jueves, 23 de abril de 2015

Georgias del Sur: Inicio de la Operación Paraquet (1/2)

Inicio de la Operación Británica "Paraquet"
Fase 1 de la reconquista de las Georgias del Sur




Parte de la Armada británica llega a la isla Ascencion transportando blindados , aviones , helicópteros y los primeros 3.000 soldados .

A lo largo del día 21 de abril el resto de la fuerza británica llegó a las proximidades de las islas Georgias del Sur

Fracaso de los planes británicos iniciales 

El mismo 14 de abril el SAS y SBS habían recibido las órdenes que indicaban que se deberían recapturar las islas Georgias a partir del 21 de abril, pero había que lograrlo antes de mayo.
Con el mínimo daño posible y sin bajas excesivas, el My Sheridan debía realizar su operación anfibia.
Éste ordenó al D Squadron del SAS realizar patrullas en las zonas de Strommness, Husvik y Leith en las gélidas islas Georgias (San Pedro) .

Por su parte, el SBS recibió la orden de realizar los reconocimientos en Grytviken y King Edward Point con el objeto de establecer un mínimo conocimiento del enemigo para realizar la recaptura de las islas Georgias.

El capitán John Hamilton + debería comandar a 18 hombres del SAS, estableciendo un puesto de observación y con la posibilidad de lanzar un ataque al nivel de Squadron sobre las posiciones argentinas.

El mayor Delves insistió en que los ocho Kms. de marcha deberían ser cubiertos por fuego naval, pues suponía que las tropas argentinas deberían estar aisladas y al borde del congelamiento y se rendirían rápidamente.

Pero el desembarco sería un problema, no se disponía de lanchas de desembarco ni personal para tripularlas. Solo podría confiarse en los helicópteros embarcados, éstos eran un aparato antisubmarino Wessex HAS.Mk.3 en el “HMS Antrim”, dos Wessex HU.Mk.5 utilitarios en el “HMS Tidespring”, más tres pequeños Wasp HAS.Mk.1, de ellos dos embarcados en el “HMS Endurance” y uno en la fragata HMS Yarmouth”.

Hasta ahí era una fuerza numerosa, pero los Wasp prácticamente no podrían transportar carga o personal debido a su tamaño, mientras que los pilotos de los Wessex no tenían experiencia en misiones de infiltración de fuerzas especiales o desembarco, menos si esto debía producirse bajo fuego.

Se planeó que fuerzas del SAS y del SBS se infiltrarían en la isla Georgia del Sur mediante helicópteros del RFA Tidespring y del destructor HMS Antrim,
pero el plan fallaría y tuvo que cambiar repentinamente cuando dos de los helicópteros Westland Wessex que transportaban a las tropas del SAS a una localización ambiciosa en la costa oeste se estrellaron en condiciones atmosféricas atroces en el glaciar Fortuna.

No se tuvo en cuenta a los experimentados científicos del British Antarctic Survey, conocedores de la zona, lo que dejó al 19º Comando del 22º Regimiento del SAS atrapados en el glaciar Fortuna en medio de un clima difícil: vientos de casi 200 km/h y olas de Fuerza 11, con el barómetro llegando a rozar los 965 milibares.

Las tropas y la tripulación aérea tuvieron que ser rescatadas en malas condiciones climáticas por el helicóptero Wessex del HMS Antrim, el último que quedaba de la expedición, retrasando la misión aún más.

Rescatar a los comandos atrapados costaría tres helicópteros británicos, hasta que finalmente 16 hombres agotados y helados lograron aterrizar en el HMS Antrim a bordo de un último helicóptero cargado muy por encima de sus especificaciones.

"El SAS va a desembarcar en el Glaciar Fortuna, el gran fracaso"... 

Después de evaluar la información de inteligencia, desde Londres se autorizó a que el SAS procediera como lo había planeado. Se obvió toda información sobre el teatro de operaciones para solo dar importancia a la misión y su contenido netamente militar.

A las 0930 del 21 de abril, el Wessex HAS.Mk.3, dotado de radar y equipo de navegación, despegó para una misión de reconocimiento, luego de encontrar un lugar de aterrizaje volvió al destructor y, junto con los dos Wessex HU.Mk.5 de transporte, despegaron con los 19 hombres a bordo y su equipo específico.

Pocos minutos después regresan debido a una tormenta de nieve. Después de un nuevo reconocimiento y la elección de una nueva ruta de acceso, los aparatos despegaron, la noche se venía encima y debían transportar al personal rápidamente antes de que la noche cayera.
Finalmente lo logran, pero las tropas solo hicieron medio kilómetro antes de tener que detenerse y tratar de acampar debido a la tormenta.

La noche del 21 al 22 de abril fue la peor demostración del clima de las Georgias, con vientos de hasta 180 Km./h y un mar de Fuerza 11 que hacía crujir a los buques británicos.

Ningún marino británico de la fuerza había experimentado alguna vez una situación de esta naturaleza. Si el clima continuaba así, Sheridan temía que los hombres perdieran su capacidad de combate y su moral afectara al resto de las fuerzas.

El único helicóptero disponible para el transporte de tropas, hasta la llegada de la fragata HMS "Broadsword", terminó siendo el Wessex HAS.Mk.3 del HMS "Antrim" .

Debido a la improvisación y la mala organización, los británicos perdieron dos helicópteros Wessex HU.Mk.5 en el Glaciar Fortuna.

La idea de los hombres del SAS era desembarcar en el Glaciar Fortuna y realizar una marcha desde allí hasta las posiciones argentinas para verificar su dispositivo y establecer la posibilidad de atacarlas desde el lugar menos previsto.

Los científicos del BAS que conocían la zona insistieron que era imposible hacerlo a esta altura del año, Sheridan también se mostró en contra, ni hablar de los Royal Marines y pilotos de helicópteros del HMS “Endurance”, únicos que habían estado en Georgias.
Pero nada había que hacer, los SAS estaban tan seguros de sus capacidades que incluso llamaron a Londres en donde dos oficiales del SAS con experiencia en el Himalaya apoyaron su posición.

Rechazaron consejos de las únicas personas, tal vez en todo el mundo, que conocían a la perfección la zona de operaciones, los jefes del SAS, Delves y Hamilton sobreestimaron sus capacidades y decidieron llevar a cabo su operación.

Conocían que los argentinos no habían desplegado sus mejores tropas, en tanto que sabían que no habían sido reforzados, ya que no había información sobre los buques argentinos en la zona.

El clima limitaba la exploración de las montañas, por lo que incluso la sorpresa táctica estaba a su favor.

El resultado de la misión un fiasco total , se producía la tercer derrota británica en la guerra , antes habían sido los Royal Marines en Stanley y Grydviken , ahora el SAS en el glaciar Fortune de las South Georgias .

miércoles, 22 de abril de 2015

Como no hay petróleo, los británicos no invierten

Petroleras frenaron sus planes para nuevas exploraciones en Malvinas
Tres empresas con inversiones en las Islas resolvieron detener la investigación de nuevos pozos. Su decisión se dio cuatro días después de la denuncia argentina. Alegan que se debió a la caída de los precios internacionales del barril




Las firmas Noble Energy, Falkland Oil and Gas (FOGL) y Edison International anunciaron su decisión de frenar los planes de exploración que tenían para trabajar en un segundo pozo petrolero al sur y al este de las Islas Malvinas.

"Creemos que una administración de capital disciplinada es crucial en el ambiente actual de precios del petróleo y esta decisión deja a FOGL en una posición financiera más enérgica", explicó este lunes el CEO de la empresa, Tim Bushell.

Las compañías aseguraron que el freno a las inversiones fue decidido por los bajos precios internacionales a los que cotiza el barril de crudo desde los últimos meses. Casualidad o no, el anuncio se produjo apenas cuatro días después de que el gobierno argentino presentara una denuncia penal contra esas tres empresas, además de Rockhopper Exploration y Premier Oil por "llevar adelante actividades de exploración de hidrocarburos en la plataforma continental argentina sin autorización".

Las tres firmas aseguraron que seguirán con sus perforaciones en otras regiones de las Islas. Incluso mostraron su esperanza de poder retomar en un futuro cercano las operaciones suspendidas esta semana. "Noble, Edison y FOGL siguen plenamente determinados en favor de la exploración en la cuenca sur y este", señalaron a través de un comunicado citado por la agencia internacional de noticias Reuters.

Según la firma de inversores Stifel, la noticia será tomada de manera positiva por los mercados: el segundo pozo que la empresa FOGL pensaba realizar en Malvinas era una de las operaciones más caras de la firma. Su cotización en bolsa parece haber confirmado esa lectura, ya que el lunes sus acciones abrieron con un alza de 4,3 por ciento.

La tensión diplomática entre Argentina y Gran Bretaña llegó a un nuevo nivel la semana pasada, cuando el gobierno argentino decidió citar al embajador británico luego de que Alicia Castro, su representante ante Londres, hubiese sido convocada apenas horas antes para reclamar por los dichos de Cristina Kirchner en su discurso del 2 de abril en homenaje a los ex combatientes de la Guerra de Malvinas.

Infobae

martes, 21 de abril de 2015

Go Fuckyourself, petroleras británicas

Petroleras frenaron sus planes para nuevas exploraciones en Malvinas
Tres empresas con inversiones en las Islas resolvieron detener la investigación de nuevos pozos. Su decisión se dio cuatro días después de la denuncia argentina. Alegan que se debió a la caída de los precios internacionales del barril
Infobae

Las firmas Noble Energy, Falkland Oil and Gas (FOGL) y Edison International anunciaron su decisión de frenar los planes de exploración que tenían para trabajar en un segundo pozo petrolero al sur y al este de las Islas Malvinas.

"Creemos que una administración de capital disciplinada es crucial en el ambiente actual de precios del petróleo y esta decisión deja a FOGL en una posición financiera más enérgica", explicó este lunes el CEO de la empresa, Tim Bushell.

Las compañías aseguraron que el freno a las inversiones fue decidido por los bajos precios internacionales a los que cotiza el barril de crudo desde los últimos meses. Casualidad o no, el anuncio se produjo apenas cuatro días después de que el gobierno argentino presentara una denuncia penal contra esas tres empresas, además de Rockhopper Exploration y Premier Oil por "llevar adelante actividades de exploración de hidrocarburos en la plataforma continental argentina sin autorización".

Las tres firmas aseguraron que seguirán con sus perforaciones en otras regiones de las Islas. Incluso mostraron su esperanza de poder retomar en un futuro cercano las operaciones suspendidas esta semana. "Noble, Edison y FOGL siguen plenamente determinados en favor de la exploración en la cuenca sur y este", señalaron a través de un comunicado citado por la agencia internacional de noticias Reuters.

Según la firma de inversores Stifel, la noticia será tomada de manera positiva por los mercados: el segundo pozo que la empresa FOGL pensaba realizar en Malvinas era una de las operaciones más caras de la firma. Su cotización en bolsa parece haber confirmado esa lectura, ya que el lunes sus acciones abrieron con un alza de 4,3 por ciento.

La tensión diplomática entre Argentina y Gran Bretaña llegó a un nuevo nivel la semana pasada, cuando el gobierno argentino decidió citar al embajador británico luego de que Alicia Castro, su representante ante Londres, hubiese sido convocada apenas horas antes para reclamar por los dichos de Cristina Kirchner en su discurso del 2 de abril en homenaje a los ex combatientes de la Guerra de Malvinas.

lunes, 20 de abril de 2015

La vida civil en la Patagonia durante el conflicto

Malvinas desde cerca
Los civiles que vivían en las ciudades patagónicas convertidas en bases militares aún mantienen vivo el recuerdo de aquellos dos meses en los que, a diferencia del resto del país, tuvieron a la guerra en la puerta de su casa.

MALVINAS, DESDE CERCA. (Ilustración de Oscar Roldán)

Por María del Mar - La Voz

A 33 años de la Guerra de Malvinas, son muchas las heridas que aún no cicatrizan de ese nefasto enfrentamiento armado. No sólo a los excombatientes y sus familiares cada 2 de abril les trae aparejado una mezcla de sentimientos, sino también a los habitantes sureños que vivieron durante 72 días bajo amenaza de un bombardeo en sus ciudades.

Siempre pensé que por el hecho de ser oriunda de Río Gallegos (provincia de Santa Cruz) el 2 de abril tomaba una relevancia especial. Recuerdo más la Marcha de Malvinas que cantábamos en los colegios con un sentimiento similar al del Himno Nacional, que por ejemplo el Himno a Sarmiento, que todo estudiante recuerda a la perfección.

Es que para las comunidades de las ciudades como Río Gallegos, Río Grande (Tierra del Fuego) o Comodoro Rivadavia (Chubut), la Guerra de Malvinas se sintió mucho más cerca que en otros puntos del país. Esas ciudades formaron parte del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (Toas). Por su ubicación geográfica, eran centros de abastecimiento de combustible, alimentos y de armamentos y también de las operaciones militares. Desde allí salían y llegaban los aviones y helicópteros afectados a las acciones en las Islas. Río Gallegos está ubicado a sólo 543 kilómetros de la isla San Rafael y a 793 kilómetros de Puerto Argentino (el nombre que el dictador Leopoldo Galtieri le puso a la localidad históricamente llamada Stanley). Córdoba, en cambio, está a más de 2.300 kilómetros de la capital de las Islas, mientras que Buenos Aires queda a poco más de 1.898 kilómetros.

En 1982, la capital santacruceña tenía una tercera parte de los habitantes actuales; un poco más de 43 mil ciudadanos vivían en esta ciudad inhóspita y de inviernos crudos, muy similar al de las Islas Malvinas.

Durante esa década, la ciudad sumó nuevos habitantes que llegaban del centro y norte del país atraídos por oportunidades laborales en una época en la que los índices de desempleo crecían.

Sin embargo, ni los pobladores originarios del sur ni los nuevos vecinos se habían imaginado lo que les tocaría vivir durante dos meses y 12 días en 1982, tras declararse la Guerra de Malvinas. Fueron días que marcarían el resto de sus vidas en una medida muy diferente a la de sus compatriotas del centro y norte del país.

Estado de sitio

Lo primero que supe sobre la Guerra de Malvinas no lo aprendí en el colegio ni lo leí en ningún libro, sino que fueron los relatos que de a poco me iba contando mi mamá.

Había que tapar las ventanas con frazadas, circular sin luces, no salir después de las 5 de la tarde y reaccionar rápido ante la alerta para resguardarse de una posible caída de una bomba. Los ingleses amenazaban constantemente con atacar la ciudad.

Para este artículo le pedí a mi mamá que volviera a contarme sus recuerdos sobre aquellos días pero en forma más ordenada. Inmediatamente me envió algunas fotografías que tomó en aquella época.

Patricia Fogliatti, así se llama mi madre, había llegado de Córdoba a vivir a Río Gallegos apenas ocho meses antes de que estallara la Guerra de Malvinas.

“El 2 de abril de 1982, estaba con mi bebé de 1 año y medio en Córdoba, visitando a mi mamá. Ella me pidió que nos quedáramos, pero yo decidí volverme con mi hijo al sur, donde nos esperaba mi esposo. Todo el país estaba eufórico con la guerra, como si fuera un partido de fútbol; salían todos a festejar a las plazas con banderas”, recuerda Patricia.

En los meses de abril, mayo y junio, en esas latitudes el día es corto. Los habitantes recuerdan que amanecía alrededor de las 9.30 de la mañana y oscurecía a las 5 de la tarde. El clima era impiadoso; había mucha nieve. Una vez comenzada la guerra, para los riogalleguenses el día pasó a ser más corto aún.

“Lo primero que tuvimos que aprender fue a hacer el oscurecimiento, que consistía en poner las frazadas más gruesas que tuviéramos en las ventanas. Tenían que ser grandes, para que taparan bien las aberturas. A las ópticas de los coches se les ponía cinta aisladora negra: sólo se podía dejar libre una franja horizontal de un centímetro”, cuenta.

Había un jefe de manzana que se encargaba de supervisar y hacer cumplir el oscurecimiento de la zona. Además, a los habitantes se les pedía que desde las 5 de la tarde trataran de no salir de las casas ni transitaran por la calle.

Simulacro

Mónica Núñez llegó a vivir a Río Gallegos en 1980. Tenía 29 años, era de Capital Federal y llegaba con su esposo médico y una niña de 2 años. Cuando se desata la guerra, asegura su familia, les pidió que se volvieran a Buenos Aires, pero ella sentía que debía quedarse en el sur.

Mónica era maestra de primer grado en una escuela pública, y cree que sus alumnos de aquel entonces no deben recordar lo que fue aquello, pero ella sí, y con detalles.

“Cada escuela tenía un encargado de organizarnos ante cualquier alarma. Si sonaba, los niños tenían que esconderse debajo de los asientos. Mis alumnos eran pequeños y por eso, durante los simulacros intentábamos que sintieran que era un juego”, sostiene la maestra, que asegura que si bien nunca debió pasar por una alarma real, eran frecuentes los simulacros.

El estado de alerta no terminaba en el colegio. En los hogares, las familias también se preparaban por si sonaba una sirena o había una alerta del jefe de cuadra.

“En casa tenía preparadas unas canastas por si teníamos que ir al campo, porque cada familia ya sabía que tenía que tener viandas o artículos no perecederos para ir al campo si empezaban los bombardeos”, recuerda Mónica entre lágrimas, que dejan entrever cómo el paso de los años no pudo borrar la angustia que ocasionó vivir la guerra.

Alertas

Muchos ciudadanos recuerdan las alertas que solían emitir los jefes de cuadra. Había tres códigos de color: amarillo, naranja y rojo. Más intenso el color, más serio el peligro.

María de la Concepción Alonso Mata hacía 30 años que había llegado de España. Antes del ’82, la única referencia que tuvo sobre un enfrentamiento bélico provenía de sus padres, que habían vivido la Guerra Civil Española y le habían contado las miserias de esa experiencia. Nunca imaginó que le tocaría vivirlo en primera persona.

“Una vez estábamos en la casa de unos amigos y nos avisan que se había una alerta naranja, salimos como locos a buscar a nuestro hijo mayor y a meternos en nuestra casa”, narra Mary, quien en ese momento tenía dos hijos, uno de 11 años y otro de 7.

“Mis amigos tenían en el garaje una fosa donde ellos guardaban alimentos y se metían allí ante cualquier alerta. Nosotros agarramos a nuestros chicos y nos metimos en la casa, cerramos las persianas y nos quedamos quietitos hasta que pasara la alerta; por suerte, no pasó nada”, cuenta. También recuerda que era común ver pasar tanques de guerra frente a su casa de noche. “Iban para la ría (costanera)”, supone.

“Contábamos los aviones”

En la esquina de la casa de mis padres había un descampado, que los chicos utilizaban como canchita de fútbol. Sin embargo, durante la guerra ese espacio 2 tuvo otra función.

“Me acuerdo de haber espiado cuando escuchábamos que bajaban los helicópteros en la cancha de fútbol de la esquina de casa. Era de noche, tarde, bajaban bolsas que no sabíamos qué tenían adentro, si eran provisiones o cadáveres o qué. Todo era zona militarizada así que no nos podíamos acercar a los galpones donde los llevaban y no se sabía mucho”, recuerda Patricia.

“Cuando comenzaron los combates, escuchábamos pasar los aviones y los contábamos. Lo mismo cuando llegaban. Sabíamos que salían cinco y volvían cuatro; otra vez volvían tres, y así…”, recuerda Mónica.

“Soldaditos”

Los momentos más difíciles, y que peor impactaron anímicamente en muchos civiles fueron las partidas y regresos de los combatientes. “Soldaditos”, lejos de un término peyorativo, era la forma de referirse a ellos o describirlos por su característica más llamativa: su corta edad. Estrujaba el corazón verlos llegar del norte para ir a la guerra, y mucho más cuando volvían de ella.

Cristina Piñán vivía hacía ocho años en Río Gallegos con su esposo; tenía un hijo de apenas 1 año y medio y estaba embarazada de su segunda hija. Trabajaba en un banco y recuerda los simulacros de alarma que se realizaban en la ciudad, sin saber que no eran reales. Pero uno de sus recuerdos imborrables fue aquella jornada en la que visitaron a un grupo de jóvenes combatientes que fueron a Malvinas, y que nunca volvieron: “Recuerdo un sábado a la tarde que fuimos con unas compañeras del banco a visitar a un grupo de soldados que habían llegado desde Corrientes. Eran unos chicos muy jóvenes, pasados de frío, que creo no entendían muy bien qué estaban haciendo ahí. Les llevamos tortas, compartimos mates, algunos tocaban la guitarra, otros se animaban a bailar un chamamé. Seguro extrañaban a sus familias... Hicimos lo que pudimos por acompañarlos y hacerles menos cruel la situación, pero llegó el momento en que partieron hacia Malvinas. Lamentablemente ese grupo cayó en las Islas y ninguno volvió”.

Muchos voluntarios se acercaban a los soldados que llegaban o volvían de las Islas intentando ayudar o asistirlos de alguna manera.

“Yo estaba con un grupo de mujeres que ayudaban a los soldados que volvían de las Islas. Íbamos a Cáritas, pedíamos ropa y cosas para llevarles. Los recuerdo a ellos esperando en los pasillos del hospital, llenos de piojos, flacos, muy callados y que lo único que decían era que tenían mucho frío…”, se le corta la voz a Patricia al recordar ese momento y entre lágrimas alcanza a agregar: “No supimos qué destino tenían. Era muy duro ir”.

Noticias
Uno de los reclamos recurrentes entre las entrevistadas fue la diferencia entre la información que les llegaba por televisión, radio o revistas de Buenos Aires y lo que realmente ocurría.

“Estábamos recontra indignados porque en el resto del país se tomaba a la guerra como un gran partido de fútbol y acá se jugaban la vida”, sostiene Patricia.

Mary recuerda el día que se anunció el inicio de la guerra.

“Nos juntamos en Roca y San Martín (centro de la ciudad) y saltábamos al grito de “El que no salta es un inglés”, creíamos que íbamos a ganar la guerra, eso nos decían los medios de comunicación. Cuando nos enteramos de todo lo que pasó, me pareció espantoso haber hecho eso, haber llevado a esos chicos, que pasaron tanto frío y nunca les llegó nada de lo que enviábamos, fue horrible”, asegura Mary.

Mónica cuenta: “Lo primero que hacíamos era detestar lo que estábamos viendo. Eso yo lo sentí, cuando se declara la guerra. Las personas adultas que no estábamos envalentonadas por la propaganda dijimos que era una locura. Eran muy pocos los que creían en una victoria. Desde el momento que se declaró la guerra, hubo tristeza”.

“A nuestra familia que vivía en Buenos Aires creo que le pasaba lo que a todos los de allá. No tenían demasiada información y nosotros tampoco queríamos angustiarlos. Poco podían hacer; poco podíamos hacer los demás”, asegura Cristina y agrega: “La cuestión exitista que se vivió en Buenos Aires, con los mensajes que bajaban los militares (“Que vengan, los estamos esperando”, “Vamos ganando”), era lo que ellos recibían. Creo que lo que se vivió en Río Gallegos, lo mismo que en Tierra del Fuego, hace que Malvinas haya sido más real aquí que en otros lugares del país”.

Una guerra que no termina

Si bien el conflicto bélico finalizó el 14 de junio de 1982 con la rendición de las Fuerzas Armadas argentinas, para muchos argentinos la guerra no terminó, sigue ahí en recuerdos, pesadillas, ausencias y temor.

Al buscar testimonios para este artículo, me sorprendió el nivel de sensibilidad que los habitantes de mi ciudad natal que vivieron allí durante la guerra aún tenían a flor de piel. Incluso hubo personas que, entre lágrimas, se excusaron por no querer hablar del tema. “Es algo muy difícil para mí, aún no lo superé”, dijo una vecina.

“Creo que todavía sentimos que la guerra no terminó porque algún otro puede seguir con esto; la sensación de inseguridad quedó ahí”, concluyó Patricia.

Muchos años después de la Guerra de Malvinas, la sirena que sonaba ante un inminente ataque durante el conflicto bélico volvió a sonar; esta vez fue un 19 de diciembre, aniversario de la fundación de la ciudad. Los más chicos saltábamos de alegría por ese sonido fuerte que daba inicio a los fuegos artificiales por el cumpleaños de Río Gallegos.

“Esa vez miré a los viejos y estaban llorando. No entendía por qué. Miro alrededor y veo que toda la gente grande tenía los ojos llorosos. Ahí entendí lo que Malvinas y esa sirena habían significado para los habitantes de Río Gallegos”, recordó mi hermano sobre esta guerra que para muchos aún no termina.

domingo, 19 de abril de 2015

La disposición del ITB

La disposición del ITB

Gráficos realizados por Don Carlos Ríes Centeno un héroe que esta con nosotros y no deja de aportar a la Causa Malvinas..Don Carlos participó de los lanzamientos de los misiles Exocet desde tierra uno de los cuales impactara en el HMS Glamorgan dejándolo fuera de servicio.

Gracias Sapucay de Malvinas




sábado, 18 de abril de 2015

Perú iba a ir a la guerra con Chile si éste invadía Argentina

Perú estuvo listo para atacar a Chile si éste agredía a Argentina durante la guerra de las Malvinas
Página Popular

La participación peruana en la guerra de las Malvinas no solo se concretó a entregarle 10 Mirage V con su parque de misiles Exocet, obuses, bombas de 500 kilos y el concurso eventual de pilotos peruanos en determinadas acciones de bombardeo de unidades navales ingleses, sino que fue más extensa porque el Perú montó un dispositivo bélico para involucrarse en la guerra que contemplaba la participación de la Marina de Guerra, Ejército y FAP contra Chile, en caso éste, que públicamente apoyaba a Inglaterra, decidiera atacar a traición, por la espalda, a Argentina.

Los entretelones de este acuerdo fueron discutidos y aprobados en un encuentro realizado en Lima entre el presidente Belaunde con el contralmirante Roberto Nolla y el general Héctor Iglesias, representantes de las Fuerzas Armadas Argentinas y del jefe del gobierno militar argentino, Leopoldo Galtieri, y con presencia del embajador argentino en el Perú, Luis Sánchez Moreno.

La reunión se realizó el dos de mayo de 1982, el mismo día que el crucero argentino “Belgrano” fue hundido en el mar de las Malvinas, por torpedos del submarino atómico británico HMS “Conqueror”, fuera del área de exclusión de 370 kms2 impuestos por Inglaterra, en un hecho que fue condenado mundialmente, porque no se trataba de un destructor, sino de una de transporte cargada con 1,029 conscriptos, de los cuales murieron 323 y el ataque se había producido fuera del área de exclusión.

El hundimiento del “Belgrano” marcó el comienzo del enfrentamiento bélico abierto entre los dos países. A partir del dos de mayo se produciría una feroz respuesta argentina con los Mirage y Exocet que habían sido puestos en forma inmediata a su disposición. Los mortíferos “Exocet” disparados por la aviación peruana, con los colores argentinos, hundieron sucesivamente al destructor “Sheffield”, a los portacontenedores “Atlantic Conveyor” y Glamorgan” y dañaron gravemente al portaaviones “Hermes” y destructores “Glasgow” y “Exeter”, y con otro tipo de misiles mandaron a pique al destructor “Coventry”, fragatas “Antelope” y “Ardent” y los buques de desembarco “Sir Galahad” y “Sir Tristam”.

ACUERDO SECRETO

Paralelamente al viaje de los Mirage peruanos a Argentina, lo que ocurrió a fines de abril de 1982, a solo semanas de haberse registrado la ocupación argentina de las Malvinas y el país rioplatense soportaba una descomunal presión bélica inglesa, Perú procedió a ejecutar el acuerdo secreto para vigilar y actuar contra las fuerzas armadas chilenas, país entonces gobernado por el general Augusto Pinochet.

El presidente Fernando Belaunde Terry ordenó a la Marina movilizarse a la frontera con Chile y alistarse, en coordinación con el Ejército y la FAP, a atacar los enclaves militar chilenos en caso este país resolviera agredir militarmente a Argentina. La Marina cumplió con mover su flota al sur y emplazarse en alta mar en línea recta a Arica y Antofagasta.

¿De qué manera se movilizaron las otras armas peruanas en este dispositivo bélico? Es algo que no se conoce aún porque se mantiene en secreto.

El temor de una agresión chilena estaba determinado por la reclamación de este país de una porción de la Patagonia argentina que la reclamaba como suya. Ante la posibilidad de que se produzca, el gobierno militar de Leopoldo Galtieri, resolvió destacar gran parte de su ejército profesional a las líneas de frontera y mandar a las Malvinas un regimiento compuesto mayoritariamente por conscriptos, que no tenían formación militar de combate. A pesar de su inexperiencia, pelearon como los mejores y sucumbieron ante el mayor poder bélico inglés.



HISTORIA JAMÁS CONTADA DE LA GUERRA DE LAS MALVINAS (V PARTE)


TRIANGULACIÓN

El apoyo peruano a favor de la justa causa argentina llegó a niveles nunca antes registrados en el mundo, porque conforme lo han divulgado historiadores argentinos, uno de ellos Hernán Dobry, en su libro “Los rabinos de las Malvinas”, Perú firmó órdenes en blanco de compra de armamento para que Argentina adquiera en Israel las armas en las cantidades que necesitase. Este país, en una inteligente transacción aprobada por el primer ministro Menajem Begin e igualmente en clara adhesión a Argentina, satisfizo los pedidos entregando armamento en barcos pintados con los colores peruanos, para enviarlos al teatro de operaciones, previa escala en Perú.

Dobry revela que hubo otra operación de triangulación de compra de armas en Israel para Argentina, consistente en 23 aviones Mirage 3-C, fabricados en la década del ‘70 y que habían peleado en la “Guerra de los Seis Días”. Las naves fueron pintadas con insignias peruanas para que no se piense que iban para Argentina y los barcos argentinos que los recogieron también fueron pintados con banderas peruanas. Las naves no llegaron a usarse por falta de equipos.

“Se les dio lo que se podía. Pidieron aviones Mirage, Sukhoi, submarinos, buques, misiles, entre otras armas, y no se les envió los Sukhoi, pues el Perú era el único que los tenía en la región, e iba a quedar en evidencia que estaba ayudando a Argentina”, ha narrado en una entrevista periodística a un medio local el congresista Víctor Andrés García Belaunde, quien en 1982 se desempeñaba como secretario general del despacho del presidente Belaunde.

EN BUSCA DE EXOCET

La primera ministro británica, Margaret Thatcher, al borde de un ataque de nervios, ante la devastación que causaban a su Armada los Mirage V y Exocet peruanos, que en ese momento no se conocían sus verdaderas procedencias, presionó al primer ministro de Francia, Francois Mitterand, cuyo país era el fabricante de estas mortíferas armas, para que le entregue las claves de los Exocet, con el fin de inutilizarlos electrónicamente, bajo la amenaza de lanzar una bomba atómica sobre la ciudad argentina de Córdoba.

Mitterand no cedió porque en ese momento a Argentina solo le quedaba un Exocet y los que posteriormente usó eran peruanos y no argentinos y esto no lo sabía Francia.

La devastadora respuesta argentina al hundir siete naves británicas y dañar gravemente a otro tanto, incluido el portaaviones “Hermes”, agotó su parque de “Exocet” y otros misiles, por lo cual movilizó a su diplomacia y contrainteligencia para conseguirlos preferentemente en Francia, país que le había congelado la entrega de un lote de nueve “Exocet” en el marco de un contrato de venta de 14, de los cuales solo llegó a entregarle cuatro antes de la guerra.

La única alternativa que quedaba era obtener un lote de “Exocet” que Francia tenía pendiente de entregar al Perú y que éste al recibirlos, en una encubierta negociación de triangulación, debía enviarlos a Argentina. Pero la operación fracasó por la infidencia de un agregado militar argentino en Francia que tuvo la absurda y estúpida ocurrencia de preguntar a uno de los fabricantes franceses: “¿Cómo va lo de los Exocet para el Perú?” Los fabricantes congelaron el suministro de estos misiles al Perú.

Por la razones expuestas no es aventurado sostener que Argentina estuvo a punto de hacerse de la victoria, que le fue negada por la falta de parque aéreo y misilístico.

viernes, 17 de abril de 2015

Los kelpers se afanan nuestra pesca

La pesca representa el 34% del PBI de las Malvinas
Nuestro Mar

Medida con respecto al PIB, la pesca es la industria más importante de las Islas Malvinas y en 2012 contribuyó con el 34% del PIB, según el informe del Estado de la Economía de las Malvinas. Sin embargo, su importancia no se traduce en niveles similares de empleo en tierra firme. Casi todas las tripulaciones de los buques de envío provienen de otros países, y en 2012 sólo 58 residentes de las Islas Malvinas consideraban a la Pesca como su empleo primario.


De acuerdo con una nota de la agencia Mercopress, la flota de pesca de las Islas Malvinas es propiedad en su mayoría por empresas mixtas entre empresas de las Islas Malvinas y propietarios extranjeros. Los buques de propiedad totalmente extranjera, en particular los poteros, también operan en aguas de las Islas Malvinas. Por lo tanto, una parte considerable de los beneficios de la pesca va a actores fuera de las Islas.

Sin embargo, las islas también se benefician de la pesca de muchas maneras. Los derechos de las licencias de pesca suelen ser la mayor fuente de ingresos del gobierno ilegal de las Islas Malvinas, además de los ingresos del impuesto de sociedades no regulares relacionadas con negocios de hidrocarburos.

Las licencias han generado entre 10 y 30 millones de libras esterlinas por año desde 1987. Las empresas pesqueras son también contribuyentes importantes a los ingresos del impuesto de sociedades, aproximadamente 1 a 4 millones de libras al año, lo que normalmente significa 30-45 por ciento del total del impuesto de sociedades recaudado. Además de estos beneficios hay otros indirectos para la economía en tierra a través de los bienes y servicios que las flotas que faenan adquieren localmente.

El calamar, consistente en la especie Loligo (Calamareti) e Illex Argentinus  compone la mayor parte de las pesquerías de captura en volumen y valor. El Illex, que es pescado en su mayoría por los poteros de Corea del Sur y Taiwán, ha tenido grandes variaciones en la captura anual de prácticamente ninguna a más de 100 mil toneladas en los últimos años. El Loligo, que normalmente se envía a España, es mucho más estable en el precio que el Illex.

Aparte de calamar, diversas especies de pescado también es atrapado, el bacalao de roca, la merluza hoki, merluza de cola, merluza negra y el más importante en términos de valor. La merluza negra, aunque atrapado en volúmenes relativamente pequeños en comparación con el calamar es de gran valor y su precio de mercado mundial ha aumentado rápidamente en los últimos diez años.

La merluza negra y el clamar Loligo son los únicos productos de exportación, donde las Islas Malvinas tienen una participación considerable en el mercado mundial. La cuota de mercado de las Malvinas Según datos de la FAO 'en 2011 fue del 8% de la merluza negra  y 13% de Loligo en volumen comercializado a nivel mundial en 2012  (FAO, 2014). Cuotas de mercado Loligo han ido disminuyendo después de estar más de un 40% en 2003.

La acuicultura tiene un gran potencial en las islas, pero ha sido a pequeña escala hasta ahora. Financiado por una subvención del gobierno de las Malvinas, (Mercopress- Adaptado al español por NUESTROMAR)

07/04/15

jueves, 16 de abril de 2015

Revelan datos secretos de la BAM Mt Pleasant

Revelan por error información de una base militar de Gran Bretaña en Malvinas
El documento describe la colocación exacta de campos de vuelo, defensas físicas y depósitos de municiones.
Perfil


Se publicaron datos militares sensibles por error. | Foto: AFP

El ministerio de Defensa británico publicó por un error de información un archivo secreto con información sensible de la base militar en el archipiélago del Atlántico Sur de las Islas Malvinas.

La información, publicada por el diario británico Daily Mirror, describe la colocación exacta de los campos de vuelo, la consistencia del cemento de las defensas físicas y coordenadas GPS de cuarteles y depósitos de municiones.

"Se trata de errores que no podemos permitirnos", dijo el ex ministro de Defensa Liam Fox, sobre la falla y negó que la misma haya sido publicada en Internet.

Espionaje.El Gobierno nacional aún no emitió una reacción oficial por la filtración de documentos que muestran un plan sistemático de ciberespionaje del Reino Unido contra la Argentina por Malvinas, revelados por el ex agente de la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana Edward Snowden, a través del portal The Intercept y el canal TN.

miércoles, 15 de abril de 2015

Encuentra una carta enviada a Malvinas en 1982 en un museo

La carta que escribió en el ‘82 a Malvinas apareció en un museo
Una tarea escolar que se transformó en pieza de colección. Néstor Valiente la hizo a pedido de la maestra y la envió por correo. Un fotógrafo la encontró exhibida en las Islas.

María Belén Etchenique - Clarín


Por las calles de Luján. Néstor trabaja como repartidor de agua envasada en su ciudad natal. Lucía Merle

Una caligrafía redonda e infantil formó hace 33 años un mensaje. Era 1982. Había una escuela, un aula, un grupo de alumnos de segundo grado y, entre ellos, un chico de pelo negro y ojos de búho. Vestía un guardapolvo blanco, una camisa abotonada hasta el cuello y un pantalón de casimir. Sentado en una silla de madera, escribía: “Para el soldado de mi patria. El amor de tus hermanitos te acompaña. ¡Viva la patria! Néstor Daniel Valiente”. Tres oraciones y una firma que hoy se exhiben junto a cigarrillos, chocolates, cajas de fósforos y jabones en el Falkland Islands Museum and National Trust, en las Islas Malvinas.

Eran tiempos de guerra y enviarles cartas a los soldados argentinos que combatían en el Atlántico Sur se había transformado en una actividad habitual en las escuelas. La Primaria N° 10, en Luján, a 68 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, siguió el fervor patriótico del momento. Y Néstor, el más aplicado de la clase, cumplió con la tarea encomendada. “Era muy chico, pero recuerdo que la maestra hablaba de darles ánimo a los soldados, a ‘nuestros hermanitos’, como dice la carta. Aún escucho sus palabras y veo su mirada fija en mí”, reconstruye Néstor a Clarín.

Aquel nene de siete años que se sentaba en la primera fila de pupitres se convirtió en un adulto alto, macizo, de rasgos duros y nariz angulosa. Sigue en Luján, ya no en el barrio Parque Lasa de su infancia sino en la zona céntrica, a dos cuadras de la Basílica. En una casa de dos pisos y un patio al fondo, convive con su esposa, Laura, y sus hijos Benjamín, de 15 años, y Simón, de 11.

La carta que escribió hace más de tres décadas y envió con inocencia a través del buzón en plena guerra reapareció en su vida hace 15 días. Se le presentó amarilla, rodeada de otros objetos y como parte de una imagen. “El fotógrafo César Daneri viajó a las Islas Malvinas para hacer un libro. En un museo encontró mi mensaje y empezó a buscarme. Me ubicó a través del padrón. Natalia Salonia, una colaboradora de él, me contactó. Al principio le dije que no era yo, pero al ver el texto reconocí mi letra, mi firma, mi ve corta mayúscula, y los recuerdos volvieron como flashes”, rememora.


En una ruta en las afueras de Luján, una de las tantas que Néstor Valiente transita mientras realiza su trabajo de repartidor de agua envasada, el pasado se le puso enfrente. “Quedé shockeado. Fue una noticia inesperada. Llamé a mi mujer, a mis padres y lo comenté con mis compañeros. Algunos se emocionaron. También lo hablé con mis hijos, se sorprendieron con las palabras ‘carta’ y ‘guerra’”, cuenta. Esa noche no pudo dormir, desvelado por la duda: “¿Formaría parte de las pertenencias de un soldado argentino o estaría archivada dentro de un cajón?”, se repetía en la oscuridad.

El Falkland Islands Museum and National Trust, también conocido como Britannia House, es un museo pequeño y antiguo ubicado en Puerto Argentino, la capital de las Malvinas a la que los ingleses llamaron Puerto Stanley. Ahí, entre espacios que difunden la identidad kelper, hay una sala dedicada al conflicto armado de 1982. Dispuestos en vitrinas o amurados a las paredes se pueden ver titulares de los diarios británicos, medallas de honor, aparatos de comunicación, maquetas de barcos y aviones utilizados durante la guerra, el armamento de los soldados británicos, fotografías de la rendición y una reproducción de una trinchera argentina, entre muchísimos elementos recolectados.

"Me gustaría viajar a las Islas Malvinas para ver la carta. Quiero saber el lugar exacto en el que la encontraron y si hay información sobre quién la tenía”, se ilusiona Néstor. Cree que esas respuestas llenarán los huecos de sentido que el hallazgo del mensaje provocó en su mente. Sin embargo, a pesar de la confusión, tiene una certeza. “La guerra fue absurda. Muchos chicos fueron enviados a perder la vida. Mi hijo Benjamín tiene unos años menos que aquellos soldados. Fue una locura sin sentido que sólo trajo muerte y tristeza".

martes, 14 de abril de 2015

Héroes yendo a su última morada

Héroes del Fénix

Entrelazados con la bandera nacional los restos de dos de los tripulantes del Lear T-24 son transportados a su morada final en Darwin, escoltados por una guardia de honor. Recordemos con orgullo a los mártires del escuadrón Fenix - Museo Nacional de Malvinas.