El Comandante del Para 3 Teniente Coronel Hew Pike luego de sus órdenes el 10 de junio. Junto a Robert Fox de la BBC con un modelo aproximado de la zona. La cinta blanca es la línea de partida.
Lo que se ve es una representación (+/-) de Monte Longdon, a grueso modo una guía para los jefes de cada compañía con sus respectivos objetivos.
A diferencia de la creencia generalizada la gran mayoría de la información que disponían sobre el dispositivo argentino provenía de la observación directa (SAS, Compañía de Exploración, etc).
Eventos tales como el Combate de puente Murrel o detección de radar en días previos al 11 de junio, son indicadores que materializan esa exploración para obtener información.
jueves, 24 de octubre de 2024
Maqueta de Monte Longdon del 3 Para
martes, 22 de octubre de 2024
APBT: Fallece el legendario Carlos Cequeira, primero en desembarcar el 2 de Abril
El entrañable recuerdo de Carlos Cequeira, el primer soldado en pisar las Islas Malvinas la noche previa al comienzo de la guerra
En
el operativo de recuperación, fue uno de los comandos anfibios que tuvo
como misión tomar el cuartel de los Royal Marines y la casa del
gobernador. Nunca quiso volver a las islas porque no toleraba que le
sellaran el pasaporte. Murió a los 69 años y vivía en Ushuaia
Por Adrián Pignatelli || Infobae
Que en realidad pisar no fue lo primero que hizo en suelo malvinense, sino que como llevaba las patas de ranas puestas, cayó de espaldas, contaba siempre entre risas. Tenía entonces 27 años, casado, era cabo principal y en 1975 había hecho el curso de comando. Uno de sus compañeros de entonces, el coronel Andrés Ferrero, también veterano de Malvinas, lo recuerda como un tipazo y una de esas personas que siempre estaba dispuesta a ayudar.
Se llamaba Carlos Eduardo Cequeira,
comando anfibio al que todos conocían como “el Negro”, y falleció el
pasado sábado en la ciudad de Ushuaia, donde residía, luego de una larga
enfermedad.
Junto a Bernardo Schweizer
fueron los primeros argentinos en pisar las islas alrededor de las diez
de la noche del 1° de abril, en una navegación que la realizaron en un
kayak, que hoy es una reliquia en el Museo de la Infantería de Marina.
Cequeira y Schweizer tienen una historia aparte. Cuando en 1980 Schweizer, un teniente de corbeta recién ascendido, hizo el curso comando, Cequeira, un suboficial, fue su instructor. Enseguida congeniaron. El Negro Cequeira era alegre y comunicativo, y con un talento innato para la enseñanza. Ambos estaban casados, y ninguno tenía aún hijos. Es más: Malvinas interrumpió la luna de miel de Schweizer.
Cuando se planeó la recuperación, el jefe de Schweizer le indicó que eligiese a los mejores comandos para la misión que tenían por delante. Y escogió a Cequeira como compañero de combate, en quien confiaba ciegamente. Corpulento, medía casi dos metros, decía que lo había elegido para que “le tapase las balas”.
El 21 de marzo habían entrado en alerta y su agrupación, que estaba en la Base de Mar del Plata, fue llevada a Puerto Belgrano, donde embarcaron en la fragata Santísima Trinidad. Sabían la misión: tomar un cuartel y una sede de gobierno, y luego debían realizar una evacuación inmediata. Pero no le dijeron cuál ni dónde era.
En viaje hacia el sur, se les informó que habían puesto proa a Malvinas y que integrarían el equipo que recuperaría las islas. En la noche del 1° de abril, luego de atravesar una tormenta de aquellas, el buque ancló en las inmediaciones de la bahía Enriqueta. Entonces, 94 comandos anfibios y buzos tácticos de la Armada ocuparon 22 botes de goma y un kayak a un mar que estaba increíblemente calmo, y con una luna que alumbraba por demás. Al mando estaba el capitán de corbeta Guillermo Sánchez Sabarots y su segundo era el capitán de fragata Pedro Giachino.
Navegaron en botes de goma a motor hasta la rompiente, y ahí Schweizer y Cequeira se pasaron al kayak, que llevaban remolcado. Era un modelo alemán, completamente desarmable para que pudiese transportarse en un submarino.
Ellos debían asegurar la zona para que pudiera desembarcar el resto de los comandos. Ambos conocían el plan a seguir por si a uno le pasaba algo, el restante debía terminar la misión.
Schweizer con un visor nocturno y detrás Cequeira con un compás, guiaba la navegación. El primero intuyó ver una luz y presencia de hombres. “Me parece que vamos a cambiar de playa”, dijo y le pasó el visor a su compañero. “Sí, sí, hay hombres allá”, confirmó. Los estaban esperando. Después se enterarían que había británicos con dos ametralladoras.
Entonces buscaron un punto a unos quinientos metros de ese lugar, más al norte. Si bien era una playa más chica, comprobaron que estaba desierta, y fue cuando desembarcaron el resto de los hombres. Eran las 23 horas.
Dos horas después iniciaron la marcha hacia los dos objetivos: la casa del gobernador y el cuartel de los Royal Marines, puntos que debían tomar a las 6 de la mañana, y sin producir bajas. Para ello, la patrulla se dividió en dos grupos: unos fueron con Sanchez Sabarots y el otro con Giacchino.
Avanzaron en la oscuridad total, caminando por la turba mojada y sorteando toda clase de obstáculos.
Cequeira contó luego que hubo una débil resistencia de los soldados británicos, quienes les dispararon durante diez minutos y que luego desaparecieron del lugar. Lo primero que hicieron fue arriar la bandera inglesa e izaron la argentina, tarea que estuvo a cargo de Sánchez Sabarots y del suboficial Guillermo Rodríguez, comando anfibio.
Cuando este grupo de comandos se enteró del tiroteo en la casa del gobernador y que el capitán Giachino lo habían herido junto al cabo Urbina, se dirigieron al lugar.
Fue un civil argentino quienes les advirtió que detrás de la residencia había royal marines. Fueron hasta el lugar y lograron que se rindieran.
Los comandos tenían sentimientos encontrados: estaban eufóricos por la misión en la que participaban, pero tristes por Giachino. A Schweizer le ordenaron llevar el cuerpo del capitán al continente.
Regresaron a la Base Belgrano y el 8 de abril los comandos fueron movilizados a Río Gallegos, a la espera de una asignación de otra misión que nunca llegaría.
El kayak que usaron Cequeira y Schweizer tiene una costura en el frente, y el responsable de la marca fue el propio Cequeira, quien confesó que había usado su cuchillo para quitarse el traje de goma y cuando quiso clavarlo en la arena, lo ensartó en la embarcación.
El kayak se lo quedó Schweizer, y fue Cequeira quien le propuso donarlo. Primero estuvo en un museo de Río Grande y luego lo pidió el museo de la infantería de marina.
Unos años después de Malvinas, alcanzó las aptitudes para continuar su carrera como oficial. Fue un instructor de comandos muy querido por sus alumnos.
Amante del sur, se radicó en Tierra del Fuego. Con Schweizer eran amigos íntimos, las familias también, y vivían muy cerca uno del otro cuando revistaban en la Base de Puerto Belgrano.
En 2007, Schweizer dejó la marina y se radicó en el exterior. Siguió manteniendo el contacto con su viejo amigo. Hace un tiempo volvió y se enteró de que estaba gravemente enfermo. Hablaban por teléfono y si bien le notaba que su voz era débil, no había perdido ese carácter jovial y amiguero.
Le pidió que lo esperase, que en cuanto pudiera, iría a verlo. Pero no fue posible.
Al momento de su fallecimiento, ocurrido en Ushuaia, era capitán de fragata (cuerpo técnico) retirado a fines de 2018. Desde entonces era el encargado como el Museo Naval, reunía el perfil ideal para ello, por su carácter y su conocimiento sobre Malvinas, ya que además brindaba conferencias. Era un ávido lector de libros de historia.
Le gustaba navegar en kayaks, y hacía demostraciones de lo que había hecho la noche del 1° de abril en las horas previos a todos a cada aniversario del desembarco. Lo visitaban, de todas partes del país, viejos soldados.
El 8 de octubre había cumplido 69 años. Para todo el mundo era el Negro Cequeira, querido y admirado, que no quiso volver a Malvinas porque no toleraba que le sellasen el pasaporte, ese que a pesar que lo hizo con la espalda, fue el primero en tocar suelo malvinense.
domingo, 20 de octubre de 2024
viernes, 18 de octubre de 2024
miércoles, 16 de octubre de 2024
lunes, 14 de octubre de 2024
sábado, 12 de octubre de 2024
¿Por qué no explotaron las bombas? (7/8)
Malvinas 35 años: ¿por qué no estallaron las bombas?
Parte 1 || Parte 2 || Parte 3 || Parte 4 || Parte 5 || Parte 6 || Parte 7 || Parte 8por Guilherme Poggio
Hace 35 años, argentinos y británicos se enfrentaron en las gélidas aguas del Atlántico Sur para disputarse la posesión de las Islas Malvinas (Falklands, como las llaman los británicos). Fue durante este conflicto que la Fuerza Aérea Argentina (FAA – Fuerza Aérea Argentina) entró en combate por primera vez contra un enemigo externo. El bautismo de fuego tuvo lugar el 1 de mayo de 1982. El blog Air Power publica por partes un artículo exclusivo sobre los vectores, armas y tácticas utilizadas por la FAA para atacar y destruir los barcos de la Task Force británica. Para leer las partes anteriores haga clic en los enlaces a continuación.
Parte 1 - Introducción
Parte 2 - Vectores y armamentos
Parte 3 - Tácticas
Parte 4 - Espoletas
Parte 5 - El primer ataque
Parte 6 - 'Callejón de las bombas'
Día de la Patria
El 25 de mayo (aniversario de la independencia argentina) dos barcos británicos fueron detectados cerca de la Isla Borbón (Isla Pebble), en la entrada norte del Estrecho de San Carlos. En la tarde del mismo día, seis aviones A-4B Skyhawk con base en Río Gallegos, divididos en dos escuadrillas (Zeus y Vulcano), fueron asignados para atacar los dos objetivos. Por problemas técnicos, un avión de cada escuadrón abortó la misión.Volando diferentes rutas, el Escuadrón Vulcan llegó primero al lugar y partió en la fragata HMS Broadsword (Tipo 22). Según la versión británica, la proximidad de un avión al otro acabó confundiendo el sistema de misiles GWS-25 Seawolf de la fragata y tuvo que ser reiniciado. Aprovechando la caída del sistema, los pilotos argentinos lanzaron impunemente sus bombas MK-17, pero ninguna explotó. Uno de ellos rebotó en el mar y dañó la cubierta de popa del barco, arrancando el morro del helicóptero Lynx que allí se encontraba atracado.
En la imagen de arriba, tomada desde el HMS Broadsword el 25 de mayo, dos A-4 se acercan a la fragata británica para lanzar sus bombas. La aeronave de la izquierda de la foto está atribuida al Capitán Carballo (A-4 matrícula C-225) y la aeronave de la derecha al Teniente Rinke (A-4 matrícula C-214). Estos aviones estaban armados con bombas MK-17. FOTO: Departamento de Defensa del Reino Unido
Una de las bombas lanzadas por los A-4 impactó en la cubierta de popa del HMS Broadsword y dañó el helicóptero que se encontraba en cubierta. FOTO: Departamento de Defensa del Reino Unido
Poco después llegaron al mismo lugar los dos A-4B del Escuadrón Zeus (el Teniente Velazco en el C-212 y el Alférez Barrionuevo en el C-207). Sorprendentemente, estos aviones estaban armados con tres bombas BR-250 cada uno (a diferencia de los MK-17 que utilizaban anteriormente). Todas las bombas fueron lanzadas sobre el destructor HMS Coventry (Tipo 42). Al menos dos de ellos impactaron contra el barco y permanecieron allí. Al cabo de unos segundos se produjo una explosión (algunos mencionan dos explosiones). Veinte minutos después el barco zozobró (la historia del hundimiento del HMS Coventry fue contada en un post en el blog de Poder Naval – para ver el post haga clic aquí ).
Las imágenes de arriba muestran las dos configuraciones de ataque naval típicas empleadas por la FAA durante la Guerra de las Malvinas para aviones A-4B/C. Hasta el 25 de mayo, la mayoría de los ataques se llevaron a cabo utilizando la configuración con una sola bomba de 1.000 libras (imagen de la derecha). A partir de ese día, la configuración con tres BR-250 (imagen de la izquierda) se hizo más común.
Es justo decir que una combinación de factores permitió que el ataque al destructor Coventry fuera un éxito para la FAA. El ángulo entre la trayectoria de la bomba y el eje del barco era de aproximadamente 40º, considerado ideal por los creadores del ataque. Esta situación no fue consecuencia de una maniobra intencionada de la aeronave, sino de un cambio inesperado en el rumbo del barco. Este cambio sorprendió al comandante del Broadsword , que no pudo disparar sus misiles Seawolf a los aviones atacantes tras tener que reiniciar el sistema.
La ilustración de arriba representa el ataque al destructor HMS Conventry. En la escena representada, los dos A-4B que atacaron el barco aparecen muy cerca de él cuando detonaron las bombas. En realidad, la detonación se produjo sólo 12 segundos después del lanzamiento. De esta forma, los aviones ya deberían estar bastante alejados del barco. IMAGEN: FAA
Golpeado por bombas de 250 kg con espoletas de retardo, lanzadas por aviones A-4B, el HMS Coventry zozobró en unos veinte minutos. FOTO: Departamento de Defensa del Reino Unido
El hecho de que los aviones del Escuadrilla Zeus llevaran tres bombas cada uno también aumentó la probabilidad de un impacto. De las nueve bombas lanzadas, al menos dos impactaron en Coventry . Esto da una proporción de 0,2. Si hubiera tres bombas (una por avión como es el caso del MK-17) esta proporción no se alcanzaría.
El caso es que, independientemente de los motivos, la fama del BR-250 se extendió por toda la FAA y los prejuicios contra él (principalmente entre los pilotos del A-4B) desaparecieron. A partir de ese momento, los escuadrones de ataque comenzaron a utilizar principalmente bombas Expal (con diferentes tipos de espoletas modificadas) contra los barcos de la flota.
Invencible
A fines de mayo, la aviación naval argentina sólo contaba con un misil AM-39 Exocet. Se tomó la decisión de emplearlo contra un objetivo de alto valor. Se trataba del portaaviones HMS Invincible. Para mejorar el efecto del ataque, la FAA se unió a la misión y proporcionó cuatro A-4C, cada uno armado con tres bombas detenidas por paracaídas Expal.La misión estaba prevista para el 29 de mayo, pero problemas con el repostaje en vuelo del KC-130 acabaron por posponer la operación hasta el día siguiente. Según fuentes argentinas, de los cuatro A-4C que participaron, dos fueron derribados poco antes de llegar al portaaviones y los otros dos lanzaron sus bombas sobre el objetivo. En la versión británica, los pilotos argentinos atacaron la fragata HMS Avenger (Tipo 21) y las bombas cayeron al agua.
La última gran oportunidad para que la aviación de la FAA atacara objetivos navales durante la Guerra de las Malvinas ocurrió el 8 de junio. Información del destacamento argentino en Puerto Argentino informó la presencia de barcos británicos cerca de la localidad de Fitz Roy, dos de los cuales eran de gran tamaño y otros más pequeños.
A-4B C-266 armado con tres bombas BR-250 en el hangar central siendo repostado por un KC-130. En realidad, esta foto fue tomada el 8 de junio, ya que es posible ver un segundo KC-130 repostando combustible a otro A-4 al fondo. FOTO: FAA
Desde Río Gallegos se lanzó una oleada compuesta por dos escuadrillas (“Dogo” y “Mastín”) de A-4B. Todos los aviones estaban armados con bombas Expal BR-250. Los aviones identificaron dos barcos de apoyo de la RFA. Los tres A-4 del Escuadrilla “Dogo” atacaron al RFA Sir Galahad. Tres bombas explotaron en el interior y otras tres rebotaron en el agua y explotaron en la orilla. El avión que ocupaba la posición número 2 del escuadrón no pudo lanzar sus bombas.
A-4B C-221 armado con tres bombas españolas BRP-250 con cola frenada por paracaídas. Este avión, con la misma configuración de armamento que en la foto, atacó al barco RFA Sir Gallahad el pasado 8 de junio. FOTO: FAA
Poco después, los dos A-4 de la escuadra Mastín, al ver al RFA Sir Gallahad envuelto en humo, se dirigieron hacia el RFA Sir Tristan . Ambos arrojaron todas sus bombas al barco. Al menos uno pasó sin explotar. El barco estaba fuera de servicio. Aunque fue remolcado de regreso a Gran Bretaña no pudo ser recuperado. El Sir Gallahad quedó completamente destruido y hundido intencionalmente.
El barco de apoyo RFA Sir Galahad fue duramente castigado por la aviación de la FAA el 8 de junio. Los daños que sufrió imposibilitaron cualquier tipo de recuperación. FOTO: Departamento de Defensa del Reino Unido
También como parte de la primera oleada, se lanzaron tres Daggers (“Escuadrilla Perro”) desde Río Grande, cada una armada con dos bombas Expal BRP-250 frenadas por paracaídas (además de tanques subalares de 1.700 litros). Estos aviones se dirigieron a la región de Bahía Agradable. Existen controversias sobre el barco y su ubicación real al comparar información argentina y británica. Finalmente, este ataque inmovilizó la fragata HMS Plymouth (Tipo 12).
Dos M-5 Daggers (posiblemente en San Julián) se están preparando para otra salida. En la aeronave de la derecha de la foto se puede distinguir una de las dos bombas españolas BRP-250 frenadas por paracaídas. También son evidentes los tres depósitos de combustible externos de 1.300 litros. FOTO: FAA
Los ataques de la segunda oleada (escuadrillas “Mazo” y “Martillo”), que también utilizaron bombas BR-250, resultaron ineficaces debido a la presencia de patrullas Sea Harrier en la zona. Sin embargo, una lancha de desembarco se hundió cuando las bombas fueron lanzadas por un A-4, aunque no hay confirmación de que las bombas explotaran.
jueves, 10 de octubre de 2024
Los planeados ataques de Vulcan a las bases argentinas
martes, 8 de octubre de 2024
domingo, 6 de octubre de 2024
¿Por qué las bombas no estallaron? (6/8)
Malvinas 35 años: ¿por qué no estallaron las bombas? (PARTE 6)
Parte 1 || Parte 2 || Parte 3 || Parte 4 || Parte 5 || Parte 6 || Parte 7 || Parte 8por Guilherme Poggio || Poder Aéreo
Hace 35 años, argentinos y británicos se enfrentaron en las gélidas aguas del Atlántico Sur para disputarse la posesión de las Islas Malvinas (Falklands, como las llaman los británicos). Fue durante este conflicto que la Fuerza Aérea Argentina (FAA – Fuerza Aérea Argentina) entró en combate por primera vez contra un enemigo externo. El bautismo de fuego tuvo lugar el 1 de mayo de 1982. El blog Air Power publica por partes un artículo exclusivo sobre los vectores, armas y tácticas utilizadas por la FAA para atacar y destruir los barcos de la Task Force británica. Para leer las partes anteriores haga clic en los enlaces a continuación.
'Callejón de las bombas'
Las primeras informaciones sobre el desembarco británico en el Estrecho de San Carlos llegaron al continente alrededor de las 9:00 horas de la mañana del 21 de mayo. Por ello, la FAA concentró sus ataques en ese espacio geográfico. En ese momento, ya se habían entregado a los escuadrones espoletas modificadas para las bombas Expal y se convirtieron en otra opción de ataque.Hubo cierta resistencia por parte de algunos pilotos, especialmente los pilotos del A-4B, al utilizar los nuevos fusibles. Prefirieron utilizar las bombas MK-17 utilizadas hasta entonces, ya que incluso dadas sus limitaciones, ataques anteriores habían demostrado que funcionaban. El comando de la FAA no se opuso. Según la FAA, sólo los Daggers (y aun así no en todas las salidas) despegaron con bombas españolas con espoletas modificadas.
Para evitar los sistemas de defensa antiaérea de los barcos de la Royal Navy, los cazas de la FAA tuvieron que volar a alturas extremadamente bajas. En la imagen de arriba, una Daga pasa entre los barcos en San Carlos Water. FOTO: Departamento de Defensa del Reino Unido
En total, ese día se lanzaron cuatro oleadas de ataques. En el primero de ellos sólo participaron Dagas y de los cuatro escuadrones, tres iban armados con bombas BRP-250 de origen español. La segunda oleada estaba compuesta únicamente por A-4B/C y los cuatro escuadrones que despegaron portaban bombas MK-17.
Por la tarde, la tercera oleada del día estuvo formada por dos escuadrones de A-4B (bombas MK-17) y tres de Daggers (uno con bombas Mk-17 y el otro con bombas BRP-250). La última oleada estuvo compuesta únicamente por A-4B/C. Todos portaban bombas MK-17.
Los dos aviones del “Escuadrón Cuenca” (C-418 y C-436) regresando a Río Grande luego de participar en la tercera ola el 21 de mayo. Estos aviones atacaron a la fragata HMS Ardent (Tipo 21) en el Estrecho de San Carlos con bombas MK-17. Cada avión llevaba una de estas bombas en el hangar central. Debajo de las alas llevaban dos depósitos de combustible de 1.700 litros. Esta configuración de tanques (conocida como “Hotel”) fue utilizada únicamente por los Daggers con base en Río Grande por cuestiones logísticas y porque sólo estos aviones habían sido modificados para recibir estos tanques Mirage III. La fotografía fue tomada desde un Gates LearJet (cuyo tanque de combustible en la punta del ala aparece en la parte superior de la foto). FOTO: FAA
Los datos disponibles no permiten llegar a una conclusión segura sobre la eficacia de las modificaciones de las espoletas, ya que la información es contradictoria. Cabe señalar que muchas de estas salidas terminaron sin resultar en ataques. Las razones son diversas, incluyendo objetivos que no fueron encontrados, aviones derribados antes de que se lanzaran las bombas y misiones abortadas por problemas técnicos con los aviones.
La fragata HMS Ardent fue impactada por sucesivas oleadas de aviones argentinos el 21 de mayo (Dagger, Skyhawk de la FAA y la Armada). Sin otra alternativa, su comandante dictó la orden de abandono. El barco se hundió a la mañana siguiente. FOTO: Departamento de Defensa del Reino Unido
Según información británica y de la FAA, las bombas que la Fuerza Aérea arrojó sobre los barcos HMS Antrim , HMS Argonaut y HMS Ardent causaron daños variables, pero ninguna explotó. Esta información contradice la dada por el Coronel (en ese momento con el grado de mayor) Dávila (Departamento de Material del Estado Mayor del Comando de Operaciones Aéreas) de que las bombas estaban armadas con espoletas de explosión retardada y necesariamente debían explotar después de cierto tiempo. Las únicas bombas (MK-82 con cola frenada por aletas "Snakeye") que realmente explotaron fueron las lanzadas por pilotos navales argentinos que impactaron al HMS Ardent después de los ataques de la FAA al mismo barco. Esta información es confirmada por ambas partes.
Posición de escoltas británicas en el estrecho de San Carlos el 21 de mayo. HMS Ardent está al sur de la Isla Noroeste (haga clic para ampliar). FUENTE: http://hmsbroadsword.co.uk
A diferencia de la Fuerza Aérea, los A-4Q de la Armada estaban armados con bombas de caída libre frenadas por aletas (no paracaídas) del tipo MK-82 Snakeye. Estas bombas fueron ampliamente utilizadas por la Marina de los EE. UU. en la década de 1970. El Snakeye requería una altura de lanzamiento mayor que las bombas con freno utilizadas por la FAA. También fueron utilizados en el ataque al HMS Ardent. FOTO: ARA
Antelope
Los principales objetivos navales de los días siguientes siguieron siendo los barcos que apoyaban el desembarco británico en el Estrecho de San Carlos. En relación con la comunidad de pilotos de cazabombarderos de la FAA, todavía existía una preferencia por las bombas británicas MK-17 y los A-4B continuaron atacando sólo con estos dispositivos.El 23 de mayo, cuatro A-4B (Escuadrón Nene), armados cada uno con un MK-17, despegaron de Río Gallegos al mediodía. Uno de los aviones fue alcanzado antes de lanzar la bomba sobre el objetivo y regresar al continente. Otros dos lograron lanzar sus bombas sobre la fragata HMS Antelope (Tipo 21). Ambas bombas dieron en el blanco y permanecieron dentro del barco sin explotar. La explosión no se produjo hasta el día siguiente, mientras los británicos trabajaban para desactivarla.
La fragata HMS Antelope fue alcanzada por dos bombas MK-17 de fabricación británica, lanzadas por aviones A-4B del Escuadrón Nene el 23 de mayo. En la imagen de la esquina superior derecha se puede ver el agujero provocado por la bomba en el lateral. También es posible ver el palo mayor dañado tras colisionar con él el A-4 del teniente Guadagnini. En la foto principal el momento de la detonación de la bomba durante las primeras horas de la mañana, cuando se realizaban actividades de remoción de bombas. El incendio provocó la explosión del cargador de misiles SeaCat. En la imagen de la esquina superior izquierda, los últimos momentos de la fragata el día después del ataque.FOTOS: UK DoD
Milagrosamente, el suboficial responsable de desarmar una de las bombas que impactó en el Antelope sobrevivió a la explosión de la bomba. En su testimonio (disponible en este enlace ) dijo que la bomba había sido colocada (pero por alguna razón desconocida no explotó). Esta información apoya la tesis argentina de que lograron modificar la espoleta de origen británico para que la bomba pudiera armarse en un tiempo extremadamente corto dado un perfil de ataque a una altitud extremadamente baja (ver más detalles en la parte 3 de este artículo). También confirmó que la bomba tenía una espoleta con retardo de tiempo de 28 segundos.
Fragmento del informe de la Royal Navy sobre la pérdida de la fragata HMS Antelope. IMAGEN: Marina Real
El grabado de arriba muestra el momento exacto en el que el teniente Guadagnini lanza su bomba contra la fragata HMS Antelope. El avión de Guadagnini acabó chocando contra el mástil mayor de la fragata mientras el piloto intentaba recuperar el A-4 de una inmersión tras ser alcanzado por un fuego de 30 mm. En la colisión, la aeronave se desintegró.
Al día siguiente los escuadrones continuaron despegando predominantemente con bombas MK-17 y sus espoletas modificadas, principalmente las A-4B de Río Gallegos que sólo utilizaban este tipo de armamento. En el primer ataque del día, los A-4B se encontraron con los barcos de apoyo RFA Sir Lancelot y RFA Sir Galahad en el Estrecho de San Carlos. Ambos fueron alcanzados por bombas MK-17 que se alojaron en su interior, pero no explotaron. Al final de la mañana, cuatro Daggers lanzaron sus MK-17 sobre el RFA Sir Bedivere , que aparentemente tampoco explotó.