lunes, 28 de diciembre de 2015
domingo, 27 de diciembre de 2015
VGM británico no entiende por qué las islas son inglesas
El ex combatiente que volvió a Malvinas 33 años después: “No entendemos por qué estas islas son británicas”
Una vida a bordo.
Se llama Michael Ward y ahora trabaja en el sistema de seguridad de un crucero que visita las islas cada 15 días. "El regreso fue antipático", reconoce. Sus recuerdos, la importancia de la guerra y el desconocimiento de la causa.
Michael Ward, ex combatiente de Malvinas, que volvió a las Malvinas tras 33 años.
Gastón Leturia - Clarín
Se confunde entre los turistas, su figura espigada recorre cada tarde con un trote intenso el pasillo externo de uno de los pisos de su nueva casa, un buque de 70.000 toneladas y 12 pisos, que lejos está de ser un acorazado de guerra; más bien está repleto de shows, comida, bebidas y diversión. Si el viento helado del Mar Argentino se planta como una barrera insalubre, en todo caso ocupará durante una larga hora una de las ocho cintas para correr dentro del gimnasio del Norwegian Sun, el crucero de esta compañía con base en Miami que de noviembre a marzo hace la ruta Buenos Aires-Valparaíso (Chile). Tiene 51 años y en medio de esta travesía sumará otro más. Los números dan vuelta en su cabeza. Tenía 16 cuando en 1980 ingresó en la Marina Real Británica (Royal Navy) y allí estuvo tres décadas. A los 18 recién cumplidos, en abril de 1982, también se subió a un barco. Pero no tenía el colorinche del Sun, ni la piscina de la cubierta rodeada de reposeras y sus bares repletos de refrescantes tragos. Todo era gris y estaba lleno de armas, cañones y municiones. Era parte de la flota de Royal Navy. Era, en ese joven momento, la casa obligada de Michael Ward, el ex combatiente que volvió a las Islas Malvinas después de 33 años. Ahora, con otros aires, otra templanza y la opción de vida de poder analizar y dar su propia mirada de aquella espantosa guerra. El Norwegian Sun ancla a varios metros de la costa de Puerto Argentino y los turistas se suben a cada tender para cruzar y llegar en unos 20 minutos. Mike se sube y va, en silencio, acompañado por algunos de sus nuevos amigos a bordo. También de sus alumnos, todos como parte de la tripulación, que tienen en Ward al principal instructor en cuanto a todas las medidas de seguridad y prevención se requieren a bordo.
“Fue un antipático regreso, porque muchos británicos preguntaban ¿por qué? Así como ustedes las llaman Malvinas (lo dice en español, por primera y única vez en la charla, pero la traducción se cae de madura), a nosotros no nos enseñaron en nuestra educación acerca de las Falklands, así que un montón de británicos no las conocían. Y en la Royal Navy, de donde provengo, ninguno de nosotros sabía nada acerca de las islas. Cuando nos dijeron que íbamos a las Malvinas, no sabíamos a dónde estaban. El gobierno decidió ir a pelear y allá fuimos. No fue algo divertido para nadie, como toda guerra. Nunca hubo posibilidades, aún ahora, de construir un puente con Argentina”, cuenta, expresivo y serio, Ward, sentado y de piernas cruzadas en uno de los sillones del quinto piso del barco, algo así como el lobby de este hotel flotante.
¿Cuál es su tarea en este barco?
Mi responsabilidad principal es la seguridad del barco, me ocupo de los sistemas de seguridad de la nave. También me ocupo del entrenamiento de toda la tripulación, unas 40 horas por semana de entrenamiento. Es un trabajo grande y tengo un equipo de tres personas trabajando conmigo. Hace dos años que estoy en este barco, en el Sun, y cinco en Norwegian.
¿Y antes?
Antes estuve en la Royal Navy por 30 años. Ingresé en 1980, con 16 años de edad. Estuve en la guerra de Malvinas (dice Falklands) y esta es la primera vez que regreso acá en 33 años.
¿Qué recuerdos tiene de los soldados argentinos?
Admiro a sus pilotos. Sus pilotos fueron gente muy valiente, fueron pilotos realmente muy buenos y tuvimos un montón de problemas por ellos. Demostraron ser muy valientes. Nos hundieron varios barcos.
¿Conoció algún ex soldado argentino?
Sí, sí, sí, me encontré con algunos de los pilotos cuando estaba en la Royal Navy.
En ese momento se nos viene el recuerdo de aquel poema de Jorge Luis Borges, publicado por primera vez el 26 de agosto de 1982 en Clarin. “Juan López y John Ward”, se titulaba, como un giro del destino en la identidad de este británico que tres décadas más tarde volvió a tocar su tierra de guerra. “Les tocó en suerte una época extraña. El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras. (…) Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel. Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen”.
¿Pero les fue posible salir?
Sí, unos días antes del final. Es difícil recordar todo perfectamente... Muchos británicos no entienden cómo pueden ser británicas. No entendemos mucho. Vemos que hubo referéndums en los que la gente quiere ser británica, pero los británicos de allá no saben por qué. Incluso nosotros, ex militares como yo, servidores del gobierno, miramos para atrás y no sabemos por qué. No entendemos por qué las Malvinas son británicas. Y en Gran Bretaña es muy difícil escuchar hablar de las Malvinas, en ninguna conversación sale ese tema.
Como ya aclaró, no sabían a dónde iban...
No teníamos idea de las islas Malvinas, casi nadie en el barco lo sabía, y éramos una tripulación de 350 personas. Había un miembro de la tripulación que sí había escuchado de ellas, pero nadie de nosotros estaba enterado de que las islas Malvinas eran británicas, ni dónde estaban. Esa es la verdad. Y no pensábamos que entraríamos en guerra cuando la Primer Ministro nos envió.
Ward se refiere a Margaret Hilda Thatcher, quien fuera la premier británica desde 1979 a 1990 y falleciera en abril de 2013. Un dato de actualidad indica que la última inauguración que se dio en Puerto Argentino (Stanley, para Mike) es un busto de Thatcher. Ward no se guarda elogios hacia ella, y sigue, mientras mira su reloj aunque no parece apurado. En todo caso un tic cronológico lo debe llevar a ese gesto aún asombrado de estos 33 años que el grupo de periodistas argentinos le hace repasar.
¿Estando acá pensaban que todo se iba a resolver antes?
Sí, de manera política. Ninguno de los militares pensaba que iba a entrar en una guerra. Pensábamos que Margaret lo iba a solucionar, era una fantástica primer ministro, muy fuerte y con decisión.
¿Cuánto tiempo estuvo?
Llegamos como Task Force (una fuerza de tareas), todos nuestros barcos llegaron juntos y estuvimos la guerra entera. Hicimos los desembarcos en el estrecho de San Carlos. Nosotros llevábamos marines que bajaban en la playa Azul y nosotros estábamos al frente. Permanecimos en San Carlos durante toda la guerra, donde nos hundieron algunos barcos. El Sheffield fue el único barco hundido en mar abierto, el resto fue ahí, en el estrecho de San Carlos. Creo que fueron cuatro los barcos hundidos ahí con los Mirage. Ustedes volaban por debajo del alcance de los radares y por eso no los podíamos detectar. Sus pilotos fueron personas muy, muy valientes. Venían por debajo del nivel del radar y, una vez que los detectábamos, muy pocos podían regresar. Así nos hicieron mucho daño en nuestras naves, hasta que se quedaron sin misiles. Si no se hubiesen quedado sin misiles aire-tierra para atacar nuestras naves, nos hubiera sido difícil de defender, sin duda. Estuvimos en problemas allí.
¿Cuál era su tarea en la guerra?
Recargaba combustible de las aeronaves, sobre todo helicópteros. En el desembarco en playa Azul los helicópteros salían, regresaban, los recargaba y volvían a salir. Yo tenía 18 años. Cumplí años en marzo y la guerra empezó en abril.
¿Qué siente ahora?
Tristeza, porque la isla es un terreno muy inhóspito, y en 1982 la población era muy pequeña. Ahora hay dos o tres mil personas. ¿Sabes? No entendemos por qué. Fue por política, política pura. Muchos de mis amigos ya habían regresado. Fue una guerra grande por una ganancia muy pequeña, con unas mil muertes, pero fue sólo política. Es un lugar a 6 mil millas de distancia. A mi hija, que ahora tiene 25 años, nunca le explicaron sobre las Malvinas, sabe que su padre estuvo en la guerra de Malvinas, pero nunca nadie le dijo nada al respecto más que lo que sabe por mí, lo que es realmente muy poco.
¿No lo enseñan en las escuelas?
No, nadie habla de eso. Yo mismo hablo más de las guerras de Afganistán o Irak, muy raramente menciono las Malvinas.
¿Ella le pregunta?
Sí, me pregunta. Porque fue el primer conflicto en el que estuve, después estuve en Bosnia a finales de los ‘90 y en Irak y Afganistán en los 2000. Los militares británicos nunca tuvieron conflicto alguno antes de las Malvinas, por muchos años antes y por muchos años después. Vas a un bar y les preguntás a los británicos acerca de las Malvinas y no sabrán qué decirte.
Parece que fue ayer…
Sí, pero fue hace 33 años, y hoy aún no lo entendemos, sólo la gente de las islas quiere seguir siendo británica, nadie más apoya esta causa.
¿Cómo terminó trabajando en un crucero?
Me retiré de la milicia luego de un contrato de 22 años. Estuve ahí mucho tiempo y obtuve una pensión. Me retiré como a los 46 años de edad y volví a navegar. Intenté no volver a hacerlo, intenté regresar a casa, pero no pude.
Una vida a bordo.
Se llama Michael Ward y ahora trabaja en el sistema de seguridad de un crucero que visita las islas cada 15 días. "El regreso fue antipático", reconoce. Sus recuerdos, la importancia de la guerra y el desconocimiento de la causa.
Michael Ward, ex combatiente de Malvinas, que volvió a las Malvinas tras 33 años.
Gastón Leturia - Clarín
Se confunde entre los turistas, su figura espigada recorre cada tarde con un trote intenso el pasillo externo de uno de los pisos de su nueva casa, un buque de 70.000 toneladas y 12 pisos, que lejos está de ser un acorazado de guerra; más bien está repleto de shows, comida, bebidas y diversión. Si el viento helado del Mar Argentino se planta como una barrera insalubre, en todo caso ocupará durante una larga hora una de las ocho cintas para correr dentro del gimnasio del Norwegian Sun, el crucero de esta compañía con base en Miami que de noviembre a marzo hace la ruta Buenos Aires-Valparaíso (Chile). Tiene 51 años y en medio de esta travesía sumará otro más. Los números dan vuelta en su cabeza. Tenía 16 cuando en 1980 ingresó en la Marina Real Británica (Royal Navy) y allí estuvo tres décadas. A los 18 recién cumplidos, en abril de 1982, también se subió a un barco. Pero no tenía el colorinche del Sun, ni la piscina de la cubierta rodeada de reposeras y sus bares repletos de refrescantes tragos. Todo era gris y estaba lleno de armas, cañones y municiones. Era parte de la flota de Royal Navy. Era, en ese joven momento, la casa obligada de Michael Ward, el ex combatiente que volvió a las Islas Malvinas después de 33 años. Ahora, con otros aires, otra templanza y la opción de vida de poder analizar y dar su propia mirada de aquella espantosa guerra. El Norwegian Sun ancla a varios metros de la costa de Puerto Argentino y los turistas se suben a cada tender para cruzar y llegar en unos 20 minutos. Mike se sube y va, en silencio, acompañado por algunos de sus nuevos amigos a bordo. También de sus alumnos, todos como parte de la tripulación, que tienen en Ward al principal instructor en cuanto a todas las medidas de seguridad y prevención se requieren a bordo.
“Fue un antipático regreso, porque muchos británicos preguntaban ¿por qué? Así como ustedes las llaman Malvinas (lo dice en español, por primera y única vez en la charla, pero la traducción se cae de madura), a nosotros no nos enseñaron en nuestra educación acerca de las Falklands, así que un montón de británicos no las conocían. Y en la Royal Navy, de donde provengo, ninguno de nosotros sabía nada acerca de las islas. Cuando nos dijeron que íbamos a las Malvinas, no sabíamos a dónde estaban. El gobierno decidió ir a pelear y allá fuimos. No fue algo divertido para nadie, como toda guerra. Nunca hubo posibilidades, aún ahora, de construir un puente con Argentina”, cuenta, expresivo y serio, Ward, sentado y de piernas cruzadas en uno de los sillones del quinto piso del barco, algo así como el lobby de este hotel flotante.
¿Cuál es su tarea en este barco?
Mi responsabilidad principal es la seguridad del barco, me ocupo de los sistemas de seguridad de la nave. También me ocupo del entrenamiento de toda la tripulación, unas 40 horas por semana de entrenamiento. Es un trabajo grande y tengo un equipo de tres personas trabajando conmigo. Hace dos años que estoy en este barco, en el Sun, y cinco en Norwegian.
¿Y antes?
Antes estuve en la Royal Navy por 30 años. Ingresé en 1980, con 16 años de edad. Estuve en la guerra de Malvinas (dice Falklands) y esta es la primera vez que regreso acá en 33 años.
¿Qué recuerdos tiene de los soldados argentinos?
Admiro a sus pilotos. Sus pilotos fueron gente muy valiente, fueron pilotos realmente muy buenos y tuvimos un montón de problemas por ellos. Demostraron ser muy valientes. Nos hundieron varios barcos.
¿Conoció algún ex soldado argentino?
Sí, sí, sí, me encontré con algunos de los pilotos cuando estaba en la Royal Navy.
En ese momento se nos viene el recuerdo de aquel poema de Jorge Luis Borges, publicado por primera vez el 26 de agosto de 1982 en Clarin. “Juan López y John Ward”, se titulaba, como un giro del destino en la identidad de este británico que tres décadas más tarde volvió a tocar su tierra de guerra. “Les tocó en suerte una época extraña. El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras. (…) Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel. Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen”.
¿Pero les fue posible salir?
Sí, unos días antes del final. Es difícil recordar todo perfectamente... Muchos británicos no entienden cómo pueden ser británicas. No entendemos mucho. Vemos que hubo referéndums en los que la gente quiere ser británica, pero los británicos de allá no saben por qué. Incluso nosotros, ex militares como yo, servidores del gobierno, miramos para atrás y no sabemos por qué. No entendemos por qué las Malvinas son británicas. Y en Gran Bretaña es muy difícil escuchar hablar de las Malvinas, en ninguna conversación sale ese tema.
Como ya aclaró, no sabían a dónde iban...
No teníamos idea de las islas Malvinas, casi nadie en el barco lo sabía, y éramos una tripulación de 350 personas. Había un miembro de la tripulación que sí había escuchado de ellas, pero nadie de nosotros estaba enterado de que las islas Malvinas eran británicas, ni dónde estaban. Esa es la verdad. Y no pensábamos que entraríamos en guerra cuando la Primer Ministro nos envió.
Ward se refiere a Margaret Hilda Thatcher, quien fuera la premier británica desde 1979 a 1990 y falleciera en abril de 2013. Un dato de actualidad indica que la última inauguración que se dio en Puerto Argentino (Stanley, para Mike) es un busto de Thatcher. Ward no se guarda elogios hacia ella, y sigue, mientras mira su reloj aunque no parece apurado. En todo caso un tic cronológico lo debe llevar a ese gesto aún asombrado de estos 33 años que el grupo de periodistas argentinos le hace repasar.
¿Estando acá pensaban que todo se iba a resolver antes?
Sí, de manera política. Ninguno de los militares pensaba que iba a entrar en una guerra. Pensábamos que Margaret lo iba a solucionar, era una fantástica primer ministro, muy fuerte y con decisión.
¿Cuánto tiempo estuvo?
Llegamos como Task Force (una fuerza de tareas), todos nuestros barcos llegaron juntos y estuvimos la guerra entera. Hicimos los desembarcos en el estrecho de San Carlos. Nosotros llevábamos marines que bajaban en la playa Azul y nosotros estábamos al frente. Permanecimos en San Carlos durante toda la guerra, donde nos hundieron algunos barcos. El Sheffield fue el único barco hundido en mar abierto, el resto fue ahí, en el estrecho de San Carlos. Creo que fueron cuatro los barcos hundidos ahí con los Mirage. Ustedes volaban por debajo del alcance de los radares y por eso no los podíamos detectar. Sus pilotos fueron personas muy, muy valientes. Venían por debajo del nivel del radar y, una vez que los detectábamos, muy pocos podían regresar. Así nos hicieron mucho daño en nuestras naves, hasta que se quedaron sin misiles. Si no se hubiesen quedado sin misiles aire-tierra para atacar nuestras naves, nos hubiera sido difícil de defender, sin duda. Estuvimos en problemas allí.
¿Cuál era su tarea en la guerra?
Recargaba combustible de las aeronaves, sobre todo helicópteros. En el desembarco en playa Azul los helicópteros salían, regresaban, los recargaba y volvían a salir. Yo tenía 18 años. Cumplí años en marzo y la guerra empezó en abril.
¿Qué siente ahora?
Tristeza, porque la isla es un terreno muy inhóspito, y en 1982 la población era muy pequeña. Ahora hay dos o tres mil personas. ¿Sabes? No entendemos por qué. Fue por política, política pura. Muchos de mis amigos ya habían regresado. Fue una guerra grande por una ganancia muy pequeña, con unas mil muertes, pero fue sólo política. Es un lugar a 6 mil millas de distancia. A mi hija, que ahora tiene 25 años, nunca le explicaron sobre las Malvinas, sabe que su padre estuvo en la guerra de Malvinas, pero nunca nadie le dijo nada al respecto más que lo que sabe por mí, lo que es realmente muy poco.
¿No lo enseñan en las escuelas?
No, nadie habla de eso. Yo mismo hablo más de las guerras de Afganistán o Irak, muy raramente menciono las Malvinas.
¿Ella le pregunta?
Sí, me pregunta. Porque fue el primer conflicto en el que estuve, después estuve en Bosnia a finales de los ‘90 y en Irak y Afganistán en los 2000. Los militares británicos nunca tuvieron conflicto alguno antes de las Malvinas, por muchos años antes y por muchos años después. Vas a un bar y les preguntás a los británicos acerca de las Malvinas y no sabrán qué decirte.
Parece que fue ayer…
Sí, pero fue hace 33 años, y hoy aún no lo entendemos, sólo la gente de las islas quiere seguir siendo británica, nadie más apoya esta causa.
¿Cómo terminó trabajando en un crucero?
Me retiré de la milicia luego de un contrato de 22 años. Estuve ahí mucho tiempo y obtuve una pensión. Me retiré como a los 46 años de edad y volví a navegar. Intenté no volver a hacerlo, intenté regresar a casa, pero no pude.
sábado, 26 de diciembre de 2015
viernes, 25 de diciembre de 2015
jueves, 24 de diciembre de 2015
La versión kelper de la Resolución 2065
Malvinas y Resolución 2065: La ONU fue 'soberanamente engañada'
Las Naciones Unidas fueron “soberanamente engañadas” hace cincuenta años, sostuvo el legislador de las Islas Malvinas Mike Summers en respuesta a la celebración en Argentina del quincuagésimo aniversario de la resolución de la ONU reconociendo la existencia de una disputa de soberanía respecto a las Malvinas.
Fuente: Mercopress
La resolución 2065 sostiene que las Malvinas están encuadradas en una 'situación colonial', la cual debe ser resuelta tomando en consideración el objetivo de eliminar toda forma de colonialismo.
La resolución de 1965 invita a las partes a encontrar una solución pacífica a la disputa y que se tome en consideración los intereses de los habitantes de las Islas.
Pero MLA Summers afirma que la Resolución 2065 de la ONU se basó en una serie de mentiras, engaños y medias verdades elevadas a la ONU por el entonces embajador argentino José María Ruda.
El legislador sostiene que existen por lo menos doce 'no verdades' en la resolución y se vienen repitiendo una y otra vez por los sucesivos políticos argentinos.
MLA Summers reiteró una afirmación que elevó ante el Comité de Descolonización de la ONU haciendo resaltar que el embajador Ruda había afirmado que la soberanía española sobre las Malvinas era caso cerrado, pues España había realizado una reserva expresa de su soberanía sobre las Islas el 22 de enero de 1771.
“No fue así; tanto Gran Bretaña como España se reservaron sus posiciones respecto a la soberanía sobre las Islas en el tratado”. El Dr. Ruda también argumentó que Gran Bretaña expulsó a la población argentina de las Malvinas en 1833.
“No fue así”, resaltó Summers, “lo que hizo Gran Bretaña fue remover un destacamento militar ilegal, pero persuadió a muchos civiles argentinos y uruguayos a que permanecieran en las Islas”.
Argentina afirma que los habitantes residentes argentinos resistieron a los 'invasores' británicos: “no fue así, por el contrario dieron la bienvenida y buscaban ayuda para escapar del fracasado emprendimiento de Vernet, y permanecieron en las Islas”.
También afirman que Gran Bretaña reemplazó a los habitantes argentinos con súbditos británicos: “no fue así”, afirma MLA Summers, “muchos de los civiles argentinos se quedaron, y con el correr de los años fueron suplementados por nuevos colonos de otros países de Europa y América del Sur, incluyendo Chile, Argentina, Uruguay el Reino Unido y Escandinavia”.
El embajador argentino Ruda afirmó que no existía acuerdo internacional alguno que confirmara la posesión británica de las Malvinas y que Argentina jamás había aceptado la posesión británica de las Malvinas.
De acuerdo a MLA Summers, “La convención del Acuerdo de 1849 ratificada por ambos gobiernos en 1850, confirmaba que no había disputas pendientes entre los dos países. Es decir, Argentina aceptó la soberanía británica sobre las Malvinas”.
Argentina afirma que ”los Falkland Islanders (Isleños) eran una población británica temporal“, pero MLA Summers describe esta afirmación como quizá ”la mayor de todos los engaños, pues ahora podemos demonstrar que existen nueve o hasta diez generaciones de colonos de 61 diferentes orígenes étnicos“.
MLA Summers remata argumentando que la resolución 2065 ha sido más que desacreditada por la historia. ”Fue consignada al basurero en 1982 cuando Argentina recuperó las Malvinas, y hecha totalmente irrelevante por el referendo de 2013“.
”Resulta desafortunado“ que el nuevo gobierno argentino haya decidido que nuevamente quiere poner al frente dicha resolución, ”pero creo que desde nuestra perspectiva me gustaría reiterar que el camino está abierto para que el nuevo gobierno de Argentina encuentre una forma mejor y de cooperación para convivir en el Atlántico sudoeste“.
”Esto no quiere decir, nunca quiso y nunca significará que estamos preparados a discutir la soberanía de las Falkland Islands. (PN).
Las Naciones Unidas fueron “soberanamente engañadas” hace cincuenta años, sostuvo el legislador de las Islas Malvinas Mike Summers en respuesta a la celebración en Argentina del quincuagésimo aniversario de la resolución de la ONU reconociendo la existencia de una disputa de soberanía respecto a las Malvinas.
Fuente: Mercopress
La resolución 2065 sostiene que las Malvinas están encuadradas en una 'situación colonial', la cual debe ser resuelta tomando en consideración el objetivo de eliminar toda forma de colonialismo.
La resolución de 1965 invita a las partes a encontrar una solución pacífica a la disputa y que se tome en consideración los intereses de los habitantes de las Islas.
Pero MLA Summers afirma que la Resolución 2065 de la ONU se basó en una serie de mentiras, engaños y medias verdades elevadas a la ONU por el entonces embajador argentino José María Ruda.
El legislador sostiene que existen por lo menos doce 'no verdades' en la resolución y se vienen repitiendo una y otra vez por los sucesivos políticos argentinos.
MLA Summers reiteró una afirmación que elevó ante el Comité de Descolonización de la ONU haciendo resaltar que el embajador Ruda había afirmado que la soberanía española sobre las Malvinas era caso cerrado, pues España había realizado una reserva expresa de su soberanía sobre las Islas el 22 de enero de 1771.
“No fue así; tanto Gran Bretaña como España se reservaron sus posiciones respecto a la soberanía sobre las Islas en el tratado”. El Dr. Ruda también argumentó que Gran Bretaña expulsó a la población argentina de las Malvinas en 1833.
“No fue así”, resaltó Summers, “lo que hizo Gran Bretaña fue remover un destacamento militar ilegal, pero persuadió a muchos civiles argentinos y uruguayos a que permanecieran en las Islas”.
Argentina afirma que los habitantes residentes argentinos resistieron a los 'invasores' británicos: “no fue así, por el contrario dieron la bienvenida y buscaban ayuda para escapar del fracasado emprendimiento de Vernet, y permanecieron en las Islas”.
También afirman que Gran Bretaña reemplazó a los habitantes argentinos con súbditos británicos: “no fue así”, afirma MLA Summers, “muchos de los civiles argentinos se quedaron, y con el correr de los años fueron suplementados por nuevos colonos de otros países de Europa y América del Sur, incluyendo Chile, Argentina, Uruguay el Reino Unido y Escandinavia”.
El embajador argentino Ruda afirmó que no existía acuerdo internacional alguno que confirmara la posesión británica de las Malvinas y que Argentina jamás había aceptado la posesión británica de las Malvinas.
De acuerdo a MLA Summers, “La convención del Acuerdo de 1849 ratificada por ambos gobiernos en 1850, confirmaba que no había disputas pendientes entre los dos países. Es decir, Argentina aceptó la soberanía británica sobre las Malvinas”.
Argentina afirma que ”los Falkland Islanders (Isleños) eran una población británica temporal“, pero MLA Summers describe esta afirmación como quizá ”la mayor de todos los engaños, pues ahora podemos demonstrar que existen nueve o hasta diez generaciones de colonos de 61 diferentes orígenes étnicos“.
MLA Summers remata argumentando que la resolución 2065 ha sido más que desacreditada por la historia. ”Fue consignada al basurero en 1982 cuando Argentina recuperó las Malvinas, y hecha totalmente irrelevante por el referendo de 2013“.
”Resulta desafortunado“ que el nuevo gobierno argentino haya decidido que nuevamente quiere poner al frente dicha resolución, ”pero creo que desde nuestra perspectiva me gustaría reiterar que el camino está abierto para que el nuevo gobierno de Argentina encuentre una forma mejor y de cooperación para convivir en el Atlántico sudoeste“.
”Esto no quiere decir, nunca quiso y nunca significará que estamos preparados a discutir la soberanía de las Falkland Islands. (PN).
miércoles, 23 de diciembre de 2015
Otra reflexión sobre la Resolución 2065
Las Islas Malvinas
PABLO ORTIZ GARCÍA - El Comercio
El 16 de diciembre se cumplieron 50 años de la expedición de la Resolución 2065 de la Organización de las Naciones Unidas, a través de la cual, y sin voto en contra alguno, el mundo entero reconoció la existencia de una controversia sobre la soberanía de las Islas Malvinas (no Islas Folkland, como los ingleses las llaman). Este conflicto debía ser resuelto, según la Resolución de la ONU indicada, cuidando la integridad territorial y los intereses de sus habitantes. El doctor Ezequiel Pereyra Zorraquín, abogado argentino y experto en materia de Derecho Internacional Público, afirma que “en pleno fin del colonialismo, ellos consiguieron (se refiere a los expertos argentinos encargados del tema de las Islas Malvinas), que la disputa se concentrara sobre el territorio, pero no sobre un pueblo, que en realidad era un injerto colonial”. Con el reconocimiento de la ONU, que se dio cuando Arturo Illia ejercía la Presidencia de la República Argentina, el siguiente paso a seguir fue que se “una” el territorio continental argentino con el insular, para lo cual con cierta regularidad barcos argentinos arribaban a esas Islas, al igual que la ruta entre esos dos territorios separado por el Océano Atlántico se cubría por vía aérea al menos dos veces por semana. En lo referido a la población llevada desde Inglaterra, se le enseñaba el idioma español, al igual que se le ofrecía becas para que estudie en las universidades argentinas en el continente. Se proveía de gas y combustible a sus habitantes. Es decir, las autoridades gubernamentales en Buenos Aires ejercían actos de soberanía en la parte insular de su territorio. Sin embargo, el golpe de Estado que el general Onganía propició en contra del mandatario del Partido Radical, Arturo Illia, tuvo como resultado, entre otras consecuencias nefastas, que toda la política internacional llevada a efecto por expertos de la Cancillería argentina sobre las Islas Malvinas, se fuera al garete. Y, poco a poco, la política colonialista del Reino Unido se consolidó en un territorio ubicado a poca distancia de Argentina y a miles de kilómetros de Londres. La política colonialista de los grandes imperios que existieron en el mundo, se desmoronó. Los pueblos “conquistados” han regresado a sus orígenes; es decir, a tener su propia identidad y a desarrollarse de acuerdo a sus principios. Pero en lo que respecta a las Islas Malvinas, Argentina se extravió en su pretensión de recuperarlas, y América del Sur, al no haber un líder, no se ha unido en la lucha por acabar con una colonia inglesa enclavada en un lugar estratégico para América del Sur. Los nuevos vientos libertarios que están llegando a América ojalá logren que la política internacional de Argentina sea más diáfana en la lucha por unas islas que le pertenecen por historia.
PABLO ORTIZ GARCÍA - El Comercio
El 16 de diciembre se cumplieron 50 años de la expedición de la Resolución 2065 de la Organización de las Naciones Unidas, a través de la cual, y sin voto en contra alguno, el mundo entero reconoció la existencia de una controversia sobre la soberanía de las Islas Malvinas (no Islas Folkland, como los ingleses las llaman). Este conflicto debía ser resuelto, según la Resolución de la ONU indicada, cuidando la integridad territorial y los intereses de sus habitantes. El doctor Ezequiel Pereyra Zorraquín, abogado argentino y experto en materia de Derecho Internacional Público, afirma que “en pleno fin del colonialismo, ellos consiguieron (se refiere a los expertos argentinos encargados del tema de las Islas Malvinas), que la disputa se concentrara sobre el territorio, pero no sobre un pueblo, que en realidad era un injerto colonial”. Con el reconocimiento de la ONU, que se dio cuando Arturo Illia ejercía la Presidencia de la República Argentina, el siguiente paso a seguir fue que se “una” el territorio continental argentino con el insular, para lo cual con cierta regularidad barcos argentinos arribaban a esas Islas, al igual que la ruta entre esos dos territorios separado por el Océano Atlántico se cubría por vía aérea al menos dos veces por semana. En lo referido a la población llevada desde Inglaterra, se le enseñaba el idioma español, al igual que se le ofrecía becas para que estudie en las universidades argentinas en el continente. Se proveía de gas y combustible a sus habitantes. Es decir, las autoridades gubernamentales en Buenos Aires ejercían actos de soberanía en la parte insular de su territorio. Sin embargo, el golpe de Estado que el general Onganía propició en contra del mandatario del Partido Radical, Arturo Illia, tuvo como resultado, entre otras consecuencias nefastas, que toda la política internacional llevada a efecto por expertos de la Cancillería argentina sobre las Islas Malvinas, se fuera al garete. Y, poco a poco, la política colonialista del Reino Unido se consolidó en un territorio ubicado a poca distancia de Argentina y a miles de kilómetros de Londres. La política colonialista de los grandes imperios que existieron en el mundo, se desmoronó. Los pueblos “conquistados” han regresado a sus orígenes; es decir, a tener su propia identidad y a desarrollarse de acuerdo a sus principios. Pero en lo que respecta a las Islas Malvinas, Argentina se extravió en su pretensión de recuperarlas, y América del Sur, al no haber un líder, no se ha unido en la lucha por acabar con una colonia inglesa enclavada en un lugar estratégico para América del Sur. Los nuevos vientos libertarios que están llegando a América ojalá logren que la política internacional de Argentina sea más diáfana en la lucha por unas islas que le pertenecen por historia.
martes, 22 de diciembre de 2015
Ejército británico: Scots Guards
Scots Guards
Guardias Escoceses
Los guardias escoceses son parte de 12° Brigada Blindada de Infantería. Aunque famoso por sus pieles de oso y túnicas escarlata, son sólo una parte del día del Regimiento a día las tareas. En primer lugar los guardias escoceses son soldados de infantería de combate, entrenados y listos para desplegarse en las operaciones en cualquier momento, en cualquier lugar del mundo.
Un Batallón de Infantería Mecanizada es uno de los elementos clave de una Brigada Mecanizada. El batallón está siempre listo para el siguiente desafío probable que se enfrenta el país, y para proporcionar una capacidad de infantería rápida montada para hacer frente a una crisis en el país o en el extranjero.
El Batallón está estacionado actualmente en Catterick, North Yorkshire donde permanecerá hasta mediados de 2015. Después de que se trasladará a Aldershot, que se debe a convertirse en el nuevo centro de excelencia para la Infantería Mecanizada. El batallón se compone de tres compañías de fusileros, una compañía de armas de apoyo que incluye reconocimiento, Pelotones anti-Tanque, mortero y de ametralladora y una compañía de Cuartel General.
La vida en el Batallón es variada y desafiante. Un día usted podría estar conduciendo a través de las llanuras de Alberta, Canadá, en un Mastín, y al siguiente estás empacando su equipo para ir en un ejercicio de entrenamiento de aventura en Nepal. El Batallón compite al más alto nivel en el fútbol y el rugby, mientras que muchos guardias representan la Batallón de esquí de fondo, esquí y squash. Hay más de 45 deportes diferentes que se ofrecen, y si eres lo suficientemente bueno puede jugar hasta Ejército, o incluso nacional.
Los guardias escoceses están muy orgullosos de su servicio ininterrumpido y la lealtad a la reina y el país. Tienen una reputación duramente ganada como la lucha contra los soldados. Los guardias escoceses han realizado sobre las operaciones de todo el mundo, pero más recientemente en Irak, Afganistán y las Islas Malvinas.
lA Compañía F de los Guardias Escoceses marchan por las calles de Londres a los Cuarteles de Wellington Barracks.
La F Company es una pequeña rama independiente del Regimiento que tiene su base permanente en Londres. La F Company ofrece a los Guardias Reales del Palacio de Buckingham, el Castillo de Windsor y la Torre de Londres.
Usted puede esperar una pequeña gira en la Compañía F al término de la formación como un soldado de infantería de combate recién titulados. Cuando no está en deberes reales que proporcionan el "escaparate" para el país, los Guardias de la Compañía F se pueden encontrar en el ejercicio en todo el mundo. Viajes recientes incluyen Polonia, Kazajstán, Belice y España.
British Army
Guardias Escoceses
Los guardias escoceses son parte de 12° Brigada Blindada de Infantería. Aunque famoso por sus pieles de oso y túnicas escarlata, son sólo una parte del día del Regimiento a día las tareas. En primer lugar los guardias escoceses son soldados de infantería de combate, entrenados y listos para desplegarse en las operaciones en cualquier momento, en cualquier lugar del mundo.
Infantería Mecanizada
Un Batallón de Infantería Mecanizada es uno de los elementos clave de una Brigada Mecanizada. El batallón está siempre listo para el siguiente desafío probable que se enfrenta el país, y para proporcionar una capacidad de infantería rápida montada para hacer frente a una crisis en el país o en el extranjero.
1er Batallón Scots Guards
Un soldado de la guardia en el ejercicio en la hierba con un arma. |
La vida en el Batallón es variada y desafiante. Un día usted podría estar conduciendo a través de las llanuras de Alberta, Canadá, en un Mastín, y al siguiente estás empacando su equipo para ir en un ejercicio de entrenamiento de aventura en Nepal. El Batallón compite al más alto nivel en el fútbol y el rugby, mientras que muchos guardias representan la Batallón de esquí de fondo, esquí y squash. Hay más de 45 deportes diferentes que se ofrecen, y si eres lo suficientemente bueno puede jugar hasta Ejército, o incluso nacional.
Los guardias escoceses están muy orgullosos de su servicio ininterrumpido y la lealtad a la reina y el país. Tienen una reputación duramente ganada como la lucha contra los soldados. Los guardias escoceses han realizado sobre las operaciones de todo el mundo, pero más recientemente en Irak, Afganistán y las Islas Malvinas.
Compañía F
lA Compañía F de los Guardias Escoceses marchan por las calles de Londres a los Cuarteles de Wellington Barracks.
La F Company es una pequeña rama independiente del Regimiento que tiene su base permanente en Londres. La F Company ofrece a los Guardias Reales del Palacio de Buckingham, el Castillo de Windsor y la Torre de Londres.
Usted puede esperar una pequeña gira en la Compañía F al término de la formación como un soldado de infantería de combate recién titulados. Cuando no está en deberes reales que proporcionan el "escaparate" para el país, los Guardias de la Compañía F se pueden encontrar en el ejercicio en todo el mundo. Viajes recientes incluyen Polonia, Kazajstán, Belice y España.
British Army
sábado, 19 de diciembre de 2015
Cameron pide inmaduramente madurez
David Cameron pidió "una relación más madura" con la Argentina, pero advirtió que es "inflexible" sobre Malvinas
En su mensaje de fin de año a los isleños, el primer ministro británico les prometió mantener su posición sobre el "derecho a la autodeterminación" de los habitantes del archipiélago
David Cameron habló sobre el nuevo gobierno y el conflicto por Malvinas. Foto:Reuters
El primer ministro británico, David Cameron, les dijo a los isleños de Malvinas que la reciente elección de Mauricio Macri como presidente argentino es una oportunidad para forjar una relación "más madura" entre Londres y Buenos Aires, pero advirtió que es "inflexible" la posición del Reino Unido respecto del "derecho a la autodeterminación" de los habitantes del archipiélago.
Cameron inició su mensaje con una frase conciliadora hacia la Casa Rosada: "Tengo la esperanza de que la elección de un nuevo presidente en Argentina nos permita movernos hacia una relación más madura. Está claro que existen muchas áreas en las que la cooperación nos beneficiaría a ambos", señaló el premier conservador en su mensaje por fin de año a los isleños, en relación con el conflicto por la soberanía de Malvinas.
El jefe del Gobierno británico subrayó sin embargo que su Ejecutivo "presionará" para defender la explotación de los yacimientos de hidrocarburos detectados cerca de las costas de las islas atlánticas, una cuestión que ha levantado controversias con Argentina.
"He hablado con el presidente Macri y, aunque estoy dispuesto a mejorar las relaciones con Argentina para el beneficio de todos, he sido claro en el hecho de que eso no cambia la posición de mi Gobierno sobre su derecho a la autodeterminación. En eso somos inflexibles", dijo Cameron, quien mantuvo una tensa relación con la ex presidenta Cristina Kirchner.
El 26 de noviembre pasado, cuatro días después del triunfo electoral de Macri que puso fin a 12 años de la administración kirchnerista, el gobernante británico se comunicó telefónicamente con el líder del PRO y le ofreció respaldo a su gestión.
"Ambos líderes esperan reunirse en el futuro", destacó el gobierno de Gran Bretaña en un texto oficial difundido luego de esa conversación.
El texto agregó que ambos líderes políticos "coincidieron en que se trata de una oportunidad para fortalecer relaciones entre el Reino Unido y Argentina y desarrollar los lazos comerciales y de inversión existentes".
En su mensaje, el primer ministro adelantó además que se ampliarán los trabajos para retirar las minas que quedaron diseminadas en diversas zonas durante el conflicto entre el Reino Unido y Argentina en 1982.
Agencias EFE y DyN
La Nación
En su mensaje de fin de año a los isleños, el primer ministro británico les prometió mantener su posición sobre el "derecho a la autodeterminación" de los habitantes del archipiélago
David Cameron habló sobre el nuevo gobierno y el conflicto por Malvinas. Foto:Reuters
El primer ministro británico, David Cameron, les dijo a los isleños de Malvinas que la reciente elección de Mauricio Macri como presidente argentino es una oportunidad para forjar una relación "más madura" entre Londres y Buenos Aires, pero advirtió que es "inflexible" la posición del Reino Unido respecto del "derecho a la autodeterminación" de los habitantes del archipiélago.
Cameron inició su mensaje con una frase conciliadora hacia la Casa Rosada: "Tengo la esperanza de que la elección de un nuevo presidente en Argentina nos permita movernos hacia una relación más madura. Está claro que existen muchas áreas en las que la cooperación nos beneficiaría a ambos", señaló el premier conservador en su mensaje por fin de año a los isleños, en relación con el conflicto por la soberanía de Malvinas.
El jefe del Gobierno británico subrayó sin embargo que su Ejecutivo "presionará" para defender la explotación de los yacimientos de hidrocarburos detectados cerca de las costas de las islas atlánticas, una cuestión que ha levantado controversias con Argentina.
"He hablado con el presidente Macri y, aunque estoy dispuesto a mejorar las relaciones con Argentina para el beneficio de todos, he sido claro en el hecho de que eso no cambia la posición de mi Gobierno sobre su derecho a la autodeterminación. En eso somos inflexibles", dijo Cameron, quien mantuvo una tensa relación con la ex presidenta Cristina Kirchner.
El 26 de noviembre pasado, cuatro días después del triunfo electoral de Macri que puso fin a 12 años de la administración kirchnerista, el gobernante británico se comunicó telefónicamente con el líder del PRO y le ofreció respaldo a su gestión.
"Ambos líderes esperan reunirse en el futuro", destacó el gobierno de Gran Bretaña en un texto oficial difundido luego de esa conversación.
El texto agregó que ambos líderes políticos "coincidieron en que se trata de una oportunidad para fortalecer relaciones entre el Reino Unido y Argentina y desarrollar los lazos comerciales y de inversión existentes".
En su mensaje, el primer ministro adelantó además que se ampliarán los trabajos para retirar las minas que quedaron diseminadas en diversas zonas durante el conflicto entre el Reino Unido y Argentina en 1982.
Agencias EFE y DyN
La Nación
Scots Guards: De Tumbledown a Afganistán
Cabo Mark Cape
18 años
1er Batallón Guardia Escocesa
Monte Tumbledown -Guerra de Malvinas
* Guerra Afganistán
"..EL COLORADO CAPE , DE JOVEN CABO EN MALVINAS A CAPITÁN EN AFGANISTÁN .."
Malvinas, héroe británico que ayudó a "reconquistar" a las islas volvió a la línea del frente en Afganistán (Agosto 2012)
En 1982, con 18 años de edad, Mark Cape, era un cabo británico que fue uno de los héroes que ayudaron a recapturar a las Islas Malvinas después de la toma argentina.
Luchó en una de las batallas más feroces de la campaña para tomar el Monte Tumbledown, y experimentar el horror de camaradas que se mataron e hirieron mutuamente.
Él y sus colegas en los Scots Guards del primer batallón (Guardia Escocesa) , enfrentó duramente a soldados argentinos en zanjas excavadas en la ladera y contra ametralladoras pesadas. La lucha fue a menudo mano a mano con las bayonetas.
Pero la victoria obligó a los argentinos a rendirse - y el territorio británico a distancia fueron recapturados.
Décadas después, el capitán Cape, ahora de 48 años, está volviendo a la línea del frente en Afganistán. Él es uno de un pequeño grupo de soldados que han servido en ambos conflictos.
Ahora es de Intendencia del Regimiento del 1er Batallón Scots Guards ', a cargo de las tiendas y equipos por valor de cientos de millones de libras.
El tendrá el trabajo vital de asegurar que las tropas tienen el kit y equipo adecuado - todo, desde radios portátiles y paquetes de raciones a municiones y vehículos blindados - en el momento adecuado.
Recordando la batalla de día y de noche de 19 horas de duración para tomar Tumbledown, con vistas a la capital de Malvinas , el capitán Cape, un padre de dos niños de Carlisle, Cumbria, dijo:
"Hasta el momento hemos arreglado bayonetas para iniciar la misión parecía como un juego..."
"Entonces estábamos en el extremo donde recíbiamos las rondas de ametralladoras pesadas , y eso fue aterrador. Se podía oír a sus propios hombres gritando a su alrededor y que decían a los soldados argentinos donde apuntar...."
Los equipos suministrados en las Malvinas eran "básicos", dijo el capitán Cape. Botas con lados de cartón y calcetines de nylon que nunca se secan en las condiciones invernales mojadas, por lo que la condición de pie de trinchera al estilo 1er. Guerra Mundial era moneda corriente.
Soldados armados con rifles de asalto, ametralladoras y municiones también fueron cargados de suministros de alimentos en conserva en sus mochilas.
Aunque parezca increíble, muchos soldados tiraron chalecos antibalas y cascos para poder reaccionar más rápidamente en la batalla.
Su compañía, flanco izquierdo, perdió nueve de sus 106 hombres en Tumbledown. Otros 26 resultaron heridos.
Después de las Malvinas, el capitán Cape sirvió en Irlanda del Norte e Irák.
Ahora está a la espera de jugar su parte en su primer período de servicio en el bastión talibán de Helmand.
Él relata :
El Capitán Cape cuenta que es un "privilegio" ser parte hoy de la cuarta Brigada Mecanizada - apodado las ratas negras - para su gira de seis meses a partir del próximo mes.
Pero admite que será un tiempo de ansiedad por su esposa Catherine y sus hijos Harry, de 21 años, y Alex, 17.
(Traducido por Google Traductor- Adaptado y corregido por FDLGDM)
UN FRAGMENTO DE UN RELATO RESPECTO A SU ACTUACIÓN EN MALVINAS - BATALLA DE MOUNT TUMBLEDOWN :
"..El soldado escoses Mark Cape más tarde revelaría que otro grupo separado de la Compañía Flanco Izquierdo también sufrió bajas en la cumbre de Tumbledown/Destartalado:
- "...Nos movimos hacia una posición adelantada.
Pronto estaba sentado en la cima de la montaña, el enemigo se habia retirado.
Habia tenido un montón de fuego viniendo hacia mi, y una gran cantidad de personas se posicionaron a mi alrededor.
El comandante de la sección se acerca a mi y me dice:
" Bien, usted puede descansar ahora."
De repente, oigo algo en las rocas y todos nos decimos,
'¿Qué es eso?' Alguien pregunta: "¿Quién anda ahí? ' ...
Nos pusimos en contacto en la radio y preguntamos si el Flanco Derecho había pasado a través de nuestras lineas.
Desafortunadamente, en ese momento el operador de la radio es alcanzado y no obtuvimos una respuesta .
Las personas con que nos enfrentábamos eran argentinos ... Granadas de mano caen en nuestra posición. El comandante de la sección es alcanzado y el segundo encargado cae al suelo, sin ningún movimiento visible.
Todo lo que queda ahora son cinco guardias y gritábamos como lunáticos, abriendo fuego a cualqiera cosa que moviera, todo alrededor nuestro, hasta que tomamos el control entre nosotros.
El enemigo se retiró, pero el comandante de sección seguía gritando y gritando. La mayor parte de su cara había desaparecido debido a la explosión.
Lo bajamos porque él estaba delatando nuestra posición.
Logramos poner una inyección de morfina en él y eso lo calmó ... El comandante de la compañía gritó:
'¿Qué está pasando? '
... Mientras tanto , el Flanco Derecho estaba pasando al asalto a través de nuestras posiciones ...
Desafortunadamente para ellos, sufrieron varias bajas. Atacaron demasiado rápido y no revisaron todas las posiciones. A medida que avanzaban, el enemigo aparecia por detrás disparandolos..."
facebook : Fotos de la Guerra de Malvinas
18 años
1er Batallón Guardia Escocesa
Monte Tumbledown -Guerra de Malvinas
* Guerra Afganistán
"..EL COLORADO CAPE , DE JOVEN CABO EN MALVINAS A CAPITÁN EN AFGANISTÁN .."
Malvinas, héroe británico que ayudó a "reconquistar" a las islas volvió a la línea del frente en Afganistán (Agosto 2012)
En 1982, con 18 años de edad, Mark Cape, era un cabo británico que fue uno de los héroes que ayudaron a recapturar a las Islas Malvinas después de la toma argentina.
Luchó en una de las batallas más feroces de la campaña para tomar el Monte Tumbledown, y experimentar el horror de camaradas que se mataron e hirieron mutuamente.
Él y sus colegas en los Scots Guards del primer batallón (Guardia Escocesa) , enfrentó duramente a soldados argentinos en zanjas excavadas en la ladera y contra ametralladoras pesadas. La lucha fue a menudo mano a mano con las bayonetas.
Pero la victoria obligó a los argentinos a rendirse - y el territorio británico a distancia fueron recapturados.
Décadas después, el capitán Cape, ahora de 48 años, está volviendo a la línea del frente en Afganistán. Él es uno de un pequeño grupo de soldados que han servido en ambos conflictos.
Ahora es de Intendencia del Regimiento del 1er Batallón Scots Guards ', a cargo de las tiendas y equipos por valor de cientos de millones de libras.
El tendrá el trabajo vital de asegurar que las tropas tienen el kit y equipo adecuado - todo, desde radios portátiles y paquetes de raciones a municiones y vehículos blindados - en el momento adecuado.
Recordando la batalla de día y de noche de 19 horas de duración para tomar Tumbledown, con vistas a la capital de Malvinas , el capitán Cape, un padre de dos niños de Carlisle, Cumbria, dijo:
"Hasta el momento hemos arreglado bayonetas para iniciar la misión parecía como un juego..."
"Entonces estábamos en el extremo donde recíbiamos las rondas de ametralladoras pesadas , y eso fue aterrador. Se podía oír a sus propios hombres gritando a su alrededor y que decían a los soldados argentinos donde apuntar...."
Los equipos suministrados en las Malvinas eran "básicos", dijo el capitán Cape. Botas con lados de cartón y calcetines de nylon que nunca se secan en las condiciones invernales mojadas, por lo que la condición de pie de trinchera al estilo 1er. Guerra Mundial era moneda corriente.
Soldados armados con rifles de asalto, ametralladoras y municiones también fueron cargados de suministros de alimentos en conserva en sus mochilas.
Aunque parezca increíble, muchos soldados tiraron chalecos antibalas y cascos para poder reaccionar más rápidamente en la batalla.
Su compañía, flanco izquierdo, perdió nueve de sus 106 hombres en Tumbledown. Otros 26 resultaron heridos.
Después de las Malvinas, el capitán Cape sirvió en Irlanda del Norte e Irák.
Ahora está a la espera de jugar su parte en su primer período de servicio en el bastión talibán de Helmand.
Él relata :
"Es divertido ver en cuanto a armas en el Ejército ha cambiado mucho desde mi primer despliegue. En las Malvinas teníamos un equipo muy primitivo . Hoy entrenamos con un equipamiento de última generación que sin duda ha salvado miles de vidas ".
El Capitán Cape cuenta que es un "privilegio" ser parte hoy de la cuarta Brigada Mecanizada - apodado las ratas negras - para su gira de seis meses a partir del próximo mes.
"A mi edad quiero aprovechar todas las oportunidades", dijo.
Pero admite que será un tiempo de ansiedad por su esposa Catherine y sus hijos Harry, de 21 años, y Alex, 17.
"La implementación de las operaciones y estar lejos de su familia durante tanto tiempo es difícil para todos y no lo hace más fácil con la experiencia."
(Traducido por Google Traductor- Adaptado y corregido por FDLGDM)
UN FRAGMENTO DE UN RELATO RESPECTO A SU ACTUACIÓN EN MALVINAS - BATALLA DE MOUNT TUMBLEDOWN :
"..El soldado escoses Mark Cape más tarde revelaría que otro grupo separado de la Compañía Flanco Izquierdo también sufrió bajas en la cumbre de Tumbledown/Destartalado:
- "...Nos movimos hacia una posición adelantada.
Pronto estaba sentado en la cima de la montaña, el enemigo se habia retirado.
Habia tenido un montón de fuego viniendo hacia mi, y una gran cantidad de personas se posicionaron a mi alrededor.
El comandante de la sección se acerca a mi y me dice:
" Bien, usted puede descansar ahora."
De repente, oigo algo en las rocas y todos nos decimos,
'¿Qué es eso?' Alguien pregunta: "¿Quién anda ahí? ' ...
Nos pusimos en contacto en la radio y preguntamos si el Flanco Derecho había pasado a través de nuestras lineas.
Desafortunadamente, en ese momento el operador de la radio es alcanzado y no obtuvimos una respuesta .
Las personas con que nos enfrentábamos eran argentinos ... Granadas de mano caen en nuestra posición. El comandante de la sección es alcanzado y el segundo encargado cae al suelo, sin ningún movimiento visible.
Todo lo que queda ahora son cinco guardias y gritábamos como lunáticos, abriendo fuego a cualqiera cosa que moviera, todo alrededor nuestro, hasta que tomamos el control entre nosotros.
El enemigo se retiró, pero el comandante de sección seguía gritando y gritando. La mayor parte de su cara había desaparecido debido a la explosión.
Lo bajamos porque él estaba delatando nuestra posición.
Logramos poner una inyección de morfina en él y eso lo calmó ... El comandante de la compañía gritó:
'¿Qué está pasando? '
... Mientras tanto , el Flanco Derecho estaba pasando al asalto a través de nuestras posiciones ...
Desafortunadamente para ellos, sufrieron varias bajas. Atacaron demasiado rápido y no revisaron todas las posiciones. A medida que avanzaban, el enemigo aparecia por detrás disparandolos..."
facebook : Fotos de la Guerra de Malvinas
jueves, 17 de diciembre de 2015
Kelper rompe DNI y culpa a otros de su inutilidad
El "buen kelper" de Cristina Kirchner rompió su DNI
Se lo entregó Cristina en 2011. La noticia dio vuelta por todos los medios británicos donde fue tratado como “un traidor”.
James Peck rompió su DNI argentino
Natasha Niebieskikwiat - Clarín
La foto con una cédula-DNI rota que aquí se publica es el epílogo de una larga y compleja historia que hace al costado humano del conflicto de soberanía por las Malvinas entre la Argentina y el Reino Unido. Su protagonista es el kelper James Peck, aquel artista plástico que apareció en todos los medios nacionales junto a la ex presidente Cristina Kirchner, que le entregó como si fuera una fiesta su documento nacional de identidad argentino.
Se lo entregó Cristina en 2011 en el marco del 14 de junio, fecha que recuerda la firma de la victoria británica en la guerra por Malvinas de 1982. Inmediatamente la noticia explotó en las islas y dio vuelta también por todos los medios británicos. El kelper recibiendo el DNI argentino y en su día de la Liberación Nacional aparecía en la prensa de Londres y Malvinas abiertamente tratado como “un traidor”.
Para entonces, en posición incómoda, Peck trataba de explicar las cosas desde una genuina situación: que la madre de sus hijos más chicos es argentina, que estaban separados y que necesitaba vivir aquí y establecerse pero no tenía dni y ni trabajo. En las notas que le publicaban, intentaba publicitar sus obras de arte, sus muestras, su libro y evitar deslizar opiniones políticas. Pero Peck consiguió su Dni gracias a que se hizo amigo de funcionarios del equipo del ex ministro Florencio Randazzo, que no solo se lo dieron en tiempo record sino que lo aprovecharon como el ejemplo del “buen kelper”. Ese que en lugar de rechazar una administración argentina, la abrazaba por opción. También le consiguieron un trabajo estable y fijo en la administración pública que, por motivos que se desconocen le duró poco y nada a Peck.
Aquí se reproduce sin entrar en los apectos privados de su decisión, la carta que, con la foto de su DNI, publicó Peck en Facebook el lunes pasado y que se viralizó en la web.
“Este es mi documento argentino. Ha sido ahora destruido”
“Algunos días atrás volví a Buenos Aires a visitar a mis dos hijos más chicos. Hoy fui mensajeado por la madre de mis niños para un encuentro. Ella expresó que el mayor le pidió tiempo atrás que habláramos sobre nuestra situación. Cuando fui al baño, volví y en treinta segundos la nota de un escribano apareció de repente, dándome papeles. Le dije que yo pensaba que era un encuentro sobre buena fe porque estaba basado en nuestro hijo. El resto nadie necesita saberlo.
"Yo no he tenido trabajo desde que dejé el Gobierno Argentino. O más bien, me echaron VIA FACEBOOK en diciembre pasado. Esto fue bien documentado cuando vine aquí y todo eso sucedió. Lo que subrayo es una falta de ética de cierta parte de la sociedad aquí, que nunca me sorprende. La misma gente que hizo la vista gorda a los militares (por la dictadura) hizo la vista gorda a los infortunios de otros. Y si Marcelo Cohen (es Kohen y se refiere al letrado que en temas internacionales asesoró al gobierno kirchnerista), un vocero de la moral argentina se atreve a venir sobre este punto y a defender lo indefendible, después ciertamente no tendré problemas en divulgar mis opiniones sobre mis años aquí”
"Me sentí asqueado al final de esta forma de hacer las cosas hoy, asqueado de la insensibilidad”, dice Peck quien se queja de no tener dinero y trabajo aquí, donde en realidad ya no vivía establemente.
“No he pagado la manutención total (de sus hijos) desde diciembre, al tener que vivir y trabajar. Hubiera sido mejor volver a las Falklands y conseguir trabajo. Pero, gracias a la repugnante manipulación del Gobierno Argentino de mi ciudadanía en 2011, no puedo. En lugar de ello, estoy durmiendo en el piso de una oficina vacía, cuyo dueño no sabe ni siquiera que soy demasiado orgulloso de decírselo a la gente. Bien, no soy tan orgulloso”.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)