Brexit: Una oportunidad inesperada para recuperar las Malvinas
La soberanía de las islas podría discutirse ahora. Es un hecho sin precedentes desde la guerra de 1982. El temor de los kelpers a perder beneficios de la Unión Europa.
Por Rodrigo Lloret | Perfil
Las Malvinas, un nuevo capítulo se podría abrir merced al Brexit. | Foto: Cedoc
La decisión británica de salir de la Unión Europea (UE) tendrá un impacto imprevisto en las Malvinas. Aunque no pudieron votar en el referéndum, el resultado repercutirá negativamente para los kelpers. Casi sin proponérselo y de manera sorpresiva, la diplomacia argentina se encuentra frente a un promisorio panorama para insistir con el reclamo de la soberanía de las islas. Se trata, hay que decirlo, de un escenario sin precedentes desde que estalló la guerra en 1982.
La primera complejidad que se le presenta a los kelpers es económica. El resultado del Brexit hará que se anulen en Malvinas los tratados que les permitían a los isleños exportar a Europa sin ningún tipo de barreras arancelarias. En un documento presentado ante la Cámara de los Comunes el mes pasado se anunciaban las posibles consecuencias comerciales por la posible ruptura con Bruselas: el 70% del PBI kelper depende del acceso a la UE. “Un cambio que restrinja el acceso de nuestros productos al mercado común europeo podría ser catastrófico”, había advertido antes de la votación Sukey Cameron, la delegada de Malvinas en Londres.
Las exportaciones isleñas hacia la UE están valuadas en cerca de 230 millones de euros anuales y representan el 95% de los ingresos pesqueros, la principal exportación kelper. A la vez que Europa aporta un millón de euros anuales en subsidios para diversificar la primaria economía de Malvinas, que hasta el momento no logrado éxitos en intensificar el turismo ni en mejorar las regalías petroleras.
El segundo dilema que se le presenta a los kelpers es político. Desde que Gran Bretaña se integró a la UE en 1973, el respaldo de Bruselas a la posición británica en Malvinas fue determinante. Europa ayudó a Londres a bloquear los reclamos de Argentina y el auspicio se plasmó en el Tratado de Lisboa de 2007 –suerte de Constitución de la UE–, lo que significó un renovado sustento británico en la disputa por la soberanía de las islas.
Es tan fuerte el golpe, que solo hubo desconcierto en el sur del Atlántico cuando se conoció el resultado del escrutinio del jueves pasado. Ante la adversidad, la primera reacción del gobierno británico de las islas buscó transmitir calma. “Esto puede tomar un tiempo considerable y el resultado final no está claro, pero no habrá cambios inmediatos para nosotros".
Pero, a medida que fueron pasando los días, no hubo forma de evitar reconocer la gravedad de la situación: “El gobierno de las Islas Falkland (sic) informa que está trabajando con los sectores público y privado para investigar el impacto del Brexit sobre las islas. Aseguraremos que el interés del territorio será tenido en cuenta por un eventual grupo de negociación y nuestros objetivos serán tenidos en cuenta y mantendremos los beneficios que tenemos, particularmente en relación al acceso comercial”.
Por estas horas, el debate sobre el impacto de Brexit no deja de crecer, y preocupar, en las islas. Gavin Short, un político muy representativo de Malvinas lo puso esta semana en palabras en una carta que envió al diario británico The Sun. “Esto es un desastre”, disparó, a la vez que recordó que nueve de cada diez kelpers son ciudadanos británicos y ahora podrían perder sus privilegios dentro de Europa. También remarcó un temor que ya es evidente en el Atlántico Sur: “Argentina será ahora mucho más agresiva en su disputa por la soberanía”.
Short no fue el único dirigente que alarmó sobre la situación. “Las Falklands (sic) serán más inseguras tras el Brexit”, opinó el domingo en The Telegraph Julián Thompson, ex comandante de la Brigada de los Royal Marine en la Guerra de las Malvinas. “Tenemos que estar alerta. Quizá en poco tiempo, la Unión Europea decida que sus intereses son ahora acceder a la demanda argentina por las islas”, disparó el veterano de guerra.
“Nos arriesgamos a perder la solidaridad garantizada de 28 naciones con respecto a la soberanía británica sobre las Falkland (sic), incluidas aquellas con fuertes lazos con América Latina, como España e Italia”, agregó William Hague, ex canciller del primer ministro David Cameron. “La soberanía de las Falklands (sic) podría ponerse en riesgo”, completó el ex diplomático, que también aclaró que los territorios de ultramar británicos, entre los que destacó a Malvinas y a Gibraltar, pueden sufrir “serias consecuencias”.
A diferencia de Malvinas, en Gibraltar sí se pudo votar en el referéndum. Y el resultado fue abrumador en apoyo a la UE: el 96% se negó a dejar la unión. Por lo que el impacto del Brexit también llegó a España, que mantiene una histórica disputa con Gran Bretaña por el peñón de Gibraltar. "Es un cambio completo de escenario que abre nuevas posibilidades no vistas durante mucho tiempo. Espero que la fórmula de la soberanía compartida, con la bandera española en el peñón, esté mucho más cerca que antes”, aseguró el canciller español José Manuel García-Margallo.
Philip Hammond, el canciller británico reconoció la compleja situación en la que quedó Gran Bretaña en Gibraltar. "No es que no vayamos a defender su territorio, que por supuesto podemos hacerlo, sino que no podremos defender sus intereses porque ya no estamos en la UE", aclaró. Más tarde se supo que Londres envió a Gibraltar el submarino nuclear el HMS Ambush, armado con misiles Tomahawk.
Hay que recordar que en 1982 la Royal Navy también movilizó una flota de submarinos nucleares hacia las Malvinas. Es de desear que Gran Bretaña no vuelva a hacerlo ahora, cuando la disputa por la soberanía de las islas ha tomado un nuevo e inesperado impulso en favor de la Argentina.
(*) Especial para Perfil.com / En twitter @rodrigo_lloret
miércoles, 29 de junio de 2016
domingo, 26 de junio de 2016
Diplomático británico pide intercambio de estudiantes
Diplomático británico propuso intercambio de estudiantes con isleños que viven en Malvinas
Lo planteó el funcionario de la embajada Richard Barlow. “Me gustaría este acercamiento para extender una mano de amistad”, afirmó
Infobae
Un diplomático británico propuso en Buenos Aires reactivar los intercambios académicos entre estudiantes argentinos e isleños que viven en las Islas Malvinas, como una "señal de acercamiento y amistad" entre los pueblos.
Lo planteó Richard Barlow, subjefe de Misión de la Embajada del Reino Unido en la Argentina, quien asistió ayer invitado por la Universidad de San Andrés a un encuentro como parte de la Cátedra Reino Unido, iniciativa académica que busca fortalecer las capacidades de investigación y formación en diversos aspectos de la vida política, económica y social de los países, según se informó oficialmente.
Barlow y a la Universidad de San Andrés hablaron acerca de la posibilidad de promover en conjunto un intercambio académico con jóvenes habitantes de las Islas Malvinas como un "gesto de acercamiento real" entre los dos países. "Un acercamiento real de ustedes estudiantes podría servir para mejorar el vínculo" bilateral, dijo el diplomático a los estudiantes. "Me gustaría lograr este posible acercamiento. Juntos podemos intentarlos para extender una mano de amistad", consideró y agregó que "es importante abrir una puerta para tener una relación sostenible en el largo plazo. Un acercamiento real entre los jóvenes serviría para mejorar el vínculo".
El diplomático británico resaltó que "el futuro del mundo está en países como la Argentina" y alertó que "es necesario tener organización, honestidad y un proyecto nacional", al exponer ante estudiantes y los directores de Desarrollo Institucional de la universidad, Sebastián Dates, y de las licenciaturas de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Federico Merke, en el campus de la localidad bonaerense de Victoria.
La Cátedra Reino Unido empezó en agosto de 2015, con una conferencia de David Hopkins, profesor emérito del Instituto de Educación de Londres y consultor internacional de reforma educativa. En ese momento, John Freeman, embajador británico en la Argentina, expresó que las dos naciones tienen "mucho que aprender una de la otra" para generar "un nuevo espacio para mejorar la relación" entre países. En marzo pasado, dio una charla Nick Tyler, profesor de la Cátedra Chadwick de Ingeniería Civil del University College London (UCL) y en abril estuvo Robert Grimes, profesor de Física de los Materiales en el Imperial College, que trabaja en técnicas de simulación con supercomputadoras con nuevos materiales que se usan para energía.
En tanto, en el encuentro, Barlow también aseguró que la ministra de Relaciones Exteriores argentina, Susana Malcorra, es "una figura muy interesante", aunque evitó adelantar qué postura tomará el Reino Unido frente a la postulación de la funcionaria como candidata a suceder al coreano Ban Ki Moon en la Secretaría General de Naciones Unidas.
Además, mencionó como uno de los desafíos que enfrenta la Argentina la promoción de su turismo y aspectos culturales y manifestó: "Soy un gran admirador de este país, y creo que quizá puede hacer más para promocionar el turismo en el exterior. Yo pondría grandes carteles con los paisajes argentinos en el aeropuerto (londinense) de Heathrow".
Barlow se encuentra en la Argentina desde 2013. En el año 2000 y prestó servicio un año en la Dirección de la Unión Europea del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido y dos años después asumió funciones en Brasilia como Segundo Secretario Político. En 2009, se trasladó a México para desempeñarse como Consejero Político y Económico de la Embajada Británica en la Ciudad de México, donde permaneció hasta 2013, cuando fue destinado a Buenos Aires. Es graduado de la Universidad de Oxford, donde obtuvo una licenciatura con honores en Historia Moderna, y fue premiado con una beca por el Merton College. También obtuvo una Maestría en Historia Imperial en la facultad Royal Holloway de la Universidad de Londres.
Lo planteó el funcionario de la embajada Richard Barlow. “Me gustaría este acercamiento para extender una mano de amistad”, afirmó
Infobae
Un diplomático británico propuso en Buenos Aires reactivar los intercambios académicos entre estudiantes argentinos e isleños que viven en las Islas Malvinas, como una "señal de acercamiento y amistad" entre los pueblos.
Lo planteó Richard Barlow, subjefe de Misión de la Embajada del Reino Unido en la Argentina, quien asistió ayer invitado por la Universidad de San Andrés a un encuentro como parte de la Cátedra Reino Unido, iniciativa académica que busca fortalecer las capacidades de investigación y formación en diversos aspectos de la vida política, económica y social de los países, según se informó oficialmente.
Barlow y a la Universidad de San Andrés hablaron acerca de la posibilidad de promover en conjunto un intercambio académico con jóvenes habitantes de las Islas Malvinas como un "gesto de acercamiento real" entre los dos países. "Un acercamiento real de ustedes estudiantes podría servir para mejorar el vínculo" bilateral, dijo el diplomático a los estudiantes. "Me gustaría lograr este posible acercamiento. Juntos podemos intentarlos para extender una mano de amistad", consideró y agregó que "es importante abrir una puerta para tener una relación sostenible en el largo plazo. Un acercamiento real entre los jóvenes serviría para mejorar el vínculo".
El diplomático británico resaltó que "el futuro del mundo está en países como la Argentina" y alertó que "es necesario tener organización, honestidad y un proyecto nacional", al exponer ante estudiantes y los directores de Desarrollo Institucional de la universidad, Sebastián Dates, y de las licenciaturas de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Federico Merke, en el campus de la localidad bonaerense de Victoria.
La Cátedra Reino Unido empezó en agosto de 2015, con una conferencia de David Hopkins, profesor emérito del Instituto de Educación de Londres y consultor internacional de reforma educativa. En ese momento, John Freeman, embajador británico en la Argentina, expresó que las dos naciones tienen "mucho que aprender una de la otra" para generar "un nuevo espacio para mejorar la relación" entre países. En marzo pasado, dio una charla Nick Tyler, profesor de la Cátedra Chadwick de Ingeniería Civil del University College London (UCL) y en abril estuvo Robert Grimes, profesor de Física de los Materiales en el Imperial College, que trabaja en técnicas de simulación con supercomputadoras con nuevos materiales que se usan para energía.
En tanto, en el encuentro, Barlow también aseguró que la ministra de Relaciones Exteriores argentina, Susana Malcorra, es "una figura muy interesante", aunque evitó adelantar qué postura tomará el Reino Unido frente a la postulación de la funcionaria como candidata a suceder al coreano Ban Ki Moon en la Secretaría General de Naciones Unidas.
Además, mencionó como uno de los desafíos que enfrenta la Argentina la promoción de su turismo y aspectos culturales y manifestó: "Soy un gran admirador de este país, y creo que quizá puede hacer más para promocionar el turismo en el exterior. Yo pondría grandes carteles con los paisajes argentinos en el aeropuerto (londinense) de Heathrow".
Barlow se encuentra en la Argentina desde 2013. En el año 2000 y prestó servicio un año en la Dirección de la Unión Europea del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido y dos años después asumió funciones en Brasilia como Segundo Secretario Político. En 2009, se trasladó a México para desempeñarse como Consejero Político y Económico de la Embajada Británica en la Ciudad de México, donde permaneció hasta 2013, cuando fue destinado a Buenos Aires. Es graduado de la Universidad de Oxford, donde obtuvo una licenciatura con honores en Historia Moderna, y fue premiado con una beca por el Merton College. También obtuvo una Maestría en Historia Imperial en la facultad Royal Holloway de la Universidad de Londres.
sábado, 25 de junio de 2016
¿Qué pasa con Malvinas con el Brexit?
¿Cómo afecta al conflicto por las Malvinas el Brexit?
La salida del Reino Unido de la Unión Europeo impacta a los mercados del mundo y provocó la renuncia del premier, David Cameron. Tras conocerse el resultado del plebiscito, España ya reclamó una "soberanía compartida" sobre Gibraltar. ¿Qué pasará con las Islas?
La certeza de que el Reino Unido abandonará la Unión Europea preocupa a los kelpers, quienes ya habían manifestado su preocupación por una eventual posición "mucho más agresiva" de Argentina respecto a las Malvinas.
Con el abandono de Gran Bretaña del bloque comunitario tras la consulta de este jueves, dejarán de aplicarse en su territorio los tratados en vigor desde la adhesión del país a la Unión Europea (UE), en 1973, que dan acceso al mercado único y permiten la libre circulación de personas, entre otras prerrogativas.
En un informe que evaluaba el posible impacto del "brexit" en los territorios de ultramar dependientes de Londres, el gobierno de las Malvinas alerta que perder el apoyo de la U.E. podría animar a Argentina a mantener una postura "mucho más agresiva" sobre la soberanía de las Islas.
En ese sentido, la canciller Susana Malcorra reafirmó este jueves ante la ONU los derechos "imprescriptibles" del país sobre las Malvinas, controladas políticamente por Londres, y describió como "irrenunciable y permanente" el reclamo sobre el ese territorio.
El archipiélago "constituye un caso especial y particular" entre las "17 situaciones coloniales aún no resueltas" a nivel internacional, sostuvo la ministra, que resaltó a la demanda como un "tema histórico y central en la política" nacional, que debe abordarse de manera "bilateral" con el Reino Unido, teniendo en cuenta los "intereses" de los isleños.
Al participar de una sesión del Comité Especial de Descolonización (C24) de las Naciones Unidas, en Nueva York, la jefa de la diplomacia nacional enfatizó los derechos "imprescriptibles" de soberanía sobre el archipiélago, y subrayó que el reclamo es "permanente e irrenunciable".
MinutoUno
La salida del Reino Unido de la Unión Europeo impacta a los mercados del mundo y provocó la renuncia del premier, David Cameron. Tras conocerse el resultado del plebiscito, España ya reclamó una "soberanía compartida" sobre Gibraltar. ¿Qué pasará con las Islas?
La certeza de que el Reino Unido abandonará la Unión Europea preocupa a los kelpers, quienes ya habían manifestado su preocupación por una eventual posición "mucho más agresiva" de Argentina respecto a las Malvinas.
Con el abandono de Gran Bretaña del bloque comunitario tras la consulta de este jueves, dejarán de aplicarse en su territorio los tratados en vigor desde la adhesión del país a la Unión Europea (UE), en 1973, que dan acceso al mercado único y permiten la libre circulación de personas, entre otras prerrogativas.
En un informe que evaluaba el posible impacto del "brexit" en los territorios de ultramar dependientes de Londres, el gobierno de las Malvinas alerta que perder el apoyo de la U.E. podría animar a Argentina a mantener una postura "mucho más agresiva" sobre la soberanía de las Islas.
En ese sentido, la canciller Susana Malcorra reafirmó este jueves ante la ONU los derechos "imprescriptibles" del país sobre las Malvinas, controladas políticamente por Londres, y describió como "irrenunciable y permanente" el reclamo sobre el ese territorio.
El archipiélago "constituye un caso especial y particular" entre las "17 situaciones coloniales aún no resueltas" a nivel internacional, sostuvo la ministra, que resaltó a la demanda como un "tema histórico y central en la política" nacional, que debe abordarse de manera "bilateral" con el Reino Unido, teniendo en cuenta los "intereses" de los isleños.
Al participar de una sesión del Comité Especial de Descolonización (C24) de las Naciones Unidas, en Nueva York, la jefa de la diplomacia nacional enfatizó los derechos "imprescriptibles" de soberanía sobre el archipiélago, y subrayó que el reclamo es "permanente e irrenunciable".
MinutoUno
viernes, 24 de junio de 2016
Las Malvinas no son europeas
Brexit: Gran Bretaña votó a favor de la salida de la Unión Europea
En el referéndum celebrado ayer, el "Brexit" se impuso con un 52% a favor
La Nación
Un cartel de campaña a favor de la salida de Gran Bretaña de la UE. Foto: AFP
El "Brexit" triunfó. En el referéndum celebrado ayer el país votó a favor de abandonar la Unión Europea, aunque así entró en terreno desconocido.
El bando partidario de marcharse se impuso con un 52% de los votos y la decisión desestabiliza el proyecto de unidad continental forjado tras la II Guerra Mundial con la esperanza de hacer imposibles futuros conflictos.
A su vez, plantea la posibilidad de años de negociaciones sobre comercio y lazos políticos y empresariales con lo que se convertirá en un bloque de 27 países. En esencia, la votación marca el comienzo, más que el final, de un proceso que podría llevar décadas.
Click aqui
Los mercados financieros mundiales se desplomaron cuando el conteo casi definitivo mostró una victoria para la opción de abandonar el bloque con un 51,8 por ciento contra un 48,2 por ciento a favor de la posibilidad de permanecer en la UE.
La libra esterlina sufrió también su peor caída diaria al desplomarse un 10 por ciento frente al dólar, tocando un mínimo de 31 años debido a los temores del mercado de que la decisión golpearía con fuerza la inversión en la quinta mayor economía del mundo.
Click Aqui
El resultado dará inicio a al menos dos años de un conflictivo procedimiento de divorcio de la UE, que generará dudas sobre el rol de Londres como la capital financiera global y pondrá bajo una fuerte presión al primer ministro David Cameron para que renuncie, pese a que durante la campaña prometió que se mantendría en el cargo más allá del resultado.
El euro también se vio afectado al caer más de un 3 por ciento frente al dólar por las preocupaciones de que el resultado generaría un mayor daño económico y político al país frente a permanecer como parte del bloque. Los inversores corrieron en masa en busca de activos considerados de refugio, como el oro y el yen.
En la primera muestra de preocupación a nivel internacional, el viceministro de Finanzas de Japón para asuntos internacionales, Masatsugu Asakawa, dijo que consultaría con el ministro de Finanzas, Taro Aso, sobre la forma de responder a los movimientos del mercado.
Las fuerzas euroescépticas británicas se mostraron eufóricas, celebrando una victoria a la que calificaron como una protesta contra los líderes británicos, las grandes empresas y los políticos extranjeros -incluyendo a Barack Obama- que habían instado a una permanencia del Reino Unido en el bloque.
Agencia AP y Reuters
En el referéndum celebrado ayer, el "Brexit" se impuso con un 52% a favor
La Nación
Un cartel de campaña a favor de la salida de Gran Bretaña de la UE. Foto: AFP
El "Brexit" triunfó. En el referéndum celebrado ayer el país votó a favor de abandonar la Unión Europea, aunque así entró en terreno desconocido.
El bando partidario de marcharse se impuso con un 52% de los votos y la decisión desestabiliza el proyecto de unidad continental forjado tras la II Guerra Mundial con la esperanza de hacer imposibles futuros conflictos.
A su vez, plantea la posibilidad de años de negociaciones sobre comercio y lazos políticos y empresariales con lo que se convertirá en un bloque de 27 países. En esencia, la votación marca el comienzo, más que el final, de un proceso que podría llevar décadas.
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Los mercados financieros mundiales se desplomaron cuando el conteo casi definitivo mostró una victoria para la opción de abandonar el bloque con un 51,8 por ciento contra un 48,2 por ciento a favor de la posibilidad de permanecer en la UE.
La libra esterlina sufrió también su peor caída diaria al desplomarse un 10 por ciento frente al dólar, tocando un mínimo de 31 años debido a los temores del mercado de que la decisión golpearía con fuerza la inversión en la quinta mayor economía del mundo.
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El resultado dará inicio a al menos dos años de un conflictivo procedimiento de divorcio de la UE, que generará dudas sobre el rol de Londres como la capital financiera global y pondrá bajo una fuerte presión al primer ministro David Cameron para que renuncie, pese a que durante la campaña prometió que se mantendría en el cargo más allá del resultado.
El euro también se vio afectado al caer más de un 3 por ciento frente al dólar por las preocupaciones de que el resultado generaría un mayor daño económico y político al país frente a permanecer como parte del bloque. Los inversores corrieron en masa en busca de activos considerados de refugio, como el oro y el yen.
En la primera muestra de preocupación a nivel internacional, el viceministro de Finanzas de Japón para asuntos internacionales, Masatsugu Asakawa, dijo que consultaría con el ministro de Finanzas, Taro Aso, sobre la forma de responder a los movimientos del mercado.
Las fuerzas euroescépticas británicas se mostraron eufóricas, celebrando una victoria a la que calificaron como una protesta contra los líderes británicos, las grandes empresas y los políticos extranjeros -incluyendo a Barack Obama- que habían instado a una permanencia del Reino Unido en el bloque.
Agencia AP y Reuters
jueves, 23 de junio de 2016
Owen Crippa recuerda su inolvidable 21 de Mayo
Malvinas: el otro vuelo de un halcón
Autor de una maniobra en combate única. Estuvo en la región y habló sobre la “desmalvinización”
Federico Aríngoli
federico@rionegro.com.ar
Río Negro
“Fui a dar una charla a un colegio y me dijeron: ‘No vaya a hacer una apología de la guerra’. Estamos locos si alguien que estuvo en la guerra va a venir a hacer una apología de la guerra. Nadie mejor que el que la sufrió para decir: muchachos si la podemos solucionar de otra manera, mejor”.
La reflexión sale de Owen Crippa quien tiene (entre otras condecoraciones) la Cruz al Heroico Valor en Combate por realizar, con un avión liviano (AerMacchi MB339), un ataque aéreo que se estudia en todo el mundo y que sirvió para que Argentina pueda repeler el desembarco de la flota inglesa en la bahía de San Carlos, el 21 de mayo de 1982.
Hace unos días estuvo en la región contando sobre lo que fue Malvinas pero, fundamentalmente, buscando dejar un mensaje “para que nos volvamos a encontrar los argentinos”.
P- ¿Cómo fue el pos-Malvinas?
R- Para los veteranos fue espantoso. Un desentendimiento total no solamente de las organizaciones militares y las políticas, sino de la sociedad en general. Toda la prensa, buenos periodistas y buenas personas, se dejaron llevar por la propaganda inglesa y hasta hoy escucho que hay periodistas que utilizan los tips que dejó la publicidad inglesa.
P- Qué es la “publicidad inglesa”.
R- Cuando (Winston) Churchill (nieto) dice: “Hay que revolcarlos en el barro de la humillación”. Los ingleses no son improvisados. Tienen bien claro que fue una guerra de interés geopolítico para la OTAN. A tal punto que un historiador llama a la guerra de Malvinas como la última batalla de la Segunda Guerra Mundial, porque si hacés un análisis global rápido te das cuenta de que en esa época hay cambios en el orden mundial.
P- ¿Fue el mensaje de los chicos con hambre y frío?
R- Entró ese mensaje. Los pobres chicos que no tenían nada. Los soldaditos explotados por la dictadura. Y hubo de todo. Hubo comportamientos excelsos y hubo basuras, pero la guerra es así.
P-: ¿Pero cómo llegaron?
R- Los pilotos llegamos bien. Estábamos a nivel de cualquier piloto de cualquier país del mundo.
P- ¿Y en tecnología?
R- Los (aviones) Super Etendard no los tenía nadie en el mundo. Tenían un sistema de misil inteligente que nunca se había aprobado en el mundo. Lo habíamos pagado a Francia pero los técnicos no bien empezó la guerra se vuelven a su país. Cuando empieza la guerra los ingleses le preguntan a los franceses, esto nos lo cuentan ellos: ¿Ustedes les habilitaron los sistemas de armas de los Super Etendard? No. ¿Ustedes piensan que los van a poder poner en funcionamiento? No. Cuando se produce el hundimiento del Sheffield, tuvieron conciencia de que los argentinos no somos tan incapaces.
P- ¿Hubo algunos cambios en estos años?
R- Sí, gracias al trabajo de los veteranos, que se fueron organizando pese a todos los contratiempos. También a la gente que nos acompaña y nos apoya. Todavía hay algunos gobernantes que vienen a sacarse la foto el 2 de abril y después desaparecen.
P- ¿Se superó lo que llaman desmalvinización?
R- El tema de la desmalvinización, donde se busca mezclar todo, es que no nos damos cuenta de que los últimos 60 años a esta parte los hemos gastado en peleas internas y discusiones estériles. Peleándonos entre nosotros y dejándonos llevar por esta publicidad inglesa que viene desde el inicio de nuestro país. Como veteranos nos planteamos varios objetivos y uno de ellos es tratar de llevar un mensaje para que nos volvamos a encontrar los argentinos. Yo jamás hablé de desmalvinización, yo hablé de desargentinización.
P- Contabas que tienen relación con veteranos ingleses. Cómo surge.
R- Las primeras entrevistas que a mí me hicieron después de la guerra, ya estando retirado, no me las hicieron periodistas argentinos, vinieron periodistas ingleses. Eso te da la pauta de la importancia que le daban en el extranjero.
P- ¿Y cómo ven la guerra?
R- El piloto al que yo no le tiro, le apunto y después decido ir por un buque, cuando lo vi por primera vez me dice: “Tomaste una muy buena decisión (risas)”. Él me decía que estaba en el Mar del Norte y de imprevisto lo llevan a Inglaterra y de ahí a Malvinas. Me dice que no sabía dónde estaba. Pero contaban el apoyo de la OTAN.
P- ¿Volviste a Malvinas?
R- No quiero ir porque no quiero que firmen un pasaporte como si entrara a un país extranjero. No quiero que jamás un inglés diga: “Sí, usted reconoció que las Malvinas son inglesas”. No quiero. Los ingleses son muy taimados. Son hábiles. Piensan a 100 años y sus organizaciones y estrategias están pensadas a 100 años.
La actualidad de los veteranos
P- Decís que hay discriminación para los veteranos, por qué.
R- Por ley discriminan. Estos días que yo estuve acá y que siempre aprovecho para reunirme con veteranos. Analizo la ley de Río Negro y digo pucha, están discriminando a los oficiales y a los suboficiales. Y es terrible. No se dan cuenta que Río Negro la mayoría de sus muertos son oficiales y suboficiales. Y que, por ejemplo, tienen uno de los pilotos de combate más destacado de la Argentina que nació en Bariloche: Carlos Carvallo.
Por eso te digo hay que trabajar, hay que cambiar la manera de pensar. Por ejemplo en Santa Fe conseguimos una atención de trabajo para que puedan desarrollarse. Se logró que todos los veteranos de Santa Fe tengan, por lo menos, asistencia médica. En la provincia no tuvimos ningún suicidado post Malvinas y tiene 800 veteranos.
P- Cómo fue aquel 21 de mayo.
R- Yo salí ese día a atacar. Yo sabía que me iba a encontrar con buques, los que me mandan me dicen que no me iba a encontrar con buques. Pero una maniobra de desembarco anfibio implica un apoyo logístico importante. No se puede hacer esa maniobra sin barcos. Es una maniobra muy compleja y muy grande.
A tal punto que no me dejan armarme completo. Yo tenía cañones y cohetes. Lindo poder de fuego, pero no son para hundir un buque. Son para hacer daños menores, dejarlo fuera de servicio. Si con bombas, pero no me dejan que yo saque mis coheteras y ponga bombas. No me dejan.
Y me dicen que le tire a lanchones y helicópteros.
De hecho ni bien despego veo adelante un combate con un helicóptero quemándose y otro huyendo. Sospecho que eran propios y no les tiro, gracias a dios, porque eran propios.
P- ¿Es normal que salieras solo?
R- No, es anti doctrinario. Nunca se concibe la operación de un avión de combate en solitario. Siempre, mínimo son dos.
Qué pasa, nosotros (en ese sector) teníamos solamente dos aviones y uno había quedado sin servicio la tarde anterior porque cuando venían aterrizando y los Harriers nos venían persiguiendo, ametrallan y uno se va de pista con un impacto con una cubierta.
Es noche, el 20, nos quedamos trabajando en el medio de la nada, en el barro y entre las pierdas. Llovizna, viento, con linternas, pocas herramientas, un equipo de cuatro personas.
Terminamos como a las 12 de la noche y teníamos que caminar entre medio de las trincheras cuatro o cinco kilómetros.
Cuando llegamos al refugio y entramos sin santo y seña, nos podría haber matado nuestra propia infantería, nos encontramos con la noticia de que Esteban, que lo había mandado (Mohamed Alí) Saineldin, como observador de la zona de San Carlos, avisaba que veían entrar buques ingleses. Entrada la madrugada avisa que entra en combate con helicópteros ingleses y que se empieza a replegar. Después se perdió comunicación. Había que salir urgente.
Primero nos piden que les demos apoyo aéreo cercano, les explico que era imposible porque yo corría riesgo de matar a mi propia gente. Era mi especialidad, yo era especialista en ese tipo de ataque. Sabía que en esas condiciones no se podía hacer.
Me opongo. Me dicen que salga para ver qué pasaba y que tire solamente a lanchones y helicópteros. Pero que era prioritaria la información.
Salgo. Cuando quiero entrar a la bahía me encuentro con niebla. No puedo entrar, giro hacia el norte, pensando que me iba encontrar con los barcos mar afuera.
Salgo mar afuera y no encuentro ningún buque y pienso que era raro si hacían un desembarco, que no se vieran. Me confunde una roca que está en mar, que se llama roca Punta Remolinos, una piedra muy filosa que de lejos parece el perfil de un barco. Primero me confunde, voy volando y me doy cuenta que es una piedra, empiezo a entrar por el estrecho.
En esa parte, al norte el estrecho tiene 3 o 4 kilómetros, ni bien entro al estrecho veo sobre la otra costa veo un barco inglés, sigo y veo otro, pero de repente aparece un helicóptero en vuelo estacionario en la boca de la bahía. Yo no veía adentro de la bahía. Volaba pegado para que no me detecten los ingleses, entonces me preparo para atacar ese helicóptero. Apunto. Era como tirarle al blanco y cuando me desprendo de la loma ya veo muchos busques. Pero como ya estaba yendo en ascenso para tirarle al helicóptero, pienso que era más redituable dejar fuera de servicio un buque que derribar un helicóptero.
Pensá que yo estaba a 300 metros del helicóptero y volando a 600 km por hora. Asique entre que miro, tomo la decisión y giro, el avión mío avanzó mucho y la inercia me llevo a pocos metros del helicóptero. Ya con mi avión a 90 grados, veo el gesto del piloto que me ve, te lo juro. Hasta me sonrió y pienso “Dios no quiso que sea tu día”. Termino la maniobra y me enfrasco en atacar al primer buque.
Como nuestros aviones son convencionales, viste que a veces se escucha decir “eran suicidas los pilotos argentinos porque pasaban rozando arriba de los buques”. No hay otra forma de atacar con un avión convencional. Así ataques un buque, un tanque o un puente, tenés que pasar por arriba. No hay otra forma. Son bombas por gravedad, no guiadas.
Asi que le empiezo a tirar a un cañón. Vuela el cañón. Después de años me entero que ahí hubo dos ingleses heridos. Y ya empiezo a tirar a lo que nosotros llamamos arboladura, que son las antenas de radar, radios, equipos y la zona del puente de comando donde está el comándate con su equipo. Tiro y me encuentro que tengo que recuperar para no chocar las antenas. Ahí veo que está lleno de barcos adelante.
Que pienso, si yo ataco y después giro, quedo a merced del ataque de los otros buques. Un festival. Me bajaban como una palomita. Entonces se me ocurre meterme entre todos ellos.
La pensé ahí, pero no es una cuestión de valentía, es una cuestión supervivencia. Yo lo hice porque dije es la única forma de que yo salga de este infierno. Si hubiese hecho lo otro en vez de 623 muertos, hoy había 624. Y Dios quiso que saliera bien.
Fui escapando entre los barcos y yo sabía que cuando pasara el último me iban a tirar con todo, pero había un istmo que separaba a otra bahía. Y digo, listo cuando llego acá van a ser unos minutos que me van a tirar con todo, pero yo salto al otro lado y por lo menos pongo entre el avión y los barcos, un pedazo de tierra.
En esa última parte yo iba volando con mi mano en el bastón y con la otra en el accionador del asiento eyectable. Yo sabía que si me impactaban ahí yo no iba a tener tiempo para hacer otra cosa.
Cuando toco tierra, veo que el Fairline me tira un misil. Hago la maniobra de desenganche de misil tradicional. Vuelvo y salto al otro lado. Cuando llego al otro lado, que era la bahía de Ruiz Puente, me encuentro con más buques ingleses. Ya para esto la tierra abajo mío hervía de tiros.
Y fue saltando así y Dios quiso que no me toque ni una esquirla. Y antes de volver pienso, si vuelvo y digo que había muchos buques me van a decir “está bien Owen eran cuatro o cinco”. Y era lógico que lo piensen así porque si me hubiesen dicho a mí que ahí había más de cuatro o cinco buques yo les decía que estaban locos.
Asique gire, volví a otra posición mas arriba, y dibuje en mi anotador de rodilla la costa y fui posicionando los buques como estaban. Posicioné 13, en realidad había más, pero con eso volví a Puerto Argentino. Y atrás mío se largó todo el ataque que fue terrible, la tierra temblaba a kilómetros.
P- ¿Volviste a salir?
R- No me dejaron salir.
“Cuando llego al otro lado, que era la bahía de Ruiz Puente, me encuentro con más buques ingleses. Ya para esto la tierra abajo mío hervía de tiros”.
Crippa salió en solitario a hacer un relevamiento y se encontró con un desembarco. Atacó, escapó entre fuego enemigo y regresó con información.
Nació en 1951 en Colonia San Rafael, al norte de Santa Fe.
En 1969 entró a la Escuela Naval y 1975 fue trasladado a Trelew.
Fue el único que pasó de “exploración y guerra antisubmarinas” a “caza y combate”.
Estuvo 15 años en servicio y ahora vive en Sunchales.
Autor de una maniobra en combate única. Estuvo en la región y habló sobre la “desmalvinización”
Federico Aríngoli
federico@rionegro.com.ar
Río Negro
“Fui a dar una charla a un colegio y me dijeron: ‘No vaya a hacer una apología de la guerra’. Estamos locos si alguien que estuvo en la guerra va a venir a hacer una apología de la guerra. Nadie mejor que el que la sufrió para decir: muchachos si la podemos solucionar de otra manera, mejor”.
La reflexión sale de Owen Crippa quien tiene (entre otras condecoraciones) la Cruz al Heroico Valor en Combate por realizar, con un avión liviano (AerMacchi MB339), un ataque aéreo que se estudia en todo el mundo y que sirvió para que Argentina pueda repeler el desembarco de la flota inglesa en la bahía de San Carlos, el 21 de mayo de 1982.
Hace unos días estuvo en la región contando sobre lo que fue Malvinas pero, fundamentalmente, buscando dejar un mensaje “para que nos volvamos a encontrar los argentinos”.
P- ¿Cómo fue el pos-Malvinas?
R- Para los veteranos fue espantoso. Un desentendimiento total no solamente de las organizaciones militares y las políticas, sino de la sociedad en general. Toda la prensa, buenos periodistas y buenas personas, se dejaron llevar por la propaganda inglesa y hasta hoy escucho que hay periodistas que utilizan los tips que dejó la publicidad inglesa.
P- Qué es la “publicidad inglesa”.
R- Cuando (Winston) Churchill (nieto) dice: “Hay que revolcarlos en el barro de la humillación”. Los ingleses no son improvisados. Tienen bien claro que fue una guerra de interés geopolítico para la OTAN. A tal punto que un historiador llama a la guerra de Malvinas como la última batalla de la Segunda Guerra Mundial, porque si hacés un análisis global rápido te das cuenta de que en esa época hay cambios en el orden mundial.
P- ¿Fue el mensaje de los chicos con hambre y frío?
R- Entró ese mensaje. Los pobres chicos que no tenían nada. Los soldaditos explotados por la dictadura. Y hubo de todo. Hubo comportamientos excelsos y hubo basuras, pero la guerra es así.
P-: ¿Pero cómo llegaron?
R- Los pilotos llegamos bien. Estábamos a nivel de cualquier piloto de cualquier país del mundo.
P- ¿Y en tecnología?
R- Los (aviones) Super Etendard no los tenía nadie en el mundo. Tenían un sistema de misil inteligente que nunca se había aprobado en el mundo. Lo habíamos pagado a Francia pero los técnicos no bien empezó la guerra se vuelven a su país. Cuando empieza la guerra los ingleses le preguntan a los franceses, esto nos lo cuentan ellos: ¿Ustedes les habilitaron los sistemas de armas de los Super Etendard? No. ¿Ustedes piensan que los van a poder poner en funcionamiento? No. Cuando se produce el hundimiento del Sheffield, tuvieron conciencia de que los argentinos no somos tan incapaces.
P- ¿Hubo algunos cambios en estos años?
R- Sí, gracias al trabajo de los veteranos, que se fueron organizando pese a todos los contratiempos. También a la gente que nos acompaña y nos apoya. Todavía hay algunos gobernantes que vienen a sacarse la foto el 2 de abril y después desaparecen.
P- ¿Se superó lo que llaman desmalvinización?
R- El tema de la desmalvinización, donde se busca mezclar todo, es que no nos damos cuenta de que los últimos 60 años a esta parte los hemos gastado en peleas internas y discusiones estériles. Peleándonos entre nosotros y dejándonos llevar por esta publicidad inglesa que viene desde el inicio de nuestro país. Como veteranos nos planteamos varios objetivos y uno de ellos es tratar de llevar un mensaje para que nos volvamos a encontrar los argentinos. Yo jamás hablé de desmalvinización, yo hablé de desargentinización.
P- Contabas que tienen relación con veteranos ingleses. Cómo surge.
R- Las primeras entrevistas que a mí me hicieron después de la guerra, ya estando retirado, no me las hicieron periodistas argentinos, vinieron periodistas ingleses. Eso te da la pauta de la importancia que le daban en el extranjero.
P- ¿Y cómo ven la guerra?
R- El piloto al que yo no le tiro, le apunto y después decido ir por un buque, cuando lo vi por primera vez me dice: “Tomaste una muy buena decisión (risas)”. Él me decía que estaba en el Mar del Norte y de imprevisto lo llevan a Inglaterra y de ahí a Malvinas. Me dice que no sabía dónde estaba. Pero contaban el apoyo de la OTAN.
P- ¿Volviste a Malvinas?
R- No quiero ir porque no quiero que firmen un pasaporte como si entrara a un país extranjero. No quiero que jamás un inglés diga: “Sí, usted reconoció que las Malvinas son inglesas”. No quiero. Los ingleses son muy taimados. Son hábiles. Piensan a 100 años y sus organizaciones y estrategias están pensadas a 100 años.
La actualidad de los veteranos
P- Decís que hay discriminación para los veteranos, por qué.
R- Por ley discriminan. Estos días que yo estuve acá y que siempre aprovecho para reunirme con veteranos. Analizo la ley de Río Negro y digo pucha, están discriminando a los oficiales y a los suboficiales. Y es terrible. No se dan cuenta que Río Negro la mayoría de sus muertos son oficiales y suboficiales. Y que, por ejemplo, tienen uno de los pilotos de combate más destacado de la Argentina que nació en Bariloche: Carlos Carvallo.
Por eso te digo hay que trabajar, hay que cambiar la manera de pensar. Por ejemplo en Santa Fe conseguimos una atención de trabajo para que puedan desarrollarse. Se logró que todos los veteranos de Santa Fe tengan, por lo menos, asistencia médica. En la provincia no tuvimos ningún suicidado post Malvinas y tiene 800 veteranos.
Una maniobra única
P- Cómo fue aquel 21 de mayo.
R- Yo salí ese día a atacar. Yo sabía que me iba a encontrar con buques, los que me mandan me dicen que no me iba a encontrar con buques. Pero una maniobra de desembarco anfibio implica un apoyo logístico importante. No se puede hacer esa maniobra sin barcos. Es una maniobra muy compleja y muy grande.
A tal punto que no me dejan armarme completo. Yo tenía cañones y cohetes. Lindo poder de fuego, pero no son para hundir un buque. Son para hacer daños menores, dejarlo fuera de servicio. Si con bombas, pero no me dejan que yo saque mis coheteras y ponga bombas. No me dejan.
Y me dicen que le tire a lanchones y helicópteros.
De hecho ni bien despego veo adelante un combate con un helicóptero quemándose y otro huyendo. Sospecho que eran propios y no les tiro, gracias a dios, porque eran propios.
P- ¿Es normal que salieras solo?
R- No, es anti doctrinario. Nunca se concibe la operación de un avión de combate en solitario. Siempre, mínimo son dos.
Qué pasa, nosotros (en ese sector) teníamos solamente dos aviones y uno había quedado sin servicio la tarde anterior porque cuando venían aterrizando y los Harriers nos venían persiguiendo, ametrallan y uno se va de pista con un impacto con una cubierta.
Es noche, el 20, nos quedamos trabajando en el medio de la nada, en el barro y entre las pierdas. Llovizna, viento, con linternas, pocas herramientas, un equipo de cuatro personas.
Terminamos como a las 12 de la noche y teníamos que caminar entre medio de las trincheras cuatro o cinco kilómetros.
Cuando llegamos al refugio y entramos sin santo y seña, nos podría haber matado nuestra propia infantería, nos encontramos con la noticia de que Esteban, que lo había mandado (Mohamed Alí) Saineldin, como observador de la zona de San Carlos, avisaba que veían entrar buques ingleses. Entrada la madrugada avisa que entra en combate con helicópteros ingleses y que se empieza a replegar. Después se perdió comunicación. Había que salir urgente.
Primero nos piden que les demos apoyo aéreo cercano, les explico que era imposible porque yo corría riesgo de matar a mi propia gente. Era mi especialidad, yo era especialista en ese tipo de ataque. Sabía que en esas condiciones no se podía hacer.
Me opongo. Me dicen que salga para ver qué pasaba y que tire solamente a lanchones y helicópteros. Pero que era prioritaria la información.
Salgo. Cuando quiero entrar a la bahía me encuentro con niebla. No puedo entrar, giro hacia el norte, pensando que me iba encontrar con los barcos mar afuera.
Salgo mar afuera y no encuentro ningún buque y pienso que era raro si hacían un desembarco, que no se vieran. Me confunde una roca que está en mar, que se llama roca Punta Remolinos, una piedra muy filosa que de lejos parece el perfil de un barco. Primero me confunde, voy volando y me doy cuenta que es una piedra, empiezo a entrar por el estrecho.
En esa parte, al norte el estrecho tiene 3 o 4 kilómetros, ni bien entro al estrecho veo sobre la otra costa veo un barco inglés, sigo y veo otro, pero de repente aparece un helicóptero en vuelo estacionario en la boca de la bahía. Yo no veía adentro de la bahía. Volaba pegado para que no me detecten los ingleses, entonces me preparo para atacar ese helicóptero. Apunto. Era como tirarle al blanco y cuando me desprendo de la loma ya veo muchos busques. Pero como ya estaba yendo en ascenso para tirarle al helicóptero, pienso que era más redituable dejar fuera de servicio un buque que derribar un helicóptero.
Pensá que yo estaba a 300 metros del helicóptero y volando a 600 km por hora. Asique entre que miro, tomo la decisión y giro, el avión mío avanzó mucho y la inercia me llevo a pocos metros del helicóptero. Ya con mi avión a 90 grados, veo el gesto del piloto que me ve, te lo juro. Hasta me sonrió y pienso “Dios no quiso que sea tu día”. Termino la maniobra y me enfrasco en atacar al primer buque.
Como nuestros aviones son convencionales, viste que a veces se escucha decir “eran suicidas los pilotos argentinos porque pasaban rozando arriba de los buques”. No hay otra forma de atacar con un avión convencional. Así ataques un buque, un tanque o un puente, tenés que pasar por arriba. No hay otra forma. Son bombas por gravedad, no guiadas.
Asi que le empiezo a tirar a un cañón. Vuela el cañón. Después de años me entero que ahí hubo dos ingleses heridos. Y ya empiezo a tirar a lo que nosotros llamamos arboladura, que son las antenas de radar, radios, equipos y la zona del puente de comando donde está el comándate con su equipo. Tiro y me encuentro que tengo que recuperar para no chocar las antenas. Ahí veo que está lleno de barcos adelante.
Que pienso, si yo ataco y después giro, quedo a merced del ataque de los otros buques. Un festival. Me bajaban como una palomita. Entonces se me ocurre meterme entre todos ellos.
La pensé ahí, pero no es una cuestión de valentía, es una cuestión supervivencia. Yo lo hice porque dije es la única forma de que yo salga de este infierno. Si hubiese hecho lo otro en vez de 623 muertos, hoy había 624. Y Dios quiso que saliera bien.
Fui escapando entre los barcos y yo sabía que cuando pasara el último me iban a tirar con todo, pero había un istmo que separaba a otra bahía. Y digo, listo cuando llego acá van a ser unos minutos que me van a tirar con todo, pero yo salto al otro lado y por lo menos pongo entre el avión y los barcos, un pedazo de tierra.
En esa última parte yo iba volando con mi mano en el bastón y con la otra en el accionador del asiento eyectable. Yo sabía que si me impactaban ahí yo no iba a tener tiempo para hacer otra cosa.
Cuando toco tierra, veo que el Fairline me tira un misil. Hago la maniobra de desenganche de misil tradicional. Vuelvo y salto al otro lado. Cuando llego al otro lado, que era la bahía de Ruiz Puente, me encuentro con más buques ingleses. Ya para esto la tierra abajo mío hervía de tiros.
Y fue saltando así y Dios quiso que no me toque ni una esquirla. Y antes de volver pienso, si vuelvo y digo que había muchos buques me van a decir “está bien Owen eran cuatro o cinco”. Y era lógico que lo piensen así porque si me hubiesen dicho a mí que ahí había más de cuatro o cinco buques yo les decía que estaban locos.
Asique gire, volví a otra posición mas arriba, y dibuje en mi anotador de rodilla la costa y fui posicionando los buques como estaban. Posicioné 13, en realidad había más, pero con eso volví a Puerto Argentino. Y atrás mío se largó todo el ataque que fue terrible, la tierra temblaba a kilómetros.
P- ¿Volviste a salir?
R- No me dejaron salir.
“Cuando llego al otro lado, que era la bahía de Ruiz Puente, me encuentro con más buques ingleses. Ya para esto la tierra abajo mío hervía de tiros”.
Crippa salió en solitario a hacer un relevamiento y se encontró con un desembarco. Atacó, escapó entre fuego enemigo y regresó con información.
Perfil de un aviador
Del campo a los cielosNació en 1951 en Colonia San Rafael, al norte de Santa Fe.
En 1969 entró a la Escuela Naval y 1975 fue trasladado a Trelew.
Fue el único que pasó de “exploración y guerra antisubmarinas” a “caza y combate”.
Estuvo 15 años en servicio y ahora vive en Sunchales.
lunes, 20 de junio de 2016
Entregan cuaderno a un VGM en Neuquén
Le trajo a un veterano el cuaderno que un inglés encontró en Malvinas
Un neuquino figuraba en una bitácora de guerra.
Florencia Figar viajó a Neuquén para entregarle a Gustavo Vera el cuaderno que escribió su jefe en la guerra y que fue encontrado por un soldado inglés.
Pablo Montanaro
montanarop@lmneuquen.com.ar
Lmneuquén
NEUQUÉN
Durante más de dos años, Florencia Figar, una joven de 20 años que vive en Berazategui, provincia de Buenos Aires, llevó consigo una obsesión: encontrar a una de las personas que aparecían mencionadas en un cuaderno de bitácora que durante la Guerra de Malvinas perteneció a un integrante del Grupo de Artillería de Defensa Antiaérea 601 de Mar del Plata. Ayer, finalmente, Florencia pudo entregar ese "legado" a Gustavo Vera, un veterano neuquino que combatió en la guerra de Malvinas. Vera es una de las personas que aparecen citadas en el cuaderno que perteneció al subteniente Carlos Barri.
Cuando a mediados de 2013 Florencia viajó a Londres para un intercambio escolar, no se imaginó que iba a encontrarse con una parte de la historia de aquella contienda bélica que dejó marcada a una joven generación argentina.
Alojada en Kent, un pueblo al sureste de Londres, una noche después de la cena el padre de la familia que la albergó, Martin Bradford, le comentó a la joven que había pertenecido a Royal Marines (infantes de marina del Reino Unido) y que había estado en la Guerra de Malvinas.
"En un momento de la charla, Martin se dirigió a su biblioteca y trajo un cuaderno Laprida y me lo entrega con la condición de que encuentre a su dueño", cuenta Florencia a LM Neuquén.
El cuaderno lo había encontrado Bradford muy cerca del lugar donde esta fuerza británica de operaciones anfibias había desembarcado tras la rendición argentina el 14 de junio de 1982. "Me dijo que lo encontró tirado cerca del puerto aéreo", en la misma zona donde aquel joven combatiente Gustavo Vera esperaba junto a otros miles el regreso al continente.
Al volver de Londres, Florencia inició la intensa tarea de hallar a Barri, pero sin éxito. Entonces, decidió contactarse con veteranos de diversas localidades. "Los veteranos de Quilmes me dijeron que una de las personas citadas en el cuaderno vivía en Neuquén. Me pasaron el celular de Gustavo y un día lo llamé. Al marcar su número me temblaba la mano, tenía miedo de cómo podía reaccionar. Hablé con él y me di cuenta de que era una persona cálida y noble, y quedé en viajar a Neuquén para darle el cuaderno", relató la joven, quien el sábado participará del acto por el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas en el Cenotafio del Parque Central.
"Encontrarme con este cuaderno es revivir esos difíciles momentos que pasé, incluso las broncas por aquellas sanciones que nos ponía Barri", cuenta Vera, quien llegó a Malvinas el 7 de abril de 1982.
Para Florencia, la entrega del cuaderno "es como seguir el legado de los excombatientes por más que no hayamos vivido esa experiencia traumática". Por eso sostiene que es importante que la juventud "siga apoyando a estas personas que fueron a una guerra con la edad que hoy tenemos nosotros". Y afirma: "La sociedad argentina estuvo mal en no recibir a los soldados cuando volvieron".
"Demuestra falta de atención dejando bombardear a dos aviones Sea Harrier sin abrir fuego con su pieza demostrando negligencia. 10 días de arresto", dice una de las entradas referidas a Gustavo Vera del cuaderno que hasta tiene la huella de una pisada de un borceguí. "Los Sea Harrier pasaban a 20 mil metros de altura, cómo le iba a tirar", dice Vera con una sonrisa.
Un neuquino figuraba en una bitácora de guerra.
Florencia Figar viajó a Neuquén para entregarle a Gustavo Vera el cuaderno que escribió su jefe en la guerra y que fue encontrado por un soldado inglés.
Pablo Montanaro
montanarop@lmneuquen.com.ar
Lmneuquén
NEUQUÉN
Durante más de dos años, Florencia Figar, una joven de 20 años que vive en Berazategui, provincia de Buenos Aires, llevó consigo una obsesión: encontrar a una de las personas que aparecían mencionadas en un cuaderno de bitácora que durante la Guerra de Malvinas perteneció a un integrante del Grupo de Artillería de Defensa Antiaérea 601 de Mar del Plata. Ayer, finalmente, Florencia pudo entregar ese "legado" a Gustavo Vera, un veterano neuquino que combatió en la guerra de Malvinas. Vera es una de las personas que aparecen citadas en el cuaderno que perteneció al subteniente Carlos Barri.
El cuaderno quedará en el Museo Malvinas, ubicado en el Espacio para la Memoria en la ex Esma.
Cuando a mediados de 2013 Florencia viajó a Londres para un intercambio escolar, no se imaginó que iba a encontrarse con una parte de la historia de aquella contienda bélica que dejó marcada a una joven generación argentina.
Alojada en Kent, un pueblo al sureste de Londres, una noche después de la cena el padre de la familia que la albergó, Martin Bradford, le comentó a la joven que había pertenecido a Royal Marines (infantes de marina del Reino Unido) y que había estado en la Guerra de Malvinas.
"En un momento de la charla, Martin se dirigió a su biblioteca y trajo un cuaderno Laprida y me lo entrega con la condición de que encuentre a su dueño", cuenta Florencia a LM Neuquén.
El cuaderno lo había encontrado Bradford muy cerca del lugar donde esta fuerza británica de operaciones anfibias había desembarcado tras la rendición argentina el 14 de junio de 1982. "Me dijo que lo encontró tirado cerca del puerto aéreo", en la misma zona donde aquel joven combatiente Gustavo Vera esperaba junto a otros miles el regreso al continente.
Al volver de Londres, Florencia inició la intensa tarea de hallar a Barri, pero sin éxito. Entonces, decidió contactarse con veteranos de diversas localidades. "Los veteranos de Quilmes me dijeron que una de las personas citadas en el cuaderno vivía en Neuquén. Me pasaron el celular de Gustavo y un día lo llamé. Al marcar su número me temblaba la mano, tenía miedo de cómo podía reaccionar. Hablé con él y me di cuenta de que era una persona cálida y noble, y quedé en viajar a Neuquén para darle el cuaderno", relató la joven, quien el sábado participará del acto por el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas en el Cenotafio del Parque Central.
"Encontrarme con este cuaderno es revivir esos difíciles momentos que pasé, incluso las broncas por aquellas sanciones que nos ponía Barri", cuenta Vera, quien llegó a Malvinas el 7 de abril de 1982.
Para Florencia, la entrega del cuaderno "es como seguir el legado de los excombatientes por más que no hayamos vivido esa experiencia traumática". Por eso sostiene que es importante que la juventud "siga apoyando a estas personas que fueron a una guerra con la edad que hoy tenemos nosotros". Y afirma: "La sociedad argentina estuvo mal en no recibir a los soldados cuando volvieron".
Huellas
Una pisada en el campo de batalla"Demuestra falta de atención dejando bombardear a dos aviones Sea Harrier sin abrir fuego con su pieza demostrando negligencia. 10 días de arresto", dice una de las entradas referidas a Gustavo Vera del cuaderno que hasta tiene la huella de una pisada de un borceguí. "Los Sea Harrier pasaban a 20 mil metros de altura, cómo le iba a tirar", dice Vera con una sonrisa.
sábado, 18 de junio de 2016
Acuerdo para identificar a soldados NN
Malvinas: hay un principio de acuerdo para identificar a los soldados NN
Con el aval de la Argentina y el Reino Unido, una misión de la Cruz Roja iría a fin de mes al cementerio de Darwin para evaluar las tareas a realizar; de las 230 tumbas, hay 123 que no pudieron ser identificadas
Nicolás Balinotti - LA NACION
Con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) como mediador, la Argentina y el Reino Unido llegaron a un principio de acuerdo para que un grupo de expertos avance en el corto plazo en el proceso de identificación forense de los soldados argentinos sin nombre (NN) que están sepultados en el cementerio de Darwin, en las islas Malvinas. Así lo reconoció hoy a LA NACION una alta fuente oficial que sigue de cerca la negociación entre Buenos Aires y Londres.
"Antes de fin de mes, el Comité Internacional de la Cruz Roja enviará una misión para evaluar los trabajos a realizar. El gobierno argentino, por un lado, y el Reino Unido, por el otro, autorizaron la misión, que tiene fines estrictamente humanitarios. La Argentina reafirma su derecho de soberanía", informó el funcionario argentino.
Desde su llegada a la Cancillería, Susana Malcorra privilegió esta misión para identificar a los soldados NN que combatieron en la guerra de 1982. Luis Fondebrider, presidente del Equipo Argentino de Antropología Forense, participaría del reconocimiento de los cuerpos.
El cementerio de Darwin está situado a casi 90 kilómetros de Puerto Argentino. Entre praderas y colinas, hay 230 cruces de madera custodiadas por una más grande que sobresale en una geografía patagónica. Es un enorme territorio sin nada alrededor. De las 230 tumbas, 123 no pudieron ser identificadas.
El año pasado, durante la gestión kirchnerista, el gobierno de Malvinas exigió participar en la identificación de los soldados NN. Con este principio de acuerdo entre el Reino Unido y la Argentina, y con la Cruz Roja como mediador, se descarta que los isleños aceptarían este paso adelante, asumieron fuentes oficiales.
Con el aval de la Argentina y el Reino Unido, una misión de la Cruz Roja iría a fin de mes al cementerio de Darwin para evaluar las tareas a realizar; de las 230 tumbas, hay 123 que no pudieron ser identificadas
Nicolás Balinotti - LA NACION
Con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) como mediador, la Argentina y el Reino Unido llegaron a un principio de acuerdo para que un grupo de expertos avance en el corto plazo en el proceso de identificación forense de los soldados argentinos sin nombre (NN) que están sepultados en el cementerio de Darwin, en las islas Malvinas. Así lo reconoció hoy a LA NACION una alta fuente oficial que sigue de cerca la negociación entre Buenos Aires y Londres.
"Antes de fin de mes, el Comité Internacional de la Cruz Roja enviará una misión para evaluar los trabajos a realizar. El gobierno argentino, por un lado, y el Reino Unido, por el otro, autorizaron la misión, que tiene fines estrictamente humanitarios. La Argentina reafirma su derecho de soberanía", informó el funcionario argentino.
Desde su llegada a la Cancillería, Susana Malcorra privilegió esta misión para identificar a los soldados NN que combatieron en la guerra de 1982. Luis Fondebrider, presidente del Equipo Argentino de Antropología Forense, participaría del reconocimiento de los cuerpos.
El cementerio de Darwin está situado a casi 90 kilómetros de Puerto Argentino. Entre praderas y colinas, hay 230 cruces de madera custodiadas por una más grande que sobresale en una geografía patagónica. Es un enorme territorio sin nada alrededor. De las 230 tumbas, 123 no pudieron ser identificadas.
El año pasado, durante la gestión kirchnerista, el gobierno de Malvinas exigió participar en la identificación de los soldados NN. Con este principio de acuerdo entre el Reino Unido y la Argentina, y con la Cruz Roja como mediador, se descarta que los isleños aceptarían este paso adelante, asumieron fuentes oficiales.
jueves, 16 de junio de 2016
Mayor Maiorano: El defensor antiaéreo de Puerto Argentino
La historia del héroe rosarino que lideró la defensa antiaérea de Puerto Argentino
La Capital
Hugo Maiorano tiene hoy 74 años y recuerda el conflicto bélico 34 años después. Valora la camaradería de sus hombres y admite que nunca se planteó regresar a las islas Malvinas.
Reflexivo. Maiorano comandó un grupo de 62 personas, todos regresaron con vida del conflicto.
Una tarde de 1959 Hugo fue al cine Radar a ver una película de acción. Tenía 17 años, terminaba el secundario en el Nacional 1 y su padre soñaba que comenzara una carrera universitaria. Pero él sabía que, como empleado de comercio, su papá no iba a poder costear la educación superior de tres hijos y, tal vez por eso, esa misma tarde comenzó a delinear otro futuro. Cuando terminó la película, dos oficiales de la Fuerza Aérea hablaron al público y ofrecieron, a quien quisiera, formarse en la Escuela de Aviación Militar de Córdoba de manera gratuita. En 1982, con 40 años, Hugo ya era el Mayor Maiorano, especialista en "defensa antiaérea". Cuando se tomaron las islas Malvinas, una unidad a su cargo fue asignada a ese territorio. "Usted se queda, Maiorano", le dijeron sus superiores. Pero el 5 de abril él estaba en Puerto Argentino, en la costa este de la isla Soledad, organizando la defensa por pedido propio.
"Eramos un grupo de gente que trataba de sobrevivir. No estaba el hombre riguroso que daba las órdenes a los soldados. Tratábamos de alentarnos unos a otros y taparnos el miedo. Porque el miedo existe. El que diga que no lo tuvo está mintiendo", recuerda Hugo, quien tras la guerra estuvo prisionero de los ingleses por un mes y ahora, con 74 años, dice no haberse planteado nunca regresar a Malvinas. "Para mí es un recuerdo doloroso".
El 2 de abril de 1982 —casi 150 años después de la ocupación británica de 1833— las fuerzas militares argentinas desembarcaron en las islas Malvinas. Poco tiempo antes Hugo Maiorano había sido asignado a la base aérea de Mar del Plata y allí le dijeron que una de las tres unidades a su cargo iría a Puerto Argentino (o Stanley, según la denominación británica), el principal puerto y la única ciudad de las islas Malvinas. En ese lugar había una pista de aterrizaje de mil metros de largo, un hangar y una torre de control. Era el único medio de contacto con el continente que serviría para la evacuación de heridos y el aprovisionamiento de alimentos y medios logísticos. Su misión era defenderlo.
"Los 62 hombres que integraban ese grupo que yo conducía volvieron vivos". Ese es uno de los mayores orgullos del Maiorano que volvió de la guerra. El mismo que, cuando el 14 de junio de 1982 las fuerzas argentinas capitularon ante las tropas inglesas, quedó detenido por el ejército inglés junto a otros oficiales. Y el que se sintió abandonado por el gobierno argentino —la dictadura cívico-militar que en ese momento estaba en manos de Leopoldo Fortunato Galtieri, Basilio Arturo Ignacio Lami Dozo y Jorge Isaac Anaya— que decidió no formalizar la rendición ni negociar la repatriación de los presos. "Estaban especulando con los prisioneros de guerra. No se preocuparon en lo más mínimo por irnos a buscar", dijo.
El primer ataque que sufrió la unidad dirigida por Maiorano fue el 1º de mayo de 1982. "Primero nos bombardearon dos aviones Vulcan que descargaron 21 bombas de 500 kilos. Les podríamos haber tirado, pero teníamos miedo de que fuera un avión propio", recordó. El objetivo del ataque había sido destruir la pista de aterrizaje en manos de Argentina, pero no lo consiguieron. "A las 8 vinieron con aviones Harrier, que son más chicos. Ahí nos dimos el festejo, porque nuestra capacidad era para aviones que atacan a baja altura".
Entre las bombas. Las diez semanas que transcurrieron desde el desembarco de la unidad hasta el regreso de los soldados tras el cese de hostilidades se sucedieron entre bombardeos, guarecidos en refugios subterráneos que elaboraron durante los primeros días en la isla. "La cosa se ponía cada vez peor. Teníamos mucha desventaja. Ellos tenían misiles y nosotros cañones. Además contaban con misiles antirradares, que localizaban los radares con los que nosotros pretendíamos rastrearlos a ellos y los hacían volar. Con su tecnología veían tanto de día como de noche con anteojos de visión nocturna. Nosotros teníamos uno cada 20 personas", detalló Maiorano. "El 14 de junio a mí me dijeron que se había terminado la guerra y, la verdad, estaba un poquito contento de que se hubiera acabado todo", confesó.
Pero ese no sería el fin de su estadía en Malvinas. Pasó otro mes hasta que se reunió con su mujer y sus tres hijas. "Se dieron cuenta de que yo era un cuadro y no me dejaron subir al barco que devolvía a los soldados al continente. Me llevaron hasta un frigorífico abandonado donde me reencontré con algunos compañeros", entre ellos el capitán Ugarte, a quien Maiorano había enviado tiempo atrás en una misión y, como nunca había regresado, lo dieron por muerto: había sido capturado por los ingleses. "Es muy fuerte enfrentarte a una emoción así", admitió.
Tras Malvinas, volvió a Rosario y fue subdirector del Liceo Aeronáutico Militar por seis años. Luego se desempeñó como agregado aeronáutico en Washington, fue jefe de la base aérea militar de Mar del Plata y, ya jubilado, se hizo cargo de la obra social de la Fuerza Aérea en Rosario.
En los 34 años que lo separan de Malvinas, nunca se planteó volver. "Hay muchos que lo hicieron. Yo no quiero. Tengo un mal recuerdo de lo que viví. Uno doloroso", admitió.
La Capital
Hugo Maiorano tiene hoy 74 años y recuerda el conflicto bélico 34 años después. Valora la camaradería de sus hombres y admite que nunca se planteó regresar a las islas Malvinas.
Reflexivo. Maiorano comandó un grupo de 62 personas, todos regresaron con vida del conflicto.
Una tarde de 1959 Hugo fue al cine Radar a ver una película de acción. Tenía 17 años, terminaba el secundario en el Nacional 1 y su padre soñaba que comenzara una carrera universitaria. Pero él sabía que, como empleado de comercio, su papá no iba a poder costear la educación superior de tres hijos y, tal vez por eso, esa misma tarde comenzó a delinear otro futuro. Cuando terminó la película, dos oficiales de la Fuerza Aérea hablaron al público y ofrecieron, a quien quisiera, formarse en la Escuela de Aviación Militar de Córdoba de manera gratuita. En 1982, con 40 años, Hugo ya era el Mayor Maiorano, especialista en "defensa antiaérea". Cuando se tomaron las islas Malvinas, una unidad a su cargo fue asignada a ese territorio. "Usted se queda, Maiorano", le dijeron sus superiores. Pero el 5 de abril él estaba en Puerto Argentino, en la costa este de la isla Soledad, organizando la defensa por pedido propio.
"Eramos un grupo de gente que trataba de sobrevivir. No estaba el hombre riguroso que daba las órdenes a los soldados. Tratábamos de alentarnos unos a otros y taparnos el miedo. Porque el miedo existe. El que diga que no lo tuvo está mintiendo", recuerda Hugo, quien tras la guerra estuvo prisionero de los ingleses por un mes y ahora, con 74 años, dice no haberse planteado nunca regresar a Malvinas. "Para mí es un recuerdo doloroso".
El 2 de abril de 1982 —casi 150 años después de la ocupación británica de 1833— las fuerzas militares argentinas desembarcaron en las islas Malvinas. Poco tiempo antes Hugo Maiorano había sido asignado a la base aérea de Mar del Plata y allí le dijeron que una de las tres unidades a su cargo iría a Puerto Argentino (o Stanley, según la denominación británica), el principal puerto y la única ciudad de las islas Malvinas. En ese lugar había una pista de aterrizaje de mil metros de largo, un hangar y una torre de control. Era el único medio de contacto con el continente que serviría para la evacuación de heridos y el aprovisionamiento de alimentos y medios logísticos. Su misión era defenderlo.
"Los 62 hombres que integraban ese grupo que yo conducía volvieron vivos". Ese es uno de los mayores orgullos del Maiorano que volvió de la guerra. El mismo que, cuando el 14 de junio de 1982 las fuerzas argentinas capitularon ante las tropas inglesas, quedó detenido por el ejército inglés junto a otros oficiales. Y el que se sintió abandonado por el gobierno argentino —la dictadura cívico-militar que en ese momento estaba en manos de Leopoldo Fortunato Galtieri, Basilio Arturo Ignacio Lami Dozo y Jorge Isaac Anaya— que decidió no formalizar la rendición ni negociar la repatriación de los presos. "Estaban especulando con los prisioneros de guerra. No se preocuparon en lo más mínimo por irnos a buscar", dijo.
El primer ataque que sufrió la unidad dirigida por Maiorano fue el 1º de mayo de 1982. "Primero nos bombardearon dos aviones Vulcan que descargaron 21 bombas de 500 kilos. Les podríamos haber tirado, pero teníamos miedo de que fuera un avión propio", recordó. El objetivo del ataque había sido destruir la pista de aterrizaje en manos de Argentina, pero no lo consiguieron. "A las 8 vinieron con aviones Harrier, que son más chicos. Ahí nos dimos el festejo, porque nuestra capacidad era para aviones que atacan a baja altura".
Entre las bombas. Las diez semanas que transcurrieron desde el desembarco de la unidad hasta el regreso de los soldados tras el cese de hostilidades se sucedieron entre bombardeos, guarecidos en refugios subterráneos que elaboraron durante los primeros días en la isla. "La cosa se ponía cada vez peor. Teníamos mucha desventaja. Ellos tenían misiles y nosotros cañones. Además contaban con misiles antirradares, que localizaban los radares con los que nosotros pretendíamos rastrearlos a ellos y los hacían volar. Con su tecnología veían tanto de día como de noche con anteojos de visión nocturna. Nosotros teníamos uno cada 20 personas", detalló Maiorano. "El 14 de junio a mí me dijeron que se había terminado la guerra y, la verdad, estaba un poquito contento de que se hubiera acabado todo", confesó.
Pero ese no sería el fin de su estadía en Malvinas. Pasó otro mes hasta que se reunió con su mujer y sus tres hijas. "Se dieron cuenta de que yo era un cuadro y no me dejaron subir al barco que devolvía a los soldados al continente. Me llevaron hasta un frigorífico abandonado donde me reencontré con algunos compañeros", entre ellos el capitán Ugarte, a quien Maiorano había enviado tiempo atrás en una misión y, como nunca había regresado, lo dieron por muerto: había sido capturado por los ingleses. "Es muy fuerte enfrentarte a una emoción así", admitió.
Tras Malvinas, volvió a Rosario y fue subdirector del Liceo Aeronáutico Militar por seis años. Luego se desempeñó como agregado aeronáutico en Washington, fue jefe de la base aérea militar de Mar del Plata y, ya jubilado, se hizo cargo de la obra social de la Fuerza Aérea en Rosario.
En los 34 años que lo separan de Malvinas, nunca se planteó volver. "Hay muchos que lo hicieron. Yo no quiero. Tengo un mal recuerdo de lo que viví. Uno doloroso", admitió.
martes, 14 de junio de 2016
13 de Junio: Tumbledown
Tumbledown
El 13 de junio, la lucha no era ni naval ni aérea: era por tierra. El 2do Batallón de Guardias Escoceses asumió la misión de tomar el monte Tumbledown junto al Primer Batallón de Fusileros “Gurkas”, el cual no participó del combate ya que rodeó el monte en dirección a Sapper Hill como parte de la estrategia británica de rodear y capturar las alturas que circundan Puerto Argentino para obligar la capitulación.
En la noche del 13, los escoceses lanzaron el ataque sobre Tumbledown donde se toparon con una resistencia feroz y violentísima del Batallón de Infantería de Marina 5 (BIM 5) conformado en un setenta y cinco por ciento por conscriptos. En total, eran 800 marinos y 200 del Ejército, entre estos últimos había hombres de los regimientos de Infantería 4 y Mecanizado 7 y de la Compañía de Ingenieros Mecanizada 10, que se habían replegado junto a los del Regimiento de Infantería Mecanizado 6 desde Monte Dos Hermanas.
A continuación, les compartimos un testimonio del coronel "VGM" Augusto Esteban Vilgré Lamadrid
Ejército Argentino
El 13 de junio, la lucha no era ni naval ni aérea: era por tierra. El 2do Batallón de Guardias Escoceses asumió la misión de tomar el monte Tumbledown junto al Primer Batallón de Fusileros “Gurkas”, el cual no participó del combate ya que rodeó el monte en dirección a Sapper Hill como parte de la estrategia británica de rodear y capturar las alturas que circundan Puerto Argentino para obligar la capitulación.
En la noche del 13, los escoceses lanzaron el ataque sobre Tumbledown donde se toparon con una resistencia feroz y violentísima del Batallón de Infantería de Marina 5 (BIM 5) conformado en un setenta y cinco por ciento por conscriptos. En total, eran 800 marinos y 200 del Ejército, entre estos últimos había hombres de los regimientos de Infantería 4 y Mecanizado 7 y de la Compañía de Ingenieros Mecanizada 10, que se habían replegado junto a los del Regimiento de Infantería Mecanizado 6 desde Monte Dos Hermanas.
A continuación, les compartimos un testimonio del coronel "VGM" Augusto Esteban Vilgré Lamadrid
Ejército Argentino
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domingo, 12 de junio de 2016
FAA: Inventario histórico de A-4 Skyhawk
Las adquisiciones de la FAA del A-4 Skyhawk
1966: Argentina A-4B Skyhawk (Denominación Douglas A-4P).
1966 - 1996: Douglas A-4C Skyhawk.
1994: A-4AR (USMC equivalente A-4M) Fightinghawk.
199.. : OA-4AR (equivalente USMC OA-4M) Fightinghawk.
Los aviones fueron distribuidos entre las unidades con la utilización de un sistema de asignación tipo Poule.
Compras de A/C: En 1965, la Argentina compró 50 A-4B Skyhawk excedentes de Marina de los EE.UU. para la Fuerza Aérea Argentina (FAA).
Después las aeronaves fueron modificadas en las instalaciones de Douglas en Tulsa, OK, se redesignó A-4P "Caza" (Hunter), de Douglas. Veinticinco A-4B/A-4Ps fueron entregados a la FAA en 1966 y otro 25 (A-4B/A-4P) fueron entregados en 1970. La Argentina también compró cuatro A-4B (BuNos 144894, 144932, 145017, 145053 y) de la FAA no operacionales utilizándolos como fuentes de piezas de repuesto. Los aviadores argentinos simplemente los llamaron "Bravos".
A-4B Skyhawk
En 1975, Argentina compró otros 25 A-4C Skyhawk de la FAA.
A-4B FAA números de serie = USN BuNos
C-201 = 142 799, C-202 = 142 171, C-203 = 142 421, C-204 = 142 136,
C-205 = 142 694, C-206 = 142 762, C-207 = 142 688, C-208 = 142 139,
C-209 = 142 684, C-210 = 142 128, C-211 = 142701, C-212 = 142 773,
C-213 = 142 129, C-214 = 142 109, C-215 = 142 102, C-216 = 142 098,
C-217 = 142 747, C-218 = 142 099, C-219 = 142 416, C-220 = 142.796;
C-221 = 142 108, C-222 = 142 752, C-223 = 142 110, C-224 = 142 119,
C-225 = 142 803, C-226 = 142 090, C-227 = 142 104, C-228 = 142 728,
C-229 = 142 734, C-230 = 142 736, C-231 = 142 748, C-232 = 142.749;
C-233 = 142 757, C-234 = 142 760, C-235 = 142 765, C-236 = 142.784;
C-237 = 142 788, C-238 = 142 830, C-239 = 142 838, C-240 = 142.855;
C-241 = 142 859, C-242 = 142 862, C-243 = 142 866, C-244 = 142.883;
C-245 = 142 893, C-246 = 142.901; C-247 = 142 902, C-248 = 142.910;
C-249 = 142 911, C-250 = 142 914.
Las pérdidas conocidas:
Varias bajas (aprox. 20) antes de la Guerra de 1982, el C-205 perdió en EE.UU. el 10 de Nov de 1967.
10 perdidos durante la guerra 1982
C-204: Capitán Danilo Rubén Bolzan (KIA), 08 de junio 1982
C-206: Primer Teniente Mario Víctor Nivoli (KIA), 12 de mayo 1982
C-208: Primer Teniente Jorge Rubén Ibarlucea (KIA), 12 de mayo 1982
C-215: Teniente Velasco (recuperado) 27 de mayo 1982
C-226: Primer Teniente Juan José Arraras (KIA), 08 de junio 1982
C-228: Teniente Alfredo Jorge Alberto Vázquez (KIA), 08 de junio 1982
C-242: Capitán Luciano Gudagnini (KIA> 23 de mayo 1982
C-244: Mayor Hugo Angel Palaver (KIA), 25 de mayo 1982
C-246: Capitán Manuel Oscar Bustos (KIA), 12 de mayo 1982
C-248: Capitán Fausto Gavazzi (KIA> 12 de mayo 1982
A-4C Skyhawk
4 perdieron después de la guerra de 1982. Uno el 12 NOV 1982, C-235 de 13 de julio 1983, C-234 de 31 de octubre 1984, y uno de 19 de noviembre 1984
6 en la exhibición en la Argentina son C-212, C 222, C 231, C-232, C 233, C-240
C-232 - 142749 BuNo
Grupo Técnico 5to, Gp, San Luis, Argentina
A-4C FAA números de serie = USN BuNos
C-301 = 147 714, C-302 = 148 438, C-303 = 149 526, C-304 = 149 618,
C-305 = 148 562, C-306 = 148 435, C-307 = 148 452, C-308 = 148 612,
C-309 = 147 747, C-310 = 148 450, C-311 = 148 517, C-312 = 147 765,
C-313 = 150 595, C-314 = 149 564, C-315 = 148.531, C-316 = 147 806,
C-317 = 147 830, C-318 = 148 556, C-319 = 148 533, C-320 = 149 642,
C-321 = 147,741, C-322 = 149 514, C-323 = 148 467, C-324 = 148 559,
C-325 = 149 585
Las pérdidas conocidas:
Uno probable, seis perdidos antes de la guerra de 1982.
Nueve perdidos durante la guerra de 1982.
C-301: Capitán José Daniel Vázquez (KIA), 30 de mayo 1982
C-303: Primer Teniente Jorge Ricardo Farias (KIA), 09 de mayo 1982
C-304: Mayor Jorge Osvaldo García (KIA), 25 de mayo 1982
C-305: Primer Teniente Jorge Alberto Bono (KIA), 24 de mayo 1982
C-309: Primer Teniente Néstor Edgardo López (KIA), 21 de mayo 1982
C-310: Capitán Omar Jesús Castillo (KIA) 30 de mayo de 1982
C-313: Primer Teniente Jorge Eduardo Casco (KIA), 09 de mayo 1982
C-319: Teniente Tom Lucero (recuperados) 25 de mayo 1982
C-325: Capitán Daniel Fernando Manzotti (KIA), 21 de mayo 1982
03 en la exhibición en la Argentina son C-302, C-314, C322
En 1994, la Argentina compró 36 A-4M Skyhawk excedentes, para incluir reformas del motor, cableado, y las actualizaciones de aviónica. La entrega de los aviones reformados, redesignados A-4AR Fightinghawks, comenzaron en 1997.
A-4AR FAA (A-4M) BuNos
C-905 = 159 472, C-906 = 158 161, C-907 = 158 167, C-908 = 158 178
C-909 = 158 419, C-910 = 158 193, C-911 = 158 429, C-912 = 159471
C-913 = 159 493, C-914 = 159 778, C-915 = 159 780, C-916 = 160 029
C-917 = 158 165, C-918 = 158 423, C-919 = 158 171, C-920 = 158 426
C-921 = 159 475, C-922 = 160 045, C-923 = 159 470, C-924 = 160 025
C-925 = 158 413, C-926 = 160 032, C-927 = 160 035, C-928 = 160 039
C-929 = 160 040, C-930 = 160 042, C-931 = 160 043, C-932 = 159 478
C-933 = 159 483, C-934 = 159 486, C-935 = 159 487, C-936 = 159 783
C-937 = 154 173 (ex A-4F; no operacional)
A-4AR Fightinghawk
Entregas después de la modernización en Palmdale, California, EE.UU.:
A-4AR - C-906-158161 - 18 de diciembre de 1987 - I Brigada Aérea
Transferido a la V Brigada Aérea (Villa Reynolds, San Luis)
A-4AR - C-908 hasta 158178 - 18 de diciembre de 1987 - I Brigada Aérea
Transferido a la V Brigada Aérea (Villa Reynolds, San Luis)
A-4AR - C-917 a 158.165 - 18 de diciembre de 1987 - I Brigada Aérea
Transferido a la V Brigada Aérea (Villa Reynolds, San Luis)
A-4AR - C-918 a 158423 - 18 de diciembre de 1987 - I Brigada Aérea
Transferido a la V Brigada Aérea (Villa Reynolds, San Luis)
A-4AR - C-920-158426 - Marzo 1999
A-4AR - C-919 a 158171 - Marzo 1999
A-4AR - C-923 a 159470 - Marzo 1999
A-4AR - C-936 a 159783 - Marzo 1999
Las pérdidas conocidas:
C-906 a 158.161 - 06 de julio 2005
Cerca de Daract, San Luis - Perdido, en un vuelo de entrenamiento
Piloto 1er Tte. Flores Martin pereció
C-936 a 159.783 - 24 de agosto 2005
Durante un vuelo de mantenimiento - piloto rescatado
TA-4AR FAA (TA-4J) BuNos
C-901 = 154 328
C-902 = 153,531
C-903 = 154651
C-904 = 154 294
OA-4AR Fightinghawk
Entregas después de la modernización en Palmdale, California, EE.UU.:
OA-4AR - C-903-154651 - 18 de diciembre de 1987 - I Brigada Aérea
Transferido a la V Brigada Aérea (Villa Reynolds, San Luis)
Fuente
1966: Argentina A-4B Skyhawk (Denominación Douglas A-4P).
1966 - 1996: Douglas A-4C Skyhawk.
1994: A-4AR (USMC equivalente A-4M) Fightinghawk.
199.. : OA-4AR (equivalente USMC OA-4M) Fightinghawk.
Los aviones fueron distribuidos entre las unidades con la utilización de un sistema de asignación tipo Poule.
Compras de A/C: En 1965, la Argentina compró 50 A-4B Skyhawk excedentes de Marina de los EE.UU. para la Fuerza Aérea Argentina (FAA).
Después las aeronaves fueron modificadas en las instalaciones de Douglas en Tulsa, OK, se redesignó A-4P "Caza" (Hunter), de Douglas. Veinticinco A-4B/A-4Ps fueron entregados a la FAA en 1966 y otro 25 (A-4B/A-4P) fueron entregados en 1970. La Argentina también compró cuatro A-4B (BuNos 144894, 144932, 145017, 145053 y) de la FAA no operacionales utilizándolos como fuentes de piezas de repuesto. Los aviadores argentinos simplemente los llamaron "Bravos".
A-4B Skyhawk
En 1975, Argentina compró otros 25 A-4C Skyhawk de la FAA.
A-4B FAA números de serie = USN BuNos
C-201 = 142 799, C-202 = 142 171, C-203 = 142 421, C-204 = 142 136,
C-205 = 142 694, C-206 = 142 762, C-207 = 142 688, C-208 = 142 139,
C-209 = 142 684, C-210 = 142 128, C-211 = 142701, C-212 = 142 773,
C-213 = 142 129, C-214 = 142 109, C-215 = 142 102, C-216 = 142 098,
C-217 = 142 747, C-218 = 142 099, C-219 = 142 416, C-220 = 142.796;
C-221 = 142 108, C-222 = 142 752, C-223 = 142 110, C-224 = 142 119,
C-225 = 142 803, C-226 = 142 090, C-227 = 142 104, C-228 = 142 728,
C-229 = 142 734, C-230 = 142 736, C-231 = 142 748, C-232 = 142.749;
C-233 = 142 757, C-234 = 142 760, C-235 = 142 765, C-236 = 142.784;
C-237 = 142 788, C-238 = 142 830, C-239 = 142 838, C-240 = 142.855;
C-241 = 142 859, C-242 = 142 862, C-243 = 142 866, C-244 = 142.883;
C-245 = 142 893, C-246 = 142.901; C-247 = 142 902, C-248 = 142.910;
C-249 = 142 911, C-250 = 142 914.
Las pérdidas conocidas:
Varias bajas (aprox. 20) antes de la Guerra de 1982, el C-205 perdió en EE.UU. el 10 de Nov de 1967.
10 perdidos durante la guerra 1982
C-204: Capitán Danilo Rubén Bolzan (KIA), 08 de junio 1982
C-206: Primer Teniente Mario Víctor Nivoli (KIA), 12 de mayo 1982
C-208: Primer Teniente Jorge Rubén Ibarlucea (KIA), 12 de mayo 1982
C-215: Teniente Velasco (recuperado) 27 de mayo 1982
C-226: Primer Teniente Juan José Arraras (KIA), 08 de junio 1982
C-228: Teniente Alfredo Jorge Alberto Vázquez (KIA), 08 de junio 1982
C-242: Capitán Luciano Gudagnini (KIA> 23 de mayo 1982
C-244: Mayor Hugo Angel Palaver (KIA), 25 de mayo 1982
C-246: Capitán Manuel Oscar Bustos (KIA), 12 de mayo 1982
C-248: Capitán Fausto Gavazzi (KIA> 12 de mayo 1982
A-4C Skyhawk
4 perdieron después de la guerra de 1982. Uno el 12 NOV 1982, C-235 de 13 de julio 1983, C-234 de 31 de octubre 1984, y uno de 19 de noviembre 1984
6 en la exhibición en la Argentina son C-212, C 222, C 231, C-232, C 233, C-240
C-232 - 142749 BuNo
Grupo Técnico 5to, Gp, San Luis, Argentina
A-4C FAA números de serie = USN BuNos
C-301 = 147 714, C-302 = 148 438, C-303 = 149 526, C-304 = 149 618,
C-305 = 148 562, C-306 = 148 435, C-307 = 148 452, C-308 = 148 612,
C-309 = 147 747, C-310 = 148 450, C-311 = 148 517, C-312 = 147 765,
C-313 = 150 595, C-314 = 149 564, C-315 = 148.531, C-316 = 147 806,
C-317 = 147 830, C-318 = 148 556, C-319 = 148 533, C-320 = 149 642,
C-321 = 147,741, C-322 = 149 514, C-323 = 148 467, C-324 = 148 559,
C-325 = 149 585
Las pérdidas conocidas:
Uno probable, seis perdidos antes de la guerra de 1982.
Nueve perdidos durante la guerra de 1982.
C-301: Capitán José Daniel Vázquez (KIA), 30 de mayo 1982
C-303: Primer Teniente Jorge Ricardo Farias (KIA), 09 de mayo 1982
C-304: Mayor Jorge Osvaldo García (KIA), 25 de mayo 1982
C-305: Primer Teniente Jorge Alberto Bono (KIA), 24 de mayo 1982
C-309: Primer Teniente Néstor Edgardo López (KIA), 21 de mayo 1982
C-310: Capitán Omar Jesús Castillo (KIA) 30 de mayo de 1982
C-313: Primer Teniente Jorge Eduardo Casco (KIA), 09 de mayo 1982
C-319: Teniente Tom Lucero (recuperados) 25 de mayo 1982
C-325: Capitán Daniel Fernando Manzotti (KIA), 21 de mayo 1982
03 en la exhibición en la Argentina son C-302, C-314, C322
En 1994, la Argentina compró 36 A-4M Skyhawk excedentes, para incluir reformas del motor, cableado, y las actualizaciones de aviónica. La entrega de los aviones reformados, redesignados A-4AR Fightinghawks, comenzaron en 1997.
A-4AR FAA (A-4M) BuNos
C-905 = 159 472, C-906 = 158 161, C-907 = 158 167, C-908 = 158 178
C-909 = 158 419, C-910 = 158 193, C-911 = 158 429, C-912 = 159471
C-913 = 159 493, C-914 = 159 778, C-915 = 159 780, C-916 = 160 029
C-917 = 158 165, C-918 = 158 423, C-919 = 158 171, C-920 = 158 426
C-921 = 159 475, C-922 = 160 045, C-923 = 159 470, C-924 = 160 025
C-925 = 158 413, C-926 = 160 032, C-927 = 160 035, C-928 = 160 039
C-929 = 160 040, C-930 = 160 042, C-931 = 160 043, C-932 = 159 478
C-933 = 159 483, C-934 = 159 486, C-935 = 159 487, C-936 = 159 783
C-937 = 154 173 (ex A-4F; no operacional)
A-4AR Fightinghawk
Entregas después de la modernización en Palmdale, California, EE.UU.:
A-4AR - C-906-158161 - 18 de diciembre de 1987 - I Brigada Aérea
Transferido a la V Brigada Aérea (Villa Reynolds, San Luis)
A-4AR - C-908 hasta 158178 - 18 de diciembre de 1987 - I Brigada Aérea
Transferido a la V Brigada Aérea (Villa Reynolds, San Luis)
A-4AR - C-917 a 158.165 - 18 de diciembre de 1987 - I Brigada Aérea
Transferido a la V Brigada Aérea (Villa Reynolds, San Luis)
A-4AR - C-918 a 158423 - 18 de diciembre de 1987 - I Brigada Aérea
Transferido a la V Brigada Aérea (Villa Reynolds, San Luis)
A-4AR - C-920-158426 - Marzo 1999
A-4AR - C-919 a 158171 - Marzo 1999
A-4AR - C-923 a 159470 - Marzo 1999
A-4AR - C-936 a 159783 - Marzo 1999
Las pérdidas conocidas:
C-906 a 158.161 - 06 de julio 2005
Cerca de Daract, San Luis - Perdido, en un vuelo de entrenamiento
Piloto 1er Tte. Flores Martin pereció
C-936 a 159.783 - 24 de agosto 2005
Durante un vuelo de mantenimiento - piloto rescatado
TA-4AR FAA (TA-4J) BuNos
C-901 = 154 328
C-902 = 153,531
C-903 = 154651
C-904 = 154 294
OA-4AR Fightinghawk
Entregas después de la modernización en Palmdale, California, EE.UU.:
OA-4AR - C-903-154651 - 18 de diciembre de 1987 - I Brigada Aérea
Transferido a la V Brigada Aérea (Villa Reynolds, San Luis)
Fuente
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