viernes, 19 de junio de 2015

Bougainville, un pionero en las Malouines

Louis Antoine de Bougainville

Wikipedia



Louis Antoine de Bougainville, conde de Bougainville (París, 11 de noviembre de 1729 – París, 20 de agosto de 1811) fue un militar, explorador, y navegante francés que hizo la primera circunnavegación francesa, y se destacó por su descripción de Tahití.

En su memoria se bautizó la isla Bougainville y la fosa de Bougainville, en el archipiélago de Salomón, así como la planta Buganvilia, que descubrió el naturalista de la expedición en Brasil y trajo en su barco a Europa.

Primeros años

Louis Antoine de Bougainville nació en París, Francia, el 11 ó 12 de noviembre de 1729. Era hijo de un notario y hermano menor del historiador Jean-Pierre de Bougainville (1722-63). Empezó a estudiar leyes y estudió ampliamente en el colegio de la Universidad, mostrando una aptitud particular para el estudio de las matemáticas y la ley.

A los veintitrés años publicó un tratado de cálculo integral como suplemento del tratado de L'Hôpital sobre el cálculo infinitesimal (Traité du calcul intégral, pour servir de suite à l'Analyse des infiniments petits de M. le marquis de l'Hôpital, publicado en 2 volúmenes, 1754-1756).

En primer lugar, ejerció como abogado en el Parlamento de París, y luego, en 1753, ingresó en el ejército en el cuerpo de mosqueteros comenzando su carrera militar. En 1754, fue nombrado Secretario de la Embajada en Londres y se convirtió en miembro de la Royal Society el 8 de enero de 1756.

En Canadá

Fue nombrado ayudante de Francisco Chevert, y después fue enviado a Canadá en 1756 como capitán de dragones y ayudante de campo de Louis-Joseph de Montcalm (1712-59). Tomó parte activa en la captura de Fort Oswego en 1756 y en 1757 en la batalla de Fort William Henry. Fue herido en 1758 en la exitosa defensa de Fort Carillon. Se embarcó de regreso a Francia el invierno siguiente, con las órdenes del marqués de obtener del gobierno de Luis XV más recursos militares para mantener la colonia y durante esa travesía, continuó familiarizándose con las formas del mar, unas habilidades que le servirían más adelante.


Busto del Museo de la Marina en París

Habiéndose distinguido en la guerra contra Gran Bretaña, fue recompensado con la cruz de San Luis. En una célebre discusión, el duque de Choiseul, que quería desentenderse de Canadá, le dijo «cuando la casa se quema, uno no se ocupa de los establos». Bougainville le respondió: «al menos, señor, no se podrá decir que usted habla como un caballo». Esto atrajo la atención de Madame de Pompadour de quien acabaría siendo el protegido, que lo presentó al rey y fue promovido a coronel. De vuelta a Canadá, con pocos suministros, y después de la muerte de Montcalm en 1759, participó en la defensa de Quebec y fue de los oficiales que firmaron la rendición ante los ingleses.


Firma de Bougainville

Durante el año clave de 1759, participó en la defensa de la capital de Nueva Francia, la ciudad fortificada de Quebec. Con una pequeña tropa de élite bajo su mando, entre los que había Granaderos y Voluntarios a caballo, patrulló la ribera norte del río San Lorenzo, aguas arriba desde la ciudad, durante todo el verano, para detener varios intentos de desembarco de los británicos para cortar las comunicaciones con Montreal. No tuvo tiempo suficiente, sin embargo, para reunir sus fuerzas y atacar la retaguardia británica, cuando subieron con éxito a las Llanuras de Abraham y atacaron Quebec el 13 de septiembre.

Tras la muerte del marqués de Montcalm y la caída de Québec el 18 de septiembre —después de la frustrada intentona del coronel para reabastecer a la ciudad sitiada— Bougainville fue enviado al frente occidental por su nuevo oficial al mando de Francis de Gaston, Chevalier de Levis (1719-87) y trató de detener el avance británico desde sus trincheras en Île-aux-Noix. Fue uno de los oficiales que acompañaban a Lévis a la Île Sainte-Hélène, aguas afuera de Montreal, en la última estancia de los franceses en América antes de la capitulación general de 1761. De la guerra, Bougainville escribió en su diario: «Es un tipo abominable de guerra. El verdadero aire que respiramos está contagiado de insensibilidad y dureza».1

Enviado de vuelta a Europa, junto con los otros oficiales franceses, privados de todos los honores militares por los vencedores, Bougainville tenía la prohibición de adoptar cualquier servicio activo más contra los británicos según los términos de la rendición. Pasó los últimos años de la Guerra de los Siete Años (1761 a 1763) como diplomático, distinguiéndose en las orillas del Rhin. y ayudó a negociar el Tratado de París que finalmente concedió la mayor parte de Nueva Francia al Imperio Británico.

La colonia de las Malvinas


Primer página de «Observations Générales sur les Iles Malouines» (Observaciones Generales de las Islas Malvinas) redactado por Louis Antoine de Bougainville en Puerto Soledad, antes del trapaso de la colonia a los españoles en abril de 1767.

Cuando la paz se firmó en 1763 el gobierno francés concibió el proyecto de colonización de las Islas Malvinas, y Bougainville, emprendió la tarea por su propia cuenta. Fue nombrado capitán de fragata y con dos barcos, el L'Aigle (El Águila) y Le Sphinx (La Esfinge), emprendió rumbo a las islas Malvinas y ese mismo año, 1763, estableció la colonia de Port St. Louis (ahora Puerto Soledad) (llamada según su nombre), lo que provocó los celos de Gran Bretaña y el gobierno español.


Port St. Louis como fue fundado por Bougainville (Dom Pernety, 1769)



Tres años más tarde y a pesar de que la colonia francesa tenía ya más de 150 personas, por motivos financieros (él mismo pagó muchas expediciones) y razones diplomáticas (España temía que las Malvinas se convirtiesen en una base de retaguardia para atacar su oro de Perú), por orden del rey Louis XV, Bougainville fue obligado a desmantelar su colonia y vender las islas a los españoles (el Rey de España le pagó 603 000 libras por las islas). El 31 de enero de 1767, se reunió en Río de la Plata con don Felipe Ruiz Puente, al mando de las fragatas La Esmeralda y La Liebre y futuro gobernador de las islas Malvinas, para tomar posesión de las islas, y evacuar a la población francesa. Durante este tiempo francés, los marineros británicos trataron de establecerse en el puerto de la Croisade en 1766, al que renombraron como Port Egmont. Bougainville escribió:



«En diciembre de 1766, la fragata HMS Japan atracó en Port Louis frente al fuerte. El capitán MacBride desembarcó, profirió amenazas y se marchó el mismo día».

Viaje de circunnavegación


Mapa de la ruta de la expedición de circunnavegación al mundo (1766-69). Los nombres de las escalas están en francés y corresponden a los nombres de la época.

Grabado que acompañaba el libro Voyage autour du monde, publicado en París en 1772


La Boudeuse, de Louis Antoine de Bougainville

En 1766 Bougainville recibió de Louis XV permiso para realizar una circunnavegación del globo. Se convertiría en el 14º navegante de la historia occidental, y el primer francés, en organizar una expedición para dar la vuelta al mundo, y su finalización reforzaría el prestigio de Francia maltrecho tras su derrota en la Guerra de los Siete Años. Bougainville se pasó a la marina y presentó un proyecto de expedición en el que cargaría con los gastos financieros creando la Compañía de Saint-Malo. Bougainville se encargaría de la misión de entregar las islas Malvinas a los españoles y quería aprovechar el viaje para explorar tierras colonizables en el Pacífico. La expedición contaría con un equipo científico formado por el astrónomo Véron y el naturalista Philibert Commerson, además de un artista.

Bougainville salió de Brest el 15 de diciembre de 1766 a bordo de la fragata Boudeuse. Un segundo barco, L'Étoile, una urca (flute, buque de carga), partió de Rochefort el 1 de febrero de 1767 y se le unió para dar la vuelta al mundo el 13 de junio de 1767 en Río de Janeiro, después de dos citas perdidas en las Malvinas y en la desembocadura del Río de la Plata. A bordo iba el botánico Philibert Commerson, que había embarcado con su ayudante de cámara, más tarde desenmascarado como Jeanne Baret,2 la amante de Commerson, que se convertiría así en la primera mujer en circunnavegar el globo. Nadie descubrió el engaño hasta que llegaron a Tahití y lo descubrieron los nativos.

En Brasil, Commerson, encontró la planta que bautizó en honor al capitán, buganvilla, y cuya flor se entregará a la primera esposa de Napoleón.

Tahití

Bougainville después de hacer escala en las Malvinas visita Tahití en abril de 1768 sin saber que meses antes había sido descubierta por el inglés Samuel Wallis. En marzo de 1769 completa la primera circunnavegación francesa volviendo a Saint-Malo perdiendo tan sólo a siete hombres de un total de doscientos.

Después de entregar las islas Malvinas a los españoles, franquearon el estrecho de Magallanes y el 22 de marzo avistaron el grupo de islas Tuamotu, explorando el vasto y peligroso archipiélago. En el 2 de abril avistaron la cima de Mehetea y visitaron la famosa isla de Tahití, que acababa de ser descubierta en abril de 1768 por Samuel Wallis a bordo del HMS Dolphin. Permanecieron allí menos de diez días y Bougainville reclamó la isla para Francia y la llamó Nueva Citera. Partieron con un joven voluntario tahitiano Aotourou, que hizo el viaje hasta París y que murió años después de viruela cuando iba en un viaje de vuelta, tras una escala en la isla de Francia (en la actualidad la isla Mauricio).

Asimismo, exploró un par de semanas más tarde la isla que lleva su nombre. Entonces descubrió la mayor parte de las islas Samoa, que llamó «îles des Navigateurs» (islas de los Navegantes), revisó las islas de Saint-Esprit de Pedro Fernández de Quirós (conocida como Vanuatu desde la independencia en 1980). Siguió a lo largo del archipiélago de las Luisiadas, encontró las islas Salomón y, finalmente, pudo obtener suministros en las Molucas.

Salieron de Tahití y navegaron hacia el suroeste hasta Samoa y las Nuevas Hébridas, y luego a continuación, cuando avistaron Espíritu Santo se dirigieron hacia el oeste todavía buscando el continente austral. El 4 de junio casi naufragaron por las fuertes olas y tuvieron que cambiar de rumbo hacia el noreste. Casi había encontrado la Gran Barrera de Coral. Navegó por lo que ahora conocemos como las islas Salomón que, a causa de la hostilidad de los nativos, evitó. Llamó a la isla Bougainville, por sí mismo. La expedición fue atacada por personas de Nueva Irlanda, por lo que siguieron hacia las Molucas. En Batavia, recibieron noticias de Wallis y Carteret, que habían precedido a Bougainville.


Regreso a Francia

Regresó a Saint-Malo el 16 de marzo de 1769, completando su circunnavegación, con la pérdida de sólo siete de los más de 200 hombres de la expedición, un nivel extremadamente bajo de accidentes y con el crédito de una gestión inteligente de la expedición. Su viaje de circunnavegación fue también notable por ser el primero en incluir a una mujer, Jeanne Baret.

En 1771 publicó el relato de su viaje con el título de Description d'un voyage autour du monde (Descripción de un viaje alrededor del mundo), evoca el mito, entonces el olor a azufre de la «paradis polynésien» ("paraíso polinesio"). Pensando que había descubierto Tahití, a continuación, fue precedido por Samuel Wallis y que James Cook haría una estancia mucho más extensa, Bougainville vio las contribuciones científicas de su viaje también ensombrecidas por el carácter ambiguo del éxito de su libro. No obstante, hizo un gran progreso de la geografía de Oceanía, descubriendo nuevas islas, precisando la situación de muchas otras, informando sobre las costumbres de los nativos.

El relato de su viaje, Voyage autour du monde, despertó un enorme interés por sus descripciones paradisíacas de la Nueva Citera, el jardín del Edén o los Campos Elisios. Describió un pueblo feliz e inocente sin corrupciones ni prejuicios, que provocó una serie de pensamientos filosóficos y utópicos sobre la civilización. Este libro suscitó una respuesta memorable de Denis Diderot, que en 1772 publicó su Supplément au voyage de Bougainville (Suplemento al viaje de Bougainville), donde hace una revisión del buen salvaje de Rousseau.

La leyenda comienza

La descripción que Bougainville hizo de Tahiti en 1771 en su libro Voyage autour du monde, ofreció una visión de un paraíso terrenal donde los hombres y mujeres vivían felices en la inocencia, lejos de la corrupción de la civilización. Su descripción ilustraba poderosamente el concepto del buen salvaje, e influyó en los pensamientos utópicos de filósofos como Jean-Jacques Rousseau antes de la llegada de la Revolución Francesa.

En el Suplemento al viaje de Bougainville de Denis Diderot, se narra con artificio la historia del desembarco de Bougainville en Tahití; aparece un lector anónimo que valora a uno de sus amigos los hechos: este enfoque de ficción de la expedición de Bougainville, junto con la descripción hecha en paralelo por un tahitiano, testigo de los males colonizadores, se entiende como una crítica a las formas occidentales de vivir y de pensar.

Guerra de Independencia de los Estados Unidos de América

Después de un intervalo de varios años, Bougainville aceptó un mando naval. En 1775 se embarcó en La Terpsícore y en 1776 en Le Solitaire. En 1777 comandó Le Bien-Aimé (El Amado), y después, de 1778 a 1779, Le Guerrier (El Guerrero). Promovido a Jefe de Escuadrón el 8 de diciembre de 1779, mandó varios buques en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos. Luchó contra el almirante Samuel Hood, en la Martinica, y participó el 5 de septiembre de 1781 en la batalla de la Bahía de Chesapeake. Reingresó en el Ejército con el rango de mariscal de campo (equivalente a general de brigada).

Su comportamiento en la batalla de las Saintes, el 12 de abril de 1782, fue muy curioso. A la cabeza de su división de seis barcos, abandonó a su almirante, el conde de Grasse, y la docena de buques franceses que combatían y fueron derrotados por los buques ingleses al mando del almirante George Brydges Rodney. Bougainville, que comandaba la Auguste, afirmó no haber entendido las señales de su buque insignia fijando la maniobra y se puso a salvo en Saint Eustace. Era fácil darse la vuelta con su división y regresar en menos de una hora al campo de batalla. Al hacerlo, habría causado el pánico entre los buques ingleses que rodeaban a los franceses. Muchos testigos abrumaron con la deserción de Bougainville en el juicio que se celebró en Lorient en 1784. Sin embargo, Bougainville fue absuelto porque su condena habría sido embarazosa para los ministros, teniendo en cuenta sus relaciones.

Revolución y el Imperio


Tumba de Louis Antoine de Bougainville, en el Panteón.

Después de la paz de 1783 regresó a París, y en 1787 se convirtió en miembro libre asociado de la Academia Francesa de Ciencias. Proyectó un viaje de descubrimiento hacia el Polo Norte, pero no contaba con el apoyo del gobierno francés y la petición fue denegada por el ministro Loménie de Brienne. Se mantuvo fiel a Luis XVI durante la Revolución. Fue el responsable de comandar en 1790 la flota naval de Brest. Obtuvo el rango de vicealmirante en 1791 y al no haber podido restaurar el orden en su tropa indisciplinada, se retiró del servicio. Abandonó la Marina después de que el ministerio le negara en 1792 una petición para dedicarse al estudio de las ciencias y se retiró a su finca en Normandía.

Fue arrestado durante el Terror y puesto en libertad después de la caída de Robespierre. De regreso a París, fue uno de los miembros fundadores del «Bureau des Longitudes». En 1799, Napoleón I le nombró senador, y fue distinguido como Gran Oficial de la Legión de Honor en 1804. En 1808, fue considerado Conde del Imperio y presidió el consejo de guerra que juzgó a los responsables de la Batalla de Trafalgar en 1809. Esta sería su última función oficial.

Murió en París el 31 de agosto de 1811. Estaba casado y tenía tres hijos, que servían en el ejército o la marina franceses, siendo el más destacado Hyacinthe de Bougainville, también marinero y circunnavegante. Sabía y sentía pasión por las plantas y su jardín fue notable (Château de Suisnes). Cuando el gusto por las rosas comenzó a crecer, proporcionó a su jardinero jefe Aubin Cochet el capital para la instalación de un vivero para cultivar rosas, el primero que lo hizo en el Brie.

Su corazón está enterrado en el cementerio Calvary, en Montmartre, y su cuerpo descansa en el Panteón de París.



Legado


Hyacinthe de Bougainville, también navegante y circumnavegador, era hijo de Louis Antoine de Bougainville.

Copia del Viaje alrededor del Mundo de Bougainville en el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur en Buenos Aires.

Se le honró nombrando con su apellido, Bougainville, a la mayor de las islas del archipiélago de las Salomón y también al estrecho que la separa de la isla de Choiseul. Asimismo, lleva ese nombre el estrecho entre las islas Mallicollo y Espíritu Santo del grupo de las Nuevas Hébridas. En las Malvinas, Port Louis, y la "isla de Bougainville" (en inglés, Lively Island) le conmemoran.

Un género de plantas de América del Sur, unas especies arbustivas trepadoras con brácteas de colores, las bougainvillas, llevan su nombre.

Además, trece barcos de la Marina francesa han sido nombrados en su honor.

Ruta del viaje de circunnavegación

Brest, 5 de diciembre de 1766
Malvinas, Río de Janeiro, Montevideo
Archipel Dangereux (Tuamotu), 21 de marzo de 1768,
Quatre Facardins, hoy en día Vahitahi
Lanciers, hoy en día Akiaki
La Harpe, hoy en día Hao
Islas Dos Grupos (Îles Deux Groupes), Hikueru, Reitoru, Haraiki, Anaa
Îles Boubon, hoy en día islas de la Sociedad
Boudeuse, hoy en día Mehetia, 2 de abril.
Nouvelle Cythère, hoy en día Tahití, 6 de abril
Huahine, Raiatea, Tahaa, Bora Bora
Îles des Navigaters, hoy en día islas Samoa, 3 de mayo
Manua, Tutuila, Upolu
l'Enfant Perdu, hoy en día islas Hoorn en Wallis y Futuna
Archipel des Grandes Cyclades, Vanuatu
Aurore (Maéwo), Pentecóte, îles des Lepreux (Aoba)
Islas Salomón
Vella Lavella, Choiseul, Bougainville
Papúa Nueva Guinea
Archipel de la Louisiade, Nueva Bretaña, Nueva Irlanda
Java, 28 de septiembre de 1768
Saint-Malo, 16 de marzo de 1769


Barcos y tripulación



jueves, 18 de junio de 2015

SSK: Clase U-209 (Alemania)



Submarino de patrulla oceánico clase U-209 

 
 
El submarino de patrulla clase U-209 fueron exportados a varios países 
 

Clase U-209/1200 
Entró en servicio 1967 
Tripulación 31-35 hombres 
-Profundidad de buceo (en funcionamiento) 300 m 
-Profundidad de buceo (máximo) 500 m 
Dimensiones y desplazamiento 
-Longitud 56 m 
-Eslora 6,2 m 
-Calado 5,5 m 
-Desplazamiento en superficie 1185 toneladas 
-Desplazamiento sumergido 1290 toneladas 
Propulsión y velocidad 
-Velocidad en superficie 11 nudos 
-Velocidad sumergido 21,5 nudos 
-Motores diesel 2 x 5000 CV 
-Motores eléctricos 1 x 3600 caballos de fuerza 
Armamento 
8 x tubos lanzatorpedos de 533 mm de proa con torpedos 14 torpedos antibuque y/o antisubmarinos 

 

A mediados de la década de 1960 la IKL diseñó para el mercado de exportación un submarino nuevo que se convirtió en la clase U-209 en 1967. Diseñado específicamente para el papel de alta mar, el U-209 puede, debido a su longitud relativamente corta, operar con éxito en aguas costeras. El U-209 y sus variantes han demostrado ser tan popular que 50 se han construido o pedidos por 12 clientes de exportación. 

Los seis principales variantes de la U-209 son: 
-el original U-209/1100 54,3 m (960 toneladas emergido y 1105 toneladas bajo el agua); 
-U-209/1200 de 56 m (980 toneladas emergido y 1185 toneladas bajo el agua); 
-U-209/1300 de 59,5 m (1000 toneladas en superficie y 1285 toneladas sumergido); 
-U-209/1400 de 62 m (1454 toneladas en superficie y 1586 toneladas sumergido); 
-U-209/1500 de 64.4m (1660 toneladas en superficie y 1850 toneladas sumergido); 
-y los más pequeños costeros de 45 m U-640 (420 toneladas en superficie y 600 toneladas bajo el agua). 

Los países que han comprado estos buques son Grecia (cuatro U-209/1100 U-209/1200 y cuatro), Argentina (dos U-209/1200), Perú (seis U-209/1200), Colombia (dos Sub U-209/1200), Corea del Sur (nueve U-209 / 1200), Turquía (seis U-209/1200 y ocho U-209/1400, la mayoría de los cuales se han construido a nivel local con ayuda alemana), Venezuela (dos U-209 / 1300), Chile (dos U-209/1400), Ecuador (dos U-209/1300), Indonesia (dos U-209/1300 además de otros cuatro proyectados, pero pocas probabilidades de materializarse), Brasil (cinco U-209 / 1400), India (cuatro U-209/1500 y dos más proyectadas), Sudáfrica (tres U-209/1400) e Israel (tres U-640). Cada uno eligió ajustar el equipo propio y el número de tripulantes según las necesidades económicas. 

Durante la Guerra de las Malvinas en 1982 el submarino San Luis clase U-209/1200 de la Armada de la República Argentina - hizo tres ataques fallidos de torpedos a buques británicos de la fuerza de tareas británica, pero el conocimiento de la presencia del barco argentino hizo movilizar enormes y considerables recursos de aeronaves en esfuerzos para encontrar el submarino. 

 



Military-Today



miércoles, 17 de junio de 2015

Veterano de la RN vive en la Patagonia


Malvinas: la historia del único veterano de guerra británico que vive en Argentina
Juan Pablo Parrilla - Infobae

Se negó a recibir la medalla del Atlántico Sur y dejó la Marina Real tras el conflicto. En 2012 se casó con una correntina. Defiende la soberanía argentina, pero no consigue el DNI



James Richards asegura tras su baja de la Royal Navy, los servicios de inteligencia británico lo fantasmearon. Intentaron borrar su pasado. Fueron veteranos argentinos los que encontraron sus fotos durante la guerra.

James Richards asegura tras su baja de la Royal Navy, los servicios de inteligencia británico lo "fantasmearon". Intentaron borrar su pasado. Fueron veteranos argentinos los que encontraron sus fotos durante la guerra.

Richards viajó desde Gibraltar a las Islas Malvinas en el HMS Antelope, una fragata de la Royal Navy.


James Richards vive en Los Antiguos, Santa Cruz, junto a su esposa, la correntina Laura Canessa.

James Richards vive en Los Antiguos, Santa Cruz, junto a su esposa, la correntina Laura Canessa. "Vine aquí por amor, vine aquí por una vida tranquila en un pequeño pueblo en la Patagonia", cuenta. 

Laura Canessa, la esposa de James Richards, tiene dos primos que combatieron en la Guerra de Malvinas y es miembro de la organización internacional Mujeres de Paz en el Mundo.


James trabaja de carpintero, un oficio que aprendió de su abuelo. "Me gustaría pasar una vida feliz y productiva dentro de la comunidad aquí, pero estoy siendo bloqueado", comenta, sobre la dificultad de conseguir DNI.

James y Laura se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8.30. Elegimos esa hora porque coincide con el principio y el final de la guerra, cuenta Laura. Ese día decidimos trabajar por la paz, agrega.

James y Laura se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8.30. Elegimos esa hora porque coincide con el principio y el final de la guerra, cuenta Laura. Ese día decidimos trabajar por la paz, agrega.


Una historia de amor lo llevó a la Patagonia y sin quererlo terminó siendo el único veterano británico de la Guerra de Malvinas que vive en el país. Sin embargo, a pesar de que James Richards piensa que "las islas son argentinas", desde hace tres años pelea para conseguir la ciudadanía. "Mi pasaporte venció y estoy en el limbo", le contó a Infobae en la primera entrevista que brindó desde su arribo a las tierras frías del sur. En abril del año pasado le escribió una carta a la Presidente, pero aún no obtuvo una respuesta.

No sabía que iba a ir a una guerra. Cuando en abril de 1982 Argentina recuperó las Islas Malvinas, James Garry Richards era un suboficial que servía en la Marina Real británica, una fuerza a la que amaba y en la que se auguraba a sí mismo una larga carrera. El barco en el que prestaba servicio como ingeniero en armas estaba regresando a Inglaterra después de una ardua misión en el norte de África, pero repentinamente viró hacia Gibraltar, donde Richards tuvo que abordar el HMS Antelope, que partió hacia Malvinas. "Fui un virtual prisionero. No tuve derecho a elegir", evaluó.

A la tripulación le dijeron que sería algo sencillo, que las Fuerzas Armadas argentinas se rendirían en menos de una semana frente a una poderosa tropa con 900 años de experiencia. Sin embargo, el conflicto se extendió más de lo pensado. Richards estuvo a cargo del entrenamiento de los más jóvenes, así como del equipamiento de los buques y el mantenimiento del armamento. "Hice mi trabajo mientras estuve allí, por supuesto. Pero decidí que había sido suficiente para mí", contó.


Cuando Richards regresó al condado de Yorkshire, en el norte de Inglaterra, era otra persona. Se negó a recibir la medalla del Atlántico Sur, rechazó una pensión de veterano y dejó la Marina. El equivalente a casi dos años de salarios que le obligaron a pagar para compensar el dinero "invertido" en su preparación no fue un obstáculo. Y decidió reinventarse. Hasta empezó su propio negocio, diseñando equipamiento especial para veteranos, como sillas de ruedas.

"Todo el mundo me preguntaba qué había hecho en la guerra, pero yo no quería hablar de eso. De hecho, durante 29 años no lo hice. No hablé sobre cuestiones políticas, no leí los diarios militares, no hablé nada más sobre la Guerra de Malvinas", recordó.


Richards asegura tras su baja de la Royal Navy, los servicios de inteligencia británicos lo "fantasmearon". Intentaron borrar su pasado. Fueron veteranos argentinos los que encontraron sus fotos durante la guerra.

Fue su esposa, la correntina Laura Canessa, la que lo animó a contar su experiencia en Malvinas. Ella es miembro de la organización internacional Mujeres de Paz en el Mundo y tiene un vínculo directo con la guerra, a través de sus primos: el teniente Bernardo Schweizer, quien fue el primer argentino en pisar las islas en la noche del 1 de abril de 1982 junto a un cabo, y su hermano Carlos, quien llegó en la segunda nave que desembarcó y también participó de la avanzada.



La pareja se conoció vía Facebook, en un grupo sobre Fórmula 1, de la que ambos son fanáticos. Eran los últimos días de 2010 y el flechazo, al parecer, fue casi instantáneo: apenas 36 días después Richards voló a la Argentina y 14 meses más tarde, un 2 de abril, contrajeron matrimonio, gracias a un permiso especial del registro civil. Se radicaron en la ciudad santacruceña de Los Antiguos, a más de mil kilómetros de Río Gallegos y cerca de la frontera con Chile. El veterano Carlos Schweizer fue uno de los padrinos de boda.


James y Laura se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8.30. "Elegimos esa hora porque fue la hora oficial del comienzo y el fin de las hostilidades", cuenta la correntina. "Ese día decidimos trabajar por la paz", agrega.

Las Malvinas, argentinas

El 3 de junio de 2012, Richards fue invitado por dos centros de veteranos de Santa Cruz para charlar sobre la guerra. Fue la única vez que habló en público del tema. Entre otras cosas, le preguntaron qué pensaba sobre la soberanía de las islas. Y si bien no respondió con palabras, hizo un gesto que despertó aplausos: mostró un gorro que tiene con un prendedor de las islas con los colores argentinos.

"La forma en que logro que las cosas salgan bien es trabajarlas yo mismo. Hice esto con Malvinas. Cuando llegué aquí no me di cuenta qué importante era el tema. En Gran Bretaña, después del conflicto, nadie hablaba de eso. Fue olvidado hasta hoy. Pero acá es un tema importante. Entonces, hice mis investigaciones. Busqué el punto de vista argentino, el punto de vista británico, el de los Estados Unidos, Rusia, China y de todos lados, y saqué mi propia conclusión", explicó.

¿Cuál fue? "Me pusieron en peligro al pelear por unas islas de las que nunca había oído hablar, para defender a personas que querían vivir en el lado opuesto del mundo a su patria. Esta fue una guerra que nunca debió haber sucedido y que sólo se produjo para servir a las ambiciones de dos políticos en caída que estaban desesperados por continuar con sus respectivas carreras sin importar el costo", observó, en una triple crítica a Margaret Thatcher, Leopoldo Galtieri y los kelpers.

Y aunque advirtió que no quiere ser parte de los argumentos políticos en torno a la soberanía, tiene una opinión formada. "Los dos países tienen explicaciones muy convincentes, pero el peso de la evidencia objetiva de las fuentes no interesadas me lleva a la inevitable conclusión de que las Malvinas son argentinas", sentenció.


En el limbo

No sólo quiere vivir en la Patagonia. James Richards quiere ser argentino. Llegó al país con esa idea y desde hace tres años pelea por una ciudadanía que por ahora sólo es parte de sus sueños. Lo único que tiene es un "Certificado de residencia precaria" que debe renovar cada tres meses, para lo cual tiene que viajar casi 440 kilómetros desde Los Antiguos hasta Comodoro Rivadavia, muchas veces en invierno, a lo largo de las heladas carreteras de la Patagonia.

En 2014 decidió enviarle una carta a la presidente Cristina Kirchner, que el 14 de abril ingresó a la Casa Rosada. "Una y otra vez he completado los formularios y aplicaciones protocolares, pero no ha pasado nada, y no he recibido nada más que excusas, desinformación y más desinformación. Todo este proceso ha llevado tanto tiempo que mi pasaporte británico expiró, lo que me hace un prisionero virtual, debido a la exigencia de una identificación válida para viajar", escribió.

James espera que la ciudadanía no sólo le facilite la vida y le permita trabajar en blanco y acceder a un tratamiento médico, sino también poder viajar por el país y aceptar la propuesta de distintos centros de veteranos que lo han invitado a contar su experiencia. Es una prueba fehaciente de que el diálogo es posible.

Consultado sobre lo que le diría a la Presidente si tuviera la posibilidad de conversar con ella, contestó: "No quiero ninguna respuesta. No quiero saber por qué yo ni por qué ha sido tan difícil. Sólo me gustaría que proceda. Y que me digan, de una manera u otra, si voy a conseguir la ciudadanía en este país -en el que me voy a quedar-, o si voy a tener que seguir renovando el certificado que tengo cada 90 días". Y remató: "No vine aquí a representar a nadie. Vine aquí por amor, por una vida tranquila en un pequeño pueblo en la Patagonia. Sólo les pido que jueguen el juego, que sean justos conmigo".

martes, 16 de junio de 2015

"Sin Chile hubiésemos perdido la guerra"

“Sin la ayuda de Chile, perdíamos la guerra”
El oficial de la fuerza aérea británica Sidney Edwards y el capitán de fragata argentino Ernesto Proni Leston en un punto fueron iguales: sirvieron a su modo a su patria durante la guerra de Malvinas. Pero el final, para el uno y para el otro fue diferente: al inglés lo condecoraron con la Orden del Imperio Británico, y el argentino terminó trabajando de remisero.
Diario Norte



En cuanto las tropas argentinas tomaron posesión de Malvinas, el 2 de abril de 1982, el Ministerio de Defensa británico encomendó a uno de sus espías, Sidney Edwards, de 47 años, conseguir el apoyo chileno en el conflicto. Tan secreta era la misión que recién después de la guerra su mujer se enteró dónde había estado.

El agente planificó bien la operación. Se entrevistó con el embajador chileno en Londres Miguel Schweitzer y el agregado aéreo Ramón Vega. Les dijo que para Inglaterra era vital conseguir el apoyo para su contraofensiva en las islas: “Si no nos ayudan en la guerra los argentinos caminarán después derechito a tomar las islas del Beagle”. También les prometió armamento, inteligencia “y otras cosas que normalmente no podrían conseguir”. Días después, vestido de civil, ya estaba en el Aeropuerto de Santiago y esa misma tarde se reunió con el comandante de la Fuerza Aérea Fernando Matthei, que le ofreció “cooperación total dentro de los límites de lo práctico y de lo diplomáticamente posible”.

Una sola condición le puso: si algo salía mal, Pinochet debía aparecer ante los ojos de la opinión pública internacional como ignorante del asunto. El inglés respondió que entendía “la delicadeza de las relaciones entre los dos países” y coincidió en “la necesidad de mantener el secreto”.

A los pocos días ya tenía un documento falso de identidad, un auto, y una licencia para manejar. Vivía con un pie en la embajada británica y otro en las oficinas centrales de la fuerza aérea chilena.

Al servicio de Inglaterra

Chile se puso al servicio de In­glaterra facilitándole el uso de un radar de largo alcance instalado en Punta Arenas. El implemento permitía a los ingleses ver los mo­vimientos de aviones argentinos en Ushuaia, Río Gallegos, Río Grande y Comodoro Rivadavia, y transmitir la información a la fuerza aérea británica.

El radar les daba avisos tempra­nos de ataques aéreos argentinos. Años después, el mismo espía confesaría: “Sin ese elemento, habríamos tenido que montar patrullas aéreas de combate ca­rísimas. Las informaciones que recibíamos desde allí hicieron que la guerra fuera más corta”.

Otra tarea de Edwards, quien también era piloto y experto en operaciones conjuntas, fue coor­dinar con Londres el envío de un equipo del Servicio Aéreo Especial Británico (SAS), al cual venía in­corporado un sofisticado sistema satelital de comunicaciones.

Chile también permitió a los ingleses utilizar el aeropuerto de la isla San Félix, ubicada a 892 kilómetros de la costa chilena. Desde allí partían aviones bri­tánicos pintados con los colores chilenos, los cuales volaban a gran altura cerca de la frontera argentina “para obtener información de lo que pasaba en ese país”. Fueron cinco vuelos de reconocimiento, denominados misiones Nim-rod. Según las memorias del espía, “en la isla, a cargo de la Armada, el almirante José Toribio Merino había ordenado darnos todas las facilidades”.

Al mismo tiempo, en una carpeta, Edwards anotaba los aviones ingle­ses derribados, buques hundidos y tropas heridas. “Con mis colegas chilenos coincidimos en que los pilotos argentinos estaban mos­trando un gran coraje y habilidad”, recordó años después, cuando todos estos documentos fueron desclasificados por su país.

Tensión en   Punta Arenas

Casi a la medianoche del 18 de mayo de 1982, en las afueras de Punta Arenas, un helicóptero Sea King apareció ardiendo cerca del mar, vacío. Otra vez el teléfono despertó en plena madrugada al espía. Era el general Vicente Rodrí­guez, “que estaba extremadamente agitado” porque Pinochet quería saber qué hacía un helicóptero británico en Chile. El dictador lo sabía, pero de acuerdo a lo con­venido se lo debía hacer aparecer como inocente de culpa y cargo.

Edwards pidió instrucciones a sus jefes de Londres sobre qué debía hacer ante el grave incidente que desnudaba una activa presencia militar inglesa en Chile. Dos días después, aparecieron tres de los tripulantes del helicóptero, y se presentaron ante las autoridades. La embajada británica organizó entonces una conferencia de prensa, con presencia de Sidney Edwards. Uno de los pilotos dijo a los periodistas que en momentos en que realizaban un “viaje de entrenamiento” las malas condi­ciones climáticas los obligaron a descender y que se mantuvieron ocultos porque creían que habían caído en territorio argentino.

La verdad era muy distinta. El Sea King en realidad transportaba fuerzas especiales para desembar­carlos en el sur de Argentina con el objetivo de destruir misiles Exocet y aviones Súper Étendard que los llevaban. Tal operación debió ser abortada tras la caída del helicóp­tero y el consiguiente escándalo mediático.

Días después disminuyeron los ecos periodísticos sobre ese caso. Pero un periodista insistió. Edwards les dijo a las autoridades chilenas que “estaría feliz” si el reportero enfocara su atención en otras cosas. Días después preguntó sobre el reportero a Patricio Pérez, un oficial de la fuerza aérea chilena. “No te preocupes por él. Está vivo, pero muy asustado”, le respondió.

Las tropas argentinas se rindie­ron el 14 de junio de 1982 y, con un saldo de 255 británicos y 649 argentinos muertos, la corta guerra se terminó. Edwards fue a la dis­coteca Brujas a celebrar el triunfo. “Muchos de mis colegas chilenos se me unieron en esa discoteca, y estaban tan contentos como yo de la victoria”, recordó.

Por esta misión lo condecoraron con la Orden del Imperio Británico. Hoy tiene 80 años, y recuerda: “Con la ministra Margaret That­cher y mis jefes del Ministerio de Defensa coincidimos que sin la ayuda que logramos de Chile habríamos perdido la guerra”.

La otra cara de la moneda

 El 4 de mayo de 1982 aviones argentinos Súper Étendard dotados de misiles Exocet hundieron el moderno destructor Sheffield. Fue un duro golpe para las fuerzas británicas. El gestor de la hazaña fue el capitán de fragata Ernesto Proni Leston, quien al comando de un avión de exploración Neptune localizó a la nave de guerra inglesa, la siguió por varias horas, y envió precisas coordenadas que permitieron horas después a los aviadores atacarla con éxito.

Proni Leston murió en agosto de 2014. La noticia pasó inadverti­da mientras irónicamente el periodismo argentino se esmeraba en difundir el fallecimiento del general inglés Jeremy Moore.



El capitán argentino fue otro de los tantos casos emblemáticos del poco reconocimiento que en este país se dio a los héroes de la guerra de Malvinas. Tras su retiro de la Armada, el excombatiente debió trabajar como remisero porque con su magra jubilación no podía mantener su hogar.

En los últimos tiempos de su vida le costaba caminar, secuela de un disparo que le efectuó un marginal que lo asaltó mientras traba­jaba por las calles de su ciudad. “Lo que no pudieron los ingleses lo logramos los argentinos con nuestra conducta esquizofrénica”, declaró, recordando su infortunio, un excompañero de lucha. Esa fue la ‘condecoración’ que recibió quien habiendo hecho méritos para ser declarado Benemérito de la Patria terminó sus días olvidado, sin pena y sin gloria.

lunes, 15 de junio de 2015

Al ras con un Canberra

BOMBARDEOS NOCTURNOS DE AVIONES CANBERRA



El 12 de junio de 1982, pese a la crítica situación que se vivía en Malvinas, los aviones BMK-62 Canberra continúan los bombardeos nocturnos. Durante una de las misiones, el avión tripulado por el capitán Eduardo Oscar García Puebla y el primer teniente Jorge Julio Segat, al volar a ras del agua, se desvía del rumbo y se encuentra con la flota.

Pegado al mar y amparado por la oscuridad, con todas las luces, incluso las del instrumental, apagadas, cruza entre dos fragatas sin ser visto. Cómo única referencia, el capitán García Puebla utilizó el reflejo esporádico de la luna sobre la cresta de las olas. Aun así logró llegar al objetivo y bombardearlo con precisión causando gran cantidad de bajas y destrucción de material.

Fuente: Dirección de Estudios Históricos de la Fuerza Aérea Argentina

domingo, 14 de junio de 2015

Los combates del 13 de Junio

13 DE JUNIO :



No será hasta la noche del 13 que el 2 PARA y el Segundo Batallón de la Guardia Escocesa tomen Wireless Ridge y el monte Tumbledown tras intensos combates contra el Batallón de Infantería de Marina 5 y el Regimiento 7 de Infantería y la Compañía A del Regimiento 3 que la apoyaba.

El asalto británico se demoraba ante la desesperada y enérgica resistencia.
Las tres compañías del Batallón de Infantería de Marina 5, sus 700 hombres a órdenes del capitán de fragata Carlos Hugo Robacio ahora esperaban luchar contra el invasor en la zona de monte monte Tumbledown yWilliam y la colina Sapper.

Mientras los esperaban con ansiedad creciente, el mayor Aldo Rico montó emboscadas para proteger el perímetro y envió a varios comandos a instalar una emboscada frente al monte William.

Un infernal diluvio de acero se abatió sobre las Compañías A y C del Regimiento 7 que sería la unidad con más bajas de la guerra:
36 muertos y 152 heridos.
En este bombardeo se destaca el Capitán Guillermo Grau del Regimiento 7, que con un Land Rover se mueve a través de las zonas batidas, evacuando heridos.

La batalla y el fuego inmediato proveniente de Wireless Ridge al amanecer que siguió duró doce horas y había sido costosa para los británicos. 3 PARA perdió diecisiete muertos durante la batalla, un ingeniero real agregado al 3 PARA, también fue muerto.
Dos de los paracaidistas muertos -los soldados rasos Ian Scrivens y Jason Burt- solo tenían diecisiete años, y el soldado raso Neil Grose fue muerto unas pocas horas después de cumplir 18 años.
Un total de cuarenta paracaidistas británicos resultaron heridos durante la batalla. Otros cuatro paracaidistas y un inginiero real (REME) murieron y siete paracaidistas resultaron heridos en el bombardeo de dos días que siguieron y que fue dirigido por el Teniente de Navio Marcelo de Marco del Batallón de Infantería de Marina Nº 5 en la montaña de Tumbledown.

Los argentinos sufrieron 31 muertos y 120 heridos, con cincuenta también siendo tomados prisioneros. Entre los heridos sobrevivientes estaban inicialmente los soldados conscriptos Ramón Quintana y Manuel Gramisci.

Monte Tumbledown :

En el Monte Tumbledown la Guardia Escocesa ejecuto un ataque frontal.
Pese a sufrir bajas, logra posibilitar que otras fuerzas de Gurkha rodeen la posición defendida por la Compañía Nacar del BIM 5 (comandados por el teniente de navío Eduardo Villarraza) por el norte. Efectivos menores son destacados para silenciar los nidos de ametralladoras enemigas, trabándose en combate con el oponente.
La Batería de Artillería y Morteros de los infantes de marina (a requerimiento del Teniente Vázquez) bate en varias ocasiones la Compañía Nacar, con material 81, 106 ó 155 mm según los casos.
El combate fue extremadamente violento.

EL ASALTO FINAL ESCOCÉS :


El asalto final en el sector Tumbledown esta a cargo de los pelotones de los tenientes Dalrymple, Mathewson y Lawrence.

Mientras tanto los Gurkhas se preparaban para asaltar el Monte William y ya habían conquistado algunos pozos de la Compañía Nacar.
Un peloton de infantes de marina estaban atrapado entre los montes Tumbledown y William por el avance nepalés sin escapatoria.
Al advertir la situación, fue empleado el resto de la Compañía B del Regimiento 6 con el Jefe de compañía a la cabeza.

A las 1000 horas se ejecuta un ordenado repliegue:
primero, hacia Sapper Hill (colina Zapador), y luego,
hacia Puerto Argentino.

Se replegaron ordenadamente a la posición defensiva en la colina que reforzaron con ametralladoras.
Allí los infantes de marina ocuparon posiciones defensivas,
incluidos los ingenieros anfibios.

Fue el propio capitán Robacio quien luego buscó y reconoció los muertos del BIM 5 en monte Tumbledown que había sido muy batido por la artillería británica.

EN EL CONTINENTE ...:


Esa noche hubo una gran manifestación en Buenos Aires exigiendo la no rendición; "..no es posible inflamar a una sociedad como lo hizo la Junta y luego pretender que no reaccione..." , se diría por esas horas .

Galtieri ha prohibido a Menéndez que se rinda , en caso de hacerlo que no firmara nada sin su consentimiento .

Desde el continente, la maltrecha Fuerza Aérea Argentina aún intenta asestar sus postreros golpes.

Hay un último plan peruano de paz en marcha.

ÚLTIMO CONTRATAQUE :


Antes de que amaneciera, el sol clareaba tarde en el casi invierno malvinense, el mayor Carlos Eduardo del Valle Carrizo Salvadores con algo menos de una compañía realizaron el último contraataque contra los británicos.
Los soldados Horacio Cañeque y Santiago Gauto describen en "Así peleamos"- Malvinas (Fundación Soldados) y Los Dos Lados Del Infierno (Planeta) lo que sucedió e indican que el Mayor junto a los soldados del grupo táctico que lo acompañaban mediante el grito :

- ¡Esos que tienen pelotas, síganme!

....se lanzaron al asalto de las últimas posiciones argentinas capturadas en La Cresta del Telégrafo.
Pero no tuvieron suerte. Los paracaidistas británicos ya habían conquistado La cresta , y la niebla se había levantado.

"LA CAIDA DE MONTE DESTARTALADO "


Una columna de 1.000 britànicos y treinta vehículos livianos de apoyo (tipo Scorpion y Land Rover), avanzaba por la península de Freycinet con dirección sur.

A las 09:00 horas habían conquistado los objetivos de Tumbledown y Wireless Ridge.

La artillería (GA 3 y GA Aerot 4) tiró, en forma casi ininterrumpida, sobre las posiciones enemigas en North Basin, Monte Longdon y Drunken Rocks; también apoyaron el combate del BIM 5 y R 17. Desde sus posiciones, los artilleros vieron el repliegue de parte de la infantería que se retiraba de la primera línea.

El enemigo empleó con éxito la bomba Paveway (láser guiada), que había intentado operar el día anterior y había fallado. Ahora disponía de un ECA láser, operando desde tierra para la iluminación del blanco. Atacaron un puesto de control de infantería Argentina en las laderas de Monte Longdon. El ECA era el Mj Mike Howles. El procedimiento aéreo fue lanzamiento por "toss-bombing". No hubo impacto directo en el primer ataque, pero sí lo hubo en el segundo intento. Durante la tarde se efectuó un ataque sobre Moody Brook, posición de artillería argentina.

Un Hercules abortó un primer intento de aterrizaje, tocó tierra en un segundo intento, a las 19:10 hs. Se bajó un cañón Citefa 155mm y munición. Se ordenó embarcar. Entre el pasaje viajaban los integrantes de la ROA que habías sido desactivada el día anterior y los efectivos reemplazados de la batería. Una alarma roja obligó a suspender la operación, cortar motor y buscar refugio. A las 20:00, se ordenó nuevamente el embarque, dando prioridad a los heridos en camilla; se vieron bengalas en la aldea; el teniente Reyes, el CP Cardoso y el C Albornoz no pudieron embarcar. Este fue el último cruce del conflicto.

El jefe de escuadrón comentó: - ya no hay como pararlos, tienen mejores medios a su disposición, mientras el duelo de artillería continuaba. Estaba fallando el abastecimiento de agua debido a la rotura de las cañerías. El Ejército se replegaba; el enemigo estaba a 3,5 Km de los límites de la aldea; las avanzadas se hallaban a la altura del ex-cuartel de los Royal Marines en Moody Brook.

ATAQUE DE LA FAA AL PUESTO COMANDO DE EL GRAL. JEREMY MOORE :


Cuatro A-4B Skyhawk, indicativo "Nene", armados con tres bombas BRP. Misión: tropas Monte Dos Hermanas. Tripulación: (1) Capitán Antonio Zelaya, (C-230); (2) Teniente Omar Gelardi, (C-227); (3) Teniente Luis Cervera, (C-212); (4) Alférez Guillermo Dellepiane, (C-221). Despegaron de San Julián, a las 10:35. En el reabastecimiento, regresó el guía por absorción de combustible en la turbina. Los "Nene" quedaron a cargo del Nº 3, Teniente Cervera.

Partieron hacia el objetivo material, donde llegaron detrás de los "Chispa". Atacaron casi en línea con dicha escuadrilla, de Norte a Sur, observaron su lanzamiento y efectuaron el propio. Divisaron tropas y helicópteros que transportaban módulos de gran tamaño, color verde oscuro (puestos de comandos), a los que dirigieron su armamento (bombas).

En el escape rasante, el Alférez Dellepiane vio un Sea King, a su izquierda y arriba; lo atacó pero sólo salió un disparo. Increíblemente, éste único disparo le pegó a una de las palas del Sea King que debió aterrizar de emergencia y esperar su recuperación al día siguiente. Con rumbo 330º/340º, Dellepiane vio otro helicóptero, hizo rearme pero los cañones siguieron sin funcionar.

Cervera, por su parte, luego del lanzamiento, también atacó con cañones (a él si le funcionaron), a helicópteros en tierra y en vuelo. Se produjeron impactos.

Salieron por derecha, al tiempo que recibían información de Malvinas de patrullas aéreas de combate al Norte de San Carlos, nivel de vuelo 180, y otra, en Fitz Roy.

Cuatro A-4B Skyhawk, indicativo "Chispa", armados con tres bombas BRP. Misión: tropas en el Monte Dos Hermanas. Tripulación: (1) Capitán Carlos Varela, (C-222); (2) Teniente Mario Roca, (C-250); (3) Teniente Sergio Mayor, (C-235); Alférez Marcelo Moroni, (C-237). Despegaron de San Julián a las 10:41. Navegación y reabastecimiento normal.

Llegaron al objetivo antes que los "Nene", éstos los siguieron a muy poca distancia. Atacaron módulos (en los cuales estaban los generales J. Moore y J. Thompson y su Estado Mayor), al Norte del Cordón Rivadavia, próximo a Monte Dos Hermanas.

El Nº 2 observó la explosión de las bombas del guía. Vieron helicópteros y tropas en tierra. Al salir, divisaron y atacaron a dos Sea King, al parecer sin daños. En la salida avistaron dos misiles dirigidos al guía, quién los evadió. Ya al Norte del estrecho, advirtieron la misma fragata que localizara "Nene". Fueron informados por el Centro de Información y Control Malvinas de las patrullas aéreas de combate existentes.

ÙLTIMO ATAQUE DE LA FAA EN LA GUERRA DE MALVINAS :


Los últimos ataques de la Fuerza Aérea Sur :

Con el objeto de apoyar a la defensa terrestre de Puerto Argentino la FAS, en coordinación con el CIC Malvinas, ordenó a una sección de Canberra con escolta de Mirage III el que sería el último ataque de la guerra. Fue una operación impecablemente planificada, supervisada por los organismos del sistema de control aerotáctico y ejecutada con todo arrojo por los tripulantes. Como postrer muestra de entrega a la patria, el capitán Fernando Casado murió heroicamente en combate en esta misión.

Dos Canberra MK-62, indicativo "Baco", armados con cinco bombas MK-17 de 1.000 lbs c/u con espoleta SSQ. Misión: Bombardeo horizontal sobre Port Harriet House (51º 39' S / 58º 08' O). Tripulación: (1) Capitán Roberto Pastrán, Capitán Fernando Casado. (2) primer teniente Roberto Rivollier, primer teniente Jorge Annino. Despegaron de Río Gallegos a las 21:30.

En la corrida final (de sur a norte), el 1 se desvió un poco al este, el 2 lo perdió de vista. Lo sobrepasó y llegó antes al objetivo material, que confirmó con su Doppler y las indicaciones del radar Malvinas. Lanzó las bombas y viró a la izquierda, confirmando la explosión de las mismas.

Hasta ese instante no existía fuego antiaéreo, pero inmediatamente después se inició una intensa reacción. Fue en ese momento cuando el 1 sobrevolaba el objetivo material y efectuó su lanzamiento; a los pocos segundos fue alcanzado por un misil que le destruyó parte del avión y entró en tirabuzón chato.

El piloto Capitán Pastrán logró eyectarse, no así el navegador Capitán Casado que cayó y se estrelló. El Capitán Pastrán cayó en el mar, próximo a la costa, infló su bote, desembarcó y fue hecho prisionero.

El 2 evadió el intenso fuego antiaéreo con bengalas señuelos y Chaff mientras escapaba hacia el oeste. Vio los resplandores del intenso cañoneo en Puerto Argentino. Apreció que el fuego antiaéreo provenía de buques en Fitz Roy. Malvinas le informó que era perseguido por una PAC (70 MN al este que luego se alejó a 85 MN).

Las bombas cayeron, otra vez, muy próximas al puesto de control de los generales británicos.

El "Baco 2" arribó a Río Gallegos a las 00:05 del día 14 de junio.

sábado, 13 de junio de 2015

Esclavos pescadores en las Malvinas

Esclavos del océano



  Por Diego Martínez - Página 12
“No había ningún observador a bordo, tirábamos pescado y basura libremente”, cuenta un tripulante indonesio frente a cámara. “Era más fácil tirar en las Malvinas”, apunta otro. Las voces de los pescadores las tomó en la selva de Indonesia el documentalista neocelandés Guye Henderson, quien los entrevistó en sus casas e incluyó los testimonios en el documental Esclavos del océano, que presentó el año pasado. “Cuenta abiertamente cómo destruyen el ecosistema, cómo depredan, cómo tiran aceite fuera de borda o destruyen los arrecifes de coral desde ocho barcos coreanos que operan con licencia de Malvinas”, resume Milko Schvartzman.

“Un cuarto de la captura suele tirarse. Tirábamos el pescado dañado por las rocas de coral en la red, lo tirábamos sin dudarlo porque ningún observador lo veía”, explica el joven. “Tirábamos la basura así como las redes dañadas, especialmente si había algún barco detrás. Eramos ocho barcos coreanos de la misma compañía, tres arrastreros (léase que operan con red de arrastre) y cinco para calamar.” “Sólo nos quedábamos con el mejor y más grande pescado a bordo, tirábamos libremente el pez pequeño o dañado, no hay policía que vigile”, destaca.

“Cuando capturábamos mucho, unas veinte toneladas eran descartadas, aproximadamente un cuarto de la captura”, relata el segundo pescador. “Descargábamos, dependiendo de la captura, después de seis o siete días. Toma unos dos días para llegar al puerto de Malvinas”, apunta. “La principal razón para tirar el calamar es porque teníamos una captura más reciente y usualmente la anterior se ponía en mal estado”, explica. “El alimento en el mar ha declinado porque hay demasiados barcos arrastreros, por ello en los dos últimos años capturábamos calamar flaco. Escuché que la causa es porque los arrastreros han dañado y arrancado el arrecife, han dañado las áreas de alimentación de los peces. Los arrastreros suelen operar once meses al año, pescan dañando mucho el arrecife, el cual es atrapado y arrancado por las redes”, señala. “El aceite usado es vertido al mar directamente desde la sentina. En las Malvinas lo hacíamos en secreto, cuando el barco estaba a más de diez millas de la costa. Vertíamos el aceite cuando el mar estaba agitado. El motor cerca de la hélice también perdía, por lo que vertíamos aceite todos los días. Nos tomaba una hora al día, a veces lo hacíamos dos veces porque los sellos de la hélice perdían.”

–¿La policía los descubrió alguna vez?

–No, nunca.

–¿Y a algún otro barco?

–No, nunca.

–¿Cuántos barcos pescan en esa zona?

–En alta mar, unos trescientos.

viernes, 12 de junio de 2015

El 9 de Junio en tierra

9 DE JUNIO
¡Eran un espectáculo los morteros pesados!
Stte. Llambías Pravaz 
Foto de Guillermo C. Torrilla.
Guillermo C. Torrilla con Julio Anzotegui


Foto : Tiradores del RI4 en la cima del Monte Challenger. * Llambías Pravaz (C)

La Compañía Comandos 602 reagrupando todos sus efectivos disponibles al mando del mayor Aldo Rico se moviliza por tierra hasta las cercanías del río Murrell colocándose a 700 m del cerro Dos Hermanas junto al Escuadrón de Fuerzas Especiales 601 de la Gendarmería Nacional utilizando nuevamente el apoyo de fuego coordinado de una de las baterías del Grupo de Artillería 3 en Puerto Argentino.
Tenían como misión capturar el máximo posible de comandos británicos.

La acción resulta en un áspero combate con 50 hombres a cargo del teniente David Stewart del Batallón de Comandos 45.
Un grupo de tres o cuatro comandos británicos disparaban sus armas en dirección a la ametralladora MAG manejada por el sargento Mario Antonio Cisneros, y servida por el teniente primero Jorge Manuel Vizoso Posse muy cerca del río Murrell.

Un cohete LAW explotó contra el cuerpo de Cisneros, matándolo en el acto y a su lado Vizoso Posse (ambos 602) fue herido en la cabeza.

Posse abrió el fuego dificultosamente contra ellos y comenzó a replegarse hacia el puesto de socorro donde se hallaba la sección reserva a órdenes del capitán Eduardo Villarruel.

Los cabos Colville, Knott, Tanner y Wilkie, el sargento Jolly y el resto de los Royal Marines habían comenzado su contraemboscada protegidos por una impresionante cortina de humo que los proporcionaban los morteros de los infantes de marina Greer y Cluman. Mientras tanto el teniente primero Horacio Fernando Lauria disparaba arrodillado granadas de fusil próximo al mayor Rico y a 150 metros de distancia eran apoyados por unos doce hombres del Regimiento 4 con el cual el subteniente Llambias Pravaz se había adelantado.

No obstante, el terrible tiroteo proseguía.
El sargento Ramón Acosta cayó muerto y a su lado el sargento Pablo Parada
(ambos de Gendarmería Nacional) fue herido...."

El 8 de junio el Regimiento 4 recibe refuerzos a órdenes del teniente primero Ferrari del Sel del Regimiento de Infantería 1 “Patricios”.

En la noche del 8-9 de junio, la acción se extiende por toda la Zona de Defensa Exterior, cuando la Tropa 1 al mando del teniente Mark Townsend de la Compañía K del 42 CDO, intento infiltrar el norte del monte Harriet, matando a dos argentinos (el cabo Hipólito Gónzalez y el soldado Martiniano Gómez del 3.er Pelotón del subteniente Jiménez Corbalán ) antes de retroceder y caer bajo fuerte fuego de nuevo, esta vez de los hombres del 3.er Pelotón del subteniente Marcelo Llambías Pravaz en Dos Hermanas Sur.

Según Llambías Pravaz “El día 8 una fracción bastante nutrida de ingleses se infiltró por Goat Ridge, que es una formación de piedras de 15 metros de altura que está entre Dos Hermanas y Harriet. Allí, los ingleses fueron rechazados por la compañía de comandos del Regimiento 4, acción en la que se destacaron el subteniente Pasolli y el teniente 1º Galoy.
Se les tiró con morteros pesados que estaban al mando del subteniente Juárez.
¡Eran un espectáculo los morteros pesados!
Allí los ingleses tratan de replegarse y se dan de lleno con una sección que estaba al mando de un compañero mío del Colegio Militar, el subteniente Giménez Corbalán, también en comisión.
Ellos vuelven a rechazarlos y entonces los ingleses, que abandonan equipos, se dirigen –en un último repliegue hacia monte Dos Hermanas.
Allí estábamos nosotros con dos ametralladoras. Teníamos cuatro visores nocturnos muy buenos y les causamos muchas bajas.

Al día siguiente no encontramos muertos –los ingleses tenían esa costumbre de llevárselos- pero sí encontramos cualquier cantidad de material abandonado.

Les causamos muchas bajas porque yo, sinceramente, los vi caer.” Al mismo tiempo, dos pelotones pertenecientes al 45 CDO intentaron hacer lo mismo en cerro Dos Hermanas, pero el radar de vigilancia terrestre RASIT en las primeras líneas argentinas, detectó a las patrullas de combate enemigas, y el fuego ordenado por el mayor Carlos Eduardo del Valle Carrizo Salvadores en monte Longdon dispersó a los comandos británicos. Cerca del atardecer del 9 de junio los hombres de Soria detectaron la presencia de tropas británicas que habían tomado posiciones adentro Port Harriet House, al sur del monte Harriet.

La Sección Exploración del Regimiento 4 al mando del subteniente Jorge Pasolli recibió instrucciones de desalojar a los británicos del lugar a punta de bayoneta y con los morteros de 120 mm proviendo cobertura, el Pelotón de Reconocimiento de la Guardia Escocesa fue forzado a evacuar el edificio bajo intenso fuego lo que hirió a tres soldados británicos, incluido el sargento Ian Allum.

Durante una semana el Regimiento 4 defendió los monte Dos Hermanas y Harriet de los ataques de patrulla reforzadas de los marines reales.
Cada vez que los comandos británicos penetraban la zona las tropas argentinas contratacaban y desalojaban a los infiltradores con sus fusiles, ametralladoras y morteros.

El subteniente Jiménez Corbalán dice “Hay que comprender que los combates anteriores, el del 7 y el 8 fueron exitosos para los argentinos.
El resultado de la guerra fue adverso y se peleó muy bien y ahora estamos en entrando en una faceta en donde debemos sentirnos orgullosos de lo que pasó, para entender y afrontar el futuro”.

Versión británica :
Durante la noche del 9 al 10 junio, una patrulla de lucha argentina según informes , disparó contra varios miembros de una sección de morteros del 45 Commando en las faldas del Monte Kent, matando a cuatro Royal Marines .

FUERZA AEREA SUR :


En Malvinas - Ataques de artillería terrestre y naval:

Las posiciones defensivas de nuestro despliegue terrestre fueron bombardeadas, durante la noche del 8/9 de junio por la artillería enemiga, (zona Two Sisters), desde el oeste y por fuego naval (zona BAM Malvinas) desde el mar.

Repliegue de helicópteros al continente:

El comandante del Componente Aéreo, aceptando la valerosa propuesta del jefe del Escuadrón Helicópteros, mayor Pose Ortìz de Rosa, autorizó el repliegue de dos Chinook CH-47, el H-91 y el H 93, de Puerto Argentino a Río Grande.

Daños a un Harrier GR.3:

Informó el RI 3 que, a las 11:00 un Harrier atacó un camino en su franja de combate. Fue repelido con armas livianas y ,aparentemente, averiado.

Los británicos (Libro "Air War South Atlantic", Pág. 199), admiten estas averías en el avión Harrier GR.3 del FltLt Murdo Mac Leod que debió bajar su tren de aterrizaje con el sistema de emergencia. Tenía seis o siete agujeros en el avión y cortadas las líneas de circuito hidráulico en los planos y fuselajes.