viernes, 19 de agosto de 2016

El velero K vuelve al país

El velero kirchnerista que está en Malvinas volverá a la Argentina
La organización militante cerró la negociación con el gobierno de las islas para recuperarlo luego del naufragio del año pasado


La Sanmartiniana permanece varada en Puerto Argentino, en las Islas Malvinas, las imágenes fueron tomadas a mediados de mayo de éste año. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial

Nicolás Cassese - LA NACION


La Sanmartiniana, el velero de la agrupación kirchnerista que naufragó en el Atlántico sur y fue rescatado por un buque malvinense, se resiste a pasar al olvido. La Fundación Interactiva para promover la Cultura del Agua (Fipca), la organización militante dueña del velero, negoció con el gobierno de Malvinas para recuperar la embarcación. La idea es navegarlo de vuelta al continente este próximo verano.

La información fue confirmada por el gobierno de las islas y por fuentes cercanas a la agrupación. Entre el 10 y el 16 del último junio Javier Vázquez, el capitán al momento del naufragio, estuvo en las islas con otros dos integrantes de las Fipca para ver el barco.


Desde octubre del año pasado, cuando un buque malvinense lo encontró sin tripulación y a la deriva en aguas cercanas a las islas, el velero se encuentra amarrado en un muelle comercial de Puerto Argentino. Está a flote pero muy deteriorado. Es el daño lógico que sufrió en la tormenta y durante los meses sin mantenimiento. El casco está oxidado y las velas, destrozadas.

Cuando lo recibió, el gobierno malvinense emitió un comunicado instando a los dueños a presentarse y reclamar el barco en el plazo de un año. De no hacerlo, pasaría a propiedad de Malvinas. El 22 de diciembre del año pasado, Fipca se presentó e inició el trámite y las negociaciones para recuperarlo. Para eso deberá pagar los gastos incurridos en el rescate. A fin de junio de este año, la legislatura malvinense aprobó el calendario y los costos del trámite para que Fipca recupere el barco. No trascendieron ni uno, ni otro. Una fuente cercana al proyecto aseguró que los costos no eran muy onerosos. "Alrededor de lo que sale un auto", dijo.


El problema se presentaba más en términos políticos que económicos: negociar con el gobierno de Malvinas puede interpretarse como un reconocimiento de soberanía, lo que va contra el ideario de Fipca.

La Sanmartiniana permanece vararada en Puerto Argentino, en las Islas Malvinas, las imágenes fueron tomadas a mediados de mayo de éste año. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial

Travesía militante


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El objetivo de la travesía que terminó siendo, hasta ahora, la última del velero era el mismo que el de la fundación: ir atracando en los puertos del litoral argentino para concientizar acerca de la cultura marítima, hacer navegaciones inclusivas y difundir el ideario de la izquierda nacionalista y peronista.

Pero la suerte del velero -que fue botado en 1982 como barco escuela del Náutico San Isidro, uno de los más tradicionales de la zona norte del conurbano, y luego vendido a Fipca- había comenzado a tornarse negra la tarde del 15 de septiembre . Hacía apenas un día había zarpado de la isla de los Estados, en el extremo sur de la Argentina, con la idea de ir navegando hacia el Norte, con destino final en Buenos Aires, cuando se encontró con un fuerte temporal que soplaba del Oeste y los empujaba lejos del continente.

El capitán Vázquez es un hombre con poca experiencia marítima que estaba ahí por compromiso con la militancia. Algunos de los otros nueve tripulantes a bordo si tenían horas en el agua y fueron ellos los que decidieron emitir un alerta por radio pidiendo ayuda. Una de las alternativas, navegar hacia donde soplaba el viento, fue descartada por razones políticas: el primer puerto en esa dirección era Malvinas.

El San Arawa II, un buque pesquero que estaba por la zona, los rescató amarrándolos para ayudarlos a pasar el temporal. Sin embargo, luego de una dura noche a remolque pero aún a bordo del velero, los tripulantes de La Sanmartiniana le informaron a Carlos Burlando, el capitán del pesquero, que estaban al borde del colapso por la hipotermia y el cansancio. En una arriesgada maniobra, Burlando los evacuó del velero y los subió al pesquero. Un par de horas después, en medio de la noche, el cabo que amarraba al velero se cortó y La Sanmartiniana se perdió en el Atlántico. Hasta que volvió a aparecer en el radar del buque malvinense.


La Sanmartiniana permanece vararada en Puerto Argentino, en las Islas Malvinas, las imágenes fueron tomadas a mediados de mayo de éste año. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial

Reparaciones necesarias

Además de los trámites legales, la Sanmartiniana necesita mucho trabajo antes de volver a navegar por las tormentosas aguas del Atlántico sur. El plan de Fipca es hacerle lo necesario para navegar los alrededor de tres días que los llevarían a alguno de los puertos patagónicos donde podría someterse a una restauración más a fondo. Están pensando en Puerto Deseado o Caleta Olivia, ambas en Santa Cruz. Para llegar hasta allí necesitan velas nuevas y revisar el timón y el casco, que hace agua, entre otras cosas. Hay que ver cuáles son lo requerimientos de seguridad que les pone el gobierno de Malvinas ya que es probable que los certificados del barco ya estén vencidos.

En cuanto a la tripulación, Vázquez está dispuesto a subirse de nuevo al barco para traerlo a la Argentina. Otros, en cambio, ya tuvieron suficiente aventura con su anterior navegada por esas zonas con un barco y un equipo que tiene más militancia que oficio marino.


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