martes, 26 de noviembre de 2019

Arte: Monte Longdon

Monte Longdon

11/12 de junio de 1982


Monte Longdon. (Tela del pintor argentino Hector Arenales Solís)

domingo, 24 de noviembre de 2019

Guerra Fría: Malvinas en el medio de la invasión comunista en los 70 y 80s

La precuela de una América Latina en convulsión: del “cisne negro” de Malvinas al advenimiento de Hugo Chávez

Por Juan Bautista "Tata" Yofre ||  Infobae



George Bush, Mikhail Gorbachev, Fidel Castro, Hugo Chávez y Leopoldo Galtieri

En la primera semana de noviembre de 1981 se inauguró la XIV Conferencia de Ejércitos Americanos. Se llevó a cabo en una base del Ejército de los Estados Unidos, cercana a Washington y pegada al río Potomac, que lleva el nombre de Lesley J. McNair, el general de más alto rango que murió en combate en la Segunda Guerra Mundial, en julio de 1944.

La cumbre de comandantes se realizó en un momento llamativo. En esos días el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), una conjunción de socialdemócratas (Guillermo Ungo), castristas y otras organizaciones guerrilleras, luchaba palmo a palmo contra las fuerzas legales en El Salvador. En Nicaragua, el gobierno pro castrista del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) transitaba un poco más de dos años en el poder, y desde Honduras, los “contras”, con la ayuda estadounidense y argentina intentaban voltearlo.

En la cumbre de comandantes participaron todos los delegados latinoamericanos menos los de Cuba y Nicaragua. El tema principal fue “cómo combatir la infiltración cubano- soviética en las Américas”. Edward Meyer, comandante norteamericano abrió la conferencia con un discurso y presentó el temario. Los generales más activos, según todos los informes, fueron los de Argentina, Chile y El Salvador. “Ya estamos en guerra”, dijo uno de los presentes.

Durante la cumbre castrense el jefe de la delegación argentina era el teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri, un claro exponente de la lucha contra el marxismo que aspiraba a convertirse en un férreo aliado de los Estados Unidos. Lo que no dijo Galtieri a sus “aliados” americanos fue que aspiraba a convertirse en Presidente de la Nación en el corto plazo, con el decisivo apoyo de la Marina argentina. Iba a deponer a Roberto Eduardo Viola y, como concesión a la Armada, pensaba aceptar la invasión o recuperación de las Islas Malvinas. Hacerlo -según él- no acarrearía ningún problema. Esperaba de los americanos un gesto de “hands off” y de los británicos una protesta diplomática. Salió todo al revés: Ronald Reagan, presionado por la opinión pública y por Margaret Thatcher, se vio obligado a apoyar a Gran Bretaña, lo mismo que la OTAN. Cuba y sus aliados apoyaron a la dictadura argentina, su vieja enemiga y el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) voló por los aires.

 
Leopoldo Fortunato Galtieri junto a Mario Benjamín Menéndez, en las Islas Malvinas en mayo de 1982

El 21 de diciembre de 1981 Galtieri desplazó a Viola y el 2 de abril de 1982 recuperó las Malvinas. El 14 de junio las tropas argentinas se rendían ante la Task Force británica y comenzaba el último año de la dictadura militar argentina, obligada a entregar el poder a un mandatario constitucional, el radical Raúl Alfonsín.

El “cisne negro”, el acontecimiento sorpresivo, cambiaría con el correr del tiempo el mapa político de América Latina dando origen a gobiernos democráticos.

Ningún representante estadounidense dijo a los presentes que en México se estaba realizando un encuentro secreto entre Carlos Rafael Rodríguez -vicepresidente de Cuba y hombre fuerte del PCC- con el secretario de Estado, Alexander Haig. Es decir, se insuflaba a los comandantes militares un clima de cruzada antimarxista, mientras el socio principal (EE.UU.) comía con el enemigo.

En este contexto, gracias a la gestión del canciller mexicano Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa, el nuevo Secretario de Estado Alexander Haig y el vicepresidente cubano e histórico dirigente comunista mantuvieron un encuentro en aquel país. Se llevó a cabo mientras en Washington se hablaba de una invasión estadounidense a Cuba. La cumbre resultó un diálogo de sordos porque ninguno de los dos mostró sus verdaderas cartas. Eso se desprende de los siguientes párrafos del resumen de la reunión:

Alexander Haig: […] existe una tendencia, equivocada o no, a creer que existe un acuerdo entre Moscú y La Habana en relación con varias actividades internacionales, por lo menos un acuerdo tácito. Todo esto creó un ambiente en Estados Unidos que permitió la llegada del presidente Reagan al poder. Estamos siguiendo muy de cerca los sondeos de opinión, y le puedo asegurar que la opinión del pueblo estadounidense está deseando que cambiemos nuestras relaciones con Cuba, y quiere un cambio que no es positivo para Cuba, se ve a Cuba como una amenaza.

Carlos Rafael Rodríguez: Aprecio la oportunidad -después de sus palabras señor secretario- para atribuir la intensificación actual de nuestros conflictos a razones geopolíticas Y espero tener la elocuencia necesaria, dentro del poco tiempo que tenemos, para intentar probar que la realidad geopolítica no es lo que parece ser. Respecto a América Central, no somos sólo nosotros los que hemos dicho que sería un error concebir lo que está pasando hoy en día en la región como el resultado de una actividad subversiva externa. Gobiernos moderados como el de (José) López Portillo comparten esta opinión.

AH: Le puedo asegurar que este paisaje benigno que usted ha pintado no es real. Pedimos a Cuba que reexamine esta posición. No le pedimos a Cuba que se humille. Lamentablemente, ha llegado el momento en que el debate retórico entre Estados Unidos y Cuba no resuelve el problema […] Sin embargo, Cuba está exportando revolución y derramamiento de sangre en el continente. Bueno, lo que estoy diciendo es que debemos encontrar una solución y rápidamente.

CRR: ¿Qué solución? 

AH: Debe haber una solución, porque nadie le dio a Cuba el derecho divino de interferir en los asuntos internos de los países de este hemisferio, sin importar los argumentos que se puedan argumentar para justificarlo.

Con este contexto un año más tarde, el 29 de diciembre de 1982, el Ministro de Defensa Raúl Castro Ruz se reunió con el Presidente del Soviet Supremo y Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética Yuri Andropov. En la cumbre también participaron el Ministro de Defensa, general Dmitri Ustínov, y el integrante del Comité Central del PC de la URSS, K.V. Rusakov. El cubano intentaba establecer nuevos acuerdos comerciales, de provisión de armamento y se mostraba, principalmente, preocupado con la posibilidad de que Cuba pudiera ser invadida por los EE.UU.

 
Hugo Chávez junto a Fidel Catro. Octubre, año 2000 (AP)

En el Ayuda Memoria de la reunión Castro-Andropov, el líder ruso aparece preguntando: “¿Ustedes tienen algunas consideraciones?”

Raúl Castro respondió: Hemos pensado en algo… nosotros pensamos en primer lugar la seguridad de Cuba, fortalecerla, son medidas que obedecen al esfuerzo que debemos hacer nosotros. Además con el suministro de armas modernas y adecuadas, tal como ha resuelto la URSS de forma plenamente satisfactoria […] ¿Qué hemos pensado nosotros que podría hacerse? Creo que a esto se refirió también Fidel en su conversación con el compañero Andropov, que es indispensable que la URSS le haga saber a Estados Unidos, de forma clara y categórica, que una agresión militar a Cuba no será tolerado.

Andropov: Compañero Raúl, yo empezaré por la parte más desagradable y más importante de una consideración que tanto ustedes como nosotros tenemos que tener siempre presente. Nosotros no podemos combatir por Cuba. Sencillamente porque ustedes están a 12 mil kilómetros. Usted es militar, también el compañero Ustinov puede confirmarlo.

Los hermanos Castro eran una máquina de pedir, un barril sin fondo, a un imperio que se hundía. El 9 de febrero de 1984 Yuri Andropov sucumbía víctima de una enfermedad renal. Lo sucedió Konstantín Ustínovich Chernenko, quien solo gobernaría un año porque murió el 10 de marzo de 1985. Llegaba la hora de Mijail Gorbachov, la glásnost (transparencia) y la perestroika (reconstrucción). También llegaría la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán y la implosión del Bloque del Este.

En Chile algunos hablaban del “Año Decisivo” de 1985 y que a la dictadura de Augusto Pinochet le quedaba poco tiempo de vida y eso no sucedió. A fines de 1985 varios partidos firmaron un Acuerdo Nacional para la Transición a la Plena Democracia, cuya unidad derrotaría a Pinochet en el plebiscito de 1988.

El 7 de septiembre de 1986 el Frente Popular Manuel Rodríguez (FPMR) intentó asesinar a Pinochet, cuando retornaba a Santiago desde su casa de descanso El Melocotón, en momentos que la caravana de automóviles transitaba por el Cajón del Maipo. En el enfrentamiento murieron 5 miembros de la escolta presidencial y Pinochet resultó herido en una mano.

Una serie de fracasos llevaron a la división del FPMR. El Partido Comunista abandonó su idea delirante de sacar a Pinochet mediante las armas y se fue inclinando por una transición política y determina parar la lucha armada. El jefe del aparato militar de aquella época es el mismo que hoy reclama la renuncia del presidente Sebastián Piñera.

En 1987 nace el FPMR-Autónomo conducido por el histórico Pellegrin o “comandante José Miguel” cuando el Partido Comunista decide intervenir la comisión militar y reemplazar a tres “comandantes”. A la nueva estructura la secundaba Garvarino Apablaza (hasta hoy refugiado en la Argentina) y tenían el respaldo de Fidel Castro.

En 1988 el grupo emprende la “Guerra Patriótica Nacional”, mientras paralelamente la ciudadanía concurre a las urnas el 5 de octubre para decidir, mediante un plebiscito nacional si Pinochet debía continuar en el poder hasta el 11 de marzo de 1997. Ese miércoles, triunfó la Concertación de Partidos por la Democracia. El 54,71 por ciento dijo que No y 43 % votó Sí. Por lo tanto en 1989 debían realizarse elecciones conjuntas presidenciales y parlamentarias.

El 7 de marzo de 1989 el gobierno de CAP libera los precios de los alimentos y la inestabilidad política y social se profundiza. Tan solo dos años más tarde, el 4 de febrero de 1992, un grupo de mandos intermedios del Ejército, liderado por el teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías intenta asaltar el poder pero son derrotados. “Por ahora” como dijo Chávez.

En esos días el ex presidente socialcristiano (COPEI) Rafael Caldera opinará: “Es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la libertad y por la democracia, cuando piensa que la libertad y la democracia no son capaces de darle de comer”.

En medio de escándalos de corrupción, Carlos Andrés Pérez no llegaría al final de su período. Lo sucedió Caldera (1994-1999) y el 6 de diciembre de 1998, Chávez ganará la elección presidencial y marca el final de la vida de los tradicionales partidos políticos que, a través del “Pacto de Punto Fijo” de 1958, habían gobernado el país. Lo que desconocían los venezolanos es que un tiempo más tarde el castrismo se apoderaría de Venezuela.

A Mijail Gorbachov le tocó el ingrato momento de presidir la URSS al producirse la implosión del sistema político, económico y social. El imperio soviético se desintegraba, horadado tras el evidente fracaso del “sistema” planificado. El jueves 9 de noviembre de 1989 se produce la caída del Muro de Berlín y tras el derrumbe comienza a desgranarse la conjunción de países nucleados en el Pacto de Varsovia.

El único país que parecía no enterarse lo que sucedía era Cuba: el 11 de noviembre de 1989, con la ayuda castrista de armas y asesores, el Frente Farabundo Martí inicia su nueva ofensiva final contra el gobierno de Alfredo Cristiani. La guerra en El Salvador –y la fracasada ofensiva, rechazada por tropas entrenadas por estadounidenses- vuelve al primer plano de las noticias.

Para el premier ruso el mundo cambiaba hora a hora y ya no tenía tiempo ni recursos para ocuparse de “el último mohicano” Fidel Castro. Con la angustia de ver como Moscú perdía Polonia, Checoslovaquia, Alemania Oriental, Rumania, Hungría y Bulgaria, viajó a la isla de Malta para mantener conversaciones con el presidente George Bush. La cumbre se llevó a cabo los días 2 y 3 de diciembre de 1989. En algunos momentos hablaron acompañados por sus asistentes y en otros a solas.


El presidente de los Estados Unidos, George Bush, y el mandatario de la Unión Soviética, Mikhail Gorbachev durante la Cumbre de Malta en diciembre de 1989 (Shutterstock)

Como en los viejos tiempos, la “cuestión cubana” volvió a estar en la agenda del encuentro. Bush lo insta a abandonar, aunque sea militarmente, a Cuba (y Nicaragua). Algo que ya habían tratado siete años atrás Fidel y Raúl –como hemos visto- con sus pares soviéticos.

Gorbachov: Ahora me gustaría hacer algunas observaciones de carácter filosófico general. Me parece muy importante hablar de las conclusiones que podemos sacar de nuestra experiencia pasada, de la “Guerra Fría”, lo que sucedió, lo que quedará en la historia. Probablemente podamos afirmar que todos hemos vivido un momento histórico. Problemas enteramente nuevos, de los que la gente en el pasado ni siquiera podía concebir, han surgido ante la humanidad ¿Podemos resolverlos usando viejos enfoques? Absolutamente nada surgiría de eso. Durante 45 años hemos logrado evitar una guerra importante. Este hecho por sí solo demuestra que en el pasado todo no era malo. Pero, al mismo tiempo, la conclusión es obvia: el énfasis en la fuerza, en la superioridad militar y, junto con ella, en la carrera de armamentos, no se ha justificado. Ambos países, al parecer, lo comprenden mejor que cualquiera de los otros. El énfasis en la confrontación ideológica tampoco se justificó y sólo resultó en nuestra continua crítica del uno al otro. Llegamos a una línea peligrosa. Y es bueno que supiéramos lo suficiente para detenernos. Es bueno que haya surgido un entendimiento mutuo entre nuestros países.

En la primera sesión privada el líder ruso volvió a sacar a la luz la cuestión cubana:

Gorbachov: En nuestra conversación confidencial, quisiera plantear tres cuestiones. Primero, la cuestión de Centroamérica, principalmente de Cuba. Señor Presidente, tal vez recuerde que después de mi visita a Cuba (en abril) le escribí una carta. Mis conversaciones allí no eran simples. Debo admitir que Castro expresó cierta preocupación por nuestro rumbo. Le aclaramos una serie de asuntos para él, y en general todo terminó bien. Entre otras cosas, le dijimos: “Lo que estamos haciendo en nuestro país está dictado por nuestras necesidades. Lo que está haciendo en su país es su negocio. No estamos interfiriendo con él”. En una conversación cara a cara, Castro nos pidió esencialmente nuestra ayuda para normalizar las relaciones con los Estados Unidos. Recientemente, el jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Cubana visitó la Unión Soviética. Habló con [funcionarios] en el Ministerio de Defensa de la URSS, así como con el mariscal Akhromeyev. Y repitió confidencialmente esta petición. Te lo confío en una conversación individual y espero que esto quede entre nosotros. De lo contrario, la reacción de Castro puede ser bastante fuerte.

Bush: Ciertamente. No voy a ponerle en una situación embarazosa. No puede haber fugas de mi lado. Entiendo lo delicado que es este asunto para ti.

Gorbachov: Quizás deberíamos pensar en algún tipo de mecanismo para iniciar los contactos sobre este tema. Estamos listos para participar, pero tal vez será innecesario. Depende de usted decidir. Estamos dispuestos a ayudarle a iniciar el diálogo, pero ciertamente es su negocio, y sólo podría pedirle que lo piense.

Bush: Me gustaría, por así decirlo, mostrarle todas mis cartas sobre Centroamérica y sobre Cuba. Si tomamos a nuestros aliados de la OTAN, incluyendo Thatcher, Kohl, Mitterrand, en general no les importa la América Central. Por supuesto, dicen buenas palabras sobre la democratización y las elecciones libres, pero no tienen intereses vitales en lo que está sucediendo allí. Lo mismo se refiere al “flanco izquierdo” del cuerpo político estadounidense. Sin embargo, las jóvenes democracias del Sur del Río Grande, así como la abrumadora mayoría de los estadounidenses, observan esta cuestión muy de cerca. Vemos también que, en comparación con su movimiento hacia adelante, Castro se parece a un ancla que hace este movimiento más difícil. Este hombre está claramente desfasado de los cambios y procesos que han envuelto a la Unión Soviética, Europa del Este y nuestro hemisferio. Los cambios democráticos le son ajenos.

Gorbachov: Lo entiendo. Nosotros defendemos un cambio pacífico. No queremos interferir, y no estamos interfiriendo en los procesos que están teniendo lugar. Deja que el pueblo mismo decida su futuro, sin interferencias externas. […] La Unión Soviética no tiene planes con respecto a las esferas de influencia en América Latina. Este continente está ahora en movimiento. En cuanto a Cuba, tenemos ciertas relaciones establecidas con ella. Se remontan a un cierto período de la historia caracterizado por bloqueos económicos, etc. Ahora nos gustaría transferir gradualmente nuestras relaciones económicas a una vía normal. No hay que olvidar que Cuba es un país soberano con su propio gobierno, sus propias ambiciones y percepciones. No nos toca a nosotros enseñar a Cuba. Que hagan lo que quieran.

 
George Bush y Mikhail Gorbachev en una conferencia sobre la Cumbre de Malta en diciembre de 1989 (AP Photo)

El 25 de diciembre de 1991 la Unión Soviética, formalmente, dejó de existir. Y Gorbachov, un tiempo más tarde, fue obligado a renunciar.

El 27 de diciembre de 1991 el premier castrista le dijo a la Asamblea del Poder Popular que se debía esperar “las peores circunstancias”. En 1994 estalló el Maleconazo y más de 100.000 cubanos lograron escapar de la isla. Solo la brutal represión logró mantener en pie al sistema montado entre 1959 y 1961. ¿Cómo salir del atolladero y sin divisas? La respuesta es simple: ajustando sin compasión.

Así como en 1982 los estadounidenses tuvieron su “cisne negro” que le cambió sustancialmente su política exterior con Hispanoamérica, Fidel Castro encontró pocos años más tarde su propio “cisne” de la buena suerte en manos del venezolano teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías.

En esas horas en Malta tanto Gorbachov como Bush ignoraban que Chávez se había incorporado a un grupo clandestino en 1982 (Fuerzas Armadas Nacionales) y mantenía encuentros con el líder guerrillero venezolano Douglas Bravo, ex jefe de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, brazo armado del Partido de la Revolución Venezolana (PRV). Para sus citas clandestinas Chávez se hacía llamar “José María” o “Che María”.

Unos pocos años más tarde Fidel y Raúl Castro -y sus colaboradores- llevaron a Venezuela al desastre.

viernes, 22 de noviembre de 2019

La biografía del Teniente Estévez

Teniente Estévez: uno de los héroes de Malvinas que todos debemos conocer


El Patriota Argentino
Teniente Estévez
Uno de los héroes de Malvinas que todos debemos conocer


Roberto Estévez


El Teniente (post-mortem Teniente Primero y Cruz al Heroico Valor en Combate) Roberto Néstor Estévez (Posadas, Misiones, Argentina, 24 de febrero de 1957 - Pradera del Ganso, Islas Malvinas, 28 de mayo de 1982) fue un oficial del Ejército Argentino, fallecido a los 25 años, en la Batalla de Pradera del Ganso durante la Guerra de Malvinas.
Desde su muerte durante la guerra, la figura de Estévez es una de las más importantes influencias en el Ejército Argentino, catalogado como un ejemplo de liderazgo, valor y coraje, y referente de lo que deber ser un "buen soldado"

Carrera militar

Oriundo de Posadas, Misiones, era el séptimo de nueve hermanos. Hijo de Roberto Néstor Estévez (a su vez, hijo de José María Estévez, inmigrante español) y Julia Berta Benítez Chapo, cursó el ciclo primario en la Escuela No. 3 "Domingo F. Sarmiento" y la educación secundaria en el Colegio Nacional No. 1 "Martin de Moussy".
Desde su juventud era un confeso católico, muy interesado en todo lo relacionado con la historia argentina y la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas.
Siguiendo su vocación castrense, marchó rumbo a Buenos Aires para ingresar en febrero de 1975 al Colegio Militar de la Nación. Egresó del arma de infantería como Subteniente el 12 de octubre de 1978.
En el año 1981 realiza el Curso de Comandos en la Escuela de Infantería. En el mismo, durante el desarrollo de una exigente ejercitación, sufrió un paro cardíaco. El médico que lo atendió, no obstante de declararlo muerto, continuó prodigándole los auxilios correspondientes hasta que reaccionó. En forma inmediata, sufre un segundo paro cardíaco, del que vuelve a recuperarse. Fue enviado al hospital en forma inmediata. De forma sorpresiva, al día siguiente, se presentó para continuar el curso.


Desempeño en la Guerra de Malvinas

Participó como Teniente, en el desembarco del 2 de abril de 1982 con el Regimiento de Infantería Mecanizada 25, siendo trasladado a las Islas Malvinas por el buque ARA Almirante Irízar. Como comandante de la Compañía C del Regimiento de Infantería 25, formada por tres secciones llamadas con los nombres claves de Gato, Bote (nombre de la sección a cargo de Estévez) y Romeo, desembarca en Puerto Argentino el mediodía del 2 de abril. A bordo del buque Isla de los Estado, la sección es enviada el 4 de abril a Puerto Darwin.
El 27 de mayo, el Teniente Coronel Ítalo Ángel Piaggi, jefe del Regimiento de Infantería 12, le ordenó a Estévez que su sección debía marchar hacia la primera línea de combate, debido a que los británicos, que habían desembarcado en San Carlos el 1 de mayo, avanzaban hacia Darwin y ya se habían producido enfrentamientos con efectivos del Regimiento.
A las 2 de la madrugada del 28 de mayo llega a Boca House, sitio cercano al actual cementerio de Darwin que ya era zona de combate. Al hacerlo, se cruza con tropas del Regimiento de Infantería 12, a cargo del Subteniente Peluffo, que venía de combatir. Estévez hizo desplegar en forma de abanico a sus aproximadamente cuarenta hombres. Luego entró en combate contra los británicos.
Durante la Batalla de Pradera del Ganso, donde la disparidad de fuerzas era abrumadora a favor de los británicos, Estévez libro combate contra la sección A del 2do. Batallón de Paracaidistas británicos, el cual tenía unos ciento cincuenta efectivos muy bien armados y con apoyo naval. En el combate, que desde las 5 de la mañana se prolongó hasta casi las 10, la sección de Estévez efectuó tres repliegues y sucesivos contraataques.
Durante el combate, Estévez recorría las posiciones, gritando órdenes, bajo el fuego británico. Al salir de un pozo recibió dos balazos uno en el brazo y otro en la pierna izquierda. Tambaleándose, llegó al pozo contiguo. Estévez, quien sin preocuparse de sus propias heridas le pregunto a un soldado conscripto herido y ensangrentado, llamado Sergio Daniel Rodríguez, si se encontraba en buen estado, tomó un fusil FAL y comenzó a disparar; luego, por radio estuvo dando nuevas órdenes. Eran cinco soldados en el pozo en ese momento. Estévez, nuevamente sin importarle sus heridas, tomó el casco de un soldado argentino muerto y se lo colocó en la cabeza al soldado Rodríguez para protegerlo. En ese momento recibió un nuevo balazo en el pómulo derecho, y aunque se trato de auxiliarlo, tras decir unas palabras que no pudieron ser entendidas, falleció. Posteriormente, debido a que Estévez estaba cargado de granadas, su cuerpo fue sacado fuera del pozo. Su cadáver recibió numerosos balazos más, motivo por el cual quedó casi irreconocible. Su tumba, al igual que la de varios soldados argentinos, se encuentra en el cementerio de Darwin en las Islas Malvinas.


Su memorable carta

El 27 de marzo de 1982, en la localidad de Sarmiento, Chubut, día de la partida de su unidad a las Islas Malvinas, escribió una última carta dirigida a su padre. Esta fue entregada a sus familiares en julio de 1982, una vez conocido su fallecimiento, junto con sus objetos personales y una carta para su novia. Las cartas se encuentran en poder de la familia Estévez. A continuación el texto de la carta destinada a su padre:
"Querido papá: Cuando recibas esta carta, yo estaré rindiendo cuentas de mis acciones a Dios Nuestro Señor. El, que sabe lo que hace, así lo ha dispuesto: que muera en el cumplimiento de mi misión. Pero, ¡fíjate vos qué misión! ¿No es cierto? Te acordás cuando era chico y hacía planes, diseñaba vehículos y armas, todos destinados a recuperar las islas Malvinas y restaurar en ellas Nuestra Soberanía? Dios, que es un Padre generoso, ha querido que éste, su hijo, totalmente carente de méritos, viva esta experiencia única y deje su vida en ofrenda a nuestra Patria. Lo único que a todos quiero pedirles es: que restauren una sincera unidad en la familia bajo la Cruz de Cristo. Que me recuerden con alegría y no que mi evocación sea la apertura a la tristeza. Y, muy importante, que recen por mí. Papá, hay cosas que en un día cualquiera no se dicen entre hombres, pero que hoy debo decírtelas: gracias por tenerte como modelo de bien nacido, gracias por creer en el honor, gracias por tener tu apellido, gracias por ser católico, argentino e hijo de sangre española, gracias por ser soldado, gracias a Dios por ser como soy, y que es el fruto de ese hogar donde vos sos el pilar. Hasta el reencuentro, si Dios lo permite. Un fuerte abrazo. Dios y Patria o Muerte. Roberto."


Legado

En forma póstuma fue ascendido al gradro militar de Teniente Primero, y recibió la Cruz al Heroico Valor en Combate, la máxima condecoración militar de la República Argentina, por:
"Dirigir un contraataque durante la noche, en una zona ocupada por fuerzas enemigas superiores, para permitir el repliegue de efectivos propios comprometidos. Pese a resultar herido seriamente, continuar en la acción, ocupar el objetivo asignado y mantenerlo en situación desventajosa, rechazando sucesivos ataques, oportunidad en la cual ofrenda su vida"
Según lo resuelto por el Jefe del Estado Mayor General del Ejército Argentino el 30 de octubre de 2009, en reconocimiento a Estévez, el 14 de noviembre del mismo año, se impuso el nombre histórico de "Teniente Primero Roberto Néstor Estévez" a la "Compañía de Cazadores de Monte 18", de la ciudad de Bernardo de Irigoyen, Misiones. Dicha compañía conforma el primer elemento del Ejército Argentino en recibir un nombre histórico de un soldado caído en la Guerra de Malvinas.
En la estación de Juramento de la línea D de la red de subterráneos de Buenos Aires se exhibe en una vitrina una copia de la carta escrita por Estévez.
En la ciudad de Paraná, Entre Ríos, una calle lleva el nombre de "Teniente Estévez". En Misiones, en Concepción de la Sierra una avenida también lleva su nombre, al igual que otra calle lleva su nombre en la localidad de Puerto Esperanza.
Entre la avenida Lavalle y la calle Japón, en la ciudad de Posadas, una plaza apadrinada por el Centro de ex combatientes en Malvinas, lleva el nombre de "Plaza Tte. 1ro Roberto N. Estévez".
En la localidad Jardín América, a unos 90 km de Posadas, una escuela lleva el nombre "Roberto Néstor Estévez".
En Alto Comedero, San Salvador de Jujuy, un barrio lleva el nombre de "Teniente Estévez".
En San Fernando del Valle de Catamarca un centro vecinal lleva el nombre de "Teniente Don Roberto Néstor Estévez".
El autor Federico Gastón Addisi publico a mediados de 2009 un libro llamado "Estévez, vida de un Cruzado", el cual relata la vida de Estévez.
En el Monumento a los caídos en Malvinas, de la Plaza General San Martín en Buenos Aires, se encuentra en una 25 placas de mármol negro su nombre, al igual que los del resto de los combatientes caídos en la guerra.
En su homenaje se inicio una campaña de donación de bronce para la creación de un monumento con su busto. Hacia diciembre de 2010 se llevaban recolectados 270 kg de bronce, conformado principalmente por llaves, picaportes y candados. El monumento será inaugurado el 28 de mayo de 2011 en la Plaza de Armas del Regimiento de Infantería Mecanizada 25.
Por propuesta del diputado Ángel René Repetto, el 17 de junio de 2010, el Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Posadas aprobó por unanimidad la ordenanza Nº 2677, que instituye el 28 de mayo de cada año como el "Día del Héroe de la Ciudad de Posadas". En el acto realizado para conmemorar dicho evento, el comandante de la Brigada de Monte XII, General Mario Gabriel Dotto, expreso:
"La muerte heroica, luego de una vida valerosa se muestra como tal cuando, como en el caso de nuestro camarada, el Teniente Primero Roberto Néstor Estevez, es digna de ser recordada ardorosamente por sus compatriotas. Lo que estaba en sus sueños se convirtió en realidad cuando el 2 de abril de 1982 desembarcó en Malvinas junto a sus hombres para empeñarse en esa causa nacional"


En la sección “Egresados destacados”, de la pagina web del Colegio Militar de la Nación, se encuentra su nombre acompañado del siguiente texto:
"Ejemplo de liderazgo, valor y coraje, el Teniente Primero Estévez, no dudó ni un instante en sacrificar su vida en defensa de la Patria. Muerto en acción de una manera heroica durante el Conflicto del Atlántico Sur, Estévez se erige como un referente de lo que deber ser un buen soldado. Gracias al éxito de su misión se evitaron muchas bajas entre las fuerzas argentinas. Había egresado del Colegio Militar en 1978."


El 10 de octubre de 2010 familiares de soldados fallecidos en la guerra partieron a las Islas Malvinas para inaugurar en el cementerio de Darwin un cenotafio con los nombres de los soldados caídos. Los familiares, entre los que se encontraba José María Estévez (hermano del Teniente Estévez elegido para viajar en representación de su familia) fueron despedidos en Río Gallegos por la presidente Cristina Kirchner. Luego José María Estévez declararía:
"La Presidente me dijo que Roberto ya era patrimonio del pueblo argentino"

En una entrevista, su hermano, también declaro:

"Desde que estuvo en su razón siempre dijo que su idea fija era irse a Malvinas. De chico ya empezó a estudiar o leer algo de lo que eran las Malvinas"
Su hermana, María Julia Estévez de García, declaro:
"Lo único que puedo decir es que mi hermano, ya de chico, soñaba con ser soldado y con ir a las Malvinas. Era muy importante para él. Casi tanto como la familia. Amar a la patria, la familia y la religión. Eso nos enseñó mi padre". "No es porque sea mi hermano, pero es bueno que la historia se sepa. Fue un modelo"
"La emoción que mi familia y yo sentimos es muy grande, especialmente porque quienes combatieron en Malvinas y durante mucho tiempo fueron soslayados, hoy son ampliamente reconocidos. Hablar de mi hermano es recordarlo. Es emocionarme por la infancia que vivimos juntos. Es recordar que él jugaba con soldaditos de plomo sobre mapas de Malvinas y dibujaba historietas donde héroes gauchos recuperaban las islas. El destino le tenía reservado luchar hasta el fin por sus convicciones. Así era mi hermano…"
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EL TENIENTE ESTEVEZ ES CONOCIDO EN RUSIA Y NO POR MUCHOS ARGENTINOS 

miércoles, 20 de noviembre de 2019

Homenaje a la IMARA: Recorriendo Tumbledown

Aniversario de la IMARA

Homenaje con fotos de Tumbledown. Gracias a Sapucay de Malvinas



Fortificación echa por la gente de nuestro Héroe el Suboficial Castillo, al fondo el campo por donde avanzaron los Escoceses

Todo el sector esta lleno de de restos el combate como ser los oxidados cargadores y la pieza de aluminio que pertenece a una ametralladora MAG



Otra Fortificación de la gente del Suboficial Castillo que reciben de lleno junto a persona del EA a los británicos que salen detrás de la colina que se ve al fondo a unos 800 metros de distancia.

 

Mas posiciones defensivas. En el medio estaban las carpas. Esas piedras estaban una arriba de la otra casi un metro de altura para protegernos de los bombardeos de los buques.


 
Lugar por donde ya a la madrugada suben los Britanicos despues de horas intentando quebrar a nuestros infantes


La posición de la MAG que controlaba el Suboficial Castillo con el Cabo tejada y los soldados Fernández y Palavecino, esta ametralladora figura en los libros británicos como el arma maldita por las bajas que les causó



O estabas escondido en el pozo o combatías... aquí se combatió

Esperando a los británicos detrás de las pircas de Piedra. Al fondo el cerro Dos Hermanas ese es el río de piedras que baja hasta el valle es donde esa noche explotaron los primeros cazabobos. Al fondo derecha, Dos hermanas, al medio Goat Ridge. Izquierda Monte Harriet.


Lugar por donde suben los británicos en el ataque final.


Los británicos tiraron mas de 60 cohetes LAW 66 como el de la foto, siempre trataban primero con esta arma y por ultimo el combate. Era un elemento de limpieza y neutralización de posiciones y para no exponer a sus soldados para "acallar" alguna pieza que les estaba haciendo estragos y después iban al asalto.



Posición o pozo reforzado del jefe de sección el Teniente Carlos Vázquez, totalmente alejado de sus hombres que estaban 200 metros adelante en las piedras al fondo, debido a esto no combatió en toda la noche.


Foto desde el monte Harriet donde se aprecia Tumbledown a la izquierda y Monte William a la derecha, al fondo Puerto Argentino.


lunes, 18 de noviembre de 2019

Ataque a la casona de Ross Road

El ataque quirúrgico que provocó las únicas bajas kelpers




11 de Junio, 1982. Puerto Argentino. Un misil británico impactó en el primer piso de la casona de Ross Road, donde se encontraba el destacamento de inteligencia. (Foto de cámara personal de Nicolás Kasanzew)
Los británicos, a través de inteligencia de señales, dedujeron que esa casa era donde se alojaba y tenía su cuartel general el Gral. Menéndez. Para esta misión enviaron un Helicóptero Wessex armado con misiles filoguiados AS 12. En la oscuridad bajo la cobertura de bombardeo naval, el Wessex se acerco a la costa a baja cota y el oficial de armas disparó y guió el misil con aparatos de visión nocturna hasta el blanco. Una sección de Inteligencia argentina dormía en el lugar del impacto.

sábado, 16 de noviembre de 2019

Falleció el VGM Brigadier (R) Carlos "Talo" Moreno

Falleció un veterano de Guerra

El Sureño



USHUAIA.- El veterano de Guerra Carlos Moreno, quien integró la Fuerza Aérea y fue el primer piloto que con su avión Mirage atacó a aviones ingleses, en el conflicto de 1982, falleció ayer, pérdida que fue lamentada por la institución que emitió el siguiente comunicado oficial:



La Fuerza Aérea Argentina lamenta comunicar el fallecimiento del brigadier “VGM” (R) Carlos “Talo” Moreno, integrante de la Promoción 37, que se desempeñó como piloto del sistema de armas Mirage V Dagger durante el Conflicto del Atlántico Sur.



Como hecho a destacar, el 1° de mayo, partió desde la BAM Río Grande, junto al teniente Héctor Volponi, y guiados por el radar de Malvinas se convirtieron en las primeras aeronaves argentinas en combatir a dos Sea Harrier.
En este tan sentido momento, la familia aeronáutica acompaña a sus seres queridos, compañeros y amigos y reza por el descanso eterno de su alma.

jueves, 14 de noviembre de 2019

martes, 12 de noviembre de 2019

Vuelven los KK y Londres ya tiene excusas para preocuparse

Tabloide británico ve "riesgo" sobre Malvinas tras contacto de Alberto F. con el laborismo

Por Urgente24


Para el Daily Express, las expresiones del presidente electo sobre la soberanía argentina en las Islas resultan "una declaración de intenciones preocupante".




Malvinas, nuevamente en el centro de la atención



El tradicional tabloide inglés de corte conservador Daily Express se hizo eco del contacto entre Alberto Fernández y el líder laborista Jeremy Corbyn, e interpretó las definiciones del presidente electo como un "riesgo" sobre la posesión británica en las Islas Malvinas. Corbyn representa al sector progresista de la política británica.

Fernández reveló el miércoles en México que recibió la semana pasada la llamada de Corbyn, quien lo felicitó por la victoria electoral del 27-O. En la charla, el dirigente del Frente de Todos habría reiterado la reivindicación de la soberanía argentina sobre el archipiélago.

"Las Islas Malvinas son parte de Latinoamérica, es un territorio que nos arrebataron. Es cierto que hace muchos años perdimos una guerra, pero eso no quita la soberanía que Argentina tiene sobre las Malvinas", expresó Fernández a la prensa.


Y concluyó: "Sea Corbyn o quien sea, siempre voy a reclamar la soberanía de Argentina sobre las Malvinas".

Un día después, el Daily Express tituló: "Malvinas (Falklands) en riesgo mientras el presidente de la Argentina levanta la tapa sobre charlas con Jeremy Corbyn".

"Las Islas Malvinas han vuelto a ser el centro de atención política una vez que el presidente electo argentino Alberto Fernández hizo una revelación de que el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, lo llamó la semana pasada, mientras el nuevo líder en Buenos Aires promete recuperar el archipiélago británico", arranca el artículo de Charlie Bradley.

La nota recupera varios textuales de Fernández vinculados a Malvinas y sostiene que "respaldado por la expresidente Cristina Fernández de Kirchner, ha prometido reclamar las Islas, como parte de su campaña electoral".

Según el Daily Express, una publicación con más de 200 años de historia, el presidente electo argentino "presentó una declaración de intenciones preocupante a medida que el futuro de las Islas Malvinas se vuelve cada vez más precario en medio de amenazas verbales repetitivas desde Buenos Aires".

El diario también consigna que Fernández recibió el saludo del primer ministro Boris Johnson y que este, a cambio, se encontró con una "advertencia aplastante" respecto a la cuestión Malvinas. Sin embargo, las expresiones de Fernández sólo ratificaban la voluntad de "no renunciar" al histórico reclamo argentino.




En otro pasaje, el Express parece deslizar que estaría en la mente de Fernández algún tipo de acción bélica , a partir de que el "entrante líder peronista ha emitido numerosas advertencias de que él apunta a recuperar las Islas". La sospecha toma mayor volumen cuando el artículo se encarga de contraponer esa supuesta intención con las restricciones constitucionales que impedirían tomar el archipiélago por la fuerza, tras la derrota bélica de 1982.

Según el artículo, "esto deja sólo rutas políticas para el reclamo de las Islas, pero eso no ha desalentado por el momento la retórica de Fernández". Una afiebrada alusión a una improbable plan militar argentino en Malvinas.

domingo, 10 de noviembre de 2019

La razón del apoyo soviético a la Junta Militar

La verdadera razón por la que la Unión Soviética apoyó a la Argentina anticomunista durante la guerra de las Malvinas


La guerra se libró entre Argentina y el Reino Unido, pero la Unión Soviética presuntamente apoyó al país sudamericano en secreto, a pesar del riesgo que representaba para la escena internacional, por una razón muy específica, según un artículo desenterrado.
Por Kate Nicholson || The Express


Margaret Thatcher dirigió al Reino Unido a la batalla con Argentina en 1982 después de que el país sudamericano, liderado por el entonces líder argentino General Leopoldo Galtieri, invadiera el territorio británico de ultramar de las Islas Malvinas. Se produjo una batalla de diez semanas y, con el respaldo de Ronald Reagan en Estados Unidos, el Reino Unido aseguró la victoria y una reelección posterior para la Sra. Thatcher. Sin embargo, algunos argentinos nunca han olvidado sus ambiciones de reclamar las islas como propias. Recientemente, el líder en la carrera electoral presidencial, el peronista Alberto Fernández, advirtió que puede "renovar los reclamos de soberanía" sobre el archipiélago si asume el cargo.

Cuando Argentina trató de hacerse cargo de las Malvinas (el nombre español de las Islas Malvinas) en 1982, se rumoreaba que el estado comunista de la Unión Soviética, liderado por Leonid Brezhnev, en realidad estaba ayudando a la nación, aunque ninguno de los dos países confirmó esta.

Luego, en abril de 2010, The Times informó cómo un periodista llamado Sergei Brilev había publicado un libro llamado "Fidel, Football and the Malvinas" y afirmó que Argentina pudo haber recibido información secreta de la ubicación de Gran Bretaña a través de la Unión Soviética durante el conflicto.

Argentina era anticomunista e incluso había intentado ponerse del lado de los Estados Unidos durante la Guerra Fría, por lo que la alianza fue una unión sorprendente entre los países.


Leonid Brezhnev y Margaret Thatcher (Imagen: GETTY)


Tropas invasoras británicas que llegan a las Malvinas (Imagen: GETTY)

Escribiendo en The Times, el periodista Tony Halpin explicó el descubrimiento de Brilev: "Moscú fue un aliado poco probable para la junta de derecha que había ocupado las islas, pero el periodista Sergei Brilev ha descubierto evidencia de que la Unión Soviética estaba espiando a los británicos en la altura". del conflicto de 1982 ".

Halpin explicó cómo, según los informes, el Kremlin "estuvo cerca de frustrar la expedición de las Malvinas", así como la "carrera de Margaret Thatcher".

Brilev afirmó que transmitieron inteligencia vital a la Fuerza Aérea Argentina desde satélites soviéticos ubicados sobre la zona de guerra y entrevistó a ex generales del KGB y del Ejército Rojo que confirmaron sus afirmaciones de que Moscú estaba rastreando a la Royal Navy.

El escritor ruso también respondió a la pregunta de por qué estas dos naciones opuestas decidieron unirse, explicando que si bien la Unión Soviética quería "dañar" a Gran Bretaña como un "enemigo de la OTAN", había más factores internos en juego.

El Sr. Haplin resumió: "Argentina fue uno de los dos únicos países que ignoraron un embargo a las exportaciones de alimentos clave a la economía soviética en dificultades después de la invasión de Afganistán por Moscú en 1979".

Brilev le dijo: “El intercambio comercial alcanzó los $ 2 mil millones (£ 1.3 mil millones), que era una suma fantásticamente grande en ese momento. La URSS les debía algo ”.




La Sra. Thatcher llega a Stanley (Imagen: GETTY)
La Sra. Thatcher saluda a los soldados (Imagen: GETTY)

Se cree que la Unión Soviética ayudó ofreciendo un satélite en mayo que ayudó a atacar los objetivos británicos de aterrizaje y hundir el HMS Coventry y el Atlantic Conveyor.

Continuó: "Los datos exactos pasados todavía se clasifican, pero hay una coincidencia de cronología que muestra que varios éxitos argentinos pueden haber sido el resultado de lo que proporcionaron los soviéticos.

“Argentina no tenía la capacidad de inteligencia para rastrear esos barcos. Es muy posible que obtuvieron las coordenadas de los soviéticos ".


La Sra. Thatcher luego formó una buena relación con el líder soviético Mikhail Gorbachev (Imagen: GETTY)

También se cree que en el momento de la guerra, tanto Argentina como el Reino Unido buscaban victorias fáciles porque ambos gobiernos habían caído brevemente en desgracia.

Ninguno de los dos esperaba que la guerra se convirtiera en el evento de 74 días que sucedió.

Sin embargo, una vez que el general argentino Galtieri fue derrocado más tarde que el mismo año, Argentina "cortó los vínculos de inteligencia con Moscú". La Sra. Thatcher incluso estableció una relación con el nuevo líder soviético Mikhail Gorbachev dos años después.

viernes, 8 de noviembre de 2019

Monte Dos Hermanas: El valor del subteniente Marcelo Llambías

El valor del subteniente Marcelo Llambías en el Monte Dos Hermanas

Por Nicolás Kasanzew




El verdadero héroe del Monte Dos Hermanas. El asalto final a las posiciones del Regimiento 4 comenzó en la madrugada del 12 de junio. Lá primera sección con que se toparon los ingleses fue la del subteniente Marcelo Llambías en el pico sudeste, y luego con la del subteniente Jorge Perez Grandi que estaba en el pico sudoeste. Se cortaron las comunicaciones. El capitán López Patterson, quien también se encontraba en el pico sudeste, destacó una sección para apoyar a los que estaban peleando. Los estaba atacando un regimiento entero.

El subteniente Pérez Grandi, herido de gravedad, se tuvo que replegar. Entonces los ingleses concentraron sus ataques contra Llambías, que seguía resistendo. Para proteger el repliegue de sus soldados, Llambías se quedó solo y rechazó cuatro ataques consecutivos. La secuencia era así. Atacaban los británicos, él los paraba con su ametralladora, y los hacía retroceder. Pero el enemigo barría la zona con artillería y atacaba nuevamente. Es decir que los ingleses estaban tratando de poner fuera de combate a un solo hombre, con el fuego concentrado de siete u ocho cañones de 105 milímeros, además de otras armas. Lejos de arredrarse, Llambías, de 20 años de edad, se multiplicaba; amén de la ametralladora, hacia fuego con su FAL y un lanzacohetes Instalaza.

Lopez Patterson no lo podía ayudar porque debía defender su cerro. Pero lo apoyó con el fuego de su propia ametralladora. A todo esto, de las laderas del Monte Kent estaba descendiendo otro regimiento británico. Y a López Patterson no le quedaba más remedio que replegarse. Sin embargo, estaba muy preocupado por la situación de Llambías, que seguía peleando en el otro cerro y con el cual estaba incomunicado. ¿Cómo hacerle llegar la orden de que se replegara? López Patterson quiso arrojar una bengala hacia ese sector, pero sabía que difícilmente Llambías podria interpretar el mensaje: el cielo estaba cruzado de proyectiles y obuses que salían desde todos los ángulos…

La bengala prendió, pero no salió como era de esperar hacia lo alto, quedó en su mano, lo que lo convirtió en un blanco perfectamente iluminado, y la orden visual no llegó a Llambías.

Cuando no tuvo mas munición, tras siete horas de combate, Llambías se replegó hacia Goat Ridge, como estaba previsto, donde se encontró con su sección. Y también con la sección del subteniente Silva. (Ver más en el libro de Héctor Rubén Simeoni "Malvinas Contrahistoria", de la Editorial Argentinidad).

Hoy, Marcelo Llambías sigue combatiendo, con el mismo fervor que en Malvinas, por la causa de la restauración de la Patria. La incomprensión de muchos no lo descorazona, como no lo hizo el fuego inglés hace ya casi 38 años. ¡Feliz día, querido y admirado guerrero!