que lo afectaron incluyeron:
  • Poner en servicio solo uno de los dos nuevos transportistas de la clase Queen Elizabeth; el otro se colocaría en reserva o se vendería (la revisión consideró seriamente la cancelación de los buques; sin embargo, esto habría costado más que completarlos).
  • El Joint Force Harrier se disolvería y el buque insignia de la RN y la única aerolínea operacional de ala fija, Ark Royal, será desarmada.
  • Cuatro fragatas Tipo 22 serían retiradas, dejando una fuerza de escolta de solo seis destructores y trece fragatas.
  • Tres barcos RFA serían retirados del servicio.
  • El proyecto de reemplazo de la aeronave de patrulla marítima (MPA) Nimrod MR4A de la RAF fue rechazado.
  • El personal naval entrenado se reduciría de 35,000 a 30,000 para el 2015.

SDSR declaró que para 2020, la Royal Navy estaría estructurada para proporcionar:
  • Defensa marítima del Reino Unido y los Territorios de Ultramar, incluido el Atlántico Sur.
  • Disuasión nuclear continua en el mar.
  • Una presencia creíble y capaz dentro de las regiones prioritarias del mundo.
  • Una fuerza de respuesta de preparación muy alta y una contribución a las operaciones terrestres duraderas [por parte de los Royal Marines].

La revisión se implementó tan apresuradamente como se había realizado. Ark Royal llegó a Portsmouth el 3 de diciembre con un banderín de clausura, antes de ser vendido como chatarra. Joint Force Harrier dejó de funcionar el 15 de diciembre de 2010; sus Harriers fueron vendidos al Cuerpo de Marines de EE. UU. para piezas de repuesto. Pronto se emitieron avisos de redundancia al personal naval.

Los críticos de la revisión pudieron sentirse poco satisfechos por la incomodidad del gobierno cuando, en marzo de 2011, intervino en la guerra civil de Libia como parte de una coalición internacional, y descubrió que muchos de los activos militares necesarios ya se habían perdido o estaban a punto de ocurrir. perdió. Por ejemplo, portaaviones franceses e italianos llevaron a cabo ataques aéreos intensivos desde posiciones frente a la costa libia. Al carecer de un portaaviones, la principal contribución aérea británica fue un pequeño número de salidas de aviones de ataque de la RAF, que volaban a un costo considerable desde las bases en el Reino Unido e Italia. La clausura de la fragata Tipo 22 Cumberland tuvo que retrasarse dos meses, ya que el barco estaba ocupado rescatando a ciudadanos británicos y otros extranjeros de los puertos libios.

2014: Estrategia nacional para la seguridad marítima: presentado por el Secretario de Estado para la Defensa en mayo de 2014, este documento definió "seguridad marítima" como "el avance y la protección de los intereses nacionales del Reino Unido, en el país y en el extranjero, a través de la gestión activa de Riesgos y oportunidades en y desde el dominio marítimo, con el fin de fortalecer y extender la prosperidad, seguridad y resiliencia del Reino Unido y ayudar a dar forma a un mundo estable ". A partir del NSS, estableció cinco objetivos de seguridad marítima:
  • Promover un dominio marítimo internacional seguro y respetar las normas marítimas internacionales.
  • Desarrollar la capacidad de gobierno marítimo y las capacidades de los estados en áreas de importancia estratégica marítima.
  • Proteger al Reino Unido, a nuestros ciudadanos y a nuestra economía mediante el apoyo a la seguridad y protección de los puertos y las instalaciones en alta mar y de los buques de carga y de pasajeros del Grupo Red Ensign.
  • Garantizar la seguridad del comercio marítimo vital y las rutas de transporte de energía dentro del Área Marina del Reino Unido, a nivel regional e internacional.
  • Proteger los recursos y la población del Reino Unido y los Territorios de Ultramar de actividades ilegales y peligrosas, incluido el crimen organizado grave y el terrorismo.

La estrategia solo discutió a un nivel muy general cómo la Royal Navy y otras agencias podrían cumplir estos objetivos, y no consideraron los fondos necesarios y los niveles de fuerza. Sin embargo, comprometió a la RN a desplegar barcos para mantener rutas comerciales vitales y garantizar la libertad de navegación, y también para contribuir a tres alianzas militares que ayudan a brindar seguridad marítima, a saber, la OTAN, la UE y las Fuerzas Marítimas Combinadas (CMF).

martes, 6 de noviembre de 2018

FF.EE. británicas en el conflicto


Fuerzas especiales británicas en Malvinas

Weapons and Warfare




Milán - RAID SAS - Darwin Settlement. Pintura de Daniel Bechennec.
La pintura tiene un error: un misil guiado por cable, como el MILAN, no puede ser disparado sobre un curso de agua porque se pierde capacidad de transmisión eléctrica para el guiado del mismo.

La gran reputación que gozaban las Fuerzas Especiales, especialmente después del asedio de la embajada iraní en Londres en 1980, había dado lugar a una serie de propuestas para su despliegue inmediato justo al comienzo de la crisis. Las propuestas de acción dramática iban desde volar aviones argentinos en tierra hasta ataques contra plataformas petroleras. Se dijo que el 3 de abril estaba firmemente convencido de que SAS / SBS implementado desde las SSN sería la respuesta para recuperar a las Malvinas. "En esta propuesta particular, la opinión de la Marina: que cualquier desvío de las SSN restaría valor a su función principal De impedir que la Argentina refuerce las Malvinas por marinas. No obstante, este entusiasmo por las Fuerzas Especiales combinado con la evidente necesidad de obtener fuerzas de reconocimiento avanzadas en el terreno lo más pronto posible alentó su despliegue temprano y poco sistemático. El SAS sería responsable de la recopilación de inteligencia en tierra; La SBS para el reconocimiento de las playas. El Escuadrón D en espera para las operaciones mundiales no esperó la autorización oficial, sino que voló a Ascension el 5 de abril, listo para unirse al Fuerte Austin. El SAS tendría sus propias redes de comunicación, incluidas sus propias conexiones seguras de alta frecuencia y satélite a la base de Hereford, así como una variedad de medios de comunicación táctica. Las unidades de SBS también volaron a la Ascensión, así como a navegar en la Conquistadora el 5 de abril, y se hicieron planes para llevarlos a otros SSN. A medida que se desarrollaban los planes de SAS, se preveía que el Escuadrón D apoyaría las operaciones en el sur de Georgia, antes de pasar a las operaciones ofensivas en las Malvinas. El Escuadrón G, que siguió, llegando a Ascensión el 20 de abril, sería responsable de las principales operaciones de reconocimiento en las Malvinas.

Cuando comenzara el desembarco, el grupo anfibio estaría dentro de estrecho de San Carlos, un refugio libre de submarinos y unidades de superficie enemigas. Las Fuerzas Especiales habrían desempeñado un papel vital para garantizar la integridad del refugio y sus enfoques. El refugio se mantendría manteniendo las entradas cerradas. Unidades en el sonido proporcionarían defensa aérea local y apoyo de disparos. En este punto, las fuerzas serían vulnerables, pero a las fuerzas argentinas les tomaría tiempo reaccionar, por lo que el mayor esfuerzo enemigo probablemente ocurriera durante el día después del aterrizaje. Cualquier nave de superficie sería detectada durante su largo tránsito desde puertos continentales. Los submarinos tendrían dificultades para penetrar en la defensa británica. La fuerza estaría preparada para un ataque aéreo. A medida que la operación continuaba, el almirante Woodward desearía retirar sus transportistas hacia el mar, donde podría usar la velocidad y el espacio marino para obtener mejores ventajas mientras realizaba más operaciones ofensivas. Las operaciones navales continuarían apoyando a las fuerzas de aterrizaje, pero el énfasis cambiaría gradualmente a la reanudación de operaciones de grupos de batalla más amplios una vez que la situación en tierra lo permitiera.

El tercer informe describió el aterrizaje real. La fuerza se componía de tres comandos RM y dos batallones del Regimiento de Paracaidistas, sostenido por cuatro baterías de artillería cerca de apoyo, un ingeniero de Real Escuadrón, una batería de Rapier y dos soldados de soplete y las armas más elementos logísticos. El traslado de tropas fue proporcionado por doce helicópteros Sea King y 20 Wessex, además de ocho utilitarios Landing Craft Utility y doce vehículos de aterrizaje, vehículos y personal (LCVP). El levantamiento pesado sería proporcionado más tarde por cuatro helicópteros Chinook, que serían invaluables en la acumulación logística en tierra. Se describió la disposición de las fuerzas argentinas en tierra, señalando que la fuerza principal del enemigo estaba en el área oriental. Se hizo referencia a las armas y misiles de pucaras y defensa aérea, y a las oportunidades que se podrían haber tomado después de seis semanas para establecerse en tierra y preparar las posiciones defendidas. Una reserva, con la fuerza del batallón, aunque no cuenta con el apoyo de la artillería, estaba disponible, con un elevador de helicópteros para hasta dos compañías y, por lo tanto, ofrece una respuesta potencialmente rápida a un aterrizaje.

De las 14 patrullas de la SBS y las 23 patrullas de SAS actualmente desplegadas con el Grupo de trabajo, 13 hasta ahora se habían comprometido a tareas de reconocimiento secreto y recopilación de inteligencia. Habían estado operando desde principios de mayo, todos insertados por helicóptero y, de manera crucial, hasta ahora no detectados. Las patrullas argentinas se habían evitado mediante cambios regulares de posición, la elección de lugares poco probables y camuflaje. Esto hizo posible una imagen de inteligencia más precisa de las disposiciones del enemigo. Las operaciones de reconocimiento continuarán hasta el aterrizaje.



A medida que se produjo el aterrizaje, las Fuerzas Especiales buscarían destruir activos enemigos clave: radares, los aviones de ataque a tierra de Pucara, helicópteros, sistemas de defensa aérea, combustible y municiones; acosar al enemigo, causar dispersión de fuerzas y reducir su moral; y engañar al enemigo en cuanto a la ubicación del aterrizaje principal. Suponiendo San Carlos, el grupo anfibio entraría Malvinas Norte de sonido después de la última luz con las naves principales de la ola de asalto que consiste en Sin Miedo, Intrepid, Canberra, Norland, Stromness, las cinco LSL y Europic Ferry. Algunos se moverían directamente a la bahía de San Carlos y el aterrizaje en sí se realizaría tanto en lanchas como en helicópteros. Se planeó que la distancia para correr de un barco a la costa no excediera las diez millas, y si quedaban ocho horas de oscuridad después del acercamiento, hasta cuatro Comandos / Batallones con apoyo de combate limitado estarían en tierra para la primera luz. Siempre que el aterrizaje continuara a un ritmo completo, la fuerza de aterrizaje estaría bien equilibrada antes de que terminara el día, y se establecería completamente en tierra con siete días de apoyo logístico después de tres días. El desafío de defender la fuerza anfibia y la cabeza de playa comenzaría casi de inmediato. Suponiendo que podría sobrevivir, y el perímetro de la cabeza de playa asegurado, entonces los helicópteros de apoyo se moverían a tierra para operar desde una base aérea delantera a la que seguiría una franja de operaciones básicas para los Harriers. La rueda de subrayar que si bien el desembarco de los Comandos en las primeras olas sería rápida la acumulación subsiguiente de suministros logísticos, vehículos y municiones tomaría un tiempo considerable porque casi todo lo que fue a tierra tuvo que ser levantado en su posición operativa en helicóptero-movimiento por los vehículos sería casi imposible, excepto alrededor de las zonas de asentamiento.
En este punto, el clima intervino de una manera inusualmente útil, ya que el 19 de mayo resultó ser claro y tranquilo, lo que permitió que 40 Comandos se transfirieran a Fearless y 3 Para a Intrepid en las LCU. El movimiento de tantos hombres y su equipo de una nave a otra conllevó sus propios riesgos, un punto trágicamente ilustrado cuando las transferencias estaban casi por terminar cuando un 846 Escuadrón Sea King 4 llevaba tropas de SAS de Hermes a Intrepid, abandonadas después de un ataque de aves. . Ocho sobrevivientes, incluidos los dos pilotos, fueron recogidos, pero la aeronave se dio vuelta y se hundió casi de inmediato. 21 soldados de SAS, incluido un número que había sobrevivido al glaciar en San Georgia, y el tripulante de aviación de RM fueron asesinados. También se perdieron el RAF Forward Air Controller de SAS y su equipo de designación de láser. El marcador de objetivo de reemplazo apenas llegó a tiempo para el primer uso de un arma guiada por láser por la RAF justo antes de la caída de Stanley. Al señalar que el clima había sido bueno, ya que de otra manera la cubierta cruzada no podría 'haberse completado en el doble de tiempo', Woodward observó cómo 'el precio debe pagarse, posiblemente debido a una falla del equipo o un error del piloto, pero casi siempre en la vida humana '.

El plan de engaño tenía tres aspectos. La Operación TORNADO fue diseñada para transmitir la impresión de que el enfoque principal del esfuerzo británico estaba cerca de Stanley. El área entre Stanley y Choiseul Sound iba a ser bombardeada durante unos cuatro días para hostigar, pero también para engañar, para orientar a los comandantes argentinos hacia esa área, como el posible punto de aterrizaje. Esto fue reforzado por las comunicaciones falsas y la actividad aérea. El plan de engaño había comenzado con una filtración de señales estratégicas sobre el próximo nombre de código de operación TORNADO, una referencia a una "gran operación combinada contra objetivos de las islas Malvinas y continentes que se lanzará en un futuro próximo". El engaño sería seguido por la actividad aérea sobre el área, la inserción de una patrulla de la SBS, que hablaría con los locales que filtraban la parodia y luego dejaría algunos trenes de aterrizaje en el área, disparos navales, más filtraciones sobre la insuficiencia de las defensas aéreas navales y luego inserciones ficticias de patrullas de reconocimiento, posibles ataques de Vulcano contra las bases aéreas del continente, y una sensación general de actividad frenética diseñada para crear una sensación de urgencia alrededor del 20 de mayo, el día antes de que se planificara el aterrizaje real. Esto había involucrado a Glamorgan que tomó una posición en la península de Stanley y bombardeó posiciones en la Isla Lively y en los puntos costeros a ambos lados de la entrada de Choiseul Sound. Un helicóptero Wessex operó en la costa y se implementó un plan de engaño de comunicaciones. En segundo lugar, el Escuadrón SAS se encargó de crear una desviación en el área de Darwin para ocupar la atención de las fuerzas enemigas en esa área.

En Goose Green, los observadores de SAS vieron a seis Pucaras preparándose para el despegue. Ajustaron el fuego desde la fragata Ardent apuntando al aeródromo. Sólo un avión tomó el aire y más tarde fue derribado por un SAS Stinger, aunque no antes de haber informado sobre la actividad en San Carlos Water. Fue este informe, combinado con los de las tropas que se retiraron de Fanning Head, lo que llevó a la sede argentina a decidir que San Carlos requería una investigación más detallada que las áreas más cercanas a Stanley y Goose Green de donde también se había informado de la actividad.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Defensa de Puerto Argentino: Wireless Ridge (1/2)

Wireless Ridge (1982) 

Parte I | Parte II

Weapons and Warfare





El Segundo Batallón del Ejército Británico del Regimiento de Paracaidistas luchó en todas las batallas principales de la guerra terrestre de 1982 entre Gran Bretaña y Argentina para las Islas Falkland (Malvinas). Después de encabezar los desembarques en San Carlos el 21 de mayo, el batallón se abrió camino hacia Puerto Argentino contra la resuelta resistencia argentina, a través de Bluff Cove, Goose Green y Wireless Ridge. La más famosa de estas batallas es, sin duda, Goose Green (donde el comandante de 2 Para, el teniente coronel "H" Jones, ganó una póstuma Victoria Cross por su carga contra una posición enemiga), pero el enfrentamiento en Wireless Ridge del 13 al 14 de junio fue no menos dramático y posiblemente más decisivo. The Ridge, un espolón en el lado norte de Puerto Argentino, fue fuertemente defendido por tropas del 7º Regimiento de Infantería de Argentina y el 1er Regimiento de Paracaídas de Argentina [nota del administrador: Esta última información no es correcta, no hubo infantería paracaidista argentina en las islas].

Los orígenes del Regimiento de Paracaidistas se encuentran en una iniciativa de Winston Churchill, quien, después de observar el éxito de las operaciones de paracaidistas alemanas durante la invasión alemana de Holanda y Bélgica, sugirió la formación de una fuerza de elite aerotransportada británica. Las primeras unidades comenzaron a entrenarse en junio de 1940, con voluntarios de las unidades que forman el Regimiento de Paracaídas en agosto de 1942.

La tarea del 2 Para era capturar las características de Wireless Ridge, manteniéndose al oeste de los cables del telégrafo, y el plan del Coronel Chaundler requería un ataque nocturno ruidoso en dos fases. En la Fase 1, una Compañía tomaría el ramal norte donde estaban los estanques, ya que la Compañía C había asegurado la línea de salida. Una vez que esto fuera seguro, la Fase 2 entraría en operación, y las compañías B y D pasarían desde el norte para atacar la función principal de Wireless Ridge. La Compañía B iría a la derecha (el extremo occidental de la cresta), mientras que la Compañía D atacó la línea de la cresta rocosa al este de la pista.

Los morteros se moverían hacia adelante desde el Monte Kent a una posición a sotavento de la ladera al sur de Drunken Rock Pass, y este también sería el sitio para un cuartel general de batallón estático durante el ataque. La hora H iba a ser alrededor de las 00.30. La importancia de profundizar en los objetivos se enfatizó una vez más, ya que Wireless Ridge estaba dominada por Tumbledown y Sapper Hill, y si las tropas enemigas aún estuvieran allí al amanecer, podrían hacer 2 Para. Posiciones insostenibles.

Las órdenes eran sencillas y el plan simple, que implicaba el uso máximo de la oscuridad. Cuando el Grupo "O" terminó, a los comandantes de la compañía se les dijo que ahora volarían hasta el Monte Longdon para observar el terreno sobre el que operarían.

El CO siguió adelante con el Comandante de la batería para reunirse con el Teniente Coronel Hew Pike, CO de 3 Para, y el Mayor William McCracken, RA, que controlaba el OP de la artillería "ancla" en el Monte Longdon. Discutieron y organizaron el apoyo coordinado contra incendios, con los morteros de 3 Para, los equipos de Milán y las ametralladoras listos para disparar desde el flanco, y la Compañía C del Mayor Martin Osborne, 3 Para, en reserva.

De vuelta en el barranco todo estaba tranquilo bajo el sol brillante. De repente, esto se hizo añicos cuando nueve Skyhawks aparecieron más al norte, volando muy bajo en formación y dirigiéndose hacia el oeste hacia el Monte Kent. El efecto fue eléctrico, porque nadie esperaba que los argentinos pudieran hacer alarde de su poder aéreo de esta manera.

En el Escalón "A", detrás del Monte Kent, no había duda de a quién apuntaban los aviones. Cuando llegaron gritando por encima de la columna y se elevaron a la altura de ataque, la formación se dividió: tres se dirigieron al área donde había estado la línea de artillería, tres se dirigieron a 3 Comandos de la Brigada de Comandos y tres atacaron el Escalón "A". Todas las ametralladoras se abrieron, alegando un posible golpe mientras las bombas llovían. Sorprendentemente, no hubo víctimas de este bombardeo menor. Pero la precisión del ataque, y su evidente determinación de propósito, dejaron a la gente preguntándose si el enemigo había dejado atrás los OP ocultos, observando el Monte Kent, o si la fotografía por satélite había mostrado los diversos objetivos o, posiblemente, si el equipo argentino de guerra electrónica había recogido las señales de radio del Cuartel General de la Brigada.

El ataque aéreo provocó retrasos en todo movimiento de helicópteros, pero finalmente el CO pudo volar al Cuartel General de la Brigada, mientras que los comandantes de la compañía fueron enviados al Monte Longdon para su propio reconocimiento. El coronel Chaundler ya había sido actualizado sobre la fuerza real del enemigo, que era mayor de lo que se había pensado, y se había detectado una nueva posición argentina al este del espolón cubierto de estanque, en un montículo con vistas al agua de Hearnden y la boca del río Murrell.



Mientras el CO estaba en el Cuartel General de la Brigada, los comandantes de la compañía pudieron estudiar Wireless Ridge en detalle desde la posición de mando en Longdon. De inmediato se hizo evidente que gran parte de la información que se les había dado hasta ahora era inexacta. Lo que se pensaba que era la Compañía C de 3 Para no probó ser nada de eso: el comandante Dair Farrar-Hockley notó que se trataba de una posición enemiga de aproximadamente de la fuerza de una compañía, situada peligrosamente en el flanco del eje de ataque 2 Para, al oeste de el espolón del norte. También quedó claro que Wireless Ridge estaba fuertemente defendido, con posiciones que se extendían mucho hacia el este, más allá de la línea de postes telegráficos que marcaban el límite de 2 Para. Curiosamente, durante el día no se realizó ningún fuego de hostigamiento en ninguna de las posiciones argentinas, y sus soldados tuvieron la libertad de permanecer al aire libre.

Los comandantes de la compañía regresaron al paso de Furze Bush, pero claramente era necesario un cambio importante en el plan. El CO regresó de la sede de la Brigada cuando se acercaba la noche y se le informó de la situación. Vete y cena. Regrese en 45 minutos y tendrá un nuevo conjunto de pedidos ", dijo. Mientras tanto, el movimiento de los morteros y el ajuste de la artillería se retrasaron y, como resultado, los cambios en el plan de fuego tuvieron que continuar en la noche, dirigidos por el OP en Longdon y utilizando rondas de iluminación.

Desafortunadamente para los comandantes de la compañía, el procedimiento normal de batalla ya había asegurado que los detalles relevantes del primer plan hubieran penetrado hasta el nivel más bajo. Los comandantes de pelotones y secciones habían tenido tiempo de emitir órdenes claras y bien construidas para sus subordinados, pero ahora sus esfuerzos eran inútiles, ya que cuando los comandantes de la compañía regresaron con el plan revisado del CO, era demasiado tarde para entrar en nuevos detalles. . Un cambio tan repentino en el último minuto hizo poco por la fe de los hombres en el sistema, pero era inevitable y, en cualquier caso, los soldados ya se habían vuelto estoicos, mientras que los cínicos entre ellos no se sintieron decepcionados por esta evidencia de falibilidad en los niveles más altos. niveles Sin embargo, el batallón fue capaz de adaptarse y cambiar sus planes y se fue a tiempo. Pero Phil Neame tenía sus dudas sobre lo que debía hacer el SAS al este de su línea de avance, y no tenía conocimiento de lo que realmente iba a hacer el SAS. Además, nadie sabía realmente lo que había más allá de Wireless Ridge hacia el sur, en el área de Moody Brook, y todos hubieran querido saber exactamente cuándo se inició el ataque de las 5 Brigadas en Tumbledown para comenzar.

El nuevo plan del batallón era un ataque nocturno ruidoso de cuatro fases. En la Fase 1 D, la Compañía capturaría la posición del enemigo recién descubierta al oeste del espolón norte; Las compañías A y B entonces atacarían la cima de una colina cubierta de estanque; La fase 3 requería que la Compañía C tomara el montículo hacia el este; y, finalmente, la Compañía D haría rodar al enemigo en Wireless Ridge, con el apoyo de fuego de las Compañías A y B, comenzando en el oeste y terminando en los postes del telégrafo.

El apoyo de fuego debía ser espléndido en comparación con Goose Green: dos baterías de cañones de 105 mm, HMS Ambuscade con su cañón de 4.5 pulgadas en alta mar y los morteros de 2 y 3 Para, con un total de 16 tubos. Las municiones eran abundantes, y los morteros del batallón se habían trasladado completos desde el Monte Kent en helicóptero, y por lo tanto estaban frescos para la acción. El pelotón de ametralladoras también había volado hacia adelante. Entre las seis cañones tenían suficiente munición para proporcionar un enorme peso de fuego, y los hombres estaban frescos y bastante orgullosos de su logro anterior detrás del Monte Kent contra los Skyhawks. El pelotón de misiles Milan ya estaba adelantado con el batallón: la experiencia de Goose Green había demostrado la capacidad de este misil guiado de precisión contra las defensas estáticas. Finalmente, los tanques ligeros de Blues y Royals estarían allí, Scimitars con sus cañones automáticos de 30 mm y Scorpions con cañones de 76 mm, y ambos equipados con equipo de visión nocturna de muy alta calidad y con un rendimiento excelente todo terreno. Todo el apoyo disponible se asignó primero a la Compañía D, luego a A y B en su asalto, y finalmente a la Compañía D nuevamente cuando atravesó la cresta.
A medida que la noche se cerraba en los tanques, los morteros y el pelotón Recce, que era para asegurar la línea de salida, avanzaron. A estas alturas, la promesa del día se había desvanecido y la nieve y el aguanieve caían, lo que limita considerablemente la eficacia de todos los equipos de observación de armas y reduce la visibilidad.

Alrededor de las 0015 se desató una tormenta de fuego de la artillería y los morteros de apoyo sobre las posiciones argentinas. Las compañías A y B pasaron, encabezadas por las patrullas de la compañía C, hasta la nueva línea de salida asegurada por la patrulla del cabo Bishop en el terreno relativamente seguro que domina el paso inferior. A las 00.45 horas del lunes 14 de junio, la Compañía D avanzó por su propia línea de salida más hacia el oeste y se dirigió hacia la posición del enemigo identificado.

A medida que la empresa avanzaba, los tanques de los Blues y Royals y las ametralladoras proporcionaban apoyo contra el fuego mientras la artillería aumentaba su índice de fuego. El fuego de mortero enemigo en represalia se hizo pesado. En la parte trasera de la compañía, el soldado Godofredo del 12° Pelotón tuvo una falla cercana cuando un pedazo de metralla cortó su prueba de viento y se clavó en su bota. Se zambulló para cubrirse, ¡directamente en una letrina argentina!

El peso de la artillería de apoyo y el fuego de mortero fue singularmente efectivo, ya que el enemigo en el objetivo de la Compañía D se podía ver huyendo a medida que la compañía avanzaba, aunque los bombardeos de 155 mm aumentaron a medida que los Paras comenzaron a limpiar las trincheras argentinas, ahora abandonadas excepto por unos pocos enemigos muertos por el bombardeo. La oscuridad de la noche y el alcance de la posición del enemigo hicieron que la compañía se extendiera, creando problemas de control. El teniente Webster del pelotón 10 contó hasta 20 trincheras a su derecha, con más hacia la izquierda, donde el pelotón 11 del teniente Waddington encontró la otra mitad de la formación de asalto.

De vez en cuando, a medida que avanzaban, los hombres desaparecían repentinamente en el agua helada de un estanque cubierto de hielo. Los privados Dean y Creasey del pelotón 11 subieron hasta el cuello y tuvieron que pisar el agua para mantenerse a flote hasta que su sargento, el sargento Light, los sacó.

El apoyo de bombardeo para la compañía fue impecable. Los tanques utilizaron sus poderosos visores nocturnos intensificadores de imágenes para localizar objetivos. Una vez que se identificaron las posiciones enemigas, dispararon. Tan pronto como los ametralladores del batallón vieron el ataque, ellos también se abrieron. Ocasionalmente, el fuego de las ametralladoras estaba demasiado cerca para su comodidad, incluso para la Compañía D, y al final, el Comandante del pelotón pidió que cesara.

La oposición había huido, y la Compañía D tomó su primer objetivo en un tiempo récord, permaneciendo in situ mientras que las Compañías A y B comenzaron su parte de la batalla. Sin embargo, el fuego de artillería enemiga estaba aumentando y, por lo tanto, Neame decidió empujar otros 300 metros hacia la seguridad relativa, para evitar lo peor de la barrera.

Varios de los que esperaban avanzar en las líneas de salida de las compañías A y B recordaban las escenas que habían visto de las películas de la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Cuando los proyectiles aterrizaron alrededor, los hombres se acurrucaron contra la turba, con las bayonetas arregladas. No se puede negar que, para los soldados, el temor a lo conocido era, en este caso, peor que la ignorancia dichosa de lo desconocido. En el refugio de las turberas algunos fuman, mirando la pantalla de los iluminantes de arriba.

Justo cuando llegó el momento de moverse, el bombardeo se cobró su primera víctima, ya que el Sargento de color "Doc" Findlay murió en la retaguardia de la Compañía A, y los soldados de las Compañías de Apoyo y del cuartel general también resultaron heridos. El avance comenzó, las dos compañías se movían hacia el sur paralelas entre sí, a ambos lados de la pista. Los hombres cruzaron la corriente en el valle al norte de su objetivo con los tanques disparando sobre sus cabezas. El efecto sobre el enemigo fue devastador. En sus miras nocturnas, los equipos de tanques podían ver a los soldados argentinos corriendo o cayendo a medida que se activaba el fuego preciso. El impulso a la moral que esta forma de fuego supresivo dio fue considerable; Fundamentalmente, la batalla se ganaba apoyando armas, la infantería era libre de hacer su propio trabajo, que en realidad está despejando y asegurando el terreno.

A la izquierda, todo iba bien con la compañía A. El mando y el control se habían practicado bien en Goose Green y ahora los oficiales subalternos y los comandantes de sección eran muy expertos en mantener la dirección. El silencio era innecesario y las órdenes se gritaban hacia atrás y hacia adelante. El enemigo seguía bombardeando a medida que avanzaban las compañías, pero ahora nuestra propia artillería estaba produciendo disparos en contra de la batería. Desde su propia posición, el CO pudo ver a las dos compañías en formación extendida, avanzando rápidamente por la colina, todo el campo de batalla brillantemente iluminado por el concha estelar.

Sin embargo, fue difícil coordinar los avances de las dos compañías atacantes. La pista proporcionó una especie de límite, pero controlar a más de 200 hombres durante una batalla ruidosa sobre un terreno difícil no es fácil. El coronel Chaundler tenía otra preocupación. Anteriormente, antes de que el batallón avanzara, se le había mostrado un mapa argentino capturado que indicaba un campo minado directamente en el camino de las compañías asaltantes. Solo faltaban 15 minutos para que se pusiera en marcha 2 Para, demasiado tarde para un cambio de plan. El CO solo tuvo tiempo de informar al CO de la Compañía B, mientras que John Crosland no tuvo a quién avisar a sus hombres, y en cualquier caso se le dijo que siguiera adelante, ya que no habría tiempo para limpiar las minas. Solo después, el mayor Crosland les dijo a sus hombres que en realidad se habían movido directamente a través del campo minado sin saberlo. Milagrosamente, nadie explotó en el camino.

Sin embargo, los estanques en el espolón se cobraron una víctima cuando el soldado Philpott del Pelotón 5 se sumergió repentinamente en más de 6 pies de agua. Fue arrastrado y el comandante de su sección, el cabo Curtis, organizó de inmediato un cambio completo de ropa de los otros hombres de la sección, lo que probablemente salvó la vida de Philpott.

Las dos compañias se consolidaron en el objetivo. Hubo algunos disparos desde las trincheras, rápidamente silenciados cuando los hombres de ambas compañías corrieron para limpiarlos. Una vez más, el enemigo había huido, dejando solo 20 o más de su número atrás, rápidamente tomados prisioneros mientras eran sacados de sus agujeros. Las radios seguían encendidas, y varios muertos yacían alrededor de las posiciones. A medida que los hombres entraban, el bombardeo del enemigo aumentaba y continuaba durante el resto de la noche al mismo nivel de intensidad. La mayoría pensó que era peor que Goose Green, pero, afortunadamente, los bunkers enemigos abandonados proporcionaron un refugio razonable, aunque hubo varias víctimas en la Compañía A.

Ahora era el turno de la Compañía C. Ya habían tenido un pequeño susto en la línea de inicio de la Compañía A y B cuando un tanque Scorpion se había dirigido hacia la sede de la Compañía en la oscuridad. Se perdió irremediablemente y su comandante tuvo que ser evacuado después de una dosis de "erupción de escotilla", el efecto de colocar la cabeza en el camino de una escotilla que se cierra rápidamente. El confuso vehículo pronto se dirigía en la dirección correcta, pero ahora bajo el mando del Capitán Roger Field, quien había aprovechado esta oportunidad para volver a un papel más honorable que el paso de pies.

Con las compañías A y B ahora firmes, la compañía C recibió la orden de revisar la posición argentina más al este que se había visto desde el Monte Longdon el día anterior. El comandante Roger Jenner estaba contento de volver a moverse, ya que parecía que la batería de artillería de apoyo había desarrollado una "cañón pícaro" y cada sexta ronda destinada al enemigo se acercaba incómodamente cerca de su compañía. Él y sus hombres se pusieron en marcha, cubriéndose ocasionalmente en el camino mientras las conchas caían cerca. No había habido disparos desde el objetivo de la compañía durante la batalla, y pronto los pelotones estaban empujando el lado de un campo minado hacia la loma.

A medida que avanzaba el pelotón de reconocimiento, podían oír ruidos de armas que se amartillaban. La luz de la luna brillante los dejó expuestos incómodamente en la ladera. En el borde delantero de la pendiente había dos líneas paralelas de roca, y en la segunda línea el pelotón encontró una serie de raspaduras, lo que sugiere una reciente ocupación por parte de un cuerpo de tropas. Una vez más, parecía que el enemigo se había ido apresuradamente, dejando en el proceso carpas y trozos de equipo. A lo lejos, al este, los hombres de Jenner podían ver las brillantes luces del aeródromo de Puerto Argentino y escuchar un aterrizaje de C-130. Se le ordenó a la compañía que cavara, pero como el ataque de un enemigo a esta característica era extremadamente improbable, el CO cambió las órdenes, y la Compañía C se movió hacia la colina cubierta de estanques.

Si algún grupo en particular merece un elogio especial por lo que se hizo esa noche, entonces deben ser los tanques de Blues y Royals. Su mera presencia había sido un notable impulso a la moral durante todos los ataques que se habían producido, y la velocidad y la precisión de su fuego, junto con su capacidad para mantenerse al día con el avance de Paras, había sido un golpe severo para el enemigo. El tanque de Lance-Corporal Dunkeley, que el Capitán Field había tomado después de la lesión de su comandante, solo disparó 40 disparos desde su cañón de 76 mm.

El 2 Para se desempeñó magníficamente, sus tres primeros objetivos fueron tomados con gran velocidad y un mínimo de bajas, a pesar del fuego de artillería enemigo pesado y preciso. Cada vez que el enemigo en las trincheras intentaba devolver el fuego, se encontraban con una concentración fulminante del fuego de las armas de las compañías de rifles que, junto con un apoyo muy pesado, habían resultado devastadores. No se sabe si los argentinos se habían dado cuenta de que se enfrentaban a los hombres de Goose Green, pero no cabe duda de que el 2 Para sabía.

La compañía D ya estaba lista para entrar en la fase final del ataque y comenzó a avanzar nuevamente hacia el extremo oeste de Wireless Ridge. Los tanques y las armas de apoyo se movieron para unirse a las Empresas A y B en la cima de la colina que dominaban el objetivo de la Compañía D, y soportaron el fuego de artillería y el fuego antitanque de Wireless Ridge al sur.

El Pelotón 12 estaba ahora en la delantera. El teniente John Page, que se había hecho cargo del trágico asesino de Jim Barry, buscó la cerca, corriendo en ángulo recto a la cresta, que lo guiaría a la línea de salida correcta para el asalto. Desafortunadamente, quedaba muy poco de la cerca marcada en los mapas, y la sección del cabo Barton, en el punto del pelotón, solo podía encontrar algunas hebras de alambre para seguir. La cantidad de estanques cubiertos de hielo se sumó a la dificultad y el intenso frío comenzó a afectar las reacciones de los hombres, a medida que avanzaban hacia el sur hasta el extremo occidental de Wireless Ridge.

Una vez más, el poder de fuego masivo comenzó a ablandar al enemigo, que aparentemente todavía no tenía la menor idea de que estaban a punto de ser enrollados desde un flanco. La idea inicial había sido que la Compañía D simplemente barriera hacia el este a lo largo de la cresta sin detenerse, con 11 Pelotones a la izquierda, 12 Pelotones a la derecha y 10 Pelotones en reserva. Todavía existía incertidumbre sobre si se había llevado o no a Tumbledown, al sur, y claramente se estaba desarrollando una batalla en esa montaña mientras los guardias escoceses luchaban para expulsar a los argentinos en su cumbre. Pero Neame y su Compañía D no tenían otra intención que seguir adelante, aunque sabían que si Tumbledown todavía estaba en manos enemigas a la luz del día, el 2 Para sería extremadamente vulnerable.

El bombardeo del extremo occidental de Wireless Ridge continuó a medida que avanzaban los pelotones. Parecía haber sido efectivo, ya que no se encontró ningún enemigo en absoluto, aunque, desde luego, el Pelotón 11 despejó los bunkers que encontraron en la pendiente inversa con granadas.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Oscar Quinteros, el valiente cocinero voluntario del BIM 5

Historias de vida: El panadero del BIM5 que eligió ir a Malvinas

El Sureño




Caminando por el centro de Río Grande durante un franco. La foto está tomada en avenida San Martín casi Piedra Buena, donde había una concesionaria de Ford.
En Malvinas, donde integró la compañía de apoyo logístico
Oscar Quinteros es actualmente el presidente del Centro de Veteranos de Malvinas de Arroyo Seco, Santa Fe.

Oscar Quinteros es el presidente del Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas de Arroyo Seco, Santa Fe. Estaba haciendo el servicio militar en el BIM 5 cuando se desató la guerra contra Inglaterra. Era uno de los panaderos del Batallón y no estaba obligado a ir a Malvinas, pero uno de sus compañeros, que no sabía leer ni escribir, insistió en que fuera para ayudarle con sus cartas. Y fue.

RIO GRANDE.- En agosto de 1981 Oscar Quinteros se subió al tren en la estación de Arroyo Seco donde nació, con destino a Buenos Aires, para incorporarse al servicio militar obligatorio en el Centro de Instrucción y Formación de Infantes de Marina (Cifim) que funcionaba en el Parque Pereyra Iraola. Allí conoció a Sergio Márquez, otro santafesino de Venado Tuerto. “Al poco tiempo de llegar nos dijeron que había que mandar cartas a nuestras familias y como Sergio no sabía leer ni escribir, me pidió que le escribiera a su mamá. Pero además me hizo escribirle a los tíos, a los primos, a las primas y a toda la familia”. Así fue como Oscar se convirtió en el redactor oficial de Sergio. “Lo ayudé durante los dos meses de instrucción y luego nos dieron destino. A mí me tocó Río Grande”.

Llegó al BIM 5 sin conocer el destino de su amigo y gracias a que tenía un oficio, se le asignó tarea en la panadería del establecimiento. “A los pocos días de estar ahí, me lo encuentro a Márquez, que estaba en la compañía mar y como era de esperarse, no zafé. Tenés que escribirme una carta, me dijo”.

Escribía sus cartas y las de Márquez tratando de ser optimista, buscando llevar alegría y tranquilidad a los padres, amigos y hermanos. “Cuando necesitaba que le escribiese, Márquez me mandaba los datos con algún compañero o se acercaba él. Yo escribía en papel de vía aérea, finito y suave. No sé cuántas habrán sido, pero fueron muchas”.

Oscar recuerda que con Sergio y otros compañeros salían a recorrer Río Grande durante los francos. No había mucho para hacer, casi siempre iban al Roca o al cine.

“Cuando llegó el momento de ir a Malvinas, Márquez estaba internado y me mandó a pedir que hablara con su jefe, porque su compañía se iba y él no se quería quedar. Conseguimos que le dieran el alta y entonces me preguntó si yo iba también “Le dije, Márquez, yo no tengo idea de nada. Siempre estuve acá en la panadería. Qué voy a hacer yo allá. Él me contestó: Y quién me va a escribir las cartas”.

Lo cierto es que Oscar sólo tenía los conocimientos y las prácticas del Cifim, pero así todo se decidió a ir. Le dijo a su jefe Juan Salvador Pellegrino, que no quería quedarse en el Batallón mientras sus compañeros se iban todos a la guerra e inmediatamente lo equiparon, preparó sus cosas y subió al avión con sus compañeros. Fue el 8 de abril.

“En Malvinas, con Márquez no nos cruzamos, pero él me ubicó y se las ingeniaba para mandar alguien para que le hiciera las cartas. Yo tenía un dedo quebrado de cavar piedras en el bunker, pero me arreglaba igual. Pertenecía a la compañía de apoyo logístico que se conocía como “Tacotaco” y mi grupo estaba con el Teniente Waldemar Aquino. Cerca nuestro estaban las 1270 del suboficial Enrique. Más atrás de nosotros estaba Galluci con los morteros”.

Como todos, no tenía mucha conciencia de lo que podía suceder, hasta que el 1° de mayo lo encontró fuera de su posición mientras el enemigo comenzó a desplegar toda su fuerza. “A Puerto Argentino volví una sola vez, que fuimos al apostadero naval a buscar carne. Caminando por los pasillos del muelle, escuchamos a los perros aullar y supimos que algo iba a pasar. Entonces escuchamos pasar los aviones ingleses. Después se escucharon las alarmas. Y entonces pasaron Harrier, baterías antiaéreas, defensas antiaéreas. Me dije, nunca más. Me quedo allá, en mi posición y comeré ovejas, acá al pueblo no vuelvo más. Solo regresé durante el repliegue”.

“Márquez estaba en la tercera sección de la compañía mar que estuvo muy complicada. Nosotros ya estábamos replegados en Sapper Hill y ellos seguían combatiendo. Le escribí mientras pude. Mi mamá me mostró una carta que yo le mandé los últimos días, donde le decía que esto no da para más, tal vez sea la última carta que reciban. Y esa parte estaba tachada con un fibrón negro porque nuestras cartas pasaban por una censura naval”.

No recuerda el día que volvió al continente, pero sí recuerda claramente lo que sentía. “Mi familia no sabía nada cuando me fui, se enteraron por carta, mientras estaba allá. Llegamos a Puerto Belgrano de madrugada, en medio de un clima desagradable, una tirantez en el trato como si fuéramos culpables de lo que pasó. Lo que yo escuché es que estábamos ahí para una revisación médica y que por la mañana volvíamos a Río Grande y así fue. No estaba Robacio, ni el segundo, ni algunos guardiamarinas que conocíamos mejor allá, que quedaron demorados. Nos dieron la baja, un pasaje y a casa, sin hablar. Llegamos a Buenos Aires, subimos a los trenes y en cada estación se bajaba alguno que nunca volvimos a ver”.

Entre las cosas que le devolvieron al regresar al BIM5, había infinidad de cartas, muchas de las cuales nunca leyó y hoy están guardadas en un tambor de plástico en el fondo de su casa. “Sólo conservo especialmente tres cartas encarpetadas que son de una escuela de Venado Tuerto de 7° grado”.

“Cuando llegué a mi casa, me impactó ver a mis padres tan avejentados y sufridos que sentí culpa por la decisión que había tomado de haberme ido, bancando a un amigo”.

Luego le cayó la ficha, se hizo miles de preguntas que no tenían respuesta. “En ese momento no había a quién recurrir, que te ayude a superar los males de la posguerra. Eso nos costó la pérdida de un montón de veteranos que se suicidaron. Supongo que se habrán hecho las mismas preguntas que yo. Nos hicieron a un lado, nos escondieron, nos hicieron responsables de algo que no hicimos. Yo lo superé con trabajo, tratando de mantener siempre la cabeza ocupada”.

Después de Malvinas trabajó en una acería y luego volvió a Tierra del Fuego buscando una oportunidad, aunque no tuvo suerte. Regresó a sus pagos y después de varios intentos en otros trabajos, consiguió el empleo que buscaba: desde 1993 a 2014 trabajó embarcado en buques pesqueros, actividad de la que se retiró por problemas de salud.

“Trabajábamos al norte o al este de Malvinas, siempre fuera de la zona común económica. Una vez tuvimos un accidente, pedimos ayuda y nos negaron la entrada a las islas. Tuvimos que acercarnos a las 200 y un helicóptero tuvo que buscar al marinero accidentado. “Se dio la oportunidad de ir alguna vez a Malvinas en una comitiva, pero no acepto ir con pasaporte”, afirma. En cuanto a la identificación de los soldados enterrados en Malvinas, opina que “eso ha dado un poco de paz a las familias. Me alegra por esos padres que pudieron arrodillarse en la tumba de sus hijos”.

Al regresar de la guerra, Oscar conoció a otros dos excombatientes de Arroyo Seco que pertenecían al BIM5 como él, Juan Martínez y Víctor Giménez. Ambos también retornaron al pueblo y aunque hoy no participan de las actividades del centro de veteranos, son parte de él.

Sergio Márquez también volvió a su pueblo y hoy en día está participando en uno de los dos centros de veteranos que hay en Venado Tuerto. Con Oscar se encontraron después de muchos años y se mantienen comunicados permanentemente, al igual que con otros veteranos de diversos lugares del país a través de whatsapp y facebook. También después de muchos años logró conocer personalmente a la principal destinataria de sus cartas: la madre de Sergio.

En su provincia, hay un proyecto para crear el “Archivo Oral de las memorias de Malvinas de Santa Fe” en el cual se recopilarán, mediante el registro de entrevistas audiovisuales, las historias y experiencias de los involucrados antes, durante y después del conflicto bélico de Malvinas. Por ello, todos los centros se están organizado para recoger los testimonios en cada localidad.

La otra mujer que esperaba sus cartas con devoción, es su madre, con quien tiene planeado viajar el año próximo a Río Grande para que conozca y poder participar juntos de la vigilia. “Es un deseo de los dos que espero poder cumplir”, expresa Oscar con una sonrisa.


VETERANOS DE GUERRA DE ARROYO SECO
Romanini Oscar Raúl
Reynaldo Díaz Eduardo
De Bernardo Alfredo
Romero Néstor Omar
Pereyra Juan Carlos
Sanabria Víctor Hugo
Zingoni Jorge Alberto
Jorge Cerino
Martínez Juan Antonio
Giménez Víctor Hugo
Quinteros Oscar Alfredo