sábado, 17 de diciembre de 2016

Testimonio de un conscripto en Monte Longdon

Diario de un excombatiente de Malvinas: relato de dolor, desesperación y hambre
Marcelo Olindi, de 51 años, fue uno de los miles de chicos que tuvo que ir a la guerra. Recuerdos de una historia traumática y una lucha que no terminó.

Por Lucas Bertellotti - TN

"Frío y mucho viento, ni tiempo de tomar aliento cargamos los bultos y partimos hacia nuestro destino. 30 KM. Ya llevamos dos días sin comer. Durante la noche pasamos mucho frío y no sabemos dónde estamos parados". 15/04/1982



El soldado Olindi no puede dejar de caminar. Tiene la mirada perdida y el paso cansado e inestable. Hace unos minutos le dijeron que la guerra había terminado. También le comunicaron la muerte de Rolando Pacholczuk, su amigo. No está contento ni triste. Está perdido, como el primer día que llegó a las Islas. Camina. Se aleja del campamento y llega a un descampado cercano al monte Longdon, el más lejos del pueblo, el más cercano a los ingleses. Recién ahí levanta la vista. Casi nada le llama la atención. Sólo hay una cosa que lo conmueve: el silencio. No se escuchan tiros ni bombas. Los gritos desesperados se alejaron, cree, para siempre. Se toma unos minutos. Toma aire. Siente el frío por última vez. Respira hondo. Da media vuelta y regresa con sus compañeros. Es uno de sus últimos momentos en las Islas Malvinas.

"Todas las noches estoy rezando pese a que no soy uno de los católicos más fieles. Rezo para que no pase nada y poder ver rápido a mi familia. Hoy se corrió la bolilla de que quizás nos vayamos el 19 de mayo. En este momento estamos buscando una lata de dulce para cocinar salchichas y albóndigas que robamos de un depósito de comida. En este momento me dicen que fue imposible encontrar una lata". 30/04/1982.

Son las 6 del 2 de abril de 1982 y, como todas las mañanas, Marcelo Olindi viaja con su papá en un Ford Falcon rojo hacia el regimiento 7 de La Plata, donde hace la colimba hace un par de meses. Por la radio escuchan la noticia: "¡El pueblo argentino ha tomado las Malvinas!". Marcelo Olindi no entiende mucho. Está descolocado. "¿Dónde quedan las Malvinas?", le pregunta a su papá. "¿Cómo dónde quedan las Malvinas? Al sur", le contesta. "Sí, ya sé. ¿Pero dónde?", replica. Su viejo no sabe qué decirle.

"A las 6.30 recibimos el primer intenso bombardeo. Aguardamos tranquilos porque no podíamos hacer nada. Sólo nos limitamos a leer las cartas que habíamos recibido con Walter. No sé cómo explicarlo, pero los dos estábamos sumamente tranquilos. Reíamos y cantábamos y no por miedo ni nervios. Eso lo puedo asegurar". 01/05/1982

Poco antes de salir a las Malvinas, en el regimiento se hizo un sorteo que le daría el alta del servicio a cinco colimbas. Marcelo fue uno de ellos. A punto de irse a su casa, vio llorar a López, un compañero tucumano. Estaba sobre una pared, desconsolado. En unos días debía partir a la guerra. Sintió pánico. No tuvo vergüenza en mostrarse abatido, roto. Marcelo no dudó en tomar su lugar. "Fuimos a informarle al principal que cambiara la situación y no tuvo problemas. La verdad, no lo pensé mucho. 'Si van todos los pibes, yo también voy', dije. Estaba seguro que no me iba a morir", dice Marcelo. Con López todavía se ven seguido. Son amigos íntimos.

"No sé si pasamos de esta noche pues nos anunciaron que nos van a bombardear por aire y por mar. No tengo miedo de morir pero lo siento por mis padres, hermano y abuela. A todos ellos, gracias. Nos piden que nos rindamos. La respuesta es: '¡Traigan al principito y vengan a buscarnos!'". 01/05/1982

El 13 de abril se subió a un micro hasta El Palomar. De ahí, un avión a Río Gallegos. Partió para Malvinas un día después, pero su vuelo tuvo que regresar porque el avión que iba adelante había tenido un desperfecto mecánico que produjo problemas en el aterrizaje. Fue como un aviso de lo que iba a venir. El 15 de abril llegó a las Islas Malvinas. "Nos dieron un mapa en inglés y nos ordenaron que camináramos unos 15 kilómetros. Un superior me pidió que llevara un bidón de agua de 40 litros. A los cinco kilómetros me caí al piso y no me pude levantar más. Me temblaban las piernas. Me dijeron que esperara ahí por una camioneta. Llegó a las cuatro horas", dice Marcelo.

"Doy gracias a Dios por haber visto la luz del día...() nos despertamos y le dije al Negro (Walter): '¡Qué hacés, negro puto! ¡Todavía estamos vivos!'. Cada vez nos damos cuenta que el viejo (el principal) está cada vez más cagado. Nos hizo hacer un pozo más hondo y está muy inquieto. No le gusta estar solo y no sale del pozo ni para respirar. Mi compañero y yo no la damos de valientes pero estamos en el pozo sólo para dormir". 02/05/1982

Marcelo Olindi tiene 51 años y es uno de los miles de soldados que participó de la guerra de Malvinas, de la que hoy se cumplen 32 años. Habla con tranquilidad. No le gusta ponerse serio. Cada vez que su relato se vuelve tenso, cambia la dirección y comenta alguna anécdota de la guerra que le suena divertida por lo ridícula y vergonzosa. Está en la sede de La Plata del CECIM (Centro de Ex Combatientes de Islas Malvinas), donde es secretario de actividades recreativas. Parece sentirse como en su casa. Está rodeado por sus "hermanos de la vida", como le gusta llamar a otros excombatientes con los que todavía comparte el día a día. Mientras cuenta su historia, Luis Aparicio y Ernesto Alonso, otros exsoldados, caminan por la oficina, chequean los mails y realizan algunos llamados. Se preparan para otro 2 de abril.

Forma parte de un grupo de soldados que fueron a Malvinas por haber hecho el servicio militar obligatorio en el momento del conflicto. La intención del grupo, fundado en 1982, es la de alejarse de la reivindicación de la guerra. Hace un tiempo que impulsa la causa judicial contra los militares que cometieron crímenes contra los soldados y reclama la identificación de los 123 cuerpos enterrados como NN en el cementerio de Darwin.



Su papá se enteró de que debía hacer el servicio militar obligatorio y no lo dudó. Asistió a la oficina de Avelino Segundo Latorre, el principal del regimiento 7 de La Plata. Como hicieron muchos otros padres que tenían una posición más o menos acomodada, le ofreció lo que pudo para que su hijo tuviera algún tipo de privilegio en la vida como colimba. Como era maestro mayor de obras, puso al servicio todo tipo de materiales para lo que sea. Marcelo fue a parar a la utilería. Como casi nadie, tenía ropa limpia y cuidada. Cuando llegó a las Malvinas, siguió bajo las órdenes de Latorre. Esta vez, lo mandaron al almacén. Estaba encargado de distribuir la comida al resto de sus compañeros. Un trabajo que no tenía un peligro directo y lo tenía más o menos cerca de los pocos productos que llegaban.

"Todavía acá la noticia del hundimiento Belgrano pesa mucho. Hoy me doy cuenta que acá la calentura de un viejo y el orgullo de un país valen más que la vida de 300 pibes. Por eso rezo para que esto cueste la menor cantidad de víctimas posibles y el menor sufrimiento". 03/05/1982

Desde que salió de La Plata sabía que su arma no funcionaba. Era una ametralladora PAN que estaba falseada, inservible. Los primeros días se obligó a cargarla consigo. Después, desistió. No tenía sentido. Tenía 19 años y carecía de entrenamiento y conocimiento. No sabía cómo protegerse. Tampoco conocía cómo lanzar una bomba o disparar un arma.

Cuando llegó la primera ración de comida, abrió las cajas con entusiasmo. Debían llegar albóndigas, bombones y otras cosas. Tenía hambre. "Cuando las vamos a preparar, vemos que en realidad eran jabones. 'Se habrán equivocado', pensamos. Casi sobre el final de la guerra llegó otro camión. Abrimos las cajas y era papel higiénico. Nosotros le teníamos que llevar la comida a los que estaban en primera línea. ¿Qué podíamos darle si sólo teníamos papel higiénico y jabones?", comenta Marcelo en una extensa charla con TN.com.ar.

"Hoy nos bañamos después de 34 días sin ver agua". 06/05/82

A la sede del CECIM llega Malvina. "Mi nena", la presenta Marcelo mientras sonríe y le da un beso. Tiene 14 años y, pese a que el principio juega un rol protestón en el que sólo parece preocupada por mirar su celular, luego se compenetra en la historia que cuenta su papá. Lo mira en silencio, con admiración.

En Malvinas, la comida no llegó nunca (las primeras 4 víctimas de las 36 que sufrió el regimiento de infantería 7, los soldados Hornos, Granados, Zelarayán y Vargas, murieron por una explosión de una mina mientras intentaban robar animales de un depósito). La única forma de no morir de hambre era a través del mercado negro. Marcelo se convirtió en uno de los referentes para el intercambio de productos. Cambiaba cigarrillos por whisky, galletitas o fideos. Lo que sea.

"No sé qué pasará esta noche pero pido que este diario llegue a manos de mi familia. Si me pasa algo, que mi hermano se quede con el reloj y mi abuela con la pulsera. Jamás sabré agradecer todo lo que hiciste por mí. Lástima que uno se acuerde de eso en estos momentos". 10/05/1982

Como buena parte de los chicos que estuvieron en las Malvinas, repudia la conducta de los militares de carrera. Los que se suponía que eran los más preparados y debían dar el ejemplo, sólo regalaron señales de cobardía y corrupción, salvo contadas ocasiones. Recuerda que su principal en La Plata, Avelino Latorre, en los primeros días en las Islas se vistió de enfermero para no combatir.

"Esperamos el ataque final. Vieja, mis pensamientos van para vos. Te quiero mucho" 30/05

Marcelo nunca tuvo que disparar un arma pero sí sufrió los bombardeos. También salió lastimado. Cerca del final de la guerra, robó una camioneta junto a otros soldados. El castigo de los ingleses ya no se aguantaba. La desesperación crecía y el miedo a morir se tornaba cada vez más fuerte. Decidieron escapar hacia Puerto Argentino. En camino al lugar donde se suponía que conseguirían algo de paz, chocaron con otro vehículo de soldados. Se golpeó la cabeza y quedó inconsciente.

Vio compañeros muertos y demasiado sufrimiento. Durmió en pozos, empapado, sin poder cambiarse la ropa y con un frío demasiado cruel. "A mí no me gusta contar las cosas feas. Prefiero ver todo desde otro ángulo", comenta mientras recuerda cuando un general arengó a los soldados a correr y tirar unas granadas que, pese a lo que creían todos, no eran de fuego sino de humo.

"¡Socorro! ¡Nos están cagando a tiros!" 12/06

Volvió de las Malvinas sin ningún tipo de lesión, como estaba seguro que iba a ser. Recién dos años más tarde, en 1984, decidió contarles a sus papás que en realidad había ganado el sorteo para no viajar a la guerra pero él quiso tomar el lugar del tucumano López. Su mamá no paraba de llorar. Su padre repetía una y otra vez: "No me sorprende". Estudió arquitectura, ingeniería y medicina. No pudo terminar ninguna carrera. Trabajó en una empresa de seguros durante varios años. El dueño del lugar lo empleó especialmente por ser un excombatiente. "Una rareza para la época. En general, después de la guerra las puertas se cerraron para casi todos", comenta.

"Hoy hemos capitulado luego de replegarnos hacia Puerto Argentino y vivir dos días en un depósito de lana" 13/06

El día que se cumplían 20 años de su salida hacia Malvinas, el 13 de abril del 2002, a las 6, el horario en el que se despertaba tanto en el servicio militar obligatorio como en la mayoría de los días en la guerra, sufrió un ACV (accidente cerebrovascular), unos minutos después de que su mujer se fuera de su casa. "Está claro que algo debe haber pasado por mi cabeza para que me pase eso. Lo primero que pensé fue: 'Estoy discapacitado'", dice. A causa del accidente le quedó la parte derecha del cuerpo paralizada. Se mueve con dificultad. Arrastra la pierna y camina con lentitud. Tiene el brazo retraído, inmóvil.

"Todo es un lujo y nos tratan de mil maravillas. Esto es increíble". 14/06

Tiene tres hijos y reparte su vida en sus dos trabajos como portero para escuelas de La Plata y la permanente colaboración con CECIM. Todos los martes a la noche, los excombatientes se juntan a comer. Aunque les duele, todavía hablan de la guerra. Es una forma de no encerrarse, de sacarse de encima parte de la angustia, de compartirla con otros que vivieron lo mismo mientras todavía luchan por algunos derechos que creen fundamentales. Marcelo es el que suele contar los chistes, el divertido del grupo. Es como si pretendiera olvidar con una sonrisa. Por lo menos hasta que regresen, otra vez, los recuerdos feos. Esos que, pese a todo, no se pueden borrrar.

"Hace dos días que estamos en el Canberra. Nos han tratado a las mil maravillas. No parecen piratas sino caballeros. Nos avisaron que en 24 o 36 horas estaremos en un puerto argentino. La cama fue de primera calidad. Doy gracias a Dios por lo que me protegió". 16/06

martes, 13 de diciembre de 2016

Gobierno veta beneficio para VGM

El Gobierno vetó un beneficio de la ley de jubilación anticipada para veteranos de Malvinas
El nuevo régimen fue promulgado hoy, pero el Poder Ejecutivo “observó” un artículo en el que se fijaba el cobro de dos jubilaciones mínimas. Hay malestar entre los ex combatientes
Por Juan Piscetta - Infobae
jpiscetta@infobae.com



Los ex soldados cuestionaron la “observación” de Mauricio Macri a la ley de jubilación anticipada.

Lo que en un principio debía ser una buena noticia para quienes combatieron en la guerra de las Islas Malvinas, terminó siendo un trago amargo. Hoy, la Casa Rosada promulgó en el Boletín Oficial la ley que habilita a los ex combatientes, con 53 años de edad, a acceder a la "jubilación anticipada" por el servicio militar prestado en el Atlántico Sur. Pero la norma, que fue sancionada por el Congreso el 16 de noviembre pasado, trajo una novedad: fue eliminada la "garantía" de cobro de dos jubilaciones mínimas al momento del retiro, uno de los reclamos considerados fundamentales para los ex conscriptos que no pudieron reinsertarse en el mercado laboral o trabajaron "en negro" tras el conflicto bélico.

El decreto, que incluyó la firma del presidente Mauricio Macri y de todos los ministros del gabinete, "observó" el artículo N°3 de la ley 27.329, que estipulaba que aquellos que pidan la jubilación anticipada "en ningún caso, el haber resultante podrá ser menor que el equivalente a dos (2) jubilaciones mínimas del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA)".

Para justificar este veto parcial, el Gobierno planteó en los considerandos del decreto 1250/2016 que el pago de los dos haberes mínimos "desnaturaliza" el sistema previsional, ya que el objetivo de este es establecer "el otorgamiento de las prestaciones por vejez en virtud del esfuerzo contributivo realizado por los trabajadores a lo largo de toda su vida activa, y cuyo haber es el resultante de dicha historia laboral". E insiste al agregar que "no se encuentra fundamento para establecer un haber mínimo diferencial que no guarde relación" con los aportes.

Los ex combatientes perciben en la actualidad una pensión honorífica no contributiva de carácter nacional, equivalente a tres jubilaciones mínimas.  La pensión se trata de una suma diferenciada y aparte de la jubilación regular, que se regula a través del SIPA.

Ese reconocimiento monetario alcanza a quienes participaron entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 en el Teatro de Operaciones Malvinas (TOM), a los que realizaron efectivas acciones de combate en el área del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS), y los civiles que se encontraban cumpliendo funciones de servicio o de apoyo en la defensa del archipiélago.

Con el nuevo "régimen especial previsional" para ex soldados, el mecanismo venía a dar respuesta a algunos vacíos y demandas planteadas por los veteranos. Por un lado, establece la posibilidad de jubilarse anticipadamente a quien tenga 53 años y haya realizado 10 años de aportes, tomando como parte de estos los dos años prestados como conscripto. De esta manera, el régimen pone en consideración la menor expectativa de vida de aquellos que participaron en el conflicto bélico, que se calcula aproxidamente en 10 años menos que un civil común, de acuerdo a estimaciones nacionales e internacionales de organismos de salud.

Pero el otro punto central que planteaba la ley es el artículo ahora bloqueado por Macri. Según Gustavo Pirich, referente de la Asociación de Combatientes de Malvinas por los Derechos Humanos (Acomadeh) – una de las entidades impulsoras del régimen especial-, el observado artículo 3 "permitía a muchos de los conscriptos que no pudieron reinsertar se laboralmente, o no recibieron aportes por su trabajo (en negro), pudieran compensar esa perdida de años con la garantía de las dos jubilaciones mínimas".

"Es algo importante para la vida de los compañeros, sobre todo para los que trabajaron en el campo o en provincias donde la evasión impositiva es muy alta y las pensiones son muy magras. La ley venía a ponerle un poquito más de dinero en los bolsillos. Ese era el espíritu de la ley, venía a reparar una injusticia, evidentemente esto no lo están considerando", añadió Pirich. "Nos parece que lo que están haciendo es una medida realmente desmalvinizadora, que se suma a las negociaciones con Gran Bretaña de no tocar la cuestión de la soberanía", concluyó.

Referentes de los veteranos calculan que son entre 4 mil y 10 mil las personas que podrán apelar al mecanismo de jubilación anticipada. Tras el veto parcial, se espera que entidades que apoyaron la iniciativa – además de Acomadeh, acompañaron el proceso legislativo el M28, la Federación de Veteranos de Guerra, el CECIM, el Centro ex combatientes Islas Malvinas de La Plata y la Comisión Nacional de ex combatientes- impulsen acciones y reclamos para echar atrás la impugnación del presidente Macri. En una primera instancia, el decreto del Poder Ejecutivo será remitida y analizado por la Comisión Bicameral Permanente del Congreso, el organismo encargado de revisar los DNU.


Miembros de la Acomadeh, entidad impulsora de la ley de régimen previsional especial de carácter excepcional para los ex soldados de Malvinas.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Condecoración a pilotos espías de Hercules

Se frustra un homenaje por las misiones secretas en Malvinas
El proyecto, aprobado por el Senado, quedó demorado en Diputados; otorgaba la medalla al valor a 23 ex combatientes
Mariano De Vedia | LA NACION

Si no fuera por la sensibilidad que rodea al tema Malvinas, se podría asimilar la noticia con aquella escena del Superagente 86 en la que Maxwell Smart recibe un diploma por el éxito de una misión secreta y sueña con enmarcarlo, pero el Jefe le ordena memorizarlo y destruirlo.

Desde hace 34 años se viene postergando el reconocimiento de 23 combatientes de Malvinas que realizaron misiones secretas durante la guerra. El carácter reservado de sus operaciones se mantuvo durante 30 años y la imposibilidad de que se hicieran públicas conspiró contra el reconocimiento.

Finalmente, un proyecto aprobado por unanimidad en el Senado en agosto de 2015 reconoció la actuación y el valor de los brigadieres, comodoros y suboficiales que participaron de las misiones. Pero la iniciativa perdió estado parlamentario el 30 de noviembre pasado, al no tratarse en la Cámara de Diputados.

Las condecoraciones eran para los integrantes de tres tripulaciones del Escuadrón 1 C 130, a bordo de un Hércules, encabezadas por los brigadieres (hoy retirados) Alberto Vianna y Horacio Armando Orefice, que cumplieron las misiones de demarcar blancos navales británicos e interferir el tránsito de la flota enemiga.

Intervinieron también los comodoros Jorge Alberto Valdecantos, Ronaldo Ernesto Ferri, Rubén Oscar Moro, Eduardo Senn, Roberto Mario Cerruti, Walter Hugo Véliz y Cristóbal Armando Villegas, y los vicecomodoros Andrés Francisco Valle y Hugo Alberto Maldonado.

Iniciada la guerra, Gran Bretaña colocó buques en sitios estratégicos para avisar al resto de la flota las acciones de aviones argentinos y alistar patrullas de intercepción.

Para contrarrestar esta estrategia, las tropas argentinas idearon la misión de enviar un C-130H para demarcar esos blancos navales británicos. Los aviones debían volar a muy baja altura (no más de 15 metros sobre el nivel del mar) para eludir los radares británicos. Se requerían precisión y arrojo, por eso la misión fue bautizada "el loco". "Teníamos entre un minuto y medio y dos minutos para volver a descender y escapar de algún misil lanzado desde un buque británico", recordó a LA NACION el comodoro Cerruti.


El proyecto quedó demorado en Diputados

En el ascenso se activaba el IFF (identificador amigo/enemigo) para alertar sobre la proximidad de un buque o un radar británicos y así se determinaban las coordenadas en que estaba ubicado el navío.

La otra misión secreta fue la de "interdicción aérea lejana". Estaba destinada a identificar buques británicos en el océano Atlántico y si se confirmaba que cumplían la función de abastecimiento naval y pertenecían a la flota enemiga se informaba al Comando Aéreo Estratégico para preparar un ataque.

También participaron de las misiones secretas los suboficiales mayores Julio Miguel Daverio, Juan Carlos Luján, Nicolás Carlos Segovia, Jorge Luis Contigiani y Roberto Guillermo Puig; los principales Pedro Esteban Razzini, Carlos Alberto Bill, Delfino Fretes, Sergio Alberto Tulián y Oscar Alberto Gatto; el ayudante Carlos Domingo Nazzari, y el auxiliar Carlos Alberto Ortiz.

Desclasificadas las operaciones, el senador Roberto Basualdo (PJ-San Juan) presentó un proyecto para otorgar la medalla nacional "al valor en combate" a los oficiales y suboficiales "por sus relevantes méritos, valor y heroísmo en defensa de la patria". Aprobada en el Senado, la iniciativa tuvo dictamen en Diputados, pero no llegó al recinto. Ahora, depende de que Macri la incluya en extraordinarias.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Conscriptos confundidos por comandos en Goose Green

Pequeña anécdota sobre Malvinas
El Tribuno




La batalla por Puerto Argentino, había terminado. El teniente coronel inglés David, encargado de la evacuación del personal argentino, se acerca al teniente coronel Seineldín a ofrecerle su vehículo para trasladarlo hasta el campo de prisioneros, en razón de no verlo bien de salud, después de varios días de hemorragias.

Seineldín rechaza la invitación, pero a su vez lo invita a compartir una ración de combate, en respuesta a su atención. “Good afternoon sir. Thank you for your invitation”. Entra David en la estrecha trinchera del puesto de comando, donde como era costumbre resonaba el grabador con marchas militares argentinas. La conversación se desarrolla en forma amena, hasta que de pronto Seineldín realiza una pregunta:
- “¿Por qué, en vez de atacar la posición de Puerto Argentino por delante, lo hicieron por la parte de atrás?”
-“Nosotros, por doctrina militar, respetamos a las Unidades de Fuerzas Especiales, en razón de que nos provocan muchas bajas. En Darwin y Goose Green, su compañía ‘C‘ nos produjo muchas bajas, entre ellos un jefe de batallón”.

Seineldín tal vez esbozó una sonrisa de orgullo dentro de su dolor, cuando contestó: -“Para su conocimiento David, ustedes se enfrentaron en ese lugar con conscriptos de sólo 18 años, con dos meses de instrucción y apenas un curso acelerado de operaciones especiales, pero eso sí, con un gran espíritu de combate”.
-“Really, I can’t beleive it”, contestó consternado el inglés, mirando a su ayudante. Más tarde, David se aleja en su vehículo dos veces rechazado, y Seineldín comienza a caminar seguido por sus hombres hacia el primer puesto de control y requisa inglés. Acompañado seguramente por el espíritu de sus hombres caídos, todos ellos héroes y repitiéndose en voz baja: -“¿Por qué yo no?, si siempre estuve al frente”.

Historias como estas deberían contarse en las escuelas argentinas. Ni en las públicas ni en las privadas se enseñan cosas verdaderamente importantes ni de la historia de nuestras Malvinas ni de la Guerra que pasaron. ¿En qué año se descubrieron? ¿Quién las descubrió? ¿A quién le importa? Está bueno saberlo, pero no es algo que nos erize la piel saber. En cambio a la hora de hablar de la guerra, todo el mundo se queda con la parte trágica. “Los chicos de la guerra”; “pobres muchachos”, “no tuvimos posibilidades de ganar”, etc. Cuando el 2 de abril de 1982 no hubo argentino, sacando unos pocos, que salieron a alentar la recuperación... ¿Y ahora se arrepienten? ¿Por qué mejor no nos enseñan sobre las cosas buenas? ¿Por qué no nos hacen leer libros de ingleses, como No Picnic, donde cuentan lo difícil que les fue ganar la guerra, y cómo “no fue un picnic”, como nos quieren hacer creer? ¿Por qué siempre nos quedamos con que lo de afuera es mejor?

Hector Muñoz

viernes, 9 de diciembre de 2016

La Comisión de Caídos en Malvinas se opone a exhumaciones

La Comisión de Caídos en Malvinas rechazó el acuerdo para realizar las exhumaciones
“Nuestros muertos no son NN. Nos basta con saber que están en el suelo en el que dieron la vida”, declararon en InfobaeTV
Por Fernando Morales - Infobae




No puede negarse que toda guerra es una tragedia que se prolonga mucho más allá de lo que dura la faz militar de la contienda. Una vez que el horror de la muerte y la destrucción desaparecen del campo de batalla, las secuelas afloran una y mil veces y no siempre los gobiernos que se suceden una vez acallada la metralla están en capacidad de atender las necesidades que tanto sobrevivientes como familiares de los caídos tendrán a lo largo del resto de su existencia.

En el año 2012, en una de sus habituales cadenas televisivas, Cristina Kirchner anunció en lo que a su entender era una "reivindicación" en materia de derechos humanos, que propiciaría la sanción de un instrumento legal que permitiría la exhumación de los restos de 123 caídos durante la guerra de Malvinas, sepultados en Darwin bajo lápidas que rezan: "Aquí yace un soldado argentino solo conocido por Dios".

El anuncio despertó aplausos de los habituales alabadores de la ex mandataria: Madres y Abuelas de plaza de Mayo, organizaciones sociales, centros de ex combatientes (en especial el politizado CECIM de La Plata) y algunos referentes de los DDHH.


Infobae convocó a María Fernanda Araujo, presidente de la Comisión de Familiares de los Caídos en Malvinas, Dalal Abd, secretaria de la Comisión y Osvaldo Massad, papá del soldado Marcelo Daniel Massad.

El recambio de autoridades nacionales trajo para los familiares de los caídos una luz de esperanza en lo atinente a suponer que serían al menos tenidos en cuenta, pero tropezaron con una decisión tomada por la canciller Susana Malcorra. "Necesitamos por favor que la ministra nos atienda", suplicaron en InfobaeTV.




El cementerio de Darwin

El cementerio de Darwin alberga los cuerpos de 237 combatientes argentinos. El saldo total de víctimas fue de 649, de los cuales algunas fueron transportadas al continente, otros descansan en el fondo del mar (en especial los muertos del Crucero ARA Genera Belgrano), mientras que 89 cuerpos jamás fueron encontrados en virtud de haber sido objeto del accionar de minas antipersonales o piezas de artillería de gran calibre. De la cifra enterrada en Darwin, 123 cuerpos no han sido identificados y sobre ellos es precisamente donde se centra el interés del gobierno argentino.

Sin embargo, los integrantes de la Comisión dicen que las autoridades nacionales no han tenido en cuenta consideraciones que van desde lo humano hasta lo político y que tocan resortes muy sensibles a la hora de ser analizados.

Las sepulturas, en la mayoría de los casos, contienen restos de uno o más cuerpos pertenecientes a soldados que por ejemplo fueron víctimas de una explosión dentro de una misma trinchera. Elementales cuestiones de buen gusto hacen que esta crónica no pueda abundar en detalles, pero sí digamos que ninguna tarea de antropología forense que se encare podrá recolectar la totalidad de cuerpos que yacen en Darwin, más allá de un reconocimiento parcial de algunos restos.


Para Osavaldo Said, padre de un soldado integrante del regimiento 7, la exhumación de restos es lisa y llanamente un sacrilegio que no hará más que reavivar el dolor de familias que hace 34 años sufren el calvario de la pérdida.

Según cuentan, muchas familias eligen una de esas 123 tumbas sin identificar para rendir homenaje al familiar caído. "¿Qué pasaría si del reconocimiento que se efectúe surgen por descarte los nombres de los 89 caídos que allí no están? ¿Les negaremos a esos familiares la posibilidad de volver a Darwin?", se preguntan.

La Comisión de familiares ha cursado una extensa carta a la Cancillería en la que indica que sólo una porción minoritaria de familiares han sido encuestados, remarcando que incluso se ha entrevistado a familiares de caídos cuyos cuerpos jamás han sido recuperados por la simple razón que han perecido en los hundimientos del Crucero Belgrano, del buque mercante "Isla de los Estados".

Lejos del dolor de los familiares, Infobae consultó a oficiales de las tres FFAA Veteranos de Guerra, los que en general abonan la teoría que señala que el "campo santo" no debe ser profanado.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Guillermo Anaya, señor helicopterista



Guillermo Anaya




El "top gun" de los helicopteristas argentinos, un acróbata de las "palas", Guillermo Anaya. Solamente con las hazañas y aventuras que protagonizó en Malvinas este joven teniente, se podría hacer un film para alquilar balcones. Desde meterse con su UH-1H Bell detrás de las líneas enemigas y rescatar cohetes nuestros, hasta agarrarse a trompadas, solo y estando prisionero, con varios soldados ingleses, por defender a un subordinado suyo. Anaya vio que los ingleses estaban maltratando a su suboficial, Carlos Corsini, y se lanzó a defenderlo a puñetazos limpios. Por supuesto, le cayeron cuatro o cinco encima, lo molieron a golpes, y después lo dejaron encerrado dos días sin agua y alimentos en castigo. Y tantas otras cosas que hizo por amor al prójimo. Por ejemplo, rescatar con su helicóptero, que solo tenia capacidad para 20 personas a los sumo, a 24 soldados del Regimiento 4 que habían quedado abandonados a la buena de Dios en Monte Wall. Y, al revés de los generales, se preocupaba en alimentar a la tropa que estaba sin provisiones en primera línea. Cierta vez ametralló a un rebaño de ovejas para darle de comer a los soldados llevándolas con su helicóptero. Ante la denuncia de los kelpers, fue citado por el general "Caballo" Joffre quien le recriminó lo hecho. La respuesta de Anaya fue antológica: "¿Cómo, eran ovejas? Yo pensé que eran ingleses camuflados con uniformes de invierno". Lamentablemente sólo llegó a capitán: cuando desde adentro de la fuerza le ofrecieron un negociado, pidió la baja. Feliz cumpleaños, querido y admirado Guillermo!

Texto: Nicolás Kasanzew


Un foto más reciente

domingo, 4 de diciembre de 2016

Mirage veterano en Villa La Angostura

Villa La Angostura tendrá un Mirage de la Guerra de las Malvinas para exhibir
Villa La Angostura Digital

Pilotos y mecánicos de uno los Mirage a punto de despegar para entrar en combate en Malvinas



A partir de las gestiones que hicieron excombatientes de esta localidad, la Fuerza Aérea autorizó enviar el avión de combate en desuso. El objetivo es realizar un merecido homenaje a nuestros héroes en la última guerra de la historia con batallas "face to face".
El viceintendente Bruno Barbagelata informó que a partir de las gestiones que hicieron excombatientes de Malvinas de la localidad, se pudo obtener la autorización de la Fuerza Aérea para contar con un avión Mirage que combatió en la Guerra de Malvinas, para su exhibición en Villa La Angostura.

El objetivo es rendir un merecido homenaje a nuestros pilotos que realizaron la última guerra de la historia con batallas "face to face" (cara a cara) debido a que ahora los misiles se disparan desde hasta 100 kilómetros de distancia por la nueva tecnología de radar con apoyo de satélites y GPS sin que los aviones si quiera pudiera verse cuando reciben ataque enemigo.

Barbagelata explicó a LA ANGOSTURA DIGITAL que se trata de un avión en desuso, que será desafectada por la Fuerza Aérea. El viceintendente dijo que los excombatientes presentaron tiempo atrás un pedido al municipio para que avale la solicitud ante la Fuerza Aérea.

Sostuvo que días atrás llegó la respuesta de la Fuerza Aérea que autorizó el traslado del avión hasta Villa La Angostura para que quede en exhibición en un lugar público. “Va a ser un honor tener un avión como ésta que combatió en Malvinas”, sostuvo el viceintendente que destacó la iniciativa de los excombatientes de la localidad. Aclaró que “lo que hizo el municipio fue avalar el pedido”.

Barbagelata señaló que aún no tienen indicado cuándo la Fuerza Aérea trasladará el avión que será entregada al municipio mediante un comodato. También falta definir el tiempo de extensión del comodato. Esos detalles se deben ajustar en las próximas semanas.

El viceintendente dijo que desde la Secretaría de Planificación se está buscando un espacio público adecuado para la exhibición del avión. Señaló que se necesita un lugar de dimensiones importantes por el tamaño del avión. Indicó que, en principio, no hay espacio suficiente en la Plaza de Malvinas.

Dijo que una posibilidad es la plaza central, que está ubicada en el barrio Tres Cerros, a unas tres cuadras del municipio. Pero indicó que aún no está definido porque se está buscando el lugar más apropiado.

La subsecretaria de Planificación, Beatriz Tyczynski, informó a finales de abril pasado que a partir de la propuesta de los vecinos Gino Martínez y Gerardo Salamida, ambos integrantes de la Fuerza Aérea durante el conflicto de Malvinas, “se decidió hacer un homenaje a los aviadores argentinos que fueron verdaderos héroes durante la guerra”.

Foto: Personal auxiliar da luz verde para que el Mirage despegue y entre en combate en Malvinas.

jueves, 1 de diciembre de 2016

VGM no pagarán patentes

Avanza un proyecto que exime del pago de patente a ex combatientes de Malvinas
El proyecto sería para quienes residan dentro de la provincia de Buenos Aires; pasó a la Cámara Alta bonaerense esta noche para su tratamiento
La Nación

El proyecto que exime del pago del Impuesto a los Automotores, comúnmente conocido como el pago de patente, a los ex combatientes de Malvinas con residencia de la provincia de Buenos Aires fue aprobado esta noche por la Cámara de Diputados bonaerense y pasó al Senado para su tratamiento.

La iniciativa del diputado del Frente Renovador, Marcelo Di Pascuale, alcanzaría a casi cuatro mil soldados conscriptos y civiles de la provincia de Buenos Aires. El número representa el 50 por ciento del padrón nacional de ex combatientes.

Una vez sancionado por el Senado bonaerense, los ex combatientes de Malvinas no pagarán patente
Una vez sancionado por el Senado bonaerense, los ex combatientes de Malvinas no pagarán patente. Foto: Archivo

"Proponemos esta medida excepcional que tiende a otorgar un merecido reconocimiento al sacrificio realizado", dijo Di Pascuale al fundamentar su iniciativa, que contempla no sólo a los ex combatientes y civiles sino también a los soldados convocados que estuvieron en el denominado Teatro de Operaciones Malvinas.

El legislador destacó que esta situación especial "debe ser contemplada a la luz de la deuda que la Nación y la Provincia tienen para con estos ciudadanos en virtud del sacrificio por ellos vertidos durante el conflicto y su esfuerzo por lograr su posterior reinserción en la sociedad".


En el proyecto se especifica que la Agencia de Recaudación Bonaerense (ARBA), será el organismo encargado de aplicar esta eximición cuando sea sancionada.

Agencia Télam

jueves, 24 de noviembre de 2016

Rugby sin fronteras: Uniendo a veteranos anglo-argentinos

El recuerdo de Malvinas: la película que une a veteranos argentinos e ingleses
“El camino del encuentro” es un filme que logró reunir a ex combatientes de la guerra de 1982. El rugby fue el factor común
Por Fernando Taveira - Infobae



No se trata de ninguna ficción basada en hechos reales. Iluminados por el fuego, la dama de hierro ó Fuckland fueron otros materiales audiovisuales que no lograron captar la emoción que genera  El camino del encuentro.

Ideada por la fundación Rugby sin froteras, el documental se basa en la búsqueda de la unión entre dos pueblos que fueron separadas por un conflicto bélico y político. Como le explicó uno de los directores a Infobae, "la idea fue describir cómo funciona la sociedad allá". Sebastián Palacios fue uno de los realizadores del filme y en el estreno reconoció: "Buscamos la manera de contar la situación más allá de la guerra. En la actualidad hay que entender cómo repercute todo lo que pasó y buscar un cambio de culturas para frenar la agresión entre ambos países".



El material tiene una carga emotiva tan intensa que es imposible retener las lágrimas. Escenas en las que ex combatientes se unen para disputar un partido de rugby y reciben la bendición del Papa demuestran que el amor es más poderoso que cualquier arma.



"El respeto es fundamental para lograr algo así. Como sociedad no podemos sacar nada bueno si no le preguntamos a los isleños qué piensan. Es importante decir que la guerra no fue cosa del pasado porque la guerra sigue hoy. Ellos tienen ese acontecimiento vivo todo el tiempo y es interesante conocer esa perspectiva", dijo Lino Palacios, el otro director que estuvo a cargo del rodaje.



Con testimonios de los protagonistas que alguna vez se enfrentaron entre trincheras, la película muestra el sentimiento que le produce a los veteranos de guerra volver a las Malvinas. Diálogos reales en donde se manifiestan cosas como "la envidia de no haber participado en el combate cuerpo a cuerpo" y la "porquería que significa la lucha innecesaria", el filme destaca que "en las Falklands, todo lo que concierne a la Argentina representa un problema".



Por lo tanto, la honorable misión que cumplió Bautista Segonds, presidente de Rugby sin Fronteras, representó un paso enorme hacia la unión de dos pueblos que quedaron enfrentados por decisiones políticas. Como lo resumió Lino Palacios: "Cuando fuimos en el 2009 hubo un grupo de isleños que se sumaron a jugar al rugby de manera milagrosa, pero la política de ambos países destruyó eso".