sábado, 14 de septiembre de 2013

Ingenieros: Cc Ing C 601 se hacen cargo del puento de Fitz Roy

La voladura del puente de Fitz Roy
Segunda nota


El 18 de Mayo de 1982 me encontraba como Jefe del tercer Grupo, integrante de la tercera Sección de la Compañía Ingenieros de Combate 601. Ese día debí instalar un trecho de faja minada, ubicado al Sur de Puerto Argentino, delante de las Posiciones Defensivas del RI 6.
El segundo Jefe de Compañía nos puso en situación: Debíamos trasladarnos a la zona de Fitz Roy para reemplazar a personal de Ingenieros de la Infantería de Marina. Ese mismo día se impartió la orden de traslado hasta el lugar del Puente. El Grupo fue integrado por el Jefe de la Sección, Teniente Darío Horacio Blanco, los Cabos Juan José Martín y Luis Ernesto Fernández y los Soldados Mastrulli, Marcilese, David, Orellano, Peralta, Condori, González y Palavecino.



Foto: Personal de la Compañía Ingenieros de Combate 601

Una vez llegados a la zona de Fitz Roy, observamos un profundo estuario cruzado por un Puente que comunicaba las localidades de Fitz Roy, donde se encontraba un pequeño establecimiento rural y Puerto Argentino. La obra de arte era de unos 100 metros de largo, con calzada de madera y gruesos pilotes de hormigón. En síntesis, nuestra Misión consistía en reemplazar a un Grupo de Ingenieros de la Infantería de Marina que había dado la seguridad al puente hasta ese día, y proceder a volarlo. Circunstancias técnicas que desconocíamos se lo habían impedido al grupo mencionado, quizá porque habían sufrido el hostigamiento de un fuerte fuego naval. 

En pocas horas preparamos nuestro armamento, el equipo individual, unos 40 Kg de trotyl, el cordón detonante, y los pocos materiales de Ingenieros que nuestra Sección disponía.
Nos trasladamos en Helicóptero hasta el lugar, como desconocíamos si el enemigo había tomado el Puente, desembarcamos con la Aeronave en movimiento y revisamos el lugar, instalando de inmediato un dispositivo de seguridad. Asimismo, se controló si había trampas explosivas. Existía un vivac ya abandonado con equipos y munición, por otra parte, los Infantes de Marina, al replegarse, habían dejado todas sus pertenencias. Aún conservo en mi poder, como recuerdo, una pequeña Biblia que hallé en el lugar.
Antes del anochecer, ubicamos la totalidad de los 40 Kg de trotyl en el estribo de primera orilla, para lograr un efecto de carga rápida, ya que así lo exigía la situación que vivíamos en ese momento. Al día siguiente, mejoramos la distribución de las cargas. Una parte del explosivo lo dejamos en primera orilla, y el resto lo distribuimos en los primeros pilotes, colocamos también un doble sistema de encendido porque ya teníamos la experiencia del anterior grupo, cuya única instalación pirotécnica les había fallado. Asimismo, aseguramos el correcto funcionamiento de los sistemas con una central de fuego, en un lugar donde tanto de día como de noche, había un hombre alistado para dar fuego, en caso de un ataque enemigo. Por último, instalamos, a cubierto, una central de fuego, en proximidades del puente. 

Cabe aclarar, que nunca pudimos establecer un Sistema de Seguridad correcto, ya que no había vegetación para cubrir el sector. A continuación, en una hondonada que se encontraba a unos 300 metros del puente, dispusimos de las pequeñas carpas que habían dejado los Infantes de Marina, donde nos guarecimos del frío y del viento, realmente muy difíciles de soportar. Durante el día, nos turnábamos para la custodia del puente, y al caer la noche (que por esa época del año comenzaba muy temprano) nos intercambiábamos dicha custodia con el jefe de sección, Teniente Blanco (media noche cada uno, junto con un soldado, para dar la seguridad) Personalmente, instalé luego granadas de mano a modo de trampas explosivas en los 360° del improvisado vivac. Tuve en cuenta, al respecto, dejar calles que todos reconocíamos. Esa era la única alerta temprana que poseíamos, ya que en las noches sin luna, había poca visibilidad. 

Cada tres o cuatro días cambiábamos los detonadores, porque no sabíamos si con el frío intenso funcionarían correctamente. Para ello, les dábamos fuego reemplazándolos por otros, con lo que nos asegurábamos el buen funcionamiento del circuito eléctrico. Por suerte, disponíamos de una abundante dotación de ellos. 

En tanto los días transcurrían en medio de gran incertidumbre, mientras que las comunicaciones con el Puesto Comando eran muy escasas y dificultosas. Recuerdo que el 25 de Mayo a la salida del sol nos reunimos todos, y como teníamos una pequeña Bandera argentina, la fijamos a una rama que el mar había arrastrado hasta la costa. Precisamente sobre esa rama que funcionó como mástil, nuestra Bandera tremoló con la fuerza del viento imperante y en improvisada Formación, todos nosotros cantamos el Himno. La emoción que nos embargaba en ese momento era inmensa. Dejamos izada la Bandera sólo unos minutos, ante el peligro que aún a gran distancia, nos delatara la Posición...

Relato: Suboficial Mayor VGM Juan José Martín - Voladura del Puente Fitz Roy

viernes, 13 de septiembre de 2013

FAA: Indicativo "Jaguar" y la pérdida del Tte. Bono

Nunca más supimos de él

“Para la noche del 24 de mayo de 1982 teníamos la seguridad del desembarco inglés en Puerto San Carlos. El día 24 de mayo llegamos temprano a la base, nos colocamos nuestros equipos antiexposición y esperamos la llegada de la orden Fragmentaria.

Mi escuadrilla estaba integrada por el 1° José Daniel Vázquez, el Alférez Martínez (yo) y el Tte. Jorge Bono.

Realizamos nuestra navegación junto con el Teniente Lucero. La escuadrilla tenía como indicativo “Jaguar”. Los pronósticos meteorológicos eran bastante buenos y una vez que despegamos mantuvimos nuestra formación en completo silencio hasta el reabastecedor, allí completamos nuestros aviones de combustible y el Jaguar 4 se volvió… Salimos del reabastecedor KC-130, nos colocamos en formación de combate alto y continuamos con el silencio de radio.

Luego de 15 o 20 minutos de salir del reabastecedor comenzamos en descenso según habíamos calculado, para eludir el posible lóbulo de radar.

Ya nos encontrábamos en vuelo rasante y a la vista de la costa oeste de la Gran Malvina, cuando escuchamos que la otra escuadrilla de A-4C, que iba adelante nuestro, había sido interceptada por aviones Harrier. Esto, como es de suponer, aumento mucho más nuestro nerviosismo y tensión, ya que escuchamos las órdenes y gritos de nuestros camaradas que trataban de eludir a los aviones enemigos.

Continuamos rasante y acelerando nuestros aviones a pleno, nos pegamos bien al terreno esquivando todas las elevaciones que íbamos encontrando en nuestra ruta.

Cuando mi instrumental me indicaba que faltaba un minuto de tiempo al objetivo, me invadió una tranquilidad absoluta. Pensé solamente en mi vida, en los míos y me encomendé a Dios.

Ante mis ojos apareció una gran cantidad de buques de guerra; el Nº 1 cerró viraje a la derecha señalando el blanco, pegándose bien al agua y lo seguimos. Vi a mi frente pequeñas nubes de humo negro producidas por la artillería antiaérea de los buques; oprimí fuerte el disparador de cañones, y concentre mi atención en la altura sobre el agua y en colocar mi colimador sobre la silueta del barco enemigo. Pasamos sobre el descargando nuestras bombas; salimos pegados al agua y continúe viendo como la artillería antiaérea seguía disparándonos. Por el espejo retrovisor alcancé a ver una explosión que supuse en ese momento eran los impactos de nuestras bombas.

De pronto mire a mi izquierda y vi al número 3 volando más bajo que yo y perdiendo combustible. Avise la novedad al Nº 1 y esté me confirmó que yo también tenía una pequeña perdida, contestándole que él tenía un agujero muy grande ya que su combustible se perdía muy rápidamente. Controlamos nuestros instrumentos del motor; todo normal; pérdidas de hidráulico: ninguna. Entonces, le grite al Nº1:

-“¡Al reabastecedor!”

- “¡Vamos!”, me contesto y en ese momento me llene de euforia, ya que la misión estaba cumplida. Salíamos los tres, maltrechos, pero salíamos.

Continuamos un trecho rasante ya que nos habían informado que se habían detectado PAC sobre el Estrecho de San Carlos.

Al llegar a la Gran Malvina, comenzamos el ascenso, una vez que ya habíamos eyectado nuestros tanques suplementarios.

Nos encontrábamos en la Bahía 9 de Julio, el Nº 2 iba formando a la derecha del Jefe de Escuadrilla y el Nº 3 un poco retrasado y debajo del jefe, cuando observé que el avión del Teniente Bono comenzaba una suave picada con un viraje a la izquierda. Le pregunte si tenía algún problema; estábamos aproximadamente a 7.000 metros de altura.

El Jefe de la Escuadrilla le pregunto su problema y me dijo que no lo veía. Continué viéndolo caer cada vez más picado e inclinado; se le ordeno la eyección. Le volví a gritar que se eyectara, trate desesperadamente de ver salir el asiento eyectable pero no vimos ningún paracaídas y nuestro combustible no nos permitía orbitar para ver lo que tanto deseábamos.

De allí en más toda la euforia se apagó; cada uno continúo con sus pensamientos. De a ratos chequeábamos nuestro combustible remanente, el tiempo y la distancia. El KC-130 nos daba aliento, hasta que, gracias a pilotos, tuvimos a la vista al Hércules; digo gracias; porque ellos se acercaron muchísimo a las islas, tratando de acortar la distancia y ayudarnos en todo.

Comenzamos a descender y fuimos directamente a acoplarnos al KC-130. Allí nos verificaron los agujeros, la gran pérdida del Nº1, el que decidió continuar acoplado hasta próximo al continente ya que eso nos aseguraba en gran medida nuestro retorno.

Continuábamos vigilando el cielo por posibles interceptores enemigos, aunque ya la gran tensión había pasado.

Pronto tuvimos al continente a la vista; nos desacoplamos y fuimos a nuestra base.

Aterrizamos se detuvieron los motores. Yo estaba tenso por los nervios acumulados y totalmente empapados por la transpiración; mi jefe de Escuadrilla ya estaba esperando al pie del avión.

Nos dimos un fuerte abrazo; lloramos en silencio, sin estridencia. Habíamos dejado a otro camarada en nuestras islas; nuestras gargantas estaban mudas. Llegamos a la sala de pilotos y allí todo era euforia y felicitaciones, hasta que se tuvo conocimiento de la falta de uno de los Halcones que no había regresado a su nido; pero como todos los demás que cayeron estaba y estará siempre en el corazón de todos y cada uno de nosotros.

Relato del entonces Alf. Martinez

Fuente: Halcónes de Malvinas (2005)



Jorge Alberto Bono, nació el 18 de febrero de 1956 en Bell Ville, hijo de Egidio Edgar Bono y Nelly Carolina Herrera. En el año 1975 ingresa a la EAM y se recibe en 1978. Logrando en 1979 su brevet militar. El 22 de mayo de 1982 se casa por civil con Miriam Ibarra y el 24 de mayo por iglesia en la ciudad de Oliva, hoy cuna del Museo Nacional Malvinas. El 5 de octubre de 1981 nace en Mendoza su hijo Nicolás. Una de las calles de su ciudad natal lleva su nombre.

OF:

  • Tres A-4C Skyhawk, indicativo “Jaguar”. Despegaron de San Julián a las 10:00 hs. Tripulación: 1er Teniente José Vázquez (C-324), Alférez Guillermo Martínez (C-318) y Teniente Jorge Bono.

Llegaron a la zona del blanco aproximadamente a las 11:30 hs, sin ser interceptados. Se dirigieron a la Bahía San Carlos con rumbo 190/220, lanzaron seis bombas sobre la fragata HMS Arrow. Un numeral vio una llamarada en la estructura. Estimaron ocho/diez buques en el estrecho. Uno fue identificado como el Canberra. Recibieron mucho fuego antiaérea de los buques y tierra. Al salir comprobaron que los tres aviones perdían combustible abundantemente. Eyectaron tanques y volaron con rumbo 210º durante tres minutos. El jefe de escuadrilla ordenó la eyección al Nº 3, pero este informó que aún tenía 3.000 lb.

Colocaron rumbo 260º en ascenso, sobre estrecho de San Carlos. Vieron un buque y descendieron nuevamente. Al terminar de cruzar el estrecho (5 MN al norte de Bahía Fox) ascendieron y chequearon combustible, Nº 1: 1.500 lb, Nº 2: 2.280 lb y Nº 3: 2.500 lb.

Cruzaron la Gran Malvina en ascenso, pero al entrar al mar, al norte de la isla San Jorge, observaron al Nº 3 (Teniente Bono) iniciar suave viraje descendente e impactar en el mar. Existen dudas sobre su eyección pero, de todas maneras, cayó al mar helado. Solicitaron al Hercules KC-130 “Madrid 2″, que los guiara; lo hallaron en el nivel de vuelo 100 y se acoplaron (el Nº 1 tenía 200 lb y el Nº 2 tenía 1.200 lb). Así acoplados al Hércules llegaron al continente, hasta 30 MN de San Julián donde desacoplaron, y aterrizaron a las 13:00 hs. El Hércules KC-130 trasvasó al Nº 1, 39.000 LB y, para auxiliar a los “Jaguar”, tuvo que acercarse hasta 60 MN al oeste de la Gran Malvina.

Esta salida se inscribirá en la historia mundial de la aviación por el arrojo sin límite de sus pilotos. El Teniente Jorge Bono, que podía haberse eyectado y descendido blandamente con su paracaídas, ofrendó su vida. Pocos días más tarde, el 30 de mayo, en el ataque al Portaaviones Invincible lo seguiría el 1er Teniente José Vázquez, pero esa es otra historia. — con Rodolfo Guillermo Muñoz


jueves, 12 de septiembre de 2013

Goose Green: El punto de muerte de Jones

Jones y su destino


El Teniente Coronel Jones, jefe de los Paracaidistas Británicos, retratándose a bordo cuando ni se imaginaba cual sería su final.

Buen profesional pero duro, muy complejo y terco según sus subordinados, Jones fue a buscar Gloria en Malvinas, quería su guerra, su victoria, su reconocimiento y el de su propia unidad, no aceptaba ayuda de nadie...era solo él y su grupo....siempre compitiendo con los Royal Marines y demás unidades.
La realidad le marcó que estaba muy equivocado, para asaltar Darwin y Pradera del Ganso hizo un plan de 6 fases que ni sus encargados de Compañía lo entendieron... al momento de su muerte los Paracaidistas estaban aferrados por la resistencia argentina, sus tropas no estaban en los lugares donde tenían que estar, algunos retrasados, otros adelantados con el peligro de hacer fuego amigo, todo eso producto de que nadie entendía el plan de Jones... otras fuerzas trataron de ayudarle pero se negó... quería la gloria para él y su gente.... su idea de asaltar la trinchera argentina siendo Jefe máximo fue una locura y allí encontró la muerte; lo cierto es que con Jones fuera la nueva conducción puso orden y logró no sin pagar un alto precio conquistar Darwin-Ganso Verde... siempre me pregunté que hubiera pasado si Jones no caía... no digo que la batalla se hubiera ganado pero al menos los refuerzos Argentinos hubieran podido acoplarse a la resistencia de forma efectiva....todo es una incógnita. —

Ledesma abate a Jones
Lugar donde estaba la trinchera del Soldado Ledesma que con su MAG desde donde abatió a el Coronel H. Jones, jefe de los Paracaidistas Británicos quién estaba atacando una posición Argentina, el monolito representa el lugar exacto donde cayo el invasor.



Retrato de la muerte del Coronel H Jones en Malvinas a manos de la MAG operada por el Soldado Oscar Ledesma del RI 25

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Malvinas: La patrulla de observación hacia San Carlos de la APCA

La Patrulla Pereyra de la APCA


Durante el Conflicto de Malvinas, los británicos desembarcaron masivamente el 21 de Mayo en la zona del establecimiento San Carlos en la Isla Soledad. Una vez asegurada la Cabeza de Playa, en los días siguientes, iniciaron una penetración hacia el Este con el fin de retomar Puerto Argentino, nuestra Base principal, a la vez que atacaron hacia el Sur en dirección a Darwin.

En Puerto Argentino casi nada se sabía del desembarco, ni siquiera si éste era el esfuerzo principal de los británicos o habría otros. Pese a ésto, la Conducción Militar en Puerto Argentino decidió enviar tres Patrullas terrestres a San Carlos con la Misión de "aclarar la Actividad Operativa en la zona".

Una de estas Patrullas, la de la Armada, estuvo integrada por Suboficiales Comandos Anfibios presentes en Puerto Argentino. A las órdenes del Capitán de Corbeta de Infantería de Marina Dante Juan Manuel Camiletti, quien se presentó como Voluntario para ejercer la Jefatura de la Patrulla pese a no ser Comando Anfibio. Debemos recordar que se da esta situación por el hecho de que el resto de los Comandos Anfibios se encontraban en Río Gallegos preparándose para una posible incursión sobre Malvinas.



Foto: Grupo de Comandos Anfibios en Puerto Argentino

El 24 de Mayo, la Patrulla embarcó en dos helicópteros del Ejército Argentino y se dirigió hasta Chata Hill a unos 50 Km al Oeste de Puerto Argentino. Este movimiento se efectuó con el fin de acortar lo más posible la marcha de la Patrulla sin ponerla en peligro, dada la proximidad del enemigo. En Chata Hill establecieron una Base de Patrulla Reducida (BPR) y enterraron parte de su material y abastecimiento con el fin de aligerar su equipo y utilizar esta base como lugar de reencuentro luego de cumplir con la Misión. Solo retuvieron la bolsa cama, buena cantidad de munición y víveres fáciles de transportar y luego esperaron la oscuridad para empezar sus movimientos. En la noche del 24 al 25 de Mayo, con una tenue llovizna se dirigieron hacia Bombilla Hill, altura importante desde donde se podía ver el extremo este de la ríe de San Carlos y el Cerro Montevideo, objetivo final de la Patrulla. Desde la zona de Bombilla Hill vieron que en el Cerro Montevideo ya se notaba una intensa actividad enemiga. Evidentemente la altura estaba ocupada, se oían ruidos de máquinas y se lograron ver helicópteros enemigos con misiones de transporte de cargas y otros en evidente patrulla. Por estas razones se descartó ocupar una Base Patrulla y Observatorio en dicho cerro, pero en su lugar se pensó en dirigirse hacia el Cerro Tercer Corral, altura importante ubicada más al sur-oeste, desde la cual se creía que se podía cumplir con la Misión impuesta.

En su marcha a Tercer Corral fueron sobrevolados varias veces por 2 Harriers. Durante el vadeo de un brazo del río San Carlos, perdieron parte de su equipo y se aligeraron del resto, a la vez que quedaron totalmente empapados. Continuaron su marcha prácticamente con lo puesto. El miércoles 26 Mayo, se llegó al Cerro Tercer Corral y se estableció una BPR. El Puesto de Observación se ubicó con una buena visión sobre el Cerro Montevideo y el Puerto San Carlos. Hasta el momento no se había podido establecer comunicaciones radiales con Puerto Argentino. El Capitán Camiletti adelantó movimientos para completar el cuadro de información que estaban obteniendo. Entusiasmado, posiblemente se expuso algo más que lo necesario, hecho que le acarreó fuertes cambios de opinión con los Comandos más veteranos.

Del análisis de la situación general se decidió dividir la Patrulla. Una parte "Fracción Basualdo", integrada por los Suboficiales de Infantería de Marina Miguel Ángel Basualdo y Ramón López y los Cabos Principales de Infantería de Marina Juan Héctor Márquez, Osvaldo César Ozán, Juan Carrasco y Pedro Baccili regresaría a Puerto Argentino con la importante información recogida y el resto con el Capitán Camiletti "Fracción Pereyra": Cabo Principal Enfermero Jesús A. Pereyra, Cabo Primero de Infantería de Marina Pablo Alvarado y los Cabos Segundos de Infantería de Marina Omar A. López y Pedro C. Verón, quedará en la zona tratando de ampliar aún más el cuadro de situación sobre el enemigo.

La Patrulla Basualdo tuvo un regreso realmente azaroso. En uno de sus movimientos fue tomado prisionero el Cabo Principal IM Juan Carrasco en Teal Inlet. En su recorrido Basualdo debió evitar las columnas británicas que marchaba en igual dirección y sentido, pero su mayor preocupación era, sin embargo, llegar al contacto con las propias líneas, las que ignoraban la existencia de esta Patrulla. Tuvieron la fortuna de encontrarse antes con Comandos del Ejército Argentino que estaban operando delante del frente propio. El Sargento Cisnero fue el nexo que permitió penetrar en las defensas propias sin inconvenientes, el domingo 30 de Mayo. De allí en más todo fue sencillo y pudieron transmitir al Comando Superior la información recogida que resultó valiosísima. El resto de los Comandos que quedaron en Tercer Corral a órdenes del Capitán Camiletti marcharon el 26 de Mayo en dirección a Montes Verdes a unos 300 mts al Oeste con el fin de aproximarse aún más al Establecimiento San Carlos.

Al día siguiente treparon la altura y a la madrugada se estableció una BPR. Con los visores nocturnos se detectó al enemigo en la cresta topográfica de esa misma altura. Se decidió dejar la Patrulla en ese lugar y el Capitán Camiletti y el Cabo Principal Pereyra avanzaron para observar mejor los movimientos del enemigo. El Cabo Pereyra le hizo notar a Camiletti el peligro que corría toda la Patrulla si eran descubiertos. El Capitán le ordenó a Pereyra a reunirse con el resto y él intentó avanzar algo más, ya en el crepúsculo matutino. El Cabo Pereyra y el resto de la Patrulla vieron claramente al enemigo que se movía en la altura y luego oyeron algunos disparos. Supusieron, con acierto, que el Capitán Camiletti habría sido descubierto y decidieron iniciar el regreso cumpliendo lo acordado con el Capitán.

A la derecha, el cabo Jesús "el brujo" Pereyra (IMARA)

Mientras marchaban de regreso observaron efectivos enemigos desplegados en cadena que exploraban la zona, avanzaban con mucha precaución y con una gran alerta. Tres Comandos de nuestra Patrulla se ocultaron en un pozo inundado, allí en cuclillas permanecieron con el agua helada hasta la cintura, tapados con algunas matas de pastos que afortunadamente lograron poner. El Cabo Verón, no tuvo tiempo ni lugar para entrar en el pozo y permaneció de espaldas y con su fusil sobre el pecho, en el agua en un socavón de 20 centímetros de profundidad de un chorrillo y también cubierto con pastos y ramas. El enemigo pasó prácticamente sobre ellos, pero no los descubrió.Cuando comenzó a oscurecer y habiendo permanecido varias horas en esas posiciones, con los cuerpos entumecidos por la temperatura del agua, del sector derecho se escuchó un disparo de fusil, seguido éste por una apertura de fuego de todas las armas en dirección al valle, donde estaba ocultos nuestros hombres, cuyos proyectiles pasaban por sobre las cabezas de los Comandos Anfibios. ¿Ejecutaban una exploración por el fuego?. Seguido de esto se produjo un silencio de 30 minutos aproximadamente, el cual fue roto por helicópteros que cumplían un movimiento constante en el sector. Para los Comandos Anfibios la noche sería el mejor momento para su desprendimiento. Recién con la oscuridad de la noche y luego de permanecer muchas horas en el agua helada, pudieron salir de la posición, primero arrastrándose porque tenían las piernas entumecidas por el frío, luego gateando para recuperar los movimientos, luego agazapados finalmente para proseguir el escape. También ellos marcharon entre tropas británicas que se dirigían a Puerto Argentino. Hasta que a mitad de camino, el lunes 31 de Mayo, al Sudeste de Monte Estancia fueron emboscados, dos de ellos fueron heridos gravemente (Pereyra y Lòpez) y los dos ilesos restantes (Alvarado y Verón) tomados prisioneros. Allí comenzó otra historia, la de su vida de prisioneros que no les fue fácil, ya que recibieron un trato muy duro por su condición de tropas especiales...

Relato: Referente al Capitán de Corbeta de Infantería de Marina Dante Juan Manuel Camiletti

Relatos Históricos de la Guerra de Malvinas

martes, 10 de septiembre de 2013

Malvinas: Los Mirage sanmartinianos


Malvinas: Los Mirage peruanos


Fue en la madrugada del 04 de Mayo de 1982 cuando las 10 aeronaves partieron de La Joya. Les sustituyeron las Insignias, Bandera y Matrícula Peruanas por las de Argentina.
Era una operación militar secreta y, por ello mismo, ni siquiera las esposas o las novias de los Pilotos peruanos se enteraron de que ellos volarían hacia Argentina llevando 10 aviones de combate Mirage M5-P para participar, si las condiciones lo exigían, en la Guerra por las islas Malvinas.

Fuú en aquella madrugada de Mayo de 1982 cuando 10 Capitanes y Mayores de los Escuadrones 611 y 612 de la Fuerza Aérea del Perú salieron de La Joya (Arequipa) hacia la base argentina de Tandil, al Este de Buenos Aires, para cumplir las órdenes emanadas desde el alto mando de la FAP.
La Fuerza Aérea Argentina, a través de los canales políticos correspondientes, había solicitado apoyo a su similar peruana, pues requería de Aeronaves de combate de alta performance para hacer frente a la Armada Real Inglesa que llegaba escoltada por los famosos Harrier, aviones de despegue y aterrizaje vertical, que por entonces eran las más modernas y poderosas máquinas aladas que zurcaban los aires.
Argentina tenía problemas con sus aviones de combate porque no estaban preparados para desplazarse hasta las islas Malvinas, atacar los objetivos en el mar y retornar a sus bases. No obstante --como recuerda el General FAP Aurelio Crovetto Yáñez--

"Los pilotos argentinos se sobrepusieron a las circunstancias adversas e hicieron blanco en varios buques ingleses: Cumplieron una excelente y admirable labor".
Pese a que disponían de algunos aviones de guerra recién adquiridos, como los Super Etendard (subsónicos) equipados con misiles Exocet, y otras naves más antiguas, como los Mirage-3 (para ataque aire-aire), los Dagger (ataque aire-tierra) y los A-4 Skyhawk (aire-tierra), los argentinos necesitaban aviones de mayor autonomía de vuelo y capacidad para tareas en el mar. Y esas máquinas las tenía el Perú.
Cuando despegaron de La Joya (Arequipa), después de dejar su base de origen, Chiclayo, los 10 Mirage M5-P debieron elevarse por encima de los 33 mil pies en un vuelo silencioso, con los equipos de radio apagados, para evitar ser detectados por los radares bolivianos y, especialmente, por los chilenos que jugaban su partido a favor de la Corona Británica. Fue un vuelo por ruta de frontera a una velocidad promedio de 800 a 900 kilómetros por hora.

"Nos preocupamos en planificar bien el vuelo. No temíamos tanto que nos detectara Bolivia, pues considerábamos que ellos no tenían capacidad para hacerlo. El problema era Chile y sus radares que, probablemente, tenían en Iquique y Antofagasta. Pasamos, sin embargo, sin contratiempos".
Las aeronaves fueron conducidas por los pilotos FAP Ernesto Lanao, César Gallo, Augusto Mengoni, Pedro Ávila, Gonzalo Tueros, Pedro Seabra, Mario Núñez del Arco, Marco Carranza, Augusto Barrantes y Rubén Mimbela. La mayoría de estos Oficiales está hoy en el retiro y unos tres o cuatro siguen en su Institución con el Grado de General.
En Tandil hubo algarabía total cuando el Escuadrón de Cazas aterrizó. Estaba allí para recibir a los Pilotos peruanos el mayor Crovetto, que ya tenía varios días en Argentina trabajando en el Estado Mayor de la Guerra, junto con el Coronel FAP Gonzalo Arenas y el Mayor FAP Carlos Portillo.
Los pocos Pilotos argentinos de Dagger que se hallaban en la Base (los otros estaban combatiendo) se estrecharon en sincero abrazo con sus colegas peruanos.

"Algunos estuvieron al borde de las lágrimas. Imagínese que a usted le llevan ayuda militar cuando más la necesita y en momentos cruciales. No era para menos", 

recordó Crovetto, quien más tarde se encargaría de dar instrucción a sus colegas argentinos...


Foto: Mirage V ex FAP - Río Gallegos 

lunes, 9 de septiembre de 2013

ARA: Barco mercante "Yehuin"

Buque mercante "Yehuin"



El Buque Mercante "YEHUIN", operó bajo el Control Operacional de la Armada Argentina, a partir del 27 de Abril de 1982, como buque logístico en la Islas durante la Campaña de Malvinas por sus características operativas.
Por sus condiciones, era particularmente apto para el traslado de carga, vehículos y en caso necesario artillarlo.
La Compañía Geomater, armador propietario del buque, lo pone al servicio de la Armada. Procediendo a licenciar a los tripulantes mercantes, pero impuestos de la situación, seis de ellos resolvieron permanecer a bordo e integrarse al esfuerzo nacional. Ellos fueron:



Capitán de Ultramar Oscar García Lattuda
Maquinista Naval Ramón Coronel
Maquinista Naval Roberto Siliberti
Contramaestre Ernesto Vega
Marinero Santiago Oscar Fiadito
Marinero Héctor Valdez

La tripulación se completó con el siguiente Personal de la Armada Argentina:
Capitán de Corbeta Eduardo Adolfo Llambí
Teniente de Navío Horacio Ferrari
Teniente de Corbeta Vicente Jaime
Suboficial 1º Alfonso Nievas
Suboficial 2º Pedro Pérez
Suboficial 2º Jorge Arias
Cabo Principal Juan Ledesma
Cabo Principal Ramón Goitea
Cabo Principal René Zuleta
Cabo Principal Federico Guanca
Cabo 1º Adolfo Iñiguez
Cabo 2º Manuel Orellano
Cabo 2º Julián Gervilla
Cabo 2º Héctor Reynoso
Marinero Sergio Loaiza.



Completada la carga, el 29 de Abril de 1982, zarpó hacia las Islas Malvinas, ya establecido el bloqueo británico. Con luces apagadas, en silencio electrónico, soportando un fuerte temporal, atravesó el área controlada por las Unidades Británicas, arribando el 1º de Mayo de 1982 al Estrecho de San Carlos, logrando romper el bloqueo con sus 53 metros de eslora.
La enumeración de la cantidad de operaciones de alije, transporte de tropas, traslado de heridos, abastecimiento de víveres, apoyo a los desembarcos realizados entre el 1º de Mayo y el 14 de Junio de 1982, fecha del cese de fuego, excede las posibilidades de estos fundamentos.
Si, corresponde destacar que en mérito a su destacada actuación, no solo los tripulantes fueron distinguidos por la Armada Argentina por "OPERACIONES EN COMBATE", sino también al Buque, "in absentia", en reconocimiento a los hechos extraordinarios realizados durante la mencionada campaña.
Finalizadas las acciones, el Buque quedó en Malvinas y fue empleado bajo diversos nombres por el gobierno británico de las Islas...



Foto: Buque Mercante Yehuin - 1982

domingo, 8 de septiembre de 2013

FAA: La caída del B-108

La caída del Canberra B-108
Autor: Emilio Duca
Fuente: Archivo Histórico Documental de la Dirección de Estudios Históricos de la Fuerza Aérea.




La caída del Canberra B-108 dio lugar a una dramática experiencia para su piloto, el capitán Roberto Pastrán, a quien rendimos un homenaje a quien se retiró como Comodoro de la Fuerza Aérea Argentina.

El B-108 iniciando su vuelo ferry a la Segunda Brigada Aérea – Paraná, fotografiado en la calle de rodaje de la Military Aircraft División de BAC en WARTON -Lancanshire-UK.Fecha:23-06-1971.

Sin lugar a dudas, entre las experiencias más traumáticas que debe enfrentar un piloto esta la eyección. Su avión es sacudido por una explosión, el instrumental se enloquece, retumban las alarmas, los controles se endurecen, hay fuego, hay humo y poco tiempo para pensar.
Se da cuenta que la suerte está echada y que su vida depende de esas anillas que, al accionarse, activan los explosivos que lo expulsarán de la cabina para alejarlo de una muerte segura dentro de una máquina herida definitivamente. Pero al capitán Roberto Pastrán, haberse salvado no le dio el alivio que otros ánimos encontraron en la difícil experiencia.
El 13 de junio, la guarnición de Puerto Argentino estaba rodeada y el desenlace de la batalla se sabía próximo. No obstante, la Fuerza Aérea Argentina porfiaba en su acción, los cazabombarderos atacaban las columnas terrestres, un Hércules aterrizaba atrevidamente en el aeropuerto bajo fuego y los bombarderos Canberra realizaban el último ataque de nuestra aviación militar.
A las 21.30, despegó de Río Gallegos la sección BACO, dos BMK-62 que debían bombardear emplazamientos terrestres ubicados en la ladera noroeste del Monte Kent. El B-108 estaba tripulado por los capitanes Roberto Pastrán y Fernando Casado, el B-109 por los primeros tenientes Roberto Rivollier y Jorge Annino.

El B-108 desplegó a la BAM TRELEW el 16-04-82.Grupo de Mecánicos del GT2,cuando volé el noble SDA CNBR, todos ellos aun estaban con el SDA CNBR,la persona con buzo de vuelo es el Cabo Osvaldo Juan Ramón MERLO, Mecánico de Aeronaves.

La noche cerrada envolvió a los solitarios bombarderos; en sus cabinas, apenas una penumbra permitía a los tripulantes controlar el instrumental y navegar hacia el blanco. Los aviones volaban en formación cerrada, es decir, cercanos uno del otro para mantener contacto visual, sin luces exteriores que denunciaran su presencia. Las difíciles condiciones hicieron que, cerca del lugar de lanzamiento, el B-108 se desviara un poco al este y la tripulación del B-109 al perderlo de vista, lo sobrepasara y llegara antes al objetivo.

La lectura del Doppler, y el radar de Malvinas, le confirmaron que se encontraban sobre el objetivo, lanzaron las bombas e iniciaron el escape mientras las explosiones iluminaban un suelo que hasta hacía un instante, sólo intuían. Pese al desvío de rumbo, Pastrán y Casado llegaron inmediatamente después y también soltaron su carga letal. Pero los pocos segundos de demora permitieron reaccionar a las defensas de tierra. Las luces brillantes de los misiles antiaéreos comenzaron a buscar las entrañas de los Canberra que regresaban a 0.76 de mach, velocidad que coqueteaba audazmente con el límite de resistencia estructural del avión, y casi a 40.000 pies de altura.

Aquí se puede apreciar la línea de “avión amigo” en el timón, similar a la que tiene actualmente el B-101 “custodiado” por mi gente(2) en la ESFA. El B-108 participó el 26 de abril de 1982 en la misión a Grytviken

Un poco retrasado, el B-108 fue alcanzado por un Sea Dart lanzado desde el destructor HMS CARDIFF. El noble avión se mantuvo en vuelo pero comenzó un incendio a bordo, justo detrás del espacio reservado al navegador; hubo descompresión explosiva y se perdió el control del comando de profundidad. Pastrán evaluó rápidamente la situación. Continuar era imposible; los motores seguían operativos pero la caída era irremediable por la falta de comandos; además, la rotura del intercomunicador obligaba a los tripulantes a comunicarse a gritos.
El descenso se hizo vertiginoso. El piloto cerró los aceleradores y accionó los frenos de aire para disminuir la velocidad de caída y mantenerse nivelado mientras procuraba una altura que brindara el oxígeno y la temperatura adecuada para eyectarse. Los segundos se hacían eternos y, al llegar a 15.000 pies, le gritó al capitán Casado que se eyectara. La respuesta le heló el corazón, el mecanismo no funcionaba. Cerca de los 11.000 pies, el Canberra entró en tirabuzón y reiteró la orden a su navegador. Esta vez no obtuvo respuesta, intentó ver que ocurría pero era imposible, la única luz provenía del fuego que recorría el fuselaje y, a veces, iluminaba la cabina. Además, los comandos endurecidos le exigían el uso de ambas manos para mantener un poco de gobierno.

El B-108 también intervino en el Bautismo de Fuego de la FAA, el 1° de mayo, con la dupla de Piloto Navegador Mayor RODINO, Primer Teniente DUBROCA, siendo averiado en la puntera del plano derecho por un AIM-9L, logrando aterrizar en emergencia en Puerto Deseado. El personal del GT2 reparó al avión, que estuvo en servicio pocos días después. Debajo del plano derecho, Mecánicos Armeros orgullosos de la MK-17 que está en el pilón… y seguramente en la bodega de bombas habrá unas cuantas más, como seis, para devolvérselas “en cómodas cuotas a los gringos”.

A 8000 pies, decidió eyectarse, le reiteró la orden a Casado y, nuevamente el silencio fue su interlocutor. Resignado, adoptó la posición tantas veces practicada y tiró de la anilla. Bajo su asiento, el estallido de la carga lo lanzó al exterior, perdió brevemente el conocimiento y al recuperarlo, se vio cayendo normalmente, con el paracaídas desplegado. Extraños reflejos en las olas le permitieron calcular la altura, estaba a unos 200 o 300 metros. Luego supo que eran bengalas británicas.
Infló el chaleco salvavidas y se preparó a desprender el paracaídas. En ese momento, sus pies tocaron las frías aguas; el impulso de la caída y el peso del equipo lo hundieron, con gran esfuerzo logró emerger e infló el bote que lo mantendría a flote. Sus manos habían perdido sensibilidad pero debía “achicar” el agua para recuperar la temperatura del cuerpo.
El viento del sudeste fue su aliado, lo acercó lentamente a la costa y frente a las primeras rocas, se arrojó al mar para evitar el golpe, trepó por la superficie resbalosa arrastrando al bote consigo. Alcanzó un lugar seco y trató de adivinar, en la oscuridad, alguna señal de vida. Al no encontrarla decidió pasar la noche dentro del bote. Apenas pudo descansar, no tenía noción del tiempo y su mente se empecinaba en recordar a su compañero ¿habrá logrado al fin eyectarse? ¿se habrá salvado?

Año 1990, los tres VGM, el piloto a la derecha, el Vicecomodoro Roberto PASTRAN “OSO”, el Navegador Militar “BIGUÁ” y el B-105.
Lugar: Primera Línea de Canberra en Paraná. Su decisión personal fue concedida por su Familia, su cuerpo fue cremado y sus cenizas descansan 5 metros detrás nuestro, en el talud de tierra de la Primera Línea de Canberra.
Muchos somos los que alguna vez llevamos una flor o un rezo entre nuestros labios, y se escuchan en ese lugar de la Brigada, el mismo que lo vio volar por muchos años este noble avión, orgullo de la FAA – SUS BOMBARDEROS!!!!

La tenue luz del amanecer del 14 de junio lo incitó a iniciar la marcha, siguió viejas huellas de vehículos, llegó a una península sin salida, volvió sobre sus pasos y continuó caminando. Cuando la posición del sol le indicaba que eran, aproximadamente, las 11, un ruido de aspas atrajo su atención, eran helicópteros ingleses que, rumbo al Este, trasladaban carga pendiente de chinguillos. Siguió esa dirección y llegó al Brazo Fitz Roy. Del otro lado, en la Bahía Agradable observó dos buques de transporte de tropas. Uno de ellos humeaba, ¡hacía seis días que habían sido atacados por los aviones de la Fuerza Aérea… y aún humeaba!.
Cambió de rumbo intentando llegar a las filas argentinas. El cansancio se hacía sentir y las paradas eran cada vez más frecuentes. Nuevamente lo alcanzó la noche, encendió la luz especial del chaleco salvavidas y continuó caminando, no podía detenerse o el frío lograría lo que no hicieron los misiles. Su mente concentrada en el esfuerzo, se daba tiempo para recordar a su compañero e imaginar su suerte. A veces, sentía ganas de llorar.

Ultima foto, en la X Brigada Aérea- Rio Gallegos, en uno de los tantos “Ejercicios Presencia” …allá en el Sur de la Patria. Pilotos y Navegadores del SDA CNBR.

Apenas caminaba cien metros entre parada y parada y decidió descansar un poco. Ya era noche cerrada cuando escuchó nuevamente el ruido de un helicóptero. Con la luz del chaleco le envió un mensaje en Morse y cuando lo intuyó cerca disparó una bengala. Ya no importaba a qué bando pertenecía, necesitaba ser rescatado. Era inglés, los tripulantes lo subieron a bordo y lo trasladaron a Fitz Roy donde se le prestó la primera atención médica, luego lo llevaron a San Carlos para reunirlo con los prisioneros de guerra argentinos allí alojados.

El 15 de julio llegó a Puerto Madryn y no quiso preguntar por Casado, sabía que había caído con el B-108 y lo imaginó en un “briefing”(1) junto al primer teniente Mario Hipólito González y al teniente Eduardo de Ibáñez, los tripulantes del Canberra B-110 derribados durante el Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea sin que se los pudiera rescatar.
Ya comodoro, Roberto Pastrán falleció el 6 de noviembre de 2005, sin olvidar jamás a su Navegador y aquellos últimos instantes a bordo del B-108.
(1) Reunión previa al vuelo
(2) Director de la ESFA Comodoro Eduardo Javier Daghero


sábado, 7 de septiembre de 2013

Autodefensa: Un Sabre defendiendo a los Chinook

Una 12.70 eléctrica

Ametralladora de cola montada en la rampa de carga de un Chinook de la Fuerza Aérea Argentina Browning 12,7 de accionamiento eléctrico, estas fueron retiradas de los aviones F-86 Sabre a las cuales se les hizo un montaje para ser usadas de esta manera en el Área Material Quilmes de la Fuerza Aérea Argentina.



Victor Hugo Telis (VGM) del grupo Relatos Históricos de la Guerra de Malvinas

viernes, 6 de septiembre de 2013

Dr Jolly y sus condecoraciones cruzadas


Increíble historia del hospital de guerra de las Malvinas que se trata a las víctimas de ambos lados del conflicto

En la guerra de las Malvinas, Cirujano-Capitán Rick Jolly dirigió el Hospital de Campaña Ajax Bay, salvando vidas de los soldados británicos, a menudo bajo el fuego enemigo

Inspiración: Rick Jolly con sus medallas de guerra de Malvinas
Sam Morgan Moore

No había duda de Cirujano-Capitán Rick Jolly merecía cuando la reina le regaló un OBE.

En la guerra de las Malvinas corría el Hospital de Campaña Ajax Bay, salvando vidas de los soldados británicos, a menudo bajo el fuego enemigo.

Pero sólo años después de haber sido decorada en Gran Bretaña, el Dr. Jolly fue entregado el honor equivalente en Argentina ... para salvar las vidas de sus soldados también.

A medida que la guerra continuaba Dr Jolly es el hospital improvisado en la primera línea que ofrece exactamente el mismo nivel de atención a los dos lados.

Ahora, una semana antes del 30 º aniversario del comienzo de la guerra, el Dr. Jolly increíble historia de valentía y compasión puede ser contada por primera vez.

"Nuestra actitud era simple ... para tratar los argentinos heridos en una forma que nos gustaría ser tratados", dice el Dr. Jolly, quien insiste en que sólo estaba cumpliendo con su deber.

"Antes de la batalla de Trafalgar Nelson escribió una oración en su camarote, diciendo:". La humanidad de mayo después de la victoria sea la característica predominante en la Flota Británica "Como un oficial naval que esas palabras significaban mucho para mí, así que cuidar de que el enemigo está herido, como si fueran tuyos era instintivo.

"La gente supone que tienes que odiar a tu enemigo, pero que no podía estar más lejos de la verdad. Las únicas personas que saben lo que está pasando es la gente en el otro lado.



Rick Jolly (derecha) toma un descanso poco común en el centro médico de primera línea que creó durante la Guerra de las Malvinas
Rex

ATENCIÓN

"Durante los años que he estado preguntado qué haría si tuviera que elegir a quién tratar en primer lugar, un argentino o un británico. Mi respuesta siempre era el que necesitaba una atención más urgente. En lo que a mí respecta tienes que ser capaz de mirar en su alma y como lo que se encuentra allí ".

Dr Jolly, oficial médico del hospital, insistió en que todos sus hombres siguen su ejemplo. Y estaban dispuestos a hacerlo, tratando al enemigo herido, con pleno respeto a medida que el conflicto hacía estragos en las Islas Malvinas, Georgia del Sur, Goose Green y Puerto Stanley.

Sin embargo, todavía tomó un tiempo para los pacientes argentinos que darse cuenta que estaban en buenas manos en el hospital de campaña Ajax.

"Muchos de los conscriptos argentinos estaban muy asustados y desconfiados cuando vinieron a nosotros", dice. "Ellos habían sido alimentados con esta propaganda vil sobre la forma en que tratamos los prisioneros de guerra. Algunos incluso habían dicho los británicos comían a sus prisioneros!

"Solían hacer la señal de la cruz antes de una operación y que estarían muy aliviados cuando se despertaron después de la cirugía y encontraron todas sus partes del cuerpo estaban todavía intactos.

"Fue entonces cuando se dieron cuenta de que lo que les habían dicho acerca de los británicos era mentira."


Los sobrevivientes del ataque a Sir Galahad viene en tierra en San Carlos Bay
Pensilvania

Dr Jolly es favorito paciente fue un piloto de caza aterrorizado, rescatado de las aguas heladas del Atlántico Sur. "Su nombre era Ricardo Lucero," dice el Dr. Jolly. "Él iba a venir a atacar a uno de nuestros barcos, cuando un misil hasta el tubo de escape. Él expulsado en el último minuto, mal se rompió la rodilla y fue pescado fuera del agua.

"Cuando él vino a nosotros, le dije, 'Bienvenido, eres un piloto, soy un médico de la aviación y que admiro. Usted tiene la rodilla rota y va a tratar de arreglarlo. "

"Yo le dije que iba a enviar un mensaje a su esposa en Córdoba para hacerle saber que estaba bien y me dio las gracias. "Durante su tratamiento Hice una apuesta con él que nunca volvería a volar pero demostré que estoy equivocado. Sin embargo, fue muy triste cuando me enteré de que había muerto hace tres años después de una colisión en el aire ".

El Bay Hospital de Campaña Ajax se creó unos días en la guerra. Inicialmente se trataba de un barco en el mar, pero el Dr. Jolly quería estar más cerca de los heridos.

En 24 horas su equipo convirtió un retrete granja abandonada en un funcionamiento plenamente, si increíblemente básico, hospital. Durante el conflicto de tres y media semanas 580 heridos fueron atendidos y ni uno solo murió en el hospital

Ese logro fue aún más increíble que el hospital estaba bajo la constante amenaza de los bombarderos argentinos y aviones de combate.


Bajas siendo tratados en el Hospital de Campaña Bay Ajax

Hospitales generalmente habían pintado cruces rojas en sus techos para identificar a los aviones enemigos.

Pero debido a su hospital estaba junto a depósitos de municiones, que eran objetivos legítimos, el Dr. Jolly insistió en que "no es el cricket" para que puedan ser protegidos, por lo que la cruz se dejó. Y a la altura de la batalla de Goose Green cuatro bombas fueron lanzadas en la zona, matando a cinco personas como el hospital estaba inundado de soldados gravemente heridos.

Dos de las bombas en realidad nos quedamos atrapados en el techo del hospital, pero no logró detonar. Sin embargo, S. Dr Jolly y su equipo siguió funcionando pese a los temores de que podrían haber ido en cualquier momento.

"Irónicamente el piloto Ricardo Lucero estaba en el hospital en una camilla en el tiempo", dice el Dr. Jolly. "Mis hombres mostraron bravey increíble cuando el avión entró en ataque. Habían inclino y cubren el paciente que estaban trabajando con su propio cuerpo hasta que el ataque pasa y luego volver al trabajo.

"Nos dimos cuenta de las bombas en el techo estaban en temporizadores y podría estallar en cualquier momento. Trabajamos en el contador de tiempo máximo era de 37 horas, así que le dije que vamos a retirar, sacos de arena de las bombas y seguir adelante con nuestro trabajo.

"Entonces las víctimas de Goose Green empezaron in streaming Tratamos a 47 heridos, algunos con terribles heridas, pero todos sobrevivieron. Después de la mayoría habían sido tratados Le dije: 'Por cierto, tenemos dos bombas sin explotar en la parte posterior. Podrían estar en contadores de tiempo de 37 horas, pero estamos en 46 horas, ahora lo que estamos bien ". Todo el mundo se echó a reír ".

Ahora un increíble documental de televisión se ha hecho para conmemorar las acciones de Dr. Jolly y sus hombres, llamados médicos de combate Malvinas. Dr Jolly está encantado su valentía ha sido finalmente reconocido correctamente. "Lo que hemos pasado era sumamente exigente. Hemos soportado por el cariño que teníamos para los chicos en la primera línea.

"Cualquiera que diga que no tenían miedo estaba mintiendo, pero se necesitaba y no había manera de que iba a decepcionar a nadie.

"Le dije a los chicos en el principio que estamos aquí por una sola cosa, para asegurarse de que cualquiera que se acerca a nosotros con una lesión nos deja con vida. El resto es irrelevante. Desde luego que logramos ".


El Hospital Ajax Bay se estableció en 24 horas en un antiguo cobertizo agrícola

Dr Jolly, ahora de 66 años, que ahora está jubilado y vive en Plymouth, fue galardonado con la Orden del Imperio Británico en los meses posteriores a la guerra. Pero la más sorprendente honor de vino en 1999 en un viaje a Argentina con alguien que considera un amigo, el príncipe Carlos.

"Antes del viaje que escribí antes a las autoridades argentinas diciendo que habíamos operado en poco menos de 80 de sus hombres y preguntando qué había sido de ellos."

"Luego, cuando llegué allí entré en esta habitación llena de todas esas caras familiares. Era toda la gente que había tratado."

"Me presenté con la Orden de Mayo, su equivalente a la OBE. Lo acepté en nombre del trabajo de todos mis médicos."

En ese momento el Dr. Jolly sintió el gesto demostró que el conflicto de Malvinas había terminado. Así que ha sido molestado por las nuevas alegaciones de la Argentina a las islas.

"Creo que alguien debería decir en voz baja les respondió:" Usted dijo en 1982, vamos a resolver esto de una vez por todas, y perdí. No se puede decir entonces que no cuenta. No vamos a aceptarlo, por lo que vamos pegar un salto y crecer. "

 Malvinas médicos de combate está en la historia militar el domingo 01 de abril a las 8 pm.



Daily Mirror

jueves, 5 de septiembre de 2013

Bahía Agradable: El camino del LSL Sir Tristam

Día Negro para los transportes británicos

Antes de Bahía Agradable el LSL Sir Tristam navegando...el
Foto no muy conocida por muchos argentinos que fue tomada por un soldado británico donde se puede observar en circulo dos A4B Skyhawk de la Fuerza Aérea Argentina en vuelo rasante rumbo a Fitz Roy donde atacarían dos buques británicos ese 8 de junio transformándose en el día mas negro de la flota.


Buque logístico desembarco (L 3005) RFA Sir Galahad arribo a las islas el 8 de mayo.Hundido el 8 de junio por la FAA.

Horas después del ataque de los A4 cuando Bahía Agradable dejó de ser tan agradable...

Sir Tristam junto a su gemelo alguien puede notar que diferencia tienen ahora


Otra de las vistas, esta desde cubierta hacia proa el estado del Sir Tristam
Otra vista más cerca del puente demuestra la destrucción que hicieron los Dagger cuando atacaron al Sir Tristam

Después de terminada la guerra el estado del Sir Tristam remolcado desde Bahía Agradable hasta Puerto Argentino


Texto de Victor Hugo Telis del grupo Relatos Históricos de la Guerra de Malvinas