sábado, 11 de abril de 2015

Los VGM que mandaron a cagar a CFK

Los veteranos de Malvinas que le dijeron "no" a CFK
No participaron de manera oficial del acto con la Presidenta porque consideraron que fue de carácter “proselitista”. 



La Presidente, por cadena nacional, anunció la desclasificación de los archivos de Malvinas en un acto junto a la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos en el marco del 33° aniversario de la Guerra de Malvinas.

En el Día del Veterano de Guerra y los Caídos en las Islas Malvinas, los excombatientes vieron el acto que tendría que haberlos tenido como centro de la escena, desde su casa y por televisión. Tal como confirmó el presidente del Centro de Ex-Combatientes y Veteranos de Malvinas, Carlos Llamas a FM Radio Provincia; no participaron por considerar que se trató de un acto de carácter “proselitista”.

El intendente de Ushuaia, Federico Sciurano, decidió sumarse al boicot a la Presidenta y estuvo presente en el acto de los Veteranos.

“El acto de Malvinas le corresponde al pueblo y no a los caprichos de los funcionarios de turno que pretenden desnaturalizar el acto trasladándolo a otro sitio”, dijo Llamas. La participación quedó librada a cada uno de los Veteranos, en forma particular y no oficial.

Perfil

viernes, 10 de abril de 2015

Dos espías, uno condecorado y el otro olvidado


 Un espía inglés condecorado, un héroe argentino olvidado

Infobae

Por: Mario Vidal

Los casos del británico Sidney Edwards, espía de la corona, y el del argentino Ernesto Proni Leston, autor de hazañas de guerra, son emblemáticos por eltratamiento diametralmente opuesto que cada uno de ellos recibió de su país por los servicios prestados
Crédito: AFP

Sidney Edwards y Ernesto Proni Leston

El oficial de la fuerza aérea británica Sidney Edwards y el capitán de fragata argentino Ernesto Proni Leston en un punto fueron iguales: sirvieron a su modo a su patria, durante la guerra de Malvinas. Pero el final, para el uno y para el otro, fue diferente: al inglés lo condecoraron con la Orden del Imperio Británico, y el argentino terminó trabajando de remisero.


Un espía en Santiago
En cuanto las tropas argentinas tomaron posesión de Malvinas, el 2 de abril de 1982, el Ministerio de Defensa británico encomendó a uno de sus espías, Sidney Edwards, de 47 años, una nueva misión: conseguir el apoyo chileno en el conflicto. Tan secreta era la misión que su mujer se enteró dónde había estado recién después de la guerra.
El agente planificó bien la operación. Comenzó entrevistándose con el embajador chileno en LondresMiguel Schweitzer, y el agregado aéreo en esa misma ciudad, Ramón Vega, quien años después llegaría a ser jefe de la Fuerza Aérea trasandina. Les dijo que para Inglaterra era vital conseguir el apoyo del gobierno de Chile para su contraofensiva en las islas del Atlántico Sur y que, según las informaciones que poseía, a los chilenos les convenía que Argentina no se saliera con la suya.
"Si no nos ayudan en la guerra los argentinos caminarán después derechito a tomar las islas del Beagle", les dijo. También les prometió armamentos, inteligencia "y otras cosas que normalmente ustedes no podrían conseguir". Días después, vestido de civil, ya estaba en el Aeropuerto de Santiago de Chile, desde donde enfiló directamente a la embajada de su país. Esa misma tarde se reunió con el comandante de la Fuerza Aérea, generalFernando Matthei.
Éste le dio cálidamente la mano y le ofreció "cooperación total dentro de los límites de lo práctico y de lo diplomáticamente posible". Una sola condición le puso: si algo salía mal, Pinochet debía aparecer ante los ojos de la opinión pública internacional como ignorante del asunto. El inglés respondió que entendía "la delicadeza de las relaciones entre los dos países" y coincidió en "la necesidad de mantener el secreto". Se reunió además con otros oficiales y tomó notas que, esa misma noche, tras memorizarlas, destruyó. A los pocos días ya tenía un documento falso de identidad, un auto, y una licencia para manejar.
Vivía con un pie en la embajada británica y otro en las oficinas centrales de la fuerza aérea chilena. Un día, a las tres de la madrugada, sonó su teléfono. Debía ir de inmediato a la embajada a ver mensajes urgentes que le habían enviado. Salió tranquilo a desandar las calles a esas horas desiertas por el toque de queda que regía hasta las cinco de la mañana. También estaba inmunizado contra eso.
Chile al servicio de Inglaterra
Chile comenzó a ponerse al servicio de Inglaterra facilitándole el uso de un radar de largo alcance instalado en Punta Arenas. Este implemento permitía a los ingleses ver los movimientos de aviones argentinos en Ushuaía, Río Gallegos, Río Grande y Comodoro Rivadavia, y transmitir la información a la fuerza aérea británica.
El radar de Punta Arenas les acercaba avisos tempranos de ataques aéreos argentinos. Años después, el mismo espía confesaría: "Sin ese elemento, habríamos tenido que montar patrullas aéreas de combate carísimas y aviones volando constantemente, listos para interceptar intrusos. Las informaciones que recibíamos a través del radar de Punta Arenas hicieron que la guerra fuera más corta".
Otra tarea de Edwards, quien también era piloto y experto en operaciones conjuntas, fue coordinar con Londres el envío de un equipo del Servicio Aéreo Especial Británico (SAS), al cual venía incorporado un sofisticado sistema satelital de comunicaciones.
Chile también permitió a los ingleses utilizar el aeropuerto de la isla San Félix, ubicada a 892 kilómetros de la costa chilena. Desde allí partían aviones británicos pintados con los colores chilenos, los cuales volaban a gran altura cerca de la frontera argentina "para obtener información de lo que pasaba en ese país". Efectuaron un total de cinco vuelos de reconocimiento, denominados misiones Nim-rod. Según las memorias del espía, "en la isla, a cargo de la Armada, el almirante José Toribio Merino había ordenado darnos todas las facilidades".
Al mismo tiempo, en una carpeta, Edwards anotaba los aviones ingleses derribados, buques hundidos y tropas heridas. "Con mis colegas chilenos coincidimos en que los pilotos argentinos estaban mostrando un gran coraje y habilidad", recordó años después, cuando todos estos documentos fueron desclasificados por su país.


Tensión en Punta Arenas
Casi a la medianoche del 18 de mayo de 1982, en las afueras de Punta Arenas, un helicóptero Sea King apareció ardiendo cerca del mar, vacío. Otra vez el teléfono despertó en plena madrugada al espía. Era el general Vicente Rodríguez, "que estaba extremadamente agitado"porque Pinochet quería saber qué hacía un helicóptero británico en Chile. El dictador lo sabía, pero de acuerdo a lo convenido se lo debía hacer aparecer como inocente de culpa y cargo.
Edwards pidió instrucciones a sus jefes de Londres sobre qué debía hacer ante el grave incidente que desnudaba una activa presencia militar inglesa en Chile. Dos días después, aparecieron tres de los tripulantes del helicóptero, y se presentaron ante las autoridades. La embajada británica organizó entonces una conferencia de prensa, con presencia de Sidney Edwards. Uno de los pilotos dijo a los periodistas que en momentos en que realizaban un "viaje de entrenamiento" las malas condiciones climáticas los obligaron a descender y que se mantuvieron ocultos porque creían que habían caído en territorio argentino.
La verdad era muy distinta. El Sea King en realidad transportaba fuerzas especiales para desembarcarlos en el sur de Argentina con el objetivo de destruir los misiles Exocet argentinos y los aviones Súper Étendard que los llevaban. Tal operación debió ser abortada tras la caída del helicóptero y el consiguiente escándalo mediático.
A medida que corrían los días, disminuían los ecos periodísticos relacionados a este caso. Pero un periodista insistía con eso. Edwards les dijo a las autoridades chilenas que "estaría feliz" si el reportero enfocara su atención en otras cosas. Días después preguntó a Patricio Pérez, un oficial de la Fuerza aérea de Chile, sobre el reportero. "No te preocupes por él. Está vivo, pero muy asustado"le respondió.
Las tropas argentinas se rindieron el 14 de junio de 1982 y, con un saldo de 255 británicos y 649 argentinos muertos, la corta guerra se terminó. Edwards fue a la discoteca Brujas a celebrar el triunfo. "Muchos de mis colegas chilenos se me unieron en esa discoteca, y estaban tan contentos como yo de la victoria", recordó.
Por esta misión lo condecoraron con la Orden del Imperio Británico. Hoy tiene 80 años, y recuerda: "Con la ministra Margaret Thatcher y mis jefes del Ministerio de Defensa coincidimos que sin la ayuda que logramos de Chile habríamos perdido la guerra".
La otra cara de la moneda
El 4 de mayo de 1982, aviones Súper Étendard dotados de misiles Exocet hundieron el moderno destructor Sheffield, con lo cual se asestó un duro golpe a las fuerzas británicas. El gestor de la hazaña fue el capitán de fragata Ernesto Proni Leston, quien al comando de un avión de exploración Neptune localizó a la nave de guerra inglesa, la siguió por varias horas, y envió precisas coordenadas que permitieron horas después a los aviadores argentinos atacarla con éxito.
En septiembre del 2007, Proni Leston murióLa noticia pasó desapercibida mientras irónicamente el periodismo argentino se esmeraba en difundir el fallecimiento del general inglés Jeremy Moore.
El capitán Proni Leston fue otro de los tantos casos emblemáticos del poco reconocimiento que en este país se ha brindado a los héroes de la guerra de Malvinas. Tras su retiro de la Armada Argentina, este ex combatiente debió trabajar como remisero porque con su magra jubilación no podía mantener su hogar.
En los últimos tiempos de su vida, le costaba caminar, secuela de un disparo que le efectuó un marginal que lo asaltó mientras trabajaba por las calles de su ciudad. "Lo que no pudieron los ingleses lo logramos los argentinos con nuestra conducta esquizofrénica", declaró, recordando su infortunio, un ex compañero de lucha.
Ésta fue la "condecoración" que recibió quien habiendo hecho méritos para ser declarado Benemérito de la Patria terminó sus días olvidado, sin pena y sin gloria.

El autor es historiador

jueves, 9 de abril de 2015

Colaboración Chile-UK: El histórico coraje chileno en el campo de batalla

Carabineros cobijan a pilotos británicos

Los Pilotos del Sea King Británico que cayó en Punta Arenas Chile posan sonrientes con los Carabineros que le dan la correspondiente protección, en minutos ya tendrán ropa de civiles....


miércoles, 8 de abril de 2015

Malvinas argentinas por siempre, según un ex-canciller boliviano

Las Malvinas son y serán argentinas
Agustín Saavedra Weise - Página Siete



La hermana República Argentina conmemora –desde el año 2000- cada 2 de abril el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. Reafirma así sus históricos derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas,  Georgia, Sándwich e Islas del Sur. Al mismo tiempo rinde homenaje a fallecidos y sobrevivientes del conflicto de 1982.
Ante la cercanía de una fecha tan especial, conviene recordar que 2015 marcará 55 años y  medio siglo –respectivamente-  de la aprobación por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (AG-ONU) de las resoluciones 1514 (1960) y 2065 (1965). Ambas son hitos diplomáticos esenciales y están muy por encima de la infortunada guerra anglo-argentina, ya que reflejan un sentido direccional claro y explícito impuesto por la sociedad internacional.
El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (RU) mantuvo hasta mediados del siglo XX un imperio colonial que ocupó casi la cuarta parte de la superficie terrestre. A fin de reparar, por lo menos parcialmente las aberraciones de una desenfrenada política de explotación de territorios ajenos, el gobierno de Su Majestad Británica debería ser hoy el más diligente en materia de descolonización, pero no lo es.
La Resolución 1514 de 1960 contenía normas para conceder independencia a territorios coloniales; asimismo exigió concluir con todo vestigio colonialista. Luego, en 1965, la ONU expresó (Res. 2065) que el caso Malvinas se encuadraba en lo dispuesto por la 1514. A partir de ese momento, nadie -incluido el RU- pudo ni podrá oponerse a la descolonización de las islas. Ese histórico instrumento de la ONU tomó nota además de la existencia de una disputa entre Argentina y el RU sobre la soberanía en Malvinas e instó se procure una solución pactada.
Como ya expresé en 2011 en otro artículo sobre este mismo tema,  desde la mal ejecutada ocupación (1982) que propició la dictadura militar de Leopoldo Galtieri, mucho ha cambiado el mundo y también cambió la propia Argentina. Ahora la comunidad internacional insiste en la búsqueda de soluciones pacíficas de controversias y en Buenos Aires rige una sana democracia pluralista.
Estos positivos avances no parece haberlos asimilado el Reino Unido, que continúa con su política dura e inflexible respecto al futuro del archipiélago que ocupó por la fuerza en 1833. Como es sabido, las islas fueron pobladas luego por súbditos británicos, trasladados exprofeso al lugar.
El RU acude  falazmente  (y cuando le conviene) al principio de autodeterminación de los pueblos. Dicho principio no corresponde en el caso Malvinas, dado que sus actuales habitantes son colonos foráneos trasplantados a la región, de ninguna manera son originarios.
La persistencia en el Reino Unido de una caduca mentalidad colonialista no es lo más conveniente en esta etapa del tercer milenio, cuando, más bien, urge generar entendimientos constructivos, a fin de mitigar conflictos y eliminar injusticias. Confiemos en que pronto se inicie un fértil diálogo bilateral sobre la base de la Resolución 2065, pilar fundamental para procurar acuerdos definitivos en torno a uno de los últimos vestigios del colonialismo que aún sigue sin resolverse.
Las Islas Malvinas, han sido, son y serán argentinas. ¡Gloria a los caídos en la  larga lucha por recuperarlas!


Agustín Saavedra Weise es excanciller de Bolivia, economista,  politólogo y miembro del  Grupo Boliviano de Apoyo a las Malvinas.

martes, 7 de abril de 2015

"Los británicos siempre van a vivir con miedo, amenazados, la pasaron muy mal"

Luis Cervera, piloto ex combatiente de Malvinas: "Los británicos siempre van a vivir con miedo, amenazados, la pasaron muy mal"
Un héroe del conflicto bélico que marcó al país relata en primera persona su experiencia y asegura: "Le hicimos un daño tremendo a Inglaterra que todavía no digirió".
Luis Cervera, piloto ex combatiente de Malvinas: Los británicos siempre van a vivir con miedo, amenazados, la pasaron muy mal



Juan Manuel Muttoni - Diario Veloz
Por Juan Manuel Muttoni
@jmmuttoni
jmuttoni@diarioveloz.com
     
Pasaron ya 33 años. Luis, que vivió el conflicto desde los cielos, mantiene su vista fija hacia adelante. Una mirada profunda que, acompañada por un porte considerable, impone respeto. Su voz, la misma que escuchan cada año por estas fechas cientos de personas durante sus conferencias, retumbó en las radios del II Escuadrón del Grupo 5 de Caza en 1982, durante la Guerra de Malvinas. De su escuadrilla de 16 pilotos, 9 volvieron con vida. Y en un nuevo 2 de Abril, aquel enfrentamiento bélico vuelve a ponerse en palabras de un hombre que considera "su deber" el hecho de "mantener encendida la llama". Luis Alberto Cervera, ex piloto de la Fuerza Aérea Argentina, Capitán retirado y combatiente que ocupaba el rango de Teniente durante el conflicto comparte su historia, que a su vez conforma un punto central de la Historia Argentina, y asegura: "Estoy convencido de que las Islas volverán a ser argentinas".

Luis Alberto Cervera tenía tan sólo 27 años cuando Argentina decidió recuperar las Islas Malvinas por la fuerza. La ocupación del territorio se produjo el 2 de abril de 1982. Durante todo ese mes, los gobiernos argentino y británico eran invitados por otras naciones a resolver el conflicto por vías diplomáticas. Sin embargo, la totalidad de las negociaciones de este tipo fracasaron rotundamente y el 1 de mayo se produjo el llamado "bautismo de fuego". Así, la guerra daba comienzo a la muerte: las primeras bajas aparecieron ese día y no cesarían hasta el 14 de junio, día en que Argentina comunicó su rendición. En aquel mes de abril, en momentos en que se vislumbraba que las negociaciones fracasarían, Luis Cervera cumplía años. Y aquella oportunidad podría haber sido la última en la que festejaba esa fecha. Sin embargo, los cielos le tenían preparado otro destino. El de contar la historia. El de mantenerla viva.

"Si iba a haber guerra o no iba a haber guerra no estaba en uno pensarlo; ni con quién. La preparación es estar apto para defender la patria en el momento en que la patria te necesita", se sincera el ex piloto de la Fuerza Aérea Argentina y así expresa cómo el conflicto lo tomó por sorpresa. "¿Cuándo me enteré que se recuperaron las Malvinas? Me enteré por la radio, como se enteró cualquier argentino. La operación 'recuperar Malvinas', 'desembarcar en Malvinas' el 2 de abril fue una operación ultra secreta; no lo sabía nadie", relata.

Así fue como Cervera se vio obligado a tomar consciencia sobre el rol que pasaría a cumplir en los días por venir. A diferencia de otros ex combatientes que corrieron una trágica suerte, el ex piloto era un profesional "apto para el combate". Su preparación estaba sostenida por una exitosa carrera como piloto, que incluía un entrenamiento llevado "al extremo de la exigencia". Si bien la recuperación de Malvinas no estaba dentro de sus predicciones, Cervera sabía que no se estaba preparando "para jugar". La guerra lo recibió como piloto operativo apto para el combate en el sistema de armas A4B. El uso de su nave de combate Skyhawk no representaba ninguna novedad. Aunque sí lo sería su desempeño sobre las Islas Malvinas, un territorio que de noche se volvía imposible de sobrevolar. En esos momentos, la flota británica levaba la muerte a los combatientes argentinos apostados en aquel territorio frío y ventoso, tan distinto al del resto del país.

"Dentro de una escuadrilla, cada ataque eran 3, 4, 5 aviones; vos sos componente de esa escuadrilla. Entonces la responsabilidad y el nerviosismo y el temor era no lograr cumplir la misión ordenada. Eran misiones muy costosas: costaban vidas. Y el objetivo era destruir la flota o hacer que la flota se retire de Malvinas; y poder lograr el objetivo completo de poder recuperar a las Islas. Porque había soldados en las Islas argentinos esperando en Malvinas, que ellos sí eran atacados durante la noche. Cuando nosotros no podíamos volar, la flota se arrimaba a Malvinas, cañoneaba toda la noche; entonces el objetivo era destruir ese buque para que no dañaran a los argentinos que estaban en las islas", explica el Capitán retirada de la Fuerza Aérea.

Para cada nación involucrada, la guerra representa distintos objetivos. Y en el lapso en que se cumplen o no, soldados de ambos bandos pierden la vida progresivamente. El tiempo lo es todo. Precisamente, ese mismo factor, el tiempo, es el que ha hecho cambiar la perspectiva de esta guerra en particular, según las palabras de Cervera. "El 2 de abril fue una alegría inmensa y satisfacción, como lo sintió todo el pueblo argentino. El 2 de abril del 82 se llenó la Plaza de Mayo. Pensá que ahora todos se olvidan. Y todos despotrican contra la guerra. Por qué fuimos a la guerra. La guerra inútil. Pero ese 2 de abril de 1982 estaba la Plaza de Mayo completa. Todo argentino vitoreando y flameando banderas argentinas en apoyo a haber recuperado las islas Malvinas", comenta.

"Pasa que, después, en el transcurso de estos dos meses, 74 días que duró, entre el 2 de abril y el 14 de junio, se termina la guerra sin haber recuperado las islas y, a partir de ahí, como todo argentino exitista, 'no servimos más', 'no sirvió nada'. 'Fuimos una porquería', todo lo que se lee ahora, hoy en día. Pero en esos 74 días se escribieron páginas muy gloriosas. De los argentinos luchando por la causa justa de Malvinas", cuenta con voz calma pero sentida. En 1995 se incluyó en las "Disposiciones transitorias" de la Constitución Nacional que: "La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescindible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del
Sur por ser parte integrante del territorio nacional", y además se expresó: "Su recuperación es un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino". En estas palabras se puede encontrar una explicación al orgullo del ex piloto al mencionar los hechos sucedidos.

Sin embargo, y sin perder de vista el valor que tiene aquel territorio para  Argentina, el Capitán retirado asegura que la vía bélica no es la manera correcta de recuperarlo. "Yo creo que no debería haber una nueva guerra; pero sí el argentino se debe preparar y estudiar para recuperar... vía diplomática, vía laboral, vía comercial, todas las vías habidas y por haber deben ser usadas para hacer entender a Inglaterra que las islas y todo ese territorio usurpado nos debe ser devuelto. Geopolíticamente le corresponde a Argentina. Tienen un valor enorme. No son dos pedazos de piedra que están en el Atlántico. Por algo Inglaterra las ocupó y por algo refuerza sus fuerzas militares; por algo están ahí, no están para gastar plata en vano; saben bien lo que están haciendo y por qué lo están haciendo. Tiene que entender el mundo, y antes todo argentino bien nacido, que el objetivo nacional es recuperar las islas, por el bien de la Argentina", asegura.

"El valor, primero y principal, es que están dentro de la plataforma geopolítica de la Argentina. Están dentro de lo que a nosotros, desde la historia de la humanidad, nos tocó como país, que se formó como país. Porque nuestros antepasados lucharon por la independencia de nuestro país. Hubo mucha gente que dejó su vida para que Argentina sea lo que es. En esa lucha está que todo el territorio argentino más las Islas Malvinas, las Georgias, y todas las que abarcan el polo sur, incluida la Antártida", enumera el ex piloto y se pregunta: "¿Por qué tiene que venir Inglaterra de 30 mil kilómetros al norte a venir a decir 'estas islas son mías'?".

Durante el pasado 24 de marzo, el ministro de Defensa británico, Michael Fallon, anunció que Gran Bretaña invertirá 268 millones de dólares en "actualizar la defensa de las islas". Según el funcionario, el reclamo argentino sobre las negociaciones por la soberanía representa "una amenaza" para el territorio. Según Cervera, los británicos "tienen motivos de sobra para vivir asustados".

"Siempre se van a sentir amenazados, siempre. Van a vivir con el fantasma detrás de ellos que van a ser atacados en cualquier momento. Porque están en un territorio que no les corresponde. Si estuvieran en su casa, estarían muy tranquilos sin reforzar nada. Siempre se van a vivir amenazados. Tenga o no tenga posibilidades de atacar Argentina, porque no la pasaron bien. La pasaron muy mal. Era la tercera flota del mundo, y, sin embargo, perdió siete barcos. Hundir siete barcos de una flota como la era la de Inglaterra, no se la comió nadie en el mundo todavía. Siete hundidos, 11 totalmente destruidos, que no se hundieron pero quedaron inservibles, flotando como cáscaras de nuez en el Atlántico. Ocho que volvieron hechos pedazos. Entonces no es para que vivan tranquilos. Van a vivir asustados. Porque nosotros, con muy poco, con muy poco equipamiento, con nuestras limitaciones, le hicimos un daño tremendo a Inglaterra que todavía no lo digirió, no logra entender qué es lo que le pasó en Malvinas", opina.

A pesar de la actual actitud de  Gran Bretaña con respecto a las islas, Luis Cervera no duda sobre el futuro del territorio y asegura que Argentina logrará su objetivo. "Estoy totalmente convencido de que se va a llegar a una determinación favorable a Argentina. Lo tenemos que lograr. Yo no bajé los brazos y a mis hijos les inculqué que esas islas son argentinas. Inglaterra ha devuelto Hong Kong. Ha devuelto colonias. Ha devuelto territorio, sin armas. Entonces habrá que convencerlos, habrá que ser suficientemente inteligentes para que las devuelvan, que es lo que corresponde. Y eso se valora si lo martillás todos los días. La gota de agua va a horadar la piedra", sostiene y destaca que lo importante es "estar preparado" y "no bajar los brazos".

Mientras tanto, el héroe de Malvinas que tuvo la suerte de volver con vida del enfrentamiento siente que su deber consiste en mantener encendido el recuerdo sobre aquellos que encontraron otro desenlace. "El grupo mío de pilotos, que éramos muy pocos, de 34 pilotos perdimos 9. Mi escuadrón, de 16 que éramos, perdimos 7. Volvimos 9 pilotos. Ha sido una pérdida muy grande. Y yo no puedo permitir que se olviden... el Capitán D. Hugo Ángel del Valle Palaver, el Primer Teniente D. Manuel Oscar Bustos, el Primer Teniente D. Fausto Gavazzi, el Primer Teniente D. Luciano Guadagnini, el Primer Teniente D. Danilo Rubén Bolzán, el Teniente D. Mario Víctor Nivoli, el Teniente D. Jorge Rubén Ibarclucea, el Teniente D. Juan José Arrarás y el Alférez D. Alfredo Jorge Vázquez. Pilotos que yo perdí; mis amigos, mis compañeros que  murieron volando el mismo avión que volaba yo, en las mismas misiones que yo, los mismos barcos, haciendo lo mismo".

lunes, 6 de abril de 2015

Aniversario del primer arribo de un buque británico luego del conflicto

Aquel buque de guerra inglés que vino después de Malvinas
Por estos días se cumplieron 9 años de la primera llegada de un barco de la Marina Real Británica después del conflicto en el Atlántico Sur. Del recelo inicial a la amistad posterior.

La Nueva


   
Foto

El "HMS Endurance", con escolta, ingresa a Puerto Belgrano. Tuvo un desperfecto en el timón y debió pedir asistencia.
El 10 de marzo de 2006, casi 24 años después de la Guerra de Malvinas el "HMS Endurance" se convertía en el primer barco de guerra británico en ingresar a una zona militar argentina. El motivo era un desperfecto mecánico en el timón, que le reducía la capacidad de maniobra y no le garantizaba cruzar el Atlántico con éxito. El lugar elegido fue la Base Naval Puerto Belgrano, la más grande de nuestro país.

La sensación previa a la llegada del buque, para la mayoría, era de incertidumbre, resquemor y precaución. Argentina y Gran Bretaña reanudaron los lazos hace ya mucho tiempo: muchas bandas musicales vienen cada año al país, futbolistas argentinos triunfan ganándose el cariño de la gente inglesa, el comercio es fluido, etcétera, pero el hecho de que el barco fuera de la Marina Real Inglesa hacía que la gente se preguntara cosas.

Durante aquel marzo, el grito, el reclamo o la agresión verbal, en esporádicos casos, existieron. Pero lo que predominó fue el buen recibimiento hacia los marinos ingleses que desembarcaron en Puerto Belgrano y nuestra ciudad.

El atraque del "Endurance" se realizó con éxito y fue presenciado por autoridades militares inglesas y argentinas, que dieron la bienvenida diplomática a la nave averiada. La reparación se preveía de una semana, pero por la dificultad de conseguir los repuestos y un paro del personal civil de la Base, la estadía se estiró a 27 días.



Los marinos ingleses, que inicialmente se mostraban prudentes o reacios a pisar nuestro suelo, finalmente terminaron disfrutando la visita casi como un viaje de placer. Se los veía jugar al fútbol contra argentinos, comprar electrónica y ropa a buen precio, llenar los bares de Alsina y otros boliches en busca de algún romance, y hasta fueron agasajados con algún asado, cuando los días iban pasando y las amistades se iban entablando.

Dado que las obras de reparación se realizaban a dique seco, la mayoría de los 128 tripulantes se hospedaba en dos importantes hoteles de la ciudad y agentes civiles argentinos cuentan que muchos de los británicos hasta lamentaban el hecho de tener que irse cuando el timón finalmente estuvo reparado.

domingo, 5 de abril de 2015

Reinstalan monumento a Mirage 5

Reinstalaron en la Ría el Mirage M5 caído en el 2013
25/03/201521:01 El monumento al Piloto Caído en Malvinas volverá a estar acompañado por el avión Mirage M5. ESte avión cayó el 9 de Marzo 2013, a poco mas de un mes de haber sido instalado en la estrucura que hoy nuevamente lo soporta. Se trata de la estructura conmemorativa al Centenario de la Aeronáutica Militar, al 30º Aniversario del Bautismo de Fuego, y al 60º Aniversario de la Base Aérea local.



El 31 de enero de 2013 fue presentado el avión en lo alto de una estructura de hormigón, desde donde cayó el tormentoso sábado 9 de marzo de ese mismo año, quebrándose al caer y  golpear su trompa con una de las estructuras construidas para las placas recordatorias.

El avión de la FAA fue un símbolo de la gesta de Malvinas en nuestra zona y había sido emplazado junto al monumento que recuerda a los pilotos caídos en combate, en el primer espacio público enrejado de nuestra ciudad.

La Fuerza Aérea Argentina se encargó de su restauración, y hoy se emplazó nuevamente en el lugar de homenaje a los pilotos, durante la gesta de Malvinas.

jueves, 2 de abril de 2015

2 de Abril: Rosario baila con Corporate


La Guerra de las Malvinas

Global Security

La Guerra de las Malvinas fue de lejos la serie más grande y más extendido de las batallas navales desde la campaña del Pacífico en la Segunda Guerra Mundial. Designado como la Operación Corporate por los británicos, la guerra de cinco mes incluyeron operaciones anfibias más importantes del mundo desde el desembarco de Inchon en 1950, un oleoducto de logística de más de 7000 kilómetros, y un invierno combate arena 3.300 millas de la base amiga más cercana a la isla de Ascensión.

La guerra fue producto de una combinación de errores de cálculo por los británicos y los argentinos. Por un lado, los británicos nunca se imaginaron que Argentina intentaría apoderarse de las islas por la fuerza, mientras que por otra parte los argentinos no esperaban que Gran Bretaña respondería con la fuerza o de que Estados Unidos se negara a quedarse del lado argentino. Al final, unas 1.000 personas murieron, los escasos recursos se gastaron, y las relaciones internacionales se tensaron.

En 1982 el gobierno de Galtieri buscó una manera de salir de las crisis políticas y económicas, iniciando una guerra suicida. El ejército salió victorioso en el corto plazo, y de hecho lo reunió el apoyo popular en todo lealtad nacional. La motivación real para abril 1982 la invasión de Argentina era una amenaza más inmediata a la junta militar gobernante del general Leopoldo Galtieri: inestabilidad interna en Argentina amenazó con derrocar a su dictadura. Galtieri necesitaba una distracción unión, un conflicto exterior para distraer al público y mantener el control interno.

El reclamo de Argentina sobre las Islas Malvinas (que llama las Islas Malvinas) se basó en gran proximidad a la parte continental de la Argentina y su supuesta "herencia" de la soberanía desde el 1810 el gobierno español ha fallado. Esta solicitud tuvo un gran significado emocional para el público argentino, y había sido parte de la historia de los planes de estudio de escuelas públicas durante generaciones.

En 1979 las relaciones diplomáticas plenas se restablecieron entre Argentina y Gran Bretaña, y en 1980 ambos países reanudaron las conversaciones sobre la cuestión Malvinas / Falklands. Durante una ronda de conversaciones en febrero de 1982, sin embargo, Argentina se negó a establecer un compromiso con el Reino Unido, y el 1 de marzo, el Ministro de Relaciones Exteriores Nicanor Costa Méndez de Argentina advirtió que Gran Bretaña Argentina buscaría otro procedimiento para resolver la controversia. El 19 de marzo de 1982, menos de tres semanas después de la advertencia de Argentina a Gran Bretaña, un grupo de 30 comerciantes de chatarra argentinos aterrizado en Georgia del Sur / Georgia del Sur Island (parte de la zona en disputa) para desmantelar una antigua estación ballenera bajo contrato con un Scottish basados ​​naviera. El emprendimiento fue aprobada tanto por la Embajada Británica y la Cancillería Argentina. Los hombres, que no portaban visas y permisos de trabajo adecuados, izaron la bandera argentina en la isla.

Noticias de este incidente se transmitió a Londres, pero el tono del informe da a entender que los argentinos habían invadido Georgia del Sur con personal civil y militar. Este fue recogido por la prensa y alimentó las protestas públicas que algo había que hacer para parar este atropello. Represalia llegó al día siguiente cuando un grupo de isleños de Malvinas / Falkland invadió las oficinas del Estado de la aerolínea argentina en la capital de las islas de Stanley, sustituyó la bandera argentina con la bandera británica, y destrozaron la oficina.

HMS Endurance fue despachado de Stanley con la mitad de la guarnición de Malvinas embarcaron - 22 Royal Marines y un teniente. Tenían órdenes de deportar a los recicladores de vuelta a Argentina. Endurance llegó el 23 de marzo y conectó los Royal Marines.

Informes del incidente Stanley impulsaron movimientos navales argentinos en el Atlántico Sur. El 26 de marzo, 100 soldados argentinos llegaron por mar, supuestamente para defender los recicladores. No había planes para reforzar o mantener esta fuerza durante un largo período, los argentinos sintieron que esto era sólo un suave empujón para llegar a los británicos de vuelta a la mesa de negociaciones. Esta desviación argentino en Georgia del Sur logró la sorpresa, y proporcionó un pretexto para la invasión de abril de Falkland Island Oriente 02 y la captura de Stanley.

Refuerzos argentinos adicionales llegaron de manera constante, y, finalmente, había más de 4000 tropas argentinas estaban en las islas. La inferioridad numérica fuerza británica observó las tropas hasta el 03 de abril cuando los Royal Marines en Georgia del Sur se rindió después de la caída de Stanley.

La reacción de los británicos no era como los argentinos espera. Los británicos vieron la invasión como una bofetada directa a la cara. La reacción internacional a la implementación de la Argentina de las tropas se apresuró a seguir. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la Resolución 502, el 3 de abril de 1982, que deploró la invasión por parte de Argentina, pidió el cese de las hostilidades, y exigió la retirada de las fuerzas argentinas de las Islas Malvinas / Falkland. Resolución 502 pronto fue invocada por los Estados Unidos y la Comunidad Económica Europea (CEE) en sus llamadas a poner fin a la guerra. El 6 de abril Bretaña impuso un embargo comercial sobre todas las importaciones argentinas, que fue secundada por la CEE y seguidos por Noruega, Australia, y la Comunidad de países de las Naciones, como Canadá y los países de habla Inglés del Caribe. La posición argentina fue defendida por varios países de América Latina; Brasil se declaró neutral.

El 12 de abril, Gran Bretaña declaró una zona de exclusión marítima de 200 millas alrededor de las islas, con la intención de debilitar las actividades de suministro y de refuerzo argentinos. Tres submarinos de ataque nuclear británicos cumplir hasta la llegada de la fuerza de tarea superficie tres semanas después. Como los submarinos continuaron operaciones de bloqueo provisionales, 65 barcos británicos estaban en ruta a las Malvinas a finales de abril: 20 buques de guerra, 8 buques anfibios, y 40 naves logísticas de la Real Flota Auxiliar y de la Marina Mercante. El grupo de trabajo británico llevó a 15.000 hombres, incluyendo una fuerza de desembarco de unos 7.000 infantes de marina reales y soldados. Las naves logísticas llevadas disposiciones por cerca de tres meses de combate.

Por último, el 25 de abril, un pequeño grupo de acción de superficie británica de dos destructores, seis helicópteros y 230 hombres abrumaron a la guarnición argentina de 156 hombres en Georgia del Sur.

La negativa de Argentina a cumplir con una iniciativa de paz de Estados Unidos llevó a Estados Unidos las sanciones económicas y el final de su postura oficialmente neutral. El 30 de abril los Estados Unidos declaró una suspensión de las entregas de todo el hardware militar en el gasoducto a Argentina y la retirada de otros créditos y garantías financieros.

La fuerza principal de la Marina Real de trabajo llegó al este de las Islas Malvinas el viernes, 01 de mayo. Su plan era establecer la supremacía naval y aéreo por atraer buques de guerra y aviones argentinos fuera de la parte continental y la destrucción de ellos, seguido de un desembarco anfibio en Stanley. Dos submarinos de ataque británicos fueron colocados al norte de las Malvinas para detectar barcos británicos en contra de la principal fuerza naval argentina tarea y el portaaviones Veinticinco De Mayo, que había estado operando en la zona desde el 20 de abril. Un tercer submarino estaba estacionado al sur de las Islas Malvinas para monitorear el crucero argentino Exocet equipado Belgrano y dos destructores acompañan. El submarino británico HMS Conqueror torpedeado y hundido Belgrano, que perdió 368 de 1.042 tripulantes. El grupo de trabajo argentino al norte regresó a la base, donde permaneció hasta el final de la guerra; De Mayo desembarcó es A-4 de que operaba desde bases en tierra para el resto de la guerra.

Los ataques aéreos de las bases del continente contra los buques británicos fueron frecuentes durante toda la guerra. A pesar de alta tecnología a bordo defensas AAW y el uso de un éxito parcial Sea Harriers en un papel de defensa aire-aire de la flota, la Marina británica siempre se mantuvo a la defensiva contra el poder aéreo argentino.

Aviones de ataque argentino golpeó aproximadamente el 75 por ciento de los buques de superficie británicas con bombas, sólo tres buques de guerra británicos (un destructor y dos fragatas) y dos buques de desembarco fueron hundidos o severamente dañado por las bombas. Los únicos otros barcos británicos hundidos, un destructor y un buque de abastecimiento, fueron alcanzados por misiles Exocet. La Armada británica logró destruir más de la mitad de los aviones de combate 134 de la Argentina durante la guerra, utilizando una combinación de guerra electrónica, Harriers, misiles tierra-aire y artillería antiaérea.

La OEA celebró una reunión de emergencia del 27 de mayo a 29 años para deliberar sobre la crisis Falkiand / Malvinas, y se aprobó una resolución en la que invocó el principio de la solidaridad interamericana y pidió una solución pacífica. La OEA pidió a Estados Unidos que retire su apoyo a Gran Bretaña y levantar sus sanciones económicas contra Argentina.

La guerra concluyó con la rendición de Argentina el 14 de junio 1982, después de tres semanas de operación anfibia y suelo británico en la isla de Malvinas del este. Tres grupos de tropas argentinas al mando del general Mario Benjamín Menéndez se rindió oficialmente a los británicos.

Durante más de dos meses, la maquinaria de propaganda en Argentina había trabajado febrilmente. El 15 de junio, sin embargo, Galtieri reconoció la derrota militar. No se trataba sólo de la guerra que se había perdido, pero la competencia profesional de los militares también se puso en cuestión, así como su capacidad de liderazgo político para la Argentina. La guerra fue un golpe fatal para las aspiraciones políticas de Galtieri y provocó la renuncia del presidente el 17 de junio.

Las discusiones entre el gobierno militar y los partidos políticos fracasaron tan pronto como la noticia de la derrota militar llegó a Buenos Aires. La frustración de toda una nación se podía oír en las demandas para el retorno del gobierno civil que se materializa en la llamada de la Multipartidaria para las elecciones antes de finales de 1983.



Pertinente a la falta de cohesión entre los argentinos fue la gran distancia social entre oficiales, suboficiales y conscriptos. Este último sirvió un año o menos en el ejército. Cuando comenzó la guerra, "la mayoría de la clase de 1962 (año de nacimiento) ya había sido enviado a casa, mientras que la clase de 1963 no lo había hecho... La instrucción incluso básico." Además, la mayoría de los reclutas sin entrenamiento vinieron de las provincias del norte tropicales y simplemente no estaban preparados para hacer frente a "condiciones terribles y un enemigo bien entrenado y bien equipado."

Los Royal Marines se entrenaron de forma rutinaria en los pantanos cenagosos de Dartmouth Moros y habían terminado las maniobras anuales en condiciones árticas de Noruega en abril de 1982. Los párrafos regularmente entrenados en las frías llanuras de Salisbury y acababa de regresar de servicio en Irlanda del Norte. Uno de los párrafos dice: "Empecé en una clase con ochenta y tres hombres y sólo once de nosotros terminamos Usted sabe que usted es el mejor del mundo cuando termine la formación.". Otro dijo: "Nunca pude entender por qué diablos estábamos entrenando en el lodo y mugre en Salisbury cuando íbamos a luchar en Europa del Norte Luego, cuando estábamos en las Malvinas, le dije a mis compañeros: '¡Maldito Infierno.! Este lugar es como estar en casa. '"

La tradición era una fuerza poderosa en la unión. Un comandante de la Marina Real dijo a su Comando 45, "Marchamos desde Normandía a Berlín. Podemos sangrienta bien marchar ochenta millas a Stanley." Un soldado le dijo a nuestro autor: "Que me aspen si voy a bajar esos tipos que lucharon en Arnhem." Estas son las palabras de los profesionales orgullosos, duros, y confiados.

El contraste era exagerado, y ambas partes lo sabían. Un soldado argentino dijo: "Si hubiera tenido los oficiales reales que fuesen hombres de verdad, tal vez me habría quedado. De ninguna manera, soy argentino y no estamos hechos para matar a la gente, nos gusta comer, ir al cine,.!. . beber y bailar! No somos como ingleses. Ellos son soldados profesionales -. la guerra es su negocio ".

La Guerra de las Malvinas o Falkland plantea una serie de puntos con respecto a las causas de los conflictos entre las naciones. También desafía algunos de los supuestos sobre los conflictos que se han convertido en un axioma entre los profesionales de la política. El primer supuesto axiomático impugnada por el / Guerra de las Malvinas Malvinas es la noción de que los estados "más débiles" normalmente no de asalto "," estados fuertes especialmente las nucleares,. El segundo supuesto cuestionado es que los líderes buscan la guerra para distraer a sus ciudadanos de las dificultades internas. La Guerra de las Malvinas / Falklands señala también el potencial peligroso para calcular mal los intereses de un oponente, el peligro de la percibiendo mal el carácter de un jefe de Estado, y la importancia de las perspectivas culturales e históricos.

¿Quién iba a pensar que Argentina, una nación aislada, iría a la guerra con su cliente más importante para las exportaciones agrícolas, Gran Bretaña? ¿Quién hubiera pensado que este país, cuya historia no incluía las guerras reales desde mediados del siglo XIX, desafiaría una nación equipado con armas nucleares? ¿Quién hubiera pensado que Gran Bretaña, miembro del Consejo de Seguridad de la ONU y la OTAN, lucharía sobre una pila de rocas desolado poblado por unos pastores en el Océano Atlántico Sur? ¿Quién iba a pensar que Gran Bretaña habría ido a la guerra para preservar los restos de su imperio 37 años después de la Segunda Guerra Mundial?

Problemas económicos graves, la derrota por el Reino Unido en 1982 después de un intento fallido de tomar argentino por la fuerza el control de las islas Falklands / Malvinas, repugnancia pública ante las violaciones graves de los derechos humanos, y los gastos de montaje de corrupción se combinaron para desacreditar y desalentar el régimen militar . Esto llevó a un período de transición gradual y condujo al país hacia la democracia. Actuando bajo la presión pública, la junta levantó la prohibición de los partidos políticos y restauró otras libertades políticas básicas. Argentina experimentó un éxito en general y pacífico retorno a la democracia.

Argentina ha restaurado las relaciones diplomáticas con el Reino Unido. En septiembre de 1995, Argentina y el Reino Unido firmaron un acuerdo para promover la exploración de petróleo y gas en el Atlántico Sudoccidental, desactivar una cuestión potencialmente difícil y abriendo el camino para una mayor cooperación entre las dos naciones. En 1998, el presidente Menem visitó el Reino Unido en la primera visita oficial de un presidente argentino desde la década de 1960.